Las Categorías Gramaticales

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HERRAMIENTAS DE LINGÜÍSTICAS II

TEMA 1: LA MORFOLOGÍA EN GRAMÁTICA

Se entiende por morfología al análisis de la estructura interna de las palabras. Las


que pueden clasificarse, según su categoría gramatical, en: sustantivo, adjetivo,
verbo, determinantes (artículos), el pronombre (personales, demostrativos,
posesivos), el adverbio, la preposición, la conjunción y la interjección.

Los sustantivos, conocidos como nombres, son las palabras que


nos sirven para designar a las personas, animales, cosas, ideas,
etc. Son utilizados con el fin de hacer referencia en lo que se
desea enunciar. Se considera el sustantivo una categoría
gramatical básica debido a que tiene concordancia con el verbo o los verbos, los
adjetivos y los determinantes.

 Función: a nivel de funcional, se considera al sustantivo como el elemento del


enunciado que realiza la función de Núcleo (N) del Sintagma Nominal (SN),
cuyo empleo sintáctico básico es el de sujeto dentro de la oración, aunque
también puede realizar la función de complemento (CD, CC o CI).
 Forma: Con relación a la forma, el sustantivo, consta de un morfema léxico o
lexema, el cual porta un significado principal, y morfemas constitutivos o
flexivos (género y número). También puede presentar morfemas facultativos o
derivativos (prefijos y sufijos): amigu-it-o-s.
Con relación al género se entiende como una propiedad gramatical propia de los
sustantivos y de algunos pronombres que incide en la concordancia con los
determinantes, los cuantificadores y los adjetivos. En español solo existe el género
masculino y femenino. El neutro es admitido en determinantes (lo), cuantificadores
(algo) y pronombres (esto).
Atendiendo al género los sustantivos se clasifican en masculino y femenino. En
muchos sustantivos designan seres animados, el género sirve para diferenciar el
sexo del referente (perro/perra, niño/ niña, profesor / profesora). En otros casos
el género de los sustantivos es una propiedad gramatical inherente, sin conexión
con el sexo. Su terminación no siempre pone de manifiesto el género que le
corresponde: por ejemplo: césped termina en – d, por tanto, le corresponde el
masculino (el ceped), en cambio pared, le corresponde el femenino; la pared.

Género y sexo son dos nociones que se relacionan, pero que no se identifican; el
primero es de carácter gramatical, mientras que el segundo constituye un rasgo
biológico.
Todos los nombres poseen género. Algunos sustantivos las terminaciones no
establecen una oposición de sexo (cesta – cesto; huerta – huerto; manzana -
manzano).

Como regla general son masculinos los nombres acabados en -o (fuego, odio,
puerto) y femeninos los terminados en -a (alegría, amapola, casa, silla). No
obstantes, existen sustantivos masculinos acabados -a: palabras de origen griego
en -ma (clima, dogma, esquema); nombres de colores (lila, naranja)

Los sustantivos heterónimos: son los que tienen una raíz diferente entre el
masculino y el femenino. hombre – mujer; jinete – amazona; yerno – nuera; padre –
madre; padrino – madrina; caballo- yegua; oveja- carnero.
Los sustantivos de terminación variable:
Manifiestan las diferencias de género y sexo por medio de morfemas en palabras
de la misma raíz: niño/niña; gato/ gata; actor/ actrizol.
Existen morfemas que marcan el género, generalmente en los nombres de persona:

- Esa: alcalde/ alcaldesa, duque/ duquesa


- Isa: papa/ papisa, profeta/ profetisa
- Triz actor/ actriz; emperador/ emperatriz
- Ina héroe/ heroína

