Equipo2 Monografía CE

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 25

Universidad Autónoma de Nuevo León

Preparatoria 22. Unidad Linda Vista

Composición Escrita

El átomo

M.C. María Soledad Téllez Montoya

Estudiantes:
Mariana Ávila López Portillo
Andrea Valentina Calzada Galván
Salma Galilea Cárdenas Ruíz
Rubén Carrillo Gaytán
Hannia Castañeda Rangel.

Grupo 903
Guadalupe, Nuevo León, 17 de mayo de 2022.
Índice
Introducción…………………………………………………………………………… 3
1. Capítulo I. El átomo……………………………………………………………. 4
b) La estructura del átomo…………………………………………………….. 4
c) El electrón……………………………………………………………………… 4-5
d) El protón y el núcleo………………………………………………………. 5-7
e) El neutrón………………………………………………………………………. 7-8
2. Capítulo II. La teoría atómica…………………………………………… 8
a) La teoría atómica de la materia………………………………………. 8-9
b) La teoría atómica de Dalton…………………………………………… 9-10
c) Las leyes de la estequiometría……………………………………… 10-12
d) Los problemas que surgen de la teoría de Dalton………… 12-13
e) El átomo no es el límite de la división………………………….. 13-16
3. Capítulo III. Moléculas………………………………………………….. 16
a) El mol…………………………………………………………………………… 16-17
b) El mol y el volumen molar de los gases…………………………. 18
c) Hipótesis de Avogadro………………………………………………….. 18
4. Capítulo IV. La visión moderna de la estructura atómica… 19
a) Número atómico, número de masa e isótopos………………. 19-20
5. Capítulo V. Los elementos………………………………………………. 20
a) Tablas de elementos………………………………………………………. 20-21
b) El sistema periódico de los elementos……………………………. 21-23
6. Conclusión………………………………………………………………………. 24
7. Bibliografía……………………………………………………………………….. 25
Introducción
Para nuestra investigación documental decidimos elegir el
tema “El átomo”, ya que es un tema que encontramos
interesante y fundamental para nuestro conocimiento y el
de los demás.
Creemos que puede ser útil aprender más acerca de esto; es
un tema que se maneja mucho en la vida académica,
específicamente en el área de Química. Además, pareciera
que solamente lo hablan quienes se dedican a la ciencia o a
la educación de la química, pero es parte de todo lo que
hacemos, comemos, y hasta lo que nos mantiene de pie día
a día.
Con esta investigación documental nuestro propósito es
que las personas se interesen más, aprendan y fortalezcan
su conocimiento sobre dicho tema. Queremos que sea un
aprendizaje de su agrado y pueda servirles en algún
momento de sus vidas.
Este trabajo va dirigido principalmente hacia estudiantes
que tengan interés y quieran fortalecer sus conocimientos
en el tema antes mencionado. Pero también va dirigido
hacia docentes de otras áreas que sientan curiosidad o
interés en este tema.
Capítulo I. El átomo.

La estructura del átomo.


