Hilario Chi Canul - Aqui - Hablo - Maya - Pero - Alli - Debo - Hablar - Español

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“AQUÍ HABLO MAYA, PERO ALLÁ

DEBO HABLAR ESPAÑOL”


Las luchas de la lengua maya y el
español en Naranjal Poniente.
Desafíos para la enseñanza de lengua
maya en la educación superior

“HERE I SPEAK MAYA, BUT THERE I


MUST SPEAK SPANISH”
The struggles of the Mayan language and
Spanish in Naranjal Poniente. Challenges
for the teaching of the Mayan language in
higher education

Hilario Chi Canul*

El objetivo primordial de nuestro gran movimiento social


maya, iniciado en 1847, racialmente denominado guerra de cas-
* Originario de la
tas, era lograr que los mayas sean contemplados y respetados comunidad de Naranjal
en sus propias tierras; visibilizados en voz y valorados para el Poniente, municipio de
desarrollo del pueblo mexicano como individuos, personas y Felipe Carrillo Puerto,
humanos, a pesar de su especificidad lingüística diferenciada Quintana Roo, México.
Pertenece a la cultura
negativamente por la política asimilacionista. Según la historia, Maya, es escritor,
en el año de 1929, después de más de 60 años de guerra, los traductor, poeta y orador
mayas, representados por el general Francisco May, firmaron el internacional en Maya
t’aan – lengua Maya.
tratado de paz con el Gobierno de México en donde se estipuló Estudiante de la Maestría
el acceso a la educación de la población originaria con en Educación Intercultu-
reconocimiento y respeto de su lengua y cultura. Después de 80 ral Bilingüe del PROEIB
años, la educación para los mayas llegó. En respuesta a sus de- Andes, Universidad
Mayor de San Simón,
mandas, en 2007 se creó la Universidad Intercultural Maya de Bolivia. E-mail:
Quintana Roo (UIMQRoo) en el pueblo y municipio maya de [email protected]

Tellus, ano 10, n. 19, p. 211-224, jul./dez. 2010


Campo Grande - MS
José María Morelos. A pesar de que esta Institución Educativa intenta
saldar esta deuda milenaria, devolver la lengua maya a su pueblo que se
le arrebató con la castellanización y/o ciudadanización, no se logra
gran éxito en los salones de clases. Inclusive se perciben algunas actitudes
negativas para el aprendizaje y la comunicación en lengua maya (Chi
2009). Por ejemplo: en mi experiencia como profesor de la lengua Maya
en la UIMQRoo (2007-2008), detecté que las dificultades para la
enseñanza y el aprendizaje de los alumnos son producidos por la falta
de motivación e interés de ellos hacia la lengua más que por los métodos
de enseñanza, sin excluir este último factor que también juega un papel
muy importante y decisivo. De hecho, llama mucho la atención ver cómo
los nativos hablantes reprobaban sus exámenes de maya y en lengua
maya y cómo en sus comunicaciones interpersonales usaban el castellano
en sus comunicaciones interpersonales en la mayoría de las veces.
Lo anterior me lleva a reflexionar sobre el posicionamiento de los
hablantes ante su propia lengua y los efectos que han sido causados y
son aún causados con más fuerza por la castellanización; los sentimientos
de “Otredad” ante la misma lengua y la cultura al que pertenecen. Por
lo tanto, este trabajo trata de mostrar y analizar algunas de las causas
que motivan el rechazo de la lengua maya por los jóvenes, con la finalidad
de encender una luz o dejar una interrogante que contribuya a fortale-
cer la enseñanza de la lengua maya en la educación superior.

¿Cómo se empezó a hablar español?

Le jo’oljeak yéetel le bejla’aka chen u beelij u ti’al ak paktik le


sáamalo’. Jach tu jáajil le ba’a ku ya’ala’alo’, le maax ma’ u k’ajóol u
tsikbalile’ loolo’ t’aanta’an ka ka’a t’oochpajak – el ayer y el hoy solamente
es el camino para ver el mañana. Es muy verdad lo que se dice, quien no
conoce su historia le han dado malas palabras para que se vuelva a
tropezar –. En las voces de dos abuelas se escucha la llegada del español
en tierras del Poniente.

