Ep Comunicacionseimacongresotetuan2016
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net/publication/324201381
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ESTUDIOS PREVIOS Y PROPUESTA DE CONSERVACIÓN SOBRE LA ARQUITECTURA TRADICIONAL DE LA ZONA SURESTE DE LA ISLA DE LA GOMERA DENOMINADA “SEIMA”
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RESUMEN
El presente estudio se enmarca dentro de la monografía de investigación realizada en la
Universidad de Granada, que tiene como objetivo fundamental ampliar el conocimiento
pluridisciplinar de la arquitectura vernácula de Seima con especial atención a sus aspectos
técnico-constructivos. Para ello, su desarrollo se ha centrado en la realización de una
descripción sistematizada de los materiales y técnicas empleadas en la configuración de las
distintas unidades constructivas y elementos singulares que caracterizan y cualifican esta
arquitectura, junto a la realización de un diagnóstico del estado de conservación. Además este
estudio se cimenta en la investigación de los aspectos territoriales, históricos y sociales que
coadyuvan en la valoración patrimonial de este conjunto edificatorio.
ABSTRACT
The main objective of this study is to expand the multidisciplinary knowledge of the vernacular
architecture in Seima, a particular territory in the south of the island of La Gomera, with special
attention to its technical and constructive aspects. Therefore, its development has focused on
performing a systematic description of the materials and techniques used in the configuration of
the different building units and unique elements that characterize this architecture, together with
a diagnosis of the general conservation status. Furthermore, this study builds on research of
territorial, historical and social aspects that contribute to the heritage value of this building
complex.
1. INTRODUCCIÓN
A lo largo de todos estos años esta arquitectura rural, singular en su contexto, ha sufrido la
carencia de interés por parte tanto de la comunidad académica como científica, así como de los
organismos oficiales. Existen una serie de trabajos previos no enfocados directamente a la
arquitectura vernácula sino a la urbe capitalina, apareciendo en los últimos años alguna reseña
conceptual y genérica sobre la arquitectura popular de La Gomera, pero siempre desde el
punto de vista estético o etnográfico.
XIII CONGRESO INTERNACIONAL DE REHABILITACIÓN DEL
PATRIMONIO ARQUITECTÓNICO Y EDIFICACIÓN
(TETUÁN 2016) MARRUECOS
Actualmente, Seima se presenta como un lugar inhóspito y desértico, en el que solo vagan
animales salvajes y domésticos de algunos pastores que se aproximan a la zona desde
Jerduñe o las Huesas y senderistas curiosos.
Formando parte del estudio realizado de todas y cada una de las viviendas y construcciones
encontradas en Seima, se realizó un inventario para el que se elaboró una serie de fichas
descriptivas, donde se plasman las características generales de cada edificación desde la
localización hasta los estudios más detallados sobre las cubiertas, carpinterías, etc.,
incorporándose además un conjunto de imágenes que ayudarán a una mejor comprensión del
texto e identificaran cada una de las construcciones.
Desde el sur hasta el norte y del este al oeste nos encontramos en la isla multitud de
asentamientos rurales que definen claramente la dialéctica campo-ciudad que ha surgido a lo
largo de la historia de la Gomera. Algunos caseríos como Chejelipe o Vegaipala, ya se
encontraban habitados desde antes del siglo XV por los aborígenes gomeros, descubriéndose
restos arqueológicos de zonas concretas, como el del Poblado de la Era de los Antiguos en
Tazo, descubierto en 1976 al norte de la isla. Teniendo en cuenta los antecedentes históricos
de la zona no es de extrañar que Seima fuera también partícipe en la historia de la Gomera.
Entre barrancos y llanuras nos encontramos Seima ajena al resto isla de la Gomera. A unos
kilómetros a pie desde el caserío de Jerduñe y dejando atrás la carretera que circunda la isla,
desde Tacalcuse se divisa lejanamente la Degollada de Peraza al norte y la lomada de Tecina
al este. Su complicada orografía nos hace entender su singularidad. Entre los barrancos del
Cabrito, Juan de Vera y Chinguarime, y con un relieve abrupto de macizos rocosos y laderas
absolutamente sesgadas, en las extensas y pocas llanuras que ofrece la zona se asentaron los
habitantes de los caseríos más destacables: Tacalcuse, Morales y Contreras, además de
algunas aldeas diseminadas en las proximidades de estos núcleos.
