Filosofia Tema 3

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TEMA 3 FILOSOFÍA DE LA EDUCACIÓN

SUBJETIVACIÓN Y EDUCACIÓN: SUJETOS DE


LA EDUCACIÓN Y SUJETOS EN LA EDUCACIÓN

INTRODUCCIÓN
Este tema se encuentra enmarcado dentro de Filosofía de la educación, que según
Cullen (2012) se trata de una actitud reflexiva de la práctica educativa, de las ciencias
de la educación y de la historia de la educación. Busca un pensamiento crítico que
cuestione fundamentos y legitimaciones, es decir que busque romper con el discurso
dominante. La educación constituye un problema filosófico que ha sido estudiado a lo
largo de la historia, y puede ser definida como un conjunto de procesos y
procedimientos que le permiten al ser humano acceder a la cultura.

SUBJETIVACIÓN Y EDUCACIÓN
Para dar inicio a este tema es imperante definir lo que es la subjetividad. De
acuerdo con Amorín (2008) hablar de subjetividad posee una doble acepción:

-La subjetividad individual se refiere a “una disposición interna que el sujeto ha


construido de una forma personal y social, a partir de su interacción con el entorno
inmediato y el entorno ampliado”. Es decir que la subjetividad refiere a la peculiar
condición única, e irrepetible de percibir, pensar, sentir, y hacer que se va adquiriendo
y construyendo en el ciclo vital del sujeto. Podemos decir entonces que es un
constructo que se ve reflejado cada vez que procedemos, intervenimos o tomamos
una decisión. Siempre actuamos subjetivamente ya sea desde lo cognitivo, lo
emocional o lo motor.
-La subjetividad colectiva se trata de representaciones sociales, imaginarios
colectivos que comparten los integrantes de una época histórica y que constituyen un
modo de vivir dominante que hace lazo social y es presentada como la realidad.

El proceso de constitución de la subjetividad se da en la relación e intercambio con los


otros sujetos. Es decir que se construye en la trama intersubjetiva (mediante vínculos)
desde las experiencias infantiles tempranas. La subjetividad se da dentro de una
matriz vincular.
La subjetividad individual posee tres dimensiones: el sujeto biológico o del
organismo, sujeto psicológico y por último el sujeto sujetado. Para esta temática cobra
mayor relevancia este último. El sujeto sujetado remite a la construcción de la
subjetividad de acuerdo a las condiciones socio-históricas-epocales. El sujeto está
sujetado a la ideología dominante a través del proceso de socialización. Este proceso
produce sujetos “programados” para repetir el statu quo, reiterando lo que es
considerado “normal”. Es decir que cada periodo socio-histórico promueve modelos y
contenidos específicos, de modo tal que cada sociedad produce subjetividades
determinando las formas con las cuales se constituyen sujetos a los que se les otorgue
un lugar y pertenencia. Así la subjetividad de cada época es producto del modo en que
cada sociedad articula las relaciones sociales, las prácticas colectivas, los discursos
hegemónicos y contra-hegemónicos.
Respecto a esto se produce la tensión innovación-repetición ya que la
tendencia de los sujetos es reproducir a-críticamente los estándares y modelos
estereotipados y cotidianamente asimilados. Es necesaria la existencia de sujetos que
produzcan una innovación cultural para producir cambios. Esa innovación consiste en
interpelar críticamente las verdades existentes en cada tiempo histórico. Siempre hay
grupos que buscan el cambio, la transformación y la reelaboración de las estructuras
sociales desiguales y discriminatorias, en la búsqueda de una sociedad justa, solidaria
y democrática (Giroux, 1990). Es aquí en donde entra en juego el papel de los
educadores y de la escuela.
Por su parte Foucault (1975) afirma que los dispositivos disciplinarios modernos
(entre ellos la escuela) se articulan con el fin de producir un tipo de mentalidad acorde
con determinadas condiciones culturales. Plantea que la subjetividad es el resultado
de las inscripciones que estos dispositivos dejan en los sujetos. Los espacios cerrados
de las instituciones disciplinarias (familia, escuela, hospital, etc.) moldean las acciones
de los individuos; normalizan y evitan el comportamiento desviado. Este proceso de
subjetivación se inicia en el cuerpo, que constituye la superficie donde las instituciones
imprimen sus disposiciones normativas, y a partir de esto, entra en el circuito
disciplinario donde el tiempo, el espacio, la combinación de fuerzas, la mirada y la
sanción se tornan estrategias para su vigilancia y control.

