Capítulo 7 MECANISMOS REGULADORES DEL COMERCIO INTERNACIONAL

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Capítulo 7

MECANISMOS REGULADORES DEL COMERCIO EXTERIOR

7/1 Introducción

7/2 Rol de los mecanismos reguladores del comercio exterior


7/2.1 Antecedentes
7/2.2 Importancia
7/2.3 Concepto. Características

7/3 Clasificación de los mecanismos reguladores


7/3.1 Mecanismos arancelarios. Concepto.
7/3.2 Métodos de aplicación del arancel de aduanas
1. Ad-valorem
2. Derechos específicos
3. Arancel compuesto o mixto
7/3.3 Finalidad del arancel de aduanas
1. Protegera la producción nacional:
2. Promover la competencia:
3. Recaudar ingresos fiscales:
7/3.4 Mecanismos no arancelarios. Concepto
7/3.5 Clasificación de los mecanismos no arancelarios
1. Procedimientos administrativos de entrada:
a) Licencias previas de importación
b) Autorizaciones, certificaciones, visaciones, registros, dictámenes de
competencia
c) Compras estatales discriminatorias y arbitrarias
d) Restricciones cualitativas en la importación

2. Restricciones cuantitativas
a. Cuotas o Contingentes
b. Restricciones voluntarias
c. Requerimientos de contenido nacional
d. Prohibiciones y restricciones

3. Medidas monetarias y financieras


a. Exigencias de pago adelantado
b. Depósitos previos al embarque
c. Tipos de cambio preferenciales
d. Impuestos sobre las operaciones con divisas
e. Demoras en las transferencias
f. No disponibilidad de moneda extranjera
g. Exigencias de pago adelantado
h. Depósitos previos

4. Medidas paraarancelarias
a. Sobretasas, recargos de aduana, gravámenes adicionales
b. Impuestos internos sobre los productos importados
c. Valoración aduanera
d. Supervisión previa al embarque

5. Medidas derivadas de prácticas desleales de comercio


a. Derechos antidumping
b. Derechos compensatorios
c. Susidios a la producción local
Capítulo 7

MECANISMOS REGULADORES DEL COMERCIO EXTERIOR

7/1 Introducción
Este capítulo tratará sobre los instrumentos que establecen y aplican los
países con el objetivo de definir su política comercial y regular su intercambio
comercial con otros. Se analizarán los aranceles, sus tipos y también los
mecanismos no arancelarios de regulación tales como cuotas, subsidios,
restricciones voluntarias a la exportación, los trámites y procedimientos
administrativos y otros más que entorpecen el flujo de mercancías objeto de
comercio exterior.

7/2 Rol de los mecanismos reguladores del comercio exterior


El rol que juegan estos mecanismos es fundamental para un país desde todo
punto de vista. Desde una óptica económica, social y tributaria, la aplicación
de los mecanismos reguladores genera ingresos para el fisco el cual
dispondrá de los recursos que los gobiernos requieren para el desarrollo de la
obra e infraestructura social que están obligados a cumplir.

Cada gobierno establece y aplica sus mecanismos reguladores de comercio


exterior en función a su política comercial, es decir, de acuerdo a la postura
que va a asumir frete a los productos extranjeros. Si el gobierno adopta una
política comercial proteccionista y restrictiva hacia el comercio exterior,
entonces, aplicará aranceles elevados y establecerá diversos instrumentos
para restringir el ingreso de productos extranjeros. Por el contrario, si adopta
una posición liberal, que prioriza la competencia entre productos nacionales y
extranjeros, entonces, fijará tasas arancelarias bajas y eliminará
gradualmente los mecanismos no arancelarios, permitiendo así un mayor
flujo de mercancías extranjeras hacia su mercado.

7/2.1 Antecedentes
Desde tiempos muy remotos los países han regulado su comercio exterior a
través de una serie de instrumentos. Inicialmente, los países tenían como
objetivo prioritario la recaudación de ingresos para así garantizar su
crecimiento y desarrollo. En este contexto, los gobiernos aplicaban el arancel
de aduanas como instrumento fiscal lo cual les permitía obtener recursos que
eran invertidos en crear infraestructura y generar bienestar para su población.

En tiempos remotos, los faraones del Antiguo Egipto disponían que, a las
caravanas que venían procedentes de la India y del Sur de África hacia el
Mar Mediterráneo, se les cobrase tributos por la importación, exportación,
tránsito o circulación de paso como el derecho de puertos y muelles. Otros
países que seguían el mismo perfil eran Atenas y Roma los cuales aplicaban
un impuesto mínimo que bordeaba el 3% del valor en aduanas al cual
denominaban Portorium. En el caso de Roma, el impuesto de aduana fue
establecido por Anco Marcio, después de que conquistara el puerto de Ostia
y se aplicaba tanto a la importación como exportación de bienes lo cual era
síntoma del carácter absolutamente fiscal que dicho impuesto tenía en ese
entonces.

En la España Musulmana se aplicaba el almojarifazgo, es decir, una suerte


de derecho ad-valorem entre el 3% y 15%, aplicado a la entrada y salida de
mercancías en los puertos marítimos y terrestres siendo los Almajarifes
(Inspectores) los funcionarios aduaneros encargados de percibir dicho
impuesto. A su vez, los griegos no solo aplicaron impuestos a las
importaciones y exportaciones sino que además utilizaron los llamados de
tránsito y de circulación.

El Imperio Incaico tampoco era ajeno a esta práctica. Pedro Cieza de León
en uno de sus manuscritos manifestaba que "en tiempo de los incas solía
haber portalgueros que cobraban tributos de los que pasaban....".

7/2.2 Importancia
En el mundo, los países tienen desarrollos económicos desiguales. Existen
países altamente desarrollados con sectores productivos sumamente
dinámicos, fuertes y con grandes fortalezas para competir con los productos
iguales o similares importados y existen también aquellos países cuyos
sectores productivos requieren de cierto grado de protección dado que
cuentan con industrias poco desarrolladas o insuficientes (infant industries).

Desde la formación de las diversas naciones se ha desarrollado una fuerte


polémica sobre como los países deben determinar sus relaciones
comerciales con el resto del mundo. Sobre este particular, las diferentes
escuelas de pensamiento económico siempre han destacado dos
planteamientos antagónicos: por un lado, el esquema proteccionista y, por el
otro, el planteamiento liberal. El primero cerrado al mundo, restrictivo al
ingreso de productos extranjeros y en el que se le da prioridad a la
producción local. El segundo esquema, por el contrario, abierto al mundo en
el que prima la competencia entre los productos nacionales y los importados.

En función a la elección y aplicación que hace un país de cualquiera de los


dos esquemas arriba indicados se define su política comercial la cual es
conceptualizada como la postura, position o manejo del conjunto de
instrumentos que hace un Estado para mantener, incrementar o restringir
sustantivamente sus relaciones comerciales con el resto del mundo.

En este sentido, la política comercial de un país comprende, por un lado, la


política arancelaria la cual constituye un instrumento de protección y de
captación de recursos para el fisco nacional bajo la forma de impuesto
indirecto, que grava las operaciones del comercio exterior (esencialmente, las
importaciones) encareciéndolas y haciéndolas menos competitivas en
comparación con los productos iguales o similares nacionales. De otro lado,
la política comercial comprende también la política no arancelaria (llamada
también por otros autores, política paraarancelaria) la cual está constituida
por los distintos instrumentos y herramientas de carácter administrativo a
través de los cuales los países cualitativa y cuantitativamente regulan
también el ingreso de mercancías extranjeras y la salida de productos
nacionales.

Ahora bien, cabe preguntarse al respecto, ¿qué vinculación tiene la política


comercial de un país con una empresa, por ejemplo peruana, en particular?
¿Le interesará a una empresa peruana que decide emprender su proceso de
internacionalización hacia los mercados externos -a través de la exportación
de sus bienes (espárragos, palmitos o alcachofas, por ejemplo)- la política
comercial, es decir, los aranceles y los mecanismos no arancelarios o
paraarancelarios, vigentes en el país de destino, por ejemplo, Italia, hacia el
cual pretende llevar sus productos de exportación arriba señalados?
De hecho, la respuesta es sí. Y es que al realizar la investigación de mercado
internacional para determinar el país hacia el cual enviará sus bienes, la
empresa peruana deberá formularse las siguientes interrogantes:

- Actualmente, ¿qué regulaciones cumple y cuáles no cumple el (los)


producto(s) que pretendo exportar hacia determinado mercado en el
exterior?
- ¿qué regulaciones en el país investigado son fáciles de cumplir para mi
empresa en función a la infraestructura, procesos y calidad actual que
posee?
- ¿Será necesario que mi empresa invierta en maquinaria, tecnología o
asesoría para cumplir las regulaciones técnicas, sanitarias y de calidad
vigentes en el país de destino?
- ¿Qué esfuerzos logísticos y técnicos tendré que realizar para el
cumplimiento de todas las regulaciones no arancelarias que aplican a mi
producto?
- ¿Qué mercado me conviene y cuál es el menos estricto para tomarlo como
prueba piloto?

En términos prácticos, toda empresa exportadora que proyecta iniciar su


proceso de internacionalización a través de esta actividad, deberá tomar muy
en cuenta -en el marco de la investigación de mercado que realice- un
análisis detallado de los mecanismos reguladores que el mercado de destino
de su proyecto establece y aplica sobre las importaciones. Ello en virtud a
que la fijación y aplicación de estos mecanismos por los gobiemos no es lo
suficientemente transparente en los países por lo que resulta complejo
medirlos o evaluarlos y, peor aún, son difíciles de eliminar, lo cual podría
afectar, finalmente, de manera directa a toda empresa exportadora.

7/2.3 Concepto. Características.


Se entiende por mecanismos reguladores del comercio exterior de un país al
conjunto de instrumentos, herramientas y medidas que este establece y
aplica para regular su intercambio comercial con el resto del mundo con la
finalidad de restringirlo o incrementarlo. El establecimiento y aplicación de
estos mecanismos contribuirá a que los países obtengan un mayor o menor
flujo de mercancías extranjeras a su territorio aduanero (importaciones) o un
mayor o menor flujo de sus mercancías nacionales o nacionalizadas con
destino al exterior (exportaciones).