“Cuando nos mezclamos con los dzules”

Una de las primeras parteras y migrantes del pueblo maya de


Chúunbaalche’ se acuerda del pasado del español y cómo llegó a ocupar
un lugar privilegiado en las alternativas de comunicación de los habi-
tantes:

212 Hilario Chi CANUL. “Aquí hablo maya, pero allá debo hablar españhol”...
[...] Tu’ux ken a wu’uy español ka’achij, mix máak yóojel español, mix
máak j-Saanto Angel k’eban in waiktech [...], ka luk’o’on te x-Chúun
baalche’o’ si mix máak ku xook, mina’an maestro [...], le beetike’ ma’ tak
kanaj xooki’, núukchajo’on beya’ ma’ tak kanaj xooki’[...]. Leete’ uuch u
jo’ol u taal le máako’oba’, le máako’ob te Carillo’o’, yéetel le xooko’ leti’
kaj ka’ane españolo’, wa ma’e, mina’an español [...]. Le chen xi’iko’ob te
carillo’o, pus leti’ ka tu laj kano’ob [...]. Ka laj jóok’ le máako’obo’ ka
kipxa’ak’chajo’ob yéetel le dzulo’obo’ leti’ kaj ka’ani’[...]. Bejla’ake’ laj
español u t’aano’ob, bey tak u x-ch’úupil laj u wej kanmo’ob, bey tak u
paalalilo’ob xan laj u wej kamo’ob. Bey uuch u ka’anlo’, leti’e’ úuch ak
xa’ak’tikakba’on yéetel le dzuulo’obo’[...], Síigue u t’a’anal maaya, beya’
tun t’a’anal maaya tun t’a’ana’al xan le españolo’, xa’ak’paj beyo’, leti’e
kin wa’ako’...1 (Ent. Victoria, la primera partera y fundadora del pueblo
de Naranjal, Naranjal Poniente, octubre 2009).

“Sobre el caballo vino”

Yóok’ol tsíimin taal,tu bej Yóo’-ts’ono’ot taalo’, óoxtul u ts’íimin,


ka’atule’ u ts’aamaj u kuch le koonolo’obo’ u la’ juntúulo’ leti’ u
nat’maj. Je’elo ma chen taake’ ku máan koonol wey ich kaaje’, chen
ba’ale’ chen español ku t’aanik, wey bey mix máak t’anik españolo’,
ka yanchaj u t’anik j-Maat (Agustín Canché) u sut u t’aan ich maayao’,
ichil lelelo’ka’ap u yantal máako’ob u na’at u t’aan, chentun ka tak
ile’ ts’oka’an u ya’abtal máak t’anik español, bey uch u k’ucchulo’, le
ti’e’ j- don Tabasco taas uch u taal koonolo...2 (Ent. Trinidad Canul, la
primera hija del último sacerdote fundador del pueblo, Naranjal
Poniente, octubre 2009).
Conocer nuestra historia es sin duda un primer gran paso para
conocernos a nosotros mismo y tomar posición sobre ¿quiénes somos? y
¿qué estamos haciendo? Para reflexionar sobre la posibilidad de contro-
lar nuestros actos y tomar el papel protagónico de nuestras realidades,
evitando que nuestro actuar y personalidad sean manipuladas por otros;
es decir, “tomar el control de nuestra cultura” Bonfil Batalla (1989).

“Es una auto defensa para ellos no hablar maya”

“Es importante considerar que la historia es una manera en la que


la gente construye parcialmente sus identidades” (Goodal citada en
Coronado 2003, p.145). Sin embargo, es de menester “entender [que] la
identidad [es] parte del proceso de representación de su historia [...],
donde la identidad étnica de los grupos es una referencia obligada en la
caracterización de los personajes como [...] [mayitas]”(Ibídem). Ante los

