Ana Bolena
Ana Bolena
Ana Bolena
Fallecimiento 19 de mayo de 1536
Torre de Londres
Ana Bolena (en inglés: Anne Boleyn), reina consorte de Inglaterra, primera marqués de Pembroke.1 Su fecha de
nacimiento solía fijarse en 1507, pero los historiadores más modernos la datan en 1501 (— 19 de
Enrique y Ana, y su posterior ejecución, fueron parte del complejo comienzo de la considerable agitación política y
religiosa que fue laReforma inglesa, con Ana participando activamente en la promoción de la causa de la reforma de
la Iglesia. La han llamado «la reina consorte más influyente e importante que Inglaterra ha tenido nunca».3
Ana Bolena es popularmente conocida por haber sido decapitada bajo acusación de adulterio, incesto y traición.
Está extensamente asumido el haber sido inocente de los cargos,4 y fue conmemorada más tarde como mártir en la
cultura Protestante inglesa, particularmente por los trabajos de John Foxe. Su vida ha sido adaptada en numerosas
novelas, obras de teatro, canciones, óperas, dramas de televisión y películas, incluyendo Ana de los mil días, The
Other Boleyn Girl (Las hermanas Bolena), Los Tudor, Las seis esposas de Enrique VIII y Doomed Queen Anne.
En años recientes, la opinión académica e histórica sobre ella ha sido generalmente favorable —en gran parte
gracias a dos extensas biografías escritas por el profesor Eric Ives (1986 y 2004). Los trabajos de David Starkey,
David Loades, John Guy, Retha Warnicke y Diarmaid Macculloch también han sido favorables o admirativos. Las
populares biografías de Joanna Denny y la feminista Karen Lindsey la abordaron de forma similar. Una excepción
notable viene del trabajo de la escritora británica Alison Weir, cuyos libros son a menudo bastante más críticos con
Ana.
Contenido
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1 Primeros años
o 1.1 Controversia sobre su
nacimiento
o 1.2 Infancia y familia
o 1.3 Apariencia y
personalidad
2 Enrique VIII
o 2.1 Amores reales
o 2.2 El poder detrás del
trono
o 2.3 Matrimonio
o 2.4 Vida como reina
o 2.5 Otros embarazos
o 2.6 Muerte de Catalina de
Aragón
o 2.7 Caída
o 2.8 Ejecución
3 Teorías sobre la causa de su caída
4 Retrato después de su muerte
5 Linaje
6 Películas
7 Referencias
o 7.1 Bibliografía
8 Enlaces externos
[editar]Primeros años
[editar]Controversia sobre su nacimiento
La carencia de archivos parroquiales del período ha hecho imposible establecer la fecha exacta del nacimiento de
Ana Bolena. Las pruebas a partir del siglo XVI son contradictorias, con distintas fechas que han sido propuestas por
varios autores. Un historiador italiano, en 1600, sugirió que ella había nacido en 1499, mientras que el yerno
de Tomás Moro, William Roper, sugirió una fecha muy posterior, 1512. Hoy en día, el debate académico se centra
alrededor de dos fechas claves: 1501 y 1507.5 Ives, un historiador británico y experto legal, promueve la fecha de
1501, mientras Retha Warnicke, un erudito americano e historiador de género que también ha escrito una biografía
escribió en francés (su segunda lengua) a su padre, que todavía vivía en Inglaterra mientras Ana completaba su
educación en los Países Bajos. Ives sostiene que el estilo de la carta y su letra madura demuestra que Ana debía
tener aproximadamente trece años en el momento de escribirla. Esta estaría también en torno a la edad mínima en
que una muchacha podría ser una dama de honor, cuando Ana lo fue de la regente Margarita. Ello se apoya en
declaraciones de un cronista de finales del siglo XVI que escribió que Ana tenía veinte años cuando volvió de
Francia.7 Estas conclusiones son cuestionadas por Warnicke en varios libros y artículos, pero las pruebas todavía no
[editar]Infancia y familia
Ana era hija de sir Tomás Bolena, más tarde primer conde de Wiltshire y primer conde de Ormonde, y su esposa,
lady Isabel Bolena (nacida Isabel Howard), hija del segundo duque de Norfolk. No se sabe con seguridad dónde
nació, pero debió ser entre la mansión de su familia, Blickling Hall en Norfolk, y su residencia favorita, el Castillo de
Hever en Kent.
