6 Al 12 Junio Pan Diario de La Palabra
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6 Al 12 Junio Pan Diario de La Palabra
6 al 12 JUNIO
“En adelante el Espíritu Santo, el Intérprete que el Padre les
va a enviar en mi Nombre, les enseñará todas las cosas y les
recordará todo lo que yo les he dicho” (Jn 14,26)
LIBRERIA SAN PABLO MULTIMEDIA
Con tu Palabra mi vida tiene una orientación plena...
Misal mensual - Para vivir la liturgia diaria
JUNIO 2022
Ciclo C - Año Par
Año 11 - Nº 127
María, Madre de la Iglesia LUNES
JUNIO
06
Memoria Obligatoria
Blanco Tiempo Ordinario
Liturgia de las Horas: II Semana del Salterio
Meditación
Hoy celebramos a la Virgen María como Madre de la Iglesia, Ella siempre al lado de su
Hijo Jesucristo hasta el altar de la Cruz, después de ese gran acontecimiento, la prueba
más grande de amor, Ella siguió en compañía de los apóstoles, como leemos en el libro
de los Hechos de los Apóstoles, la lectura de este día: “Todos ellos, íntimamente unidos,
se dedicaban a la oración, en compañía de algunas mujeres, de María, la madre de Jesús,
y de sus hermanos”. La comunidad tiene que estar siempre unida en la oración, y que
mejor hacerlo, en la oración por excelencia: La Eucaristía, presencia real del Cuerpo,
Sangre, Alma y Divinidad de nuestro Señor Jesucristo. María está presente en el sacrificio
de la Santa Misa, así como lo estuvo en el sacrificio de la Cruz. María está siempre cerca
y presente en la oración del cristiano, tanto personal como comunitaria. María siempre
presente en su oración bella y hermosa: El Santo Rosario. María con su presencia nos llena
de amor, paz, alegría y fortaleza. El cristiano tiene que ser un enamorado de su madre,
la Virgen María. El discípulo misionero del Señor debe invocar siempre la compañía y
protección amorosa de la Virgen María. En el Evangelio, en esa hermosa escena de Jesús
en la Cruz y junto a ella la presencia de su Madre y del discípulo amado. Jesús entrega
desde el altar de la Cruz, desde el sufrimiento, a su Madre al discípulo amado: “Mujer,
aquí tienes a tu hijo”. Luego se despoja de lo más querido, de lo más tierno, de lo más
puro: “Aquí tienes a tu madre”. En este gesto tan sublime y lleno de amor, al despojarse
de su madre, el ser que lo llevó en su vientre y lo acompañó hasta el altar de la Cruz, la
mujer que acepto cumplir fielmente la voluntad de su Padre, está la prueba más grande
y maternal de la Virgen María, acepta ser la Madre de la Iglesia. Por lo tanto, no es el
simple hecho de que Él no quiere que su madre quede sola, no quiere que quede en el
abandono; es algo mucho más profundo, sublime y grande: Jesús está despojándose de
su Madre para entregarla a la Iglesia representada en el discípulo amado, y está entre-
gando a su madre a su nueva vida, a su nuevo hijo: Su Iglesia. “Y desde aquella hora, el
discípulo la recibió como suya”, desde ese momento la Iglesia la recibió a María como
a su Madre. Ella es la Madre de la Iglesia, del cristiano, del seguidor de su Hijo, y como
buena madre, cuida, ama y defiende a sus hijos. No dudemos nunca en acudir a María en
todo momento. Llévanos a tu Hijo Virgen María
Pbro. Carlos Salazar Soliz
Meditación
En la liturgia de este día, en la lectura del primer libro de los Reyes, vemos que la pro-
videncia de Dios siempre está actuando a nuestro favor. El profeta Elías por orden de
la Palabra del Señor se va a Sarepta, para que se establezca en ese lugar, ya el Señor
había ordenado a una viuda para que le provea el alimento. Cuando el profeta llega a la
