Boletin 153
Boletin 153
Boletin 153
BOLETIN DE PASTORAL
PASTORAL
San Juan de los Lagos, Jal. Abril de 1995 Nº 153
A LOS SACRAMENTOS
Responsable:
Equipo diocesano de Liturgia
San Juan de los Lagos
SUMARIO:
Presentación .................................................... 1
Bautismo .......................................................... 2
Confirmación ................................................. 13
Penitencia ...................................................... 23
Eucaristía ....................................................... 34
Matrimonio .................................................... 42
Unción de enfermos ...................................... 47
Exequias ......................................................... 56
Presentacion de la
Encíclica "Evangelium Vitae" ............ 67
Cumpleaños y aniversarios ........................... 71
Agenda de Febrero ............................ Contraportada
PRAENOTANDA
A LOS SACRAMENTOS
+ BAUTISMO
+ CONFIRMACIÓN
+ PENITENCIA
+ EUCARISTÍA
+ MATRIMONIO
+ UNCIÓN DE ENFERMOS
(EXEQUIAS)
Nota: El taller para sacerdotes, del mes de enero de 1995, tuvo como
tema "La Liturgia", y más en concreto, los sacramentos. Se expresó ahí
la necesidad de que tanto los sacerdotes como los laicos, especialmente
los que colaboran en las pláticas presacramentales, conozcan, estudien
y apliquen a a su acción pastoral los «Praenotanda» de cada
sacramento. Es la razón por la que ahora se ofrecen.
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RITUAL DEL BAUTISMO DE NIÑOS
(15 de mayo de 1969)
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3
14. Los demás presbíteros y diáconos, por ser los Si el bautisterio está construido de manera que se
colaboradores del obispo y de los párrocos en su utilice una fuente de agua viva, se bendecirá la corrien-
ministerio, preparan al Bautismo y lo confieren tam- te de agua.
bién, de acuerdo con el obispo o el párroco. 22. Tanto el rito de la inmersión—que es más apto
15. Pueden ayudar al celebrante otros presbíteros o para significar la Muerte y Resurrección de Cristo—
diáconos, y también los laicos en las funciones que les como el rito de la infusión pueden utilizarse con todo
corresponden, tal como se prevé en las respectivas derecho.
partes del rito, sobre todo si el número de los bautizados 23. Las palabras con las cuales se confiere el Bau-
es muy grande. tismo en la Iglesia latina son: «Yo te bautizo en el
16. No habiendo sacerdote ni diácono, en caso de nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo».
peligro inminente de muerte, cualquier fiel, y aun 24. Dispóngase un lugar adecuado para la celebra-
cualquier hombre que tenga la intención requerida, ción de la liturgia de la Palabra, bien en el bautisterio,
puede, y algunas veces hasta debe, conferir el Bautis- bien en otro lugar del templo.
mo. Pero si no es tan inmediata la muerte, el sacramento
debe ser conferido, en lo posible, por un fiel y según el 25. El bautisterio—es decir, el lugar donde brota el
rito abreviado. Es muy importante que, aun en este agua de la fuente bautismal o, simplemente, está colo-
caso, esté presente una comunidad reducida, o, al cada permanentemente la pila—debe estar reservado al
menos, que haya, si es posible, uno o dos testigos. sacramento del Bautismo y ser verdaderamente digno,
de manera que aparezca con claridad que allí los
17. Todos los laicos, como miembros que son de un cristianos renacen del agua y del Espíritu Santo. Bien
pueblo sacerdotal, especialmente los padres y, por sea que esté situado en alguna capilla dentro o fuera del
razón de su oficio, los catequistas, las comadronas, las templo, bien esté colocado en cualquier parte de la
asistentes sociales, las enfermeras, los médicos y los iglesia, a la vista de los fieles debe estar ordenado de tal
cirujanos, deben tener interés por conocer bien, cada manera que permita la cómoda participación de una
cual según su capacidad, el modo correcto de bautizar asamblea numerosa. Una vez concluido el tiempo de
en caso de urgencia. Corresponde a los presbíteros, Pascua, conviene que el cirio pascual se conserve
diáconos y catequistas el instruirles. Cuiden los obis- dignamente en el bautisterio, durante la celebración del
pos de que dentro de su diócesis existan los medios Bautismo debe estar encendido, para que con facilidad
aptos para esta formación. se puedan encender en él los cirios de los bautizados.
III. Requisitos para celebrar el Bautismo 26. Aquellos ritos que, en la celebración del Bautis-
18. El agua del Bautismo debe ser agua natural y mo, se hacen fuera del bautisterio, deben realizarse en
limpia, para manifestar la verdad del signo y hasta por los distintos lugares del templo que respondan más
razones de higiene. adecuadamente tanto al número de los asistentes como
a las distintas partes de la liturgia bautismal. En cuanto
19. La fuente bautismal o el recipiente en que se a aquellos ritos que suelen hacerse en el bautisterio, se
prepara el agua cuando, en algunos casos, se celebra el pueden elegir también otros lugares más aptos, si la
sacramento en el presbiterio debe distinguirse por su capilla del bautisterio no es capaz para todos los
limpieza y estética. catecúmenos o para los asistentes.
20. Según las necesidades locales, provéase a la 27. Todos los niños nacidos recientemente serán
posibilidad de calentar el agua. bautizados, a ser posible, en común en el mismo día. Y
21. A no ser en caso de necesidad, el sacerdote y el si no es por justa causa, nunca se celebra dos veces el
diácono no deben bautizar sino con agua bendecida a sacramento en el mismo día y en la misma iglesia
este fin. El agua consagrada en la Vigilia Pascual 28. En su lugar se hablará más detalladamente del
consérvese, en lo posible, durante todo el tiempo pascual, tiempo del Bautismo, tanto de los adultos como de los
y empléese para afirmar con más claridad la conexión niños. De todos modos, a la celebración del sacramento
de este sacramento con el Misterio Pascual. se le debe dar siempre sentido pascual.
Pero, fuera del tiempo pascual, se bendice el agua en 29. Los párrocos deben anotar, cuidadosamente y
cada una de las celebraciones; de este modo, las mismas sin demora, en el libro de bautismos, los nombres de los
palabras de bendición del agua declaran abiertamente el bautizados, haciendo mención también del ministro, de
Misterio redentor que conmemora y proclama la Iglesia. los padres y padrinos, del lugar y del día del bautismo.
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IV. Adaptaciones que competen 33. Dado que el canto enriquece en gran manera la
a las Conferencias Episcopales celebración del Bautismo—porque aviva la unanimi-
30. A tenor de la Constitución sobre la Sagrada dad, fomenta la oración comunitaria y, finalmente,
Liturgia (art. 63b), compete a las Conferencias Episco- expresa la alegría pascual que debe manifestar este rito,
pales: preparar en los Rituales particulares el apartado procuren las Conferencias Episcopales estimular y
que corresponde a esta parte del Ritual Romano, aco- ayudar a los peritos en música, a fin de que musicalicen
modado a las necesidades peculiares de cada región, los textos litúrgicos con melodías aptas para el canto de
para que pueda emplearse en los respectivos países, los fieles.
una vez que haya sido confirmado por la Sede Apostó-
V. Acomodaciones que competen al ministro
lica.
34. Haga uso el ministro, gustosa y oportunamente,
En concreto, será propio de la Conferencia Episcopal
de las opciones que le ofrece el rito, según las circuns-
lo siguiente:
tancias, necesidades particulares y deseos de los fieles.
1) Determinar las adaptaciones a que se refiere el
35. Aparte de aquellas adaptaciones que se prevén
artículo 39 de la Constitución sobre la sagrada
en algunos diálogos y en las bendiciones del Ritual
liturgia.
Romano, pertenece al ministro, teniendo en cuenta las
2) Considerar cuidadosa y prudentemente aquello que diversas circunstancias, introducir otras acomodaciones,
conviene oportunamente admitir de las tradicio- de las cuales se habla más detalladamente en las intro-
nes y genio de cada pueblo, y, por tanto, proponer ducciones al Bautismo, tanto de adultos como de niños.
a la Sede Apostólica otras adaptaciones que se
consideren útiles o necesarias para introducirlas 2) EL BAUTISMO DE LOS NIÑOS
con su consentimiento.
I. Importancia del Bautismo de los niños
3) Retener o adaptar los elementos de los rituales 1. Con el nombre «niños» o «infantes» se entiende
particulares, siempre que sean compatibles con la aquellos que todavía no han llegado al uso de la razón
Constitución sobre la sagrada liturgia y con las y, por ello, no pueden profesar una fe propia.
necesidades actuales.
2. La Iglesia, que fue encargada de la misión de
4) Preparar la traducción de los textos, de tal manera evangelizar y de bautizar, bautizó ya, desde los primeros
que esté verdaderamente acomodada al espíritu siglos, no solamente a los adultos, sino también a los niños.
de cada lengua y cultura, y añadir las melodías Pues en la palabra del Señor: «A menos que uno nazca del
para el canto de aquellas partes que convenga agua y el Espíritu, no puede entrar en el Reino de Dios»,
cantar. ella entendió siempre que los niños no han de ser privados
5) Adaptar y completar las introducciones que en el del Bautismo, puesto que se les bautiza en la fe de la misma
Ritual Romano, a fin de que los ministros entien- Iglesia, la cual es proclamada por los padres, los padrinos
dan y hagan realidad la significación de los ritos. y las otras personas que se han reunido. Ellos representan
a la Iglesia local y a la sociedad entera de los santos y de
6) En los libros litúrgicos que deben editar las Confe- los fieles, es decir, a la madre Iglesia, que toda entera da
rencias Episcopales, ordenar la materia de la que a luz a todos y a cada uno.
parezca más útil al uso pastoral. 3. Para completar la verdad de este sacramento es
31. Teniendo principalmente en cuenta las normas necesario que los niños sean educados después en
de los números 37-40 y 65 de la Constitución sobre la aquella misma fe en que fueron bautizados, de lo cual
Sagrada Liturgia, en los países de misión pertenece a será fundamento el mismo sacramento que antes reci-
las Conferencias Episcopales el juzgar si ciertos ele- bieron. Pues la educación cristiana a que tienen dere-
mentos de iniciación que se encuentran en uso en cho los niños no busca otro fin que llevarlos poco a
algunos pueblos pueden ser acomodados al rito del poco a captar el designio de Dios en Cristo, para que
Bautismo cristiano, y decidir si se han de incorporar a puedan ratificar, finalmente, la fe en que fueron bauti-
él. zados.
32. Siempre que en el Ritual Romano se presente II. Funciones y ministerios en la celebración
más de una fórmula para elegir, los rituales particulares del Bautismo le los niños
pueden añadir otras del mismo tenor.
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El pueblo la profesión de fe, por ejemplo, porque no es católico,
4. El pueblo de Dios, es decir, la Iglesia, represen- puede guardar silencio; se le pide solamente que,
tada por la comunidad local, tiene una participación de habiendo solicitado el Bautismo del niño, provea para
gran importancia en el Bautismo de los niños, como la que éste sea educado en la fe bautismal o que, por lo
tiene también en el Bautismo de los adultos. Porque el menos, lo permita.
niño tiene derecho al amor y al auxilio de la comunidad, e) Después de conferido el Bautismo, los padres,
antes y después de la celebración de este sacramento. agradecidos a Dios y fieles al encargo recibido, tienen
Y, en el mismo rito, además de lo señalado en el número que guiar al niño para que vaya conociendo a Dios, de
7 de la introducción, a la iniciación cristiana, la comu- quien ha sido hecho hijo de adopción, y deben preparar-
nidad ejerce su función, después de la profesión de fe lo para que reciba la Confirmación y para que participe
de los padres y padrinos, manifestando su asentimiento en la santa Eucaristía; nuevamente, serán ayudados por
junto con el celebrante Así se demuestra claramente el párroco en este oficio, con los medios adecuados.
que la fe en la que son bautizados los niños no es
únicamente patrimonio de la sola familia, sino de toda Los padrinos
la Iglesia de Cristo. 6. Se puede admitir un padrino y una madrina para
cada niño; ambos son indicados con la palabra «padri-
Los padres
nos» en el desarrollo de la celebración.
5. En el Bautismo de los niños, el ministerio y
función de los padres tienen mayor importancia que el Los ministros
ministerio y función de los padrinos, por el mismo 7. Además de cuanto se ha indicado sobre el minis-
orden natural: tro ordinario en los números 11-15 de la introducción
a) Antes de la celebración de este sacramento, a la iniciación cristiana, hay que destacar ahora los
importa mucho que los padres, llevados por su propia puntos siguientes:
fe y ayudados por amigos y otros miembros de la a) corresponde a los pastores preparar a las familias
comunidad se preparen para una celebración conscien- para el Bautismo y ayudarlas después a cumplir la tarea
te, valiéndose de medios oportunos, como libros, folle- de educación cristiana que por ello recibieron; toca al
tos, catecismos destinados a la familia. El párroco obispo coordinar en su diócesis las iniciativas pastorales
procure visitarlos personalmente o por medio de otras a este respecto, con el auxilio de los diáconos y los
personas; trate también de hacer reuniones de varios laicos;
padres y madres, a fin de prepararlos, con exhortacio-
b) también es propio de los pastores preocuparse de
nes pastorales y con la oración común, para la celebra-
que cada celebración del Bautismo se haga con la
ción próxima.
dignidad debida y, en cuanto sea posible, esté propor-
b) Tiene suma importancia que los padres del niño cionada a las condiciones y a los deseos de las familias;
participen en la celebración en que su hijo renacerá por todo el que bautice debe realizar el rito cuidadosa y
el agua y por el Espíritu Santo. religiosamente y, además, mostrarse comprensivo y
c) Los padres del niño intervienen en la celebración afable con todos.
del Bautismo con una participación que les es propia: III. Tiempo y lugar para el Bautismo de los niños
además de atender a las exhortaciones que el celebrante
les dirige y de participar en la oración con toda la Tiempo
asamblea de los fieles, ejercen un verdadero ministerio 8. Respecto al tiempo para conferir el Bautismo,
en las partes siguientes: piden públicamente que el niño téngase presente, primeramente, la salvación del niño,
sea bautizado; lo signan en la frente, después del para no privarlo del beneficio de este sacramento;
celebrante; pronuncian la renuncia al demonio y la luego, la salud de la madre, para que ella también pueda
profesión de fe; llevan al niño hacia la fuente bautismal participar, en cuanto sea posible; finalmente, atendido
(en primer lugar, la madre); tienen en la mano el cirio el bien del niño, que es más importante, téngase tam-
encendido son bendecidos con fórmulas destinadas bién presente la necesidad pastoral, es decir, el lapso de
especialmente a las madres y a los padres de los tiempo suficiente para la preparación de los padres y el
bautizados. ordenamiento razonable de la celebración, de modo
d) Si alguno de los padres no quiere, tal vez, hacer que se manifieste la índole del rito como conviene.
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Por tanto 14. Conviene que los niños sean llevados a un lugar
a) si el niño se encuentra en peligro de muerte, sea separado mientras se celebra la liturgia de la Palabra.
bautizado sin demora. Sin embargo, hay que procurar que las madres y las
madrinas asistan a la liturgia de la Palabra; por lo cual,
b) en los otros casos, los padres pongan, cuanto los niños han de ser atendidos por otras personas.
antes, en conocimiento del párroco el futuro Bautismo,
incluso antes del nacimiento del niño, cuando el caso lo IV. Estructura de los ritos
permita, para que la celebración de este sacramento para el Bautismo de los niños
pueda ser preparada convenientemente;
Bautismo celebrado por el ministro ordinario
c) la celebración del Bautismo hágase dentro de las
primeras semanas después del nacimiento del niño; sin 15. El celebrante desarrollará el rito integro del
embargo, por razones más graves de orden pastoral, la Bautismo, como se describe aquí, ya se trate de un solo
Conferencia Episcopal puede establecer un intervalo niño, ya de varios, ya de un gran número de ellos,
de tiempo más largo; siempre que no haya peligro de muerte.
d) teniendo en cuenta las disposiciones de la Confe-
rencia Episcopal, corresponde al párroco fijar el tiem-
po en que van a ser bautizados los niños cuyos padres
no están preparados todavía para profesar la fe ni para
recibir el cargo de educarlos en la fe cristiana.
9. Para manifestar con claridad la índole pascual del
Bautismo, se recomienda celebrarlo en la Vigilia Pas-
cual, o bien en domingo, que es el día en que la Iglesia
conmemora la Resurrección del Señor. En domingo, el
Bautismo puede celebrarse también dentro de la misa,
para que toda la comunidad pueda participar en el rito
y la relación entre el Bautismo y la santa Eucaristía
aparezca más claramente; sin embargo, no se haga esto
con mucha frecuencia. Las normas para celebrar el
Bautismo en la Vigilia Pascual o en la misa dominical
serán indicadas más adelante.
Lugar
16. El rito comienza con la acogida de los niños, en
10. El Bautismo se celebrará, de ordinario, en la la cual se manifiesta la voluntad de los padres y de los
iglesia parroquial, la cual debe tener fuente bautismal; padrinos y el propósito de la Iglesia de celebrar el sacra
de este modo, se verá con claridad que el Bautismo es mento del Bautismo, voluntad y propósito que los
sacramento de la fe de la Iglesia y de la incorporación padres y el celebrante expresan con la signación de los
al Pueblo de Dios. niños en la frente.
11. Sin embargo, oído el párroco del lugar, el obispo
17. La liturgia de la Palabra de Dios, antes de la
puede permitir o mandar que haya fuente bautismal
acción del misterio, tiene por finalidad avivar la fe de
también en otra iglesia u oratorio público, dentro de los
los padres, de los padrinos y de todos los presentes e
límites de la misma parroquia. De ordinario, corresponde
implorar a Dios el fruto del sacramento mediante la
también al párroco celebrar el Bautismo en esos lugares.
oración común. Esta celebración de la Palabra de Dios
12. No se celebre el Bautismo en las casas privadas consta de una o varias lecturas de la Sagrada Escritura,
sino en peligro de muerte. de la homilía, que puede acompañarse de un momento
13. Si el obispo no ha establecido otra cosa, no se de silencio, y de la oración de los fieles, que se concluye
celebre el Bautismo en los hospitales o clínicas sino en con una oración redactada a modo de exorcismo, esta
caso de necesidad o cuando lo exija otra razón pastoral. oración introduce la unción prebautismal con el óleo de
Sin embargo, téngase siempre cuidado de que se dé los catecúmenos o la imposición de la mano.
aviso al párroco y de que haya antes la preparación 18. La liturgia del sacramento se desarrolla así:
oportuna de los padres.
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a) Preparación próxima, que consta de los siguien- a) En el artículo de la muerte, es decir, cuando el
tes elementos: peligro de muerte es inminente y el tiempo urge, el
ministro derrama el agua sobre la cabeza del niño
— oración solemne del celebrante, el cual, invocando
mientras dice la fórmula del Bautismo; se omite todo lo
a Dios y recordando su designio de salvación,
demás. El ministro usa agua natural, aunque no esté
bendice el agua del Bautismo o conmemora su
bendecida.
bendición
— renuncia al demonio y profesión de fe de los padres b) En cambio, si se juzga prudentemente que hay
y padrinos, a la que sigue el asentimiento del cele- tiempo suficiente, reunidos algunos fieles, cuando hay
brante y de la comunidad; entre ellos alguno que pueda dirigir una breve oración,
se usa el rito siguiente: después de una exhortación del
— última interrogación a los padres y padrinos.
que dirige sigue una breve oración de los fieles, la
b) Sigue la ablución con el agua y la invocación de profesión de fe de los padres o de un padrino, o de todos
la Santísima Trinidad. La ablución puede hacerse por los presentes y la infusión con el agua, con la fórmula
inmersión o por infusión, según las costumbres de los del Bautismo. Pero cuando las personas presentes
diversos lugares. carecen de instrucción religiosa, el fiel que dirige recita
c) El rito se completa con la unción con el santo en voz alta el símbolo de la fe y bautiza al niño
crisma, por la cual se significa el sacerdocio regio del seguidamente, tal como se ha indicado en el caso del
bautizado y su incorporación en la comunidad del peligro inminente de muerte.
pueblo de Dios, y, después, con la imposición de la 22. Cuando urge bautizar a un niño en peligro de
vestidura blanca, la entrega del cirio encendido y, si muerte, también los sacerdotes y los diáconos, por la
parece oportuno, con el rito effetá, que se propone en necesidad del momento, pueden emplear el rito más
forma opcional. breve descrito anteriormente. El párroco, o el sacerdote
19. Para prefigurar la futura participación en la con facultad para ello, no omita conferir la Confirma-
Eucaristía, después de una exhortación del celebrante, ción después del Bautismo si tiene a mano el santo
todos recitan, ante el altar, la oración dominical, con la crisma y hay tiempo para conferirla, suprimiendo, en
cual los hijos de Dios oran a su Padre, que está en el este caso, la unción postbautismal con el santo crisma.
cielo. Finalmente, para que abunde en todos la gracia de
Dios, las madres, los padres y todos los presentes V. Adaptaciones que corresponden
reciben la bendición del celebrante. a las Conferencias Episcopales y al obispo
23. Además de las adaptaciones previas para el
bautismo por catequistas
Bautismo de los niños y de los adultos en los números
20. En esta celebración breve, para uso de los 30-33 de la introducción a la iniciación cristiana, las
catequistas, en ausencia del ministro ordinario, se hace celebraciones del Bautismo de los niños admiten otras
el rito de acogida de los niños, la celebración de la adaptaciones episcopales.
Palabra de Dios o una exhortación del ministro y la
oración de los fieles. Ante la fuente bautismal, el 24. Como se indica en el mismo Ritual Romano
ministro pronuncia una oración, para invocar a Dios y dichas Conferencias pueden decidir sobre los siguien-
recordarle la historia de la salvación en lo referente al tes puntos:
Bautismo. Después de la ablución bautismal, se omite a) de acuerdo con las costumbres locales, la interro-
la unción con el santo crisma pero se dice la fórmula, gación sobre el nombre del niño que va a ser bautizado
convenientemente adaptada, y todo el rito concluye en puede hacerse de varias maneras, según que el nombre
la forma ordinaria. Se omiten pues, la oración en forma ya se haya puesto al niño o se le vaya a poner en el
de exorcismo, la unción prebautismal, con el óleo de los mismo acto del Bautismo
catecúmenos, la unción con el santo crisma y el rito b) la unción prebautismal con el óleo puede hacerse
effetá. más amplia y precisa;
Bautismo en peligro de muerte c) la fórmula de renuncia al demonio puede hacerse
21. Otra celebración más breve, que se usará, en más amplia y precisa;
ausencia del ministro ordinario, para bautizar a un niño d) en el Bautismo de muchos niños, si el número de
que se encuentra en peligro de muerte, presenta dos ellos es muy grande, puede omitirse la unción posbautiso
formas distintas: mal con el santo crisma;
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e) puede conservarse el rito effetá. — se proclaman las lecturas correspondientes al do-
25. Como sea que, en algunas regiones, los padres, mingo, pero en los domingos del tiempo de Navidad
a veces, no están preparados para la celebración del y del tiempo ordinario pueden proclamarse algunas
Bautismo, o bien piden que sus hijos sean bautizados, de las lecturas propuestas en el Leccionario para la
aunque después no serán educados cristianamente y celebración del Bautismo de los niños; cuando se
hasta perderán la fe, y como sea que no basta con prohibe celebrar la misa para el Bautismo, una de las
amonestar e interrogar a los padres, acerca de su fe, lecturas puede, sin embargo, tomarse del menciona-
durante la celebración del Bautismo, las Conferencias do Leccionario, teniendo en cuenta el bien pastoral
Episcopales pueden promulgar disposiciones para ayu- de los fieles y la índole del día litúrgico;
dar a los párrocos, en las cuales se establezca un — la homilía se hace sobre el texto sagrado, teniendo
intervalo de tiempo más largo antes de la celebración en cuenta la celebración del Bautismo;
del Bautismo. — no se recita el símbolo, puesto que toda la comuni-
26. Corresponde al obispo decidir si en su diócesis dad hace la profesión de fe antes del Bautismo;
los catequistas pueden hacer libremente la homilía o — la oración de los fieles se elige entre las propuestas
deben hacerla leyendo un texto escrito. en la celebración del Bautismo de los niños, pero al
final, antes de las invocaciones a los santos, se
VI. Acomodaciones que corresponden al ministro
añaden las súplicas por la Iglesia y por las necesida-
27. En las reuniones en las que se prepara a los des del mundo; se concluye con la oración de
padres para el Bautismo de los niños es de mucha exorcismos y la unción prebautismal o la imposi-
importancia que las instrucciones se acompañen de ción de la mano;
oraciones y ritos. Para esto serán de gran utilidad los
c) sigue la celebración del Bautismo;
diversos elementos que se proponen en la celebración
del Bautismo de los niños para la liturgia de la Palabra. d) después, continúa la misa en la forma acostum-
28. Cuando el Bautismo de los niños se confiere brada, a partir del ofertorio;
dentro de la Vigilia Pascual, la celebración se desarro- e) para dar la bendición final, el sacerdote puede
lla en la forma siguiente: valerse de una de las fórmulas propuestas en la celebra-
a) antes de la celebración de la Vigilia, a la hora y ción del Bautismo de los niños.
en el lugar que sea conveniente, se hace el rito de 30. Cuando el Bautismo de los niños se confiere dentro
acogida de niños, terminado el cual se suprime, si de la misa ferial, la celebración se desarrolla como se ha
parece oportuno, la liturgia de la Palabra, se dice la indicado para el domingo, pero en la liturgia de la Palabra
oración de exorcismo y se hace la imposición de la las lecturas se pueden tomar siempre del Leccionario para
mano o la unción prebautismal con el óleo de los la celebración del Bautismo de los niños.
catecúmenos;
31. De conformidad con lo que se dice en el número
b) la liturgia del sacramento tiene lugar después de 34 de la introducción a la iniciación cristiana, corres-
la bendición del agua, como se indica en las rúbricas de ponde al ministro hacer ciertas acomodaciones que son
la Vigilia Pascual; exigidas por las mismas circunstancias, por ejemplo:
c) omitida la entrega del cirio encendido y toda la
a) cuando la madre de un niño ha muerto al dar a luz,
conclusión del rito, sigue el desarrollo de la Vigilia
téngase en cuenta en la exhortación inicial, en la
Pascual con la renovación de la profesión de fe de la
oración común y en la bendición final;
comunidad, etc.
29. Cuando el Bautismo de los niños se confiere b) en el diálogo con los padres, téngase en cuenta la
dentro de la misa dominical, se dice la misa del día o, respuesta de ellos; cuando no han dicho: El Bautismo,
en los domingos del tiempo de Navidad y del tiempo sino: La fe, o: La gracia de Cristo, o: La incorporación
ordinario, la misa para el Bautismo; la celebración se a la Iglesia, o: La vida eterna, al darles respuesta, el
desarrolla en la forma siguiente: ministro no dirá: El Bautismo..., sino, según convenga,
La fe..., o: La gracia de Cristo, etc.;
a) el rito de acogida de los niños se hace al comenzar
la misa, por lo cual se omiten en ésta el saludo y el acto c) el rito de presentación en la iglesia de un niño ya
penitencial; bautizado está redactado solamente para un niño que
b) en la liturgia de la Palabra: fue bautizado en peligro de muerte; puede, sin embar-
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go, adaptarse también a otras situaciones urgentes, por La Iglesia se manifiesta como el fruto de la fe en
ejemplo: cuando el niño fue bautizado en tiempo de Jesús: una plataforma de amor y comunión; lugar de la
persecución religiosa o durante una discordia transito- fraternidad alcanzada, en el que el compartir y el
ria entre sus padres. servicio sean su único motivo de existir.
El creyente, viviendo en la comunión de sus herma-
3) EL RITUAL DEL BAUTISMO
nos, hace efectiva su fe, se capacita para seguir ade-
El sacramento del Bautismo, junto con el de la lante en el camino, comparte sus esperanzas y dificul-
Eucaristía, es el gesto más lleno de sentido que celebra tades, celebra los logros, invoca a Dios—como última
la comunidad cristiana. En el Bautismo confluye todo instancia—y de esta manera se carga de energía a fin
el misterio de la vida: el pasado del pecado—superado de realizar su servicio a la comunidad humana, de la
el presente del hombre nuevo—en vías de alcanzarse— que es ciudadano.
y la esperanza del mundo definitivo—al que la fe ha
dado crédito—. 3. INAUGURA LA SOLIDARIDAD CON CRISTO
Este sacramento encierra infinidad de matices, Quien cree en Jesús participa de su mismo espíritu,
desarrollados a lo largo de la experiencia cristiana, adquiere un talante, entra dentro de la corriente de
algunos de los cuales queremos dejar subrayados en atracción y comunión con él.
esta presentación. La solidaridad es una categoría clave para entender
la experiencia del creyente con relación a Jesús: apun-
1. ES SACRAMENTO DE LA FE tados a la misma causa, caminantes por la misma senda,
El Bautismo sella la primera respuesta del hombre mirando a la misma meta y, sobre todo, en comunica-
al plan de Dios sobre su vida individual y colectiva. Se ción, agarrados de la mano, unidos, identificados.
configura a lo largo del difícil camino de la conversión El amor a Jesús, la comunión con él, la presencia de
que ha respondido a la llamada. Esta conversión su mismo impulso vital, el conectar con su onda sono-
radical, en la que se pone en juego toda la persona, se ra, el hundir las raíces en la misma tierra en la que él
le plantea a todo hombre normal en el momento crítico maduró, el fiarse del rumor salvador del que él se fió,
de su vida. el arraigo de los mismos sentimientos, reacciones y
La conversión bautismal encara al inicialmente praxis que él tuvo, el vivir su misma fe y amar con el
creyente con la opción fundamental de la fe y su amor que él amó y sentirse alentado por esa misma
configuración práctica. Opción que se dirige hacia los esperanza..., son aspectos de esa profunda solidaridad
valores básicos del Evangelio, resumidos en el amor que el creyente experimenta cuando se proclama se-
universal, con preferencia hacia el más débil. guidor de Jesús.
El amor cristiano es práctico e histórico; se concre- En la muerte de Jesús mueren los que creen en él:
ta en una praxis correcta del convertido en medio de la con la misma desesperada confianza que él tuvo y en
sociedad en que vive. lucha contra las fuerzas que destruyen al hombre y al
Cuando el creyente que ha emprendido la senda del mundo de Dios. Se muere con él, para salir regenerado
Evangelio se encuentra, según el discernimiento de sus y participar de la vida. Se es solidario también con su
hermanos, maduro en la conversión, recibe el sacra- resurrección.
mento de la fe en su último gesto: el agua y la entrada 4. SACRAMENTO DEL HOMBRE NUEVO
en la comunidad.
Regeneración, vida nueva, nacimiento de lo alto,
2. SE LE LLAMA SACRAMENTO DE INCORPORACIÓN A participación de la resurrección, primicias de la nueva
LA COMUNIDAD creación, revestidos de Jesús, creaturas del mundo
La fe en Jesús llega, generalmente, por el testimo- futuro, hijo de Dios, hombre del espíritu, ungido..., son
nio de la Iglesia y es en su seno en el que el inicialmente imágenes que expresan la radicalidad de la acción del
creyente quiere ser bautizado, para vivir en fraterni- Espíritu de Dios y su efecto en el creyente.
dad el ideal de vida de Jesús. En efecto: el Bautismo es como un alumbramiento,
La comunidad que anuncia el Evangelio se presen- un renacer. En él la Iglesia se siente madre. En el seno
ta a sí misma como el ámbito en el que es posible vivir de las aguas, la pila bautismal, se da a luz la nueva
sin rodeos les valores de las bien aventuranzas. vida. Conceptos propiamente bautismales son: vida,
fecundidad, exuberancia, nacimiento.
pág.
