Cómo Cambiar Tu Mente: Fragmento

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CÓMO CAMBIAR TU MENTE

FRAGMENTO
Michael Pollan
Traducción Manuel Manzano


S i se prescriben muchas medicinas para una enfermedad —escri-
bió Anton Chéjov, que además de escritor era médico—, se puede
estar seguro de que esa enfermedad no tiene cura.” Pero, ¿qué hay de la
inversa de esta afirmación? ¿Cómo debemos juzgar un medicamento
que se prescribe para un gran número de enfermedades diferentes?
¿Cómo es posible que la terapia psicodélica pueda ser de ayuda en tras-
tornos tan diferentes como la depresión, la adicción y la ansiedad de
los pacientes de cáncer, por no mencionar los trastornos obsesivos (so-
bre los cuales ha habido una investigación alentadora) y los alimenta-
rios (que la Hopkins planea investigar actualmente)?
No debemos olvidar que el entusiasmo irracional ha mermado la in-
vestigación con psicodélicos desde sus inicios. Además, la creencia de
que estas moléculas son un remedio para cualquier dolencia es tan an-
tigua como Timothy Leary. Bien podría ser que el entusiasmo actual
finalmente dé paso a una evaluación más modesta de su potencial. Los
nuevos tratamientos siempre parecen más brillantes y prometedores.
En los estudios iniciales, realizados con muestras pequeñas, los inves-
tigadores —que por lo general muestran un sesgo a favor de encon-
trar los efectos del tratamiento— pueden permitirse seleccionar a los
voluntarios que con mayor probabilidad responderán al mismo. Dado
que el número de voluntarios es tan pequeño, los participantes se be-
nefician del cuidado y la atención de terapeutas con una formación y
dedicación excepcionales, que también están sesgados a favor del éxi-

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Neuronas. Imagen de Steven Pollard. Wellcome Collection.

to del estudio. Además, en general, el efecto ría implícita del trastorno que procura miti-
placebo es más intenso en los nuevos medi- gar, ¿qué podría decirnos acerca de lo que
camentos y tiende a disminuir con el tiempo, esos trastornos tienen en común el hecho
como se ha observado en el caso de los antide- de que la terapia psicodélica parezca servir
presivos, que en la actualidad no funcionan, para tratar un número tan grande de dolen-
ni de lejos, como lo hicieron en el momento de cias? ¿Y acerca de las enfermedades menta-
su introducción, en los años ochenta. No se ha les en general?
comprobado que ninguna de estas terapias Le formulé esta pregunta a Tom Insel, an-
con psicodélicos funcione en poblaciones gran- tiguo director del Instituto Nacional de Salud
des; los éxitos de los que se ha informado de- Mental. “No me sorprende en absoluto”, que el
ben entenderse como señales prometedoras mismo tratamiento resulte prometedor para
que sobresalen del ruido de los datos más que un número tan grande de dolencias. Insel se-
como demostraciones definitivas de que se ha ñala que el DSM —siglas en inglés del Manual
encontrado una cura. diagnóstico y estadístico de los trastornos men-
Con todo, el hecho de que los psicodélicos tales, ahora en su quinta edición— traza algu-
hayan producido esa señal a través de un aba- nas fronteras arbitrarias entre los trastornos
nico de enfermedades se puede interpretar mentales, fronteras que cambian con cada
de un modo más positivo. Parafraseando a nueva edición.
Chéjov, cuando se prescribe un único medi- “Las categorías del DSM no reflejan la rea-
camento para un gran número de enferme- lidad”, dice Insel; existen para comodidad del
dades, puede suceder que esas enfermeda- sector de los seguros tanto como para cual-
des tengan más en común de lo que creemos. quier cosa. “Entre estos trastornos hay una
Si una terapia determinada supone una teo- continuidad mucho mayor que la que admite

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el DSM.” Insel señala el hecho de que, cuando un libro titulado Capture: Unraveling the Mys-
funcionan, los inhibidores selectivos de la tery of Mental Suffering, en el que argumenta
recaptación de serotonina son útiles para tra- a favor de este enfoque. Capture [“captura”]
tar un abanico de enfermedades que, además es su término para referirse al mecanismo co-
de la depresión, incluye el trastorno obsesi- mún que subyace en la adicción, la depresión,
vo-compulsivo y la ansiedad, lo cual sugiere la ansiedad, la manía y la obsesión. En su opi-
la existencia de un mecanismo subyacente nión, todos estos trastornos suponen hábitos
común.1 adquiridos de conducta y pensamiento nega-

El valor terapéutico de los psicodélicos radica en su capacidad para


elevar de forma temporal la entropía de un cerebro inflexible.