entrada de la ciudad, y él al verla le pide agua y pan. Ante el pedido del profeta, ella le
manifiesta que: “Por la vida del Señor, tu Dios, no tengo pan cocido, sino sólo un puñado
de harina en el tarro y un poco de aceite en el frasco. Apenas recoja un manojo de leña,
entraré a preparar un pan para mí y para mi hijo; lo comeremos, y luego moriremos”. Es
lo único que tiene de alimento para vivir, Elías le pide que haga lo que él le ha mandado,
porque Dios que es grande y providente, no permitirá que mueran de hambre, por eso
Dios habló por medio del profeta: “El tarro de harina no se agotará ni el frasco de aceite
se vaciará, hasta el día en que el Señor haga llover sobre la superficie del suelo”. De la
misma manera el cristiano está llamado a confiar siempre en la providencia de Dios. Él
no va permitir que sus seguidores pasen necesidades. Seamos testigos de la Providencia
del Señor con nuestra solidaridad. Aún en las necesidades, ¿Confío en la providencia de
Dios? En el Evangelio, encontramos una clara afirmación de parte de Jesús hacia sus
discípulos: “Ustedes son la sal de la tierra”. El cristiano en su misión tiene que ser como
la sal, es decir dar el buen sabor, la buena sazón, tanto a su persona como a la vida de
los demás. Ante el mal sabor del pecado, corrupción, injusticias, envidias, violencias,
guerras, etc. demos el buen sabor de Cristo, seamos la sal que cambie nuestra sociedad. El
cristiano está llamado a sazonar este mundo, con la sal de la alegría, paz, amor, felicidad.
Seamos esa luz que dice Jesús, una luz que no se pone en un cajón, que no se esconde,
sino que se coloca en lo más alto para que alumbre a todos. Que nuestras acciones sean
luz para los demás. El discípulo misionero tiene que alumbrar la vida de los demás. Que
la oscuridad del pecado, no apague la luz del amor que el Señor ha puesto en nuestros
corazones. Jesús, luz del mundo, apaga la oscuridad del pecado.
Pbro. Carlos Salazar Soliz
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profeta Elías en estos términos: «Ve piedad de mí y escucha mi oración.
a Sarepta, que pertenece a Sidón, y Y ustedes, señores, ¿hasta cuándo
establécete allí; ahí Yo he ordenado ultrajarán al que es mi Gloria,
a una viuda que te provea de alimen- amarán lo que es falso y buscarán
to». Él partió y se fue a Sarepta. Al lo engañoso? /R
llegar a la entrada de la ciudad, vio a L Sepan que el Señor hizo maravi-
una viuda que estaba juntando leña. llas por su amigo: Él me escucha
La llamó y le dijo: «Por favor, tráe- siempre que lo invoco. Tiemblen, y
me en un jarro un poco de agua para no pequen más; reflexionen en sus
beber». Mientras ella lo iba a buscar, lechos y guarden silencio. /R
la llamó y le dijo: «Tráeme también L Hay muchos que preguntan:
en la mano un pedazo de pan». Pero «¿Quién nos mostrará la felicidad,
ella respondió: «¡Por la vida del Se- si la luz de tu rostro, Señor, se ha
ñor, tu Dios! No tengo pan cocido, alejado de nosotros?». Pero Tú has
sino sólo un puñado de harina en puesto en mi corazón más alegría
el tarro y un poco de aceite en el que cuando abundan el trigo y el
frasco. Apenas recoja un manojo de vino. /R
leña, entraré a preparar un pan para L ¿Quién nos hará dichosos, dicen
mí y para mi hijo; lo comeremos, y muchos, si has querido, Señor, dar-
luego moriremos». Elías le dijo: «No nos la espalda? En cambio, a mí,
temas. Ve a hacer lo que has dicho, Señor, me has alegrado más que
pero antes prepárame con eso una con trigo y vino en abundancia. /R
pequeña galleta y tráemela; para ti y (Sal 4, 2-5.7-8).
