Levi Tico
Levi Tico
LEVÍTICO
Por
Wayne Partain
Notas sobre Levítico
Copyright 1982
By Wayne Partain
Derechos Reservados
Versiones
Obras citadas
B. Levítico cabe perfectamente bien después del libro de Éxodo, no porque contenga
datos históricos que los conecten entre sí, sino porque al escribir el libro de Éxodo, Moisés
reveló los detalles de la construcción del tabernáculo y era necesario que se registrara
también los detalles del servicio del tabernáculo, y esto es precisamente el propósito y
contenido de Levítico. Si el libro de Levítico hubiera precedido el de Éxodo, los servicios del
tabernáculo se hubieran delineado antes de su existencia.
C. Este libro es importante porque trata acerca de la expiación de los pecados del pueblo
y de su acercamiento a Dios. En varios detalles la carta a los Hebreos corresponde a Levítico
porque en los dos libros existe el plan o arreglo divino para acercarnos a Dios. Dice Heb.
10:22, "acerquémonos con corazón sincero". De manera imperfecta los israelitas podían
acercarse a Dios por medio de los sacrificios de animales y la mediación del sacerdocio de
Aarón, pero de manera perfecta nosotros podemos acercarnos a Dios por medio del perfecto
sacrificio y mediación de Cristo. Examinar estos libros conjuntamente y punto por punto es
un estudio muy provechoso. Recomiendo un repaso de las Notas sobre Hebreos por el
hermano Bill H. Reeves al estudiar estas Notas sobre Levítico.
A. El significado de Levítico.
1. Viene del nombre Leví, uno de los doce hijos de Israel (Jacob). La familia o tribu de
Leví fue escogida por Dios como posesión especial de El. Dios dijo (Ex 13:2), "Conságrame
todo primogénito. Cualquiera que abre matriz entre los hijos de Israel, así de los hombres
como de los animales, mío es". Pero Dios aceptó a los levitas (la tribu entera) en lugar de los
primogénitos, y así los israelitas podían redimir a sus primogénitos. Dice Núm. 3:41, "Y
tomarás a los levitas para mí en lugar de todos los primogénitos de los hijos de Israel, y los
animales de los levitas en lugar de todos los primogénitos de los animales de los hijos de
Israel. Yo Jehová". Luego en Núm. 8:19, hablando del mismo asunto, agrega: "Y yo he dado
en don los levitas a Aarón y a sus hijos de entre los hijos de Israel, para que ejerzan el
ministerio de los hijos de Israel en el tabernáculo de reunión, y reconcilien a los hijos de
Israel; para que no haya plaga en los hijos de Israel, al acercarse los hijos de Israel al
santuario". Así vemos claramente que Dios escogió a los levitas para el ministerio del
tabernáculo. Véase 1 Crón 23 para aprender sus deberes como gobernadores, jueces, músicos
y cantores (tributando alabanzas a Dios), porteros, etc.
2. Levítico es el nombre de este libro en la Septuaginta, la versión griega (todos los
libros del Antiguo Testamento fueron revelados originalmente en hebreo). El nombre hebreo
del libro es Vaiyikra, que es la primera palabra del libro, "Llamó".
1. Levítico, pues, es el libro que revela y explica las leyes y reglamentos que
gobernaban el servicio religioso de los israelitas, bajo el ministerio de los levitas y
especialmente el de los sacerdotes (Aarón y sus hijos).
2. Este libro se puede considerar como un manual para los levitas y especialmente para
los sacerdotes.
3. El libro tiene que ver con los sacrificios, ofrendas, servicios de un pueblo sagrado.
Tiene que ver con cosas sagradas: el tabernáculo, sus muebles y utensilios; días santos, etc.
4. Levítico no es un libro de historia. Los eventos históricos narrados son muy pocos
(véanse 10:1, 2, el pecado de Nadab y Abiú y su consecuencia; 24:8, el pecado de blasfemia
y su consecuencia).
5. No hemos de pensar que Levítico trate acerca de la religión externa solamente. Los
sacrificios no valían si los oferentes no reconocían su significado; eran medios de acercarse a
Dios. Requerían fe, humildad, arrepentimiento, confesión de pecado, gratitud a Dios, etc.
(Véase 26:30-41). Tenía que ser servicio de corazón. Además, en 19:18 hallamos el texto que
se cita varias veces en el Nuevo Testamento: "amarás a tu prójimo como a ti mismo". Si este
mandamiento como se cita en el Nuevo Testamento es servicio espiritual, también lo era en el
Antiguo Testamento. (Véase "Lecciones que aprendemos", V, D, de esta Introducción).
III. Bosquejo del libro por Edersheim ("Bible History, Old Testament, Volumes I-IV, Pág.
139).
Parte I - capítulos 1-16 - Cómo acercarse a Dios para poder tener comunión con El.
2. Los capítulos 8-10 tratan acerca de la consagración del sacerdocio, los sacrificios y
el pecado de Nadab y Abiú.
Parte II - capítulos 17-27 - trata acerca de la consagración, o sea la santidad que debería
caracterizar a aquellos que han tenido (por medio de los sacrificios administrados y mediados
por el sacerdocio levítico) su acceso o acercamiento a Dios.
6. El castigo del blasfemo, cap. 24:10- (Es interesante notar aquí, que como las
direcciones divinas en conexión con el sacerdocio fueron enfatizadas o acentuadas por el
castigo sobre Nadab y Abiú, 10:1, 2, así también el deber solemne de todo Israel de respetar y
reverenciar el nombre de Jehová se exhibe en el castigo sobre este hombre que lo blasfemó).
7. Santidad en la tierra, cap. 25. Como la Parte I, que describe el acceso a Dios, se
culminó en el día de expiación, así la Parte II se culminó en el año del jubileo.
8. Las bendiciones pronunciadas sobre la fiel observancia del pacto, cap. 26.
A. Todo aspecto de esta gran nación era especial, peculiar, y excepcional. Israel era una
nación extraordinaria. ¿Qué otra nación jamás comenzó con su vida nacional entera planeada
y determinada en todo detalle como ésta? Todas las ordenanzas e instituciones que la
gobernaban fueron explicadas amplia y claramente.
A. Antes de llegar al libro de Levítico leemos de sacrificios. (Gén. 4:4; 8:20, nótese el
mismo punto que hallamos en Lev 17:11; Ex 5:1-3 y muchos otros textos.) La práctica de
ofrecer sacrificios a Dios ha existido desde que el pecado fue introducido en el mundo.
B. Pero en Levítico Dios prescribe diferentes clases de sacrificios desconocidos antes, los
que habían de ofrecer los sacerdotes levíticos. (Bajo el sistema más antiguo, el padre de
familia hacía las veces de sacerdote; por eso decimos "dispensación patriarcal").
Ahora nosotros podemos acercarnos a Dios por medio de nuestro perfecto Sacrificio,
Jesucristo. Heb. 10:22, "acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe,
purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura". El plan
de Levítico es el mismo que Hebreos: una provisión por la que el hombre puede acercarse a
Dios y tener comunión con El. En los dos libros se afirma clara y enfáticamente que Dios
mismo provee los medios. Con gratitud debemos aprovecharlos.
2. El hombre, habiendo pecado, debe hacer algo. Dios provee la salvación, pero queda
algo que el hombre debe hacer. Dios no hará por el hombre lo que él tiene que hacer por sí
mismo.
3. El hombre no puede recibir ningún beneficio del plan de Dios a menos que esté
dispuesto a reconocer su pecado y su estado pecaminoso.
7. El oferente aceptó la mediación sacerdotal de Aarón porque éste fue "llamado por
Dios" (Heb. 5:4) y la de sus hijos (sucesores). Dios no dijo a los israelitas que cada quien
pudiera ofrecer lo que quisiera de la manera que escogiera en el lugar de su predilección y
todo sin la mediación de sacerdotes escogidos por Dios. El pueblo no podía escoger
sacerdotes conforme a su propia idea (recuérdese el pecado de Jeroboam, 1 Reyes 12:25-33).
El oferente hacía su parte en la presentación pero entonces tenía que respetar al sacerdote
levítico quien hizo por él lo que Dios mandó. Entre los oferentes y Dios había mediadores,
los sacerdotes levíticos. Esta verdad debe observarse con cuidado. Hoy en día millones de
profesados seguidores de Dios no hacen caso a Cristo quien dice, "nadie viene al Padre sino
por mí" (Juan 14:6). El es nuestro único Mediador, 1 Tim. 2:5. "... por medio de El ...
tenemos entrada ... al Padre" (Efes. 2:18; 3:12).
8. Cuando la comunión con Dios se restauraba en la manera prescrita por El, entonces
el israelita había de ofrecer a Dios servicio diario con gozo, con su vida enteramente
consagrada y dedicada a El.
E. Los sacrificios no eran un fin en sí mismos, sino que eran el medio para alcanzar el fin
deseado: la comunión con Dios.
1. Israel, olvidando esto, dejó que el servicio llegara a ser un rito vacío. Dijeron, "¡Oh,
qué fastidio es esto!" (Mal. 1:13).
3. Olvidando esto, los hijos de Elí llegaron a ser "hombres impíos" e hicieron pecar al
pueblo en cuestión de los sacrificios (1 Sam. 2:12-24).
4. Pero este problema no tocó solamente a Nadab, Abiú, Ofni y Finees, sino que era un
problema común entre todos los israelitas. Guardaban las cosas externas, pasando por alto el
propósito verdadero de los sacrificios. Los profetas denunciaron este mal (Miqueas 6:6-8;
Oseas 6:6, etcétera).
B. Todas las instituciones de la ley de Moisés tenían carácter mesiánico. Todo apunta
directa o indirectamente hacia Cristo, "el Cordero de Dios que quita los pecados del mundo"
(Juan 1:29).
Levítico 1
Este capítulo trata acerca de los holocaustos (véanse también 6:8-13; Ex 29:38-46), los
sacrificios quemados por entero.
1:1 -- "Llamó" - de esta palabra viene el nombre del libro en hebreo: "Vaiyikra". La
palabra "Levítico" viene de la versión griega (la Septuaginta).
-- "Llamó Jehová a Moisés, y habló con él ..." Esto indica el origen divino de los
sacrificios prescritos en este libro. Aunque Moisés subió al monte Sinaí y estuvo allí por
cuarenta días para recibir leyes y estatutos, Dios también se le apareció y le habló "desde el
tabernáculo de reunión". Sobre el monte Dios reveló su gran majestad, su santidad, y lo que
demandaba de Israel. Jehová se acercó a Israel, hablando con Moisés en el monte y cuando el
tabernáculo se construyó, Dios se acercó a ellos, hablando con los representantes de la nación
desde el propiciatorio en el lugar santísimo. Por medio de estos sacrificios el pueblo podía
acercarse a Dios. El lenguaje de Sant. 4:8 se basa en este concepto: "Acercaos a Dios, y El se
acercará a vosotros".
Dios habló directamente con Moisés, "cara a cara" (es decir, sin profeta, sueños ni
visiones, etc. "Cara a cara hablaré con él, y claramente, y no por figuras" (Núm. 12:8).
1:2 -- "Cuando alguno ... ofrece". Esto indica la naturaleza voluntaria de estos
sacrificios. Ciertos sacrificios fueron requeridos para cierto tiempo; por ejemplo, los
sacrificios prescritos para el día de expiación (cap. 16), pero los sacrificios mencionados en el
cap. 1 habían de ser ofrecidos voluntariamente y no había tiempo designado para hacerlo.
-- "de ganado vacuno u ovejuno", animales limpios, animales de valor. Les costó algo.
(Compárese 2 Sam. 24:24). Por supuesto, se hizo provisión para los más pobres, pero es
importante notar que los sacrificios eran, generalmente hablando, ofrendas de mucho valor y
costo. La expiación no es barata. El sacrificio usual según la ley fue tomado del ganado
vacuno u ovejuno, animales útiles al hombre por ser domésticos y limpios.
1:4 -- "Y pondrá su mano sobre la cabeza del holocausto, y será aceptado para
expiación suya".
A. El hombre ha pecado, es culpable, y debe morir (Rom. 6:23). El pecador no puede
disfrutar de la comunión con Dios; no puede estar en su divina presencia (porque "no hay
ningunas tinieblas" en Dios, 1 Jn. 1:5). La consecuencia ineludible, pues, de nuestros pecados
sería la separación eterna de la presencia de Dios y la gloria de su poder (2 Tesal. 1:9), pero
gracias a Dios, El en su gran misericordia hizo posible un remedio eficaz, una manera de
escapar de esta sentencia de muerte.
B. El poner su mano sobre la cabeza del animal era símbolo de identificación; es decir, el
oferente indicaba que el animal era suyo y que lo ofrecía para el propósito indicado (sea para
holocausto, o para ofrenda de paz, o para expiación). Es importante observar que había de
poner su mano sobre la cabeza del animal si era ofrenda de paz (3:2, 8, 13).
C. Es cierto que cuando se ofrecía el sacrificio para expiación se confesaban
pecados, pero cuando era sacrificio de paz, en lugar de confesar pecados, se ofrecían palabras
de alabanza y gratitud hacia Dios. Pero en ambos casos el oferente ponía su mano sobre la
cabeza del animal para identificarse con su sacrificio.
D. La conclusión ineludible es que el mero acto de poner las manos sobre el animal no
indicaba que sus pecados eran transferidos al animal.
E. Sin estudiar a fondo este tema algunos hemos cometido el error de enseñar que Cristo
fue nuestro sustituto, tomando nuestro lugar cuando murió por nosotros, pero la Biblia no
enseña esto.
F. Entonces ¿qué significa el texto en Isaías que dice que "ciertamente llevó El nuestras
enfermedades, y sufrió nuestros dolores" (Isa. 53:4-6). El v. 10 es muy claro: "cuando haya
puesto su vida en expiación por el pecado". Dejemos que Mat. 8:17 nos ayude con esta
pregunta. Cuando Jesús llevó las enfermedades de la gente ¿se enfermó Él mismo? No, más
bien, las sanó. Igualmente, cuando "El mismo llevó nuestros pecados en su cuerpo sobre el
madero" (1 Ped. 2:24) no llegó a ser pecador. Los pecados del hombre no fueron "imputados"
(contados, cargados, transferidos) a Él, sino que los "llevó" en el sentido de hacer posible el
perdón (sanidad espiritual).
G. 2 Cor. 5:21, "Al que no conoció pecado, por nosotros Dios le hizo pecado, para que
nosotros fuéramos hechos justicia de Dios en Él". ¿En qué sentido? Obviamente llegó a ser el
ofrenda o expiación por el pecado. En Levítico 4:21, 25; 6:25 y varias veces más el texto dice
"pecado" pero quiere decir "expiación por el pecado". Heb.10:8, la palabra "expiaciones" es
simplemente "pecado".
-- "expiación", de la palabra "cubrir". Los pecados deben ser cubiertos. En el Nuevo
Testamento la palabra que corresponde es "propiciación" (Rom. 3:25; Heb. 2:17; 1 Jn. 2:2;
4:10). Cristo es nuestro "propiciatorio" (Heb. 9:5). Su sangre cubre nuestros pecados. Rom.
4:6-8.
1:5 -- "Entonces degollará el becerro en la presencia de Jehová". Esto lo hace el
oferente mismo; es el último acto de él. Lo hace "al lado norte del altar" (ver. 11). Entonces
el sacerdote se encargaba del servicio.
-- "y los sacerdotes hijos de Aarón ofrecerán la sangre, y la rociarán alrededor sobre
el altar". Sin duda, este acto es el más importante del servicio entero, porque de esta manera
se indicaba que el sacrificio se hacía a Dios con el propósito de hacer expiación por los
pecados.
A. Los sacerdotes levíticos eran mediadores entre Dios y el pueblo. Aarón y sus hijos
fueron escogidos para ser sacerdotes. Toda la tribu de Leví fue tomada por Dios para servir
en asuntos sagrados, y de esta tribu Dios escogió a Aarón, hermano de Moisés, para ser
sacerdote. (Véase Introducción, II, A, p. 1).
B. La sangre (la vida, Gén. 9:4, 5; Lev. 17:11) fue derramada y rociada alrededor sobre el
altar. La vida del animal fue entregada a la muerte y Dios la aceptó para "cubrir" (hacer
expiación de) los pecados del adorador.
C. La palabra "expiación" significa literalmente "una cubierta" (kaper). Por medio del
holocausto presentado voluntariamente y administrado por el sacerdote, el israelita tenía sus
pecados cubiertos y él mismo fue cubierto (protegido) de la pena que sus pecados
merecieron. El holocausto "será acepto en favor suyo para hacer expiación por él" (ver. 4,
VM).
1:7 -- "pondrán fuego". Esto se refiere solamente a la primera vez porque el fuego sobre
el altar nunca se apagó, 6:13.
-- "compondrán la leña". Es interesante notar en estos versículos, como en varios otros
textos, que nuestro Dios es Dios de orden. Dice el ver. 8, "pondrán en orden las piezas"; el
ver. 12, "El sacerdote entonces los pondrá en orden". Gén. 1 y 2 describe la creación
ordenada del mundo (la misma palabra "cosmos" significa "orden"). En Gén. 6:14-16
notamos que las dimensiones del arca se prescribieron con cuidado. En Éxodo 25-28
observamos orden en la construcción del tabernáculo y todas las cosas conectadas con su
servicio. En Núm. 2 vemos los campamentos de las doce tribus, todo en orden, cada tribu
acampada en su lugar designado.
Todos estos textos, y muchos otros sobre el tema, contienen lecciones valiosas para
nosotros. Es necesario que el hombre ponga en orden su vida, buscando primeramente las
cosas de Dios, teniendo buen orden en el hogar, en el trabajo, en el estudio y en todo. El caos
no contribuye a la justicia. Un sermón desordenado no convierte ni edifica. Una oficina
(biblioteca) desordenada no induce al estudio. Cualquier hombre exitoso es hombre bajo
disciplina, hombre que respeta y practica el buen orden.
1:9 -- "todo". Los intestinos y su grosura (ver. 8), las piernas, como también la cabeza
(ver. 8), todo menos la piel (7:8) y el contenido de los intestinos.
-- "ofrenda encendida". El propósito no era simplemente convertir el animal en ceniza,
sino de hacerlo ascender a Dios en su esencia etérea (los gases). La víctima era transformada
en humo y aroma que ascendían a Dios.
-- "olor grato para Jehová". Esto significa placer; Dios se agradaba con tal servicio. Si
el israelita ofrecía el holocausto sin defecto, con sinceridad y humildad, Dios se agradaba.
Los sacrificios ofrecidos con sinceridad indicaban corazón arrepentido, humillado (Sal.
51:17, "los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; al corazón contrito y humillado no
despreciarás Tú, oh Dios".) Pero estos sacrificios solos, no acompañados de un corazón co-
rrecto, eran abominables al Señor. Dios no ordenó estos sacrificios como ritos vacíos. No
quería el acto solo, sino que buscaba sinceros adoradores, gente fiel y piadosa. Requería estos
sacrificios como expresiones apropiadas de dar su corazón y vida a El.
A. Pero Dios abominaba y rechazaba estos mismos sacrificios cuando su pueblo los
ofrecía de la manera insincera. A través de los años el pueblo ofrecía sacrificios aunque se
habían rebelado contra la ley de Dios, eran idólatras, crueles, e hipócritas (Isa. 1:10-20; Jer.
6:20; 7:21-23, "esto les mandé, diciendo: Escuchad mi voz"; Oseas 6:6; 8:13; Miqueas 6:6-8;
Mal. 1:6-14; 2:13). De esta manera hablaron todos los profetas.
B. Nos conviene leer y predicar frecuentemente estos textos, porque nuestro Dios es el
mismo ahora, y el culto vacío todavía se rechaza. Mar. 12:33, "Y al amarle con todo el
corazón, con todo el entendimiento, con toda el alma, y con todas las fuerzas, y amar al
prójimo como a uno mismo, es más que todos los holocaustos y sacrificios". Cristo es nuestro
perfecto ejemplo de agradar al Padre: "Y andad en amor, como también Cristo nos amó, y se
entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio en olor fragante" (Efes. 5:2).
C. Aunque el holocausto tenía que ver con la justicia de Dios, también estaba involucrada
la idea de misericordia, porque si alguno no tenía "ganado vacuno u ovejuno", entonces
debería ofrecer aves. "El que es fiel en lo muy poco, también en lo más es fiel; y el que en lo
muy poco es injusto, también en lo más es injusto" (Luc. 16:10).
D. Al ofrecer aceptablemente el holocausto, el israelita se rendía totalmente al Señor.
Hundía su alma en la muerte de la víctima que murió por él y después ofrecía sus miembros
como consagrados a Dios (véase Rom. 6:13, 16).
1:11 -- "al lado norte". El lado oriental era "el lugar de las cenizas" (ver. 16).
1:14 -- "aves" limpias y con hábitos sanos. Estas aves existen en abundancia en
Palestina, especialmente los palominos. Los hombres más pobres pueden comer por lo menos
esta clase de carne; y al mismo tiempo tenían algo que ofrecer a Jehová por pobres que
fuesen. "Ninguno se presentará delante de mí con las manos vacías" (Ex 23:15; 34:20; Deut.
16:16).
1:16 -- "cenizas" - Ex 27:3 habla de los "calderos para recoger la ceniza" y Lev. 4:12
habla de "lugar limpio donde se echan las cenizas". El cap. 6, vers. 10, 11 dicen que "cuando
el fuego hubiere consumido el holocausto, apartará él las cenizas de sobre el altar, y las
pondrá junto al altar. Después se quitará sus vestiduras y se pondrá otras ropas, y sacará las
cenizas fuera del campamento a un lugar limpio".
Levítico 2
2:3 -- "lo que resta", una parte para Dios, el resto para los sacerdotes (pero la oblación
del sacerdote mismo se consumió totalmente).
-- "santísima". Este término se emplea cuando solamente los sacerdotes habían de comer
de lo que fue ofrecido a Dios. Todas las cosas santísimas (la oblación, los panes de
proposición, la carne de ofrendas por el pecado y de culpa) las comían "junto al altar" (dentro
del atrio del tabernáculo). Dios siempre provee para los que sirven en los asuntos sagrados
(compárese 1 Cor. 9:1-14).
2:4 -- "sin levadura". Véase el ver. 11. "Ninguna ofrenda que ofreciereis a Jehová será
con levadura; porque de ninguna cosa leuda, ni de ninguna miel, se ha de quemar ofrenda
para Jehová". La levadura y la miel sí podían ofrecerse. Dice el siguiente versículo: "Como
ofrenda de primicias las ofreceréis a Jehová; mas no subirán sobre el altar en olor grato".