Existían rumores de que Ana sufría polidactilia (seis dedos en su mano izquierda, por entonces considerado un signo
del diablo) y una marca de nacimiento o lunar en el cuello, que siempre cubría con una joya. Hoy en día no existen
pruebas que la apoyen esta leyenda popular. Ninguno de los muchos relatos de testigos oculares sobre el aspecto
de Ana Bolena —algunos de ellos meticulosamente detallados— menciona deformidad alguna y mucho menos un
sexto dedo. Además, en una época en que las deformidades físicas solían ser interpretadas como un signo del mal,
es difícil creer que Ana Bolena atrajera al rey Enrique, si realmente hubiera tenido alguna deformidad.8
Tampoco se sabe con seguridad cuándo nacieron sus dos hermanos, pero parece claro que su hermana, María, era
mayor que ella. Los hijos de María creían que su madre era la hermana mayor; así como la hija de Ana, Isabel.9 Su
En su vida adulta, Ana no mantuvo una relación estrecha con su padre, aunque sí durante la infancia. Su relación
con su hermana María parece haber sido cordial, pero no íntima. Tenía una relación más estrecha con su madre y
En el momento de su nacimiento, la familia Bolena estaba considerada una de las más respetables de la aristocracia
inglesa,11 aunque ostentaban un título desde hacía sólo cuatro generaciones. Más tarde, fueron tachados de
arribistas sociales, pero éste era un ataque político. La tradición de que los Bolena eran una familia de comerciantes
de Londres es infundada; de hecho eran aristócratas.12 Ana contaba entre sus bisabuelos con un alcalde (Lord
Mayor) de Londres, un duque, un jarl, dos ladies aristocráticas y un caballero; entre sus parientes nombró a los
Howards, una de las familias más destacadas del país. Seguramente era de nacimiento más noble que Juana
envió a muchas misiones diplomáticas en el extranjero. Continuó con su carrera bajo el reinado de Enrique VIII, que
subió al trono en 1509. En Europa Tomás Bolena tuvo muchos admiradores debido a su profesionalismo y su
encanto, entre ellos se encontraba la archiduquesaMargarita de Austria, hija de Maximiliano I, emperador del Sacro
Imperio Romano Germánico que gobernaba los Países Bajos en nombre de su padre. Quedó tan impresionada por
Tomás Bolena que ofreció a la hija de éste, Ana, un lugar en su casa. Generalmente una muchacha debía tener 12
años para obtener tal honor, pero puede que Ana fuera algo más joven en aquel momento. Margarita se refería a ella
cariñosamente como «La petite Boleyn» (no se sabe, sin embargo, si el calificativo se refería a su edad o a su
estatura).14 Causó una buena impresión en los Países Bajos por sus maneras y dedicación y vivió allí desde la
primavera de 1513 hasta que su padre ordenó que siguiera su educación en París el invierno de 1514.
En Francia, Ana fue dama de honor de Claudia de Francia y también actuaba de intérprete siempre que hubiera
algún importante invitado inglés en la corte. En la casa de la Reina completó sus estudios de francés y adquirió un
conocimiento detallado de la cultura francesa y el protocolo. También se interesó por la moda y por la ética que
reclamaba la reforma de la Iglesia. Su educación europea terminó en el invierno de 1521, cuando regresó a
Inglaterra siguiendo las órdenes de su padre. Partió de Calais, que entonces todavía era una posesión inglesa, en
enero de 1522.