Tellus, ano 10, n. 19, jul./dez. 2010 213


ojos de la “Otra” sociedad, por experiencia propia sé que hablar maya
es peyorativamente ser mayita. Por eso,
[...] les da vergüenza hablar maya ¡ése es el problema!, y otro; son los
muchachos (as) que van a trabajar en Playa del Cármen, ya que, cuando
hablan maya entre ellos, las personas de afuera [los de la ciudad] los
ven y dice: son mayitas, son medio sonsos, y ahí, se aprovechan de la
situación y de la cultura de las personas. Tiene mucho que ver eso,
[porque] ellos piensan —si tu las ves mayita, pues, te la llevas al baile
y si te presta bien y si no pues, te la va a dar porque de todas formas eso
piensan de las mayitas— y lo cataloga de inferioridad, lo mismo hacen
con las otras personas que tienen otro dialecto, como los chiapanecos
también, abusan de ellos por su cultura y su moral, por eso, cuando
salen pues, no hablan maya para que no vean que son mayitas, y así
de esa forma no sean victimas de esas cosas, es una autodefensa para
ellos no hablar maya (Jesús, enfermero del hospital de Naranjal
Poniente, casado con una mujer maya de esa misma comunidad, plática
personal, octubre 2009).
Quizás la autodefensa por no hablar maya no solo es por la otra
sociedad, al parecer también, con los padres se usa este mecanismo, no
hablar maya para que no sean castigados “con azotes y/o regaño”, el
testimonio de Ángel, un alumno de primer grado de primaria, me hace
suponer que la autodefensa también es familiar.
Hilario: ta naaye’, máax ka t’anik maaya?
Ángel: nadie me regañan, me pegan con cable por mi papá y mi mamá
también.
H: no quieren que hables maya?
A: sí,
H:¿por qué no quieren que hables maya?
A: dicen que cuando crezca, no voy a aprender
H: qué no vas a prender?
A: no sé, creo que la escuela.
H: ¿cómo te dice?
A: no hables maya, te voy a pegar...
H: ¿te gusta hablar maya?
A: los dos me gusta, español y maya.
H: cuando el profesor te habla en maya, ¿aprendes más o aprendes
más en español?
A: en español no aprendo más, en maya sí. (Ent. Ángel, primer grado
de primaria, Naranjal, Octubre 2009).

Intentar entender estas situaciones me conduce a reflexionar sobre


lo que un padre de familia, que ha evitado por completo que sus hijos
hable maya, comenta: “ku yaik j-Romie tu laakal bin le mayeroobo’ man
su’ulako’ob, ma’ach bin u t’aano’ob. Tene’ le beetike’ español tin ka’ansaj

214 Hilario Chi CANUL. “Aquí hablo maya, pero allá debo hablar españhol”...
ti ka nojochlajil tu yo’osal ma’ u p’aatal beyo’ – dice Romy que todos los
mayeros (los hablantes de maya) son penosos, ninguno de ellos habla en el
salón. Yo, por eso, le enseñé español para que no se quede así” (Lucio Chi,
Comunicación personal 10.10.09). Esto me hace pensar y repensar que,
[...] para el movimiento indígena, la “liberación de los pueblos”3 es una
tarea encomendada a la educación intercultural bilingüe, una
herramienta en la construcción de una ciudadanía sin exclusiones, de
una cultura democrática y de una igualdad que permita en la práctica el
ejercicio igualitario de la ciudadanía “étnica” o la doble ciudadanía con
respeto de derechos colectivos y diferencias culturales [que podría también
entenderse como la ampliación de la ciudadanía] (Sichra 2005, p.162).
Sin embargo, la ciudadanía ampliada como lo concibe (Garretón,
2002, citado en Bello, en prensa) no es un simple deseo sino que obliga a
los actores políticos y sociales a superar los conflictos sociales de restricción
a la pertenencia y a la inclusividad ciudadana a través de una
reconstrucción epistemológica del que hacer político de las sociedades.

Una educación básica homogeneizante

Por otro lado, es importante recalcar y considerar que en México,


después de la Revolución de 1910, surgieron políticas y propuestas edu-
cativas para los pueblos indígenas, entre ellas: “Las misiones culturales”,
“la casa del Estudiante indígena”, la formación de “Promotores Bilingües”
y la creación de la Dirección General de Educación Indígena (DGEI), en
el año 1978, con un enfoque de educación Bilingüe y Bicultural, pero
todos estas acciones centralizadas a un propósito principal que es inte-
grar a los pueblos de México a una sola cultura y a una sola lengua: la
cultura nacional mexicana y el castellano como lengua oficial de los
ciudadanos mexicanos. Aunque hoy en día, desde 1998, la educación
haya sido reformada para ser intercultural sin haberse generalizado el
enfoque para todo el país, no se ha logrado dar el paso para superar lo
Bilingüe y Bicultural y trascender a lo que Monsonyi llama intercultural
[...] o expresada de manera más explícita, educación intercultural
bilingüe, [que] comienza por establecer la identidad y el marco de
referencia sociocultural del educando como miembro activo y partici-
pativo de una sociedad más amplia con una cultura distinta pero no
incompatible ni contradictoria con la que práctica como miembro de
su grupo étnico respectivo (1982, p.294).
En el qué hacer educativo, al parecer, todavía se privilegia el español
y se rechaza la maya en los salones de clases, con discurso catedráticos
de los profesores y padres, y alumnos envenenados con ideologías