En su libro El demonio de la depresión, An- tivos que secuestran nuestra atención y nos
drew Solomon rastrea los vínculos existen- atrapan en bucles de autorreflexión. “Lo que
tes entre la adicción y la depresión, que con comenzó como un placer se transforma en
frecuencia van unidas, así como la estrecha una necesidad; lo que una vez fue una moles-
relación entre la depresión y la ansiedad. So- tia, se convierte en una persecución”, en un
lomon cita a un experto en ansiedad que pro- proceso que él describe como una forma de
pone que debemos pensar en los dos trastor- “aprendizaje inverso”.3 “Cada vez que reaccio-
nos como si fueran “gemelos bivitelinos”: “la namos [a un estímulo], fortalecemos el circui-
depresión es la reacción a una pérdida pasa- to neuronal que nos impulsa a repetir” esos
da y la ansiedad es la reacción a una pérdida mismos pensamientos o comportamientos
futura”.2 Ambas reflejan una mente atrapada destructivos.
en el ensimismamiento, una que vive en el pa- ¿Es posible que la ciencia de los psicodélicos
sado, otra que se preocupa por el futuro. Lo pueda contribuir al desarrollo de una gran
que distingue los dos trastornos es, princi- teoría unificada de la enfermedad mental, o
palmente, el tiempo verbal. por lo menos de algunas enfermedades men-
Algunos investigadores del área de la salud tales? La mayoría de los investigadores del
psiquiátrica parecen avanzar a tientas hacia campo —desde Robin Carhart-Harris hasta
una gran teoría unificada de la enfermedad Roland Griffiths, Mathew Johnson y Jeffrey
mental, aunque ellos no serían tan arrogan- Guss— se han convencido de que los psicodé-
tes de llamarla así. David Kessler, el médico y licos operan sobre algunos mecanismos de
ex director de la FDA, ha publicado hace poco orden superior del cerebro y la mente, meca-
nismos que pueden subyacer en una gran
1
FA. Moreno et al., “Safety, Tolerability, and Efficacy of Psilocybin variedad de trastornos mentales y conduc-
in 9 Patients with Obsessive-Compulsive Disorder”, J Clin
Psychiatry, nov. 2006, núm. 11, pp. 1735-3740.
2
Andrew Solomon, The Noonday Demon: An Atlas of Depression, 3
David A. Kessler, Capture: Unraveling the Mystery of Mental
Scribner, Nueva York, 2015. Suffering, Perennial, Nueva York, 2017, pp. 8-9.

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tuales —así como tal vez en la infelicidad co-
rriente— y contribuir a explicarlos.
Podría ser algo tan claro como la noción de
un “reinicio mental” —el control-alt-supri-
mir biológico de Matt Johnson— que sacude
del cerebro los patrones destructivos (como
la “captura” de Kessler), con lo que proporcio-
na una oportunidad de arraigo a nuevas pau-
tas. Podría ser que, tal como ha hipotetizado
Franz Vollenweider, los psicodélicos incre-
menten la neuroplasticidad.4 Las miles de nue-
vas conexiones que surgen en el cerebro du-
rante la experiencia, según los resultados del
registro por neuroimágenes realizado en el
Imperial College, y la desintegración de cone-
xiones antiguas y muy usadas, pueden ser-
vir, sencillamente, para “voltear el tablero”,
según la frase de Robin Carhart-Harris, una
base para establecer nuevas vías.
Mendel Kaelen, un posdoctorando holan-
dés que trabaja en el laboratorio del Imperial
College, propone una metáfora nival:

Pensemos en el cerebro como si fuera una coli-


na cubierta de nieve y los pensamientos como
trineos que se deslizan cuesta abajo. A medida
que los trineos bajan por la ladera uno tras
otro, van trazando unas vías en la nieve. Cada
vez que un nuevo trineo desciende, es atraído
hacia los surcos preexistentes, casi como si
fueran un imán.

Estos surcos representan las conexiones


neuronales más utilizadas del cerebro, mu-
chas de la cuales pasan a través de la red
neuronal por defecto (RND).

4
FX. Vollenweider y M. Kometer, “The Neurobiology of Psychodelic
Drugs: Implications for the Treatment of Mood Disorders”, Nature N.J. Ottin, tres vistas del cerebro en Précis analytique et
Reviews Neuroscience, sep. 2010, vol. 11, núm. 9, pp. 642-651. raisonné du système du Dr. Gall, 1834. Wellcome Collection.

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Células madre neurales. Imagen de Yirui Sun. Wellcome Collection.