A partir de la teoría atómica de Dalton se puede definir al átomo
como la unidad básica de un elemento que puede intervenir en una
combinación química. Dalton imaginó un átomo como una partícula
extremadamente pequeña e indivisible. Sin embargo, una serie de
investigaciones que empezó alrededor de 1850 y se extendió hasta
el siglo XX demostró que los átomos tienen una estructura interna,
es decir, están formados por partículas aún más pequeñas,
denominadas partículas subatómicas. Estas investigaciones
condujeron al descubrimiento de tres partículas: electrones,
protones y neutrones.
El electrón.
Alrededor de 1890 muchos científicos estaban interesados en el
estudio de la radiación, la emisión y transmisión de la energía a
través del espacio en forma de ondas. La información obtenida por
estas investigaciones contribuyó al conocimiento de la estructura
atómica.
Para investigar sobre este fenómeno se utilizó un tubo de rayos
catódicos. Consta de un tubo de vidrio al cual se ha sacado casi
todo el aire. Si se colocan dos placas metálicas y se conectan a una
fuente de alto voltaje, la placa con carga negativa, denominada
cátodo, emite un rayo invisible. Este rayo catódico se dirige hacia la
placa con carga positiva, denominada ánodo.
En algunos experimentos se colocaron, por fuera del tubo de rayos
catódicos, dos placas cargadas eléctricamente y un electroimán.
Cuando se conecta el campo magnético y el campo eléctrico
permanece desconectado, los rayos catódicos alcanzan el punto A
del tubo. Cuando está conectado solamente el campo eléctrico, los
rayos llegan al punto C. Cuando tanto el campo magnético como
eléctrico están desconectados, o bien cuando están conectados
pero se balancean de forma que se balancean mutuamente, los
rayos alcanzan el punto B. De acuerdo con la teoría
electromagnética, un cuerpo cargado, en movimiento, se comporta
como un imán y puede interactuar con los campos magnéticos y
eléctricos que atraviesa. Debido a que los rayos catódicos son
atraídos por la placa con carga positiva y repelidos por la placa con
carga negativa, deben consistir en partículas con carga negativa.
Actualmente, estas partículas con carga negativa se conocen como
electrones.
El protón y el núcleo.
Desde principios del 1900 ya se conocían dos características de los
átomos: que contienen electrones y que son eléctricamente
neutros. Para que un átomo sea neutro debe contener el mismo
número de cargas positivas y negativas. Thomson propuso que un
átomo podía visualizarse como una esfera uniforme cargada
positivamente, dentro de la cual se encontraban los electrones
como si fueran las pasas en un pastel. Este modelo, llamado
“modelo del pudín de pasas”, se aceptó como una teoría durante
algunos años.
En 1910, el físico neozelandés Ernest Rutherford utilizó partículas a
para demostrar la estructura de los átomos.
Rutherford efectuó una serie de experimentos utilizando láminas
muy delgadas de oro y de otros metales. Observaron que la
mayoría de las partículas atravesaban la lámina sin desviarse. De
cuando en cuando, algunas partículas a eran desviadas de su
trayectoria con un gran ángulo. ¡En algunos casos, las partículas a
regresaban por la misma trayectoria hacia la fuente radiactiva! Éste
fue el descubrimiento más sorprendente. El comentario de
Rutherford sobre este descubrimiento fue el siguiente: “Resultó tan
increíble como si usted hubiera lanzado una bala de 15 pulgadas
hacia un trozo de papel de seda y la bala se hubiera regresado hacia
usted.”
Tiempo después, Rutherford pudo explicar los resultados del
experimento de la dispersión de partículas a utilizando un nuevo
modelo de átomo. De acuerdo con Rutherford, la mayor parte de
los átomos debe ser espacio vacío. Esto explica por qué la mayoría
de las partículas a atravesaron la lámina de oro sufriendo poca o
ninguna desviación. Rutherford propuso que las cargas positivas de
los átomos estaban concentradas en un denso conglomerado
central dentro del átomo, que llamó núcleo. Cuando una partícula a
pasaba cerca del núcleo en el experimento, actuaba sobre ella una
gran fuerza de repulsión, lo que originaba una gran desviación.
Además, cuando una partícula a incidía directamente sobre el
núcleo, experimentaba una repulsión tan grande que su trayectoria
se invertía por completo.
Las partículas del núcleo que tienen carga positiva reciben el
nombre de protones. En otros experimentos se encontró que los
protones tienen la misma cantidad de carga que los electrones y
que su masa es de 1.67262 x 10 g, aproximadamente 1840 veces la
masa del electrón con carga opuesta.
Hasta este punto, los científicos visualizaban el átomo de la
siguiente manera: la masa del núcleo constituye la mayor parte de
la masa total del átomo, pero el núcleo ocupa sólo 1/10" del
volumen total del átomo. Las dimensiones atómicas (y moleculares)
se expresarán aquí de acuerdo con la unidad del sistema
internacional de medidas llamado picómetro (pm), donde
1 pm = 1 x 10 -12 m.
El radio típico de un átomo es aproximadamente de 100 pm, en
tanto que el radio del núcleo atómico es sólo de 5 x 10³ pm. Se
puede apreciar la diferencia relativa entre el tamaño de un átomo y
su núcleo imaginando que si un átomo tuviera el tamaño de un
estadio olímpico, el volumen de su núcleo sería comparable con el
de una pequeña canica. Mientras que los protones están
confinados en el núcleo del átomo, se considera que los electrones
están esparcidos alrededor del núcleo y a cierta distancia de él.
El concepto de radio atómico tiene utilidad experimental, pero no
debe suponerse que los átomos tienen dimensiones o superficies
bien definidas.
El neutrón.
El modelo de Rutherford de la estructura atómica dejaba un
importante problema sin resolver. Se sabía que el hidrógeno, el
átomo más sencillo, contenía sólo un protón, y que el átomo de
helio contenía dos protones. Por tanto, la relación entre la masa de
un átomo de helio y un átomo de hidrógeno debería ser 2:1.
(Debido a que los electrones son mucho más ligeros que los
protones, se puede ignorar su contribución a la masa atómica.) Sin
embargo, en realidad la relación es 4:1. Rutherford y otros
investigadores habían propuesto que debería existir otro tipo de
partícula subatómica en el núcleo, hecho que el físico inglés James
Chadwick probó en 1932. Cuando Chadwick bombardeó una
delgada lámina de berilio con partículas tal emitió una radiación de
muy alta energía, similar a los rayos 7. Experimentos posteriores
demostraron que esos rayos en realidad constan de un tercer tipo
de partículas subatómicas, que Chadwick llamó neutrones, debido a
que se demostró que eran partículas eléctricamente neutras con
una masa ligeramente mayor que la masa de los protones. El
misterio de la relación de las masas ahora se podía explicar. En el
núcleo de helio existen dos protones y dos neutrones, en tanto que
en el núcleo de hidrógeno hay sólo un protón y no hay neutrones;
por tanto, la relación es 4:1.