10
El hombre nuevo en ciernes tiene una misión: máticamente unidos, con tal de que los padres fueran
anunciar la buena noticia o evangelio de la llegada de bautizados, aunque no fueran creyentes.
la creación definitiva. La vida del creyente en la El nuevo ritual refleja la conciencia de la Iglesia de
sociedad es la proclamación de la sentencia condena- tomar lo más en serio posible el Bautismo concedido a los
toria de este mundo caduco y el anuncio de que la niños, a fin de que no sea un gesto estéril.
coyuntura para comentar a edificar el mundo nuevo Esta preocupación surge por estas razones:
está ya presente.
—Los niños «son bautizados (no por su fe personal, sino)
Tareas específicas del bautizado son: vivir las en la fe de la misma Iglesia, proclamada por los
obras de la luz en medio de las tinieblas, luchar contra padres, padrinos y demás presentes» (Rit. n.8).
las obras y estructuras de la injusticia, mantener el tipo —«el Bautismo... por parte del hombre requiere respues-
en el choque con el príncipe de este mundo, enfrentarse ta y conversión; esto es: fe personal, cuando el hom-
rebeldemente a la estructura de pecado del mundo, bre sea capaz de ello... (Esto) en los niños es exigencia
buscar afanosamente las solidaridades de los hombres posterior (al Bautismo), de tal manera que si esta
y grupos sociales que llevan en sus manos el futuro de exigencia no se cumple, el Bautismo queda, de alguna
una historia nueva. manera infructuoso» (Rit. n.87).
El Reino de Dios, al que se ha dado crédito y según —por lo tanto, los niños «han de ser educados después en
el cual se ha orientado la opción global de la vida, lleva la fe en «que han sido bautizados» (Rit. n.9).
consigo una praxis muy concreta. —en cuya educación los padres tienen un puesto princi-
La conversión bautismal sólo es verdadera cuando pal e insustituible: «Después de recibido el Bautismo,
se viven las obras de la fe. El creyente no puede servir los padres... deben conducir al niño al conocimiento
a dos señores: a Dios y al dinero. Actitud bautismal es de Dios... En esta tarea el párroco les prestara ayuda,
jugarse todo a una carta: vender todo para comprar el con medios adecuados» (Rit. n.15e).
campo que esconde el tesoro; arriesgar la vida, para Se ha de desarrollar, por consiguiente, una acción pas-
retenerla; dejar las redes para emprender el trabajo de toral, previa al Bautismo, que vaya en consonancia
la liberación. ¿Acaso el bautizado no ha profesado con el respeto debido al sacramento y al niño y con la
amar a Dios y al mundo con todo su corazón y sus preponderancia del papel de los padres.
fuerzas? Hoy se va perfilando claramente un principio pastoral: la
fe sincera de los padres es condición para poder
SUGERENCIAS PASTORALES administrar el Bautismo a su hijo.
N. B.—Nos referi-
mos sólo al Bautismo de En consecuencia, los padres:
niños. En nuestra Igle- —tienen que solicitar positivamente el Bautismo, tanto
sia es raramente difícil como paso previo para su preparación cuanto «como
que se presenten bau- conclusión del diálogo prebautismal» (Rit. n.15c.59).
tismos de adultos, en —una vez pedido el Bautismo, se ha de comenzar la
cuyo ritual se encontra- preparación al Bautismo de los hijos. «Es muy impor-
rán indicaciones sufi- tante que, antes de la celebración del sacramento, los
cientes. padres, movidos por su propia fe o ayudados por
Partimos del hecho amigos u otros miembros de la comunidad, se prepa-
real, común hoy, de que la Iglesia bautiza a los niños. «La ren a una celebración consciente recurriendo a me-
Iglesia... bautizó ya desde los primeros siglos, no sólo a dios adecuados» (Rit. n.15a):
adultos, sino también a los niños» (Rit. n.8). • Lecturas,
ANOTACIONES PARA LA PASTORAL • reuniéndose varios matrimonios que tienen que
bautizar hijos,
1. CONSECUENCIAS PARA LA PASTORAL DEL BAUTIS- • orando en común,
MO DERIVADAS DE SER SACRAMENTO DE LA FE
• haciendo cursillos para los padres (Rit. n.58).
1.1. Quehacer pastoral con los padres del nuevo bautizado Estas reuniones previas de los responsables de la
Posiblemente se ha acabado ya la época en que comunidad con los padres tienen una gran importancia;
nacimiento y Bautismo estaban indisoluble y auto- por ningún motivo deberían suprimirse. El ritual narra
la riqueza y posibilidades que encierran: «Para prepa-
pág.
11
rar adecuadamente a los padres... para el cumplimiento de cauces de educación en la fe y la preparación de los
de su misión es necesario que a la celebración del educadores o catequistas. «La maternidad de la Igle-
Bautismo preceda el dialogo con un sacerdote o con sia se ejerce, en el caso de los niños, no sólo... por
otras personas responsabilizadas en la pastoral bautis- el Bautismo, sino también por el cuidado, educa-
mal. Este diálogo pretende: hacerles reflexionar sobre ción y desarrollo de esa fe que en él recibieron...»
las motivaciones de la petición del Bautismo, ayudán- (Rit. n.90). En la catequesis, la comunidad debe abrir el
doles a que esta petición sea un verdadero ejercicio de corazón del niño al don de Dios, ofrecerle el conocimien-
fe; preparar el rito...; en muchos casos, realizar una to de la fe y ayudarle en el camino de la conversión (Rit.
elemental catequesis del sacramento; en otros, incluso n. 95-97).
una catequesis general (para) educación de la fe...
La corresponsabilización de los miembros de la co-
alguna vez, con padres descristianizados, evangelizar
munidad en la educación de la fe, por medio del ejemplo
en sentido pleno o sensibilitar para una posterior evan-
y el ministerio catequético, es un signo de la comunión y
gelización» (Rit. n.57).
solidaridad de los fieles entre sí (Rit. n.12,14).
—Esta preparación de los padres termina cuando son
consientes de las exigencias del Bautismo (Rit. n.59), 2. CONSECUENCIAS PARA LA PASTORAL DEL BAU-
cuando asumen con garantías el papel ministerial que les TISMO DERIVADAS DE SER SACRAMENTO DE IN-
corresponde en la celebración (Rit. n.15b-c) y cuando CORPORACIÓN A LA COMUNIDAD
aceptan la responsabilidad de la catequesis posterior.
La comunidad tiene un puesto destacado, insustitui-
El fin de toda esta acción pastoral persigue «reavivar ble, en la celebración del Bautismo. Es la Iglesia local,
una fe activa» (Rit. n.3), ya que «la familia es llamada ámbito en el que se concentra la fe de la Iglesia universal
Iglesia doméstica y en ella los padres han de ser para con (Rit. n.11).
sus hijos los primeros predicadores de la fe, tanto con su
palabra como con su ejemplo» (Rit. n. 95-97). Los fieles no pueden permanecer indiferentes al Bau-
tismo, sino que «deben sentirse solidariamente responsa-
1.2 Los padrinos bles del crecimiento de la Iglesia, considerando como
misión de todos el comunicar por los sacramentos la vida
En el nuevo ritual han pasado a un segundo término. de Cristo a nuevos miembros» (Rit. n.12).
«La función de los padres está muy por encima del
ministerio y funciones de los padrinos» (Rit. n.15). En el mismo desarrollo del sacramento, la comuni-
dad tiene un papel muy importante que ejecutar, «dando
El padrino tiene una función subsidiaria: representa
su asentimiento, juntamente con el celebrante, después
a la familia y a la Iglesia, para ayudar a los padres en la
de la profesión de fe de los padres» (Rit. n.13); de tal
educación de la fe del niño La elección del padrino debe
manera que «toda la comunidad reunida para la cele-
mirar a la fe: un hombre adulto en la vida cristiana. Huir
bración del Bautismo cumple un verdadero oficio litúr-
de los padrinos elegidos con criterios de dinero o de
gico con sus intervenciones en los momentos señala-
posibilidad de promoción social.
dos» (Rit. n.14).
1.3. La comunidad He aquí por qué el ritual, siguiendo un principio
El niño es bautizado en la fe de la Iglesia universal básico de la reforma litúrgica, pida que en la celebración
representada por la Iglesia local. Esto exige la del Bautismo esté presente la comunidad. «La naturaleza
responsabilización de la Iglesia local en la fe del niño. de este sacramento y la misma estructura del rito exigen
«Para completar la verdad del sacramento conviene que una celebración comunitaria... Una celebración sin co-
sean educados después en la fe en que han sido bautiza- munidad deberá constituir siempre una excepción... Con
dos» (Rit. n.9 y 8). esto se trata de... destacar la índole del Bautismo como
Esta labor pedagógica de la fe es «prolongada y agregación a una comunidad viva» (Rit. n. 95-97).
compleja» (Rit. n. 10) y supone «la colaboración de El Bautismo es una celebración, y, por lo tanto, debe
muchos responsables» (ibíd.). No compete sólo a los buscarse el clima festivo de quienes celebran el naci-
ministros, padres y familiares; «la formación cristiana es miento, la regeneración, la esperanza y el alumbramien-
tarea que incumbe muy seriamente al pueblo de Dios»; to de la nueva creación. La alegría profunda, manifesta-
«es, pues, muy importante que los catequistas y otros da en cantos, flores, luces y ambiente festivo, junto con el
laicos presten su colaboración» (Rit. n.11). ágape fraternal, debe ser una característica del sacra-
La planificación pastoral debería tener en cuenta que mento del Bautismo. La Iglesia crece con cada miembro
bautizar no es un acto pasajero, lleva consigo la creación que se profesa decidido a seguir el camino de Jesús.
pág.
12
CONFIRMACION
1) CONSTITUCION APOSTOLICA
«DIVINAE CONSORTIUM NATURAE»
SOBRE EL SACRAMENTO DE LA CONFIRMACION
L
a participación de la naturaleza divina que los comprenderlas fácilmente
hombres reciben como don mediante la gracia de y participar en ellas por
Cristo tiene cierta analogía con el origen, el medio de una celebración
crecimiento y el sustento de la vida natural. En efecto, plena, activa y comunita-
los fieles renacidos en el Bautismo se fortalecen con el ria».
sacramento de la Confirmación y, finalmente, son ali- Para conseguir esto he-
mentados en la Eucaristía con el manjar de la vida mos querido que en este
eterna, y así, por medio de estos sacramentos de la trabajo de revisión se inclu-
iniciación cristiana, reciben cada vez con más abundan- yesen también aquellos ele-
cia los tesoros de la vida divina y avanzan hacia la mentos que pertenecen a la esencia misma del rito de la
perfección de la caridad. Con toda razón han sido Confirmación, por el cual los fieles reciben el Espíritu
escritas las siguientes palabras: «Se lava la carne para como don.
que se purifique el alma; se unge la carne para que se
consagre el alma; se marca la carne para que también El Nuevo Testamento deja bien claro en qué modo
sea protegida el alma; se somete la carne a la imposición el Espíritu Santo asistía a Cristo en el cumplimiento de
de la mano para que también el alma sea iluminada por su función mesiánica. Jesús, en efecto, después de
el Espíritu; se alimenta la carne con el Cuerpo y Sangre haber recibido el bautismo de Juan, vio descender sobre
de Cristo para que también el alma se sacie de Dios». sí el Espíritu Santo (Mc 1,10), que permaneció sobre él
(cf. Jn 1,32). Fue también impulsado por el mismo
El Concilio Ecuménico Vaticano II, consciente de su Espíritu confortado con su presencia y ayuda, a dar
responsabilidad pastoral, ha puesto particular cuidado y comienzo públicamente el ministerio mesiánico. Cuan-
atención en estos sacramentos de la iniciación, prescri- do Jesús impartía sus saludables enseñanzas al pueblo
biendo que sus ritos respectivos fuesen oportunamente de Nazaret, dio a entender con sus palabras que era a
revisa dos y así se adapten mejor a la comprensión de El a quien se refería el oráculo de Isaías: «el Espíritu del
los fieles. Habiendo entrado ya en vigor el Ritual del Señor está sobre mí» (cf. Lc 4,17-21).
Bautismo de Niños, renovado según lo dispuesto por el
mismo Concilio Ecuménico y publicado por nuestro Prometió además a sus discípulos que el Espíritu
mandato, se ha creído conveniente publicar ahora el rito Santo les ayudaría también a ellos, infundiéndoles alien-
de la Confirmación para que de esta forma quede más to para dar testimonio de la fe, incluso delante de sus
clara la unidad de la iniciación cristiana. perseguidores. La víspera de su pasión aseguró a los
Apóstoles que enviaría de parte del Padre el Espíritu de
En el curso de estos años se ha dedicado realmente
verdad (Jn 15,26) el cual permanecería con ellos para
un enorme y cuidadoso trabajo a la revisión de las
siempre (Jn 14,16) y les ayudaría eficazmente a dar
modalidades de la celebración de este sacramento, la
testimonio de sí mismo (Jn 15,26). Finalmente, después
intención ha sido, obviamente, la de procurar poner más
de la resurrección, Cristo prometió la inminente venida
en claro la íntima conexión de este sacramento con todo
del Espíritu Santo: «Cuando el Espíritu Santo descienda
el ciclo de la iniciación cristiana. Ahora bien: el vínculo
sobre vosotros, recibiréis fuerza para ser mis testigos»
que une la Confirmación con los demás sacramentos del
(Act 1,8; cf. Lc 24,49).
mismo ciclo no se pone suficientemente de manifiesto
por el solo hecho de que los ritos estén más coordinados El día de la fiesta de Pentecostés, el Espíritu Santo
entre sí, sino también por el gesto y las palabras con los descendió realmente, de un modo extraordinario, sobre
que se confiere la Confirmación. De esta forma se los Apóstoles reunidos con María, Madre de Jesús, y
conseguirá que los ritos y las palabras de este sacra- con los demás discípulos: quedaron tan llenos de El (cf.
mento «expresen con mayor claridad las cosas santas Act 2,4) que, inflamados por el soplo divino, comenza-
que significan y, en lo posible, el pueblo cristiano pueda ron a proclamar las maravillas de Dios. Pedro declaró
pág.
13
además que el Espíritu que descendió así sobre los En Occidente se encuentran testimonios muy anti-
Apóstoles era el don de los tiempos mesiánicos (cf. Act guos sobre aquella parte de la iniciación cristiana, en la
2,17-18). Fueron entonces bautizados los que habían que más tarde se ha reconocido claramente el sacra-
creído en la predicación apostólica, y recibieron ellos mento de la Confirmación. Efectivamente, después de
también el don del Espíritu Santo (Act 2,38). Desde la ablución bautismal y antes de recibir el alimento
aquel tiempo, los Apóstoles, en cumplimiento de la eucarístico, se indican otros gestos a realizar, como la
voluntad de Cristo, comunicaban a los neófitos, median- unción, la imposición de la mano y la consignatio, los
te la imposición de manos, el don del Espíritu Santo, cuales se hallan contenidos tanto en los documentos
destinado a contemplar la gracia del Bautismo (cf. Act litúrgicos... como en muchos testimonios de los Padres
8,15-17; 19,5ss). Esto explica por qué en la Carta a los entonces, y a lo largo de los siglos surgieron discusiones
Hebreos se recuerda, entre los primeros elementos de y dudas acerca de los elementos indispensables a la
la formación cristiana, la doctrina del bautismo y de la esencia del rito de la Confirmación.
imposición de manos (cf. Heb 6,2). Es esta imposición Es oportuno recordar, por lo menos, algunos de
de manos la que ha sido con toda razón considerada por aquellos testimonios que, desde el siglo XIII, contribu-
la tradición católica como el primitivo origen del sacra- yeron no poco en los Concilios Ecuménicos y en los
mento de la Confirmación, el cual perpetúa, en cierto documentos de los Sumos Pontífices a ilustrar la impor-
modo en la Iglesia la gracia de Pentecostés. tancia de la crismación, sin olvidar por eso la imposición
De todo esto aparece clara la importancia peculiar de las manos.
de la Confirmación respecto a la iniciación sacramental, Inocencio III, nuestro predecesor, escribió: «Con la
«por la cual los fieles, como miembros de Cristo vivien- crismación en la frente se designa la imposición de la
te, son incorporados y asimilados a El por el Bautismo, mano, que también se llama confirmación, ya que, por
y también por la Confirmación y la Eucaristía». En el medio de ella, se da el Espíritu Santo para el crecimiento
Bautismo, los neófitos reciben el perdón de los pecados, y robustecimiento».
la adopción de hijos de Dios y el carácter de Cristo, por
el cual quedan agregados a la Iglesia y se hacen Otro predecesor nuestro, Inocencio IV, recuerda
partícipes inicialmente del sacerdocio de su Salvador que los Apóstoles comunicaban el Espíritu Santo con la
(cf. 1 Pe 2,5 y 9). Con el sacramento de la Confirmación imposición de la mano, representada por la confirma-
los renacidos en el Bautismo reciben el don inefable, el ción o la crismación en la frente. En la Profesión de fe
mismo Espíritu Santo, por el cual «son enriquecidos con del emperador Miguel Paleólogo, leída en el segundo
una fuerza especial» y marcados por el carácter del Concilio de Lyón, se hace mención del sacramento de
mismo sacramento, «quedan vinculados más perfecta- la Confirmación, que los obispos confieren mediante la
mente a la Iglesia», mientras son más estrictamente imposición de las manos, ungiendo con el crisma a los
obligados a difundir y defender con la palabra y las obras bautizados. El Decreto Pro Armenis, del Concilio de
la propia fe «como auténticos testigos de Cristo» ‘. Florencia, afirma que la materia del sacramento de la
Finalmente, la Confirmación está tan vinculada con la Confirmación es el crisma, confeccionado con aceite...
Eucaristía, que los fieles, marcados ya por el Bautismo y bálsamo, y citando las palabras de los Hechos de los
y la Confirmación, son injertados de manera plena en el Apóstoles que se refieren a Pedro y Juan, los cuales
Cuerpo de Cristo mediante la participación de la Euca- confirieron el Espíritu Santo con la imposición de las
ristía. manos (cf. Act 8,17), añade: «en lugar, pues, de aquella
imposición de la mano, en la Iglesia se da la confirma-
Ya desde los primeros tiempos, el don del Espíritu ción», El Concilio de Trento, aunque de ninguna manera
Santo era conferido en la Iglesia con diversos ritos. intenta definir el rito esencial de la Confirmación, sin
Estos han ido sufriendo, tanto en Oriente como en embargo, lo designa con el solo nombre de sagrado
Occidente múltiples modificaciones, pero han conser- crisma de la Confirmación, Benedicto XIV declaró:
vado siempre el significado de la comunicación del «Por tanto, hay que afirmar esto, que está fuera de
Espíritu Santo. discusión: que en la Iglesia latina se confiere el sacra-
En muchos ritos de Oriente parece que, ya antigua- mento de la Confirmación usando el Sagrado Crisma, o
mente, prevaleció para la comunicación del Espíritu sea, aceite de oliva mezclado con bálsamo y bendecido
Santo el rito de la crismación, el cual no se distinguía aún por el obispo y haciendo el ministro la señal de la cruz
claramente del Bautismo. Tal rito conserva todavía hoy en la frente del confirmando mientras el mismo ministro
su vigor en la mayor parte de las Iglesias orientales. pronuncia las palabras de la forma».
pág.
14
Muchos teólogos, teniendo en cuenta estas declara- cemos que, en adelante, sea observado en la Iglesia
ciones y tradiciones sostuvieron que para la administra- latina cuanto sigue:
ción válida de la Confirmación se requería solamente la
El sacramento de la Confirmación se confiere me-
unción del Crisma, hecha en la frente con la imposición
diante la unción del crisma en la frente, que se hace con
de la mano, sin embargo, en los ritos de la Iglesia latina
la imposición de la mano, y mediante las palabras
se prescribía siempre la imposición de las manos antes
«Accipe signaculum doni Spíritus Sancti» (Recibe por
de la unción de los confirmandos.
esta señal el don del Espíritu Santo).
Respecto a las palabras del rito con que se comunica
Sin embargo, la imposición de las manos sobre los
el Espíritu Santo, hay que advertir que, ya en la
elegidos, que se realiza con la oración prescrita antes de
naciente Iglesia, Pedro y Juan, al terminar la iniciación
la crismación, aunque no pertenece a la esencia del rito
de los bautizados en Samaría, oraron por ellos para que
sacramental, hay que tenerla en gran consideración, ya
recibiesen el Espíritu Santo, y después impusieron las
que forma parte de la perfecta integridad del mismo rito
manos sobre ellos (cf. Act 8,15-17). En Oriente, duran-
y favorece la mejor comprensión del sacramento. Está
te los siglos IV y V, aparecen en el rito de la Crismación
claro que esta primera imposición de las manos, que
los primeros indicios de las palabras: signaculum doni
precede, se diferencia de la imposición de la mano con
Spiritus Sancti. Bien pronto tales palabras fueron
la cual se realiza la unción crismal en la frente.
recibidas por la Iglesia de Constantinopla y son emplea-
das todavía por las Iglesias de rito bizantino. Establecidos y declarados todos estos elementos
referentes al rito esencial del sacramento de la Confir-
En Occidente, al contrario, las palabras de este rito,
mación, aprobamos también, con Nuestra Autoridad
que completa el Bautismo, hasta los siglos XII y XIII no
Apostólica, el Ritual del mismo sacramento revisado
estaban claramente determinadas. Pero en el Pontifical
por la Sagrada Congregación para el Culto Divino,
Romano del siglo XII aparece por primera vez la
después de consultar a las Sagradas Congregaciones
fórmula que después se hizo común: «Yo te marco con
para la Doctrina de la Fe, para la Disciplina de los
el signo de la cruz y te confirmo con el crisma de la
Sacramentos y para la Evangelización de los Pueblos,
salvación. En el nombre del Padre, y del Hijo, y del
en todo lo que atañe a materia de su competencia.
Espíritu Santo».
La edición latina del Ritual, que contiene el nuevo
Está claro, por todo lo que hemos recordado, que en
rito, entrará en vigor apenas sea publicado, mientras que
la administración de la Confirmación en Oriente y en
las ediciones en lengua vulgar, preparadas por las
Occidente, aunque de modo diverso, el primer puesto lo
Conferencias Episcopales y confirmadas por la Santa
ocupó la crismación, que representa de alguna manera
Sede, entrarán en vigor a partir del día que sea estable-
la imposición de las manos usada por los Apóstoles. Y
cido por cada Conferencia; el antiguo Ritual podrá ser
dado que aquella unción con el crisma significa conve-
usado hasta finalizar el año 1972. Sin embargo, a partir
nientemente la unción espiritual del Espíritu Santo que
del primero de enero de 1973 deberá ser usado sola-
se da a los fieles, Nos queremos confirmar la existencia
mente el nuevo Ritual.
y la importancia de la misma.
Todo lo que hemos establecido y prescrito queremos
Acerca de las palabras que se pronuncian en el acto
que tenga, ahora y en el futuro, pleno vigor en la Iglesia
de la crismación, hemos apreciado en su justo valor la
latina; sin que obste, aunque hubiese lugar, las Consti-
dignidad de la venerable fórmula usada en la Iglesia
tuciones y Normas Apostólicas dadas por nuestros
latina; sin embargo, creemos que a ella se debe preferir
predecesores y demás disposiciones, incluso dignas de
la fórmula antiquísima, propia del rito bizantino, con la
especial mención.
que se expresa el don del mismo Espíritu Santo y se
recuerda la efusión del Espíritu en el día de Pentecostés Dado en Roma, junto a San Pedro, el 15 de agosto,
(cf. Act 2,1-4 y 38). En consecuencia, adoptamos esta Festividad de la Asunción de la Beatísima Virgen
fórmula traducida casi literalmente. María, del año 1971, IX de nuestro pontificado.
Por tanto, a fin de que la revisión del rito de la PABLO PP. VI
Confirmación también comprenda oportunamente la
esencia misma del rito del sacramento, con Nuestra
Suprema Autoridad Apostólica decretamos y estable-
pág.
15
2) OBSERVACIONES GENERALES PREVIAS local; principalmente se obtendrá si todos los candidatos
se reúnen en una celebración común. Todo el Pueblo de
(PRAENOTANDA) Dios, representado por los familiares y amigos de los
confirmandos y por los miembros de la comunidad local,
1. Importancia de la confirmación será invitado a participar en esta celebración y se
1. Los bautizados avanzan por el camino de la esforzará en manifestar su fe con los frutos que ha
iniciación cristiana por medio del sacramento de la producido en ellos el Espíritu Santo.
Confirmación, por el que reciben la efusión del Espíritu 5. Según costumbre, a cada uno de los confirmandos
Santo, que fue enviado por el Señor sobre los Apóstoles le asiste un padrino, que lo lleva a recibir el sacramento,
en el día de Pentecostés. lo presenta al ministro de la Confirmación para la unción
2. Por esta donación del Espíritu Santo los fieles se sagrada y lo ayuda después a cumplir fielmente las
configuran más perfectamente con Cristo y se fortale- promesas del Bautismo, según el Espíritu Santo que ha
cen con su poder, para dar testimonio de Cristo y recibido.
edificar su Cuerpo en la fe y la caridad. El carácter o el Teniendo en cuenta las circunstancias pastorales de
signo del Señor queda impreso de tal modo, que el hoy día es conveniente que el padrino del Bautismo, si
sacramento de la Confirmación no puede repetirse. está presente, sea también el padrino de la Confirma-
ción, abrogándose el canon 786,1. Así, se manifiesta
II. Funciones y ministerios
más claramente la unión entre el Bautismo y la Confir-
en la celebración de la Confirmación
mación y se hace más eficaz el ministerio y la misión del
3 Al Pueblo de Dios le corresponde principalmente padrino.
preparar a los bautizados para recibir el sacramento de
Sin embargo, de ningún modo se excluye la facultad
la Confirmación. Y los pastores deben procurar que
de elegir un padrino propio de la Confirmación. También
todos los bautizados lleguen a la plena iniciación cristia-
los mismos padres pueden presentar a sus hijos. Al
na y, por tanto, se preparen con todo cuidado para la
Ordinario del lugar le compete, teniendo en cuenta las
Confirmación.
circunstancias locales, establecer el modo de proceder
Los catecúmenos adultos, que han de recibir la que se ha de observar en su diócesis.
Confirmación inmediatamente después del Bautismo,
6. Los pastores de almas procurarán que el padrino,
gozarán de la ayuda de la comunidad cristiana y princi-
elegido por el confirmando o por su familia, sea espiri-
palmente de la formación que reciben durante el tiempo
tual mente idóneo para el oficio que recibe y esté
del catecumenado, y a la que contribuyen los catequis-
revestido de estas dotes:
tas, los padrinos y los miembros de la Iglesia local, y
también de la catequesis y de las celebraciones rituales a) tenga madurez suficiente para cumplir esta fun-
comunitarias. La organización de este mismo ción;
catecumenado se adaptará oportunamente a los que, b) pertenezca a la Iglesia católica y esté iniciado en
bautizados de niños, se acercan a la Confirmación en los tres sacramentos: Bautismo, Confirmación y Euca-
edad adulta. ristía;
A los padres cristianos corresponde ordinariamente c) no esté impedido por el derecho a ejercer la
mostrarse solícitos por la iniciación de los niños a la vida función de padrino.
sacramental, bien formando en ellos el espíritu de fe y
7. El ministro originario de la Confirmación es el
aumentándoselo gradualmente, bien preparándoles a
obispo. Ordinariamente el sacramento es administrado
una fructuosa recepción de los sacramentos de la
por él mismo, con lo cual se hace una referencia más
Confirmación y de la Eucaristía, siendo ayudados,
abierta a la primera efusión del Espíritu Santo en el día
oportunamente, por las instituciones que se dedican a la
de Pentecostés. Pues, después que se llenaron del
formación catequética.
Espíritu Santo, los mismos Apóstoles lo transmitieron a
Esta función de los padres se manifiesta también por los fieles por medio de la imposición de las manos. Así,
medio de su activa participación en la celebración de los la recepción del Espíritu Santo por el ministerio del
sacramentos. obispo demuestra más estrechamente el vínculo que
4. Se procurará que la acción sagrada sea festiva y une a los confirmados a la Iglesia y el mandato recibido
solemne, pues ésta es su significación para la Iglesia de dar testimonio de Cristo entre los hombres.
pág.
16
Además del obispo, por el mismo derecho tienen y para una más plena comprensión del sacramento.
facultad de confirmar: Cuando algunos presbíteros acompañan al ministro
a) El Administrador Apostólico que no sea obispo, el principal en la administración del sacramento, hacen al
Prelado o Abad nullius, el Vicario o Prefecto Apostó- mismo tiempo que él la imposición de las manos sobre
lico, el Vicario Capitular, dentro de los límites de su todos los candidatos, pero en silencio.
territorio y durante su ministerio.
b) El presbítero que legítimamente ha recibido la
misión de bautizar a un adulto o a un niño de edad
catequética, o admite a un adulto bautizado válidamente
a la plena comunión de la Iglesia.
c) En peligro de muerte, cuando no se pueda fácil-
mente recurrir al obispo, o éste se encuentre legítima-
mente impedido, pueden también confirmar: los párro-
cos y vicarios parroquiales y, en su ausencia, los vicarios
coadjutores; los presbíteros que rigen parroquias pecu-
liares debidamente constituidas; los ecónomos; los vica-
rios sustitutos y los vicarios auxiliares. En ausencia de
todos los dichos cualquier sacerdote que no tenga
censura ni pena canónica.
8. Cuando se da una verdadera necesidad o causa
especial, como sucede algunas veces por razón del gran
número de confirmandos, tanto el ministro de la Confir-
mación del que se habla en el número 7 como el ministro Todo el rito tiene una doble significación. Por la
extraordinario que confiere el sacramento por especial imposición de las manos sobre los confirmandos, hecha
indulto de la Sede Apostólica o por determinación del por el obispo y por los sacerdotes concelebrantes, se
derecho, puede admitir a otros presbíteros para que actualiza el gesto bíblico con el que se invoca el don del
juntamente con él administren el sacramento. Espíritu Santo de un modo muy acomodado a la com-
Es necesario que estos presbíteros: prensión del pueblo cristiano. En la unción del crisma y
en las palabras que la acompañan se significa claramen-
a) O bien tengan un ministerio o cargo peculiar en la
te el efecto del don del Espíritu Santo. El bautizado,
diócesis, a saber: sean o Vicarios Generales, o Vicarios
signado por la mano del obispo con el aceite aromático,
o Delegados Episcopales, o Vicarios de zona o regiona-
recibe el carácter indeleble, señal del Señor, al mismo
les, o los que, por disposición del Ordinario, tengan
tiempo que el don del Espíritu, que le configura más
función parecida.
perfectamente con Cristo y le confiere la gracia de
b) O bien sean párrocos del lugar en que se adminis- derramar «el buen olor» entre los hombres.
tra la Confirmación, o párrocos del lugar al que perte-
necen los confirmandos o presbíteros que han trabajado 10. El sagrado Crisma es consagrado por el obispo
especialmente en la preparación catequética de los en la misa, que ordinariamente se celebra el Jueves
confirmandos. Santo con esta finalidad.
pág.