para tu hijo lo harás después. Porque
así habla el Señor, el Dios de Israel: 5. Aleluia
“El tarro de harina no se agotará ni el Aleluia. Así debe brillar ante los
frasco de aceite se vaciará, hasta el ojos de los hombres la luz que hay
día en que el Señor haga llover sobre en ustedes, a fin de que los hombres
la superficie del suelo”». Ella se fue vean sus buenas obras y glorifiquen
e hizo lo que le había dicho Elías, y al Padre que está en el cielo. Aleluia
comieron ella, él y su hijo, durante (Cf. Mt 5, 16).
un tiempo. El tarro de harina no se
agotó ni se vació el frasco de acei- 6. Evangelio (Mt 5, 13-16)
te, conforme a la palabra que había Evangelio de nuestro Señor
pronunciado el Señor por medio de Jesucristo según san Mateo
Elías. Palabra de Dios. A Gloria a ti, Señor Jesús
A Te alabamos, Señor. Jesús dijo a sus discípulos: Ustedes
son la sal de la tierra. Pero si la
4. Salmo responsorial sal pierde su sabor, ¿con qué se la
R Muéstranos, Señor, ¡la luz de tu volverá a salar? Ya no sirve para
rostro! nada, sino para ser tirada y pisada
L Respóndeme cuando te invoco, por los hombres. Ustedes son la
Dios, mi defensor, Tú, que en la luz del mundo. No se puede ocultar
angustia me diste un desahogo: ten una ciudad situada en la cima de
MARTES 07 DE JUNIO DEL 2022 35
una montaña. Y no se enciende una 8. Antífona de comunión
lámpara para meterla debajo de un Tú, Señor, eres mi roca, mi fortaleza,
cajón, sino que se la pone sobre el mi libertador; Tú eres mi Dios
candelero para que ilumine a todos (Sal 17, 3).
los que están en la casa. Así debe
brillar ante los ojos de los hombres 9. Oración después de la comunión
la luz que hay en ustedes, a fin de Te pedimos, Padre, que la acción
que ellos vean sus buenas obras y medicinal de este sacramento Nos
glorifiquen a su Padre que está en libre de nuestras maldades y nos guíe
el cielo. Palabra del Señor. por el camino recto.
A Gloria a ti, Señor Jesús. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Se dice Credo
7. Oración sobre las ofrendas
Mira, Señor, con bondad nuestro
servicio litúrgico para que nuestra
ofrenda te sea agradable y nos haga
crecer en la caridad.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Meditación
En la Palabra de Dios de este día, en el primer libro de los Reyes, encontramos esto que
dice el profeta Elías a todo el pueblo “¿Hasta cuándo van a andar rengueando de las dos
piernas? Si el Señor es Dios, síganlo; si es Baal, síganlo a él”. El pueblo tiene que tomar
una decisión. Como cristianos, como discípulos misioneros ¿Qué decisión vamos a tomar?
O como el pueblo de Dios, ¿Vamos a seguir rengueando? siguiendo a los dioses del mundo,
buscando las falsas alegrías y felicidad pasajera en los placeres, en el poder y en el dinero;
y cuando estemos en momentos difíciles, recién ¿Buscar y seguir a Dios? ¿Esa debe ser
la actitud del cristiano? No. Es tiempo de tomar una decisión, dejar del lado todo aquello
que nos brinda este mundo y seguir al Dios verdadero, seguir la Misión encomendada por
Cristo a su Iglesia, es el momento de buscar y seguir a Dios y comprometernos con Él,
defendiendo la vida, la familia, el matrimonio, la justicia, dado que están siendo atacados
por aquellos que persiguen a los dioses mundanos como el poder, el placer y el dinero.