[editar]Apariencia y personalidad
Un retrato de Ana Bolena pintado algunos años después de su muerte. Su biógrafo más reciente lo considera
muy cerca de «la verdadera Ana Bolena». 15
Ana Bolena no era convencionalmente hermosa para su tiempo. Era delgada y su piel se consideraba demasiado
oscura. Sin embargo, muchos quedaron impresionados por sus ojos oscuros y su larga melena oscura que llevaba
suelta. El embajador veneciano en la corte de Enrique VIII que conoció a Ana en 1532 escribió, «no era una de las
mujeres más hermosas del mundo», sin embargo otros conocidos la consideraban «completement belle»
(absolutamente bella) y «una mujer joven y apuesta». Un historiador ha compilado todas las descripciones y
concluye así:
«Nunca se la describió como una gran belleza, pero hasta aquellos que la aborrecían admitían que tenía un
encanto exacerbado. El cutis oscuro y el pelo negro le daban un aura exótica en una cultura que veía la
palidez blanca como la leche como parte imprescindible de la belleza. Tenía unos ojos especialmente
notables: 'negros y hermosos' escribió un contemporáneo, mientras otro afirmó que eran 'siempre los más
La gente parecía atraída principalmente por el carisma de Ana. Causaba buena impresión con su gusto por la
moda e inspiró muchas tendencias entre las damas de la corte. En una visión retrospectiva, fue probablemente
el mayor icono de la moda inglesa de principios del siglo XVI. William Forrest, autor de un poema
contemporáneo sobre Catalina de Aragón, elogió el «excelente paso» de Ana y su habilidad como bailarina.
«Aquí», escribió, «era [una] lozana doncella que podía dar un tropiezo y seguir adelante.»17
«El encanto de Ana estaba no tanto en su aspecto físico, como en su viva personalidad, su elegancia, su
agudo ingenio y otras habilidades. Era baja y ostentaba una sugestiva fragilidad … destacó en el canto,
componiendo música, bailando y conversando … No era sorprendente por tanto, que los jóvenes de la
como protestante sería una exageración).19 Hizo generosas donaciones y cosió camisas para los pobres.
En su juventud era «dulce y alegre» y disfrutaba con los juegos de azar, bebiendo vino, y
chismorreando.20 Era valiente y emotiva. Sin embargo, según sus enemigos, Ana también podía ser
«A nosotros nos parece religiosamente inconsecuente, más que agresiva; calculadora, más que emotiva;
con un ligero toque cortesano aunque con gran control político… una mujer que tomó el control de su
propia situación en un mundo de hombres; una mujer que hizo que su educación, su estilo y su presencia
pesaran más que las desventajas de su sexo; pasó de ser moderadamente bien vista, a conducir una
tormenta en la corte y al Rey. Quizás, al final, es la evaluación de Thomas Cromwell la que esté más cerca:
[editar]Enrique VIII
[editar]Amores reales
Catalina de Aragón, primera esposa de Enrique VIII.
Cuando Ana Bolena llegó a la corte, la primera esposa de Enrique, Catalina de Aragón, era
popular a pesar de no participar en política ni en la vida de la corte durante algún tiempo. Todos
los hijos que tuvo con Enrique habían muerto jóvenes y el rey estaba preocupado por tener un
Bolena debutó en la corte en un baile de disfraces en marzo de 1522, donde llevó a cabo una
complicada danza acompañando a la hermana más joven del rey, a varias grandes damas de la
corte y a su hermana María (por aquel entonces, amante del rey). Unas semanas después de esta
interpretación, Bolena era conocida como la mujer de moda y más importante de la corte y se
En aquella época la cortejaba Henry Percy, hijo del conde de Northumberland, alrededor de 1522.
cinematográficas han idealizado la historia describiendo cómo los jóvenes amantes consumaron
su unión. Sin embargo, vale la pena notar que habría sido imposible mantener su compromiso
matrimonial, si hubiera sido consumado y varios de sus biógrafos han indicado que Ana había
visto demasiadas reputaciones arruinadas, para arriesgar la suya. Un sacerdote católico, George
Cavendish, que sentía antipatía por ella pero era amigo de Henry Percy, con posterioridad declaró
categóricamente que nunca habían sido amantes. Con ello parece poco probable que su relación
fuera sexual.23
El idilio se rompió en 1523, cuando el padre de lord Henry se negó a apoyar el compromiso. Una
Enrique, porque el rey quería a Ana para sí mismo.24 Es imposible saber con precisión si esto fue
así y los historiadores están divididos. Las evidencias, por declaraciones hechas a la hermana de
Ana, María y su marido, sir William Carey, indican que entonces Enrique estaba implicado en un
Según George Cavendish, enviaron brevemente a Ana de la corte a las fincas rurales de su
familia, pero no se sabe por cuánto tiempo. Cuando volvió a la corte reunió una camarilla de
amigas y admiradores y se hizo famosa por su capacidad de mantener a los hombres a distancia.