Capítulo II. La teoría atómica.

La teoría atómica de la materia.


Los filósofos griegos cavilaban sobre esta pregunta: ¿es posible
dividir infinitamente la materia en pedazos cada vez más pequeños,
o hay un punto en el que ya no se puede dividir más? La mayoría de
esos filósofos, incluidos Platón y Aristóteles, creían que la materia
era infinitamente divisible. Una persona que no estaba de acuerdo
con ese punto de vista era Demócrito (460-370 A.C.), quien
argumentaba que la materia se compone de pequeñas partículas
indivisibles a las que llamó átomos, que significa "indivisible".
No obstante la propuesta de Demócrito, la idea errónea de que la
materia se podía dividir infinitamente gozó de amplia aceptación
hasta principios del siglo XIX. Durante este largo periodo los
científicos acumularon continuamente información sobre la forma
en que las sustancias reaccionan entre sí. Conforme estos
científicos fueron descubriendo patrones de reactividad que al
parecer eran incompatibles con la idea de la divisibilidad infinita de
la materia, el concepto de átomos de Demócrito volvió a emerger.
Al fin, durante el periodo de 1803 a 1807, John Dalton, un maestro
de escuela inglés, publicó una teoría atómica congruente. Dalton
diseño su teoría con miras a explicar varias observaciones
experimentales. Sus ideas fueron tan sagaces que su teoría ha
perdurado prácticamente intacta hasta nuestros días. La esencia de
la teoría atómica de la materia de Dalton se resume en los
siguientes postulados:
1. Cada elemento se compone de partículas extremadamente
pequeñas llamadas átomos.
2. Todos los átomos de un elemento dado sin idénticos; los átomos
de elementos diferentes son diferentes y tienen propiedades
distintas (incluida la masa).
3. Los átomos de un elemento no se transforman en tipos de
átomos diferentes mediante reacciones químicas; los átomos no
se crean ni se destruyen en las reacciones químicas.
4. Se forman compuestos cuando se combinan átomos de más de
un elemento; un compuesto dado siempre tiene el mismo
número relativo y clase de átomos.

La teoría atómica de Dalton.


Dalton conocía el concepto filosófico del atomismo, y aceptaba la
ley de la composición invariable o definida. Este científico
reflexionó profundamente sobre la estructura de la materia y trató
de relacionarla con esta ley. Como se recordará, la ley indica que
los elementos de un compuesto deben estar presentes siempre en
proporciones invariables por masa, de donde a Dalton le pareció
lógico que los elementos se combinarán en unidades o porciones
específicas para formar los compuestos. Así, la ley de la
composición específica implica que los átomos tienen masas fijas. A
Dalton le pareció lógico también que el compuesto tuviera siempre
las mismas cantidades relativas de átomos combinados.
La teoría atómica de Dalton, que fue la primera que se propuso,
contenía referencias a una propiedad experimentalmente medida,
esto es, la masa. Las mediciones de Dalton eran un tanto burdas y
los datos experimentales relacionados con las masas en
combinación, que existían en su época, no eran muy abundantes o
precisos. El tipo de medición se había originado en los trabajos de
Lavoisier veinte años antes y, sin embargo, partiendo de datos tan
fragmentarios y poco exactos, Dalton formuló una teoría atómica
que fue de utilidad.
La teoría de Dalton se ha modificado y algunas partes de esta se
han descartado de acuerdo con la evolución de la ciencia química
experimental. No obstante, la teoría de Dalton sigue siendo la
piedra angular de la teoría atómica moderna de la materia

Las leyes de la estequiometría.


