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Algunas Orientaciones para Mejorar Las Relaciones Con Su Hijo

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ALGUNAS ORIENTACIONES PARA MEJORAR LAS RELACIONES CON SU HIJO/A:

  Hay que explicar las razones que tenemos para oponernos a algo o castigarlos.
  Debemos escuchar cuidadosamente antes de decidir sobre lo que nos piden.            
Debemos seguir preparándolos en los hábitos domésticos (limpiar, fregar...) y rutinas
personales (higiene personal y de su cuarto).
Analizar más QUÉ hace, que POR QUÉ lo hace... siempre nos preguntamos por qué, pero a
veces las respuestas no son fáciles... es mejor saber qué hace el joven para apoyar o
desalentar una conducta concreta.
Debemos ser positivos, hacer que la responsabilidad que le pedimos sea sinónimo de
educación, sensibilidad, organización y sensatez.
Debemos elogiar más que castigar.
Sea prudente, pero sobre todo, constante, no se rinda fácilmente.
Formule sus peticiones de forma CLARA, FIRME Y SEGURA. Los adolescentes suelen
cebarse con los padres demasiado inseguros. Cuando su hijo/a no quiera hablar pregúntele
¿Cuándo podrán hablar con él/ella? No le obliguemos.
            Evite caer en comentarios hirientes o irónicos. No dé importancia a esos comentarios
de su hijo/a, a no ser que sean graves.
            Si se ha equivocado reconózcalo rápidamente y sin tapujos.
            Evite desacuerdos con su pareja delante de los adolescentes.
            Dígale a su hijo/a exactamente lo que debe hacer y lo que no, cuando le pedimos
algo.
            Delegue en él/ella responsabilidades de la casa.
            Haga que el adolescente participe en las discusiones o reflexiones familiares.
            Hable a su hijo/a adolescente de cómo se siente ante los sucesos de la vida, de sus
preocupaciones y de cómo les van las cosas.
            Evite poner etiquetas a sus hijos (“mi hijo es un/a .........”)
            No deje de exigirle en aspectos morales o sociales.
            Valore la escuela y su esfuerzo, no sólo en el aspecto de notas o por aprobar, sino
como medio para aprender para la vida.
            Valore en su hijo/a la idea del compromiso.
            Anime a su hijo al pacto y la reflexión sobre: horarios, actividades, paga, regalos,
tiempo de TV, ocio...
            Debemos estar atentos a los cambios bruscos. Todo cambio fuerte tiene una causa.
            Haga lo que pueda por su hijo/a, el esfuerzo y el cariño siempre tiene recompensa.
            Permita a su hijo equivocarse y rectificar. Evite sentirse decepcionado/a ante el primer
fracaso.
            Piensen que son ustedes un buen padre y una buena madre, la perfección no existe.
 
EN LOS ESTUDIOS:
             Procure que su hijo/a lleve una vida ordenada y descanse el tiempo necesario.
Aconséjele sobre la planificación en los estudios. Antes de buscar ayuda  para su hijo/a en los
estudios analice si se esfuerza lo suficiente y valore sus problemas concretos.
             Ofrézcale su colaboración, pero no haga nada que él pueda hacer sólo.
             Motívele elogiando sus esfuerzos, valorando sus cualidades personales (todos
tenemos alguna) y aceptando sin desánimo sus limitaciones. Propóngale metas y esfuerzos     
realistas.
            No oculte información al tutor/a . Analice la información que le dan.
            Trate a cada hijo con iguales normas, pero valorando sus diferentes formas de ser.
            No compare a sus hijo/a con otras personas o familiares.
            Preocúpese por él/ella como persona, no sólo como estudiante.
            Critique o corrija sus fallos (lo concreto), pero nunca su persona (por ejemplo “eres un
desastre”).
            Evite proyectar sobre sus hijos sus éxitos o fracasos vitales.
            Oriéntele, pero evite imponerse en las opciones académicas de su hijo/a.
            Tenga una visión positiva de la vida, las personas y de su hijo/a.

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