Las características de los mecanismos reguladores del comercio exterior son


las siguientes:

- Son no discriminatorios: Son aplicados por los países en forma no


discriminatoria, es decir, son aplicados erga omnes independientemente
del país de origen de la mercancía extranjera o de destino de la mercancía
nacional que se exporta.

- Constituyen sobrecostos:La aplicación de estos mecanismos conlleva a


que los precios de las mercancías extranjeras se incrementen en vista que
inciden directa o indirectamente sobre estos.

- Son mecanismos de protección:Su aplicación debe limitarse a proteger


determinados sectores de la producción local del país importador y a evitar
que se vulnere la salubridad, seguridad interna, soberanía e integridad
territorial, flora, fauna, medio ambiente y el patrimonio cultural e histórico
del país importador, entre otros aspectos.
- No constituirán barrera al comercio:Estos mecanismos no deberán
convertirse en obstáculo o barrera que obstaculice el flujo de mercancías
objeto de comercio exterior.

- Regulados por la OMC:Se encuentran regulados por los distintos acuerdos


aprobados por el Acta Final de la Ronda Uruguay que forman parte del
sistema multilateral del comercio de la OMC.

7/3 Clasificación de los mecanismos reguladores


Existe consenso entre los estudiosos del comercio internacional en el sentido
de clasificar a los mecanismos reguladores en dos grandes grupos:

7/3.1 Mecanismos arancelarios. Concepto.


En este primer grupo de mecanismos arancelarios encontramos únicamente
al arancel de aduanas. Al respecto, La OMC define el arancel de aduanas
como "Los derechos de aduana aplicados a las importaciones de
mercancías. Los aranceles proporcionan a las mercancías producidas en el
país una ventaja en materia de precios con respecto a las mercancías
similares importadas, y constituyen una fuente de ingresos para los
gobiernos."

La SUNAT define también el arancel de aduanas como "el derecho al que


está sujeto la mercancía por ingresar al país como producto de su
importación y nacionalización"

Asimismo, el Ministerio de Economía y Finanzas define el arancel de


aduanas como "el impuesto o gravamen que se aplica a los bienes que son
objeto de importación o exportación".

En nuestra opinión, el arancel de aduanas constituye un impuesto de aduana


que se aplica sobre las mercancías objeto de comercio exterior, esto es,
sobre la importación y exportación de bienes. Ésta, sin embargo, es una
definición teórica, ya que en términos prácticos, los países no aplican
aranceles a sus operaciones de exportación por cuanto estos incrementarían
los costos y ello originaría precios menos competitivos para sus productos de
exportación desalentando así estas actividades. Por el contrario, el objetivo
de la política comercial de un país es fomentar las actividades de exportación
desgravando toda la cadena productiva y comercializadora de la exportación
de modo tal que sus empresas sean competitivas en el mercado internacional
y generen así ingentes beneficios para el país.

De otro lado, uno de los principios fundamentales de la OMC consagrado en


el artículo XI del Acuerdo General sobre Aranceles y Comercio de 1947 es el
uso del arancel como instrumento de regulación del comercio.

El mencionado artículo establece: "Ninguna parte contratante impondrá ni


mantendrá -aparte de los derechos de aduana, impuestos u otras cargas -
prohibiciones ni restricciones a la importación de un producto del territorio de
otra parte contratante a la exportación o a la venta de un producto destinado
al territorio de otra parte contratante mediante la aplicación de licencias de
importación o de exportación u otras medidas".

En otros términos, el Acuerdo se basa en el principio general de que el


comercio solo puede estar regulado por aranceles.

7/3.2 Métodos de aplicación del arancel de aduanas


Los métodos de aplicación del arancel de aduanas son los siguientes:

1. Ad-valorem: El arancel ad-valorem es el arancel más utilizado a nivel


mundial y constituye el impuesto de aduana representado por una tasa,
es decir, un porcentaje sobre el valor de la mercancía importada. Ello
significa que si una empresa peruana trae mercancías del exterior,
deberá pagar a la aduana la tasa ad valorem que corresponda por el
ingreso de las mercancías extranjeras al territorio aduanero nacional.

En nuestro país el 100% del universo arancelario se encuentra sujeto a


un arancel ad-valorem y, a la fecha, de acuerdo a lo señalado en el D.S.
N° 238-2011-EF del 24.12.2011, las tasas arancelarias ad valorem son
de 0%, 6% y 11%, debiendo pagar el importador a la aduana solo una de
estas cuatro tasas sobre el valor aduanero de la mercancía que se
pretende importar.

En cuanto a este último concepto (valor aduanero), debemos señalar que


este constituye el monto sobre el cual se aplica la alícuota del arancel ad
valorem (tasa, porcentaje), monto que está compuesto por el valor FOB
de la mercancía extranjera puesta en el puerto de embarque al cual
deberá agregarse los montos correspondientes al flete y el seguro desde
dicho puerto hasta el de destino en el Perú (valor CIF aduanero).

En términos prácticos, podríamos señalar que si una empresa importadora trae del
exterior, por ejemplo, prendas y confecciones de vestir clasificadas con la sub
partida arancelaria nacional 6105100041 correspondiente a camisas de algodón
para hombres de un solo color por un valor CIF de US$10,000, entonces, siendo
que la tasa ad valorem que le corresponde a dicha sub partida es de 11%, pagará a
la Aduana por donde solicita el despacho aduanero al régimen aduanero de
importación para el consumo la suma de US$1,100.00 por arancel ad valorem.

2. Derechos específicos: Algunos países fijan y aplican su arancel de


aduanas no en función al valor FOB o CIF de la mercancía importada sino
en función a una unidad de medida determinada (TM., docena, centena,
m2, m3, etc.) sobre la cual aplica una determinada cantidad de dinero fija
o variable.

Es el caso, por ejemplo, cuando una empresa importa 1,000 docenas (unidad de
medida) de camisas y el derecho específico a pagar por cada docena sea de $2.00,
el monto a pagar por este arancel será de US$2,000.00. Lo mismo sucederá
cuando otra empresa importa 50 TM.de menestras por las que pagará un derecho
específico de $80 por TM.siendo en tal caso el monto a pagar por este concepto de
US$4,000.00.

En el Perú se viene aplicando derechos específicos desde 1991 cuando entró en


vigencia el D.S. N° 016-91-AG el cual creó este impuesto en la importación de 16
sub partidas arancelarias básicamente correspondientes a productos agropecuarios
y sirvió para contrarrestar los precios bajos de estas mercancías importadas que
perjudicaban a la producción nacional, constituyendo en la práctica barreras no
arancelarias en la importación. Con el transcurso de los años, la situación del agro
nacional ha ido mejorando gradualmente, por lo que las mercancías sujetas a este
arancel específico han sido eliminadas y los montos por derechos específicos han
ido disminuyendo. A la fecha, esta medida se usa de forma excepcional con el fin de
controlar y proteger un sector económico importante en el país como son los
productos agropecuarios tales como arroz, maíz amarillo, leche en polvo y azúcar,
es decir, insumos fuertemente demandados por la producción local y de alto
consumo local.
En nuestro país, el sistema de derechos específicos fue sustituido por el Sistema de
Franjas de Precios creado por el D.S. N° 115-2001-EF del 22.06.2001 por el cual los
montos por derechos específicos variables se fijan en función al precio internacional de las
mercancías. Ello implica que si el precio del arroz, por ejemplo, se ha incrementado de
manera significativa en el mercado mundial por encima de los límites establecidos, el
monto por derecho especifico se reduce. Por el contrario, si el precio del mismo insumo se
ha reducido por debajo de los límites establecidos (debido, por ejemplo, a una sobreoferta
de producción mundial de arroz), el monto por derecho específico se incrementa para
salvaguardar los intereses de los productores nacionales. Por todo ello, podemos colegir
que el monto por derechos específicos variables es inversamente proporcional al precio
internacional del producto sujeto a este arancel y estos derechos tienen un efecto
estabilizador, neutralizando las variaciones de las cotizaciones internacionales
constituyendo también una herramienta fundamental para evitar que los efectos de las
variaciones en los precios internacionales de ciertas mercancías se trasladen al mercado
interno de los productos bajo este sistema.

3. Arancel compuesto o mixto: Este tipo de arancel implica que la aduana de


un país cobra en las operaciones de importación de mercancías tanto arancel
ad valorem como derecho específico.

A su vez, este método puede aplicarse bajo dos formas:

- Arancel compuesto acumulativo: en este caso, la aduana de un país


cobra por el ingreso de una mercancía extranjera tanto el arancel ad valorem
como el derecho especifico que aplique.

- Arancel compuesto no acumulativo: bajo esta modalidad, el importador


liquidará, es decir, calculará los montos por ambos impuestos, pero pagará a
la aduana solamente el que resulte mayor.

Cabe precisar que en el Perú este último tipo de arancel no se aplica al no


estar contemplado en nuestra legislación nacional. El tipo de arancel que se
aplica en el Perú es el arancel ad valorem para casi todas las mercancías
extranjeras y para las cuatro sub partidas arancelarias señaladas como son
maíz amarillo, arroz, leche en polvo y azúcar, se aplica en lugar de ad
valoremderechos específicos.

En términos prácticos, podemos concluir señalando que si una empresa peruana decide
incursionar en actividades de exportación para así internacionalizar su negocio, deberá tener
muy en cuenta el arancel de aduanas vigente en el mercado o mercados hacia el cual
pretende llegar. Deberá analizar entonces si en dichos mercados se aplica el arancel ad
valorem, el específico o ambos a la vez respecto al producto o productos que pretende
internacionalizar. Esta información será fundamental por cuanto en función al arancel que se
aplique en destino, se determinará en qué medida se incrementarán los precios de las
mercancías que proyecta exportar hacia el mercado elegido.

7/3.3 Finalidad del arancel de aduanas


El arancel de aduanas tiene tres fines esenciales.

