El Vicio y La Virtud

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El vicio y la virtud

Para determinar la distancia existente entre virtud y vicio bien


vale la pena tratar de encontrar una definición para cada uno y
que resulte sencillo entender a que se refiere cada concepto en
su máxima expresión para discernir sobre él.

La palabra “virtud” deriva del “latin” virtus, virtutis, que


significa fuerza, poder o potestad. Es por lo tanto una
capacidad espiritual, una fuerza esencial divina, por
excelencia, que crece y se aviva con la actividad, y por lo
tanto alienta al iniciado y lo capacita para la lucha interior,
contra las bajas pasiones y tendencias, los malos hábitos y las
inclinaciones negativas. Para realizar el bien y perfeccionar la
naturaleza inferior, el camino de la virtud es absoluto por
cuanto conduce a una realidad espiritual que lleva el signo de
la perfección.

Vicio deriva de la lengua latina “vitium”, como voz que


significa imperfección; defecto físico o moral; es el hábito que
se adquiere para obrar mal, se refiere también, a la falsedad,
al engaño o a la mentira para emitir cualquier opinión o hacer
alguna proposición; es el acto de ejecutar una acción
frecuentemente o en demasía; es la afición por determinadas
costumbres, que incitan a excederse en el goce de los deleites.
El tema está presente en el código moral de todas las religiones
y generalmente se asume como sinónimo de pecado dentro del
vocabulario profano, que a fin de cuentas por su definición,
“pecado” es un hecho, dicho, deseo, pensamiento o acción contra
la ley de Dios.

Por lo que respecta a la definición masónica, de lo que es el


vicio, se refiere precisamente al acto de contentar nuestras
insanas pasiones; es el hábito que pervierte a los instintos
humanos; y se entiende también, como al acción de saciar los
deseos, cuando viene la desesperación si no se satisfacen; y por
último, es la perversión de la sana moral y de las buenas
costumbres sociales. Es de destacar que uno de los principales
ideales de la masonería universal es precisamente su
erradicación y, por ende, conducir el espíritu del hombre
sacándolo del vicio y elevándolo a la virtud.

Aristóteles consideraba que, la “VIRTUD” es el justo medio entre


dos tendencias humanas opuestas, que pueden llamarse en general,
exceso y defecto. Defecto (cobardía), y exceso (temeridad), pero
este justo medio no es un simple término ya que, como el ejemplo
mencionado, no es el valor, una tibia mezcla de cobardía y
temeridad, que sólo sería una actitud mediocre, si no lo justo
que es, a la vez un término medio y un extremo, como si fuera el
ángulo vértice de un triángulo ubicado entre dos ángulos de la
base, pero superior a ambos. Y así este justo medio no podrá
tener ni exceso ni defecto.
Las virtudes sirven de coadyuvantes, y a través de su práctica
continua y perseverante, y ello unido al estudio de la propia
esencia conduce a la perfección.

Fundamentalmente con el dominio de la voluntad, observación y


atención constante sobre sí mismo, y desde el “ser” se llega al
dominio de la mente, el cuerpo y las emociones.

Por regla general los hombres piadosos (místicos) e iniciados de


todas las épocas, han luchado por un lado contra las tentaciones
(pasiones) por medio de la oración, el ayuno, las
mortificaciones, etc. Y por el otro, el ejercicio completo de la
voluntad a fin de reducirlas a la obediencia, mediante una
ascesis que asume el significado de esfuerzo metódico; y que
permite una armonización de dichas pasiones supeditándolas a los
dictámenes de la razón y la voluntad.

En la Masonería operativa el trabajo consiste en actuar sobre la


individualidad psíquica. Lo que se define como “devastar la
piedra bruta”, es decir: actuar volitiva e intencionalmente
sobre los aspectos más oscuros de la individualidad humana con
el propósito de transformarlas en fuerzas de bien.

Equivale esto a un descenso a los infiernos (ad-inferus): a la


más inferior que hay en nosotros; tal descenso es el
V.I.T.R.I.O.L, tan necesario para poder intentar la elevación a
los “Cielos”. Después de haber agotado todas las posibilidades.

La vida del iniciado debe de estar orientado a la búsqueda del


conocimiento; y, por consiguiente, a la persecución constante de
la virtud. Si el camino de la virtud es absoluto, no hay lugar a
transigir con quienes no desean seguirlo, y menos aún con
quienes lo denigran o niegan su existencia. Por ello se
distingue entre el árbol que da buenos frutos y aquel que da los
malos, y se dice que este último será cortado y arrojado al
fuego.

