Infografía 68 ORGANIZACION FUNCIONAMIENTO DEL SECTOR PUBLICO

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Organización y funcionamiento

del sector público institucional

Ley 40/2015

Continuamos con la Ley 40/2015, de 1 de octubre, de Régimen Jurídico del Sector Público para
recorrer el título II, el más largo de esta normativa y que nos adentra en cómo se ha organizado
y cómo funciona legislativamente el sector público institucional. Este título abarca un total de 64
artículos, distribuidos en ocho capítulos.

Capítulo I. Del sector público institucional

En el capítulo I, nos encontramos con tres artículos. El artículo 81 enumera los


principios a los que están sometidas las entidades que integran el sector público
institucional en las actuaciones que realicen. Estos principios son los de legalidad,
eficiencia, estabilidad presupuestaria, sostenibilidad financiera y transparencia en
su gestión. Además, estas entidades estarán sujetas, en materia de personal
(incluyendo el laboral), a las limitaciones que prevean tanto la normativa
presupuestaria como los presupuestos generales con carácter anual.

En aras de regular todo el sector público institucional, las


Administraciones Públicas deberán supervisar, de manera continua,
todas sus entidades dependientes, con el fin de comprobar si se
mantienen los motivos que justificaron su creación y su sostenibilidad
financiera. Se trata de una supervisión que debe incluir la formulación
expresa de propuestas de mantenimiento, transformación y extinción de
esa entidad.

El artículo finaliza con la regulación de los organismos y las entidades


vinculadas o que dependan de las Administraciones autonómica y local.
Estas se regirán por las disposiciones básicas de esta ley que les sean
aplicables y, en particular, por los capítulos I y VI, y por los artículos 129 y
134, que veremos más adelante, así como por la normativa que tenga la
propia Administración de la que dependan.

El capítulo I se cierra con los artículos 82 y 83, que hacen referencia a la


creación de un inventario de entidades del sector público estatal,
autonómico y local, cuya integración, gestión y publicación dependen de la
Intervención General de la Administración General del Estado. El artículo 82 lo
define como un registro público administrativo que garantiza tanto la
información pública como un orden de todas las entidades que integren el
sector público institucional, cualquiera que sea su naturaleza.

En este inventario, se encontrará, al menos, toda la información actualizada sobre la naturaleza jurídica, la
finalidad, las fuentes de financiación, la estructura de dominio (en su caso), la condición de medio propio, los
regímenes de contabilidad, presupuestario y de control, así como la clasificación en términos de contabilidad
nacional de cada una de las entidades que integran el sector público institucional.

Es importante recalcar que la creación, la transformación, la fusión o la extinción de cualquier entidad que forme
parte del sector público institucional, con independencia de su naturaleza jurídica, será inscrita en dicho inventario.

Lo relativo al modo como se realiza la inscripción en el inventario se


recoge en el artículo 83. Será el titular del máximo órgano de dirección de
la entidad quien notifique, a través de la intervención general de la
Administración que corresponda, la información necesaria, con la
documentación que así lo justifique, para la inscripción definitiva en el
inventario, es decir: los actos relativos a su creación, transformación,
fusión o extinción. Para ello, se establece un plazo de 30 días hábiles, a
contar desde que ocurra el acto de inscripción.

Es importante detallar las reglas necesarias para la inscripción definitiva


en dicho inventario:

El titular del máximo órgano de dirección de la entidad, a través de la


intervención general de la Administración correspondiente, notificará de
manera electrónica al inventario, a efectos de su inscripción, la norma o
el acto jurídico de creación en el plazo de 30 días hábiles desde la entrada
en vigor de la norma o el acto, según corresponda. Dicha notificación irá
acompañada de la copia o el enlace a la publicación electrónica del
boletín oficial en el que se publicó la norma, o la copia del acto jurídico de
creación y el resto de la documentación justificativa que proceda, como
los estatutos o el plan de actuación.

La inscripción en el inventario se realizará dentro del plazo de los 15 días


hábiles siguientes a la recepción de la solicitud de inscripción.

Para que la Administración tributaria pueda asignarle a la entidad el


número de identificación fiscal definitivo y la letra identificativa
correspondiente, de acuerdo con su naturaleza jurídica, será necesario
que se aporte la certificación de la inscripción de la entidad en el
inventario.

Capítulo II. Organización y funcionamiento


del sector público institucional

Cuatro artículos componen el capítulo II. El primero de ellos, el artículo 84, establece la composición y la
clasificación del sector público institucional, que está integrado por las siguientes entidades:

Los organismos públicos vinculados o dependientes de la Administración


General del Estado, que se clasifican en:

- Los organismos autónomos.


