Shepard True

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Titulo original: TRUE WEST Cc © Ediciones MK, 1983 Velazquez, 26. Madrid-1 Cubierta y maqueta de la coleccién: Francisco Nieva LS.B.N.: 84-7389-043-4 Deposito Legal: M. 13955 - 1985 SIGNO IMPRESORES, 5. A., - Albasanz, 27. i 28037 Madrid Esta obra fue estrenada el 9 de abril de 1985 en el ‘Teatro Infanta Isabel de Madrid. REPARTO (por orden de intervencién) LEE ws. ‘Miguel Arribas AUSTIN, ... Pedro Civera SAUL KIMMER . Angel Terrén LA MADRE . Margot Cottens EQUIPO TECNICO . Regidor Maquinista Compania Jefe Maquinaria Jefe Electricidad Jefe Utileria Grabacién Sonido Realizacién Decorado Ayudante de Direccion Fotografias Gerencia JOSE A. VAZQUEZ DANIEL MONTERO JOSE GRANERO JUAN CARLOS PEREZ FRANCISCO GUIRADO AUDIOFILM, 8. A. MARIANO LOPEZ AMADEO SANS CABRERA EDUARDO MARTINEZ Tuminacion: JOSE LUIS RODRIGUEZ Escenogratia: AMADEO SANS Direccion: ANGEL GARCIA MORENO INTRODUCCION Sam Shepard ha irrumpido en el mundo del espec- tdeulo con tal redoble de tambores que medio mundo tiene en estos momentos los ojos y los oidos pendientes del hombre y de su obra. Lo que ya se lama ”Shepard- mania” arrasa cines, teatros, librerias y hasta revistas del corazén de Europa y América. Shepard es el nue- mo fenédmeno, el ultimo monstruo, el escdndalo, et ézito, la gloria, 1a popularidad fulminantes. Esta noticia puede ser exacta pero también es sdlo parte de la verdad y por ello resulta incompleta e in- justa. Shepard no tiene la culpa de la potenciacién casi escandalosa que los medios comunicadores de nuestra sociedad pueden hacer y.hacen hoy de la vida y mila- gros del triunjador inteligente. Es responsable de su vida, claro —amigo de los Stones y de Bob Dylan; amor de Patty Smith y de Jessica Lange—; y es responsable de sus milagros —"Crénicas de motel” en lds librerias, Dias del cielo” y ”Parts-Tezas” en el cine y dos do- Genas de textos teatrales coronados por este zambom- bazo mundial de "True West”—; una doble presencia abrasadora porque ha sido identificada con los mds y mejor estereotipados signos de identidad de nuestro tiempo. “El verdadero Oeste’ —"True West"— que inaugura la presencia de Shepard en nuestros escenarios es un texto claro, limpio, muy inteligente, que recupera del famoso "absurdo” la idea de que no hay modelos vi- tales porque todas las actividades humanas valen lo mismo, sin perder la ya casi cldsica querencia norte- americana por los choques culturales —que ya estaba, por ejemplo, en el "El z00 de cristal’”— 0 el dolor por el dificil encaje en la vida real de los idealismos per- sonales. Hasta en el titulo aparece la pasién por lo “verdadero”, aqui revelada tanto en un referente ci- nematogrdjico casi continuo como en el plano de los caracteres que se enfrentan. Reaccién, pues, contra las generalidades y las abstracciones, de tan escaso sen- tido en el actual discurso vital y protesta no ideold- gica contra las inercias heredadas 0 adquiridas. El famoso realismo norteamericano, tan importante después de su guerra civil, esté hoy modificado por la necesidad de relacionarlo directamente con la interio- ridad de los personajes. Esa es la clave de Shepard. “Austin” y "Lee” aman, sufren, luchan, beben o rien como seres humanos y no como militantes o servidores de un grupo, una clase, una profesién o una ideologia. Tienen dignidad. Son seres