Black y Lavoisier encontraron una evidencia cuantitativa en apoyo
de la teoría atómica. Lavoisier, en su famoso experimento, en el
que calentó 100g de mercurio en un recipiente cerrado durante
doce días sobre un fuego suave, observó que el volumen de gas
disminuía alrededor de un quinto y que durante este tiempo
aparecía sobre el mercurio un polvo oscuro. El polvo oscuro, sí se
calentaba a temperatura elevada, emitía un gas cuyo volumen se
correspondía con la pérdida observada previamente.
El gas (oxígeno) era un apoyo vigoroso de la combustión. Lavoisier
resumió éste y otros trabajos cuando estableció que << la materia
no se puede crear ni destruir; en cada reacción química hay tanta
materia presente antes como después de que la reacción tenga
lugar>>. La expresión de la ley de Lavoisier debería corregirse
ligeramente para poder ser aplicada experimentalmente, debido a
que no es material lo que se mide antes y después de la reacción,
sino la masa de los materiales. Por ello, la primera ley de la
estequiometría es la ley de la conservación de la masa, expresada a
continuación:
En una reacción química, la masa total de las sustancias
reaccionantes es igual a la masa total de las sustancias formadas.
Lavoisier parecía tener asumida la verdad de la segunda ley, de la
composición constante, y cedió a Joseph Proust (Francia, 1754-
1826) el establecerla como resultado experimental (1799) tal como
sigue:
Todas las muestras puras del mismo compuesto químico contienen
los mismos elementos unidos en iguales proporciones en masa.
La tercera ley de la estequiometría fue deducida por Dalton (1803)
antes de que terminase de publicar su teoría atómica. esta ley la
demuestra experimentalmente Berzelius (1810):
Cuando dos elementos se combinan para formar más de un
compuesto, las masas de un elemento que se combinan con una
masa fija de otro elemento varían en proporción o razón de
pequeños números enteros.
La cuarta ley, fue confirmada para los elementos por Berzelius y
para los compuestos por Hyeronimus Richter (Alemania, 1762-
1807); se expresa a continuación:
La proporción en masa en la que dos sustancias se combinan o
desplazan una masa fija de una tercera sustancia está en relación
sencilla con la proporción en la cual se combinarían o desplazarían
entre sí.
Estas cuatro leyes resumen los descubrimientos del trabajo
experimental fundamental de la teoría atómica de Dalton;
proporcionan una guía razonable para entender la naturaleza de la
materia y son válidas para la mayor parte de la química industrial y
de laboratorio.

Los problemas que surgen de la teoría atómica de Dalton.


