2021 07 10 La Oracion de Ana

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UNA ORACION EN MEDIO DEL SUFRIMIENTO

LA ORACIÓN DE ANA

I. INTRODUCCIÓN
A medida que crecemos en madurez: la voluntad de Dios, sus propósitos, y el honor de su nombre nos van
a preocupar cada vez mucho más. Estaremos mucho más sintonizados con Dios.
Pero no importa cuánta madurez hayamos alcanzado, siempre seguiremos teniendo penas y alegrías
personales en nuestra vida. Si es que, en todo momento, en todo tiempo, queremos darle el honor a Dios
que importante será que lo busquemos a Él.
Y cuando tenemos que elevar al creador una súplica por nuestros sufrimientos personales, que lindo es que
como un niño podamos acudir a nuestro Padre con la confianza que Él nos oye y nos responde conforme a
su soberana voluntad, entendiendo que el tiene un plan perfecto para nuestras vidas, y aún cuando no lo
entendamos, lo lleva adelante.
En esta oportunidad vamos a hablar de una mujer llamada Ana. Su nombre en hebreo es Hanna, que significa
“llena de gracia”, llena de favor.
Cuando los padres de Ana recibieron la bendición de Dios, decidieron colocarle ese nombre, porque de
inmediato percibieron que la vida de su pequeña irradiaba el favor de Dios en su vida.
Pero que paradójica es la vida, una mujer “llena de gracia”, en este pasaje la encontramos como una mujer
“llena de tristeza”, “llena de amargura”.
¿Qué es lo que estaba sucediendo? Veamos algunos aspectos de la vida de Ana, y que podemos aprender a
través de los mismos.

