8 Arcángeles
8 Arcángeles
8 Arcángeles
Nemamiah
Yeialel
Harahel
Mitzrael
Umabel
Iah Hel
Anauel
Mehiel
INTRODUCCION
El Iniciado, para alcanzar esa condición espiritual, ha debido recorrer paralelamente las dos Sendas
Iniciáticas: la del conocimiento y la de la devoción. A lo largo de todos mis años de convivencia con
el mundo de lo espiritual, he podido conocer a aspirantes al conocimiento, sedientos del saber
cósmico, y también he podido compartir muchos momentos con aquellos que han sido llamado
por la voz del corazón, estos se alimentaban, fundamentalmente, de la fe.
Es muy importante en la búsqueda de la verdad, no olvidar que los dos caminos deben recorrerse
conjuntamente. Si decidimos enfocar nuestros trabajos tan solo en uno de ellos, debemos saber
que dejamos pendiente asignaturas que aguardaran otros momentos de nuestra conciencia para
ser desarrollada.
“Lo peor, en la sociedad en que vivimos, es que la gente ha dejado de creer en los milagros; es
decir, ha dejado de creer que cada hombre lleva incorporada en sí la divinidad, y que si se recurre
a ella, nos saca del atolladero. Para esa divinidad que todos llevamos dentro, no hay
enfermedades incurables, ni problemas insolubles, ni existe lo que llamamos fracaso,
incomprensión, soledad. Somos portadores de un inmenso poder, pero no lo utilizamos, no
sabemos ni tan siquiera que este poder existe y que está constantemente a nuestro alcance”.
“El repertorio de Potencias Celestiales a las que van dedicadas estas Plegarias, procede de la
Tradición. Esas personalidades cósmicas están agrupadas en 9 Coros, formados cada uno de ellos
por 8 Rostros Divinos: son los llamados Coros Angélicos en la terminología cristiana, y conocidos
con el nombre de Genios por la tradición cabalística”.
“La Tradición nos dice que dichos Coros fueron organizados por Jehová después del Diluvio, al
iniciarse la Segunda Creación, después de haber fallado la primera. Dicen los textos tradicionales
que dándose cuenta la divinidad de que el Hombre era incapaz de interiorizar las energías
creadoras que manaban a chorro de las fuentes primordiales de vida, dividió el gran designio
divino en 72 programas, de manera que le fuera más asequible al Hombre el aprendizaje de la
ciencia divina. Al frente de cada uno de esos Programas, puso un Rostro angélico, encargado de
impartir una determinada asignatura y disponiendo de un determinado poder. Así fue como los 72
Genios fueron domiciliados en el Zodiaco, a razón de cinco grados por cada uno 72 x 5 = 360
grados y organizando las clases de forma que cada día se expusiera un determinado Programa
hasta llegar a los 72. En este punto empiezan una nueva ronda de Programas y así sucesivamente,
por cinco veces consecutivas a lo largo del año”.
Puedo asegurarles que el acercamiento consciente a las Entidades Angélicas, para solicitar su
ayuda cuando nos encontramos necesitados de luz, dará lugar a una profunda comunicación con
Ellos. No hay normas que determinen que esa comunicación debe ser de un modo específico. He
conocido casos en los que la comunicación se ha producido durante el sueño; en otras ocasiones,
como consecuencia de una meditación... El caso más reciente que puedo compartir con vosotros,
se produjo simplemente solicitando que se ofreciera la oportunidad para solucionar una situación
de desarmonía, era necesario que se produjera el encuentro entre las partes enfrentadas. No era
fácil, doy fe de ello, pero se produjo el momento mágico, y el encuentro tuvo lugar.
Cuando pedimos desde nuestro corazón, guiado por la comprensión de que es necesario que en
nuestra vida no haya ni un solo rincón donde no llegue la luz, podemos estar seguros de que
recibiremos respuesta. Tan sólo recomiendo adoptar una actitud: ESTAR DESPIERTO. Es decir,
vivamos como si estuviésemos en constante comunicación con los Seres de Luz, en verdad, no nos
estamos inventando nada que no ocurra a diario, lo que pasa es que no lo hacemos
conscientemente.
Estas Plegarias y Exhortos que se exponen no debemos entenderlas como la única manera de
dirigirnos a las Entidades Angélicas. Es un camino. Es importante que conozcas, que en ti, en todos
nosotros, se encuentra la capacidad de poder encontrar nuestras propias palabras o gestos para
lograr comunicarnos. El Amor, conjuntamente al Conocimiento, sabrán inspirar a todo aquel que
quiera construir con esos materiales, el “edificio” de su propia existencia.
Arcángeles
Nemamiah
Regencia zodiacal: 26º al 27º de Tauro; 8º al 9º de Leo; 20º al 21º de Libra; 2º al 3º de Capricornio;
14º al 15º de Piscis; 10º al 15º de Capricornio.
Lo que otorga:
Mercura ya no era ese paraíso terrenal donde sus habitantes vivían felices y en paz. Dejó de serlo
desde que las tropas barbaras procedentes de las tierras de las sombras emprendieron la hostil
empresa de conquistarla.
Cuatro años de luchas pesaban ya mucho sobre esa fértil y rica comarca. Muchos eran ya los que
habían abandonado el plano físico para emprender la aventura de retornar a su estado de espíritu
y habitar los planos de la luz invisible.
La situación se hacia cada vez más insostenible y la única solución era atacar al enemigo, pero,
¿quién dirigiría el combate?. Esa era la difícil cuestión.
Fue por este motivo que reunieron a los hombres más valientes del reino. Entre todos ellos debían
escoger a uno.
Nemamiah era hábil, muy hábil con la espada. Jamás ningún otro guerrero le había vencido en
batalla, y aquella reputación le llevó a ser nombrado príncipe de los ejércitos. Ahora la paz de
Mercura estaba en sus manos.
El valiente Nemamiah pensaba que debía romper el cerco que mantenían en la ciudad el enemigo,
y se dijo que el único modo de hacerlo era atacando de imprevisto.
Era tanto el ardor que animaba al osado guerrero que reunió al ejercito para prepararle para el
combate. Debía aprovechar el desconcierto de la noche para hacerlo, y aún el Sol estaba muy alto
en el cielo. Tenía tiempo de descansar un poco antes de emprender la batalla.
Nemamiah se entregó en manos del espíritu del sueño y este trasladó a su alma hasta el primer
cielo donde se encontró con un ser extraño.
¿Quién eres que tanta luz desprende tu cuerpo?, acaso un Dios? -preguntó muy sorprendido-.
Tan solo soy un humilde servidor de la luz que quiere alumbrar tu camino y ayudar a tu pueblo -le
dijo.
No seré yo quien lo haga sino tú con tus esfuerzos -contestó el espíritu de luz -.
No, no debes hacerlo, has de luchar por la tierra prometida pero no caigas en la tentación de
entrar en ella antes de tiempo -aconsejó el espíritu -.
El mal debe agotar sus fuerzas y cuando lo haya hecho, entonces debéis atacar, y la victoria será
vuestra.
Así transcurrieron seis días, seis largos días sumidos en la más espesa niebla, pero al séptimo, el
Sol disipó la oscuridad y aquello fue interpretado por Nemamiah como la señal de que las fuerzas
enemigas habían agotado sus fuerzas.
Atacó, y lo hizo con su bravura habitual. En aquella ocasión lograron vencer al enemigo de una vez
para siempre. Después de aquella terrible batalla, la paz retorno de nuevo al reino de Mercura,
pero aquella paz no era para Nemamiah, pues otras batallas le aguardaban y debía afrontarlas con
la única estrategia del amor, de la belleza, de la paz.
NEMAMIAH
PLEGARIA
anticipadamente.
NEMAMIAH exhorta:
la espada en la mano,
esa paz.
Regencia zodiacal: 27º al 28º de Tauro; 9º al 10º de Leo; 21º al 22º de Libra; 3º al 4º de
Capricornio; 15º al 16º de Piscis; 15º al 20º de Capricornio.
Lo que otorga:
Combate la tristeza.
Si la tristeza se pudiese medir, ninguna báscula podría con tanto peso, al menos así se lo parecía al
desdichado joven que acababa de saltar al vacío de un profundo abismo con la única intención de
poner fin a todas sus penas.
Pero a veces y aunque queramos burlar nuestro destino, este nos lo pone difícil, y eso fue
precisamente lo que le pasó a Yeialel.
El perturbado joven en su afán de acabar pronto con su vida no se percató de los ramajes que
crecían en los bordes de aquella garganta siniestra, y en la caída su cuerpo fue frenado por éstos,
impidiéndole estrellarse en el suelo.