El poeta sir Thomas Wyatt, escribió sobre ella en el poema Whoso List to Hunt,25 en el que la
La hermana de Ana, María, había sido con anterioridad amante por un tiempo del rey Enrique,
durante el tiempo en que estuvo casada con sir William Carey, un caballero de la Cámara Privada
del Rey. Se rumoreó durante mucho tiempo que uno o los dos hijos de María Bolena fueron
engendrados por Enrique. Algunos escritores, como Alison Weir, cuestionan ahora si Henry Carey
Ana se resistió a sus intentos de seducción y se negó a convertirse en su amante. Rechazó las
propuestas iniciales del rey diciendo, “suplico a su alteza muy seriamente que desista, y a esta mi
respuesta en buena parte. Prefiero perder la vida que la honestidad.”29 El rey se sintió más atraído
aún tras esta negativa y la persiguió incesantemente, incluso después de que ella abandonara la
corte para volver a Kent. Los historiadores están divididos sobre los motivos de Ana para rechazar
a Enrique —unos dicen que era virtud y otros que ambición. Al final él le propuso matrimonio y ella
aceptó. Sin embargo, decidió no acostarse con él antes de casarse, puesto que la relación
prematrimonial significaba que si tenían un hijo, éste sería ilegítimo. A menudo se piensa que el
capricho de Enrique por ella fue una forma de anular su matrimonio, mientras que hay pruebas
fiables de que Enrique tomó la decisión de acabar con su matrimonio con la reina Catalina, porque
ésta no le había dado un heredero; los dos puntos de vista no son excluyentes. Enrique y sus
Al principio, Bolena lo mantuvo en secreto, pero por 1528 era del conocimiento público que
Enrique tenía la intención de casarse con ella. Los parientes de Ana apoyaron su causa y tenían a
muchos partidarios en la corte. Al principio, sin embargo, ella se mantuvo alejada de la política. Se
deleitó en su estilo de vida recién descubierto —Enrique pagaba todo, y acumuló una importante
cantidad de vestidos, pieles y joyas. Le asignaron sus propios sirvientes, varias damas de honor y
había solicitado en 1527. En parte, el problema era que el emperadorCarlos V, sobrino de Catalina
de Aragón, había hecho prisionero a Clemente. Por eso Enrique vio que era poco probable que
matrimonio que originalmente garantizaba una dispensa, sin dar a sus enemigos más razones
para ridiculizar su autoridad. Con la tensión política en el extranjero, la corte cayó en la confusión y
a partir de ese momento quedó en entredicho la lealtad del cardenal Wolsey a los Bolena.
El cardenal Wolsey.
Convencida de que era un traidor, Ana Bolena mantuvo la presión hasta que Wolsey fue
ayudara a volver al poder, pero ella se negó. Entonces él comenzó a tramar un complot secreto
para forzar a Ana al exilio. Para ello inició contactos con la reina Catalina y el Papa. Cuando se
descubrió el complot, Enrique ordenó detener a Wolsey y de no haber sido por su muerte a causa
de una enfermedad terminal en1530, podría haber sido ejecutado por traición. Un año más tarde,
la reina Catalina fue desterrada de la corte y sus antiguos aposentos entregados a Ana.
Con Wolsey muerto, Ana Bolena se convirtió en la persona más poderosa de la corte. Tenía un
considerable poder para nombrar a los miembros del gobierno y en asuntos políticos.