II. ACTITUDES QUE PRODUCEN DESALIENTO Y AMARGURA EN ANA


Ana estaba casada con Elcana (1), quien tenía otra esposa llamada Penina (2), la cual era su rival, es decir,
ambas competían por el amor del mismo esposo.
LA ESTERILIDAD
2b ……. Penina tenía hijos, más Ana no los tenía
5 Pero a Ana ……. Jehová no le había concedido tener hijos.
I Samuel 1:2b y 5
Cuán difícil es ver a mujeres que anhelan tener un hijo y no pueden tenerlo, frente a mujeres que no desean
hijos y los tienen.
La palabra de Dios nos enseña que los hijos son bendición de Dios:
28 Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra
Génesis 1:28
3 He aquí, herencia de Jehová son los hijos; cosa de estima el fruto del vientre.
Salmo 127:3
En la misma palabra encontramos mujeres que eran estériles:
 Sarai la esposa de Abraham era estéril (Génesis 11:30);
 Rebeca la Esposa de Isaac era estéril (Génesis 25:21)
 Raquel la esposa de Jacob era estéril (Génesis 29:31)
 y en el pasaje de hoy encontramos que Ana la esposa de Elcana era estéril (I Samuel 1:5).
¿Cómo entender a un Dios que muchas veces cerró la matriz de algunas mujeres? ¿Es que no quiere
bendecirlas? ¿Por qué Dios permite que estas mujeres sufran?
En los tiempos bíblicos el que una mujer sea estéril era tenida por deshonra o por castigo, mientras que la
fecundidad, como una bendición.
Imagínense cómo se sentía Ana, ella no solo que no tenía hijos, sino que su rival, la otra esposa de Elcana,
Penina, sí tenía hijos.
Pero ahí vemos la mano soberana de Dios: Saraí tuvo a Isaac, Rebeca tuvo a Esaú y Jacobo, Raquel tuvo a
José y Benjamín, y Ana tuvo a Samuel y seis hijos más.
De acuerdo al diccionario estéril significa:
 Ser vivo, que no puede reproducirse
 Terreno, que no da fruto, que no produce nada
 Medicina, que no tiene gérmenes
 Emprendimiento, sin resultados
¿Cuántas veces hemos estado o estamos atravesando por un sufrimiento, y donde todo esfuerzo humano es
inútil? ¿Qué hacemos cuando enfrentamos estos tiempos de sufrimiento, muy difíciles en nuestra vida?
LA RIDICULIZACIÓN
6 Y su rival la irritaba, enojándola y entristeciéndola, porque Jehová no le había concedido tener hijos.
7 Así hacía cada año; cuando subía a la casa de Jehová, la irritaba así; por lo cual Ana lloraba, y no
comía.
I Samuel 1:6-7
Penina atormentaba a Ana, al punto de irritarla y enojarla. Y cuando tenía la ocasión para hacerlo.
La palabra dice que ni cuando estaban en el templo Penina dejaba de irritar a Ana porque no tenía hijos.
Que duro es que encima que enfrentas una dificultad en tu vida, no falta alguien que se levanta y te echa en
cara la dificultad que estás pasando o aún más se goza en ella.
¿Sufres porque alguien te ridiculiza o te pone en vergüenza por algún impedimento físico o emocional, o
por algún sufrimiento por el que estás atravesando?
QUE NADIE PUEDA HACER NADA POR SU SITUACIÓN
3 Y todos los años aquel varón subía de su ciudad para adorar y para ofrecer sacrificios a Jehová de los
ejércitos en Silo, donde estaban dos hijos de Elí, Ofni y Finees, sacerdotes de Jehová.
4 Y cuando llegaba el día en que Elcana ofrecía sacrificio, daba a Penina su mujer, a todos sus hijos y a
todas sus hijas, a cada uno su parte.
5 Pero a Ana daba una parte escogida; porque amaba a Ana, aunque Jehová no le había concedido tener
hijos.
8 Y Elcana su marido le dijo: Ana, ¿por qué lloras? ¿por qué no comes? ¿y por qué está afligido tu
corazón? ¿No te soy yo mejor que diez hijos?
I Samuel 1:3-5 y 8
Por mucho que Elcana amaba a Ana, él no podía hacer nada por ella. Ana recibía más amor de esposo que
su rival Penina, pero seguía siendo estéril.
Las burlas y sarcasmos de su fértil rival, rodeada en la casa por todos sus hijos, transformaban el amor de
su esposo en fuente de dolor y amargura para Ana.
Lo que más la hacía sufrir era la fiesta anual de las ofrendas y diezmos. Los israelitas tenían la costumbre
de reservar una décima parte de lo que producían para ofrecerlo al Señor. Elcana que vivía a cierta distancia
de Silo (donde se celebraban los diezmos), cambiaba su trigo y ganado por plata, y llevaba luego el dinero
en una bolsa de cuero a Silo.
Allí compraba carne, harina y bebidas para alegrar el corazón. Con los demás ofrendantes, entregaba al
sacerdote una parte para que fuera colocada en el altar del sacrificio. Después en la presencia del Señor y
con mucho regocijo, la familia comía el resto.
Ana no podía festejar. Cuando Elcana distribuía las porciones de carne a su familia, cargaba la bandeja de
Penina con grandes porciones de carne para que los distribuya entre sus niños. La porción que recibía Ana
era un doloroso recuerdo de su esterilidad. Penina, por su parte, no perdía oportunidad de refregar con sal
las heridas de Ana.
Un año, Ana dejó la comida sin tocar. Las lágrimas le llenaban los ojos mientras contemplaba el plato de
carne.
Ni siquiera el tierno amor que le brindaba Elcana aliviaba la enorme carga de depresión que le agobiaba:
¿por qué lloras? ¿por qué no comes? ¿y por qué está afligido tu corazón? ¿No te soy yo mejor que diez
hijos?
Aquí percibimos que Elcana no fue empático con Ana, desde su perspectiva trato de ayudar a Ana, pero no
ayudó realmente a su esposa.
Cuantas veces en medio de nuestro sufrimiento, se han cruzado en nuestro camino personas que, aunque
tienen todo el buen deseo de ayudarnos no logran su objetivo.
Cuantas veces vemos a personas que están sufriendo, y no logramos ser efectivos al tratar de ayudarlos
Entonces:
¿Cómo tratamos de salir del sufrimiento por el cual estamos atravesando?