No obstante el golpe no fue suficientemente duro, lo que hizo que perdiera el conocimiento. Seria
entonces, cuando el imprudente Yeialel tendría una experiencia inolvidable que vendría a cambiar
su vida para siempre.
Su cuerpo sin sentido estaba protegido por el follaje de una espesa vegetación, pero su espíritu ya
no se encontraba en su interior.
Qué extraño era todo aquello, -pensó Yeialel, que miraba con admiración el lugar donde se
encontraba-.
Atención todos los presentes, el caso de la Suprema Justicia contra Yeialel lo preside el honorable
Juez Mersat.
iOh Dios!, ¿qué estaba ocurriendo? Debo de estar muerto y esto es el Juicio Final -se dijo Yeialel,
asustado -.
Levántese el acusado -ordenó imperiosamente una nueva voz, era el Juez Mersat-. Debe contestar
sin titubeos y no intente mentir pues tengo en mi poder un informe muy completo de su vida que
amablemente me han confiado los Señores Archiveros.
Sin que el joven se atreviese a abrir la boca, el Juez siguió con su exposición.
Contesta, ¿por qué has osado acabar con tu vida física?, ¿acaso no sabes que eso es atentar con el
principio de la creación? -le preguntó el Juez -.
¡Cobarde!, eres un cobarde. Mira atentamente esta pantalla y verás lo que es bueno.
Ante su mirada perpleja, apareció un valle donde reinaba la más espesa oscuridad, de él partían
gemidos y quejidos de almas afligidas por el dolor.
Son almas que como tú buscaron solucionar sus problemas poniendo fin a sus vidas, pero su
destino no les exigía retornar a su patria espiritual y ahora vagan en espera de que ese día llegue,
sintiendo el mismo dolor, e incluso más, que cuando vivían.
Bien, veo que has aprendido la lección. Has tenido suerte, pues tu cuerpo no llegó a estrellarse en
el abismo. iAy de ti si lo intentas de nuevo!, entonces ya no tendrás esa suerte y te verás formando
parte de ese pelotón de desdichados.
Yeialel recobró la conciencia sobresaltado. ¿Habría sido una pesadilla? Pero tuvo la evidencia de
que había algo de verdad en ello.
Aun le parecía estar oyendo aquellos lamentos. Con esfuerzos y el deseo intenso de experimentar
la vida Yeialel logró salir de allí. Ningún problema por grave que este fuese le volvería a afligir.
Encontraría las soluciones lógicas a los problemas, y la tristeza ya no seria un peso para él. Había
abierto los ojos y en adelante, sus pensamientos volarían más altos, transcendiendo las realidades
materiales.
YEIALEL
PLEGARIA
Mi alma está turbada. Y Tú, Eterno, ¿hasta cuando tendré que esperar tu socorro?
de la necesidad real
un objetivo útil
un objetivo,
Harahel
Regencia zodiacal: 28º al 29º de Tauro; 10º al 11º de Leo; 22º al 23º de Libra; 4º al 5º de
Capricornio; 16º al 17º de Piscis; 20º al 25º de Capricornio.
Lo que otorga:
Los cuatro ríos que bañaban sus tierras se habían secado. La espesa vegetación que cubrían sus
campos estaba muriendo. Los animales huían despavoridos intuyendo que un terrible mal estaba
asolando aquel territorio, y las mujeres que habitaban aquella región no podían tener hijos.
Lo que un día fue un reino rico y fértil, se había convertido en pobre y estéril. Pero, ¿qué estaba
sucediendo? ¿Acaso era una terrible plaga con la que el Creador les estaba castigando?.
Aquellas y otras muchas, eran las reflexiones que se hacían los sabios del reino. Su rey el
admirable Hod, que siempre había sabido guiar sabiamente a su pueblo, ahora se encontraba
desorientado y muy contrariado.
Viendo que aquella situación se hacía cada vez más insostenible, el rey reunió a sus Doce
Consejeros, pues tenía una proposición que hacerles.
Queridos amigos y sabios Consejeros. He meditado mucho la situación y al igual que a vosotros, las
horas de sueño han desaparecido. No tengo una solución, no tengo una respuesta, lo único que
me queda es el valor. Es por ello que mañana al alba, partiré en busca de soluciones y de
respuestas.
Las palabras del rey fueron escuchadas como siempre con un profundo respeto, pero su mensaje
había despertado un expresivo revuelo que les llevó a replicar:
No Majestad, no podemos permitir que afrontéis esa empresa. Cualquiera de nosotros esta
dispuesto a...
Se trataba de Harahel, el joven hijo de Hod. Era muy admirado por todos y de los siete hermanos
era el más inteligente. Hod miró a los ojos de su hijo y vio en ellos esa pertinaz expresión que tan
bien conocía. Sabía que nadie lograría convencerle para que no emprendiera aquella aventura, y
por ello, le dijo:
Con ese propósito partió el inteligente joven. Dirigió su montura hacia el Norte donde las tierras
de Fuego de Kether le aguardaban. En ellas, se apoderó de la Piedra Ardiente y la guardó en su
alforja.
Más tarde, se dirigió a las tierras Acuosas de Hochmah, y de ellas tomó en un recipiente un poco
de aquellas aguas fecundadoras.
Siguió su camino y llegó a las tierras Etéreas de Binah, donde forjó una espada con un metal
invencible, y por ultimo, dirigió su cabalgadura hasta las ricas tierras de Hesed donde crecía el
fruto de la fertilidad.
Largo fue el camino recorrido por Harahel, pero al final tenía en sus manos el Poder que iba a
salvar a su pueblo.
Tan solo quedaba encontrar el nacimiento de los cuatro ríos cuyas aguas regaban sus tierras.
Tras muchos esfuerzos, lo encontró, y vio como una pesada piedra impedía emanar sus aguas.
Tomando la piedra de Fuego frotó con ella la espada y de ella emanó un extraño poder. La elevó al
cielo y la dejó caer sobre la piedra. Esta se quebró por la mitad y de nuevo el agua comenzó a fluir.
Pero había estado tanto tiempo estancada que era impura.
Harahel tomó el recipiente de agua fecundadora y la mezcló con el fruto de la fertilidad. Aquel
fruto tomo el poder de purificar y al contacto con el agua putrefacta la transformó dejando de ser
impura.
Así fue, como Harahel devolvió a la comarca de Merjup su respuesta. Desde aquel día los cuatro
ríos no dejaron de emanar y la vida se multiplicaría por los siglos de los siglos.
HARAHEL
PLEGARIA
Desde la salida del Sol hasta su ocaso ¡Que el nombre del Eterno sea loado!
el administrador, el simple
HARAHEL exhorta:
Invócame,
el designio divino.
Mitzrael
Lo que otorga:
La historia que os voy a contar sucedió hace ya mucho tiempo y a pesar de ello, aún la recuerdo.
Aconteció en un lejano lugar, en la comarca conocida como Mermar, que un poderoso monarca
daba una gran fiesta en honor a su único hijo, el príncipe Mitzrael que acababa de cumplir 14 años.
De todos los lugares del reino acudieron a felicitar al príncipe en el nacimiento de su cuerpo
emotivo. A partir de ese día, el joven Mitzrael sería responsable de sus deseos y todo cuanto con
él hiciese se iría grabando en su sangre real para formar parte de su historial particular.
Pronto, muy pronto, el heredero al trono alcanzaría la mayoría de edad y podría desposarse con
una noble princesa, la cual sería la futura reina.
Con esa intención vendrían las más bellas doncellas a la fiesta. Intentarían seducir al apuesto
galán, llamando su atención con su mágica hermosura.
El salón real estaba repleto. Nadie había olvidado asistir al banquete. La música entonaba
melódicas canciones que deleitaban a todos los presentes. Las mesas estaban servidas con
suculentos manjares y todos esperaban con ansia la llegada del anfitrión, el príncipe Mitzrael.
Pero cuando todo parecía ir bien, algo vino a enturbiar aquella felicidad.
El rey muy contrariado por aquella tardanza, pensó que se trataba de alguna broma de su hijo,
pero pronto se daría cuenta que estaba muy equivocado.
El joven Mitzrael había enloquecido. Su comportamiento era extraño y muy agresivo. Se golpeaba
la cabeza y amenazaba a sus sirvientes con una espada en la mano.
El rey viendo el peligro que corría en manos de aquel loco salió huyendo llamando aterrorizado a
la guardia para que desarmasen a aquella fiera.
Amarradle si es preciso -ordenó a la guardia -.