Su exasperación por la negativa del Vaticano de convertirla en reina la orientó hacia una nueva
alternativa. Sugirió que Enrique debía seguir el consejo de radicales religiosos como William
Tyndale, que negó la Autoridad Papal y creía que era el monarca quien debía conducir la Iglesia.
de su familia —Thomas Cranmer— para el puesto. También apoyó el ascenso del radical Thomas
Durante este período, Bolena también desempeñó un gran papel en la escena internacional de
Inglaterra, solidificando la alianza con Francia. Estableció una excelente relación con
el embajador francés, Gilles de la Pommeraye, que quedó cautivado por ella. Con su ayuda,
Antes de partir hacia Calais, Enrique le otorgó a Ana el marquesado de Pembroke, convirtiéndola
en la primera plebeya inglesa en convertirse en noble por derecho propio en lugar de por herencia.
La familia de Ana también sacó partido de la relación; su padre, ya vizconde de Rochford, fue
nombrado conde de Wiltshire y (gracias a un trato entre el rey y los primos irlandeses de Ana, la
familia Butler) conde de Ormonde. Gracias a la intervención de Ana, su enviudada hermana María
recibió una pensión anual de 100£, y el hijo de ésta, Henry Carey, fue educado en un prestigioso
monasteriocisterciense.
[editar]Matrimonio
La conferencia de Calais fue un triunfo político, ya que el gobierno francés finalmente dio su apoyo
y Ana celebraron una ceremonia matrimonial en secreto.30 Ella quedó embarazada en unos meses
y, como era costumbre en la realeza, hubo una segunda ceremonia matrimonial, que tuvo lugar en
En ese momento los acontecimientos comenzaron a moverse con paso rápido. El 23 de mayo de
1533, Thomas Cranmer, arzobispo de Canterbury, en la sesión del juicio en un tribunal especial
que se reunió en el Priorato de Dunstable para decidir sobre la validez del matrimonio del rey con
Catalina de Aragón, declaró el matrimonio de Enrique y Catalina sin fuerza legal. Cinco días más
tarde, el28 de mayo de 1533, Cranmer declaró que el matrimonio de Enrique y Ana era auténtico y
válido. Siete años después de que su relación con Enrique había comenzado, Ana era por fin
legalmente su esposa y reina de Inglaterra. Catalina fue formalmente despojada de su título como
reina a tiempo para la coronación de Ana, que ocurrió el 1 de junio de 1533. Desafiando al Papa,
Cranmer declaró que la Iglesia de Inglaterra estaba bajo el control de Enrique, no de Roma. Esta
fue la famosa «Ruptura con Roma», que señaló el final de la historia de Inglaterra como un país
católico. Pocas personas fueron conscientes del significado por entonces, y menos aún estuvieron
preparados para defender la autoridad del Papa. La reina Ana estaba encantada con este
desarrollo —aunque retuviera las apariencias, con atavíos católicos (el rey no habría permitido
ninguna otra opción), ella creía que el Papado era una influencia de corrupción en el cristianismo.
Sus tendencias católicas residuales pueden ser vistas en la ostentosa devoción a la Virgen
Después de su coronación, Ana se asentó en una rutina tranquila para prepararse para el
nacimiento de su hija. Se sintió profundamente afligida cuando Enrique se encaprichó con una
dama de la corte, que provocó su primer enfrentamiento serio. El asunto fue breve, ya que Enrique
favorito del rey, el palacio de Placentia. Bautizaron a su hija con el nombre de Isabel, en honor a la
madre de Enrique, Isabel de York. Le dieron un bautizo espléndido, pero Ana temió que la hija de
separando a María de sus muchos sirvientes y enviándola a Hatfield House, donde la princesa
Isabel vivía con su propia magnífica plantilla personal de criados. El aire del campo era mejor para
la salud del bebé, y Ana era una madre afectuosa que con regularidad visitó a su hija.32 Sus visitas
eran también muestras de la fricción entre ella y su hijastra la princesa María, que se refería ella
como «la amante de mi padre», mientras Ana llamaba a María «esa maldita bastarda».
