De Vuelta A Xihualpa: Lecturas Críticas A La Obra de Jorge Fernández Granados. Martínez Elizalde, Jocelyn
De Vuelta A Xihualpa: Lecturas Críticas A La Obra de Jorge Fernández Granados. Martínez Elizalde, Jocelyn
De Vuelta A Xihualpa: Lecturas Críticas A La Obra de Jorge Fernández Granados. Martínez Elizalde, Jocelyn
Coordinadora
De vuelta a Xihualpa:
lecturas críticas a la obra
de Jorge Fernández Granados
Pedagogía
Letras Hispánicas
FFL
UNAM
DE VUELTA A XIHUALPA:
Lecturas críticas a la obra
de Jorge Fernández Granados
Serie Letras Hispánicas
Jocelyn Martínez Elizalde
Coordinadora
DE VUELTA A XIHUALPA:
Lecturas críticas a la obra
de Jorge Fernández Granados
DR © Universidad Nacional
Autónoma de México
Avenida Universidad 3000, colonia
Universidad Nacional Autónoma
de México, C. U., Coyoacán,
C. P. 04510, Ciudad de México.
isbn 978-607-30-1749-7
Contenido audiovisual
click en el recuadro
https://youtu.be/mp4QrVKELZI
Contenido Interactivo
• Presentación
• Introducción
• Poesía y presente
• Índice
Hacer la crítica del presente es una de las tareas de las disciplinas [ 7 ]
humanísticas, aunque no siempre resulte asequible enfrentarse a la
propia contemporaneidad. En este sentido, los estudios literarios y
filológicos tienen un reto: proponer un mapa que dibuje y delimite
las distintas maneras en que los discursos literarios producen, im-
brican, alternan, circulan y generan sistemas de representación vin-
culados con la experiencia de una temporalidad que nos es cercana.
De esta premisa nacen los cuatro volúmenes que componen esta
serie, cuyo propósito es dar cuenta de procesos literarios que ocu-
rren en un espacio determinado y en un tiempo preciso, definible
en los marcos de nuestra contemporaneidad: el México de los últi-
mos veinticinco años. Si bien existen diversas perspectivas desde las
cuales dar cuenta de la producción literaria, elegimos acercarnos a
ella desde el estudio de sus productores, es decir, de aquellos que ini-
cian el circuito comunicativo del discurso literario. Así, los volúme-
nes de esta serie están dedicados a cuatro escritores mexicanos que
ingresaron al campo literario en México entre 1990 y principios
del 2000: Cristina Rivera Garza, Julián Herbert, Jorge Fernández
Granados y Yuri Herrera. Interesa, desde esta mirada, interrogar
las formas a través de las cuales los escritores y escritoras se vin-
culan con la tradición literaria anterior (para dialogar, continuarla
o distanciarse de ella) así como con el mundo que habitan, el lu-
gar donde producen su obra. Asimismo, estos volúmenes buscan
contribuir a colmar una laguna en la crítica e historiografía de la
literatura nacional, que puede constatarse en la limitada cantidad
“No tenemos proezas, Neme, sólo recuerdos” enuncia uno de los ver- [ 13 ]
sos del poeta Jorge Fernández Granados que en muy pocas palabras
remite a varios temas de la literatura en general y de la poesía en par-
ticular: el paso del tiempo, la memoria, el éxito o la falta de éste, la
pérdida, la familia y la infancia.
Nació en la Ciudad de México el 31 de octubre de 1965. En sus
poemas nos encontramos frecuentemente con Xihualpa, el lugar de
la rememoración de su infancia que se sabe alude a Cuajimalpa y fue
en donde pasó sus primeros años en compañía de sus abuelos.1 Neme,
la abuela, la memoria desmemoriada, es uno de los protagonistas más
entrañables de su poesía.
Fue becario del Centro Mexicano de Escritores (cme) en 1988, del
Instituto Nacional de Bellas Artes (inba) en 1991 y del Fondo Nacional
para la Cultura y las Artes (fonca) en 1992, así como del Sistema Na-
cional de Creadores de Arte (snca) en 2001. Llevó a cabo estudios de
guionismo y literatura en la Sociedad General de Escritores de México
(sogem), por otra parte, de música en el Conservatorio Nacional. Ha
recibido diversos premios y reconocimientos por su obra, entre ellos
destacan el Premio Internacional de Poesía “Jaime Sabines” en 1995 por
Resurrección, el Premio Nacional de Poesía de Aguascalientes 2000 por
Los hábitos de la ceniza y el Premio Iberoamericano de Poesía “Carlos
Pellicer” en 2008 por Si en otro mundo todavía. Antología personal.
Su obra poética consta de seis libros: La música de las esferas
(1990), El arcángel ebrio (1992), Resurrección (1995), El cristal
(2000), Los hábitos de la ceniza (2000) y Principio de incertidumbre
1
Rosa Aurora Chávez, “Entrevista con Jorge Fernández Granados. El poeta go-
leador”, en La Jornada Semanal, 14 de mayo de 2000.
Introducción
2
Yaneth Aguilar Sosa, “Fernández Granados está en ‘Voz viva’”, en El Uni-
versal (3 de mayo de 2016). <http://www.eluniversal.com.mx/articulo/cultura/
letras/2016/05/30/fernandez-granados-esta-en-voz-viva>.
3
John Oliver Simon, “Entrevista con Jorge Fernández Granados”, en Revista
Tameme, enero, 2008. <http://www.tameme.org/interview-jorge-fernandez-gra-
nados.html>. [Consulta: 13 de noviembre de 2016.]
Introducción
ojos, sus oídos, pero mientras uno todavía tenga alma, uno puede
seguir escribiendo. A la discapacidad le cuesta trabajo discapacitar
a un poeta”.4
Probablemente a causa de la ceguera, aunque no necesariamen-
te, la memoria y la sensorialidad poseen un papel fundamental
en su lírica. Existen varios temas recurrentes en la obra de Jor-
[ 16 ] ge Fernández Granados, algunos de ellos son: el paso del tiempo,
el fuego y las cenizas, la infancia, la magia, la ciencia, el amor, la
tecnología, la escritura, lo sagrado, la violencia en México, entre
muchos otros más. En un ensayo acerca de la creación poética el
autor escribe sobre sus primeros acercamientos a la poesía, al arte
y lo que éstos representan para él:
4
Sandra Sandoval, “Somos invidentes”, en Revista del Consumidor, agosto, pdf,
2005. <http://www.profeco.gob.mx/revista/publicaciones/adelantos_05/inviden-
tes_ago05.pdf>.
