UP4 Defensa
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Julio, de 42 años de edad, fue recibido en la Guardia Médica por un cuadro de dolor y
distensión abdominal. El cuadro se acompaña de náuseas, vómitos y extremada palidez.
Este problema nos trae a un paciente cuyo motivo de consulta es el dolor abdominal, que
se acompaña de otros signos y síntomas. Para poder analizar correctamente esta situación
es necesario que tengamos en claro algunos conceptos. En primer lugar es pertinente
definir ¿qué es el dolor? El dolor es una experiencia subjetiva y desagradable que refleja la
existencia de un daño tisular presente o inmediato. El dolor abdominal, por ende, es esta
sensación desagradable referida al abdomen y puede ser, según su evolución un dolor
abdominal agudo o crónico.
El dolor abdominal agudo es aquel cuya evolución es de horas o días, mientras que el
dolor abdominal crónico es aquel cuya evolución es de semanas o meses. Dentro del
dolor abdominal agudo podemos distinguir al abdomen agudo y al dolor abdominal
inespecífico.
El abdomen agudo es un cuadro clínico con signos y síntomas referidos al abdomen, de los
cuales, el predominante y principal es el dolor. El dolor del abdomen agudo es de
instauración brusca, no retrotrae (avanza y se agrava) y pone en riesgo la vida del
paciente. Debido a sus múltiples causas y a la gravedad que reviste, constituye un
importante desafío para el médico y requiere un diagnóstico y tratamiento oportuno y
rápido. Este cuadro puede clasificarse según el modo de resolución que requiera en:
A su vez, el abdomen agudo quirúrgico y médico pueden clasificarse según las causas que
los originan en:
1. Inflamatorio:
Inflamación de vísceras huecas: apendicitis, colecistitis, diverticulitis
Inflamación de vísceras sólidas: pancreatitis
Inflamación del peritoneo: peritonitis secundaria y terciaria
2. Perforativo:
Perforación de úlcera péptica
Perforación de divertículo de Meckel
Perforación de divertículos
Perforación iatrogénica (durante una colonoscopía)
Perforaciones traumáticas
3. Mecánico/obstructivo:
Obstrucción intestinal (neoplasias, bridas, íleo biliar)
Obstrucción biliar (cálculo, neoplasia)
4. Hemorrágico/hemoperitoneo:
Aneurisma visceral o de la aorta con ruptura
Embarazo ectópico roto
Ruptura del bazo
5. Isquémico/vascular:
Isquemia mesentérica oclusiva y no oclusiva
Hernia estrangulada
6. Traumático:
Traumatismo cerrado o penetrante (perforativo)
1. Causas abdominales:
Vasculitis necrotizante (inflamación de las arterias de pequeño calibre)
Púrpura de Schonlein-Henoch (inflamación de arteriolas y vénulas
postcapilares)
Peritonitis primaria
Peritonitis no infecciosa
Inflamación de vísceras sólidas: hepatitis, hepatomegalia
2. Causas torácicas:
Neumonía que compromete pleura parietal diafragmática (común en niños)
Infarto agudo de miocardio de cara basal
Pericarditis
3. Causas metabólicas:
Metabolitos exógenos: intoxicación por plomo (dolor abdominal que deja de
doler a la palpación profunda), α-iatrotoxina (veneno de la viuda negra)
Metabolitos endógenos: porfirias, cetoacidosis diabética (por distensión de la
cápsula hepática – hepatitis por alteración del metabolismo de la glucosa, se
acompaña de acidosis metabólica, hiperglicemia y deshidratación), insuficiencia
suprarrenal (dolor epigástrico y lumbar, fiebre e hipotensión arterial)
4. Causas neuríticas:
Herpes zóster: cuando compromete los ramos abdominales (abdominogenital
mayor o menor) o torácicos inferiores
Frente a esta situación deberemos mediante una completa anamnesis, examen físico y
exámenes complementarios dilucidar lo más rápidamente posible si se trata de un
abdomen agudo quirúrgico, de un abdomen agudo médico o de un dolor abdominal
inespecífico para poder actuar en consecuencia.
Las diferentes causas de abdomen agudo y algunas causas de DAI presentan ciertas
características que pueden orientar nuestro diagnóstico, por lo cual debemos conocerlas y
saber identificarlas.
Las causas más frecuentes son los procesos infecciosos de los órganos
intraabdominales (apendicitis, colecistitis) con compromiso secundario del peritoneo;
la perforación de vísceras huecas (úlcera gastroduodenal aguda, ruptura de
divertículos); y la exposición de la superficie peritoneal en cirugías abdominales o
heridas abiertas con la consecuente infección.
Una vez obtenidos todos los datos de la anamnesis, examen físico y exámenes
complementarios podremos comparar a los mismos con las características de las distintas
causas de abdomen agudo que conocemos y así determinar con certeza el diagnóstico de
Julio. Muchas veces el diagnostico no puede esperar a los exámenes complementarios o
éstos y los datos obtenidos por la anamnseis y examen físico son poco concluyentes y se
debe proceder a la laparotomía exploradora. Es crucial actuar de forma rápida y eficaz
para instaurar un tratamiento, principalmente si este es quirúrgico, y poner a salvo la vida
del paciente.