Sistema Muscular
Sistema Muscular
Sistema Muscular
Los músculos lisos están bajo el control del sistema nervioso autónomo o
involuntario. Se encuentran en las paredes de los vasos sanguíneos. También existen
en estructuras tales como la vejiga, los intesti nos y el estómago. Estos músculos
consumen menos energía, y por lo general son úti les para mover los fl uidos dentro
de los tejidos para ayudar a darles forma.
Los músculos son trozos, fibras o “masas de tejido” situados dentro del cuerpo y que nos permiten
hacer todos nuestros movimientos en compañía de nuestros huesos al tiempo que protegen
nuestro cuerpo y mantienen todo unido. Los humanos poseemos un total de 600 músculos.
Existen tres tipos de tejidos musculares: el esquelético, el cardiaco y el liso. Todos tienen
diferentes funciones que nos permiten movernos de diferentes maneras, y dichas funciones son:
Estabilidad: en compañía de nuestros huesos, los músculos se combinan y trabajan para dar la
estabilidad que nuestro cuerpo necesita, aquella que nos permite realizar todas nuestras
actividades del día a día sin caernos.
Protección: los órganos del cuerpo se ven protegidos gracias a los huesos, pero también gracias a
nuestros músculos, garantizando así el buen funcionamiento del cuerpo.
Producción de calor: el cuerpo necesita la llamada “energía calórica” para poder moverse,
trabajar, etc., y dicha energía calórica se consigue gracias a la contracción de todos nuestros
músculos.
En cuanto a su clasificación, los músculos se dividen en:
Músculos en el cuerpo
Músculos faciales: (facial y temporal) son los que le dan expresión a la cara y la ayudan a moverse.
Movimientos del ojo: (recto superior e inferior, recto interno y externo, oblicuo superior e inferior)
son los que permiten mover la vista del ojo en diferentes direcciones.
Movimientos del cuello: (trapecio y deltoides) permiten a la cabeza girar en dirección de 90° hacia
izquierda o derecha, o incluso ir hacia arriba o abajo.
Movimientos de dedos: (vaina del tendón, aductor…). Para poder sujetar las cosas o simplemente
mantenerse en pie, los músculos se mueven para poder tener un sistema de agarre casi perfecto.
Movimientos de piernas: (sartorio o bíceps femoral entre otros). Gracias a ellos podemos caminar
y transportarnos. Los bebés no pueden caminar cuando nacen y no es porque no quieran, sino
porque sus músculos no están del todo desarrollados aún. Para ello incluso hay ejercicios fáciles
para hacer con el fin de caminar más rápido, aunque esto no es necesario, pues cada uno tiene su
ritmo natural.
Cada músculo posee una determinada estructura, según la función que realice. Entre ellas
encontramos:
Orbiculares: músculos semejantes a los fusiformes, pero con un orificio en el centro. Sirven
para cerrar y abrir otras estructuras. Por ejemplo, el músculo orbicular de los párpados.
Flexión Extensión
Abducción Aducción
Pronación Supinación
Tendones
Composición celular
Cuando estas proteínas reciben energía, se deslizan la una sobre la otra. Esta
energía ti ra de los extremos de cada célula muscular. Los sarcómeros (o unidades de
función de la acti na y miosina) producen las bandas visibles al microscopio, propias
del músculo estriado. En el momento de la contracción, la cabeza de la miosina
libera a la acti na. Gracias a esto se puede desplazar hacia adelante y se une a la
siguiente unidad de acti na. Esto mueve los fi lamentos de proteína y contrae las
fi bras musculares.
Las células musculares lisas no conti enen estas bandas de proteína. Las fi bras de
acti na y miosina funcionan de manera disti nta al músculo esqueléti co.
Postura. Mantiene la forma del cuerpo estable, incluso en reposo, y cada parte del
cuerpo en su lugar correspondiente.