1) El capítulo habla sobre el sábado como día de reposo y las ofrendas voluntarias que los israelitas dieron para construir el tabernáculo. 2) Dos hombres, Bezaleel y Aholiab, fueron llamados por Dios para realizar trabajos de arte y carpintería para el tabernáculo. 3) Bezaleel estaba lleno del Espíritu de Dios con sabiduría, entendimiento y habilidad artística para este trabajo.
0 calificaciones0% encontró este documento útil (0 votos)
13 vistas4 páginas
1) El capítulo habla sobre el sábado como día de reposo y las ofrendas voluntarias que los israelitas dieron para construir el tabernáculo. 2) Dos hombres, Bezaleel y Aholiab, fueron llamados por Dios para realizar trabajos de arte y carpintería para el tabernáculo. 3) Bezaleel estaba lleno del Espíritu de Dios con sabiduría, entendimiento y habilidad artística para este trabajo.
1) El capítulo habla sobre el sábado como día de reposo y las ofrendas voluntarias que los israelitas dieron para construir el tabernáculo. 2) Dos hombres, Bezaleel y Aholiab, fueron llamados por Dios para realizar trabajos de arte y carpintería para el tabernáculo. 3) Bezaleel estaba lleno del Espíritu de Dios con sabiduría, entendimiento y habilidad artística para este trabajo.
1) El capítulo habla sobre el sábado como día de reposo y las ofrendas voluntarias que los israelitas dieron para construir el tabernáculo. 2) Dos hombres, Bezaleel y Aholiab, fueron llamados por Dios para realizar trabajos de arte y carpintería para el tabernáculo. 3) Bezaleel estaba lleno del Espíritu de Dios con sabiduría, entendimiento y habilidad artística para este trabajo.
Descargue como DOCX, PDF, TXT o lea en línea desde Scribd
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 4
Exodo 35
Tema: El sábado o día del reposo; las ofrendas voluntarias
para el tabernáculo; Bezaleel y Aholiab fueron llamados a realizar su trabajo: En la primera parte del capítulo, se nos dice que Se volvió a enfatizar el día de reposo En relación con ocasiones anteriores, ésta era la tercera vez. Leamos los versículos 1 al 3: "Entonces Moisés reunió a toda la congregación de los hijos de Israel, y les dijo: Estas son las cosas que el Señor ha mandado hacer. Seis días se trabajará, pero el séptimo día tendréis un día santo, día de completo reposo para el Señor; cualquiera que haga trabajo alguno en él, morirá. No encenderéis fuego en ninguna de vuestras moradas el día de reposo." El Señor insistió en que el primer motivo para guardar el día del reposo era que estaba relacionado con la primera creación. Dios había descansado en el séptimo día. A medida que la humanidad se había ido apartando de la mano creativa de Dios, se iba alejando del Creador. Y llegó el día en que la humanidad en conjunto ya no reconoció a Dios, y comenzó a adorar a la criatura. Y el ser humano dejó que cumplir el día del reposo. Ahora bien, Dios dijo que el sábado era una señal peculiar entre El mismo y los israelitas. Y empezó a establecer reglas que realmente se aplicaban más a Israel en la Tierra Prometida que a cualquier otro lugar. El que trabajase en un día del reposo, sería apedreado. En nuestra situación actual sería muy difícil mantener el funcionamiento de la convivencia en sociedad sin alguien que trabajase los sábados. Las leyes de Dios eran apropiadas para las condiciones de la sociedad y la tierra en que viviría Israel. El párrafo siguiente nos habla sobre Las ofrendas voluntarias para el tabernáculo Leamos los versículos 4 y 5: "Y habló Moisés a toda la congregación de los hijos de Israel, diciendo: Esto es lo que el Señor ha ordenado, diciendo: Tomad de entre vosotros una ofrenda para el Señor; todo aquel que sea de corazón generoso, tráigala como ofrenda al Señor: oro, plata y bronce" Los regalos para la construcción del tabernáculo debían tener un carácter voluntario. La gente no estaba obligada en absoluto a traer nada, pues no se le exigió tal actitud. Aquí no se trataba de la obligación de contribuir con la décima parte, es decir, con