1. Proteger la producción nacional:


Como han quedado establecidas líneas arriba, el arancel de aduanas
constituye un sobrecosto que es asumido inicialmente por el importador y que
se verá reflejado en el precio final de la mercancía extranjera cuando se
comercialice en el mercado local. Si en el marco de su política comercial un
país determina y aplica una política comercial basada en la protección de la
producción nacional respecto a su competencia representada por los productos
importados, aplicará tasas arancelarias elevadas logrando con ello que los
productos importados tengan precios más altos que su competencia
representada por los productos nacionales iguales o similares.

2. Promover la competencia:
El arancel de aduanas también puede constituir un instrumento promotor de la
competencia entre los productos nacionales y los productos importados iguales
o similares a aquellos.

Si un país decide aplicar una política comercial basada en la competencia, es decir, una
política comercial abierta y liberal reflejada en la aplicación de tasas arancelarias bajas y
eliminación de barreras no arancelarias, ello conllevará a que los precios de los productos
importados sean, muchas veces, más bajos que los productos nacionales iguales o similares
a aquellos. En virtud de esta política comercial, se privilegia al consumidor en el sentido de
que como resultado de ella, el consumidor final tendrá a su disposición una amplia gama de
productos entre nacionales e importados que le permitirán tomar su decisión final que
satisfaga sus expectativas, intereses y necesidades.

3. Recaudar ingresos fiscales:


Además de cumplir fines como proteger la industria local e incentivar la
competencia entre productos nacionales e importados, el arancel de aduanas
es un instrumento generador de ingresos fiscales del gobierno central.
Como se explicó líneas arriba, el ingreso de toda mercancía extranjera al territorio aduanero
está sujeto al pago de aranceles por parte de la empresa importadora el cual es recaudado
por la administración aduana por donde se solicita la destinación aduanera de la mercancía
extranjera al régimen de importación para el consumo. Gracias a la recaudación de los
ingresos fiscales, el Estado dispone de recursos que le permitirán realizar la labor social a la
que está comprometido en beneficio de toda la población en general.

7/3.4 Mecanismos no arancelarios. Concepto.


No existe acuerdo entre los expertos en política comercial en torno a una definición
sobre mecanismos no arancelarios en tanto instrumentos reguladores del comercio
internacional.

La UNCTAD define los mecanismos no arancelarios como "aquella intervención


del gobierno en la producción y el comercio, con excepción de los aranceles, que
pueda afectar los precios relativos, las estructuras de mercado y las corrientes
comerciales internacionales".

Esta intervención del gobierno se manifiesta a través de una serie de instrumentos


con los cuales los países regulan también las actividades de comercio exterior que
realizan sus empresas. Estos instrumentos se relacionan con una serie de, por
ejemplo, trámites y procedimientos aplicados sobre operaciones de comercio
exterior; restricciones técnicas, sanitarias y de calidad que los gobiernos
establecen e imponen sobre estas mismas operaciones como requisitos y
condicionamientos previos a su realización (restricciones cualitativas); cuotas o
contingentes (restricciones cuantitativas); cargas impositivas adicionales al arancel
de aduanas; regulaciones monetarias y financieras, entre otras.

En los últimos años, estos mecanismos constituyen la barrera más difícil de sortear
por los exportadores de distintos países cuando envían sus productos por cuanto
dichos instrumentos son utilizados por los gobiernos de los países importadores
como obstáculos al comercio impidiendo así el ingreso de los productos
extranjeros perjudicando de esta forma el libre flujo de mercancías objeto de
comercio exterior. Es por esta razón que en la doctrina, estos mecanismos
reguladores del comercio exterior que aplican los países son conocidos como
obstáculos o barreras al comercio y son, muchas veces, impuestos por estos
últimos en el marco de su política comercial proteccionista con el objetivo de
limitar, restringir, entorpecer o encarecer el ingreso de productos extranjeros con la
finalidad de proteger, precisamente, la producción nacional de la competencia
representada por dichos productos.

En la mayoría de los casos las medidas no arancelarias se utilizan con la intención


de ejercer ciertos controles en materia sanitaria, protección del medio ambiente o
en relación a las características o identidad de los productos. No obstante, en
algunos casos, estos requisitos o procedimientos pueden adquirir un carácter
restrictivo y convertirse en un impedimento o traba para el comercio, pasando a
constituir una restricción no arancelaria. Desde el punto de vista legal, estos fines
son aparentemente correctos, sin embargo, sus modalidades de aplicación pueden
generar, en algunos casos, el entorpecimiento de las operaciones comerciales,
convirtiéndose en una barrera que obstaculiza el intercambio comercial.

Aunque es difícil estimar su impacto en el comercio internacional, la aplicación de


estas medidas puede constituir un obstáculo innecesario al comercio y los efectos
negativos de algunas de estas reglamentaciones pueden llegar a ser importantes.

En el ámbito multilateral, la aplicación de estas medidas está regulada por las


normas aprobadas en el marco del GATT de 1947 y que han sido actualizadas por
la OMC.

Tal como se señaló líneas arriba, el artículo XI del GATT prescribe el uso del
arancel como único instrumento de regulación del comercio, es decir, el Acuerdo
prohíbe las restricciones no arancelarias salvo en las circunstancias que se
definen cuidadosamente en los artículos XI, XII, XVIII, XX y XXI.

Asimismo se permite su aplicación para proteger el equilibrio de la balanza de


pagos. Además de las condiciones especiales para su aplicación el país que las
aplica debe comunicarlo a la OMC y son objeto de consultas en el Comité de
Restricciones.

Los Artículos XX y XXI del Acuerdo permiten la adopción de estas medidas en


tanto no se utilicen como una restricción encubierta al comercio internacional
cuando las mismas estén destinadas a:

- Proteger la moral pública,


- Proteger la vida y salud de las personas, los animales y a los vegetales,
- Comercio de materiales nucleares,
- Comercio de armas y municiones,
- Recursos naturales agotables,
- Para proteger el medio ambiente.

7/3.5 Clasificación de los mecanismos no arancelarios


Tomando en cuenta que en el marco de su política comercial, cada país fija
libremente sus mecanismos no arancelarios en sus actividades de comercio
exterior, resulta complejo para la comunidad internacional de naciones realizar una
tipología de todos los mecanismos no arancelarios que los países establecen y
aplican.

No obstante ello, algunos organismos internacionales han desplegado esfuerzos


por realizar distintas clasificaciones de los mecanismos reguladores no
arancelarios del comercio exterior. Tal es el caso de la UNCTAD la cual divide los
mecanismos reguladores no arancelarios en 7 grupos:

1. Medidas paraarancelarias
2. Medidas de control de la cantidad
3. Concesión automática de licencias
4. Medidas monetarias y financieras
5. Medidas de control de los precios
6. Medidas monopolísticas
7. Otras medidas

De otro lado, los autores Arnaldo Chibarro y Carlos Espinal del Instituto de
Cooperación para la Agricultura (MCA) clasifican los mecanismos no arancelarios
de la siguiente forma:

1. Aranceles
2. Medidas paraarancelarias
3. Barreras no arancelarias
4. Competencia de las exportaciones
5. Prácticas desleales de comercio
6. Normas o denominaciones de origen
7. Salvaguardias
8. Facilitación comercial
A continuación, presentamos nuestra clasificación propia sobre los distintos
mecanismos no arancelarios.

1. Procedimientos administrativos de entrada:


En este grupo se incluye todo tipo de procedimientos administrativos y
burocráticos de entrada que los países imponen como requisito previo para que
sus empresas puedan llevar a cabo sus operaciones de importación o
exportación. Ejemplos de estos mecanismos son los siguientes:

a) Licencias previas de importación


Estas licencias son autorizaciones o permisos especiales que se otorgan
como condición previa para importar un determinado producto y
constituyen, además, un instrumento para regular y limitar el flujo y la
cantidad de las importaciones. Son emitidas por entidades oficiales del país
que las establece y exige.

El "Acuerdo sobre Procedimientos para el Tramite de Licencias de


Importación" de la OMC de 1994 establece que estos sistemas deben ser
sencillos, transparentes y previsibles (Art. 1.5) y que los países deben
notificar a la OMC el establecimiento de nuevos procedimientos para el
trámite de licencias de importación o la modificación de los ya existentes.

A los efectos del Acuerdo señalado que regula este tema, se entiende por
trámite de licencias de importación el procedimiento administrativo utilizado
para la aplicación de los regímenes de licencias de importación que
requieren la presentación de una solicitud u otra documentación (distinta de
la necesaria a efectos aduaneros, por ejemplo, la Declaración Aduanera de
Mercancías, DAM) al órgano administrativo pertinente, como condición
previa para efectuar la importación en el territorio aduanero del Miembro
importador (Art. 1.1).

Los países miembros se comprometen a evitar distorsiones al comercio


que puedan derivarse de una aplicación impropia de los procedimientos de
licencias previas de importación, teniendo en cuenta los objetivos de
desarrollo económico y las necesidades financieras y comerciales de los
países en desarrollo miembros (Art. 1.2)

El Acuerdo distingue dos tipos de licencias de importación:

- Licencia automática de importación: Se entiende por trámite de


licencias automáticas de importación a un sistema de licencias de
importación que cumpla los siguientes requisitos: deben ser accesibles a
todo persona, empresa o institución que reúna los requisitos para
importar; presentadas en cualquier día hábil con anterioridad al
despacho aduanero de las mercancías y deben ser otorgadas dentro del
plazo de 10 días hábiles de presentada la solicitud (Art. 2.2.a).

Sus fines son esencialmente estadísticos y se orientan a obtener un


control anticipado de los productos que ingresan al país.

- Licencias no automáticas de importación: Normalmente son exigidas


en el caso de importaciones de productos que pueden causar daño a la
salud, medio ambiente y a la seguridad pública. En tal situación, su
otorgamiento o no requiere un estudio más detallado por parte del país
que la otorga. Por ello es que el Acuerdo señalado prescribe que el
plazo de tramitación de estas solicitudes no será superior a 30 días si las
solicitudes se examinan a medida que se reciban, es decir, por orden
cronológico de recepción, ni será superior a 60 días si todas las
solicitudes se examinan simultáneamente. En este último caso, se
considerará que el plazo de tramitación de las solicitudes empieza el día
siguiente al de la fecha de cierre del periodo anunciado para presentar
las solicitudes (Art. 3.5.f).

