Lectura Lealtad Mal Enfocada

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DESARROLLO PERSONAL - LECTURA

Caso: Lealtad mal enfocada

1.- Los hechos:

Joaquín era un empleado bancario al que todos apreciaban por su solidaridad, compañerismo
y lealtad hacia la institución. Era un hombre joven, soltero y sin más aspiración que hacer las
cosas bien hechas, para llegar algún día al reconocimiento de su buen desempeño por parte de
sus superiores. Cada tarde, al terminar con la atención al público, debía realizar un arqueo de
su caja en el que especificaba detalladamente todos los movimientos producidos en el día. En
varias oportunidades su jefe directo le solicitó canjear unos cheques por efectivo sin informar,
ante lo cual Joaquín accedió. Aunque él sabía que era incorrecto según las políticas del Banco,
accedía por tratarse de su jefe inmediato, un hombre leal y con muchos años dentro de la
empresa, lo que le permitió pensar que con este tipo de favores ninguno de los dos saldría
perjudicado. Efectivamente estos hechos no habían causado problema alguno, ya que se
mantenían en secreto y al momento de las auditorías internas, Joaquín era advertido por su
jefe.

Cierto día en la institución se realizó una auditoría general que no fue informada por los
superiores, contratando a una empresa externa, ya que el objetivo era detectar las
irregularidades que se estuvieran presentando internamente. Cuando la empresa de auditoría
externa revisó la caja de Joaquín se dio cuenta que había varias transacciones no informadas.
Joaquín fue llamado a rendir un informe de las transacciones no informadas, lo que comenzó a
complicarle la vida, ya que no pudo justificar satisfactoriamente estas acciones realizadas por
fuera de lo establecido en el Banco y tampoco informó que su jefe era quien le solicitaba este
tipo de transacciones, todo por “cuidar la espalda de su jefe inmediato”. Finalmente, Joaquín
reconoció como suya la falta.

El auditor al no quedar conforme con la explicación, emitió un informe de los hechos y solicitó
una revisión histórica de los arqueos, encontrándose que tales transacciones se habían
realizado en innumerables ocasiones. El resultado de este informe produjo el inevitable
despido de Joaquín, sin tener opción alguna a reclamo, ya que había faltado al reglamento
interno del banco.

Por otro lado, su jefe inmediato se hizo el desentendido ya que cualquier señal de estar
involucrado en este proceso, provocaría también su despido.

2. Temas Éticos involucrados: Abuso de Poder, Servilismo, Fortaleza, Justicia

En términos de Marie-France Irigoyen, estamos frente al típico caso de una relación perversa
de acoso moral que conduce entre otras cosas, al abuso de poder por parte del jefe hacia los
empleados. En este caso la víctima del abuso es una persona buena, transparente, pero a la
vez culpógena, que lo lleva siempre a estar asumiendo la culpa de las cosas que no funcionan a
su alrededor y a tratar de hacerlo todo de la mejor manera para la felicidad propia y de los
compañeros de trabajo. Esta obsesión por la perfección lo hace vulnerable ante las
pretensiones del jefe que busca favores por fuera de lo establecido por el banco, sin tener que
asumir la responsabilidad de los actos, pues ya tiene quien lo haga. El abuso de poder
normalmente requiere de seres humanos serviles, que obedecen sin preguntarse por qué lo
hacen, que no cuestionan en absoluto las órdenes y que asumen ingenuamente la
responsabilidad de las consecuencias. Podríamos afirmar que ambos casos son igual de
perversos; tanto el que abusa del poder como el servil son nocivos para la empresa, sobre todo
porque de cualquier manera estarán pasando por encima de las normas establecidas. Joaquín,
por un lado, está dispuesto a ocultar información para evitar el enojo de su superior a
sabiendas de que estaba cometiendo una falta grave y que podría costar su permanencia en
esta institución y el jefe, por otro lado, pasa por encima de las normas y de la dignidad de sus
empleados, pues los convierte en un medio para lograr sus propósitos, que no son los mismos
de la institución.

En el fondo la virtud que se compromete allí es la justicia, la cual, unidad a la fortaleza, le


permitiría a Joaquín recordar a su jefe que las transacciones no informadas son una falta grave
y que, por encima de su orden, están las normas del banco, las que no pueden ser sobre
pasadas ni siquiera por los jefes. Frente al despido de Joaquín, que lo merecía, su jefe también
debió tener parte de responsabilidad frente al hecho.

3. Desenlace

Luego de ser interrogado, Joaquín se dio cuenta de que su jefe lo había utilizado ya que en
ningún momento trató de ayudarlo o justificarlo. Luego de ser escuchado, el contralor decide
despedir a Joaquín acusándolo de no respetar el reglamento interno, que dice que toda
transacción debe ser informada al igual que toda orden que provenga de un superior, más aún
si evidentemente viola las normas bancarias; esto último porque el contralor sospechó que
alguien había ordenado estos movimientos bancarios, pero por no encontrar pruebas, ni la
acusación por parte de Joaquín, no podía generar más despidos. Es decir, el único que asumió
la responsabilidad de todo fue Joaquín.

Una vez solucionado el caso, el banco implementó una política de rotación de cargos,
asumiendo un costo alto en función de la transparencia que debe reinar en la entidad para
confianza y tranquilidad de los clientes.

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