Preguntas
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sociedad
Los jóvenes estudiantes del siglo XXI tienen el desafío de vivir en una sociedad
multicultural e intercultural, constituyéndose en la base del aprendizaje de la
convivencia social/escolar. Este aprendizaje tiene su origen en las familias
(socialización primaria), y luego la escuela (socialización secundaria) debe reforzar
dichos aprendizajes a través de su curriculum explícito, así como en su curriculum
oculto.
Desde su tarea formativa, Soto (1995) plantea cuatro ideas fundamentales referidas a
la escuela (en Redondo, 2009):
i) Las escuelas no pueden ser analizadas como instituciones separadas del contexto
socioeconómico en el que están situadas.
iii) Los valores del sentido común y las creencias que guían y estructuran las prácticas
en la sala de clases, no son universales a priori, sino que son construcciones sociales
basadas en supuestos normativos y políticos específicos.
ORIENTACIONES:
Portada (1 página):
7. Lugar.
8. Año.
Índice:
Introducción (3 páginas):
• Objetivos.
Desarrollo (10 páginas):
• Para la Bibliografía (al final del trabajo) y las citas textuales o parafraseadas
(en el desarrollo del trabajo) se debe utilizar la Norma APA (séptima edición).
Formato general:
• Interlineado: 1,5 líneas.
• Letra: Arial, 12 puntos.
• Márgenes:
No se pagina: Portada ni Índice.
Este reto fue ampliamente reconocido durante los debates realizados por las
mesas de trabajo y las deliberaciones de la asamblea del Plan Nacional
Decenal de Educación 2006-2016. De allí resultaron cinco líneas de acción en
el campo de la gestión: (1) el fortalecimiento de la gestión y el liderazgo del
sistema educativo; (2) el fortalecimiento de la articulación intra e
intersectorial en los ámbitos nacional, departamental, municipal e
institucional; (3) el fortalecimiento de la efectividad y la transparencia del
sistema educativo; (4) la implementación de mecanismos adecuados de
inducción, selección, formación y evaluación del desempeño de los
responsables de la educación; y (5) el desarrollo de una cultura de evaluación para conocer, realizar y
controlar la gestión del sector y de las instituciones educativas. En síntesis: liderazgo, gestión y
transparencia, tal como se explica en este número de Revolución Educativa Al Tablero.
Calidad y gestión en la institución
La gestión educativa está conformada por un conjunto de procesos organizados que permiten que una
institución o una secretaría de educación logren sus objetivos y metas. Una gestión apropiada pasa por
momentos de diagnóstico, planeación, ejecución, seguimiento y evaluación que se nutren entre sí y
conducen a la obtención de los resultados definidos por los equipos directivos. Una buena gestión es la
clave para que lo que haga cada integrante de una institución tenga sentido y pertenencia dentro de un
proyecto que es de todos. En otras palabras, es fundamental lograr que todos "remen hacia el mismo lado"
para lograr lo que se quiere, y mejorar permanentemente. De ahí la importancia de tener en cuenta los
cuatro ámbitos de la gestión educativa. ( Ver Recuadro 1 ).
Una buena gestión escolar facilita el trabajo organizado y favorece el desarrollo de las
competencias
El PEI, el plan de estudios y el plan de mejoramiento son herramientas para orientar las acciones escolares
hacia el logro de las metas que el equipo directivo definió, en compañía de los demás integrantes de la
comunidad educativa. Estos propósitos, metas y acciones permiten que una institución tenga una "carta de
navegación" que debe ser conocida por todos para lograr el compromiso de cada uno, bajo el liderazgo del
rector1 y de su equipo directivo. ( Ver Recuadro 2 )
Este compromiso incluye la movilización y canalización del trabajo hacia el alcance de los objetivos en los
plazos establecidos para ello, así como el seguimiento y la evaluación permanentes de los planes y
acciones para saber si lo que se está haciendo permite alcanzar las metas y los resultados propuestos, y
qué ajustes hay que introducir para corregir el rumbo oportunamente. Asimismo se trata de poner a
marchar un sistema de gestión con sus fases correspondientes. ( Ver Recuadro 3 )
Las instituciones educativas que adelantan procesos intencionales de mejoramiento comparten una serie
de características que permiten la obtención de los resultados que se proponen:
Saben hacia dónde van, es decir, cuentan con un PEI conocido y consensuado en el que se
establecen claramente los principios y fundamentos que orientan su quehacer. Estos principios se
concretan en la misión, la visión y los valores institucionales, los cuales son la base para la
definición de los objetivos y la estrategia pedagógica.