los diezmos. Era una ofrenda voluntaria. Además de oro y plata, podían traer otras cosas, como veremos. Leamos los versículos 6 al 9: "tela azul, púrpura y escarlata, lino fino y pelo de cabra; pieles de carnero teñidas de rojo, pieles de marsopa y madera de acacia; aceite para el alumbrado, especias para el aceite de la unción y para el incienso aromático; piedras de ónice y piedras de engaste para el efod y para el pectoral." Estas eran las diferentes cosas que los israelitas podían proveer para la construcción del tabernáculo o tienda de reunión. En aquellos tiempos no había tal cosa como la moneda de curso legal. El método del trueque consistía en el intercambio de artículos; así que los israelitas estaban entregando parte de sus bienes a la obra del Señor, en vez de dinero. Una pregunta que se ha formulado repetidas veces fue, ¿de dónde consiguió aquella gente los diferentes elementos que entregaron al tabernáculo, teniendo en cuenta que habían sido esclavos en Egipto? Recordemos que, según Génesis 15:14, Dios había dicho que ellos saldrían de Egipto con grandes riquezas. Como ya explicamos oportunamente, EL se aseguró de que ellos recuperasen los sueldos atrasados que se les debían. Y los egipcios estaban tan deseosos de librarse de los israelitas que les dieron todo lo que pidieron. Así fue como acumularon la riqueza con la que salieron de Egipto. El último párrafo de este capítulo. Nos relata cómo Bezaleel y Aholiab fueron llamados a realizar su trabajo Leamos los versículos 30 y 31. "Entonces Moisés dijo a los hijos de Israel: Mirad, el Señor ha llamado por nombre a Bezaleel, hijo de Uri, hijo de Hur, de la tribu de Judá. Y lo ha llenado del Espíritu de Dios en sabiduría, en inteligencia, en conocimiento y en toda clase de arte," Bezaleel era el hombre que Dios había preparado para fabricar los elementos del mobiliario que serían tan importantes para el Tabernáculo. Y el versículo 24 añade: "También le ha puesto en su corazón el don de enseñar, tanto a él como a Aholiab, hijo de Ahisamac, de la tribu de Dan." En estas palabras también vemos que Dios le había dado a Bezaleel la capacidad de transmitir esa habilidad a otros, como Aholiab. Finalmente, leamos el versículo 35, que nos detalla los talentos de aquellos artesanos: "Los ha llenado de habilidad para hacer toda clase de obra de grabador, de diseñador y de bordador en tela azul, en púrpura y en escarlata y en lino fino, y de tejedor; capacitados para toda obra y creadores de diseños" El Tabernáculo era una obra hermosa. Era como una alhaja en medio del desierto. No era grande en tamaño, como una nave o depósito, sino solo una construcción pequeña. Teniendo en cuenta el valor de los metales preciosos hace unos años, se ha calculado que se gastó en aquella obra una suma equivalente a 5 millones de dólares. En tiempos de inflación el valor incluso podría haber sido mayor. Es que aquella tienda de reunión era la preciosa joya de Dios; es decir, una figura de la persona de Su Hijo, Jesucristo. ¿Qué valor tiene la persona de Jesucristo para ti? ¿Le evalúas como un maestro o, simplemente, un líder religioso más entre los muchos que ha tenido o tiene la humanidad? Quizás le has contemplado, incluso, con veneración en las muchas obras artísticas que han intentado representarle. Pero la verdadera forma de determinar su auténtico valor, es considerar que alguien tan valioso como el Hijo de Dios se ofreció por ti, como sacrificio vivo, en lugar tuyo. Bien pudo decir el apóstol Pablo en su carta a los habitantes de la ciudad de Filipos: yo estimo como pérdida todas las cosas en vista del incomparable valor de conocer a Cristo Jesús, mi Señor, por quien lo he perdido todo, y lo considero como basura a fin de ganar a Cristo. Si reconoces tu necesidad espiritual, como pecador alejado de Dios y le aceptas como tu Salvador, tu también podrás recibir el valioso don de la vida eterna, para comenzar a disfrutarlo ahora mismo y, a partir de hoy, durante tu vida en esta tierra.