17
Por lo que se refiere a los niños, en la Iglesia latina procúrese que, en la medida de lo posible, se haga una
la Confirmación suele diferirse hasta alrededor de los conveniente preparación espiritual.
siete años. No obstante, si existen razones pastorales,
11. La Confirmación se tiene normalmente dentro
especialmente si se quiere inculcar con más fuerza en
de la misa, para que se manifieste más claramente la
los fieles su plena adhesión a Cristo, el Señor, y la
conexión de este sacramento con toda la iniciación
necesidad de dar testimonio de él, las Conferencias
cristiana, que alcanza su culmen en la Comunión del
Episcopales pueden determinar una edad más idónea,
Cuerpo y de la Sangre de Cristo. Por esa razón, los
de tal modo que el sacramento se confiera cuando los
confirmandos participan de la Eucaristía, que completa
niños son ya algo mayores y han recibido una conve-
su iniciación cristiana.
niente formación.
En el caso de que los confirmandos sean niños que
En este caso tómense las debidas cautelas, para que aún no han recibido la Eucaristía, y que en esta acción
si se presentase peligro de muerte o cualquier otra grave litúrgica no van a hacer la primera comunión, o cuando
dificultad, los niños sean confirmados en su tiempo otros motivos particulares lo aconsejen, confiérase
oportuno, incluso antes del uso de razón, para que no se fuera de la misa. Cuando la Confirmación es adminis-
vean privados del bien del sacramento. trada sin misa, debe preceder una celebración sagrada
12. Para recibir la Confirmación se requiere estar de la Palabra de Dios.
bautizado. Además, si el fiel tiene ya uso de razón, se Siempre que la Confirmación se confiera dentro de
requiere que esté en estado de gracia, convenientemen- la misa, es conveniente que el ministro de la Confirma-
te instruido y dispuesto a renovar las promesas bautis- ción celebre la misa, más aún, la concelebre principal-
males. mente con los presbíteros que le acompañan para la
Corresponde a las Conferencias Episcopales deter- administración del sacramento.
minar con más precisión con qué ayudas pastorales los Si la misa es celebrada por otro, es conveniente que
candidatos, principalmente los niños, han de ser prepa- el obispo presida la liturgia de la Palabra, haciendo todo
rados para la Confirmación. lo que compete ordinariamente al celebrante, al final de
la misa dará su bendición.
En lo que se refiere a los adultos, manténganse los
principios, oportunamente adaptados, que están vigen- Debe darse el mayor relieve a la celebración de la
tes en cada una de las diócesis para admitir a los Palabra de Dios con que comienza el rito de la Confir-
catecúmenos al Bautismo y a la Eucaristía. Cuídese mación. De la escucha de la Palabra de Dios proviene
principalmente que a la Confirmación preceda una la multiforme acción del Espíritu Santo sobre la Iglesia
catequesis adecuada y que se facilite a los candidatos y sobre cada uno de los bautizandos o confirmandos y
una convivencia eficaz y suficiente con la comunidad se manifiesta la voluntad del Señor en la vida de los
cristiana y con cada uno de los fieles para que reciban cristianos.
la ayuda necesaria, de tal modo que los candidatos Debe darse gran importancia a la recitación de la
puedan adquirir la formación adecuada para dar testi- oración dominical (Padre nuestro), que hacen los
monio de vida cristiana y ejercer el apostolado; así su confirmandos juntamente con el pueblo, ya sea dentro
deseo de participar en la Eucaristía podrá ser sincero de la misa antes de la comunión ya fuera de la misa antes
(cf. Observaciones previas sobre la iniciación cristiana de la bendición, porque es el Espíritu el que ora en
de los adultos, n.19). nosotros, y el cristiano en el Espíritu dice: «Abba,
A veces, la preparación de un adulto bautizado para Padre».
la Confirmación coincide con su preparación para el 14. En un libro especial el párroco inscribirá los
matrimonio. Siempre que en estos casos se prevea que nombres de los ministros, de los confirmados, de los
no pueden cumplirse las condiciones que se requieren padres y padrinos, el día y el lugar de la Confirmación
para una fructuosa recepción de la Confirmación, el además de hacer la oportuna anotación en el libro de
Ordinario del lugar juzgará si es más oportuno retrasar bautizados, según manda el derecho.
la Confirmación para una fecha posterior a la celebra-
15. Si el párroco propio del confirmado no ha estado
ción del matrimonio.
presente, el ministro que ha conferido la Confirmación
Cuando se ha de administrar la Confirmación en bien por sí mismo o bien por otro, se lo debe hacer saber
peligro de muerte a un fiel dotado de uso de razón, lo antes posible.
pág.
18
IV. Adaptaciones que pueden hacerse b) Sedes para el obispo y para los presbíteros que le
en el rito de la Confirmación ayudan.
16 Compete a las Conferencias Episcopales, en c) Una vasija (o vasijas) con el sagrado Crisma.
virtud de la Constitución de la sagrada liturgia (art.63b),
d) El Pontifical Romano o el Ritual.
preparar en los Rituales particulares el rito de la Confir-
mación que corresponda al rito de la Confirmación del e) Todo lo necesario para la celebración de la misa y
Pontifical Romano y se adapte a las necesidades de la comunión bajo las dos especies si se distribuye
cada región, para que, reconocido por la Sede Apostó- de esta forma—cuando la Confirmación es ad-
lica, se pueda usar en las regiones pertinentes. ministrada dentro de la misa.
17. Teniendo en cuenta las circunstancias de los f) Lo necesario para lavarse las manos después de la
lugares y la idiosincrasia y tradiciones de los pueblos, la unción de los confirmandos.
Conferencia Episcopal considerará si es oportuno,
3) RITUAL DE LA CONFIRMACIÓN
a) Adaptar convenientemente las fórmulas de reno-
vación de promesas y de profesión de fe bautismal, bien El hombre no se hace cristiano por sus maneras
sea proponiendo el mismo texto del Ritual del Bautismo, de pensar ni por sus obras. Al hombre le hace
bien acomodando las fórmulas para que respondan cristiano la acción pascual de Dios en Cristo, que
mejor a la condición de los confirmandos. le conduce a unas maneras de pensar y obrar
cristianas por medio de los sacramentos de la
b) Determinar otro modo para que el ministro dé la
iniciación, que, como todos los sacramentos, son
paz después de la unción, ya sea a cada uno, ya a todos
sacramentos de la fe. Los tres sacramentos de la
juntos.
iniciación son como las tres fases de un único
18. El ministro podrá, en cada uno de los casos y movimiento: del tránsito del hombre a Dios, de la
teniendo en cuenta la condición de los confirmandos, carne al Espíritu.
introducir en el rito algunas moniciones y acomodar
Los sacramentos de la iniciación son distintos y
oportunamente las ya existentes, por ejemplo, propo-
semejantes. Distintos, porque cada uno de ellos con-
niéndolas en forma dialogada, principalmente cuando se
duce a un nivel de profundidad distinto en el misterio
trata de niños, etc.
de Cristo. Semejantes, porque cada uno de ellos hace
Cuando la Confirmación es administrada por un ahondar en el mismo Misterio de Cristo. Por esto, con
ministro extraordinario, bien sea por concesión del dere- toda propiedad puede hablarse del GRAN SACRAMEN-
cho general, bien por un peculiar indulto de la Sede TO DE LA INICIACIÓN CRISTIANA. Por esto también, los
Apostólica, conviene que en la homilía recuerde que el tres sacramentos se han de celebrar enlazados entre
Obispo es el ministro originario del sacramento, y explí- sí, según su dinámica interna
quese la razón por la que el derecho o la Sede Apostólica
La Confirmación prolonga, por lo tanto, el mis-
concede la facultad de confirmar a los presbíteros.
terio bautismal y ahonda en él. Es el sacramento que
V. Cosas que hay que preparar lleva el Bautismo a su plenitud. Esta plenitud y
continuidad se manifiestan en los textos bíblicos (en
19. Para la administración de la Confirmación pre-
ocasiones los mismos) elegidos para la liturgia de la
párense:
Palabra de ambos sacramentos y en el desarrollo
a) Las vestiduras sagradas requeridas para la cele- del rito, por ejemplo, en la crismación posbautismal,
bración de la misa, tanto para el obispo como para los que enlaza ambos sacramentos, y se omite cuando
presbíteros que le ayudan—si los hay—y concelebran se suceden inmediatamente.
cuando la Confirmación es administrada dentro de la
El sacramento del Espíritu ha de estar en el centro
misa, la misa es celebrada por otro, conviene que el
de todo ejercicio de caridad, oración, ascesis, com-
ministro de la Confirmación y los presbíteros que le
portamiento cristiano en la Iglesia y ante el mundo,
acompañan en la administración del sacramento parti-
revisión de vida individual y comunitaria... «Nadie
cipen en la misa revestidos con los ornamentos prescri-
puede decir: ¡Jesús es Señor! si no es bajo la acción
tos para la Confirmación, es decir, alba y estola, y para
del Espíritu Santo». En este Espíritu ha de radicar, de
el ministro de la Confirmación, pluvial, estas vestiduras
forma peculiar, una de las actividades más decisivas
se utilizan también cuando la Confirmacion es adminis-
en la Iglesia de hoy: la discreción de espíritus, indivi-
trada fuera de la misa.
dual y colectiva, sobre los signos de los tiempos.
pág.
19
Los dones del Espíritu se otorgan «según la «responsables» de la pastoral de la Confirmación.
medida de la donación de Cristo». Esos dones son ¿Quiénes son en concreto, estos responsables?
el origen, por lo mismo, de la unidad y pluralidad de
formas de santidad en la Iglesia: de la vocación al Los padres
ministerio, al testimonio del Reino futuro (vida A partir del Bautismo, ellos son los principales
religiosa), al servicio temporal preparatorio del responsables de la educación de la fe de sus hijos.
Reino (vida secular) de unas y otras modalidades en A ellos les corresponde, de una manera especial, la
las diversas vocaciones cristianas. tarea de preparar a sus hijos y de iniciarles en la
vida sacramental. Su deber es animar, ayudar,
LA VIDA EN EL ESPIRITU orientar y acompañar a los hijos en todas las etapas
Parece que hablar hoy del Espíritu, y, por con- sacramentales. No como quien impone un compor-
siguiente, del sacramento de la Confirmación, se tamiento establecido o una norma necesaria, sino
hace especialmente difícil. El hombre actual vive como quien sabe que lo más importante es la
situaciones que parecen bloquear su sensibilidad personalización de una fe en la libertad, a partir de
espiritual, acceso indispensable para una vivencia una palabra viva y de un ejemplo constante. La
del Espíritu. actitud y el comportamiento de los padres influirá
poderosamente en los confirmandos, cualquiera
Lo más contrario a esa sensibilidad espiritual es la
que sea su edad, si bien ha de adaptarse a las
mentalidad materialista. Valoración absoluta de lo útil
circunstancias.
y práctico. Supravaloración del tener sobre el ser.
Los hombres de nuestro tiempo necesitan una La comunidad
especial preevangelización que les permita captar Si los niños fueron bautizados «en la fe de la
la realidad del Espíritu de Dios, partiendo de las Iglesia» expresada en una comunidad particular,
vivencias humanas espirituales auténticas. será también ésta la que debe cumplir su compromi-
No es posible vivir en el Espíritu sin una cuidada so, educando la fe de sus miembros, acompañándo-
vida interior. Para ello es necesario desarrollar nues- les en este avanzar progresivo a la plena incorpo-
tra capacidad de introspección mediante el silencio, la ración en el misterio total de Cristo. Así como los
reflexión y la plegaria. Serios obstáculos encontramos padres realizan su tarea dentro de la comunidad
también en el mundo de hoy para ello. Pero se hace del cristiana, de igual modo el pueblo de Dios concretiza
todo necesario el rescate de unas determinadas «zo- su misión y la realiza a través de una comunidad. Es
nas verdes» en nuestra vida para evitar la contamina- esta comunidad la que originariamente tiene la
ción de lo íntimo y lo transcendente. responsabilidad de educar a sus miembros en la fe
Hoy es muy dificil concretar una reglamentación y conducirlos a la madurez cristiana a través de las
modélica para el cultivo de esta vida interior. Cada distintas etapas sacramentales.
hombre deberá encontrar su camino concreto, pero Los padrinos
deberá tener alguno si quiere sobrevivir.
Los padrinos son, a la vez, un signo de la
Sólo podemos señalar algunas exigencias gene- extensión de la «Iglesia doméstica» y una manifes-
rales que toda vida espiritual auténtica deberá tación concreta del compromiso de la Iglesia uni-
respetar: que su montaje tenga un serio fundamento versal, que personaliza sus responsabilidades den-
bíblico; que se valore como su expresión primordial tro de la Iglesia local. A ellos les compete también
la participación litúrgica y que su estructuración sea (sobre todo si son los mismos padrinos del bautis-
flexible para no venirse abajo en un mundo tan mo) el colaborar en la preparación de los
cambiante como el nuestro. confirmandos al sacramento y el contribuir, con su
palabra y con su testimonio, a la perseverancia en
RESPONSABLESDE LAPASTORALDE LACONFIRMACIÓN
la fe y en la vida cristiana auténtica de los ahijados.
El Sacramento de la Confirmación supone toda Los padrinos, lejos de ser una figura decorativa,
una acción pastoral, prolongada y compleja, que deben tomar conciencia de su verdadera responsa-
exige el esfuerzo y la colaboración de todas aque- bilidad, tanto respecto a los confirmandos como en
llas personas interesadas mas o menos directamen- relación con la familia, la Iglesia local y la Iglesia
te en la educación humana y religiosa de los universal. Su puesto es intermedio, pero su misión
confirmandos. A estas personas las llamamos los
pág.
20
puede ser decisiva para el futuro cristiano del decir que la iniciación en la fe y en los sacramentos
confirmando. de la Eucaristía y de la Penitencia, y la progresiva
maduración y crecimiento cristiano y eclesial du-
Los catequistas y educadores rante las etapas de la infancia y de la adolescencia
Deben ser personas equilibradas y formadas, constituye una buena preparación remota para el
capaces no de dar una charla o una catequesis, sacramento de la Confirmación.
sino, sobre todo, de entrar en contacto con las
La preparación próxima.—Pero de la misma ma-
familias, de dirigir un grupo, de ayudarle a re-
nera que los demás sacramentos necesitan una
flexionar y a madurar, de sintonizar con la menta-
preparación y catequesis intensiva, el sacramento
lidad y las inquietudes de los muchachos. Sólo a
de la Confirmación tiene una serie de aspectos
partir de un conocimiento personal de sus proble-
fundamentales que, aunque no pertenezcan exclu-
mas podrá el catequista ayudarles a acogerlos y
sivamente a la Confirmación, hacen una referencia
comprenderlos, en un clima de diálogo e interés, a
especial a ella y deben ser objeto de una catequesis
nivel de las posibilidades reales.
específica de preparación al sacramento.
La catequesis de la Confirma-
ción debe estar centrada sobre la
figura del Espíritu Santo y su fun-
ción en la Iglesia y en nosotros,
subrayando los efectos que el mis-
mo Espíritu produce en la Confir-
mación, recordados por la consti-
tución Lumen Gentium (n.11).
La preparación y catequesis
intensiva debe prolongarse por un
periodo de tiempo no inferior, a
ser posible, a cuatro semanas, para
Los sacerdotes poder permitir una asimilación serena y una incor-
Evidentemente, los sacerdotes tienen un puesto poración sólida de las actitudes de fe y del mensaje
primordial como educadores y animadores mas que con ellas se quiere transmitir. Esta preparación
responsables de toda la acción pastoral de la de los confirmandos debe coronarse, a ser posible,
comunidad cristiana. A ellos les corresponde des- con un retiro espiritual que, en un ambiente de ora-
pertar y condividir responsabilidades, buscar cola- ción y paz, les permita recordar los temas y reflexio-
boradores y formar catequistas, ofrecer el material nes catequéticas, prepararse más inmediatamente a
y los medios necesarios, orientar y coordinar los la recepción del sacramento, insistiendo en el signi-
esfuerzos y las tareas que emprende la comunidad ficado de los ritos, reconciliarse con el Señor y con
que presiden. la Iglesia mediante el sacramento de la Penitencia,
reproducir, en una palabra, la preparación de los
LA PREPARACIÓN Y CELEBRACIÓN DEL SACRAMENTO Apóstoles al gran día de Pentecostés.
La preparación remota.—El sacramento de la La celebración de la Confirmación debe caracteri-
Confirmación esta íntimamente vinculado a los de- zarse por la participación activa de todo el pueblo
más sacramentos de la iniciación y vida sacramental de Dios, representado no sólo por los padrinos,
de los niños y adolescentes, y a todo el proceso de padres y parientes, sino también, en cuanto sea
educación en la fe y de incorporación progresiva a posible, por sus amigos y familiares, por sus vecinos
la vida de la Iglesia.. Por eso, tanto cuando se y por algunos miembros de la comunidad parro-
administra a niños como cuando se administra a quial y educativa. Esto es importante sobre todo en
adolescentes, debe estar enmarcado en el conjunto el caso de que la celebración no se pueda realizar
de la acción pastoral infantil y juvenil. Y dentro de en la catedral o la parroquia, como debe ser la
esta acción pastoral tiene especial importancia la norma general, sino en templos o capillas de cole-
catequesis realizada por los distintos responsables gios en los que también se ha realizado la prepara-
e instituciones educativas. De esta manera podemos ción al sacramento.
pág.
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La celebración de la Confirmación debe consti- que deben tenerse en cuenta para discernir el
tuir una manifestación del misterio de la Iglesia momento de la Confirmación.
animada por el Espíritu Santo, agrupada en torno
Se trata de alcanzar la mayor maduración de fe
al Pastor de la diócesis, en marcha hacia el Reino,
posible, según las circunstancias, sin alterar ni el
dispuesta a dar testimonio ante los hombres de la
desarrollo normal de la catequesis ni la dinámica
redención obrada en la cruz. Debe subrayar la
intrínseca de los tres sacramentos de la iniciación:
íntima relación de la Confirmación con los demás
Bautismo, Confirmación y Eucaristía, tal como la ha
sacramentos de la iniciación cristiana. Para ello los
concebido siempre la Iglesia.
confirmandos harán la renovación de las promesas
del Bautismo y, a ser posible, celebraran su Confir- Según esto es necesario tener en cuenta, conjun-
mación dentro de la Misa, después de la homilía y tamente, los siguientes criterios:
antes de las preces de los fieles. a) Clima familiar cristiano
El número de los confirmandos no debiera pasar Si se ha cumplido la promesa de los padres al
de cincuenta, para evitar no sólo un aspecto masivo pedir el Bautismo, se puede seguir aplicando el
y anónimo en la celebración, sino también una criterio del Bautismo a la Confirmación, aunque el
prolongada duración que impide participar con niño no hubiera alcanzado la deseada madurez de fe.
gusto y activamente.
—Si no se ha cumplido (es el caso de familiares
El tiempo más adecuado para la preparación
claramente descristianizados), se impone esperar a
intensiva de la Confirmación es el de Cuaresma,
que el interesado tenga la edad suficiente como
como en la antigua preparación a la iniciación
para poder determinarse por si mismo.
cristiana. El mas adecuado para la recepción de la
Confirmación es el tiempo pascual, sobre todo en la b) Desarrollo catequético
cercanía del tiempo de Pentecostés. Aunque se Sin haber terminado la primera síntesis, se esti-
celebre fuera de este tiempo es necesario salvar ma que no se tiene una elemental comprensión de
esta unidad y conexión con el Misterio pascual y la los contenidos de la fe, y antes de este tiempo no se
Iglesia local. debe celebrar la Confirmación.
Es importante que la celebración de la Confir- Pero no se trata de poseer unos conocimientos,
mación centre especialmente su atención en la sino de haber cumplido unas etapas en las que, a la
presencia y función del obispo en la comunidad par que las nociones, se van aprendiendo las acti-
eclesial. La presencia del obispo representa mucho tudes cristianas expresadas en las actividades que
más que el papel de ser el ministro del Sacramento. las canalizan y verifican. Se trata de realizar una
Es sobre todo la vinculación con una comunidad auténtica educación de la fe, no una mera instruc-
mas amplia que la parroquial o local, presidida por ción sobre la fe.
el obispo, a la que el confirmado se incorpora más c) Desarrollo de la personalidad
perfectamente.
La psicología moderna afirma que el uso de
Para poder dar más relieve y celebrarla con más razón ahora se alcanza mucho antes de los siete
frecuencia es conveniente no vincularla a la visita años, y, en cambio, la responsabilidad que a esa
pastoral necesariamente. La Confirmación, por si edad antes se atribuía, ahora se reserva para
misma, tiene un contenido y una importancia que se edades mucho mas avanzadas, en las que el sujeto
justifica por si sola, al margen de la visita pastoral. es capaz de obligaciones.
CRITERIOS PARA DISCERNIR EL MOMENTO DE CELE- d) Relación con la primera comunión
BRAR LA CONFIRMACIÓN El orden ontológico de los sacramentos de ini-
Es conveniente no hablar de «edad» para reci- ciación es: Bautismo, Confirmación y Eucaristía.
bir el sacramento de la Confirmación. Y mucho Los mismos argumentos que se invocan para
menos es aconsejable establecer con carácter nor- retrasar la Confirmación, valen igual, o más, para
mativo una edad mínima, ya que las circunstancias retrasar la primera comunión si a un bautizado no
pastorales concretas pueden favorecer una dila- se le ve apto para la primera comunión; y si se le ve
ción. Por eso es mejor sugerir los capitales criterios apto para la primera comunión, antes, si es posible,
se le debe conferir la Confirmación.
pág.
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RITUAL DE LA PENITENCIA
(2 de diciembre de 1973)
pág.
24
le afligió. Conviene, pues, que la pena impuesta sea Jesús. En estas confesiones los fieles deben esforzarse
realmente remedio del pecado cometido y, de algún principalmente para que, al acusar sus propias culpas
modo, renueve la vida. Así el penitente, «olvidándose de veniales, se vayan conformando más y más a Cristo y
lo que queda atrás» (Flp 3,13), se injerta de nuevo en el sean cada vez más dóciles a la voz del Espíritu.
misterio de la salvación y se encamina de nuevo hacia Pero para que este sacramento llegue a ser realmen-
los bienes futuros. te fructuoso en los fieles, es necesario que arraigue en
d) Absolución.—Al pecador que manifiesta su la vida entera de los cristianos y los impulse a una
conversión al ministro de la Iglesia en la confesión entrega cada vez más fiel al servicio de Dios y de los
sacramental Dios le concede su perdón por medio del hermanos.
signo de la absolución, y así el sacramento de la La celebración de este sacramento es siempre una
Penitencia alcanza su plenitud. En efecto, de acuerdo acción en la que la Iglesia proclama su fe, da gracias a
con el plan de Dios, según el cual la humanidad y la Dios por la libertad con que Cristo nos liberó y ofrece su
bondad del Salvador se han hecho visibles al hombre, vida como sacrificio espiritual en alabanza de la gloria
Dios quiere salvarnos y restaurar su alianza con noso- de Dios y sale al encuentro de Cristo que se acerca.
tros por medio de signos visibles.
Así, por medio del sacramento de la Penitencia, el III. Los oficios y ministerios
en la reconciliación de los penitentes
Padre acoge al hijo que retorna a él, Cristo toma sobre
sus hombros a la oveja perdida y la conduce nuevamen- Función de la comunidad en la celebración de la peni-
te al redil y el Espíritu Santo vuelve a santificar su templo tencia
o habita con él con mayor plenitud; todo ello se manifies-
8. Toda la Iglesia, como pueblo sacerdotal, actúa de
ta al participar de nuevo, o con más fervor que antes, en
diversas maneras al ejercer la tarea de reconciliación
la mesa del Señor, con lo cual estalla un gran gozo en el
que le ha sido confiada por Dios. No sólo llama a la
convite de la Iglesia de Dios por la vuelta del hijo desde
penitencia por la predicación de la Palabra de Dios, sino
lejanas tierras.
que también intercede por los pecadores y ayuda al
Necesidad y utilidad de este sacramento penitente con atención y solicitud maternal, para que
reconozca y confiese sus pecados, y así alcance la
7. De la misma manera que las heridas del pecado
misericordia de Dios, ya que sólo él puede perdonar los
son diversas y variadas, tanto en la vida de cada uno de
pecados. Pero, además, la misma Iglesia ha sido cons-
los fieles como de la comunidad, así también es diverso
tituida instrumento de conversión y absolución del peni-
el remedio que nos aporta la penitencia. A aquellos que
tente por el ministerio entregado por Cristo a los Após-
por el pecado grave se separaron de la comunión con el
toles y a sus sucesores.
amor de Dios, el sacramento de la Penitencia les
devuelve la vida que perdieron. A quienes caen en El ministro del sacramento de la Penitencia
pecados veniales, experimentando cotidianamente su
debilidad, la repetida celebración de la penitencia les 9. a) La Iglesia ejerce el ministerio del sacramento
restaura las fuerzas para que puedan alcanzar la plena de la Penitencia por los obispos y presbíteros, quienes
libertad de los hijos de Dios. llaman a los fieles a la conversión por la predicación de
la Palabra de Dios y atestiguan e imparten a éstos el
a) Para recibir fructuosamente el remedio que nos perdón de los pecados en nombre de Cristo y con la
aporta el sacramento de la Penitencia, según la dispo- fuerza del Espíritu Santo.
sición del Dios misericordioso, el fiel debe confesar al
sacerdote todos; y cada uno de los pecados graves que Los presbíteros, en el ejercicio de este ministerio,
recuerde después de haber examinado su conciencia. actúan en comunión con el obispo y participan de la
potestad y función de quien es el moderador de la
b) Además, el uso frecuente y cuidadoso de este
disciplina penitencial.
sacramento es también muy útil en relación con los
peca, dos veniales. En efecto, no se trata de una mera b) El ministro competente para el sacramento de la
repetición ritual ni de un cierto ejercicio psicológico, sino Penitencia es el sacerdote, que, según las leyes canóni-
de un constante empeño en perfeccionar la gracia del cas, tiene facultad de absolver. Sin embargo, todos los
Bautismo, que hace que de tal forma nos vayamos sacerdotes, aunque no estén autorizados para confesar,
conformando continuamente a la muerte de Cristo, que pueden absolver válidamente y lícitamente a cualquiera
llegue a manifestarse también en nosotros la vida de de los penitentes que se encuentren en peligro de muerte.
pág.
25
Sobre el ejercicio pastoral de este ministerio disponible el sacerdote para ejercer este ministerio.
10. a) Para que el confesor pueda cumplir su Acostúmbrese a los fieles para que acudan a recibir el
ministerio con rectitud y fidelidad, aprenda a conocer las sacramento de la Penitencia fuera de la celebración de la
enfermedades de las almas y a aportarles los remedios misa principalmente en horas establecidas.
adecuados; procure ejercitar sabiamente la función de El tiempo de Cuaresma es el más apropiado para
juez y, por medio de un estudio asiduo, bajo la guía del celebrar el sacramento de la Penitencia, pues ya en el
Magisterio de la Iglesia, y, sobre todo, por medio de la día de la Ceniza resuena una invitación solemne ante el
oración, adquiera aquella ciencia y prudencia necesa- Pueblo de Dios: «Convertíos y creed la Buena Noticia».
rias para este ministerio. El discernimiento del espíritu Es conveniente, por tanto, que durante la Cuaresma se
es ciertamente, un conocimiento íntimo de la acción de organicen con frecuencia celebraciones penitenciales
Dios en el corazón de los hombres, un don del Espíritu para que se ofrezca a los fieles la ocasión de reconci-
Santo y un fruto de la caridad. liarse con Dios y con los hermanos y de celebrar con un
b) El confesor muéstrese siempre dispuesto a con- corazón renovado el misterio pascual en el triduo sacro.
fesar a los fieles cuando éstos lo piden razonablemente.
Vestiduras litúrgicas
c) Al acoger al pecador penitente y guiarle hacia la
14. En lo que hace referencia a las vestiduras
luz de la verdad cumple su función paternal, revelando
litúrgicas en la celebración de la Penitencia, obsérvense
el corazón del Padre a los hombres y reproduciendo la
las normas establecidas por los Ordinarios del lugar.
imagen de Cristo Pastor. Recuerde, por consiguiente,
que le ha sido confiado el ministerio de Cristo, que para
A) Rito para reconciliar a un solo penitente
salvar a los hombres llevó a cabo misericordiosamente
la obra de redención y con su poder está presente en los Preparación del sacerdote y del penitente
sacramentos.
15. El sacerdote y el penitente prepárense a la
d) El confesor, sabiendo que ha conocido los secre- celebración del sacramento ante todo con la oración. El
tos de la conciencia de su hermano como ministro de sacerdote invoque el Espíritu Santo para recibir su luz y
Dios, está obligado a guardar rigurosamente el secreto claridad; el penitente compare su vida con el ejemplo y
sacramental por razón de su oficio. los mandamientos de Cristo y pida a Dios el perdón de
sus pecados.
El penitente
11. Son importantísimas las acciones con que el fiel Acogida del penitente
penitente participa en el sacramento. 16. El sacerdote acoja al penitente con caridad
Cuando debidamente preparado se acerca a este fraternal y, si es oportuno, salúdele con palabras de
saludable remedio instituido por Cristo y confiesa sus afecto. Después el penitente hace el signo de la cruz,
pecados, sus actos forman parte del mismo sacramento, diciendo: En el nombre del Padre, y del Hijo, y del
alcanza su plena realización con las palabras de la Espiritu Santo. Amén. El sacerdote puede hacerlo al
absolución, pronunciadas por el ministro en nombre de mismo tiempo. Después el sacerdote le invita con una
Cristo. breve fórmula a la confianza en Dios. Si el penitente es
desconocido por el confesor, aquél indicará oportuna-
Así, el fiel que experimenta y proclama la misericor-
mente su situación y también el tiempo de la última
dia de Dios, en su vida, celebra junto con el sacerdote
confesión, sus dificultades para llevar una vida cristiana
la liturgia de la Iglesia, que se renueva continuamente.
y otras circunstancias cuyo conocimiento sea útil al
IV. La celebración del sacramento de la Penitencia confesor para ejercer su ministerio.
pág.