5
Jorge Fernández Ganados, Principio de incertidumbre. México, Era, 2007, p. 35.
Jocelyn Martínez Elizalde
6
J. Fernández Granados, Xihualpa. México, Revista Casa del Tiempo, uam,
1997, p. 29.
7
J. Fernández, Principio de incertidumbre, p. 69.
Jocelyn Martínez Elizalde
Cada ver
cada verdad
cada verdad es un ver
cada verdad es un cadáver
cada verdad es un cadáver de eva
cada verdad es un cadáver de evaporable luz.9
8
J. Fernández Granados, “Islas que comulgan con otras islas”, en Rogelio Gue-
dea y Jair Cortés, coords., A contraluz. Poéticas y reflexiones de la poesía mexicana
reciente. México, feta, Conaculta, 2005, p. 34.
9
J. Fernández Granados, Principio de incertidumbre, pp. 59-61.
Introducción
*
Publicación realizada gracias al apoyo de la dgapa al proyecto unam-dgapa-
papiit in40241 “Literatura mexicana contemporánea (1995-2012).
Memoria del olvido
1
Ernesto Lumbreras y Hernán Bravo Varela, sel. y pról., El manantial latente. Mues-
tra de poesía mexicana desde el ahora: 1986-2002. México, Conaculta, 2002, p. 13.
Iván Cruz Osorio
2
Rogelio Guedea y Jair Cortés, A contraluz. Poéticas y reflexiones de la poesía
mexicana reciente. México, feta / Conaculta, 2005, p. 30
3
Rosa Aurora Cháves, “Entrevista con Jorge Fernández Granados. El poeta go-
leador”, en “La Jornada Semanal”, supl. de La Jornada, 14 de mayo del 2000. For-
mato electrónico. <http://www.jornada.unam.mx/2000/05/14/sem-jorge.html>.
[Consulta: 29 de febrero de 2016].
Memoria del olvido
4
Jorge Fernández Granados, “José Emilio Pacheco: la fábula del tiempo”, 2009.
<http://letras.s5.com/jep140509.html>. [Consulta: 29 de febrero de 2016].
5
José Emilio Pacheco, Tarde o temprano. [Poemas 1958-2000]. México, fce,
2002, p. 134.
Memoria del olvido
Tuvimos a la Luna
y a la guerra y al cansancio amargo de nuestro siglo.
Infancia que me quedó grande,
que me habló entre sueños cuatro lenguas
que tocaban tangos y mazurkas.
Infancia de masacres y poetas
de lluvia azul y perros buenos.7
Ibid., p. 509.
6
Memoria y poesía
9
Ibid., p. 146.
10
César González Ochoa, “Memoria y formas urbanas”, en María Herrera
Lima et al., Memoria y melancolía. México, Instituto de Investigaciones Filológi-
cas, Instituto de Investigaciones Filosóficas, unam, 2007, 203.
Iván Cruz Osorio
social, colectiva, a una obra que sea testimonio del yo, del individuo y
su propia memoria y contexto. No una memoria fiel, sino una memo-
ria reconstruida con retazos oníricos o inventados y mentidos. Dentro
de las vanguardias europeas de principios del siglo xx, encontramos
una búsqueda por trastocar la memoria, por recomponer los recuer-
dos para crear un híbrido entre lo real y lo imaginado:
[ 29 ]
El surrealismo, modelado por el sueño, es llevado a interrogarse so-
bre la memoria. Hacia 1922 André Bretón se preguntaba, en sus Car-
nets, si la memoria no sería más que un producto de la imaginación.
Para saber sobre aquélla por encima del sueño, el hombre debe estar
en condición de confiarse principalmente a la memoria, de ordinario
tan frágil y engañosa. De aquí la importancia que tiene en el Mani-
festé du Surréalisme (1924) la teoría de la “memoria educable”, nueva
metamorfosis de las artes memoriae.11
11
J. Le Goff, op. cit., p. 177.
Memoria del olvido
12
Pablo Neruda, Canto general. Caracas, Biblioteca Ayacucho, 1981, p. 3.
Iván Cruz Osorio
Ciudad irreal,
bajo la parda niebla de un amanecer de invierno,
tal multitud fluía sobre el puente de Londres,
que nunca hubiera yo creído ser tantos los que la muerte arreba-
tara.
llevaban todos los ojos clavados
delante de sus pies y exhalaban suspiros.
[ 31 ]
Cuesta arriba y luego calle King William abajo
hacia donde Santa María Woolnoth guarda las horas
con un sonido grave al final de la novena campanada.
Allí vi a un conocido, y le detuve, llamándole:
¡Stetson!
¡Tú que estuviste conmigo en las naves en Mylae!
¿Aquel cadáver que plantaste el año pasado en tu jardín,
ha comenzado a brotar? ¿Florecerá este año?
¿O ha perturbado su lecho la escarcha repentina?
¡Oh, aleja de ahí al Perro, que es amigo de los hombres,
o con sus garras lo desenterrará!
¡Tú, hypocrite lecteur mon semblable, mon frère!13
13
Thomas Stearns Eliot, Tierra baldía/Cuatro cuartetos. Trad. de Ángel Flores
y Vicente Gaos. México, Ediciones Coyoacán. 2001, pp. 23-25.
Memoria del olvido
por un instante
y luego es brizna, polvo,
menos que nada ante el eterno viento.14
14
J. E. Pacheco, op. cit., p. 158.
Iván Cruz Osorio
En este poema se pueden encontrar tanto el tono como los recursos [ 33 ]
que Fernández Granados utilizará en textos tan relevantes como “La
perfumista” en Los hábitos de la ceniza y “Los venturosos” en Principio
de incertidumbre, sobre todo en esta obra en que se sirve de diversos
personajes grises para conformar un libro en que la miseria y la virtud
humanas se encuentran expuestas de una manera sobresaliente.