Tellus, ano 10, n. 19, jul./dez. 2010 215


erróneas de que el español es la lengua con que deben de comunicarse.
Por ejemplo: el día martes 13/X/09, tuve una plática con los alumnos de
secundaria en la comunidad de Naranjal,
[...] ya en la parte final de mi discurso, en maya y español, con la
finalidad de motivar la participación de los alumnos, se les solicitó
que se expresaran en maya, si lo preferían al. Sin embargo, a pesar de
ser maya-hablantes, únicamente hubo una participación en maya de
un joven de piel clara, ojos amarillos, nativo del pueblo, de hecho su
sobrenombre es “huero”, — blanco— Las demás 4 participaciones,
aunque con mucho trabajo, fueron en español..., al preguntar a la
profesora acerca de la nula partición en lengua maya, dijo:”es un
desafió para ellos hablar español (Ob. 13/X/09-CC.125).
En la entrevista con los alumnos de primer grado de secundaria, la
mayoría de ellos asegura que en primaria los profesores empiezan a exi-
gir el uso obligatorio del español y someten al discurso en español que
afectan el uso de la lengua maya, dándole más importancia al español
como único medio para contar con un empleo y seguir en el camino de
la preparación académica, por ejemplo:
Hilario:¿por qué aprendiste el español?
Daniel: por la escuela, desde en el tercer grado el maestro nos exige
que aprendiéramos a hablar, para que cuando estemos en la secunda-
ria, no nos sea difícil y así también podemos buscar trabajo y hablar
con la gente que nos viene a visitar...
Lucía: en el tercer grado, mi maestro me dijo que si no hablo español
no voy a poder salir adelante del pueblo, por eso, es necesario dejar de
hablar en maya en la escuela...
Francisco: a mí no me gusta la maya, porque los mayores (las personas
que hablan maya) no saben hablar y yo sí quiero saber hablar...
Ever: es más importante el español, se debe de aprender hoy..., es mejor
que uno empiece hablando en español, así deben hablar los niños de
hoy para que cuando entren aquí [secundaria] no sufran por no hablar
español (Ent. Estudiantes de 1º de Telesecundaria, Naranjal Poniente,
octubre 2009).

Estos testimonios me hacen pensar y entender que esta situación


lingüística, motivada por los cambios sociales y económicos, relacionada
directamente con la educación, está orientando inconscientemente a la
sociedad hacia la desvalorización de la lengua maya por los jóvenes.
Digo inconciente porque valoro la labor docente de los profesores del
pueblo, que intentan de una u otra forma sacar adelante la sociedad,
solo que como están enfrente de una sociedad mexicana en la que la
lengua hegemónica es el español, mal encaminan sus discursos y

216 Hilario Chi CANUL. “Aquí hablo maya, pero allá debo hablar españhol”...
provocan lo que Díaz-Polanco llama como etnofagia. En esta ocasión, la
llamaré etnofagía lingüística porque se refiere a la cuestión del uso del
lenguaje. Retomo las ideas del autor, ya que en la forma en que los
profesores orientan a los alumnos al uso de las lenguas encuentro una
disolución gradual de la lengua maya mediante la atracción, la seducción
y la transformación ideológica al uso de la lengua española; es decir, la
dulce forma de causar el auto-etnocidio lingüístico y la transformación
de la forma de ver el mundo y a nosotros mismos causados por las sutiles
influencias de otros. Por eso quizás podemos encontrar en algunos jóvenes
de secundaria el rechazo a la lengua, como el caso de José Huex May.