28
C) Rito para reconciliar a muchos penitentes proponga no cometerlos, determine reparar los escán-
con confesión y absolución general dalos y daños que hubiese ocasionado y, a la vez, se
proponga confesar individualmente, a su debido tiempo,
Disciplina de la absolución general
los pecados graves, que en las presentes circunstancias
31. La confesión individual e integra y la absolución no ha podido confesar. Los sacerdotes deberán instruir
continúan siendo el único modo ordinario para que los diligentemente a los fieles sobre estas disposiciones y
fieles se reconcilien con Dios y la Iglesia, a no ser que condiciones requeridas para el valor del sacramento.
una imposibilidad física o moral excuse de este modo de
confesión. 34. Aquellos a quienes se les ha perdonado pecados
graves con una absolución común, acudan a la confe-
Sin embargo, puede suceder que se den circunstan- sión oral antes de recibir otra absolución general, a no
cias particulares en las que sea lícito o aun conveniente ser que una justa causa se lo impida. En todo caso están
impartir la absolución de un modo general a muchos obligados a acudir al confesor dentro del año, a no ser
penitentes sin la previa confesión individual. que los obstaculice una imposibilidad moral. Ya que
Además de los casos en los cuales existe un peligro también pata ellos sigue en vigor el precepto por el cual
de muerte, es lícito dar la absolución sacramental a todo cristiano debe confesar a un sacerdote individual-
muchos fieles simultáneamente, que se han confesado mente, al menos una vez al año, todos sus pecados, se
sólo de un modo genérico, pero convenientemente entienden graves, que no hubiese confesado en particu-
exhortados al arrepentimiento, cuando hay una grave lar.
necesidad, a saber: cuando, dado el número de peniten-
tes, no hay suficientes confesores para oír con el Rito de la absolución general
conveniente sosiego (rite) las confesiones de cada uno 35. Para reconciliar a los penitentes con la confesión
en un tiempo razonable, de tal manera que los penitentes y absolución general en los casos prescritos por el
se ven obligados, sin culpa suya, a quedar privados por derecho, se procede de la misma forma antes citada
un notable tiempo (diu) de la gracia sacramental o la para la reconciliación de muchos penitentes con la
sagrada comunión. Esto puede ocurrir principalmente confesión y absolución individual, cambiando solamente
en tierras de misión, pero también en otros lugares y en lo que sigue:
reuniones de personas donde conste tal necesidad.
a) Después de la homilía, o dentro de la misma,
Sin embargo, si hay suficientes confesores disponi- adviértase a los fieles que quieran beneficiarse de la
bles, la absolución colectiva no puede darse por el mero absolución general que se dispongan debidamente, es
hecho de un gran concurso de penitentes, como podría decir, que cada uno se arrepienta de sus pecados, esté
darse, por ejemplo, en una fiesta grande o en una dispuesto a enmendarse de ellos, determine reparar los
peregrinación. escándalos y daños que hubiese ocasionado y al mismo
32. Queda reservado al obispo diocesano, después tiempo proponga confesar individualmente a su debido
de haber intercambiado su parecer con los otros miem- tiempo los peca dos graves que en las presentes cir-
bros de la Conferencia Episcopal, juzgar si se dan las cunstancias no ha podido confesar; además propóngase
condiciones antes expuestas y, por tanto, decidir cuándo una satisfacción que todos habrán de cumplir, a la que,
sea lícito conferir la absolución sacramental colectiva. si quisieren, podrán añadir alguna otra.
Además de los casos previstos por el obispo dioce- b) Después, el diácono u otro ministro, o el mismo
sano, si surgiese alguna otra grave necesidad de impar- sacerdote, invita a los penitentes que deseen recibir la
tir la absolución sacramental a muchos simultáneamen- absolución a manifestar abiertamente, mediante algún
te, el sacerdote, para impartir lícitamente la absolución, signo externo, que quieren recibir dicha absolución
debe recurrir previamente al Ordinario del lugar siem- (v.gr.: inclinando la cabeza, o arrodillándose, o por
pre que le sea posible; si no le ha sido posible, dará medio de otro signo conforme a las normas establecidas
cuenta cuanto antes al mismo Ordinario sobre tal por las Conferencias Episcopales), diciendo todos jun-
necesidad y sobre la absolución otorgada. tos la fórmula una, la confesión general (v.gr.: «Yo
33. Con respecto a los fieles, para que puedan confieso»). Después puede recitarse una plegaria litánica
obtener el beneficio de una absolución colectiva se o entonar un cántico penitencial, y todos juntos dicen o
requiere siempre que estén debidamente dispuestos, es cantan la oración dominical, como se ha dicho antes en
decir, que cada cual se arrepienta de sus pecados, el n. 27.
pág.
29
c) Entonces el sacerdote recita la invocación por la — para fomentar el espiritu de penitencia en la comu-
que se pide la gracia del Espiritu Santo para el perdón nidad cristiana;
de los pecados, se proclama la victoria sobre el pecado — para ayudar a la preparación de la confesión que
por la muerte y resurrección de Cristo y se da la después, en momento oportuno, puede hacerse en
absolución sacramental a los penitentes. particular;
d) Finalmente, el sacerdote invita a la acción de — para ayudar a la preparación de la confesión, que
gracias, como se ha dicho antes en el n.29, y omitida la después, en momento oportuno, puede hacerse en
oración de conclusión, seguidamente bendice al pueblo particular;
y lo despide. — para ayudar a los catecúmenos a la conversión.
V. Las celebraciones penitenciales Además, donde no hay sacerdote a disposición para
Indole y estructura dar la absolución sacramental, las celebraciones peni-
tenciales son utilísimas, puesto que ayudan a la contri-
36. Las celebraciones penitenciales son reuniones ción perfecta por la caridad, por la cual los fieles pueden
del Pueblo de Dios para oír la Palabra de Dios, por la conseguir la gracia de Dios con el propósito de recibir
cual se invita a la conversión y a la renovación de vida, el sacramento de la Penitencia.
y se proclama, además, nuestra liberación del pecado
por la muerte y resurrección de Cristo. Su estructura es
la que se acostumbra observar en las celebraciones de VI. Adaptaciones del ritual a las diversas regiones y
la Palabra de Dios, y que se propone en el Rito para circunstancias
reconciliar a muchos penitentes.
Por tanto, es conveniente que después del rito inicial Adaptaciones que pueden hacer las Conferencias
Episcopales
(canto, salutación y oración) se proclamen una o más
lecturas—intercalando cantos o salmos, o momentos de 38. Compete a las Conferencias Episcopales, en la
silencio—y que en la homilía se expliquen y apliquen a preparación de los Rituales particulares, acomodar este
los fieles reunidos. No hay inconveniente en que, antes Ritual de la Penitencia a las necesidades de cada lugar,
o después de las lecturas de la Escritura, se lea algún para que, aprobado por la Sede Apostólica, se pueda
fragmento de los Padres o escritores que realmente usar. Compete, por tanto, a las Conferencias Episcopa-
ayuden a la comunidad y a los individuos al verdadero les:
conocimiento del pecado y a la verdadera contrición del a) Establecer las normas sobre la disciplina del
corazón, es decir, a lograr la conversión. sacramento de la Penitencia, especialmente en lo que
Después de la homilía y la meditación de la Palabra hace referencia al ministerio de los sacerdotes y a la
de Dios es conveniente que la asamblea de los fieles ore reserva de pecados.
formando un solo corazón y una sola voz mediante b) Determinar normas concretas en cuanto al lugar
alguna plegaria litánica u otro medio apto para promover apto para la ordinaria celebración del sacramento de la
la participación de los fieles. Finalmente, se dice siem- Penitencia y en cuanto a los signos de penitencia que
pre la oración dominical para que Dios nuestro Padre han de mostrar los fieles en la absolución general (cf.
«perdone nuestras deudas, así como nosotros perdona- n.35).
mos a nuestros deudores... y nos libre del mal». El
c) Preparar las traducciones de los textos para que
sacerdote, o el ministro que preside la reunión, concluye
estén realmente adaptadas a la índole y al modo de
con la oración y la despedida del pueblo.
hablar de cada pueblo, y también componer nuevos
Utilidad e importancia textos para las oraciones de los fieles o del ministro,
37. Téngase cuidado de que estas celebraciones no conservando integra la fórmula sacramental.
se confundan, en la apreciación de los fieles, con la Facultades de los obispos
misma celebración del sacramento de la Penitencia. Sin
embargo, estas celebraciones penitenciales son muy 39. Es propio del obispo diocesano:
útiles para promover la conversión y la purificación del a) Moderar la disciplina de la penitencia en su
corazón. diócesis, haciendo las oportunas adaptaciones al mismo
Las celebraciones penitenciales son muy útiles prin- rito según las normas propuestas por la Conferencia
cipalmente: Episcopal.
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30
b) Determinar, después de haber intercambiado su sola confesión general; pero con la obligación de infor-
parecer con otros miembros de la Conferencia Episcopal, mar, cuanto antes, al mismo Ordinario sobre dicha
cuándo sea licito dar la absolución general en las necesidad y la absolución dada.
condiciones establecidas por la Santa Sede.
Acomodaciones que corresponden al ministro 2. PENITENCIA
40. Los presbíteros, los párrocos especialmente, han El sacramento de la Penitencia se constituye en
de procurar: torno al proceso de la conversión de un creyente
a) En la celebración de la reconciliación, sea indivi- que ha roto, por el pecado, la opción fundamental
dual o comunitaria, adaptar el rito a las circunstancias le la fe, realizada en el Bautismo (Rit. n.46. y 55 60).
concretas de los penitentes, conservando la estructura Para comprender bien este sacramento y, en conse-
esencial y la fórmula íntegra de la absolución; así, cuencia, celebrarlo convenientemente, es necesario
pueden omitir algunas partes, si es preciso por razones comprender el pecado como ruptura de la orientación
pastorales, o ampliar otras, seleccionar los textos de las global de la vida de cara a Dios y al prójimo, y la
lecturas o de las oraciones, elegir el lugar más apropiado conversión como una vuelta para reedificar la estructu-
ra de la personalidad.
El sacramento de la Penitencia existe para expresar
y celebrar un aspecto muy Importante de la salvación.
La Iglesia tiene conciencia de que, aun después de
haber roto la opción de la fe bautismal, Dios ofrece de
nuevo el perdón; no se retira nunca al hombre la
posibilidad de reorientar su vida.
En este sacramento se ofrece la oportunidad de
reestructurar el núcleo de la personalidad, la gama de
los afectos, la escala de valores, la fuente de las
actitudes; mira directamente a ayudar y a celebrar el
esfuerzo por restañar las relaciones con los demás y por
vivir en medio de la sociedad de acuerdo con las
exigencias del Evangelio.
Este camino de recuperación, cuyo motor es la
gracia de Dios, no es fácil ni cuestión de un momento.
La reedificación del hombre se hace lentamente, asu-
miendo las tensiones y rupturas del pasado y verificando
la voluntad de convertirse por medio de una praxis
conveniente.
Para salir al paso de esta dificultad, inherente a toda
para la celebración, según las normas establecidas por conversión radical, la comunidad, como un ejercicio de
las Conferencias Episcopales, de modo que toda la su amor fraternal, instaura el cauce sacramental de la
celebración sea rica en contenido y fructuosa. Penitencia. En él trata de acoger al pecador, acompa-
b) Organizar y preparar celebraciones penitenciales ñarle en su andadura, ayudarle a revisarse. Junto con el
algunas veces durante el año, principalmente en tiempo pecador celebra la esperanza de alcanzar el perdón, ora
de Cuaresma, ayudados por otros—también por los y le admite en su comunión reconciliándolo; gesto de la
laicos—, de tal manera que los textos seleccionados y Iglesia, que es el signo último del perdón real otorgado
el orden de la celebración sean verdaderamente adap- por Dios.
tados a las condiciones y circunstancias de la comuni- A veces este sacramento de la conversión se ha
dad o reunión (por ejemplo, de niños, de enfermos, etc.). tomado muy superficialmente o se ha reducido a un rito
c) En caso de grave necesidad, no previsto por el purificatorio y exculpador, o se ha mantenido ante él un
obispo diocesano, si es imposible recurrir a él, decidir comportamiento rayando lo mágico. Sería conveniente
respecto a la absolución sacramental colectiva previa la que, tanto los fieles como los ministros, cayeran en la
pág.
31
cuenta de la importancia de la conversión, respetaran su SUGERENCIAS PASTORALES
proceso y se ayudaran en ese camino.
El nuevo ritual ofrece unas orientaciones muy ricas,
La conversión se da en el corazón: en el núcleo o que deben ser transplantadas a la acción pastoral. Des-
reducto donde se encuentra la raíz de la persona. Sin tacamos algunos valores:
embargo, esta conversión tiene un punto de referencia,
a fin de poder reconocer su autenticidad: las obras. 1. RECUPERAR LA PLURALIDAD DE MEDIOS Y DE
No es suficiente con «querer» convertirse; la CAMINOS PENITENCIALES QUE EXISTEN EN LA
oferta del perdón es también «poder» convertirse. IGLESIA
Quien quiera convertirse y no lo consiga, tendrá La pastoral debería ir educando a los fieles en ellos,
que ir pensando que no quiere de verdad. La gracia a fin de que se usen y se vayan acomodando a las diversas
da la confianza en que, si se quiere, se puede. Los situaciones de los pecadores y diversas categorías de
«frutos dignos de penitencia» son parte muy impor- pecados.
tante de la celebración del sacramento. Sólo la El perdón de los pecados, según las diversas circuns-
praxis nos puede revelar si un pecador ha sido tancias, se alcanza por tres sacramentos: el del Bautismo,
perdonado por Dios. La Iglesia reconcilia teniendo la Penitencia y la Eucaristía. Además, para la conversión
en cuenta la garantía de la verdadera conversión. común, hay una gran variedad de medios; viviendo en el
La práctica penitencial se ha venido significando por amor, el esfuerzo diario y, en concreto, las celebraciones
las «clásicas» obras de penitencia: ayunos, abstinen- de la comunidad, ya sean penitenciales o de cualquier
cias, privaciones, sacrificios, limosna, desprendimiento, otro tipo.
oración... ... Algunas de estas obras han caído en En la acción pastoral se debería poner atención, para
desuso. Pero no importa. La obra básica de la conver- celebrar la con versión común, en «las celebraciones
sión es el amor al prójimo, en su praxis de servicio y en penitenciales», no sacramentales, tal como se describen
la lucha por la justicia, crear las condiciones en las que en el Ritual oficial (n.37 37).
los hombres puedan ser hermanos. Amar al prójimo,
2. PRIVILEGIAR EL ASPECTO COMUNITARIO DE LA
con toda la amplitud que lleva consigo la rellenó personal
CELEBRACIÓN
y la situación social, aceptando correr el riesgo del
ejercicio de este amor, es una obra penitencial de La comunidad esta profundamente interesada en el
primera categoría. perdón otorgado a uno de sus miembros. Esta reconcilia-
ción es un acto eclesial. Si la Iglesia anuncia el Evangelio
La recuperación del pecador tiene mucho que
del perdón, debe acoger al pecador y comprometerse en
ver con la comunidad. El pecado tiene una ineludi-
ayudarle. Ayuda que culmina en la proclamación del
ble dimensión social y repercute también sobre los perdón y la entrada i en la comunión.
miembros de la Iglesia. «Se pondrán de relieve el
aspecto social de la gracia y del pecado, puesto que El ritual establece un principio pastoral: dar priori-
los actos... repercuten de alguna manera en todo el dad a las celebraciones comunitarias del sacramento.
«La celebración común manifiesta mas claramente la
cuerpo de la Iglesia» (Rit. n.25c). El convertido ha
naturaleza eclesial de la Penitencia» (Rit. n.22 y 49-52).
de procurar recomponer los lazos fraternales y
entrar en la comunión rota. Por su parte, la comu- 3. INTENSIFICAR EN LA PREDICACIÓN Y CATEQUESIS
nidad ha de celebrar la incorporación del nuevo EL ASPECTO COLECTIVO Y SOCIAL DEL PECADO Y
miembro. «Toda la Iglesia, como pueblo sacerdotal, DE LA CONVERSIÓN
actúa de diversas maneras al ejercer la tarea de El pecado y la conversión no son acontecimientos
reconciliación que le ha sido confiada» (Rit. n.8). exclusivamente individuales. La superación del pecado
Aunque este sacramento es para perdonar los tampoco debe reducirse a una simple restauración de las
pecados, que rompen la orientación fundamental relaciones interpersonales. En el pecado y la conversión
de la fe, sin embargo, se usa también como práctica somos todos solidarios, porque nos afecta. Además tene-
piadosa para celebrar la conversión ordinaria y mos responsabilidad en el pecado colectivo, estructural,
común de los ya convertidos a Dios. El sacramento que gravita sobre la humanidad. «La homilía... pondrá
de la Penitencia, desde esta perspectiva, se convier- de relieve... el aspecto social de la gracia y el pecado»
te en un modo más de alcanzar el perdón de los (Rit. n.25). «El pecado de uno daña también a los otros...
pecados cotidianos. «Esta constante vida peniten- Además hay que tener presente que los hombres, con
cial, el pueblo de Dios la vive y la lleva a plenitud frecuencia, cometen injusticia conjuntamente» (Rit. n.5).
de múltiples y variadas maneras» (Rit. n.4 y 7b).
pág.
32
Es necesaria una catequesis mas amplia sobre el Estas situaciones tan diversas necesitan, aun en el
pecado: como falta contra Dios, contra el prójimo y la sacramento, tratamientos penitenciales diferentes. «De
sociedad. Urge una pedagogía de la conversión, en la que la misma manera que las heridas del pecado son diversas
la conversión del corazón corra pareja con la lucha y variadas, tanto en la vida de cada uno de los fieles como
solidaria contra la injusticia, a fin de colaborar a hacer en la comunidad, así también es distinto el remedio que
posible el amor entre los hombres. nos aporta la Penitencia» (Rit. n.7). No exige la misma
atención curar las deficiencias de un hombre sano que
4. RESPETAR, EN LO POSIBLE, EL ORDEN LÓGICO DE realizar una operación a un enfermo grave.
LA PENITENCIA SACRAMENTAL
Para las situaciones graves esta, como primer fin del
—Contrición (movimiento primero, nacido de la fe, mismo, el sacramento de la Penitencia.
que intenta emprender la vuelta).
—Confesión (manifestación ante la comunidad o sus 7. QUE NO ACAPARE EL MINISTRO SACERDOTAL
responsables de este deseo y de la situación real en que se TODOS LOS MINISTERIOS PENITENCIALES
encuentra el penitente). ‘ —Satisfacción (realización En el caso de que se atienda a los penitentes de
concreta, por medio de la praxis, del camino de la verdad, hay muchas tareas que pueden ser desem-
contrición o conversión). peñadas por diversos miembros de la comunidad: la
—Absolución reconciliación (gesto con el que la acogida, la ayuda pedagógica de la conversión, la
Iglesia reconoce, y crea, que el pecador, por la gracia, ha celebración graduada, la revisión, la moderación
llegado a una cierta superación del pecado y, por lo tanto, de un grupo de penitentes...
que ha sido perdonado gratuitamente, absuelto por Dios). La reconciliación, sin embargo, es un acto cele-
—Entrada en la comunión tanto de la Iglesia como de brado por toda la comunidad, presidida por su
la Eucaristía (Rit. n.6). ministro en nombre de Jesús.
Un desideratum pastoral seria poder separar la recon-
8. EVITAR ALGUNOS PELIGROS
ciliación de la confesión, a fin de dar cabida al tiempo
extenso de la satisfacción o de las obras de la conversión. —elegir el modo de celebración más fácil y cómodo;
Seria hacer extensa en el tiempo la celebración del —caer en la rutina: celebrar siempre con los mismos
sacramento. Ya se están ensayando algunas experiencias. textos y la misma estructura, sin aprovechar la
5. ESFORZARSE POR DAR UNA MAYOR CABIDA EN EL amplitud de movimientos y la libertad de textos
SACRAMENTO AL PROCESO QUE SIGUE EL PECA- que concede el nuevo ritual;
DOR —reincidir en el sacramentalismo: antes es la con-
Este sacramento esta instituido para la edificación de trición y, en su defecto, la evangelización para
los hombres. No se debería precipitar la celebración del suscitar la fe que la celebración precipitada del
mismo, atropellando en nombre de la gracia el ritmo de sacramento. No se puede suplir con el sacramento
la conversión del pecador. La gracia del perdón no lo que no ha alcanzado la fe y una pastoral
violenta la naturaleza. conveniente hacia ella;
Habría que tener sensibilidad, a fin de que, aún en —huir del espejismo de la reconciliación con con-
medio de los cauces actuales, se pudiera expresar, recoger fesión y absolución generales. Los que han roto la
y celebrar de un modo sacramental el proceso del mismo opción fundamental se merecen una ayuda frater-
pecador. Para ello, la pastoral tiene que llamar a las nal mas seria que la fugaz absolución general;
puertas de la imaginación creadora.
—acentuar la sensibilidad pastoral: hay momentos
6. DISTINGUIR LO MAS CLARAMENTE POSIBLE LAS en la vida y el ritmo de la comunidad que están
DIVERSAS PENITENCIAS pidiendo la celebración de la penitencia: Advien-
La situación del hombre que ha roto la opción to, Cuaresma, acontecimientos significativos...;
bautismal de la fe no es igual que la de aquel que,
—cerrar el paso a la improvisación: programar las
viviendo en la orientación de la fe, debe, sin embargo,
celebraciones penitenciales con tiempo, señalar
reconocer que en su vida hay sombras de pecado. El
los temas que van a abordar. Esto, conveniente-
primero debe sufrir una conversión radical, drástica,
rigurosa. El otro se encuentra en la actitud de quienes mente anunciado, ayuda a que los fieles regulen
tienen que realizar la penitencia común y ordinaria. su ritmo de celebración penitencial.
pág.
33
EUCARISTIA
(21 DE JUNIO DE 1973)
I. Relaciones entre el culto eucarístico fuera de la misa y la Viático; los fines secundarios son la distribución de la
celebración de la Eucaristía comunión y la adoración de nuestro Señor Jesucristo,
1. La celebración de la Eucaristía es el centro de toda presente en el sacramento. Pues la reserva de las
la vida cristiana, tanto para la Iglesia universal como para especies sagradas para los enfermos ha introducido la
las asambleas locales de la misma Iglesia. Pues «los laudable costumbre de adorar este manjar del cielo
demás sacramentos, como todos los ministerios ecle- conservado en las iglesias. Este culto de adoración se
siásticos y las obras de apostolado, están vinculados con basa en una razón muy sólida y firme: sobre todo
la sagrada Eucaristía y ordenados a ella. Porque en la porque a la fe en la presencia real del Señor le es
sagrada Eucaristía se contiene todo el tesoro espiritual de connatural su manifestación externa y pública.
la Iglesia, es decir, al mismo Cristo, nuestra Pascua y Pan 6. En la celebración de la misa se iluminan gradual
vivo, que, mediante su carne vivificada y vivificante por mente los modos principales según los cuales Cristo se
el Espíritu Santo, da vida a los hombres, invitándolos así hace presente a su Iglesia: en primer lugar está presente
y estimulándolos a ofrecer sus trabajos, la creación en la asamblea de los fieles congregados en su nombre;
entera y a sí mismos en unión con él». está presente también en su palabra, cuando se lee y
2. Pero además «la celebración de la Eucaristía en el explica en la iglesia la Sagrada Escritura; presente
sacrificio de la misa es realmente el origen y el fin del también en la persona del ministro; finalmente, sobre
culto que se le tributa fuera de la misa». Porque Cristo, todo, está presente bajo las especies eucarísticas. En este
el Señor, que «se inmola en el mismo sacrificio de la sacramento, en efecto, de modo enteramente singular,
misa cuando comienza a estar sacramentalmente pre- Cristo entero e íntegro, Dios y hombre, se halla presente
sente como alimento espiritual de los fieles bajo las sustancial y permanentemente. Esta presencia de Cristo
especies de pan y vino», también, «una vez ofrecido el bajo las especies «se dice real no por exclusión, como si
sacrificio, mientras la Eucaristía se conserva en las las otras no fueran reales, sino por excelencia».
iglesias y oratorios, es verdaderamente el Emmanuel, Así que, por razón del signo, es más propio de la
es decir, «Dios-con-nosotros». Pues día y noche está en naturaleza de la celebración sagrada que la presencia
medio de nosotros, habita con nosotros llenos de gracia eucarística de Cristo, fruto de la consagración, y que
y de verdad». como tal debe aparecer en cuanto sea posible, no se
3. Nadie debe dudar «que los cristianos tributan a tenga ya desde el principio por la reserva de las especies
este Santísimo Sacramento, al venerarlo, el culto de sagradas en el altar en que se celebra la misa.
latría que se debe al Dios verdadero, según la costum- 7. Renuévense frecuentemente y consérvense en un
bre siempre aceptada en la Iglesia católica. Porque no copón o vaso sagrado las hostias consagradas en la
debe dejar de ser adorado por el hecho de haber sido cantidad suficiente para la comunión de los enfermos y
instituido por Cristo, el Señor, para ser comido». de otros fieles.
4. Para ordenar y promover rectamente la piedad 8. Cuiden los pastores de que las iglesias y oratorios
hacia el Santísimo Sacramento de la Eucaristía hay que públicos en que, según las normas de derecho, se
considerar el misterio eucarístico en toda su amplitud, guarda la santísima Eucaristía estén abiertas diaria-
tanto en la celebración de la misa como en el culto de mente durante varias horas en el tiempo más oportuno
las sagradas especies, que se conservan después de la del día para que los fieles puedan fácilmente orar ante
misa para prolongar la gracia del sacrificio. el Santísimo Sacramento.
II. Finalidad de la reserva de la Eucaristía III. El lugar para la reserva de la Eucaristía
5. El fin primero y primordial de la reserva de las 9. El lugar en que se guarda la santísima Eucaristía
sagradas especies fuera la misa es la administración del sea verdaderamente destacado. Conviene que sea igual-
pág.
34
mente apto para la adoración y oración privada, de
modo que los fieles no dejen de venerar al Señor
presente en el sacramento, aun con culto privado, y lo
hagan con facilidad y provecho.
Lo cual se conseguirá más fácilmente cuando el
sagrario se coloca en una capilla que esté separada de la
nave central del templo, sobre todo en las iglesias en que
se celebran con frecuencia matrimonios y funerales y en
los lugares que son muy visitados, ya por peregrinacio-
nes, ya por razón de los tesoros de arte y de historia.
10. La sagrada Eucaristía se reservará en un sagrario
sólido, no transparente, e inviolable. De ordinario, en
cada iglesia haya un solo sagrario, colocado sobre un
altar o, a juicio del Ordinario del lugar, fuera de un altar,
pero en alguna parte de la iglesia que sea noble y esté
debidamente adornada.
La llave del sagrario, en que se reserva la santísima CAPITULO 1.
Eucaristía, debe ser guardada diligentísimamente por La sagrada comunión
el sacerdote a cuyo cuidado esté la iglesia u oratorio o fuera de la misa
por un ministro extraordinario que tenga la facultad de
distribuir la sagrada comunión. OBSERVACIONES PREVIAS
11. La presencia de la santísima Eucaristía en el
sagrario indíquese por el conopeo o por otro medio I. Relaciones entre la comunión fuera de la misa
determina do por la autoridad competente. y el sacrificio
Según la costumbre tradicional, arda continuamen- 13. La más perfecta participación de la celebración
te junto al sagrario una lámpara de aceite o de cera, eucarística es la comunión sacramental recibida dentro
como signo de honor al Señor. de la misa. Esto resplandece con mayor claridad, por
razón del signo, cuando los fieles, después de la comu-
IV. Lo que corresponde a las Conferencias Episcopales nión del sacerdote, reciben del mismo sacrificio el
12. Corresponde a las Conferencias Episcopales, al Cuerpo del Señor.
preparar los Rituales particulares según la norma de la Por tanto, de ordinario, en cualquier celebración
Constitución sobre la sagrada liturgia (n.63b), acomo- eucarística conságrese para la comunión de los fieles
dar este título del Ritual Romano a las necesidades de pan recientemente elaborado.
cada región, y una vez aceptado por la Sede Apostólica, 14. Hay que procurar que los fieles comulguen en la
emplee se en las correspondientes regiones. misma celebración eucarística.
Por tanto, será propio de las Conferencias Episcopales:
Pero los sacerdotes no rehúsen administrar, incluso
a) Considerar con detenimiento y prudencia qué fuera de la misa, la sagrada comunión a los fieles.
elementos procedentes de las tradiciones de los pue- Incluso conviene que quienes estén impedidos de asis-
blos (si las hubiere) se pueden retener o introducir, con tir a la celebración eucarística de la comunidad se
tal que se acomoden al espíritu de la sagrada liturgia; alimenten asiduamente con la Eucaristía, para que así
por tanto, es propio de las Conferencias Episcopales se sientan unidos no solamente al sacrificio del Señor,
proponer a la Sede Apostólica, y de acuerdo con ella sino también unidos a la comunidad y sostenidos por el
introducir, las acomodaciones que se estimen útiles o amor de los hermanos.
necesarias. Los pastores de almas cuiden de que los enfermos y
b) Preparar las versiones de los textos, de modo que ancianos tengan facilidades para recibir la Eucaristía
se acomoden verdaderamente al genio de cada idioma frecuentemente e incluso; a ser posible, todos los días,
y a la índole de cada cultura, añadiendo quizá otros sobre todo en el tiempo pascual, aunque no padezcan
textos, especialmente para el canto, con las oportunas una enfermedad grave ni estén amenazados por el
melodías. peligro de muerte inminente. A los que no puedan
pág.
35
recibir la Eucaristía bajo la especie de pan, es lícito El Ordinario del lugar puede conceder la facultad de
administrársela bajo la especie de vino solo. distribuir la sagrada comunión a otros ministros ex-
15. Enséñese con diligencia a los fieles que también traordinarios cuando sea necesario para la utilidad
cuando reciben la comunión fuera de la celebración de pastoral de los fieles y no se disponga ni de sacerdote
la misa se unen íntimamente al sacrificio con el que se ni de diácono o acólito.
perpetúa el sacrificio de la cruz y participan de aquel IV. El lugar para distribuir la comunión fuera de la misa
sagrado convite en el que «por la comunión en el
Cuerpo y la Sangre del Señor el Pueblo de Dios parti- 18. El lugar en que de ordinario se distribuye la
cipa en los bienes del sacrificio pascual, renueva la sagrada comunión fuera de la misa es la iglesia o un
Nueva Alianza entre Dios y los hombres, sellada de una oratorio en que habitualmente se celebra o reserva la
vez para siempre con la Sangre de Cristo, y prefigura y Eucaristía, o la iglesia, oratorio u otro lugar en que la
anticipa en la fe y la esperanza el banquete escatológico comunidad se reúne habitualmente para celebrar el
en el reino del Padre, anunciando la muerte del Señor acto litúrgico los domingos u otros días. Sin embargo,
hasta que venga». en otros lugares sin excluir las casas particulares, se
puede dar la comunión, cuando se trata de enfermos,
II. En qué tiempo se ha de administrar la comunión fuera cautivos y otros que sin peligro o grave dificultad no
de la misa pueden salir.
16. La sagrada comunión fuera de la misa se puede
V. Lo que se ha de observar al distribuir la sagrada
dar en cualquier día y a cualquier hora. Conviene, sin comunión
embargo, determinar, atendiendo a la utilidad de los
fieles, las horas para distribuir la sagrada comunión, 19. Cuando se administra la sagrada comunión en la
para que se realice una sagrada celebración más plena iglesia o en un oratorio, póngase el corporal sobre el
con mayor fruto espiritual de los fieles. altar cubierto con un mantel; enciéndanse dos cirios
como señal de veneración y de banquete festivo; utilícese
Sin embargo: la patena.
a) El Jueves Santo sólo puede distribuirse la sagrada Pero cuando la sagrada comunión se administra en
comunión dentro de la misa; pero a los enfermos se otros lugares, prepárese una mesa decente cubierta con
puede llevar la comunión a cualquier hora del día. un mantel; ténganse también preparados los cirios.
b) El Viernes Santo únicamente puede distribuirse 20. El ministro de la sagrada comunión, si es pres-
la sagrada comunión durante la celebración de la Pa- bítero o diácono, vaya revestido de alba, o sobrepelliz
sión del Señor; a los enfermos que no pueden participar sobre el traje talar, y lleve estola.
en esta celebración se puede llevar la sagrada comu-
nión a cualquier hora del día. Los otros ministros lleven o un vestido litúrgico,
quizá tradicional en la región, o un vestido que no
c) El Sábado Santo la sagrada comunión sólo puede desdiga de este ministerio y que el Ordinario apruebe.
darse como Viático.