En El arcángel ebrio nos encontramos un libro inscrito en la tra-
dición de una poesía mexicana de gran cuidado formal, de metódi-
co uso de su vocabulario en la elección de las palabras a utilizar que
se entendería como la tradición de la poesía mexicana durante el
siglo xx. Proviene desde Ramón López Velarde, continúa con auto-
res como Xavier Villaurrutia, José Gorostiza y prosigue con Octavio
Paz, Alí Chumacero y Rubén Bonifaz Nuño. En efecto, es un libro
que sigue esa línea, pero de manera honesta hay que decir que en
realidad pocos autores han podido dar continuidad, de manera de-
dicada y exitosa, a esta tradición. Con El arcángel ebrio, Fernández
Granados logra estos estándares con sus propios temas, obsesiones y
tonos. Como he mencionado anteriormente la memoria es un tema
axial en esta obra, por ejemplo, en el poema “Casa ancestral”:
15
J. Fernández Granados, El arcángel ebrio. México, unam, 1992, pp. 36-37.
Memoria del olvido
[ 34 ]
En la luz sumergida una arboleda
mira la edad sincera de sus alas
y habita un aguacero que no escampa.16
16
Ibid., p. 9.
Iván Cruz Osorio
[…]
La memoria en Xihualpa
La casa es un dialecto,
umbrales en la noche, recorridos
que los pasos comprenden por adicta certeza,
asechanzas del júbilo en aromas antiguos,
17
Ibid., pp. 71-72.
Memoria del olvido
[…]
La mesa en Navidad
ceñía un rosario de parientes
[ 36 ]
envueltos en olor a pino y chocolate.
La noche como un témpano en pie de pirotecnia
aguardaba el ritual de los regalos,
su sol a medianoche.
Los libros de mi abuelo
poblaban los estantes silenciosos
de aquella habitación que en las tardes hablaba
y en un globo terráqueo gastado por la ronda
del ocio entre las manos de sus nietos
jugó la geografía.
[…]
Territorios de sombra
acampan en la piedra su pregunta,
buscan el sueño blanco y mudo de la cal
que cubre las paredes donde hoy fluyen las grietas.
Los árboles dan frutos todavía
al final del otoño.18
[ 37 ]
El poema está escrito en verso libre y es notable el tono de memoria
idílica. Este tipo de textos que buscan una edad feliz, la edad de oro,
se pueden rastrear hasta las Metamorfosis de Ovidio, quien apuntaba:
18
J. Fernández Granados, Xihualpa. México, Casa del Tiempo, uam, 1997,
pp. 7-10.
19
Ovidio, Metamorfosis. Madrid, Alianza, 2005, p. 70.
Memoria del olvido
[…]
[ 38 ]
No tenemos proezas, Neme, sólo recuerdos,
luz entre las paredes de ese patio,
un lejano fulgor de mantequilla
y el agua fría de las rosas
cortadas quedamente.
No tenemos más que estos ojos
que cuentan esas alas en el aire
y tiemblan en la noche, los mundanos
tesoros de su lumbre, su pan y su memoria.20
20
J. Fernández Granados, Xihualpa, pp. 11-13.
Iván Cruz Osorio
en polvorientas mesas.
La necia devoción de los que juegan
lo poco que no han perdido
antes que el tiempo recoja lo único que es suyo
y que algunos, distraídamente,
llamamos nuestra vida.21
[ 39 ]
Asimismo, de forma puntual en el último poema de Xihualpa,
el poeta sentencia:
21
Ibid., p. 29.
Memoria del olvido
Conclusiones
22
Idem.
Iván Cruz Osorio
23
J. Le Golf, op. cit., p. 122.
24
J. Fernández Granados, Si en otro mundo todavía, p. 218.
Poema y puntuación en la obra de Jorge Fernández
Granados*
Alejandro Higashi
Universidad Autónoma Metropolitana-Iztapalapa
*
Publicación realizada gracias al apoyo de la dgapa al proyecto unam-dgapa-
papiit in40241 “Literatura mexicana contemporánea (1995-2012).
Poema y puntuación
1
Pere Ballart, El contorno del poema (claves para la lectura de la poesía). Barce-
lona, Acantilado, 2005, p. 39.
Alejandro Higashi
2
Dana Gioia, Can Poetry Matter? Essays on Poetry and American Culture. Min-
neapolis, Minnesota, Graywolf Press, 2002, p. 23.
Poema y puntuación
3
Carolina Figueras, “La semántica procedimental de la puntuación”, en Espéculo,
núm. 12, 1999. <https://pendientedemigracion.ucm.es/info/especulo/numero12/
puntuac.html>. [Consulta: 4 de marzo de 2016.]
Poema y puntuación
4
Idem.
5
Emilia Ferreiro et al., Caperucita roja aprende a escribir. Estudios lingüísticos
comparativos en tres lenguas. Barcelona, Gedisa, 1996.
6
Luis de Góngora, “Mientras por competir con tu cabello”, en Manuscrito Antonio
Chacón y Ponce de León. Facsímil (1628) digital, p. 90. <http://www.cervantesvirtual.
com/portales/luis_de_gongora/obra-visor-din/obras-de-d-luis-de-gongora-tomo-i-
manuscrito--0/html/fff74396-82b1-11df-acc7-002185ce6064_109.html>. [Consulta: 4
de marzo de 2016.]
Alejandro Higashi
La ciudad es un resuello,
un contingente de animales misteriosos,
transmutada,
infeliz.
La ciudad,
torpe esqueleto de letras y monumentos,
ombligo líquido que duerme
un sueño largo y oscuro,
con veinte millones de pasos cubriéndole la tristeza,
7
Alejandro Higashi, pm/xxi/360° Crematística y estética de la poesía mexicana
contemporánea en la era de la tradición de la ruptura. México, Universidad Autó-
noma Metropolitana/Tirant Humanidades, 2015, pp. 311-314.
Alejandro Higashi
8
Jorge Fernández Granados, “Constelación”, en La música de las esferas. Mon-
terrey, Ediciones Castillo, 1990, p. 11.
Poema y puntuación
Grupos adjetivales
La ciudad
[ 52 ] 1. transmutada
2. infeliz
Complementos atributos
La ciudad es:
1. un resuello,
2. un contingente de animales misteriosos,
3. un torpe esqueleto de letras y monumentos,
4. un ombligo líquido que duerme / un sueño largo y oscuro, / con
veinte millones de pasos cubriéndole la tristeza
5. una atmósfera anfibia,
6. un lenguaje híbrido,
7. un abismo / latente y prehistórico
La ciudad,
torpe esqueleto de letras y monumentos,
ombligo líquido que duerme
un sueño largo y oscuro,
con veinte millones de pasos cubriéndole la tristeza,
Alejandro Higashi
Nuestra ciudad:
giro en el aire,
constelación de hombres,
laberinto,
imagen encinta,
cruda,
imperdonable,
imperdonable ciudad hasta el fin del tiempo.
