Parte 2 Metamorfosis
Parte 2 Metamorfosis
Parte 2 Metamorfosis
VOCABULARIO
1- Convexo: Que presenta una curvatura más saliente en el
centro que en los bordes.
Análisis
En esta segunda parte del relato, podemos observar cómo
Gregorio comienza a darse cuenta de que ha perdido su
identidad humana. El primer indicio de esto lo encontramos en
el rechazo que le produce la leche, que ha sido desde siempre
su bebida favorita. Por el contrario, cuando su hermana le lleva
las sobras de la cena y varios alimentos vencidos, Gregorio
come con avidez. Su apetito, entonces, ya no responde a un
paladar humano, sino al de un insecto. Al mismo tiempo,
cuando su madre lo ve, se desmaya por la impresión que le
causa, lo que constituye otro ejemplo de que Gregorio ya no es
reconocible por su familia. Asi y todo, Grete, al principio, intenta
asistir a su hermano, llevándole comida y ocupándose de
limpiar y ordenar el cuarto. Paradójicamente, cuando quiere
hacer más espacio en la habitación de Gregorio para que él
pueda moverse y trepar por las paredes más cómodamente,
está atentando contra la necesidad de su hermano de aferrarse
a los últimos vestigios de humanidad que le quedan: los
muebles. "Le vaciaban su cuarto, le quitaban cuanto él amaba"
(50). A partir de este ejemplo, entendemos que Gregorio tiene
una conexión afectiva con lo material ya que, de alguna manera,
es aquello que lo define como persona. Quitarle los muebles es,
al mismo tiempo, despojarlo de su humanidad.
Por otro lado, en esta parte de relato, aparece con más fuerza
uno de los temas principales de La metamorfosis: la soledad. Más
allá de que Gregorio está recluido en su cuarto, el sentimiento
de soledad se profundiza a medida que el rechazo de su familia
hacia él aumenta. A esto se le suma la culpa que siente al
escuchar a su padre hablando de la difícil situación económica
de la familia, de la que Gregorio se siente responsable por ya no
poder ir a trabajar. "Cada vez que la conversación venía a parar
a esta necesidad de ganar dinero, Gregorio abandonaba la
puerta y, encendido de pena y de vergüenza, arrojábase sobre
el fresco sofá de cuero" (43). Esta nueva y traumática realidad
en la que se encuentra Gregorio es un reflejo de las
consecuencias terribles que puede tener un sistema tan
alienante como el capitalista, que al concebir a las personas
como simples organismos de producción, las deshumaniza, y,
sin importar que estén rodeadas de otras personas o, incluso,
de seres queridos como en el caso de Gregorio, favorece el
desarrollo de una conciencia individualista que, tarde o
temprano, crea un fuerte sentimiento de soledad.
Gregorio, entonces, quiere defender lo poco que todavía lo
conecta con la idea de ser humano, los muebles. Su padre entra
al cuarto en donde está él y amenaza con pisarlo; luego lo hiere
con una manzana. Aquí podemos observar otra actitud
autoritaria del señor Samsa, que recurre a la violencia para
reprender a su hijo. Incluso la señora Samsa tiene que intervenir
para que no lo mate. El padre de Gregorio representa esa
autoridad represora, que abusa de su poder y busca eliminar
todo lo que no sea compatible con el orden social que propone
el sistema. Al mismo tiempo, el señor Samsa es un fiel reflejo
del padre de Kafka, que era autoritario y reprimía los intereses
de su hijo por no ser compatibles con los suyos. Por otro lado,
tenemos la manzana: una fruta que siempre puede remitirnos a
la historia bíblica de Adán y Eva, en la que ellos violan la orden
de Dios de no tocar el fruto prohibido (frecuentemente
representado por una manzana) y esto genera que él los
expulse del paraíso. En el caso de Gregorio, también la manzana
da comienzo a un exilio, en este caso, hacia la más profunda
soledad. El paraíso del cual es desterrado es su familia, pero
también su condición de ser humano.