Fueron prohibidos, pues, por el efecto que el fuego tuviera sobre ellos, produciendo algo
desagradable a Dios.
A. En el Nuevo Testamento la levadura representa la hipocresía (Luc. 12:1), enseñanzas
falsas (Mat. 16:5-12) y la fornicación (toda clase de malicia y maldad) (1 Cor. 5:6-8).
B. La "miel" aquí incluye sin duda el jugo espeso de frutas del cual daban primicias a
Dios.
2:13 -- "Y sazonarás con sal toda ofrenda". Como la levadura y la miel se prohíben
porque fermentan y corrompen, así la sal se requiere porque conserva de la corrupción.
A. Dice Cristo que sus discípulos somos "la sal de la tierra", Mat. 5:13. Los cristianos
promueven la vida y evitan la corrupción y muerte.
B. En Mar. 9:42-50 Cristo habla de las ocasiones de caer. Dice que nos conviene cortar la
mano o el pie y sacar al ojo si fueren "ocasión de caer"; porque es mejor vivir sin estos
miembros que ser echados al infierno. Luego dice en el ver. 49 "Porque todos serán salados
con fuego, y todo sacrificio será salado con sal". Luego añade en el ver. 50: "Buena es la sal;
mas si la sal se hace insípida, ¿con qué la sazonaréis? Tened sal en vosotros mismos; y tened
paz los unos con los otros".
1. Cristo hace conexión entre Lev. 2:13 y su enseñanza acerca de la sal. "Tened sal en
vosotros mismos", porque debemos presentar el cuerpo en sacrificio vivo (Rom. 12:1).
2. La primera parte del ver. 49 es más difícil: "Porque todos serán salados con fuego".
Lo dice después de hablar del infierno (vers. 47, 48), y la palabra "Porque" conecta los dos
pensamientos. En este párrafo comenzando con el ver. 42 hay dos pensamientos principales:
la disciplina y el castigo eterno. Parece que Jesús está diciendo que todo el mundo será salado
o con el fuego de disciplina (vers. 43-47; 1 Ped. 1:7; 4:12; Luc. 12:49) o de otro modo con el
fuego inapagable del infierno.
-- "la sal del pacto", porque era un pacto perpetuo. Dice Núm. 18:19, "Todas las
ofrendas elevadas de las cosas santas, que los hijos de Israel ofrecieron a Jehová, las he dado
para ti, y para tus hijos y para tus hijas contigo, por estatuto perpetuo; pacto de sal perpetuo
es delante de Jehová para ti y para tu descendencia contigo". 2 Crón. 13:5, "¿No sabéis
vosotros que Jehová Dios de Israel dio el reino a David sobre Israel para siempre, a él y a sus
hijos, bajo pacto de sal?" La sal añadida a la ofrenda se llama la sal del pacto, porque
impartía fuerza y pureza a la ofrenda y simbolizaba lo fuerte del pacto y la comunión entre
Dios e Israel.
Levítico 3
3:1 -- "sacrificio de paz". Este sacrificio era igual al holocausto en el acto de presentar
el animal delante de Jehová, la imposición de las manos, el degollamiento y el rociamiento de
la sangre. Pero había diferencias: por ejemplo, "sea macho o hembra", vers. 1, 6, 12.
3:3 -- "la grosura" o el sebo, la parte de Dios, la parte más rica e importante del animal.
Se mencionan las varias partes del animal de las que el sebo se puede separar: los intestinos,
los riñones, los ijares (lomos), el hígado.
3:4 -- "los dos riñones" - la única parte del animal que fue quemada aparte del sebo.
3:5 -- "sobre el holocausto". Dice 6:12, "Y el fuego encendido sobre el altar no se
apagará, sino que el sacerdote pondrá en él leña cada mañana, y acomodará el holocausto
sobre él, y quemará sobre él las grosuras de los sacrificios de paz". Siempre había fuego
sobre el altar.
3:6 -- "si de ovejas". La víctima podía ser "de ganado vacuno" (ver. 1), "de ovejas" (ver.
6) o de las cabras, (ver. 12). Se puede observar que no se dice nada de tórtolas ni de
palominos para los pobres, posiblemente porque no se prestaba para dividirse como los
animales para quitar el sebo o para utilizarse en la comida sacrificial.
3:9 -- "la cola entera". Las ovejas que observamos en el occidente no tienen colas que
se puedan comparar con las del oriente que a veces pesaban hasta quince libras cada una.
Eran y son comunes en partes de Egipto, Arabia y Siria.
3:11 -- "vianda ... para Jehová". Dice Dios en Núm. 28:2, "Mi ofrenda, mi pan con mis
ofrendas encendidas en olor grato a mí, guardaréis, ofreciéndomelo a su tiempo". Lev. 21:8,
17, 21, 22.
Levítico 4
4:3 -- "si el sacerdote ungido pecare" ("si fuere el ungido sumo sacerdote quien así
pecare"). El "sacerdote ungido" significa especialmente el sumo sacerdote. "Y derramó del
aceite de la unción sobre la cabeza de Aarón, y lo ungió para santificarlo" (8:12). "Y el sumo
sacerdote entre sus hermanos, sobre cuya cabeza fue derramado el aceite de la unción ..."
(21:10).
A. El sacerdote levítico, aún el sumo sacerdote, pecaba como los demás israelitas, y tenía
que ofrecer sacrificios continuamente por sus propios pecados y luego por los del pueblo. En
Heb. 7 el escritor se refiere a esto para enseñar la necesidad de otro sacerdocio según el orden
de Melquisedec, porque en primer lugar los sacerdotes levíticos "llegaron a ser muchos,
debido a que por la muerte no podían continuar" (ver. 23), y también porque "aquellos sumos
sacerdotes" ofrecían "primero sacrificios por sus propios pecados, y luego por los del pueblo"
(ver. 27). "Porque la ley constituye sumos sacerdotes a débiles hombres" (ver. 28).
B. Sin embargo, el sacerdocio de Cristo es perpetuo y El nunca pecó. "Permanece para
siempre, tiene un sacerdocio inmutable" (ver. 24), y "tal sumo sacerdote nos convenía: santo,
inocente, sin mancha, apartado de los pecadores, y hecho más sublime que los cielos" (ver.
26).
-- "según el pecado del pueblo", "trayendo culpa sobre el pueblo".
A. Es decir, si él peca en su posición oficial como representante de la nación delante del
Señor, y no meramente en su relación personal con Dios (Keil & Delitzsch).
B. Cuando los líderes se desviaron del camino, entonces, por supuesto, el pueblo fue
afectado. Su ejemplo, o sus consejos, podían causar que el pueblo también se desviara. Por
ejemplo, en el caso de los hijos de Elí: 1 Sam. 2:12-24, "... pues hacéis pecar al pueblo de
Jehová".
-- "un becerro". Obsérvese que las víctimas requeridas para expiar los pecados de jefes
(vers. 22-26) y de individuos (vers. 27-35) eran inferiores a los del sumo sacerdote y de la
congregación (vers. 13-21). Se requería becerro en lugar de macho cabrío, cabra o cordera.
4:6 -- "rociará de aquella sangre siete veces delante de Jehová, hacia el velo del
santuario".
A. En esto también se ve algo diferente y especial. Para expiar los pecados del sumo
sacerdote y de la congregación, la sangre había de rociarse siete veces, y eso delante de
Jehová, hacia el velo del santuario (lugar santísimo). Dentro del velo en el lugar santísimo
estuvo el propiciatorio. (Véase la discusión de Heb. 13:11-13, al final del capítulo).
B. Era, pues, un acto más sagrado rociar la sangre hacia el velo que el mero rociamiento
de la sangre "alrededor sobre el altar" del holocausto. Además, el número "siete" es número
sagrado y tiene mucho significado en la Biblia.
4:7 -- "Y el sacerdote pondrá de esa sangre sobre los cuernos del altar del incienso
aromático, que está en el tabernáculo de reunión delante de Jehová".
Compárense los vers. 25, 30, en el caso de los jefes y de individuos, "la pondrá sobre los
cuernos del altar del holocausto".
4:11, 12 -- "... todo el becerro sacará fuera del campamento a un lugar limpio, donde
se echan las cenizas, y lo quemará al fuego sobre la leña ..."
A. Los sacerdotes no podían comer de los sacrificios ofrecidos para expiar sus propios
pecados, ni tampoco de los de "toda la congregación" porque ellos (los sacerdotes) ocupaban
el lugar de adoradores, ofreciendo ellos mismos estas víctimas por sus propios pecados. Los
sacerdotes se incluían, por supuesto, en la clasificación "toda la congregación".
B. Debe aclararse, sin embargo, que los sacerdotes sí podían comer la carne de los
animales ofrecidos por pecado (véase 6:26 y compárese 10:17, 18). Solamente no podían
comer de los sacrificios ofrecidos por sus propios pecados ni de los de "toda la congregación"
de la cual eran parte.
C. No son instruidos a llevar "fuera del campamento ... y lo quemará al fuego" con
referencia a los sacrificios por pecado de "un jefe" (vers. 22-26) o de "alguna persona" (vers.
27-35).
4:22, 23 -- "Cuando pecare un jefe ..." No administraba en cosas sagradas como los
sacerdotes pero él también fue escogido por Dios.
A. Núm. 1:4-16 "... jefe de la casa de sus padres". Príncipes de las varias tribus, capitanes
de los millares de Israel, ver. 16. Véase también 34:18. Y por supuesto, esto incluye a todos
los jefes, hasta el rey de la nación.
B. Surge aquí la pregunta, ¿cuando el jefe pecare, quién le va a llamar la atención? ¿quién
le va a reprender? Los profetas lo hacían como vemos en 2 Sam. 12:9; dijo Natán al rey
David: "¿Por qué, pues tuviste en poco la palabra de Jehová, haciendo lo malo delante de sus
ojos?" Y los sacerdotes también reprendieron a los jefes que pecaron: 2 Crón. 26:16-21,
cuando el rey Uzías "ya era fuerte, su corazón se enalteció para su ruina; porque se rebeló
contra Jehová su Dios, entrando en el templo de Jehová para quemar incienso en el altar del
incienso, y entró tras él el sacerdote Azarías, y con él ochenta sacerdotes de Jehová, varones
valientes. Y se pusieron contra el rey Uzías, y le dijeron: no te corresponde a ti, oh Uzías, el
quemar incienso a Jehová, sino a los sacerdotes hijos de Aarón, que son consagrados para
quemarlo. Sal del santuario, porque has prevaricado, y no te será para gloria delante de
Jehová Dios".
C. Dice el texto, "luego que conociere su pecado que cometió". Así vemos que el trabajo
de hacerles conocer su pecado era importante. Compárense 1 Tim. 5:17-29; 2 Tim. 4:1-3;
Tito 2:15, etc.
Observación: Aquí cabe una comparación entre Lev. 4:6, 16; 16:14, 15 y Heb. 13:11-13,
"Porque los cuerpos de aquellos animales cuya sangre a causa del pecado es introducida en el
santuario por el sumo sacerdote, son quemados fuera del campamento. Por lo cual también
Jesús, para santificar al pueblo mediante su propia sangre, padeció fuera de la puerta.
Salgamos, pues, a él, fuera del campamento, llevando su vituperio". Vemos en estos textos
que la sangre introducida en el santuario tenía aun más importancia porque simbolizaba la
sangre de Jesús, especialmente la sangre de la expiación que fue rociada "hacia el propicia-
torio" (Lev. 16:14). Y los cuerpos de estos animales fueron quemados fuera del campamento
tipificando el padecimiento de Jesús fuera de la ciudad de Jerusalén. ¡Qué importante es pues
estudiar el libro de Levítico!
Levítico 5
5:1 -- "Si alguno pecare por haber sido llamado a testificar, y fuere testigo que vio, o
supo, y no lo denunciare, el llevará su pecado".
A. Aunque vio o supo, no quiso testificar, tal vez por temor, o por no condenar al amigo o
pariente, o por otra causa.
B. Esto es pecado porque tal persona suprime la verdad. Dios ama la justicia, y quiere que
el crimen y el pecado se corrijan. No quiere que nadie ponga obstáculo o que estorbe el
proceso de la justicia, para condenar al culpable o para vindicar al inocente. Dios ama la
verdad; exige que con valor y sin vergüenza digamos la verdad, toda la verdad, y solamente
la verdad. No hay nada en el evangelio que contradiga esta ley; la justicia es indispensable
para que nuestra nación, o la que sea, siga en pie. La mentira, el engaño, la injusticia
destruyen la nación. El libro de Proverbios contiene muchas admoniciones sobre el tema de
la justicia y rectitud, hacia el prójimo, en asuntos de comercio, asuntos legales, etc.
(Compárense Prov. 11:1, 18; 12:10; 1:3.)
C. Lev. 20:4, 5, "Si el pueblo de la tierra cerrare sus ojos respecto de aquel varón que
hubiere dado de sus hijos a Moloc, para no matarle, entonces yo pondré mi rostro contra
aquel varón y contra su familia, y le cortaré de entre su pueblo ..."
D. Prov. 29:24, "El cómplice del ladrón aborrece su propia alma; pues oye la imprecación
y no dice nada".
E. Aunque Jesús no contestó las blasfemias de los judíos, cuando fue conjurado por el
sumo sacerdote, sí respondió. "Y levantándose el sumo sacerdote, le dijo: ¿No respondes
nada? ¿Qué testifican éstos contra ti? Mas Jesús callaba. Entonces el sumo sacerdote le dijo:
Te conjuro por el Dios viviente, que nos digas si eres tú el Cristo, el Hijo de Dios. Jesús le
dijo: Tú lo has dicho; y además os digo, que desde ahora veréis al Hijo del Hombre sentado a
la diestra del poder de Dios, y viniendo en las nubes del cielo", Mat. 26:62-64.
-- "llevará su pecado", es decir, sufrirá las consecuencias. Gén. 4:13, "Y dijo Caín a
Jehová: Grande es mi castigo para ser soportado". La expresión "llevar su pecado" casi
siempre significa "muerte". 10:1, 2, la muerte; 22:9, la muerte; 24:15, 16, la muerte; 20:3-5,
la muerte"; 20:20, 21, "morirán sin hijos".
5:2 -- "Asimismo la persona que hubiere tocado cualquiera cosa inmunda, sea
cadáver de bestia inmunda ... será inmunda".
A. Para entender la razón de por qué fue tan serio tocar cadáveres es necesario conectar
las ideas de muerte y pecado. El pecado es la causa de toda muerte en el mundo. La
corrupción del cuerpo muerto es la consecuencia del pecado; es la terrible cosecha de la cual
Pablo habla en Gál. 6:8.
B. El libro de Levítico abunda en referencias a cosas inmundas y a toda clase de
inmundicia. El tema central es "Sed santos" o sea, separados de toda inmundicia.
5:3 -- "O si tocare inmundicia de hombre". Este tema se presenta en el capítulo 15.
5:4 -- "O si alguno jurare a la ligera con sus labios hacer mal o hacer bien ... será
culpable ..."
A. Tanto en el Antiguo Testamento como en el Nuevo Testamento, Dios condena
severamente el jurar "a la ligera". El juramento es algo sagrado, algo muy serio. No nos
conviene nunca jurar ligeramente. El nombre de Dios no debe ser profanado.
B. Mat. 5:33-37; 23:16-22 son las palabras de Jesús sobre el tema.
1. A los judíos les gustaba jurar pero no les gustaba cumplir con su juramento. Querían
respaldar sus dichos con una especie de juramento, pero también querían salidas para no
tener que cumplir la palabra. Aparte de jurar falsamente en el nombre de Dios, también
tenían otra práctica que Jesús denunció: juraron por el cielo, por Jerusalén, o por sus propias
cabezas, creyendo que tales juramentos añadían fuerza a sus palabras, pero que no les
obligaban a cumplir como si hubiesen jurado en el nombre de Dios. Además (según vemos en
Mat. 23:16-22) les gustaba hacer distinciones entre los juramentos por el templo y el oro del
templo, por el altar y la ofrenda. Dice Jesús que todas estas cosas tienen importancia
solamente porque están relacionadas con Dios. Jesús condena esta práctica y dice que es
hipocresía. En primer lugar, el juramento no debe usarse en la conversación diaria; que se
diga "sí" o "no" y que el carácter sea el apoyo de la palabra.
2. Dice Deut. 6:13, "A Jehová tu Dios temerás, y a él sólo servirás, y por su nombre
jurarás". Véase también 10:20.
El énfasis en el Antiguo Testamento sobre el asunto de jurar, como aquí en estos textos,
es que Jehová "es el objeto de tu alabanza, y El es tu Dios", y no los dioses ajenos (los
ídolos); es decir, el pueblo debería jurar por el nombre de Dios y no por los ídolos, los dioses
falsos.
C. La palabra "juramento" significa (según Larousse) "afirmación o negación de una cosa
que se hace tomando por testigo a Dios". Cualquier afirmación o negación hecha es
juramento si se invoca el nombre de Dios.
1. Pablo invocó el nombre de Dios varias veces para apoyar sus afirmaciones
solemnes. Según el juicio de Pablo (y el Espíritu Santo) fue necesario hacerlo. Rom. 1:9; 2
Cor. 11:31; Gál 1:20. Cristo Mismo, bajo juramento, confesó que El era el Hijo de Dios, Mat.
26:63, 64.
2. Entonces, ¿por qué dice Jesús "No juréis en ninguna manera"?
a. Cuando El dice "en ninguna manera", explica las "maneras" condenadas, es
decir, el juramento a la ligera, o sea el juramento de hipocresía. Lo mismo en Mat. 23:16-22,
El da la explicación de su prohibición.
b. Compárense los textos dónde Jesús instruye a los doce para su misión a las
ovejas perdidas de la casa de Israel. En Luc. 9:3 dice "No toméis nada para el camino". Pero
entendemos que conviene leer todo el texto en Mat. 10:9, 10; Mar. 6:8-10 y Luc. 9:3, 4 para
entender exactamente de qué se trata.
c. También Rom. 13:7, "Pagad a todos lo que debéis". Si alguien afirma que el
cristiano debe al gobierno el servicio de llevar armas para matar a los enemigos, léase lo que
Pablo dice: "al que tributo, tributo; al que impuesto, impuesto; al que respeto, respeto; al que
honra, honra" (la sujeción).
3. Algunos hermanos creen que al decir “yo afirmo” en lugar de decir “yo juro” están
bien, pero el decir "yo afirmo" en lugar de decir "yo juro" no cambia nada, porque como dice
Larousse, el juramento consiste en usar el nombre de Dios. Si uno dice "yo afirmo" y luego
concluye su afirmación o negación haciendo referencia a Dios, en eso juró.
4. El juramento legítimo se requería en el Antiguo Testamento y no se prohíbe en el
Nuevo Testamento. Toda la confusión existe sencillamente por no definir la palabra "jurar" o
"juramento".
5:5 -- "Cuando pecare en alguna de estas cosas, confesará aquello en que pecó".
A. La confesión de pecados siempre se ha requerido en toda dispensación. Encontramos
varias veces en la Biblia la expresión, "Yo he pecado".
B. Mat. 3:6, "y eran bautizados por él (Juan) en el Jordán, confesando sus pecados". Luc.
18:13, "Mas el publicano, estando lejos, no quería ni aun alzar los ojos al cielo, sino que se
golpeaba el pecho, diciendo: Dios, sé propicio a mí, pecador". Sant. 5:16, "Confesaos
vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros". 1 Jn. 1:9, "Si confesamos nuestros
pecados, El es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad".
C. Nótese: "confesará aquello en que pecó". Debe confesar clara y precisamente la cosa
en que pecó. Núm. 5:7, "confesará el pecado que cometió". David dijo, "Pequé contra
Jehová" sin nombrar su pecado, pero los pecados que él cometió eran conocidos.
5:7 -- "Y si no tuviere lo suficiente ..." El Señor no espera lo imposible del pobre pero
sí espera que él haga conforme a su poder. El hombre más pobre tenía que traer algo para la
expiación de sus pecados.
5:11 -- "la décima parte de una efa de flor de harina para expiación". Todo el
mundo, sin excepción alguna, puede obtener la expiación de sus pecados. Dios la pone al
alcance de todos.
5:18 -- "le hará expiación". La sangre fue rociada sobre el altar del holocausto (7:2), la
grosura fue quemada allí (7:5) y el resto de la carne fue comida por los sacerdotes (7:6).
5:19 -- "Es infracción, y ciertamente delinquió contra Jehová" aunque fuera pecado
"por yerro". Era perdonable pero no por eso habían de creer que Dios no le haría caso. El
hecho de que Dios tiene misericordia y está dispuesto a perdonarnos no quiere decir que El
pasará por alto nuestros pecados. Muchos no reconocen esta verdad. Dice Ex 34:6, 7,
"¡Jehová! ¡Jehová! fuerte, misericordioso y piadoso; tardo para la ira, y grande en
misericordia y verdad; que guarda misericordia a millares, que perdona la iniquidad, la
rebelión y el pecado, y que ningún modo tendrá por inocente al malvado". Véase Hech.
17:30, 31. Es muy cierto que Dios perdona, tiene compasión y tiene misericordia, pero esto
no quiere decir que, por eso, el hombre puede ser indiferente y que puede seguir en pecado.
Dios no perdona al pecador en sus pecados.
Observación. Es muy difícil distinguir entre los pecados referidos en 5:14-6:7 y los de 4:1
- 5:13. La diferencia más obvia es el asunto de la restitución (5:15). El sacrificio "por la
culpa" tenía que ver con pecados que violaron los derechos de alguien: 5:15, "en las cosas
santas de Jehová" (los derechos de Dios); 6:1-7, los derechos del prójimo; Núm. 5:5-8 habla
del "daño", "indemnización del agravio"; Lev. 19:20-22, "Si un hombre yaciere con una
mujer que fuere sierva desposada con alguno, y no estuviere rescatada, ni le hubiere sido
dada libertad ..."
Es caso de violar los derechos del prójimo y se menciona aparte de los textos que hablan
del adulterio; Lev. 14:12, el caso del leproso es aun más difícil; si la idea de "derechos" cabe
aquí también, entonces trata acerca de los derechos del leproso mismo que fueron todos
perdidos al afligirse con la lepra. Lo mismo en Núm. 6:12 cuando el nazareo fue
contaminado por el contacto con un cadáver. En todos estos casos es evidente que la
satisfacción se hace y que ciertos derechos se restauran. (Véase Keil & Delitzsch, Vol. II,
págs. 313-317.)
Lo que se afirmó acerca de "yerro" se aplica aquí también. El sacrificio por la culpa
servía solamente en los casos de esta categoría (5:15, 17, 18).