Cuando Dalton expuso su teoría dejó muchos problemas sin
resolver, aunque era muy útil para explicar muchos experimentos.
Dalton no fue capaz de ofrecer ninguna explicación para la
regularidad de la capacidad de combinación de algunos elementos,
esto es, sus valencias, como tampoco las formas de las moléculas.
Dalton llegó a su teoría atómica debido a su trabajo sobre los gases,
así como los de sus contemporáneos, pero no se apercibió de que
los átomos de un elemento puedan existir libremente en grupos de
dos, tres o incluso más. Esto le puso en conflicto con Avogadro, que
había propuesto la idea de que volúmenes iguales de todos los
gases contienen igual número de partículas. Para Dalton y muchos
de sus contemporáneos, la palabra partícula para un elemento era
sinónimo de átomo, mientras que actualmente se utilizaría la
palabra molécula dentro del contexto de la ley de Avogadro. Sólo
en el caso de los gases nobles y en el del vapor de los metales están
hoy los dos términos (átomo y molécula) aceptados como lo
mismo. la distinción entre los 2 términos sólo llegó a aceptarse, a
partir de 1858, debido al trabajo de Stanislao Cannizzaro (Italia,
1826-1910).
Otro problema surge en relación en los experimentos eléctricos.
Volta había anunciado en 1800 que dos metales cuando se
introducen, a determinada distancia, en algunas disoluciones
causarían una corriente eléctrica que fluiría entre ellos cuando
estuviesen conectados mediante un hilo metálico. Este fue el
primer método controlable y sostenible de obtención de una
corriente eléctrica. La electrólisis del agua producía 2 volúmenes de
hidrógeno por uno de oxígeno: un indicio que podría haber usado
Dalton al ver su primer problema. La teoría de Dalton no ofrece
ninguna explicación para justificar que algunas disoluciones y
sustancias fundidas conduzcan la electricidad y otras no. Humphry
Davy (Inglaterra, 1778-1829) preparó muestras de varios metales
mediante el uso de la electricidad, imposibles de obtener hasta ese
momento e incluso desconocidos, en su estado elemental (sodio,
potasio, calcio, etc.)
En 1833, Michael Faraday (Inglaterra, 1791-1867) propuso leyes
que describían cuantitativamente la producción de sustancias por
electrólisis, pero tuvieron que transcurrir muchos años antes que se
comprendiese y que sus experimentos mostraban que la
electricidad, como la materia, era un fenómeno en el que
intervenían partículas.

El átomo no es el límite de la división.


Sin la teoría atómica de Dalton el desarrollo de la química habría
sido considerablemente más lento. Sin embargo, según avanza el
siglo XIX se realizan más y más experimentos que la teoría no puede
explicar adecuadamente, siendo los más importantes aquellos en
los que ese estudio la conductividad de los gases. Al final del siglo, o
poco después, se descubrió la existencia del electrón y el protón y
en 1932 se describe por primera vez el neutrón al explicar un
experimento. Estas 3 partículas subatómicas son las únicas
importancias en la química de hoy en día.
El protón y el neutrón tienen aproximadamente la misma masa, la
del átomo de hidrógeno, pero el electrón es mucho más ligero. El
protón y el electrón tienen cargas eléctricas iguales y opuestas,
siendo la del protón positiva; el neutrón no tiene carga.
El descubrimiento de las partículas subatómicas no se debería
considerar como una impugnación de la teoría de Dalton, sino
como su suplemento. Esta teoría describe de forma adecuada
muchos de los experimentos que se hacen actualmente, pero, para
otros, se deben reconocer y emplear las partículas subatómicas.
Los neutrones y protones del átomo están situados en el núcleo
central y éste está por ello cargado positivamente. El número
atómico de un átomo de un elemento es el número de cargas
positivas que contiene el núcleo, esto es, el número de protones. Es
la propiedad más importante de un elemento. El núcleo contiene
prácticamente toda la masa de un átomo, pero es muy pequeño,
siendo su diámetro de una mil billonésima parte del metro. Los
electrones se sitúan en varios niveles de energía (órbitas o capas)
alrededor del núcleo. En un átomo de un elemento hay tantos
electrones como protones, y debido a ello el átomo es neutro.
Hay alrededor de 280 núclidos estables, combinaciones de
neutrones y protones, con los electrones correspondientes para
equilibrar la carga nuclear. Los átomos de un mismo elemento que
difieren en el contenido de neutrones en el núcleo, y por ello en sus
masas, se denominan isótopos. Los isótopos son por ello núclidos
pertenecientes al mismo elemento. En la mayoría de las muestras
de elementos los isótopos están presentes en proporciones
constantes; por ello, el promedio de la masa atómica relativa es
constante y su existencia no afecta a las experiencias químicas.
El hidrógeno que se estudia normalmente está formado en su
mayoría por un isótopo que contiene sólo un protón en el núcleo,
junto con una pequeña proporción de un segundo isótopo que
tiene un protón y un neutrón en el núcleo, así como también una
parte muy pequeña de un tercer isótopo con un protón y 2
neutrones en el núcleo. Las tres cuartas partes de los elementos
están compuestos de varios isótopos, pero sólo en el caso del
hidrógeno se les ha dado nombres distintos, así como símbolos.