Tellus, ano 10, n. 19, jul./dez. 2010 217


El niño seguramente por su paso a los niveles educativos anterio-
res, preescolar y primaria, ya sabe que el español es necesario y se tiene
que aprender, sin embargo, también cree que por hablar maya no podrá
aprender el español, al parece esto lo conduce a desvalorizar y rechazar
su lengua, haciendolo ver que es un obstáculo para su desarrollo
propfesional.
Todo lo anterior fueron nada más percepciones y acciones de niños
y profesores, sin embargo, considerando a López se hace necesario
reflexionar sobre la “participación activa de representantes de las propias
comunidades de habla” (2006, p.22). Para este caso, considero impor-
tante señalar lo que los padres esperan de sus propios procesos lingüísti-
cos, ya que emprender cualquier acción o extender cualquier juicio no
tiene sentido y no contribuye significativamente al fortalecimiento lin-
güístico de nuestras lenguas indígenas.

“Te escuelao k’a’ana’an u ka’ansa’al le español”4

En Naranjal Poniente, muchos padres están tomando la decisión


de enseñar español a sus hijos desde niños porque perciben que, en lugar
de enseñar el español a los niños, los profesores están hablando maya.
Al parecer, los padres quieren que sus hijos hablen español, ellos han
incrustado en la mentalidad de los niños y jóvenes que tienen que apren-
der el español porque es su futuro, tanto para la escuela como para el
trabajo. En este sentido, Severo Aké, chofer del pueblo señala que en la
escuela se debe enseñar el castellano, ya que ellos casi no lo saben y les
dificulta hablarlo, aunque sabe que es de vital importancia para
comunicarse:
Te escuela k’a’ana’an u ka’ansa’al españoli’ tumen to’one’ ma’ ak
óoli’, pero lela’, le maestro’obo’ jach maaya u t’ank’o’ob le paalalalo’ob,
mientrase’ beyo’ ma’ un kanko’ob le espalo’, je’elo’ chen jóok’k’o’obe’
ti ken u mak’o’ob tóop je’ex teen ma’ in jach óojel le españolo’ ma kin
toopol ken jóok’ken te Carrillo’o. Le escuela lela’ jach k’aas, k’a’ana’an
u k’e’exel ka p’aatak je’ex te Presidente Juareso’, te’elo’ ma’ach u
t’a’ana’al maayi, puuro español. Le maayao’ le paalalo’obo’ je u
ka’anko’ob tu naayo’obe’ pero le españolo’ ma’, le beetike le español
k’a’ana’an u kansko’ob tak paalalo’ono’. (Severo Ake’, Comunicación
personal 12.10.09)
Traducción propia
En la escuela se debe enseñar español porque nosotros no lo sabemos
y no podemos enseñar a nuestros hijos, pero este, los maestros en

218 Hilario Chi CANUL. “Aquí hablo maya, pero allá debo hablar españhol”...
maya habla a los alumnos, mientras así, no van a aprender el español,
entonces cuando salgan a la ciudad, ahí van a tener problemas, como
me pasa a mí cuando a voy a Carrillo. Esta escuela está muy mal, se
debe de cambiar para que quede como el de Presidente Juárez, ahí no
se habla maya, puro español. La maya lo aprenden los niños en la
casa pero el español no, por eso debemos enseñar el español a nuestros
hijos.
Por otra parte, también es importante entender la concepción que
los mismos habitantes tienen del uso de la lengua en la ciudad o fuera de
la comunidad. Por ejemplo, algunos conciben que estando a la ciudad o
fuera del pueblo tienen la obligación de hablar español, por otro lado,
también la cuestión de identidad o inclusión social entra en conflicto por
cuestiones de espacio y tiempo.

“Weyé maaya kin t’anik pero te’elo’ español” – “aquí hablo maya
pero allá español”