Cuando quema,
hiede,
palpita y penetra hasta la célula viva,
reduce,
droga,
fragmenta:
nube loca de luciérnagas innumerables
que retiene el aliento,
que se ausenta,
que va y encuentra un lugar en el sueño,
en la metáfora del imposible cielo.9
9
Ibid., pp. 11-12.
Poema y puntuación
Y qué cosa es esto que se ausenta pero vuelve como el humo del
alb[a y] se me sube al cuerp[o y] no lo tengo nunc[a y] que nun-
ca entiendo, que me llor[a y] me blasfem[a y] me perfum[a y] me
apur[a y] me complace
10
J. Fernández Granados, “Cenit”, ibid., pp. 55-56.
Poema y puntuación
Quizá no hay más amor del que cabe una noche entre las manos[.]
Quizá un hombre y una mujer jamás llegan juntos al cielo[.]
Son el oleaje y musgo que le pega plumas a sus brazos,
apenas plumas de furia que se deshacen en el viento.
Quizá en el invierno el amor es un lecho mutuo y dos platos,
el alma colgada a secar en el balcón de los silencios
donde se roba y se recibe la agria leche del escarnio,
derribados por el gran polvo de la tierra y de los años[.]12
11
J. Fernández Granados, Si en otro mundo todavía, antología personal. Méxi-
co, Almadía/Conaculta, 2012, p. 40.
12
J. Fernández Granados, “Alondra que mueren deslumbradas”, en Resurrec-
ción, p. 21.
13
Jorge Fernández Granados, El cristal. México, Era, 2000.
Alejandro Higashi
Jaguar
Mitra. Su amartillada garra tiene un costado seducido por la ele-
gancia de la muerte. El fondo de sus ojos es un ascua y en él se
demora el aviso de otra ley: para que algo sea creado, algo debe ser
destruido. Todo lo que nace mata. Ordena alumbramientos su em-
boscada ira, su total simiente predadora. El metal de su mandato
brilla en las dos pupilas que miran en la transparencia de la mica
[ 58 ]
los propios colmillos de su boca. Oficia, con un salto, el eslabón en-
tre lo que emerge y lo que desaparece. Afina el dibujo de venideras
faunas con la chispa del olfato. La travesía de una zarpa que edifica
enrarecidos orbes con esa súbita sangre que gotea sobre la piedra.14
14
“Jaguar”, ibid., p. 12.
Alejandro Higashi
2. La mañana
Yo también soñé despacio los caballos de la muerte. Pocos años.
La ventana. El vértigo de la claridad que remaba el lumbar de la
mañana. Los veranos. Era hermoso el mundo. Era extraño. Mi
piel, mi lápida se deshacía y me cubrió un musgo demacrado y
cicatrices. Recuerdo el canto de un pájaro tras la ventana mien-
tras el tiempo rodaba cuesta abajo como un terrón en la barranca.
[ 59 ]
Había una sombra blanca sobre la cama, largos hilos de una mano
gigantesca.15
15
“2. La mañana”, ibid., p. 66.
Poema y puntuación
Había una sombra blanca sobre la cama, largos hilos de una mano
gigantesca.18
Había una sombra blanca sobre la cama. Largos hilos de una mano
gigantesca.19
16
“Jaguar”, ibid., p. 12.
17
J. Fernández Granados, Si en otro mundo todavía, p. 65.
18
“Retrato con sonrisa y espectro”, en El cristal, p. 66.
19
“Retrato con sonrisa y espectro”, en Si en otro mundo todavía, antología per-
sonal, p. 79.
20
J. Fernández Granados, Los hábitos de la ceniza. México, Verdehalago/
Conaculta, 2003.
Alejandro Higashi
21
Ibid., p. 15.
Poema y puntuación
22
Ibid., p. 16.
Alejandro Higashi
23
A. Higashi, op. cit., pp. 89-93.
24
Ibid., pp. 315-320.
25
Hernán Bravo Varela, Hasta aquí. México, Almadía, 2014.
Poema y puntuación
26
J. Fernández Granados, “El mago”, en Los hábitos de la ceniza, p. 22.
Alejandro Higashi
Mientras, a lo lejos,
la polvareda de los cascos se aproxima.
La espera asedia el pulso de algún miedo;
pero ya no es al dolor, es algo más profundo:
el vértigo de aquello que termina
y no espera renacer ni cree en el Cielo.27
[ 66 ]
Esta puntuación se aproxima mucho a la de Jorge Fernández
Granados como ensayista, repartida uniformemente a lo largo
de una prosa también meditabunda que no duda en presentarse
a quien lee plena de dubitaciones y precisiones, como si pensara
en el momento mismo de la escritura (y, claro, de la lectura). Cito
un par de párrafos ilustrativos de El fuego que camina donde su
autor se refiere al encabalgamiento abrupto de la poesía de Gon-
zalo Rojas:
27
J. Fernández Granados, “Fundación”, ibid., p. 27.
Alejandro Higashi
28
J. Fernández Granados, El fuego que camina, pp. 48-49.
Poema y puntuación
Espectros
[ 68 ] La memoria echa sus cartas
en un lento ritual siempre incompleto
como quien busca una inscripción en el árbol
donde las cicatrices están frescas
los rostros repetibles de la gente
y el aroma verde de la lluvia
en esta ciudad la piedra que recuerda
los hoteles y los templos
la manía amontonadora de los escaparates
los cafés de luz fría y tazas tibias
donde se gastaron las palabras
sobre el arte y el amor entre
otras bellas mentiras inmortales
el paraíso barato de los cines
el maquillaje cursi de las citas
la transparencia de unos ojos
en que todavía no ha entrado el mundo
y arden con ese temblor radiante
entre el asombro y la codicia.29
29
J. Fernández Granados, Los hábitos de la ceniza, p. 42.
Alejandro Higashi
30
“Texto. Cuarta de forros”, en Principio de incertidumbre. México, Era/Uni-
versidad de las Américas/Gobierno del Estado de San Luis Potosí, 2007.
Alejandro Higashi
31
Antonio Deltoro, “Una herida hereditaria, Si en otro mundo todavía de Jorge
Fernández Granados”, en Casa del Tiempo, 4ª. época, núm. 64, 2013, p. 76.