Henri Becquerel (Francia, 1852-1908) descubrió la radiactividad en


1986, que fue estudiada intensivamente por Pierre y Marie Curie
(Francia, 1859-1906, 1867-1934), Ernest Rutherford (Inglaterra,
1871-1937) y muchos más en años posteriores. Cuando un átomo
experimenta un cambio radiactivo, de alguna forma se altera el
núcleo. La radiactividad es un fenómeno más físico que químico,
aunque en la mayoría de los casos se forma un nuevo elemento. La
teoría de Dalton no explicaba la existencia de los isótopos y de la
radiactividad.
En muchos compuestos, particularmente en aquellos de carbono, la
relación del número de átomos que se combinan no es sencilla. Hoy
en día se conocen muchos compuestos en los cuales la relación del
número de átomos que se combinan es variable: se llaman
compuestos bertólidos; por ejemplo, el óxido de titanio (IV) es TiO
1,9-2,0. muchos de estos compuestos tienen importantes
propiedades eléctricas como semiconductores, por ejemplo, los
transistores y termistores.
Capítulo III. Moléculas.

El mol.
Los químicos del siglo XIX vieron la necesidad de tener una unidad
de comparación más grande entre átomos y moléculas que la
unidad de masa atómica. También se convencieron de que
necesitaban una unidad que tuviera un significado físico.
En consecuencia, decidieron utilizar una masa de átomos o
moléculas para representar una gran cantidad de unos y otras. Esta
unidad de comparación mayor (mejor dicho masa de átomos y
moléculas) se denominó mol. El mol se define como la cantidad de
átomos de carbono que hay en 12. 0000g de carbono que
contienen sólo el isótopo 12C. La masa atómica del carbono no es
12. 0000, sino que en realidad viene a ser 12. 011 debido a la
presencia de dos isótopos. Estos 2 isótopos son 12C (= 12. 0000) y
y13C (= 13. 0034).
Si 31.998 g de oxígeno contienen un mol de moléculas de oxígeno
diatómico, entonces 31.998 g de oxígeno deben contener 2 moles
de átomos de oxígeno. Por esto, un mol de átomo de oxígeno
equivaldrá al número de átomos de oxígeno contenidos en 15.999 g
de este elemento.
Con la equivalencia 12C= 12.0000 uma como estándar para las
masas atómicas relativas, el mol se define de otras maneras. Un
mol es la cantidad de átomos contenida en la masa atómica relativa
de cualquier elemento cuando ésta se mide en gramos. Por lo
tanto, 23.0 g de sodio contienen un mol de átomos de este
elemento y un mol de átomos de hierro representa una masa de
55.8 g. El mol es también la cantidad de moléculas contenidas en
una masa molecular relativa de un compuesto, cuando dicha masa
se mide en gramos. Por tanto, 44.0 g de dióxido de carbono
contienen un mol de moléculas de este compuesto, y un mol de
moléculas de nitrógeno tiene una masa de 28.0 g.

La cantidad real de átomos o moléculas que constituyen un mol se


expresa en forma exponencial como sigue: 6.023 x 1023 , que es lo
que se conoce con el nombre de número de Avogadro o N.
El número de Avogadro, 602 300 trillones, es tan grande que es casi
imposible comprenderlo, así que propondremos una analogía.
Supongamos que a todos los habitantes de la tierra (5700 millones
de personas) se les pidiera que contaran un número de Avogadro
de moléculas. Suponiendo también que cada persona tuviera que
realizar esta tarea contando una molécula por segundo sin
interrupciones, ¡se necesitarían más de 6000 años para concluir la
tarea!
En 1875, el número de Avogadro se había determinado con un
margen del 30 por 100 de su valor real, y actualmente, varios
métodos han permitido a los científicos determinar dicho número
con una precisión inferior al 0.01 por 100.

El mol y el volumen molar de los gases.


A principios del siglo XIX, el científico italiano Amadeo Avogadro
propuso que volúmenes idénticos de todos los gases contienen una
cantidad igual de moléculas, si tales gases se encuentran sometidos
a las mismas condiciones de temperatura y presión. La importancia
de esta hipótesis se desdeñó durante casi 50 años, hasta el primer
Congreso Internacional de Química celebrado en 1860. A partir de
entonces, se han logrado extraordinarios adelantos en el
conocimiento de la química, y gran parte de este enriquecimiento
se debió la comprensión y la aplicación de la siguiente hipótesis.