Con el tiempo se hace cada vez más difícil des- feliz es un cerebro ágil y flexible; la depre-
lizarse por la pendiente siguiendo otro camino sión, la ansiedad, la obsesión y las ansias de
o avanzando en una dirección diferente. Pense- la adic­ción representan cómo se siente po-
mos en los psicodélicos como si fueran un api- seer un cerebro que se ha vuelto excesiva-
sonamiento temporal de la nieve. Las vías pro- mente rígido, en el cual sus vías y conexio-
fundas y muy transitadas desaparecen y, de nes han quedado fijadas, un cerebro con más
repente, un trineo puede moverse en otras di- orden del que le conviene. En el espectro que
recciones, explorar nuevos paisajes y, en efec- él establece (en su artículo sobre el cerebro
to, crear nuevas rutas. entrópico) y que va del orden excesivo a la
entropía excesiva, la depresión, la adicción y
Cuando la nieve acaba de caer la mente los trastornos de obsesión se sitúan en el ex-
es más impresionable, y el menor estímulo tremo del exceso de orden. (La psicosis está
—provenga éste de una canción, una inten- en el extremo de la entropía, lo que tal vez
ción o la sugestión del terapeuta— puede in- explique por qué no responde a la terapia
fluir poderosamente en su curso futuro. psicodélica.)
La teoría del cerebro entrópico de Robin En opinión de Carhart-Harris, el valor te-
Carhart-Harris representa un desarrollo pro- rapéutico de los psicodélicos radica en su ca-
metedor de esta idea general, así como un pacidad para elevar de forma temporal la en-
primer intento en la dirección de una teoría tropía de un cerebro inflexible, sacudiendo
unificada de la enfermedad mental que ex- del sistema sus pautas por defecto. Carhart-
plique los tres trastornos que hemos anali- Harris utiliza la metáfora del recocido en me-
zado en estas páginas. Él cree que un cerebro talurgia: los psicodélicos introducen energía

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en el sistema y le proporcionan la flexibilidad momento presente. Puede que todos estos
necesaria para “curvarse” y, por tanto, cam- pensamientos y sentimientos sean producto
biar. Los investigadores de la Hopkins utili- de una hiperactiva RND, ese conjunto de es-
zan una metáfora parecida para expresar la tructuras cerebrales estrechamente vincula-
misma hipótesis: la terapia psicodélica crea das que participan en la introspección, el pen-
un intervalo de máxima plasticidad durante samiento autorreferencial y la metacognición
el cual, con la orientación adecuada, se pue- (el pensar sobre el pensar). Es razonable con-
den aprender nuevas pautas de pensamiento siderar que si “silenciamos” la red cerebral res-
y conducta. ponsable de pensar acerca de nosotros mis-
Todas estas metáforas de la actividad del mos —así como de pensar acerca de pensar
cerebro son precisamente eso, metáforas, y acerca de nosotros mismos— podríamos sa-
no el hecho en sí. Con todo, las neuroimáge- lir de la vía marcada o borrarla de la nieve.
nes del cerebro bajo la influencia de psicodé- Al parecer, la RND no sólo es asiento del
licos que se han tomado en el Imperial Colle- ego (o yo), sino también de la facultad mental
ge (y que desde entonces se han repetido en de viajar en el tiempo. Desde luego, los dos
varios laboratorios más utilizando no sólo psi- están estrechamente relacionados: sin la ca-
locibina sino también LSD y ayahuasca) han pacidad de recordar nuestro pasado e imagi-
identificado cambios mensurables en el cere- nar nuestro futuro no se podría afirmar que
bro que han dado validez a estas metáforas. existe la noción de un yo coherente; nos defi-
En particular, los cambios de actividad y co- nimos en relación con nuestra historia per-
nectividad de la rnd cuando la persona se en- sonal y nuestros objetivos futuros. (Como al
cuentra bajo la influencia de los psicodélicos final descubren quienes practican la medita-
sugieren la posibilidad de vincular la vivencia ción, cuando conseguimos dejar de pensar
de ciertas enfermedades mentales con algo acerca del pasado o el futuro y nos sumergi-
observable —y modificable— del cerebro. Si mos en el presente, parece que el yo se des-
la rnd hace lo que los neurocientíficos creen, vaneciera.) El viaje mental en el tiempo nos
entonces una intervención dirigida a esa red lleva en todo momento fuera de la frontera
neuronal podría ayudar a aliviar varias for- del momento presente. Esto puede resultar
mas de enfermedades mentales, incluidos al- altamente adaptativo; nos permite aprender
gunos trastornos que los investigadores de los del pasado y planificar el futuro. Pero cuando
psicodélicos han ensayado hasta el momento. el viaje en el tiempo se vuelve obsesivo, gene-
Muchos de los voluntarios con los que ha- ra esa mirada fija en el pasado que caracteriza
blé, tanto entre quienes se encontraban cerca a la depresión, así como el tono futuro propio
de la muerte como entre adictos y depresivos, de la ansiedad. También la adicción parece
describían sentirse mentalmente “atascados”, incluir un viaje incontrolable en el tiempo. El
atrapados en bucles de ensimismamiento que adicto utiliza su hábito para organizar su
se sentían incapaces de romper. Hablaban de tiempo: ¿cuándo me metí el último chute y
“cárceles del yo”, espirales de introspección cuándo podré meterme el próximo?
obsesiva que los aislaba de otras personas, de Decir que la RND es el asiento del yo no es
la naturaleza, de sus anteriores yos y del una proposición sencilla, sobre todo cuando