Usan como referentes los lineamientos que el país ha establecido acerca de lo que todos los
estudiantes deben saber y saber hacer.
Utilizan información para tomar decisiones; por eso cuentan con registros actualizados sobre
aspectos tales como la asistencia de los estudiantes, las causas de ausentismo, sus resultados
académicos, el uso efectivo del tiempo escolar y de los recursos, el manejo de los problemas de
convivencia y las actividades que sus egresados están realizando, entre otros.
Tienen un modelo organizativo basado en el liderazgo claro del rector y en el trabajo en equipo.
Apoyan y aprovechan el talento de sus docentes brindando espacios para que diseñen sus clases,
las actividades curriculares y las evaluaciones de los aprendizajes; propician el intercambio
sistemático de experiencias, la búsqueda conjunta de soluciones a los problemas encontrados y de
prácticas más apropiadas para lograr más y mejores aprendizajes.
Ofrecen muchas oportunidades para que todos los estudiantes aprendan con interés y motivación.
Tienen altas expectativas sobre las capacidades de todos los estudiantes, es decir, comparten la
idea de que todos pueden aprender. Por ello, las diferencias relacionadas con las condiciones
sociales, culturales y económicas de los estudiantes son un reto importante en el momento de
definir sus estrategias pedagógicas.
Tienen ambientes de aprendizaje adecuados y hacen uso apropiado y articulado de los recursos
para la enseñanza y el aprendizaje.
Usan el tiempo adecuadamente, haciendo una rigurosa programación de todas las actividades que
se realizarán durante el año escolar y encargándose de que éste sea respetado.
Cuentan con mecanismos de evaluación claros y conocidos por todos, y utilizan los resultados
para mejorar.
Ofrecen un ambiente favorable para la convivencia y promueven el desarrollo personal y social.
Articulan acciones con los padres y madres de familia y otras organizaciones comunitarias para
potenciar su acción, con el fin de enfrentar problemas que no podrían resolver si lo hicieran de
manera aislada.
Preparan a sus estudiantes para continuar sus estudios postsecundarios o para tener buenas
oportunidades laborales. Para este propósito, están pendientes de los cambios que ocurren tanto
en el entorno inmediato como en el contexto más amplio.
Disponen de mecanismos de apoyo -programas complementarios para aliviar las situaciones de
pobreza y vulnerabilidad de los estudiantes y sus familias, por ejemplo-, puesto que están
insertas en un contexto comunitario y social más amplio en el que no son las únicas responsables
por el éxito o el fracaso de sus estudiantes.
Con base en lo anterior, las acciones que se están adelantando para fortalecer la gestión de las
instituciones educativas se orientan a la conformación de un sistema de aseguramiento de la calidad que
va desde el Preescolar hasta la educación Superior ( Ver Figura 1 ).
En el caso de la educación Preescolar, Básica y Media se han definido estándares básicos de competencias
para un conjunto de áreas fundamentales: lenguaje, matemáticas, ciencias naturales y sociales,
competencias ciudadanas e inglés como idioma extranjero. Los estándares son criterios claros y públicos
que orientan el diseño de los currículos y planes de estudio, y permiten saber si se están cumpliendo unas
expectativas comunes de calidad.
De otra parte, se está trabajando en la consolidación de un sistema de evaluación por competencias de los
estudiantes en momentos estratégicos del proceso educativo: finales de los ciclos de Básica Primaria y
Básica Secundaria, a través de las pruebas SABER; final de la educación Media, con la aplicación de los
exámenes de Estado, y culminación de estudios superiores, a través de las pruebas ECAES. Los resultados
de estas evaluaciones periódicas, sumados a los de las evaluaciones de desempeño de directivos y
docentes y a la autoevaluación institucional, deben servir de base para el diseño y puesta en marcha de
planes de mejoramiento en los cuales se definen las acciones concretas para el fortalecimiento. Asimismo,
se encuentra en desarrollo un sistema de acreditación y certificación de la calidad, mediante el cual las
instituciones y secretarías de educación podrán demostrar que los procesos que están implementando
cumplen unos requerimientos de calidad y apuntan al logro de buenos resultados.
El sistema educativo colombiano es descentralizado. Esto significa que los departamentos, distritos y
municipios certificados son los encargados, a través de sus secretarías de Educación, de la prestación del
servicio educativo en su respectiva área de jurisdicción, atendiendo a las necesidades de la población.