Su orden fue cumplida. Al cabo de unos minutos el joven Mitzrael había sido desarmado y
amarrado. La noticia de la locura del príncipe se extendió rápidamente y ya era conocida por
todos.
Aquella desgracia afectó profundamente al rey, no sabía qué hacer. Hasta que un día decidió
consultar con el hechicero. Quería conocer qué le había pasado a su hijo.
Araf amigo mío, invoca la sabiduría de los espíritus, necesito conocer que mal aflige al príncipe.
¿Por qué se ha vuelto loco de repente?.
Y diciendo esto, el hechicero invocó a los espíritus. Al cabo de unos minutos abrió los ojos,
acababa de recibir la respuesta.
En un tiempo, cuando fuisteis joven anidasteis la locura en vuestro corazón. Disteis vida al
deshonor, violasteis y asesinasteis a niños inocentes, y creísteis hacerlo en defensa de una causa
justa. Ahora esa locura ya es fruto, y ese fruto es vuestro hijo. Arrancad esa sombra de vuestro
corazón. y vuestro hijo sanará.
El rey reconoció avergonzado que cuanto había dicho el hechicero era verdad, y si algo le
importaba su hijo debía purificar sus sentimientos arrancando de cuajo la hierba del mal.
En el más profundo silencio, el rey luchó para vencer la sombra que le perseguía. Hasta que llegó
el día en que lo consiguió.
El príncipe Mitzrael se despertó aquella mañana y vio como el Sol brillaba en el horizonte. Un
hermoso futuro le aguardaba. El pasado ya no contaba.
Desde aquel día, trabajó fielmente al lado de su padre y juntos vivieron una larga y feliz vida.
MITZRAEL
PLEGARIA
creando a mi alrededor
de la vida cósmica.
MITZRAEL exhorta:
encontrarás agua;
encontrarás fuego.
Umabel
Lo que otorga:
Con ese propósito se dirigió una vez más a las oficinas de reclutamiento. Allí era donde debía
entregar su solicitud para ser admitido como monitor de Arcángeles. Había soñado tanto con
llegar a ser uno de ellos, que estaba dispuesto a pasar cualquier prueba para conseguirlo.
Era él. Había llegado su turno. Tenía en sus manos la oportunidad, y esa oportunidad era un
cuestionario que rellenó con sus respuestas.
iAja!, veo que dices tener vocación para ocupar el puesto. Ya veremos si es así. Vamos, adelante -.
Ya estaba dentro. Delante de él una larga fila avanzaba lentamente y al principio de esa cola los
solicitantes iban siendo entrevistados.
Umabel observó cómo muchos volvían sobre sus pasos y quiso saber el motivo de ello.
Vamos no tenemos toda la eternidad. El mundo nos necesita ahí abajo. Responde, ¿cuál es tu
especialidad?
Veamos que tenemos por aquí. A ver..., sí, creo que ha habido suerte. Tenemos un caso de
amistad, pero mucho me temo que no te resultará fácil. Otros lo intentaron pero fracasaron. ¿Qué
dices, lo aceptas?
Pues ponte en camino cuanto antes. Tienes cuatro días para conseguirlo.
Así. fue como el Arcángel Umabel se trasladó urgentemente al lugar donde debía realizar su
misión.
Allí estaba Mercur, solo, muy solitario. Se le hacía raro el sabor de la soledad, pues siempre había
tenido al lado a un buen amigo, pero desde que le hizo aquella faena, el odio pudo más que la
amistad.
El corazón de Mercur estaba destrozado. Se había enamorado de alguien muy especial, pero su
mejor amigo se cruzó en su camino y la alejó de él. Su mejor amigo, tenía gracia.
No muy lejos de allí, se encontraba aquel que un día fuera su sombra. Había compartido con él
todo cuanto tenía.
Sol no pudo evitar el enamorarse de la misma chica que su amigo. Ella eligió y le escogió a él, pero
no duraría mucho, pronto le abandonaría y aquello le hundió. Ahora se cobijaba en la droga, ella
era su única compañera.
Mercur se sintió atraído extrañamente hacia un lugar. Jamás lo frecuentaba, pero aquel día le
apetecía hacerlo, pero cuando se encontraba en camino unos malhechores le asaltaron.
Eran muchos contra él y sabía que iba a ser castigado y maltratado. Cuando ya todo indicaba que
iba a recibir una gran paliza, una voz vino a socorrerle milagrosamente.