Un joven padre de familia afirma que en la comunidad habla maya,


pero cuando sale a la ciudad tiene que hablar español y lo mismo le
sucede con las personas extrañas que llegan al pueblo.
Weyé to’one’ pus chen maaya kak t’aan pero chen jóok’ko’on te Carrillo
yan ak t’anik español u ti’al ka yanlako’on ma’alobij wa ma’e ma’atan
ak na’ata’alo’on tumen te’elo’ español ku t’a’anali’, je’elo’ wa chen
maayae yan u yila’al ma’ ti’ilo’oni’. Yan horae kak obligaron t’an
español xan weye’ tumen le máako’ob ku taalo’on te taanxel
kaajilo’obo’ pus mun t’anko’ob maaya le beetike’ yank t’anik español
yéetelo’ob, beyo je’ex te reuniono’, ma chen to’one’ laj maaya pero wa
ka taak u jeel máak u beete’ yank ts’aakakba’on t’an español. (Orlando
Yam, plática personal 19.10.09)
Traducción propia
Aquí nosotros hablamos solo maya, pero cuando salimos a Carrillo
tenemos que hablar español para que nos entiendan y estemos bien,
ya que ahí se habla puro español. Entonces, si hablamos solo maya se
van a dar cuenta que no somos de ahí. En ocasiones aquí también se
habla el español por la gente que viene de otro lugar, ellos aunque
sepan maya no lo hablan, eso nos hace obligarnos a hablar español.
Esta misma situación se presentan también en los jóvenes que salen
a estudiar en la ciudad, y quizás de manera más violentada. En las escuelas
de la ciudad y en el contexto urbano, los jóvenes no sólo saben que deben
hablar el español sino que también sienten la necesidad de ser aceptados
por la sociedad en general y por los pequeños grupos sociales. Sin em-

Tellus, ano 10, n. 19, jul./dez. 2010 219


bargo, el sentimiento entra en conflicto cuando, después de sentirse ser
aceptados, piensan y sienten que son otros diferentes y superiores a los
del pueblo, inclusive a sus propias familias. Por eso quizás este sentimiento
al que llamaría “liberación pueblerino” que se materializa dejando de
ser y hablar maya se manifieste con mayor notoriedad al interior de la
comunidad, ya que es este el espacio y la gente indicada para que esta
distinción se haga notable, en la ciudad no tendría éxito porque nunca
acabarían de ser aceptados por igual y peor aún si no se logra superar
las trasferencias lingüistas. Pero al menos hablar español y demostrar lo
más que se pueda que “no sé hablar maya” parece ser una buena señal
de cambio, de ser Otro superior que el otro, lo que él o ella era antes. Esto
sucede con mayor frecuencia con los jóvenes de las comunidades que
salen a trabajar y a su regreso tienden a demostrar sus diferencias,
negándose a hablar maya a pesar de que pudiera expresarse en esta
lengua que en español. Las personas que evitan hablar maya, fingiendo
no saberlo o demostrando que ya es de la ciudad por hablar el español,
los habitantes de Naranjal Poniente los llama “ku kreejtkuba’ob” – “se
creen”; o sea, se sienten superior o mejores que ellos.
[...] Pues tene’ bey taak in kanik le españolo’, ken jook’e’ene’ kin
ts’aakinba in t’ane’, le maayao o mix máak t’anik te escuela kex u
yóojelo’ más jach puuro español u t’aano’ob, je’elo’ chen a wil beyo’
pus bey kan t’aano’. Yan horae ka k’as su’ulaktal a t’an le maayao
tumen wa ka t’anke’ o mun yantal a amigos. Chen ba’ale’ yan xan
k’íine’ le paalabo’obo ken u kano’ob t’aane, le te ma’ xan uts in wiko’
tumen ken taako’ob weye’ ma’ un t’anko’ob maaya jach ku
creejtikubao’ob, le beetike puro español u t’aano’on take nukuch
máako’obo’ bey u t’anko’obo’, kex mun na’atiko’ob... (Yordi Canché,
joven estudiante de bachillerato, plática personal 07.10.09)
Traducción propia
[...] Púes como yo quiero aprender el español, cuando salgo lo intento
hablar, la maya casi nadie lo habla en la escuela, aunque lo sepan,
puro español hablan, por eso cuando uno lo ve así, así tienes que
hablar. En ocasiones le da a uno pena hablar maya porque si tú hablas
maya cuesta trabajo tener amigos. Pero igual hay jóvenes que se salen
y aprenden el español solo que cuando regresan al pueblo ya no quieren
hablar maya, eso no me gusta porque se hacen sentirse de ciudad y
por eso hablan puro español a la gente, hasta a los abuelos así los
hablan aunque no los entiendan...
Este mismo sentimiento del joven se encuentra en una madre de
familia al señalar que las que antes eran sus amigas ahora ya no quieren
hablar en maya.