El Señor quiere seguidores a tiempo completo, no a medio tiempo, quiere que lo sigamos
y hagamos vida su mensaje todos los días de nuestra existencia. Por eso el profeta para
demostrar que Dios es realmente el Dios verdadero, propone el sacrificio, tanto de los
sacerdotes al dios Baal que eran muchos, y él solo al Dios verdadero. El final es claro, Baal
no responde, el Dios verdadero si. No dudemos en acudir al verdadero Dios. Él siempre
nos escucha, Él siempre nos responde, y que mejor hacerlo en la oración por excelencia:
La Eucaristía. En el Evangelio, Jesús habla con toda claridad: “No piensen que vine para
abolir la ley o los profetas: Yo no he venido a abolir, sino a dar cumplimiento”. Jesús viene
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para perfeccionar la ley, y un claro ejemplo de ese cumplimiento perfecto y verdadero, es
el mandamiento del Amor. Como cristianos enseñemos los mandamientos de Dios, por más
pequeños que sean, pero sobretodo enseñemos y cumplamos el Mandamiento del Amor.
Ante tanto odio, violencia, guerras, abortos, fomentemos el mandamiento del amor. Jesús
enséñanos a amar como Tú amas.
Pbro. Carlos Salazar Soliz
Meditación
Hoy celebramos la fiesta de Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote. En la liturgia de este
día, en la lectura del libro de Isaías, encontramos aquella profecía que anuncia todo
lo que ha tenido que pasar Jesús para reconciliarnos con Dios, y así interceder por los
pecadores: “El Señor hizo recaer sobre él las iniquidades de todos nosotros. Al ser mal-
tratado, se humillaba y ni siquiera abría su boca: como un cordero llevado al matadero,
como una oveja muda ante el que la esquila, él no abría su boca. Fue detenido y juzgado
injustamente, y ¿quién se preocupó de su suerte? Porque fue arrancado de la tierra
de los vivientes y golpeado por las rebeldías de mi pueblo”. Jesucristo Sumo y Eterno
Sacerdote: “Sacerdote, Altar y Víctima”. Jesucristo camina en silencio hasta el altar
de la Cruz, pero con el corazón en súplica, implorando el perdón de los pecados para
todos nosotros. El cristiano, debe mirar al crucificado, para fortalecer su compromiso
de anunciar la Buena Nueva de Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote ¿Estoy dispuesto a
soportar los sufrimientos, calumnias por amor a Cristo y a su Iglesia? En el Evangelio,
Jesús se sienta a la mesa con los Apóstoles, actitud de una familia, de una comunidad, de
unos amigos. Es en este calor de familia, de amigos, que Jesús les expresa: “He deseado
ardientemente comer esta Pascua con ustedes antes de mi Pasión, porque les aseguro
que ya no la comeré más hasta que llegue a su pleno cumplimiento en el Reino de Dios”.
Después de manifestarle el gran deseo que invade su corazón, viene la escena de las
sublimes palabras de la consagración, la institución de la Eucaristía. “Hagan esto en
memoria mía”. Que gran regalo que nos ha hecho Jesús, darnos su Cuerpo y su Sangre
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para alcanzar la Vida Eterna. Por eso el cristiano, nuestra comunidad parroquial, nuestros
grupos, movimientos, deben estar siempre sedientos y hambrientos de la Eucaristía. No
puede existir cristiano, comunidad ni movimiento sin la Santa Misa. Es en la Eucaristía
que hacemos comunidad con Cristo y entre nosotros, es en la Santa Misa donde el Señor
Jesús sana nuestras heridas, fortalece nuestras debilidades y nos acompaña en nuestra
misión ¿Tengo hambre de la Eucaristía? Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote, gracias
por quedarte en la Eucaristía.