Era Sol el que acababa de salvarle. Metiendo su mano en el bolsillo de su chaqueta sacó toda la
droga que había en él y se la entregó a aquellos rufianes, los cuales se conformaron con el cambio.
Sol quedó frente a Mercur. Se miraron a los ojos y el recuerdo de un hermoso y feliz pasado hizo
que de ellos brotasen gruesas gotas que cubrieron su rostro. Lloraban de amor. Un sentimiento
que siempre habían compartido el uno por el otro y que durante un tiempo había permanecido
acallado.
Umabel había conseguido su misión. Ya podía volver al cielo de donde vino. Allí seria recibido
como un excelente monitor.
UMABEL
PLEGARIA
UMABEL: Dios Por encima de todas las cosas.
Que el nombre del Eterno sea bendecido ahora y por los siglos de los siglos.
UMABEL exhorta:
Tu objetivo ha de ser
Auscúltate, interiorízate,
de Hijo de la LUZ.
Iah Hel
Lo que otorga:
No podemos gastar más dinero en la operación, es una locura. Quedaremos en la ruina y ya sabes
las esperanzas que el médico nos da. Ni tan siquiera nos asegura que con la intervención se cure.
Eran las palabras de su madre que parecía estar más interesada en la cuenta corriente que en la
salud de su hijo.
A veces creo que estoy casado con un monstruo. ¿Cómo puedes hablar de dinero cuando tu hijo
va a perder la vista? –le contestó muy alterado su esposo -.
Mientras que esta escena seguía su curso, Iah-hel sufría desconsolado. Se sentía culpable de que
sus padres se pelearan y aquel sentimiento le llevó a abandonar su hogar, pero estaba ciego y lo
único que consiguió fue agravar aun más su estado, pues en su huida tropezó, con la mala fortuna
de que en su caída se golpeó la cabeza.
Sus padres al oír un fuerte golpe acudieron y le encontraron desplomado y sin conocimiento en el
suelo. Recordaron la advertencia del médico, no debía hacer movimientos bruscos, pues ello
podría poner en peligro la operación.
Mientras que le socorrían, siguieron discutiendo y decidieron que si le ocurría algo al niño, se
separarían para siempre.
Los médicos hicieron todo cuanto estaba en sus manos. Tan solo les quedaba esperar unos días
para conocer los resultados.
Iah-hel se había restablecido rápidamente de la operación. Su mente estaba aturdida y no era por
causa del golpe, sino por las preocupaciones que le causaban sus padres.
Era un chico muy inteligente y en el colegio había conseguido ganar la admiración de sus
compañeros y el respeto de los profesores. Su afán de saber era contagioso y siempre estaba
investigando y preguntado el porque de las cosas. Era tanta su afición por preguntar que le
pusieron amistosamente el mote de el ¿por qué?. Aquello no le molestaba, pues era muy modesto
y nunca pretendió ser mejor que los demás.
Ahora, no podía ver, no podía leer, pero aquello no impedía que su afán de saber aumentara.
Cierto día, estando despierto, Iah-hel tuvo una experiencia maravillosa. Sin saber como, ni porque,
la oscuridad exterior desapareció y todo se llenó de luz. Notó al instante que su cuerpo flotaba y
parecía volar. De repente se produjo una explosión de luz y sus ojos evidenciaron un mundo de
vida diferente al que conocía. Allí los seres se vestían con ropajes de energía de diferentes colores.
Cuando más maravillado estaba contemplando ese espectáculo, alguien vino a interrumpir su
visión.
Hermoso, ¿verdad?. Ven acompáñame, te enseñaré algo -le habló aquel personaje de una
luminosidad azulada -.
Estás en el Mundo de las Creaciones. En él habitamos mientras dormimos y cuando agotamos las
experiencias con el cuerpo físico y decidimos abandonarlo -le dijo -.
Entonces, ¿estoy dormido o estoy muerto ? -preguntó de nuevo el joven -.
Ni lo uno, ni lo otro. Has entrado en un estado de paz interna que te da derecho a ser habitante
consciente de este mundo -explicó aquel ser luminoso -. Pero ven y observa.
Iah-hel contempló a sus padres que estaban enfadados y a punto de divorciarse. Comprendió que
debía evitarlo y ese deseo le hizo retornar de nuevo al cuerpo físico.