Ana tenía una plantilla de sirvientes mayor que la de Catalina: había más de 250 criados para
atender a sus necesidades personales, desde sacerdotes hasta mozos de establo. Había también
más de 60 damas de honor que la servían y acompañaban a acontecimientos sociales. También
religiosos. Uno de éstos era el religioso moderado Matthew Parker, que se convertiría en uno de
los principales arquitectos de la moderna Iglesia de Inglaterra bajo el reinado de su hija Isabel I.33
Su reputación como reformista religiosa se extendió por Europa, y fue aclamada como una heroína
por figuras protestantes; hasta Martín Lutero vio su subida al trono como un buen signo. También
salvó la vida del reformista francés Nicolas Bourbon, que fue condenado a muerte por
favor a la reina inglesa. Bourbon se referiría más tarde a ella como «la reina que Dios ama».
Aunque abogara por la reforma religiosa, sobre todo traduciendo la Biblia al inglés, no desafió la
de las reformas doctrinales luteranas, Ana tuvo que ser cuidadosa en cuanto a dirigir a Inglaterra
hacia lo que a menudo se llamó «el Nuevo Aprendizaje». Era también una generosa patrocinadora
de la caridad, distribuyendo limosnas para ayudar a los pobres y fondos a fundaciones educativas.
Como reina, presidió una corte magnífica. En el siglo XVI se esperaba de las Familias Reales que
fueran extravagantes, a fin de comunicar la fuerza de la monarquía. Ana gastó sumas enormes en
mobiliario más fino procedente de todo el mundo. Numerosos palacios fueron renovados para
[editar]Otros embarazos
Considerando las condiciones de su matrimonio y el deseo desesperado de Enrique de un hijo, la
secuencia de los embarazos de Ana ha atraído mucho interés. Hay estimaciones de que ella
tuviera no menos de tres embarazos, todos ellos terminados en abortos espontáneos producidos
en un estado de gestación tan temprano que nunca eran extensamente conocidos y el sexo de los
niños no podía ser determinado. Fuentes fidedignas certifican sólo el nacimiento de Isabel en
aproximadamente cuatro meses y medio de gestación, en enero de 1536. Las fechas en las cuales
estos embarazos deben haber comenzado sugieren que el único otro momento en que ella pudiera
haber concebido y abortado habría estado entre septiembre de 1534 y principios del verano de
1535. Ana posiblemente tuvo un embarazo adicional y fracasó en los primeros meses de 1535,
pero parece muy improbable que hubiera tenido otros tres embarazos además de los tres
confirmados por fuentes oficiales. Mike Ashley, en British Kings & Queens, escribe que Ana tuvo a
dos niños mortinatos después del nacimiento de Isabel y antes del nacimiento de «Edward»,
claramente una injustificada referencia al niño varón que Ana perdió en 1536; nadie habría
pensado en dar un nombre a un niño nacido tan prematuramente. Ninguna fuente contemporánea
Enrique y Ana se engalanaron con ropas de color amarillo brillante. Algunos historiadores lo han
dudoso que la pareja real hubiera celebrado en público la muerte de Catalina, puesto que Enrique
Circularon rumores de que Catalina había sido envenenada (culpaban tanto a Ana como a
Enrique); los rumores surgieron tras descubrir durante su embalsamamiento que su corazón
estaba ennegrecido. Los expertos médicos modernos están de acuerdo en que la oscuridad del
corazón de Catalina no era debida al envenenamiento, sino al cáncer de corazón, algo que no se
conocía por entonces.36 Tras la muerte de Catalina, Ana intentó mejorar sus relaciones con la hija
Thomas Cromwell: el antiguo aliado de Ana que más tarde preparó el complot que causó su
muerte.
Durante el día del entierro de Catalina, el 29 de enero de 1536, Ana sufrió un aborto. Para la
mayor parte de observadores, esta pérdida personal fue el principio del fin del matrimonio real. Lo
que pasó después es uno de los períodos más polémicos de la historia inglesa, dado que es tanto
una tragedia personal como un indicativo de las tendencias políticas más extensas que
Cuando Ana se repuso de su aborto, Enrique declaró que su matrimonio fue maldecido por
[editar]Caída
En los últimos días de abril, un músico flamenco al servicio de Ana llamado Mark Smeaton fue
detenido y torturado por Thomas Cromwell. Al principio negó que él fuera el amante de la reina,
pero, bajo tortura, confesó. También proporcionó el nombre de otro cortesano —sir Henry Norris—
un viejo amigo tanto de Ana como del rey. Norris fue detenido durante el May Day (1 de mayo),
pero dado que era un aristócrata no podía ser torturado. Él negó su culpabilidad y juró que Bolena
era también inocente. Sir Francis Weston fue detenido dos días más tarde bajo el mismo cargo.