- Las entidades públicas empresariales.
- Las agencias estatales.

Las autoridades administrativas independientes.


Las sociedades mercantiles estatales.
Los consorcios.
Las fundaciones del sector público.
Los fondos sin personalidad jurídica.
Las universidades públicas no transferidas, que se regirán por lo
dispuesto en la Ley 47/2003, de 26 de noviembre, General Presupuestaria
que les sea de aplicación y por lo dispuesto en esta ley en lo que no esté
previsto en su normativa específica.

Es importante destacar que la Administración General del Estado o la entidad integrante del sector público
institucional no podrá, ni por sí misma ni en colaboración con otras entidades públicas o privadas, crear ni ejercer
el control efectivo, de manera directa o indirecta, sobre ningún tipo de entidad diferente de las que acabamos de
enumerar, con independencia de su naturaleza y su régimen jurídico. No obstante, esto no se aplicará a la
participación del Estado en organismos internacionales o en entidades de ámbito supranacional, ni a la
participación en los organismos de normalización y acreditación nacionales o en sociedades creadas al amparo
de la Ley 27/1984, de 26 de julio, sobre Reconversión y Reindustrialización.

Como comentamos al inicio, uno de los principios a los que están sometidas las entidades integrantes del sector
público institucional es el de eficacia, al que se hace referencia con más detalle en el artículo 85. Es un control de
eficacia y supervisión continuo, sin perjuicio de lo que señala el artículo 110 de esta ley.
En él, se establece el régimen jurídico de las autoridades administrativas
independientes, las cuales (es importante recordarlo) se regirán por su
ley de creación, sus estatutos y la legislación especial de los sectores
económicos sometidos a su supervisión y, supletoriamente y en cuanto
sea compatible con su naturaleza y su autonomía, por lo dispuesto en
esta ley (en particular, por lo establecido para los organismos
autónomos) y en las normas siguientes: la Ley 39/2015, de 1 de octubre; la
Ley 47/2003, de 26 de noviembre; la Ley 9/2017, de 8 de noviembre; la Ley
33/2003, de 3 de noviembre, así como el resto de las normas de derecho
administrativo general y especial que les sean de aplicación. En defecto
de norma administrativa, se aplicará el derecho común. Además, estarán
sujetas al principio de sostenibilidad financiera, de acuerdo con lo
previsto en la Ley Orgánica 2/2012, de 27 de abril.

Para poder ejercer ese control, todas las entidades contarán, en el


momento de su creación, con un plan de actuación con las líneas
estratégicas a través de las que se desenvolverá su actividad, sin
perjuicio del control que, de acuerdo con la Ley 47/2003, de 26 de
noviembre, se ejerza por la Intervención General de la Administración
del Estado.

¿Quién realiza dicho control y dicha supervisión? Todas las entidades están sujetas, desde su creación hasta su
extinción, a la supervisión continua del ministerio competente en el área de Hacienda y función pública, a través
de la Intervención General de la Administración del Estado, que se encargará de vigilar la concurrencia de los
requisitos previstos en esta ley, verificando, al menos, la subsistencia de las circunstancias que justificaron su
creación, su sostenibilidad financiera y la concurrencia de la causa de disolución en caso de incumplimiento de
los fines que justificaron su creación o cuando su subsistencia no resulte el medio más idóneo para lograrlos.

Las actuaciones de planificación, ejecución y evaluación que


correspondan a la supervisión continua se determinan de manera
reglamentaria. En el caso de aquellas destinadas al control de eficacia y la
supervisión de manera continuada, tendrán en cuenta:

- La información económico-financiera disponible.


- El suministro de información por parte de los organismos públicos y
las entidades que estén sometidas a dicho control.
- Las propuestas de las inspecciones de los servicios de los
departamentos ministeriales.

Todos los resultados de la evaluación que realicen el ministerio de


adscripción y el ministerio responsable de la actividad financiera y de la
función pública se plasmarán en un informe sujeto a procedimiento
contradictorio, el cual, según las conclusiones que se hayan obtenido,
podrá contener recomendaciones de mejora o una propuesta de
transformación o supresión del organismo público o la entidad.