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se piensa que es posible que el yo no sea del vuelve sus formidables capacidades contra
todo real. No obstante, podemos decir que hay el resto de lo que somos.5 Tal vez éste sea el
un conjunto de operaciones mentales, entre vínculo entre las diversas formas de enferme-
ellas el viaje en el tiempo, que está asociado dad mental en las que la terapia psicodélica
al yo. Pensemos en ello tan sólo como el cen- parece ayudar en mayor medida: todas inclu-
tro neurálgico de este particular conjunto de yen un ego trastornado, autoritario, castiga-
actividades mentales, muchas de las cuales dor o mal orientado.6
parecen residir en las estructuras de la RND. En una conferencia inaugural que dio en
Otro tipo de actividad mental que las neu- una universidad, tres años antes de su suici-
roimágenes han localizado en la RND (especí- dio, David Foster Wallace le pidió al público
ficamente en la corteza del cíngulo posterior) que pensara sobre “la mente como un siervo
es el trabajo que realiza el llamado yo auto- excelente, pero un amo terrible”.7 Y añadió que
biográfico o experiencial: la operación men- “éste, como tantos tópicos, tan pobre y esti-
tal responsable de las narrativas que vinculan mulante en la superficie, expresa, en reali-
a nuestra primera persona con el mundo y, de dad, una verdad profunda y terrible”.
ese modo, nos ayudan a definirnos. “Yo soy “No es en absoluto casual que los adultos
éste.” “No merezco que me amen.” “Pertenez- que se suicidan con armas de fuego se dis-
co a esa clase de personas que carecen de vo- paren en la cabeza. Le disparan a ese amo te-
luntad para superar su adicción.” Adherirse rrible.”
demasiado a estas narrativas, considerarlas
verdades fijas sobre nosotros mismos en lu-
gar de relatos sujetos a recisión, contribuye en 5
Así es como Freud entendía la depresión, que él llamaba
melancolía; tras la pérdida de un objeto de deseo, el ego se divide
gran medida a la adicción, la depresión y la
en dos y una parte castiga a la otra, a la que ha ocupado el lugar
ansiedad. Al parecer, la terapia psicodélica de- del amor perdido en nuestra atención. Según esta perspectiva, la
bilita de manera temporal el control de la RND depresión es una forma inadecuada de venganza por una pérdida,
una retribución erróneamente dirigida contra el yo.
en la que operan. 6
Tom Insel —quien después de abandonar el Instituto Nacional
Y, además, también tenemos el ego —tal de Salud Mental trabajó un tiempo para la filial de ciencias de la
vida de Google, Verily, antes de unirse a Mindstrong Health, una
vez la creación más formidable de la RND—,
empresa emergente dedicada a la salud mental— me dijo que
que lucha para defendernos de las amenazas ahora existen algoritmos que pueden diagnosticar la depresión
tanto internas como externas. Cuando todo con fiabilidad sobre la base de la frecuencia y el contexto en que
una persona utiliza la primera persona del pronombre personal.
funciona como debe, el ego mantiene al or- 7
Reproducida, en parte, en Brain Pickings: brainpickings.
ganismo en el buen rumbo contribuyendo a org/2012/09/12/this-is-water-david-foster-wallace/

cumplir sus objetivos y satisfacer sus necesi-


dades, sobre todo las relacionadas con la su-
Tomado de Michael Pollan, Cómo cambiar tu mente. Lo que la
pervivencia y la reproducción. Se encarga de nueva ciencia de la psicodelia nos enseña sobre la conciencia,
la muerte, la adicción, la depresión y la transcendencia, Manuel
que las cosas se hagan. Pero, además, es bá-
Manzano (trad.), Debate, Ciudad de México, 2019. Se reprodu­
sicamente conservador. Tal como lo expresa ce con autorización.
Matt Johnson, “el ego nos mantiene en los sur-
cos”. Para bien y, en ocasiones, para mal. Por- Textil shipibo, St. Lawrence University
que a veces el ego se convierte en un tirano y Art Gallery, 2012.

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