Pbro. Carlos Salazar Soliz
Meditación
En la lectura del primer libro de los Reyes, Dios se manifiesta al profeta Elías, Él no
estaba en el viento huracanado, tampoco en el terremoto, ni en el fuego, sin embargo:
“Después del fuego, se oyó el rumor de una brisa suave. Al oírla, Elías se cubrió el rostro
con su manto, salió y se quedó de pie a la entrada de la gruta”. Muchas veces buscamos
a Dios en grandes acontecimientos o espectáculos, sin darnos cuenta de que Él está en
el silencio de nuestro interior, en la sencillez. La presencia de Dios nos llena de paz,
tranquilidad, alegría y amor, que mejor que buscarlo, encontrarlo y estar con Él en la
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Eucaristía. Hoy nuestro mundo necesita de esa suave brisa, de la presencia de Dios, para
que se terminen las guerras, violencias, odio. El cristiano debe tener a Dios en su corazón
y hacerlo presente con sus acciones de amor donde no está ¿Quiero tener al Señor en
mi corazón y darlo a conocer a los demás? “¿Qué haces aquí Elías?” le pregunta Dios,
parafraseando este texto, que hacemos en nuestra comunidad, en nuestro grupo, o que
estamos haciendo con nuestra vida. “Me consumo de celo por el Señor”. El discípulo
misionero del Señor, debe estar lleno de celo por Dios, ya que muchos le han dado la
espalda al Señor, se han alejado de su amor, y se han dejado conquistar por las realidades
pasajeras de este mundo: corrupción, injusticia, aborto, etc. ¿Tengo celo de que ultrajen
tu Santo Nombre Señor y tus mandamientos? En el Evangelio, Jesús defiende la pureza
del Santo Matrimonio, y presenta aquello que lo destruye: el adulterio. No basta llevar
a la acción los deseos del pecado: Jesús advierte que con el solo hecho de tenerlo en el
corazón, ya es pecado. “Si tu ojo derecho es para ti una ocasión de pecado, arráncalo
y arrójalo lejos de ti: es preferible que se pierda uno solo de tus miembros, y no que
todo tu cuerpo sea arrojado al infierno”. ¿Qué nos pide Jesús, al decirnos que debemos
cortar, arrancar los miembros que nos hacen caer en el pecado? Nos está haciendo la
invitación, la exhortación, de cortar de raíz toda acción del pecado. Nuestros miembros
están para alabar, bendecir y agradecer al Señor. Hoy el Señor nos pide arrancar de
raíz de nuestro corazón las acciones del pecado. Seamos testigos del Señor, defendiendo
el Santo Matrimonio, la familia, la vida, de las doctrinas e ideologías que atentan contra
el Plan de Dios, y que solo llevan a la muerte eterna. Cuida Señor en tu amor a todos
los matrimonios.
Pbro. Carlos Salazar Soliz
Meditación
En la lectura de este día, del primer libro de los Reyes, Elías encuentra a Eliseo que es-
taba arando, “Elías pasó cerca de él y le echó encima su manto”. Eliseo ve en este gesto
un llamado de parte del profeta Elías; pero sabemos muy bien que el que toma siempre
la iniciativa es Dios. El cristiano debe estar convencido de que Dios siempre lo está
llamando, a través de personas, acontecimientos, es decir en todo momento el Señor está
llamando. Hoy en nuestro mundo hay muchas situaciones de tristeza, dolor, sufrimiento
que claman a Dios, situaciones que exigen una respuesta auténtica y alegre de aquellos
que el Señor llama. Cuantas guerras, cuantas violencias, odios, atentados contra la vida,
la familia, el matrimonio, injusticias sociales y corrupción, tantos hermanos que sufren
en el cuerpo y en el espíritu, tantos inocentes callados por el poder opresor de algunos
cuantos; son voces que gritan a Dios, y el Señor llama a sus discípulos misioneros para
llevar consuelo, esperanza, fe y amor a quienes sufren por estas situaciones que lo único
que hacen es llevar al pecado y a la muerte eterna. El cristiano ante el llamado de Dios,
solo debe abrir el corazón y su mente a la Gracia del Espíritu Santo, y llevar a la acción
lo que nos manda Jesús. Eliseo le dice al profeta Elías: “Déjame besar a mi padre y a mi
madre; luego te seguiré”. ¿Quiero seguirte Señor en todo momento? En el Evangelio, Jesús
nos advierte sobre los juramentos que antiguamente se hacían y estaban prescriptos en la
ley; sin embargo, Él con la autoridad de servicio que le caracteriza nos manda: “Pero yo
les digo que no juren de ningún modo: ni por el cielo, porque es el trono de Dios; ni por
la tierra, porque es el estrado de sus pies; ni por Jerusalén, porque es la Ciudad del gran
Rey…” Él nos manda decir “sí” cuando es “sí”, y “no” cuando es “no”. Jesús nos está
llamando ¿Cómo tiene que ser nuestra respuesta? ¿Hacerle bonitos juramentos, hermosas
promesas? No. Él quiere un Sí como respuesta, un Sí como el de nuestra madre la Virgen
María, como los Apóstoles, mártires, santos, un Sí que se haga vida, que se haga acción,
un Sí hasta dar la vida por el Señor. Gracias Señor porque siempre nos estás llamando,
aunque seamos indignos, que nuestro Sí sea auténtico y hasta que nos hagas el último
llamado: Gozar de la Vida Eterna.