III. ACTITUDES EN LA ORACIÓN DE ANA


SE DIRIGE A DIOS
10b ………… oró a Jehová……….
14 Entonces le dijo Elí: ¿Hasta cuándo estarás ebria? Digiere tu vino.
15 Y Ana le respondió diciendo: No, señor mío; yo soy una mujer atribulada de espíritu; no he bebido vino
ni sidra, sino que he derramado mi alma delante de Jehová.
I Samuel 1:10b y 14-15
Que precioso detalle el que nos da la Palabra de Dios: el sacerdote Eli estaba sentado en una silla junto a un
pilar del templo, pero Ana no fue donde Elí, ella no buscó al siervo de Dios para arreglar su vida, ella buscó
directamente a Dios.
Ella abrió su corazón, derramó su alma delante del Señor, le pidió lo que ella más anhelaba.
Esto no significa que no podamos pedir que un pastor o siervo de Dios ore por nosotros, pero tenemos que
reconocer que ellos son únicamente instrumentos de Dios, el único quien obra de acuerdo a su soberana
voluntad es Dios y nosotros somos sus hijos y tenemos entrada directa al trono de su gracia.
15 Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que
fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado.
16 Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para
el oportuno socorro.
Hebreos 4:15-16
Dice la Palabra de Dios que ella oró a Jehová, orar es hablar con Dios.
Cuándo estamos con problemas o atravesando situaciones difíciles ¿Con quién hablamos primero?
UNA ORACION SINCERA
 Con dolor
10a ella con amargura de alma oró a Jehová ………………..
I Samuel 1:10a
Amargura del alma: es la angustia del alma. Es algo que genera una desesperación profunda y que los
sumerge cada vez más en la tristeza.
Es un sentimiento duradero de frustración, resentimiento o tristeza, especialmente por haber sufrido una
desilusión o una injusticia.
La Palabra de Dios no menciona cuánto tiempo Ana estuvo llevando este sufrimiento en su vida, solo
encontramos este dato:
3a Y todos los años aquel varón subía de su ciudad para adorar y para ofrecer sacrificios a Jehová de
los ejércitos en Silo…….
I Samuel 1:3a
De seguro fueron muchos años que Ana, llevó este dolor en su corazón.
Y Ana habla con Dios con amargura de alma, una oración donde ella no le esconde nada, se muestra
transparente en lo que está viviendo, pensando y sintiendo.
Fue una oración de confesión, un clamor por el sufrimiento que estaba atravesando
¿Cuántas veces necesitamos acudir a Dios de la misma forma frente a los sufrimientos y aún amarguras
del alma por el que estamos pasando?
Que la tristeza, aflicción, angustia no se conviertan en un enemigo de la oración.
 Llorando abundantemente
10b …………………………………………. y lloró abundantemente.
16b ……………………………..por la magnitud de mis congojas y de mi aflicción he hablado hasta
ahora.
I Samuel 1:10b y 16b
No fue una oración más, sino una oración acompañada de muchas lágrimas.
Se acercó a Dios con un corazón sensible, tierno. Sus oraciones fueron con lágrimas en la presencia de
Dios.
Realmente la situación de Ana nos conmueve. Para ella la vida no tenía sentido mientras ella fuera estéril
¿Cuantas veces nos ha tocado llorar abundantemente por el sufrimiento que estamos atravesando, y no
encontramos nada que nos consuele?
El sufrimiento personal nunca carece de sentido para los hijos de Dios. Quizás no sepamos por qué
estamos sufriendo, y el dolor nos parezca realmente insoportable. En esas circunstancias, debemos
siempre recurrir a Dios con nuestro dolor, congoja y aflicción y pedirle alivio.
Tenemos que saber que Dios se propone hacer algo por medio de nuestro sufrimiento. Lo que, si
podemos experimentar, es cómo se profundiza nuestra relación con Él.
Podríamos decir, que es la cirugía divina la que sana y corrige, si se lo permitimos, los defectos que
pueden existir en nuestro crecimiento cristiano. Lo que es esencial es que respondamos confiando en la
misericordia y la bondad de Dios.
No debemos permitir que la amargura o la rebelión nublen nuestra vista y nos impidan ver a Dios cuando
parece que no nos responde. Si lo hacemos, el sufrimiento que estaba destinado a enriquecer y
profundizar nuestra relación con El ocasionará el efecto contrario, si caemos en la trampa de la auto
conmiseración y la duda.
 En la que hace un voto
11 E hizo voto, diciendo: Jehová de los ejércitos, si te dignares mirar a la aflicción de tu sierva, y te
acordares de mí, y no te olvidares de tu sierva, sino que dieres a tu sierva un hijo varón, yo lo dedicaré
a Jehová todos los días de su vida, y no pasará navaja sobre su cabeza.
I Samuel 1:11
Qué es un voto: Es la promesa solemne que se hace a Dios de llevar a cabo algún acto, ofrenda o dádiva,
de aceptar un servicio o determinadas circunstancias, o de abstenerse de ciertas cosas que en sí mismas
no son ilícitas. Un voto era un acto voluntario.
21 Cuando haces voto a Jehová tu Dios, no tardes en pagarlo; porque ciertamente lo demandará Jehová
tu Dios de ti, y sería pecado en ti.
Deuteronomio 23:21
Cuando se hace un voto a Dios, tenemos que cumplirlo, de lo contrario sería tomado por Dios como
pecado e insensatez.
Ana hizo un voto a Dios, y ella lo cumplió.
En medio de su sufrimiento, Ana hizo un voto a Dios, le prometió que si le daba un niño lo entregaría a
Dios.
Dios había permitido que Ana llegara a este punto. ¿Es que Dios la llevó a hacer un voto en medio del
sufrimiento? ¿Qué estaba en la mente de Dios?
C. S. Lewis dijo: Dios nos susurra en las alegrías pero nos grita en nuestros sufrimientos. El mismo
dolor que permitió que naciera Samuel que transformó Israel, también transformó a Ana. Si hubiéramos
permitido que Ana hablar 10 años después del nacimiento de Samuel hubiéramos encontrado que nunca
dejó de alabar al Dios que había permitido que pase por un tiempo de sufrimiento. No sólo porque Dios
le había respondido sino porque su sufrimiento la había llevado a arrojarse en sus brazos.
El sufrimiento es un pago trivial por los enormes tesoros que hemos ganado por medio de esas pruebas.
Ana no era un simple peón en el juego de ajedrez de la historia que Dios manejaba. Los propósitos de
Dios para la vida de Ana pueden haber incluido el sufrimiento. Pero su propósito más amplio respecto
a Israel estaba unido a un propósito amoroso hacia Ana.
Dios la guio suavemente por medio del sufrimiento de Ana para finalmente darle mucha más felicidad.
 Específica
11b ………………………. sino que dieres a tu sierva un hijo varón, yo lo dedicaré a Jehová todos los
días de su vida, y no pasará navaja sobre su cabeza.
I Samuel 1:11b
Ana pidió un hijo varón, para dedicarlo a Dios.
Que importante es ser preciso y específico con Dios cuando se ora
UNA ORACION PERSEVERANTE
12a Mientras ella oraba largamente delante de Jehová,……….
I Samuel 1:12a
El pasaje no especifica qué tiempo duró Ana orando por ese hijo que deseaba tener para que se quitara su
aflicción y afrenta.
Lo cierto es que el texto bíblico enfatiza claramente que fue una oración constante en ese momento y sin
cesar
¿Cuánto tiempo le dedicamos a la oración cuando estamos pasando por un sufrimiento?
Cuando nuestra relación con Dios se hace cada vez más íntima, el tiempo pasa a un segundo plano

