Mapa Mental, Conceptual y Mixto
Mapa Mental, Conceptual y Mixto
Mapa Mental, Conceptual y Mixto
palabra clave. El tema principal se ubica al centro y se expande en todas direcciones con los conceptos
relacionados – ideales para lluvias de ideas y organizar información de manera espontánea
El proceso de elaboración de un mapa mental es simple: basta con dar con la palabra o frase clave, es
decir, el núcleo del mapa, y luego derivar ideas y conceptos relacionados, organizándolos a su
alrededor a modo de subtítulo, como un anillo de ideas.
Cada una de estas ideas derivadas será a su vez disparador de nuevos subconceptos y así se continúa
sucesivamente, hasta el nivel de detalle deseado. Cada concepto o idea puede representarse
mediante palabras, letras, símbolos o ilustraciones.
Por otro lado, en la elaboración de un mapa mental se puede echar mano a diversos mecanismos
expresivos: dibujos, colores, signos, palabras, etc. Esto hace del mapa mental, al mismo tiempo, una
muestra del modo de pensar de quien lo elabora, similar a los mapas de las ciudades.
Según Novak, la falla del sistema educativo es que sólo fomenta un aprendizaje de
recepción pasiva, el alumno no penetra en los significados, sólo repite. En cambio, a
través de los mapas conceptuales, el estudiante se relaciona directamente con los
conceptos, debe hacer asociaciones y ya no es un mero receptor pasivo.
Tema: Las cadenas tróficas
Reflexión: En un ecosistema cualquiera existen seres productores de energía
química, como las plantas, y seres que se alimentan de ellas, como los
consumidores herbívoros o consumidores primarios. De ellos, a su vez, se alimentan
los consumidores secundarios o depredadores. Los tres anteriores mueren
eventualmente y dejan materia orgánica disponible a los descomponedores, que se
alimentan de ella y la degradan para que vuelva a nutrir la tierra, de la que los
productores absorben de nuevo sus nutrientes.
Para que un mapa conceptual sea claro, debe estar organizado de manera tal que con
tan sólo una breve mirada entendamos qué se quiere decir y qué conceptos
involucran. Por lo tanto, los conceptos principales deben encontrarse en una parte
preferencial del esquema (arriba, al costado; dependerá esto del ordenamiento que
tenga el mismo).
Por otra parte, los conceptos deben ser relevantes en el tema que estemos
tratando, y no deben contener más de tres o cuatro palabras. No debemos incluir
ideas que no sean relevantes y las conexiones deben ser claras. Es muy común ver en
los mapas conceptuales de los alumnos un «mar de flechas», es decir, flechas que se
cruzan en todos los sentidos y las direcciones.
Para realizar un mapa conceptual se debe, en primer medida, leer todo el texto en el
que nuestro mapa se basará. No es una buena idea ir haciendo un esquema a la par
que leemos, ya que el autor puede estar dando un ejemplo, o tan sólo es la antesala a
otro tema más importante. Es una buena idea anotar las palabras claves en una
hoja borrador al costado del texto, para luego unirlas una vez concluido todo
el proceso. Los mapas conceptuales son sin duda una gran herramienta para cualquier
estudiante.
Un mapa mixto es una herramienta de estudio muy útil cuando se debe manejar un
gran volumen de información (por ejemplo, cuando es necesario mostrar de qué
manera se relacionan las ideas en uno de los capítulos de un libro de Ciencias o de
Historia).