Levítico 6
6:9 -- "Manda a Aarón y a sus hijos, y diles:" Esta sección se dirigió a los sacerdotes.
La explicación de las ofrendas se dirigió a los israelitas (1:2, etc.) Ahora se explica el
ministerio sacerdotal.
-- "Esta es la ley del holocausto: el holocausto estará sobre el fuego encendido sobre
el altar toda la noche, hasta la mañana; el fuego del altar arderá en él".
A. Es interesante observar que el holocausto era un sacrificio perpetuo. El fuego nunca se
apagó. Siguió ardiendo toda la noche. Dice el ver. 13, "El fuego arderá continuamente en el
altar; no se apagará". Ciertamente el sacrificio de Cristo, aunque El sufrió una vez por todas,
tiene eficacia perpetua.
B. Así también nuestro sacrificio ("los cuerpos en sacrificio vivo") debe ser perpetuo. La
parte de Dios (el servicio del tabernáculo) había de ser constante; la parte de todo el pueblo,
la consagración de sus vidas, también había de ser constante.
6:11 -- "Después se quitará sus vestiduras y se pondrá otras ropas, y sacará las
cenizas fuera del campamento a un lugar limpio".
A. Las vestiduras de sacerdote fueron llevadas exclusivamente durante la función sagrada
de sacerdote.
B. Las cenizas "de sobre el altar" no se llevaron al lugar común para la basura, sino a un
lugar limpio. Aun los restos de los sacrificios fueron limpios y no inmundos.
6:12 -- "y quemará sobre él las grosuras de los sacrificios de paz". Las grosuras de
otros sacrificios fueron colocadas encima del holocausto y quemadas.
6:16-18 -- "Y el sobrante de ella lo comerán Aarón y sus hijos; sin levadura se
comerá en lugar santo ... es cosa santísima ... Todos los varones de los hijos de Aarón
comerán de ella".
A. Toda "cosa santísima" fue comida solamente por los sacerdotes, y solamente "en el
atrio del tabernáculo". No fue comida por la familia de los sacerdotes y no fue comida en
casa.
B. Algunos servicios de sacerdote causaron inconveniencias para ellos y para sus
familias. Los arreglos mismos fueron algo de sacrificio para ellos. En otros casos la familia
del sacerdote sí comía de los sacrificios pero quedaron excluidos de su mesa sus huéspedes
(10:14).
6:27, 28 -- "Todo lo que tocare su carne, será santificado ... Y la vasija de barro en
que fuere cocida, será quebrada; y si fuere cocida en vasija de bronce, será fregada y
lavada con agua".
A. ¿Por qué era tan estricta esta ley? Para no confundir o mezclar lo santo con lo común u
ordinario. Este sacrificio tuvo que ver con la redención, y todos sabemos lo sagrado de este
tema.
B. Habían de quebrar (destruir) la vasija de barro porque absorbía la sangre y fue
imposible separar o quitar completamente la sangre de la vasija misma. Se usaba gran
precaución para distinguir entre lo santo y lo común, los usos santos y los usos comunes. Un
vaso de barro usado en esta forma sagrada, nunca se pudo usar otra vez en la casa; fue
quebrado y destruido.
C. Abundan tales ilustraciones en este libro para enseñar al pueblo de Israel (y también a
nosotros) el significado de la palabra "santo".
Levítico 7
7:1-10 -- Este texto contiene la ley del sacrificio por la culpa e instrucciones a los
sacerdotes, dando detalles que no aparecen en el capítulo 5:14-16. Todo detalle es muy
importante porque especifica la parte del sacrificio que pertenece a Dios. Aparte de la
porción de Dios todo el resto del sacrificio por la culpa pertenecía a los sacerdotes.
7:8 -- "la piel del holocausto será para él". Dios proveyó tanto la piel de algunos
animales como la carne de ellos para los sacerdotes. De esta manera tenían provisión para
hacer ropa, tiendas de campaña, etc. Compárese Gén. 3:21.
7:12 -- "acción de gracias" por recobrar la salud, por un viaje realizado sin accidente,
por una infinidad de bendiciones de Dios.
7:13 -- "pan leudo". Dice el 2:12, "mas no subirán sobre el altar en olor grato", pero sí
podía "elevarse" a Jehová.
7:14 -- "ofrenda elevada" quiere decir elevarla y bajarla delante de Dios para
presentarla primero a El. Luego fue comida.
7:15 -- El que la ofrecía comía de ella. (1) Se presentó a Dios (2) el sacerdote recibió su
parte y (3) el oferente comió su parte aquel mismo día, solamente.
7:16 -- "al día siguiente". Fue dada más libertad en cuanto al sacrificio para el voto o el
voluntario. Es interesante notar estas diferencias que Dios mismo hizo entre los varios
sacrificios y ofrendas. Puso leyes más estrictas a veces y si los israelitas entendían o no, la
cosa más importante era la obediencia explícita de todo detalle.
-- "voto", por ejemplo, cuando había peligro o temor, se hacía un voto, y el sacrificio fue
hecho en cumplimiento de él. Véase Hech. 21:23-26.
7:17 -- "el tercer día ... quemado". Aunque había más libertad en el caso de estas
ofrendas, también había límite: se comían o al primer día o al segundo, pero no al tercero.
7:20 -- "estando inmunda". Aun estando inmundos algunos se atreverían a ofrecer culto
a Dios. ¡Cuántos miembros de la iglesia hacen esto! Es cosa peligrosa.
7:21 -- "el cual es de Jehová" aunque se le permitió al oferente comer. No dejaba de ser
de Jehová, meramente porque El le permitió al hombre participar de él.
A. Es importante enfatizar que nosotros participamos de la mesa del Señor. Es de El. 1
Cor. 10:21 dice, "No podéis beber la copa del Señor, y la copa de los demonios; no podéis
participar de la mesa del Señor, y de la mesa de los demonios". Dice Juan, "Este es el
mensaje que hemos oído de El, y os anunciamos: Dios es luz, y no hay ningunas tinieblas en
El. Si decimos que tenemos comunión con El, y andamos en tinieblas, mentimos, y no
practicamos la verdad" (1 Jn. 1:5, 6). Es imposible participar de la mesa del Señor si
persistimos en la inmundicia y las tinieblas y es peligroso intentarlo.
B. Por lo tanto, 1 Cor. 5, Rom. 16:17, Tito 3:10, 2 Tes. 3:6, 14, etc. enseñan claramente la
importancia de la disciplina, la corrección del mal en la iglesia. Como vemos claramente en
este libro de Levítico, toda la cuestión del culto a Dios tiene que ver con acercarnos a Dios,
aprovechando el acceso a Dios a través de Cristo. Pero si nos acercamos a Dios en nuestra
inmundicia, siendo mundanos, estamos en peligro de ser víctimas de su ira divina.
7:23 -- "Ninguna grosura ... comeréis" porque esta parte del animal es la porción de
Dios. "Y el sacerdote hará arder esto sobre el altar; vianda es de ofrenda que se quema en
olor grato a Jehová, toda la grosura es de Jehová" (3:16, 17).
7:26 -- "ninguna sangre comeréis", 17:10-14 (ver. 11, "Porque la vida de la carne en la
sangre está, y yo os la he dado para hacer expiación sobre el altar por vuestras almas; y la
misma sangre hará expiación de la persona".
7:30 -- "el pecho ... mecido". Aunque no fue quemado sobre el altar, sí fue consagrado a
El de esta manera, movido de lado a lado en moción horizontal. Después de mecerlo delante
de Dios, llegaba a ser "la porción de Aarón y la porción de sus hijos". Dice Deut. 18:3, "Y
este será el derecho de los sacerdotes de parte del pueblo, de los que ofrecieren en sacrificio
buey o cordero: darán al sacerdote la espaldilla, las quijadas y el cuajar".
7:31-32 -- "el pecho será de Aarón y de sus hijos ... Y daréis al sacerdote para ser
elevada en ofrenda, la espaldilla derecha de vuestros sacrificios de paz". La palabra
"espaldilla" se traduce "pierna" en la Versión Moderna y en las mejores versiones inglesas, y
la misma palabra (shoq) se traduce "pierna" aun en la Versión Valera Revisada en Deut.
28:35, Prov. 26:7 y Cantares 5:15.
7:35 -- "Esta es la porción de Aarón y la porción de sus hijos". Dice Pablo en 1 Cor.
9:13, 14, "¿No sabéis que los que trabajan en las cosas sagradas, comen del templo, y que los
que sirven al altar, del altar participan? Así también ordenó el Señor a los que anuncian el
evangelio que vivan del evangelio". El Espíritu Santo hace comparación entre las dos cosas
porque las dos son ordenadas por Dios. Los judíos robaban a Dios cuando no pagaban el
diezmo y no ofrendaban para el sostenimiento de los levitas y sacerdotes. Es correcto afirmar
también que los miembros de la iglesia roban a Dios si no dan a la ofrenda generosamente
para ayudar a los santos pobres y para sostener a los que predican el evangelio. (Compárese
Mal. 3:8, 9).
Levítico 8
Introducción:
A. Este capítulo tiene que ver con la consagración de Aarón y sus hijos. El mandamiento
para esto ya se dio en conexión con las instrucciones para la construcción del tabernáculo en
Ex 28:29; 40:9-16. Los capítulos 8 y 9 de Levítico siguen aquellas instrucciones halladas en
Éxodo como los eventos de los Hechos de los Apóstoles siguen a los mandamientos y
promesas hallados en el libro de Lucas (como también en Mateo, Marcos y Juan). En Éxodo
las instrucciones se dan pero no se llevan a cabo; compárese Luc. 24:49 con Hech. 2:1-4.
B. Ahora se completa la historia de cómo el sistema de culto de Israel se estableció. Fue
ordenado y ahora se estableció.
C. No debemos pensar que el papel del sacerdote se limitó al servicio de ofrecer los
sacrificios. El ver. 8 habla del "pectoral" y que "puso dentro del mismo los Urim y Tumim".
Así pues el sacerdote había de inquirir por la voluntad de Dios sobre varios asuntos y, por
supuesto, dar contestaciones e instrucciones al pueblo. Los sacerdotes eran, pues, maestros y
jueces también en conexión con su oficio de ser mediadores del pueblo.
D. Veremos especialmente en los capítulos subsecuentes que los sacerdotes oficiaron
frecuentemente para distinguir entre lo limpio y lo inmundo, entre lo santo y lo profano, para
mantener la santidad del pueblo, guiándoles siempre hacia la santidad de Dios. Esto fue
necesario para evitar la ira de Dios sobre ellos.
E. Es imposible imaginar el sistema religioso del pueblo de Israel sin el sacerdocio. No
puede haber ley de Moisés sin estos administradores de ella. Heb. 7:11 dice que "bajo el (el
sacerdocio levítico) recibió el pueblo la ley", y sigue diciendo lógicamente en el ver. 12,
"Porque cambiado el sacerdocio, necesario es que haya también cambio de la ley".
8:2 -- "Toma a Aarón y a sus hijos con El ..." El Señor los llamó para un trabajo muy
especial, muy sagrado. Pero todavía no estaban listos para iniciarlo. Todavía no podían servir
como mediadores. Como hombres pecadores necesitaban la expiación. Como hombres
ordinarios tuvieron que ser consagrados por Dios al sacerdocio.
8:3 -- "y reúne toda la congregación a la puerta del tabernáculo de reunión". Este
acto tan importante concernía no solamente a Aarón y a sus hijos sino a toda la congregación.
Ellos deberían ser testigos y aceptar sin reserva esta comisión de Dios para los sacerdotes.
El pecado de Coré y sus compañeros fue enorme porque ellos habían visto este servicio.
No tenían excusa alguna. ¿Cómo pudieron levantar dudas en la mente de la congregación
acerca de la autoridad de Aarón y sus hijos en vista de los eventos de este día? (Núm. 16:3).
8:6 -- "y los lavó con agua". Había muchos lavamientos en agua bajo la ley. En vista de
éstos el bautismo no le debe extrañar a nadie ahora. Véanse Heb. 10:22; Tito 3:5; Efes. 5:26,
27.
8:15 -- "y Moisés tomó la sangre ..." Moisés mismo ofició en esta ocasión, en la
presentación del primer becerro de la expiación. Aarón y sus hijos no pudieron oficiar
todavía por no estar consagrados. Moisés era el representante de Dios.
8:22 -- "el carnero de las consagraciones"; "el otro carnero" o el segundo carnero, un
sacrificio especial para esta ocasión.
8:23 -- "el lóbulo de la oreja derecha ... el dedo pulgar de su mano derecha ... el dedo
pulgar de su pie derecho". Estos mismos miembros debemos consagrar al servicio de Dios:
1- debemos oír la voz de Dios, diligentemente estudiando su palabra; 2- debemos servir en
las cosas del Señor, "levantando manos santas" en oración ("y nosotros persistiremos en la
oración y en el ministerio de la palabra"); 3- los pies deben llevarnos a predicar las buenas
nuevas ("¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas
nuevas!").
8:29 -- "la parte de Moisés", porque él ocupó la posición de sacerdote en esta ocasión.
Observaciones:
A. De esta manera Aarón y sus hijos fueron encargados oficialmente de las
responsabilidades de ofrecer los sacrificios como también de los demás deberes nombrados
por Dios.
B. Pero "sin juramento fueron hechos sacerdotes; pero este (Cristo), con el juramento del
que le dijo: Juró el Señor, y no se arrepentirá: Tú eres sacerdote para siempre, según el orden
del Melquisedec" (Heb. 7:21).
C. Habiendo sido ordenados tan solemnemente, los sacerdotes deberían haber continuado
fieles. Pero la historia del sacerdocio levítico es una mancha sobre la nación de Israel.
1. Lev. 10:1-3 demuestra la primera infracción, un pecado presuntuoso.
2. 1 Sam. 2:12-17, 27-29 - las ofensas de los hijos de Elí. Es casi increíble que los hijos
de hombres tan grandes como Aarón y Elí cometieran tales actos.
3. A través de los escritos de los profetas (Isaías, Jeremías y los demás), aprendemos
que la conducta (la negligencia o la rebelión) de los sacerdotes era la causa mayor de las
apostasías de Israel y del castigo subsecuente.
4. Después de volver a su tierra (habiendo pasado los 70 años en Babilonia), los
sacerdotes tuvieron que despedir a las mujeres extranjeras que habían tomado (Esdras 10:18-
44) y ofrecer "como ofrenda por su pecado un carnero de los rebaños por su delito".
5. Mal. 1:6-8; 2:1-8 - en este último libro del Antiguo Testamento aprendemos que
ellos seguían corruptos, ofreciendo pan inmundo y animales defectuosos a Dios.
6. En los libros de Mateo, Marcos, Lucas, Juan y Hechos, los sacerdotes se presentan
como un cuerpo político muy corrupto. Véanse por ejemplo Mat. 2:1-5; 26:3, 4, 65-67; Jn.
18:13, 14, 19-24; Hech. 4:6, etc.
Levítico 9
9:1 -- "día octavo". Aarón y sus hijos tuvieron que quedarse dentro del tabernáculo por
una semana para completar los sacrificios y servicios de la consagración.
9:11 -- "Mas la carne y la piel las quemó al fuego fuera del campamento". No
pudieron comer nada de la carne ni quedarse con la piel porque fue sacrificio por el pueblo y
ellos mismos se incluyeron en este número.
9:22 -- "Después alzó Aarón sus manos hacia el pueblo y lo bendijo ..."
A. Una función muy importante de los sacerdotes era la de bendecir al pueblo.
B. Núm. 6:22-27 registra las palabras de esta bendición pronunciada por los sacerdotes.
Son ideas y palabras que podemos utilizar en nuestras oraciones ahora. Esta bendición se ha
arreglado en forma de himno en inglés:
"Jehová te bendiga, y te guarde; Jehová haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de
ti misericordia; Jehová alce sobre ti su rostro, y ponga en ti paz".
9:24 -- "Y salió fuego de delante de Jehová, y consumió el holocausto con las
grosuras sobre el altar; y viéndolo todo el pueblo, alabaron, y se postraron sobre sus
rostros".
A. La gloria del Señor había descendido sobre el tabernáculo cuando éste fue terminado.
Ahora la gloria del Señor se demostró al pueblo. (Véase Ex 40:34-38).
B. En el ver. 4 se promete que "Jehová se aparecerá hoy a vosotros". El ver. 24 revela el
cumplimiento de esta promesa. En esta forma Jehová "se apareció" a ellos.
C. Sería bueno comparar otras ocasiones en que Dios dio evidencia de su aprobación al
oferente o a su ofrenda.
1. Jueces 6:11-21, cuando Dios llamó a Gedeón, le prometió, "ciertamente yo estaré
contigo y derrotarás a los madianitas como a un solo hombre" (ver. 16), y luego para darle
evidencia, "extendiendo el ángel de Jehová el báculo que tenía en su mano, tocó con la punta
la carne y los panes sin levadura; y subió fuego de la peña, el cual consumió la carne y los
panes sin levadura. Y el ángel de Jehová desapareció de su vista".
2. Jueces 13:19-23, el caso de Manoa y su mujer cuando Dios les prometió un hijo
(Sansón): "Y Manoa tomó un cabrito y una ofrenda y los ofreció sobre una peña a Jehová; y
el ángel hizo milagro ante los ojos de Manoa y de su mujer. Porque aconteció que cuando la
llama subía del altar hacia el cielo, el ángel de Jehová subió en la llama del altar ante los ojos
de Manoa y de su mujer, los cuales se postraron en tierra".
3. 1 Reyes 18:38, en la contienda entre los profetas falsos de Acab y el profeta Elías,
aquéllos no recibieron ayuda de su dios y entonces Elías preparó holocausto: "Entonces cayó
fuego de Jehová, y consumió el holocausto, la leña, las piedras y el polvo, y aun lamió el
agua que estaba en la zanja".
4. 1 Crón. 21:26, "Y edificó allí David un altar a Jehová, en el que ofreció holocaustos
y ofrendas de paz, e invocó a Jehová, quien le respondió por fuego desde los cielos en el altar
del holocausto".
5. 2 Crón. 7:1, "Cuando Salomón acabó de orar, descendió fuego de los cielos, y
consumió el holocausto y las víctimas; y la gloria de Jehová llenó la casa".
D. Heb. 11 habla de personas que recibieron "buen testimonio" (de aprobación) de Dios.
1. 11:2, "Porque por ella (la fe) alcanzaron buen testimonio los antiguos".
2. 11:4, "Por la fe Abel ofreció a Dios más excelente sacrificio que Caín, por lo cual
alcanzó testimonio de que era justo, dando Dios testimonio de sus ofrendas; y muerto, aún
habla por ella".
3. 11:5, "Por la fe Enoc fue traspuesto para no ver muerte, y no fue hallado, porque lo
traspuso Dios; y antes que fuese traspuesto, tuvo testimonio de haber agradado a Dios".
E. ¿Cuál es la evidencia que tenemos nosotros de que Dios nos acepta?
1. El Espíritu Santo revela la mente de Dios (1 Cor. 2:10, 11) y nos da sus
instrucciones divinas. Luego nosotros, sabiendo que estamos cumpliendo con aquellas
instrucciones, tenemos seguridad de que Dios nos acepta. Rom. 8:16 dice, "El Espíritu mismo
da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios". El Espíritu Santo atestigua
solamente por medio de las Escrituras: Heb.10:15, “Y nos atestigua lo mismo el Espíritu
Santo; porque después de haber dicho: 16 Este es el pacto que haré con ellos Después de
aquellos días, dice el Señor: Pondré mis leyes en sus corazones, Y en sus mentes las
escribiré, 17 añade (Jer. 31:34): Y nunca más me acordaré de sus pecados y transgresiones”.
En Rom. 8:16 Pablo usa el dativo que se traduce a en algunas versiones (Valera Revisada
1960 y otras), pero La Versión Moderna (como también The American Standard y otras
versiones) dicen "con nuestro espíritu". El Espíritu revela el plan de salvación y nos dice en
su palabra que el que obedece tiene salvación. Nuestro espíritu dice que hemos obedecido.
Dos testigos, pues, dicen que somos hijos de Dios. El Espíritu testifica juntamente con
nuestro espíritu.
2. 1 Juan 3:19, "Y en esto conocemos que somos de la verdad, y aseguraremos nuestros
corazones delante de El". 1 Juan 5:13, "Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el
nombre del hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna, y para que creáis en el
nombre del Hijo de Dios". Así, pues, las Escrituras nos dan el testimonio de Dios que nos
asegura de la salvación.
Levítico 10
10:1 -- "Nadab y Abiú, hijos de Aarón ... ofrecieron delante de Jehová fuego
extraño, que El nunca les mandó".
A. Apenas se acabó la ordenación de los sacerdotes y dos de ellos cometieron pecado.
Parece que sus mentes no quedaron muy impresionadas por la demostración divina
mencionada en el 9:24. Esto debe ser una lección valiosa para aquellos que buscan señales y
maravillas. Los milagros no bastan para purificar los corazones perversos. Compárense los
siguientes textos: Mateo 2:7-16; Juan 12:9-11; Hechos 12:19. Los milagros solos no hacen
santos a los tales. Dice Rom. 1:16 que el evangelio es el poder de Dios para salvación.
B. Nadab y Abiú cometieron este pecado a pesar de:
1. ser criados en un ambiente religioso,
2. tener padre piadoso, y
3. tener el privilegio exaltado de ser sacerdotes de Dios.
C. "fuego extraño" es fuego que Dios "nunca les mandó". Compárese lo que dice 16:12,
"Después tomará un incensario lleno de brasas de fuego del altar de delante de Jehová ..." No
sabemos de dónde obtuvieran su fuego Nadab y Abiú, pero es claro que desobedecieron a
Dios.
1. El error de estos hombres es una ilustración de la religión natural, o sea la religión
en que los hombres mismos deciden qué clase de culto o servicio rinden al Señor. Fue el error
principal de los judíos del tiempo de Cristo: "Pues en vano me honran, enseñando como
doctrinas, mandamientos de hombres" (Mat. 15:9). Pero la misma práctica ha infiltrado toda
religión que profesa ser de Cristo.
2. Col. 2:23 habla de rudimentos de hombres: "Tales cosas tienen a la verdad cierta
reputación de sabiduría en culto voluntario". (El culto voluntario es culto originado por la
voluntad humana).
3. Predicadores y ancianos de la iglesia de Cristo han introducido muchas prácticas
(por ejemplo, instituciones iglesia de Cristo) que Dios "nunca les mandó". Están jugando con
"fuego extraño".