humanos coneretos. Y por eso sus sentimientos han sido entendidos universal- mente, El equipo que presenta hoy en Espafia "El verdadero Oeste” se ha dejado Uevar por el entusiasmo y aun por Ta alegria ante un texto tan revelador de ciertos re- flejos, muy intensos, de la vida que vivimos. Ha habido un trabajo, cierto. Pero un trabajo que no nos ha fati- gado. Nos ha enriquecido. ENRIQUE LLOVET AUSTIN PERSONAJES Poco mas de treinta afios. Una ligera camisa azul de sport. Un cardigan marron claro igualmente ligero. Va- queros. Zapatillas de tenis. El hermano mayor. Algo mas de cuarenta afios. Una cami- seta bastante sucia, Una ca- zadora marron muy sucia. Pantalones oscuros, del Ejér- cito de Salvacién. Un cintu- rén de cuero rosa. Zapatos negros y puntiagudos de los afios cuarenta, con las suelas casi agujereadas, Sin calcetl- nes. Mal peinado. Con los dientes sucios y un barba de dos dias. ‘ Casi cincuenta afios. Produc- tor de cine en Hollywood. Ca- misa deportiva con florecitas blaneas y rosas. Chaqueta blanca haciendo juego con un pantalén de poliéster. Mo- casines blancos y negros. Algo mas de sesenta afios. Es Ja madre de Austin y Lee. Ba- jita, Falda blanca clasica ha- clendo juego con la chaqueta, Bolso rojo colgado al hom- bro. Un par de maletas ha- clendo juego. DECORADO Las nueve escenas en el mismo decorado: cocina y salon de estar en una vieja casa, al sur de California. en un suburbio a unos sesenta kilometros al este de Los Angeles. La cocina ocupa casi todo el espacio iz- quierdo del escenario, desde el punto de vista del actor. un conjunto de servicios, rodeado por una especie de Mmostrador; un teléfono de pared; una pequefia ven- tana con cortinas amarillas; un refrigerador. El salén ocupa el espacio derecho sin que nada lo separe de la cocina. Todo esté ablerto, unido y accesible, sin mds distincién que la de los muebles y objetos. Una peque- fa'mesa redonda de cristal con patas de acero pinta- das de blanco. Dos asientos haciendo juego, uno fren- te a otro. Las paredes exteriores del salén y el “ingulo Que forman al borde del escenario tienen varias yen- tanitas que dejan ver plantas y lmoneros. Muchas Plantas en macetas y a distintos niveles. Suelo verde como de hierba sintética, No hay puertas. Los actores entran y salen sencillamente, DECORADO Y VESTUARIO El decorado debe ser realista y su construccién no debe forzar ni las dimensiones, ni las sombras, ni los volimenes, ni los colores. No se debe presentar ningin elemento que lame especialmente la atencién, salvo los que juegan expresamente. Si se estiliza el decorado Solo se conseguiré entorpecer la mecanica de los per- u sonajes que son lo verdaderamente importante en esta comedia, Por la misma razén el vestuario debe responder con exactitud al caracter de los personajes sin agregar nin- gin elemento que pueda confundir al publico. SONIDO Los coyotes del sur californiano parecen entre perros y hienas. Son numerosos, intensos y maniacos, espe- cialmente cuando atacan a los pobres perros urbanos, Se les oird bastante al fondo, sobre todo en las esce- nas siete y ocho. Nunca debe oirseles como en las sombrias y fiimebres escenas de los estereotipos de Hollywood. Nada hay que decir sobre el sonido de los grillos. Coyotes y grillos deben oirse de forma realista ain cuando varien en numero y distancia. 