220 Hilario Chi CANUL. “Aquí hablo maya, pero allá debo hablar españhol”...
Ku creejtikuba’ob in wu’uyik, ka’ache’ jach utsil máako’ob puuro
maaya u t’aano’ob, pero beoraa ken in t’ano’obe’ ma’ un núuko’on, ku
ya’ako’obe’ k’a’ana’an ak t’aano’on español, tene’ kin sentirtikinba
menosij tu tseelo’ob, más bey ken in wu’uy u ya’ako’ob ten español
k’a’ana’an ak t’aano’ono’. Ti’ tene’ talam ma’ in paajtal, chen cku
creejtikuba’ob. (Remigia Ché, plática personal, 23.10.09)
Traducción propia
Se creen así, lo siento, antes eran personas muy buenas que platicamos
todo en maya, pero ahora, cuando los hablo, no me contestan, y me
dicen que hay que hablar en español, yo me siento menos así, al lado
de ellas y más cuando dicen que hay que hablar español, a mí me
cuesta y no puedo, se creen nada más.
Frente a estas voces que causan una reflexión sobre la actitud lin-
güística de los hablantes, me parece que aquí entran en juego las
cuestiones de identidad; es decir, aquí existen un descontrol de la
identidad, aquí hay una opinión de rechazo sobre la lengua y hay pro-
blemas con la concepción de la personalidad en relaciona al espacio y la
lengua, ya que “en sentido estricto, la actitud lingüística tiene que ver
con la opinión que se tiene sobre la lengua, y que se hace extensiva a la
comunidad asociada a esta lengua” (Sichra 2004, p.11).

Una reflexión de cierre sobre la enseñanza de la lengua maya en la


Universidad Intercultural Maya de Quintana Roo (UIMQRoo)

Mi experiencia como profesor de la lengua maya en la UIMQRoo


(2007-2008) me ha dado la oportunidad de presenciar la dinámica co-
municativa de mis alumnos. He visto en algunas ocasiones la preferencia
del español en la comunicación personal de los maya hablantes que han
migrado a la ciudad para estudiar. Me atrevo a pensar que en el pueblo
hablan maya pero en la ciudad o Universidad los encuentro hablando
español; por otra parte, también he sentido un poco de escasez en interés
para el aprendizaje y/o uso de la lengua maya.
Ahora, si me pregunto si es posible fortalecer la lengua maya
con la enseñanza de la misma en la Universidad, creo que no tendré
la respuesta a través de la escuela, más bién, me llevará a reflexionar
un poco sobre las batallas que enfrenta la lengua con sus propios
hablantes, motivados por la lengua de prestigio nacional, las
cuestiones de espacio y sentimientos de diferenciación, entre pueblo
y ciudad, como el sentimiento de diferenciación y de superioridad
por hablar español.

Tellus, ano 10, n. 19, jul./dez. 2010 221


En mi reflexión, veo difícil poder enseñar una lengua y mucha
menos motivar su uso cuando los hablantes siente que hablar su lengua
es evidenciar su orígen y causar su rechazo social. Por otro lado, sobre
qué debemos pensar y repensar cuando sabemos que las personas ocultan
su lengua indígena, la cual no implica exactamente un rechazo o aban-
dono de la lengua sino un medio de defensa. En este sentido, creo que
nos llama a entender y a considerar el sentimiento de las personas a
quienes enseñamos sobre su lengua o la lengua indígena que se enseña.
Esto quizás hará que se cuestione el espacio de donde se enseña la lengua
indígena, considerando los conflictos que se presenta en cuanto a espacio,
contexto y lengua; es decir, ¿en dónde deberíamos de enseñar, en la ciudad
o en una comunidad, en donde se rechaza o donde se habla?, la lengua
se debe empezar a fortalecerse en la escuela o en la familia, y ante esto
qué debería de hacer la escuela. A mi modo de pensar, enseñar la lengua
indígena en la ciudad es un esfuerzo inútil porque creo que muy bien lo
señalan los padres y los jóvenes, en la ciudad hay que hablar español y
en el pueblo maya. Por eso considero urgente analizar la posibilidad de
poder rediseñar estrategias de enseñanza que efectivamente considere
la inclusión de la comunidad en la enseñanza de la lengua indígena, esto
podrías que la Universidad haga de la comunidad un verdadero espacio
de aprendizaje y al mismo tiempo la Universidad se convierte un espacio
abierto a la comunidad para la enseñanza. Desde luego que esto lo tiene
que encabezar la escuela, debe motivar y liderar esta cuestión porque la
comunidad como lo hemos concebimos no le dan tanta importancia a la
lengua indígena, ya que se le ha hecho ver al español como la única
lengua de la escuela.
Por otra parte, también es menester señalar preguntarse ¿cómo es
posible fortalecer la lengua a través de la enseñanza en la universidad, si
desde la primaria los profesores ya han introducido concepciones de
rechazo a los alumnos? Por eso, cuando llegan a la secundaria, ya existen
sentimiento de rechazo, y, ¿qué será en el bachillerato?, y peor aún cuando
lleguen a la universidad. Considero importante analizarlas estas
cuestiones para pensar por qué lado actuar y dónde comenzar.
Pero eso no es todo; ¿cómo podemos fortalecer la lengua en la
escuela si los padres esperan que la escuela enseñe español a sus hijos y
al no ser así, se vean obligados a enseñar con sus carencias ellos mismos
el español a sus hijos?¿Cómo a estas alturas entrar con discursos de
enseñanza de la lengua maya cuando los verdaderos maestros son las
madres y los padres mayas? Más bién la escuela debería de centrarse a
enseñar bién el español y dejar de usurpar el lugar de quienes lo pueden