4. Ex 30 revela las instrucciones tocante al altar del incienso y en el ver. 9 dice, "No
ofreceréis sobre él incienso extraño". Nadab y Abiú no hicieron caso de esta prohibición. Su
pecado pues fue presuntuoso. Eran hombres rebeldes.
10:2 -- "Y salió fuego de delante de Jehová y los quemó, y murieron delante de
Jehová".
A. Sin duda el escritor de Hebreos se acordó de estos hombres al decir: "¡Horrenda cosa
es caer en manos del Dios vivo!" (10:31) y nuestro Dios es fuego consumidor" (12:29).
B. Sus cuerpos no fueron consumidos por el fuego (no fueron convertidos en ceniza).
Véase el ver. 5.
C. Hemos notado varios textos que revelan que el fuego descendió de Dios para consumir
el holocausto, etc. de varias personas, indicando de esta manera la aprobación de Dios (véase
bajo 9:24). Pero en este texto (10:2) vemos que el fuego descendió para indicar la
desaprobación de Dios.
D. Este texto se ha citado muchas veces para condenar los pecados de presunción,
descuido e irreverencia, como también el de substituir el mandamiento divino por práctica
humana.
E. Murieron "delante de Jehová" pero no "en el Señor" (Apoc. 14:13).
F. No había sacrificio para expiar el pecado de presunción (Núm. 15:30).
10:3 -- "Esto es lo que habló Jehová ..." Compárense 8:35; Ex 19:22; 29:44. ¿Cuántas
veces tiene que decir algo Jehová para que el hombre le haga caso? ¿Por qué no podemos
creer su palabra sin ver la consecuencia de la desobediencia?
A. "En los que a mí se acercan me santificaré". Si Dios no es santificado por la
obediencia y el culto sincero, entonces El es santificado por medio de sus juicios.
1. Ezeq. 38:16, 23; 26:33. El propósito de Dios en estos juicios sobre las naciones se
expresa en estas palabras: "Y sabrán las naciones que yo soy Jehová"; "Y seré engrandecido
y santificado, y seré conocido ante los ojos de muchas naciones".
2. Dios será santificado, ya sea por medio de la obediencia del hombre o por medio de
sus juicios sobre los rebeldes. ¿Cuál será en el caso de nosotros? (Compárese Hech. 5:1-11).
3. Al decir "Santificado sea tu nombre", que lo digamos de corazón. Dios o santifica o
castiga; o purifica o consume, una de dos. El sol hace que la planta crezca o que se seque. El
evangelio es "olor de vida para vida" u "olor de muerte para muerte" (2 Cor. 2:16). Cristo es
la "roca de salvación" o la roca de tropiezo.
4. Jer. 21:8, "Y a este pueblo dirás: Así ha dicho Jehová: He aquí pongo delante de
vosotros camino de vida y camino de muerte".
B. La expresión "los que a mí se acercan" se refería especialmente a los sacerdotes.
Recuérdese que ahora los cristianos somos los sacerdotes de Dios y nos acercamos a El por
medio de Cristo (Heb. 4:15, 16; 7:25; 10:22; Sant. 4:8). Somos "sacerdocio real" (1 Ped. 2:9).
Heb. 12:14 dice, "Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor".
-- "Y Aarón calló". ¿Qué podía decir?
A. La profunda tristeza nos deja mudos.
B. Esto puede indicar también la sumisión de Aarón ante el juicio de Dios.
10:6 -- "Entonces Moisés dijo a Aarón, y a Eleazar e Itamar sus hijos: No descubráis
vuestras cabezas, ni rasguéis vuestros vestidos en señal de duelo ..."
A. Compárense otros textos que dan varias expresiones de duelo, 13:45; Gén. 37:29;
44:13; 2 Sam. 1:11; 3:31; 13:31.
B. Dice el 21:11 que el sumo sacerdote "ni entrará donde haya alguna persona muerta; ni
por su padre ni por su madre se contaminará". Aquí en 10:6 ni por sus hijos. El sumo
sacerdote tenía que separarse estrictamente de la muerte (que tanto contaminaba) y aun de la
práctica de luto por los muertos más amados, porque él se acercaba a Dios, aun hasta entrar
en el lugar santísimo.
C. Posiblemente una "señal de duelo" hubiera indicado su desaprobación del juicio de
Dios sobre Nadab y Abiú.
D. Posiblemente la desobediencia de estos líderes hubiera resultado en la muerte de ellos
también y aun el pueblo mismo hubiera sufrido la consecuencia: "ni se levante la ira sobre
toda la congregación". Recuérdese 4:3, "si el sacerdote ungido pecare según el pecado del
pueblo" o sea "trayendo culpa sobre el pueblo" (Versión Moderna). Compárense Josué 7, el
pecado de Acán; 1 Cor. 5, el efecto del pecado de un miembro sobre la iglesia.
10:7 -- "Ni saldréis de la puerta del tabernáculo de reunión, porque moriréis; por
cuanto el aceite de la unción de Jehová está sobre vosotros".
A. El "aceite de la unción" indica y enfatiza su relación con Dios. Fueron ungidos por
Dios (eran los "ungidos" de Dios), los representantes de Dios; ministraban en la presencia de
Dios. Se acercaban a Dios.
B. Todo esto significa unión con Dios que es la vida. Y la vida no tiene nada en común
con la muerte. Deben desasociarse completamente la una de la otra.
Levítico 11
Introducción:
A. Los capítulos 11-15 revelan las leyes de pureza.
B. Este capítulo tiene que ver con los animales y aves limpios e inmundos. Compárese
Gén. 7:2. Lev. 11 no es la primera enseñanza sobre tal distinción.
C. Los israelitas eran una nación privilegiada, distinguida de todas las demás. Eran un
pueblo especial, de linaje especial. Tenían leyes especiales, costumbres especiales, una tierra
especial, promesas especiales. En toda forma era nación distinta, especial. Por lo tanto, Dios
les mandó repetidas veces que se apartaran de las terribles abominaciones e iniquidades de
las demás naciones, especialmente de los cananeos. Deberían evitar no solamente las
abominaciones de su idolatría, sino también sus crímenes contra la naturaleza y la decencia.
D. En cuanto al capítulo 11 (y de hecho, todo el libro) lo más importante no es la
explicación de por qué ciertas cosas se clasifiquen como inmundos. Lo importante es el "qué"
y no el "por qué". Por ejemplo, se ha metido en el estudio la cuestión de lo que es o no es
higiénico o por qué cierto animal o ave no sería indicado para ser comido, etc. Pero repito: lo
más importante es el "qué" y no el "por qué".
El israelita tenía que observar estas distinciones para no contaminarse a sí mismo, a otros
y aun el tabernáculo de reunión.
11:13-19 -- las aves. La mayor parte de las aves inmundas son las que comen la carroña.
11:20-23 -- los insectos. La mayor parte de los insectos fue prohibida, pero recuérdese
Mat. 3:4, que dice de Juan, "su comida era langostas y miel silvestre".
11:24-25 -- La inmundicia causada por el contacto físico con los cuerpos muertos de estas
cosas.
-- "hasta la noche". Sería inmundo todo el resto del día.
11:33 -- "Toda vasija de barro dentro de la cual cayere alguno de ellos será
inmunda, así como todo lo que estuviere en ella, y quebraréis la vasija", porque la vasija
de barro, siendo porosa, absorbía algo de su contenido, y era imposible limpiarla
completamente. Compárese 6:28.
Levítico 12
12:2 -- "La mujer cuando conciba y dé a luz varón, será inmunda siete días; con-
forme a los días de su menstruación será inmunda".
A. Gén. 1:28 dice, "Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos" (lo repite en
9:1). Siempre ha sido bendición de Dios, indicio de su favor, el dar a luz, y vemos en el
Antiguo Testamento que la mujer estéril sufrió reproche (por ejemplo, Gén. 30:1-24; 1 Sam.
1).
B. Por lo tanto, no hemos de concluir que esta ley menosprecie en manera alguna el
concebir y dar a luz hijos. En los capítulos 13 y 14 estudiaremos el problema de la lepra en
conexión con la inmundicia. En el cap. 15, más impurezas físicas, y esta vez trata de asuntos
masculinos (la "emisión de semen") y el acto sexual (ver. 18).
C. Una explicación posible del asunto es como sigue: en la descomposición que sigue a la
muerte, el efecto del pecado se hace manifiesto en el cuerpo. Así pues el cuerpo muerto era
inmundo, y contaminaba al que lo tocara. La lepra que es llamada "la muerte viviente"
produce todos los síntomas de la descomposición del cuerpo, aun durante la vida del leproso,
y contaminaba como la muerte misma. También todas las secreciones en conexión con la
procreación (tanto del hombre como de la mujer) que hacían que la gente se contaminara y
fuera inmunda se asemejan en cierta medida a la disolución o descomposición del cuerpo.
1. Desde luego, como ya se afirmó con referencia a los animales limpios e inmundos,
no tenemos que explicar el por qué de estas reglas. Basta con notar lo que Dios dice. El no
explica por qué.
2. Sin embargo, un tema central que se descubre a través de las páginas de la Biblia es
que el pecado contamina al hombre y lo separa de Dios. Aunque estas reglas promovieron la
higiene, no eran, en primer término, reglas higiénicas, sino que tuvieron relación con el
pecado en sentido de una semejanza entre las secreciones del cuerpo y los efectos del pecado.
Esta semejanza es aun más notable en el caso de la lepra.
12:3 -- "Y al octavo día se circuncidará al niño". Gén. 17:12 dice, "Y de edad de ocho
días será circuncidado todo varón entre vosotros por vuestras generaciones; el nacido en casa,
y el comprado por dinero a cualquier extranjero, que no fuere de tu linaje".
12:8 -- "Y si no tiene lo suficiente para un cordero, tomará entonces dos tórtolas o
dos palominos ..." Compárese Luc. 2:24.
Levítico 13
Introducción:
A. La lepra causa la descomposición del cuerpo, no solamente de la piel sino de los
miembros. Se describe como la "muerte viviente".
B. Los leprosos fueron tratados como si fueran muertos:
1. 13:45, "Y el leproso en quien hubiere llaga llevará vestidos rasgados y su cabeza
descubierta ..." Compárese 10:6. Eran señales de duelo por los muertos.
2. Núm. 12:12, "No quede ella (María) ahora como el que nace muerto, que al salir del
vientre de su madre, tiene ya medio consumida su carne".
3. Ezeq. 24:16, 17, "Hijo de hombre, he aquí que yo te quito de golpe el deleite de tus
ojos; no endeches, ni llores, ni corran tus lágrimas. Reprime el suspirar, no hagas luto de
mortuorios; ata tu turbante sobre ti, y pon tus zapatos en tus pies, y no te cubras con rebozo,
ni comas pan de enlutados".
C. Varios textos en el Nuevo Testamento dicen que Cristo "limpió" leprosos (Mateo 8:1-
4; 10:8; 11:5). Lo que los leprosos necesitaban más era la limpieza. Por causa de la lepra
quedaban excluidos de la comunión con Dios. Es cierto que Jesús los sanó; dice Luc. 5:13,
"Y al instante la lepra se fue de él", pero en este mismo texto nótese lo que el leproso dijo:
"Señor, si quieres, puedes limpiarme". Jesús le dijo: "Sé limpio". Luego al sanarle Jesús le
dijo: "muéstrate al sacerdote, y ofrece por tu purificación, según mandó Moisés, para
testimonio a ellos"; es decir, aún después de sanarle Jesús le envió al sacerdote para ser
pronunciado limpio (solamente el sacerdote pudo hacerlo) para poder ser restaurado a su
familia y al pueblo de Dios.
D. La lepra fue castigo de Dios en ocasiones:
1. María, Núm. 12:10.
2. Giesi, 2 Reyes 5:27.
3. Uzías, 2 Crón. 26:21.
13:2, 3 -- "Cuando el hombre tuviere en la piel de su cuerpo hinchazón, o erupción, o
mancha blanca, y hubiere en la piel de su cuerpo como llaga de lepra ... si el pelo en la llaga
se ha vuelto blanco, y pareciere la llaga más profunda que la piel de la carne, llaga de lepra
es".
A. Las características sobresalientes de la lepra: 1) - mancha blanca, 2) - el pelo en la
llaga se ha vuelto blanco, 3) - y pareciere la llaga más profunda que la piel de la carne.
B. Se compara con la nieve en Ex 4:6; Núm. 12:10 y 2 Reyes 5:27.
C. El término hebreo ("Tsara'ath") fue más amplio que nuestra palabra "lepra", como se
nota en los vers. 18-37.
D. El sacerdote no era doctor; no curaba la lepra. Tenía que examinar la gente y
"declarar" (ver. 3) a alguno inmundo si tenía la lepra.
1. Esto demuestra que la lepra no es demasiado contagiosa; la razón de apartar al
leproso no era por eso, sino porque la lepra contaminaba. El que lo tocara quedaba inmundo.
2. Sin embargo, la separación de los leprosos sí tiene razón higiénica y sanitaria.
3. Pero el énfasis en la ley de Moisés era religioso, y la función del sacerdote era
función religiosa (y no de médico).
Le tocó al sacerdote "declarar" la persona "inmunda" o "limpia" y, por lo tanto, que podía
acercarse a Dios o que no podía.
E. El sacerdote podía "mirar" solamente; Jesús pudo "limpiar". La ley descubría el
pecado; Jesús cubrió el pecado.
13:4-6 -- "encerrará al llagado por siete días ... le volverá a encerrar por otros siete
días".
A. No obstante lo inconveniente de la detención de alguno, si había posibilidad de que
tuviera lepra, era encerrado. Posiblemente no la tuviera, pero el descubrimiento de la lepra
requería examen tras examen, semana tras semana, lo cual indicaba lo difícil de estar seguro
de no tenerla.
B. La responsabilidad del sacerdote era grande. Si en dado caso él se equivocaba,
declarando que el hombre limpio estaba inmundo, el inocente sufría, pero si se equivocaba
declarando que el hombre inmundo estaba limpio, esto podía resultar en contaminar a
muchos, los cuales probablemente llegarían a acercarse a Dios en su inmundicia. Por lo tanto,
el sacerdote tenía que usar mucho cuidado, y no podía hacer acepción de personas.
C. Es de igual importancia hoy en día descubrir el pecado porque éste nos contamina y
separa de Dios. Nos urge descubrir y limpiar toda mancha (Efes. 5:27). ¿No debe la iglesia
tener la misma diligencia para descubrir y corregir el pecado al igual que el sacerdote levítico
la tenía con respecto a la lepra?
13:12, 13 -- "cubierto todo su cuerpo". En ciertos casos la lepra se acababa sola; cubre
el cuerpo entero -- "toda la piel del llagado desde la cabeza hasta sus pies" -- y deja de ser
activa. Cuando sucedía esto, la persona era declarada limpia, porque la lepra había secado y
no había "carne viva" (ver. 14). "Mas el día que apareciera en él la carne viva, será inmundo",
porque esto indicaba que la lepra había vuelto a ser activa.
13:18-28 -- Esta sección trata acerca de otras condiciones de la piel que podían terminar
siendo lepra. Se había de examinar tal condición en la misma manera ya prescrita, buscando
los mismos síntomas. Nótese el ver. 22: "Y si se fuere extendiendo por la piel"; se refiere a
otro factor sospechoso y la conclusión sería que "es llaga" (lepra). La cuarentena duraría por
una semana (vers. 26-28).
13:29-37 -- La lepra en la cabeza o barba. En este caso la cuarentena podía durar por dos
semanas. Al terminar la primera semana, "le hará que se rasure pero no rasurará el lugar
afectado" (ver. 33), si no daba evidencia de haberse extendido.
13:39 -- "es empeine ... está limpia la persona". Otra vez se ve lo importante del
escrutinio del sacerdote quien tenía que estudiar detenidamente cada caso.
13:45 -- "Y el leproso en quien hubiere llaga llevará vestidos rasgados y su cabeza
descubierta, y embozado pregonará: ¡Inmundo! ¡Inmundo!"
A. Cuando el sacerdote lo había declarado inmundo, el afligido también estaba obligado a
declararse a sí mismo inmundo. Debía pregonar "¡Inmundo!" para advertir a todo el mundo y
se evitara todo contacto con él.
B. "Vestidos rasgados ... cabeza descubierta ... embozado" eran señales de luto. Véase la
Introducción al cap. 13. Otro texto sobre el asunto, aunque éste no trata acerca de la lepra, es
Lam. 4:15.
C. ¿Cómo nos parecería si todo pecador tuviera que gritar "¡Inmundo!"? Los leprosos
tenían que reconocer que eran leprosos, pero ¿cuántos pecadores reconocen que son
pecadores? Actualmente el pecado ni siquiera se clasifica como pecado, porque no ofende a
la mayoría de la gente. Si nadie se baña, nadie huele.
Levítico 14
14:4 -- "dos avecillas vivas, limpias, y madera de cedro, grana e hisopo", cosas
comunes que cualquier israelita pudiera proveer para su purificación.
14:5 -- "aguas corrientes". El "agua viva" de Jn. 4:10 significa literalmente "agua
corriente", pero la expresión tiene significado espiritual en la boca de Jesús.
14:10 -- En los servicios ordenados en este texto, hay elementos en común con los
sacrificios del día de la expiación y la consagración de los sacerdotes. Si estos sacrificios y
ofrendas parecen ser muchos, recuérdese que se trata de la restauración de un hombre
inmundo, un hombre "muerto" y separado de su familia y del pueblo de Dios sin derechos al
tabernáculo y los servicios de Dios.
14:21, 22 -- "Mas si fuere pobre". La lepra "no hace acepción de personas". Naamán el
leproso no era hombre pobre, pero había muchos leprosos pobres, y Dios era justo con ellos y
los consideraba. Sin embargo, por ser pobre el leproso no quedó exento de la obligación de
cumplir con los requisitos de la ley. Dios hizo provisiones para ellos, pero tenían que ofrecer
algo para efectuar su purificación, de acuerdo con la voluntad de Dios. Desde luego,
cualquier leproso ofrecería con todo gusto los sacrificios y ofrendas nombrados por Dios para
ser restaurado a su familia y a la comunidad. ¿Quién se quejaría de tales requisitos cuando la
bendición era tan grande? Y nosotros que hemos sido sanados de la lepra del pecado, ¿no
daremos con gozo todo el servicio que Dios desea y espera de nosotros?
Levítico 15
Introducción.
A. Este capítulo tiene que ver con impurezas físicas. El propósito de estos reglamentos se
halla en el ver. 31, "Así apartaréis de sus impurezas a los hijos de Israel, a fin de que no
mueran por sus impurezas por haber contaminado mi tabernáculo que está entre ellos".
B. El capítulo trata acerca de las excreciones que resultan de enfermedades de los órganos
de la procreación y aun de la función normal de ellos.
C. El punto principal de este capítulo, como también en los capítulos 11-14, es que todo
aquello que Dios llama "inmundo" había de tratarse de la manera explicada en estas
instrucciones, y todo reglamento prescrito por Dios había de practicarse diligentemente para
evitar lo más posible la inmundicia y limpiarse de ella cuando ya era demasiado tarde para
evitarla.
15:3-12 -- La persona que tenía flujo de semen estaba inmunda y contaminaba la cama,
cualquier asiento ocupado por él, y al que tocare su cama, etcétera.
15:18 -- "Y cuando un hombre yaciere con una mujer y tuviere emisión de semen
..." Este texto explica otros textos: Ex 19:15; 1 Sam. 21:5, 6; 2 Sam. 11:4. El acto sexual no
contaminaba, sino la "emisión de semen".
15:33 -- "y para la que padece su costumbre", la función mensual normal del cuerpo
femenino. El capítulo trata tanto acerca de funciones normales como de las anormales.
Levítico 16
Introducción.
A. El día de la expiación, la ocasión más solemne del año.
B. El tiempo señalado: ver. 29, "En el mes séptimo, a los diez días del mes".
C. En esta ocasión los pecados de toda la nación eran confesados y expiados en el Lugar
Santísimo (detrás del velo).
D. Otros textos que estudiar sobre este tema: Lev. 23:26-32; Núm. 29:7-11.
16:1 -- "Nadab y Abiú" (10:1, 2). La referencia a estos dos sacerdotes dio más
solemnidad a estas instrucciones. El ejemplo de ellos sirvió de advertencia para los demás.
16:2 -- "no en todo tiempo entre en el santuario detrás del velo, delante del
propiciatorio que está sobre el arca, para que no muera".
A. El Lugar Santísimo, detrás del velo, era un lugar muy especial, "porque yo apareceré
en la nube sobre el propiciatorio". Solamente el sumo sacerdote podía entrar allí y él no podía
entrar según su gusto, sino solamente entraba una vez por año, o sea en el día de la expiación.
B. Esta restricción tenía el propósito de inculcar temor reverente en los sacerdotes y en el
pueblo. El entrar en la presencia de Dios requería y requiere solemnidad y reverencia, como
también la santidad.
16:4 -- "Se vestirá la túnica santa de lino", todo de lino. En este día no llevaba el
vestuario elegante de sumo sacerdote (con efod, piedras preciosas, etcétera). Compárese la
humillación de Jesús para hacer expiación por nuestros pecados, Fil. 2:6-8; Heb. 2:14-17.
-- "Son las santas vestiduras". El color blanco simbolizaba la santidad y la gloria.
-- "con ellas se ha de vestir después de lavar su cuerpo con agua", y no solamente sus
manos y pies.
16:5 -- Núm. 29:7-11 da un buen resumen de los sacrificios especiales del día de la
expiación. En ese día estaba muy ocupado el sumo sacerdote. Obsérvese lo que él solo tenía
que hacer en ese día.
16:6 -- "Y hará traer Aarón el becerro de la expiación que es suyo, y hará la
reconciliación por sí y por su casa".
A. La palabra "reconciliación" debe ser "expiación" (véase La Biblia de las Américas).
B. Heb. 7:27, 28 dice que Cristo "no tiene necesidad cada día, como aquellos sumos
sacerdotes, de ofrecer primero sacrificios por sus propios pecados ... la ley constituye sumos
sacerdotes a débiles hombres" (hombres que pecan).
C. Jesús guardó perfectamente la ley de Moisés, pero nunca ofreció un sacrificio por los
pecados porque nunca pecó (Heb. 4:15; 7:26; 1 Ped. 2:21, 22).
16:8 -- "Y echará suertes Aarón sobre los dos machos cabríos".
A. Las "suertes" eran de madera, piedra, metal y más tarde de oro.
B. Prov. 16:33 dice, "La suerte se echa en el regazo; mas de Jehová es la decisión de
ella". Hech. 1:24-26 demuestra esto: "les echaron suertes" después de orar diciendo, "Tú,
Señor, que conoces los corazones de todos, muestra cuál de estos dos has escogido". De esta
manera el pueblo dejó que Dios escogiera a Matías.