En nuestro país no se exige licencias previas de importación de ningún tipo a


partir de la puesta en vigencia del D.S. N° 060-91-EF el cual dejó sin efecto
todo tipo de restricciones no arancelarias y paraarancelarias al comercio
exterior.

Respecto a la solución de diferencias sobre la aplicación de licencias, permisos y similares


como barreras al comercio, traemos a colación la siguiente diferencia planteada por la Unión
Europea contra Argentina en el marco de la OMC
“El 25 de mayo de 2012, la Unión Europea solicitó la celebración de consultas con la
Argentina con respecto a determinadas medidas impuestas por ese país a la importación de
mercancías.

La Unión Europea impugna: i) la declaración exigida como condición para autorizar las
importaciones;  ii) los diversos tipos de licencias exigidos para importar determinadas
mercancías;  y  iii) la supuesta demora sistemática en la concesión de la autorización de
importación, la no concesión de dicha autorización o la supeditación de la misma a que los
importadores asuman determinados compromisos que supuestamente restringen el
comercio.

La Unión Europea alega que las medidas impugnadas parecen ser incompatibles con:
 el párrafo 4 del artículo III, el artículo VIII, los párrafos 1 y 3 del artículo X y el
párrafo 1 del artículo XI del GATT de 1994; 
 los párrafos 2, 3, 4, 5, 6 y 7 del artículo 1, el párrafo 2 del artículo 2 y los párrafos 2,
3, 4 y 5 del artículo 3 del Acuerdo sobre Licencias de Importación; 
 el artículo 2 del Acuerdo sobre las MIC; 
 el párrafo 2 del artículo 4 del Acuerdo sobre la Agricultura;  y 
 el artículo 11 del Acuerdo sobre Salvaguardias.
El 31 de mayo de 2012, Turquía solicitó ser asociada a las consultas.  El 7 de junio de 2012,
los Estados Unidos y Ucrania solicitaron ser asociados a las consultas.  El 8 de junio de
2012, Australia, Canadá, Guatemala y Japón solicitaron ser asociados a las consultas.  El 3
de julio de 2012, México solicitó ser asociado a las consultas. Posteriormente, Argentina
informó al Organismo de Solución de Diferencias, OSD, de que había aceptado las
solicitudes de asociación a las consultas presentadas por Australia, Canadá, Estados
Unidos, Guatemala, Japón, México, Turquía y Ucrania.  El 6 de diciembre de 2012, la Unión
Europea solicitó el establecimiento de un grupo especial.  En su reunión de 17 de diciembre
de 2012, el OSD aplazó el establecimiento de un grupo especial.

En su reunión de 28 de enero de 2013, el OSD estableció, de conformidad con el párrafo 1


del artículo 9 del ESD, un único grupo especial para examinar esta diferencia. Arabia
Saudita, Australia, el Canadá, China, Corea, Ecuador, Estados Unidos, Guatemala, India,
Japón, Noruega, Suiza, Tailandia, Taipei Chino y Turquía se reservaron sus derechos en
calidad de terceros. 

Posteriormente, Israel se reservó sus derechos en calidad de tercero.  El 15 de mayo de


2013, la Unión Europea, los Estados Unidos y el Japón solicitaron al Director General que
estableciera la composición del Grupo Especial.  El 27 de mayo de 2013, el Director General
así lo hizo. El 15 de noviembre de 2013, el Presidente del Grupo Especial informó al OSD de
que esperaba dar traslado de su informe definitivo a las partes a finales de mayo de 2014 a
más tardar, de conformidad con el calendario adoptado después de celebrar consultas con
las partes. El 5 de mayo de 2014, el Presidente del Grupo Especial informó al OSD de que
no se podría dar traslado del informe definitivo a las partes a finales de mayo de 2014
debido a la complejidad de la diferencia y al gran volumen de pruebas. El Grupo Especial
estima que dará traslado de su informe definitivo a las partes a finales de junio de 2014 a
más tardar, de conformidad con el calendario revisado adoptado después de celebrar
consultas con las partes”.

Cabe indicar que similares solicitudes de consultas respecto a Argentina han sido
planteadas por varios países en el seno de la OSD de la OMC. Así tenemos que EE.UU.
solicitó a consultas a Argentina el 21 de agosto del 2012; en la misma fecha, lo hizo también
Japón y México. Las solicitudes de EE.UU., Japón y la Unión Europea han sido trasladadas
para su discusión a fines de junio del 2014 mediante la conformación del respectivo Grupo
Especial. Ello es prueba fehaciente del alto nivel de proteccionismo que se aplica en
Argentinarespecto a los productos extranjeros.

b) Autorizaciones, certificaciones, visaciones, registros, dictámenes de


no competencia
Algunos países condicionan las operaciones de importación a que sus
empresas, primero, por ejemplo, se constituyan en tales, tras lo cual
deberán inscribirse en un registro de empresas importadoras el cual,
muchas veces, tiene un costo relativamente alto.

Otros países -sobre todo los que promueven una política comercial
proteccionista respecto a determinados sectores de su producción nacional-
exigen de sus importadores la tramitación de dictámenes de no
competencia que constituyen certificados que acreditan que el producto que
importan no compite con la producción nacional por lo que se permite su
importación.

Existen, además, países que pueden exigir, por ejemplo, visaciones


consulares u facturas consulares para restringir las importaciones. En el
caso de estas últimas, se exige al proveedor extranjero que lleve la factura
comercial al consulado del importador ubicado en su país para que se
coloque un sello en dicho documento acreditando así que el precio
consignado es el real y no supone practica alguna de subvaluación. Este
documento no hace más que encarecer las importaciones.

c) Compras estatales discriminatorias y arbitrarias


En todos los países los gobiernos sean estos centrales, regionales y locales
constituyen los principales compradores de bienes y servicios y son estos
precisamente los que convocan a las licitaciones que establecen las bases
para la participación en el concurso tanto de empresas nacionales como
extranjeras.

En este sentido, algunos países haciendo abuso de su posición y bajo el


pretexto de darle prioridad y favorecer a la producción local, pueden
adoptar medidas que finalmente conllevan a discriminar a los productos
extranjeros nacionalizados. Algunas licitaciones de compras y servicios
pueden establecer, por ejemplo, que las empresas nacionales tengan
mayor puntaje en la licitación respecto a las empresas extranjeras. En otros
casos, se establece que la empresa que obtenga la buena pro en una
licitación para la confección, por ejemplo, de uniformes escolares se obligue
a utilizar únicamente insumos y materias primas de origen estrictamente
nacional en la confección de los productos a entregar.

De permitirse dichas prácticas restrictivas y discriminatorias en contra de


las empresas extranjeras o respecto de productos extranjeros, se estaría
perjudicando los intereses de los proveedores extranjeros constituyendo
ello una barrera al flujo comercial internacional. De la participación activa,
directa y no discriminatoria hacia los proveedores extranjeros en las
compras que realizan las entidades estatales, dependerá que se genere un
mayor o menor flujo comercial internacional hacia el país que convoca las
licitaciones. En este sentido, los principios de transparencia y competencia
justa y efectiva son sumamente relevantes en el contexto del comercio
internacional.

Precisamente, el Acuerdo Plurilateral sobre Contratación Pública de 1994


aprobado en el marco de la OMC tiene como objetivo central promover la
transparencia de las leyes, reglamentos, procedimientos y prácticas
relacionados con la contratación pública y a garantizar que no protejan a los
productos o proveedores nacionales, ni discriminen entre productos o
proveedores extranjeros.

El nuevo Acuerdo refuerza también las normas destinadas a garantizar


condiciones de competencia internacional equitativa y no discriminatoria.
Por ejemplo, obligará a los gobiernos a establecer procedimientos internos
que permitan a los licitadores privados que se consideren perjudicados
impugnar las decisiones adoptadas en relación con las contrataciones y
obtener una reparación en caso de que esas decisiones se hayan adoptado
de manera incompatible con las disposiciones del Acuerdo.

d) Restricciones cualitativas en la importación


Estas restricciones limitan el ingreso de mercancías extranjeras por
razones sanitarias, de calidad, insuficiencia del envase, del empaque,
embalaje, o de la misma etiqueta o por razones técnicas u otras referidas a
aspectos cualitativos de las mercancías extranjeras que se pretende
ingresar a un mercado.

Estas restricciones a la importación impuestas por los países son difíciles


de identificar, conocer y acatar en vista de que son modificadas en tiempos
relativamente cortos, lo que ocasiona la falta de transparencia respecto a
estas medidas. En la práctica, muchos países hacen abuso de estas
medidas bajo pretexto de proteger a su producción nacional lo cual afecta
directamente el flujo comercial mundial por lo que los países se han visto
en la necesidad de regular este tema mediante acuerdos internacionales.

Las restricciones cualitativas a la importación más conocidas son:

Normas sanitarias
Genéricamente se les denomina fitosanitarias cuando los productos
(hortalizas, por ejemplo) o sub productos (crema de hortalizas) importados
provienen del reino vegetal y zoosanitarias cuando son aplicables a
productos (carne) o sub productos (huevos) del reino animal.

Es claro que los países tienen legítimo derecho a imponer barreras no


arancelarias estrictas y rigurosas a fin de proteger la vida y la salud
humana, animal y vegetal respecto a potenciales riesgos sobre la
salubridad de la población y sobre sus cultivos que existen en su territorio,
sin embargo, deben tomar en cuenta que el uso y abuso de estas barreras
puede servir sutilmente para dificultar el acceso al mercado a ciertos
productos extranjeros provenientes de determinado país, lo cual frenaría
fuertemente el flujo de intercambio comercial.

Ejemplos de estas medidas son muchos. En cierta oportunidad, por ejemplo, Japón impidió
la importación de agua natural con gas proveniente de Francia exigiendo que el agua
estuviera hervida; caso contrario, no podía ingresar al territorio japonés. En el caso del Perú,
el mango peruano, por ejemplo, estuvo impedido de ingresar al mercado norteamericano por
cuanto la Agencia Aphis-entidad oficial encargada de las normas relativas a plantas y
animales- alegaba la existencia del problema de la mosca de la fruta. Finalmente, dicha
entidad aceptó que la solución técnica planteada por el Perú (tratamiento del agua caliente)
efectivamente superaba el problema de la mosca de la fruta.