222 Hilario Chi CANUL. “Aquí hablo maya, pero allá debo hablar españhol”...
hacer mejor; en otras palabras, que se entienda que los padres lo que
quieren es el español, y ¡un buen español!, para sus hijos, inclusive para
ellos mismo, y que se dejen la enseñanza de la lengua maya a manos de
quienes lo hace bién. Creo que esto también es una marcada oportunidad
de donde empezar a actuar por el bien de la lengua y por el mejor
entendiendo de la Educación Intercultural Bilingüe para no seguir
solamente usando los apellidos Bilingüe e Intercultural como simples sím-
bolos de nuevos y reformados modelos de educación para la sociedad
indígena.
Sin embargo, también tengo en cuenta que la enseñanza de una
lengua no es una cuestión mecánica o de simples recetas, sino que debe
de haber una razón social y/o comunitaria para hacerlo, un sentimiento
étnico o una necesidad identitaria grupal.

Notas:
1
“...Dónde vas a escuchar español antes, nadie sabía español, nadie Santo Ángel,
es pecado decirte [...], cuando nos quitamos de Chunbaalche’ nadie estudiaba, no
había maestro [...], por eso, no aprendimos, nos hicimos personas grandes, no
aprendimos [...]. Cuando empezaron a venir las personas, las personas de Carrillo,
y el estudio es cuando se aprendió el español, si no, no había español [...]. Cuando
iban a Carrillo, es cuando todos aprendieron [...]. Cuando todos salieron y se
mezclaron con los dzules, es cuando se aprendió. Hoy todos hablan el español,
hasta las mujeres y los niños (as), alguno de ellos lo saben. Así se aprendió, cuando
nos mezclamos con los dzules [...]. Se Sigue hablando la maya, así, se habla maya y
se habla español también, se mezcló así, eso digo...”
2
Sobre el caballo vino en el camino de Yóo’-ts’ono’ot vino, tenia tres caballos, dos
tenía carga y el otro es lo que monta, cuando el venía pasaba a vender de casa en
casa en el pueblo, pero solo hablaba español y aquí como nadie habla español, tuvo
que hablar a Agusín para que lo ayude con la traducción en maya, dentro de eso,
empezaron las personas a hablar español. Así llegó, Don Tabasco lo trajo en que
venía a vender. (Traducción propia).
3
Walter Gutiérrez (2003, p.4), Presidente del Consejo Educativo Aimara, en Bolivia,
lo expresa así: “La EIB abre la posibilidad de una educación propia; esto plantea
por consecuencia una lucha de poderes. A través de la EIB como instrumento de
liberación, más adelante nos permitiremos detentar el poder, con el sólo afán de
construir una sociedad más justa y equitativa, de respeto a los derechos que ahora
sólo estamos soñando”
4
“En la escuela se debe de enseñar español”, expresión de un padre de familia
desesperado porque en la escuela primaria en lugar de enseñar español se está
hablando a los niños en maya.

Tellus, ano 10, n. 19, jul./dez. 2010 223


BIBLIOGRAFÍA

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Recebido em 26 de junho de 2009


Aprovado para publicação em 2 de julho de 2010

224 Hilario Chi CANUL. “Aquí hablo maya, pero allá debo hablar españhol”...

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