C. "Azazel" significa "remoción". El pecado tenía que ser removido, quitado de en medio
de ellos.
1. La misma idea se encuentra en la palabra "remitir", Hech. 2:38.
2. Cristo "llevó el mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero" (1 Ped.
2:24). Isa. 53:4 dice, "Ciertamente llevó él nuestra enfermedad". El gran acto de Jesús fue
prefigurado por este macho cabrío que "llevará sobre sí todas las iniquidades de ellos a tierra
inhabitada" (ver. 22).
D. Se requerían dos animales para efectuar la expiación. Era imposible combinar en un
solo animal todos los factores o elementos necesarios para hacer la expiación. Un animal era
sacrificado y el otro era enviado al desierto y suelto. El tipo requería dos animales, pero el
antitipo requería solamente un sacrificio perfecto: Jesucristo.
16:13 -- "el propiciatorio", (Ex 25:17-22), la cubierta del arca del pacto, el lugar donde
se obtenía la misericordia. Compárese Heb. 9:5, Cristo es nuestro "propiciatorio"
(propiciación, Rom. 3:25; Heb. 2:17; 9:11-14; 1 Jn. 2:2; 4:10). Por medio de su sacrificio
Dios nos mira con misericordia y nos perdona si le obedecemos.
-- "la nube del perfume cubrirá el propiciatorio que está sobre el testimonio, para
que no muera". Solamente de esta manera podía Aarón estar en la presencia de Dios. Otra
vez se demuestra lo serio y solemne de estar en la presencia de Dios.
16:15 -- "por el pecado del pueblo" de Israel. Cristo murió para expiar los pecados de
todos los hombres de todas las naciones, 1 Jn. 2:2.
16:16 -- "purificará el santuario" por causa del contacto con hombres pecaminosos
("hombres débiles", Heb. 7:27, 28, se refiere a los sumos sacerdotes). El tabernáculo había de
purificarse por residir "entre ellos en medio de sus impurezas".
16:21 -- "Y pondrá Aarón sus dos manos sobre la cabeza del macho cabrío vivo, y
confesará sobre él todas las iniquidades de los hijos de Israel ..."
A. En los otros sacrificios el adorador "pondrá su mano" (singular) pero en esta ocasión
"pondrá Aarón sus dos manos ..."
B. Al confesar sobre él todas las iniquidades del pueblo, el pueblo podía descargar sobre
el animal todos sus pecados y luego removerlos a un lugar desierto al enviar al desierto el
animal sobre el cual cayera la suerte de Azazel.
C. Si algún israelita dijera, "no veo propósito alguno en este acto", se hubiera quejado
contra la sabiduría y misericordia de Dios. Asimismo, en la actualidad, si alguno se queja
contra el plan de Dios para nuestra salvación (por ejemplo, contra el bautismo para remisión
de pecados), se queja contra la sabiduría y misericordia de Dios.
16:22 -- "Y aquel macho cabrío llevará sobre sí todas las iniquidades de ellos a
tierra inhabitada; y dejará ir el macho cabrío por el desierto".
A. Así pues había dos acciones muy importantes: Aarón rociaba la sangre del macho
cabrío sobre el cual cayó la suerte de Jehová sobre el propiciatorio y delante del propiciatorio
(ver. 15), y luego cuando todos los pecados del pueblo fueron confesados sobre la cabeza del
macho cabrío sobre el cual cayó la suerte de Azazel, éste era enviado al desierto llevando
sobre sí todas las iniquidades de los hijos de Israel.
B. El animal llevado al desierto no podía volver. Los pecados que Dios perdona son
borrados y olvidados (Heb. 8:12; Isa. 38:17; Miqueas 7:19; Sal. 103:11, 12).
16:24 -- "Lavará luego su cuerpo con agua ..." Había muchos lavamientos en el día de
la expiación: el sumo sacerdote, vers. 4, 24; "el que hubiere llevado el macho cabrío a
Azazel", ver. 26; el que quemó los animales cuya sangre fue rociada en el santuario, ver. 28:
16:29 -- "En el mes séptimo, a los diez días del mes". Según 23:24, el primero del mes
era la Fiesta de Trompetas. Entonces seguía el Día de la Expiación (el día décimo), y luego el
día 14, la Fiesta de los Tabernáculos.
-- "afligiréis vuestras almas". No hallamos este mandamiento dado en otra ocasión. Sal.
35:13 dice, "Afligí con ayuno mi alma". La palabra "ayunar" aparece por primera vez en la
Biblia en Jueces 20:26. Se entendía la expresión "afligir vuestra alma" como incluyendo el
ayunar. Desde luego, la expresión requería la humildad, el arrepentimiento y, en fin, un
corazón completamente preparado para la expiación de los pecados.
-- "el extranjero", recuérdese Ex 12:38, 48.
Levítico 17
Introducción.
A. Los capítulos 17-20 siguen narrando las leyes sobre la santidad.
B. La palabra "santo" es importante porque describe una cualidad básica y esencial de la
naturaleza de Dios. Suena casi "divina", porque tantas veces Dios ha dicho, "Sed santos
porque soy santo". "Dios es luz, y no hay ningunas tinieblas en él" (1 Jn. 1:5). La separación
de Dios de toda inmundicia es absoluta.
C. Es razonable, pues, que el pueblo de Dios sea pueblo santo, pueblo separado de toda
inmundicia.
17:3-7 -- "Cualquier varón ... que degollare buey ... y no lo trajere a la puerta del
tabernáculo ... y nunca más sacrificarán sus sacrificios a los demonios". La santidad
requería que se apartaran de toda práctica pagana. No deberían erigir altares y sacrificar en
cualquier lugar (los cananeos sacrificaban animales en cualquier lugar a los demonios). Los
israelitas fueron mandados estrictamente a presentar sus sacrificios delante del tabernáculo
solamente.
-- "culpado de sangre" suena como homicidio. Isaías (1:11-15 y 66:1-4) habla de los
sacrificios del pueblo de "doble ánimo", que ofrecían a Dios y también a los ídolos.
A. Josué 22:11-30 demuestra el celo del pueblo al principio para guardar este
mandamiento, pero después leemos mucho acerca de "lugares altos", "bosques", etc. donde
hacían sacrificios a los ídolos.
B. Dios debe ser adorado dónde y cómo El ordena (Mat. 15:8, 9; Jn. 4:23, 24; 1 Ped. 2:5,
9; 1 Cor. 10:31).
-- "a los demonios". Literalmente "machos cabríos peludos" (seirim), pero esto se refiere
a los demonios. Según la superstición de la gente, éstos habitaban los campos, los desiertos y
las montañas, y tenían dominio sobre todo. Por eso la gente les sacrificaban para evitar sus
malas influencias sobre ellos. Aprendieron esto en Egipto (compárese Josué 24:14; también 2
Crón. 11:15).
-- "tras los cuales han fornicado". Frecuentemente Dios usaba la palabra "fornicación"
en sentido espiritual, hablando de la infidelidad del pueblo, pero el culto pagano tenía por
base la inmoralidad. Por lo tanto, Pablo dice, "huye de la fornicación (1 Cor. 6:18-20). Aun
después de obedecer al evangelio los corintios tenían que resistir la presión que se les
aplicaba para que participasen en las fiestas y demás actividades sociales de los paganos
quienes practicaban cosas inmorales como parte integral de su culto a los demonios. Por eso
hay tantas exhortaciones en las dos cartas a los corintios sobre el problema (1 Cor. 8:10;
10:20, 21; 2 Cor. 6:14 - 7:1). Había peligro de que los corintios cometieran la fornicación en
los dos sentidos.
El comer sangre
Hechos 15:19, 20, 28, 29; 16:4
Introducción.
A. Frecuentemente se discute la pregunta, "¿Pueden los cristianos comer sangre o les
queda prohibido hacerlo?"
B. Hechos 15:1 dice, "Entonces algunos que venían de Judea enseñaban a los hermanos
(gentiles): Si no os circuncidáis conforme al rito de Moisés, no podéis ser salvos".
1. Se reunieron pues los apóstoles con los ancianos y la iglesia de Jerusalén para que
todos se dieran cuenta de lo que el Espíritu Santo había revelado claramente acerca de la
obligación de los gentiles con respecto a la ley de Moisés.
2. (Aquí cabe la aclaración de que esa reunión no era un "concilio" como los que
celebran las iglesias humanas, porque en éstos cada iglesia envía a sus delegados --
representantes -- para que cada congregación, por pequeña que sea, participe en el concilio.
La reunión de la cual Hech. 15 habla no tenía nada que ver con esa clase de concilio).
C. El apóstol Pedro explicó cómo él aprendió del Señor que "ninguna diferencia hizo
entre nosotros y ellos" (gentiles) (ver. 9) y, por lo tanto, que no convenía poner el yugo de la
ley sobre ellos; "Entonces toda la multitud calló, y oyeron a Bernabé y Pablo, que contaban
cuán grandes señales y maravillas había hecho entre los gentiles" (ver. 12); entonces Jacobo,
uno de los ancianos de la iglesia de Jerusalén, dijo que "con esto concuerdan las palabras de
los profetas" (ver. 15-18) y concluyó la sesión diciendo, "Por lo cual yo juzgo que no se
inquiete a los gentiles que se convierten a Dios, sino que se les escriba que se aparten de las
contaminaciones de los ídolos, de fornicación, de ahogado y de sangre" (ver. 19). (Estas
últimas dos prohibiciones se refieren a la misma cosa, porque si se come la carne del animal
"ahogado" se come sangre.)
II. Algunos argumentos que se hacen para defender la práctica de comer sangre.
A. Algunos citan lo que Jesús dice en Mar. 7:18, "... que todo lo de fuera que entra en el
hombre, no le puede contaminar" y concluyen que, por lo tanto, está bien comer sangre.
1. En primer lugar, este argumento no toma en cuenta el contexto de Mar. 7:18. Si no
se limita esta enseñanza a su contexto, entonces se enseñará que está bien tomar licor,
consumir drogas de toda clase, y comer con exceso (ser glotón). Véase 2 Ped. 3:16.
2. Pero si este argumento tiene validez, entonces "las ordenanzas" de Hech. 15:20, 28
contradicen e invalidan lo que Jesús dijo en Mar. 7:18, porque al hablar de abstenerse de
sangre y de ahogado claramente tratan de "lo de fuera que entra en el hombre". ¿Quién puede
creer que el Espíritu Santo (Hech. 15:28) hiciera tal cosa?
Obviamente la enseñanza de Mar. 7:18 debe explicarse a la luz del contexto, al igual que
1 Cor. 6:12, "Todas las cosas me son lícitas", y otras enseñanzas semejantes a estas. Lo que
Cristo dice tiene que ver solamente con la cuestión de no lavarse las manos antes de comer
(Mar. 7:2).
B. Se argumenta que se prohibió comer sangre para no ofender a los judíos y para no
evitar la comunión entre judíos y gentiles; es decir, los judíos no podían comer con los
gentiles si éstos comían o bebían sangre. Por lo tanto, se concluye que esta restricción era
provisional y que no se aplica a nosotros ahora.
1. El texto no dice tal cosa. Es una opinión humana sin base bíblica. Hech. 15:20, 28,
29 prohíbe la fornicación también; ¿se prohibió para no ofender a los judíos o para promover
la comunión entre judíos y gentiles?
Algunos dicen que el mandamiento de apartarse de la fornicación es una prohibición
universal pero que el mandamiento de apartarse de sangre y de ahogado era mandamiento
provisional, pero lo que dicen es una afirmación sin prueba. No la pueden probar.
2. La verdad es que este texto habla de "cosas necesarias" (Hech. 15:28). Eran "cosas
necesarias" en el primer siglo y serán "cosas necesarias" hasta el fin del mundo.
3. En Rom. 14 y 1 Cor. 8 y 10 Pablo habla de cosas lícitas que se pueden practicar con
tal que no se haga tropezar al hermano, pero la fornicación y el comer sangre no son cosas
lícitas.
C. Se argumenta que el asunto bajo consideración en esa sesión tuvo que ver con la
sujeción de los gentiles a la ley de Moisés y que, por lo tanto, la decisión pronunciada en los
vers. 20, 28, 29 solamente servía para quitar algunas restricciones de la ley de Moisés.
1. Otra vez preguntamos si se quitaba también la prohibición de la fornicación.
2. Además, como ya se ha explicado, estas prohibiciones no originaron con la ley de
Moisés.
D. El argumento principal de los que defienden la práctica de comer sangre se basa en lo
que Pablo dice en 1 Cor. 10:25, 27, "De todo lo que se vende en la carnicería, comed, sin
preguntar nada por motivos de conciencia ... de todo lo que se os ponga delante comed, sin
preguntar nada por motivos de conciencia".
1. Algunos creen que la palabra "todo" incluye la sangre, pero Pablo habla de la carne
y ni siquiera menciona la sangre en tales textos (Rom. 14; 1 Cor. 8 y 10).
2. El Señor ha revelado claramente a través de los apóstoles que ya no hay carne
"inmunda" (Hech. 10:15; 1 Tim. 4:4).
3. También Pablo explicó que se podía comer de cualquier carne aunque ésta se
hubiera sacrificado a los ídolos, pero puso una condición: de que tal acto no diera ocasión de
caer a algún hermano débil (1 Cor. 8:9).
4. Pero el comer sangre no tiene nada que ver con el tema tratado en Rom. 14; 1 Cor. 8
y 10. Pablo no enseña en estos textos que ahora se puede fornicar ni tampoco que se puede
comer sangre.
Conclusión:
A. Recuérdese, pues, que Hech. 15:20, 28, 29 trata de "estas cosas necesarias" y no de
asuntos de opinión (Rom. 14:1).
B. Las prohibiciones de Hechos 15 se llaman "ordenanzas" (Hech. 16:4). La palabra
griega es dogma y aparece también en Hech. 17:7 (los "decretos" de César, como también en
Luc. 2:1, "edicto" de César), y en Efes. 2:15 y Col. 2:14 (los decretos u ordenanzas de la ley
de Moisés). Por lo tanto, Hech. 15:20, 28, 29 revela ordenanzas o decretos del Espíritu Santo
para la iglesia universal hasta el fin del mundo.
C. Los hermanos inspirados revelaron la ley de Dios en Hech. 15:20, 28, 29 con respecto
a abstenerse "de lo sacrificado a los ídolos, de sangre, de ahogado y de fornicación". Después
el apóstol Pablo reveló (por el mismo Espíritu Santo, 1 Cor. 14:37) que bajo ciertas
circunstancias los cristianos sí podían comer la carne que se había sacrificado a los ídolos; es
decir, Hech. 15:29 especifica la ley, y 1 Cor. 8 y 10 revela la excepción de la ley. No hay en
absoluto contradicción entre los dos textos. La ley es una cosa y la excepción es otra cosa.
Compárese la ley de Cristo sobre el divorcio y segundas nupcias (Mar. 10:12; Luc. 16:18,
etc.) y la excepción de la ley en Mat. 5:32; 19:9.
D. Pero no hay excepción alguna de la ley que prohíbe la fornicación y el comer sangre.
E. Por lo tanto, nos conviene tomar muy en serio esta prohibición y no disminuirla con
opiniones humanas.
Algunos afirman que Hech. 15:20, 28, 29 no prohíbe el comer sangre ahora, pero lo que
dicen es simplemente la afirmación (opinión) de ellos, porque no la pueden probar.
**********
17:13 -- "Y cualquier varón ... que cazare animal o ave que sea de comer, derramará
su sangre y la cubrirá con tierra".
A. Deberían hacer esto para evitar la profanación de la sangre, y para evitar cualquier uso
idólatra de ella. Los israelitas tenían que recordar siempre que la sangre era consagrada por
Dios como instrumento de expiación por sus pecados.
B. El cubrir la sangre era un acto de respeto semejante a la sepultura de un cuerpo.
17:15 -- "Y cualquier persona ... que comiere animal mortecino o despedazado por
fiera ... será inmunda ..." Podían echarlo a los perros (Ex 22:31) y podían darlo o venderlo a
un extranjero (Deut. 14:21). Compárese Ezeq. 4:14, "Y dije: ¡Ah, Señor Jehová! he aquí que
mi alma no es inmunda, ni nunca desde mi juventud hasta este tiempo comí cosa mortecina ni
despedazada, ni nunca en mi boca entró carne inmunda".
Levítico 18
18:2 -- "Yo soy Jehová vuestro Dios". Esto se repite frecuentemente en estos capítulos
(aparece 16 veces en el cap. 19). De esta manera Dios les recuerda de su soberanía sobre
ellos porque son pueblo suyo. Estas leyes son respaldadas por su autoridad absoluta. "Yo soy
Jehová" aparece como punto final después de varios de estos mandamientos o prohibiciones.
18:3 -- "No haréis como hacen en la tierra de Egipto, en la cual morasteis; ni haréis
como hacen en la tierra de Canaán, a la cual yo os conduzco, ni andaréis en sus
estatutos".
A. ¡No imitar ni a Egipto de dónde vinieron, ni a Canaán a dónde van! Dios los sacó de
Egipto para separarlos de las contaminaciones de esa tierra y removió a los cananeos de su
tierra por causa de su corrupción exagerada. ¿Cómo, pues, imitaría Israel a los cananeos que
fueron destinados al castigo por causa de su iniquidad?
B. Dice Ex 23:2, "No seguirás a los muchos para hacer mal". Compárese Rom. 12:1, 2:
Israel rechazó a Dios y pidió un rey porque quería imitar a las demás naciones (1 Sam. 8:6-
8).
C. El ver. 3 es una prohibición general. Todo el capítulo registra las prácticas prohibidas.
18:5 -- "Por tanto, guardaréis mis estatutos y mis ordenanzas, los cuales haciendo el
hombre, vivirá en ellos".
A. Estas leyes entregadas por Moisés eran leyes buenas y daban vida a los que las
practicaban. Ezeq. 18:5-9, "Y el hombre que fuere justo ... en mis ordenanzas caminare, y
guardare mis decretos para hacer rectamente, éste es justo; éste vivirá, dice Jehová el Señor".
Ezeq. 10:11, "y les di mis estatutos, y les hice conocer mis decretos, por los cuales el hombre
que los cumpliere vivirá". La palabra "vivir" significa tener la aprobación de Dios.
18:18 -- "No tomarás mujer juntamente con su hermana, para hacerla su rival". En
la práctica de la poligamia parece que la rivalidad estaba siempre presente. Recuérdense los
casos de Lea y Raquel y de Ana y Penina. La poligamia llevaba mucho fruto podrido. La vida
de Jacob fue hecha miserable por tal rivalidad entre sus esposas, y los hijos de David nacidos
de diferentes madres eran hombres perversos.
18:21 -- "Y no des hijo tuyo para ofrecerlo por fuego a Moloc; no contamines así el
nombre de Jehová. Yo Jehová". Moloc era un dios de bronce de los amonitas, con cabeza
de becerro y cuerpo de hombre cuyos brazos se extendieron para cargar sus víctimas. Los
niños eran dedicados a él, siendo sacudidos sobre el fuego encendido en esta estatua hueca
que servía como horno. También muchos niños fueron quemados como holocaustos (Ezeq.
16:21; Jer. 7:31; compárense 1 Reyes 11:7; 2 Reyes 16:2).
Levítico 19
19:2 -- "Santos seréis, porque santo soy yo Jehová vuestro Dios". Fue santificado
Israel por medio de la ley de Dios dada por Moisés. 20:8, "Y guardad mis estatutos, y
ponedlos por obra. Yo Jehová que os santifico". Cristo dijo en su intercesión por sus
apóstoles y discípulos, "Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad" (Jn. 17:17). La
expresión, "Yo Jehová" aparece 16 veces en este capítulo.
19:4 -- "No os volveréis a los ídolos, ni haréis para vosotros dioses de fundición. Yo
Jehová vuestro Dios".
A. Estos son los primeros dos de los diez mandamientos.
B. Deberían adorar al Dios quien los hizo, y no a los dioses hechos por ellos (Henry).
¡Qué cosa más absurda que el hombre adore a un dios que él mismo haya hecho! Esto
equivale a adorarse a sí mismo. Compárese Isa. 44:9-20.
C. Tales dioses se llaman "elilim" (nada). Compárese 1 Cor. 8:4, "sabemos que un ídolo
nada es en el mundo".
19:9, 10 -- La benevolencia de la ley de Moisés (la benevolencia de Dios) para con los
pobres.
A. Nos conviene estudiar estas leyes, Rom. 15:4; 1 Cor. 10:11.
B. Ex 23:10, 11, no sembrar el séptimo año, "para que coman los pobres".
C. Lev. 23:22, "No segaréis hasta el último rincón de ella, ni espigarás tu siega; para el
pobre y para el extranjero la dejarás".
D. Deut. 15:7-11, "no faltarán menesterosos en medio de la tierra; por eso yo te mando,
diciendo: Abrirás tu mano a tu hermano, al pobre y al menesteroso en tu tierra". Deberían dar
y prestar al hermano ("abrir la mano" liberalmente), "porque él podrá clamar contra ti a
Jehová, y se te contará por pecado" (ver. 9 del mismo texto). Compárese Deut. 24:19-21, la
cosecha de los olivos y de la viña.
E. Los dueños de las cosechas podían escoger a quiénes entraran en sus campos (Rut 2:2,
8, 15, 16). Entre los pobres puede haber gente irresponsable que descuide o maltrate los
árboles y viñas, etc.
F. Es importante notar en todos estos textos que los pobres deberían trabajar para ganar su
pan (compárese 2 Tes. 3:10), pero durante el tiempo de la cosecha, cuando Dios les daba tan
generosamente a su pueblo, les convenía abrir sus corazones y sus manos para ayudar a los
menesterosos.
G. En Estados Unidos siempre se proponen programas para eliminar la pobreza, pero
como Jesús dice, "Siempre tendréis a los pobres con vosotros" (Deut. 15:11; Mar. 14:7). Esta
es la realidad del asunto: ¡Siempre habrá pobres en el mundo! Jesús no dijo esto para
disminuir nuestro deber para con ellos, porque también dijo, "cuando queráis les podréis
hacer bien". Nunca nos faltará la oportunidad para ayudar a los pobres, pero nunca será
eliminada la pobreza del mundo. Algunos fanáticos provocan el desorden y hasta alborotos
bajo el pretexto de promover los intereses de los pobres. Algunos han dicho que Jesucristo
era un revolucionario para dar aparente apoyo a estos movimientos, pero los tales ignoran y
no aceptan Rom. 13:1-3 y 1 Ped. 3:13-17 y no conocen a Cristo.