SUJETOS DE LA EDUCACIÓN Y SUJETOS EN LA EDUCACIÓN Es en la


Modernidad que se instala el concepto de sujeto. La separación cartesiana sujeto-
objeto influyó no solo en la ciencia sino también en lo educativo. Incluso en la
actualidad, en libros de didáctica encontramos el triángulo didáctico que involucra el

sujeto que aprende, el sujeto que enseña y el conocimiento. De acuerdo con Cerletti
(2015) el origen etimológico de la palabra “sujeto” es latino y significa: lo que está
arrojado o puesto debajo (sub= debajo, iectus= arrojado, puesto).
Si precisamos un poco más y nos detenemos en la expresión “sujeto de la educación”,
podemos apreciar en ella un doble significado: puede referir a alguien o algo que
interviene o participa o construye la educación o su educación, o, por otro lado, como
alguien o algo que es efecto, de la educación o está sometido a ella. El autor plantea
que, todo proceso de construcción subjetiva, en general, pero en especial en la
educación, supone que alguna forma de acción y alguna forma de sujetación. El sujeto
de la Modernidad (o sea, el ciudadano razonable y universalmente escolarizable) se
asume como sujeto libre (activo y creador) y, a la vez, como gobernable (sometido a la
ley y respetuoso del orden). Se ve entonces la contraposición entre libertad y
sujetación que constituye una gran tensión.
El desafío de la Filosofía de la educación es cómo lograr pensar de una
manera fértil este aparente contrapunto entre libertad y necesidad (o libertad y
obligación) en el contexto de la educación institucionalizada.
Si pensamos a los individuos como sujetos de la educación, la dimensión
“subjetiva” no sería entonces más que la de “sujeto” sujetado al sistema de
reproducción de los saberes y las prácticas dominantes. Si, por el contrario, se adopta
la perspectiva de que el sujeto tiene que ver con algún tipo de novedad o de alteración
en lo prefigurado institucionalmente, tendríamos un sujeto en la educación. Quienes
constituyen el sujeto colectivo (y se constituyen en él) son los reales protagonistas del
acto de enseñar y aprender. Se es partícipe de la propia formación a partir de una
decisión sobre el encuentro con los saberes y con el otro o lo otro.
Se desprende de lo anterior que no hay un sujeto general que trascienda las
situaciones, sino que hay sujeto de la situación o en situación. Tampoco el sujeto
preexiste a la situación, ya que se constituye a partir de y en una modificación de lo
esperable. Desde este punto de vista, no habrá encuentro entre sujetos
preconstituidos, ya que la subjetivación va a ser el posible resultado del encuentro.
Badiou (citado en Cerletti, 2015) ha desarrollado el concepto de “sitio de
acontecimiento”, que puede resultar útil para abordar los encuentros en las situaciones
de aprendizaje. El sitio no es sólo el lugar físico (una escuela, en un salón) sino, el
especial, el lugar conceptual que hace inteligible que un saber y un hacer sea
compartido. Si alguien (un grupo y, por extensión, un individuo) “aprende”, quiere decir
que algo aconteció. Por cierto, quien enseña también aprende, por lo que es
importante caracterizar las posiciones más que los individuos, y un tipo de relación. La
institución nomina, fijando de antemano, lugares y posiciones y otorga

responsabilidades diferentes, pero lo que acontece, la excede distinguiendo así el


sujeto de o en educación.
REFLEXIÓN

La acción docente debería ser disponer los saberes existentes de una manera
especial, de modo tal que puedan ser interpelados subjetivamente, para que quizás
tenga lugar un pensar. El maestro o el profesor tienen la tarea de introducir desafíos
intelectuales y prácticos en el contexto de un grupo de aprendizaje. Se trata de una
decisión didáctica, filosófica y política. Hay siempre algo de incomodidad en la
intervención del pensamiento porque implica forzar un acceso diferente a lo sabido y
afrontar lo no sabido. Plantear una práctica desde los sujetos en la educación va en
consonancia con un paradigma crítico y más justo.
.

BIBLIOGRAFÍA
-Cerletti, A (2015) ¿Quién es el sujeto de la educación? Conferencia UBA
-Cullen, C (1997) Crítica a las razones de educar. Bs.As: Paidós
-Giroux, H (1990) Los profesores como intelectuales. Hacia una pedagogía crítica del
aprendizaje. Barcelona: Paidós.
-Foucault, M (1975) Vigilar y castigar. Siglo XXI
-Amorín, D (2008) Posibles apuntes para una psicología evolutiva. F.Psic

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