Tendremos que adelantarnos un poco más en el tiempo y llegar al siglo XVI, para encontrar
alguna reseña sobre la zona. Dacio Darias Padrón, en su libro Breves nociones sobre nociones
de la historia general de las Islas Canarias, nos presenta Seima como un asentamiento rural en
el siglo XVI, en un pequeño apunte histórico. Por aquel entonces, según el autor, existía al
menos una comunidad ganadera para la cría de ganado, probablemente caprino, cuya leche
servía para hacer excelentes quesos que se exportaban al exterior:
Entrando un poco en las hipótesis que pueden rodear este dato, nos encontramos con dos
vertientes: la primera donde aceptaríamos la posibilidad de un asentamiento rural propiamente
dicho, con edificaciones propias, tanto habitacionales como ganaderas, y donde sus habitantes
se dedicaban al pastoreo y a la elaboración artesanal de queso; o simplemente se trataba de
terrenos para el ganado denominados en aquella época pastos y comunes, mientras que la
manufactura de los alimentos, como el queso, se realizaba en otras zonas. Como no
disponemos de más datos, dejaremos estos supuestos como disyuntiva en lo relativo a detalles
XIII CONGRESO INTERNACIONAL DE REHABILITACIÓN DEL
PATRIMONIO ARQUITECTÓNICO Y EDIFICACIÓN
(TETUÁN 2016) MARRUECOS
históricos anteriores al siglo XVIII, ya que es difícil llegar a una conclusión exacta y no falsear
datos.
La arquitectura rural doméstica, denominada popular desde los años setenta por Carlos Flores
y Luis Feduchi, de la isla de la Gomera se define en base a un conjunto de factores no sólo
humanos sino también naturales, enfocados a la adaptación de los habitantes y los estilos
arquitectónicos al medio rural, con las contingencias climatológicas y geográficas que la isla de
La Gomera muestra.
Seima, que proyecta la imagen perfecta de la arquitectura rural dentro de los valores
tradicionales y socioeconómicos de los que disponía la isla, se mantiene pausada e inalterada,
arquitectónicamente hablando, tras el paso del tiempo gracias en gran parte a su localización
geográfica. Nos muestra con rigor histórico los sistemas constructivos tradicionales sin apenas
cambios antrópicos modernos. Los materiales, elementos singulares y la tipología rural en
general aparecen referenciados en cada una de las construcciones que nos encontramos en el
camino.
Puede resultar imposible definir una tipología claramente diferenciadora entre Seima y el resto
de edificaciones de la isla. Por ello, lo que pretende la investigación es realizar los estudios
tipológicos previos para, posteriormente, extrapolar dichos conceptos al resto de las
construcciones rurales de la isla. Se podrán establecer así las tipologías básicas generales del
conjunto de edificaciones originales para definir el concepto: Arquitectura Vernácula de la isla
de la Gomera.
Existen unas viviendas con una singularidad específica: las casas de Tacalcuse. Presentan una
construcción de tipo lineal con cuatro estancias que dan a un patio exterior. Su mayor
peculiaridad se encuentra en su situación: se construyeron aprovechando las oquedades de la
montaña denominada Altos de Tacalcuse.