H. Desde luego, Cristo vino al mundo para ayudar al pobre. Vino para predicarle las
buenas nuevas de salvación (Luc. 4:18). Esta es la bendición más grande que podría darles,
pero la salvación del alma no es la única bendición que Jesús tiene para los pobres, porque
hay grandes bendiciones en sus enseñanzas con respecto a la sujeción, la diligencia, la
limpieza, etcétera. El evangelio bendice al pobre en muchas maneras y le ayuda a vencer su
pobreza. ¡Cuántos hombres pobres han avanzado en muchas maneras al convertirse a Cristo!
I. Hay mucha indolencia entre los pobres y es necesario enseñarles lo que Pablo dice en 2
Tes. 3:10. Hay muchos pobres que son indignos de la ayuda. Ha habido muchos casos de
conducta irresponsable. Cuando se les regala ropa o comida la venden para comprar cerveza
y vino y la ropa nueva que se les regala no se cuida ni se lava. Muchos no aprovechan su
oportunidad de estudiar o aprender algún oficio, otros no cuidan el empleo que se les ofrece,
etc. Muchos pobres son muy exigentes. Este aspecto se menciona porque no siempre se
ayuda a los pobres al brindarles algo, pues muchas personas son tan generosas con los pobres
que no les ayudan, sino que contribuyen a su indolencia. Es necesario actuar con buen juicio
cuando ayudamos a los pobres.
J. Sin embargo, Dios es benévolo y nos enseña a ser benévolos, y hay muchos que sí
merecen la ayuda y la reciben con gratitud. Muchos desafortunados aprovechan la ayuda que
reciben y suben a un nivel más alto de vida. Hay gente noble y decente entre los pobres, son
limpios, quieren vestirse decentemente, quieren educar a sus hijos y mejorar su vida. Tales
merecen la ayuda.
K. Dios ama a los pobres: Sal. 82:3, 4; 140:12; Prov. 28:27; 31:9. Dios denuncia a los que
maltratan a los pobres: Prov. 21:13; 14:31; 17:5; Isa. 5:14, 15; Amós 2:6, 7; Ezeq. 22:29;
Zac. 7:9, 10. Además, Dios ama y bendice a los que ayudan a los pobres: Sal. 41:1; 19:17;
Prov. 14:21; 28:27.
L. El Nuevo Testamento nos enseña a ser benévolos con los pobres. En la misión de Jesús
se incluía como parte integral la predicación a los pobres (Luc. 4:18). Esto se menciona como
prueba de que El era el Mesías (Luc. 4:18; Mat. 11:5). Jesús enseña que debemos invitar a los
pobres a comer con nosotros (Luc. 14:12-14). Jesús dijo al joven rico, "vende lo que tienes, y
dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo" (Mat. 19:21). La iglesia debe ofrendar para los
santos pobres, 1 Cor. 16:1, 2; 2 Cor. 8 y 9; Rom. 15:25-27.
19:14 -- "No maldecirás al sordo, y delante del ciego no pondrás tropiezo, sino que
tendrás temor de tu Dios. Yo Jehová".
A. No maldiga al sordo porque no oye, ni ponga tropiezo delante del ciego porque no ve,
porque Dios oye y ve, y El es el Defensor y Vengador de los pobres, los sordos, los ciegos y
todos los indigentes.
B. Deut. 28:12-15 repite esta ley. Es difícil entender cómo un ser humano llega a ser tan
cruel. Tiene corazón de piedra el que es capaz de oprimir a tales personas. Seguramente no
temen a Dios.
C. Otros textos que hablan de oprimir al prójimo: 25:17, 36, 43. Recuérdese el buen
ejemplo de Job (29:12-16).
D. El texto prohibe el poner tropiezo delante del ciego y conviene agregar que es pecado
también poner tropiezo delante del ciego espiritual.
19:18 -- "No te vengarás, ni guardarás rencor a los hijos de tu pueblo, sino amarás a
tu prójimo como a ti mismo. Yo Jehová".
A. Véase el ver. 17, notas sobre el rencor.
B. Otros textos relacionados son los vers. 33, 34; Ex 23:4, 5; Prov. 24:17, 18; 25:21;
20:22. Los israelitas fueron mandados a amar a sus enemigos y se les prohibió la venganza
personal. Compárense Mat. 5:38-48; Rom. 12:17-21.
C. Dios dice, "Mía es la venganza"; El tomó venganza de los criminales y todos los
malhechores, empleando a los magistrados, y a veces todo el pueblo tomó parte en el juicio,
apedreando a los transgresores. Desde luego, al hacerlo no desobedecieron este
mandamiento, porque simplemente servían como instrumentos de Dios para tomar venganza
divina. Lo que se prohibe es la venganza personal. Bajo la ley de Moisés -- como también
bajo el Nuevo Testamento -- la gente tenía que entregar su causa en manos de los
magistrados. Recuérdese también que a veces Dios empleaba naciones como instrumentos de
su venganza; por ejemplo, El envió a los babilonios para castigar al pueblo de Israel.
D. Rom. 13:1-7 enseña que Dios toma venganza de los criminales por medio del gobierno
civil; es decir, la policía que prende o aun mata al criminal no toma venganza personal, sino
la de Dios.
19:19 -- "No harás ayuntar tu ganado con animales de otra especie; tu campo no
sembrarás con mezcla de semillas, y no te pondrás vestidos con mezcla de hilos". Varios
textos hablan de mulas (por ejemplo, 2 Sam. 13:29; 18:9; 1 Reyes 1:33), pero probablemente
eran importadas (véase 1 Reyes 10:25).
A. Deut. 22:9-11, "No sembrarás tu viña con semillas diversas, no sea que se pierda todo,
tanto la semilla que sembraste como el fruto de la viña. No ararás con buey y con asno
juntamente. No vestirás ropa de lana y lino juntamente". Con estas leyes Dios insistía en que
su pueblo observara el orden natural de las cosas fundado en la creación (Gén. 1:11, 12, 21,
24, 25). (Keil y Delitzsch).
B. Lo que Pablo dice en 2 Cor. 6:14 ("no os unáis en yugo desigual con los incrédulos")
se basa en este texto. El yugo desigual se refiere al compañerismo de la justicia con la
injusticia, la comunión de la luz con las tinieblas, la concordia entre Cristo y Belial, la parte
que el creyente tiene con el incrédulo, el acuerdo entre el templo de Dios y los ídolos, es
decir, la participación del cristiano en prácticas pecaminosas (en ese contexto, las cosas de
ídolos). Efes. 5:11 es texto paralelo, "Y no participéis en las obras infructuosas de las
tinieblas".
C. La doctrina básica del libro de Levítico es la santificación del pueblo de Dios, es decir,
que deberían estar separados de los paganos. Era un pueblo diferente. Esto era el propósito de
estas leyes. Leyes y costumbres erigen paredes de separación. Compárese Efes. 4:14-16.
19:20-22 -- Compárense 20:10, el adulterio ordinario, y Deut. 22:23, 24, el adulterio con
una joven desposada; en estos casos la pena fue la muerte, pero el adulterio con una mujer
"que fuere sierva desposada con alguno, y no estuviere rescatada, ni le hubiere sido dada
libertad" resultó en azotes para los dos.
A. Sin embargo, aunque el castigo no era la muerte sino azotes, debe observarse que
había protección para esclavos; no era lícito tratarlos como propiedad personal sin derecho
alguno.
19:23-25 -- Esta prohibición les haría recordar que la tierra y todo su fruto es de Jehová.
La palabra "incircunciso" equivale a "inmundo"; alguna cosa prohibida era como "inmunda"
o "incircuncisa" para ellos.
19:26 -- "No comeréis cosa alguna con sangre". Véase 17:11, notas.
-- "No seréis agoreros, ni adivinos". Véanse 20:6; Deut. 18:9-14.
A. Dios les dio dirección. Moisés habló "cara a cara" con Dios. Los profetas eran
hombres inspirados por Dios. La palabra de Dios estaba en su boca. Dios cuidaba de su
pueblo. La providencia divina nunca les faltó si procuraban andar en sus caminos, pero Israel
no quería recordar estos beneficios y buscaba dirección de los agoreros y adivinos.
B. Toda la lista de estas cosas abominables se encuentra en Deut. 18:9-14. Son cosas
relacionadas con la idolatría. La primera frase dice, "No sea hallado en ti quien haga pasar a
su hijo o a su hija por el fuego" (culto a Moloc). Hacían esto para obtener oráculos de su dios.
C. El propósito de la adivinación, etc. era y es el obtener conocimiento sobrenatural. Los
que practican tales cosas quieren hablar con los muertos, con los espíritus, o con los "dioses"
(demonios) para obtener información que no se puede obtener de la palabra de Dios ni por
medios naturales. Quieren información sobrenatural para poder predecir el futuro y tener
mucha influencia sobre otros, aun sobre hombres eminentes, Hech. 13:6, 7.
D. Gál. 3:1 ("¿quién os fascinó ...?") se refiere a la práctica de "encantar" (engañar con
arte).
E. Recuérdese el pecado del rey Saúl, 1 Crón. 10:13, 14.
F. Léase Isa. 8:19, 20, el profeta hacía burla de los encantadores y adivinos que
"susurran". Dice el profeta, "¿Consultará a los muertos por los vivos?" Véase también Isa.
47:8-14.
G. La base de todo este mal es la astrología; 2 Reyes. 23:5 dice, "Y quitó a los sacerdotes
idólatras que habían puesto los reyes de Judá para que quemasen incienso en los lugares altos
en las ciudades de Judá, y en los alrededores de Jerusalén; y asimismo a los que quemaban
incienso a Baal, al sol y a la luna, y a los signos del zodiaco, y a todo el ejército". El concepto
de millones de personas es que los doce signos o estaciones del zodiaco son de suma impor-
tancia para la adivinación. Para éstos lo que dice su horóscopo es más importante que la
palabra de Dios. No ponen su confianza en la providencia de Dios, sino en las estrellas.
H. Dice Jer. 10:2, "Así dijo Jehová: No aprendáis el camino de las naciones, ni de las
señales del cielo tengáis temor, aunque las naciones las teman".
I. Hech. 19:19 es un buen ejemplo de lo que se debe hacer con los libros de los que
practican la magia ("trajeron los libros y los quemaron delante de todos"). Los cristianos
confían en Dios, Heb. 13:5, 6, y no son atormentados por ansiedades y afanes (Mat. 6:24-34;
Fil. 4:4-7; 1 Ped. 5:7). El cristiano no usa el horóscopo sino más bien, la oración. Dice el
cristiano, "Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello" (Sant. 4:15).
19:27 -- "No haréis tonsura en vuestras cabezas", práctica pagana. Dice Larousse:
"Tonsura. Acción de tonsurar. Ceremonia de la Iglesia que consiste en cortar al aspirante a
sacerdote un poco de cabello en la coronilla" (véase gráfico, pág. 940).
19:29 -- "No contaminarás a tu hija haciéndola fornicar". ¿Lo haría por amor al
dinero? Rom. 1:31 habla de gente "sin afecto natural".
El hombre que hiciera tal cosa seguramente no tendría "afecto natural". Al prostituir a sus
hijas, prostituían la tierra.
Levítico 20
Introducción.
A. El énfasis en este capítulo es la pena de varios pecados.
B. Otra vez se repite la advertencia, "no sea que os vomite la tierra en la cual yo os
introduzco para que habitéis en ella" (ver. 22).
20:2 -- "Cualquier varón ... que ofreciere alguno de sus hijos a Moloc", véase 18:21,
notas.
-- "de seguro morirá". La pena era severa, pero esta práctica era aun más cruel. Ningún
castigo sería demasiado severo para esta abominación. Los israelitas se convertían en salvajes
al destruir a sus propios hijos, ofreciéndolos a Moloc. Durante este "servicio" la gente gritaba
para no oír los gritos de los niños.
Según la sabiduría divina la pena de muerte es medio efectivo para frenar la idolatría, la
hechicería, el incesto y otras prácticas depravadas. Ante los ojos de Dios los que practican
tales cosas han perdido el derecho de vivir.
-- "el pueblo de la tierra lo apedreará". Tal acción no era venganza personal, sino la
venganza de Dios. El pecado afecta a todos. La nación entera podía ser destruida por causa de
tales actos abominables. Dios requería que todos tomaran parte en matar a los culpables para
que lo serio del problema fuera grabado en la mente de cada uno.
20:3 -- "Y yo pondré mi rostro contra el tal varón, y lo cortaré de entre el pueblo".
Este texto hace claro que la palabra "cortar" significaba "muerte" (ver. 2).
-- "contaminando mi santuario". Aunque algunas personas estaban inmundas por
haberse contaminado ofreciendo a sus hijos a Moloc, se atrevían a acercarse al santuario de
Dios. Esto era insulto doble. Compárense 15:31; 16:16.
20:4 -- "Si el pueblo de la tierra cerrare sus ojos respecto de aquel varón que
hubiere dado de sus hijos a Moloc, para no matarle ..." Dios protesta contra esa actitud
irreverente, porque tales personas eran cómplices en la abominación, dando su con-
sentimiento y cooperación. La indiferencia hacia el pecado desagrada a Dios (véase 1 Cor.
5:1, 2).
20:5 -- "entonces yo pondré mi rostro contra aquel varón ..." Dios lo castigará si los
magistrados y el pueblo cierran sus ojos y rehúsan hacerlo. Recuérdese la advertencia de
Heb. 10:31; 12:29.
-- "fornicaron ..." Tal idolatría se llamó "fornicación" espiritual porque era infidelidad a
Dios, pero se practicaba varias formas de fornicación física en el culto pagano. Véase Núm.
25.
20:6 -- "encantadores y adivinos ..." véase 19:26, notas. Dice Ex 22:18, "a la hechicera
no dejarás que viva". El énfasis de Lev. 20 es el castigo de estos pecados.
20:7, 8 -- "Santificaos, pues, y sed santos", es decir, apartarse de todas estas prácticas
paganas, y obedecer los estatutos de Dios (ver. 8, "y guardar mis estatutos, y ponedlos por
obra").
20:13 -- "Si alguno se ayuntare con varón como mujer, abominación hicieron;
ambos han de ser muertos; sobre ellos será su sangre".
A. Esta práctica abominable trajo el fuego y azufre a Sodoma, Gomorra y las demás
ciudades del la llanura.
B. Este texto dice claramente que los homosexuales habían de sufrir la pena de muerte
por este pecado. Por eso, es en extremo absurdo decir que la homosexualidad es una
enfermedad, o que sea una condición biológica (asunto de los genes o caracteres hereditarios)
y, por eso, una condición fuera del control de la persona. Si fuera así, Dios sería injusto al
castigarles, pero la Biblia enfáticamente enseña que la homosexualidad es un pecado y que
los homosexuales deben arrepentirse. Algunos lo han hecho (1 Cor. 6:9-11).
C. Algunos creen que solamente el Antiguo Testamento condena este pecado, pero el
Nuevo Testamento claramente lo denuncia: Rom. 1:26, 27; 1 Tim. 1:10; 1 Cor. 6:9-11.
D. No obstante esta revelación clara de Dios, muchas personas "religiosas" son muy
tolerantes hacia este pecado, los homosexuales se reciben en las iglesias, se habla mucho de
los derechos de ellos, y se denuncia a los que son intolerantes de este "estilo alternativo de
vida". Nos conviene recordar siempre que Dios decía que tales abominaciones corrompen la
nación y harán que la tierra vomite sus habitantes.
20:14 -- "quemarán con fuego" (21:9), es decir, quemar sus cadáveres. Compárese
Josué 7:15, 25.
20:15 -- "Cualquiera que tuviere cópula con bestia, ha de ser muerto y mataréis a la
bestia". Los vers. 2, 27 indican que deberían ser apedreados. Véase también 18:23, notas.
20:20, 21 -- "Morirán sin hijos", un castigo severo, porque el ser estéril era reproche
grande entre los israelitas. Véase 1 Sam. 1, el caso de Ana. Los que murieron sin
descendientes fueron olvidados.
20:24 -- "fluye leche y miel". ¡Qué lastima que una tierra tan maravillosa estuviera
infectada de tanta corrupción y qué lástima que los israelitas no aprendieran la importancia de
apartarse de tales prácticas!
20:25 -- "Por tanto, vosotros haréis diferencia entre animal limpio e inmundo y en-
tre ave inmunda y limpia". Véase cap. 11.
-- "y no contaminéis vuestras personas con los animales, ni con las aves, ni con nada
que se arrastra sobre la tierra ..." Las leyes de Dios eran muy estrictas porque "vosotros
me seréis un reino de sacerdotes, y gente santa" (Ex 19:6). Compárese 1 Ped. 2:5, 9.
20:26 -- "os he apartado de los pueblos para que seáis míos". Eran simiente de
Abraham; no deberían tener amistad con la simiente de la serpiente. Es necesario que haya
enemistad declarada y guerra continua entre el pueblo de Dios y el pueblo de Satanás (1 Jn.
2:15-17). El libro de Apocalipsis presenta la gran lucha de los seguidores del Cordero contra
el dragón, las bestias y los demás ayudantes del diablo: "Pelearán contra el Cordero, y el
Cordero los vencerá, porque él es Señor de señores y Rey de reyes; y los que están con él son
llamados y elegidos y fieles" (Apoc. 17:14; compárese 1 Ped. 5:8).
Cristo nos promete la victoria. Somos más que vencedores (Rom. 8:37). Por lo tanto,
tenemos que evitar todo compromiso con el enemigo. Debemos rechazar toda oferta de paz
hecha por el mundo. No podemos descansar hasta que Dios nos haya dado la victoria final.
Llevamos la armadura completa y nuestra espada es el arma más poderosa en el mundo (Efes.
6:10-19; Heb. 4:12).
Observación. El cap. 20 no es simplemente una repetición de ciertas leyes, sino que su
propósito es enfatizar la pena o el castigo debido: vers. 2, 27 - "morirá"; vers. 2, 27 - "lo
apedreará"; ver. 5 - "yo pondré mi rostro contra"; vers. 5, 18 - "le cortaré de entre su pueblo";
vers. 9, 11, 12, 16, 27 - "su sangre será sobre él" (es decir, será responsable y digno del
castigo que recibe); ver. 10 - "indefectiblemente serán muertos"; ver. 14 - "quemarán con
fuego"; ver. 15 - "ha de ser muerto, y mataréis a la bestia"; vers. 17, 19 - "su pecado llevará";
vers. 20, 21 - "morirán sin hijos".
Levítico 21
Introducción.
A. Este capítulo revela leyes para preservar la santidad de los sacerdotes. El propósito de
ellas era exaltar el oficio sagrado y mantener su honor y dignidad.
B. Los sacerdotes tenían a su cargo el santuario sagrado, y esto era suficiente razón para
evitar toda contaminación y para guardarse santos en toda manera.
21:1 -- "Habla a los sacerdotes hijos de Aarón, y diles que no se contaminen por un
muerto en sus pueblos". El contacto con algún muerto dejaba inmundo al sacerdote por
siete días. La compasión es cualidad que todo sacerdote debía poseer, y le convenía sostener
una relación estrecha con la gente. Siempre había muertes entre ellos y los sacerdotes eran
compasivos; sin embargo, si el sacerdote no tenía cuidado de no tocar algún muerto, no
podría ejercer su ministerio. Era muy necesario que se guardaran limpios para poder
acercarse a Dios por sí mismos y por el pueblo.
21:2, 3 -- Podían contaminarse los sacerdotes solamente por sus parientes cercanos, pero
compárese el caso del sumo sacerdote, vers. 10, 11.
21:4 -- La ley general. Los específicos de ella se encuentran en todo el resto del capítulo.
21:5 -- Habían de evitar toda costumbre pagana y supersticiosa al enlutarse. Estas leyes
se dieron a todo el pueblo (véase 19:27), pero en especial a los sacerdotes, porque éstos
tenían que ser ejemplos para los demás. La ley se repite, pues, y se enfatiza en estas
instrucciones para los sacerdotes. No hay "sacerdocio especial" en la iglesia, sino que todos
los miembros son un sacerdocio real (1 Ped. 2:9), pero hay una lección valiosa aquí para los
ancianos de la iglesia (1 Ped. 5:1-3), y para los evangelistas (1 Tim. 4:12), como también
para maestros (Sant. 3:1).
Estas costumbres paganas se mencionan también en Deut. 14:1; Jer. 9:25; 25:23; 49: 32:
"Tonsura" (véase 19:27, notas). "rasguñas", véanse Núm. 5:2; 6:6; 9:6, 7, 10; Deut. 14:1.
Estas cosas se practicaban para estimular las emociones en el luto.
21:6 -- "... porque las ofrendas encendidas para Jehová y el pan de su Dios ofrecen;
por tanto, serán santos". La vida y conducta del sacerdote había de conformarse a la
dignidad y solemnidad de su vocación. Compárese Efes. 4:1, "Yo, pues, preso en el Señor, os
ruego que andéis como es digno de la vocación con que fuisteis llamados". ¿Era más solemne
la vocación del sacerdote levítico que la nuestra? Dice Fil. 1:27, "Solamente que os
comportéis como es digno del evangelio de Cristo".
21:13-15 -- "Tomará por esposa a una mujer virgen. No tomará viuda, ni repudiada
..." La ley era aun más estricta para el sumo sacerdote.
21:17-21 -- "Ninguno ... que tenga algún defecto, se acercará ..."
A. Dios requería la perfección en las víctimas que se ofrecían y también requería la
perfección en los que las ofrecían.
B. La causa de estos defectos no se tomó en cuenta. Si nació así, si fue causado por la
enfermedad o por algún accidente, la ley decía sencillamente que "ningún varón en el cual
haya defecto se acercará".
21:22 -- "Del pan de su Dios, de lo muy santo y de las cosas santificadas, podrá
comer".
A. Estos serían sostenidos de los sacrificios y ofrendas. "Lo muy santo" significa lo que
solamente los sacerdotes habían de comer (2:3; 6:25). Los sacerdotes con defectos no se
trataban como hombres inmundos en cuanto al derecho de comer con los demás, pero "no se
acercará para ofrecer el pan de su Dios". No debería acercarse "tras el velo, ni se acercará al
altar" (ver. 23), es decir, no podía funcionar como sacerdote.
B. La ley de Cristo no excluye a nadie por causa de defectos físicos y hay muchos santos
que, a pesar de ser ciegos, cojos, sordos, etc., siguen diariamente ofreciendo sacrificios
espirituales a Dios. Hay muchas almas hermosas en cuerpos enfermos, y hay muchas almas
feas en cuerpos sanos. Recuérdese 2 Cor. 4:16.