Una de las funciones de las entidades territoriales es dar acompañamiento y asistencia técnica a las
instituciones educativas, de tal forma que puedan poner en marcha sus planes de mejoramiento y así,
lograr los resultados propuestos. Para alcanzar este propósito es importante conformar equipos de
profesionales que se encarguen de identificar cuáles son las instituciones educativas que requieren mayor
apoyo -aquellas que tienen bajos resultados en las evaluaciones externas, las que funcionan en condiciones
inadecuadas, las que atienden a grupos poblacionales en situación de vulnerabilidad -, así como el tipo de
soporte que requieren. Con ello, cada Secretaría puede estructurar su Plan de Apoyo al Mejoramiento, una
herramienta de gestión que permite dar asesoría, asistencia técnica, sistematizar, hacer seguimiento y
evaluar los avances y dificultades de las acciones explícitas de mejoramiento.
Se espera que cada una de las 78 secretarías de educación certificadas y a través de ellas todas las demás,
elabore su Plan de Apoyo al Mejoramiento; para ello el Ministerio de Educación está asesorando y
acompañando a 20 de ellas en el diseño y puesta en marcha del mismo, con base en el diagnóstico de la
situación de la calidad educativa en la entidad territorial, en las demandas de mejoramiento de las
instituciones y en la orientación de ofertas tendientes a mejorar las condiciones de prestación del servicio
en las mismas, la cualificación de docentes y directivos en el marco de sus planes de mejoramiento, el
fomento al uso de los medios y las nuevas tecnologías en los procesos pedagógicos, la implementación de
modelos flexibles para brindar atención pertinente a grupos poblacionales ubicados en áreas rurales
aisladas, integrantes de etnias, desplazados, desvinculados, residentes en zonas de fronteras, entre otros.
Asimismo, el Ministerio también desarrolla un sistema de información para apoyar la gestión de la calidad
educativa, herramienta que se implementará a partir de 2008 y que permitirá que las secretarías de
educación puedan contar con datos actualizados y confiables para valorar el impacto de sus planes de
apoyo al mejoramiento en el mejoramiento de la calidad educativa nacional.
Tolerancia y creatividad
Hoy día, el profesor universitario tiende a ser el jefe supremo de su
cátedra, ejerciendo su autoridad con cierto exceso para impartir
conocimientos. Estos se convierten en una práctica para refrendar los
gustos e inclinaciones personales del docente durante las discusiones
en grupo. Nadie se detiene a analizar lo contrapuesto o endeble del
conocimiento impartido y, si existe esta posibilidad, el docente no
actuará como facilitador y mediador del proceso de enseñanza-
aprendizaje, sino como un defensor de posiciones principistas
reforzadoras de prejuicios, o de las fórmulas erróneas reproducidas
por los organismos internacionales que financian la reproducción de
conocimientos, muchas veces nocivos para el país, sobre todo en
materia de políticas públicas.
Simultáneamente, los estudiantes también reproducen actitudes
intolerantes y son presa de la improvisación, pues carecen de
habilidades de lectura de comprensión, hábitos sólidos para el
estudio, y tampoco tienen un firme interés de largo plazo que esté
motivado por el desarrollo de la investigación. Normalmente, los
estudiantes quieren titularse de manera inmediata por medio del
cumplimiento de algunos requisitos mínimos. Si bien reclaman la
necesidad de aprender competencias profesionales eficaces, no
poseen un sentido de autonomía para cultivar su propio pensamiento
mediante un esfuerzo particular. De esta forma es muy difícil la
renovación curricular y la enseñanza universitaria sustentada en el
aprendizaje de competencias duraderas y de calidad.
El proceso de enseñanza-aprendizaje por competencias es la facultad
de movilizar un conjunto de recursos cognoscitivos (conocimientos,
capacidades e información), para enfrentar con pertinencia y eficacia
una serie imprevisible de situaciones. Las competencias no son en sí
mismas, conocimientos, habilidades, o actitudes, aunque movilizan,
integran y orquestan tales recursos. El ejercicio de la competencia
pasa por operaciones mentales complejas, sostenidas por esquemas
de pensamiento, los cuales permiten determinar más o menos de un
modo consciente una acción relativamente adaptada a una situación.
Por lo tanto, los estudiantes y profesores ejecutan una movilización
de diferentes recursos para conseguir un objetivo. A lo largo de la
vida, uno aplica competencias triviales u otras vinculadas a los
ámbitos culturales o profesionales.