La construcción de las edificaciones de dos plantas en el ámbito rural es un punto común entre
todas las islas, granjeadas de forma inherente a los grandes propietarios y hacendados. De ahí
su nombre: hacienda. En La Gomera, generalmente suelen localizarse en zonas de
descampado o llano en medianías, o en la periferia de los núcleos urbanos. Gracias a ello,
comienzan a aparecer elementos más propios de la técnica dentro de las construcciones. Las
cubiertas ya no serán sólo de naturaleza puramente estructural como elemento de cubrición,
sino que adquieren un valor estético y distinguido. Toda la carpintería experimenta una fuerte
evolución con respecto a las casas terreras y menos refinadas. Puertas y ventanas se visten
con sencillos cuarterones o cojinetes. Aparecen molduras en vigas, balcones, galerías, zapatas
de pies derechos con singulares labras, y un largo etcétera de elementos de gran particularidad
estética.
paredes y techos en las casas de los grandes propietarios gracias a su exiguo peso. Ponemos
como ejemplo la vivienda de dos plantas de Contreras, en la cual el uso de esta toba roja
estaba bastante extendido, ya sea en las esquinas de la nave principal, como en la
construcción de la escalera exterior de acceso a la segunda planta. Por el contrario, el basalto
de color grisáceo, caracterizado por su dureza y difícil labrado, resultó ser el material más
utilizado en este enclave del sur de La Gomera. El cerramiento de las viviendas está dispuesto
por unos muros de piedra seca de entre unos 50 o 65 centímetros de espesor, en algunos
casos aglutinados con argamasa. Las fábricas elaboradas en esta técnica son potencialmente
muy inestables y, por tanto, incapaces de soportar cargas importantes.
En la arquitectura canaria, la madera de pino canario (pinus canariensis) o tea, una conífera
endémica de las islas, se convierte en la más codiciada por sus propiedades organolépticas.
Sin embargo, su uso en la isla se limitó a los primeros años de la conquista, fundamentalmente
porque este contexto geográfico favorece el crecimiento abundante de otro tipo variedades
endémicas propias. El marino e historiador escocés George Glas recoge esta circunstancia en
su manuscrito de ‘A description of the Canary Islands’: ‘No pines grow here, but many other
kinds of tres, particulary barbufanos, mocanes, favines, adernos, vinatigos, file, palms, with
great number of maftick-trees, which yield abundance of gum of that name’. Centrándonos en la
zona de estudio, la haya, el viñátigo y la sabina, son las variedades más comunes en estas
construcciones. Así pues, podemos observar, por ejemplo en Morales, como se daba solución
a los soportes de algunas cubiertas con llamativos troncos de sabinas. La madera fue básica
para la elaboración de los pies derechos para apuntalamiento de techos y balconadas como en
el Caserío de Contreras.
Caleras y hornos abundaron en las islas orientales de Fuerteventura y Lanzarote, desde donde
se exportaba cal en forma de piedra o quemada y pulverizada como cal viva al resto del
archipiélago. Esto supuso que, para islas como La Gomera, su adquisición fuese costosa y su
uso, escaso. Muchas veces su uso se limitó a revestir las paredes interiores. Esto suponía, en
el exterior, que ésta se empleara sólo ocasionalmente para cubrir una mínima superficie de
pared, a veces sólo las llagas entre piedras. Aunque el color predominante es el blanco, esta
práctica llevaba aparejado el que no se pintara el llagueado, dando como resultado el
característico aspecto pétreo de algunas construcciones al generarse una pátina oscura con el
paso del tiempo debido a la carbonatación. En esta afirmación debemos exceptuar la casa de
Contreras, cuyas paredes, tanto interiores como exteriores, recibieron su correspondiente
tendido de cal, incluso con cierto tipo de coloración ocre, la cual daba más valor y
reconocimiento a sus propietarios.
omiso a los entes más desprotegidos como son las poblaciones rurales y sus valores
patrimoniales. Claro está, para llegar al punto de desarrollo de estos planes de gestión en lo
que a la arquitectura patrimonial se refiere, este inicio fundamental consiste en un proceso de
estudio previo de conocimiento interdisciplinar y análisis del objeto, recabando información
desde los principios metodológicos que permitan detectar, valorar y poner de relieve los
verdaderos valores que valen la pena proteger.
El fin al que va encaminado esta propuesta es la difusión general del patrimonio, para su
reconocimiento y protección, no solo desde las administraciones, sino también para que sean
reconocibles por la población local y visitantes. Es fundamental concienciar a todos los
ciudadanos de la importancia de preservar, conservar y difundir el patrimonio cultural.
Referencias