Pbro. Carlos Salazar Soliz
Meditación
Hoy celebramos la Solemnidad de la Santísima Trinidad, el gran Misterio de nuestra
Fe. Dios Uno y Trino, que cuida, fortalece y ama a su Iglesia. La Santísima Trinidad
es absoluta unidad, es la perfecta comunidad. Cuenta la historia, sobre la vida de San
Agustín, uno de los grandes santos de la Iglesia, que un día caminaba por la orilla del
mar, y quería comprender por la sola razón el gran Misterio de la Santísima Trinidad,
en ese caminar y querer comprender, ve a un niño que corría entre el mar y la orilla,
esto le llama la atención al santo y se acerca para ver qué era lo que estaba sucediendo;
cuando San Agustín le pregunta que era lo que estaba haciendo, el niño le responde que
quería meter el agua de todo el mar en un pequeño pozo que había hecho en la orilla, en
la arena; el santo le dice que eso era imposible, que estaba loco al querer hacer eso, a
lo que el niño le contesta, es lo mismo que tu pretendes hacer, y entonces desaparece el
niño. San Agustín se da cuenta y entiende, que, al gran Misterio de la Santísima Trini-
dad, no lo podemos comprender en su totalidad, es imposible. En el Evangelio, durante
la Última Cena, Jesús le dice a sus amigos: “Todavía tengo muchas cosas que decirles,
SÁBADO 11 DE JUNIO DEL 2022 47
pero ustedes no las pueden comprender ahora. Cuando venga el Espíritu de la Verdad,
Él los introducirá en toda la verdad…” Estas palabras de Jesús a sus amigos, es en torno
a una cena, un compartir, una comida, donde se reúne la familia, la comunidad en torno
al Maestro. Esta cena, es ya una exhortación de Dios Uno y Trino a que nuestra Iglesia,
nuestra comunidad camine en este mundo hacia la Comunidad Perfecta: “La Santísima
Trinidad” ¿Animo a que mi grupo, Comunidad Parroquial, movimiento, sea signo visible
de la Santísima Trinidad? Pidamos al Espíritu de la Verdad que nuestra Iglesia viva en
Unidad. Abramos nuestra mente y corazón para escuchar y hacer vida lo que nos dice el
Espíritu Santo. “Él me glorificará, porque recibirá de lo mío y se lo anunciará a ustedes.
Todo lo que es del Padre es mío”. Esto expresa la estrecha relación que hay en la Santísima
Trinidad. Glorifiquemos a Dios con nuestras acciones de amor, recibamos con alegría
esa gran y hermosa Misión que la Santísima Trinidad ha puesto en manos de la Iglesia.
No pretendamos comprender este gran Misterio, sino que hagámoslo vida, para cambiar
las estructuras de pecado que hay en nuestra sociedad. Con la Gracia y compañía de
Dios Uno y Trino que es Amor, erradiquemos el odio, violencia, corrupción, injusticias,
guerras, que solo llevan por caminos de muerte. La Santísima Trinidad es vida, en su
Nombre defendamos la vida, la familia, el matrimonio, de las falsas doctrinas e ideologías
que lo único que buscan es destruir y dañar la dignidad de la persona. El cristiano debe
actuar en nombre y para Gloria de la Santísima Trinidad.
Pbro. Carlos Salazar Soliz