Para administrar la comunión fuera de la iglesia,
III. El ministro de la sagrada comunión llévese la Eucaristía en una cajita u otro vaso cerrado,
17. Pertenece ante todo al sacerdote y al diácono con la vestidura y el modo apropiado a las circunstan-
administrar la comunión a los fieles que la pidan. cias de cada lugar.
Mucho conviene, pues, que a este ministerio de su 21. Al distribuir la sagrada comunión consérvese la
orden dediquen todo el tiempo preciso según la necesi- costumbre de depositar la partícula de pan consagrado
dad de los fieles. en la lengua de los que reciben la comunión, que se basa
También pertenece al acólito debidamente institui- en el modo tradicional de muchos siglos.
do, en cuanto ministro extraordinario, distribuir la Sin embargo, las Conferencias Episcopales pueden
sagrada comunión cuando faltan un presbítero o diáco- decretar, con la confirmación de la Sede Apostólica,
no, o estén impedidos, sea por enfermedad, edad avan- que en su jurisdicción se pueda distribuir también la
zada o por algún ministerio pastoral, o cuando el sagrada comunión depositando el pan consagrado en
número de los fieles que se acercan a la sagrada mesa las manos de los fieles, con tal que se evite el peligro de
es tan numeroso que se alargaría excesivamente la misa faltar a la reverencia o se dé lugar a que surjan entre los
u otra celebración. fieles ideas falsas sobre la santísima Eucaristía.
pág.
36
Por lo demás, conviene enseñar a los fieles que Pero los que diariamente o con frecuencia suelen
Jesucristo es el Señor y el Salvador y que se le debe a comulgar, conviene que con la oportuna periodicidad,
él, presente bajo las especies sacramentales, el culto de según la condición de cada cual, se acerquen al sacra-
latría o adoración, propio de Dios. mento de la Penitencia.
En ambos casos, la sagrada comunión debe ser Por lo demás, los fieles miren también a la Eucaris-
distribuida por el ministro competente, que muestre y tía como remedio que nos libra de las culpas de cada día
entregue al comulgante la partícula del pan consagra- y nos preserva de los pecados mortales; sepan también
do, diciendo la fórmula El Cuerpo de Cristo, a lo que el modo conveniente de aprovecharse de los ritos
cada fiel responde Amén. penitenciales de la liturgia, en especial de la misa.
24. Los que van a recibir el sacramento no lo hagan
sin estar durante una hora en ayunas de alimentos
sólidos y bebidas, exceptuada el agua.
El tiempo del ayuno eucarístico, o sea, la abstinen-
cia de alimento o bebida no alcohólica, se abrevia a un
cuarto de hora aproximadamente para:
1) Los enfermos que residan en hospitales o en sus
domicilios, aunque no guarden cama.
2) Los fieles de edad avanzada, que por su ancia-
nidad no salen de casa o están en asilos.
En lo que toca a la distribución de la sagrada 3) Los sacerdotes enfermos, aunque no guarden
comunión bajo la especie de vino, síganse fielmente las cama, o de edad avanzada, lo mismo para
normas dadas en la Instrucción Sactamencali celebrar misa que para recibir la sagrada comu-
communione del día 29 de junio de 1970. nión.
22. Si quedaran algunos fragmentos después de la 4) Las personas que están al cuidado de los
comunión, recójanse con reverencia y pónganse en el enfermos o ancianos, y sus familiares que de-
copón o échense en un vasito con agua. sean recibir con ellos la sagrada comunión,
Igualmente, si la comunión se administra bajo la siempre que sin incomodidad no puedan guar-
especie de vino, purifíquese con agua el cáliz o cual- dar el ayuno de una hora.
quier otro vaso empleado para ese menester. 25. La unión con Cristo, a la que se ordena el mismo
El agua utilizada en esas purificaciones, o bien se sacramento, ha de extenderse a toda la vida cristiana, de
sume o arrójese en algún lugar conveniente. modo que los fieles de Cristo, contemplando asidua-
mente en la fe el don recibido, y guiados por el Espíritu
VI. Las disposiciones para recibir la sagrada comunión Santo, vivan su vida ordinaria en acción de gracias y
23. La Eucaristía, que continuamente hace presente produzcan frutos más abundantes de caridad.
entre los hombres el misterio pascual de Cristo, es la Para que puedan continuar más fácilmente en esta
fuente de toda gracia y del perdón de los pecados. Sin acción de gracias, que de un modo eminente se da a
embargo, los que desean recibir el Cuerpo del Señor Dios en la misa, se recomienda a los que han sido
para que perciban los frutos del sacramento pascual alimentados con la sagrada comunión que permanez-
tienen que acercarse a él con la conciencia limpia y con can algún tiempo en oración.
recta disposición de espíritu.
Además la Iglesia manda «que nadie consciente de CAPITULO 2.- VARIAS FORMAS DE CULTO
pecado mortal, por contrito que se crea, se acerque a la A LA SANTÍSIMA EUCARISTÍA
sagrada Eucaristía sin que haya precedido la confesión 79. Se recomienda con empeño la devoción privada
sacramental». Pero cuando urja la necesidad de comul- y pública a la santísima Eucaristía, aun fuera de la misa,
gar y no haya suficientes confesores, haga un acto de de acuerdo con las normas establecidas por la autoridad
perfecta contrición con el propósito de confesar en el competente, pues el sacrificio eucarístico es la fuente y
debido tiempo todos los pecados mortales que al pre- el punto culminante de toda la vida cristiana.
sente no pueda confesar.
pág.
37
En la organización de tan piadosos y santos ejerci- LA EXPOSICION DE LA
cios, ténganse en cuenta los tiempos litúrgicos, de
SANTISIMA EUCARISTIA
modo que vayan de acuerdo con la sagrada liturgia, en
cierto modo se deriven de ella y a ella conduzcan al
OBSERVACIONES PREVIAS
pueblo.
80. Los fieles, cuando veneran a Cristo presente en 1. Relaciones entre la exposición y la misa
el sacramento, recuerden que esta presencia proviene 82. La exposición de la santísima Eucaristía, sea en
del sacrificio y se ordena al mismo tiempo a la comu- el copón, sea en la custodia, lleva a los fieles a recono-
nión sacramental y espiritual. cer en ella la maravillosa presencia de Cristo y les invita
Así, pues, la piedad que impulsa a los fieles a adorar a la unión de corazón con él, que culmina en la comu-
a la santa Eucaristía los lleva a participar más plena- nión sacramental. Así promueve adecuadamente el
mente en el misterio pascual y a responder con agrade- culto en espíritu y en verdad que le es debido.
cimiento al don de aquel que por medio de su humani- Hay que procurar que en tales exposiciones el culto
dad infunde continuamente la vida en los miembros de del Santísimo Sacramento manifieste, aun en los signos
su Cuerpo. Permaneciendo ante externos, su relación con la
Cristo, el Señor, disfrutan de su misa. En el ornato y en el modo
trato íntimo, le abren su cora- de la exposición evítese cuida-
zón por sí mismo y por todos dosamente todo lo que pueda
los suyos y ruegan por la paz y oscurecer el deseo de Cristo,
la salvación del mundo. Ofre- que instituyó la Eucaristía ante
ciendo con Cristo toda su vida todo para que fuera nuestro ali-
al Padre en el Espíritu Santo, mento, nuestro consuelo y nues-
sacan de este trato admirable tro remedio.
un aumento de su fe su espe-
83. Se prohibe la celebra-
ranza y su caridad. Así fomen-
ción de la misa durante el tiem-
tan las disposiciones debidas
po en que esta expuesto el San-
que les permiten celebrar con
tísimo Sacramento en la misma
la devoción conveniente el me-
nave de la Iglesia.
morial del Señor y recibir fre-
cuentemente el pan que nos ha Pues, aparte de las razones
dado el Padre. propuestas en el n. 27. la cele-
bración del misterio eucarísti-
Traten, pues, los fieles de
co incluye de una manera más
venerar a Cristo en el sacra-
perfecta aquella comunión in-
mento de acuerdo con su pro-
terna a la que se pretende llevar
pio modo de vida. Y los pasto-
a los fieles con la exposición.
res, en este punto, vayan delante con su ejemplo y
exhórtenles con sus palabras. Si la exposición del Santísimo Sacramento se pro-
longa durante uno o varios días, debe interrumpirse
81. Acuérdense, finalmente, de prolongar por me-
durante la celebración de la misa, a no ser que se celebre
dio de la oración ante Cristo, el Señor, presente en el
en una capilla o espacio separado del lugar de la
sacramento, la unión con él conseguida en la comunión
exposición y permanezcan en adoración por lo menos
y renovar la alianza que les impulsa a mantener en sus
algunos fieles.
costumbres y en su vida la que han recibido en la
celebración eucarística por la fe y el sacramento. Pro- II. Normas que se han de observar en la exposición
curarán, pues, que su vida discurra con alegría en la
84. Ante el Santísimo Sacramento, ya reservado en
fortaleza de este alimento del cielo, participando en la
el sagrario, ya expuesto para la adoración pública, sólo
muerte y resurrección del Señor. Así, cada uno procure
se hace genuflexión sencilla.
hacer buenas obras agradar a Dios, trabajando por
impregnar al mundo del espíritu cristiano y también 85. Para la exposición del Santísimo Sacramento en
proponiéndose llegar a ser testigo de Cristo en todo la custodia se encienden cuatro o seis cirios de los
momento en medio de la sociedad humana. usuales en la misa y se emplea el incienso. Para la
pág.
38
exposición en el copón, enciéndanse por lo menos dos la comunidad, se haga con sagradas lecturas, cánticos
cirios; se puede emplear el incienso. y algún tiempo en silencio, para fomentar más eficaz-
mente la vida espiritual de la comunidad. De esta
Exposición prolongada manera se promueve entre los miembros de la casa
86. En las iglesias en que se reserva habitualmente religiosa el espíritu de unidad y fraternidad de que es
la Eucaristía, se recomienda cada año una exposición signo y realización la Eucaristía y se practica el culto
solemne del Santísimo Sacramento, prolongada duran- debido al Sacramento de forma más noble.
te algún tiempo, aunque no sea estrictamente continua- También se ha de conservar aquella forma de ado-
do, a fin de que la comunidad local pueda meditar y ración, muy digna de alabanza, en que los miembros de
adorar más intensamente este misterio. la comunidad se van turnando de uno en uno o de dos
Pero esta exposición, con el consentimiento del en dos. Porque también de esta forma, según las normas
Ordinario del lugar, se hará solamente si se prevé una del Instituto aprobado por la Iglesia, ellos adoran y
asistencia conveniente de fieles. ruegan a Cristo, el Señor, en el Sacramento, en nombre
87. En caso de necesidad grave y general, el Ordina- de toda la comunidad y de la Iglesia.
rio del lugar puede ordenar preces delante del Santísi- III. El ministro de la exposición de la santísima Eucaristía
mo Sacramento, expuesto durante algún tiempo más
prolonga do y que debe hacerse en aquellas iglesias que 91. El ministro ordinario de la exposición del San-
son más frecuentadas por los fieles. tísimo Sacramento es el sacerdote o el diácono, que al
final de la adoración, antes de reservar el Sacramento,
88. Donde, por falta de un número conveniente de bendice al pueblo con el mismo Sacramento.
adoradores, no se puede tener la exposición sin inte-
rrupción, está permitido reservar el Santísimo Sacra- En ausencia del sacerdote o diácono, o legítima-
mento en el sagrario, en horas determinadas y dadas a mente impedidos, pueden exponer públicamente la
conocer, pero no más de dos veces al día; por ejemplo, santísima Eucaristía a la adoración de los fieles y
a mediodía y por la noche. reservarla después:
Esta reserva puede hacerse de modo más simple: el a) El acólito y el ministro extraordinario de la
sacerdote o el diácono, revestido de alba (o de sobrepe- sagrada comunión.
lliz sobre traje talar) y de estola, después de una breve b) Algún miembro de las comunidades religiosas y
adoración, hecha la oración con los fieles, devuelve el de las asociaciones piadosas laicales, de varones o
Santísimo Sacramento al sagrario. Del mismo modo, a mujeres, dedicadas a la adoración eucarística, designa-
la hora señalada se hace de nuevo la exposición. dos por el Ordinario del lugar.
Exposición breve Todos éstos pueden hacer la exposición abriendo el
sagrario, o también, si se juzga oportuno, poniendo el
89. Las exposiciones breves del Santísimo Sacra- copón sobre el altar o poniendo la hostia en la custodia.
mento deben ordenarse de tal manera que, antes de la Al final de la adoración guardan el Sacramento en el
bendición con el Santísimo Sacramento, se dedique un sagrario. No les es lícito, sin embargo, dar la bendición
tiempo conveniente a la lectura de la Palabra de Dios, con el Santísimo Sacramento.
a los cánticos, a las preces y a la oración en silencio
prolongada durante algún tiempo. 92. El ministro, si es sacerdote o diácono, revístase
del alba (o la sobrepelliz sobre el traje talar) y de la
Se prohibe la exposición tenida únicamente para dar estola de color blanco.
la bendición.
Los otros ministros lleven o la vestidura litúrgica
La adoración en las comunidades religiosas tradicional en el país o un vestido que no desdiga de este
90. A las comunidades religiosas y otras piadosas sagrado ministerio y que el Ordinario apruebe.
asociaciones que, según las constituciones o normas de Para dar la bendición al final de la adoración,
su Instituto, tienen la adoración perpetua o prolongada cuando se haga con la custodia, el sacerdote y el
por largo tiempo, se les recomienda con empeño que diácono pónganse además la capa pluvial y el paño de
organicen esta piadosa costumbre según el espíritu de hombros de color blanco; pero si la bendición se da con
la sagrada liturgia, de forma que cuando la adoración el copón, basta con el paño de hombros.
ante Cristo, el Señor, se tenga con participación de toda
pág.
39
RITO DE LA EXPOSICIÓN Y Mientras tanto, el ministro, arrodillado, inciensa al San-
tísimo Sacramento cuando la exposición tenga lugar con
BENDICIÓN EUCARISTICA la custodia.
La exposición 98. Dicha la oración, el sacerdote o diácono, tomando
el paño de hombros, hace genuflexión, toma la custodia
93. Congregado el pueblo, que puede entonar algún o copón y hace con él en silencio la señal de la cruz sobre
canto, si se juzga oportuno, el ministro se acerca al altar. el pueblo.
Si el Sacramento no se conserva en el altar en que se va a
tener la exposición, el ministro, cubierto con el paño de La reserva
hombros, lo traslada desde el lugar de la reserva, acompa- 99. Acabada la bendición, el mismo sacerdote o diáco-
ñándole algún ayudante o algunos fieles con cirios encen- no que dio la bendición, u otro sacerdote o diácono,
didos. reserva el Sacramento en el sagrario y hace genuflexión,
Póngase el copón o la custodia sobre la mesa del altar mientras el pueblo, si se juzga oportuno, hace alguna
cubierta con un mantel. Pero si la exposición se alarga aclamación, y finalmente el ministro se retira.
durante un tiempo prolongado, y se hace con la custodia,
se puede utilizar el trono o expositorio, situado en un lugar 1. PRIMACIA DE LA
más elevado; pero evítese que esté demasiado alto y CELEBRACIÓN
distante. Expuesto el Santísimo Sacramento, si se emplea
la custodia, el ministro inciensa al Sacramento. Después EUCARISTICA
de esto, si la adoración se prolonga durante un tiempo El sacramento de la Eucaristía no se agota con su
bastante largo, puede retirarse. celebración. La Iglesia cree que, aun después de la Misa,
94. Si se trata de la exposición solemne y prolongada, en las especies consagradas que se reservan, está presen-
conságrese en la misa que preceda inmediatamente a la te Jesús. Esta fe de la Iglesia da origen a que se reserve
exposición la hostia, que se ha de exponer a la adoración, la Eucaristía y al culto que se le tributa.
póngase en la custodia sobre el altar después de la Sin embargo, los creyentes deberían tener bien pre-
comunión, omitiéndose el rito de despedida; y antes de sente que el fin primario para el que ha sido instituido este
retirarse el sacerdote ponga el Sacramento, si se juzga sacramento es para celebrar la comunión. Todo otro
conveniente sobre el trono o expositorio e inciénselo. culto eucarístico mana de la celebración y debe conducir
a una mayor participación en la Misa. «La celebración
La adoración de la Eucaristía en el sacrificio de la Misa es realmente
95. Durante la exposición, las preces, cantos y lecturas el origen y el fin del culto que e le tributó fuera de la Misa»
deben organizarse de manera que los fieles, atentos a la (Rit. n.2).
oración, se dediquen a Cristo, el Señor. Con relación a la Eucaristía es necesario sortear dos
Para alimentar la oración íntima, háganse lecturas de abusos: despreciar o ignorar la reserva eucarística, por
la Sagrada Escritura, con homilía o breves exhortaciones un lado; y, por otro, dar al culto de la reserva eucarística
que lleven a una mayor estima del misterio eucarístico. un puesto central.
Conviene también que los fieles respondan con cantos a
2. LA RESERVA EUCARISTICA
la Palabra de Dios. En momentos oportunos debe guar-
darse un silencio sagrado. Dentro de las finalidades de la reserva hay una
96. Ante el Santísimo Sacramento, expuesto durante gradación que tiene que ser respetada.
un tiempo prolongado, puede celebrarse también alguna 2.1. El viático: fin primero de la reserva
parte de la Liturgia de las Horas, especialmente las Horas
«El fin primero y primordial de la reserva de las
principales; por su medio, las alabanzas y acciones de
sagradas especies era de la Misa es la administración del
gracias que se tributan a Dios en la celebración de la
viático» (Rit. n.5).
Eucaristía se amplían a las diferentes horas del día y las
súplicas de la Iglesia se dirigen a Cristo y por él al Padre La reserva de la Eucaristía comenzó a establecerse en
en nombre de todo el mundo. la Iglesia precisamente para poder administrarla a los
moribundos.
La bendición Con el viático se pretende que el moribundo tenga la
97. Al acabar la adoración, el sacerdote o diácono se fuerza suficiente para el tránsito definitivo, se incorpore
acerca al altar, hace genuflexión sencilla y se arrodilla a nuevamente, por la comunión, a muerte y resurrección
continuación, y se canta un himno u otro canto eucarístico. de Jesús y asuma su situación con esperanza de la
pág.
40
resurrección. «El viático es el sacramento del tránsito fieles haga posible una celebración (ibíd.). En esta
de la vida» (Ritual de la unción y de la pastoral de celebración no se debería olvidar nunca la proclama-
enfermos n.77). ción de la Palabra y unos momentos de oración. La
El mismo ritual recuerda que, «en el transito de esta comunión no es sólo acercarse a recibirla, sino que
vida, el fiel, robustecido con el viático del cuerpo y sangre supone y exige un contexto en el que se esclarezca este
de Cristo, se ve protegido por garantía de la resurrec- sacramento de la fe (cf. Rit. n.29).
ción... La comunión en forma de viático ha de considerar-
se como signo peculiar de la participación en el misterio 2.2.2. La adoración eucarística
que se celebra en el sacrificio de la Misa, a saber, la La practica devocional del culto a la Eucaristía es
muerte del Señor y su transito Padre... Conviene además legitima y recomendable. «Es una laudable costumbre»
que el fiel, durante la celebración del viático, renueve la (Rit. n.5). A pesar de
fe de su Bautismo, con el que recibió su condición de hijo que la Eucarística ha
de Dios, y se crea coheredero de la promesa de la vida sido instituida para ser
eterna» (ibíd., n.26 y 28). comida, no «debe dejar
de ser adorada» (Rit.
2.2 Fines secundarios de la reserva n.3).
«Fines secundarios son la distribución de la comu- El motivo de la ado-
nión y la adoración N. S. J. C. presente en el Sacramen- ración eucarística se
to» (Rit. n.5). basa en «una razón bien
sólida y firme: la pre-
2.2.1 La comunión fuera de la Misa
sencia real del Señor»
La comunión de enfermos.—Por medio de ella, la (Rit. n.5). El culto que
comunidad manifiesta su comunión con el enfermo, se le da a esta presencia
impedido de asistir a la reunión, y le ofrece un modo de es de «latría», es decir,
sobrellevar la enfermedad uniéndose a la muerte de el que «se debe al Dios
Cristo. verdadero» (Rit. n.3).
El ideal es que esta comunión fuera llevada después En la adoración
de la celebración de la Eucaristía; no como una acción eucarística, como en
que no tiene casi nada que ver con ella. toda otra forma de culto
La comunión normal fuera de la Misa.—Debería al Sacramento, se ha de
tener en cuenta su intención: una mayor vivencia de la
tomarse como una excepción. Lo normal es comulgar
celebración eucarística.
en la celebración eucarística: «La mas perfecta parti-
cipación de la celebración es la comunión sacramental La visita al Sagrario, las exposiciones y bendiciones
recibida dentro de la Misa... Hay que procurar que los han de ser un momento para profundizar la gracia de la
fieles comulguen en la misma celebración eucarística» comunión, contemplar la acción de Dios en el mundo,
(Rit. 13-14). revisar nuestro compromiso con la vida. La meditación
sosegada, el encuentro sin engaños, la verificación de
La Eucaristía, como sacramento, adquiere todo su cada uno ante la Palabra del Evangelio, el asomarse al
poder de comunicación en la celebración. Pueden silencioso misterio del Dios callado...
acercarse sólo a comulgar quienes «se ven impedidos
de asistir a la celebración» (Rit. n.14). Se pide que los Esta dimensión individual del tranquilo silencio de
la oración, estando ante él en el amor, debe impulsar a
sacerdotes «no rehusen administrarla» aun fuera de la
contrastar la verdad de la oración, con el encuentro de
Misa (ibíd.).
los hermanos, aprendiendo también a estar ante ellos en
Quien se siente impedido y quiere comulgar, ha de la comunicación fraternal.
buscar unirse al sacrificio y a la comunidad cristiana
La exposición y bendición son un acto comunitario
(ibíd.). Mas: esta comunión debe ir encaminada a una
en el que debe estar presente la celebración de la
mayor participación en la comunión (Rit. n.2). Palabra de Dios y el silencio meditativo. «La exposición
Los ministros ordinarios o extraordinarios de este de la... Eucaristía... lleva a los fieles a reconocer en ella
sacramento, a pesar de que puedan distribuirlo a la maravillosa presencia de Cristo y les invita a la unión
cualquier hora, «deberían determinar horas para dis- de corazón con él, que culmina en la comunión
tribuirla» (Rit. n.16), para que la asistencia de varios sacramental» (Rit. n.82).
pág.
41
RITUAL DEL MATRIMONIO
(19 DE MARZO DE 1969)
OBSERVACIONES GENERALES PREVIAS
(PRAENOTANDA)
I. Importancia y dignidad del matrimonio darse a los novios una adecuada catequesis, tanto sobre la
1. Los esposos cristianos, mediante el sacramento del doctrina del matrimonio y la familia como sobre el sacra
matrimonio, expresan el misterio de la unión y del fecun- mento, sus ritos, oraciones y lecturas, de manera que los
do amor entre Cristo y la Iglesia, a la vez que participan esposos puedan celebrarlo consciente y fructuosamente.
de él; mutuamente se ayudan a santificarse en la vida 6. Ordinariamente, el matrimonio debe celebrarse
conyugal y en la procreación y educación de los hijos, y dentro de la misa; en esta celebración, deben destacarse
tienen, así, una misión y una gracia propias en el pueblo los siguientes elementos principales:
de Dios. a) la liturgia de la Palabra, en la que se manifiesta la
2. El matrimonio queda constituido por la alianza importancia del matrimonio cristiano dentro de la historia
conyugal, o sea, por el consentimiento irrevocable, me- de la salvación y su papel en la santificación de los
diante el cual los cónyuges, con entera libertad, se entre- esposos y de los hijos;
gan y reciben mutuamente. Esta alianza singular entre el b) el consentimiento de los contrayentes, que es soli-
hombre y la mujer, como también el bien de los hijos, citado y ratificado por el sacerdote o diácono asistente;
exige la plena fidelidad conyugal y la indisoluble unidad
del vinculo matrimonial. c) la tradicional oración por la esposa, mediante la cual
el sacerdote invoca la bendición de Dios sobre la alianza
Para significar más claramente estas exigencias y conyugal;
facilitar su cumplimiento Cristo nuestro Señor elevó a la
dignidad de sacramento el indisoluble contrato matrimo- d) finalmente, la comunión eurcarística de los esposos
nial, signo de su alianza nupcial con la Iglesia. y demás asistentes, por la cual se alimenta la caridad y nos
unimos con el Señor y con los hermanos.
3. Los esposos cristianos procuren nutrir y fomentar su
mutua unión con el único amor que brota de la divina 7. Los pastores fomenten y fortalezcan, ante todo, fe
fuente de la caridad; perseveren, así, en la fidelidad de los novios, porque el sacramento del matrimonio
corporal y espiritual, tanto en lo próspero como en lo supone y exige la fe.
adverso, integrando las realidades humanas y divinas de
su unión. II. Celebración del matrimonio
8. Si el matrimonio se celebra entre un cónyuge
4. Por su propia naturaleza, la institución del matrimo-
católico y otro bautizado no católico, se deberá usar el rito
nio y el amor conyugal están ordenados a la procreación
del matrimonio fuera de la misa. Si se cree conveniente,
y educación de los hijos, su más sublime corona. Los hijos
y con el consentimiento del Ordinario del lugar, puede
son, sin duda, el don más excelente del matrimonio y
celebrarse el rito del matrimonio dentro de la misa, pero
contribuyen sobremanera al bien de los propios padres.
excluyendo de la comunión eucarística el cónyuge no
Por tanto, los esposos cristianos, sin dejar de lado los católico, de acuerdo con la ley general.
demás fines del matrimonio, deben estar dispuestos a
Si el matrimonio se celebra entre un cónyuge católico
cooperar, valerosamente, con el amor de nuestro Creador
y otro no bautizado, se deberá usar el rito del matrimonio
y Salvador, quien por medio de ellos aumenta y enriquece,
apropiado para este caso.
de día en día, su propia familia.
9. Los pastores de almas tengan especial cuidado de
5. Los pastores de almas tengan muy en cuenta los los acatólicos y de los católicos no practicantes e indife-
principios doctrinales enunciados anteriormente, tanto en rentes que asisten a las celebraciones litúrgicas y escu-
la catequesis prematrimonial como en la homilía que debe chan la Palabra de Dios con ocasión del matrimonio; pues
hacerse en la celebración del matrimonio, siempre, sin los sacerdotes son ministros del Evangelio para todos.
embargo, en relación con las lecturas bíblicas.
10. En la celebración del matrimonio, aparte de los
Teniendo en cuenta, según las circunstancias, estos honores debidos a las autoridades civiles, de acuerdo con
elementos fundamentales de la doctrina cristiana, debe
pág.
42
las leyes litúrgicas, no se hará acepción alguna de perso- 15. Terminada la entrega de los anillos, según las
nas o de clases sociales, ni en las ceremonias ni en el costumbres de los diversos lugares, puede hacerse la
ornato externo. coronación de la esposa o la imposición del velo. Si en
11. Siempre que se celebre el matrimonio dentro de la algún lugar la unión de las manos o la bendición y la
misa, se dice la misa ritual propia, con vestiduras litúrgi- entrega de los anillos no está de acuerdo con la mentalidad
cas de color blanco. Sin embargo, cuando el matrimonio y costumbres locales, las Conferencias Episcopales pue-
se celebra en domingo o en una solemnidad, se dice la den determinar que se omitan estos ritos o que se suplan
misa del día, conservando la bendición de los esposos y si por otros.
parece oportuno, la fórmula propia de la bendición final.
La liturgia de la Palabra, en la celebración del matrimo-
nio, tiene un gran valor para la catequesis sobre el sacra
mento y sobre los deberes de los cónyuges; por tanto,
cuando se prohibe celebrar la misa ritual propia, una de las
lecturas puede, sin embargo, tomarse de los textos previs-
tos para la celebración del matrimonio, excepto en las
solemnidades de precepto y en el Triduo Pascual.
En los domingos del tiempo de Navidad y en los del
tiempo ordinario, si la comunidad parroquial no participa
en la misa en la que se celebra el matrimonio, puede
también emplearse la misa ritual propia.
Si el matrimonio se celebra durante los tiempos de
Adviento o de Cuaresma, o en días de marcado carácter
penitencial, el párroco advertirá a los esposos que tengan
en cuenta la naturaleza particular de estos tiempos litúr-
gicos.
pág.
43
MATRIMONIO Aunque el amor es la vocación básica del hombre, no
todos llegan a él, ni a todo sentimiento se le puede llamar
P
ocos sacramentos responden a una situación amor. No se debería confundir el amor con su
humana tan clara como el del Matrimonio. encaminamiento o aprendizaje. El amor supone una
Sobre el humus del amor, cuajado de sueños, madurez personal no tiene por qué coincidir con determi-
proyectos, impulsos e ilusiones, se configura este sacra- nados años. Quede, por tanto, constancia de que casarse
mento de la comunidad. es uno de los pasos mas serios de la vida de un hombre y
El Matrimonio institucionaliza el amor de la pareja una mujer.
humana. Esta institución ha revestido diversas formas,
2. UN SACRAMENTO EN LA COMUNIDAD
matizadamente distintas, a lo largo de la historia. El
modo como se constituye la sociedad, una determinada El amor de la pareja no puede ser reducido a una
concepción del hombre, el mismo sistema económico y mera dimensión individualista; el amor tiene también un
las ideologías afectan a la relación de la pareja y su aspecto social. A la sociedad le compromete y le compete
institucionalización. el amor de sus miembros.
A pesar de todo, los creyentes, siguiendo los valores El amor de una pareja de cristianos no deja tampoco
del Evangelio, tienen la obligación de mirar al fondo de indiferente a la comunidad. Si el amor de cada creyente
esta realidad. En medio de la crisis es necesario salvar la edifica la fraternidad eclesial, ¿qué capacidad construc-
llama del amor: de un amor responsable y con futuro; de tiva y evocadora no tendrá para la Iglesia el amor
un amor fiel, fecundo y comprometido con el servicio de conyugal?
los demás en la sociedad. La comunidad acompaña la génesis y crecimiento de
este amor y celebra, en ambiente de fiesta, el compromiso
1. CELEBRAR EL AMOR
público de vivirlo en adelante.