32
José Emilio Pacheco, Tarde o temprano (poemas 1958-2009). Ed. de Ana Cla-
vel. 2ª reimp. México, FCE, 2013.
33
A. Higashi, op. cit., pp. 19-118.
Poema y puntuación
34
Clara I. Martínez Cantón, El ritmo como clave del verso en Antonio Colinas.
Elementos rítmicos no métricos. León, Universidad de León, 2013.
Alejandro Higashi
Los farsantes
quienes no tienen un alma fingen
todas las superficies que venden
no la verdad sino la astutísima
baratija
35
Jorge Fernández Granados, Principio de incertidumbre. México, Era/Univer-
sidad de las Américas/Gobierno del Estado de San Luis Potosí, 2007, pp. 43, 47-48,
53 y 55, respectivamente.
36
Ibid., pp. 20-21.
37
Ibid., pp. 59-61.
38
“Los farsantes”, ibid., p. 20.
Poema y puntuación
Los hedonistas
1 astutos sibaritas
que han sabido explorar
con tropezones pero a su manera
el laberinto
2 sentados peroran
acerca de su vida y los itinerarios
impensables del placer
beben los ratos
de esa risa
casual
4 la risa
5 los viejos
a punto de caer
Poema y puntuación
[ 76 ]
6 ah ya gordos de vivir y ver
este averno mundo con humor
saludan contentamente
lo que fue
sin falta la fatalidad
y duermen
roncando
anchamente
39
“Los hedonistas”, ibid., pp. 16-17.
Alejandro Higashi
cada ver
cada verdad
cada verdad es un ver
cada verdad es un cadáver [ 77 ]
cada verdad es un cadáver de eva
cada verdad es un cadáver de evaporable luz
cada ver
40
Ibid., p. 59.
Poema y puntuación
41
Ibid., p. 61.
Alejandro Higashi
Puntuación y poema
42
Ibid., pp. 60-61.
Poema y puntuación
Manuel Iris
*
Publicación realizada gracias al apoyo de la dgapa al proyecto unam-dgapa-
papiit in40241 “Literatura mexicana contemporánea (1995-2012).
1
John Oliver Simon, “Entrevista con Jorge Fernández Granados”, en Revista
Tameme, enero de 2008. <www.tameme.org>.
Arcadia de prodigios
2
Jocelyn Martínez Elizalde, “Memoria y ceguera en dos poetas mexicanos.
Rubén Bonifaz Nuño y Jorge Fernández Granados”, en Ancila, Crítica de la Poesía
Mexicana Contemporánea, núm. 2, primavera de 2013.
3
Antonio Deltoro, “Una herida hereditaria: si en otro mundo todavía”, en Casa
del Tiempo, núm. 64. México, uam-i, febrero de 2013, pp. 75. <http://www.uam.
mx/difusion/casadeltiempo>.
Manuel Iris
“Arcadia”
Infancia,
pequeño quehacer de atentas soledades,
habitación mordida por el sol
de algún verano incontenible.
Seis barcos de papel
4
Jorge Fernández Granados, La música de las esferas. México, Ediciones Cas-
tillo, 1990.
5
J. Fernández Granados, Los hábitos de la ceniza. México, Joaquín Mortiz,
2000.
6
J. Fernández Granados, Principio de incertidumbre. México, Era, 2007.
Arcadia de prodigios
Infancia feroz
De hombres lunares y muertes por minuto.
[ 84 ]
[…]
[…]
El mago
Don Arteaguita, con el diminutivo
más por costumbre que por ternura,
era un hombre robusto y teatral,
cubierto permanentemente de un abrigo negro
y un bastón con empuñadura de marfil, grabado
con dos letras que no guardó mi memoria.
Su acento era distinto al resto de nosotros.
Sonaban sus palabras como el galope de caballos.
Los anillos de cobalto
en su mirada, bajo el fieltro
de un sombrero Tardán, negro como los grajos,
me hacía pensar
en esas nubes que anuncian el granizo.
Sopla.
su sombrero Tardán,
su helada piel, el sulfato de sus ojos
y todo su dinero, intactos.
[…]
Oí la historia pensando
[ 87 ]
en su figura tendida y helada,
como dormida, difusa, sin drama
en un ataúd de neblina,
cubierto de las gotitas de agua
que deja la noche sobre las estatuas.
Neme
[ 88 ] Voy a buscarte, Neme, en milpas de granizo.
Quiero encender la leña, que perfume
esta noche de oficios en el frío.
Lo has olvidado todo, Neme,
te vas de la vigilia.
Tus ojos son pájaros blancos
ahogados en la sombra que ha vencido.
Tuviste tanta fuerza y me abrazabas
cuando llegaba el miedo, sus ángeles helados.
tao
mi madre era una mujer que llevaba su casa a todas partes
mi padre era un hombre que llevaba sus ruedas a todas partes
mi madre era una mujer que dondequiera que vivía buscaba arraigarse
mi padre era un hombre que dondequiera que vivía buscaba la
hora de irse
Arcadia de prodigios
[…]
“La higuera”
ese lugar
veloz
donde no éramos sino velocidad
inventando vehículos para vencer
en el camino cuesta abajo
por esa áspera pista de tierra negra hasta golpear con el cuerpo
contra el tronco de la higuera
la meta era la vieja higuera
Arcadia de prodigios
[…]
[…]
A modo de conclusiones
Israel Ramírez
El Colegio de San Luis
1
Publicación realizada gracias al apoyo de la dgapa al proyecto unam-dgapa-
papiit in40241 “Literatura mexicana contemporánea (1995-2012).
Del verso y sus formas
2
Un ejemplo es “Montsalvat”, sección de Resurrección (México: Aldus, 1995),
donde 12 poemas de versos extensos (aunque parezcan poemas en prosa) se in-
tegran y cobran una dimensión distinta si se leen como parte de una serie con
dicho título.
3
Es claro que entre 1997, año en que José Eugenio Sánchez ganó el X Premio
Internacional de Poesía Fundación Loewe, y el 2000, en que Fernández recibe el
Aguascalientes, la poesía mexicana escrita por los jóvenes vive un intenso mo-
mento de expansión. La conjugación del año de su nacimiento (1965) con facto-
res como el fin del siglo xx (en su espíritu revisionista o por las posibilidades de
cambio que se depositan en el naciente siglo xxi), el prestigio que supone el ganar
este tipo de premios y la mayoría de edad que marcan las reglas de operación del
fonca más, por supuesto, las cualidades estéticas de su obra, son parte de lo que
vemos reflejado en antologías o libros colectivos como El manantial latente, La luz
que va dando nombre, Árbol de variada luz o El decir y el vértigo donde aparece
Fernández Granados como punto de arranque de la poesía actual.
