1) En el siglo I d.C., la filosofía adquirió un sentido religioso debido a la presión de Roma sobre los pueblos conquistados y al deseo de encontrar felicidad en otra vida. 2) Ni el epicureísmo ni el estoicismo satisfacían las aspiraciones profundas de la gente, por lo que buscaron la felicidad a través de la fe en una divinidad perfecta. 3) En Alejandría, donde confluían diferentes culturas y religiones, incluido el cristianismo, los filósofos griegos comenz
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1) En el siglo I d.C., la filosofía adquirió un sentido religioso debido a la presión de Roma sobre los pueblos conquistados y al deseo de encontrar felicidad en otra vida. 2) Ni el epicureísmo ni el estoicismo satisfacían las aspiraciones profundas de la gente, por lo que buscaron la felicidad a través de la fe en una divinidad perfecta. 3) En Alejandría, donde confluían diferentes culturas y religiones, incluido el cristianismo, los filósofos griegos comenz
1) En el siglo I d.C., la filosofía adquirió un sentido religioso debido a la presión de Roma sobre los pueblos conquistados y al deseo de encontrar felicidad en otra vida. 2) Ni el epicureísmo ni el estoicismo satisfacían las aspiraciones profundas de la gente, por lo que buscaron la felicidad a través de la fe en una divinidad perfecta. 3) En Alejandría, donde confluían diferentes culturas y religiones, incluido el cristianismo, los filósofos griegos comenz
1) En el siglo I d.C., la filosofía adquirió un sentido religioso debido a la presión de Roma sobre los pueblos conquistados y al deseo de encontrar felicidad en otra vida. 2) Ni el epicureísmo ni el estoicismo satisfacían las aspiraciones profundas de la gente, por lo que buscaron la felicidad a través de la fe en una divinidad perfecta. 3) En Alejandría, donde confluían diferentes culturas y religiones, incluido el cristianismo, los filósofos griegos comenz
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LA CONFLUENCIA DE LA FILOSOFÍA Y LA RELIGIÓN CRISTIANA.
En el siglo I de la era cristiana observamos un viraje en la manera de entender la
filosofía: el sentido que toma es religioso porque el problema religioso es el que predomina en este tiempo. ¿Cuáles son los factores que originaron este cambio? Señalaremos algunos:
En primer lugar la presión ejercida por Roma sobre los pueblos vencidos hizo que se despertara en ellos el interés y el sentido de otra vida en la que no existieran las calamidades y vejaciones de la presente.
El epicureísmo y estoicismo que habían sido el refugio íntimo del hombre que buscaba la paz y la tranquilidad durante los acontecimientos convulsionados de las monarquías helénicas, habían perdido fuerza y no satisfacían las aspiraciones profundas del hombre de ese tiempo, maltratado por unos conquistadores desalmados y opresores. El epicureísmo porque era ateo y el estoicismo era visto como estéril porque todos los esfuerzos y sacrificios terminaban en la muerte.
¿En qué consistió el cambio?
Tanto e ideal estoico como epicureista de buscar la felicidad siguió siendo válido, pero los medios para conquistarlo cambiaron; no se trataba de encontrarlo ya en esta vida, en la naturaleza, mediante la razón, sino en la otra vida y por la fe en una divinidad perfecta con la que es necesario mantener una relación.
Los temas de la filosofía sobre el conocimiento del mundo, la realidad del hombre, la estructura del pensamiento, fueron tratados con sentido religioso y místico, y enseñados como un camino para encontrar a esa divinidad y lograr la felicidad eterna, para demostrar que el hombre es inmortal, para explicar el destino eterno del hombre, el cual depende del premio o castigo de la otra vida.
Las enseñanzas filosóficas y las escuelas fueron sustituidas por el culto religioso, y el sabio es sustituido por el santo.
La filosofía deja de ser especulativa para convertirse en vivencia religiosa. El escenario principal de este movimiento fue Alejandría, ciudad cosmopolita en la que confluían egipcios, griegos, judíos, persas y demás pueblos orientales, todos con el mismo sentimiento de dominados y desterrados, lo que hizo experimentar un gran vacío interior en un profundo sentimiento religioso.
Es apenas lógico entender que en esta situación los filósofos griegos que se tienen como base y fundamento son aquellos que se habían preocupado por la vida interior y ética como es el caso de Pitágoras y de Platón. Hay que señalar que entre las diferentes concepciones religiosas que contribuyeron en Alejandría estaba también la cristiana que, aunque era la más joven, presentaba también una propuesta de salvación a aquel hombre desconcertado y predicaba la fraternidad universal a una sociedad divina y esclavizada. La filosofía es razón, busca causas últimas y estructuras fundamentales de los seres. La filosofía griega ya tenía su lenguaje y su conceptualización; la filosofía habla de materia y forma, de sustancia y accidentes; tiene su manera de ver al hombre, al mundo, incluso tiene su propia manera de ver al hombre, al mundo, incluso tiene su propia manera de ver a Dios a quien llama Principio, Causa, Acto, Idea, Razón.
La religión, por su parte, también tiene su propia lengua y manera de manifestarse a través de los ritos y oraciones. Cuando se encontró el cristianismo y la filosofía grecorromana las preguntas que surgieron fueron:
El Dios de la Biblia siempre se presentó como Padre que ama a sus hijos y quiere la salvación para ellos: ¿podemos hablar de este Dios como Principio, Causa, Acto, Idea o Razón? La Biblia habla del mundo y de la creación del mundo: ¿podemos aplicar a este mundo lo que los presocráticos, Platón y Aristóteles pensaron del cosmos? ¿Hay alguna contradicción entre lo que la filosofía y la religión dicen del hombre, de su ser y de su destino? ¿Qué dice la filosofía de la resurrección de los muertos que predica el cristianismo?
El encuentro entre la filosofía y el cristianismo se hizo en el pensamiento y el sentimiento mismo de pensadores, filósofos, que conocían la filosofía griega y que se fueron convirtiendo al cristianismo. Ellos fueron resolviendo estas preguntas buscando una armonía entre fe y razón, entre la filosofía y la religión.
Las soluciones que le dieron a estas preguntas las resumió San Agustín con estas dos frases: “Creo para entender” y “Entiendo par creer”. Es decir: la fe suministra el ser y la existencia de Dios, así como el origen y el destino del mundo y del hombre, y la razón ayuda a entenderlo.
De esta manera razón y fe, íntimamente compenetradas, ni se anulan ni se excluyen, sino que colaboran: la inteligencia prepara y dispone la fe, y la fe ilumina y da sentido a la razón, y así ambas llegan a la verdad y al amor que es Dios, término de la fe y de la razón.