Pasamos al artículo 86, que nos habla de cuándo las entidades


integrantes del sector público institucional podrán ser consideradas
medios propios y servicios técnicos de los poderes adjudicadores y del
resto de los entes y las sociedades que no tengan la consideración de
poderes adjudicadores. En este sentido, son medios propios y servicios
cuando cumplan las condiciones y los requisitos que establece la Ley
9/2017, de 8 de noviembre, de Contratos del Sector Público y acrediten que,
además de contar con los medios suficientes e idóneos para realizar
prestaciones en el sector de actividad que corresponda a su objeto social,
de acuerdo con su norma o su acuerdo de creación, se dé alguna de las
siguientes circunstancias:

- Sea una opción más eficiente que la contratación pública y resulte eficaz
con la aplicación de criterios de rentabilidad económica.
- Resulte necesario, por razones de seguridad pública o de urgencia en la
necesidad de disponer de los bienes o servicios suministrados por el
medio propio o el servicio técnico.

Hay que tener en cuenta que formará parte del control de eficacia de los medios propios y servicios técnicos la
comprobación de la concurrencia de los requisitos que acabamos de mencionar. Por otro lado, en la denominación
de las entidades del sector público institucional que sean consideradas medios propios, será necesario que se
indique, bien como «Medio Propio», bien con su abreviatura «M.P.».

En el caso de que se cree un nuevo medio propio y servicio técnico, este irá acompañado de la propuesta de
declaración de memoria justificativa que acredite todo lo que acabamos de mencionar y que, en este supuesto de
nueva creación, debe ser informada por la Intervención General de la Administración del Estado.

Por último, el capítulo II se cierra con el artículo 87, que recoge que
cualquier organismo autónomo, entidad pública empresarial, agencia
estatal, sociedad mercantil estatal o fundación del sector público
institucional estatal puede transformarse y adoptar la naturaleza jurídica
de cualquiera de las entidades citadas. Dicha transformación tendrá
lugar, manteniendo su personalidad jurídica, por cesión e integración
global, en unidad de acto, de todo el activo y el pasivo de la entidad
transformada con sucesión universal de derechos y obligaciones.

Esta transformación no alterará las condiciones financieras de las


obligaciones que haya asumido ni podrá ser entendida como causa de
resolución de las relaciones jurídicas. Se llevará a cabo mediante real
decreto, aunque eso suponga una modificación de la ley de creación,
salvo en el caso de la transformación en agencias estatales, en el que
debe realizarse por ley.

Es importante resaltar que, cuando un organismo autónomo, entidad


pública empresarial o agencia estatal se transforme en una entidad
pública empresarial, agencia estatal, sociedad mercantil estatal o
fundación del sector público, el real decreto o la ley mediante la que se
realice la transformación deberá acompañarse de la siguiente
documentación:

- Una memoria que incluya:

- Una justificación de dicha transformación por no poder asumir


sus funciones manteniendo su naturaleza jurídica ordinaria.

- Un análisis de eficiencia en el que se incluya una previsión del


ahorro que generará la transformación y la acreditación de que
no existen duplicidades con las funciones que ya desarrolle otro
órgano, organismo público o entidad preexistente.

- Un análisis de la situación en la que quedará el personal,


indicando si, en su caso, parte del mismo se integrará, bien en la
Administración General del Estado, bien en la entidad pública
empresarial, sociedad mercantil estatal o fundación que resulte
de su transformación.

- Y, además de la memoria, un informe preceptivo de la Intervención


General de la Administración del Estado, en el que se valorará si se
cumple todo lo que hemos visto en este artículo.

La aprobación del real decreto de transformación implicará:

- La adaptación de la organización de los medios personales, materiales


y económicos que sean necesarios por el cambio de naturaleza jurídica.
- La posibilidad de integrar el personal en la entidad transformada o en
la Administración General del Estado. En su caso, esta integración se
llevará a cabo de acuerdo con los procedimientos de movilidad
establecidos en la legislación de la función pública o en la legislación
laboral que se aplique.

Este artículo aclara que el personal de la entidad transformada tendrá los mismos derechos y obligaciones que le
correspondan, de acuerdo con la normativa que se le aplique. Además, dicha adaptación no supone, por sí
misma, la atribución de la condición de funcionario público al personal laboral que preste servicios en la entidad
transformada. En el caso de la integración de quienes, hasta este momento, vinieran ejerciendo funciones
reservadas a los funcionarios públicos sin serlo, podrá realizarse con la condición de «a extinguir», para lo que
será necesario valorar, con carácter previo, las características de los puestos afectados y las necesidades de la
entidad en la que se integren.

Por último, es importante señalar que de la ejecución de las medidas de


transformación no podrá derivarse ningún incremento de la masa salarial
preexistente en la entidad transformada.

© Gurú Oposiciones

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