Respecto a la regulación de las normas sanitarias, debemos indicar que en el marco de la


Ronda Uruguay de 1994 fue aprobado el Acuerdo sobre Medidas Sanitarias y Fitosanitarias
el cual establece una serie de regulaciones al respecto, siendo las más relevantes las
siguientes:
a) derecho de todo país para adoptar medidas sanitarias y fitosanitarias necesarias para
proteger la salud y la vida de las personas y de los animales o para preservar los
vegetales, siempre que tales medidas no sean incompatibles con las disposiciones del
Acuerdo (Art. 2.1).
b) cualquier medida sanitaria o fitosanitaria solo se aplicará en la medida que esté basada
en principios científicos (Art. 2.2).
c) las medidas sanitarias y fitosanitarias no deberán discriminar de manera arbitraria o
injustificada a los países miembros y tampoco se aplicaran de manera que constituyan
una restricción encubierta del comercio internacional (Art. 2.3).
d) Las medidas sanitarias y fitosanitarias deberán basar sus medidas en normas,
directrices y recomendaciones internacionales en los casos en que existan. No
obstante, los Miembros pueden mantener o introducir medidas que se traduzcan en
normas más rigurosas si hay una justificación científica (Art. 3.1).
e) El Acuerdo también contiene prescripciones en materia de transparencia obligándose
los países miembros a que todas las reglamentaciones sanitarias y fitosanitarias que
hayan sido adoptadas se publiquen prontamente de manera que los miembros
interesados puedan conocer su contenido, creándose, además, un servicio estatal que
responda las inquietudes de los países miembros en torno a las medidas sanitarias y
fitosanitarias adoptadas (Art. 7, Anexo B.3).

Reglamentos técnicos
Los reglamentos técnicos constituyen medidas estatales basadas en
normas internacionales vigentes y que tienen como objetivo proteger la
salud pública, el medio ambiente y los derechos del consumidor a estar
convenientemente informado sobre las características de calidad de los
productos que consume. Dichas normas son especificaciones técnicas que
determinan las características de un producto según dimensiones,
ingredientes, calidad, rendimiento o seguridad. Pueden regular la
terminología, los métodos de prueba, el empaque, el etiquetado o,
inclusive, el marcaje.

Estos reglamentos aprobados por los países pueden variar de un país a


otro por lo que la existencia de reglamentos y normas distintas ocasiona
dificultades tanto a productores como exportadores, por lo que si los
reglamentos se establecen de manera arbitraria, pueden utilizarse como
motivo para aplicar medidas proteccionistas.

Respecto a este tema, cabe preguntarse ¿por qué los requisitos técnicos que
imponen los países a los productos importados es materia de regulación por parte
de la comunidad comercial mundial? Aunque es difícil hacer una evaluación
precisa sobre los efectos en el comercio internacional de la necesidad de cumplir
las normas y reglamentos técnicos distintos, implica de hecho costos muy altos
para los productores y los exportadores. En general, esos costos corresponden a
la traducción de los reglamentos extranjeros, la contratación de expertos técnicos
que expliquen los reglamentos extranjeros y la adaptación de las instalaciones de
producción para que se ajusten a las prescripciones extranjeras.
Esos elevados costos pueden conllevar a desalentar a los fabricantes
exportadores de vender en el extranjero sus productos de modo tal que el
intercambio comercial mundial se restringiría o se llevaría a cabo tratando de
infringir las normas con el consiguiente perjuicio para los consumidores, la salud
pública y el medio ambiente.

En vista de ello, el Acuerdo sobre Obstáculos Técnicos al Comercio de 1994


aprobado en la Ronda Uruguay garantiza que los reglamentos técnicos y las
normas, así como los procedimientos de prueba y certificación, no deben crear
obstáculos innecesarios al comercio, pero al mismo tiempo otorga a los Miembros
el derecho de aplicar medidas para lograr objetivos legítimos de política estatal,
como la protección de la salud y seguridad humanas o la preservación del medio
ambiente.

La uniformización de los reglamentos técnicos al comercio en todos los países es


fundamental por cuanto lo contrario desalentaría desarrollar actividades de
exportación a las empresas ya que estas tendrían que invertir ingentes recursos en
adaptar sus procesos productivos a las exigencias y normativas técnicas de cada
país importador hacia el cual pretende embarcar sus mercancías. No solamente
ello, sino que, además, deberá tomarse en cuenta -como ya se indicó líneas
arriba-los costos de información correspondientes a la traducción y la divulgación
de la información sobre los productos, la formación de expertos y la conformidad
de las pruebas, certificaciones o inspecciones efectuadas por laboratorios u otros
organismos de certificación. Ello repercutiría innecesariamente en los costos,
sobretodo, de pequeñas y medianas empresas y, por consiguiente, en los precios
de las mercancías objeto de exportaciones, restringiéndose así el intercambio
comercial mundial.

Respecto a los obstáculos técnicos al comercio, traemos a colación el siguiente caso:

El 7 de abril de 2010 Indonesia solicitó la celebración de consultas con los EE.UU. respecto
de una disposición de la Ley de Control del Tabaco y Prevención del Tabaquismo en la
Familia de 2009. Indonesia alegó que el artículo 907 de dicha Ley, prohíbe, la producción o
la venta en los EE.UU. de cigarrillos que contengan determinados aditivos, entre ellos el
clavo de olor, pero seguirá permitiendo la producción y la venta de otros tipos de cigarrillos,
incluidos los que contienen mentol. Indonesia alegó que el artículo 907 es incompatible con,
entre otras disposiciones, el párrafo 4 del artículo III del GATT de 1994, el artículo 2 del
Acuerdo sobre Obstáculos Técnicos al Comercio, OTC y varias disposiciones del Acuerdo
sobre Medidas Sanitarias y Fitosanitarias, MSF.

Indonesia alegaba, principalmente, que la prohibición de los cigarrillos de clavo de olor es


discriminatoria y que además es innecesaria.  Alegaba también que los EE.UU. actuaron de
manera incompatible con varias prescripciones en materia de procedimiento y/o de otro tipo
establecidas en el Acuerdo OTC.

El primer paso del análisis del Grupo Especial consistió en determinar si la medida
impugnada estaba comprendida en el ámbito de aplicación del Acuerdo OTC.  El Grupo
Especial constató que lo estaba, fundándose en que el artículo 907(a)(1)(A) es un
“reglamento técnico” en el sentido del punto 1 del Anexo 1 del Acuerdo OTC.  A
continuación, el Grupo Especial examinó las alegaciones formuladas por Indonesia al
amparo de los párrafos 1, 2, 5, 8, 9, 10 y 12 del artículo 2 y el párrafo 3 del artículo 12 del
Acuerdo OTC.

El 15 de septiembre de 2011, Indonesia y los EE.UU. solicitaron al Organismo de Solución


de Diferencias, OSD que adoptase un proyecto de decisión por el que se prorrogaba hasta
el 20 de enero de 2012 el plazo de 60 días estipulado en el párrafo 4 del artículo 16 del
Entendimiento sobre Solución de Diferencias, ESD.  En su reunión del 27 de septiembre de
2011, este órgano acordó que, previa petición de Indonesia o de los Estados Unidos, el OSD
adoptaría, no más tarde del 20 de enero de 2012, el informe del Grupo Especial.

El 5 de enero de 2012, EE.UU. notificó al OSD su decisión de apelar ante el Órgano de


Apelación contra determinadas cuestiones de derecho tratadas en el informe del Grupo
Especial y determinadas interpretaciones jurídicas formuladas por éste.

El Órgano de Apelación confirmó finalmente las constataciones del Grupo Especial de que el
artículo 907(a)(1)(A) es incompatible con el párrafo 1 del artículo 2 del Acuerdo OTC y de
que los Estados Unidos actuaron de manera incompatible con el párrafo 12 del artículo 2 del
Acuerdo OTC.  Sin embargo, el Órgano de Apelación discrepó de la interpretación que hizo
el Grupo Especial de las expresiones “productos similares” y “trato no menos favorable” que
figuran en el párrafo 1 del artículo 2 del Acuerdo OTC.

Sobre la base de esta interpretación de la expresión “trato no menos favorable”, el Órgano


de Apelación constató que el diseño, la arquitectura, la estructura reveladora, el
funcionamiento y la aplicación del artículo 907(a)(1)(A) indican claramente que el efecto
perjudicial en las oportunidades de competencia de los cigarrillos de clavo de olor refleja una
discriminación contra el grupo de productos similares importados de Indonesia.

Por último, el Órgano de Apelación confirmó la constatación del Grupo Especial de que, al
prever únicamente tres meses entre la publicación y la entrada en vigor del artículo 907(a)
(1)(A), los EE.UU. actuaron de manera incompatible con el párrafo 12 del artículo 2 del
Acuerdo OTC, que, cuando se interpreta en el contexto del párrafo 5.2 de la Decisión
Ministerial de Doha sobre las cuestiones y preocupaciones relativas a la aplicación, exige un
mínimo de seis meses entre la publicación y la entrada en vigor de un reglamento técnico.

Con relación a qué medidas son calificadas como obstáculos técnicos al comercio,
cabe indicar que la OMC distingue los siguientes tipos de obstáculos según sean
los objetivos de aplicación de las normas y reglamentos técnicos:

- Protección de la seguridad de las personas


La mayoría de los reglamentos técnicos y normas aprobados por los países se
adoptan con objeto de proteger la seguridad de las personas. Ejemplos al
respecto, serían los siguientes: normas técnicas que exigen que los autos utilicen
cinturones de seguridad para minimizar las lesiones en caso de accidentes de
carretera o que los enchufes eléctricos se fabriquen de manera que protejan a los
usuarios. En la misma categoría pueden señalarse reglamentos que restringen y
que obligan a advertir, por ejemplo, sobre pinturas con riesgos de inhalación de
plomo, sobre otros productos que contienen asbesto, productos químicos
susceptibles de reacciones químicas peligrosas, etc. Otro ejemplo de obstáculo
técnico al comercio vinculado con la seguridad de las personas es el
correspondiente a la legislación de EE.UU. contra el bioterrorismo.