También detuvieron a William Brereton, un mozo de la cámara privada del rey, que fue también
arrestado por adulterio, pero realmente parece probable que fue víctima de un viejo rencor contra
él, sostenido por Thomas Cromwell. El acusado final era el propio hermano de la reina Ana,
detenido bajo acusación de incesto y traición, acusado de mantener relaciones sexuales con su
El 2 de mayo de 1536, Ana fue detenida durante el almuerzo y llevada a la Torre de Londres. En la
Torre, sufrió una crisis nerviosa menor, exigiendo saber todos los detalles sobre el paradero de su
Corona declarándose culpable. Tres días más tarde, Ana y George fueron procesados por
separado en la Torre de Londres. Ella fue acusada de adulterio, incesto y alta traición. La
sospecha popular contra Enrique y su amante, Juana Seymour, los cuales fueron vistos de
banquete en el Támesis, era generalizada. Varios panfletos circularon por Londres burlándose de
[editar]Ejecución
George y los otros acusados fueron ejecutados el 17 de mayo. El señor y la señora Kingston, los
encargados de la Torre, relataron que Ana parecía muy feliz, y dispuesta a seguir su vida. Se dice
que ella había comentado, cuando lord Kingston le trajo las noticias de que el rey había
de Calais para la ejecución con una espada de doble filo, en lugar de degollar a una reina con el
hacha común: «No tendrá mucho problema, ya que tengo un cuello pequeño. ¡Seré conocida
Vinieron por Ana durante la mañana del 19 de mayo para llevarla a la «Torre Verde», donde debía
de ella:
Esta mañana me hizo llamar, a ver si yo podría estar con ella mientras recibía al buen Señor (es
decir, comulgaba), con la intención de que la oyese y así dejar clara su inocencia. Y en la escritura de esto
ella me llamó a mí, y a mi llegada dijo, «Sr. Kingston, oigo que no moriré antes del mediodía, y siento
mucho por ello, ya que pensé estar muerta para esas horas y por delante de mi sufrimiento». Le dije que
esto no debería ser ningún sufrimiento, que sería muy breve. Y luego ella dijo, «oí que dicen que el verdugo
es muy bueno, y tengo un cuello pequeño», y luego puso sus manos en el cuello, riendo cordialmente. He
visto a muchos hombres y mujeres ejecutados, y que han estado en gran pena, y para mi conocimiento
esta dama tiene mucha alegría en la muerte. Señor, su limosnero está continuamente con ella, y fue así
Llevaba puesta «una enagua roja bajo un vestido gris oscuro de damasco, adornado con
pieles». Su pelo oscuro estaba recogido y llevaba su acostumbrado tocado francés. Hizo un
breve discurso:
Entonces se arrodilló en posición vertical (en las ejecuciones al estilo francés, con una
espada, no había ningún bloque para apoyar la cabeza). Su oración final consistió en repetir,
«a Jesucristo encomiendo mi alma; el Señor Jesús recibe mi alma.» Sus damas quitaron el
tocado y ataron una venda sobre sus ojos. La ejecución fue rápida, consistente en un solo
golpe: según la leyenda, el esgrimidor fue tan considerado con Ana que dijo, «¿Dónde está
mi espada?» o «Mozo, trae mi espada» y luego la degolló, para que ella pensara que tenía
todavía unos momentos más para vivir y no supiera que la espada estaba en camino.