Observación. Recordemos que Dios requería perfección en el sacerdocio. Jesucristo, nuestro
Sumo Sacerdote, es perfecto. Nosotros nos acercamos a Dios por medio de Jesucristo (Heb.
4:16; 7:25; 10:22) y Dios requiere la perfección en nosotros (Mat. 5:48; 2 Cor. 7:1; 13:9, 11;
Sant. 1:2-4; 2:22).
Levítico 22
Introducción. Este capítulo contiene instrucciones para Aarón y sus hijos acerca de las
ofrendas.
22:2 -- "Di a Aarón y a sus hijos que se abstengan de las cosas santas". Esta es una
ley general, ilustrada por todo lo que sigue en el capítulo, y tiene que ver con la inmundicia.
-- "cosas santas", las porciones de las ofrendas del pueblo que pertenecían a los
sacerdotes. No deberían tratar a éstas como cosas comunes. El punto aquí es que los
sacerdotes no deberían participar de ellas si hubiera cualquier inmundicia en ellos.
-- "me han dedicado", tiene referencia especialmente a las ofrendas alzadas y mecidas,
Núm. 18:8-20. Aquí hay otra advertencia contra el descuido en el manejo de cosas sagradas.
22:4 -- "leproso".
A. La lepra no hace acepción de personas; era transmitida al sacerdote como a cualquier
israelita.
B. Pero ¿por qué hacer ley especial para los sacerdotes cuando ya se había dado una ley
cubriendo todos los casos de la lepra? La familiaridad puede producir el descuido, y aun la
aversión. Los sacerdotes vivían con cosas santas; se exponían a ellas continuamente, todo el
día y todos los días. Existía siempre el peligro de descuidarse. Incluso podían pensar que
ellos, siendo grupo especial y apartado, pudieran estar exentos de la aplicación estricta de
estas leyes sobre la inmundicia, teniendo una libertad que los demás no tenían.
C. Sin embargo, según indica este capítulo, la ley se aplicaba aun más estrictamente a
ellos. Compárese Sant. 3:1.
-- "tocare ... cadáveres". 19:28; Núm. 19:22.
-- "derramamiento de semen". 15:16, 18.
22:8 -- 17:15, 16, pero repetido aquí con referencia especial a los sacerdotes. Toda cosa
que él comía tenía el "sabor" del tabernáculo. Podía pecar aun en su propia casa. Compárese
Ezeq. 4:14.
22:10 -- "Ningún extraño comerá cosa sagrada; el huésped del sacerdote, y el jor-
nalero, no comerán cosa sagrada".
A. El "extraño" aquí no se refiere a los no israelitas, sino a toda persona que no era
miembro de la familia del sacerdote.
B. Al comer de cosas santas, el sacerdote no podía invitar a otros que no eran sacerdotes a
comer. Ignorando esta prohibición, el sacerdote hubiera pecado y también hubiera hecho
pecar al huésped o jornalero. Estos podían estar en la casa sin ser de la casa (Henry). En este
sentido sus amigos y vecinos más cercanos eran "extraños".
22:14 -- "por yerro". Tal pecado era perdonable, pero la cosa debía restaurarse,
añadiéndole la quinta parte. Los sacerdotes, al igual que los demás, tenían que hacer todo lo
posible por evitar el "yerro".
22:15 -- "No profanarán, pues, las cosas santas de los hijos de Israel, las cuales
apartan para Jehová". Este versículo es semejante al ver. 2, siendo una prohibición general;
los demás versículos suplen los detalles.
22:23 -- "podrás ofrecer por ofrenda voluntaria". La ley permitía una excepción en el
caso de una "ofrenda voluntaria", pero "en pago de voto no será acepto".
22:28 -- "no degollaréis en un mismo día a ella y a su hijo". Ex 23:19; Deut. 22:6, 7.
Posiblemente esta ley tuviera que ver con la relación sagrada entre pariente y su cría.
22:33 -- "os saqué de la tierra". Israel tenía que santificarse porque Jehová era su Dios,
Jehová es santo, y ellos eran el pueblo de Dios que los había sacado de Egipto.
Levítico 23
Introducción. Este capítulo revela las leyes relacionadas con las fiestas solemnes.
Compárese Núm. 28:16 - 29:40.
23:2 -- "las fiestas solemnes". La palabra "fiesta", como se usa ahora, lleva la idea de
diversión. Los israelitas habían de regocijarse especialmente durante la fiesta de los
Tabernáculos, pero en realidad la expresión "fiesta solemne" no se refería a la alegría. Por el
contrario, como vemos en el ver. 27, habían de afligirse para el día de la expiación. "Fiesta
solemne" significa, pues, una solemnidad religiosa, un día o grupo de días designado como
santo por Dios, y las varias actividades prescritas por El que le correspondían.
-- "las cuales proclamaréis como santas convocaciones", tiempos de reunirse. "Tres
veces cada año aparecerá todo varón tuyo delante de Jehová tu Dios en el lugar que él
escogiere: en la fiesta solemne de los panes sin levadura, y en la fiesta solemne de las
semanas, y en la fiesta solemne de los tabernáculos. Y ninguno se presentará delante de
Jehová con las manos vacías" (Deut. 16:16). También, Ex 23:14-17.
23:3 -- "el séptimo día", véanse Gén. 2:3; Ex 20:8-11; Deut. 5:15, "Acuérdate que fuiste
siervo en tierra de Egipto, y que Jehová tu Dios te sacó de allá con mano fuerte y brazo
extendido; por lo cual Jehová tu Dios te ha mandado que guardes el día de reposo". Este
versículo nos hace ver claramente que los israelitas (y solamente ellos) habían de guardar el
séptimo día para recordar que fueron esclavos en Egipto y que Dios les había sacado de allí.
-- "ningún trabajo haréis", prohibición absoluta. Recuérdese Núm. 15:32-36. Véanse
también Ex 20:10; 21:14; 35:2, 3; Deut. 5:14. Al descansar un día de los siete, el israelita
consagraba sus trabajos de la semana a Dios, dando reconocimiento a El como Dueño de la
tierra y como el Gran Bienhechor que hace fértil la tierra para que fructifique "llenando de
sustento y de alegría nuestros corazones" (Hech. 14:17).
23:5 -- "en el mes primero, a los catorce del mes, entre las dos tardes, pascua es de
Jehová".
A. El primer mes era Abib o Nisán.
B. Ex 12:6, 11, 15-20 narra los detalles de esta fiesta que era para conmemorar la
salvación de los primogénitos de los israelitas.
C. Cristo es nuestra pascua, 1 Cor. 5:7; Juan 1:29.
23:6 -- "Y a los quince días de este mes es la fiesta solemne de los panes sin levadura
a Jehová; siete días comeréis panes sin levadura".
A. Se celebraba esta fiesta los días 15 al 21 del mismo mes de Abib. Comenzó, pues,
inmediatamente después de la pascua.
B. El propósito de esta fiesta era para recordar su salida victoriosa de Egipto bajo la mano
de Dios. Véase Ex 13:1-10.
23:7 -- "ningún trabajo de siervos haréis", en contraste con "ningún trabajo", ver. 3.
23:14 -- "No comeréis pan, ni grano tostado, ni espiga fresca, hasta este mismo día,
hasta que hayáis ofrecido la ofrenda de vuestro Dios".
A. Cuando el israelita traía "al sacerdote una gavilla por primicia de los primeros frutos
de vuestra siega" para ser mecida "delante de Jehová", entonces toda la cosecha se ofrecía a
Dios y de esta manera era consagrada.
B. Este texto dice enfáticamente que era indispensable que se presentara a Dios su
porción antes de que ellos comieran. Todo primogénito era posesión de Dios. Las primicias
de la cosecha era posesión de Dios. Jesús dice, "Buscad primeramente el reino de Dios y su
justicia" (Mat. 6:33). Dios no acepta segundo lugar en nuestras vidas. No quiere sobrantes.
"Si yo tuviese hambre, no te lo diría a ti; porque mío es el mundo y su plenitud" (Sal. 50:12).
Por lo tanto, es importante que ofrendemos a Dios conforme a lo que nos haya prosperado y
no según lo que nos sobre después de comprar comida, pagar renta y las cuentas.
23:15 -- "Y contaréis desde el día que sigue al día de reposo, desde el día en que
ofrecisteis la gavilla de la ofrenda mecida; siete semanas cumplidas serán. Hasta el día
siguiente del séptimo día de reposo contaréis cincuenta días; entonces ofreceréis el
nuevo grano a Jehová".
A. Esta fiesta se llamaba "la fiesta de las semanas, la de las primicias del trigo" (Ex
34:22; Deut. 16:10); "el día de las primicias, cuando presentéis ofrenda nueva a Jehová en
vuestras semanas" (Núm. 28:26); y en el Nuevo Testamento la palabra "Pentecostés"
(quincuagésimo) se usa en Hech. 2:1; 20:16; 1 Cor. 16:8.
B. "Y contaréis desde el día que sigue al día de reposo", o sea el día 16 de Nisán. El día
15, siendo el primer día de la fiesta de los panes sin levadura, era "día de reposo". Desde
luego, el día 15 podía caer en cualquier día de la semana (compárese el 16 de septiembre o el
4 de julio).
C. Esta fiesta se llamaba "la fiesta de las semanas", porque habían de contar siete
semanas, contando desde el día que seguía al día de reposo. El inglés deja el asunto confuso
diciendo "seven sabbaths", pero el español traduce correctamente al decir "siete semanas".
La palabra shabbath se traduce "día de reposo" y la palabra shabua se traduce "semana",
pero en Lev. 23:15 y 25:8 la palabra shabbath se traduce "semanas".
D. "Siete semanas cumplidas", es decir, siete semanas completas. Aquí algunas versiones
inglesas dicen, "seven sabbaths ... complete", pero esta expresión no habla de siete "sabbaths"
(sábados), sino de siete semanas. La palabra "sabbath" nunca se usa para indicar semana y,
por eso, esta traducción causa confusión.
23:16 -- "Hasta el día siguiente del séptimo día de reposo contaréis cincuenta días;
entonces ofreceréis el nuevo grano a Jehová".
A. En este versículo las versiones castellanas causan confusión también al decir "séptimo
día de reposo" en lugar de "séptima semana". La Versión Valera Revisada dice correctamente
en el ver. 15, "siete semanas cumplidas", aunque las versiones inglesas dicen "seven
sabbaths" (siete sábados). Deut. 16:9 dice, "Siete semanas contarás", y en inglés traduce
correctamente: "seven weeks" (siete semanas).
Además, esta fiesta se llama "la fiesta de las semanas", porque "desde que comenzare a
meterse la hoz en las mieses comenzarás a contar las siete semanas" (Deut. 16:9).
B. Tanto en el Nuevo Testamento como en el Antiguo Testamento la misma palabra se
usa para traducir "día de reposo" y "semana" y esto ha causado mucha confusión.
Compárense Lev. 25:8; Mat. 28:1; Luc. 18:12, etc. El contexto decide cuál debe ser (día de
reposo o semana). Lev. 23:15 decide en este contexto porque dice claramente, "siete semanas
cumplidas" y no "siete días de reposo cumplidos". Nunca se calcula el tiempo hablando de un
medio día de reposo.
C. Por lo tanto, en el ver. 16, "Hasta el día siguiente del séptimo día de reposo" debe ser
"hasta el día siguiente de la séptima semana". No se contaban días de reposo, sino semanas.
D. No conviene afirmar, pues, con toda certeza que el día de Pentecostés siempre caía en
el primer día de la semana. Es cierto que el día de Pentecostés en que la iglesia se estableció
cayó en el primer día de la semana y esto es importante. Esto se puede afirmar con toda
confianza.
Pero algunos se fijan mucho en la palabra "sabbaths" ("días de reposo") y no en la idea
central de "semanas".
E. El "nuevo grano" era el trigo.
23:17 -- "dos panes para ofrenda mecida ... cocidos con levadura, como primicias
para Jehová". Compárese 2:11, 12.
23:18 -- Con estos sacrificios y ofrendas los israelitas se regocijaban en el Señor, dándole
gracias y gloria como Señor de las cosecha (Henry).
23:24 -- "En el mes séptimo, al primero del mes tendréis día de reposo, una
conmemoración al son de trompetas, y una santa convocación".
A. "tendréis día de reposo" en cualquier día de la semana.
B. El séptimo mes se llamó "Ethanim" (1 Reyes 8:2), y después se llamaba "Tisri". Este
mes era el principio del año civil.
C. Núm. 29:2-6 habla de los sacrificios y ofrendas indicados para esa ocasión.
D. Varios días del séptimo mes eran consagrados a Dios: "al primero del mes", el día para
sonar las trompetas; "a los diez días", día de la expiación (ver. 27); "a los quince días", la
fiesta de los tabernáculos (ver. 34). Había convocaciones y cesación de trabajo. La fiesta de
los tabernáculos duraba una semana.
23:29 -- "Porque toda persona que no se afligiere en este mismo día, será cortada de
su pueblo". La expiación de los pecados no era posible si el pueblo no se humillaba para
arrepentirse y confesar sus pecados. Véanse Sal. 51; Hech. 2:37; 2 Cor. 7:7-10.
23:40 -- "Y tomaréis el primer día ramas con fruto de árbol hermoso, ramas de
palmeras, ramas de árboles frondosos, y sauces de los arroyos, y os regocijaréis delante
de Jehová vuestro Dios, por siete días".
A. Compárese Neh. 8:15, 16.
B. Dice Dios, "os regocijaréis"; era mandamiento para los israelitas. Dice Deut. 16:15, "y
estarás verdaderamente alegre". Compárese Neh. 8:13-18. Recordemos esos textos al leer Fil.
4:4-6, "Regocijaos en el señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos!" ¿Es justo y razonable
que el apóstol nos dé tal mandamiento?
Levítico 24
24:2 -- "Manda a los hijos de Israel que te traigan ..." Es un mandamiento para el
pueblo para que tuvieran comunión con la luz del tabernáculo. Israel había de ser una luz en
medio de la oscuridad pagana. Compárense Mat. 5:14-16; Fil. 2:14-16.
-- "aceite puro" para que la luz fuera constante. Había de arder día y noche
perpetuamente.
24:10, 11 -- "el hijo de una mujer israelita, el cual era hijo de un egipcio, salió entre
los hijos de Israel; y el hijo de la israelita y un hombre de Israel riñeron ... y el hijo de la
mujer israelita blasfemó el Nombre, y maldijo ..."
A. Es probable que este texto demuestre el fruto amargo del matrimonio mixto.
Posiblemente esta mujer se había casado en Egipto o con uno de la "grande multitud de toda
clase de gentes" que les acompañó al salir de Egipto (Ex 12:38).
B. Muchas veces el hijo de un matrimonio mixto tiene emociones e ideas "mixtas". Los
que piensan casarse deben preguntarse ¿qué será de los hijos si los padres no están de
acuerdo? ¿qué efecto tendrá esto sobre los hijos?
C. Pero aunque el matrimonio mixto puede causar problemas, este hijo era responsable
por su conducta.
D. Estos dos hombres "riñeron en el campamento". Recuérdese que el que se opone al
hijo de Dios se opone también a Dios. El cristiano que se casa con un incrédulo debe tener
presente que, cuando su cónyuge se disguste con él, es posible que también se disguste con
Dios su Padre.
E. Los mundanos aborrecen la ley de Dios y, por lo tanto, blasfeman a Dios mismo.
Muchos se oponen a la policía porque éstos representan la ley. La ley es el verdadero objeto
de su odio.
F. El nombre de Dios siempre debe ser reverenciado. Dice Sal. 111:9, "Santo y temible es
su nombre". Al reverenciar su nombre, debemos tener en alta estima todas las cosas
relacionadas con ese nombre, sujetándonos a su voluntad, apreciando sus grandes obras,
obedeciendo al evangelio que ha revelado, siendo miembros fieles de su iglesia, trabajando
diligentemente en su obra, confiando en sus promesas y viviendo de acuerdo a esa confianza,
esperando la recompensa final.
Levítico 25
25:3 -- "Seis años sembrarás tu tierra, y seis años podarás tu viña y recogerás sus
frutos", es decir, que hicieran todo el trabajo necesario para producir una cosecha, desde el
tiempo de sembrar hasta el tiempo de cosechar.
25:4 -- "Pero el séptimo año la tierra tendrá descanso, reposo para Jehová; no
sembrarás tu tierra, ni podarás tu viña".
A. Esta ley era buena para la agricultura. Era bondadosa no solamente para el hombre y la
bestia, sino también para la tierra.
B. La tierra necesita descanso. No conviene trabajarla como si fuera a servir solamente a
la presente generación. Tiene que seguir produciendo y para hacerlo necesita descanso.
Es necesario tomar en cuenta el futuro y el bienestar de los hijos y los nietos. La tierra se
cansa mucho. Si no, ¿por qué se usan tantos fertilizantes?
C. "séptimo año", comenzando al final de la cosecha (el séptimo mes del año religioso).
Era el primer mes del año civil.
25:5 -- "Lo que de suyo naciere", es decir, lo que sale de la cosecha del año pasado.
-- "no lo segarás". Podían comer de él de día en día, pero no podían cosecharlo.
A. Recuérdese el maná que comieron en el desierto; no habían de salir el séptimo día a
recogerlo. Tenían que confiar en la providencia de Dios. De la misma manera se requería una
fe fuerte para no salir a sembrar; tenían que poner toda la confianza en Dios.
B. 2 Crón. 36:20, 21 dice, "Los que escaparon de la espada fueron llevados cautivos a
Babilonia, y fueron siervos de él y de sus hijos, hasta que vino el reino de los persas; para que
se cumpliese la palabra de Jehová por boca de Jeremías, hasta que la tierra hubo gozado de
reposo; porque todo el tiempo de su asolamiento reposó, hasta que los setenta años fueron
cumplidos".
D. De esta manera la tierra fue consagrada enteramente al Señor. Compárese el cabello de
Sansón: fue permitido crecer; no fue cortado, indicando la consagración de toda su fuerza al
Señor (Keil y Delitzsch).
25:6, 7 -- "Mas el descanso de la tierra te dará para comer ... será todo el fruto de ella
para comer".
A. La producción espontánea de la tierra no había de cosecharse como normalmente se
realizaba la cosecha. Era para el uso del dueño y su familia, y también para los siervos, los
pobres y los animales. Ex 23:10, 11 dice, "Seis años sembrarás tu tierra, y recogerás su
cosecha; mas el séptimo año la dejarás libre, para que coman los pobres de tu pueblo ..."
Deut. 15:9 enseña que este arreglo se prestaba al abuso: "Guárdate de tener en tu corazón
pensamiento perverso, diciendo: Cerca está el año séptimo, el de la remisión, y mires con
malos ojos a tu hermano menesteroso para no darle; porque él podrá clamar contra ti a
Jehová, y se te contará por pecado".
B. El hombre debe recordar que la tierra no es propiedad del hombre, sino del Señor
quien desea que sea una bendición para los pobres y para las generaciones futuras. El
"dueño" de la tierra es, pues, solamente el mayordomo de la tierra que él "posee".
C. Además, el trabajar no es el todo del hombre. Aunque es muy importante trabajar, no
es el único propósito de su existencia aquí en la tierra. Aparte de trabajar el hombre debe
descansar, meditar y gozar del fruto de sus trabajos.
Gén. 3:19 dice que el hombre tiene que sudar, pero esto no es el todo del hombre. Ecles.
3:12, 13 dice, "Yo he conocido que no hay para ellos cosa mejor que alegrarse, y hacer bien
en su vida; y también que es don de Dios que todo hombre coma y beba, y goce el bien de
toda su labor". Aparentemente muchos hombres nunca aprenden esta lección.
D. Había otros dos detalles relacionados con el séptimo año: 1) Deut. 15:1-6 explica que
había remisión de deudas el séptimo año, y 2) Deut. 31:10-13 dice que en este año de
remisión "leerás esta ley delante de todo Israel a oídos de ellos".
25:18 -- "Ejecutad, pues, mis estatutos y guardad mis ordenanzas, y ponedlos por
obra, y habitaréis en la tierra seguros; y la tierra dará su fruto, y comeréis hasta
saciaros, y habitaréis en ella con seguridad".
A. La tierra de Canaán que fluía leche y miel pudo haber sido otro huerto de Edén -- un
verdadero paraíso -- para los israelitas, porque Dios les prometía la prosperidad, la seguridad
(protección de los enemigos), abundancia de toda cosa buena, la lluvia a su tiempo, etcétera
(compárense Lev. 26:1-13; Deut. 28:1-14). Cuando eran fieles a Dios no les faltaba nada.
B. Es importante observar y enfatizar que estas bendiciones no eran solamente
espirituales sino también materiales. Dios les prosperaba físicamente cuando andaban
conforme a sus leyes. Las bendiciones y maldiciones mencionadas en Lev. 26 y Deut. 28 eran
físicas, y la palabra de Dios se cumplió al pie de la letra. Por lo tanto, cuando ellos sufrían, la
culpa era de ellos mismos. Compárense también Hageo 1:1-6; Mal. 3:8-10.
C. ¡Qué bendición recibían los israelitas de Dios! Podían habitar en una tierra riquísima
con toda seguridad.
25:21 -- "entonces yo os enviaré mi bendición el sexto año, y ella hará que haya fruto
por tres años".
A. El séptimo año no sembraban, sino que comían de la cosecha del sexto año. El año del
jubileo no sembraban y el jubileo siempre seguía al séptimo año (era pues el octavo año). El
siguiente año después del año del jubileo (el noveno año) sembraban, pero durante ese año
tenían que seguir comiendo de la cosecha del sexto año, aun hasta la cosecha de ese noveno
año. Por eso, Dios les daba "fruto por tres años".
25:23 -- "La tierra no se venderá a perpetuidad, porque la tierra mía es; pues
vosotros forasteros y extranjeros sois para conmigo".
A. La venta, pues, de un terreno no era una "venta final". En primer lugar, el Señor les
dio a los israelitas la tierra en manera milagrosa, es decir, les dio la victoria sobre los
cananeos (removió a éstos para dar la tierra a aquéllos); por eso, los israelitas no podían decir
que "Esta tierra pertenece a nosotros porque solos la conquistamos y somos dueños de ella".
B. Conviene que todos los "dueños" de tierra recuerden que Dios dice, "la tierra mía es".
Los cristianos entienden que son peregrinos en este mundo, 1 Ped. 1:17; 2:11.
C. El ver. 34 explica el ver. 23: "Mas la tierra del ejido de sus ciudades no se venderá,
porque es perpetua posesión de ellos". Véanse los vers. 14-17. "Compraban" solamente las
cosechas; se arrendaban la tierra y el valor de ella se calculaba según el número de años antes
o después del año del jubileo, cuando la tierra se devolvía a su dueño original.