En síntesis, el deber de todo iniciado es conquistarse a sí


mismo; y ese primer paso exige un esfuerzo de voluntad continuo
y verdadero; el cual necesita una regla de vida que comporte una
serie de actos espirituales necesarios que se cumplan
escrupulosamente. El iniciado debe actuar por convicción, por
que cree en la verdad y la justicia más no por conveniencia; su
comportamiento debe ser correcto esté solo o acompañado, y de
una regla de conducta que marque en él un carácter indeleble,
jamás desmentido. Debe “ser” porque el alma es inmortal, por que
lo dicta como algo natural y desea eternizarse buscando su
propia naturaleza.

La masonería entiende por virtud la capacidad de hacer el bien


en su más amplio sentido y el cumplimiento de nuestros deberes
para con la sociedad y la familia sin egoísmo ni vanidad. La
masonería enseña a practicar la virtud como calidad suprema de
la moral y como lealtad de la conducta para el ideal, que debe
conducir hasta el sacrificio cuando sea necesario para el
cumplimiento del deber. Considera la virtud como una realización
siempre perfectible, porque sabe que el hombre no es inaccesible
a las tentaciones y debilidades; pero el permanente esfuerzo del
espíritu se convierte en eficaz baluarte de la virtud. Un hombre
virtuoso siempre procurará el bienestar o la tranquilidad de
quienes le hayan perjudicado o causado algún mal, tomando en
cuenta que para él no existen rencores, enemistades ni venganzas
en contra de las personas cuya maldad sea manifiesta en todos
sus actos. Por ese motivo debemos también admitir que solamente
entre las personas que poseen un alma noble y fuerte, es donde
indudablemente se alberga la virtud y en donde se puede
encontrar algo de perfeccionamiento.

Entonces, puedo concluir que no es tanto la naturaleza del ser


humano lo que lo hace presa del vicio, tampoco el instinto
animal, dado su origen y evolución dentro de las especies en
este plano terrenal, si no lo que arrastra al hombre al vicio,
al pensamiento errático, al mal uso de la lengua, a la
deformidad de sus actos; es la ignorancia. Esto me deja claro
que para conocer el bien antes es necesario conocer el mal. Esto
ha sido comprobado, el blanco es decir la pureza, solo es
distinguible en presencia de un contraste de color. Todos hemos
en alguna etapa de nuestra vida conocido el vicio; todos en
algún momento hemos errado, sea cual sea la naturaleza del
error; la diferencia estriba en el conocimiento y reconocimiento
de nuestros actos, con el fin de que estos no sean repetidos y
con ello avanzar hacia la perfección.

Lo que distingue la vida masónica a la vida profana, es que no


solo se lucha para combatir el vicio y con ello acercarse a la
virtud de los actos, lenguaje y pensamientos; sino que se
desarrolla la inteligencia necesaria para anticipar situaciones
que puedan acercar hacia el vicio y el error. Para ello solo hay
un medio, vencer la ignorancia. Recordemos, la razón por la que
se fundó la masonería es para adquirir la virtud y huir del
vicio. Y nos reunimos en logia para levantar templos a la virtud
y ahondar pozos sin fondo a los vicios.

Finalmente, considero propicio recordar a todos, tener siempre


presente uno de los tantos conceptos que dice, la masonería es
una organización iniciática, esotérica, filantrópica, de
carácter universal, conformada por hombres libres y de buenas
costumbres, que practican un sistema de moralidad perfectamente
definido, enalteciendo la práctica de las virtudes para lograr
una transformación próspera de su personalidad, alejándose
progresivamente de los Vicios que destruyen al hombre.

El volumen de la ley sagrada

En toda Logia Masónica se coloca sobre el Ara el Volumen de la


Sagrada Ley y sobre el la Escuadra y el Compás. El Libro Sagrado
es una de las “Grandes Luces” de la Masonería, que alumbro y
sigue alumbrando generaciones. Se abre cuando comienzan los
Trabajos y se lo cierra cuando ellos finalizan , en cada Tenida.
Una logia no puede trabajar o realizar Iniciaciones de profanos
sin que se encuentre el Libro Sagrado abierto sobre el Ara. La
historia del Tanaj (Biblia de los hebreos o el Antiguo
Testamento) en la masonería y su simbolismo son temas demasiado
extensos como para tratarlos en el marco de este articulo. La
teoría patriarcal adopta la tesis de que la masonería se remonta
a los antepasados bíblicos: Abraham, Enos, Lejem, Noé, Moisés y
el Rey Salomón.