Hipótesis de Avogadro.
La hipótesis de Avogadro fue la que permitió encontrar una escala
definitiva de masas atómicas. Este personaje logró aclarar para
Dalton y sus sucesores, las cantidades de moléculas cuya masa se
medía en cualquier muestra dada de compuesto o elemento. Un
mol de gas a 0 grados Celsius y una atmósfera de presión (760 Torr)
contiene exactamente 6.023 x 1023 moléculas, y esto es cierto sea
cual fuere el gas de que se trate. Es más, este número de moléculas
en estas circunstancias de temperatura y presión ocupan 22.414
litros, que es lo que se ha venido a conocer como volumen molar
de un gas. La cantidad de moléculas en este volumen molar de un
gas es el número de Avogadro o mol.
Capítulo IV. La visión moderna de la
estructura atómica.

Número atómico, número de masas e isótopos.


Todos los átomos se pueden identificar por el número de protones
y neutrones que contienen.
El número atómico (Z) es el número de protones en el núcleo del
átomo de un elemento. En un átomo neutro el número de protones
es igual al número de electrones, de manera que el número
atómico también indica el número de electrones presentes en un
átomo. La identidad química de un átomo queda determinada por
su número atómico. Por ejemplo, el número atómico del flúor es 9.
Esto significa que cada átomo de flúor tiene 9 protones y 9
electrones.
El número de masa (A) es el número total de un neutrones y
protones presentes en el núcleo de un átomo de un elemento. Con
excepción de la forma más común del hidrógeno, que tiene un
protón y no tiene neutrones, todos los núcleos atómicos contienen
tanto protones como neutrones.
El número de neutrones en un átomo es igual a la diferencia entre
el número de masa y el número atómico (A-Z). Por ejemplo, si el
número de masa de un átomo específico de boro es 12 y su número
atómico es 5, entonces el número de neutrones es 12-5=7. Las tres
cantidades (número atómico, número de neutrones y número de
masa) deben ser enteros positivos o números enteros.
No todos los átomos de un elemento determinado tienen la misma
masa. La mayoría de los elementos tiene dos o más isótopos,
átomos que tienen el mismo número atómico pero diferente
número de masa.

Capítulo V. Los elementos.

Tablas de elementos.
El honor de establecer el significado claro de la palabra <<
elemento>> y de publicar la primera tabla de elementos se debe
Antoine Laurent Lavoisier (1743-1794). Una comparación de su lista
con la lista completa de elementos tal y como nosotros los
conocemos muestra que la suya era, en la medida de lo posible,
esencialmente correcta.
El éxito de Lavoisier fue debido a su descubrimiento de un criterio
experimental para el reconocimiento de un elemento. Está muy
bien decir que un elemento es más simple que sus compuestos;
pero ¿qué test operacional hay que aplicar para establecer el
concepto << más simple>>? de acuerdo con Lavoisier, el test es el
peso. El peso de un compuesto es igual a la suma de los pesos de
sus elementos. Por ejemplo, si se funde hidróxido sódico y se pasa a
su través una corriente eléctrica, se libera oxígeno, hidrógeno y
sodio en la proporción siguiente.
Hidróxido sódico Oxígeno + Hidrógeno + Sodio
100 g 40 g 2,5 g 57,5 g
De acuerdo con los pesos dados, oxígeno, hidrógeno y sodio, todos
ellos son << más simples>> que el hidróxido sódico; y, por cuanto
no pueden simplificarse más mediante reacciones químicas,
pueden clasificarse como elementos. Esto es un ejemplo de análisis
(palabra que significa << separación>>) de un compuesto en sus
elementos. Otro camino para demostrar la naturaleza más
compleja de un compuesto es prepararlo por combinación de sus
elementos, proceso denominado síntesis (que significa <<unión>>).
Todavía rigen las relaciones ponderales. Así,
Oxígeno + Hidrógeno + Sodio Hidróxido sódico
40 g 2.5 g 57, 5 g 100 g

El describir las reacciones químicas en términos de la combinación


o intercambio de elementos llegó a ser por primera vez posible tan
pronto como en la naturaleza de los elementos y sus compuestos
fue conocida; por ejemplo, procesos conocidos desde hacía
literalmente miles de años, aunque erróneamente interpretados,
tales como la combustión, por una parte, y la metalurgia del cobre
y del hierro con carbón, por otra, se vio que eran uno mismo.
Carbón + Oxígeno Óxido de carbono
Óxido de cobre + Carbón Cobre + Óxido de carbono
Óxido de hierro + Carbón Hierro + Óxido de carbono

El sistema periódico de los elementos.


