Masas Denominadas Criminales

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Capitulo II: Masas denominadas criminales

El concepto de masa fue definido por el sociólogo francés Gustave Le Bon como “una
agrupación humana con rasgos de pérdida de control racional, mayor sugestionabilidad,
contagio emocional, imitación, sentimiento de omnipotencia, y anonimato para el
individuo”.
Debido a que las masas después de un periodo de exaltación, pasan a un estado en
donde si inconsciente toma el control de sus acciones y se ven caracterizadas por la
influencia de un grupo que anula si voluntad individual y lo lleva a obrar de manera
determinada. Parece difícil clasificarlas como criminales porque legalmente pueden ser
criminales pero psicológicamente no pueden ser criminales porque están inmersos en
una pérdida de control emocional que de una u otra manera por la presión que genera
el ambiente lo puede manipular.
Los autores que establecieron el nexo de unión entre la psicología de las multitudes y la
antropología criminal, creadora del concepto de “delito colectivo” para definir la
actuación de las masas, fue el juez Gabriel Tarde, quien publicó en 1892 Les crimes
des foules, y Scipio Sighele, quien estudió con Enrico Ferri en Italia, y publicó en 1891
La Folla delinquente, traducido al inglés como The Criminal Crowd.
Enmarcados en las teorías de -o críticos con- Cesare Lombrosso, intercambiaron los
rasgos exclusivos de los delincuentes individuales con los de las masas, para iniciar un
debate sobre la responsabilidad penal de las multitudes, un nuevo delito, denominado
colectivo, en el que los conductores obtenían el máximo grado de responsabilidad
penal, y la de sus seguidores podía llevar consigo o no algún tipo de eximente. En todo
caso, se configuraba un delito nuevo, el provocado por las masas en su conjunto,
situándolas en la ilegalidad, después de marginarlas como fuente de poder y soberanía.
El principal motivo de los crímenes en masas es una sugestión poderosa, o la perdida
de racionalización por la seguridad que significa estar en anonimato y solo ser llamado
como parte del grupo X, los individuos que participan en tales crímenes están después
convencidos de que actuaron obedeciendo a su deber, algo que está lejos de ser el
caso de un criminal común. La obediencia a la sugestión procede de un origen
colectivo y la convicción de que el asesino ha cometido un acto que beneficie o que sea
bueno para los demás al ver que goza de la aprobación unánime de los ciudadanos.
La movilización colectiva se concibe como una patología social conducida por mentes
criminales, en las que sus participantes no tienen nexos comunes con los individuos
libres y responsables en el uso de sus capacidades racionales. Estas masas son un
aglomerado de individuos que por el impulso de os instintos provocan terremotos
sociales de manera inconsciente y causan problemas a la población.
Este tema ha sido objeto de discusiones vistos desde dos polos opuestos, la masa
ciega y criminal y la masa es buena, es natural, representa el alma colectiva, encarna a
toda una nación, las diferencias de opiniones nunca faltan, lo real es que hay que hacer
conciencia sobre las consecuencias de las acciones inconscientes que llevan a una
persona a cometer actos que deben ser castigados.
Un ejemplo de las masas denominadas criminales pueden ser los daños que los grupos
causan durante las manifestaciones y las consecuencias que estas generan hacia
grupos que no están involucrados. O los linchamientos que ocurren sin tener ninguna
prueba física contra una persona y le causen daño físico, psicológico y moral.

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