- Protección de la salud de las personas


Respecto a reglamentos cuyo objetivo es la protección de la salud humana existen
ejemplos tales como la exigencia de etiquetados advirtiendo sobre el uso
restrictivo de medicamentos o sobre su formulación, que los cigarrillos pueden ser
perjudiciales para la salud o sobre el uso de artefactos o productos con riesgos
eléctricos, de combustión o de explosión.

- Protección de la salud y la vida de los animales y los vegetales


Actualmente, son muy comunes los reglamentos que protegen la salud y la vida de
los animales o de los vegetales. Su objetivo es que no se extingan especies
amenazadas por efectos de la contaminación del agua, la atmosfera, suelo o
subsuelo. Algunos países, por ejemplo, prohíben la captura de peces de especies
amenazadas antes de que hayan alcanzado determinado tamaño y en la UE se
destaca la observancia de las normas en defensa del bienestar de los animales.

- Protección del medio ambiente


La mayor preocupación de los consumidores con respecto al medio ambiente,
como consecuencia de los crecientes niveles de contaminación de la atmósfera, el
agua y el suelo, ha inducido a muchos gobiernos a adoptar reglamentos
encaminados a la protección del medio ambiente. Entre ellos figuran, por ejemplo,
los relativos al reciclado del papel y de productos plásticos y a los niveles de
emisión de gases de los vehículos a motor o a dispositivos ahorradores de
energía.

- Prevención de prácticas que induzcan a error


La mayor parte de esos reglamentos prevén la protección de los consumidores
mediante su información, en forma principalmente de prescripciones en materia de
etiquetado, por ejemplo, en calzados, textiles, plásticos, etc. Otros reglamentos
incluyen prescripciones en materia de clasificación y definición, grado de fragilidad,
embalaje y medidas (volumen, peso, grados alcohólicos, etc.), instructivos de uso
o modo de manipulación para impedir prácticas que induzcan a error o riesgos de
daño por exposición a temperaturas o a condiciones ambientales determinadas
de humedad o de exposición solar.

- Otros objetivos
Otros objetivos de los reglamentos son la calidad, la armonización técnica, la
comunicación de atributos que hagan comparables los productos o, simplemente,
la facilitación del comercio. Ejemplos de los objetivos de los reglamentos técnicos
son muchos, entre los cuales podríamos mencionar los siguientes: reglamentos
relativos a la calidad; reglamentos encaminados a la armonización de ciertos
sectores, por ejemplolos de las telecomunicaciones entre equipos electrónicos y su
compatibilización con módulos periféricos.

Entre las principales disposiciones que establece el Acuerdo sobre Obstáculos Técnicos al
Comercio encontramos las siguientes:
a) Los miembros se asegurarán de que, con respecto a los reglamentos técnicos, se
de a los productos importados del territorio de cualquiera de los miembros un trato no menos
favorable que el otorgado a productos similares de origen nacional y a productos similares
originarios de cualquier otro país. Ello implica que a los productos importados se les otorgue
trato nacional (Art. 2.1).
b) Los miembros se asegurarán de que no se elaboren, adopten o apliquen
reglamentos técnicos que tengan por objeto o efecto crear obstáculos innecesarios al
comercio internacional (Art. 2.2).

c) Todo miembro que elabore, adopte o aplique un reglamento técnico que pueda
tener un efecto significativo en el comercio de otros miembros explicará, a petición de otro
miembro, la justificación del mismo (Art. 2.3).
d) Cada Miembro se asegurará de que exista un servicio que pueda responder a
todas las peticiones razonables de información formuladas por otros Miembros y por partes
interesadas de los demás miembros y facilitar los documentos pertinentes referentes a:

- los reglamentos técnicos que hayan adoptado o proyecten adoptar dentro de su


territorio las instituciones del gobierno central, las instituciones públicas locales, las
instituciones no gubernamentales legalmente habilitadas para hacer aplicar un reglamento
técnico o las instituciones regionales con actividades de normalización de las que aquellas
instituciones sean miembros o participantes (Art. 10.1.1).
e) Normas de etiquetado
Las normas de etiquetado constituyen también una de las principales
regulaciones no arancelarias por cuanto inciden en el flujo de mercancías
materia de intercambio comercial.
Al respecto, cabe indicar que la etiqueta no solo sirve para que el consumidor conozca la
marca del producto que va a adquirir, sino también para que identifique el país de origen,
datos del productor, cantidad, ingredientes y características, entre otros aspectos.
¿Por qué entonces este requisito puede constituir un mecanismo que restringe las
importaciones? Por cuanto los países distorsionan muchas veces el objetivo de este requisito
y sin fundamento científico, técnico y menos practico exigen medidas, colores, diseños,
textos en idioma distinto al del país de origen en las etiquetas que conducen únicamente a
incrementar los costos de producción de los exportadores restándoles competitividad a sus
productos, restringiendo con ello el intercambio comercial mundial.

f) Normas de calidad
Además de las regulaciones no arancelarias relativas a etiquetado, sanitarias y
técnicas, el exportador puede verse obligado a cumplir con normas de calidad,
dependiendo del producto que vaya a exportar.

Las normas de calidad se aplican principalmente para garantizar que los límites
de calidad que exigen los países importadores a los productos provenientes del
extranjero sean iguales a los establecidos a mercancías similares producidas
internamente. Las normas que regulan el establecimiento de las normas de
calidad para productos importados son las mismas aplicables a los reglamentos
técnicos ya señaladas líneas arriba.

g) Normas ecológicas
Este grupo comprende las regulaciones encaminadas a mantener y proteger el
medio ambiente, mejor conocidas como ecológicas. En los principales
mercados importadores se ha convertido en prioridad este tema, lo que se ha
reflejado en la creación y aplicación de regulaciones para preservar la ecología
y el medio ambiente.

Las etiquetas ecológicas o eco etiquetas son símbolos que se otorgan a


aquellos productos cuya producción y reciclado producen un menor impacto
sobre el medio ambiente debido a que cumplen una serie de criterios ecológicos
definidos previamente por el análisis de su ciclo de vida.

En la actualidad, sobretodo, los países industrializados exigen que en las etiquetas de los
productos importados se incluyan expresiones tales como "reciclable", "baja energía",
"biodegradable", "contenido reciclado" o que los envases de las frutas y vegetales frescos
sean hechos en base a material reciclado y biodegradable. De esta manera, los productos
importados con estas etiquetas deberán atraer a los consumidores que las observan as!
como una forma de reducir los impactos ambientales a través de sus hábitos de consumo y,
con ello, a contribuir a la concientización global de preservar el medio ambiente por parte de
los gobiernos, las empresas y el público en general.

Lo mencionado anteriormente es muy loable desde el punto de vista de la


preservación del mundo, sin embargo, puede contraponer a las políticas de
fomento al comercio mundial que los propios países impulsan en el marco de
los foros mundiales. Exigir este tipo de medidas por parte de los países
industrializados puede conllevar a que las empresas exportadoras de países
emergentes, por ejemplo, consideren que dichas medidas constituyen barreras
al comercio al incrementar sus costos de producción y, por ende, los precios
dejando así de ser competitivos en el mercado mundial.

Por esta razón, a la fecha ha habido varios intentos a nivel mundial para
compatibilizar ambas posiciones. Es el caso, por ejemplo, de la Conferencia de
las Naciones Unidas sobre Desarrollo Sostenible del 2012 en Rio de Janeiro.
Uno de los mayores logros de esta conferencia fue la conclusión en la que se
especificaba que para realizar un desarrollo sustentable, se requería que las
políticas económica, ecológica y social se concibieran como esferas unidas y
dependientes unas de otras.

Asimismo, diversas organizaciones internacionales han incluido en sus agendas


la interrelación entre comercio y ambiente: la Organización para la Cooperación
y el Desarrollo Económicos (OCDE), el Banco Mundial (BM), el Fondo
Monetario Internacional (FMI), las Naciones Unidas y el Acuerdo General sobre
Aranceles y Comercio (GATT).

h) Normas sobre envase y embalajes


El envase es cualquier recipiente o envoltura en el cual está contenido el
producto para su venta al consumidor. El embalaje es el material que envuelve,
contiene y protege los productos, para efectos de su almacenamiento y
transporte.

Los envases y los embalajes tienen como finalidad principal proteger los
productos durante las etapas de transporte y almacenaje con la finalidad de que
lleguen en óptimas condiciones al consumidor final. Las regulaciones de envase
tienen que ver con la calidad de los materiales usados en la fabricación del
envase, niveles de resistencia, forma de presentación de la información del
producto y, tratándose de productos alimenticios, verifican la ausencia de
sustancias nocivas a la salud. La aplicación de estas medidas será válida y
tendrá asidero legal en la medida que estas barreras no constituyan trabas al
libre flujo de las mercancías extranjeras.

2. Restricciones cuantitativas
Las restricciones cuantitativas son límites o cuotas sobre las cantidades de
productos que pueden ser importados o exportados durante un periodo de tiempo
determinado. Generalmente, son medidas por volumen y, en ocasiones, por valor.
Dentro de las principales se pueden destacar:

a) Cuotas o Contingentes
Las cuotas o contingentes constituyen una barrera no arancelaria de gran
impacto, es decir, una restricción cuantitativa directa sobre la cantidad de una
mercancía que se puede importar o exportar (en la práctica, se aplican sobre
los productos importados). En otras palabras, son los topes a la importación de
un producto por un plazo determinado; pueden ser globales, selectivas por
países o estacionales.

Si un país desea restringir el ingreso de productos importados, la


determinación y aplicación de una cuota será el instrumento más adecuado. En
tal sentido, son los gobiernos los que fijan la cuantía de la cuota y, en función a
ella y previa coordinación con el sector privado, establecen los criterios bajo los
cuales estas serán distribuidas entre los empresarios importadores. De esta
manera los importadores no podrán importar más alía de la cuota que se le ha
asignado lo cual conllevará a que ingrese a su mercado una menor cantidad de
productos importados beneficiando así a la producción nacional pero afectando
los flujos del comercio mundial.