Apenas si se había dado cuenta que podía ver. Era más importante para él, encontrar a sus padres
y evitar su separación.
Llegó a tiempo, aún no habían firmado los documentos que les separaría definitivamente. Al verle,
ambos sintieron que su corazón se conmovía por aquel milagro. Aquello fue suficiente para unirlos
de nuevo.
Iah-hel pidió a sus padres que buscaran un lugar tranquilo en el campo donde poder recuperarse.
Allí tendría la oportunidad de buscar de nuevo a ese ser luminoso. Tenía tantas cosas que
preguntarle, por algo le apodaron “el ¿por qué?”.
IAH-HEL
PLEGARIA
Ved, Señor, cuanto amo tus preceptos. Según tu promesa, dame la Vida.
que el de comprender
la permanente conexión.
IAH-HEL exhorta:
todo un universo.
Anauel
Lo que otorga:
Inspirar el cristianismo.
Había prosperado tanto en sus negocios que muchos despertaron una vil envidia que les llevó
incluso a planear accidentes donde con un poco de suerte, pudiera perder la vida.
Pero la fortuna no tan solo le sonreía en los negocios. Anauel parecía tener un pacto hecho con el
cielo, pues a pesar de lo bien planeados que estaban los accidentes, de nada servirían, el joven
banquero ni tan siquiera se llegó a enterar de aquellos intentos de asesinato.
Todos se preguntaban cuál seria el secreto que le hacía ganar tanto dinero. La verdad es que no se
trataba de ningún misterio. Anauel era inteligente, muy inteligente, y sabía bien vender su género.
Nunca mentía, pero tenía un arte especial, un don mágico para convencer al cliente de que su
producto era el mejor.
Pero no todo se puede tener en la vida, lo que para muchos, aquella riqueza hubiese sido
suficiente razón para sentirse feliz, para Anauel no acababa de satisfacerle.
El destino pareció leer sus pensamientos, y cierto día, llegó hasta el pueblo un mensajero real con
un edicto urgente:
“Su Majestad el rey Log, anuncia que a partir del próximo Sol, los impuestos subirán para poder
cubrir los gastos reales. El que incumpliese esta orden será obligado a ello”.
Aquella nota despertó una protesta general en todo el pueblo de Hod. Desconocían a qué era
debido aquella medida, pero no estaban dispuestos a ser avasallados de esa forma.
El consejo de comerciantes se reunió con el propósito de buscar una solución. Tras muchas horas
de hablar y hablar, fue Anauel quien tomó la palabra y dijo:
Seré yo quien vaya a palacio y averiguaré lo que sucede. Mi reputación me asegurará una
audiencia con el rey en la cual intentaré convencerle de su error.
Todos aprobaron aquella propuesta, pues vieron la oportunidad de matar dos pájaros de un tiro.
Pensaron que tal vez no volverían a verle y ello significaba acabar con su más fuerte rival.
Anauel llegó al palacio y como el pensó, su nombre le abrió las puertas. Sería recibido por el rey
Log.
Majestad, en el rico pueblo de Hod no comprendemos porque es necesario subir tanto los
impuestos -explicó Anauel -.
Los últimos gastos de palacio han arruinado mis arcas. Nada tengo, ni tan siquiera para poder
alimentarnos –contestó afligido el rey -.
¿Cómo es que estáis en la ruina, si las arcas recaudaron una importante cantidad?, yo mismo
ofrecí un importante donativo -dijo el joven -.
- Recibí de los condados una petición de dinero. Decían que iban a custodiar el palacio de las
hordas enemigas. Accedí gustosamente a ello, pero no tan solo no me han defendido, sino que
entre ellos ha estallado la guerra.
Debéis imponer vuestra autoridad y debéis hacerlo uniendo todos los condados en uno. Todos
deben vivir un mismo suelo y hablar una sola lengua. Todos deben dar fe a un mismo rey y
defender como un solo brazo su reino. Ese es el secreto de la riqueza. Que vuestro mensaje los
cure de su mal, de su ambición, de sus deseos egoístas que les lleva a la división y a la guerra. Que
vuestra voz, sea lúcida y sensata y no caigáis en la locura de prodigar vuestra riqueza para financiar
vanas empresas.
Dejad que mi oro sirva para unir todos los condados en una sola nación.