Del verso y sus formas
4
El antecedente directo en cuanto a la nomenclatura es el aparecido en 1992, La
rosa de los vientos. Antología de poesía mexicana actual, de Francisco Serrano, prepara-
da con un carácter actualista puesto que se organizó a raíz de la participación de México
como país invitado en la Feria del Libro de Frankfurt ese mismo año. Su “Presentación”
la justifica como una obra “‘meteorológica’, en el sentido de que intenta medir el ‘estado
del tiempo’ de la poesía mexicana actual” (p. 10) y las regiones a las que apunta (norte,
sur) se corresponden casi directamente con décadas de nacimiento de los autores, más
que con procedimientos o características de la obra –como sucederá en la lectura de
Fernández Granados–. En años posteriores, menciono cuatro trabajos de intención pa-
norámica a guisa de ejemplo: “Entre la brasa y la espuma” de José Francisco Conde Or-
tega, “Recuento de la últimas dos décadas de poesía mexicana” de José María Espinasa,
“Apuntes sobre la poesía erótica mexicana escrita por mujeres” de Marianne Toussaint
y Radicalizar e interrogar los límites de Ana Chouciño Fernández.
5
En Nagara 2 (diciembre de 1997, pp. 1-16), suplemento literario de la revista Vi-
ceversa que dirigió Fernando Fernández, se publicó una primera versión de la rosa de
los vientos a partir de la cual él se acerca a la poesía de los jóvenes de su generación y, al
mismo tiempo, a la poesía de fines del siglo xx. Se trata de una muestra antológica con
una presentación breve; trabajo que después será publicado en Revista de la Universidad
de México (núm. 576-577, enero-febrero de 1999, pp. 4-7) ya sin la selección de poemas,
pero bajo la misma idea, ahora mucho más desarrollada. Finalmente, en el año 2000
se publicó en su versión final: Jorge Fernández Granados, “Poesía mexicana de fin de
siglo. Para una calibración de puntos cardinales”, en Víctor Toledo. Introd., comp. y no-
tas, Poética mexicana contemporánea. Puebla, buap, edición que cito para este capítulo.
Israel Ramírez
6
J. Fernández Granados, “Poesía mexicana de fin de siglo. Para una calibración
de puntos cardinales”, en op. cit., p. 239.
7
Ibid., p. 222.
8
Idem.
9
Aclaro que en su aspecto descriptivo, Fernández Granados se refiere en el artículo a la
escritura que domina el cierre del siglo xx, no en particular a la poesía mexicana; la imagen
es cercana, entonces, pero no idéntica al juicio de conservadora que comúnmente se repite
para describirla (una visión que ya deberíamos ir desmoronando por engañosa, cuando se
Del verso y sus formas
asume como postura crítica ante una producción a todas luces diversa y rica) y de la que
Julián Herbert (“Apuntes para una filosofía de la descomposición”, en Rogelio Guedea y
Jair Cortés, comps., A contraluz. Poéticas y reflexiones de la poesía mexicana reciente. Mé-
xico: Conaculta, 2005) se desmarca y revira con estas palabras: “nuestra poesía no es tan
uniforme en esencia; creo que la repetición de ciertos tics retóricos achata y empobrece la
diversidad de registros, lo cual me parece leve pero significativamente distinto” (p. 196).
10
Cf. Francis Ponge, “Sobre la dicción. (Respuestas a una encuesta radiofóni-
ca)”, en Poesía y Poética, núm. 33, primavera de 1999.
Israel Ramírez
El inicio del poema me permite decir que la retórica que hay de-
trás de su escritura se aleja de la más compleja o preciosista que
vemos en otros de sus textos. En tres líneas no hay artificios oscuros
o palabras de resonancia libresca. Esta estrofa pacta la cercanía entre
el lector-escucha, el enunciante mediante la elección de “creo” y su
consiguiente falta de certeza, lo cual traza un puente afectivo que no
se identifica con el habla directa pero cuya formulación no pierde [ 103 ]
claridad para un amplio público. A partir de la segunda estrofa se
nota una variación (en algunas frases o versos) por la inclusión de
rasgos metafóricos o construcciones que tensan el sentido directo;
los ejemplos más claros se dan tanto en el primer verso como en el
último de la estrofa. A continuación transcribo el inicio del poema:
La higuera
creo que fueron los mejores años de mi vida
los que no comprendí
y sólo pasaron
11
J. Fernández Granados, Si en otro mundo todavía. México, Almadía, 2012, p. 197.
12
Desde Entretejedura (1988), volumen colectivo en que Fernández Granados
participa, publica “Hora de llegada” que inicia con estas palabras, para notar la
intensidad de sus obsesiones temáticas: “Infancia: /pequeño quehacer de ingenuas
soledades,/habitación mordida por el sol/de algún verano incontenible” (p. 60).
Del verso y sus formas
La perfumista
Urna de otras reliquias
ante la babilonia de cristal de los estantes
olisca el seco olor del palisandro, la resina
de estoraque (Venus)
o el aroma lunar de la alhucema.
En las alturas habitadas por el polvo
reconoce, con una orientación
de pájaro, los sitios
migratorios de los frascos.
El ámbar gris junto al pebete
y la sortija de durazno del almizcle,
el emoliente de la mirra, la cananga
siamesa que no conoce el frío, el cinamomo,
la perezosa goma del gálbano, el aura de la algalia
y la aromosa Quío de trementina.13
13
J. Fernández Granados, Los hábitos de la ceniza. México, Joaquín Mortiz,
2000, p. 25.
Del verso y sus formas
14
F. Ponge, “Sobre la dicción. (Respuestas a una encuesta radiofónica)”, en op.
cit., p. 60.
15
J. Fernández Granados, Si en otro mundo todavía, p. 199.
Israel Ramírez
16
Guillermo Sucre, La máscara, la transparencia. Ensayos sobre poesía hispano-
americana. México, fce, 2001, p. 221.