Es evidente desde hace largo tiempo que algunos elementos suelen
ser agrupados por razón de la similitud de sus propiedades; entre
tales grupos están los << halógenos>>, flúor, cloro, bromo, iodo, y
los << metales alcalinos>>, litio, sodio, potasio, rubidio, cesio.
Hasta 1860 no hubo acuerdo general sobre los pesos atómicos de
los elementos. Una memorable reunión de químicos celebrada
dicho año en Karlsruhe sirvió para aclarar la cuestión, y poco
después se llevaron a cabo varios intentos de sistematización de las
propiedades químicas sobre la base de los pesos atómicos. John A.
Newlands y Julius Lothar Meyer observaron que cuando se colocan
los elementos en orden creciente de pesos atómicos, hay una cierta
repetición de patrones, es decir, una periodicidad de propiedades.
Fue Dimitri Ivánovich Mendeleeff (1834-1907), profesor de la
Universidad de San Petersburgo, quien desarrolló este concepto de
periodicidad en uno de los principios de sistematización más
poderosos de toda la ciencia.
Mendeleeff observó que cuando los elementos se ordenaban según
sus pesos atómicos, podían acoplarse en una formación
rectangular, de tal modo que los elementos con propiedades
químicas similares quedaban en la misma columna. Esta fue su
famosa tabla periódica. al principio la distribuyó entre sus amigos
químicos, en 1896, en un folleto titulado An Atemped System of the
Elements, Based on their Atomic Weights and Chemical Analogies.
Mendeleeff, al construir su tabla periódica, logró dos éxitos
brillantes. El primero fue colocar los elementos de acuerdo con su
comportamiento químico, aún en el caso en que hubiera necesidad
de cambiar sus pesos atómicos aceptados; en muchos casos,
cuando se volvieron a investigar los pesos atómicos se comprobó
que Mendeleeff estaba en lo cierto. El segundo fue dejar lugares
vacíos en la tabla, donde las propiedades químicas de los
elementos conocidos parecían requerirlo, y predecir que serían
descubiertos nuevos elementos para llenar dichos huecos. Los
elementos escandio, galio y germanio fueron así vaticinados por
Mendeleeff y posteriormente descubiertos. Mendeleeff fue cortés
al decir que consideraba a sus descubridores << como los
verdaderos fundadores de la ley periódica>>.
Conclusión
La investigación documental que realizamos ayudará sin
duda alguna, a nuestros espectadores a comprender y
aprender sobre el tema que tratamos.
Podrán apreciar e interesarse más por el tema, les ayudará
a prepararse para su vida académica si están pensando en
cursar alguna carrera universitaria que implique llevar estos
temas o simplemente para tener un aprendizaje que sea de
su agrado e interés.
También les ayudará a ver el mundo de una forma diferente
y fomentará el respeto y admiración hacia los personajes
que aportaron en los descubrimientos mencionados en esta
monografía.

Hacer esta investigación documental nos ayudó como


equipo a aumentar el compañerismo entre nosotros,
también fue de gran ayuda para tener un nuevo aprendizaje
más a fondo, incluso hasta el punto de poder dominarlo.
No fue un trabajo difícil, ya que nos apoyamos entre todos.
Investigamos y recopilamos información que nos pareció
útil y de suma importancia.
Esperamos que nuestro propósito denominado en esta
introducción se haya llevado a cabo y que esta monografía
haya sido del agrado de nuestros queridos espectadores.
Bibliografía
Brown, T. (1998). Química: la ciencia central. México: Prentice Hall.

Chang, R. (1999). Química. México: McGRAW-HILL.

Clarke, J. (1991). 𝘘𝘶í𝘮𝘪𝘤𝘢. Madrid: Ediciones pirámide.


Garzón, G. (1991). Fundamentos de química general México:
McGRAW-HILL.

Gregory, R., Lee, R. (1978). Chemistry. Morristown New Jersey:


Silver Burdett Company.

James, S. (1980). From atoms to quarks. Barcelona: Salvat Editores.

Powell, R. (1964). Principles of Chemistry. Nueva York: The


macmillan company.

También podría gustarte