25:29 -- "El varón que vendiere casa de habitación en ciudad amurallada, tendrá
facultad de redimirla hasta el término de un año desde la venta ... "
A. Había distinción entre las casas de habitación en una ciudad amurallada y las casas de
las aldeas. El vendedor podía redimirla dentro de un año, pero si no aprovechaba esta ley,
entonces se perdía su casa para siempre. No se podía restaurar ni en el año del jubileo. La
compra-venta de tal casa no se comparaba con la del terreno y sus casas que se restauraban el
año del jubileo.
Estas casas en las ciudades amuralladas se consideraban como separadas completamente
del terreno. La propiedad de estas ciudades servía como sitio de negocio y comercio, y para
tal propósito se necesitaba la permanencia. Si no hubiera estabilidad el negocio no podía
prosperar. Los descendientes podían continuar en el mismo lugar por un tiempo indefinido.
25:31 -- "Mas las casas de las aldeas que no tienen muro alrededor serán estimadas
como los terrenos del campo". Estas casas pertenecían a la tierra misma y eran rodeadas no
de muros, sino de palmas, viñas, higueras, etc. Eran parte integral de la herencia.
25:32 -- "Pero en cuanto a las ciudades de los levitas, éstos podrán rescatar en
cualquier tiempo las casas en las ciudades de su posesión".
A. El levita nunca perdía el derecho de redimir su casa. El levita tenía una existencia
precaria, porque dependía de las demás tribus. No recibía tierra como las otras tribus, sino
solamente ciudades (Núm. 35:1-8), y vivía del diezmo dado por los demás (Núm. 18:21-24; 2
Crón. 31:4).
Pero no era siempre constante este sostenimiento: Neh. 13:10, "Encontré asimismo que
las porciones para los levitas no les había sido dadas". Véase también Mal. 3:8; cuando el
pueblo robaba a Dios en los diezmos hacía sufrir al levita.
B. Por eso, podemos ver lo muy justo y razonable de esta ley que favorecía al levita.
25:33 -- "Y el que comprare de los levitas saldrá de la casa vendida ... en el
jubileo", sin remuneración. Núm. 35:1-8 habla de las ciudades de los levitas, juntamente con
los ejidos alrededor de ellas para sus animales.
25:40 -- "como criado, como extranjero ...", es decir, como siervo a sueldo.
-- "hasta el año del jubileo te servirá". Compárese Ex 21:2-6, no había de servir más de
seis años y entonces iba a salir libre a menos que él mismo decidiera voluntariamente a
quedarse en ese servicio. Cuando se hizo en los EE.UU. la Proclamación de la Emancipación
de los esclavos negros, muchos de éstos optaron por continuar con sus amos.
25:42 -- ya son siervos de Dios y no deben ser siervos (esclavos) de los hombres.
Compárese 1 Cor. 7:23, "Por precio fuisteis comprados; no os hagáis esclavos de los
hombres". Dios los redimió cuando eran esclavos de Faraón, y los tomó por su posesión
adquirida. "Ahora, pues, si dieres oído a mi voz, y guardareis mi pacto, vosotros seréis mi
especial tesoro sobre todos los pueblos; porque mía es toda la tierra. Y vosotros me seréis un
reino de sacerdotes, y gente santa (Ex 19:5, 6).
25:43 -- El amo no podía "vender" al siervo hebreo como un esclavo común, y no debería
enseñorearse de él con dureza como hacían los egipcios (Ex 1:14), "porque son mis siervos"
(ver. 42).
25:50 -- "Porque mis siervos son los hijos de Israel; son siervos míos ..." Por lo tanto,
los israelitas no habían de ser "propiedad personal" de otros. Estas leyes eran su protección
contra la esclavitud. Su dignidad fue preservada por estos límites puestos sobre el servicio
ajeno.
A. No había diferencia permanente entre libres y vendidos. Aun el estado temporal de
esclavitud cambiaba en el año del jubileo, como también la tierra fue restaurada a su dueño
original. En Israel no era posible que alguno se enriqueciera con tierras y esclavos (israelitas).
El desafortunado era elevado y restaurado a su estado de bendición y dignidad por esta ley de
Dios, una ley muy benévola.
B. Los "esclavos" de los israelitas eran "de las gentes que están en vuestro alrededor"
(ver. 44), y "de los forasteros que viven entre vosotros" (ver. 45), o sea, entre los amonitas,
moabitas, edomitas y sirios.
Deut. 20:16, 17 dice, "Pero de las ciudades de estos pueblos que Jehová tu Dios te da por
heredad, ninguna persona dejarás con vida, sino que los destruirás completamente: al heteo,
al amorreo, al cananeo, al ferezeo, al heveo y al jebuseo, como Jehová tu Dios te ha
mandado; para que no os enseñen a hacer según todas sus abominaciones que ellos han hecho
para sus dioses, y pequéis contra Jehová vuestro Dios". Los israelitas no fueron mandados a
hacer esclavos a estos pueblos sino a destruirlos.
Jubileo
Introducción.
A. La palabra "jubileo" es una de las más significativas y hermosas palabras del Antiguo
Testamento.
B. El jubileo traía grandes bendiciones y alegría a miles en Israel.
C. El jubileo era tipo o representación de las bendiciones que recibimos en Cristo. Isa.
61:1-3; Luc. 4:16-18; 2 Cor. 6:2.
D. Esta palabra significaba muchas cosas: libertad, restauración (restitución), reunión,
reposo, y regocijo.
I. Libertad.
A. Lev. 25:35-43, las trompetas que anunciaron el año del jubileo proclamaban libertad
para mucha gente. Era una emancipación verdadera.
B. Los libertados podían reunirse con sus familias.
C. Cristo nos hace libres, Juan 8:32; Rom. 6:13-18.
D. Heb. 2:3 habla de una salvación "grande" porque es más grande que la emancipación
de los israelitas de Egipto o de Babilonia, o en el año del jubileo. La salvación en Cristo es
espiritual y eterna.
E. El Espíritu Santo nos exhorta a no volver a la esclavitud del mundo, del hombre, de los
vicios, etc. 1 Cor. 7:23; Gál. 5:1; Rom. 6:12.
III. Reposo.
A. Dios prometió cuidar de su pueblo por tres años, Lev. 25:21.
B. Dios cuidó de su pueblo en el desierto, Deut. 8:3, 4. El hombre no vive por el pan solo,
sino por las provisiones de Dios. Ecles. 9:11; 1 Sam. 17:47; Sal. 33:16, 17; Rom. 9:16; Mat.
6:24-34.
C. La tierra pertenece a Dios. Ex 15:17; Isa. 14:2, 25; Jer. 2:5; Sal. 10:16.
D. Por lo tanto, nos conviene reposar y esperar en Dios.
E. Cristo nos da el verdadero reposo, Mat. 11:28-30; Heb. 4:9; Apoc. 14:13.
Conclusión.
A. Muchos israelitas ansiosamente anticipaban el año del jubileo, porque era el año de
libertad personal, de restauración de su propiedad perdida, de la reunión con sus amados, y de
reposo.
B. El jubileo muy apropiadamente prefiguraba la obra de Jesucristo, porque al obedecerle
esperamos "que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio" (Hech. 3:19).
Levítico 26
26:1 -- "ídolos", eleelim, cosas de nada. 1 Cor. 8:4, en contraste con Elohim, Dios.
Compárese Ex 20:4; Deut. 5:8.
-- "escultura ... estatua", sean de dioses ajenos o de Jehová, Deut. 4:15, 16. En Ex 32:4
el becerro de oro representó a Jehová. "Israel, ahí tienes a tu dios, el que te ha sacado de la
tierra de Egipto" (Versión Nacar-Colunga). La Versión Valera Revisada dice "dioses" porque
la palabra es plural (recuérdese Gén. 1:26, "dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra
imagen"), pero se traduce en forma singular al referirse a Jehová.
26:4 -- "lluvias en su tiempo", "la temprana y la tardía", Deut. 11:14; Jer. 5:24; Joel
2:23; Oseas 6:3; Sant. 5:7. La lluvia temprana era la del otoño y la tardía la de la primavera.
En este texto y en muchos otros, Dios prometió cuidar de ellos si fueran fieles a El. Canaán
podía ser para ellos un verdadero paraíso, pero todo dependía de la fidelidad del pueblo.
A. Es importante observar que estas bendiciones eran físicas (literales): lluvia en su
tiempo, buenas cosechas, protección de los enemigos, nada de las enfermedades que
conocieron en Egipto, etc. Ex 23:25-28; Deut. 7:13-16; 28:1-14.
B. Ezeq. 34:23-26 habla de las bendiciones que el Mesías ("mi siervo David") traería: "...
y haré descender la lluvia en su tiempo; lluvias de bendición serán".
26:6 -- "paz en la tierra", paz literal, sin guerra. Podrían dormir tranquilos, Sal. 3:5; 4:8.
26:10 -- Siempre habría suficiente, y aun tendrían que quitar lo añejo para dar lugar para
las nuevas cosechas.
26:11, 12 -- Dios seguirá con ellos y será su Dios en Canaán como lo era en el desierto.
26:13 -- Ezeq. 34:27 hace aplicación espiritual de esta promesa; es decir, esta misma
promesa tiene su cumplimiento bajo la ley de Cristo. Véase el ver. 4, notas. Las coyundas del
yugo en Egipto se refiere a la opresión de los israelitas. Cuando Dios las rompió (sacando al
pueblo de Egipto), entonces ellos pudieron andar con el rostro erguido (con la cabeza
levantada, Versión Moderna). Véanse también Deut. 28:48; Isa. 9:3; 10:27; 14:25. Al
recordar lo que Dios había hecho y lo que prometía hacer, los israelitas deberían serle fieles.
La bondad de Dios nos guía hacia la obediencia (Rom. 2:4). Pero si no eran fieles, los vers.
14-46 explican las consecuencias de la desobediencia que tendrían que sufrir. "Mira, pues, la
bondad y la severidad de Dios", Rom. 11:22.
26:18-20 -- "Y si aun con estas cosas no me oyereis ..." Los castigos de Dios tienen el
propósito sano de hacernos recapacitar y corregirnos, pero no hay esperanza para las personas
que no aprovechan tales correcciones. Prov. 1:24-33; Apoc. 9:20, 21.
-- "Yo volveré a castigaros siete veces más ...", es decir, por un tiempo indefinido. El
número "7" es un número completo. Compárese Luc. 17:4.
-- "la soberbia de vuestro orgullo", la causa del mal. ¿De dónde vino su orgullo? ¿No
vino por causa de la prosperidad que Dios les dio? Vers. 4, 5, etc. Cuando Dios nos prospera
debemos agradecerle con toda humildad, pero lamentablemente muchos se enaltecen. Por lo
tanto, para castigarles, Dios les dice que ya no habrá más prosperidad; ahora, en lugar de
lluvia "en su tiempo", su cielo sería "como hierro"; en lugar de "la tierra rendirá sus
productos", sería "vuestra tierra como bronce" (véase Deut. 28:23; Hageo 1:2-10). Su trabajo
(arando, sembrando, cultivando, etc.) sería en vano, porque "vuestra tierra no dará su
producto". Ellos tenían que segar lo que sembraban (Gál. 6:7, 8; Heb. 2:1-3; 12:25).
26:21, 22 -- Esta tercera amonestación les advirtió de la destrucción por las fieras. Ex
23:29; Deut. 32:24; 2 Reyes 17:25; Isa. 13:21, 22.
26:31 -- No solamente los ídolos sino vuestras ciudades serán destruidos y asolados. Jer.
4:7; 9:11; Ezeq. 6:6; 12:20; Neh. 2:7.
-- "no oleré la fragancia de vuestro suave perfume". 2:2 dice, hablando de la ofrenda,
"lo hará arder sobre el altar para memorial; ofrenda encendida es, de olor grato a Jehová"; 1:9
dice, "holocausto es, ofrenda de olor grato para Jehová".
A. Los holocaustos y ofrendas eran muy agradables a Dios cuando el pueblo los ofrecía
sinceramente con toda fidelidad, pero cuando se entregaban a los pecados y la idolatría, Dios
no los quería, y no evitarían el castigo de Dios. Amós 5:21.
B. Los cristianos ofrecen sacrificios espirituales (Fil. 4:18; Heb. 13:15, 16), pero tienen
que ser ofrecidos con toda sinceridad (1 Cor. 5:8). Dios no acepta el culto de hipócritas (Mat.
15:8, 9). La religión es vana si no refrenamos la lengua (Sant. 1:26).
26:32 -- Jer. 18:16, "para poner su tierra en desolación, objeto de burla perpetua; todo
aquel que pasare por ella se asombrará, y meneará la cabeza". (También Jer. 19:8).
26:34 -- "Entonces la tierra gozará sus días de reposo, todos los días que esté
asolada, mientras vosotros estéis en la tierra de vuestros enemigos; la tierra descansará
entonces ..."
A. El ver. 2 dice, "Guardad mis días de reposo ..." Ellos, por la avaricia, no lo hicieron y
la pena de su avaricia era que serían desterrados. De esa manera la tierra tendría su reposo.
B. Compárese Jer. 34:17, "Vosotros no me habéis oído para promulgar cada uno libertad
a su hermano, y cada uno a su compañero; he aquí que yo promulgo libertad, dice Jehová, a
la espada y a la pestilencia y al hambre ..."
La ley de Dios siempre se obedece, de una manera u otra. La justicia de Dios siempre es
vindicada.
C. El cumplimiento de esta profecía (Lev. 26:34, 35) se puede leer en 2 Crón. 36:17-21,
"... para que se cumpliese la palabra de Jehová por boca de Jeremías, hasta que la tierra hubo
gozado de reposo; porque todo el tiempo de su asolamiento reposó, hasta que los setenta años
fueron cumplidos" en Babilonia.
26:35-37 -- Deut. 28:65-67. Compárese el valor de ellos cuando Dios estaba con ellos,
vers. 7, 8. La timidez y la cobardía no son cualidades de los hijos fieles de Dios.
Si alguno es perseguido aun por el sonido de una hoja, debe de estar desesperado:
"corazón temeroso, y desfallecimiento de ojos, y tristeza de alma" (Deut. 28:65).
26:39 -- "y por la iniquidad de sus padres". Los hijos sufren las consecuencias de ella,
y también sufren la culpa si persisten ellos mismos en los pecados de sus padres, como
hacían muchos israelitas.
26:40-46 -- "Y confesarán su iniquidad ... y ... yo no los desecharé". (Ver. 44).
-- "prevaricación" significa transgresión.
-- "anduvieron ... en oposición ... yo también habré andado en contra de ellos ..." Si
nos oponemos a Dios, El andará en contra de nosotros; la decisión es nuestra.
-- "reconocerán su pecado". Es interesante observar que la palabra traducida
"reconocer" en este texto es la palabra traducida "gozar" en el ver. 34. Estos no solamente
reconocieron su pecado, sino también reconocieron y aceptaron con gozo la corrección
necesaria para humillarlos.
Su corazón incircunciso por fin se humilló como resultado de los castigos severos de
Dios. Lo reconocieron y lo aceptaron con gusto, porque después de arrepentirse, podían gozar
del perdón y de las bendiciones de Dios. "La ira de Jehová soportaré, porque pequé contra
El" (Miq. 7:9).
-- "Entonces yo me acordaré de mi pacto con Jacob". Ex 6:5, 6; Sal. 106:45. Significa
que ahora Dios puede proporcionarles las bendiciones prometidas a Abraham, Isaac y Jacob,
porque se habían restaurado a su favor. "Me acordaré, y haré memoria de la tierra". Pero
luego repite: "la tierra será abandonada por ellos, y gozará sus días de reposo" (vers. 34, 35).
-- "yo no los desecharé", porque siempre habrá un remanente. A través de la historia del
pueblo de Abraham, aunque a veces su existencia se amenazaba, siempre se salvó un
remanente.
Sin embargo, debemos tener presente que sin estos juicios de Dios no hubiera sido ni
siquiera un remanente. Dice Pablo (Rom. 9:29, citando Isa. 1:9), "Si el Señor de los ejércitos
no nos hubiera dejado descendencia, como Sodoma habríamos venido a ser, y a Gomorra
seríamos semejantes".
Podemos agregar que sin los juicios y castigos de Dios, no se hubieran humillado algunos
para confesar sus pecados. Pero algunos se dieron cuenta, reconocieron (con gozo) la justicia
de Dios en castigarles, se humillaron delante de El y fueron salvos.
Estos eran el "pequeño resto" que se salvó. Estos regresaron a su tierra después de los 70
años en Babilonia.
Levítico 27
Introducción.
A. Los votos no fueron requeridos por la ley. No había obligación de hacerlos, pero una
vez hecho el voto, había obligación de cumplirlo, Prov. 20:25; Ecles. 5:3-5; Deut. 23:21-23.
Lev. 5:4-6 dice que era pecado jurar a la ligera hacer mal o bien.
B. Le agradó a Dios el voto porque era expresión voluntaria de la piedad. La actitud del
que hacía voto se expresa en Sal. 116:12, "¿Qué pagaré a Jehová por todos sus beneficios
para conmigo?"
C. Había mucho abuso del voto en el tiempo de Jesús. Mar. 7:9-13, los hipócritas
emplearon "el Corbán" para invalidar el mandamiento de Dios.
D. Hech. 5:1-11, Ananías y Safira abusaron del privilegio de ofrendar, teniendo un
propósito vano.
27:2-8 – El caso de Jefté. Al hablar de votos relacionados con personas, de una vez se
agrega, "que se hayan de redimir", y luego explica cómo estimarlas. Parece, pues, que esta
ofrenda de personas significa en realidad la ofrenda de cierta cantidad de dinero para el
santuario; es decir, son votos redimibles. Sin embargo, había excepciones. Samuel fue
prometido por su madre y él sirvió en el tabernáculo desde la niñez. La hija de Jefté no fue
redimida. Es probable que ella también se dedicara al servicio del tabernáculo (Ex 38:8; 1
Sam. 2:22).
Algunos han concluido que Jefté sacrificó a su hija en el sentido de los holocaustos
ordinarios (muertos y quemados), pero el sacrificio humano era prohibido por la ley como
una abominación; los que hacían tales cosas habían de ser castigados con muerte (Lev. 18:21;
20:2-5; Deut. 12:31; 18:10). Solamente un hombre depravado y pagano ofrecería a otro ser
humano en sacrificio sangriento, y Jefté era hombre de Dios antes y después del evento (Heb.
11:32). El buscar el favor de Dios automáticamente excluye la idea de un sacrificio
sangriento porque éste sería abominación ante los ojos de Dios.
El trato con los ancianos se hizo delante de Dios (Jehová sea testigo, ver. 10). Si Jefté
hubiera ofrecido a su hija como sacrificio sangriento, él habría sido adorador de Moloc y no
de Jehová. No había en Israel tales adoradores de Moloc hasta los días de Acaz y Manasés. Si
Jefté hubiera hecho tal cosa, Dios lo habría denunciado como denunció a los demás pecados
de los jueces.
¿Qué sacerdote hubiera puesto el cuerpo de esta persona sobre el altar en el tabernáculo
de Dios? Seguramente no había otro altar legítimo sobre el cual Jefté lo pudiera hacer. Todo
sacrificio requería la mediación del los sacerdotes levíticos y tenía que ofrecerse delante del
arca del pacto.
Nótese el énfasis sobre la virginidad de ella en los vers. 37-39. ¿Por qué lamentó su
virginidad? ¿Por qué no lamentó su muerte? Si una joven sabe que en pocos días va a morir,
no lamentará su virginidad sino su muerte. Cuando su padre "hizo de ella conforme al voto
que había hecho", ¿qué pasó? "Y ella nunca conoció varón". Entre las mujeres israelitas era
un honor grande ser madre. La hija de Jefté nunca llegó a ser madre, porque aceptó y cumplió
el voto de su padre de dedicarse al Señor.
La Biblia de las Américas traduce Jueces 11:31, "sucederá que cualquiera que salga de las
puertas de mi casa a recibirme cuando yo vuelva en paz de los hijos de Amón, será del Señor,
o lo ofreceré como holocausto" (en el margen, dice O, y). Según esta traducción, si fuera
persona, "será de Jehová", y si fuera animal, "lo ofreceré en holocausto".
El texto es difícil, pero no se debe afirmar que Jefté mató y quemó a su hija. El texto no
requiere tal conclusión y tal práctica hubiera sido un vil pecado y sería contradicción de
muchos otros textos.
27:3-7 -- "varón de veinte años hasta sesenta ..." El valor se calcula sobre la base del
trabajo que pudiera hacer en el servicio del tabernáculo.
27:8 -- "Pero si fuere muy pobre para pagar ..." Este texto da más evidencia de que la
idea de la dedicación de personas tenía que ver con dinero (o sea el precio de la redención de
una persona). De otro modo, no importaría si era pobre. 2 Reyes 12:4 explica el uso del
dinero.
27:14, 15 -- Los votos relacionados con la casa. La misma regla se aplicaba: si alguno
quería redimir su casa después de haberla prometido a Dios, tenía que pagar no solamente el
valor de ella (según la evaluación del sacerdote), sino también tenía que pagar
adicionalmente la quinta parte.
27:16-21 -- Los votos relacionados con "la tierra de su posesión". El valor de la tierra fue
muy razonable para que la redimiera fácilmente. El dueño podía perder su tierra, pero en tal
caso (muy raro) sería evidente que él no la estimaba (compárese Gén. 25:34). Digo "muy
raro", porque no leemos de sacerdotes que adquirieran tierra de esta manera. También nótese
que el texto dice, "dedicaré de la tierra", o una parte de ella. No tenía el derecho de descuidar
o empobrecer a su familia.
Aquí vemos la pena de no cumplir el voto, vers. 20, 21. El hombre que no tomaba en
serio su voto no reconocía los derechos de Dios. Robaba a Dios (Mal. 3:8) y tenía que sufrir
la consecuencia.
27:22-25 -- Los votos relacionados con tierra comprada. "En el año del jubileo, volverá la
tierra" al dueño original; es decir, él que hizo voto pagará el valor dado por el sacerdote pero
la tierra ya no es de él, porque vuelve a su dueño original.
27:30 -- El diezmo, Núm. 18:27; Deut. 14:22, 23; Mal. 3:8. "De todo lo que pasa bajo la
vara", es decir, que se cuenta; con la vara cada décimo animal se marcó como posesión del
Señor.
27:34 -- "para los hijos de Israel". Rom. 3:19; Gál. 3:24; Heb. 12:18, 24; Rom. 10:4.
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