IV. ACTITUD DEL SACERDOTE FRENTE A LA ORACIÓN DE ANA


FALTA DE DISCERNIMIENTO ESPIRITUAL
13 Pero Ana hablaba en su corazón, y solamente se movían sus labios, y su voz no se oía; y Elí la tuvo por
ebria.
14 Entonces le dijo Elí: ¿Hasta cuándo estarás ebria? Digiere tu vino.
I Samuel 1:13-14
El líder espiritual no comprendía el por qué Ana oraba de esta manera.
¿Y de qué manera estaba orando Ana? Ella estaba hablando en su corazón, es por eso que el sacerdote Eli,
solo vio que movía sus labios y no oía su voz, llegando a pensar que estaba o borracha.
Tal vez cuando algún líder cuando nos vea orando, pueda que tampoco entienda nuestro sufrimiento por el
que estamos pasando. No te desalientes, ni desanimes, porque Dios si nos entiende.
SIGUE BUSCANDO A DIOS A PESAR DE LA INCOMPRENSION
Es interesante notar la respuesta muy respetuosa que da Ana:
15 Y Ana le respondió diciendo: No, señor mío; yo soy una mujer atribulada de espíritu; no he bebido vino
ni sidra, sino que he derramado mi alma delante de Jehová.
16 No tengas a tu sierva por una mujer impía; porque por la magnitud de mis congojas y de mi aflicción he
hablado hasta ahora.
I Samuel 1:15-16
Muchas veces te enfrentarás a la incomprensión del liderazgo de la iglesia, no te desanimes, explícales con
mucho respeto a los siervos de Dios, el motivo de tu oración perseverante.

