Orientaciones Asertividad
Orientaciones Asertividad
Orientaciones Asertividad
Modificar el autoconcepto para que sea más positivo supone actuar sobre los
diferentes componentes del mismo:
Componente cognitivo, supone actuar sobre "lo que pienso" para modificar
nuestros pensamientos negativos y sustituirlos por pensamientos positivos.
Componente afectivo, implica actuar sobre "lo que siento", sobre las emociones y
sentimientos que tenemos acerca de nosotros mismos.
Componente conductual, supone actuar sobre "lo que hago", esto es, sobre el
comportamiento, para modificar nuestros actos.
Los tres componentes están muy relacionados entre sí, de manera que
actuando sobre uno de ellos, obtenemos efectos sobre los otros dos. Si modifico un
pensamiento negativo acerca de mí mismo por otro positivo, seguramente me sentiré
mejor conmigo mismo y este sentimiento de bienestar me impulsará a actuar,
probablemente haciendo algo de lo que no me creía capaz.
Mejorando el autoconcepto
Las personas con un autoconcepto no muy positivo suelen tener poca fe en sus
capacidades y enfrentan las situaciones llenos de temores y dudas. Esto hace que se
equivoquen, lo que confirma sus sospechas de que no sirven, que no son
suficientemente buenos.
Estimular el sentimiento de identidad personal implica profundizar en el
conocimiento de sí mismo, conocer más acerca de la persona que somos, aceptarnos
como seres únicos e irrepetibles que somos y aprender a reconocer y valorar
positivamente nuestras cualidades personales positivas, y también a trabajar en el
perfeccionamiento de nuestros puntos débiles.
Orientaciones
A veces simples estrategias transformadas en hábitos a base de repetirlas
puede ser de gran ayuda.
1. Enseñe al niño la diferencia entre las palabras agresivo, sumiso y asertivo. Por
ejemplo:
Agresivo (abusivo): “¡Dame ese libro o te arrepentirás!”
Sumiso (débil): “Puedes quedarte con mi libro. No lo necesito.”
Asertivo (siendo firme): “Ahora estoy leyendo este libro. Puedes tenerlo cuando
haya terminado.”
2. Ayúdele a practicar mirando a los ojos y diciendo: “¡No!” con voz fuerte.
También podría decir lo que quiere. Por ejemplo, “No, quiero que me dejes solo,”
o “No, tengo que hacer mi trabajo.”
3. Explique que tiene una opción de cómo responder a los comentarios de otra
persona o a situaciones.
4. Enséñele a pedir algo. Por ejemplo, “¿puedo tener ese libro cuando lo hayas
terminado?”. Y cómo responder a las peticiones de una manera amable: “Sí, lo
puedes tener después de mí.”
Mensajes “yo”
Enseñe al niño que cuando se sienta físicamente amenazado o sienta miedo,
tienen que decírselo a un adulto. Sin embargo, anímelo a resolver otros problemas de
relación él mismo. Explique que el uso de “Mensajes yo” ayuda a los niños a lidiar con
sus dificultades de una manera asertiva. Puede ser necesario dar una lección sobre la
identificación de sentimientos antes de enseñar el siguiente “Mensaje Yo”:
Me siento … (describir el sentimiento)
cuando te … (describir la acción)
porque me … (decir la razón)
Última frase opcional: quiero, necesito o me gustaría … (decir lo que haría
mejor las cosas).
Por ejemplo: “¡Me siento enfadado cuando tomas mi libro sin preguntar; porque
yo no hago lo mismo! Necesito que dejes de tomar mis cosas.”
Explique que cuando se empieza una declaración con “Yo” en lugar de “Tú”,
está valiéndose por sí mismo y siendo asertivo en vez de agresivo. Dígale que cuando
envían un “Mensaje yo” es una forma de dejar saber a otros cómo se siente. Un
“Mensaje yo,” no juzga, ataca o causa molestia como un “mensaje tú.”
Puede usar dos títeres para demostrar los mensajes “Tú” y “Yo”. Por ejemplo,
si Samuel dijo una mentira acerca de Tomás, es posible que la respuesta “Tú”’ de
Tomás fuera: “¡Eres un mentiroso! ¡Yo no he hecho trampa!” Use el títere para
responder a la misma situación con un mensaje “Yo”. Tomás pudo decir: “Me sentí
muy mal cuando escuché que dijiste que había hecho trampa, porque yo no digo
mentiras sobre ti.” Usted podría hacer que la otra marioneta respondiera, “Siento
mucho haber mentido. Yo estaba enfadado porque tú estabas jugando con otros. Le
voy a decir a esos niños que tú no haces trampa.”
Recuerde al niño que ser amables y dejar que otros tengan su turno o ganen,
también es una habilidad necesaria. Por ejemplo, si el amigo de un niño parece que
quiere hablar de algo importante, el otro niño podría dejar de lado sus pensamientos y
escuchar.
Ser flexible es deseable porque el formato “me siento… cuando tú… porque
yo…” no encaja en todas las situaciones. Ser asertivo y no agresivo o sumiso toma
práctica y esfuerzo. Ayudar a los niños a practicar declaraciones asertivas y
confidentes acerca de sus sentimientos y deseos, mejorará sus relaciones entre
compañeros y ayudará a crear un ambiente de clase más positivo.