La adquisición de competencias requiere de intensos debates y
análisis desde diferentes perspectivas. En las aulas universitarias de
Bolivia las discusiones existen, pero están vacías de aportes científicos
y teóricos. Muchos debates son un ir y venir de actitudes defensivas y,
en el fondo, de posiciones dogmáticas sumamente sutiles.
En este ambiente institucional y pedagógico, los estudiantes actúan
de una manera práctica, evitando cualquier confrontación académica
con los profesores, limitándose a hacer lo mínimo porque esto
satisface las condiciones circundantes y da menos trabajo al
catedrático que tiene otras ocupaciones no académicas fuera de la
universidad. Lo importante es conseguir el título nobiliario-
profesional y el cartel que se puede adquirir para diferenciarse de los
demás.
El resultado es la ausencia de condiciones permanentes de incentivo
para cualificar la cátedra universitaria y dotar de mayores estímulos
para el aprendizaje de los alumnos. Por lo tanto, la crítica científica,
creatividad e imaginación, no pueden ser capturadas como
mecanismos movilizadores de la optimización y el mejoramiento del
proceso docente de pre o posgrado.
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La gestión educativa ofrece estrategias para mejorar las instituciones educativas.
¿Qué es la gestión educativa?
La gestión educativa es una disciplina que aspira a fortalecer el desempeño
de los planteles e instituciones educativos en un país determinado mediante la
aplicación de técnicas, instrumentos y conocimientos. Se trata de una suerte de
administración educativa, en el sentido de que intenta pensar el proceso educativo
como un todo organizado, sistémico.
×
De esta manera, la gestión educativa puede comprenderse a la vez como
una disciplina, un proceso y una estrategia, que interviene en el sistema educativo
para mejorar sus diversas etapas. Promueve la integración de los distintos
elementos que componen el acto educativo (alumnos, profesores y
comunidad).
Fuente: https://concepto.de/gestion-educativa/#ixzz7Q10zz43K
Todos estos ámbitos de los que te hemos hablado no podrían funcionar sin contar con
los recursos necesarios para ello, por eso este área es fundamental. Su principal reto
en la actualidad es identificar aquellas herramientas o talentos que pueden ayudar
a diferenciar al centro de otros, y gestionar los recursos para alcanzar los objetivos de
la forma más rápida y eficiente posible.
La gestión educativa comprende todos los procesos de diseño, puesta en marcha y
análisis de las acciones que se llevan a cabo en la institución, por ello es fundamental
conocer en qué ámbitos se puede trabajar y sobre todo cuáles son sus principales
retos hoy en día. Con todo, lo fundamental es que cada centro tenga claro cuáles
son sus objetivos, de qué recursos dispone y cómo puede gestionarlos de forma
eficaz y coherente con su misión, visión y valores.
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DIMENSIONES DE LA GESTION ESCOLAR.
Dimensión pedagógico-curricular:
Se refiere a los procesos sustantivos y fundamentales del quehacer de la escuela
y sus actores: la enseñanza y el aprendizaje. En el ámbito escolar considera, por
una parte, los significados, saberes y valores respecto de lo educativo y lo
didáctico (como se entiende la enseñanza, como se concibe el aprendizaje, como
se evalúa y desempeño de los alumnos, etc.); y por otra, las relaciones que
establecen y los acuerdos a los que llegan el director y los docentes para adoptar
el currículo nacional, esto es, los planes y programas de estudio, la asignación de
actividades y responsabilidades a los docentes, las maneras de planear y
organizar la enseñanza, el uso del tiempo disponible para la enseñanza, la
ubicación y el uso de los espacios de la escuela y las aulas para actividades de
enseñanza aprendizaje, la utilización de materiales y recursos didácticos, la
realización de acciones extracurriculares, los criterios para la evaluación y
acreditación delos alumnos; el seguimiento y acompañamiento entre docentes y
por parte del director delas actividades de enseñanza entre otras.
Dimensión comunitaria y de participación social:
Hace referencia al modo en el que la escuela (el director, los docentes) conoce y
comprende las condiciones, necesidades y demandas de la comunidad de la que
es parte; así como a la forma en la que se integra y participa de la cultura
comunitaria. También alude a las relaciones de la escuela con el entorno social e
institucional, considerando tanto a la familia de los alumnos, los vecinos y
organizaciones de la comunidad, barrio o colonia, así como a otras instituciones
municipales, estatales y organizaciones civiles relacionadas con la educación.
Desarrollo: Elaborara un Mapa Conceptual sobre el tema.