El sacramento del Matrimonio no celebra el flechazo, La comunidad, en el Matrimonio, celebra que todo
ni el enamoramiento pasajero, ni el arreglo de conve- amor viene de Dios como de su misma fuente (Rit. n.2);
niencia, ni un modo de instalarse cómodamente en la que los cónyuges son el símbolo del amor de Cristo—
sociedad. esposo a la comunidad—esposa—, con la que está unido
Se celebra el amor, es decir, el encuentro con el otro, en alianza eterna de amor (Rit. n.2.3). «La catequesis
el afecto sereno, entrega mutua, la confianza y la confi- deberá insistir, no sólo en el Matrimonio como sacra-
dencia sin reserva, la comunicación, la aceptación que mento de amor, sino también como sacramento de la
sigue al conocimiento real de cada miembro de la pareja. alianza indisoluble entre Cristo y la Iglesia» (Rit. n.28c).
El sacramento celebra la instalación en el amor, autén- La pareja manifiesta ante la comunidad el amor de Jesús
tico «enamoramiento». Esa situación en la que el amor a los hombres y la respuesta de la Iglesia a esta entrega.
por el otro es el aliento, la razón y el común denominador De ahí que los casados sean «testigos del misterio del
de la vida. amor» de Dios de Jesús y de los creyentes entre sí (Rit.
Se celebra el amor, es decir, el amor con futuro. El n.7). Son testigos también «y cooperadores de la fecun-
lenguaje del amor añade al «te quiero» la coletilla del didad de la Iglesia» (Rit. n.6) «y ofrecen al mundo el
«para siempre». Amar mas a quien ama es la única ejemplo de un incansable y generoso amor» (ibíd.). La
dinámica del amor. La ruptura de esta dinámica es o una responsabilidad y misión de los cónyuges cristianos es
enfermedad o un pecado. Este sacramento, siguiendo la grande: dar testimonio de que el amor es realmente
dirección básica la fe, exige respeto absoluto al amor, posible entre los hombres.
entrega total a él, confianza ilimitada y empeño indoma- Hablar de un sacramento en la comunidad supone
ble por recomponer cualquier fisura. El creyente, e que es sólo para bautizados (Rit. n.5). Pero no es sufi-
intenta vivir el ideal del amor, ¿no va a amar a quien mas ciente esta connotación. El sacramento presupone «ma-
ama? durez de fe» (Rit. n.6.21). El Ritual dice que este sacra-
Se celebra el amor, es decir, la fidelidad a quien se mento se ha de celebrar con aquellos que «entienden y
ama, hasta ser capaz dar la vida por él. El lenguaje del viven la significación y realidad de las nupcias cristia-
amor junto al «te quiero» une, también, ti solo». Quien, nas» (Rit. n.8), haciendo salvedad de los matrimonios
en el nivel del amor conyugal, se ha entregado todo, ya le mixtos y otras circunstancias (Rit. n.14-20.13). «Sola-
queda nada que entregar a nadie. A pesar de que toda mente en un clima de fe se puede entender que los esposos
entrega es balbuciente, en ella hay un deseo de totalidad, cristianos son llamados a ser signos del misterio de
de dar sin reservas, de entregarlo todo. De lo contrario, unidad y amor fecundo entre Cristo y la Iglesia..., y
¿no sera falso el amor? ¿No se correrá el peligro de solamente con una viva conciencia de la Iglesia los
convertirlo en una prostitución? creyentes irán ante la asamblea a hacer pública manifes-
pág.
44
tación de su amor para vivirlo en el Señor» (Rit. n.8). 4. CASADOS EN MEDIO DE ESTA SOCIEDAD
«Casarse por la Iglesia... es una auténtica confesión de Ninguna clase de amor, incluido el de la pareja,
fe ante la comunidad cristiana reunida» (Rit. n.21). empuja a recluirse en propio hogar, para hacer de él una
torre cerrada e inexpugnable. No es excepción el caso de
3. Los hijos en el horizonte
quienes con el matrimonio cambian las inquietudes por
«La institución matrimonial y el amor conyugal no la seguridad, el servicio a los demás por el propio, las
sólo se ordenan a la necesaria complementariedad de preocupaciones sociales por los intereses reducidos de
ambos cónyuges, como ayuda mutua y medio de la su familia. Sucumben ante el matrimonio tantas energías
soledad humana, sino también a la procreación y educa- creadoras, que para muchos es una verdadera tumba de
ción responsable de los hijos» (Rit. n.4). lo mejor de sí mismos y de los proyectos de la juventud.
Conceder gratuitamente la vida que nos han dado, El amor es relación con los demás. Quien mas capa-
engendrar nuevos seres que continúen trabajando el cidad de amor posee, mas capacidad de servicio desarro-
mundo, entregar a alguien el relevo, dejar la simiente del llara. La dimensión humana del mor, y la cristiana, no se
paso por la vida, es una tarea noble y unida agota en la mera relación afectiva con los otros, no que
indisolublemente al amor de la pareja. implica, al mismo tiempo, un servicio al hombre en la
Dar la vida generosamente con una paternidad y sociedad en que vive. «La familia no debe ser considera-
maternidad responsables. Responsabilidad que cada pa- da como organismo cerrado, sino como una célula abier-
reja, junto con otros, deberá ir perfilando, según las ta al servicio de la sociedad... Abran su espíritu a la idea
circunstancias de cada uno. de la comunidad tanto eclesiástica como temporal» (Rit.
n.79).
Tener hijos, pero para educarlos. Los hijos no se
tienen sólo durante los nueve meses de gestación. Los Los esposos, por exigencia de su mismo estado, están
hijos se van configurando a lo largo de muchos años. Esta llamados «a construir la fraternidad en la caridad» (Rit.
responsabilidad educativa es grave. Muchas parejas o n.6). Son muchos los obstáculos estructurales que existen
están preparadas para ello. Necesitan la ayuda de la hoy para poder ser hermanos. Hay clases que viven en la
comunidad y de tras instituciones educativas. La cosa lucha irreconciliable. ¿Cómo la pareja puede servir a la
mas seria del mundo, que es el hombre, queda, a veces, construcción de la fraternidad humana?
a la intemperie de una pareja incompetente. Los hijos o «El amor conyugal debe llevar a los esposos a prac-
sólo se tienen, también hay que merecerlos y ser dignos ticar el ejercicio de la hospitalidad, a promover la
de ellos. justicia y demás obras... al servicio de todos los herma-
nos que padecen necesidad» (Rit. n.75). «Sean fieles a la
justicia» (Rit. n.79).
El servicio a la comunidad cristiana tampoco debe ser
descartado de la agenda de los esposos. «Casarse por la
Iglesia» significa también «casarse para la Iglesia» (Rit.
n.28c).
PASTORAL DEL
MATRIMONIO
1. DEL EXPEDIENTE AL DIÁLOGO
Con los hijos surge plenamente la familia; esa caja de La acción pastoral debe estar preocupada por supe-
resonancia de dos los conflictos individuales y colecti- rar el mero tramite administrativo del expediente y el
vos. Los cónyuges han de tener conciencia de la situación simple examen de catecismo. Se ha de encontrar el clima
de crisis de la familia y ponerse en actitud de búsqueda. de un dialogo fraternal, reposado, respetuoso y profundo
Actitud que ha de ser compartida con todos los miembros sobre la vivencia de la fe y la conciencia cristiana de los
de la familia; es una empresa común. ¿Cómo crear un contrayentes.
clima de amor, de comprensión, de confianza? Es nece-
sario apoyar las iniciativas creadoras, aunque desga- En este encuentro interesa tomar nota no sólo de los
rren; saber desprenderse a tiempo; encontrar el ámbito conocimientos de la fe, sino de los criterios, valores y
de la libertad; superar el autoritarismo; encauzar la opciones de la vida, y, sobre todo, de la praxis cristiana.
rebeldía... «Aprovéchese esta primera oportunidad para ins-
truirles sobre lo que significa y requiere casarse por la
pág.
45
Iglesia...» (Rit. n.31) y de cómo «su matrimonio concier- —tiene relación con la comunidad y su misterio de amor;
ne a toda la Iglesia y que debe ser santificado» (Rit. n.32). —debe sostenerse en un amor verdadero
2. A SITUACIONES DIVERSAS, PLANTEAMIENTO —exige la aceptación de la responsabilidad de ser fieles
PASTORAL ADECUADO para siempre (Rit. n. 95-97).
La preparación a este sacramento, y aun su misma Hay además otros muchos temas, como la sexualidad,
celebración, está condicionada por la situación de fe en el amor, la entrega, lo jurídico, la paternidad, etc., que
que se encuentren los contrayentes. Cada celebración pueden ser abordados a lo largo de la formación (Rit.
debe ser entendida como un trabajo de artesanía; no se n.29).
trata de fabricar el sacramento en cadena. Esta iniciación debe tener un estilo cristiano propio.
«Conviene distinguir aquellas personas de fe viva... No se trata sólo le ofrecer unos conocimientos, «sino que
de otras de fe ambiental... y de aquellas descristia- debe ser un verdadero ejercicio de a fe y penetración en
nizadas... Estas circunstancias se pueden dar en los dos el misterio que se ha de celebrar. Esto se logrará median-
contrayentes por igual, o distintas en cada uno, creando te la organización de reuniones de oración en común»
situaciones complejas, que se han de tener en cuenta en (Rit. n.34).
la celebración y en la catequesis previa, para no aplicar- A la preparación matrimonial se le debería conceder
les una pastoral indiscriminada o una celebración un amplio espacio pastoral. La aventura de los cónyuges,
indiferenciada...» (Rit. n.10). acentuada por el cambio histórico y cultural, exige que se
le preste la máxima atención. Si los compromisos matri-
3. NO HAY POR QUÉ CELEBRAR EL SACRAMENTO A moniales requeridos por la comunidad son muy graves,
TODA COSTA
la preparación para vivirlos ha de estar en consonancia
Todo sacramento supone la fe del sujeto. Si no la con el rigor. De lo contrario, ¿cómo podríamos poner
posee, lo que en él se pretende celebrar carece de sentido. cargas tan pesadas sobre hombros tan débiles? En los
Durante largo tiempo hubo verdadera obsesión por sacramentos, además de invocar la gracia, tenemos que
sacramentalizar. En este momento, las comunidades reconocer la situación del hombre y potenciarla de un
cristianas y sus responsables han de ser más cautos. modo adecuado.
«Solamente en caso extremo de rebeldía o alarde de 5. NORMALMENTE, EL MATRIMONIO SE CELEBRA
falta de fe, se procurará hacerles comprender que el UNIDO A LA EUCARISTIA (Rit. n.35.54)
sacramento del Matrimonio supone a fe y que sin fe no es
licito celebrarlo. Sin embargo, antes de tomar una deci- La Eucaristía celebra la unidad y amor entre Cristo y
sión, recúrrase al parecer del obispo» (Rit. n.l2). la Iglesia, de ahí la estrecha relación que existe con el
sacramento del Matrimonio, que significa la entrega de
4. PREPARAR A LOS CONTRAYENTES Jesús a la comunidad (Rit. n.55). «La comunión bajo las
dos especies—modo normal de comunión para los con-
Una planificación pastoral adecuada ha de tener
trayentes— pone de relieve la significación del matrimo-
previsto el cauce rara ofrecer una formación matrimo-
nio cristiano, como expresión de la nueva alianza de
nial. Estos cauces han de ser mas amplios que el tiempo
Cristo y la Iglesia» (Rit. n.56).
de la preparación inmediata. Si la preparación al matri-
monio se hace de prisa, nerviosos por la proximidad de 6. UTILIZAR LA RIQUEZA DE FORMULARIOS
la fecha de su celebración, se convierte en un trámite mas
Se ofrecen en el Ritual gran variedad de textos, que
que es necesario cumplir (Rit. n.24).
deberán ser elegidos y adaptados a los diversos casos.
La preparación de la comunidad tiene que correr a la Así se puede huir de la rutina (Rit. n. 95-97).
par del tiempo del noviazgo.
Las lecturas, sobre todo, han de ser elegidas según el
Durante la preparación es necesaria la catequesis: contenido que se quiera dar a la celebración, atendiendo
«Casarse por la Iglesia... es una auténtica confesión de a las circunstancias de los contrayentes (Rit. n.45).
fe ante la comunidad cristiana reunida, que exige de los
novios una madurez en la misma fe, y que necesita una 7. RENOVACIÓN DEL COMPROMISO MATRIMONIAL
adecuada catequesis» (Rit. n.21). En momentos importantes de la vida: aniversario, en
Los puntos catequéticos más importantes serían des- el bautismo del hijo o quizá en la vigilia pascual, es
cubrir que el sacramento: conveniente que de un modo apropiado, los esposos
puedan renovar la entrega mutua que un día celebraron
—es un acto de fe en Jesús (Rit. n. 95-97).
pág.
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RITUAL DE LA UNCION Y DE LA
PASTORAL DE ENFERMOS
(7 DE DICIEMBRE DE 1972)
1) CONSTITUCION APOSTOLICA
«SACRAM UNCTIONEM INFIRMORUM» SOBRE EL
SACRAMENTO DE LA UNCION DE LOS ENFERMOS
La sagrada Unción de los enfermos, tal como lo modo uniforme, las partes del cuerpo del enfermo que
reconoce y enseña la Iglesia católica, es uno de los siete debían ser ungidas con el Santo Oleo, y se fueron
sacramentos del Nuevo Testamento, instituido por Je- añadiendo distintas fórmulas para acompañar las uncio-
sucristo nuestro Señor, «esbozado ya en el Evangelio de nes con la oración, tal como se encuentran en los libros
Marcos (Mc 6,13), recomendado a los fieles y promul- rituales de las diversas Iglesias. Sin embargo, en la
gado por el Apóstol Santiago, hermano del Señor. ¿Está Iglesia romana prevaleció desde el Medievo la costum-
enfermo—dice él—alguno entre vosotros? Mande bre de ungir a los enfermos en los órganos de los
llamar a los presbíteros de la Iglesia y oren sobre él sentidos, usando la fórmula: «Por esta santa unción y
y lo unjan con el óleo en el nombre del Señor; y la por su bondadosa misericordia te perdone el Señor
oración de la fe salvará al enfermo y el Señor lo todos los pecados que has cometido» adaptada a cada
aliviará y los pecados que hubiere cometido le uno de los sentidos.
serán perdonados (Sant 5,14-15)». La doctrina acerca de la Santa Unción se expone
Testimonios sobre la unción de los enfermos se también en los documentos de los Concilios Ecuménicos
encuentran, desde tiempos antiguos, en la tradición de a saber: el Concilio de Florencia y sobre todo el de
la Iglesia, especialmente en la litúrgica, tanto en Oriente Trento y el Vaticano II.
como en Occidente. En este sentido se pueden recordar El Concilio de Florencia describió los elementos
de manera particular la carta de nuestro predecesor esenciales de la Unción de los enfermos; el Concilio de
Inocencio I a Decencio, obispo de Gubbio, y el texto de Trento declaró su institución divina y examinó a fondo
la venerable oración usada para bendecir el óleo de los todo lo que se dice en la carta de Santiago acerca de la
enfermos: «Envía, Señor, tu Espíritu Santo Paráclito», Santa Unción, especialmente lo que se refiere a la
que fue introducido en la Plegaria eucarística y se realidad y a los efectos del sacramento: «Tal realidad es
conserva aún en el Pontifical Romano. la gracia del Espíritu Santo, cuya unción limpia los
A lo largo de los siglos se fueron determinando en la pecados, si es que aún quedan algunos por expiar, y las
tradición litúrgica con mayor precisión, aunque no de reliquias del pecado; alivia y conforta el alma del
pág.
47
enfermo suscitando con él gran confianza en la divina Por lo cual, dado que esta revisión atañe en ciertos
misericordia, con lo cual el enfermo, confortado de este aspectos al mismo rito sacramental, establecemos con
modo, sobrelleva mejor los sufrimientos y el peso de la nuestra Autoridad Apostólica que en adelante se obser-
enfermedad, resiste más fácilmente las tentaciones del ve en el Rito Latino cuanto sigue:
demonio que lo acecha al calcañar (Gén 3,15) y EL SACRAMENTO DE LA UNCION DE LOS
consigue a veces la salud del cuerpo si fuera convenien- ENFERMOS SE ADMINISTRA A LOS GRAVE-
te a la salud de su alma». El mismo santo Sínodo MENTE ENFERMOS UNGIENDOLOS EN LA
proclamó además que en las palabras del Apóstol se FRENTE Y EN LAS MANOS CON ACEITE DE
indica con bastante claridad que «esta unción se ha de OLIVA DEBIDAMENTE BENDECIDO O, SEGUN
administrar a los enfermos y, sobre todo, a aquellos que LAS CIRCUNSTANCIAS, CON OTRO ACEITE DE
se encuentran en tan grave peligro que parecen estar ya PLANTAS, Y PRONUNCIANDO UNA SOLA VEZ
en fin de vida, por lo cual es también llamada sacramen- ESTAS PALABRAS: «PER ISTAM SANCTAM
to de los moribundos». Finalmente, por lo que se refiere UNCTIONEM ET SUAM PIISSIMAM MISERICOR-
al ministro propio, declaró que éste es el presbítero. DIAM ADIUVET TE DOMINUS GRATIA SPIRITUS
Por su parte, el Concilio Vaticano II ha dicho SANCTI UT A PECCATIS LIBERATUM TE
ulteriormente: "La «Extremaunción», que puede llamar- SALVET ATQUE PROPITIUS ALLEVET».
se también y más propiamente, «Unción de los enfer- Sin embargo, en caso de necesidad, es suficiente
mos», no es sólo el sacramento de quienes se encuen- hacer una sola unción en la frente o, por razón de las
tran en los últimos momentos de su vida. Por tanto, el particulares condiciones del enfermo, en otra parte más
tiempo oportuno para recibirlo empieza cuando el cris- apropiada del cuerpo, pronunciando íntegramente la
tiano comienza a estar en peligro de muerte por enfer- fórmula.
medad o por vejez". Por lo demás, que el uso de este
sacramento sea motivo de solicitud para toda la Iglesia Este sacramento puede ser repetido si el enfermo que
lo demuestran estas palabras: «Con la sagrada Unción ha recibido la Unción se ha restablecido y después ha
de los enfermos y la oración de los presbíteros, toda la recaído de nuevo en la enfermedad, o también si durante
Iglesia encomienda los enfermos al Señor paciente y la misma enfermedad el peligro se hace más serio.
glorioso, para que los alivie y los salve (cf. Sant 5,14-16), Establecidos y declarados estos elementos sobre el
e incluso los exhorta a que, asociándose voluntariamen- rito esencial del sacramento de la Unción de los enfer-
te a la pasión y a la muerte de Cristo (Rom 8,17; Col mos, aprobamos también con nuestra Autoridad Apos-
1,24; 2 Tim 2,11-12- 1 Pe 4,13), contribuyan así al bien tólica el Ritual de la Unción de los enfermos y de su
del Pueblo de Dios». pastoral, tal como ha sido revisado por la Sagrada
Todos estos elementos debían tenerse muy en cuen- Congregación para el Culto Divino, derogando o
ta al revisar el rito de la Santa Unción, con el fin de que abrogando al mismo tiempo, si es necesario, las pres-
lo susceptible de ser cambiado se adapte mejor a las cripciones del Código de Derecho Canónico o las otras
condiciones de los tiempos actuales. leyes hasta ahora en vigor; siguen, en cambio, teniendo
validez las prescripciones y las leyes que no son
Hemos pensado, pues, cambiar la fórmula sacra- abrogadas o cambiadas por el mismo Ritual. La edición
mental de manera que, haciendo referencia a las pala- latina del Ritual, que contiene el nuevo rito, entrará en
bras de Santiago, se expresen más claramente los vigor apenas sea publicada; por su parte, las ediciones
efectos sacramentales. en lengua vernácula, preparadas por las Conferencias
Como, por otra parte, el aceite de oliva, prescrito Episcopales y aprobadas por la Sede Apostólica, entra-
hasta el presente para la validez del sacramento, falta rán en vigor el día señalado por cada una de las
totalmente en algunas regiones o es difícil de conseguir, Conferencias, el Ritual antiguo podrá ser utilizado hasta
hemos establecido, a petición de numerosos obispos, el 31 de diciembre de 1973. Sin embargo, a partir del 1
que en adelante pueda ser utilizado también, según las de enero de 1974 todos los interesados deberán usar
circunstancias, otro tipo de aceite, con tal de que sea solamente el nuevo Ritual.
obtenido de plantas, por parecerse más a la materia Determinamos que todo cuanto hemos decidido y
indicada en la Sagrada Escritura. prescrito tenga plena eficacia en el Rito Latino, ahora y
En cuanto al número de unciones y a los miembros para el futuro, no obstando a esto —en cuanto sea
que deben ser ungidos, hemos creído oportuno proceder necesario—ni las Constituciones ni las Disposiciones
a una simplificación del rito actual. apostólicas emanadas por nuestros predecesores ni las
pág.
48
demás prescripciones, aun las dignas de especial men- esenciales y sobrenaturales y manifestar que la vida
ción. mortal de los hombres ha de ser redimida por el misterio
Dado en Roma, junto a San Pedro, el 30 de noviem- de la muerte y resurrección de Cristo.
bre de 1972, año X de nuestro pontificado. 4. No basta sólo con que el enfermo luche contra la
PABLO PP. VI enfermedad, sino que los médicos y todos los que de
algún modo tienen relación con los enfermos han de
hacer, intentar y disponer todo lo que consideren prove-
choso para aliviar el espíritu y el cuerpo de los que
2) OBSERVACIONES sufren; al comportarse así, cumplen con aquella palabra
GENERALES PREVIAS de Cristo que mandaba visitar a los enfermos, queriendo
indicar que era el hombre completo el que se confiaba
(PRAENOTANDA) a sus visitas para que le ayudaran en su vigor físico y le
confortaran en su vida espiritual.
I. La enfermedad humana y su significación en el misterio
de salvación II. Los sacramentos que hay que dar a los enfermos
1. Las enfermedades y los dolores han sido siempre
A) La Unción de los enfermos
considerados como una de las mayores dificultades que
angustian la conciencia de los hombres. Sin embargo, 5. Los Evangelios muestran claramente el cuidado
los que tienen la fe cristiana, aunque sienten y experi- corporal y espiritual con que el Señor atendió a los
mentan lo mismo, se ven ayudados por la luz de la fe, enfermos y el esmero que puso al ordenar a sus
gracias a la cual perciben la grandeza del misterio del discípulos que procedieran de igual manera. Sobre todo,
sufrimiento y soportan los mismos dolores con mayor reveló el sacramento de la Unción, que, instituido por El
fortaleza. En efecto, los cristianos no solamente cono- y proclamado en la carta de Santiago, fue celebrado
cen, por las propias palabras de Cristo, el significado y siempre por la Iglesia en favor de sus miembros, a los
el valor de la enfermedad de cara a la salvación del que unge y por los que ora, encomendando a los
mundo, sino que se saben amados por el mismo Cristo, enfermos al Señor doliente y glorioso para que los alivie
que en su vida tantas veces visitó y curó a los enfermos. y los salve (cf. Sant 5,14-16), exhortándolos también
para que, asociándose libremente a la pasión y muerte
2. Aun cuando la enfermedad se halla estrechamen-
de Cristo (cf. Rom 8,17), colaboren al bien del Pueblo
te vinculada a la condición del hombre pecador, no
de Dios.
siempre puede considerarse como un castigo impuesto
a cada uno por sus propios pecados (cf. Jn 9,3). El En efecto, el hombre, al enfermar gravemente,
mismo Cristo, que no tuvo pecado, cumpliendo la profe- necesita de una especial gracia de Dios, para que,
cía de Isaías, experimentó toda clase de sufrimientos en dominado por la angustia, no desfallezca su ánimo, y
su pasión y participó en todos los dolores de los hombres sometido a la prueba, no se debilite su fe.
(cf. Is 53,4-5); más aún, cuando nosotros padecemos Por eso Cristo robustece a sus fieles enfermos con
ahora, Cristo padece y sufre en sus miembros configu- el sacramento de la Unción, fortaleciéndolos con una
rados con El. No obstante todos esos padecimientos son firmisima protección.
transitorios y pequeños comparados con el peso de
La celebración del sacramento consiste primordial-
gloria eterna que realizan en nosotros (cf. 2 Cor 4,17).
mente en lo siguiente: previa la imposición de manos por
3. Entra dentro del plan providencial de Dios el que los presbíteros de la Iglesia, se proclama la oración de
el hombre luche ardientemente contra cualquier enfer- la fe y se unge a los enfermos con el óleo santificado por
medad y busque solicitamente la salud para que pueda la bendición de Dios: con este rito se significa y se
seguir desempeñando sus funciones en la sociedad y en confiere la gracia del sacramento.
la Iglesia, con tal de que esté siempre dispuesto a
6. Este sacramento otorga al enfermo la gracia del
completar lo que falta a la Pasión de Cristo para la
Espíritu Santo, con lo cual el hombre entero es ayudado
salvación del mundo, esperando la liberación de su
en su salud, confortado por la confianza en Dios y
cuerpo en la gloria de los hijos de Dios (cf. Col 1,24;
robustecido contra las tentaciones del enemigo y la
Rom 8,19 21).
angustia de la muerte, de tal modo que pueda no sólo
Es más: en la Iglesia, los enfermos, con su testimonio soportar sus males con fortaleza, sino también luchar
deben recordar a los demás el valor de las cosas contra ellos, e incluso conseguir la salud si conviene
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para su salvación espiritual; asimismo le concede, si es 15. El sacerdote que ha sido llamado cabe un
necesario, el perdón de los pecados y la plenitud de la enfermo que ya ha muerto, rece por él y pida a Dios que
Penitencia cristiana. lo absuelva de sus pecados y lo admita
7. En la Santa Unción, que va unida a la oración de misericordiosamente en su reino pero no le administre
la fe (cf. Sant 5,15), se expresa ante todo la fe que hay la Unción. Si dudara de la certeza de la muerte, puede
que hacer suscitar tanto en el que administra como, de darle el sacramento «bajo condición».
manera especial, en el que recibe el sacramento; pues
lo que salvará al enfermo es su fe y la de la Iglesia, que
mira a la muerte y resurrección de Cristo de donde brota
la eficacia del sacramento (cf. Sant 5,15; 5) y entrevé
el Reino futuro cuya garantía se ofrece en los sacra-
mentos.
pág.
52
IV. Adaptaciones que competen b) Cuando no haya un grupo de fieles, recuerde el
a las Conferencias Episcopales presbítero que en él y en el enfermo está la Iglesia. Por
38. En virtud de la Constitución sobre la sagrada tanto, hágale saber al enfermo, antes o después de la
liturgia (art.63b), es competencia de las Conferencias celebración del sacramento, el amor de la comunidad y,
Episcopales determinar en los Rituales particulares el bien por si mismo, bien por algún cristiano de la Iglesia
nombre que más convenga al titulo de este Ritual Roma- local, continúe ofreciéndole la ayuda necesaria.
no, en consonancia con las necesidades de cada país, c) Si, después de la Unción, el enfermo se repusiera,
para que, reconocidos los libros por la Santa Sede, puedan aconséjele con suavidad que agradezca a Dios el
utilizarse en las regiones a las que van destinados. beneficio recibido, por ejemplo, participando en una
En este campo, pertenece a las Conferencias Epis- misa de acción de gracias o de otra manera parecida.
copales:
a) Determinar las adaptaciones, de las que se habla
en el articulo 39 de la Constitución sobre la sagrada
liturgia.
b) Considerar con objetividad y prudencia lo que
realmente puede aceptarse como propio del espíritu y
tradición de cada pueblo; por tanto, deberán ser some-
tidos al juicio y consentimiento de la Santa Sede aquellas
otras adaptaciones que se estimen útiles o necesarias.
c) Mantener algunos elementos existentes en los
antiguos Rituales particulares de enfermos, siempre
que estén en consonancia con la Constitución sobre la
sagrada liturgia; de lo contrario, deberán revisarse.
d) Preparar las versiones de los textos de modo que
respondan realmente a la idiosincrasia de las diferentes
lenguas y al espíritu de las diversas culturas, añadiendo,
siempre que parezca oportuno, melodías para ser can-
tadas.
e) Si fuera necesario, adaptar y completar los
praenotanda del Ritual Romano para lograr una par-
ticipación más consciente y viva de los fieles.
f) En la edición de los libros litúrgicos bajo la
responsabilidad de las Conferencias Episcopales, distri-
buir la materia según el método que parezca más
adecuado para su uso pastoral.
39. Cuando el Ritual Romano ofrece varias fórmulas
a elección del usuario, los Rituales particulares pueden
añadir otras fórmulas parecidas. 41. Por tanto, observe la estructura del rito en la
celebración, pero acomodándose a las circunstancias
V. Adaptaciones que competen al ministro
del lugar y de las personas. Hágase el acto penitencial
40. Teniendo en cuenta las circunstancias y necesi- al comienzo del rito o después de la lectura de la
dades de cada caso, así como los deseos de los enfer- Sagrada Escritura, según convenga. En lugar de la
mos y de los fieles, el ministro puede usar las diversas acción de gracias sobre el óleo, utilice una monición si
facultades que se le ofrecen en la ejecución de los ritos. le parece mejor. Todo esto habrá que tenerlo muy en
a) Primordialmente atenderá a la situación de fatiga cuenta, sobre todo cuando el enfermo se encuentra en
de los enfermos y a las variaciones que experimente su un sanatorio y hay otros enfermos en la misma sala
estado físico a lo largo del día. Por esta razón podrá que, acaso, no participan de ningún modo en la cele-
abreviar la celebración. bración.
pág.
53
UNCION esfuerzan en aliviar lo mas posible. Pero tene-
mos una cosa mas profunda y mas preciosa
DE LOS ENFERMOS
que ofreceros, la única verdad capaz de res-
El dolor es una realidad insoslayable en la vida de ponder al sufrimiento y de daros un alivio sin
los hombres, que solamente acaba con la muerte. El engaño: la fe y la unión al Varón de dolores,
dolor es algo que no se puede explicar satisfactoria- a Cristo, Hijo y Dios, crucificado por nuestros
mente. Ante el dolor se agotan las palabras o se pecados y por nuestra salvación.
vuelven excesivamente aéreas y desarraigadas, cuan- Cristo no suprimió el sufrimiento, y tampo-
do queremos que tengan un tono consolador. El co ha querido des velar enteramente su miste-
misterio del dolor se conecta necesariamente con el rio: El lo tomó sobre sí, y eso es bastante, para
misterio de Dios. Por eso, aceptar el dolor, la enfer- que nosotros comprendamos todo su valor».
medad y la muerte es aceptar nuestra fragilidad y
dependencia de Dios. Por eso el dolor es en cierto
sentido comunión de vida con el Dios impasible, que
sigue sufriendo en el mundo con todos los que sufren.
El dolor es un encuentro con el Crucificado.