Los sustantivos comunes en cuanto al género


Los sustantivos comunes con relación al género pueden ser masculinos o
femeninos sin que su forma se vea modificada. Su género puede manifestarse a
través de la concordancia con adjetivos y determinantes: el cónyuge / la cónyuge; este
testigo/ esta testigo.
Grupos de nombres comunes en cuanto al género: según la terminación, se
clasifican en:
a) Acabados en -a: una buena parte son de origen griego y denotan profesiones,
actividades o atributos de las personas: astronauta; burócrata. Otros se forman con el
sufijo – ista: artista, dentista, pianista
b) Terminados en -e: destacan por su número lo que acaban en -nte, que suelen
proceder de participios de presente latinos: amante, cantante, delincuente, estudiante,
presidente…
c) Acabados en – i y en – y: marroquí, maniquí
d) Los sustantivos no agudos acabados en -r, -s, -t: mártir, pívot, papanatas
(persona crédula fácil de engañar). Agudos terminados en ar- o – er: auxiliar,
titular, mercader. Los procedentes de adjetivos que terminan en -l: comensal
(personas que comen en una misma mesa), profesional. Igual que los agudos
terminados en -or director/ directora. Los terminados en -n: anfitrión, patrón y los
terminados en -s: francés, marqués y los acabados en -z portavoz, el aprendiz, capataz.
Estos últimos forman femenino con el artículo.
Cambios de clases:
Son numerosos los masculinos terminados en -o que designan títulos, cargos o
profesiones que presentan el femenino en -a: abogada, bióloga, catedrática,
diputada. Incluso los que se refieren a nombres de ciencias y artes: física,
informática, música. Algunos se usan como comunes el/la médico, el/ la música.
También sos comunes en cuanto al género los relacionados con el ámbito militar:
el/la capitán; el/la coronel, el/la sargento, el/la soldado.
Los sustantivos epicenos:
Son de un solo género sin que se haga referencia al sexo, aun cuando designan
seres sexuados. El género masculino o femenino de estos sustantivos solo se
manifiesta en la concordancia. Son muy frecuente entre los nombres de animales
(el avestruz, la cobra) hacen el femenino con hembra o macho, plantas (la palmera, la
guinea) algunos hacen referencias a los seres humanos (la autoridad, la persona).
Para especificar el sexo de estos últimos se agrega el masculino/ femenino o
varón / mujer. Las víctimas masculinas, los parientes varones. En el caso de bebé en
América es sustantivo común Una bebé/ un bebé. En España es epiceno una bebé/ un
bebé. Y se registra en América bebé/ beba.
Empleo genérico del masculino
El masculino en español se emplea para marcar toda la especie, es de uso genérico,
con inclusión de los individuos de ambos sexos: universitario, padres (padre y
madre). Son innecesaria las series coordinadas de sustantivos de ambos géneros
propios del lenguaje político y administrativo: alumnos / alumnas, gentilicios
(nicaragüenses), ciudadanos.

El adjetivo es la palabra que acompaña al sustantivo para


destacar de él alguna de sus características.
 
Función: siempre va referido a un sustantivo y concuerda
en género y número con él, pero puede hacerlo de dos formas: como adjunto
(va ligado directamente al núcleo del sintagma nominal y forma parte de él,
como adyacente: "la noche oscura") y conexo (el adjetivo se refiere al sustantivo,
pero lo hace con la mediación de un verbo: "la noche está oscura").
Forma: el adjetivo está formado por un lexema y por los morfemas
constitutivos de género, número y grado (esta última característica nace de la
posibilidad de cuantificar la cualidad. Existen las siguientes posibilidades:
positivo terminados en isim-o / isim-a ("fuerte", fuertísimo, fuertísima) y la
terminación en -errimo paupérrimo. Otro grado que presentan los adjetivos es
el comparativo ("más bueno que" o tan brillante como.
Significado: según la relación semántica que establezca con el adjetivo al que
complementa, podemos distinguir entre adjetivo especificativo (seleccionan
una de las características del objeto designado y por ello sirven para
particularizarlo y diferenciarlo: bolígrafo rojo) y explicativo (se limita a señalar
una cualidad del sustantivo, generalmente con fines
ornamentales: la fría lluvia
El verbo es la categoría léxica que indica acción, proceso o estado,
referida a un sustantivo que es el sujeto de la oración. Es la más
compleja de todas, pues sus morfemas flexivos son muy variados
y aportan mucha información. Esa variabilidad es lo que conocemos como
conjugación.

