El Telerradiador

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El telerradiador

Hector Mellin desarrolló un sencillo instrumento para irradiar un pensamiento, un


deseo, un remedio o servir como transmisor en general, así como de un gráfico activo que
funciona igualmente como emisor. En sí el instrumento es muy sencillo, pero puede
adaptarse como parte de otros operativos o complementarlo con elementos que les de
más potencia. Es sencillo de construir y de él se han hecho distintas versiones que se
apartan de lo descripto en el libro: “Mystères et Connaissances: Initiatiques – Astrologiques
– Radiesthésiques”.

Mellin fue un investigador muy adelantado a su tiempo, planteaba ya en 1949 que


la atmósfera de la Tierra posee un campo magnético bipolarizado norte-sur, lo que genera
una corriente Este-Oeste, y que ésta se mueve a siete veces por segundo. Con esta
afirmación se estaba adelantando años al descubrimiento de la frecuencia de la
resonancia Schumann que es de 7,83 Hz. El dispositivo y el gráfico denominado
“telerradiador“ se basan en la interposición a la citada corriente magnética.

El gráfico consiste en dos flechas largas paralelas rodeadas de una espiral, la de la


derecha apunta a Norte y la de la izquierda al Sur, éste se orienta adecuadamente con la
ayuda de la brújula. Basta con poner encima en el centro del gráfico una foto de la
persona a afectar o un testigo común para que, siempre según este autor, la corriente
magnética de la Tierra eleve la energía de la persona. Es posible transferir la vibración de
un remedio o elemento (una homeopatía, una gema, un símbolo…) situando en el centro
junto al testigo. Es recomendable testar el tiempo de exposición, aunque tanto para el
gráfico como para el dispositivo físico Mellin indica el dejarlo permanentemente. Se puede
bajar el gráfico aquí (https://sites.google.com/site/menteenergiaymaquinas/plantillas/Gr
%C3%A1fico%20Telerradiador.pdf?attredirects=0&d=1).

Una evolución de esta idea la desarrolló como instrumento


físico, que ha sido muy imitado y transformado, al que se refiere como
telerradiador. Consiste en un tablero de un tamaño aproximado al de
una carta comercial, con dos barras de hierro de 200 mm de largo y
un diámetro de 8 a 12 mm, rodeado de un dieléctrico y a su vez
envuelto en hilo de cobre desnudo. Ambas barras se levantan del
tablero 5 mm separadas una de otra. Es
posible sustituir las barras de hierro por ferrita,
y el hilo de cobre desnudo por esmaltado, no
requiriendo entonces aislamiento de las barras.
Aunque hay versiones que incluyen barras
metálicas con puntas, o con gráficos en el
centro o caracteres hebreos, Mellin no lo
menciona. La barra de la izquierda tiene el
enrollamiento del hilo metálico en sentido de las agujas del reloj
(dextrógiro) y la de la derecha en sentido contrario a las agujas del
reloj (levógiro). Basta orientar el dispositivo al Norte y situar el
testigo en el centro, ya sea solo o con un elemento a transmitir. Es
un instrumento muy intenso, por lo que se recomienda determinar el
tiempo de exposición por algún sistema de testeo para evitar
saturación.

Hay múltiples modificaciones para incrementar la potencia del dispositivo, como


poner al lado una caja con cera virgen como condensador de energía, poner un reloj de
cuerda junto al telerradiador y el deseo en un papel doblado siete veces. El reloj de cuerda
aporta un impulso que puede acelerar y potenciar el proceso, siendo más efectivo situar un
elemento eléctrico como un altavoz con pulso. Otro posible elemento propulsor podría ser
un metrónomo. Como se ha mencionado antes hay versiones que incluyen elementos
simbólicos en el centro del tablero entre las dos barras tanto dibujados en papel como
grabados en cobre sobre una placa de circuito. No se puede descartar su efectividad, pero
resulta curioso que Mellin no lo mencione a pesar de emplear estos elementos en sus
trabajos, prueba de ello es su libro denominado “Radiesthésie Pantaculaire”.

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