Fullbrook, Mary - Europa Desde 1945 (Cap. 6 y 7)

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Historia de Europa Oxford Historia de Europa Oxford

Editor de la colección: T. C. W. Blanning


Editor de la colección: T. C. W. Blanning

PLAN DE LA OBRA:

La Grecia clásica (publicado)


Robin Osborne Europa desde 1945
Los romanos (pub!. prevista: 2004)

La alta Edad Media (pub!. prevista: 2004)


Rosamond McKitterick Edición de Mary Fulbrook
El cenit de la Edad Media (pub!. prevista: 2004)
David Power

La baja Edad Media (pub!. prevista: 2003)


Maleo/m Vale Traducción castellana de

El siglo XVI (pub!. prevista: 2003)


Joan Lluís Riera
Evan Cameron

El siglo XVII (pub!. prevista: 2003)


Joseph Bergin

El siglo XVIII (pub!. prevista: 2002)


T. C. W. Blanning

El siglo XIX (pub!. prevista: 2002)


T. C. W. Blanning

Europa 1900-1945 (pub!. prevista: 2002)


Julian Jackson

Europa desde 1945 (publicado)


Mary Fulbrook

CRÍTICA
Barcelona
OXFORD
VNIVERSITY PRESS
Prefacio del editor de la colección

Escribir una historia general de Europa es una tarea que presenta muchos
problemas, pero lo más dificil, sin duda, es conciliar la profundidad del
análisis con la amplitud del enfoque. Todavia no ha nacido el historiador
capaz de escribir con la misma autoridad sobre todas las regiones del con­
tinente y sobre todos sus variados aspectos. Hasta ahora, se ha tendido a
adoptar una de las dos soluciones siguientes: o bien un único investigador
ha intentado realizar la investigación en solitario, ofreciendo una pers­
pectiva decididamente personal del periodo en cuestión, o bien se ha reu­
nido a un equipo de expertos para que redacten lo que, en el fondo, es más
bien una antología. La primera opción brinda una perspectiva coherente,
pero su cobertura resulta desigual; en el segundo caso, se sacrifica la uni­
dad en nombre de la especialización. Esta nueva serie parte de la convic­
ción de que es este segundo camino el que presenta menos inconvenientes
y que, además, sus defectos pueden ser contrarrestados, cuando menos en
gran parte, mediante una estrecha cooperación entre los diversos colabo­
radores, así como la supervisión y encauzamiento del director del volu­
men. De esta forma, todos los colaboradores de cada uno de los volúmenes
han leído el resto de capítulos, han analizado conjuntamente los posibles
solapamientos u omisiones y han reescrito de nuevo sus aportaciones, en
Quedan rigurosamente prohibidas, sin la autorización escrita de los titulares del copy­ un ejercicio verdaderamente colectivo. Para reforzar aún más la coheren­
right, bajo las sanciones establecidas en las leyes, la reproducción total o parcial de esta obra
cia general, el editor de cada volumen ha escrito una introducción y una
por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografía y el tratamiento infor­
mático, y la distribución de ejemplares de ella mediante alquiler o préstamo públicos.
conclusión, entrelazando los diferentes hilos para formar una sola trenza.
En este ejercicio, la brevedad de todos los volúmenes ha representado una
© Oxford University Press 2001 ventaja: la necesaria concisión ha obligado a centrarse en las cuestiones
Europa since 1945 was originally published in English in 2001. This translation
más relevantes de cada periodo. No se ha hecho el esfuerzo, por tanto, de
is published by arrangement with Oxford University Press.
Europa desde 1945 se publicó originalmente en inglés en 2001. Esta traducción
cubrir todos los ángulos de cada uno de los temas en cada uno de los pa­
se publica por acuerdo con Oxford University Press. íses; lo que sí les ofrecemos en este volumen es un camino para adentrar­
© 2002 de la traducción castellana para España y América: se, con brevedad, pero con rigor y profundidad, en los diferentes periodos
EDITORIAL CRITICA, S. L. de la historia de Europa y sus aspectos más esenciales.
Proven(fa,260
08008 Barcelona
e-mail: [email protected] T. C. W. Blanning
http:1/www. ed-critica. es
ISBN: 84-8432-308-0 Sidney Sussex College
Depósito legal: B. 3556-2002
Cambridge
Impreso en España
2002. - A & M Gnlfic, S. L., Santa Perpetua de Mogoda (Barcelona)
RELACIONES INTERNACIONALES Y DE SEGURIDAD EN EUROPA 205

6 neral y el conflicto entre superpotencias en particular. Sin duda fueron las


naciones del Este las que soportaron el peso de los sacrificios más severos.
Durante la guerra fría la calidad y cantidad de producción industrial y,

Relaciones
por consiguiente, la calidad de vida se mantuvieron terriblemente bajas
en naciones como Bulgaria, Rumania y Albania, las más pobres de todas,
pero también en Polonia, Checoslovaquia1 y Hungría. Estos países no se

internacionales y de encontraban en posición de competir con los milagros económicos que


caracterizaron el desarrollo de los años cincuenta y sesenta en Alemania
Occidental, países del Benelux, Francia, Gran Bretaña, Escandinavia e Ita­

seguridad en Europa lia. Además, en los años setenta y ochenta España, Portugal y Grecia, y
m� tarde Irlanda en los noventa, experimentaron también sus propios
«milagros económicos>>. En particular, Alemania Occidental prosperó
durante toda la era de posguerra y logró integrarse plenamente en el
Klaus Larres
mundo occidental. La Alemania del Este tuvo que pagar por la solución
temporal al problema alemán: la división del país realizada entre 1 945 y
1949. Sólo desde la caída del Muro de Berlín en noviembre de 1989 se ha
producido una cierta convergencia en el continente europeo. Los países
Hasta 1989-90, la historia de Europa desde 1945 se caracterizó por la di­ de Europa Occidental y Oriental han comenzado a reconectarse gradual­
visión del continente en dos bloques enfrentados dominados el uno por mente entre sí y a descubrir su herencia europea común.
los Estados Unidos de América y el otro por la Unión Soviética. Muy po­ Este capítulo trata de las experiencias de la Europa Occidental y Orien­
cos países europeos lograron mantenerse realmente neutrales. Durante tal durante la guerra fría antes de pasar a analizar el desarrollo de una Eu­
estas cuatro décadas y media la historia de Europa Occidental se fue hil­ ropa cada vez más integrada desde 1990 que, paradójicamente, parece ca­
vanando con cuatro hilos diferentes pero fuertemente entrelazados: la racterizarse por un entusiasta multilateralismo y, al mismo tiempo, un
guerra fría, el movimiento de integración europea, la relación transatlán­ deseo de unidad. El capítulo se organiza en varias secciones temáticas.
tica entre Europa Occidental y Estados Unidos, y el control autoritario Comienza con una breve mirada al papel de la ideología en la historia de
ejercido por la URSS sobre la Europa del Este. Hasta el fin de la guerra Europa. Luego se presta atención al concepto de año cero y a la impor­
fría y la disolución de la Unión Soviética en diciembre de 199l las nacio­ tancia del problema alemán en la Europa post-1945. Le siguen varias par­
nes de Europa del Este no pudieron participar en el proceso de inte­ tes donde se analiza el desarrollo de la Europa Occidental y Oriental du­
gración europea ni en las relaciones transatlánticas. Además, por lo que rante la guerra fria. La última sección se dedica al desarrollo de la
respecta a la guerra fria, casi nunca tuvieron otra elección que ser espec­ integración europea y de las instituciones europeas comunes desde prin­
tadores pasivos y leales partidarios de la URSS. También la relación entre cipios de los años cincuenta hasta finales de los noventa.
los países de Europa Occidental y los poderosos Estados Unidos de Améri­
ca tenía su parte de inquebrantable lealtad. Pero la posición hegemónica
de Washington en Europa Occidental era de una naturaleza cualitativa­
mente muy distinta de la del imperio ganado coercitivamente por Moscú
en el Este del continente.
1 El l de enero de 1993 la República Socialista Checoeslovaca (Checoslovaquia) se disol­
El continente europeo tenía en común que todos sus países se vieron vió para ser reemplazada por dos estados soberanos (enlazados por una unión arancelaria
involuntariamente expuestos a ingentes sacrificios económicos, financie­ y comercial): la República Eslovaca y la más próspera República Checa, con el antiguo es­
ros y político-culturales que ifl?pusieron en el mundo la guerra fría en ge- critor de teatro y disidente Vi\clav Havel como presidente.
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mania Occidental, estuvo presidida por fuertes creencias democristianas


Factores ideológicos de la historia y socialdemocráticas en los valores de una economía de mercado social Y
de la Europa de posguerra regulada, en la economía keynesiana y en el estado del bienestar. Habían
de vérselas con una filosofía muy distinta en Estados Unidos, donde du­
Los cuatro factores que presidieron el desarrollo de buena parte del con­ rante la mayor parte del período de posguerra predominó la doctrina del
tinente entre 1945 y 1990 (la guerra fria, la integración europea, las rela­ libre comercio, que contemplaba la eliminación de tarifas proteccionistas
ciones transatlánticas y el dominio político de la Unión Soviética sobre y restricciones monetarias y abogaba por el desarrollo de una economía
la Europa del Este) tenían dimensiones políticas, militares y económi­ de mercado libre de toda inhibición con un fuerte énfasis en la economía de
cas, además de ideológicas. Todas ellas, en un momento u otro, dieron oferta.
pie a graves disputas entre los países implicados y, a causa de una serie Otro importante factor semi-ideológico de desacuerdo entre Washing­
de acontecimientos y desarrollos únicos (generalmente económicos o ton y muchos países de Europa Occidental durante la era post- 1 945 te­
militares), fueron causa de numerosas crisis políticas, bien que de in­ nía que ver con la OTAN, con la estrategia militar de la comunidad atlán­
tensidad muy variable. Un aspecto a menudo pasado por alto en el de­ tica y con la exclusión de Europa de las decisiones sobre armamento
sarrollo de la Europa de la posguerra, el ideológico, es quizá el más po­ nuclear. Las estrategias de la OTAN estuvieron presididas por el pensamien­
lémico. to americano de «represalia en masa» y, posteriormente, por la no mu­
Por ejemplo, durante la segunda mitad del siglo xx, visiones del mun­ cho más discreta política de ��respuesta flexible}}, En Europa se tenía la
do radicalmente diferentes tuvieron una gran influencia sobre los deba­ impresión de que, detrás de estas estrategias se hallaban dos enojosas ob­
tes acerca de los propósitos y objetivos de la integración europea. Los paí­ sesiones americanas: las tentaciones de Washington de guarecerse en el
ses de Europa Occidental se hallaban marcadamente divididos entre aislacionismo con su continua consideración de una retirada o reduc­
federalistas (presentes en su mayor parte en Alemania, los países del Be­ ción sustancial de su presencia militar en el continente europeo, y la apa­
nelux, Italia y, hasta cierto punto, Francia), que abogaban por el desarro­ rente disposición de Estados Unidos a recurrir a un primer uso de las
llo de una Europa cada vez más integrada tanto en términos económicos armas nucleares en una guerra con la Unión Soviética sin consultar pre­
como politicos, y los funcionalistas, más euroescépticos y pragmáticos, viamente a sus aliados europeos. Se temía, pues, que cualquier conflicto
que predominaban en Gran Bretaña y los países escandinavos. Los pri­ menor pudiera intensificarse rápidamente hasta convertirse en una con­
meros se inclinaban por el desarrollo de instituciones supranacionales y tienda nuclear y, en el proceso, llevar a la destrucción de una buena par­
por la pérdida gradual de soberanía de cada una de las naciones estado im­ te de Europa. No obstante, esta tensión ideológica en las relaciones tran­
plicadas en el proceso. Los funcionalistas tendían a creer que la integra­ satlánticas estuvo intercalada con preocupaciones político-económicas
ción europea debía limitarse a la creación de un mercado económico de naturaleza más pragmática. Los europeos dependían fuertemente de
único, sin las dimensiones políticas, de seguridad y monetarias. Así pues, la protección que les ofrecía la seguridad nuclear americana. Además,
veía en la integración algo deseable únicamente en relación con un nú­ por razones presupuestarias y con respecto a la opinión pública nacional,
mero limitado de áreas claramente definidas (por ejemplo, las industrias nunca estuvieron en posición de gastar tanto dinero en fuerzas conven­
del carbón y el acero en los años cincuenta, y la agricultura en décadas cionales como los expertos militares occidentales creían necesarios para
posteriores). En su opinión, mantener la soberanía nacional y la inde­ rechazar cualquier ataque a Europa Occidental sin haber de recurrir a la
pendencia era fundamental para el bienestar de cad� una de las naciones guerra nuclear.
estado europeas. Los políticos y los escritores sobre el tema nos han presentado a me­
La cuestión ideológica desempeñó asimismo un importante papel con nudo la guerra fría como un enfrentamiento de poder político y como
respecto a la dimensión económica (libre comercio) de las relaciones una prueba de voluntad entre Este y Oeste. Este es el carácter que ha
transatlánticas. Durante buena parte del período post-1945, la política de marcado los debates académicos entre ortodoxos, revisionistas y post­
muchos países europeos occidentales, en particular Italia, Francia y Ale- revisionistas sobre el origen de la guerra fría y las responsabilidades al
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respecto.2 Se solía restar importancia a la ideología en favor de la prima­ pia experiencia nacional, los Estados Unidos se convirtieron en un entu­
cía del poder politico y la seguridad, de acuerdo con lo promulgado por siasta partidario de la creación de unos Estados Unidos de Europa carac­
las teorías realistas y neorrealistas de las relaciones internacionales. 3 Ade­ terizados por una estabilidad política, por la construcción de unas sólidas
más, el mundo occidental sólo atribuía motivos ideológicos siniestros fuerzas militares y por la creación de un ingente mercado común listo
para la guerra fria al marxismo-leninismo de inspiración ·soviética y a su para absorber la producción americana.6 Aunque no se tratase de una
doctrina expansionista y su ambición por exportar el comunismo inter­ empresa enteramente altruista, el imperio informal de los Estados Unidos
nacional al resto del mundo. sobre Europa Occidental fue cualitativamente muy distinto del imperio
Pero la Unión Soviética no era la única que se guiaba por un fuerte im­ mucho más directamente controlado de la Unión Soviética en Europa del
pulso doctrinario; también lo hacía Estados Unidos. De hecho, ambos paí­ Este, más claramente empujado por fuertes motivaciones anti-occidenta­
ses se esforzaron por ampliar sus mutuamente exclusivos sistemas nacio­ les de naturaleza tanto ideológica como política y de poder.
nales. Pero los Estados Unidos sólo ejercieron su liderazgo hegemónico
sobre los países de Europa Occidental con el consentimiento de éstos. El
así llamado «imperio por invitación» se basaba en gran medida en los
principios de la democracia participativa. 4 Las frecuentes violaciones de El año cero y la importancia
estos principios, las demandas de los europeos occidentales de una mayor del problema alemán
co-determinación, la «arrogancia de poden> de los Estados Unidos, la re­
tórica recargada en favor del consumo público, y tantos otros problemas A pesar del importante punto de inflexión en la política mundial que re­
no llevaron a un cuestionamiento serio y duradero de la presencia ameri­ presenta el fin de la Segunda Guerra Mundial y el lanzamiento de las
cana en Europa Occidental. Prácticamente el único político notorio que bombas nucleares sobre Hiroshima y Nagasaki en agosto de 1945, no pa­
renegó del liderazgo hegemónico americano en Europa Occidental fue el rece sensato considerar a 1945 como el año cero. Aunque la guerra fría, el
presidente francés Charles de Gaulle. Los europeos occidentales nunca domino de la Unión Soviética sobre Europa del Este, la integración eu­
hubieron de renunciar a su voz y voto en sus propios asuntos, por bien ropea y las relaciones transatlánticas comenzaron mayormente durante
que en materia de seguridad algunos países (Italia, Alemania Occidental) los años que siguieron al fin de la Segunda Guerra Mundial, todos estos
estuvieron muy cerca. En cambio, parece que durante todo el período hilos históricos independientes de la historia europea de posguerra esta­
post-1945, Europa Occidental consiguió influir en la política americana, ban profundamente enraizados en el pasado de Europa. La guerra fría
no sólo política y económiCa, sino incluso militar, en grado considerable.5 tuvo sus raíces en el conflicto Este-Oeste que comenzó con la revolución
Además, desde un buen principio y de acuerdo con el modelo de su pro- bolchevique de 1917 y la intervención aliada en la guerra civil rusa. Pese
al acercamiento entre la OTAN y Rusia durante los años noventa (por
ejemplo, el acuerdo de «Partnership for Peace» de 1995 y el convenio de
2 Véase G. Lundestad, «Moralism, Presentism, Exceptionalism, Provincialism, and Other

Extravagances in American Writings on the Early Cold War Years», Diplomatic History, 13
cooperación política de 1997), los serios desacuerdos con Rusia y, sobre
( 1989}, 527-45; M. P. Leffler, <�New Approaches, Old Interpretations, and Prospective Re­ todo, con China, durante la guerra de Kosovo de 1999 {y después) indican
configurations», Diplomatic History, 19 (1995}, 173-96. que el conflicto Este-Oeste probablemente no haya llegado a su fin. Ade­
3 Véase H. J. Morgenthau, Politics among Nations: 11te Strugglefor Power and Peace, 6a ed. más, los rusos se sienten profundamente decepcionados por el fracaso
(Nueva York: Knopf, 1985}; R. O. Keohane (ed.),Neorealism and its Critics {Nueva York: 1986};
del capitalismo occidental al estilo laissez-faire a la hora de reformar
R. O. Keohane y J. S. Nye, Power and Interdependence, 2a ed. (Glenview, Ill., 1989).
drásticamente la economía de su país, y culpan de ello sobre todo a occi­
4 G. Lundestad, ��Empire by Invitation? The United States and Western Europe, 1945-
1952», ]ournal ofPeace Research, 23 ( 1986), 263-77. dente. Tampoco se tomó bien Moscú la ampliación de la OTAN hacia el
5 J. G. Ikenberry, (<Rethinking the Origins -of American Hegemonp>, Political Science

Quarterly, 104 (1 989), 375-400; T. Risse-Kappen, Cooperation among Democracies: The Eu­ 6 G. Lundestad, «Empire>J by Integration: The United States and European Integration,
ropean Infiuence on US Foreign Policy (Princeton: Princeton University Press, 1995). 1945-1997 (Oxford: Oxford University Press, 1998).
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Este en abril de 1999 con la admisión de varios antiguos miembros del cierto Punto, las percepciones subjetivas y las interpretaciones preferidas
Pacto de Varsovia (Polonia, Hungría y República Checa). La intención de del pasado fueron responsables de la construcción de un cierto marco
admitir antiguas partes de la Unión Soviética en la OTAN, como los esta­ para el futuro del continente europeo y de las relaciones bilaterales y mul­
dos Bálticos, el «extranjero cercano» de Rusia, se recibe como algo si cabe tilaterales dentro de Europa. Por ejemplo, no fue hasta los años ochenta y
más humillante, amén de un grave riesgo potencial para la seguridad na­ noventa que la fuerte creencia general en la importancia de respetar la
cional de Rusia. plena soberanía de la nación estado comenzó a dar muestras de debilitar­
El movimiento post-1945 para la integración europea se encarna sobre se en Europa Occidental, aunque no así en Europa del Este y en el mundo
todo en los esfuerzos que tras la Primera Guerra Mundial realizó el pri­ eslavo. En particular, durante el período inmediatamente posterior a la
mer ministro francés Aristide Briand por unificar Europa a fin de mini­ Segunda Guerra Mundial, les resultaba muy dificil a las autoridades deci­
mizar el peligro potencial que representaba Alemania y evitar otra guerra sorias salirse de los caminos trillados del pensamiento.
de gran envergadura. La integración se cimentaba intelectualmente en la Esto se aplicaba sobre todo a los muchos problemas que necesitaban
Unión Pan-Europea del Conde Coudenhove-Kalergi y, durante la guerra, ser resueltos con respecto al futuro de Alemania. Después de todo, los
en la visión de Altiero Spinelli de una federación europea. Al acabar la Se­ Aliados Occidentales siempre fueron conscientes del fracaso del tratado
gunda Guerra Mundial estas ideas eran muy influyentes, conjuntamente de paz de Versalles para la reintegración pacífica de Alemania en la co­
con la exhortaciones del economista francés Jean Monnet y del político munidad de naciones tras la Primera Guerra Mundial. Tras el colapso del
belga Paul-Henri Spaak al establecimiento de una unidad federal eu­ Reich de Hitler y la rendición incondicional de Alemania el 8 de mayo de
ropea. Este era también el objetivo del trabajo de organizaciones como la 1945, los problemas de administración, gobierno y reconstrucción eco­
Liga Europea del belga Paul van Zealand, la Unión de Europeos Federalis­ nómica de este país centroeuropeo, junto con la desnazificación y reedu­
tas, con base en Francia, y el Movimiento por una Europa Unida, fundado cación del pueblo alemán eran algunas de las tareas más apremiantes.
con la ayuda de Winston Churchill en 1947. Además, era necesario abordar el problema de la tradicional enemistad
De igual modo, las raíces de las relaciones transatlánticas crecieron al entre Francia y Alemania, que tres humillantes invasiones alemanas de
amparo de la participación americana en los asuntos europeos durante los Francia en un plazo de setenta años no habían hecho más que alimentar.
años de entreguerras. Mientras que los tres gobiernos americanos de aque­ La influencia del comunismo sobre los estados inestables y económica­
lla década demostraron fuertes convicciones aislacionistas con respecto a mente devastados de la Europa continental (sobre todo Alemania, Fran­
su participación en la política y seguridad internacionales, no fue así con cia, Italia y Grecia) además del llamado complejo Rapallo preocupaban
relación a la economía internacional. Por ejemplo, los bancos americanos también a los Aliados. Este último tenia sus raíces en el totalmente ines­
proporcionaron créditos y préstamos a los necesitados países europeos (es­ perado Tratado de Rapallo y en el comienzo de la cooperación anti-occi­
pecialmente Alemania) para ayudarles a reconstruir sus economías. Ade­ dental entre Alemania y la Unión Soviética que culminó en el Pacto Hit­
más, en nombre del gobierno central de Washington, los banqueros ameri­ ler-Stalin de 1939.7
canos tuvieron una especial influencia como mediadores entre la República En la base de toda esta inquietud estaba la enormidad del territorio y
de Weimar y los Aliados de la Primera Guerra Mundial para alcanzar un la población de Alemania, así como su potencial económico e industrial,
acuerdo sobre las indemnizaciones alemanas (por ejemplo, los Planes de con sus centros tradicionales de producción de carbón y acero en los Va­
Dawes y de Young). La llamada «relación especial» anglo-americana, una lles del Ruhr y del Saar. Era esencial abordar la cuestión de la convenien­
parte integral de las relaciones transatlánticas contemporáneas, tuvo su ori­ cia (que defendieron con fuerza los franceses hasta 1947-8) de reducir el
gen en la decisiva participación americana en la Primera y, sobre todo en la
Segunda Guerra Mundial y en la buena, bien que no siempre armoniosa, 7 K. Larres, «Germany and the West: The ((RapaJlo Facton) in German Foreign Policy
relación entre Franklin D. Roosevelt y Winston Churchill. from the 1950s to the 1990s», en K. Larres y P. Panayi (eds.), The Federal Republic of Ger­
Por consiguiente, no faltaban imágenes y recuerdos del pasado que pu­ many since 1949; Politics, Society and Economy befare and after Unification (Londres:

dieran influenciar fuertemente la política en la Europa post-1945. Hasta Longmn, 1996).


212 EUROPA DESDE 1945 RELACIONES INTERNACIONALES Y DE SEGURIDAD EN EUROPA 213

país a un tamaño más manejable e incluso convertirlo en un gran estado


agrícola (como defendía el Plan Morgenthau firmado por Roosevelt y La guerra fría y la seguridad europea
Churchill en 1944). Sin embargo, pronto se reconocieron las consecuen­
cias económicas potencialmente negativas de estas políticas para los veci­ Hasta cierto punto está justificado caracterizar la guerra fría y el mundo
nos de Alemania. Existía asimismo un claro peligro de que el caos econó­ en gran medida bilateral de 1945-1990 como un período de «paz durade­
mico y el descontento nacional con la administración independiente de rm>. 8 Sin embargo, esta calificación hace oídos sordos a las numerosas
cuatro zonas de ocupación organizadas de forma muy distinta tuviera guerras que tuvieron lugar (Corea, Vietnam y los muchos conflictos
consecuencias desastrosas. Claramente, no podía descartarse que el país por poderes que se desarrollaron en países en vías de desarrollo). Tam­
pudiera caer una vez más víctima de un movimiento político extremista, bién parece restar importancia a los inmensos sacrificios humanos, eco­
bien fuera desde la derecha, bien desde la izquierda, como parecía más nómicos y socioculturales realizados por toda la comunidad internacio­
probable dadas las actividades de Moscú. Al fin y al cabo, en 1945 el Ejér­ nal, y en particular por el mundo comunista y en vías de desarrollo. Hablar
cito .Rojo había ocupado Alemania, incluida la capital, Berlín, hasta el de una <<paz duradera» parece sólo apropiado para referirse a la guerra
Elbe, y la ocupación soviética no ·daba muestras de querer establecer ins­ fria en Europa. Después de todo, la guerra no volvió al continente eu­
tituciones democráticas en Alemania Oriental y abandonar, llegado el ropeo hasta los largos conflictos de Bosnia (1992-5) y Kosovo ( 1999) en
momento, su zona de ocupación. la antigua Yugoslavia. Aun así, incluso durante los años de la guerra fría, la
El papel central de Alemania en el continente europeo la convertía en paz en Europa se vio seriamente perturbada por las despiadadas inter­
la única nación llamada a desempeñar un importante papel en los cuatro venciones militares del Kremlin para atajar los levantamientos anti-so­
hilos con que se había de tejer el futuro de Europa: la guerra fría, la inte­ viéticos en Alemania del Este (1953), Hungría (1956) y Checoslovaquia
gración europea, las relaciones transatlánticas y la esfera de influencia del (1969). Además, la imposición de la ley marcial en Polonia en diciembre
Kremlin en la Europa del Este y, en particular, su control de Alemania de 1981 (hasta julio de 1983) posiblemente haya evitado otra aplicación de
Oriental. Gran Bretaña, en cambio, se había quedado relegada a un papel la Doctrina de Breznev por parte de Moscú según se articuló en 1968: la
de influencia en la guerra fría (especialmente durante los primeros diez o invasión por el Ejército Rojo de un país considerado como parte de la es­
quince años) y en las relaciones transatlánticas (especialmente en los años fera de influencia de la URSS en Europa del Este. En lugar de una «paz du­
sesenta) y en la integración europea. Francia y Alemania Occidental, jun­ radera)} quizás sea más adecuado hablar de una incómoda estabilidad for­
tamente con Italia y los países del Benelux, forman el núcleo de seis paí­ zada en el continente europeo durante la guerra fría.
ses que estableció la Comunidad Económica Europea (CEE) en 1957- La guerra fría en Europa se puede dividir en tres fases: primero, el pe­

1958. Las cuatro últimas naciones únicamente han tenido una influencia ríodo de transición, ocupación y años iniciales de la guerra fría entre 1945
internacional destacable en el marco del proceso de integración europea. y 1953; segundo, los intentos de cooperación pacífica y la renovada gue­
Lo mismo se aplica en buena medida a los países del sur y norte de Eu­ rra fría entre 1953, el año de la muerte de Stalin, y finales de los años
ropa. No obstante, Portugal y España todavía tenían {y tienen) cierta in­ sesenta; y, por último, el comienzo gradual de un período de distensión a
fluencia en América Latina y en sus antiguas colonias. G;ecia, con su principios de los setenta, un nuevo período de alta tensión a principios de
turbulenta historia económica y política durante la posguerra (régimen los ochenta, y el fin de la guerra fría en 1990-1.
militar de 1967 a 1974) y su participación en el conflicto de Chipre con
Turquía, estuvo también fuera de la política dominante en Europa Occi­
dental hasta 1974. Si bien Turquía (y Grecia) pasó en 1952 a ser miembro
de la OTAN, sus graves violaciones de los derechos humanos {especial­
mente con respecto a la cuestión kurda en el norte) han mantenido en
suspenso su solicitud de integración en la Comunidad Europea, que-este 8 J. L. Gaddis, The Long Peace: Inquiries into the History ofthe Cold War (Nueva York: Ox­

país presentó ya en 1964. ford University Press, 1987).