La enfermedad es un misterio que se identifica
con el gran misterio del hombre, pues nos enfrenta
con nosotros mismos tal como somos. La enferme-
dad suscita interrogantes vitales en el hombre que
exigen una res puesta por parte de Dios. Cuando
gritamos nuestro dolor en la enfermedad, nos re-
vestimos de Job. Pero Dios no nos responde con
palabras, con teorías. Nos responde con una reali-
dad encarnada: la de Jesús. Al hacerse hombre, el
Hijo de Dios quiso sufrir y morir por todos los
hombres, para alcanzarnos el triunfo definitivo
sobre todo pecado, todo mal, todo dolor y toda
muerte. Y Cristo triunfó con la resurrección. Jesús, PASTORAL DE LOS ENFERMOS
nuestra esperanza, vive. En el dolor y la muerte ha
vencido, y por eso vence y vencerá la vida pascual. Para una recta pastoral de la enfermedad habrá
que tener en cuenta los condicionamientos que
El dolor y la enfermedad alcanzan perspectivas comporta. Algunos condicionamientos sociológi-
nuevas si son asumidos y vividos en unión con cos son nuevos, como, por ejemplo, la masificación
Cristo crucificado y resucitado. Así es como hay de los enfermos en los grandes centros sanitarios,
que interpretar el mensaje del concilio Vaticano II la soledad y aislamiento del enfermo alejado de su
a todos los que sufren: familia. Otros condicionamientos tienen una ver-
«Para todos vosotros, hermanos que su- tiente pastoral derivada de una falsa concepción
frís, visitados por el dolor en sus mil modos, del sacramento de la Unción de los enfermos,
el concilio tiene un mensaje muy especial. concebido y administrado como sacramento de
Siente fijos sobre él vuestros ojos moribundos, como extrema unción. Por tratarse de
implorantes, brillantes por la fiebre o abati- un sacramento para enfermos, es necesario discer-
dos por la fatiga; miradas interrogadoras nir el verdadero momento de su administración.
que bus can en vano el porqué del sufrimiento Pero el condicionamiento que mas incide en la
humano y que preguntan ansiosamente cuan- fructuosidad sacramental de la Unción es el nivel
do y de dónde vendrá el consuelo. de fe del enfermo. No se trata de abaratar el
Y nuestra pena aumenta al pensar que no sacramento administrándolo indiscriminadamente,
esta en nuestro poder el concederos la salud y así quedarnos tranquilos. Es verdad que muchas
corporal, ni tampoco la disminución de vues- veces la urgencia impone ciertas limitaciones en el
tros dolores físicos, que médicos, enfermeros y rito, pero ello no es disculpa para la rutina y para
todos los que se consagran a los enfermos se la infravaloración de los signos sacramentales.
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54
En la pastoral de la enfermedad nunca hay que tituir la comunidad en oración; la liturgia de la
centrarse exclusivamente en el alma del enfermo o Palabra intenta iluminar el conjunto de la celebra-
el anciano, prescindiendo de la suerte que pueda ción a la luz de la revelación; la liturgia del signo
correr el cuerpo y atendiendo sólo a que reciba los subraya la importancia de la oración de la fe, la
últimos sacramentos y se prepare a bien morir. Por imposición de manos, y la propia unción como un
eso se ha de evitar una concepción dualista del momento culminante de la celebración; finalmente,
hombre (alma-cuerpo) y hay que potenciar su uni- los ritos conclusivos tratan de vincular a la comu-
dad sustancial. La pastoral del enfermo «procura nidad en el cuidado de los enfermos» (Ritual n.72).
crear el clima propicio para superar la prueba del «El rito, tal como esta presentado, puede pare-
alma y del cuerpo, a fin de conseguir la salud de cer excesivo para un enfermo. Por eso, lo primero
ambos o, en su caso, para ayudar al enfermo a la que hay que tener en cuenta es su estado de salud
entrega humilde y confiada en manos del Padre y de fuerzas. El ministro puede, por esta razón,
celestial» (Ritual n.11). abreviarlo. El nivel de fe es asimismo importante
También se ha de evitar un concepto excesiva- para elegir la forma del rito y los diversos elemen-
mente rígido de lo que es «enfermedad grave», tos. También habrán de ser tenidas en cuenta las
porque se cortarían numerosas posibilidades a la personas que le rodean, sea la familia, sean otros
pastoral de enfermos y, mas en concreto, al sacra- enfermos, que tal vez ocupan la misma sala en un
mento de la Unción. Del mismo modo se ha de evitar sanatorio» (Ritual n.73).
el comentar por el rito sin que preceda el dialogo «La celebración comunitaria, en cuanto sea posi-
pastoral. Nunca se ha de olvidar que las reacciones ble, ha de manifestar el sentido eclesial del sacra-
de un enfermo son mas lentas que las de una mento. En ciertos casos, sera factible la presencia de
persona sana. En cada caso, la prudencia pastoral algunos miembros de la comunidad; en otros mu-
dirá a qué ritmo ha de avanzar el dialogo para que chos, la comunidad se vera reducida a la presencia
el enfermo se sienta vinculado al dolor redentor de de la familia; incluso no faltaran ocasiones en las
Cristo y pueda recibir la Unción. Es posible que una que se hallaran solos el ministro y el enfermo, en cuyo
insistencia agobiante induciría al enfermo a acep- caso se hará comprender a este último que allí esta la
tar unos sacramentos en los que no cree o no ha Iglesia representada» (Ritual n.74).
descubierto. Aunque todo dialogo pastoral con el
enfermo debe culminar en el encuentro sacramen- LA IGLESIA ENCOMIENDA Y ENTREGA EL MORIBUNDO
tal, sin embargo, se darán situaciones en las que A DIOS: EL TRÁNSITO DEFINITIVO
honradamente no se puede llegar al sacramento.
«La Iglesia ha estado presente a lo largo de toda
En la pastoral de los enfermos se tendrán muy la enfermedad y, al llegar el momento de la muerte,
presentes las diferentes etapas o situaciones: 1) la no abandona al cristiano, sino que le ayuda a hacer
enfermedad en general; 2) la enfermedad grave; 3)
su transito a la vida eterna en unión con Cristo, y lo
la proximidad relativa del peligro de muerte; 4) la
entrega a la Iglesia celeste por medio de la oración.
proximidad de la muerte; 5) el momento de expirar.
Su presencia allí en esos momentos es, ciertamente,
CELEBRACION DE LA SANTA UNCION compañia, consuelo y plegaria. Pero sobre todo es
«La bendición del óleo ha sido puesta de relieve un signo: Si el cristiano se salsa formando parte del
en el Ritual, al permitir al presbítero que lo bendiga Pueblo de Dios, a la hora de alcanzar la salvación
en caso necesario o, si ya esta bendecido, al hacerle también lo hace dentro del Pueblo de Dios
pronunciar una oración de acción de gracias, de peregrinante, que lo entrega a su porción gloriosa
modo semejante a como se hace con el agua bautis- ya en el cielo. Por eso es mas significativa en este
mal. A esta especial atención en torno al santo óleo momento la presencia del sacerdote a su lado»
debe corresponder un trato noble y digno, tanto en (Ritual n.82).
la conservación y custodia de la materia del sacra-
mento como en su aplicación al enfermo, que deberá «Mientras el moribundo es consciente, la Iglesia
hacerse con cantidad suficiente de óleo para que ora con él y por él, para ayudarle a vencer la
aparezca visiblemente como una verdadera unción» angustia natural de la muerte, uniendo su muerte a
(Ritual n.71). la de Cristo, que por su muerte venció la nuestra.
«Una celebración digna y cuidada hará descu- Cuando el enfermo no puede ya rezar, la Iglesia ora
brir la estructura dinámica de todo el rito, que, al por él y lo entrega a la Iglesia celeste, al mismo
igual que sucede con los otros sacramentos, encie- tiempo que ella misma se consuela con el sentido
rra diversos elementos. En efecto, los ritos iniciales pascual de la muerte» (Ritual n.83).
vienen a crear un clima sagrado propio para cons-
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RITUAL DE EXEQUIAS
(15 DE JUNIO DE 1969)
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El Oficio de difuntos católicos que nunca o casi nunca participan de la Eucaris-
14. Donde por ley particular, por fundación o por tía o que parecen haber abandonado la fe; pues los
costumbre, se celebra el Oficio de difuntos, con motivo de sacerdotes son ministros del Evangelio para todos.
las exequias o fuera de ellas, puede conservarse este 19. Las exequias, con excepción de la misa, pueden ser
Oficio con tal que se celebre digna y piadosamente. Pero, celebradas por un diácono. Cuando la necesidad pastoral
teniendo en cuenta las condiciones de la vida actual y de lo exija, la Conferencia Episcopal, con licencia de la Sede
la pastoral, es preferible, en lugar del Oficio de difuntos, Apostólica, puede facultar también a un laico.
celebrar una vigilia o liturgia de la Palabra. En ausencia del sacerdote o del diácono, se aconseja
Exequias y cremación del cadáver que las «estaciones» en la casa del difunto y en el
cementerio, en la primera forma de celebración exequial,
15. Según las disposiciones de la Sagrada Congrega- y la vigilia en casa del difunto se celebren bajo la dirección
ción del Santo Oficio se puede conceder las exequias de un laico.
cristianas a quienes han elegido la cremación de su
cadáver, a no ser que conste que dicha cremación fue 20. En la celebración de las exequias, a excepción de
elegida por motivos contrarios al sentido cristiano de la la distinción que se deriva de la función litúrgica y del
vida. orden sagrado, y aparte de los honores debidos a las
autoridades civiles, de acuerdo con las leyes litúrgicas, no
En este caso, las exequias se celebrarán según la forma se hará acepción alguna de personas o de clases sociales,
que se usa en la región, pero de tal manera que no se oculte ni en las ceremonias ni en el ornato externo.
que la Iglesia prefiere la costumbre de sepultar cuerpos,
como el mismo Señor quiso ser sepultado; evitese tam- V. Adaptaciones que corresponden
bién el peligro de escándalo o de sorpresa en los fieles. a las Conferencias Episcopales
Por otro lado, los ritos que se hacen en la capilla del 21. En conformidad con lo que establece el número
cementerio o junto al sepulcro pueden tener lugar en el 63b de la Constitución sobre la sagrada liturgia, corres-
edificio del crematorio; más aún, si no hay un lugar ponde a las Conferencias Episcopales traducir la edición
adecuado, dichos ritos pueden hacerse en el mismo cre- tipica latina del «Ritual de las exequias» y adaptarla a las
matorio, evitando todo peligro de escándalo o de indife- necesidades y características locales, para que, una vez
rentismo religioso. aprobadas sus decisiones por la Sede Apostólica, dicho
Ritual sea utilizado en las respectivas regiones.
IV. Funciones y ministerios
en la celebración de las exequias En esta materia, corresponde a las Conferencias Epis-
copales:
16. En la celebración de las exequias recuerden todos
los que pertenecen al Pueblo de Dios que a cada uno se le a) determinar las adaptaciones dentro de los limites
ha confiado un ministerio particular; a los padres y establecidos en esta sección;
familiares, a los responsables de las pompas fúnebres, a la b) considerar con cuidado y prudencia cuanto pueda
comunidad cristiana y, principalmente, al sacerdote, que, admitirse, oportunamente, de las tradiciones y el modo de
como maestro de la fe y ministro del consuelo, preside la ser de los diversos pueblos y, también, proponer a la Sede
acción litúrgica y celebra la Eucaristía. Apostólica otras adaptaciones que se estimen útiles o
17. Recuerden también todos, en especial los sacerdo- necesarias, para introducirlas con su consentimiento;
tes, cuando ruegan a Dios por los difuntos en la liturgia c) mantener vigentes o adaptar los elementos propios,
exequial, que es su deber avivar la esperanza de los cuando los hay, ya existentes en los rituales particulares,
presentes y afianzar su fe en el misterio pascual y en la siempre que estén de acuerdo con la Constitución sobre la
resurrección de los muertos, de tal manera, sin embargo sagrada liturgia y las necesidades actuales;
que, al manifestar el cariño de la Madre Iglesia y el d) preparar las versiones de los textos, de manera que
consuelo de la fe, animen a los creyentes, pero respeten su se acomoden verdaderamente a las diversas lenguas y
natural dolor. culturas, agregando, cuando fuere oportuno, melodías
18. Al preparar la celebración de las exequias, los aptas para el canto;
sacerdotes considerarán con la debida solicitud no sólo la e) adaptar y completar las introducciones de la edición
persona del difunto y las circunstancias de su muerte, sino tipica del Ritual Romano, de modo que los ministros
también el dolor de los familiares y las necesidades de su comprendan plenamente y realicen adecuadamente la
vida cristiana. Tendrá un cuidado especial por aquellos significación de los ritos;
que, con ocasión de las exequias, asisten a una celebra- f) al preparar las ediciones de los libros litúrgicos,
ción litúrgica y oyen el Evangelio, sean acatólicos o sean ordenar los textos del modo que sea más apropiado para
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el uso pastoral, con tal de que no se omita nada del y de la familia, para obtener en cada caso una celebración
material contenido en esta edición tipica; si pareciera que se adapte mejor a las diversas circunstancias;
oportuno añadir algunas rúbricas o textos, se los distin- b) algunos elementos no son obligatorios, sino que se
guirá de los de la edición tipica con un signo o carácter pueden añadir ad libitam según las circunstancias, como,
tipográfico adecuado. por ejemplo, en la casa del difunto, la oración por los
22. En la preparación de la edición en lengua vernácula familiares;
del «Ritual de las exequias», corresponderá a las Confe- c) según la tradición litúrgica, se da una gran libertad
rencias Episcopales: de elección en los textos propuestos para las procesiones;
a) ordenar los ritos según una o más formas, como se d) cuando, por una razón litúrgica, se indica o aconseja
indica en el número 9; un salmo que puede ofrecer dificultad pastoral, se ofrece
b) sustituir las fórmulas propuestas en el rito principal, siempre la posibilidad de cambiarlo por otro; más aún: si
si pareciera oportuno, por otras de las que se encuentran algún versículo de un salmo pareciera menos apto bajo el
en el capitulo de textos potestativos; aspecto pastoral, puede omitirse;
c) cuando la edición tipica latina del «Ritual de las e) el texto de las oraciones se propone siempre en
exequias» presenta varias fórmulas optativas, añadir otras singular, es decir, por un difunto, por tanto, en cada caso,
fórmulas del mismo género; el texto será adaptado según el género y el número; por
d) juzgar si un laico puede ser elegido para celebrar las ejemplo: en lugar de las palabras tu hijo, se usará, según
exequias (cf. n.l9); las circunstancias, tu hija o tus hijos o tus hijas, etc.;
e) cuando razones pastorales lo indiquen, establecer f) en las oraciones, las palabras o frases puestas entre
que la aspersión y /la incensación puedan omitirse o ser paréntesis pueden omitirse.
suplidas; 25. Una adecuada y digna celebración de las exequias
f) establecer para las exequias el color litúrgico más así como todo el ministerio del sacerdote para con los
adecuado a la idiosincrasia de cada pueblo, que no ofenda difuntos, supone una consideración orgánica del misterio
al dolor humano y que haga patente la esperanza cristiana, cristiano y del oficio pastoral.
a la luz del misterio pascual. Entre otras cosas, compete al sacerdote:
VI. Función del sacerdote a) asistir a los enfermos y moribundos, como se indica
en la preparación de la celebración en la sección correspondiente del Ritual Romano;
23. El sacerdote, después de haber considerado las b) catequizar sobre el sentido de la muerte cristiana;
diversas circunstancias y de haber oído los deseos de la c) consolar con bondad a la familia del difunto, aliviar
familia y de la comunidad, usará con libertad de las la angustia de su dolor y, en cuanto sea posible, ayudarla
facultades concedidas en los ritos. generosamente y preparar con ella la celebración adecua-
24. Los ritos propuestos, en cada forma de celebra- da de las exequias, empleando las facultades propuestas
ción, se describen de modo que puedan ser realizados con y concedidas en el mismo rito;
simplicidad; no obstante, se ofrece gran número de textos d) finalmente, ordenar la liturgia de los difuntos den-
para las diversas circunstancias. Así, por ejemplo: tro del marco de la vida litúrgica parroquial y del minis-
a) por regla general, todos los textos pueden ser terio pastoral.
cambiados por otros, con la cooperación de la comunidad
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EXEQUIAS En medio del «enigma» (Rit. n.l) y la «realidad
tremenda» de la muerte (Rit. n.3), se celebra la fe en el
El trance definitivo de la vida es la muerte. Ante ella Dios que salsa. El Dios de Jesús, a quien se ha dado
se desvela la debilidad e impotencia del hombre. Es un crédito, no es un Dios de muertos, sino de vivos. El,
momento sin trampa. Cuando alguien ha muerto, que- fuente de la vida que se escapa, es la meta del hombre
da el despojo de un difunto. que confía...
Esta situación provoca en los familiares y la comu- En el corazón de la muerte, la Iglesia proclama su
nidad cristiana un clima muy complejo. El
cuerpo muerto genera preguntas, despide
cuestiones insoportables, enfrenta ante el
destino y el sentido de todo, es causa de un
dolor agudo por la separación y el aniquila-
miento.
1.1. Desconcertados
La muerte es trágica. No se puede ignorar
o minusvalorar su lado amargo. La celebra-
ción debe hacerse eco de ello. El hombre es
un viviente, y la muerte es la contradicción de
todo lo que de vida, proyecto, futuro, perspectiva, esperanza en la resurrección. «Mientras toda imagi-
pueda abrigar cualquier ser vivo. nación fracasa ante la muerte, la Iglesia... afirma que
Aunque todos sepamos que tenemos que morir, la el hombre ha sido creado por Dios para un destino
muerte desconcierta, asombra, produce estupor y ex- feliz... La muerte corporal... será vencida» (Rit. n.1).
trañeza. Viene preñada de amargura, de sinsentido. Los creyentes aceptan la muerte. Pero confían en la
Los muertos se mueren solos, desamparados, sin que victoria del hombre sobre ella. Quien se haya enraizado
nadie pueda hacer nada por ellos. Es la honda expe- y construido en la vida, no será desarraigado ni des-
riencia reflejada por el Crucificado: «¡Dios mío, Dios truido. El que vive, aunque muera, seguirá en la vida
mío!, ¿por qué me has abandonado» (Mc 15,34). (Jn 11,25). La muerte no puede, aunque lo parezca,
Ante la muerte, muchas preguntas rebeldes y radi- dominar el ímpetu de la vida. Quien bebe del agua
cales se clavan en el corazón. ¿Por qué se viene a la verdadera, atravesará el desierto y no morirá de sed,
vida si se ha de morir? ¿Qué sentido tiene todo? porque lleva dentro una fuente de aguas vivas (Jn 4,13-
¿Acaso el Dios que nos abandona es bueno? Quien nos 14; 7,37,39). Quien coma del pan verdadero tendrá
garantiza la resurrección, ¿por qué no nos preserva vida y reencontrará la fortaleza para vencer a la
del trance de morir? ¿Para qué edificar la vida, si en muerte con la muerte (Jn 6,51).
un soplo se cae? ¿A dónde va a parar el esfuerzo de Creer es también esperar en el amor de Dios. El
tanto hombre y de las generaciones? sostiene la vida de los muertos y cumple la intuición del
Un extraño gesto de resignación, frío e impenetra- mundo nuevo, ofreciéndonos una existencia en el amor,
ble, deja la muerte en el rostro de los difuntos, mientras la entrega y la comunión sin límites, «Todo en todo» (1
las miradas de los vivos se pierden a lo lejos, casi Cor 15,28). El creyente asume la muerte y confía en que
escrutando el vacío. la vida sigue. ¿Será verdad que el hombre que muere
no muere, sino que, por el paso de la muerte, es
1.2. Con esperanza enraizado definitivamente en la vida? (Jn 6,51).
A pesar de todo, la comunidad celebra la muerte 1.3. En solidaridad con Jesús
con esperanza. El creyente, contra toda evidencia,
muere confiado: «En tus manos encomiendo mi espíri- La esperanza se expresa con plenitud en el aconte-
tu» (Lc 23,46). cimiento de Cristo: murió verdaderamente; pero, por
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el poder de Dios, está vivo, resucitado a fin de que sea el lado terrible de la muerte, «la esperanza cierta de la
primicia de los que duermen y primogénito de los que resurrección es uno de los temas más evidentes en las
pertenecen a la nueva creación. exequias cristianas» (Rit. n.9).
Jesús, con la obediencia de su vida, ha dado muerte En este aspecto, muy importante, el nuevo ritual es
al pecado, al proyecto de destrucción del hombre. El muy reiterativo: «es necesario que los cristianos recu-
camino de Jesús fue un continuo vivir para Dios y los peren el sentido pascual de la celebración cristiana de
demás y esforzándose por permanecer en comunión la muerte y que, a través de las exequias, afirmen su fe
con ellos. Los que le asesinaron no hicieron otra cosa y su esperanza en la vida eterna y en la resurrección...
que darle la oportunidad de vencer a la muerte con la Los ritos funerarios celebrados con motivo de la muer-
calidad de su vida. te de un cristiano muestran una auténtica fe pascual y
Lo que ha ocurrido en Jesús ha acontecido para que un genuino espíritu evangélico» (Rit. n.11).
se pueda descubrir el proyecto de Dios sobre todos y 2.2. Las exequias son una memoria
cada uno de los hombres. «En Cristo todos murieron,
pero es necesario que esta muerte llegue a ser para El funeral es una celebración de los vivos a propó-
cada uno una realidad efectiva» (Rit. n.6- cf. n.4). sito de la muerte de un ser querido y miembro de la
comunidad. El centro de la celebración es el difunto.
¿Cómo se solidariza el creyente con la muerte y
resurrección de Jesús? De tres maneras: Esta celebración es una expresión de la conciencia
que tiene la comunidad de la comunión existente entre
• de un modo sacramental: el Bautismo incorpora a la
los vivos y los muertos. No una relación supersticiosa
muerte y vida de Jesús; muerte y vida que se
o mágica, sino una comunión profunda, espiritual, con
celebran sin cesar en la Eucaristía;
lazos muy estrechos surgidos por la participación en la
• de un modo existencial: el vivir el estilo de Jesús en misma fe, el mismo espíritu y la misma vida. Los
el mundo va configurando en su muerte y resurrec- creyentes vivos tienen la esperanza de que sus muertos
ción viven, por eso se pueden sentir en comunión con ellos.
• de un modo físico: por medio de la muerte corporal. La memoria que en la celebración se hace del o de los
Con ella se incorporan al misterio pascual de un difuntos es un cauce de comunión con ellos. «Los ritos
modo definitivo (Rit. n.6-7). funerarios expresan también los vínculos existentes
entre todos los miembros de la Iglesia... La comunión
2. SENTIDO DE LA CELEBRACIÓN DE LA de todo el Cuerpo místico» (Rit. n.13).
MUERTE La memoria de los fallecidos se expresa también en
Los funerales que celebra la comunidad cristiana forma de oración, intercesión o súplica. Todos los ritos
«no son únicamente ritos de purificación del difunto, ni están salpicados de esta preocupación:
sólo oraciones de intercesión, ni mera expresión de
invocar la misericordia de Dios, interceder para
condolencia o consuelo» (Rit. n.8).
que sean perdonados, rogar a fin de que estén en
2.1. Las exequias son una celebración comunión con Dios y en la bienaventuranza.
Toda celebración connota un carácter festivo, en el Esta súplica, tradicional en la Iglesia, surge «por la
que están presentes la alegría, la esperanzas la imagi- incertidumbre inherente a la esperanza cristiana»
nación creadora, el ensueño, la evocación del futuro y (Rit. n.15). No estamos seguros de la salvación de ahí
la afirmación de la vida. que la comunidad pida para su miembro difunto lo
En la celebración de la muerte, la Iglesia festeja mejor, aquello mismo que espera para sí misma.
«el misterio pascual», con el que el difunto ha vivido La memoria de los muertos está impregnada de un
identificado, afirmando así la esperanza de la vida profundo cariño y respeto, que se manifiesta por el
recibida en el Bautismo, de la comunión plena con tratamiento dado al cuerpo. El cuerpo, que ha sido la
Dios y con los hombres honrados y justos, y, en manifestación de la bondad de la persona, de su
consecuencia, la posesión de la bienaventuranza entrega, su amor, su relación con los otros y el mundo,
(Rit. n.8). que ha sido templo del Espíritu y está llamado a la
El carácter festivo de la celebración hace de ella resurrección. Todo el hombre, alma y cuerpo, es objeto
misma una proclamación de la esperanza. Sin olvidar de la salvación de Dios (Rit. n. 18-19).
pág.
61
2.3. La ejemplaridad de las exequias 3.3. Prestar atención a la homilía
En la Iglesia ninguna celebración de la comunidad El ritual manda que haya homilía: «no debe faltar»
se realiza en vano. Las exequias, a pesar de estar (n.37), para «conducir a los fieles a una más plena
centradas sobre los difuntos, repercuten en la vida de participación en la celebración exequial y a una renova-
la comunidad, edifican también a quienes las celebran. ción de las actitudes cristianas» (Rit. n.46).
Quien celebra expresa de tal manera lo que vive que no Esta homilía tiene una importancia muy grande tanto
puede menos de sentirse interpelado y edificado por desde el punto de vista catequético como evangelizador
aquello mismo que está haciendo. (Rit. n.46). Sin caer en el oportunismo, las exequias son
una oportunidad para que los creyentes profundicen en
De la celebración ha de salir reforzada la unión de su fe, por la apertura y la disponibilidad que el aconteci-
los creyentes, la esperanza, el sentido de la vida, la miento depara. Además, los funerales son ocasión de que
muerte y la comunión con los difuntos. La celebración pasen por las iglesias personas que no son creyentes. Es
de las exequias es un gran mural en el que la comuni- un buen momento para presentarles la genuina cara del
dad debe ir leyendo y profundizando todo aquello que Evangelio de Jesús (Rit. n.69).
se refiere a la esperanza (Rit. n.20). Para que la homilía cumpla su cometido debe cuidar
no sólo el contenido, sino también un lenguaje ausente de
3. SUGERENCIAS PASTORALES tópicos. Se debe hacer un esfuerzo por encontrar temas
PARA LA CELEBRACIÓN adecuados y variados de predicación ¡ de lo contrario se
caerá en la rutina y, en lugar de un bien, la homilía será
3.1. Las exequias no son un acto aislado. un momento insoportable. Para ello se debería aprove-
Estamos acostumbrados a que la gente pase por la char la gran riqueza del leccionario de exequias; la
Iglesia al nacer, al casarse y al morir. Este comporta- multiplicidad de lecturas sugerirá diversidad de temas y
enfoques (Rit. n.28.66).
miento debe ser arrancado poco a poco con una
pastoral conveniente. No es necesario recordar que ya se han pasado de
moda las «oraciones fúnebres».
Las exequias tienen sentido cuando ha habido una
verdadera celebración de la enfermedad y, sobre todo, 3.4. Desarrollo de los ritos
cuando se vive entroncado en una comunidad cristia- Las grandes ciudades impiden, normalmente, la cele-
na. La celebración funeral, para que tenga sentido, es bración del rito en todas sus partes.
la culminación de la atención de la comunidad a un A pesar de ello habría que estar atentos a no reducir
hermano y de la vida de fe del difunto. las exequias a su mínima expresión. Siempre que se
La pastoral debería, en consecuencia, estar más pueda debería celebrarse toda la riqueza de los ritos (Rit.
preocupada de atender a los vivos que de conformarse n.29).
con celebrar el tránsito de los muertos (Rit. n.67). 3.5. El clima
Por eso el nuevo ritual recomienda que, además de Huir de los climas trágicos y funerarios. Mantener la
la celebración del rito, «se establezca contacto huma- natural preocupación y seriedad, que no están reñidas
no con los familiares del difunto» (Rit. n.23), hasta tal con el ambiente de gozo (Rit. n.44) y de esperanza que
punto que se pueda celebrar una vigilia en casa del entrañan la celebración del misterio pascual (Rit. n.48-
difunto (Rit. n.38). 49.54).
Desterrar las «pompas fúnebres»; encontrar un estilo
3.2. Presencia de la comunidad nuevo en las esquelas, recordatorios, velatorios, orna-
Si las exequias son una celebración, debe estar mentación... Buscar ese punto justo entre lo tremenda-
presente quien celebra, es decir, la comunidad. Los mente serio de la muerte y la esperanza de la resurrección
funerales no pueden ser una excepción de esta regla (Rit. n.27 y 51).
general. «La celebración de las exequias no es asunto Desde esta misma perspectiva es necesario elegir el
sólo de los allegados del difunto, sino de toda la color litúrgico de los ornamentos de la celebración (Rit.
comunidad cristiana..., la cual, de diversos modos, n.60).
debe hacerse presente..., que aparezca con claridad la Se debe ir también reflexionando y educando sobre el
realidad de la comunidad eclesial que celebra el mis- sentido del «luto», práctica tan tradicional y arraigada,
terio pascual, expresa su fe y ora por el difunto» (Rit. pero que, en ocasiones, supone una aberración respecto
n.21.14a. 26-27). al sentido cristiano de la muerte.
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62
APORTACION DEL
CONSEJO PRESBITERAL SOBRE
«LOS SACRAMENTOS»
1) BAUTISMO 2) CONFIRMACION
Hechos:
- No hay temarios comunes para la preparación tanto
para los confirmandos como para los papás y padrinos.
- Diversidad en las edades para la confirmación.
- Confirmaciones precipitadas (porque se van a casar).
- Faltan normas más concretas en la diócesis.
Hechos:
- Hay gran variedad de temas para las pláticas.
- A pesar de que hay acuerdos decanales sobre fechas,
lugar y requisitos para bautizar, algunos no los
respetan.
- Algunos niegan el bautismo de hijos ilegítimos.
Soluciones propuestas
- Unificar temario y número de pláticas.
- Que se cuide lo indispensable que marca el Derecho Soluciones propuestas:
Canónico para facilitar los trámites de bautismos.
- Que en la diócesis se pongan criterios claros sobre el
- Que se den pláticas en diversos horarios. particular.
- Que, en general, no se nieguen los sacramentos sin - Que el departamento de Evangelización y catequesis
razones válidas pastorales. proponga un temario.
- Que los padrinos no tengan impedimentos para serlo. - Que se tome como el sacramento de la adolescencia.
- Que se respeten los acuerdos decanales. - Que en la región pastoral de occidente nos unifiquemos.
- Que se eviten particularismos.
- Que se proponga temario especial para los
- Que el bautismo se celebre donde corresponde. confirmandos que se van a casar y casos semejantes.
- Cuando se invite sacerdote, a ser posible, se acomode
a los horarios establecidos.
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3) RECONCILIACION Soluciones propuestas:
- Preparar mejor las misas de entre semana: cantos,
Hechos: lectores, homilía.
-Algunos sacerdotes regañones. - Seguir el Ritual Romano en la celebración de la misa.
- Algunas confesiones rápidas y - Que se recuerden las normas sobre la comunión doble
mal hechas. el mismo día.
- No hay criterios comunes para - Promover más la comunión frecuente y en general la
situaciones especiales vgr. vida Eucarística.
Anticonceptivos. - Legislar para que no haya acaparadores de intenciones.
- Poco se promueven celebraciones penitenciales vgr. - Que en cada parroquia haya una misa comunitaria en
Cuaresma. día, lugar y hora fija.
- Algunos párrocos se quejan que los sacerdotes jóvenes - Que los equipos de liturgia estén mejor preparados.
no se sientan a confesar. - Mayor creatividad de parte de los celebrantes, de
acuerdo a las distintas opciones que presenta el
Soluciones propuestas: Misal. Creatividad dentro del orden.
- Que haya horario de confesiones en cada templo - No andar inventando a lo que ya está propuesto,
adaptado a las circunstancias y se publique en las desorientamos a la gente.
puertas del mismo. - Que se destaque el signo de unidad sacerdotal con las
- Que haya cursos de moral para unificar criterios. concelebraciones
- Que se siga el ritual de la confesión.
- Que desde el seminario se oriente a ser director
espiritual.
5) UNCION
- Que se den penitencias razonables. DE LOS ENFERMOS
- Que haya mayor atención al confesonario.