caminaba por los jardines del Palacio de Lambeth. Debieron escuchar el disparo de cañón
de la Torre, señalando el final, ya que el arzobispo miró hacia arriba y proclamó: «Ha sido
reina inglesa en la tierra y hoy será una reina del Cielo». Entonces se sentó en un banco y
lloró.37
El gobierno no aprobó proporcionar un ataúd apropiado para Ana. Así, su cuerpo y cabeza
fueron depositados en un arca alargada y sepultados en una tumba sin marcar en la capilla
rehabilitar su memoria y buscar un lugar más digno para descansar sus restos; su cuerpo
fue identificado en unas reformas de la capilla bajo el reinado de la reina Victoria y de esta
manera el lugar de descanso de los restos mortales de Ana está marcado ahora en el suelo
de mármol.
historiador moderno en sostener que Ana era culpable de adulterio y traición. En 1991
escribió, «Quizás la conjetura más segura para un historiador moderno es que Ana en
efecto había cometido el adulterio con Norris y brevemente con Mark Smeaton y que
Una víctima romántica: la teoría tradicional es que Ana fue víctima de la crueldad de su
nada hasta deshacerse de ella. Sir Geoffrey Elton, historiador tudorista del siglo XX,
sostuvo que «Ana y cinco hombres fueron condenados a muerte en el proceso legal
porque el rey deseaba casarse otra vez... Enrique había desechado los escrúpulos para
conseguir su meta y estaba preparado para aparecer como un cornudo y una víctima de
la brujería».38
Un ataque político: la teoría más popular es que Ana fue eliminada por un complot de
palacio orquestado por sus enemigos. Una alianza con España se hacía deseable por
varios motivos, y Ana era tan impopular entre la familia real española que su presencia
canciller del rey, por lo tanto se dio cuenta de a dónde Ana tendría que ir a parar. Estuvo
más que dispuesto en sacrificar a cinco hombres inocentes para hacerlo (los cuales
eran también amigos de Ana y podrían, por lo tanto, oponerse a su destrucción si
permanecían vivos).
Un retrato idealizado de Ana Bolena, pintado en el siglo posterior a su muerte (de ahí el
estilo de vestir anacrónico), atribuido a Marcus Gheeraerts el Joven.
Después de 1558, Ana fue venerada como mártir y heroína por los protestantes ingleses, en
particular por los trabajos de John Foxe, que sostuvo que Ana había salvado a Inglaterra de
los males del catolicismo romano y que Dios había proporcionado la prueba de su inocencia
consecuencia de esta visión, buena parte de la nobleza inglesa mostró cuadros de Ana en
sus casas, a fin de mostrar su lealtad a la reina y la monarquía protestante. Aunque esta
veneración de Ana disminuyera en los siglos XVIII y XIX, su idea como una heroína
La opinión más común en los siglos XVIII y XIX era la imagen de Ana como una víctima
romántica; una mujer tenaz y hermosa que fue destruida por su marido, presentado como un
tirano brutal por los historiadores más populares. Una biografía del siglo XIX de Ana de
Margaret Benger estaba en particular llena de alabanzas hacia Ana, así como la titulada
«Estrella de la Corte», de Serena Banbury. Los escritores famosos y los novelistas que
suscribieron esta visión de Ana (que persistió en el siglo XX) incluyen a Jane Austen, Agnes
un Oscar Ana de los mil díasestá inspirada en esta interpretación de la vida de Ana, así
como la ópera de Donizetti Anna Bolena. Varias novelas populares también han adoptado
sostuvieron que Ana Bolena había sido una de las reinas más ambiciosas, inteligentes e
académicos de su vida, los más famosos de los cuales son las dos biografías escritas por el
historiador británico Eric Ives. David Starkey es otro historiador que de forma entusiasta
promueve esta interpretación de Ana. Combinado con la fuerza intelectual del feminismo,
que ha interpretado a Ana Bolena desde un punto de vista muy favorable, las historias más
Fraser y Joanna Denny. En películas, televisión y artes escénicas, ha sido interpretada por
[editar]Linaje
[editar]Películas
Año Película Director Actriz
200
The Other Boleyn Girl Justin Chadwick Natalie Portman
8
200
Los Tudor (TV) Michael Hirts Natalie Dormer
7
197 Las seis esposas de Enrique
Waris Hussein Dorothy Tutin
2 VIII (TV)
196
Ana de los mil días Charles Jarrott Geneviève Bujold
9