214 EUROPA DESDE 1945
RELACIONES INTERNACIONALES Y DE SEGURIDAD EN EUROPA 215

Los años de transición, ocupación y reconstrucción, Europa Occidental, fue también crucial para socavar la tentación de Ita­
1945-1953 lia, Grecia y la inestable Cuarta República Francesa de acercarse al domi­
nio comunista. No obstante, el Plan Marshall y la OCEE condujeron a
Al acabar la Segunda Guerra Mundial, la reconstrucción del continen­ una polarización política aún máS acusada del continente europeo. De
te europeo y la esperanza en la cooperación continuada entre occidente y forma no completamente insospechada, en una conferencia de ministros
la Unión Soviética dominaron la política europea. Hubo también algunos de exteriores realizada en Paris a finales de junio y principios de julio de
fuertes movimientos de bases (especialmente en Italia, Bélgica y Países 1947 el ministro de asuntos exteriores soviético, Molotov, rechazó airada­
Bajos) orientados a conseguir una Europa federal unida a fin de impedir mente las condiciones económicas liberal-capitalistas impuestas por los
que se repitieran los horrores del pasado, en la creencia de que, si Europa Estados Unidos para la participación de los paises europeos en el Plan
continuaba estando dominada por estados hostiles y competitivos, ten­ Marchall. Stalin prohibió estrictamente a Polonia y Checoslovaquia que
dría tendencia a sucumbir de nuevo en un gran conflicto. Sin embargo, ni persistieran en su gran interés por participar en la conferencia de dieciséis
la cooperación entre Este y Oeste ni la integración europea tuvieron ini­ naciones que había de tener lugar en París de julio a septiembre de 1947 y
cialmente mucho éxito. que había sido convocada para organizar el Programa de Recuperación
En el período inmediatamente posterior al final de la Segunda Guerra Económica que generosamente financiaban los Estados Unidos.10
Mundial el sueño de la creación de una Europa unida condujo única­ En Europa del Este, se ventilaron en 1947-8 los planes para la unión
mente a poner en práctica la ya de antiguo proyectada unión aduanera entre Yugoslavia y Bulgaria y entre Yugoslavia y Albania, pero no hallaron
(desde 1944) entre Bélgica, Países Bajos y Luxemburgo que entró en vigor el favor de Stalin. En su lugar, el dictador soviético centró sus esfuerzos en
en enero de 1948 (Benelux). Los países escandinavos establecieron un consolidar toda la Europa del Este bajo el tutelaje soviético por medio de
Consejo Nórdico de carácter consultivo en 1951, y tomaron en conside­ la renovación o establecimiento de tratados de asistencia mutua entre
ración la unión de sus aduanas en 1954. Otras actividades no trascendie­ Moscú y los estados de Europa del Este. En enero de 1949 este desarrollo
ron su naturaleza simbólica. Por ejemplo, la gran convención en La Haya culminó en la creación de Consejo para la Asistencia Económica Mutua
en 1948, en la que participaron Churchill y otros grandes estadistas, no ( Comecon) entre la URSS, Polonia, la República Checoeslovaca, Hungría,
logró absolutamente nada, aunque atrajo una gran atención al abogar Bulgaria y Rumania. El conflicto entre Stalin y el independiente líder de
por unos Estados Unidos de Europa que cOntemplaran la reintegración Yugoslavia, Tito, llevó al boicot económico del país y a su no-inclusión en
de la derrotada Alemania en la comunidad de naciones. El establecimien­ el Comecon. También se puso fin a los tratados bilaterales entre países del
to del Consejo de Europa en Estrasburgo en mayo de 1949 tampoco dio bloque del Este. Aunque Stalin había insistido en anexionar los estados
como resultado ningún paso hacia la integración económica o política de bálticos y el este de Polonia durante la Segunda Guerra Mundial, después
Europa. La Organización para la Cooperación Económica Europa (OCEE, de 1945 no anexionó ningún otro estado vecino como Finlandia, que
renombrada OCDE en 1960) fue asimismo incapaz de contribuir a la consiguió mantener su independencia en delicado equilibrio.
unidad del continente europeo.9 En conjunto, la cooperación económica en la Europa del Este se incli­
La OCEE se estableció en 1949 en respuesta al anuncio del secretario naba fuertemente hacia las necesidades de reforma agraria de la Unión
de estado norteamericano George Marshall, en su discurso en la Univer­ Soviética y hacia el interés de Moscú en favorecer la industria pesada y de
sidad de Harvard en junio de 1947, del Programa de Recuperación Eu­ maquinaria y una economía centralmente planificada. Esto a menudo se
ropea. Enormemente beneficioso para la reconstrucción económica de saldó en desventaja para las naciones de Europa del Este. Se prestó muy

9 Los miembros eran Alemania Occidental, Austria, los países del Benelux, Dinamarca, 10
M. Hagan, The Marshall Plan: America, Britain, and the Reconstruction ofEttrope (Cam­
Francia, Grecia, Irlanda, Islandia, Italia, Noruega, Portugal, el Reino Unido, Suecia, Suiza y bridge: Cambridge University Press, 1987); A. Milward, The Reconstructiol1 of Western
Turquía, desde octubre de 1949; los Estados Unidos y Canadá se convirtieron en miembros Europe, 1945-1951 (Berkeley: University of California Press, 1984); véase también A. Mil­
asociados en 1950. ward, <<Was he Marshell Plan Necessary?l>, Diplomatic History, 13 (1989}, 231-53.
216 EUROPA DESDE 1945 RELACIONES INTERNACIONALES Y DE SEGURIDAD EN EUROPA 217

poca atención a las demandas de bienes de consumo y de formas de vida de todos los partidos democráticos en su zona de ocupación alemana.
más liberales para satisfacer a las poblaciones de estos países relativamen­ Igualmente controvertidos fueron los exitosos empeños de la Unión So­
te desarrollados e industrializados. Se hizo necesario el uso despiadado de viética de establecer gobiernos comunistas en Polonia y los otros estados
la fuerza para reprimir estos deseos como, por ejemplo, durante el primer de la Europa Oriental. Sin embargo, fue sobre todo el golpe de estado de
y repentino estallido de descontento en Alemania Oriental y en Bulgaria febrero de 1948 en Checoslovaquia, un país con una firme tradición
en 1953. Los distintos países comunistas, que pronto dominaron los go­ democrática, lo que más decepcionó al mundo occidental. La sustitución de
biernos de la mitad soviética del continente, fueron los más efectivos ins­ casi todos los ministros del gobierno democrático de Praga con otros co­
trumentos de Moscú para su feroz ejercicio del poder. Así quedó demos­ munistas, las subsiguientes purgas en el país y la implantación de una eco­
trado con su papel en purgas, juicios amañados y ejecuciones de los norrúa de planificación central contribuyeron decididamellte a la crecien­
espíritus críticos y democráticos de muchos paises de Europa del Este, así te convicción en el mundo occidental de que Stalin no estaba interesado
como de la propia URSS, en el curso de los primeros años de la posguerra. en la cooperación pacífica y en mantener unido el continente europeo.
Para 1947-8 estaba ya claro que se estaban formando dos esferas de in­
fluencia opuestas en Europa y dos concepciones políticas y filosóficas
Comienza la guerra fria muy distintas sobre el futuro de Europa. Además, la creación del Comin­
form en septiembre de 1947, durante una conferencia en Polonia con la
Ya en los estadios finales de la Segunda Guerra Mundial la tensión y las participación de los comunistas de Europa del Este más los franceses y los
distintas ideas sobre el nuevo orden de Europa en la posguerra se habían italianos, se interpretó como el primer paso de la intención de Stalin de
hecho patentes entre los cuatro aliados de la coalición anti-Hitler. Pero exportar su modelo dictatorial a Europa Occidental. Se dio por hecho que
como Hitler todavía no había sido derrotado cabalmente y todavía resis­ Stalin no dudaría en usar la fuerza de ser necesario y que, alternativa­
tía en su bunker de Berlín, todavía era posible contener los desacuerdos. mente, podía concentrar sus esfuerzos en socavar los cimientos de las dé­
Una vez acabada la guerra en Europa (mayo de ! 945) y poco después en biles economías y democracias occidentales. De hecho, el Cominform pa­
Asia (agosto de 1945), los cada vez más profundos desacuerdos entre los recía una imitación de la Internacional Comunista de Lenin (abolida en
aliados occidentales (Estados Unidos, Reino Unido y Francia) y la Unión 1943). Estaba claramente dirigida a organizar centralmente todos los par­
Soviética se hicieron cada vez más evidentes. Aunque la guerra fría estalló tidos comunistas europeos, tanto orientales como occidentales, para ex­
inicialmente a raíz de desacuerdos con respecto a la innecesariamente tender la revolución. No obstante, los débiles gobiernos de coalición de
prolongada ocupación por la Unión Soviética de yacimientos petrolíferos Francia e Italia sobrevivieron. Los intensos esfuerzos de los partidos co­
en Irán y los intentos de Moscú de presionar a Turquía para conseguir el munistas de ambos países, mediante huelgas generales, por impedir que
acceso de la URSS al Mediterráneo, el naciente conflicto Este-Oeste pron­ sus países aceptaran la ayuda del Plan Marshall y, por ende, el liderazgo de
to se centró en los acontecimientos del continente europeo. los Estados Unidos, no se saldaron con éxito. Por una vez, los esfuerzos
En Europa los desacuerdos se hicieron particularmente manifiestos clandestinos y bien financiadog de la CIA habían triunfado sobre el apo­
durante las distintas conferencias de ministros de asuntos exteriores con­ yo de Moscú a los comunistas.
vocadas por las cuatro potencias aliadas en el curso de la Conferencia de Además, Yugoslavia siguió siendo una espina clavada en el costado de
Potsdam en julio-agosto de 1945. Su objetivo era resolver cualesquiera Stalin. En 1948 Tito fue expulsado del Cominform y desde entonces el mun­
problemas pendientes territoriales o financieros surgidos de la Segunda do occidental intentó ganarse el favor de su país y su estatuto semi-neutral.
Guerra Mundial. En particular, las relaciones entre los antiguos Aliados se Se creyó, equivocadamente, que la habilidad de Tito para insistir en su in­
deterioraron gravemente a raíz de graves desacuerdos sobre las repara­ dependencia significaba el principio del fin del bloque soviético. De modo
ciones de guerra de Alemania. Las relaciones sufrieron también por cau­ parecido, en los años setenta y ochenta el bloque occidental atribuyó erró­
sa de las vehementes actividades soviéticas encaminadas a establecer un neamente una gran importancia al conflicto del dictador rumano Ni­
régimen comunista leal bajo el liderazgo de Walter Ulbricht y la supresión colae Ceaucescu con la Unión Soviética. A pesar del empobrecimiento
218 EUROPA DESDE 1945 RELACIONES INTERNACIONALES Y DE SEGURIDAD EN EUROPA 219

de su país y las numerosas violaciones de los derechos humanos durante los británicos en los asuntos internacionales como contrapunto a las po­
su largo período en el poder ( 1965-89), el intento de Ceaucescu de perse­ tencias americana y soviética. Sin embargo, pronto se hizo patente que, a
guir una politica exterior bastante independiente fue celebrado por los la vista de los considerables compromisos globales de Gran Bretaña des­
anticomunistas occidentales. de Malasia a la India (además de sus caras responsabilidades zonales en
Inicialmente había sido el gobierno laborista post-1945 de Gran Breta­ Alemania) y sus agotadas reservas económicas, Londres sería incapaz de
ña, y particularmente el Secretario de Asuntos Exteriores Ernest Bevin, asumir este papel. El rápido deterioro de las relaciones con la Unión So­
quien se había convencido de la imposibilidad de cooperar con la Unión viética, así como la creciente conciencia de Gran Bretaña de su propia de­
Soviética en la Europa de la posguerra. Las visiones de la administración bilidad dejaron clara la absoluta necesidad de una mayor participación
americana de Ttuman hacia Moscú fluctuaban considerablemente entre económica, política y militar de los Estados Unidos en el continente eu­
una plácida creencia en la buena voluntad soviética y la firme condena de ropeo. Así, el Reino Unido tomó inmediatamente la iniciativa de estable­
las actividades de Stalin en Europa del Este. En gran parte fue el dramáti­ cer la Organización del Tratado de Bruselas (OTB) con Francia y los paí­
co discurso de Churchill en Fulton (Missouri) de marzo de 1947 lo que ses del Benelux en 1948 cuando Estados Unidos indicó que, a la vista de
gradualmente cambió todo esto cuando llamó la atención del mundo ha­ la patente amenaza soviética, Washington podría estar interesada en coo­
cia el Telón de Acero que había «descendido desde Stettin en el Báltico perar con Europa Occidental en asuntos de seguridad. No obstante, Esta­
hasta Trieste en el Adriático,>.n No obstante, no fue hasta marzo de 1947, dos Unidos esperaba una iniciativa previa de los europeos dirigida a pro­
durante una sesión conjunta del Congreso, que Truman dejó clara la po­ veer su propia seguridad.13 Así, una vez creada la OBT a principios de
lítica exterior americana. El presidente aprovechó el momento en que los 1948, dieron comienzo las negociaciones para el establecimiento de la
británicos retiraron su apoyo a las fuerzas anticomunistas en Grecia y Organización del Tratado del Atlántico Norte.
Turquía por razones financieras para anunciar la Doctrina Truman glo­ A la vista de las actividades de Stalin en el Este, para 1948 las fuerzas oc­
bal: que los Estados Unidos apoyarían a todo país amante de la paz que cidentales de ocupación habían decidido también elaborar planes para es­
fuera amenazado por el comunismo internacional. Sin embargo, aún en­ tablecer un estado liberal-democrático en Alemania Occidental, y para re­
tonces quedaba poco claro si el mito del aislacionismo americano era real­ formar la econonúa de Alemania Occidental y de Berlín Occidental por
mente una cosa del pasado y si el prolongado compromiso de los Estados medio de la introducción de una nueva moneda. Las zonas británica Y
Unidos con Europa sería moral además de práctico.12 americana de Alemania ya se habían unido en enero de 1 947. Sin embar­
En Londres los políticos mantuvieron su pesimismo con respecto a la go, Stalin todavía parecía esperar que en algún momento del futuro la
posibilidad de persuadir a los Estados Unidos de mantener su compro­ parte occidental de Alemania y el Berlín Occidental pudieran escapar a
miso con Europa. Algunos políticos de la izquierda del Partido Laborista la influencia de los Aliados Occidentales y volverse neutral; al parecer no
y de la derecha patriótica del Partido Conservador negaban además la albergaba esperanzas de que Alemania Occidental se hiciera comunista.
conveniencia de convencer a los americanos de permanecer en Europa. Así pues, Stalin se oponía a la división formal de Alemania. En junio de
Pero el gobierno británico comenzó a defender sus planes para una unión 1948 Moscú impuso el bloqueo de Berlín con la intención de forzar a los
económica y militar occidental (sobre todo con respecto a una estrecha países occidentales a rescindir sus planes separatistas. Pero le salió el tiro
cooperación franco-británica). Se albergaba también la esperanza de que por la culata. Occidente respondió con la introducción de un programa
esto facilitara la construcción de una fuerza independiente liderada por masiVo de envíos aéreos para evitar la hambruna en la población del Ber­
lín Occidental. La solidaridad occidental con la población de la ciudad di­
vidida en el frente de la guerra fría constituyó un factor de peso en el acer­
11 Véase E Harbutt, Thelron Curtain: Churchill, America and the Origins ofthe Cold War
camiento entre los alemanes y los países occidentales. Tan sólo tres años
(Nueva York: Oxford University Press, 1986).
12 J. L. Gaddis, <<Was the Truman Doctrine a Real Turning Point?», Foreign Affairs, 52
{ 1973-4), 386-402; M. P. Leffler, Preponderance ofPower: National Security, the Truman Ad­ 13 The 1947 Dunkirk Treaty entre Gran Bretaña y Francia todavía fue un tratado militar

ministration, and the Cold War (Stanford, Calif.: Stanford University Press, 1992). bilateral dirigido contra una potencial reanudación de una agresión alemana.
220 EUROPA DESDE 1945 RELACIONES INTERNACIONALES Y DE SEGURIDAD EN EUROPA 221

después del suicidio de Hitler, el puente aéreo daba a los alemanes occi­ y la interferencia en asuntos europeos siempre se vieron como algo limi­
dentales la sensación de «pertenecer» al mundo occiden�al. El bloqueo tado y temporal. Además, se esperaba que una Europa económicamente
de Berlín también fortaleció la resolución de Washington de formar par­ sana fuera capaz de componer unas fuerzas militares fuertes y acatar una
te de la OTAN y por tanto, por primera vez, comprometerse a un des­ política de fuerza frente a la Unión Soviética. En alguna ocasión se con­
pliegue prolongado de tropas de tierra en el continente europeo en tiem­ templó incluso la posibilidad de que a su debido tiempo fuera posible li­
pos de paz. berar a los «pueblos cautivos}> de Europa del Este por medio de la fuerza.
En cuanto estuvo claro que los Estados Unidos mantendrían su com­ La política occidental de impedir que la Unión Soviética extendiera sus
promiso de apoyar militarmente al continente europeo, el gobierno britá­ tentáculos en Europa más allá del río Elbe, que dividía las esferas de in­
nico perdió todo interés en el concepto de la Unión de Europa Occidental. fluencia de Este y Oeste en el continente europeo, vino a conocerse como
Londres claramente estaba a favor de la cooperación atlántica. Así, la OBT «estrategia de la contención>>. Su principal autor fue el diplomático ame­
no fue más que el medio para obtener el Pacto del Atlántico Norte, que fue ricano Georges F. Kennan. Pero en tanto que Kennan creía firmemente en
firmado en abril de 1949 por los miembros de la OBT más los Estados su concepción original económico-política de contención, la administra­
Unidos, Canadá, Italia, Islandia, Noruega, Dinamarca y Portugal. Para de­ ción de Truman prestó cada vez más atención a su dimensión militar. La
leite de Gran Bretaña, la OTAN era una alianza entre varios países sobera­ crisis del bloqueo de Berlín había dejado claro que existía una amenaza
nos, aunque firme y claramente liderada por los Estados Unidos, pero no real de conflicto militar con la Unión Soviética en la dividida ciudad de
era una organización supranacional. Desde entonces, los responsables de Berlín en el centro de Alemania. La creencia de Washington en la necesi­
la política de Gran Bretaña han creído siempre que lo mejor para los inte­ dad de rearmar a los países de Europa Occidental (entre ellos, controver­
reses del Reino Unido en materia económica, política y estratégica nuclear tidamente, el nuevo estado de Alemania Occidental) y de expandir y mo­
era que su país centrara sus esfuerzos en fortalecer y ampliar su «relación dernizar las fuerzas convencionales y nucleares de Estados Unidos fue
especiah> bilateral con los Estados Unidos. Londres comenzó a demostrar enormemente reforzada por el estallido de la guerra en Corea. En junio
una clara falta de interés en la integración del continente europeo. Pero de 1950 las fuerzas comunistas de Corea del Norte invadieron Corea del
esto, paradójicamente, iba en contra de la política americana. Sur, un protectorado americano. No tardaron en establecerse paralelos
A finales de los años cuarenta y principios de los cincuenta los respon­ con la precaria situación de la dividida Alemania en Europa.
sables de la política americana reconocieron que solamente una Europa Además, en marzo de 1950 se había anunciado que la Unión Soviética
Occidental unida y en paz consigo misma podía conformar un frente había hecho explotar su primera bomba atómica en agosto de 1949 -mu­
coordinado contra la amenaza militar e ideológica de la Unión Soviética. cho antes de lo que esperaban Washington y Londres. Gran Bretaña no
Además, sólo una Europa así podía asegurar la reconciliación de la Repú­ logró realizar sus primeras pruebas nucleares hasta 1952, y Francia hubo
blica Federal de Alemania (RFA) con los países del mundo occidental y de esperar a 1960 (China hizo explotar su primera bomba nuclear en
generar una duradera amistad franco-alemana al tiempo que evitara las 1962). Así pues, por efecto de la guerra de Corea el ingente programa de
tendencias hacia el neutralismo y el derrotismo. En la base de la visión rearme que recomendaba el documento NSC-68 de Estados Unidos fue
americana estaba sobre todo la suposición- de que sólo una Europa plena­ constituido en ley por el Presidente Truman. En septiembre de 1950 la
mente integrada, estable y económicamente viable podía evolucionar ha­ OTAN creó una estructura de mando integrada a las órdenes de un co­
cia un continente pacífico y democrático. A su debido tiempo esta estra­ mandante supremo aliado americano con base en París. En 1952 la con­
tegia tendría la ventaja adicional de hacer innecesaria la ayuda económica ferencia de la OTAN en Lisboa confirmó la voluntad de Europa Occiden­
americana a Europa. La prosperidad de Europa Occidental parecía de­ tal de llevar a cabo un fuerte rearme convencional. No obstante, las
pender de la creación de un mercado único. Así pues, durante el periodo realidades económicas y financieras de Europa Occidental impedirían
de posguerra Gran Bretaña y otros países europeos fueron amonestados que se realizaran estos objetivos tan ambiciosos como poco realistas.
frecuentemente para que adoptaran una actitud más pro-integracionista. Con la muerte de Stalin en marzo de 1953 y la subida al poder de un li­
Después de todo, en Washington el apoyo activo del gobierno americano derazgo colectivo en Moscú con el prímus ínter pares Georgi Malenkov se
222 EUROPA DESDE 1945 RELACIONES INTERNACIONALES Y DE SEGURIDAD EN EUROPA 223

produjo una cierta suavización de las relaciones Este-Oeste. En la mayo­ miento entre Bonn y París. Esto último se intentó por medio de la inte­
ría de los países de Europa Occidental (pero no tanto en Estados Unidos) gración europea y, a la vista de las abrumadoras fuerzas convencionales
se desarrolló la percepción de que la amenaza militar del Este comenzaba de Moscú, mediante el rearme de Alemania Occidental.
a disminuir. Pero en 1953 la guerra fría ya había llevado a la división fir­ Pero los franceses se negaron categóricamente a acceder al rearme e in­
me del continente europeo. Sólo tm puñado de países neutrales o semi­ tegración de un ejército alemán en la OTAN, algo en lo que los america­
neutrales (Suiza, Liechtenstein, Austria, Sueci�, España, Andorra, Irlanda, nos habían insistido durante una conferencia de ministros de exteriores
quizás Yugoslavia) no se habían visto forzados a tornar partido por uno u en Washington en septiembre de 1950. En lugar de establecer un ejército
otro bando. alemán separado, el primer ministro francés Pleven sugirió una contri­
bución alemana a un ejército europeo dentro de una Comunidad Eu­
ropea de Defensa ( CED) dirigida por un ministro de defensa europeo.
Cooperación Este-Oeste, política nuclear en la cuerda floja, Pero el Plan Pleven discriminaba a la Alemania Occidental: no permitía al
y crisis sobre Berlín y Cuba, 1953 - 1 963 gobierno de Bonn establecer su propio estado mayor y el ejército europeo
consistía en divisiones mixtas, sin ninguna unidad enteramente alemana.
Durante los años cincuenta se hizo cada vez más claro que tanto la Euro­ Además, los estados miembros del CED sólo pretendían integrar una par­
pa Oriental como la Occidental no pasaban de ser meros espectadores en te de su ejército en el CED, y retener una parte substancial de sus fuerzas
el conflicto entre dos superpotencias. Al comprenderlo, británicos y fran­ armadas en forma de ejércitos nacionales independientes para sofocar las
ceses realizaron esfuerzos desesperados por mantener sus papeles de gran cada vez más frecuentes revueltas nacionalistas en sus colonias, como por
potencia. Pero a principios de los sesenta la guerra fría multipolar se ha­ ejemplo en la Indochina francesa o el Congo belga. Además, el Reino Uni­
bía convertido en un conflicto bipolar. Tras la crisis de los misiles de Cuba do rehusaba a participar en un CED supranacional. En Londres se argu­
de octubre de 1962, que llevó al mundo a las puertas de una guerra nu­ mentaba que la calidad de un ejército se de:finía'por el entusiasmo nacio­
clear, se inició una cauta cooperación entre Este y Oeste, con importantes nalista de los soldados individuales por defender su país de origen; era poco
repercusiones en el continente europeo. La guerra de Vietnam y las polí­ probable que un soldado quisiera arriesgar su vida en nombre de una Eu­
ticas anti-americanas del presidente francés de Gaulle también tuvieron ropa vagamente definida. Existía asimismo el temor fundamentado de
hondas reverberaciones en la política europea. No obstante, en cada una que la OTAN y el compromiso de Estados Unidos con Europa se vieran
de las partes de Europa la superpotencia correspondiente consiguió con­ debilitados con la creación de un CED. Inicialmente, el gobierno ameri­
solidar su posición hegemónica. Esto dio como resultado numerosos cano se mostró muy escéptico sobre el valor militar del CED, pero gracias
conflictos estratégicos y económico-monetarios entre Washington y sus a la capacidad de persuasión de Jean Monnet, Washington cambió de opi­
aliados occidentales, la mayoría de los cuales pudieron ser resueltos por nión.
medio de largos procedimientos consultivos. Pese a haberse logrado un En mayo de 1952 Francia, la RFA, Italia y los países del Benelux con­
cierto grado de prosperidad económica en los países de Europa del Este cluían el tratado del CED, al tiempo que se firmaban los llamados acuer­
en los años sesenta, existía un creciente descontento con el dominio cada dos contractuales que habían de transformar la Alemania Occidental en
vez más opresivo de Mosc-6, que tuvo que recurrir a la fuerza para mante­ un estado casi soberano. Era el premio que recibia el canciller Adenauer a
ner su influencia. cambio de la participación de Alemania Occidental en el CED. Durante
En lo que respecta al continente europeo, los años cincuenta todavía 1953-4 el Reino Unido adquirió a efectos prácticos un estatuto de asocia­
estuvieron presididos por la preocupación por el problema alemán. Para do del CED y accedió a una cooperación militar estrecha. Estos gestos no
la Unión Soviética inicialmente la cuestión era cómo escindir la RFA de convencieron a la opinión pública francesa. El sacrificio de la identidad
Occidente y establecer una Alemania unida y neutral. Para occidente la nacional de las fuerzas armadas era inaceptable. Además, antes de firmar
cuestión era encontrar la mejor manera de integrar Alemania Occidental el tratado el canciller alemán había logrado cambios muy notables en el
en el mundo occidental de modo irreversible y cómo favorecer el acerca- tratado del CED que garantizaban un tratamiento más igualitario de
RELACIONES INTERNACIONALES Y DE SEGURIDAD EN EUROPA 225
224 EUROPA DESDE 1945

Alemania Occidental pero parecían debilitar el potencial dominio francés tegraba los estados satélite de Europa del Este; la RDA se convirtió en
del CED. Los franceses temían cada vez más que los alemanes acabaran miembro de pleno derecho en enero de 1956.
por dominar el CED en términos tanto económicos como militares. Al fin Los Estados Unidos y Europa Occidental sintieron un gran alivio con
y al cabo, existía una considerable presión por parte de Italia y Holanda la integración de la RFA en Occidente. Al fin y al cabo, justo antes de que
para expandir el CED hacia una organización política y económica. 14 se firmara el tratado original del CED en mayo de 1952, Stalin había he­
En agosto de 1954 el CED fue desestimado en el parlamento francés, cho todo lo posible por tentar a los alemanes occidentales para que se ale­
lo que propinaba un fuerte revés a todo el proyecto de anclaje de Alema­ jaran de occidente. Por medio de su famosa nota de marzo de 1952, Sta­
nia Occidental en el Oeste y de estabilización del continente europeo. lin había ofrecido a los alemanes la reunificación. Incluso parecía ofrecer
Fue el ministro de asuntos exteriores británico, Anthony Eden, quien la liberación de la Alemania Oriental de su esfera de influencia si Alema­
recibió el reconocimiento por la propuesta de poner el práctica el plan nia Occidental abandonaba el bando occidental y se convertía en un país
original americano de integrar las fuerzas armadas alemanas en la neutral. La verdadera intención de esta nota es aún hoy una cuestión
OTAN. No obstante, antes de unirse a la OTAN en pie de igualdad con muy debatida en la bibliografía académica.15 A pesar de la fuerte pre­
. los otros estados miembros, la RFA había de unirse (junto a Italia) al re­ sión de los partidos de la oposición en el parlamento de Alemania Occiden­
novado y reformado OTB, ahora llamado Unión Europea Occidental tal de «examinar» la oferta de Stalin, el gobierno de Bonn inmediatamen­
(UEO). La UEO se utilizaría para organizar la procuración de defensa de te alentó a los Aliados occidentales a que rechazaran la oferta, lo que éstos
sus estados miembros y dar así a cada estado miembro el veto de la com­ hicieron de buen grado.
pra de armas de cualquiera de los otros estados miembros. De este Sin embargo, para horror de políticos de Washington, Bonn y demás,
modo, gracias a la participación de Alemania Occidental en la UEO era solamente un año más tarde, apenas unos meses después de la repentina
posible controlar los esfuerzos de rearme de los alemanes. Además, Ade­ muerte de Stalin en marzo de 1953, el primer ministro británico Chur­
nauer prometió «voluntariamente» que su país no tenía interés alguno chill (que había vuelto al poder a finales de 1951) hizo una propuesta
en obtener armas ABC {atómicas, biológicas, químicas). Para acabar de muy parecida. Inspirado por el aparentemente más liberal curso del nue­
tranquilizar a los franceses, Eden prometió también que Gran Bretaña vo liderazgo colectivo de Moscú, defendió una Alemania reunida y neu­
no retiraría del continente sus fuerzas de la OTAN sin el consentimiento tral, así corno la firma de un tratado de amistad germano..: soviético (un
de los países de la UEO. Locarno occidental) que sería supervisado por Gran Bretaña. Churchill
Al final, la fórmula tradicional de nación estado de Gran Bretaña de esperaba que esta posición y un pronto fin de la guerra fría permitieran al
abordar los problemas de integración europea, de seguridad europea y la Reino Unido centrarse en su reconstrucción económica y mantenerse así
cuestión alemana se llevaba la palma. En mayo de 1955, Alemania Occi­ como uno de los líderes mundiales. Estaba también convencido de que la
dental entraba en la OTAN y, a cambio, se convertía en un estado plena­ continuada división de Alemania sólo podía traer convulsiones, y hasta
mente soberano dentro del concierto de naciones occidentales (salvo por guerra nuclear, a Europa. La estabilidad en el continente sólo se podría
algunas condiciones aliadas respecto a Berlín y al conjunto de Alemania, conseguir si se satisfacían las aspiraciones nacionales de los alemanes. Las
entre ellas la reunificación). La Unión Soviética no se mostró tan hostil a revueltas en Alemania Oriental de junio de 1953 parecían confirmarlo.
este desarrollo como habían hecho pensar algunas previsiones pesimis­ Sin embargo, ni siquiera en Londres encontraron mucho apoyo las ideas
tas. La respuesta del Kremlin a la admisión de Alemania Occidental en la del primer ministro. La mayoría de los otros países europeos estaban
OTAN fue la creación, el 14 de mayo de 1955, del Pacto de Varsovia, la or­ menos entusiasmados con la idea de haber de tratar con una Alemania
ganización militar dominada por la Unión Soviética que más o menos in-
15 Para las dos visiones opuestas: R. Steininger, The German Question: The Stalin Note
14 Los italianos y los holandeses se las ingeniaron incluso para llevar a la asamblea de la of 1952 and the Problem ofReunification (Nueva York: Columbia University Press, 1990};
CED a esbozar una constitución federal que contenía una cláusula en previsión de la unidad G. Wettig, <tStalin and German Reunification: Archiva} E'vidence on Soviet Foreign Policy in
política y económica de los estados miembros. Spring 1952», Historical Journal, 37 (1994}, 411-19.
226 EUROPA DESDE 1945 RELACIONES INTERNACIONALES Y DE SEGURIDAD EN EUROPA 227

reunificada. Sólo Suecia mostró cierta simpatía hacia las ideas de Chur­ que permanecían en la Unión Soviética. Sin embargo, el inicio de relacio­
chill. La indecisión del nuevo liderato soviético a acceder a una cumbre nes oficiales con el Kremlin amenazaba con socavar el no-reconocimien­
de las cuatro potencias, además de una colaboración secreta germano­ to de la RDA por Alemania Occidental y todo el mundo occidental, puesto
americana en el verano de 1953, dieron al traste con las posibilidades de que Bonn había establecido relaciones diplomáticas con un país que re­
realización de la propuesta de Churchill para la solución del problema conoCía la legitimidad de la RDA y de la linea Oder-Neisse como frontera
alemán.16 oriental de Alemania con Polonia. Por ello, Adenauer anunció que la
El repentino consentimiento de la Unión Soviética al tratado del esta­ Unión Soviética, en tanto que una de las cuatro potencias de ocupación,
do de Austria durante las negociaciones de Moscú de abril de 1955, tras era un caso especial. El reconocimiento del régimen del Berlín Este por
años de desacuerdos con occidente respecto al futuro de este país, puso cualquier otro país habría sido visto como un acto hostil que debía recibir
fin a la ocupación y dio pie al establecimiento de una Austria plenamen­ la respuesta apropiada. Era la llamada Doctrina Hallstein, fuertemente
te independiente con sus fronteras de 1938. No obstante, Austria no esta­ apoyada por los Estados Unidos y los estados de Europa Occidental.
ba obligada a renunciar a futuras intenciones de unión con Alemania y Como los acontecimientos demostrarían, hacia finales de los años cin­
adoptar una posición de país neutral e independiente de los dos sistemas cuenta y durante los sesenta se haría cada vez más difícil insistir en el no­
enfrentados de alianzas. El beneplácito de Moscú al tratado del estado de reconocimiento internacional de la RDA. El reconocimiento oficial de la
Austria y la expectativa de que la RFA quisiera seguir el ejemplo de la so­ RDA en 1957 por Yugoslavia y en 1963 por Cuba llevó a la ruptura de re­
lución austriaca probablemente deba verse como el último intento de la laciones diplomáticas entre la RFA y estos países. La observancia de la
Unión Soviética de alejar a la RFA del bando occidental. Pero Moscú no Doctrina Hallstein estaba llamada a convertirse en la manzana de la dis­
consiguió lo que deseaba. Una vez Alemania Occidental estuvo plena­ cordia entre Alemania Occidental y sus aliados en Europa Occidental,
mente integrada en la Alianza Occidental, en mayo de 1955, la URSS cada vez más deseosos de aprovechar las oportunidades comerciales que
perdió todo interés en cualesquiera planes de neutralidad y reunifica­ la RDA ofrecía. En particular, Francia, Gran Bretaña, los países escandi­
ción. El nuevo líder soviético, Nikita Khrushchev, comenzó a defender su navos e, inicialmente, Suiza, estuvieron tentados a intensificar las relacio­
«teoría de los dos estados» y, por ende, la división permanente de Alema­ nes comerciales con Alemania Oriental. De hecho, con la excepción de los
nia. Incapaz de impedir la incorporación de Alemania Occidental en el bienes estratégicos incluidos en la llamada lista COCO M de bienes prohi­
bloque occidental, Moscú se vio obligado a aceptar la nueva realidad. La bidos para el comercio con el bloque Este, los vínculos comerciales entre
Unión Soviética comenzó entonces a defender el reconocimiento inter­ Europa Occidental y Europa Oriental se intensificaron desde mediados
nacional de su estado alemán. Moscú ya no estaba dispuesta a sacrificar la de los años cincuenta.
existencia de la RDA. En 1955 Europa habla quedado definitivamente di­ Para cuando Adenauer visitó Moscú, ya había tenido lugar en Ginebra,
vidida en una mitad occidental y una mitad oriental. en julio de 1955, la primera cumbre de las cuatro potencias desde Pots­
Todo esto quedó simbolizado sobre todo en la invitación soviética al dam. Le siguió una conferencia de los ministros de exteriores de las cua­
canciller de Alemania Occidental para que viajara a Moscú, lo que fue vis­ tro potencias en octubre. Aunque ninguna de las dos conferencias logró
to con gran desconfianza en Washington y en la mayoría de capitales eu­ resolver ninguno de los problemas pendientes de la guerra fría, al menos
ropeas. Durante su visita de septiembre de 1955 Adenauer acordó iniciar condujeron a un clima internacional más relajado. Los primeros sínto­
relaciones diplomáticas con la URSS e intercambiar embajadores a cam­ mas parecían indicar que sería posible contener la guerra fría en Europa
bio de la liberación de los últimos 10.000 prisioneros de guerra alemanes pacíficamente y consentir en el desacuerdo, una política que dio en lla­
marse «coexistencia pacífica».
16 K. Larres, «<ntegrating Europe or Ending the Cold War? Churchill's Post-War Foreign Khrushchev también intentó abrir un nuevo capítulo con respecto a
Policy}), ]ournal ofEuropean lntegration History, 2 (1996), 15-49; K. Larres, «Preserving Law los asuntos nacionales soviéticos. Pero su política de desestalinización se le
and Order: Britain, the United States and the East German Uprising of 1953)), Twentieth volvió en contra. Durante un discurso secreto en febrero de 1956 (que casi
Century British History, 5 (1994), 320-50. de inmediato fue filtrado a los medios de comunicación occidentales),
228 EUROPA DESDE 1945 RELACIONES INTERNACIONALES Y DE SEGURIDAD EN EUROPA 229

condenó las políticas del hasta entonces tan admirado Stalin y lo acusó de puso en marcha un programa frenético y bien financiado para alcanzar a
crímenes horrendos. Su discurso llevó a muchos en Europa del Este a al­ Moscú. Sputnik contribuyó a que el gobierno americano se mostrara más
bergar la esperanza de que Moscú fuera a emprender un curso más liberal. que nunca interesado en centrarse en la contención nuclear y esperara que
Estaban equivocados. Moscú reprimió sin piedad las revueltas de 1956 en Europa Occidental proporcionara los Inás costosos medios convenciona­
Hungría (y las menos dramáticas protestas de Polonia) con la matanza de les de defensa del continente europeo ante una eventual invasión soviéti­
miles de personas y la ejecución del primer ministro Imre Nágy. El Krem­ ca. Para irritación de los Estados Unidos, los europeos eran tan reacios
lin forzó a Budapest a rescindir su decisión de abandonar el pacto de como incapaces de dedicar a defensa los recursos esperados. Hacerlo hu­
Varsovia y a dar marcha atrás en su decisión de construir un sistema mul­ biera afectado seriamente sus esfuerzos de recuperación económica.
tipartidista. Entre 1958 y 1963 Europa quedó abrumada por una repentina e ines­
Con todo, hasta finales de los años cincuenta las relaciones internacio­ perada intensificación de la guerra fría. La crisis de Berlín y, sobre todo, la
nales europeas se caracterizaron por un inquieto espíritu de distensión. crisis cubana de los misiles de octubre de 1962 llevó al mundo al borde
Pero esta desintensificación (temporal) de la tensión Este-Oeste tenía poco de una guerra nuclear. El Tratado de Prohibición de Pruebas Nucleares de
que ver con las distintas propuestas de retirada y creación de zonas neu­ agosto de 1963 entre los Estados Unidos, el Reino Unido, la URSS y cual­
trales desmilitarizadas en el centro de Europa a lo largo de la frontera este­ quier otro estado que deseara participar en este acuerdo internacional
oeste de Alemania que fueron sugeridos, entre otros, por Anthony Eden, que hada ilegal la explosión de bombas nucleares en la atmósfera fue una
George Kennan y (en forma de un plan aún más ambicioso) por el ministro de las lecciones aprendidas a raíz de la crisis de los misiles. Otra fue la ins­
polaco de asuntos exteriores Adam Rapacki. 17 En lo que concierne a Mos­ talación de una línea telefónica directa entre Washington y Moscú. Ade­
cú, la cada vez más obvia fractura Sino-S�)Viética contribuyó al deseo del más, después de Cuba, la distensión Este-Oeste se percibía como la única
Kremlin de mantener relaciones pacíficas en su frente occidental. Además, opción que podía asegurar la supervivencia del mundo a largo plazo.
los levantamientos de 1956 en Europa del Este tuvieron lugar en un mo­ Por lo que respecta al continente europeo, lo que causó una especial
mento en que, en el curso de la controvertida crisis de Suez, dos democracias tensión fue la segunda gran crisis de Berlín ( 1958-62). En su ultimátum
occidentales estaban ocupadas en el bombardeo de un país que había actua­ de noviembre de 1958 el líder soviético Khrushchev exigió el reconoci­
do en contra de sus deseos (véase más adelante). De modo que la atención miento de la RDA como estado independiente y soberano, la retirada de
occidental se centraba entonces en el Oriente Medio. Nadie en Occidente las potenciaS occidentales de Berlín y la creación de una ciudad libre in­
defendía seriamente el ofrecimiento de apoyo militar a Hungría, puesto que dependiente en Berlin Occidental. Esta crisis no sólo provocó un serio
esto inevitablemente habría conducido a un peligroso conflicto con Moscú. conflicto Este-Oeste con el enfrentamiento de tanques soviéticos y alia­
Hasta cierto punto el acercamiento entre Este y Oeste a mediados de dos en las calles de Berlín, sino que también causó una gran fricción den­
los años cincuenta se vio perturbado por el llamado «choc del Sputnik>> tro de la Alianza occidental. El primer ministro británico Macmillan se
de 1957, que sacudió al mundo occidental y especialmente a los Esta­ oponía a la rígida negativa de Washington a aceptar una solución de com­
dos Unidos, que de la noche a la mañana parecía haber perdido su supe­ promiso con Khrushchev. Macmillan se inclinaba por reconocer la RDA
rioridad en tecnología de misiles. Moscú había conseguido por primera y consentir a la retirada de las fuerzas occidentales del Berlín Occidental
vez en el mundo poner un satélite en órbita, y había logrado lanzar el pri­ a cambio de una solución pacífica a la crisis. Fue especialmente a raíz de
mer misil balistico intercontinental. Las ciudades americanas, y no sólo la visita de su primer ministro a Moscú en 1959 que Gran Bretaña se vio
las europeas, podían ser alcanzadas por las bombas atómicas soviéticas. seriamente enfrentada a Alemania Occidental, Francia y los Estados Unidos
Pronto los políticos comenzaron a hablar de una «brecha» en la tecnolo­ y hubo de abandonar su fórmula del compromiso. 18 La crisis de Berlin
gía de misiles en P�rjuicio de Occidente. En respuesta a ello, Washington se resolvió con la construcción del Muro de Berlín en agosto de 1961.
.
17 18 J,
E. Hinte"rhoff, Disengagement (Londres; Stevens, 1959}; M. Howard, Disengagement in P. S. Gearson, Harold Macmillan and the Berlin Wall Crisis, 1958-1962: The Limits of
Europe (Harmondsworth: Penguin , 1958}. Interests and Force (Basingstoke: Macmillan, 1998}.
23 0 EUROPA DESDE 1945 RELACIONES INTERNACIONALES Y DE SEGURIDAD EN EUROPA 231

Aunque odiada por los alemanes, fue tácitamente aceptada por la mayo­ Con la excepción del acuerdo cuatripartito de Berlín de 1971-2, la
ría de europeos del Este y el Oeste como una solución incómoda pero fallida conferencia de las cuatro potencias en París de 1960 fue la últi­
necesaria para superar el problema alemán y rebajar el potencial de un ma gran cumbre hasta las conferencias de dos-más-cuatro de 1990
enfrentamiento militar Este-Oeste en Berlín. (que condujeron a la unificación de Alemania) en que participaron
Para entonces tanto Gran Bretaña como Francia habían sido elimina­ Gran Bretaña y Francia. Después de 1960 la guerra fría se había con­
dos a efectos prácticos del club de grandes potencias mundiales. Esto vertido a todos los efectos en un conflicto entre superpotencias, como
quedó simbolizado sobre todo con la crisis de Suez de 1956, cuando gradualmente llegaron a aceptar Francia y Gran Bretaña. En Londfes
Gran Bretaña y Francia (en colusión con Israel) atacaron el Egipto de condujo a las relaciones cada vez más estrechas del primer ministro
Nasser con la intención de revocar la nacionalización del Canal de Suez Macmillan con los Estados Unidos y a una poco entusiasta petición de
por el presidente egipcio. La ira del gobierno americano por no haber entrar a la CEE. En París, el presidente de Gaulle intentó desesperada­
sido consultado y el temor de Washington de que la acción británico­ mente forjar un papel de gran potencia para su país en oposición a los
francesa abriera las puertas de Oriente Medio a la Unión Soviética (como Estados Unidos.19
efectivamente ocurrió) desembocó en la primera ocasión en que ameri­
canos y soviéticos se encontraron en el mismo bando, enfrentados a los
dos paises europeos. La Unión Soviética llegó incluso a amenazar con el La visión europea de de Gaulle, 1963-1969
uso de armas nucleares contra Londres y París. Pero la actuación de
Wáshington fue más eficaz. Una gran presión, inspirada por Washing­ Mientras que durante los años cincuenta los políticos del Este y del Oes­
ton, sobre la libra esterlina y la imposición efectiva de un embargo de pe­ te se habían centrado sobre todo en los intentos por hallar una solución
tróleo sobre Gran Bretaña por el presidente Eisenhower tuvieron el efec­ para el problema alemán, los años sesenta estuvieron dominados por las
to deseado. Para enojo de Francia, que causó un gran resentimiento políticas anti-americanas del presidente francés De Gaulle, así como por
anti-británico en Paris, Gran Bretaña notificó a los franceses que tenía el creciente descontento europeo con la participación americana en Viet­
que retirarse de Egipto. nam. La creciente inclinación de Washington a basar su política exterior
Suez dejó claro que si incluso antiguas potencias mundiales como en la existencia de un continente europeo permanentemente dividido en
Gran Bretaña y Francia, que todavía conservaban una gran influencia esferas de influencia también encontró una gran oposición en Europa. En
global, no podían emprender acciones internacionales independientes particular, los alemanes occidentales que, cada vez más seguros de sí mis­
sin la aprobación y el apoyo de los Estados Unidos y la Unión Soviética, mos, deseaban participar en las tomas de decisión nucleares de la
otros países europeos del Este o del Oeste serían del todo incapaces de OTAN/0 temían con razón que Washington había arrumbado el objetivo
hacerlo. La crisis de Suez simboliza el declive de la Europa del Este y del de lograr la reunificación alemana. De Gaulle tampoco estaba satisfecho
Oeste hasta la condición de meros estados satélite de las dos superpoten­ con la tendencia de los poderes anglo-sajones de estabilizar el status quo
cias. Los vehementes esfuerzos de Londres por obtener el apoyo tecnoló­ de la guerra fría y mantener el dominio americano sobre el continente
gico de los Estados Unidos para su programa «independiente» de arma­
mento nuclear durante los años siguientes no hicieron más que confirmar 19 R. O. Paxton y N. Wahl (eds.), De Gaulle and the United States: A Centennial Reap­
su decadencia. Sin los misiles americanos Skybolt y Polaris para sus ca­ praisal (Oxford: Berg, 1994),
20
bezas nucleares, Gran Bretaña no habría conseguido mantener su condi­ Esto condujo a la propuesta, por parte de Washington, de crear una fuerza nuclear
ción de tercera potencia nuclear. Además, en el curso de otra aventura en multilateral (MLF) que daría a los europeos la oportunidad de participar en el proceso de
toma de decisiones nucleares de la OTAN al tiempo que permitiría a Estados Unidos con­
Oriente Medio, durante la invasión británica y americana del Líbano
servar el dedo en el gatillo nuclear. Sin embargo, aunqueAlemania Occidental se mostró in­
en 1957, se hizo patente que las grandiosas ambiciones del gobierno de teresada, la MLF acabó en nada cuando el Reino Unido y Francia expresaron su preferencia
Macmillan en la región estaban firmemente contenidas y controladas por mantener un control real sobre sus fuerzas nucleares en lugar de obtener la ilusión de
por Washington. control sobre una MLF controlada por Norteamérica.
232 EUROPA DESDE 1945 RELACIONES INTERNACIONALES Y DE SEGURIDAD EN EUROPA 233

europeo hasta un futuro indefinido. Después de todo, su propuesta de la OTAN/1 así como la desacertada política americana en Vietnam, fue­
1958, poco después de volver al poder, de establecer un directorado ame­ ron todas puestas en práctica sin consultar para nada con los europeos,
ricano-británico-francés para supervisar la estrategia de la guerra fría en lo que contribuyó no poco al resentimiento de De Gaulle.A mediados de
el mundo occidental había sido cortésmente rechazada. En respuesta, De los años sesenta, cuando ya se había dado cuenta de la futilidad de in­
Gaulle retiró su flota mediterránea de la OTAN. tentar alejar a Bonn de Washington, De Gaulle comenzó a desarrollar
Al mismo tiempo, De Gaulle comenzó a desarrollar sus propias ideas una nueva estrategia para aumentar la independencia de Francia en la
sobre el futuro de Europa. En conjunto, su política exterior se caracteri­ política mundial.
zó por un intenso anti-americanismo y por sus intentos de revitalizar el Ya entre 1960 y 1965 había comenzado a retirar unidades militares
papel «natural» de Francia como poder global convirtiéndola en líder de francesas de los ejercidos militares de la OTAN y, a mediados de 1966, el
una «Europa europea>�. En 1962-3, una vez De Gaulle hubo conseguido presidente francés decidió retirar completamente a su país del mando mi­
apaciguar su sangrienta guerra en el Norte de África retirándose y acce­ litar integrado de la OTAN, aislándolo así deliberadamente. Más impor­
diendo a la independencia de Argelia, y una vez hubo desarrollado la ca­ tante, y estrechamente vinculada a su estrategia con la OTAN, fue la deci­
pacidad nuclear francesa, comenzó a defender activamente sus propios sión de De Gaulle de emprender una Ostpolitik (<<política para el Este») a
planes para Europa: una Europa liderada por los franceses que fuera in­ la franfaise. Confiaba en que, a la larga, esta política condujera a un mun­
dependiente de los Estados Unidos y cimentada en acuerdos bilaterales do menos bipolar, que fortaleciera a Francia económicamente y le propi­
con Alemania Occidental. De Gaulle estaba convencido de que si la Eu­ nara un papel de mediador en el conflicto entre Este y Oeste. A principios
ropa continental conseguía organizarse a sí misma y organizar cabal­ de 1964 Francia reconoció diplomáticamente a China. En 1965 el minis­
mente sus recursos, podía llegar a desafiar la hegemonía americana y so­ tro de asuntos exteriores soviético Gromyko visitó París. En 1966 el mis­
viética en el continente europeo y eventualmente superar el conflicto mísimo De Gaulle realizó una fructífera visita de estado a Moscú, que
Este-Oeste. Esto explica por qué en enero de 1963 De Gaulle vetó la soli­ fue correspondida al año siguiente, cuando el jefe de estado soviético
citud de entrada de Gran Bretaña en la CEE. No estaba dispuesto a per­ Kosygin vino a París. La Guerra de los Seis Días en Oriente Medio en ju­
mitir que Londres socavara su estrategia europea con su «relación espe­ nio de 1967 encontró a los franceses del lado de Europa del Este, Moscú y
cial» con los Estados Unidos. Veían en Gran Bretaña a un caballo de los estados árabes, mientras que la mayoría de los países europeos occi­
Troya americano y, en consecuencia, objetaba al ingreso de Gran Breta­ dentales (ente ellos la RFA) y los Estados Unidos apoyaban a Israel. Para
ña en la CEE. entonces De Gaulle había comenzado ya a firmar tratados comerciales
De Gaulle veía en el tratado bilateral franco-alemán de 1963 un paso con todos los países de Europa del Este con la excepción de la RDA.
adelante hacia una tercera vía, liderada por Francia, para la politica mun­ En vista de las sensibilidades de Alemania Occidental, De Gaulle
dial. Pero la decepción no tardó en llegar. No sólo insistió el parlamento rehusó reconocer la RDA. Continuó cortejando políticamente a Alema­
de Alemania Occidental en añadir un preámbulo al tratado en el que se nia Occidental cuado en Bonn gobernaba la Gran Coalición (1966-9). En
hacía hincapié en los estrechos vínculos que unían la RFA con los Esta­ ocasiones el presidente francés todavía confiaba en debilitar la estrecha
dos Unidos y con la Alianza Atlántica, sino que el sucesor de Adenauer, relación entre Alemania Occidental y los Estados Unidos. Obviamente
Ludwig Erhard, era un atlantista convencido. Resultó imposible empujar había subestimado hasta qué punto Bonn confiaba en su relación con
a Bonn a escoger entre Washington y París en favor del último. Además, Washington en lo concerniente a su seguridad exterior, su bienestar
de Gaulle estaba cada vez más irritado con la cada vez más obvia prefe­
rencia de los americanos a tratar con la Unión Soviética bilateralmente y
21 Esto significaba, en esencia, que la OTAN utilizaría primero armamento convencional,
a desestimar a los europeos -incluso a los dos países europeos con ar­
luego armamento nuclear de alcance medio (las llamas armas nucleares de campo de bata­
mamento nuclear. La crisis de los misiles de Cuba, las negociaciones de las lla), antes de emprender una guerra nuclear total contra un ataque soviético a Europa Occi­
prohibiciones de pruebas nucleares, la nueva «estrategia de respuesta fle­ dental. Para una sólida revisión del tema, puede cOnsultarse B. Heuser, «The Development
xible)) que los Estados Unidos gradualmente desarrollaban e imponían a of NATO's Nuclear Strategy¡>, Contemporary European History, 4 (1995), 37-66.
RELACIONES INTERNACIONALES Y DE SEGURIDAD EN EUROPA 235
234 EUROPA DESDE 1945

económico y la situación de Berlín. El presidente francés llegó incluso a una Europa guiada por Francia y en gran medida libre de la influencia de
declarar repetidas veces que su concepto de una «casa común europea» in­ las dos superpotencias. La invasión dejaba claro que, en Moscú, Francia y las
cluía la reunificación de Alemania con la conclició� de que Bonn aceptara estrategias de De Gaulle nunca se habían considerado tan importantes.
la línea Oder-Neisse y prometiera no obtener nunca armamento nuclear.22 Asimismo, desde la invasión soviética de Praga en 1968, la URSS se ha­
Esta estrategia gozaba al parecer de dos ventajas para De Gaulle. Indi­ bía mostrado más decidida que nunca a «llegar a un acuerdo con Occi­
caba a la Alemania Occidental que si no defería a la política pan-europea dente para el reconocimiento de la legitimidad de la influencia soviética
de De Gaulle, éste podía reconocer a la RDA y con ello socavar definitiva­ en Europa del Este que minimizara la probabilidad de una nueva Checos­
mente las aspiraciones de Bonn de unificación y su pretensión de hablar lovaquia».23 Esto, sin embargo, no se refería tanto a un acuerdo con Fran­
por la nación alemana entera. Asimismo, mantenía la política de Bonn con cia como con Washington y Bonn.
Europa del Este bajo control francés, ya que impedía cualquier acción que En los últimos meses de su presidencia, De Gaulle comenzó a dar se­
no hubiera sido consentida previamente por Francia. Al fm y al cabo, si ñales de estar dispuesto a considerar cierta coordinación de las fuerzas
Bonn emprendía su propia Ostpolitik podía esperarse qu_e condujera a un nucleares de Francia y de la OTAN, y a admitir la entrada de Gran Bretaña
aumento de la influencia política y económica de Alemania Occidental en en la CEE. Esta política de acercamiento a Gran Bretaña con el fin de uti­
Europa del Este. Además, las frecuentes declaraciones públicas de De Gau­ lizar a este país como contrapeso a una Alemania Occidental cada día más
lle con referencia al derecho de los alemanes a reunificarse fijaban la aten­ segura de sí misma y económicamente más fuerte continuaría, aunque en
ción de Europa del Este (y especialmente de Polonia) en las posibles aspi­ un grado menor, con el sucesor de De Gaulle, Georges Pompidou.
raciones revanchistas de Bonn. De este modo, se dirigirían a Francia para
compensar las ambiciones de Alemania Occidental. París confiaba en que
esto impidiera que surgieran vínculos independientes entre Alemania Oc­ Ostpolitik y el fin de la guerra fría
cidental y las naciones de Europa del Este y, por ende, cualquier política
que pudiera desafiar las aspiraciones francesas a liderar Europa. Aunque en su conjunto la Ostpolitik de De Gaulle debe verse como un fra­
Sin embargo, cuando en 1968 tanto la administración americana como caso, al parecer su ejemplo tuvo un efecto estimulador sobre los políticos
la Gran Coalición en Bonn emprendieron una política más activa con Eu­ de Bonn, que se movía con mucha más cautela que la «Grand Nation». De
ropa del Este, la Ostpolitik francesa se paralizó. Había varias razones para mediados a finales de los años sesenta Alemania Occidental parecía incli­
ello. Tanto los Estados Unidos como Alemania Occidental eran, tanto narse por la eliminación de la cada vez más anticuada Doctrina Hallstein.
económica como política y estratégicamente, consortes más interesantes Bonn se fue dando cuenta de que los rígidos aspectos políticos y legales de
para Moscú que París. Como remate, los acontecimientos casi revolucio­ la estrategia tradicional de Adenauer con Europa del Este, la «politica de la
narios acaecidos en París en mayo de 1968 socavaron fundamentalmente fuerza», era contraproducente. Pero Bonn todavía no estaba preparada
la reputación de De Gaulle y de sus estrategias políticas. La Doctrina Brez­ para seguir la declaración de los paises del Pacto de Varsovia de 1967 se­
nev y la invasión soviética de la República Checoeslovaca en agosto de 1968, gún la cual Alemania Occidental debía reconocer a la RDA antes de que
así como la deposición del régimen comunista liberal dirigido por Ale­ se pudiera producir un acercamiento entre el Este y el Oeste. Sin embar­
xander DubCek, pusieron un fin abrupto a cualquier esperanza de que la go, algunos de los principales políticos de Alemania Occidental se dieron
Unión Soviética estuviera dispuesta a tolerar algún grado de independen­ cuenta de que la unificación sólo era posible en el marco de un acuerdo
cia en Europa Oriental. Esto llevó a De Gaulle a cuestionar su propia Ost­ de ámbito europeo. En este contexto Francia y los Estados Unidos habían de
politik. Al fin y al cabo, el principal objetivo de su política en Europa del ser partícipes en la apertura de Alemania Occidental a Europa del Este.
Este había sido la superación de la divisoria Este-Oeste y la creación de Por consiguiente, los politicos de Alemania Occidental no estaban en

22 De Gaulle no excluía la posibilidad de que Bonn pudiera participar en la decisión so­ 23 A. Stent, Prom Embargo to Ostpolitik: The Political Economy ofWest· German-Soviet Re­

bre el uso del armamento nuclear por las grandes potencias, Francia incluida. lations, 1955-1980 (Cambridge : Cambridge University Press, 1981), 155.
EUROPA DESDE 1945 RELACIONES INTERNACIONALES Y DE SEGURIDAD EN EUROPA 237

posición de elegir entre Paris y Washington, como De Gaulle les había ins­ Con estos drásticos cambios de política, el gobierno de Bonn siguió las
tado a hacer. Comprendieron siempre que debían mantener buenas rela­ necesidades de la cambiante situación internacional, así como los deseos
ciones con estos dos países, así como con los otros países europeos.- El de sus aliados occidentales y los países de Europa Oriental. Se creía que la
problema era que los políticos de Alemania Occidental tenían que hacerse resolución de la cuestión alemana y la aceptación de las fronteras eu­
más flexibles e independientes, pero evitando provocar con ello la sospecha ropeas de la posguerra darían pie a una más intensa cooperación política
en Estados Unidos y Europa Occidentai de que Bonn estaba poniéndo­ y económica entre Europa Occidental y Oriental. Y, en efecto, los vínculos
se de parte de Moscú y Europa del Este. A este respecto, los alemanes comerciales en Europa se expandieron enormemente desde principios de
occidentales eran afortunados (e inspirados) por el hecho de que su Ost­ los años setenta. La serie de tratados bilaterales inspirados por la Ostpoli­
politik correspondiese con el inicio de un período general de distensión tik concluyó cuando Bonn firmó un tratado de reconciliación con Che­
gradual de las superpotencias desde el advenimiento de la administra­ coslovaquia en diciembre de 1973.
ción de Nixon en Washington a principios de 1969. Desde entonces, la Ostpolitik pasó a estar integrada en el proceso gene­
La Ostpolitik fue seguida enérgicamente por el gobierno social-demo­ ral de distensión de las superpotencias y las negociaciones de desarme
crático-liberal del canciller Willy Brandt (1969-74), y condujo a la firma que habían comenzado tímidamente durante los años setenta. Su primer
de tratados con la URSS (agosto 1970) y Polonia (diciembre 1970). Su po­ logro fue la firma del primer Tratado para la Limitación de Armas Estra­
lítica contribuyó asimismo al Acuerdo de Berlín entre las cuatro potencias tégicas (SALT I) el 26 de mayo de 1972, durante la visita a Moscú del pre­
aliadas (diciembre 1971-junio 1972) que resolvió la situación de crisis sidente Nixon. En noviembre de ese mismo año comenzaron en firme las
permanente que rodeaba a Berlín. Clarificó la posición según la cual las conversaciones para una conferencia sobre seguridad y cooperación en
potencias occidentales tenían derecho a retener sus fuerzas militares en el Europa (CSCE), que dieron como resultado una serie de reuniones entre
Berlín Occidental y que el Berlín Occidental estaba estrechamente vincu­ 1973 y 1975 que concluyeron con la importante conferencia de Helsinki
lado a Alemania Occidental, aunque constitucionahnente se mantenía de julio-agosto de 1975.26 Los Acuerdos de Helsinki fueron firmados el
como una entidad separada. Por encima de todo, la Ostpolitík dio como 1 de agosto de 1975 por treinta y cinco países europeos además de los
fruto el Tratado Básico entre los dos estados alemanes (diciembre 1972).24 Estados Unidos y Canadá. Solamente Enver Ho:xha, el líder comunista de
La importancia de los tratados con Moscú, Varsovia y Berlín Oriental línea dura y pro-maoista de Albania, rehusó firmar el tratado. A causa de la
consistía en que Alemania Occidental aceptaba ahora las fronteras de situación de pobreza y las inclinaciones pro-chinas de Albania, Hoxha ha­
posguerra en Europa, entre ellas la frontera entre las dos Alemanias, así bía dejado el Comecon en 1961 y el Pacto de Varsovia en 1968. El estable­
como la línea Oder-Naisse como frontera entre Alemania y Polonia. Con cimiento del CSCE fue un avance extremadamente importante. Hasta
ello, Alemania Occidental renunciaba defacto (aunque no de jure, lo que el fin de la guerra fría fue el único foro que reunía regularmente a to­
habría de aguardar hasta 1990) a los territorios perdidos durante la Se­ dos los estados europeos, comunistas o capitalistas, además de los Es­
gunda Guerra Mundial. También aceptaba a la RDA como un segundo es­ tados Unidos y Canadá.27
tado alemán legítimo y reconocía, por tanto, la división de Alemania, En conjunto, los Acuerdos de Helsinki facilitaron una drástica disminu­
aunque manteniendo la ambición de lograr una unificación pacífica en el ción de las tensiones entre Este y Oeste. Por ello, fueron muy criticadas por
futuro.25 muchas fuerzas ardientemente anti-comunistas tanto en los Estados Uni­
dos corno en Europa Occidental. Después de todo, Moscú había obtenido
z4 W. Brandt, My Life in Politics (Nueva York: Viking, 1992), 154-241.
25 No obstante, la RFA no reconoció la soberanía del estado de Alemania Oriental con
26 Véase A. Heraclides, Security and Co-operation in Europe: The Human Dimension,
respecto a cuestiones como las fronteras de la RDA, la ciudadanía, la reunificación y la
pertenencia a organizaciones internacionales. Bonn deseaba preservar la noción de una «re­ 1972-1992 (Londres: Frank Cass, 1993).
lación especiah> entre Bonn y Berlín Este y la existencia de <<Una nación alemana)) pero dos 27 Belgrado 1977-8, Madrid 1980-3, Viena 1986-9 y Helsinki 1992, cuando la CSCE

estados alemanes. Por ello, Bonn y Berlín Este no intercambiaron embajadores, sino repre­ con sus cincuenta y tres miembros fue reformada y pasó a ser una agencia de las Naciones
sentantes permanentes. Unidas.
EUROPA DESDE 1945 RELACIONES INTERNACIONALES Y DE SEGURIDAD EN EUROPA 239

aquello por lo que había luchado desde los años cincuenta: el reconoci­ dad del dólar con el oro, lo que tuvo como consecuencia el cambio libre
miento de las fronteras de posguerra en Europa tal como resultaron de la de las monedas internacionales y la devaluación del dólar. Al mismo
Segunda Guerra Mundial y, con ello, la legitimación de su esfera de in­ tiempo, el presidente impuso una tarifa protectora del diez por ciento so­
fluencia en Europa del Este. A cambio, la Unión Soviética y todos sus paí­ bre todos los bienes importados. Estas medidas fueron dictadas única y
ses satélite se comprometieron a intensificar la cooperación entre Este y exclusivamente por las necesidades económicas nacionales de los Estados
Oeste. Mediante la firma de la Cesta III de los Acuerdos de Berlín, acor­ Unidos, sin tener en cuenta las posibles consecuencias económicas nega­
daron también prestar una mayor atención al respeto de los derechos hu­ tivas para sus aliados europeos.
manos en Europa del Este (incluido el derecho a viajar y la libertad de ex­ Los problemas de América se debían en gran medida al coste de la
presión política y religiosa). Guerra de Vietnam, a la carga persistente de la financiación de los pro­
En el curso de los años setenta y ochenta, los Acuerdos de Berlín esti­ gramas nacionales de la «gran sociedad)) de los años sesenta, y a la relati­
mularon la constitución de un número cada vez mayor de movimientos va sobrevaluación del dólar, que ayudaba a las exportaciones europeas y
disidentes en la URSS y en muchos países de Europa del Este (especial­ japonesas. La imposición en la CE de contingentes, controles sobre el
mente enla RDA, Polonia, Hungría, y la República Checoeslovaca). jun­ cambio y licencias de importación para los bienes procedentes de otros
tamente con el estancamiento económico en Europa del Este, la Ostpolitik países, así como la proteccionista política agraria común (PAC) de la Co­
y la CSCE contribuyeron a un ánimo general de descontento e insatisfac­ munidad, inaugurada en 1 966, contribuyeron al creciente déficit presu­
ción con el status quo de la Europa Oriental. Todavía se discute en la bi­ puestario de los Estados Unidos. Este país no sólo había acumulado un
bliografía académica si Helsinki y la Ostpolitik desempeñaron algún papel considerable déficit de la balanza de pagos, sino que, desde 1971 y por
en el desencadenamiento de las llamadas «revoluciones de terciopelo» de primera vez desde 1883, tenía también un considerable déficit comercial
Europa del Este de 1989-90 o si, en cambio, ayudaron a consolidar y por además de problemas inflacionarios, aumento del desempleo y salarios
tanto prolongar el imperio de la Unión Soviética en Europa. Lo que sí pa­ casi congelados, y la posición del dólar, la principal moneda de reserva del
rece claro es que la Ostpolitik y Helsinki tuvieron a la larga un considera­ mundo, se estaba debilitando. La situación no tardó en empeorar en el
ble efecto indirecto sobre la auto-liberación de los países de Europa del ominoso clima económico internacional que siguió a la Guerra Árabe-Is­
Este; ayudaron al menos a acelerar los desarrollos que culminaron en los raelí de octubre de 1973, que condujo a la imposición de un embargo del
acontecimientos de 1989-90. A corto plazo, en cambio, los resultados fue­ petróleo árabe en la mayoría de los países occidentales y, en consecuencia,
ron decepcionantes. Por ejemplo, grupos humanitarios como la Carta a un aumento global del precio del petróleo. Washington y los europeos
Checoslovaca 77 intentaron que el gobierno de Praga refrendara con he­ necesitaban adaptarse a la nueva situación, que debía incluir un grado
chos los Acuerdos de Helsinki, pero sus miembros fueron a menudo per­ mucho mayor de cooperación mutua en igualdad de condiciones. Pese a
seguidos y encarcelados por sus actividades. Lo mismo ocurrió en Polo­ la competencia económica y la enorme ira que se desató, por ejemplo,
nia y en la RDA. En respuesta a las protestas de los países occidentales, la tras la decisión del secretario de estado americano, Henry Kissinger, de
Unión Soviética insistió en que era ilegal que occidente interfiriera en los declarar 1973 como Año de Europa sin haber consultado antes a los pro­
asuntos internos de Europa del Este. píos europeos, en conjunto Washington y Europa Occidental se las arre­
La disposición de Washington a principios de los años setenta de em­ glaron, aunque no sin grandes dificultades, para resolver sus diferencias.
prender un período de distensión con la Unión Soviética y de acceder, En última instancia, los Estados Unidos no tuvieron más elección que
ante las peticiones de los europeos, a una relajación de la guerra fría, estu­ aceptar la emancipación de Europa Occidental del tutelaje americano.
vo fuertemente influenciada por los problemas económicos y financieros Desde mediados a finales de los años setenta comenzó a notarse que
de los Estados Unidos. Algunos comentaristas comenzaron a hablar de los países de Europa Occidental y Oriental comenzaban a divergir gradual
una relativa decadencia americana y del fin del siglo de América. Así que­ y cautamente de las políticas seguidas por sus patrones en Washington y
dó compendiado cuando Nixon puso fin en 1971 al sistema económico Moscú. Con la perspectiva que no da la historia parece que las naciones
de Bretton Woods de 1944 con la repentina suspensión de la convertibili- europeas fueron recuperando gradualmente su identidad europea común
240 EUROPA DESDE 1945 RELACIONES INTERNACIONALES Y DE SEGURIDAD EN EUROPA 241

y se hicieron más conscientes de sus intereses compartidos en los asuntos la invasión turca de la isla de Chipre tras el golpe de estado suscitado por
mundiales. De hecho, cuanto mayores eran sus respectivas dificultades Grecia. El régimen militar gobernante en Atenas confiaba en poder unir
con Washington y Moscú, más unidos estaban los países europeos. Chipre con Grecia y mejorar así su deteriorada popularidad nacional.
A mediados de los años setenta podían observarse graves problemas en Además, existía la posibilidad de que los comunistas lograran carteras de
la cooperación entre las superpotencias. Por ejemplo, las extensas conver­ ministro en países como Italia, Francia, la España post-franquista, y el ines­
saciones MBFR (Reducción Mutua y Equilibrada de Fuerzas) sobre con­ table y revolucionario Portugal. Hasta 1974 y 1975, estos dos últimos ha­
trol de armas que tuvieron lugar en Ginebra y Viena después de 1973 y las bían sido todavía estados autocráticos dominados por gobiernos fascistas.
negociaciones del SALT II durante la administración Carter comportaron También podían observarse serios desacuerdos entre Washington y sus
grandes dificultades para las relaciones Este-Oeste. Además, el fortaleci­ aliados acerca de la relajada actitud de los europeos occidentales hacia las
miento del movimiento neo-conservador americano en los años setenta diferencias en Estados Unidos y la Unión Soviética sobre las guerras civi­
parecía presagiar una nueva fase hostil en la guerra fria. La opinión públi­ les por poderes de Angola y Etiopía-Somalia de mediados de los años se­
ca europea y muchos políticos de Europa Occidental rehusaron cooperar. tenta. Lo mismo se aplicaba a la invasión soviética de Afganistán en di­
Pero el creciente consenso en los Estados Unidos de que la Unión So­ ciembre de 1 979, que preocupó a los europeos mucho menos que a los
viética estaba en realidad intentando conseguir una superioridad militar Estados Unidos. La elite política americana estaba embargada cada vez
y nuclear a socapa de los acuerdos de reducción de armas comenzó gra­ más por un ardiente anti-comunismo que culminó con la elección del
dualmente a preocupar también a algunos paises europeos de la OTAN presidente Reagan a finales de los ochenta. Reagan, como ya antes que él
como Alemania Occidental y Gran Bretaña. Con el tiempo condujo a la Jimmy Carter durante los dos últimos años de su presidencia, no dudó en
decisión de la OTAN de rearme «a dos vías)) de diciembre de 1979. Se tra­ volver a las recias actitudes de la guerra fría de los años cincuenta y prin­
taba de un intento de negociar con Moscú para conseguir la reducción e cipios de los sesenta, aunque Washington por regla general obvió consul­
incluso eliminación de los misiles SS-20 de alcance medio del Kremlin tar o incluso informar a sus aliados europeos.
que apuntaban a Europa Occidental. Si esto resultara inviable, como en Los europeos occidentales juzgaron que eran ellos los que más tenían
efecto ocurrió, se desplegaría armamento americano equivalente, misiles que perder con una vuelta a la guerra fría. Por ello, se propusieron conti­
de crucero y misiles pershing, en territorio de Europa Occidental, sobre nuar con la distensión en Europa. Para consternación de Washington, el
todo en Alemania Occidental. Pero la opinión pública europea criticó presidente francés Giscard d'Estaing llegó incluso a visitar al envejecido
acremente esta decisión. En Bonn contribuyó a la caída del gobierno de Breznez en Moscú en mayo de 1 980 para atemperar la crisiS de Afganis­
Schmidt y a su sustitución por el gobierno de centro-derecha de Helmut tan. Al mismo tiempo, cada vez con más frecuencia el gobierno polaco,
Kohl de 1982. Causó también numerosas revueltas populares en Francia guiado por los soviéticos, intentaba aplacar con mano dura las manifesta­
e Italia y condujo al rápido desarrollo de un movimiento pacifista eu­ ciones y huelgas convocadas por el sindicato Solidaridad con motivo de la
ropeo. Éste último benefició sobre todo a los nuevos partidos verdes pa­ falta de alimentos. También el gobierno de Alemania Oriental comenzó a
cifistas, ambientalistas e izquierdistas de Europa Occidental, que eran es­ aplicar mano dura contra la proliferación de movimientos disidentes en
pecialmente fuertes en la RFA, Francia y los países del Benelux. la RDA. Sin embargo, los cancilleres de Alemania Occidental Schmidt y
La creciente oleada de eurocomunismo que afectaba al sur de Europa Kohl estaban tremendamente interesados en seguir estrechando lazos po­
(en particular a Italia, Francia y España) desde mediados de los años líticos y comerciales con las elites gobernantes del Berlín Este y de Varso­
setenta preocupaba también a los Estados Unidos mucho más que a los via. A excepción de la primera ministra británica, Margaret Thatcher,
europeos. A pesar de la independencia de Moscú de los eurocomunis­ muchos gobiernos de Europa Occidental rechazaron también el consejo
tas y de su ambición de democratizar sus estructuras de partido, Was­ americano de criticar abiertamente las violaciones de los derechos huma­
hington tenúa que la OTAN no pudiera sobrevivir a los desarrollos inter­ nos en el bloque Este, acabar con acuerdos económicos como la ayuda
nacionales de los años setenta. Después de todo, Grecia se retiró de la OTAN para la construcción de un oleoducto y gasoducto de Siberia a Europa
en 1974 a la vista de la actitud ambigua de los paises occidentales frente a Occidental, y emprender programas de rearme.
EUROPA DESDE 1945 RELACIONES INTERNACIONALES Y DE SEGURIDAD EN EUROPA 243

Estas diferencias de opinión entre la mayoría de países de Europa Oc­ como del Oeste fueron poco más que espectadores pasivos. Además, no
cidental y Estados Unidos se fundamentaban sobre todo en visiones polí­ sólo Moscú, sino también Washington seguían demostrando una absolu­
ticas del mundo muy distintas. Muchos políticos americanos creían en ta falta de interés por consultar con sus aliados en Europa. De hecho, has­
una más o menos burda estrategia de «percha y zanahoria>}, En Europa se ta mediados-finales de 1989, los políticos de Europa Occidental como
creía que, pese a todas las actividades reprensibles de los gobiernos de Margaret Thatcher en Londres y Helmut Kohl en Bonn estaban profun­
Moscú y Europa del Este, no había más alternativa que mantener las con­ damente preocupados por los acuerdos americano-soviéticos de reduc­
versaciones con estas administraciones a fin de mejorar al conjunto de ción de armas nucleares (como, por ejemplo, el acuerdo INF [Fuerzas
gentes de Europa del Este a largo plazo. Por consiguiente, el boicot ame­ Nucleares de Alcance Medio] de diciembre de 1987). Estos acuerdos pa­
ricano a los Juegos Olímpicos de 1980 en Moscú no halló eco más que en recían garantizar la seguridad del continente americano, pero ofrecían
unos pocos países de Europa Occidental, entre ellos Alemania Occidental, muchas menos ventajas para Europa. Además, hacía aún más cuestiona­
que se sentía especialmente vulnerable a los disgustos americanos. De he­ ble que hasta entonces la estrategia de «respuesta flexible» de la OTAN.
cho, la fuerte tensión entre los países de Europa Occidental y los Estados Pese a la retirada voluntaria ordenada por Gorbachov de una parte de las
Unidos con respecto a los sacrificios económicos y políticos que Was­ tropas soviéticas destacadas en Hungría y otros países de Europa del Este
hington esperaba para castigar las desviaciones de la Unión Soviética de en la primavera y verano de 1989, los europeos se encontraron todavía
la distensión y de Helsinki contribuyó al desarrollo de una identidad eu­ enfrentados a la abrumadora superioridad de fuerza militares convencio­
ropea. De buen seguro contribuyó a dar nuevo aliento a los esfuerzos por nales de la Unión Soviética.
construir una Europa Occidental cada vez más estrechamente integrada e No faltaban tampoco suspicacias en Europa del Este. Por ejemplo, du­
independiente. En 1984 hubo intentos de revivir la moribunda UEO rante un encuentro entre los líderes de los países del Pacto de Varsovia en
como brazo militar de un Europa unida. Bucarest en julio de 1989, Gorbachov recibió fuertes críticas por no haber
A mediados de los años ochenta parecía que Europa Occidental estaba intervenido contra los regímenes reformistas de Polonia y Hungría. En par­
cambiando de opinión respecto a la invitación que había ofrecido a los ticular, el líder de Alemania Oriental, Erich Honecker, el presidente Checo­
Estados Unidos después de la Segunda Guerra Mundial de asumir el lide­ lovaco Gustav Husak, el de Rumanía, Nicolae Ceau§escu, y el presidente
razgo de la mitad occidental del continente europeo. Asimismo, en Euro­ búlgaro Todor Zhivkov, no estaban preparados para adoptar un curso más
pa del Este se desarrolló durante los años ochenta una política un tanto liberal y reformista. En Hungría ya se había tomado este rumbo con el de­
más independiente. Los gobiernos de, sobre todo, Alemania Oriental, sarrollo de un sistema multipartidista de inspiración democrática en enero
Hungría y Rumanía demostraron un deseo cada vez más ferviente de inten­ de 1989. A principios de mayo el país comenzó incluso a desmantelar los
sificar sus lazos económicos y comerciales con Europa Occidental. Esto controles fronterizos con Austria, lo que permitió a un número aún mayor
no parecía necesario únicamente para rescatar las profundamente afecta­ de alemanes orientales escapar a la RFA a través de Hungría, lo que socava­
das economías de estos países. Se pretendía también, especialmente en el ba gravemente el gobierno de Honecker. El gobierno polaco de Jaruzelski
caso de la RDA, apaciguar a los disidentes políticos, cada vez más abierta­ había iniciado conversaciones de mesa redonda con el líder de Solidaridad
mente críticos, con más lazos culturales entre Este y Oeste. Sin embargo, Lech Wale§a y con la iglesia católica en febrero de 1989. Llegado el mes de
la mayoría de las veces, los ciudadanos disidentes eran encarcelados o, en abril se habían acordado ya importantes reformas políticas y económicas,
el caso de Alemania Oriental, «alentados>> a emigrar a Alemania Occidental. entre ellas la constitución de un sistema multipartidista. En agosto de 1989
La helada atmósfera de las relaciones Este-Oeste cambió gradualmen­ las elecciones libres que habian tenido lugar en junio condujeron al nom­
te durante el segundo mandato de Reagan cuando Mijail Gorbachov, el bramiento de un líder de Solidaridad, Tadeusz Mazowiecki, como primer
último líder de la Unión Soviética, llegó al poder en 1985. No obstante, ministro, la primera vez que este cargo era ocupado por un político no co­
acontecimientos como las diversas cumbres entre Reagan y Gorbachov de munista en un país de la esfera de influencia soviética en Europa del Este.
1986-8 que condujeron a drásticos tratados de reducción de armas fueron El énfasis de Gorbachov en una «casa común europea» y sus fre­
un asunto entre superpotencias. Los gobiernos europeos tanto del Este cuentes comentarios de que veía a Europa como un continente con una
244 EUROPA DESDE 1945 RELACIONES INTERNACIONALES Y DE SEGURIDAD EN EUROPA 245

identidad cultural e histórica unida fueron intentos de tranquilizar a los


europeos acerca de la naturaleza pacífica de su política. No obstante, estas La integración de Europa: del plan Schuman
ideas y sus tremendamente populares visitas a Bonn, Berlín Este, Londres a los años noventa
y Paris a mediados de 1989, durante las cuales defendió su visión europea,
no lograron disolver las sospechas que embargaban a buena parte de Eu­ El deseo de integrar la Europa Occidental después de la Segunda Guerra
ropa Occidental respecto a las intenciones de la Unión Soviética. La si­ Mundial estaba motivado principalmente por la necesidad de impedir
tuación sólo se aclaró cuando Moscú aceptó las revoluciones populares otra guerra en Europa. Para esto era necesario incitar un acercamiento
acaecidas en todos los países de Europa del Este en 1989 y principios de duradero e irreversible entre Francia y Alemania, los dos estados más
1990. Tal como Gorbachov habia prometido cuando rescindió pública­ grandes y económicamente potentes del continente. Un motivo secunda­
mente la Doctrina Brezhnev en su discurso ante las Naciones Unidas de rio era facilitar una rápida recuperación económica de Europa de las de­
diciembre de 1988, no intervino militarmente para impedir la caída de los vastadoras consecuencias de la Segunda Guerra Mundial. Además, en los
regímenes comunistas de Polonia, Hungría, la República Checoeslovaca, años setenta y ochenta la rápida globalización de la producción y el co­
Bulgaria, Rumania y Albania. Los estados que conformaban la URSS eran mercio mundiales hacía imperativa una coordinación cada vez más estre­
otra cuestión. Gorbachov envió tropas a Lituania en marzo de 1990 cha de las políticas económicas, financieras y comerciales si las naciones
(aunque pronto las retiró de nuevo) para impedir la secesión del país de europeas querían seguir siendo internacionalmente competitivas. Esto se
la URSS después de que tuvieran lugar las primeras elecciones libres de la aplicaba en particular a los estados europeos menores o económicamen­
historia de -la Unión Soviética, que se saldaron con la elección del presi­ te más débiles, es decir, todos menos Alemania, el motor económico de la
dente no comunista Vytautas Landsbergis. Comunidad Europea. Durante la mayor parte del período de posguerra
A principios de 1990, tras cierta oposición inicial, el Kremlin accedió la RFA fue la tercera nación en volumen de comercio después de los Esta­
incluso a renunciar al país que había sido una de sus posesiones más flore­ dos Unidos. Aunque el país pronto se convirtió en el principal contribu­
cientes y apreciadas durante la guerra fría: Alemania Oriental. El aconteci­ yente neto a la economía de la CE, los alemanes occidentales recibían
miento decisivo, en gran parte por razones simbólicas, fue la repentina e también considerables beneficios económicos de su pertenencia a la CE.
ioesperada apertura del Muro de Berlín el 9 de noviembre de 1989. Poco Además, los gobiernos y las gentes de Alemania se mantenían unidos a la
después, Gorbachov y el nuevo presidente americano Bush declararon el CE por razones políticas. El legado nazi del país aconsejaba que los go­
fin de la guerra fría durante una cumbre bilateral celebrada en la costa de biernos demostraran su honradez y fiabilidad mediante su lealtad a la CE
Malta en diciembre de 1989. El año 1990 vio el establecimiento de gobier­ (y a la OTAN). Sólo durante principios y mediados de los años noventa
nos elegidos democráticamente en la mayoría de los países de Europa del pudo notarse un cierto euroescepticismo en la Alemania unida. No obs­
Este. En octubre de 1990 Alemania fue reunificada, y para diciembre de tante, esta actitud más crítica hacia la integración europea era comparti­
1991 ya se había disuelto la Unión Soviética. En el Kremlin Gorbachov fue da por la mayoría de los otros países europeos en los años noventa, lo que
reemplazado por Boris Yeltsin corno Presidente de Rusia. Yeltsin dirigió condujo, por ejemplo, a que la participación en las elecciones europeas de
también la débilmente organizada Comunidad de Estados Independientes junio de 1999 fuera muy baja. No obstante, durante la mayor parte de la
( CEI) de antiguos estados soviéticos, la mayoría de los cuales eran ya na­ historia de la integración europea hubo siempre mucho escepticismo
ciones soberanas, entre ellas Ucrania, Azerbaiján, Armenia, Moldavia y acerca de su valor inherente y de las perspectivas de éxito económico y
Bielorrusia. Georgia y los tres estados bálticos (Estonia, Letonia y Litua­ politico de esta política.
nia) se convirtieron en estados plenamente soberanos e independientes y La primera organización europea común fue la Comunidad Europea
no se unieron al CEI. No obstante, parecía claro que no habían sido los del Carbón y el Acero (CECA) que, como el nombre indica, creó un mer­
gobiernos europeos, sino las gentes europeas, los que habían desencadena­ cado común para el carbón y el acero entre los países del Benelux, Italia,
dos estos drásticos desarrollos. Solamente a lo largo de 1990-1 lograron los Francia y Alemania Occidental. La ambiciosa política fue anunciada por
gobiernos europeos electos reafirmar su control de la política europea. el ministro de asuntos exteriores francés Robert Schuman a principios
RELACIONES INTERNACIONALES Y DE SEGURIDAD EN EUROPA 247
EUROPA DESDE 1945

de mayo ·de 1950. De acuerdo con Schuman, la CECA había de ser una ciembre de 1954 Gran Bretaña se convirtió en un miembro asociado de
organización supranacional gobernada por una alta autoridad cuyos la CECA.
miembros habían de ser independientes en relación con sus gobiernos A pesar del revés que supuso para la integración europea el fracaso de
nacionales y con las industrias del carbón y el acero de cada uno de los la CED en agosto de 1954 (véase más arriba), sólo unos pocos meses más
países. A instancias de los países del Benelux (especialmente los holan­ tarde surgieron dos nuevas propuestas para estimular el proceso de inte­
deses) existiría también un tribunal de apelaciones, una (bastante débil) gración. La propuesta del ministro de asuntos exteriores holandés Beyen
asamblea parlamentaria y un consejo de ministros con una fuerte autori­ giraba en torno a una unión arancelaria con una sustancial reducción de
dad para controlar el proceso de toma de decisiones de la alta autoridad. las tarifas externas; deseaba evitar que simplemente se establecieran
Uno de los motivos que había detrás de la CECA era que los franceses acuerdos bilaterales de comercio entre países europeos. La sugerencia del
anticipaban que pronto tendría lugar una inmensa expansión de la pro­ ministro de exteriores belga Spaak se basaba en realizar avances sectoriales
ducción de las industrias alemanas del carbón y el acero que podía ame­ hacia la integración europea centrándose primero en la energía atómica.
nazar la recuperación de la propia industria francesa del carbón y el ace­ En vista del agotamiento del petróleo, un recurso energético no renova­
ro. Por tanto, la CECA se fundó por razones de competencia industrial ble, anunciado para un futuro cercano, la energía nuclear se consideraba
pero, lo que es más importante, también para controlar la capacidad bé­ vital para asegurar el bienestar del mundo industrializado. Secretamente,
lica de Alemania. Era necesario integrar la industria alemana del carbón Francia también confiaba en desarrollar armamento nuclear para au­
y el acero -las industrias consideradas esenciales para sostener una gue­ mentar así su influencia global. Las dos propuestas enfrentadas se some­
rra -a fin de impedir cualquier aumento de la producción alemana tieron a examen en la reunión del consejo de ministros de la CECA en
de carbón y acero de cara a un rearme. Además, la CECA también tenía la mi­ Messina en junio de 1955. Pero los ministros estaban claramente divididos.
sión de coordinar precios, productividad, inversiones y relaciones indus­ Además, incluso dentro de cada uno de los gobiernos nacionales existían
triales, y de tomar decisiones respecto a las tarifas externas de la Comuni­ graves desacuerdos sobre qué camino seguir. Por consiguiente, los minis­
dad y a las políticas generales de cárteles y de competencia. Todas estas tros decidieron deferir las cuestiones a un grupo de estudio presidido por
cuestiones eran al principio motivo de disputas, y al final fue la presión Spaalc que pronto destacó por las acres disputas entre sus delegados. Los
ejercida por los Estados Unidos lo que ay:udó a resolver los graves conflic­ británicos participaron en las discusiones del grupo de estudio, pero esta­
tos entre los miembros de la CECA. Así, tras enconadas negociaciones, el ban representados únicamente por un oficial de poco rango. Una vez
Plan Schuman fue firmado en abril de 1951 y Jean Monnet se convirtió en más, el Reino Unido no estaba dispuesto a ofrecer un firme compromiso
su primer presidente (hasta !955). En retrospectiva, la CECA fue el pri­ con los resultados de las negociaciones. Gran Bretaña fracasó además a la
mer paso hacia una Europa federal y fue decisiva para el desarrollo de hora de defender la alternativa de una área de libre comercio entre los es­
buenas relaciones franco-alemanas. tados miembros de la OCEE. En consecuencia, Londres no tardó en po­
Los británicos no participaron en la CECA. Con su floreciente y en­ ner fin a su participación en las conversaciones, esencialmente por las
tonces muy productiva industria del carbón y el acero, Gran Bretaña no rilismas razones por las que se había sentido incapaz de participar en el
se vio inclinada a participar en una asociación con las mucho más débi­ Plan Schuman: una mezcla de anti-federalismo y de creencia en la sobe­
les industrias de los países de la Europa continental. También fueron fac­ ranía y continuada influencia global de Gran Bretaña.
tores importantes las cuestiones de soberanía nacional, la importancia En abril de 1956 se hizo público el Informe Spaak. Éste recomendaba
de la Commonwealth, y el escepticismo respecto al éxito potencial del la confección de un tratado Euratom para la investigación sobre los usos
Plan Schuman. Londres estaba especialmente enfurecido porque los pacíficos de la energía nuclear y, con referencia al ejemplo de los Estados
franceses esperaban que Gran Bretaña firmara el principio de una alta Unidos, una unión aduanera. El informe Spaak «estaba alentado por una
autoridad supranacional antes de las negociaciones y no al acabar las visión de crecimiento e integración a través de la competencia».28 Fue el
conversaciones. Londres concluyó que los franceses no tenian ningún
deseo de que Gran Bretaña participara en la CECA. No obstante, en di- �8 P. M. R. Stirk, A History ofEuropean Integration since 1914 {Londres: 1996), 141.
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gobierno alemán el que insistió en vincular los dos tratados. Bonn temía taba la aprobación del consejo de ministros y, por tanto, de cada uno de
que Francia perdiera todo interés en el tratado del mercado común si se los estados miembros, para poder proceder con la integración. Llegado el
firmaba antes el trátado Euratom. En junio de 1956 comenzaban las ne­ momento, el tribunal europeo decretó que las leyes europeas tenían prio­
gociaciones. Pronto se hizo patente que la energía atómica, con su redu­ ridad sobre las leyes nacionales. Este decreto aumentó considerablemen­
cido papel en Europa, no era el asunto importante. Lo importante era el te el supranacionalismo y fue decisivo para el desarrollo posterior de la
tratado del mercado único. Se topó con problemas relativos a la armoni­ Comunidad.
zación de todos los aspectos del estado del bienestar, entre ellos los costes Ya en febrero de 1957 Gran Bretaña había propuesto una Área Europea
de la seguridad social y las condiciones de trabajo, que los franceses con­ de Libre Comercio y la eliminación de todas las tarifas sobre los bienes in­
sideraban extremadamente importantes puesto que querían evitar cual­ dustriales (las tarifas sobre los productos alimentarios tuvieron queman­
quier tipo de desventaja para Francia en el mercado común. Era también tenerse a causa de los acuerdo de preferencia imperial de Gran Bretaña
necesario buscar soluciones de compromiso respecto a la estructura de con los paises de la Commonwealth). Se entró en negociaciones, pero en
toma de decisiones de la nueva organización con respecto a los territorios septiembre de 1958 Francia declaró públicamente que el proyecto britá­
de ultramar de Bélgica y Francia. Los alemanes accedieron a contribuir nico era inaceptable y Londres suspendió las conversaciones. Se dio cuen­
notablemente a las inversiones necesarias para modernizar estos territo­ ta que era poco probable que Paris mudara de opinión por temor a que la
rios.29 Así quedó establecido el patrón por el cual Alemania pagaba sus­ competencia económica pusiera en peligro la viabilidad del mercado co­
tancialmente más que los otros estados a cambio de concesiones políticas mún. No obstante, Londres pronto entabló negociaciones con los países
y respetabilidad internacional. escandinavos, cuyas conversaciones sobre una unión arancelaria de los
Francia, Alemania Occidental, Italia y los países del Benelux firmaron países nórdicos también se habían estancado. En julio de 1959 estas ne­
los tratados en Roma el25 de marzo de 1957. Los tratados de Roma, y por gociaciones condujeron a un acuerdo sobre una área de libre comercio que
tanto Euratom y la Comunidad Económica Europea (CEE), entraron en se desarrolló dentro de la Asociación Europea de Libre Comercio (AELC).
vigor el l de enero de 1958. Existían entonces tres instituciones europeas La AELC fue establecida en mayo de 1960 e incluía a Austria, Gran Bre­
distintas: la CECA, Euratom y la CEE. Las tres estaban asesoradas (y has­ taña, Dinamarca, Noruega, Suecia, Portugal y Suiza. Más tarde se les
ta cierto punto supervisadas) por un parlamento común europeo con se­ unirfan Islandia (1970), Finlandia (1985) y Liechtenstein (1991), que está
des en Bruselas y en Estrasburgo. También se instauró un consejo de mi­ vinculado a Suiza por una unión monetaria y arancelaria. La organización
nistros formado por ministros de los estados nacionales que tenían que estaba dominada por su consejo de ministros, que tendía a tomar decisio­
acordar por unanimidad cada nuevo paso hacia la integración europea, nes por unanimidad y por tanto simbolizaba la naturaleza interguberna­
así como una Comisión Europea con base en Bruselas. El cometido de mental de la AELC. Por encima de todo, y a diferencia del Tratado de
esta última era funtlamentalmente iniciar y luego supervisar la implanta­ Roma, laAELC no contenía ningún compromiso de desarrollar una unión
ción de la legislación. Se instauró asimismo un tribunal europeo. Después política más estrecha entre los estados miembros.
de 1958 el progreso hacia la creación de una unión arancelaria, una tarifa Así pues, a finales de los años cincuenta Europa Occidental había que­
externa común y una política comercial común fue rápido. Aunque era dado dividida económicamente en dos partes: los seis estados miembros
responsabilidad de la Comisión proponer legislación que sustituyera las de la CEE y los siete países de la AELC. Además, con la vuelta de Charles de
políticas nacionales con políticas europeas comunes, la Comisión necesi- Gaulle al poder a finales de mayo de 1958, los franceses habían comenza­
do a seguir una trayectoria política cada vez más nacionalista dirigida a
devolver a su país la importancia global en competición con Washington
29 Esta política fue desarrollada por medio de la Convención de Yaoundé de 1963 y la

Convención de Lomé de 1975, que incluía las antiguas colonias de Grin Bretaña y fue rene­ 1 y Londres (y más tarde con Bonn). Esto tuvo también importantes reper­

1
gociado en 1980 y 1985. Proporcionó ayuda económica europea a los países en vías de desa­ cusiones en el desarrollo de la Comunidad Europea. Por ejemplo, de Gau­
rrollo, aunque, a causa de la PAC, sus oportunidades de comercio de productos agrícolas lle rechazó en dos ocasiones la solicitud británica de entrada en la CEE
1
con Europa se vieron gravemente limitadas. (en 1 1963 y 1967). La Política Agraria Común (PAC) establecida en 1966,
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cara, de gran alcance y, pese a todos los intentos de reforma, cada vez más Brandt era muy justa y la Ostpolitik se encontraba todavía en fase de ne­
difíci� de manejar, se mantuvo sin embargo sobre todo por la presión de gociación, las necesidades nacionales y exteriores del gobierno de Alema­
Francia, que quería asegurar la base económica de su gran comunidad nia Occidental dieron a Francia ciertas ventajas con relación a las relacio­
agrkola. nes bilaterales franco-alemanas y la política de la CE.
De Gaulle no dudó en causar una enorme crisis boicoteando todos los Tanto Brandt como el presidente francés Pompidou estaban muy inte­
actos de la CEE durante seis meses en 1965 (la estrategia de la «silla vacía)>) resados en desarrollar la CE. Los eslóganes de Pompidou eran «finaliza­
porque se oponía al Plan Hallstein para la financiación de la PAC. Consi­ cióm>, «profundización» y «ampliación». Se referían a la politica agraria
deraba que este plan haría a la Comisión Europea más independiente a de la CE, a la reforma de las instituciones de la CE y, en particular, a una
medida que la CEE obtuviera sus propios recursos de las recaudaciones mayor coordinación monetaria, y al fuerte apoyo de Pompidou a la en­
de aranceles e impuestos agrícolas y aumentada también los poderes pre­ trada de Gran Bretaña en la CE para contrarrestar la creciente influencia
supuestarios del parlamento europeo. Además, De Gaulle se oponía fir­ económica y política de una Alemania Occidental resurgente. Durante la
memente a cualquier forma de dilución de la influencia individual de las importante cumbre de la CE de La Haya de diciembre de 1969 ambos po­
naciones estado y a la ampliación de los poderes supranacionales de la CEE. líticos lograron regenerar la Comunidad Europea tras la constante at­
Aspiraba a una «Europa de las patrias», no a unos Estados Unidos de Eu­ mósfera de crisis creada por la política de de Gaulle.30 Se alcanzó un com­
ropa. Al fin el presidente francés accedió a un compromiso por el que se promiso en materia agraria y también en la introducción gradual de
retiraba el Plan Hallstein, se limitaban los poderes de la Comisión, se es­ nuevas políticas económicas y monetarias que culminaron en la decisión
tablecía un nuevo marco para la PAC, y se confirmaba que para los prin­ de desarrollar una Unión Monetaria Europea (UME) que, como el Infor­
cipios importantes se mantendría la unanimidad en la toma de decisiones me Werner pronto detallada, se esperaba conseguir hacia 1980. Sin em­
(el «compromiso de Luxemburgo>>). Éste último ha sido el más contro­ bargo, para irritación de Pompidou, el Informe Werner recomendaba una
vertido y ha dificultado el proceso de toma de decisiones en la CE-UE considerable transferencia de soberanía a la CE.
hasta hoy. Hubo además acuerdo en la introducción de cooperación política eu­
El l de julio de 1967 las administraciones separadas de la CECA, Eura­ ropea (CPE), el primer paso hacia la conversión de la CE de una organi­
tom y la CEE se unieron para formar la Comunidad Europea (CE). Tras zación puramente económica a una organización más política, tras per­
la dimisión de De Gaulle en 1969, a principios de los setenta dieron inicio suadir a los estados miembros a que coordinaran su política exterior en el
las negociaciones para la primera ampliación de la CE. Con el gobierno de consejo de ministro. Los detalles de la cooperación política se porme­
Edward Heath el Reino Unido logró finalmente unirse a la CE el l de ene­ norizaron más tarde en el Informe Davignon. Los franceses en particular
ro de 1973. Esto fue confirmado en junio de 1975 por un referéndum se mostraron muy interesados en la cooperación política porque el de­
convocado por el gobierno laborista de Harold Wilson. Noruega retiró su sarrollo de una clara identidad europea en el campo político reafirma­
solicitud de entrada después de que un referéndum dejara bien claro que ría la independencia europea en la política mundial y podría redundar en
los ciudadanos de su país no estaban a favor de la entrada en la CE. En una mayor importancia de Francia en la escena global. Después de todo,
cambio, Dinamarca y la República de Irlanda se convirtieron en miem­ al igual que De Gaulle, Pompidou albergaba la esperanza de que los fran­
bros desde enero de 1973. ceses lideraran Europa. Su política se caracterizó por un igual por una
Hacia principios de los años setenta las relaciones franco-alemanas, honda aversión hacia los Estados Unidos y una fuerte rivalidad con este
que habían sido el núcleo de la CEE, comenzaron inclinarse a favor de país. Además, Pompidou comenzó a inquietarse por la creciente indepen­
Alemania Occidental. No obstante, antes de las elecciones generales ale­ dencia de la Ostpolitik de Alemania Occidental. Así se explica el acerca­
manas del 19 de noviembre de 1972 y la firma del Tratado Básico con la miento gradual de las relaciones entre Pompidou y el primer ministro
RDA en diciembre de 1972, Bonn intentó apaciguar las demandas france­
sas respecto a Europa a fin de obtener el respaldo francés a la Ostpolitik. 30 H. Simonian, The Privileged Partnership: Franco-German Relations in the European
Así, hasta finales de 1972, cuando la mayoría parlamentaria del canciller Community (Oxford: Clarendon Press, 1985).
252 EUROPA DESDE 1945 RELACIONES INTERNACIONALES Y DE SEGURIDAD EN EUROPA 253

británico Heath que se pudo observar a principios de los años setenta. Unidos prosiguieron con su tendencia a no consultar a los europeos sobre
Pompidou confiaba en que un nuevo eje París-Londres pudiera contra­ importantes cuestiones Este-Oeste.
rrestar la fuerza de una floreciente Alemania Occidental. Como reacción a estos desarrollos, durante los años ochenta se pro­
A pesar de la fuerte oposición, tanto por parte de De Gaulle como de dujo una fuerte tendencia hacia una más estrecha cooperación económi­
Pompidou, a que Alemania Occidental dominara la CE y tomara las rien­ ca y política en Europa, impulsada sobre todo por el presidente francés
das de la política europea oon Europa del Este, esto es precisamente lo que Franyois Mitterrand y por el canciller de Alemania Occidental Helmut
ocurrió a partir de 1973 -paradójicamente 1973 era el décimo aniversa-­ Kohl con la fuerte oposición de la primera ministra británica Margaret
rio del tratado franco-alemán de Adenauer y De Gaulle. Los aconteci­ Thatcher. En 1987 los esfuerzos de Kohl y Miterrand llevaron a la im­
mientos demostraron que la entrada de Gran Bretaña en la CE no bastó plantación en 1986 del Acta Única Europea (AUE), que en esencia refor­
para invertir esta tendencia y fortalecer las reivindicaciones francesas al maba el Tratado de Roma de 1957. La AUE perseguía la creación de un
liderazgo de Europa También fracasaron los intentos franceses de excluir auténtico Mercado Único y la eliminación de todas las barreras comer­
gradualmente a los Estados Unidos de todo papel sustancial en los asun­ ciales y aduaneras para enero de 1993. Además, reformaba los procedi­
tos europeos. La Declaración de Identidad Europea de 1973 alentaba a los mientos de toma de decisiones de la CE. A fin de permitir nuevas amplia­
miembros de la CE a utilizar el instrumento de la CPE para coordinar ciones de la CE después de la adhesión de Grecia en 1981 y de España y
las posiciones de la politica exterior entre los países de la CE, algo que, Portugal en 1986, se sustituyó el requisito de unanimidad por el de ma­
no obstante, raramente se consiguió.31 yoría absoluta para las decisiones del consejo de ministro, lo que equiva­
Pese a la lograda gestión de la crisis económica y monetaria de Europa lía a tma nueva dosis de supranacionalidad en lo que respecta a cuestio­
de mediados a finales de los años setenta de la mano, sobre todo, del nes del Mercado Único (que eran, sobre todo, el libre movimiento de
canciller alemán Helmut Schmidt y del presidente francés Giscard d'Es­ trabajo, capital, servicios y productos dentro de Europa). También dio
taing, ambos antiguos ministros de fmanzas, la mayoría de autores ven la poderes legislativos al parlamento europeo. Además, se reorganizó la co­
década de los setenta como una «edad oscura» o «década de estancamiento'' operación en política exterior entre los estados miembros; por bien que
en la integración europea.32 Las dos crisis del petróleo y la recesión eco­ hasta el Tratado de Maastricht la política exterior no formó parte del
nómica con alta inflación que las acompañó (lo que algunos autores han marco legal de la CE.
caracterizado como «estanflación») que afectaron sobre todo a Gran Bre­
taña e Italia, así como la ampliación de la CE de seis a nueve países en
1973, causó una grave y prolongada crisis de adaptación dentro de la Co­
munidad.33 En conjunto, este «desgobierno europeo» benefició a Estados
Tras la guerra fría: la reunificación de Europa
Unidos. Washington consiguió insistir en la importancia del marco atlán­
tico y reconquistar su posición como «potencia líder entre países socios en los años noventa
que sólo actuaban como una unidad bajo su direccióm).34 Pero los Estados
La conferencia illtergubernamental de Maastricht de diciembre de 1991
31 Véase D. Dinan, Ever Closer Union? An Introduction to the European Community (Ba­
fue un paso fundamental en el proceso de integración europea. Una con­
singstoke: Macmillan, 994), 75-87. ferencia intergubernamental es una negociación formal concerniente a la
32 J. Peterson, Europe and America in the 1990s: The Prospectsfor Partnerships (Aldershot: revisión de tratados entre los gobiernos (y no entre los gobiernos y la Co­
Edward Elgar, 1993), 42; Keith Middlemas, citado en Lundestad, <<Empire>> by Integracion, misión o el parlamento) de los estados miembros de la UE. Tras las amplia­
109.
ciones de los años setenta y óchenta, los acuerdos alcanzados en Maastricht
33 Véase D. W. Urwin, The Community ofEurope: A History ofEuropean Integration sin­
ce 1945, 2a ed. (Londres: Longman, 1995), 157 y sigs.
condujeron a una decisiva «profundización» de la integración europea en
34 A. Grosser, The Western Alliance: European-American Relations since 1945 (Londres: cuanto a política económica y monetaria, pero también en otras áreas,
Macmillan, 1980), 281. como las cuestiones de justicia y asuntos de interior o la politica regio-
254 EUROPA DESDE 1945 RELACIONES INTERNACIONALES Y DE SEGURIDAD EN EUROPA 255

nal y social. El Tratado de Maastricht entró en vigor el l de noviembre de En 1998 los jefes de gobierno de la UE decidieron qué paises de la
1993. La CE fue entonces reemplazada por la Unión Europea (UE). El tra­ UE habían demostrado la capacidad de satisfacer los fuertes requisitos
tado estableció los reglamentos y fechas límite para la UME, cimentada para la participar en la unión monetaria (a saber, baja inflación y bajo dé­
en el sistema monetario europeo (SME) establecido a finales de los años ficit presupuestario). Con la excepción de Grecia, los quince países de la
setenta. Una vez introducido el Mercado Único en 1993 y ampliada nue­ UE cumplieron con los requisitos para la moneda común.36 Se habían
vamente la UE con la admisión de Austria, Finlandia y Suecia,35 se logró albergado ciertas dudas acerca de la capacidad de Italia para cumplir los
por fin realizar la UME, por bien que más tarde de lo esperado. Así pues, requisitos, pero el Primer Ministro Romano Prodi logró esta fenomenal
el Tratado de Maastricht condujo a un avance decisivo hacia la unión eco­ tarea. Posteriormente, en el verano de 1999, Prodi fue nombrado sucesor
nómica y la moneda única de Europa con la creación del banco central de Jacques Santer, de Luxemburgo, como presidente de la Comisión Eu­
europeo. Aunque la mayoria de países de la UE había acordado sacrificar ropea. Por razones políticas y económicas, el Reino Unido y Dinamarca
su soberanía financiera en Maastricht, los estados miembros retuvieron el decidieron no unirse a la zona euro. El euro fue introducido oficialmente
derecho a no participar en la moneda común si asi lo deseaban. El go­ como unidad oficial de pago europea el 1 de enero de 1999. Al mismo
bierno Conservador del Reino Unido, dirigido por el primer ministro tiempo, el Instituto Monetario Europeo, establecido en 1994, se convirtió
John Majar, firmó el Tratado de Maastricht, pero decidió renunciar a la en banco central de la UE, con sede en Frankfurt. En enero de 2002 se
moneda común. En Francia fue necesario un referéndum, y dos en Dina­ distribuirán monedas y billetes y, tras una corta fase de transición, el euro
marca, para lograr en 1992 una muy estrecha mayoría a favor del Tratado se convertirá en la única moneda de curso legal en los doce países de «eu­
de Maastricht. rolandia)),
La conferencia intergubernamental de Amsterdam de 1997 (que Se fijó para el año 2000 la siguiente conferencia intergubernamental.
entró en vigor en mayo de 1999) confirmó las metas de Maastricht y Tras el éxito inicial de la «profundizacióm) de la UE en 1993-9, su obje­
produjo nuevos avances en el proceso de «profundización» de Europa. tivo era preparar la UE para la prevista ampliación de la UE a principios
También alentó la formulación de una politica de exterior y de seguri­ del siglo XXI. No obstante, la creciente convergencia económica de Europa
dad común {PESC) europea como ya preveía el Tratado de Maastricht. Occidental hace que la inclusión de paises como Polonia, Hungría y la Re­
También habla designado ya a la VEO como el pilar de defensa europeo. pública Checa sea muy dificil y económicamente costosa. Al cambio de
Asimismo, el Tratado de Amsterdam elaboraba el Tratado de Maastricht milenio, Europa del Este se encontraba todavía a medio camino de un
con respecto a conferir más derechos al parlamento europeo. Por ejem­ tortuoso proceso de reestructuración económica desde una economía de
plo, en Amsterdam el parlamento recibió una mayor capacidad de con­ planificación central a una capitalista. Por lo tanto, la UE ha esbozado un
trol sobre la Comisión a fin de resolver el muy criticado déficit democrá­ marco financiero para los años 2000-6 que prevé profundas reformas fis­
tico de la UE. Desde 1999, la introducción de una nueva Comisión Europea cales destinadas a posibilitar la ampliación de la UE hacia el Este y a libe­
precisa también de la confirmación por el parlamento europeo, algo rar sustanciales recursos financieros para lograrlo. Durante la cumbre de
meridianamente necesario tras los escándalos de fraude sin precedente la UE de Berlín de marzo de 1999 el programa llamado Agenda 2000, así
que forzaron la dimisión al completo de la Comisión Europea dirigida como los acuerdos para aplicar modestas reformas a la PAC y para con­
por el presidente de la Comisión Jacques Santer en la primavera de centrar los fondos estructurales de la UE en las regiones más necesitadas
1999. Se acordó también realizar más votaciones por mayoría en el con­ de asistencia financiera, se juzgaron esenciales si la UE había afrontar con
sejo de ministros. En particular, el Tratado de Amsterdam creó «estrate­ éxito la dificil ampliación hacia el Este.
gias comunes». Ahora la aplicación de políticas ya acordadas por pre­ Sin embargo, en 1999 la guerra de Kosovo en la antigua Yugoslavia des­
vios consensos sólo requerirá una mayoría de votos. vió la atención dentro de la UE desde las a menudo exageradas diferen­
cias de opinión sobre los costes presupuestarios y otros aspectos materiales
35 Como esto hubiera dejado a los pequeños paises Suiza, Liechtenstein y Islandia como
36 Grecia adoptaría el euro a finales del 2000.
únicos miembros de laAELC, esta organización se disolvió el 1 de enero de 1995.
2j6 EUROPA DESDE 1945 RELACIONES INTERNACIONALES Y DE SEGURIDAD EN EUROPA 257

entre los países de la UE hacia los valores fundamentales que subyacen a bajo los efectos de la Guerra de Kosovo los quince miembros de la UE, in­
la integración europea: la creencia en un continente liberal-democrático cluidos Gran Bretaña y Francia, se mostraron de acuerdo en que ésta era
y la necesidad de conservar la paz y la estabilidad en Europa. Así, en una meta deseable. El descontento con las restricciones nacionales y las
muchas capitales de la UE la guerra en Europa contribuyó a un mayor en­ prevaricaciones de la administración Clinton durante la guerra, así como
tendimiento de los valores más profundos de la cooperación política la envidia europea del abrumador poder militar, y por tanto político, de
europea en el marco de la integración europea. Por encima de todo, la gue­ Washington contribuyeron al sentimiento de que Europa debía realizar
rra en Kosovo condujo a un mayor esfuerzo de parte de Francia, Gran un mayor esfuerzo por desarrollar su propia política exterior y de seguri­
Bretaña, Alemania y otros países de la UE de desarrollar una estructura de dad. En 1999, la guerra en Europa ofreció a la UE el incentivo necesario
defensa y una identidad europeas. Se había considerado ya una amplia­ para iniciar un esfuerzo mucho mayor que nunca para provocar un cam­
ción del Acuerdo Anglo-Francés de Saint Malo de diciembre de 1998 re­ bio importante en la política europea. Tras la unión monetaria, la intro­
ferente a una plataforma europea de defensa. Tanto Francia como Gran ducción de una moneda única y la prevista ampliación de la UE hacia el
Bretaña, los dos únicos países europeos con un potencial militar notable, Este, la política exterior y de seguridad es el área que por razones de so­
expresaron la intención de desarrollar una capacidad europea de defensa beranía nacional había quedado más desatendida hasta el momento. La
que pudiera actuar coordinadamente con la OTAN pero sin la necesaria creación de la PESC y la ampliación hacia el Este son los dos mayores re­
participación de los Estados Unidos. Después de todo, las prioridades eu­ tos a los que la UE habrá de enfrentarse a principios del siglo XXI.
ropeas a menudo distan mucho de los intereses americanos. Al fin y al cabo, desde 1990 los países de Europa del Este han vuelto a
Aunque siempre se había pensado en Saint Malo como el principio de conectar con su larga tradición europea y han comenzado a desempeñar
una más amplia política europea de defensa que incluyera otros países un papel político, cultural y también económico cada vez más importante
de la UE (entre ellos Alemania), la Guerra de Kosovo aceleró drástica­ en Europa. Polonia, la República Checa y Hungría, además de Eslovenia y
mente estos planes. Además, los franceses cambiaron de opinión acerca Estonia, han recibido claras indicaciones de que a principios del nuevo si­
de la idea de convertir a la UEO en el principal elemento de una identidad glo se consideraría seriamente su admisión en la UE. Asimismo, se ha
europea común de defensa. Durante la cumbre franco-alemana de Toulou­ ofrecido a muchos otros países de Europa del Este antiguamente contro­
se de finales de mayo de 1999 ambos países dejaron bien claro que la UE lados por la Unión Soviética la condición de asociados de la UE. Así pues,
debía proveerse de unos medios independientes para afrontar crisis gra­ sólo desde 1990 se ha desarrollado la «casa común europem) que Charles
ves en Europa. Esto potencialmente podía llevar a la constitución de una de Gaulle había imaginado en los años sesenta y que Mijail Gorbachov
fuerza europea de reacción rápida, posiblemente a partir de la brigada pedía a fmales de los ocbenta. Mientras los países de Europa del Este esta­
franco-alemana establecida en 1993, en la que participaban también Bél­ ban ocupados deshaciéndose de las tristes experiencias de su pasado so­
gica, Luxemburgo y España. cialista y comunista, la experiencia liberal-democrática y capitalista de
La cumbre del Consejo Europeo de principios de junio de 1999 en Co­ Europa Occidental se convertía en el modelo para toda Europa en el si­
lonia vino a confirmar estas consideraciones. Se confirmó que la UEO se glo XXI. De hecho, la gran mayoría de países de Europa del Este estaban
incorporaría plenamente en la UE. Esto incluía las llamadas «tareas de Pe­ desesperados por olvidar e incluso pasar por alto su agitada historia du­
tersburgo», que daban a la UE la responsabilidad de organizar interven­ rante la era de la guerra fría para ponerse al día de los progresos integra­
ciones humanitarias y de mantenimiento de la paz. Además, durante la cionistas ocurridos en Europa Occidental. Después de todo, visto con la
cumbre de Colonia se decidió unánimemente nombrar a Xavier Solana, el perspectiva de las cinco últimas décadas del siglo XX, la integración eu­
secretario-general saliente de la OTAN, representante de la UE en política ropea ha beneficiado enormemente al continente europeo, tanto por lo
exterior y de seguridad. De este modo se atribuía a Solana la responsabili­ que respecta al mantenimiento de la paz como al sustancial aumento de
dad de supervisar el desarrollo de una genuina política exterior europea. la calidad de vida.
Aunque el desarrollo de una dimensión de política exterior en la UE ha
sido objeto de mucha polémica durante toda la existencia de la CE- UE,
7
INTERACCIÓN CON EL MUNDO NO EUROPEO 259

tados Unidos se comprometieron con la reconstrucción de Alemania (en


lugar de mantener a este país en un estado permanente de debilidad eco­
nómica, como anteriormente se había pretendido) y enviaron un desta­

Interacción con el camento naval especial al Mediterráneo en una demostración de fuerza


como respuesta a la reafirmación por Rusia de sus tradicionales reivindi­
caciones sobre Turquía; 1947, cuando Gran Bretaña, después de hallar

mundo no europeo cada vez más intolerable el coste de su ayuda al gobierno monárquico de
Grecia frente a una insurgencia comunista, anunció que ya no era capaz
de desempeñar su tradicional papel en Grecia y Turquía y los Estados
Unidos respondieron con la Doctrina Truman, que en términos prácticos
David Armstrong y Erik Goldstein significaba que asumía las responsabilidades británicas en el área, y el
Plan Marshall, por el que los Estados Unidos proporcionaron ayuda eco­
nómica por valor de 13.200 millones de dólares para un programa cua­
trienal de recuperación económica de Europa; y 1948-9, cuando el in­
A riesgo de simplificar en exceso una temática vasta, la interacción de Eu­ tento soviético de imponer el bloqueo de Berlín fue desbaratado por el
ropa con el mundo puede examinarse en el contexto de tres grandes te­ envío aéreo de ayuda americana.
mas: la guerra fría (y su fin), que estableció limitaciones e imperativos Durante este período, los Estados Unidos servían a sus propios intere­
sobre un continente dividido; la descolonización y sus consecuencias in­ ses de seguridad y económicos y no hay duda que sus empresarios se be­
mediatas, que definieron las relaciones de Europa Occidental con la mi­ neficiaron enormemente del requisito de que la ayuda del Plan Marshall
tad del mundo y también ayudaron a condicionar la posición de la Unión se gastara en bienes americanos, pero está igualmente fuera de discusión
Soviética con las antiguas colonias de sus adversarios; y el proceso de glo­ que el plan, y el posterior boom de la Guerra de Corea, rescató las econo­
balización e internacionalización, responsable en gran medida del medio núas de Europa Occidental de la condición desesperada en que se halla­
internacional político, económico y cultural en el que tuvieron lugar los ban inmediatamente después de la guerra. No obstante, el hecho cada vez
desarrollos durante este período. más patente de que los estados europeos, que durante siglos habían esta­
do acostumbrados a ser los cabecillas del mundo, dependían ahora de su
ostentoso socio del otro lado del Atlántico inevitablemente topó con una
respuesta mixta de parte de los europeos occidentales. Los intereses glo­
La guerra fría bales de Gran Bretaña y su condición de invicto al finalizar la guerra le
llevaron a la pretensión, un tanto ilusoria, de que sería capaz de continuar
La guerra fría arrastró a las dos partes de Europa hacia dos estrechas rela­ con su papel de potencia mundial, y su política descansó sobre lo que en
ciones con los Estados Unidos: a Europa Occidental a una relación de de­ un principio se veía como tres pilares iguales: una relación ligeramente
pendencia, aceptaba a veces a regañadientes, con el poder militar y eco­ condescendiente y medio independiente con Europa, los lazos políticos y
nómico de los Estados Unidos; a Europa del Este hacia una relación de comerciales con la Commonwealth, donde pensaba que podría desempe­
adversarios, igualmente intrincada, con dimensiones ideológicas, milita­ ñar un papel de líder, y una relación especial con Estados Unidos. Tal
res, políticas y económicas. El periodo crucial durante el cual se estable­ como fueron las cosas, la Commonwealth resultó ser una empresa que
ció este modelo se prolongó de 1944, cuando la eonferencia de Bretton mereció la pena, pero relativamente insignificante, mientras que la inte­
Woods confirió al dólar americano el papel esencial que desempeñaría en gración europea resultó ser un proceso mucho más rápido y colmado de
la economía internacional de la posguerra, hasta 1949, con la firma del éxitos de lo que Gran Bretaña había supuesto, lo que obligó a esfuerzos
Tratado del Atlántico Norte. Otras fechas clave son 1946, cuando los Es- tardíos para integrarse en la UE. Pero la estrecha relación con los Estados
260 EUROPA DESDE 1945 INTERACCIÓN CON EL MUNDO NO EUROPEO

Unidos siguió siendo un principio central de la política británica pese al en que los intereses americanos en la guerra fria impulsaban la política
frecuente debate en este país acerca del valor de esta relación. Los Estados americana sobré Europa (por ejemplo, presionando para el rearme de Ale­
Unidos habían demostrado que podían hacer caso omiso a los intereses mania), y en parte a la influencia del orgulloso y nacionalista General de
de Gran Bretaña, por ejemplo en sus firme exclusión de Gran Bretaña y Gaulle. Bajo su liderazgo, Francia redujo enormemente sus compromisos
otros aliados de guerra de cualquier papel en la ocupación de Japón, o con la OTAN, vetó la solicitud británica, apoyada por Estados Unidos, de
cuando forzó a Gran Bretaña y a Francia a poner fin a su intervención en entrada en la CEE, desarrolló una política independiente para China y la
Suez en 1956, entre otras tácticas, contribuyendo a montar una crisis de la Unión Soviética, y criticó la politica americana en Vietnam y en otros lu­
libra esterlina, o cuando el presidente Reagan ordenó la invasión de Gra­ gares. Tras la dimisión de De Gaulle en 1969, las relaciones franco-ameri­
nada, un miembro de la Commonwealth británica, en 1983, sin informar canas mejoraron un poco, pero la antipatía francesa hacia los Estados
previamente a la primera ministra británica, Mrs. Thatcher. Aun así, los Unidos sobrevivió a De Gaulle. En 1973 Francia y otros estados europeos
gobiernos británicos han porfiado siempre en la idea de que las ventajas adoptaron una posición sobre la Guerra de Oriente Medio radicalmente
que les reportaba la relación �entre ellas el acceso a la tecnología militar diferente de la adoptada por Estados Unidos, un presagio temprano de
y la posibilidad de seguir actuando en el escenario global, y no sólo en el una política de Francia (y hasta cierto punto de Europa Occidental) hacia
regional- compensaban con creces la desventaja de no pasar de ser un la región cada vez más independiente. En 1974 Francia rehusó participar
socio menor. Esto no quiere decir que Gran Bretaña fuera incapaz de to­ en la Agencia Internacional de Energia, patrocinada por Estados Unidos.
mar iniciativas propias: reconoció a la China comunista en 1950 y fue in­ Con todo, no debe exagerarse la magnitud de estos desacuerdos: Francia
fluyente en la negociación de un acuerdo indo-chino en 1954, en ambos retuvo unos fuertes lazos con Estados Unidos y cooperó con este pais en
casos a contrapelo de los Estados Unidos, y también se abstuvieron de muchas regiones, y en particular en el Líbano en 1983 (ocasión en que
participar en el embrollo americano de Vietnam. Pero en cualquier otro Italia también aportó tropas) y durante la Guerra del Golfo. En esencia,
lugar u ocasión, en la Guerra de Corea (1950-3), en el bombardeo ameri­ Francia ha llevado la voz cantante de un sentimiento compartido en al­
cano de Libia (1986), en la Guerra del Golfo (1990-1), y en la intervención guna medida por muchos europeos. La presencia de Estados Unidos en
de la OTAN en Kosovo ( 1 999), Gran Bretaña se ha apresurado a presen­ Europa ha sido bienvenida y necesaria, pero los desequilibrios de poder y
tarse como el más fiel amigo de los Estados Unidos. Por lo general, Esta­ riqueza de la magnitud de los que existen entre Estados Unidos y cual­
dos Unidos le siguió el juego, ofreciéndole valiosa información durante el quier pais de Europa inevitablemente provocan tensiones. No obstante, la
conflicto de las Falkland (Malvinas), por ejemplo, aunque hacia los no­ opinión pública europea, según desprenden las encuestas, se ha mostrado
venta la unificación alemana y su mayor poder económico tendieran a en general partidaria de mantener lazos estrechos con Estados Unidos. La
dar a Alemania el papel central tanto en Europa como en el papel de alia­ opinión francesa fue parcialmente una excepción durante los años cin­
do económico a los ojos de muchos americanos. De hecho, puede decirse cuenta y sesenta, pero no en los ochenta y noventa, cuando las posiciones
que Alemania ha conseguido asegurarse para si lo mejor de los dos mun­ más hostiles se encontraron en Grecia y España.
dos: un papel casi hegemónico en la Unión Europea al tiempo que una El final de la guerra fría no modificó sustancialmente este patrón bási­
estrecha relación con Estados Unidos. En cualquier caso, Mrs. Thatcher es­ co de relaciones entre Europa Occidental y Estados Unidos. En realidad,
taba convencida de que los Estados Unidos querían hacer de Alemania, en cuando la relativa estabilidad de los años de guerra fría, con su única pero
lugar de Gran Bretaña, su principal aliado en Europa. tremenda amenaza de guerra nuclear, dio paso a una escena muchos me­
Las opiniones francesas sobre los Estados Unidos desde 1945 han sido nos predecible, con muchas más amenazas, aunque menos peligrosas, la
siempre más ambivalentes que las británicas. Esto se debe en parte a que contribución americana a la seguridad de Europa se manifestó tan nece­
los franceses, a diferencia de los británicos, han tendido a ver la cultura saria como siempre. Rusia se demostró incapaz de progresar gradual y fir­
americana y su lenguaje como algo profundamente subversivo, y en par­ memente hacia una democracia bien establecida dentro de una próspera
te a que los franceses no podian permitirse el lujo de la postura británica economía que otros antiguos paises del Pacto de Varsovia si consiguieron,
de distanciarse de Europa, y por ello se sentian incómodos con la manera y continuó representando una amenaza potencial para la paz general en
EUROPA DESDE 1945 INTERACCIÓN CON EL MUNDO NO EUROPEO

Europa. Los Balcanes volvieron a emerger como fuente de un amargo de los comunistas en la Guerra de Corea. Por aquel entonces el bloque
conflicto étnico que Europa se vio incapaz o reacia a afrontar sin el apo­ occidental parecía estar enfrentado a un frente comunista unido que abar­
yo militar americano, especialmente en cuanto a las fuerzas aéreas. Cuan­ caba la mayor parte de las tierras eurasiáticas.
do varias economías asiáticas cayeron en picado y las principales econo­ Pero las apariencias engañan, y durante los diez años que siguieron a la
mías europeas comenzaron a frenar a finales de los noventa, el papel de muerte de Stalin en 1953 surgieron grandes diferencias entre los dos gi­
Estados Unidos como locomotora de la economía mundial resultó indis­ gantes comunistas. Mao y Khruschev no se tenían en mucho aprecio, pero
pensable. Al mismo tiempo, Europa se movía hacia una mayor integra­ más importantes eran las diferencias en sus visiones del mundo -los chi­
ción, y la unión de los recursos de la Unión Europea le proporcionaron nos se inclinaban por una postura global más enérgica que la contempla­
el potencial de igualar el poder militar y económico de Estados Unidos da por los soviéticos-y, lo que era crucial, los soviéticos no estaban dis­
-siempre que exista una voluntad de conseguirlo. puestos a compartir con China su tecnología nuclear. Al tiempo que las
Para la Unión Soviética, Estados Unidos desempeñó un papel igual­ divergencias entre los dos bandos se desarrollaban rápidamente, los so­
mente crucial en su política exterior de posguerra (y, en último término, viéticos comenzaron a recurrir a sanciones más tangibles como, en el caso
en su supervivencia). En esencia, la guerra fría obligó a la Unión Soviéti­ más notorio, retirando de China a sus técnicos expertos en 1960, en un
ca a transformarse de una potencia regional a una potencia mundial y de momento en que China experimentaba una hambruna. La firma del Tra­
paso a adquirir toda la parafernalia militar y económica que la calidad tado de Prohibición de Pruebas de Armas Nucleares entre las tras poten­
de superpotencia exigía. Hubo momentos -por ejemplo, cuando lanzó cias nucleares -que China interpretó como un intento de excluirla del
el primer satélite artificial- en que la Unión Soviética parecía merecer el desarrollo de armamento nuclear- intensificó la polémica y, lo que era
calificativo de superpotencia, pero, como ahora sabemos, Moscú estuvo más inquietante, llevó a China ventilar el problema de su larga frontera
siempre luchando por mantener la paridad militar con Washington, un con la Unión Soviética. L()s graves enfrentamientos que se produjeron a
empeño que al final casi le costó su propia economía. lo largo de la frontera en 1969 llevaron a Rusia a amenazar veladamente
Moscú tuvo más éxito, aunque no sin algunos problemas graves, en el a China con un ataque nuclear. Esto resultó en una mayor moderación de
aspecto diplomático de su búsqueda de influencia global. La insistencia China, que además, para contrarrestar la amenaza soviética, decidió me­
de Washington en la centralidad de su relación con Israel le dio a Mos­ jorar sus relaciones con Estados Unidos. Desde entonces, aunque conti­
cú oportunidades en otras partes del Oriente Medio, en particular en nuaron los disparos verbales, se produjo una cierta normalización de las
Egipto, Irak y Siria. El Este Asiático siempre ha sido una región de interés relaciones entre los dos bandos. Esto no impidió conflictos potenciales,
directo para la Unión Soviética por razones geográficas -su larga fronte­ como en 1979, cuando China atacó Vietnam, un aliado de Moscú, y du­
ra con China y el importante puerto de Vladivostok- pero después de la rante los años ochenta ambos países procuraron reforzar su potencia
victoria bolchevique de 1917 se hizo importante también como campo de naval en la región. Con todo, ambos países comenzaron a verse como po­
batalla ideológico donde los soviéticos podían presentarse a sí mismos sibles perdedores al final de la guerra fria, con los Estados Unidos como
como el principal aliado contra el imperialismo. Desde 1945, la región ha única superpotencia, y esto ayudó a que se produjera un notable acerca­
sido testigo además de dos conflictos «candentes» durante la guerra fría, miento después de 1989, subrayado por una declaración conjunta en
Corea y Vietnam. Aunque las tropas soviéticas no intervinieran en ningu­ 1997, aunque hasta 1999 no pudieron anunciar que por fin se habían re­
no de los dos conflictos, la Unión Soviética proporcionó una inmensa suelto todos los problemas de la frontera.
ayuda económica y militar a sus aliados comunistas. Pero al comenzar la Los soviéticos veían su alianza con China en parte como una necesidad
década de los cincuenta, el mayor éxito soviético era, aparentemente, la vic­ como prevención ante un posible renacer del Japón. Washington había
toria comunista en la guerra civil china, a la que siguió un tratado de iniciado en 1947 el proceso de desarrollar a Japón como fuerza contra­
alianza Sino-Soviético en 1950. Mientras vivió Stalin, el líder chino, Mao puesta al poder soviético, un procesó que culminó con el tratado de paz
Zedong, se contentó con un papel subordinado, y China demostró su va­ con Japón de 1951. Los soviéticos rehusaron firmarlo porque no habían
lor como aliado soviético llevando el peso de la lucha armada del bando conseguido varias de sus demandas, entre ellas la desmilitarización de
EUROPA DESDE 1945 INTERACCIÓN CON EL MUNDO NO EUROPEO

Japón y la eliminación de las bases americanas, además de la aceptación Cuba fue crucial. Tras casi obtener el dudoso honor de ser la causa de la
por los chinos de la soberanía soviética de las islas Kuriles, que habían Tercera Guerra Mundial en 1962, Cuba -con enorme ayuda de la Unión
ocupado en 1945 (y que previamente habían perdido ante japón en 1905). Soviética- envió tropas para intervenir en la guerra civil angoleña desa­
Al tratado de paz le siguió un tratado de seguridad EE.UU.-Japón, pero tada después de que los portugueses renunciaran a su colonia en 1973.
después de muchas conversaciones beligerantes los soviéticos siguieron Al mismo tiempo Moscú comenzó a desarrollar una estrecha relación con
una política de normalización de sus relaciones con Japón. Esto reportó otra antigua colonia portuguesa, Mozambique. Esto era parte de una po­
beneficios económicos, y para 1980 el comercio entre los dos países se ha­ lítica general soviética de aumentar su influencia en África durante los
bía multiplicado por cien, por bien que esto no condujo a unas relaciones años setenta, lo que comportó, por ejemplo, una importante participa­
de seguridad más fáciles. El tratado de paz y amistad Sino-japonés de ción soviética en los conflictos del Norte de África. Al parecer, el objetivo
1978 fue interpretado por Moscú como anti-soviético en su intención y soviético era alinearse con la campaña africana contra Sudáfrica y fo­
en sus implicaciones, un punto de vista que vino a confirmarse cuando mentar los regímenes de izquierdas susceptibles de acabar en la esfera de
la Carta Blanca de japón sobre defensa de 1978 nombró explícitamente influencia soviética. Pero África resultó imposible de colocar en categorías
a la Unión Soviética por primera vez como enemigo potencial de Japón. fáciles y las perspectivas de conseguir regímenes socialistas revoluciona­
Después de 1989la cuestión de las Islas Kuriles siguió sin resolverse, aun­ rios del tipo que Moscú deseaba fueron siempre muy magras. Cuando
que la diplomacia rusa ha intentado mejorar la relación general entre los después de 1989 Rusia dejó de ofrecer ayuda, se desvaneció con ella la re­
dos países. tórica marxista de regímenes como los de Angola o Mozambique.
En otras partes de Asia, la Unión Soviética desarrolló una relación Aunque una Rusia de cualquier color -imperial, nacional o soviéti­
cálida con la India, especialmente después de la Guerra Sino-India de ca-vería siempre a Asia y el Pacífico como regiones de interés legítimas,
1962, pero demostró estar preparada para la utilizar la fuerza además de la la magnitud de su implicación en esta región, y el hecho de que Rusia se
diplomacia para defender sus intereses en esta región cuando invadió M­ interesara significativamente por África y América Latina, se derivaba
ganistán en 1979 en apoyo del gobierno pro-soviético de aquel país, un principahnente de su confrontación fría con Estados Unidos (y, en se­
paso que lo abocó a un conflicto largo, amargo y en último término im­ gundo plano, con China). Cuando las dos superpotencias estuvieron a
posible de ganar. Fue en parte este atolladero lo que, a partir de mediados punto de entrar en guerra «caliente>> a raíz de la crisis de los misiles de
de los ochenta, llevó a una Unión Soviética estirada mucho más allá de Cuba en 1962, intentaron buscar diferentes vías diplomáticas y políticas
sus posibilidades a intentar liberarse del patrón impuesto por la guerra para coexistir y mantener su conflicto dentro de unos límites controla­
fria. En el período de 1945 a 1990 la Unión Soviética había fmanciado dos dos. Entre estas vías se encuentra el Tratado Parcial de Prohibición de
guerras contra los Estados Unidos y una contra China, había ayudado Pruebas de Armas Nucleares de 1963, el Tratado del Espacio illtraterrestre
a convertir la Indonesia de Sukarno en una potencia naval mundial (al de 1967, y el Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares de 1968.
menos sobre el papel) a principios de los años sesenta, ayudó primero a Tras la llegada de Richard Nixon a la presidencia se dio inicio a un enfoque
China para luego luchar contra ella, desarrolló su potencia naval al norte más general de reducción de las tensiones, la llamada détente o distensión,
de Japón yluego en toda la región del Pacífico, y sufrió su propia versión de en cuyo núcleo se encontraba una serie de importantes iniciativas de control
la Guerra de Vietnam en Mganistán -y todo ello mientras mantenía un de armamento. La primera de estas, las Conversaciones para la Limita­
ingente arsenal en Europa. Aunque sin duda al hacerlo ayudó a mantener ción de Armas Estratégicas (SALT) se consolidó como tratado en 1972,
a raya a los Estados Unidos e infligir la mayor derrota de la guerra fría a pero los Acuerdos SALT II, firmados en 1979, no llegaron a ser ratificados
su adversario, se hace difícil ver qué otros beneficio concretos reportó a la nunca por Estados Unidos a causa de la invasión soviética de Mganistán.
Unión Soviética su postura asertiva, cuando no agresiva, hacia en Asia. Durante las eras de Gorgachov y Yeltsin se consumaron acuerdos de ma­
Lo mismo puede decirse del intento de la Unión Soviética de erigir su yor alcance sobre reducción de armamento. La mayoría de estados eu­
influencia y enfrentarse a Estados Unidos en otras regiones fuera de Asia, ropeos, juntamente con los Estados Unidos, firmaron los Acuerdos de
especialmente en América Latina y África. En ambos casos la relación con Helsinki en 1975. Éstos dieron a la Unión Soviética el reconocimiento
266 EUROPA DESDE 1945 INTERACCIÓN CON EL MUNDO NO EUROPEO

de las fronteras europeas post-1945 tras el que iban desde hada largo el fin de la Segunda Guerra Mundial las potencias coloniales europeas
tiempo, pero también otorgaron a Occidente el derecho legítimo a impli­ volvieron a afirmar, o intentaron afirmar, su control sobre las posesiones
carse en asuntos de derechos humanos en los países del Pacto de Varsovia. que habían sido ocupadas por el Eje.
Aunque Moscú casi ciertamente vio esto último como una cesión rela­ Los holandeses hubieron de enfrentarse a un movimiento independen­
tivamente inocua que le permitía alcanzar su principal objetivo, en la tista en las Indias Orientales Holandesas (Indonesia). Hacia el final de la Se­
práctica los países occidentales explotaron al máximo este compromiso, gunda Guerra Mundial los Países Bajos no se encontraban en posición de
que se resultó ser uno de los factores que ayudaron a socavar lás cimien­ reclamar inmediatamente el control de su colonia, y la ocupación de la re­
tos de la Unión Soviética durante la década de los ochenta. gión fue a parar a manos británicas. A medida que se acercaba el fin de la
guerra fue surgiendo un movimiento independentista dirigido por Sukar­
no, que declaró la independencia de la República de Indonesia en agosto de
1945. Las fuerzas británicas y Sukarno cooperaron hasta cierto punto, pero
La descolonización cuando los holandeses reemplazaron a los británicos en noviembre de
1946, procedieron a moverse en contra del movimiento de independencia,
Conviene dividir la relación entre Europa y el mundo no europeo des­ bloqueándolo allí donde había logrado el control. Al final los holandeses se
pués de 1945 en dos partes: sus relaciones con aquellas partes del mundo vieron incapaces de hacer acopio de los recursos necesarios para retener
que dominaban al fmalizar la Segunda Guerra Mundial, y la parte del mun­ el control de Indonesia, y por medio de un acuerdo negociado en la ONU
do, más pequeña, sobre la que nunca se había extendido el gobierno im­ nacieron los Estados Unidos de Indonesia, con Sukarno como primer pre­
perial europeo. Desde el siglo XV hasta la Primera Guerra Mundial, Euro­ . sidente, teóricamente como país asociado a los Países Bajos según un mo­
pa llegó a dominar gradualmente la mayor parte del mundo no europeo. delo inspirado en la Commonwealth británica. Este acuerdo duró hasta
Pero después de las dos guerras mundiales que asolaron a Europa, y en 1956, cuando Sukarno unilaterahnente abrogó el acuerdo. Durante el si­
parte a consecuencia de éstas, Europa perdió la mayor parte de su con­ guiente año el gobierno tomó y nacionalizó las extensas plantaciones ho­
trol territorial en un par de décadas. Para Europa, buena parte de la re­ landesas, y la mayor parte de los colonos holandeses que quedaban en el
lación con el mundo no europeo de después de 1945 consistió en adap­ país marcharon. La única posesión holandesa que quedó en la región, laPa­
tarse a esta revolución. Ésta se desarrolló en tres fases: la primera fue el pua Nueva Guinea occidental, no tardó en convertirse en objetivo de las
propio proceso de descolonización, realizado a ritmos diferentes y con dis­ ambiciones indonésicas, y la ONU intervino de nuevo para ayudar a alcan­
tintos grados de buena voluntad por las distintas potencias coloniales eu­ zar un acuerdo, por el que Indonesia ganó este territorio en 1969.
ropeas; la segunda fase fue una especie de período de sombra en el que, El imperio -británico era el imperio colonial más grande jamás creado.
después de haber perdido el imperio, las antiguas potencias coloniales Mientras que los otros estados europeos con posesiones en ultramar te­
intentaron, con distintos grados de éxito, mantener un imperio informal, nían fuertes intereses europeos, Gran Bretaña siempre había centrado su
o al menos algún tipo de influencia sobre partes de sus antiguos imperios interés en su imperio marítimo. Su proceso de descolonización es preci­
coloniales; finalmente, una vez se hubieron desvanecido los recuerdos y samente extraordinario porque, dada la centralidad del imperio para
emociones del pasado colonial, en la mayoría de los casos se intentó esta­ Gran Bretaña en comparación a las otras experiencias de descoloniza­
blecer relaciones internacionales normales con la mayoría de los antiguos ción, no realizó ningún esfuerzo serio por conservar sus posesiones una
territorios imperiales. vez comprendió que las demandas locales de independencia estaban fuer­
En 1945 la mayor parte del mundo no europeo formaba parte del or­ temente arraigadas. En cuestión de unos pocos años se dio la indepen­
den político y económico europeo, pero esta relación estaba a punto de dencia a las colonias y se deshizo un imperio construido durante varios
experimentar un cambio sísmico. Entre 1946 y 1975 sesenta y cinco terri­ siglos de conquistas a menudo militarmente arduas. El proceso comenzó
torios coloniales se convirtieron en estados soberanos. No obstante, en en firme con la India en 1947 y concluyó en 1997 con el retorno de Hong
1945la descolonización no era el objetivo de las potencias coloniales. Con Kong a China.
268 EUROPA DESDE 1945 INTERACCIÓN CON EL MUNDO NO EUROPEO 269

La agitación popular por el auto-gobierno de la India ya había comen- los años cincuenta era una de las colonias más valiosas que le quedaban a
2ado antes de la Segunda Guerra Mundial, bajo el liderazgo de Mahatma Gran Bretaña, con importantes intereses en plantaciones. Un movimien­
Gandhi. Varios intentos británicos de alcanzar una solución de compro­ to rebelde, el Mau Mau, emprendió una campaña de terror contra el go­
miso durante el período de entreguerras habían resultado infructuosos, y bierno británico que condujo a una significativa intervención militar bri­
después de la Segunda Guerra Mundial el gobierno Laborista de Clement tánica. No obstante, en línea con su política general de retirada de las
Attlee decidió que la única solución era la independencia. Como último colonias, Gran Bretaña concedió la independencia a Kenia en 1963.
virrey eligió a Lord Mountbatten, un pariente de la familia real británica A diferencia de Gran Bretaña, la renuencia de Francia a la pérdida de
y héroe de guerra. El vasto imperio subcontinental británico de la In­ su imperio de ultramar la llevó a una serie de enervantes guerras que en
dia, el Raj, que en otro tiempo había convertido a Gran Bretaña en la mayor última instancia amenazaron la estabilidad del orden político en Francia.
potencia de Asia, se estaba fracturando a lo largo de líneas confesionales, y La Cuarta República Francesa de la posguerra vino acompañada de una
se decidió que la única solución era la división, con la India, predominan­ innovación constitucional, la Unión Francesa. Ésta comprendía la repú­
temente hindú, en el centro, flanqueada por Pakistán, predominantemente blica francesa, sus departamentos de ultramar y los territorios asociados,
musulmán, y que a su vez se dividió más tarde en Pakistán y Bangladesh. todos presididos por el presidente francés y un consejo de representantes.
La partición de la India desató una violencia popular que se saldó con la Su objetivo no era facilitar la devolución del poder sino, en línea con las
muerte de al menos un millón de personas. También obtuvieron la inde­ tradiciones burocráticas francesas, consolidar aún más el poder en el cen­
pendencia en 1947 Burma y Ceilán (Sri Lanka). tro. Pero a pesar de tan imaginativa estructuración de sus disposiciones
Casi inmediatamente después de los acontecimientos de la India, Gran constitucionales, Francia se vio enfrentada al mismo impulso por la inde­
Bretaña hubo de enfrentarse a una situación cada vez más deteriorada en pendencia en sus colonias que las otras potencias europeas, y entre el fi­
Oriente Medio en su mandato en Palestina. Asignada a Gran Bretaña des­ nal de la guerra y 1962 estuvo siempre involucrada en una serie de duras
pués de la Primera guerra Mundial, el objetivo marcado para Palestina guerras libradas en un vano intento por conservar su imperio.
era, en parte, proporcionar una patria al pueblo judío. Después de la Se­ Francia no fue capaz de reafirmar plenamente su posición en Oriente
gunda Guerra Mundial las crecientes tensiones entre los habitantes judíos Medio en el período inmediatamente posterior a la guerra y a regaña­
y árabes, así como la presión para permitir que los judíos que habían so­ dientes reconoció la independencia de Líbano y Siria, que había controla­
brevivido a la política de exterminio alemana pudieran instalarse en Pa­ do como mandatos de la Liga de las Naciones desde la Primera Guerra
lestina, llevaron a Gran Bretaña a pasar la cuestión a la ONU. La reco­ Mundial. De igual modo, India ejerció presión sobre Francia para que en­
mendación de un Comité Especial la ONU para Palestina, adoptada por tregara los pequeños enclaves que le quedaban en el subcontinente. Pero
la ONU y aceptada por Gran Bretaña, fue la partición del territorio. Pero la las principales luchas se produjeron en Vietnam y Argelia.
puesta en práctica no resultó nada fácil. La cuestión de las líneas de divi­ El imperio colonial francés en Indochina comprendía Vietnam, Laos y
sión y la creación de un estado judío provocaron violentas reacciones en Camboya, adquiridos en parte a raíz de las guerras franco-indochinas del
la región. El gobierno británico reaccionó retirándose rápidamente de la siglo XIX. Durante la Segunda Guerra Mundial el área fue ocupada por los
región, dando fin a su mandato en mayo de 1948. Fue el preludio al esta­ japoneses, aunque una administración títere francesa leal a la Francia de
blecimiento del Estado de Israel en una parte del antiguo mandato, la Vichy fue dejada nominalmente en el poder. A medida que se acercaba el
independencia del Reino de Jordania en otra parte del mandato, y a final de la guerra, Japón reemplazó este régimen con un emperador viet­
una guerra árabe-israelí que se prolongó hasta 1949. namita, Bao Dai, proclamó la independencia de Francia y designó un go­
La última fase importante de descolonización llegó para Gran Bretaña bierno pro-japonés. En Vietnam los comunistas habían formado un efi­
en África. La Colonia de la Costa del Oro (Ghana) fue el primer experi­ caz movimiento de resistencia anti-japonés, el Vietminh, que era más
mento de concesión de independencia en 1958, y para 1965 prácticamen­ fuerte en el norte, donde tenía la ventaja de una base en China. Cuando
te todas las colonias africanas habían obtenido la independencia. El úni­ Japón se rindió en agosto de 1945, el Vietminh se apresuró a llenar el va­
co conflicto grave que hubo de afrontar Gran Bretaña fue Kenia, que en cío de poder y proclamó la independencia de la República Democrática
270 EUROPA DESDE 1945 INTERACCIÓN CON EL MUNDO NO EUROPEO 271

de Vietnam. Su control se extendió con rapidez y ayudó a precipitar la ab­ gobierno optó por desligarse lo mejor que pudo, accediendo a un alto el
dicación de Bao Dai. Pero Francia todavía albergaba la esperanza de reco­ fuego ese mismo junio.
brar el control sobre Indochina y volver a ocupar las principales ciudades. En 1954 los Acuerdos de Ginebra dividieron Vietnam en dos zonas. La
Hasta principios de 1946 los franceses se beneficiaron de la presencia de zona norte estaría gobernada por la República Democrática del Vietnam
tropas británicas, inicialmente destacadas allí para asistir con la rendición (es decir, el Vietminh) y el sur estaría gobernado por el Estado de Viet­
de las fuerzas japonesas. nam. Oficialmente, Vietnam seguía siendo un único país, y la intención
La primera confrontación directa entre el Vietminh y los franceses era realizar elecciones nacionales seguidas de reunificación política. Las
tuvo lugar cuando el Vietminh disparó contra un buque de guerra fran­ elecciones nunca se produjeron. El papel de Francia en la región fue gra­
cés que intentaba bloquear la entrega de armas en el principal puerto dualmente desplazado por Estados Unidos, que se involucró cada vez más
vietnamita de Haiphong en noviembre de 1946. Los franceses tomaron a causa de su preocupación por frenar cualquier expansión del comunis­
represalias con un ataque aéreo en el que murieron 6.000 vietnamitas. A mo, que se veía como una extensión del poder soviético. La cuestión del ..
éste le siguió una ofensiva vietnamita contra los franceses. En un intento futuro control del Vietnam se convirtió así en un asunto de la guerra fría
infructuoso de calmar a los vietnamitas, Francia reorganizó sus posesio­ y condujo a la participación de Estados UnidOs en la Guerra de Vietnam
nes en una Federación Indochina que prometía una mayor autonomía lo­ de 1964-73.
cal. Ésta fue más tarde sustituida por un acuerdo para la creación del Esta­ Justo cuando el conflicto de Vietnam comenzaba a resolverse para
do Asociado del Vietnam, que había de ser independiente en todo menos Francia estalló un nuevo conflicto en Argelia. Argelia llevaba mucho
en política exterior y de defensa dentro de la Unión Francesa. Las poten­ tiempo siendo tratada como parte integral de Francia, y en 1947 se con­
cias occidentales reconocieron este gobierno. El Vietminh, sin embargo, cedió la ciudadanía francesa a los argelinos. La asamblea local, sin embar­
estaba decidido a conseguir la plena independencia y emprendió una go, era elegida por dos colegios electorales, uno de 1,2 millones de europeos
campaña de guerrillas. Su República Democrática del Vietnam fue reco­ y el otro de 8,5 millones de árabes. En 1959, violentas manifestaciones
nocida por la Unión Soviética y por la República Popular de China. acompañaron a demandas de independencia, marcando el principio de
La fase inicial del conflicto fue principalmente una guerra de guerri­ una larga y brutal guerra. En su punto álgido se desplegó un ejército fran­
llas, en 1947-9, que acabo en tablas entre los combatientes. La situación cés de 400.000 soldados para reprimir la rebelión, pero sin éxito. Los co­
fue alterada por la victoria comunista en China en 1949, que proporcio­ lonos franceses rehusaban dar su aprobación a cualquier compromiso, y
nó al Vietminh un poderoso aliado en el norte. Durante 1950 el Vietminh la crisis provocó la vuelta a la vida politica francesa del General de Gaulle.
forzó a los franceses a retirarse de la mayor parte del norte de Vietnam. Poco Se esperaba que el líder de la Francia Libre de la guerra consiguiera llevar
a poco, el control francés sobre el país quedó confinado a las ciudades y a a los franceses nuevamente a la victoria en Argelia. De Gaulle, sin embargo,
la costa. La presión financiera de la guerra comenzaba asimismo a repre­ consideraba que era imposible ganar esta guerra y comenzó los preparati­
sentar una carga demasiado dura para la econonúa francesa, todavía no vos para la independencia argelina. Esto provocó un motín dirigido por un
recuperada de la Segunda Guerra Mundial, y a partir de 1952 los Estados grupo de oficiales franceses destinados en Argelia. Tras tornar brevemen­
Unidos cargaron con casi todo el peso financiero. En un intento dramáti­ te el control de Argel, los amotinados fueron reprimidos y De Gaulle forza­
co de invertir el rumbo de la guerra, los franceses adoptaron un plan para do a acceder a la independencia de Argelia en los términos de los Acuer­
tentar al Vietminh a un enfrentamiento donde pudieran aplastarlos. El dos de Evian de 1962. Francia retuvo importantes derechos petrolíferos y
lugar elegido fue Dien Bien Phu, a unos 350 kilómetros al oeste de Hanoi, una base naval en M.ers-el-Kebir durante quince años. Tras la decisión,
cerca de la frontera con Laos, y allí destacaron a unos 15.000 soldados. 900.000 habitantes europeos de Argelia se fueron a vivir a Francia, lo que
.El Vietminh rodeó el lugar y el sitio de Dien Bien Phu se prolongó desde causó a corto plazo falta de viviendas y de empleo. Tras la independencia,
noviembre de 1953 hasta mayo de 1954, cuando acabó con la rendición Argelia experimentó un período de peligrosa agitación política, pero De
de la guarnición francesa. Esto marcó el final del poder francés en Indo­ Gaulle, que buscaba mantener alguna influencia en la región, aportó con­
china. La guerra se había hecho cada vez menos popular en Francia, y el siderable ayuda al gobierno, lo que ayudó a estabilizar la situación política.
272 EUROPA DESDE 1945 INTERACCIÓN CON EL MUNDO NO EUROPEO 273

Como parte de su asunción al poder De Gaulle rescribió la constitu­ do gobernados por gobiernos conservadores y autoritarios que se nega­
ción francesa, dando entrada así a la Quinta República Francesa, necesa­ ban a dar su aprobación a ningún movimiento de independencia, que
ria en gran medida por la turbulencia causada por los distintos embrollos veían como una amenaza contra su legitimidad en el poder. Portugal ha­
coloniales en los que Francia se encontraba metida y que habían debilita­ bía inaugurado el ímpetu europeo por adquirir coloniales durante la era
do considerablemente la Cuarta República. La Unión Francesa fue reem­ de los descubrimientos, y su imperio fue uno de los últimos en ser des­
plazada entonces por la Comunidad Francesa, que daba a todos los com­ mantelado. El proceso comenzó cuando la India se apoderó de la colonia
ponentes del imperio francés el derecho a autogobernarse y el derecho a portuguesa de Goa en 1961. El mismo año comenzaron a producirse le­
independizarse. Los miembros conservaban una tarifa favorable con vantamientos armados en el gran imperio colonial que Portugal tenía en
Francia. Sólo Guinea rehusó unirse a la nueva estructura. A modo de lec­ Africa, en un momento en que el resto de Africa acababa de conseguir la
ción, Francia dejó el país, despojándolo de paso de tanta infraestructura independencia de sus correspondientes potencias europeas. Estas revuel­
como podia llevar consigo y cortando toda la ayuda económica. tas comenzaron en Angola y se extendieron hacia la Guinea Portuguesa y
El imperio colonial belga había estado limitado al Congo, una región Mozambique. Esto llevó a Portugal a involucrarse en una larga y exte­
rica en minerales que era objeto de intensa explotación por compañías nuante lucha por mantener el control de su imperio africano. En 1974 es­
belgas. Bélgica había invertido muy poco en desarrollar la capacidad de la talló en Portugal la Revolución de los Claveles a raíz de la propuesta del
población local, y todavía en 1960 no había apenas graduados universita­ general Antonio Spinola de reestructurar el imperio portugués con la in­
rios ni profesionales especializados. A medida que las vecinas colonias tención de poner fin a la guerra. La revolución en Portugal desembocó en
francesas y británicas comenzaban a prepararse y obtenían la indepen­ un rápido proceso de concesión de independencia a sus posesiones afri­
dencia, surgió en el Congo un movimiento similar. Tras los primeros dis­ canas durante 1975-6, aunque Timor Oriental fue apropiado por Indone­
turbios violentos de 1959 en apoyo de la independencia el gobierno belga sia. La última colonia de Portugal, Macao, que fue también la última co­
decidió abandonar el país precipitadamente, en un plazo de seis meses, lonia europea en Asia, fue cedida a China en 1999, poniendo fm así a cuatro
sin preparar para nada a la población local para el autogobierno. El resul­ siglos de presencia territorial europea en Asia.
tado fue el casi inmediato estallido de una guerra civil. En pocos días un El ya anciano dictador de España, Francisco Franco, había resistido
movimiento secesionista se había hecho con el control de la provincia su­ todos los intentos de descolonización de España, pero durante su enfer­
reña de Katanga, rica en minerales. La Unión Soviética, que buscaba un medad final los últimos restos del antaño vasto imperio colonial español
papel en el mundo descolonizado tras la retirada de las potencias europeas, llamaron la atención. Los estados vecinos al Sahara Español, rico en fos­
comenzó a proporcionar apoyo al asediado gobierno central, mientras fatos, intentaron hacerse con este territorio, para lo que el rey marroqui
que Bélgica apoyaba a los secesionistas a fin de proteger sus más valiosos organizó una marcha pacífica formada por miles de marroquíes con el fin
intereses en la zona. La ONU intentó restablecer el orden, y en el curso de de apoderarse del Sahara, mientras Argelia daba su respaldo a un movi­
las negociaciones el secretario general de la ONU, Dag Hammarskj6ld, miento independentista y Mauritania intentaba también conseguir parte
fue asesinado durante una misión al Congo. En el caos que envolvió al del territorio. En 1975 España dejó la colonia, pero su futuro seguía sien­
Congo uno de los grupos rebeldes retuvo numerosos rehenes occidenta­ do disputado por los estados de la región.
les en la ciudad clave de Stanleyville. Esto condujo al despliegue de para­ La ola de descolonización que siguió a la Segunda Guerra Mundial fue
caidistas, con ayuda americana, para rescatar a los rehenes. Varios estados seguida por los esfuerzos de una parte de las antiguas potencias imperia­
africanos condenaron este despliegue de fuerzas de la antigua potencia les de retener lazos con sus antiguos imperios, en incluso alguna forma de
imperial como un ejercicio de neo-imperialismo. En los años que siguie­ control sobre ellos. Algunos de estos lazos eran fundamentalmente sim­
ron, en numerosos estados africanos, las antiguas potencias coloniales bólicos y facilitaron la transición en la relación. Gran Bretaña animó a sus
seguirían interviniendo ocasionalmente para apoyar a una u otra facción. antiguas posesiones a unirse en la Commonwealth británica, y algunas
Los últimos estados europeos en arrostrar la cuestión de la descoloni­ incluso retuvieron durante algún tiempo el monarca británico como jefe
zación fueron Portugal y España, que desde los años treinta habían esta- oficial de su estado; Francia creó la Comunidad Francesa; los Países Bajos
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buscaron una unión bajo un soberano común; y la revolución portugue­ ción por el régimen nacionalista del primer ministro iraní Mohammed
sa de 1974 se produjo como parte de un esfuerzo por crear una Confede­ Mossadegh llevaron a Gran Bretaña a conspirar con Estados Unidos, que
ración Lusitana que mantuviera alguna conexión entre Portugal y sus co­ estaba preocupado por las posibles simpatías pro-soviéticas de parte de
lonias. Mossadegh, para derrocar a su gobierno. Aunque había perdido muchos
Tanto Gran Bretaña como Francia intentaron retener un papel finan­ territorios, Gran Bretaña deseaba continuar siendo la principal potencia
ciero y establecieron sistemas monetarios que mantuvieran los vínculos en el cada vez más importante Oriente Medio, de donde procedía el 70
con algunas de sus antiguas colonias en forma de control financiero. El por ciento del suministro de petróleo de Europa Occidental. Por ello,
bloqueo británico de la libra esterlina de la pre-guerra se transformó tras tomó la iniciativa para establecer el Pacto de Baghdad en 1955, modelado
la guerra en el Overseas Sterling Area (OSA). Como parte del intento bri­ a imagen de la OTAN, y que comprendía Gran Bretaña, Irak, Turquía e
tánico de mantener la imagen de un papel internacional, Gran Bretaña Irán. Gran Bretaña también mantuvo una fuerte influencia en Jordania.
insistió en que la libra esterlina fuera una moneda de reserva en el siste­ El principal oponente de la influencia británica era el líder nacionalis­
ma de Bretton Woods que se estableció a finales de la guerra para asegu­ ta egipcio, el coronel Nasser. La creciente confrontación entre el Egipto
rar el equilibrio económico en la posguerra. En tanto que reserva mone­ de Nasser y las antiguas potencias imperiales, Gran Bretaña y Francia, de­
taria públicamente reconocida servía como moneda de respaldo del dólar sembocó en la crisis de Suez de 1956.
americano, lo que por confería un cierto prestigio reflejado a Gran Breta­ Una vez Gran Bretaña y Francia se hubieron retirado de Oriente Me­
ña. Pragmáticamente, fue también un intento de asegurar que se retuvie­ dio, la región continuó estando en el centro de una compleja red de con­
ra a Londres como centro financiero internacional, lo que reportaba al flictos. La monarquía egipcia había sido derrocada en 1952 y el coronel
país unos dividendos invisibles. Fue útil también para proporcionar mer­ Nasser había llegado a presidente en 1954. Él gobierno de Nasser em­
cados para los bienes británicos porque Gran Bretaña, en tanto que ad­ prendió una campaña de creciente enfrentamiento con Israel. Egipto blo­
ministrador de OSA, fijaba las tasas de conversión entre las monedas queó el paso de los barcos israelíes por el canal de Suez y fuera del Golfo
participantes. Pero esta posición tenía también desventajas para Gran de Aqaba. Nasser comenzó a reforzar el ejército egipcio con armamento
Bretaña. Una vez la libra esterlina se hizo plenamente convertible en 1958, comprado en el bloque soviético en 1955, una jugada que causó preocu­
se convirtió en objeto de especulación, lo que causó varios episodios em­ pación entre las potencias occidentales y que, en la interpretación de mu­
barazosos de presión sobre la libra. La libra ya había sido devaluada en chos, traía el Oriente Medio a la guerra fría. Francia tenía malas relacio­
1949 de 4,03 dólares a 2,80 dólares. En 1967 el gobierno se vio forzado a nes con Egipto a causa de su apoyo de los insurgentes que luchaban por la
devaluarla aún más hasta 2,40 dólares. Aunque esta devaluación se reali­ independencia en Argelia. A su vez, Gran Bretaña tenía malas relaciones
zó por causa de apremiantes problemas nacionales, tuvo el efecto de de­ con Egipto, que generalmente se oponía a la influencia británica y a los
valuar también todas las monedas de la OSA en el mismo 14 por ciento. regímenes pro-británicos en la región.
El resultado fue que las otras monedas de la OSA colocaron el dinero en De acuerdo con el Tratado Anglo-Egipcio de 1954 Gran Bretaña retiró
otra moneda y dejaron de tratar a la antigua moneda imperial como re­ sus últimas tropas del Canal de Suez en junio de 1956. Enseguida, al mes
serva. En 1987 los Acuerdos de Basle pusieron fin definitivamente a la siguiente, Nasser decidió nacionalizar el Canal de Suez, que era propiedad
OSA. La mayoría de los países del antiguo imperio sub-sahariano de conjunta de Francia y Gran Bretaña, a fin de recoger fondos para la cons­
Francia adoptaron el franco CFA (Communauté Financiére Africaine) trucción de un ·vasto complejo hidroeléctrico en Asuán. Esto decidió a
como moneda, con un cambio fijo con el franco francés. Los miembros Gran Bretaña, Francia e Israel a llevar a cabo una acción conjunta contra
de la zona franco mantienen la mayoría de sus reservas de divisas en fran­ su enemigo común. Se acordó que Israel atacaría Egipto, moviéndose ha­
cos franceses. cia el canal, y que Gran Bretaña y Francia exigirían entonces que los paí­
Gran Bretaña retuvo considerables intereses económicos en Irán, y en ses beligerantes se retiraran del área del canal para poder garantizar su
los años cincuenta la Corporación Petrolera Anglo-Iraní era la inversión protección, que quedaría garantizada por una fuerza anglo-francesa que
británica más importante en el extranjero. Las amenazas de nacionaliza- intervendría para tomar el control del canal de acuerdO con el tratado
EUROPA DESDE 1945 INTERACCIÓN CON EL MUNDO NO EUROPEO 277