4) EUCARISTIA
Hechos:
- En las misas ordinarias se improvisan lectores y
cantos.
- Hay monotonía en la liturgia y hay misas carrereadas.
- No hay criterios comunes en cuanto a comulgar varias
veces el mismo día.
- En algunas parroquias hay acaparadores de intenciones
de misas.
- Equipos de liturgia mal preparados.
Hechos
- Hay familias que llaman a distintos sacerdotes para
que unjan a los enfermos varias veces en la misma
enfermedad.
- Algunos celebran misa en casa del enfermo.
- Hay sacerdotes que de ordinario llevan la comunión
a los enfermos sin la vestimenta litúrgica.
pág.
64
Soluciones propuestas: párrocos que casan sin pláticas y sin trámites.
- Que las parroquias, por lo menos una vez al año, unjan - Que haya criterios diocesanos sobre matrimonios en
a los enfermos y ancianos. cuaresma
- Que se promueva una verdadera pastoral de enfermos. - Que se fomente una catequesis en adolescentes y
- Que se siga el ritual de unción de enfermos. jóvenes, más que castigos a los que se salen.
- Que se unifiquen criterios en cuanto a temas de
pláticas pre-matrimoniales.
6) MATRIMONIO - Que desde la presentación y luego en las pláticas, se
les insista en la modestia del vestido, sobre todo en
damas. Educar en la puntualidad.
- Que la misa comience a la hora en que se dijo.
- Que cada parroquia regule lo de fotógrafos y
filmaciones.
- Buscar un sano equilibrio entre lo que gastan en la
fiesta, y lo que se les pide en el templo.
- Que los padrinos sean en verdad ejemplo para los
nuevos matrimonios.
- Que cada parroquia ofrezca una hoja con las normas
para celebraciones especiales.
- Sobre todo en las parroquias grandes donde casi no se
conocen, poner las amonestaciones con fotografía en
la puerta del templo.
- Elaborar criterios sencillos y claros para los que
Hechos: vienen de Estados Unidos a casarse.
- Promover matrimonios colectivos, sobre todo en
- Disparidad de criterios para pedir dispensas al
ciudades.
obispado, sobre todo en edad de los contrayentes.
- Parroquias que aceptan gentes de otras parroquias sin
el permiso respectivo y realizan matrimonios sin 7) CELEBRACIONES
trámites.
- Parroquias donde no hay matrimonios en cuaresma,
ESPECIALES
para evitar fiestas escadalosas.
- Parroquias donde se castiga a los huídos, como A) XV AÑOS
escarmiento a los demás, en cuanto colores del vestido,
adornos del templo, horario, días especiales. Hechos:
- Algunas parroquias no tienen pláticas pre- - Falta más preparación para estas fiestas.
matrimoniales. - En algunas, hay derroche de centavos.
- Vestidos deshonestos y mucha impuntualidad. - En algunos casos se fomenta el individualismo.
- Por falta de motivación de algunos sacerdotes, se
Soluciones propuestas: prepara más la fiesta que la misa.
- Aunque la edad canónica es de 14 y 16 años, sin
embargo, tratemos de respetar la propuesta de los Soluciones propuestas:
obispos para México, 16 y 18 cumplidos. - Que se prepare temario para quinceañeras (reflexiones-
- Que a ser posible la presentación matrimonial sea retiro)
hecha por el sacerdote. - Que se haga la lucha para que haya misas comunitarias.
- Que de ordinario se realicen los trámites que pide el - Evitar privilegios.
Derecho. - Que las parroquias busquen medios para hacer
- Que con caridad fraterna se llame la atención a conciencia de que lo más importante es la misa.
pág.
65
B) PRIMERAS COMUNIONES. Soluciones propuestas:
- Que haya reuniones de catequesis con los que se
Hechos:
gradúan.
- Cada parroquia tiene su propio catecismo de acuerdo - Aprovechar estos momentos para evangelizar.
a su realidad. - Instruir a padrinos y acompañantes.
- Algunas parroquias no dan importancia a las pláticas - Revisar las celebraciones con los de kinder.
con padres de familia y padrinos. - Pedir más respeto al templo.
- Aunque ya en general es aceptada la primera comunión
en comunidad, sin embargo, aún subsiste el afán de D) EXEQUIAS.
lucimiento con misas privadas de gala.
Hechos:
Soluciones propuestas:
- En algunos lugares no se permite ni llevar el cuerpo al
- Uniformidad en cuanto al texto de catecismo en la templo porque es domingo o día de fiesta.
diócesis. - Algunos celebran novenarios de misas, dividiendo y
- Unidad en cuanto a la edad para hacer la primera creando conflicto entre ricos y pobres
comunión (8 años). - Se han multiplicado las guardias a los cuerpos a la
- Que así como se le da importancia a las pláticas para hora de la misa, sin sentido litúrgico y sólo por llamar
otros sacramentos, también se le dé importancia a la la atención.
primera comunión.
- Celebraciones en comunidad. Soluciones propuestas:
- Que en lo económico no se dé sensación de lucro. - Que se permita llevar el cuerpo al templo, pero que se
celebre la misa que la liturgia permita.
C) ANIVERSARIOS DE MATRIMONIOS.
- Que se supriman las guardias al féretro, dando una
Hechos: catequesis y puestos de acuerdo los sacerdotes.
- Que no se permitan misas sólo porque es el novenario,
- Existe la idea de que si hay misa, debe haber fiesta. sino que se añadan a las intenciones ordinarias.
Soluciones propuestas:
- Misas comunitarias en días especiales, vgr. en la fiesta
del pueblo, en la fiesta de la Sagrada Familia, en la
semana de la familia, etc.
- Temario especial para preparar a la familia y al
pueblo.
- Esquemas litúrgicos con lecturas y oraciones propias.
E) FIN DE CURSOS.
Hechos:
- A veces aparecen como desfile de modas, como
exhibición.
- Pocas veces hay catequesis previa.
- En algunas ocasiones los padrinos y acompañantes
aparecen como alguien que va a pagar la fiesta o para
quedar bien.
- En algunos casos las misas de kinder aparecen como
ocasión de derroche.
pág.
66
PRESENTACION
DE LA ENCICLICA
EVANGELIUM VITAE
L
a Evangelium Vitae es una encíclica cultural. La situación de la vida humana es de
escrita por el Santo Padre con la clara verdad dramática, ya que no solamente es
conciencia de estar cumpliendo con la amenazada sino que se encuentra sujeta a
delicada misión que el Señor le ha confiado, atentados sistemáticos con perfiles de conspi-
de Maestro y Pastor de la Iglesia Universal, en ración metódica, cultural y política.
estos momentos en que se da una verdadera Quizá la característica mas sobresaliente de
conjura contra la vida humana que ataca a la la encíclica es su estructura teológica y cristo-
familia y pone en peligro el futuro mismo de céntrica, hasta tal punto que se puede decir que
la humanidad. Es un documento histórico, rico Cristo se presenta como la clave de lectura
y denso en su contenido, muy positivo y para comprender el valor de la vida humana;
esperanzador en su orientación y que responde Cristo es el parámetro para la defensa de la
a un gran reto que tiene la Iglesia y la humani- vida humana y de su dignidad. No estamos por
dad ya que ilumina con el esplendor de la tanto ante una encíclica simplemente ética
Revelación el don de la vida y ofrece criterios sino ante un documento del magisterio con
morales exigidos por la fe y acordes a la recta profundos y amplios horizontes teológicos. Es
razón. necesario dejar muy en claro que esta fisono-
mía cristocéntrica no disminuye el carácter
1.- ORIGEN Y FISONOMIA DE LA
NATURAL del valor de la vida y el funda-
ENCICLICA
mento RACIONAL de la obligación de respe-
Muchos se preguntarán el por qué una encí- tar y defender la vida humana (Cf. NN.
clica sobre la vida humana en este momento. 2,29,30,34,49,57...).
La justificación inmediata la da el mismo
Santo Padre en el número 5 de la encíclica en 2.- ALGUNAS CLAVES
donde recuerda cómo en el Consistorio Ex- DE LECTURA
traordinario celebrado del 4 al 7 de Abril de
1991, los cardenales, con voto unánime, le A.- Una gozosa proclamación.
pidieron reafirmar con la autoridad del Suce- El texto de la encíclica, aunque es fuerte-
sor de Pedro, el valor de la vida humana y su mente doctrinal y pastoral, está escrito con una
inviolabilidad. También recuerda la consulta cálida y dinámica energía que lo convierte en
que hizo a todos los Obispos de la Iglesia una proclamación gozosa del don de la vida,
Católica por medio de una carta personal. Nos concorde con el título, que de por sí ya es muy
encontramos por tanto ante una encíclica de indicativo: EL EVANGELIO DE LA VIDA,
carácter eminentemente COLEGIAL. Es significativo el que Su Santidad haya
Las causas más profundas y urgentes que escogido la solemnidad de la Anunciación
motivaron la presente encíclica son las ofensas para la proclamación de este documento tras-
y delitos contra la vida humana inocente, acom- cendental, pues el tono tan positivo de la
pañadas frecuentemente con la aprobación de Encíclica sólo es descifrable en la profundidad
las leyes civiles y de una amplia justificación de la verdad de Dios, en el misterio del Verbo
pág.
67
Encarnado, que caracteriza todo el texto, y que son las naciones pobres presionadas por las
no sólo es una adecuada respuesta a la petición grandes potencias con la imposición de políti-
de los Cardenales que le pidieron con insisten- cas demográficas. «Toda amenaza a la digni-
cia un anuncio lleno de esperanza, sino que es dad y a la vida del hombre repercute en el
parte del estilo del Magisterio del Santo Padre corazón mismo de la Iglesia, afecta al núcleo
la serena y clara proclamación, aunque trate de su fe en la encarnación redentora del Hijo de
temas arduos y complejos. Dios, la compromete en su misión de anunciar
El Papa en esta encíclica como que nos el Evangelio de la Vida... Hoy este anuncio es
toma de la mano y nos lleva al conocimiento particularmente urgente ante la impresionante
de la verdad que se convierte en alabanza, multiplicación y agudización de las amenazas
oración, canto. Sin perder el rigor de la re- a la vida de las personas y de los pueblos,
flexión y la fuerza de la argumentación la especialmente cuando ésta es débil e indefen-
encíclica se transforma en un himno, en un sa. A las tradicionales y dolorosas plagas del
canto a la vida. Es importante subrayar este hambre, las enfermedades endémicas, la vio-
aspecto de gozosa proclamación sin que esto lencia y las guerras, se añaden otras, con
nos lleve a infravalorar las evidentes preocu- nuevas facetas y dimensiones inquietantes»
paciones que se transforman en denuncias (N.3).
proféticas, en orientaciones exigentes, en de- Este panorama tan oscuro adquiere, en la
finiciones. Pero siempre la denuncia en la consideración del Santo Padre, perfiles de
defensa de la vida, en el documento pontificio, protesta ética y de denuncia histórica, con un
está abierta a la conversión y a la esperanza. tono no menos severo que el de la Rerum
Novarum. La defensa de los más débiles es
B.- Valiente defensa de los más pobres.
cuestión de verdad, de humanidad y la Iglesia
La Evangelium Vitae es ciertamente una asume esta causa por fidelidad al Evangelio de
convincente y valiente defensa de los más la Vida el cual es necesario proclamar y testi-
pobres, de los más débiles, de los más inermes moniar y hacer llegar al corazón de cada
y de los más inocentes, los cuales no son vistos hombre y mujer e introducirlo en lo más
simplemente con ojos de sociólogo, de políti- recóndito de toda la sociedad.
co, como si se tratara da una «clase», en
sentido estricto, sino con corazón de pastor C.- Una lucha con dimensiones pascuales.
que va en profundidad expresando la preocu- Esta situación grave y dramática de los
pación del Buen Pastor por su grey y por cada pobres es considerada en la nueva encíclica en
una de sus ovejas. Es el Buen Samaritano que una perspectiva de tensión, de lucha con per-
se hace presente ante este drama social de files precisos: lucha de la cultura de la vida
enorme gravedad, ante el cual la Iglesia no contra la cultura de la muerte, de las fuerzas del
puede callar, y en donde su anuncio gozoso en bien y del mal, no como mera conflictualidad
favor de la vida se convierte en interpelación, histórica, social, política, económica, sino
en denuncia y al mismo tiempo en llamada a la como una lucha interpretada a la luz de la fe,
conversión y movilización histórica de todas una LUCHA PASCUAL. No es una lucha que
sus energías al servicio de la vida. la Iglesia haya buscado, sino que se la encuen-
Los atentados en contra de la vida humana, tra en la historia de la humanidad y ha elegido
en su novedad, gravedad y extensión, son el camino de la defensa de los derechos de los
presentados como una crisis, una pérdida de más débiles y así abre al mundo las puertas de
valores, un mal. Las víctimas de las leyes la esperanza, en donde la victoria es segura,
inicuas son ciertamente los que están por na- pues el Señor de la vida, el Señor de la Pascua,
cer, los enfermos, los ancianos, pero también ha vencido a la muerte en la cruz.
pág.
68
La elección que hace la Iglesia y que debe produzcan estos crímenes precisamente den-
hacer todo cristiano no es facultativa, es un tro y por obra de la familia, que constitu-
imperativo de responsabilidad en favor de la tivamente está llamada a ser, sin embargo,
vida, un imperativo que ya se presenta en el «santuario de la vida». (Cf. N 11).
Antiguo Testamento: «... te pongo delante Se entiende plenamente la razón por la cual
vida o muerte, bendición o maldición. Escoge «es determinante e insustituible el papel de la
la vida, para que vivas, tú y tu descendencia» familia en la edificación de la cultura de la
(Dt. 30,15.19). Es un imperativo de la cruz de vida» (N. 92), y cómo la familia sea clave
Cristo, en donde se cumple el Evangelio de la central para la lectura de esta Encíclica que
Vida (N.50). «Estamos no solo «ante», sino considera a la Iglesia Doméstica como el lugar
necesariamente «en medio» de este conflicto: privilegiado donde se anuncia, se celebra y se
todos nos vemos implicados y obligados a sirve al Evangelio de la Vida. Sin embargo es
participar, con la responsabilidad ineludible importante subrayar cómo el documento pon-
de elegir incondicionalmente en favor de la tificio considera necesario y urgente, para que
vida... La opción incondicional en favor de la la familia pueda realizar su vocación de San-
vida alcanza plenamente su significado reli- tuario de la Vida, la ayuda y el sostén de la
gioso y moral cuando nace, viene plasmada y sociedad y del estado (Cf. N. 94).
es alimentada por la fe en Cristo... es la fe en
el Resucitado, que ha vencido la muerte; es la 3.- LAS DEFINICIONES.
fe en la sangre de Cristo «que habla mejor que
El capítulo tercero de la Evangelium Vitae
la de Abel» (N. 28).
aparece especialmente interesante por su con-
D.- Ligada a la familia. tenido doctrinal, por los tres pronunciamien-
En toda la encíclica se observa cómo el don tos magisteriales y por las conclusiones y
de la vida está íntimamente ligado a la familia, aplicaciones pastorales.
santuario de la vida. Este es el designio de A - El fundamento antropólogico-filosófico y teológi-
Dios, no sólo en la colaboración en el momen- co.
to de la procreación, sino en todo el proceso
Se presenta la defensa de Dios del manda-
educativo, como procreación integral, que hace
miento «no matarás» en el contexto de la
crecer a todo hijo, a toda persona, según la
Alianza, en el contexto de la Historia de la
imagen y semejanza de Dios, es decir, según el
Salvación, haciendo ver cómo en este punto
modelo por excelencia que es Cristo. La fami-
las dos alianzas se encuentran y compenetran.
lia es por tanto el lugar natural, normal y más
Este mandamiento tiene su fundamento
apto para la vida y es en la familia donde la
ontológico, en la misma naturaleza, y por tanto
vida es recibida, protegida y desarrollada.
se percibe no sólo en la perspectiva sobrenatu-
Es bien conocido por todos cómo los aten- ral, por esta razón, la relación entre razón y
tados contra la vida naciente y terminal, pre- revelación, entre natural y sobrenatural, apare-
sentan caracteres nuevos y suscitan problemas ce en toda la encíclica.
de gravedad singular, por el hecho de que
tienden a perder, en la conciencia colectiva, el El mandamiento de Dios no está separado
carácter de «delito» y asumir paradójicamente de su amor, por eso es presentado como «evan-
el de «derecho», hasta el punto de pretender gelio» esto es, buena y gozosa noticia. Tam-
con ello un verdadero y propio reconocimien- bién el Evangelio de la Vida es un gran don de
to legal por parte del estado y la sucesiva Dios y, al mismo tiempo, una tarea que com-
ejecución mediante intervención gratuita de promete al hombre... Al darle la vida, Dios
los mismos agentes sanitarios... Más grave exige al hombre que la ame, la respete y la
aún es el hecho de que, en gran medida, se promueva. De este modo, el don se hace
pág.
69
mandamiento, y el mandamiento mismo es un escrita, transmitida por la Tradición de la
don (Cf. N. 52). El precepto no «matarás» Iglesia y enseñada por el Magisterio ordinario
tiene un fuerte contenido negativo: indica el y universal, debe ser observada de manera
límite que nunca puede ser transgredido, pero definitiva por todos los fieles». (n.65)
también conduce a una actitud positiva de
respeto absoluto por la vida, ayudando a pro- C.- Las conclusiones y aplicaciones pastorales.
moverla y a progresar por el camino del amor Después de estas enseñanzas tan valientes y
que se da, acoge y sirve (Cf. N. 54). tan claras, en defensa del carácter sagrado e
inviolable de la vida humana, el Santo Padre
B.- Los tres pronunciamientos magisteriales.
nos muestra el camino del amor y de la verda-
Hasta el momento presente no estoy infor- dera piedad, al que nos obliga nuestra común
mado sobre la formulación que utilizará el condición humana y que la fe en Cristo Reden-
Santo Padre en las definiciones magisteriales tor, muerto y resucitado, ilumina con nuevo
que hará sobre el homicidio, el aborto y la sentido.
eutanasia. Pueden ser en forma de definición
Todas las tendencias que llevan a justificar
dogmática o en forma de un pronunciamiento
la violación del derecho primario y fundamen-
definitivo.
tal a la vida, tienen como raíz el relativismo
Sobre el homicidio: «Con la autoridad con- ético que caracteriza muchos aspectos de la
ferida por Cristo a Pedro y a sus Sucesores, en cultura contemporánea. No falta quien consi-
comunión con los Obispos de la Iglesia Cató- dere este relativismo como una condición de la
lica, confirmo que la eliminación directa y democracia, ya que sólo él garantizaría la
voluntaria de un ser humano inocente es tolerancia, el respeto recíproco entre las perso-
siempre gravemente inmoral. Esta doctrina, nas y la adhesión a las decisiones de la mayo-
contenida expresamente en la Sagrada Escri- ría, mientras que las normas morales, conside-
tura, transmitida por la Tradición de la Iglesia radas objetivas y vinculantes, llevarían al au-
y enseñada por el Magisterio ordinario y uni- toritarismo y a la intolerancia. Sin embargo, es
versal, debe ser considerada como definitiva precisamente la problemática del respeto de la
por parte de todos los fieles. (n.57) vida la que muestra los equívocos y contradic-
Sobre el aborto «En comunión con todos ciones, con sus terribles resultados prácticos,
los Obispos, declaro que el aborto directo, es que se encuentran en esta postura (Cf. N. 70).
decir, querido como fin o como medio, es Ante estas tendencias y en el caso concreto
siempre un desorden moral grave, en cuanto de una ley intrínsecamente injusta, como es la
eliminación deliberada de un ser humano ino- que admite el aborto y la eutanasia, nunca es
cente. Esta doctrina, fundada en la Palabra de lícito someterse a ella, «ni participar en una
Dios escrita, transmitida por la Tradición de la campaña de opinión a favor de una ley seme-
Iglesia y enseñada por el Magisterio ordinario jante, ni darle el sufragio del propio voto».
y universal, debe ser observada de manera Como podemos ver, el Santo Padre no se
definitiva por todos los fieles». (n. 62) limita a dar principios generales, sino que
Sobre la eutanasia- «De acuerdo con el desciende a la realidad de la problemática para
Magisterio de mis Predecesores y en comu- dar orientaciones concretas, sin caer en ningún
nión con los Obispos de la Iglesia católica, momento en la casuística moral.
confirmo la enseñanza según la cual la euta- Atte. Su hermano servidor
nasia es una grave violación de la Ley de + NORBERTO RIVERA CARRERA
Dios, en cuanto eliminación deliberada y mo-
ralmente inaceptable de una persona humana. OBISPO DE TEHUACÁN.
Esta doctrina, basada en la Palabra de Dios 21 de marzo de 1995.
pág.
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CUMPLEAÑOS PARA EL MES DE ABRIL
SACERDOTES
1 Abril 1962 ...... SR. PBRO. MIGUEL ARIZAGA OCEGUEDA
3 Abril 1964 ...... SR. PBRO. VICTOR LIZARDE RODRIGUEZ
5 Abril 1936 ...... SR. PBRO. VICENTE GUTIERREZ PADILLA
6 Abril 1964 ...... SR. PBRO. GUILLERMO HUERTA MURO
7 Abril 1963 ...... SR. PBRO. J. GUADALUPE PRADO GUEVARA
9 Abril 1943 ...... SR. PBRO. JOSE HUGO OROZCO SANTOYO
9 Abril 1954 ...... SR. PBRO. FRANCISCO ESTRADA RIOS
11 Abril 1961 ...... SR. PBRO. VICTOR NICOLAS MARTINEZ JURADO
15 Abril 1961 ...... SR. PBRO. FRANCISCO JAVIER GARCIA ORTIZ
16 Abril 1962 ...... SR. PBRO. RODOLFO MORALES PEDROZA
17 Abril 1946 ...... SR. PBRO. MIGUEL AGUIRRE SANCHEZ
19 Abril 1955 ...... SR. PBRO. GERARDO OROZCO ALCALA
20 Abril 1949 ...... SR. CURA J. JESUS MELANO GONZALEZ
21 Abril 1964 ...... SR. PBRO. GONZALO OLIVA HERNANDEZ
21 Abril 1964 ...... SR. PBRO. J. JESUS ROCHA RAMOS
25 Abril 1961 ...... SR. PBRO. RAUL HERNANDEZ HERNANDEZ
ANIVERSARIOS DE ORDENACION
1 Abril 1980 ...... SR. CURA MOISES RODRIGUEZ VALADEZ
2 Abril 1945 ...... SR. PBRO. IGNACIO MONTOYA MALACARA OJO 50 AÑOS
2 Abril 1949 ...... SR. PBRO. AGUSTIN SORIA DELGADO
2 Abril 1949 ...... SR. PBRO. MANUEL DIAZ DIAZ
3 Abril 1954 ...... SR. PBRO. RAMON FLORES MANRIQUEZ
5 Abril 1947 ...... SR. CURA FRANCISCO JIMENEZ GUTIERREZ
6 Abril 1957 ...... SR. CURA J. GUADALUPE BECERRA BARAJAS
6 Abril 1957 ...... SR. CURA AGUSTIN MONTES SEGURA
6 Abril 1957 ...... SR. PBRO. ADOLFO GARCIA RIZO
7 Abril 1928 ...... SR. CANGO. IGNACIO GUTIERREZ DE LA TORRE
8 Abril 1989 ...... SR. CURA JUAN CASILLAS PLASCENCIA
8 Abril 1989 ...... SR. PBRO. MANUEL MARTIN ALCALA
8 Abril 1989 ...... SR. PBRO. ALFREDO GARCIA GUZMAN
8 Abril 1989 ...... SR. PBRO. JOSE GUADALUPE VAZQUEZ GONZALEZ
9 Abril 1990 ...... SR. PBRO. ERNESTO GONZALEZ DAVALOS
10 Abril 1977 ...... SR. CURA LUIS GUTIERREZ VELAZQUEZ
12 Abril 1941 ...... SR. CANGO. LUIS NAVARRO ROMERO
12 Abril 1971 ...... SR. PBRO. VICENTE GUTIERREZ PADILLA
15 Abril 1979 ...... SR. CURA JUAN MANUEL OROZCO BARBA
15 Abril 1979 ...... SR. CURA PEDRO VAZQUEZ VILLALOBOS
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71
15 Abril 1979 ...... SR. CURA MIGUEL CHAVEZ GONZALEZ
15 Abril 1979 ...... SR. CURA HELIODORO GUILLEN DELGADILLO
15 Abril 1979 ...... SR. CURA SALVADOR GONZALEZ RUIZ
16 Abril 1974 ...... SR. CURA JOSE LUIS MUÑOZ DIAZ
17 Abril 1971 ...... SR. PBRO. J. GUADALUPE RODRIGUEZ RUIZ
20 Abril 1946 ...... SR. PBRO. FELICIANO MACIAS MENDOZA
20 Abril 1991 ...... SR. PBRO. TARCICIO MARTIN MARTIN
20 Abril 1991 ...... SR. CURA JOSE LUIS DELGADO CARRION
20 Abril 1991 ...... SR. PBRO. MIGUEL ARIZAGA OCEGUEDA
20 Abril 1991 ...... SR. PBRO. J. GUADALUPE PRADO GUEVARA
20 Abril 1991 ...... SR. PBRO. PASCUAL AVELAR MARQUEZ
20 Abril 1991 ...... SR. PBRO. RAMON MAGAÑA CURIEL
20 Abril 1991 ...... SR. PBRO. JAVIER RODRIGUEZ OROZCO
20 Abril 1991 ...... SR. PBRO. SANTIAGO LOPEZ VAZQUEZ
22 Abril 1947 ...... SR. PBRO. JOSE INES RODRIGUEZ SANCHEZ
23 Abril 1973 ...... SR. PBRO. TEODORO GUZMAN GUTIERREZ
23 Abril 1983 ...... SR. PBRO. FRANCISCO ESCOBAR MIRELES
23 Abril 1983 ...... SR. PBRO. RAUL GOMEZ GONZALEZ
23 Abril 1983 ...... SR. PBRO. RAMON PEREZ MATA
23 Abril 1983 ...... SR. CURA JUAN ROBERTO CHAVEZ BOTELLO
23 Abril 1983 ...... SR. CURA RAFAEL VILLALOBOS ORTEGA
23 Abril 1983 ...... SR. PBRO. ESPIRIDION GUTIERREZ LIMON
23 Abril 1983 ...... SR. PBRO. J. JESUS ARELLANO HERNANDEZ
23 Abril 1994 ...... SR. PBRO. MARTIN VAZQUEZ MUÑOZ
23 Abril 1994 ...... SR. PBRO. RODOLFO MORALES PEDROZA
23 Abril 1994 ...... SR. PBRO. RAUL HERNANDEZ HERNANDEZ
23 Abril 1994 ...... SR. PBRO. ALBERTO VILLASEÑOR JIMENEZ
23 Abril 1994 ...... SR. PBRO. LUIS TORRES GONZALEZ
23 Abril 1994 ...... SR. PBRO. AGUSTIN ACEVES HERNANDEZ
23 Abril 1994 ...... SR. PBRO. CELEDONIO MARTINEZ SOTELO
23 Abril 1994 ...... SR. PBRO. LUIS FLORES VILLA
23 Abril 1994 ...... SR. PBRO. ALBERTO ESCOBAR GOMEZ
23 Abril 1994 ...... SR. PBRO. JUAN DE JESUS FUENTES HERNANDEZ
23 Abril 1994 ...... SR. PBRO. JOSE ANTONIO ANGEL GONZALEZ
23 Abril 1994 ...... SR. PBRO. IGNACIO BARBA PALOS
24 Abril 1943 ...... SR. PBRO. JUAN PEREZ GALLEGOS
28 Abril 1990 ...... SR. PBRO. MIGUEL MARTIN RIOS
28 Abril 1990 ...... SR. PBRO. JUAN MARTIN GONZALEZ DAVALOS
28 Abril 1990 ...... SR. PBRO. MIGUEL FRANCO GONZALEZ
28 Abril 1990 ...... SR. PBRO. FRANCISCO GUTIERREZ VAZQUEZ
28 Abril 1990 ...... SR. PBRO. GABRIEL GONZALEZ PEREZ
28 Abril 1990 ...... SR. PBRO. ANTONIO CAMARENA VALADEZ
28 Abril 1990 ...... SR. PBRO. JOSE BRIGIDO PEREZ GUTIERREZ
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AGENDA DE ABRIL
S. 1 Salida de seminaristas a Apostolado. Cuaresma-Pascua.
L. 3 Reunión Consejo decanal Atotonilco. San Felipe. Agentes.
L. 10 Reunión Consejo decanal Ayotlán. Huáscato. Pendiente.
L. 10 Reunión Consejo decanal. Yahualica. La Cantera. Espiritualidad.
L. 10 Reunión Consejo decanal San Julián. Jalpa. Campesinos.
Ma. 11 MISA CRISMAL. Catedral. RENOVACIÓN DE PROMESAS
SACERDOTALES, a las 11:00 a.m.
L. 24 Reunión Consejo decanal. San Juan. Sangre de Cristo. VIII
Asamblea diocesana.
L. 24 Reunión Equipo diocesano de pastoral campesina. Tepatitlán.
Preparar semana del campesino.
L. 24 Reunión Consejo decanal Tepatitlán. Santuario de Guadalupe.
Retiro convivencia.
Mi. 26 Reunión Equipo M.C.S. Tepatitlán.
J. 27 Reunión Consejo decanal Lagos. La Asunción. Semana del
campesino.
MAYO
S. 6 ORDENACIONES SACERDOTALES. San Juan.
J. 11 PEREGRINACIÓN AL TEPEYAC. México. Virgen de Guadalupe.
J. 18 REUNIÓN PLENARIA DEL PRESBITERIO. Seminario San Juan.
SANTIFICACIÓN DEL CLERO.
19-20 REUNION DEL CONSEJO DIOCESANO DE PASTORAL. Casa
Juan Pablo II. Preparación VIII Asamblea Diocesana de Pastoral
(Fase 2)
Mi. 24 REUNIÓN DE PÁRROCOS Y ENCARGADOS DE COMUNIDADES.
Casa Juan Pablo II. Motivación VIII Asamblea Diocesana.
Los sacramentos
en el Concilio Vaticano II.
L
os sacramentos están ordenados a la santi-
ficación de los hombres, a la edificación
del Cuerpo de Cristo y, en definitiva, a dar
culto a Dios; pero, en cuanto signos también
tienen un fin pedagógico. No sólo suponen la fe,
sino que, a su vez, la alimentan, la robustecen y la
expresan por medio de palabras y cosas; por eso se
llaman sacramentos de la fe. Confieren ciertamen-
te la gracia, pero también su celebración prepara
perfectamente a los fieles para recibir con fruto la
misma gracia, rendir el culto a Dios y practicar la
caridad.
Por consiguiente, es de suma importancia, que
los fieles comprendan fácilmente los signos
sacramentales y reciban con la mayor frecuen-
cia posible aquellos sacramentos que han sido
instituidos para alimentar la vida cristiana.
Por tanto, la liturgia de los sacramentos hace
que, en los fieles bien dispuestos, casi todos los
actos de la vida sean santificados por la gracia
divina que emana del misterio pascual de la pa-
sión, muerte y resurrección de Cristo, del cual
todos los sacramentos reciben su poder.
(SC 59, 61).