5 Potencias
5 Potencias
5 Potencias
Yehuiah
Lehahiah
Chavakiah
Menadel
Aniel
Haamiah
Rehael
Ieiazel
INTRODUCCION
“La Tradición nos dice que dichos Coros fueron organizados por
Jehová después del Diluvio, al iniciarse la Segunda Creación,
después de haber fallado la primera. Dicen los textos tradicionales
que dándose cuenta la divinidad de que el Hombre era incapaz de
interiorizar las energías creadoras que manaban a chorro de las
fuentes primordiales de vida, dividió el gran designio divino en 72
programas, de manera que le fuera más asequible al Hombre el
aprendizaje de la ciencia divina. Al frente de cada uno de esos
Programas, puso un Rostro angélico, encargado de impartir una
determinada asignatura y disponiendo de un determinado poder. Así
fue como los 72 Genios fueron domiciliados en el Zodiaco, a razón
de cinco grados por cada uno 72 x 5 = 360 grados y organizando las
clases de forma que cada día se expusiera un determinado Programa
hasta llegar a los 72. En este punto empiezan una nueva ronda de
Programas y así sucesivamente, por cinco veces consecutivas a lo
largo del año”.
Lo que otorga:
Cumplimiento de obligaciones.
Yehuiah era adorado por todos. Los reyes lo respetaban y los Dioses
le otorgaban su poder y su gracia.
YEHUIAH
PLEGARIA
YEHUIAH: Dios que conoce todas las cosas.
El Eterno conoce el pensamiento del hombre y sabe de su vanidad.
YEHUIAH exhorta:
Pero desde que Lehahiah se coronó rey, exigió a todos fidelidad para
acabar con la injusticia y con la corrupción.
Todos esperaban que su propósito fuese custodiar y proteger a
Masar de los traidores y asesinos, y así fue, pero para lograrlo dictó
una orden en la que abolió el derecho a ser juzgado. El se proclamó
único juez y empuñando su espada sentenciaba a diestra y siniestra.
LEHAHIAH
PLEGARIA
LEHAHIAH: Dios Clemente.
Israel, pon tu esperanza en el Eterno, desde ahora y para siempre.
LEHAHIAH exhorta:
Lo que otorga:
Aquellos que les conocían, decían que habían nacido el uno para el
otro, y cualquiera que hubiese tenido la oportunidad de conocerles,
llegarían a la misma opinión, y es que desde muy pequeños El e Iah
sintieron algo muy especial que les llevó a una amistad que muchos
envidiaban.
Pero llegó el día en que Iah tuvo que abandonar el pueblo. Era un
poco mayor que El, y debía desplazarse a la ciudad para continuar
sus estudios.
Habían estado tanto tiempo juntos que nunca pensaron que algún día
tendrían que separarse.
No, para eso no estaban preparados, al menos eso pensaba El, que
veía como un profundo vacío nacía en su pecho cuando Iah le
contaba sus proyectos.
Ya veo que tus estudios son más importantes que yo -dijo indignado
El -.
¿En verdad crees éso?. Eres injusto conmigo. Pensé que eras mi
mejor amigo, pero veo que tan solo te importas tú -contestó Iah
ofendida y dolida -.
Muchacho, ¿por qué has escogido el camino más difícil que tan sólo
te lleva al sufrimiento? Tienes en tus manos la posibilidad de
cambiar las cosas. Si has ofendido a Iah, pídele perdón y reconciliate
con ella. ¿No es eso lo que más desea tu corazón? -le dijo el espíritu
-.
Pero El apenas si podía oír ya su voz, pues corría presuroso en busca
de Iah. Le iba a pedir perdón y a reconciliarse con ella, pues
compendió que el mal tan solo podría cambiarlo con el bien, y él lo
tenía en sus manos.
CHAVAKIAH
PLEGARIA
CHAVAKIAH: Dios que da la alegría.
Amo al Señor por haber escuchado la voz de mis oraciones.
Lo que otorga:
Conservar el empleo.
Esta es la historia de dos niños muy diferentes el uno del otro, pero,
a los que el destino caprichosamente o no, unió. Pero veamos como
ocurrió:
Durante toda una tarde estuvo pensando cómo podría acabar con su
rival. Maquinaba uno y otro plan hasta que al final concibió una
acción maliciosa.
Llegó el segundo día de examen y ese era el elegido por Brusco para
llevar a cabo su mala idea.
Fidel vio inútil defenderse, pues la rabia del profesor no daba lugar a
discusiones.
Sin embargo, Menadel creía conocer a sus alumnos, y fue ello lo que
le llevo a decir:
MENADEL
PLEGARIA
MENADEL: Dios Adorable.
Eterno, quiero permanecer en tu casa, en el lugar donde tu gloria
habita.
MENADEL exhorta:
Lo que otorga:
Las clases de Naturales solían ser muy aburridas, y en eso todos los
niños estaban de acuerdo. El profesor hablaba, hablaba y lo único
que conseguía era dormir a los alumnos. Esto era así hasta tal punto,
que para muchos cuando llegaba el día en que tocaba Naturales se
ponían incluso enfermos.