12 PRIMERA PARTE ESCENA I Noche. Y una verdadera olla de grilios en la oscuridad, Después, la luz de una veia descubriendo el lugar con AUSTIN sentado ante una mesa de cristal, pluma en mano, anotando en un cuaderno. Un cigarrillo ardien- do en un cenicero. Una taza de café. Una maquina de escribir sobre la mesa. Muchas cuartillas. ¥ la vela encendida, Suave luz de luna en Ia cocina destacando a use que tiene en la mano un bote de cerveza y seis mds, ya vacios, en el mostrador, que queda a su espalda. Se apoya en el fregadero. Esté medio borracho. Bebe un trago, 1EE—Asi que mamé se larg6 a Alaska, ¢no? £ AUSTIN.—Exacto. 4EE.—Y¥ te dejé al frente del hogar. AusTiN.—Més sencillo. Sabia que iba a venir aqui y me dejo 1a casa, a LE.—{Has regado sus plantas? aUSTIN.—Todos los dias, : 1HE—<¥ el tregaderito? ¢Est4 bien Umpio el-fregaderi- to? Sabes que no quiere ver en la pila ni media hoja de té, (austin intenta concentrarse en su trabajo.) AUSTIN.—Lo sé divinamente. (Pausa.) 1EE—{Va a estar fuera mucho tiempo? austin—No tengo ni la menor idea. 1eE—Pues te ha venido muy bien su viaje, gno? Te has hecho el duefio del castillo... 13 a ¢ ¢ austiN.—Cilerto, Su viaje me ha venido divinamente. LEE.—Una olla de grillos... Todos ios grillos del mundo estan ahi fuera... (Da un vistazo a la cocina.) éPuiste a la tienda? ¢Has traido café? (austin levanta la cabeza del cuaderno.) AUSTIN.—Qué decias? EE.—Que si hay café. auSTIN.—Si, tengo café, Ler.—Menos mal. (Breve pausa.) Café de verdad? ¢Sin moler? AUSTIN.—Si. {Te apetece? 1EE—No, he trafdo unos botes d (Alza el bote de cerveza en alto.) AUSTIN.—En esa heladera tienes de todo... No hay mas que... (Sefiala la heladera.) uzz.—¥a lo sé, ya lo sé... No te preocupes... ¥ menos Por mi.., Por mi no tlene que preocuparse nadie... Bueno, quiero decir que yo... me las sé arreglar. (Pausa.) Trabajas siempre a la luz de una vela? AUSTIN.—No... Realmente... Bueno, no... No siempre... LEE.—Poeas veces. austin.—(Deja de escribir y se frota los ojos.) Pocas .. Es muy relajante. uEE.—O sea... como los. viejos... ausTIN.—{Como qué vielos? 1se.—Los viejos, los antiguos, los de antes, los tatara- buelos... Ya me entiendes, ausTIN.—No, No te entiendo. 1z2—Si. gNo hacian esto? Velas consumléndose en la oscuridad de la noche... Cabafias perdidas en el de- sierto... (ausrn se alisa el pelo con las manos.) AUSTIN.—M&s 0 menos... Supongo.., uzE—{Te estoy aburriendo?... Quiero decir que... no, que... si estas tratando de concentrarte, pues no Mme gustaria... Ya sabes lo que quiero decir... ausTIN.—Estate tranguilo... 4 uEE.—Bueno... Es que, claro yo... yo sé que un trabajo asi... s6lo con la cabeza... exige muchisima concen- tracién, AUSTIN.—Esta bien, hombre... 1HE—¢Crees que yo no puedo entender .esas cosas, verdad? oe co AUSTIN.— {Qué cosas - 1zE—Tu rollo... Tu trabajo... El arte, ya sabes... Ta sabrds cémo se lama, austIN.—Investigacion... Un pequefio estudio... 1zE.—Puede que no lo creas, pero yo también he hecho cosillas artisticas... AUSTIN.—gDe verdad? ure.—De verdad. ¥ me gustaba. Sdlo que no le vi nine gun futuro. ausTIN.—gQué era? 1mE—iQué més da! Olvidalo... (Pausa.) Por lo visto eso no esté maduro para mi... (Pausa,) AUSTIN.—De modo que fuiste a ver al viejo... 2EE—Si, Ful a verlo. austIN.—g¥ cémo esta? 1zE.—Igual. Como esta siempre. aUSTIN—Yo... Yo también Ie vi. gNo lo sabias? ue

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