Del verso y sus formas
cada ver
17
J. Fernández Granados, Principio de incertidumbre. México, era, 2007, 159.
Del verso y sus formas
[ 112 ]
Antes habíamos citado el inicio de “Cada ver”, en el que el primer
verso contrasta con el siguiente, aspecto que se repite hasta concre-
tar una estructura formada por seis versos cortos que entrelazan
cinco (que van de las 6 a las 10 líneas, aproximadamente, según la
edición que se siga). Resulta evidente que los puntos y comas que
gramaticalmente requeriría el texto de Fernández Granados des-
aparecen porque se suman otras intenciones, diferentes a las que
motivaron a Apollinaire en su momento. Queda lejano el interés de
innovación que había en 1913 o la oposición a un lenguaje poético
tradicional, pues a inicios del siglo xxi el verso libre y la supresión
de puntos es cosa común. Hay, arriesgo, el proponer una lectura
que una vez aceptada la ausencia de marcas gramaticales se deba-
ta entre cómo agrupar o marcar las unidades de sentido que nos
ofrece el poema. El arranque de la segunda línea “nudos ocultos
de cuerpos mutilados” no parece orillar a la ambigüedad entre la
interpretación que proponga que hay nudos que están ocultos de los
cuerpos mutilados, sino que los cuerpos mutilados son nudos ocultos;
sin embargo, la tensión por la falta de comas aparece cuando el lec-
tor se pregunta qué ritmo dar a la lectura. Mientras en Apollinaire
las unidades breves permiten reconocer acentos y rimas ocasiona-
les, es decir, algunos indicios que nos sirven para orientar la lectu-
ra, en Fernández Granados el lector toma decisiones que repercu-
ten directamente en los grados de ritmicidad que le asignamos a un
poema que, desde la propia ausencia de puntuación, da sentido al
desmembramiento de los cuerpos a los que alude.
18
Ulalume González de León, trad., Guillaume Apollinaire. México, unam, 2011.
Israel Ramírez
19
J. Fernández Granados, Principio de incertidumbre, p. 59.
Del verso y sus formas
20
J. Fernández Granados, El cristal. México, era, 2000, p. 11.
Israel Ramírez
21
Véase Ernesto Lumbreras y Hernán Bravo Varela [sel., pról.], El manantial latente.
Muestra de poesía mexicana desde el ahora: 1986-2002. México, Conaculta, 2002. p. 61.
Del verso y sus formas
Ahora bien, hasta el lector más incauto puede entrever sus dife-
rencias. Las más evidentes son el tipo de lenguaje y la puntuación,
[ 116 ] pero con ellas una que los distancia aún más: su naturaleza rítmi-
ca. Que un poema tenga comas (o no) no determina el ritmo en los
poemas de formas no medidas, sin embargo, cuando este rasgo se
conjuga con otros, como es el tipo de lenguaje poético, el resultado
afecta de manera directa nuestra manera de percibir las marcas
rítmicas. Si el cambio de ritmo fue lo que distinguió, más allá de
la inmediatez de la forma, al verso métricamente regular del verso
libre, me pregunto si no hay que intensificar nuestra reflexión so-
bre las variadas maneras en que el poema contemporáneo en verso
libre nos demanda atención.
La primera frase del poema, para iniciar nuestro acercamiento,
es un buen ejemplo de cómo el procedimiento que identificamos
con la rima se ha desplazado hacia una manifestación de la cual
nos limitamos a identificar como variantes de la aliteración. Si
en un primer momento la rima puede definirse como una recu-
rrencia fónica que aparece en determinadas posiciones dentro del
poema actual (que carece de regularidad métrica), enfatizar un
sonido al final del verso o más precisamente, duplicar un sonido
en lapsos temporales equidistantes contribuye indudablemente
al ritmo acústico-temporal del verso. Sin embargo, un ejercicio
como: “Se hundieron en las aguas, envejecidos al ascender el es-
labón escalar de las espumas”, puede ser descrito comúnmente
como juego de palabras, iteración de sonidos de la que se busca
identificar un sentido cuya huella descansa en el tipo de sonido
que se repite.
Josu Landa, Más allá de la palabra. Para la topología del poema. México, ffl,
22
23
Yuri M. Lotman, Estructura del texto artístico. Madrid, Istmo, 1988, p. 152.
Poesía y presente
1 [ 119 ]
1
Algunos párrafos de “Poesía y presente” fueron originalmente publicados en
“Islas que comulgan con otras Islas”, ensayo contenido en el libro de Rogelio Gue-
dea y Jair Cortés A contraluz. Poéticas y reflexiones de la poesía mexicana reciente
del 2005, así como en un breve ensayo publicado en Letras Libres (31 de diciembre
de 2015) [http://www.letraslibres.com/mexico/esta-en-crisis-la-poesia].
2
En el documental Las cuatro estaciones de Eliseo Diego (1994), realizado por
Jorge Denti.
Poesía y presente
jme: El paso del tiempo y la rememoración son dos temas clásicos en [ 129 ]
la poesía y tengo la impresión de que son dos obsesiones temáticas de
tu poesía, ¿tú qué piensas al respecto?
1
Entrevista realizada gracias al apoyo de la dgapa al proyecto unam-dgapa-
papiit in 40241 “Literatura mexicana contemporánea (1995-2012).
“No tenemos proezas, sólo recuerdos”
jfg: Música, como tal, tendría que decir que no. El arte de la mú-
sica tiene su propia historia y desarrollo; y a estas alturas de la
civilización está perfectamente codificado y estudiado dentro de
convenciones prácticamente universales. Pero si nos remontamos
al origen del fenómeno sonoro y sus lenguajes tal vez haya algunos
puntos de convergencia con la poesía. La definición canónica de
la música la describe como el arte de los sonidos y los silencios en el
tiempo. Si entendemos, para el caso, el concepto de música como
expresión audible, o, más aún, como orden intangible de elemen-
tos sonoros en el tiempo, la poesía no quedaría necesariamente
fuera de tal campo expresivo. Sin embargo, la verdadera música de
la poesía –si algo así realmente existe– no sería estrictamente un
fenómeno sonoro sino uno de orden conceptual. Es claro que en
este contexto el término de música alude más bien a la idea de ar-
monía. La armonía poética provendría de una particular articula-
ción verbal, de la destreza expresiva y el alcance del significado, sin
otro recurso de apoyo más que la palabra misma. Desde mi punto
de vista, por tanto, la hipotética música de la poesía radica más en
la belleza del sentido que en la belleza del sonido.
Jocelyn Martínez Elizalde
jfg: Varios de los poetas que más me han interesado están citados
en el libro El fuego que camina. En él recogí ensayos, retratos y
apuntes sobre diecisiete autores hispanoamericanos. En la prime-
ra parte del libro, por ejemplo, abordo la obra y la figura de Luis
Cernuda, José Ángel Valente, Francisco Brines, José Lezama Lima,
“No tenemos proezas, sólo recuerdos”
jfg: Es curioso, entre los autores que mencionas casi todos fueron
también descollantes narradores. En realidad para mí los géneros
son más que nada convenciones administrativas de la literatura. No
es el género el que hace al escritor sino la calidad de su escritura lo
que define el lugar de su obra. Comparamos, por ejemplo, las obras
de William Shakespeare y de Miguel de Cervantes, considerando,
como es consenso, que cada uno de estos autores coetáneos fue en
sus respectivas lenguas una cima; pero no asentamos como un dato
relevante que el primero escribió dramas y poemas y el segundo,
novelas. O bien hablamos, en la literatura hispanoamericana del
siglo xx, de la influencia fundacional que significaron Jorge Luis
Borges, Pablo Neruda, Juan Rulfo o Gabriel García Márquez, cada
uno de ellos de muy diverso género y tono discursivo; y a nadie se
le ocurriría calificar a Borges o a Neruda como escritores menores
porque no escribieron grandes novelas. Este prejuicio es más evi-
dente conforme miramos hacia el pasado y pretendemos definir el
género de, digamos, Gilgamesh, El cantar de los cantares, el Libro de
Job, los Diálogos de Platón o Las mil y una noches. Los géneros son
cambiantes en la historia porque obedecen, como ya dije, a con-
venciones comunicativas y tradiciones de cada cultura. Resulta por
ello inoperante establecer un juicio acerca de la importancia de una
obra literaria basados exclusivamente en su género.
“No tenemos proezas, sólo recuerdos”
jme: Tu obra poética está plagada de preguntas “¿A dónde van las
cosas que nos duelen?” “¿Por qué somos de muerte?”, “¿Dónde estu-
vimos antes de ser estos que somos?” ¿Sucede también que la poesía
te brinda respuestas?
Alonzo Caudillo
Facultad de Filosofía y Letras, unam
Poesía
1
Bibliografía realizada gracias al apoyo de la dgapa al proyecto unam-dgapa-
papiit in 40241 “Literatura mexicana contemporánea (1995-2012).
BIBLIOHEMEROGRAFÍA DE Y SOBRE JORGE FERNÁNDEZ GRANADOS
Narrativa
Ensayo
[ 142 ]
Fernández Granados, Jorge, “Poesía mexicana de fin de siglo.
Para una calibración de puntos cardinales”, en Revista de la Uni-
versidad de México, núm. 576-577, enero-febrero, 1999, pp. 5-7.
Fernández Granados, Jorge, “Islas que comulgan con otras is-
las”, en Rogelio Guedea y Jair Cortés, coords., A contraluz. Poé-
ticas y reflexiones de la poesía mexicana reciente. México, feta/
Conaculta, 2005.
Fernández Granados, Jorge, El fuego que camina. México,
Conaculta, 2014.
Otros
Hemerografía
Entrevistas al autor
Sobre el autor
Artículo académico
Reseñas
Presentación [ 147 ]
Mónica Quijano Velasco . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7
Introducción
Jocelyn Martínez Elizalde . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13
Memoria del olvido: características de la memoria en
El arcángel ebrio y en Xihualpa de Jorge Fernández Granados
Iván Cruz Osorio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 21
Poema y puntuación
en la obra de Jorge Fernández Granados
Alejandro Higashi. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 43
Arcadia de prodigios: La infancia en la poesía
de Jorge Fernández Granados
Manuel Iris . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 81
Del verso y sus formas
en la escritura de Jorge Fernández Granados
Israel Ramírez. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 97
Poesía y presente
Jorge Fernández Granados. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 119
“No tenemos proezas, sólo recuerdos”.
Entrevista a Jorge Fernández Granados
Jocelyn Martínez Elizalde . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 129
Bliobliohemerografía de y sobre Jorge Fernández Granados
Alonzo Caudillo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 141
De vuelta a Xihualpa: lecturas críticas a la obra de Jorge Fer-
nández Granados fue realizado por la Facultad de Filosofía
y Letras de la unam y se terminó de producir en septiem-
bre de 2019 en Proelium Editorial Virtual. Tiene un formato
de publicación electrónica enriquecida exclusivo de la serie
de la ffl, así como salida a impresión por demanda.
Se utilizó en la composición la familia tipográfica completa
Minion Pro en diferentes puntajes y adaptaciones. La tota-
lidad del contenido de la presente publicación es respon-
sabilidad del autor y, en su caso, corresponsabilidad de los
coautores y del coordinador o coordinadores de la misma.
La formación estuvo a cargo de Edgar Gómez Muñoz. Cuidó
la edición Juan Carlos Hernández Vera.
Imagen en guardas y cubierta:
Fortunio Liceti (1577-1657), “Ilustración
interior (IV)”, grabado en madera e im-
presión del libro Fortunius Licetus De
monstris : Ex recensione Gerardi Blasii,
M.D. & P.P Qui monstra quaedam nova
& rariora ex recentiorum scriptis addi-
dit (1665). El editor fue Andreae Frisii
(de Amstelodami o bien Amsterdam).
La imagen se tomó de un ejemplar
perteneciente a la Librería Nacional de
Nápoles, Italia.
J orge
Fernández
Granados (Ciudad de
México, 1965) ha obtenido diversos reco-
nocimientos por su obra poética como el Premio
Jaime Sabines, el Premio Aguascalientes y el Premio
Carlos Pellicer; su obra poética es sólida, rica y repre-
sentativa de la literatura mexicana de los últimos años. En
este volumen participaron los académicos Alejandro Higashi
e Israel Ramírez y los poetas Iván Cruz Osorio y Manuel Iris.
Incluimos también un texto de Fernández Granados acerca de la
poesía mexicana reciente y una entrevista al autor. En los artícu-
los incluidos en De vuelta a Xihualpa: lecturas críticas a la obra
de Jorge Fernández Granados el lector encontrará diversas formas
de acercamiento a la poesía de este autor donde se destacan temas
como la memoria, la infancia, la tecnología, la música, el acerca-
miento a lo sagrado y la presencia de la violencia en México.