Bueno, esto fue así, hasta que un día y quien sabe si por manos del
azar o porque la v¡da quiso gratificar los esfuerzos de aquellos
niños, Don Javier, el profe que tenía el arte de aburrirles, sufrió un
desafortunado accidente que le impediría asistir a clase durante todo
el curso.
Los alumnos se vieron poco a poco interesados por lo que Don Aniel
les contaba. El contacto con la naturaleza fue ganando su atención y
la prueba de ello eran aquellas preguntas que el profesor debía
responder.
¿Por qué los árboles dan frutos? -preguntó uno de los más inquietos
del grupo -.
Con este propósito, el rey Kether reunió a sus dos Consejeros y les
dijo: ¿Qué necesitáis para llevar acabo vuestro plan?
Aquel reino fue fecundo y dio muchos frutos, y tanto el rey como
sus dos consejeros vivieron felices con su obra.
ANIEL
PLEGARIA
MENADEL: Dios Adorable.
ANIEL: Dios de las Virtudes.
Oh Dios de los ejércitos, levántanos. Mostradnos vuestra faz serena
y estaremos salvados.
ANIEL exhorta:
Lo que otorga:
Desde ese día tan desafortunado, la Luz que les guiaba se difundió
de tal forma, que quedaron presos de la oscuridad, y aquello solo
podía significar una sola cosa, la perversión.
-Hacia el Este sabio Oráculo La Luz de la Vida nace todos los días
por ese punto y en él todo tiene su principio y no su fin, es la Eterna
Transmutación.
HAAMIAH
PLEGARIA
HAAMIAH: Dios la esperanza de todas las criaturas de la tierra.
Eterno, tú eres mi refugio. Tú haces del Muy?Alto tu retiro.
HAAMIAH exhorta:
A través de mí los misterios
se revelan a la inteligencia
y los hombres pueden contemplar la Magia de la Creación.
Para descubrir mis secretos,
debes volver tu faz hacia el Este,
dejando de contemplar los objetos
que yacen en el Oeste, cristalizados y perdiendo su luz.
En mi Oriente encontrarás
un eterno fluir.
Verás como los castillos se derrumban,
dejando en la tierra la simiente de nuevas edificaciones.
Yo pondré en tu imaginación el soplo de la fe
para despertar en ti el amor por los espacios libres.
Yo te inspiraré el gesto y la palabra
con los que levantar el castillo de la Verdad,
que ha de ser morada para los que sueñan con la gran aventura
de la conquista del lejano Este,
donde todo tiene su principio y no su fin.
Si puedes oír mi soplo, peregrino,
serás el Profeta,
serás el Mago,
serás aquél a través el cual todo se renueva.
Aquél que destruye para volver a levantar,
aquél que en las aguas usadas de los sentimientos
sabe encontrar el Fuego de la Eterna Verdad,
de la Eterna Vida, de la Eterna Transmutación,
de la Eterna Permanencia.
Lo que otorga:
Curación de enfermedades.
Longevidad.
Conservación de la salud.
REHAEL
PLEGARIA
REHAEL: Dios que recibe a los pecadores.
Escuchad, Señor, apiadaos de mí. Señor. acude en mi socorro.
REHAEL exhorta:
Lo que otorga:
Los ojos del rey Irol estaban dolidos por el llanto. Durante siete
largos ciclos de la luna, no había cesado de llorar la desgracia que
afligía su corazón. Lamentaba la crueldad del destino y no
perdonaba las malas artes de Agatán, la bruja que había secuestrado
a su única y amada hija.
Debemos tener valor amado rey -dijo otra voz-. Es el único poder
contra el que Agatán no podrá hacer nada. Si tanto es su poder por
qué hacer un trato. Algo ha de temer y debemos averiguar qué es.
¿De dónde vienes chico?, ¿acaso no sabes que la princesa Azar está
prisionera en el castillo de la bruja Agatán? -explicó aquel al que
había preguntado -.
Vengo del monte. Allí llegan pocas noticias. Soy Ieiazel, el pastor.
Estoy buscando a una oveja extraviada, pero tal vez pueda ser de
ayuda -advirtió humildemente el muchacho -.
Sin pensárselo más, recogió el resto de las ovejas y se dirigió en
dirección. al castillo de Agatán.
Desde aquel día, la bruja perdió todo su poder sobre el reino que
gobernaba el rey Irol, pues el corazón de cada hombre se purificó
siguiendo el ejemplo de Ieiazel, el joven pastor.
IEIAZEL
PLEGARIA
IEIAZEL: Dios que regocija.
¿Por qué, Eterno, rechazas mis plegarias, por qué ocultas tu rostro?
IEIAZEL, Despiértame, Señor, del sueño de la razón,
fertiliza mi mente con los puros anhelos,
haz que pueda ofrecer a la sociedad que me rodea
una visión equilibrada de tu Reino.
Permíteme, IElAZEL, liberarme
de los enemigos interiores y exteriores;
desprenderme de todo aquello que me mantiene prisionero
a los niveles inferiores de tus mundos,
a fin de que a través de mi alma
pueda correr el mensaje que proclama
tus Altos Hechos.
Y cuando la fuente del Aleph
mane de mis entrañas,
mantenme, Señor, próximo a los hombres,
para que no vean en mi un ser extraño;
para que puedan escucharme confiados
y ser, para ellos, canal hacia el Eterno.
IElAZEL exhorta: