TRABAJO PRACTICO #4 Sujeto

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TRABAJO PRACTICO

Nº 4

“LA ESCUELA Y LA CONSTRUCCIÓN


DE LA INFANCIA”

Lezcano, Carla Romina


Junio 2022
Prof. Ed. Primaria
Sujeto Educ. Doc.
Prof.: Ruiz Isabel
LA ESCUELA Y CONSTRUCCIÓN DE LA INFANCIA. Baquero y Naradoswki

CUESTIONARIO

1. ¿Qué sucesos europeos de la Modernidad, dieron comienzo al concepto de “Infancia”?


2. Según los autores ¿Qué ciencia fue la encargada de instalar el “discurso” sobre la infancia y
sus categorías?
3. ¿Cuál fue la principal característica de la Infancia que, según la Pedagogía, posibilitó que
dicha categoría, fuera considerada con objeto de estudio de la ciencia?
4. ¿Qué rol desempeño la Pedagogía en el marco del proceso de escolarización?
5. ¿Cuál fue el propósito del proceso de disciplinamiento que se instaló en las instituciones
educativas?
6. ¿Qué otra ciencia, junto con la Pedagogía se ocupó del análisis de la Infancia y qué
diferencia hubo entre ambas?
7. ¿A qué se refiere el concepto de “zona de desarrollo próximo” y cómo se relaciona con el
proceso de escolarización?

RESPUESTAS:

1. La noción de infancia no es (ni ha sido) un concepto fijo. En realidad,


varía enormemente en la historia y entre las culturas. En el libro “El niño
y la vida familiar en el antiguo régimen” (1960) su autor, Philippe Ariès,
argumenta que antes del siglo diecisiete, la infancia no era un concepto
reconocido. Fue solo en algún momento entre 1600 y el siglo veinte que el
término niño empezó a tener su significado actual.
El autor explica que, en la sociedad medieval, a la edad de siete años los
niños actuaban —y eran tratados— como pequeñas versiones de los
adultos que los rodeaban (él escribe “miniadultos”). En la sociedad
moderna posmedieval, los niños no se asociaban con ciertas maneras
específicas de hablar o con determinadas actividades (tales como
juegos, canciones, exploración) y eran más bien introducidos al mundo
adulto a una edad muy temprana a través de la explotación sexual y
laboral.
Así, el estatus del niño como una fase distinta de la existencia humana
es relativamente nuevo y surgió alrededor del siglo diecisiete, al mismo
tiempo que las reducciones de la mortalidad infantil, cambios en el
sistema educativo y la aparición de una unidad familiar separada.
Durante la mayor parte de la historia humana era común que una
proporción significativa de los niños no sobrevivieran hasta la edad
adulta. ¡Siete de cada diez niños no vivían después de los tres años en la
Edad Media! Esta alta tasa de mortalidad era una de las razones por las
cuales se trataba a los niños con indiferencia emocional. Cuando los
índices de sobrevivencia aumentaron, los padres empezaron a tratar a
los niños con más interés y afecto.
En el siglo dieciocho, el impacto de la industrialización intensificó la
explotación de muchos niños. Aunque siempre trabajaron durante la
sociedad preindustrial, el surgimiento del sistema fabril solo empeoró
las cosas para los niños trabajadores, ya que muchas de las tareas que
hacían eran peligrosas y las condiciones laborales eran insalubres.
Esta situación condujo a una nueva visión durante el siglo diecinueve: el
niño como objeto de lástima o de filantropía. Los políticos se alarmaron
por las condiciones en las cuales los pequeños trabajaban en las fábricas
y establecieron una legislación que controlaría esas prácticas. Fue el
primer compromiso serio del Estado moderno con los niños: al controlar
las condiciones del empleo infantil y fijar estándares mínimos en estas
condiciones, el Estado se convirtió en el árbitro máximo del bienestar
infantil.
Hacia fines del siglo diecinueve, la vida de muchos niños todavía estaba
dominada por la pobreza y la enfermedad. Sin embargo, la idea de los
niños como un objetivo clave de la política se había arraigado
firmemente, haciendo camino para la intensa atención que mereció el
bienestar infantil en el siglo veinte.
Durante ese siglo, una clara visión surgió en torno a que el bienestar
infantil no era solamente una responsabilidad familiar. Cada vez más, los
niños eran vistos como una responsabilidad del Estado, que intervenía en
su educación, salud y crianza para mejorar el bienestar nacional a través
del desarrollo de sus futuros ciudadanos.
Este cambio en el paradigma del siglo veinte se reflejó en algunos hitos
en materia de derechos. En 1924, la Declaración de Ginebra sobre los
Derechos de los Niños fue el primer texto histórico que reconoció sus
derechos, pese a que no era vinculante para los Estados. Más tarde, en
1946, se creó el Fondo para la Infancia de las Naciones Unidas
(UNICEF). Luego de la Declaración de los Derechos del Niño aprobada
por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1959, la infancia se
convirtió en una cuestión esencial en los programas de cooperación
internacional y los niños comenzaron a ser vistos como titulares de
derechos.
No fue sino en 1989 que 140 Estados suscriben la Convención sobre los
Derechos del Niño (CDN), el tratado sobre derechos humanos más
ampliamente ratificado en el mundo y la base sobre la cual descansan en
la actualidad muchas políticas sociales para la infancia.

2. Según los autores la pedagogía es la ciencia encargada de instalar el


discurso de infancia y sus categorías.

3. En la modernidad, la pedagogización de la infancia da lugar, a una


infantilización de parte de la sociedad. Esto significa que se pone en
marcha un proceso a través del cual la sociedad comienza a amar,
proteger y considerar a los niños ubicando a la institución escolar en un
papel central. Infantilización y escolarización aparecen en la modernidad
como dos fenómenos paralelos y complementarios.

Concluyen que la infancia es una construcción de la modernidad puesto


que parte de la población se hace acreedora de una serie de
características que serán condensadas en ciertas instituciones, así como
la determinación de parámetros de limitación en los discursos científicos
y normativos.

4. Baquero y Naradowsky, plantean el surgimiento de la institución escolar


como el dispositivo que la modernidad construye para encerrar a la
niñez; un encierro topológico, corpóreo y en categorías que elaborará la
pedagogía para resignificar la niñez. Para estos autores, la infancia
representa el punto de partida y de llegada de la pedagogía, el cuerpo
infantil será su objeto de estudio y la escuela su escenario. Esta
disciplina permite naturalizar la condición de alumno de los niños, y en el
ámbito escolar considerarlos cuerpos obedientes y heterónomos. Los
alumnos obedecen a los maestros, debido a que éstos carecen de razón y
son seres indefensos. Los docentes se encargan de llevar a los alumnos
hacia la adultez, es decir a la autonomía que, sin su obediencia, no sería
posible.
Es por esto que se puede ver que la escolarización de una manera de dar
tratamiento a la niñez, como un proyecto escolar de carácter político
que toma decisiones sobre la vida de los sujetos.

5. La pedagogía como disciplina, por un lado, caracteriza a la infancia y, por


otro lado, los niños son objetos de dos operaciones: constituyen un
campo de análisis y son empujados a emigrar del seno familiar a unas
instituciones en donde pueda abandonar o superar la carencia que les es
constitutiva. La acción del niño ahora será juzgada y consecuentemente
corregida en relación con los instrumentos teóricos que la pedagogía ha
construido para intervenir en ella. La pedagogía caracterizó en la utopía
pedagógica el “niño del mañana” que quería formar. De modo que es a
partir de esta concepción de niño, que se construye al objeto alumno, del
que se desprenden distintos atributos a partir de la escolarización, es
decir, de la absorción y el encierro del cuerpo infantil. El alumno, en
tanto infante y el maestro en tanto adulto, les atañe distintos deberes y
derechos impuestos por el discurso pedagógico.
Resumiendo lo anterior, lo que garantiza la permanencia de la niñez en la
escuela, es la disciplina, ésta implica una manipulación del cuerpo infantil
que se educa, que obedece y se le da forma, se trata de un cuerpo dócil,
maleable, que permite un control minucioso del cuerpo del niño, un
disciplinamiento. La pedagogía va a ser la disciplina que va a categorizar
la infancia por medio del discurso pedagógico.
Ariés señala que “la infancia ha permanecido en la sombra durante
bastantes siglos. No es, pues, sorprendente verla reaparecer en la época
en la que la cultura escrita y por consiguiente la escuela, reconquista sus
derechos y se difunde a partir del siglo XVII”. De modo que “la infancia
se constituye escolarmente y una parte cuantitativamente relevante de
la población es infantilizada a través del ejercicio de una relación de
poder instituida en el ámbito denominado ‘escuela’” (Naradowsky, 1994).
6. No solo el campo de la pedagogía estudia la infancia, sino también la
psicología y la pediatría, éstas abordan en forma general al individuo,
pero la psicología educacional estudia al individuo desde su rol de alumno.
La tensión de estas disciplinas, como los reclamos de la sociedad,
comienzan cuando se realiza la comparación entre el alumno de un aula y
los estándares “normales” de éste.

7. La zona de desarrollo próximo es un concepto creado por Vigotsky que


se refiere a la distancia que existe entre el desarrollo psíquico actual
del sujeto y su desarrollo potencial. Por esta razón es un concepto de
suma importancia para la educación en todos los niveles de enseñanza.
Para que el proceso de enseñanza - aprendizaje sea desarrollador y
promueva el cambio educativo es necesario basarse en el soporte teórico
del enfoque histórico – cultural y sobre todo en el de ZDP.
Conceptos como el de el ZDP evidencian la proposición de que la
actividad y la comunicación pueden ser manipuladas con el fin de
operacionalizar una influencia educativa de gran alcance para el
desarrollo del educando.

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