Así fue, como aquel hábil comerciante pudo realizar el mayor negocio de todos los tiempos. Sus
riquezas sirvieron para sanar a un pueblo que estaba enfermo y que desde aquel día dejaría de
estarlo.
ANUEL
PLEGARIA
se convierta en mi luz.
ANAUEL exhorta:
Mehiel
Regencia zodiacal: 3º al 4º de Géminis; 15º al 16º de Leo; 27º al 28º de Libra; 9º al 10º de
Capricornio; 21º al 22º de Piscis; 15º al 20º de Acuario.
Lo que otorga:
Desde hacía ya bastante tiempo, la vida para Mehiel se había convertido en aburrida, monótona.
Jamás ocurría algo que le diese un poco de sentido.
Su única distracción había sido siempre escribir, pero aquella apatía había dejado estéril su
imaginación y la fuente de inspiración parecía haberse agotado.
Pero aquella pobre situación no iba a durar siempre, y así se lo parecía a nuestro protagonista
cuando de repente aquel ciclón humano entró en su habitación.
Hermano, hermano, mira lo que te traigo -gritó jadeante y sin aliento la impetuosa joven -.
Era la hermana menor de Mehiel la que acababa de causar aquel atropello. En sus manos
mostraba un trozo de papel que debía ser muy importante, pues el rostro del joven escritor se
iluminó de un modo extraño. Tomó la nota y la beso repetidamente.
Es mi oportunidad. ¡Ja, ja, ja...! -reía alocadamente -. Ahora tengo un motivo para volver a escribir.
Voy a ganar ese premio y seré un hombre celebre. Todos oirán hablar de mí.
Con esa ilusión se entregó en manos de la inspiración. Debía encontrar un buen guión y le daría
vida a los personajes. Juntos lograría un excelente trabajo. Sí, estaba convencido de su talento. Ya
lo había demostrado.
Sin embargo, fueron pasando los días y el joven escritor tan solo había logrado llenar la papelera
de hojas.
Sin duda la inspiración le había abandonado. Había dejado pasar el tiempo sin hacer uso de ella, y
debió cansarse de esperar. Pero ese no era el motivo, y Mehiel que en un principio lo único que
deseaba era ser famoso, fue cambiando su actitud. Ya no le importaba la celebridad, debía escribir
para instruir a los demás sobre las verdades que custodiaba.
Y aquel cambio obró milagros. De nuevo sintió ese cosquilleo tan particular que le anunciaba que
debía tomar rápidamente papel y lápiz, pues el manantial de la inspiración fluía de nuevo y
vivificaba su mente con imágenes que debía ir transcribiendo.
"Erase una vez en los confines del Tiempo, cuando la humanidad vivía libre y feliz en un hermoso
reino, ocurrió que una terrible bestia emergió de la oscuridad y buscó al hombre para saciar su
feroz apetito.
Aquel dragón contaba con siete cabezas y diez cuernos, y pronto sembró el pánico en el paraíso.
Pero cuenta la leyenda que entre los hombres había uno muy sabio al que todos amaban por su
valor y bondad. Aquel valiente guerrero armado con una espada forjada en las fraguas de Kether y
templada en las aguas de Hochmah, hizo frente a la bestia a la que venció tras una sangrienta
batalla en la que consiguió cortarle las siete cabezas, apoderándose de sus diez cuernos.
Desde aquel día la humanidad conoció de nuevo la felicidad, y el bravo guerrero colocó cada
cabeza en las siete Montañas Sagradas, y con los diez cuernos edificó los pilares de un Gran
Templo.
Todos respetaron aquella nación, la cual reinó sobre todas las naciones con sabiduría y valor".
Mehiel había terminado de escribir y se sentía como ese héroe guerrero que acababa de vencer a
la bestia. ¿Qué bien se lo pasaba escribiendo?
Al día siguiente, el joven escritor presentó su obra. Ya no le interesaba ganar el premio, pero sí
deseaba que los demás pudieran leerlo.
Cosa que lograría sin duda, ya que el cuento fue elegido entre todos los demás y publicado.
Muchos niños conocerían cómo el valor y el amor se convierten en una invencible espada con la
que se puede vencer cualquier mal, y especialmente el furor del dragón
MEHIEL
PLEGARIA
He aquí que el ojo del Eterno se posa sobre los que temen y sobre los que esperan de su bondad.
tu divina simiente.
MEHIEL exhorta: