Arte Romano Hispania
Arte Romano Hispania
Arte Romano Hispania
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Anfiteatro de Tarraco.
Índice
1 Pintura
1.1 Tipos de decoración pictórica
2 Escultura
3 Mosaico
3.1 Opus signinum
3.2 Opus sectile
3.3 Opus tessellatum
3.4 Opus vermiculatum
4 Arquitectura
4.1 Los puentes
4.2 Los acueductos
4.3 La ciudad romana y urbanística
4.4 Los faros
4.5 Los foros
4.6 Los templos
4.7 Los teatros
4.8 Los anfiteatros
4.9 Los circos
4.10 Las termas
4.11 Palacio de Maximiano Hercúleo
4.12 Los arcos
4.13 Villa rural romana
4.14 Yacimientos
4.15 Otras construcciones romanas aún visibles
5 Anexos: Teatros romano
6 Véase también
7 Referencias
8 Bibliografía relacionada
9 Enlaces externos
Pintura
Fresco del Friso del Pavo Real del siglo I d. C. en una casa de Bílbilis
(Calatayud).
La pintura romana, al igual que otras manifestaciones artísticas, tiene su origen
en la mezcla entre la tradición etrusca y la influencia de pintores griegos de la
escuela de Apeles. Si los etruscos usaban la pintura como una forma de evocación
mágica en las construcciones funerarias, los romanos harían de este arte un
expresión pública para retratar hechos o personajes relevantes de la época.
También, y con base en la cantidad de pinturas murales encontradas en las ciudades
de Pompeya y Herculano, enterradas en ceniza volcánica durante más de dieciocho
siglos, así como en los zócalos enterrados de la mayor parte de los conjuntos
arqueológicos romanos, se comprueba que la decoración pictórica era no solo
frecuente, sino tema común en la vida cotidiana romana.
La pintura es, de todos las expresiones del arte, la más sensible al paso del
tiempo, por lo que los restos de la misma son muy escasos. En Italia se cuenta con
las tumbas etruscas y con los restos de las ciudades de Pompeya y Herculano, donde
al encontrarse protegidas de la luz del sol, la policromía de los frescos ha
logrado sobrevivir al paso del tiempo.
Existen muestras del primer estilo pictórico romano, así como de pinturas
pertenecientes a los siglos I, II y IV en los conjuntos arqueológicos de las
primeras ciudades romanas de Hispania, como Itálica, Mérida, Tarragona o Astorga,
así como en Almedinilla, la Alcudia, Alcolea del Río, Osuna, Carmona, etcétera. La
influencia italiana se deja sentir en el este y sur peninsular. A partir del siglo
III, las corrientes artísticas procedentes del norte de África se extienden por el
oeste peninsular a través de la Vía de la Plata.
Al fresco.
Al temple.
Al encausto.
Tipos de decoración pictórica
Época Republicana
Se da en el s. I a. C. y es bastante sencillo. Se decoran las paredes imitando
revestimientos de mármoles jaspeados o veteados de diferentes colores que recubren
de colores vivos los zócalos de las habitaciones. Un ejemplo de este tipo de
decoración se encuentra en Azaila (Teruel) que es uno de los primeros asentamientos
romanos. Se caracteriza por el revestimiento de mármoles recortados en formas
geométricas, que recibe el nombre de Crustae. Aparece en casas, templos, etc.
Estilo III
Se encuentra en Ampurias y se da desde finales del siglo I a. C. hasta la primera
mitad de s. I d.C. Abarca el cambio de era. Se sigue dividiendo los muros con
estructuras arquitectónicas, es más sencillo porque el zócalo es prácticamente
liso, en el interior de algunos muros se representan escenas figuradas, otras
lisas.
Los zócalos lisos, desde el punto de vista técnico, son más refinados. Se utilizaba
una técnica llamada salpicado, que consistía en rociar pintura líquida a la pared.
Quedaba una estructura de granito. En muchos casos sucede que la zona media de la
pared se independiza del zócalo.
Estilo IV
Es similar al anterior, pero tiene mayor autonomía. Es de la segunda mitad del
siglo I d. C. Los mejores ejemplos están en la Domus Aurea de Nerón.
En los siglos posteriores se seguirá pintando, sobre todo utilizando los estilos II
y III. También aparece pintura en Mérida: las pinturas de la llamada casa-basílica
construida sobre los pórticos de acceso del teatro de Mérida.
Escultura
Mosaico
Los más empleados en la Hispania romana eran los dos primeros. Uno de los temas más
frecuentes es el de los ciclos Báquicos, que representa el cortejo de Baco. Al
cortejo se le llama tíaso. En estos los que destaca es el movimiento y el colorido.
El otro tema más frecuente es el de Orfeo, donde aparece Orfeo el encantador de
animales, rodeado de fauna. Esto da lugar a mosaicos paisajísticos y animalísticos.
También aparecen representaciones de Neptuno junto a tritones, caballos de mar,
etc. También escenas de cacería (venationes). Se también frecuentes la
personificación de estaciones, los espectáculos circenses, temas homéricos (la
Ilíada y la Odisea) y escenas de la metamorfosis de Ovidio (Nacimiento de Venus,
etc). El mosaico se puede documentar en varios tipos de mosaicos.
Opus signinum
Se aplica a pisos de argamasa, al que se le daba un tono rojizo, en los que se
incrustan piedrecillas o una serie de teselas de mármol blanco pero no de modo
continuo y tupido, sino salpicado o en hileras, dibujando motivos geométricos o
florales. Su apogeo corresponde al último siglo de la República, pero el género
perdura hasta el siglo d. C. Ampurias conserva varios ejemplares. El tema
predilecto de la decoración era los grandes rosetones de rombos o de otros motivos.
En algunos casos se puede incluir alguna figura que podía ser un animal.
Opus sectile
Son los fragmentos de mármoles de colores que se aplicaba sobre el suelo. Esto
permitía trabajar más rápido. La moda del mármol blanco y negro no llegó a las
provincias.
Opus tessellatum
El Opus tessellatum era el nombre genérico de mosaico. Consistía en mosaicos de
cubos o dados de 1 cm de lado por término medio, empleados en los fondos y motivos
ornamentales no figurados.
Opus vermiculatum
Eran teselas mucho más pequeñas, de 1 a 5 milímetros de lado, que permitían
componer o copiar un cuadro imitando las huellas de las pinceladas. Era el más
refinado y se aplicaba a estancias pequeñas o a la parte más importante del
mosaico. La forma de hacerlo era diferente, se componían en el taller y luego se
pegaban en el suelo. Reciben el nombre de emblemata (medallones).
Arquitectura
Las principales construcciones romanas fueron los foros, los templos, las
basílicas, los teatros, los anfiteatros, las termas, los circos, los arcos de
triunfo, los acueductos y puentes. Los foros, como las ágoras griegas, eran plazas
públicas rodeadas por los principales edificios de la ciudad. Servían de lugar de
reunión, asamblea política y mercado. Los templos, parte importantísima del arte
romano, eran generalmente de planta rectangular y líneas rectas, como los templos
griegos, pero se empleó también la forma circular y la bóveda de origen etrusco. El
templo más conocido es el Panteón, en Roma, que posee una rotonda y una cúpula de
43 metros de altura.
Los teatros siguieron los modelos griegos descubiertos y solían tener capacidad
para 4 mil espectadores.
Los anfiteatros, construcciones genuinamente del arte romano, eran de forma ovales
parecidos a las actuales plazas de toros. El más famoso es el Coliseo, en Roma, con
capacidad para 80 mil espectadores, destinado a luchas de fieras, combates de
gladiadores y simulacros de combates navales, ya que su pista podía inundarse. Los
circos estaban dedicados a carreras de carros. Su forma era rectangular con los
extremos curvos. El circo Máximo de Roma tenía 600 m de largo y capacidad para más
de 200 mil personas.
Los puentes
Puente de Alcántara.
Los puentes, junto a las calzadas y vías romanas, agilizaban el intercambio de
productos entre los territorios provinciales y la metrópolis y eran verdaderamente
importantes para las vías romanas. Los puentes romanos alcanzaron un nivel muy alto
de desarrollo y su construcción tenía la intención de perpetuarse en el tiempo.
Tenían que emplear exclusivamente el arco de medio punto y en mantener la
horizontalidad de la calzada y estar construidos de sillería con almohadillado. El
puente de Alcántara es un ejemplo de estos puentes romanos, el arco de triunfo se
dedicó a Trajano, aunque ha sido remodelado varias veces debido a los daños
ocasionados por su situación fronteriza entre España y Portugal.
Los acueductos
Artículo principal: Acueducto
Acueducto de Segovia.
Los acueductos tenían como fin el abastecimiento de agua a las ciudades romanas
durantes todo el tiempo, para alimentar las fuentes, las termas y para que en las
cloacas fluyera el agua que sobrara para mantener el saneamiento de la ciudad. Por
lo que el acueducto no solo era el puente que traía el agua sino toda la conducción
desde el manantial hasta las cloacas. Incluso a veces lo hacía bajo tierra sin la
utilización de muros o arquerías (opus arcuatum). El primer elemento que los
romanos edificaban como arranque del acueducto solía ser un depósito con el
correspondiente dique y sus contrafuertes. En la parte occidental del Imperio
romano incluida Hispania los opus arcuatum u otros specus (elemento destinado a
sostener la acequia), eran utilizados para hacer propaganda del buen hacer del
gobernante.
Plano actual de Zaragoza sobre el que pueden verse los hitos más significativos del
urbanismo de Caesaraugusta, como el trazado del decumanus maximus (1) y el cardus
maximus (2).
Los romanos se irán formando sus urbes junto a las colonias griegas y otras
ciudades ya formadas (Com Dipolis). En ocasiones también formarán nuevas urbes
(Nova Urbs) que seguían patrones regulares. La ciudad debía ser rigurosamente
ortogonal. Dentro del perímetro rectangular el área de la ciudad se divide en
cuatro partes por dos calles principales: el cardo maximus, orientado de norte a
sur y el decumanus maximus, trazado de este a oeste. En la intersección de ambas
partes se abre una plaza; el foro y a sus extremos hay cuatro puertas principales.
Las demás calles se encontraban paralelas a estas calles principales formando
manzanas (areae) de casas cuadradas y rectangulares. La ciudad quedaba rodeada por
una muralla y en el exterior se dejaba una franja "sagrada" (pomerium) sin permitir
la edificación. La explicación material de no edificar en el pomerium era la de no
facilitar el asedio al ejército invasor con edificaciones pegadas a la muralla, que
podrían permitir la escala del muro o la guarnición de tropas en estos edicicios
cercanos a la muralla para estar a salvo de los arqueros de la ciudad.
Los faros
Torre de Hércules.
Véase también: Torre de Hércules
Los faros son una torre con núcleo central, en torno a este una rampa de acceso a
la torre. Esta se suele levantar sobre un promontorio.
Los foros
Véase también: Foro romano
Dibujo del Foro de Augusto en Roma, usado como modelo para construir el de Mérida
(Emerita Augusta).
El foro debía estar ubicado en el centro urbano de la ciudad y en el cruce de las
dos calles principales de la ciudad y su trazado, según las reglas de Vitruvio
debía de ser rectángulo de una tercera parte más de largo que de ancho. En los
pórticos se encontraban las tiendas de los mercaderes (tabernae), que también
ponían sus puestos en los intercolumnios, ya que el foro, originariamente fue un
mercado que se hallaba fuera de la ciudad (forum significa fuera). Después acabó
convirtiéndose en el centro de la vida política, económica y religiosa y en su
alrededor se elevaron curias para la administración de justicia, basílicas para la
contratación de negocios y templos consagrados a las divinidades protectoras. El
foro era el centro orgánico de la ciudad romana. En el foro se hallaban las
estatuas del emperador, del gobernador de Hispania y todos los personajes
importantes de la sociedad que se usaban para las campañas electorales. En el
modelo imperial, algunas ciudades tenían más de un foro, por ejemplo, Emerita
Augusta tenía tres y Tarraco poseía dos foros. Cada nuevo emperador construía un
anexo al anterior. En todos los foros va a haber un espacio dedicado a Augusto que
es llamado Aedes Augusti donde se mostraba la estatua de Augusto divinizado.
Los foros hispanos que se conocen son de planta rectangular muy próximos a la
cuadrangular, pero ello puede ser una casualidad que no excluye la existencia de
rectángulos más alargados. Destacan los foros de Caesaraugusta,1 Ampurias, Itálica,
Coímbra y el de Clunia.
Los templos
Véase también: Templo romano
El teatro era una actividad cultural desconocida por los indígenas. Se empieza a
desarrollar cuando llegan los romanos, aunque puede que algunas colonias helénicas
también la pusieran en práctica, pero sin influenciar a los pueblos prerromanos.
Las actividades teatrales eran los ludi scaenici. La representación era de obras
latinas, lo que indica que ha habrían asumido el latín.
Entre los espectáculos estaba el Ludi Scaenici (teatro), los juegos de luchadores2
y las venationes (luchas de fieras) que se celebraban en el anfiteatro, las
carreras de carros del circo, etc.
Anfiteatro de Segóbriga.Saelices
La lucha en los anfiteatros eran un espectáculo de masas, tenía un aspecto lúdico.
Los espectáculos de luchadores se celebraron en honor a Escipión el Africano. Al
principio tenían un carácter funerario y fue evolucionando hacia un espectáculo
lúdico. En España se encuentran desde los siglos I y II d. C. en época Julio-
Claudia. Estos espectáculos eran pagados por los dunviros, que eran gestores
administrativos y económicos del municipio. Esa generosidad se había convertido en
casi una ley, una obligación. Las luchas recibían el nombre de Munus. La
construcción de anfiteatros se convirtió en un rasgo de riqueza. Los principales
espectáculos ofrecidos en el anfiteatro eran de tres clases:
Auriga.
La afición al espectáculo de las carreras de cuadrigas alcanzó en Roma a muchos
seguidores. El entusiasmo por los caballos, aurigas y facciones, entusiasmo que en
ocasiones llegaba a producir reyertas, se transmitió a las provincias y de ahí la
cantidad de testimonios que en todas partes salen a la luz en relación con este
espectáculo.
Los circos no se han conservado muy bien, la mayoría de ellos se han fosilizado. En
Segóbriga se ha logrado encontrar, mientras que en la antigua Toletum (Toledo) no
queda ya nada.
Los circos eran un espectáculo muy costoso y solo se lo permitían las grandes
ciudades. Había una serie de empresas especializadas. Los aurigas también recibían
el nombre de Agitatores. Había también equipos de aurigas diferenciados por el
color. En la península se han conservado restos de mosaicos como el Mosaico de
Marcianus y pinturas donde se alude a la doma de caballos y a las carreras de
cuadrigas, como el mosaico del Palau barcelonés. Esos eran elementos que formaban
parte de la decoración de la espina. Las cuatro cuadrigas que se ven en el mosaico
del Palau barcelonés representan entre otras tantas facciones a la roja (russata),
la blanca (albata), la azul (veneta) y la verde (prasina) fueron las que ocuparon
bajo sus colores al público de los siglos del apogeo del imperio, hasta que las dos
últimas absorbieron a las dos primeras. Los equipos estaban formados por muchas
personas. Sin embargo, el aficionado solo veía la cuadriga con su auriga y sus
auxiliares el iubilator (que animaba a los corredores) y el sparsor (que refrescaba
a las bestias y los ejes).
Ruinas de las termas de Cabezo de Alcalá, Azaila (Teruel) con sus partes señaladas.
La costumbre del baño diario con sus demás alicientes —la palestra, la biblioteca,
los paseos y la tertulia— acabó por hacer de las termas públicas una institución
que requería edificios de vastas dimensiones.
Los comienzos fueron relativamente modestos: unos vestuarios para dejar la ropa
(apodyterium), un patio en donde hacer ejercicio palaestra y tres habitaciones para
el baño: una para el agua caliente (caldarium), otra para sudar y refrescarse
(tepidarium) y otra pare el agua fría (frigidarium).
Las termas romanas eran un lugar que respondía a unas necesidades higiénicas y un
lugar de reunión, de decisiones y de ocio. Algunas termas de Hispania cuyos restos
arqueológicos han sido hallados son:
Termas romanas de Calatayud.
Termas romanas de Bílbilis (Calatayud).
Termas romanas de Cabeza de Alcalá (Azaila, Teruel)
Termas romanas de Caesaraugusta (Zaragoza).
Termas romanas de Campo Valdés en Gijón (Asturias). Forma parte del yacimiento
arqueológico de Cimadevilla.
Termas romanas de Cartagena (Murcia).
Termas romanas de Clunia Sulpicia (Burgos).
Termas romanas de Itálica (Sevilla).
Termas romanas de Las Bóvedas en San Pedro Alcántara (Málaga).
Termas romanas de San Baudilio de Llobregat (Barcelona).
Termas de Segóbriga (Saelices, Cuenca)
Termas romanas de Torreblanca del Sol en Fuengirola (Málaga).
Palacio de Maximiano Hercúleo
Fuera del perímetro amurallado de la ciudad, todo el conjunto se articula con una
exedra porticada y un criptopórtico delimitado, de forma radial se articulan
estancias que van desde lo público hasta lo privado. En el ámbito público estaría
un Aula Imperial. Después un ámbito semipúblico (algo más alejado) donde se
encontraría la sala de banquetes. Se aprecia una forma tirconque (espacio
centralizado que tiene tres ábsides). La parte más alejada de la exedra sería el
ámbito privado, que tenía un acceso más intricado. Su originalidad reside en la
articulación de todo el conjunto alrededor de la exedra.
Los arcos
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Esta página se editó por última vez el 29 jun 2021 a las 11:24.
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