anglo-egipcio, que permitía la intervención si la seguridad del canal se elecciones generales. En 1960 en Ciudad del Cabo el primer ministro bri­
veía amenazada. Este acto de «colusióm) tenía por objeto proporcionar tánico Harold Macmillan habló de los «vientos de cambio)) que recorrían
una excusa para una intervención anglo-francesa. Israel puso en marcha África. En 1963 Gran Bretaña había liquidado casi todo su antaño vasto
el plan atacando Egipto a finales de octubre. imperio africano. A mediados de los años sesenta el gobierno Laborista
Las fuerzas israelíes tuvieron un enorme éxito, alcanzando el Canal de del primer ministro Harold Wilson afrontó la realidad de que, con la pér­
Suez y reabriendo el Golfo de Aqaba. De acuerdo con el plan de colusión dida del imperio, su poder había disminuido, tanto económica como mi­
se emitió un ultimátum anglo-francés el30 de octubre, pero hasta el S de litarmente, y adoptó una nueva visión estratégica que requería que Gran
noviembre no llegaron al canal, en paracaídas, las primeras fuerzas anglo­ Bretaña pusiera fin a su posición al «este de Suev). De modo que, para
francesas. A esto le siguió un desembarco anfibio. Entretanto, tanto los evitar que algunas de las antiguas colonias no se sintieran demasiado de­
Estados Unidos como la Unión Soviética, en un raro acto de concordan­ jadas a su suerte, la Commonwealth recibió un poder más elevado y su
cia, exigieron un alto el fuego a través de la ONU el 2 de noviembre. Ante propio secretariado. Simultáneamente, cierto número de antiguas colo­
esta presión internacional, pero especialmente americana, los británicos y nias recibieron de repente, e incluso inesperadamente, la independencia.
los franceses accedieron a desistir y se acordó un alto el fuego el 6 de no­ La retirada de Gran Bretaña fue gradual. Todavía apoyó a Malasia, que
viembre. Inmediatamente se destacó en la zona una fuerza de emergencia había logrado la independencia de Gran Bretaña en 1957, cuando Indo­
de la ONU para separar a las partes beligerantes en el Sinaí, y se evacua­ nesia inició una política de acoso dirigida a Malasia. La amenaza indoné­
ron las tropas anglo-francesas, mientras que las tropas israelíes abando­ sica fue rechazada con la ayuda de 50.000 soldados de la Commonwealth
naban Egipto y la Franja de Gaza. proporcionados por Gran Bretaña, Australia y Nueva Zelanda. La con­
Una respuesta anglo-francesa más rápida quizá hubiera conseguido el frontación se alargó hasta 1964, y durante este período Indonesia conti­
objetivo. El retraso en el desembarco de las tropas permitió a la opinión nuó amenazando con intensificar el conflicto al tiempo que se deshacía
pública internacional alzarse contra ellos. La Unión Soviética aprovechó en un caos económico, hasta que un fracasado golpe de estado comunis­
la oportunidad causada por esta distracción para aplastar el gobierno li­ ta precipitó la toma de poder por el ejército en 1965 y el gradual despla­
beral húngaro, que estaba intentando separarse del bloque soviético. En zamiento de Sukarno del poder. Sukarno había afirmado que el auténtico
Oriente Medio el prestigio francés y británico se vio seriamente dañado enemigo era el imperialismo y neo-colonialismo británico, que había
tras su humillante retirada. El primer ministro británico, Anthony Eden, creado una Malasia títere. Las tensiones económicas y políticas de la con­
que había apoyado la intervención, dimitió. Suez marcó el fin del papel frontación agravaron la situación dentro de Indonesia y contribuyeron al
de Gran Bretaña y Francia como grandes potencias capaces de actuar al descontento que finalmente provocó la caída de Sukarno. El intento de
mismo nivel que los dos estados más potentes del sistema internacional. repetir el éxito de la confrontación anterior con los Países Bajos había fra­
Después de 1956 quedó claro que el sistema internacional se había con­ casado gracias a la firmeza británica. En consecuencia, el prestigio britá­
vertido en un mundo bipolar en el que Estados Unidos y la Unión Sovié­ nico aumentó gracias a su eficaz apoyo a Malasia. Gran Bretaña, en tanto
tica eran las superpotencias. Suez había revelado los limites del poder que antigua potencia imperial, también desempeñó un importante papel
europeo. como intermediario en la transición hacia un gobierno de mayoría en
Después de Suez, Gran Bretaña pasó por un proceso de reposiciona­ Rhodesia-Zimbabwe, durante la cual Gran Bretaña se convirtió breve­
miento que durante los cinco años siguientes condujo al proceso parejo mente en el poder gobernante para supervisar las elecciones.
de entrar en la CEE y de deshacerse de algunos fragmentos del imperio Francia fue la más activa de todas las antiguas potencias coloniales eu­
que ya no satisfacían los intereses británicos tras el amplio proceso de ropeas a la hora de intentar mantener una esfera de influencia en sus anti­
descolonización ya consumado. Gran Bretaña estaba pasando consciente­ guos territorios. Aunque para mediados de los años sesenta la Comunidad
mente de ser un estado encarado a sus posesiones de ultramar a ser un es­ Francesa ya había perdido todo significado fundamental, Francia conti­
tado encarado a Europa. El gobierno conservador decidió en 1959 reti­ nuó desempeñando un papel activo en su antiguo imperio subsahariano,
rarse de África tan rápidamente como fuera posible tras las siguientes apoyando el ampliamente usado franco centroafricano y manteniendo
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una presencia militar que a menudo fue decisiva para mantener un régi­ británico podía estar preparado para llegar a un acuerdo sobre las islas, y
men o deseinpeñar un papel en un cambio de gobierno. probablemente se creía que Gran Bretaña no estaría dispuesta, o sería in­
Un ejemplo de la continua participación francesa en la región es la capaz, de hacer una guerra distante por poco más de 1.800 personas y
guerra entre Chad y Libia. El régimen libio del Coronel Gaddafi tenía el 400.000 ovejas. La guerra estalló a raíz del desembarco ilegal de un grupo
firme propósito de reclamar la franja de Aozu, rica en minerales, del veci­ de comerciantes argentinos de chatarra en South Georgia, una dependen­
no Chad. Varios intentos libios de tomar el control de la franja habían cia de la colonia de las Islas Falkland, en marzo de 1982. Le siguió la inva­
sido rechazados por Chad con ayuda francesa. Cuando esto volvió a ocu­ sión total de las islas por Argentina.
rrir en 1983, el presidente de Francia, Mitterrand, decidió intervenir di­ Las fuerzas invasoras argentinas rápidamente tomaron las guarnicio­
rectamente con tropas francesas. Un cuerpo francés de unos 3.000 soldados nes de las Falkland y de South Georgia, y el gobernador inglés fue depor­
estableció una zona prohibida, la zone rouge, entre los ejércitos enfrenta­ tado. Gran Bretaña respondió a la crisis enviando un destacamento naval
dos. En septiembre de 1984 se alcanzó un acuerdo para la retirada de las especial, que llegó a finales de abril tras un viaje de 8.000 millas. Durante
tropas extranjeras, pero mientras que los franceses se retiraron, los libios este período de calma todos los esfuerzos por alcanzar una solución di­
se quedaron. En febrero de 1986 las fuerzas libias avanzaron, confiados en plomática al conflicto resultaron infructuosos. Gran Bretaña declaró una
que las elecciones parlamentarias francesas que entonces tenían lugar dis­ <<zona de exclusión total» de 200 millas alrededor de las Falklands. Se pro­
traerían la atención francesa. Pero rápidamente se desplegaron fuerzas dujo entonces un polémico incidente con el hundimiento del buque de
francesas, y Estados Unidos proporcionó ayuda por valor de 10 millones guerra argentino General Be/grano cuando se encontraba fuera de la zona
de dólares. Con tan importante apoyo franco-americano, las fuerzas del de exclusión total. Las fuerzas británicas pronto recapturaron South
Chad lograron avanzar hacia el norte, derrotando a los libios y recon­ Georgia, a fmales de abril, a lo que siguió una serie de desembarcos en las
quistando el control de la franja de Aozu. Falklands que rápidamente aplastaron las guarniciones argentinas. A
Francia ha sido reacia a renunciar a los últimos fragmentos de su im­ consecuencia de su derrota el gobierno militar argentino hubo de dejar el
perio colonial. Ha encontrado en la Guyana Francesa una base conve­ poder. El nuevo gobierno aceptó el final deJacto a las hostilidades, y las re­
niente para el lanzamiento de satélites, en tanto que sus territorios en el laciones anglo-argentinas mejoraron tras el restablecimiento de un go­
Océano Pacífico le proporcionaron hasta 1996 un lugar para sus pruebas bierno civil en Argentina a finales de 1983.
de armas nucleares. En 1985 agentes franceses abordaron y hundieron un El crecimiento de la UE, y el legado progresivamente más pequeño de
barco de Greenpeace en Nueva Zelanda que protestaba contra las pruebas la era colonial, condujeron lentamente a una reformulación de las rela­
nucleares francesas, una acción que condujo a una seria ruptura de las re­ ciones de Europa con el mundo no europeo. Las Convenciones de Lomé
laciones. Francia se adelantó a cualquier tipo de reparación por parte de de 1975 y 1980 entre la CE y sesenta estados africanos, caribeños y del Pa­
Nueva Zelanda utilizando su peso en la CE para amenazar a este país con cífico, permitieron la entrada de casi todos los productos agrícolas de es­
represalias económicas. tos países en la CE sin impuestos, al tiempo que permitían un impuesto
Todavía quedan varios fragmentos de un vasto imperio colonial que común sobre los bienes procedentes de la CE.
siguen bajo el control de estados europeos. Gran Bretaña conserva varias Europa, que durante siglos había sido un foco de emigración, en la era
posesiones isleñas, especialmente en el Caribe y el Atlántico. Una de éstas, de posguerra se convirtió en foco de inmigración, y una gran cantidad de
las Falklands, fueron causa de una guerra entre Argentina y Gran Bretaña personas, predominantemente del antiguo mundo colonial, buscó esta­
en 1982. Gran Bretaña y Argentina mantenían desde hacía tiempo una blecerse en Europa, y generalmente en la antigua potencia colonial. Al
disputa territorial acerca de la soberanía de las Islas Falkland (Las Malvi­ principio, cuando, al acabar la segunda Guerra Mundial, el país sufría
nas), que están situadas a unas 300 millas al este de la costa argentina. El una grave falta de mano de obra, Gran Bretaña atraía ávidamente a inmi­
gobierno militar de Argentina buscaba un triunfo para restablecer su de­ grantes de su antiguo imperio. Un hito importante fue la llegada en ju­
caída popularidad en una espectacular victoria. Así, aumentó la presión nio de 1948 del Empire Windrush de Jamaica con el primer grupo de
para la retirada británica de las islas. Había indicaciones de que el gobierno inmigrantes. Todos los ciudadanos de la Commonwealth disfrutaban
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del libre derecho a la inmigración, pero con el aumento de la cantidad de común ha permitido el acceso a la literatura y las películas de los antiguos
inmigrantes, el gobierno británico aprÜbó en 1972la Ley de Inmigración estados coloniales, y en una era de rápida expansión de los medios de ra­
de la Commonwealth, que intentaba por vez primera controlar el núme­ diodifusión y televisión, esto proporciona a Europa una importante in­
ro de inmigrantes. fluencia cultural. Las antiguas potencias coloniales siguen siendo un des­
Desde 1945 han venido a Europa muchos inmigrantes a causa de los tino importante para la educación superior de parte de los estudiantes de
problemas políticos o económicos de sus países de origen. En 1951 Gran sus antiguos imperios. La globalización de la información ha ayudado a
Bretaña tenía una población de 74.000 habitantes procedentes de los paí­ conectar el antiguo mundo colonial con las antiguas potencias coloniales.
ses de la nueva Commonwealth; en 1981 esta cifra había aumentado has­ Justo cuando la descolonización parecía acabar separando a las potencias
ta 2,2 millones. Francia tenía en 1990 una población de 1,5 millones de europeas del mundo no europeo, la globalización permite su acercamiento
inmigrantes africanos, y casi 0,5 millones de inmigrantes asiáticos. Espa­ por otras vías.
ña y Portugal, que históricamente habían sido países de emigración, co­
menzaron también a recibir inmigración. Portugal, tras el colapso de su
imperio, se encontró con una población de 800.000 inmigrantes de una
población total de tan sólo 10 millones. Los levantamientos políticos en Globalización e internacionalización
las antiguas colonias siguieron afectando a las antiguas potencias mucho
tiempo después de la independencia. En 1972 Uganda expulsó a su po­ Dos procesos estrechamente relacionados han establecido muchos de los
blación étnica asiática, lo que provocó que 29.000 personas con pasapor­ contextos sociales, económicos y políticos en los que se ha desarrollado la
te británico se desplazaran a Gran Bretaña, donde acabaron por conver­ interacción entre Europa y el mundo no europeo. «Globalizacióm} hace re­
tirse en uno de los grupos de mayor éxito económico. También quedan ferencia a la manera en que una gran parte de la actividad económica des­
restos de un notable flujo de emigración británica. Por ejemplo, durante de 1945 ha pasado a tener lugar cada vez más en mercados esencialmente
los años de dificultades económicas de principios de los ochenta hubo en mundiales en lugar de estar confinada dentro de fronteras nacionales o in­
Gran Bretaña más emigfación que inmigración; así, 465.000 personas cluso regionales. Los mercados globales ayudan a producir actores globa­
emigraron a países de la Antigua Commonwealth y a los Estados Unidos les, como las ingentes corporaciones transnacionales, o magnates de los
durante 1979-83. medios de comunicación como Rupert Murdoch, así como una cultura
Tales movimientos de población han contribuido a cambiar el mapa global, mayormente occidental o (dirian algunos) norteamericana. «ln­
cultural de Europa, puesto que por primera vez Europa Occidental y Cen­ ternacionalización» hace referencia a la manera en que los estados han
tral cuentan con una notable población musulmana. Los inmigrantes respondido a la globalización y a otras presiones aunando sus recursos
económicos de Turquía han aumentado este fenómeno. Uno de los efec­ -económicos, diplomáticos y militares- en una amplia gama de organi­
tos de esto ha sido que Europa se ha visto involucrada en asuntos del zaciones internacionales. Ambos procesos han afectado profundamente
mundo islámico. En 1989 el autor británico nacido en la India Salman todos los aspectos de la política mundial y de la economía política global.
Rushdie fue objeto de una fatwa emitida por el máximo líder religioso de Aunque se ha producido un intenso debate acerca del verdadero alcan­
Irán, el Ayatolá Jomeini, que pidió la muerte del escritor por un cargo ce de la globalización y su impacto sobre la nación estado, algunos hechos
de blafemia en su libro Los versos satánicos. Esto condujo a una larga rup­ básicos están fuera de discusión: las transacciones financieras diarias en
tura de relaciones anglo-iraníes y a un corto estallido de eventos de que­ todo el mundo superan el billón de dólares, la velocidad con la que estas
ma de libros considerados blasfemos en algunas comunidades musulma­ transacciones tienen lugar en la actualidad se ha visto reducida a menos de
nas, en apoyo de la fatwa. un segundo, las mejoras en la productividad combinadas con la continua re­
La interacción entre Europa y el mundo no europeo se basa en una lar­ ducción de barreras al comercio han favorecido la concentración de va­
ga y compleja historia. En el antiguo mundo colonial permanece a menu­ rias actividades económicas en corporaciones transnacionales cada vez
do un legado lingüístico, que sigue siendo un lazo importante. El lenguaje más grandes, y el comercio ha aumentado de forma continua desde 1945,
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tanto en volumen total como en porcentaje del producto interior mun­ pública. Esto no impidió que la Ronda de Uruguay de negociaciones co­
dial total. Además, se puede aportar toda una serie de estadísticas que merciales, que comenzó en 1986, alcanzara un acuerdo en 1994 que in­
muestran la centralidad de Europa (especialmente Europa Occidental) en cluia el establecimiento de un sucesor del GATT, la Organización MUn­
todos estos procesos -y por tanto su dependencia de ellos y su vulnera­ dial del Comercio.
bilidad. Solamente los bancos situados en Gran Bretaña sostienen casi GATT era una de las tres organizaciones económicas internacionales
una cuarta parte de los préstamos internacionales, la UE es responsable establecidas después de la guerra para proveer cierto nivel de administra­
de cerca del 40 por ciento del comercio total y del 20 por ciento del co­ ción de la economía global; las otras eran el FMI y el Banco Mundial. Su
mercio fuera de la Unión, y más de la mitad de las inversiones totales del cometido inicial, canalizar la asistencia a Europa, quedó después reem­
mundo fluyen entre la UE, de un lado, yAmérica del Norte y Japón, del otro plazado por la nueva función de proporcionar préstamos a países en vías
lado. La UE es también responsable de un 3 1 por ciento de la producción de desarrollo. Para 1970 Japón se había unido a los Estados Unidos y
total mundial, en comparación a un 27 por ciento de Estados Unidos y Europa Occidental como uno de los tres principales centros de poder
un 2 1 por ciento de Japón. económico. Tras el derrumbe del sistema de Bretton Woods en 1971 y la
Hasta los años noventa los países del Pacto de Varsovia habían estado primera de una serie de grandes subidas del precio del petróleo en 1973,
excluidos de estos procesos porque seguían políticas que caían entre la estos tres centros añadieron una importante institución informal: las
autarquía y la división del trabajo entre los miembros del Comecon, esta­ cumbres del Grupo de los Siete (G7). Éstas tuvieron su origen en una ini­
blecido en 1949 para promover la cooperación económica entre ellos. Su ciativa del presidente francés, Valéry Giscard D'Estaing, de 1975. Su idea
experiencia desde 1989 ha sido diversa: la mayoría se consideraron ini­ original era hacer reuniones irregulares y muy informales de «los que son
cialmente mercados emergentes que ofrecían interesantes perspectivas de realmente importantes en el mundo» -los jefes de gobierno de Estados
crecimiento, y algunos recibieron grandes préstamos e inversiones. El Unidos, Japón, Alemania, Gran Bretaña, Canadá, Francia e Italia- con el
mayor receptor de préstamos, Rusia, ha fracasado en su intento de reali­ objetivo de centrar su conocimiento colectivo en los grandes problemas
zar su potencial económico y ha caído aún más profundamente en deuda del momento, libres de las limitaciones impuestas por los ejércitos de bu­
con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y otras fuentes de présta­ rócratas. Esta imagen un tanto romántica del poder en el mundo moderno
mos. Otras economías, como las de Polonia y Eslovenia, comienzan a de­ naufragó contra los escollos de los distintos sistemas políticos y culturales
mostrar una tendencia firme y continuada al crecimiento. representados por los siete: otros líderes políticos no disfrutaban del pe­
El ímpetu inicial para la integración de Europa no provino tanto de la ríodo de siete años en la presidencia que tenía el presidente francés y te­
globalización como de una serie de presiones políticas. Entre estas se in­ nían menos tiempo para centrarse en el contexto global a expensas de
cluye la insistencia americana en que Europa proporcionara una respuesta consideraciones electorales de corto plazo. Además, los líderes europeos
común a la ayuda del Plan Marshall, lo que llevó al establecimiento en y, hasta cierto punto, los japoneses, tendían a tener más experiencia a ni­
1948 de la Organización para la Cooperación Económica Europea (más vel gubernamental, a menudo en oficinas financieras, que sus homólogos
tarde Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos, con Esta­ americanos, lo que hacía que el presidente de Estados Unidos fuera reacio
dos Unidos y Canadá). También un producto de la presión americana fue a entablar discusiones de alto nivel sin que sus consejeros estuvieran pre­
el establecimiento un año antes del Acuerdo General sobre Aranceles sentes. En consecuencia, las reuniones se hicieron mucho más formales,
Aduaneros y Comercio ( GATT), que creó el foro más importante para el regulares, altamente publicitadas y bien organizadas que en la idea origi­
discurso comercial entre los estados más importantes. También aquí, a la nal francesa. También comenzaron a considerar un abanico mucho más
vista de la creciente tensión sobre cuestiones comerciales con los Estados amplio de cuestiones que las relacionadas con la economía internacional,
Unidos, los socios de la UE han tendido a funcionar como una sola uni­ y así aparecieron en sus agendas cuestiones medioambientales, terroris­
dad. Las disputas comerciales alcanzaron un pico en los años ochenta, mo y la crisis de los Balcanes.
cuando cada bando acusó al otro de prácticas restrictivas y proteccionis­ Cuando comenzaron las reuniones del G7, la ortodoxia económica
mo, especialmente en las áreas de agricultura y políticas de contratación predominante era todavía la creencia en las posibilidades del modelo
EUROPA DESDE 1945 INTERACCIÓN CON EL MUNDO NO EUROPEO

keynesiano de gestión de la demanda. Esto condujo a varias estrategias los cinco escaños permanentes en el consejo de seguridad, y América La­
para abordar coordinadamente los problemas globales de la economía, tina y Europa Occidental comprendían la mayoría de la asamblea general.
de las que la de mayor éxito posiblemente sea la fraguada en la cumbre de Europa Occidental también proporcionó los dos primeros secretarios ge­
1978 en Bonn, cuando Alemania Occidental y Japón acordaron reflacio­ nerales de la ONU, el noruego Trygve Lie y el sueco Dag Hammarskjold
nar sus economías a cambio de un compromiso americano de hacer una -ambos objeto de la ira de la Unión Soviética por su presunto sesgo
política fiscal más estricta para contrarrestar la inflación. No obstante, los pro-occidental. Pero a mediados de los años sesenta la mayoría de los
alemanes llegaron más tarde a la conclusión de que habían sido empuja­ miembros de la ONU eran estados afro-asiáticos, que impulsaron vigoro­
dos a adoptar una política que agravaba su propia inflación sin tener nin­ samente una agenda en la que los problemas de desarrollo y anti-colonia­
gún efecto a largo plazo sobre los problemas económicos globales: una vi­ lismo tenían prioridad sobre las cuestiones de la guerra fría. El apoyo
sión que se ajustaba a la ortodoxia neoliberal de los años ochenta que occidental a Israel y, en menor medida, Sudáfrica, contribuyó a crear una
encarnaban Ronal Reagan y Margaret Thatcher. Reagan intentó también atmósfera en la que Estados Unidos y las principales potencias coloniales
utilizar las reuniones para promover su estrategia de confrontación con la de antaño como Gran Bretaña a menudo se encontraban en el lado cor­
Unión Soviética, lo que dio origen a varias disputas graves con sus aliados tante de discursos y resoluciones impotentes pero airados de la asamblea
europeos, de las que la más notoria fue la ocurrida en la cumbre de 1982 general. Al mismo tiempo la dificultad de garantizar la necesaria unani­
en Versalles, cuando Reagan intentó presionar a los rusos frenando el midad entre los cinco permanentes del consejo de seguridad impedía que
acuerdo sobre la propuesta de un oleoducto trans-siberiano: una jugada la ONU pudiera desempeñar el importante papel en la seguridad inter­
que podía haberles costado muchos empleos a los europeos. Ocho años nacional que en un principio se había pretendido. Por ello, la declaración
más tarde, cuando la cuestión era qué hacer con una Unión Soviética en del grupo G7 de 1991 era importante porque simbolizaba un n.uevo in­
el umbral del colapso, los países del G7 fueron igualmente incapaces de tento occidental de aprovechar plenamente el potencial de la ONU. Al fi­
alcanzar un acuerdo, puesto que Francia y Alemania optaban por conti­ nal, el «nuevo orden mundiab, del que este retorno a la ONU era una
nuar con sus programas bilaterales de ayuda, EE.UU. pedía más conce­ parte significativa, _resultó ser ilusoriO. Hubo una importante contribu­
siones de seguridad, Japón solicitaba que la ayuda estuviera vinculada a ción europea en las actividades de pacificación de la ONU en Somalia,
progresos en la disputa sobre las Islas Kuriles, y Gran Bretaña pedía una Ruanda, Bosnia y otros lugares, pero con resultados variables, y cuando la
reestructuración más minuciosa. Rusia es en la actualidad un miembro OTAN decidió bombardear Yugoslavia en 1999, se abstuvo de buscar un
más de este pequeño círculo -más a causa de aprensiones por el peligro mandato de la ONU debido a la probabilidad de un veto ruso en el con­
de dejar a Rusia al margen, que porque Rusia satisfaga los criterios eco­ sejo de seguridad.
nómicos para ser miembro del club, aunque la presencia de Rusia en la Una importante respuesta institucional internacional a la globaliza­
cumbre del G8 de 1999 fue valiosa por sus lazos con el intransigente go­ ción ha sido la búsqueda, por parte de los miembros de la UE, de res­
bierno de Yugoslavia, que por entonces estaba siendo bombardeada por puestas coordinadas, si no comunes, a varios retos internacionales. En
aviones de la OTAN en respuesta a su política de «limpieza étnica}} en la ciertas áreas -especialmente en las negociaciones sobre comercio, agri­
provincia sureña de Kosovo. cultura y pesca- la UE funciona como una unidad; en otras, como en la
La declaración de la cumbre del G7 de 1991 afirmaba que el grupo pre­ ayuda a los países en vías de desarrollo, la política global de la UE viene
tendía hacer un mayor uso de la ONU para la resolución de conflictos, la regida por instrumentos como la Convención de Lomé, aunque cada uno
diplomacia preventiva y la cooperación en varias áreas políticas, econó­ de los miembros de la UE difiere considerablemente en la cantidad de
micas, ecológicas y humanitarias. Esto marcó un giro respecto a la posi­ ayuda que ofrecen. Con el Tratado de Maastricht la UE se comprometió a
ción de varios miembros del G7 durante las décadas de los setenta y avanzar hacia una política exterior y de seguridad común (PESC). El de­
ochenta, cuando tendían a ver la ONU como una organización anti-occi­ sarrollo minucioso de la PESC ha servido para poner de manifiesto los
dental e ineficaz. Cuando se creó la ONU en 1945, estaba dominada por problemas de este concepto, aunque en la práctica la UE ha avanzado
Estados Unidos y sus aliados, Gran Bretaña y Francia recibieron dos de hacia una política común realizada ad hoc en problemas como el medio
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ambiente y los derechos humanos y también en su orientación hacia con cuarenta miembros. En los últimos diez años, la UE ha intentado, con
otros grupos regionales. creciente interés, promover los principios del «buen gobiernm>, como la
El Tratado de Maastricht incluía un compromiso con el desarrollo sos­ democracia, la observancia de los derechos humanos y el estado de de­
tenible que fue reafirmado en los mandatos de los nuevos Banco Europeo recho, fuera de Europa. Este compromiso fue puesto por escrito en el
para la Reconstrucción y el Desarrollo y Banco Europeo de Inversiones. Acuerdo de Lomé IV con sus asociados en el mundo en vías de desarrollo,
Más concretamente, la UE adoptó una posición negociadora común en la y resaltado aún con mayor énfasis en documentos posteriores. En 1995
Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo dos importantes declaraciones realizadas por la Comisión de la UE deja­
de 1992 y en la.Conferencia de Kyoto sobre el Cambio Climático Global de ron bien claro que todos los acuerdos de la UE con terceros incluirían
1997. Sin embargo, aunque la primera de éstas logró establecer unos cláusulas referentes a los derechos humanos, y que se contemplaría la sus­
principios generales, la segunda reveló grandes diferencias entre la UE y pensión de los acuerdos en caso de violación de los derechos humanos. La
el resto de los principales participantes. El principal objetivo de Kyoto era cuestión de la protección internacional de los derechos humanos siempre
establecer compromisos específicos para la reducción de las emisiones de ha estado llena de dificultades, y la experiencia de la UE ha tendido a con­
gases causantes del efecto invernadero, de las que los Estados Unidos son firmar esto. Las distintas culturas y religiones encaran de forma distintas
responsables de una cuarta parte, y la UE del 15 por ciento. La posición de las cuestiones de derechos humanos, los estados siempre reclamarán su
la UE era que los principales estados industrializados redujeran sus emi­ derecho soberano a resolver las cuestiones nacionales en el marco de su pro­
siones en un 15 por ciento para el año 2010 respecto al nivel de referencia pia jurisdicción, y los intereses comerciales y de seguridad tienden a llevar
de 1990. Al final sólo se pudo acordar una reducción total del S por cien­ a los estados a aplicar distintos raseros al cumplimiento de los derechos
to, correspondiente a una reducción del 8 por ciento para la mayoría de humanos. En el caso de la UE, esta última consideración ha llevado a se­
países europeos, del 7 por ciento para Estados Unidos, y del 6 por ciento guir una línea de actuación más suave con China que con los asociados de
para Japón. Pero otras fuentes de gases invernadero de creciente impor­ Lomé de la UE, así como a hacer oídos sordos a los malos tratos contra los
tancia global, como China y la India, sólo recibieron objetivos voluntarios pueblos indígenas en Norteamérica y Australia. En cambio, muchos paí­
de reducción de emisiones. El problema del calentamiento global va ses africanos han recibido sanciones europeas de distinto tipo por causa
camino de convertirse en una de las principales fuentes de tensión inter­ de cuestiones de derechos humanos, aunque incluso aquí la práctica no es
nacional durante las próximas décadas. Mientras que Europa en conjun­ uniforme: Francia logró evitar la imposición de sanciones en su antigua
to quizá consiga reducir su propia contribución al problema siempre y colonia Camerún.
cuando Europa Occidental se haga cargo de la mayor parte de la carga El fortalecimiento de distintos procesos de integración regional en
económica que el acuerdo supone para Europa Oriental, las naciones en todo el mundo durante los últimos veinte años se ha interpretado gene­
vías de desarrollo que obtienen su energía mayormente de la quema de ralmente como una respuesta a la globalización. A medida que aumenta­
carbón y están en rápido proceso de industrialización se niegan en efecto ban las fuerzas comerciales y financieras a las que tenían que hacer frente
a recortar sus emisiones a no ser que el enorme coste ( 1 billón de dólares) los estados, éstos comenzaron a sentir la necesidad de unir sus recursos
de la conversión a tecnologías alternativas sea sufragado por los países oc­ tanto para sobrevivir como para obtener el máximo beneficio de la glo­
cidentales. No sólo no hay indicios de que esto vaya a ser así, sino quepa­ balización. Los estados excluidos de un grupo regional buscaron oportu­
rece que Estados Unidos tiene toda la intención de seguir siendo uno de nidades en otros: Rusia entró en el Grupo Asia-Pacífico de Cooperación
los mayores emisores de gases. Económica en 1997, mientras que Turquía, también excluida de la UE
Europa, que ha sido el escenario de las mayores violaciones de los de­ pese a largos años de buscar la admisión, intentó establecer fuertes lazos
rechos humanos de la historia, entre las que hay que incluir la reciente con Asia Central y Oriente Medio. Este proceso no sólo afectó a los esta­
experiencia (años noventa) de la antigua Yugoslavia, ha concebido sin dos: las empresas de negocios, desde las de telecomunicaciones, aeroespa­
embargo el sistema más efectivo y de mayor alcance para la protección in­ cíales y automovilísticas a las del petróleo, la banca o los refrescos prota­
ternacional de los derechos humanos en la forma del Consejo de Europa, gonizaron una oleada de fusiones tanto dentro de regiones como entre
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regiones. Una consecuencia inevitable de esto es que los grupos regio­ sas aventuras fuera de Europa. Pero al final de la década de los noventa
nales cada vez negocian entre sí más como bloques que como países había comenzado a tomar forma un cierto sentido de un destino común
individuales. Por ejemplo, la UE y la Asociación de Naciones del Asia Su­ en lo que Gorbachev había llamado <muestra casa común europea». En el
dorienta! (ASEAN) alcanzaron un Acuerdo de Cooperación en 1980, y en sentido más amplio, esto podía verse como un producto de la globaliza­
1996 la UE y diez estados asiáticos, entre ellos siete miembros de ASEAN, ción. Alemania en particular, pero también otras potencias europeas, se
acordaron formalizar y avanzar en su diálogo mediante el ini_cio de los dieron perfecta cuenta de que las consecuencias de un colapso económi­
Encuentros Asia-Europa. Del mismo modo, la UE y.el grupo Mercosur de co, político y social en Rusia no podrían confinarse dentro de las fronte­
estados sudamericanos (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay), con los ras de Rusia, y se mostraron dispuestos a ayudar considerablemente a las
que la UE realiza la mayor parte de su comercio con la región -unos facciones moderadas en Rusia para que mantuvieran el control de la si­
50.000 millones de dólares en total- firmaron unAcuerdo Marco en 1995 tuación. En otro contexto, la respuesta renuente pero en última instancia
que se considera el precursor de lazos de mayor alcance. eficaz de la OTAN a lo acontecido en la antigua Yugoslavia sugiere que al­
guna forma de globalización ética comenzaba a influir en los eventos, de
manera que los estados -al menos los estados europeos- tenían que es­
tar a la altura de unos mínimos de comportamiento civilizado para obte­
Conclusión ner la plena aceptación de la comunidad internacional. La OTAN, que no
había disparado un solo tiro montado en cólera durante la guerra fría,
En 1945 Europa todavía -formalmente- dominaba la mayor parte del emerge ahora como el instrumento de esta nueva concepción de las rela­
mundo. En realidad su poder se había debilitado tanto en relación con las ciones internacionales (no sin cierta inquietud por parte de algunos de
superpotencias como en relación con la tarea de mantener el dominio so­ sus nuevos miembros, la República Checa, Polonia y Hungria, así como
bre sus colonias, muchas de las cuales habían recibido muchas prOmesas de algunos de los miem�ros antiguos, especialmente Grecia e Italia). Ade­
de Japón, que se las había dado de liberador de la dominación blanca du­ más, aunque Rusia frecuentemente ha expresado su preocupación por es­
rante la guerra. La aceptación de la pérdida del imperio fue irregular: Gran tos desarrollos, también se ha mostrado dispuesta a participar en las in­
Bretaña se desprendió de las colonias con relativa facilidad, pero a cam­ tervenciones internacionales en Bosnia y Kosovo. Aunque hizo lo posible
bio le costó bastante admitir que había dejado de ser un jugador en el es­ por distanciarse de la OTAN (especialmente de cualquier implicación de
cenario mundial para aceptar su papel a escala regional; Francia jugó ex­ control por la OTAN de sus fuerzas armadas) en estas actividades, la sor­
traordinariamente bien su mano en la partida de la política europea en lo prendente realidad es que Estados Unidos,' Rusia y los miembros eu­
que concierne a sus propios intereses, pero le resultó enormemente difícil ropeos de la OTAN perseguían un propósito común en la antigua Yugos­
renunciar a su antigua grandeza imperial. En el Este, Rusia se encontró ­ lavia. Como pasa tantas veces en las relaciones internacionales, también
y no por primera vez -en Europa pero no de Europa. En ciertos aspectos esto puede torcerse, pero es al menos un desarrollo notorio con implica­
su respuesta a esta situación no fue enteramente distinta a la de sus ene­ ciones potencialmente profundas en las próximas décadas.
migos de Europa Occidental a pesar de las diferencias ideológicas y de
otro tipo. Por ejemplo, al igual que Gran Bretaña y Francia en sus propias
maneras, Moscú intentó hacerse con un papel de líder mundial en parte
para contrarrestar el poder de Estados Unidos. También intentó estable­
cer en Europa del Este un sistema rival al que se estaba formando en Eu­
ropa Occidental, por bien que unido esencialmente por la fuerza.
Al final, Moscú fue el gran perdedor en la gran contienda de la era de
posguerra, y tuvo que renunciar a buena parte de su territorio soberano,
perdió a sus aliados de Europa del Este, y ganó poco o nada de sus costo-

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