V. ACTITUD DE DIOS FRENTE A LA ORACION DE ANA


Es interesante notar que Dios le habla por medio del Sacerdote Elí
17 Elí respondió y dijo: Ve en paz, y el Dios de Israel te otorgue la petición que le has hecho.
I Samuel 1:17
Pero también Ana puede experimentar la respuesta Dios
19 Y levantándose de mañana, adoraron delante de Jehová, y volvieron y fueron a su casa en Ramá. Y
Elcana se llegó a Ana su mujer, y Jehová se acordó de ella.
20 Aconteció que, al cumplirse el tiempo, después de haber concebido Ana, dio a luz un hijo, y le puso por
nombre Samuel, diciendo: Por cuanto lo pedí a Jehová.
I Samuel 1:19-20
Dios se acordó de Ana, Dios no nos olvida, nuestra vida y nuestros sufrimiento y aflicciones están en la
mente de Dios
Ana vio manifestada en su vida la maravillosa gracia de nuestro Dios, ella pudo tener el hijo que tanto
anhelaba su corazón. Pero ella tampoco olvidó el pacto que hizo con Dios, sino que honró el mismo,
entregando a su hijo para que ministre en el templo.
Ana que era una mujer estéril, triste y llena de amargura, puso su confianza en Dios, y Él la hizo madre de
seis hijos más (I Samuel 2:5)

VI. CONCLUSION
 Ana, tenía un gran sufrimiento
 Ana, decidió abrir su corazón, pero con Dios.
 Dios respondió la oración de Ana, y le mostró que no la había olvidado
La oración de Ana fue una oración que llenó el corazón de Dios.
La única forma en que Ana pudo liberarse de su sufrimiento y desahogarse, total y definitivamente fue
acudiendo a Dios.
Como cristianos, a menudo cometemos uno de estos dos errores:
 A veces nos lamentamos por nuestro sufrimiento abiertamente delante de los demás.
Este puede ser el menor de los males, ya que podemos contar con que nuestros amigos escuchen cierto
monto de lamentos de nuestra parte. Pero debemos ir con nuestras angustias a Dios, y es en eso que
fallamos lastimosamente.
 El segundo error, ocurre cuando nos acercamos a Dios, mostramos fe, creemos que EL es, que está allí,
por decirlo de alguna forma. Pero nuestro temor y nuestra reverencia hacia Él nos inhiben. ¿Puede el
Dios de los cielos interesarse por mis pequeñeces?
Cuando estemos descargando nuestro corazón en la presencia de Dios, como lo hizo Ana, Él estará
escuchando con atención, y comprendiéndonos profundamente.
Después de volcar nuestro corazón delante de Dios, nos inundará una paz que trascenderá nuestro
entendimiento. Dios sabe y eso es suficiente.
Dios sabe, y a veces sabemos que ya nos ha respondido, mucho antes de que nos llegue la encomienda
celestial.
Pero en ocasiones en que no encontremos esa paz y no fluya en nosotros esa seguridad que nos haga estar
de pie. El Señor nos estará diciendo ¿Confías en mí? Y si le respondemos que “SI Señor”, Entonces nos
responderá “Cree en mí, y deja todo en mis manos”
Ana se sintió bien, completamente bien, porque Dios la había escuchado y comprendido. Cuando uno sabe
que lo han comprendido, siente un cambio extraordinario, siente un cambio extraordinario dentro suyo.
Ana creyó y confió que su oración había sido oída y que sería contestada, por eso ya no estuvo más triste
18 Y ella dijo: Halle tu sierva gracia delante de tus ojos. Y se fue la mujer por su camino, y comió, y no
estuvo más triste.
I Samuel 1:18
Durante las horas en que Ana había derramado su corazón delante del Señor, se produjeron grandes cambios
en ella. Ya no era la misma mujer que se había negado a comer su porción de carne. Había un nuevo brillo
en su mirada.

VII. APLICACION
 ¿Estas llevando en tu vida un sufrimiento, que al presente no lo has podido superar?
¿Hay personas que lejos de mitigar tu dolor, aumentan más aún tu sufrimiento?
¿Has sentido que, aunque muchos trataron de ayudarte, no ha cambiado en nada tu sufrimiento?
 ¿Cuán empático eres con el sufrimiento de los demás?
¿Acompañas a los hermanos que están pasando por un sufrimiento?
 ¿Hasta qué punto tienes confianza con Dios, al punto de abrirle tu corazón y expresarle abiertamente
cuál es tu sufrimiento?
 Cuando buscas a Dios con tu sufrimiento, ¿lo haces creyendo en El, sabiendo que Él es galardonar de
los que le buscan con fe?

17 Claman los justos, y Jehová oye,


Y los libra de todas sus angustias.
18 Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón;
Y salva a los contritos de espíritu.
19 Muchas son las aflicciones del justo,
Pero de todas ellas le librará Jehová.
Salmos 34:17-19

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