En tal sentido, la primera versión del GATT de 1947 ya regulaba este tema y
siendo que el mismo se mantiene vigente -a mérito de los acuerdos aprobados
en la Ronda Uruguay- comentamos las normas respectivas.

Al respecto, el artículo XI Eliminación general de las restricciones cuantitativas


señala lo siguiente:

- Ninguna parte contratante impondrá ni mantendrá -aparte de los derechos de aduana,


impuestos u otras cargas- prohibiciones ni restricciones a la importación de un producto
del territorio de otra parte contratante o a la exportación o a la venta para la exportación
de un producto destinado al territorio de otra parte contratante, ya sean aplicadas
mediante contingentes, licencias de importación o de exportación, o por medio de otras
medidas (XI. 1)

De la lectura de este artículo se deduce que la aplicación de restricciones


cuantitativas (contingentes, como lo señala el referido artículo) está prohibida.

A su vez, el numeral 2 del mismo Art. XI establece algunas excepciones bajo


las cuales los países podrían aplicar restricciones cuantitativas.

- Las disposiciones del párrafo 1 de este artículo no se aplicarán a los casos siguientes:
a) Prohibiciones o restricciones a la exportación aplicadas temporalmente para prevenir
o remediar una escasez aguda de productos alimenticios o de otros productos
esenciales para la parte contratante exportadora;
b) Prohibiciones o restricciones a la importación o exportación necesarias para la
aplicación de normas o reglamentaciones sobre la clasificación, el controlde la
calidad o la comercialización de productos destinados al comercio internacional;
c) Restricciones a la importación de cualquier producto agrícola o pesquero, cualquiera
que sea la forma bajo la cual se importe este, cuando sean necesarias para la
ejecución de medidas gubernamentales....

Asimismo, el Art. XII Restricciones para proteger la balanza de pagos prescribe lo siguiente:

1. No obstante las disposiciones del párrafo 1 del artículo XI, toda parte contratante, con el
fin de salvaguardar su position financiera exterior y el equilibrio de su balanza de pagos,
podrá reducir el volumen o el valor de las mercancías cuya importación autorice, a
reserva de las disposiciones de los párrafos siguientes de este artículo.

Del numeral precedente se deduce que si un país enfrenta problemas de desequilibrio


en su balanza de pagos (escasez de divisas), podrá también excepcionalmente aplicar
restricciones cuantitativas, es decir, cuotas a la importación de mercancías extranjeras.

2. a) Las restricciones a la importación establecidas, mantenidas o reforzadas por


cualquier parte contratante en virtud del presente artículo no excederán de lo necesario
para:
i) oponerse a la amenaza inminente de una disminución importante de sus reservas
monetarias o detener dicha disminución; o
ii) aumentar sus reservas monetarias de acuerdo con una proporción de crecimiento
razonable, en caso de que sean muy exiguas.
Si un país aplica restricciones cuantitativas a mérito del Art. XII, asume el compromiso
también de atenuarlas progresivamente a medida que mejore su situación financiera y solo
las mantendrán en la medida que esta situación justifique todavía su aplicación, y las
suprimirán tan pronto como deje de estar justificado su establecimiento o mantenimiento
(Art. XII 2.b))

b) Restricciones voluntarias
Las restricciones voluntarias a la exportación (también denominadas cuotas a la
exportación) constituyen otra barrera no arancelaria sutilmente utilizada por países
que pretenden restringir importaciones apelando a su poder político en la esfera
internacional. Estas restricciones tienen lugar cuando un país importador persuade
a otro a reducir "voluntariamente" sus exportaciones bajo la amenaza de aplicarle
mayores restricciones comerciales generalizadas cuando dichas exportaciones
pongan en riesgo un determinado sector de la producción nacional.

Desde la década de los cincuentas, las restricciones voluntarias de exportación


han venido siendo utilizadas por los Estados Unidos, la Unión Europea y otras
naciones desarrolladas con la finalidad de restringir las exportaciones de textiles,
acero, productos electrónicos, automóviles y otros productos de Japón, Corea y
otras naciones asiáticas.

c) Requerimientos de contenido nacional


Los requerimientos de contenido nacional establecen que un determinado
porcentaje de la producción total de un bien en un país deba corresponder a
insumos, materias primas o componentes nacionales a fin de que el producto final
califique para obtener algún beneficio, generalmente, de índole tributario.

Los requerimientos de contenido nacional son utilizados, principalmente, por


países emergentes, como un mecanismo para cambiar su modelo de manufactura:
de ensambladores de productos -cuyas partes son fabricadas en otro lugar- a una
amplia manufactura de bienes nacionales. Esta postura industrial es válida y
soberana de cada gobierno, sin embargo, debe tomarse en cuenta que este
objetivo puede contravenir el flujo de mercancías extranjeras hacia los mercados
que promueven su industrialización por cuanto, al exigir que en los productos
finales que una industria local elabora, el mayor porcentaje de este corresponda a
partes, piezas y componentes nacionales, los gobiernos pueden exagerar los
contenidos nacionales mínimos exigidos constituyendo dichas medidas en
barreras que limitarán el acceso de los productos extranjeros, contraviniendo así
las practicas del libre comercio.

Algunos ejemplos de regulaciones sobre contenido local son los siguientes: Canadá requiere
un mínimo de contenido local equivalente al 60% del valor agregado para autos y del 50%
para vehículos comerciales. En Turquía, por ejemplo, los requisitos de contenido local para
la fabricación de vehículos pueden alcanzar hasta 90%, dependiendo del modelo de
vehículo.

d) Prohibiciones y restricciones
Una prohibición al ingreso o salida de mercancías implica que los bienes sujetos a
esta medida están impedidos de ingresar o de salir del país. En el caso del
producto extranjero, su ingreso está terminantemente prohibido y, en el caso de
mercancías nacionales, su salida también se encuentra prohibida. En la práctica,
las prohibiciones pueden ser totales, pero también pueden admitir algunas
excepciones a criterio de la autoridad competente o aplicarse solo bajo
determinadas condiciones.

Si una prohibición implica que el producto extranjero o nacional se encuentra


impedido de ingresar o de salir hacia o desde un mercado, respectivamente, los
países pueden también aplicar restricciones. Al respecto, una restricción es
definida como la posibilidad de que el producto extranjero ingrese al territorio
aduanero de un país o los productos nacionales salgan de este hacia el exterior
siempre que previamente se tramite una autorización, certificación o permiso
especial emitido por la autoridad estatal competente de un país.

Dentro de su legislación nacional, los países aplican tanto prohibiciones como


restricciones en su comercio exterior. Estas, sin embargo, no deben entorpecer el
flujo de mercancías tanto nacionales como extranjeras lo cual implica que su
aplicación debe estar debidamente justificada por razones de salubridad,
protección de la flora, fauna, patrimonio cultural e histórico del país, medio
ambiente, seguridad interna, soberanía e integridad territorial, etc.

3. Medidas monetarias y financieras


Este conjunto de medidas está relacionado con una serie de trámites y
procedimientos respecto al pago que debe efectuar el importador a su proveedor
extranjero. Algunos de ellas son las siguientes:

a) Exigencias de pago adelantado


En su normatividad de importaciones, algunos países restringen también el ingreso
de productos importados exigiendo de los empresarios de este rubro que efectúen
los pagos a sus proveedores extranjeros en forma adelantada al envío de las
mercancías.

Esta medida, en la práctica, conlleva a que los importadores se vean desalentados a realizar
sus actividades de importación toda vez que -si la normatividad de su país así lo exige-
deberán efectuar los pagos a sus proveedores de forma anticipada al embarque de las
mercancías, contribuyendo ello a que se vean obligados a conseguir la liquidez financiera
para el desarrollo de sus actividades restándole la respectiva competitividad que el caso
amerita.

Como podrá observarse, esta medida afecta inclusive la posibilidad que tiene el
importador de negociar con sus proveedores extranjeros mejores condiciones de
pago y, por ende, mejores condiciones de entrega de las mercancías.

b) Depósitos previos al embarque


Otros países aplican otra práctica similar a la anterior. Esta consiste en exigir de
sus empresarios importadores que efectúen el pago a sus proveedores a través de
procedimientos burocráticos engorrosos en los que intervienen entidades
financieras las cuales se encargaran de retrasar, por ejemplo, la conversión de la
moneda nacional en divisa extranjera para transferirla a las entidades financieras
del país del proveedor.

Un ejemplo de esta restricción a las importaciones lo encontramos en el denominado


régimen cambiario Cadivi (Comisión de Administración de Divisas) vigente en Venezuela el
cual consiste en que la empresa importadora venezolana presenta su solicitud de divisas y
esta es atendida en un plazo no menor de 90 días, lo cual, en la práctica, retrasa en este
país todo proyecto empresarial vinculado a la importación.
c) Tipos de cambio preferenciales
En el caso de determinados sectores productivos locales, los países otorgan un
tipo de cambio preferencial con la finalidad de que cuando estos importen, por
ejemplo, sus insumos, materias primas, maquinarias y equipos que requieran,
adquieran la divisa extranjera a un tipo de cambio preferencial (menor al que rige
en el mercado bancario paralelo). De esta manera, abaratan así el costo financiero
de sus importaciones permitiendo que la producción local tenga menores costos
de producción y, con ello, menores precios en los productos finales que elabora y
que comercializa en el mercado local poniéndolos en una situación más ventajosa
en comparación con los productos iguales o similares pero de procedencia
extranjera.

Medidas de esta naturaleza conllevarán a que en el mercado local se comercialicen dos


productos iguales o similares: uno nacional y el otro importado siendo el primero de ellos
más barato -como consecuencia del tipo de cambio preferencial del que se han beneficiado
los productores- en comparación con el segundo. Como resultado de esta medida
indirectamente restrictiva, en el mercado local habrá un menor flujo de productos
importados.

d) Impuestos sobre las operaciones con divisas


Con la finalidad de reducir el flujo de importaciones hacia un mercado, otros países
pueden aplicar una serie de impuestos y cargas impositivas sobre las operaciones
con divisas encareciéndolas y con ello incrementando los costos financieros de
sus actividades de importación que son las que requieren precisamente de
moneda extranjera.

e) Demoras en las transferencias


Toda medida o procedimiento burocrático que implique el retraso o demora en
efectuar los pagos a los proveedores extranjeros por parte de los importadores,
conllevará a incrementar los costos de importación y, como consecuencia de ello,
los importadores se verán desalentados en realizar sus operaciones.