Pero entre quienes sostenían esa teoría no se llego a un


consenso acerca de cual fue la época aproximada dentro de la
historia antigua en la que comenzó la masonería. Los
sustentadores de esta versión se basan en las leyendas incluidas
en las Constituciones Góticas, y rituales de la misma época, lo
que hace suponer su veracidad. Aunque la Biblia no menciona nada
referente a la masonería, ritualistas, hombres de letras, monjes
góticos y otros, aceptan esta relación. Por el honor que se
merecen figuras tales como el Dr. Anderson, Peterson, Mitchel y
Oliver, más que por su validez, esta teoría patriarcal sigue
mereciendo el respeto de los existió entre el judaísmo y la
masonería.
Pero sin relación con cualquier connotación religiosa en
especial, existe un común acuerdo de que la Masonería esta
fundamentada en tres principios básicos de fe, que son comunes a
todas las religiones monoteístas: 1.- La creencia en una fuerza
creadora superior, infinita, eterna y benefactora, que domina el
Universo y a la que los masones denominan como “El Gran
Arquitecto del Universo, “El Gran Geómetra del Universo” o “El
Altísimo”. 2.- El G A D U con su poder de Creación e
Inspiración, nos ha presentado “El Plan de Vida” para que nos
sirva durante nuestra permanencia terrenal. 3.- La fe en la
inmortalidad del alma.

Si la masonería simbólica no se hubiera extendido mas allá de


Inglaterra, es posible que todavía siguiera estando bajo la
influencia de la Iglesia Anglicana. Pero con su expansión a
Escocia e Irlanda, se encontró con otras Iglesias, la
Protestante y la Católica, y se complico mas aun cuando se
expandió al continente europeo, Asia y África. .../. La Biblia
no es un libro único, sino un compendio de libros que fueron
redactados a lo largo de mil años y reflejan la esencia del
pensamiento judío. La problemática de la relación entre la
Biblia y la masonería se encuentra en el hecho de que la
masonería, de la que nosotros somos sus seguidores, se creo por
cristianos, fue difundida por ellos y al mismo tiempo se ciño a
la doctrina hebrea, laica y religiosa. Mientras una facción de
la masonería propugnaba la pureza del ritual basado en la
construcción del Templo del Rey Salomón, la otra trataba de
preservar los símbolos y doctrinas.

En realidad, la masonería reconoce las doctrinas del Viejo


Testamento y el monoteísmo, pero la mayoría de los masones en el
mundo son cristianos de habla inglesa a quienes el Nuevo
Testamento se adapta mejor. De aquí surge la paradoja de que
aunque la Gran Logia de Inglaterra no podía permitir que sus
Logias estuvieran dedicadas a San Juan, conserva el Nuevo
Testamento como Libro Sagrado y lo ubica en el pupitre del
Venerable Maestro. Ocurre así que cuando masones judíos entran
en una Logia de un país cristiano se encuentran en ella con el
Nuevo Testamento, al que no reconocen; y que cuando masones
cristianos participan en tenidas en Israel, ven sobre el Ara el
Viejo Testamento. Las cosas se complicaron mas cuando la
masonería se expandió entre adeptos a otras creencias ni judías
ni cristianas. Así es como se creo el termino “Libro Sagrado” o
“ Volumen de la Sagrada Ley”, que puede ser el Tanaj de los
hebreos, el Nuevo Testamento de los Cristianos, el Corán de los
musulmanes, el Zend-Avesta de los persas, el Tripitaca de los
budistas, el Rig Veda y otros Vedas de los hindúes brahmánicos,
el Tao-Te-King de los chinos taoístas, el Bhagavad-Guita de
hindúes, el Libro de Mormón o todo libro sagrado para una fe
monoteísta. Con ello el termino “Libro Sagrado” o “VDLSL” se
creo como un compromiso y la luz que de el emana recibe el
significado propio de la propia fe y religión de cada uno.

Las Constituciones Góticas se refieren a la Biblia (hebrea) como


fuente de las leyendas aceptadas en la tradición masónica, pero
ejemplares antiguos de esas Constituciones se basaban mas en las
Policrónicas, libros de saber general y que fueron los
precursores de nuestras modernas enciclopedias.

El uso metódico del Tanaj en Logia comenzó por 1730, cuando fue
reconocido como uno de los artefactos del Templo. Luego el Tanaj
junto con el Compás y la Escuadra se denominaron las “Columnas”
de la Logia. La primera referencia del Tanaj como la “Gran Luz”,
data de 1745 en Francia. En el año 1760 se denomino por primera
vez como las “Grandes Luces” a la Biblia, la Escuadra y el
Compás, en la Gran Logia de los Antiguos de Inglaterra y en 1762
también en la Gran Logia de los Modernos (que es la primer Gran
Logia). Finalmente, en el año 1929 representantes de la Gran
Logia de Inglaterra, Escocia e Irlanda decidieron darle carácter
oficial a esta tradición y en 1938 se estableció que Biblia y
VDLSL son sinónimos. El Gran Oriente de Francia se destaca como
ejemplo de un ente masónico que perdió su reconocimiento regular
por falta de fe: el 15 de setiembre de 1877, todas las Grandes
Logias de las Islas Británicas y de los EE.UU. cortaron
relaciones con esa Gran Logia, por haber cancelado el landmark
que exige la inclusión del Libro Sagrado y la fe en Dios. "EL
VOLUMEN DE LA SAGRADA LEY"

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