ADA 1. Cardenismo, Presidencialismo-Corporativismo y Oposición AMC 2021
ADA 1. Cardenismo, Presidencialismo-Corporativismo y Oposición AMC 2021
ADA 1. Cardenismo, Presidencialismo-Corporativismo y Oposición AMC 2021
¿QUÉ ES?
El presidente Lázaro Cárdenas, sentó las bases del Presidencialismo, al expulsar del país al
expresidente Plutarco Elías Calles. Este presidente fue sustituido en el poder por:
Emilio Portes Gil, Pascual Ortiz Rubio y Abelardo L. Rodríguez y en cada uno de estos
períodos presidenciales la influencia de Plutarco Elías Calles fue decisiva, al grado que
prácticamente él continúo gobernando al país, imponiendo sus mandatos y directrices. A
esta continuación de la Política Callista en los siguientes presidenciales se le conoce como
“El Maximato Callista”.
Al asumir el poder el presidente Lázaro Cárdenas, Calles trató de imponerle las mismas
condiciones y en respuesta Cárdenas lo expulsa del país, terminando así con el Maximato
y reuniendo en su persona, todo el poder para gobernar política y económicamente a
México.
Al asumir la presidencia de México, Manuel Ávila Camacho, en el año 1940, como sucesor
de Lázaro Cárdenas, se consolidó el Presidencialismo. Fue en este período cuando dio
inicio la época del México Contemporáneo marcado por ese presidencialismo, el cual
llegaría a su máxima expresión.
CORPORATIVISMO
La debilidad del Estado mexicano posrevolucionario le impidió por mucho tiempo avanzar
en el camino de las reformas sociales, por esta razón en el sexenio 1934 – 1940, se dio de
manera acelerada un proceso dirigido por el Estado, tendiente a llevar a cabo la
organización de la sociedad a través de sindicatos, ligas, confederaciones, asociaciones,
etc. Este esfuerzo conducido “desde arriba”, tenía el doble propósito de fortalecer a las
organizaciones de trabajadores y campesinos en la lucha por lograr sus reivindicaciones y
por otro lado fortalecer al propio Estado. Las acciones llevadas en este sentido por el
General Lázaro Cárdenas, entonces presidente de la República, trajeron como resultado
que la organización política de México se sustentara a partir de ese momento en tres
elementos básicos: la presidencia, el partido de Estado, y una estructura social
corporativa; elementos que hasta hace muy poco tiempo era posible observar en la
política mexicana. El primero de esta tríada de elementos quedó plenamente consolidado
con el fin del Maximato, hecho que Cárdenas logró de manera definitiva en abril de 1936.
En el pacto constitutivo del nuevo partido se estableció una plena autonomía entre estos
sectores, evitando la posibilidad de establecer alianzas internas; la relación entre las
masas y el Estado, de acuerdo con la estructura corporativa que era vertical, las masas a
través de sus líderes establecían un fuerte vínculo con la dirigencia del partido y éstos con
la presidencia.
El régimen cardenista, además de impulsar la organización de trabajadores, también
influyó en la organización de los empresarios, industriales y comerciantes a través de la
Ley de Comercio e Industrias decretada en 1936, pues consideraba que organizados por
sectores de producción acelerarían el crecimiento económico; por supuesto bajo la
protección y supervisión del Estado.
Esta forma de organización política implementada en México, que Mario Vargas Llosa
denominó recientemente la Dictadura Perfecta, se mantuvo vigente hasta el dos de julio
del 1999 en que el triunfo del Partido Acción Nacional y su candidato Vicente Fox, (2000-
2006) marcó el inicio de la alternancia en la presidencia de la República y el fin del control
priísta en el sistema político mexicano, acontecimiento que necesariamente modifica la
relación entre los tres elementos mencionados anteriormente como los pilares de la
política mexicana.
NACE LA OPOSICIÓN
El radicalismo cardenista dividió al país. En 1939, bajo la dirección del abogado Manuel
Gómez Morín, nació el Partido Acción Nacional (PAN), cuya intención era enfrentar lo que
se consideraba excesos colectivistas del cardenismo, así como impulsar un modelo de
sociedad que se alejara por igual de los ideales socialistas. Grupos católicos y
conservadores veían con recelo la educación socialista. Muchos terratenientes y
empresarios afectados o amenazados por la reforma agraria se sumaron a las filas de
inconformes. Pero también grupos populares, como los sinarquistas (Pertenecientes a un
movimiento político el Sinarquismo, que es un movimiento político con características
nacionalista, anticomunismo, fascismo, católica), de gran presencia en áreas rurales del
centro del país como el Bajío, participaban de esa inconformidad. A esta oposición interna
debía sumarse la de los intereses extranjeros afectados por la expropiación petrolera.
Ante ese escenario, el presidente Lázaro Cárdenas y el partido oficial apoyaron al poblano
Manuel Ávila Camacho como candidato a la presidencia. Éste era un general de pocas
luces militares que distaba de compartir el radicalismo cardenista. En una jornada
electoral sumamente disputada, en vista de la popularidad del candidato Almazán, Ávila
Camacho se impuso. A pesar de la violencia y las acusaciones de fraude electoral,
Cárdenas logró entregar el cargo al candidato que había sido designado por el partido
oficial, es decir, por la influencia directa del presidente de la República. Se estableció así
uno de los mecanismos básicos del arreglo político del país en el siglo XX: el presidente de
la República, por medio del partido oficial, designaba a su sucesor. Ávila Camacho gobernó
de diciembre de 1940 a noviembre de 1946.