A su vez, muchos exportadores, observando la vigencia de medidas o


procedimientos en el país del importador que retrasan los pagos por el embarque
de sus mercancías, simplemente limitarán la celebración de sus transacciones
comerciales con las empresas importadoras de aquellos países en donde rigen
dichas medidas, generándose así un menor flujo de mercancías extranjeras hacia
dichos mercados.

f) No disponibilidad de moneda extranjera


Otros países que pretenden limitar importaciones adoptan como medida la no
disponibilidad de moneda extranjera restringiendo así el uso de divisas que son las
que necesita precisamente la empresa importadora para efectuar sus operaciones.

g) Exigencias de pago adelantado


Si una empresa importadora se ve obligada por mandato legal de su país a
efectuar el pago de sus importaciones por adelantado, se verá desalentada a
desarrollar sus operaciones toda vez que una medida de esta naturaleza le
restaría liquidez pudiendo emplearla -por costo de oportunidad- en otras
actividades.
h) Depósitos previos
Otros países pueden adoptar medidas tales como exigir a sus empresas
importadoras que el pago de sus compras del exterior deberá efectuarse siempre
que el monto de este en moneda nacional deba depositarse en una cuenta
especial en un banco estatal en forma previa a la remesa total de las divisas
extranjeras. Finalmente, este tipo de medidas contribuirá también a desalentar a
los importadores por la no libre disposición de moneda extranjera para efectuar el
pago a sus proveedores extranjeros, desalentando así también a estos últimos en
la celebración de transacciones comerciales con importadores de países en donde
rigen tales medidas.

4. Medidas paraarancelarias
Son el conjunto de medidas que influyen directamente sobre los costos de
importación y, como consecuencia de ello, sobre los precios de las mercancías
extranjeras. Algunos ejemplos de estas medidas son los siguientes:

a) Sobretasas, recargos de aduana, gravámenes adicionales


Países que aplican esquemas proteccionistas procuran proteger sus sectores
productivos locales de la competencia representada por los productos extranjeros.
Para ello aplican no solamente en sus operaciones de importación el arancel de
aduanas en cualquiera de sus modalidades (ad valorem, especifico o la
combinación de ambos) sino que, además, crean y aplican sobretasas, recargos
de aduana y otras medidas impositivas con la finalidad de recaudar
supuestamente mayores ingresos, encarecer las importaciones y evitar así un flujo
importante de mercancías extranjeras hacia su mercado protegiendo de esta
manera la producción local.

b) Impuestos internos sobre los productos importados


El único impuesto que debería aplicarse a las importaciones es el arancel de
aduanas. En la práctica, y con la finalidad de recaudar mayores ingresos y con
fines proteccionistas, los países aplican también a las importaciones impuestos
internos (IGV o IVA) encareciendo así los productos importados.

c) Valoración aduanera
Si antes las administraciones aduaneras ejercían su función recaudadora para
determinar el valor en aduanas sobre la base de valores arbitrarios y ficticios, en la
actualidad, se encuentra vigente el Acuerdo de la OMC sobre Valoración Aduanera
el cual tiene como finalidad establecer un sistema equitativo, uniforme e imparcial
de valoración aduanera de las mercancías importadas sobre la base de normas
sobre valoración (6 métodos de valoración aduanera).

Este Acuerdo establece que las administraciones aduaneras tienen la facultad de


requerir al importador información adicional en los casos en que se determine una
duda razonable respecto al valor declarado de las mercancías importadas. Si, a
pesar de ello, se mantiene la duda razonable respecto al valor declarado, la
administración aduanera efectuará los ajustes de valor que estime conveniente
para determinar el valor real aduanero sobre el cual el importador procederá a
pagar los tributos de importación evitando así prácticas de subvaluación que
pudieran perjudicarle interés fiscal.
Debemos indicar también que, en la actualidad, existen países en los cuales no se
encuentra vigente el Acuerdo de la OMC sobre Valoración Aduanera y, por lo
tanto, aplican métodos arbitrarios, injustos y parcializados de valoración aduanera
perjudicando con ello a los importadores por cuanto los ajustes de valor que
determina la administración aduanera son tan elevados que toman imposible que
los importadores puedan concretar sus operaciones de importación sobre la base
de márgenes de rentabilidad razonables. Es alii cuando las prácticas de valoración
aduanera constituyen mecanismos para arancelarios que entorpecen el libre flujo
de mercancías.

d) Inspección previa al embarque


Los países miembros de la OMC son conscientes que algunos países adolecen de
infraestructura administrativa e informática adecuadas y de recursos humanos
necesarios para llevar a cabo una eficiente labor aduanera. Es por eso que
recurren a un sistema de verificación de calidad, cantidad y valor de las
mercancías extranjeras realizado por empresas especializadas el mismo que se
lleva a cabo en el país origen de las mercancías (exportador) antes de que sean
embarcadas a destino. Este sistema tiene por finalidad sobre todo prevenir el
fraude comercial y la evasión de los derechos de aduana que pudieran perjudicar
los intereses fiscales del país importador.

En la práctica, estos sistemas se convierten en barreras paraarancelarias al comercio en


vista que el precio por este servicio que es pagado normalmente por la empresa importadora
constituye un sobrecosto a la importación que, finalmente, este lo traslada al precio de la
mercancía ya importada encareciéndola innecesariamente en perjuicio de los consumidores
finales y limitando así el flujo de mercancías objeto de intercambio comercial en el mundo.

Respecto a este mecanismo, el Acuerdo sobre Inspección previa a la Expedición


de 1994 reconoce que los principios y obligaciones dimanantes del GATT son
aplicables a las actividades de los organismos de inspección previa a la expedición
encargados de esa función por los gobiernos. Entre las obligaciones impuestas a
los gobiernos usuarios de sus servicios figuran la no discriminación (artículo 2.1);
la transparencia (artículo 2.5); la protección de la información comercial
confidencial (artículo 2, numerales 9 al 13) y la obligación de evitar demoras
irrazonables y conflictos de intereses por parte de los organismos de inspección
previa a la expedición (artículo 2, numerales 14 al 19).

5. Medidas derivadas de prácticas desleales de comercio

e) Derechos antidumping
Los derechos antidumping constituyen pagos adicionales (multas) a los tributos
regulares de importación que deberá pagar el importador a la Aduana por el
ingreso de mercancías a precios dumping, es decir, a precios menores a los
precios que tienen las mismas mercancías en el mercado nacional del país
exportador.

El objetivo del derecho antidumping es equilibrar el precio de las mercancías


extranjeras ingresadas a precios dumping con los precios de las mercancías
nacionales iguales o similares elaboradas por la producción nacional en el país
importador. De esta manera, se protege a esta de los precios predatorios con los
que ingresan los productos importados.
Siendo que los derechos antidumping deberán ser pagados o afianzados
(garantizados) por la empresa importadora, ello constituye per se una barrera al
comercio, es decir, una medida para arancelaria que conllevara al incremento del
precio de la mercancía extranjera. Esta medida, sin embargo, constituye la
imposición justificada de una barrera al comercio en la medida que haya sido
determinada como resultado de una investigación imparcial llevada a cabo por la
autoridad competente en el país importador.

f) Derechos compensatorios
Al igual que los antidumping, los derechos compensatorios constituyen pagos
adicionales (multas) a los tributos regulares de importación que deberá pagar el
importador a la Aduana por el ingreso de mercancías extranjeras subsidiadas en
su país de origen como resultado de una disposición legal. En otras palabras,
constituyen medidas que los países importadores establecen para contrarrestar los
precios bajos de los productos de importación subsidiados en su país de origen los
que -como consecuencia de estos- ingresan a precios menores causando daño y
perjuicio económico a una rama importante de la producción nacional que fabrica
bienes iguales o similares a aquellos.

Para contrarrestar estas prácticas dañinas, el propio Acuerdo sobre Subvenciones


y Medidas Compensatorias de 1994 en su artículo 10 establece la posibilidad de
que los países cuya rama de la producción local se vea afectada por el ingreso de
productos subsidiados en su país de origen apliquen medidas compensatorias.
Al igual que en el caso de los derechos antidumping, los compensatorios también
constituyen una barrera al comercio por cuanto, finalmente, encarece el precio de
las mercancías extranjeras.

g) Susidios a la producción local


Existen también muchas contribuciones financieras (subsidios) otorgadas por los
gobiernos que se orientan directamente a los productores locales lós cuales
pueden causar también un perjuicio dañino sobre los productos importados.

En efecto, cuando un país subsidia determinada rama de su producción local, ello


ocasiona una rebaja de los precios de los bienes que esta elabora por lo que se
encuentra en una situación más ventajosa que los productos iguales o similares
importados. Estos últimos al pagar los tributos a la importación, finalmente, tienen
precios mayores lo cual no les permite competir en condiciones iguales.

Aquellos países que pretenden limitar o restringir el ingreso de productos


importadosencontrarán en los subsidios la mejor forma de alcanzar dicho objetivo.

El artículo 1° del Acuerdo de la OMC sobre Subvenciones y Medidas


Compensatorias de 1994 señala que existe una subvención cuando tiene lugar
tres elementos básicos: 1) una contribución financiera; 2) de un gobierno o de
cualquier organismo público en el territorio de un Miembro y 3) que otorgue un
beneficio.

Los gobiernos son conscientes que sus actividades exportadoras son muy
importantes para promover su desarrollo y progreso. Por esta razón, el gobierno
central o cualquier otra entidad estatal otorgan beneficios a sus empresas
exportadoras los cuales se concretan mediante el otorgamiento de una
contribución financiera (donaciones, préstamos, aportaciones de capital, garantías
de préstamos, incentivos fiscales, suministro de bienes o servicios, o compra de
bienes, etc.). En la medida que esta contribución financiera devenga en un
beneficio para la empresa exportadora (contribuya, por ejemplo, a que sea más
competitiva al fijar precios de exportación por debajo de los precios normales de
las mercancías que elabora y comercializa en su país), ello constituirá en un
subsidio.

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