 Función: el verbo funciona como núcleo (N) del sintagma verbal (SV), que a su
vez constituye el predicado de la oración. Por ello, el verbo ha de concordar
con el sustantivo núcleo del sujeto en número y persona: "Mis hermanos
compraron las entradas ayer". 
  Forma: las formas verbales pueden ser simples ("descansé") y compuestas ("he
descansado").
  Significado: el verbo ofrece una visión dinámica del significado, frente a la
visión estática del sustantivo: "pintura / pintar".
Los determinantes son unas palabras que, dentro del sintagma
nominal, inciden sobre el sustantivo y concuerdan con él en
género y número. Su presencia no es obligatoria, aunque puede
ocurrir que aparezcan dos o más: Todas las flores son hermosas.
Podemos distinguir los siguientes tipos de determinantes: artículos: la, el, lo, los,
la, las (la muñeca), demostrativos: este, esta, ese, aquel, aquello (aquella muñeca),
posesivos: mi, tu, su, sus (sus muñecas), numerales: primero, segundo, tercero…(la
primera muñeca), interrogativos: qué, cómo, cuándo, dónde, por qué, para qué…
(¿cuál muñeca?) y exclamativos: generalmente aparecen con signos de admiración
qué, por qué (¡qué muñeca!).
Los pronombres se definen como sustitutos del sustantivo y, por
tanto, constituyen el núcleo de un sintagma nominal. Podemos
  distinguir los siguientes tipos: personales: yo, tú/ vos, el,
nosotros, vosotros/ ustedes, ellos, ellas (él va a la fiesta),
relativos: que, el que, el cual, lo que, lo cual, quien, cuyo, cuanto (quien irá a la
fiesta), demostrativos: este, ese, aquel, aquello, posesivos (mías), numerales (siete
estudiantes), indefinidos: algún, algunos, ningún, ninguno, muchos, muchas,
otros, interrogativos (¿quién?) y exclamativos (¡qué!).
El adverbio es la palabra invariable que complementa a un
verbo, a un adjetivo o a otro adverbio.
  Función: La función del adverbio constituye el núcleo del
sintagma adverbial, capaz por sí sólo de cumplir la función de
complemento circunstancial del verbo: terminamos la reunión pronto (CC de
tiempo)". Además, el adverbio puede presentarse como adyacente del sintagma
adjetivo o adverbial ("Ese estudiante es extremadamente hábil  en las matermáticas").
  Forma: el adverbio se caracteriza por ser una palabra invariable, es decir, no
presenta morfemas constitutivos, aunque sí puede admitir algunos morfemas
facultativos: cerquita.
 Significado: los adverbios suelen clasificarse en varios grupos teniendo en
cuenta sus valores léxicos y, por tanto, las referencias que hacen a la realidad
(semántico). Se enumeran como se presenta en la tabla siguiente:
CLASE DE ADVERBIOS
POR SU VALOR LÉXICO- SEMÁNTICO
Tiempo Luego, ahora, antes, después, ayer, hoy, mañana, entonces,
tarde, pronto.
Lugar Cerca, lejos, aquí, allí, allá, ahí, arriba, abajo, fuera, dentro,
alrededor.
Modo Bien, mal, así, despacio, deprisa, gratis y la mayoría con
terminación en – mente.
Cantidad Más, menos, poco, bastante, mucho, muy, demasiado, apenas,
casi, medio, nada, algo.
Afirmación Sí, claro, ciertamente, también, desde luego, por supuesto, en
efecto.
Negación No, nunca, jamás, tampoco.
Duda Talvez, quizá, acaso, probablemente.

Las preposiciones son palabras invariables que nunca pueden


aparecer solas y que tienen como fin relacionar una palabra de la
  oración con otra que la complementa, también se les denomina
"término". El grupo formado por la preposición más su término
suele recibir el nombre de Sintagma preposicional. Las preposiciones en la lengua
española son: a, ante, bajo, cabe, con, contra, de, desde, en, entre, hacia, hasta, para, por,
sin, sobre, tras. Normalmente suele añadírseles algunos adverbios, que ofrecen un
uso que podemos considerar preposicional: durante y mediante, e incluso algunos
adjetivos lexicalizados que suelen comportarse como meras preposiciones: excepto,
salvo, incluso.
Las conjunciones son nexos con la capacidad de unir estructuras
oracionales completas, integrándolas en un mismo enunciado.
Pueden estar formados por una sola palabra (pero), o por un giro
lexicalizado (sin embargo), en cuyo caso hablaremos de locuciones
conjuntivas. Se distinguen dos tipos: coordinantes
(conectores que se presentan en un único enunciado dos o más oraciones que
podrían aparecer aisladas como enunciado. Hay varias clases: copulativas,
disyuntivas, adversativas, distributivas y explicativas) y subordinantes (nexos que
funcionan como transcriptores, es decir, consiguen que una oración quede
convertida funcionalmente en unidades que equivalen a sustantivos, adjetivos o
adverbios), su clasificación se presenta a continuación:

Coordinantes Subordinantes

Adversativas: pero, más, sin embargo. Condicionales: así, como, a menos que.

Copulativas: ni, y, e, que Causales: porque, pues

Distributivas: este, ese, aquel, Consecutivas: por lo tanto, luego, así


aquellos, ya…ya, bien…bien, cerca, que, por consiguiente.
lejos

Disyuntivas: o, u, otra, o bien. Concesivas: aunque, si bien.

Explicativas: esto es, ósea, es decir. Finales: para, a fin de que, finalmente,
en conclusión, en definitiva.

Comparativas: tan…como, más…que,


igual…que.

Modales: como, según

Tiempo: cuando, después…

De lugar: donde.

Se designa como interjección una clase de palabras autónomas


que, a diferencia de los sustantivos, los adjetivos, los verbos y los
adverbios, no se insertan funcionalmente en la oración y
constituyen por sí solos enunciados independientes. El rasgo
común de todas las interjecciones consiste en el uso de la entonación exclamativa,
para cumplir las funciones emotiva y apelativa del lenguaje. Entre ellas, podemos
distinguir tres tipos distintos: onomatopéyicas (¡boom!), apelativas (¡Eh!),
sintomáticas (¡Ay!).

Referencia bibliográfica:

Real Academia Española. (2010). Nueva gramática de la lengua española, Manual. Espasa
Libros, Madrid.

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