Duelo Migratorio Adlescentes
Duelo Migratorio Adlescentes
Duelo Migratorio Adlescentes
Presenta la Bachiller
Lima – Perú
Julio de 2021
RESUMEN
INTRODUCCIÓN…………………………………………………………………….…8
CAPÍTULO I: REVISIÓN Y FUNDAMENTACIÓN TEÓRICA …….....................11
1.1. La migración venezolana…………………………………………………….….....11
1.1.1. Situación global……………………………………………………………...…...11
1.1.2. Situación en América Latina ................................................................................. 12
1.1.3. Situación en el Perú ............................................................................................... 13
1.2. Fenómeno de estudio ............................................................................................... 14
1.2.1. El duelo ............................................................................................................... 14
1.2.2. Duelo migratorio ................................................................................................. 16
1.2.3. Características y etapas del duelo migratorio: .................................................... 16
1.2.4. El duelo migratorio en los niños: ........................................................................ 19
1.2.5. Sintomatología del duelo migratorio en la niñez: ............................................... 24
CAPÍTULO II: OBJETIVOS Y METODOLOGÍA ....................................................... 28
2.1. Objetivo general: ..................................................................................................... 28
2.2. Objetivos específicos: .............................................................................................. 28
2.3. Metodología………………………………………………………………………..29
2.3.1 Participantes ........................................................................................................... 29
2.3.2 Técnicas de recolección de información ................................................................ 30
2.3.3 Dibujo libre: ........................................................................................................... 30
2.3.4 Entrevista semi-estructurada ................................................................................. 32
2.4 Procedimiento ........................................................................................................... 32
2.5. Análisis de información ........................................................................................... 34
CAPÍTULO III: DISCUSIÓN Y RESULTADOS ......................................................... 36
3.1. Percepción de sí mismo ........................................................................................... 36
3.2. Área Familiar ........................................................................................................... 44
3.3 Área Educativa......................................................................................................... 51
Conclusiones……………. .............................................................................................. 57
Recomendaciones ........................................................................................................... 61
Bibliografía ..................................................................................................................... 63
Anexos ............................................................................................................................ 74
ÍNDICE DE FIGURAS
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2018; INEI, 2018; OIM, 2017; R4V, 2020) sostienen que, la cifra ha ido en aumento.
Como consecuencia de esta migración forzada, Colombia se ha convertido en el país, con
mayor número de migrantes venezolanos y el segundo lugar, corresponde al Perú
(Koechlin y Eguren, 2018).
En efecto, la masiva migración venezolana, es un hecho histórico a nivel
mundial, puesto que, no solo evidencia la crisis política, económica y social, sino las
múltiples violaciones a derechos humanos en perjuicio de la mayor parte de la
población que hace intolerable la vida de los venezolanos (CIDH, 2018). Esta salida
incontrolada, da cuenta del éxodo que viven los venezolanos a causa de una migración
forzada que ha llevado a una multitud de personas a abandonar sus tierras, casa, familia,
trabajo, amigos, entre otros, para buscar mejores condiciones de vida en un país como el
Perú (Koechlin y Eguren, 2018).
Por lo tanto, las migraciones, entre ellas, la venezolana, se han convertido en
un tema que preocupa tanto al Estado peruano como a organizaciones internacionales,
líderes mundiales, la sociedad civil y la población en general (Cabrerizo y Villacieros,
2017, CIDH, 2018). La migración forzada que viven los ciudadanos venezolanos los
coloca en una situación de vulnerabilidad, ya que están obligados a permanecer fuera de
su país en condición de migrantes o refugiados para preservar derechos tales como la
vida, la integridad personal, la libertad, la salud, la alimentación, entre otros (ACNUR,
1951; CIDH, 2018).
En este sentido, los organismos internacionales como la Agencia del Alto
Comisionado para los Refugiados (ACNUR), el Organismo Internacional para Migrantes
(OIM) y otras instituciones nacionales, como Encuentros Servicio Jesuita de la
Solidaridad (SJS) trabajan de manera conjunta con el fin de custodiar que la migración
sea de forma ordenada, segura y en condiciones humanas; y así, asegurar la atención en
alimentos, estadía y salud de las personas refugiadas, mientras regularizan su
documentación y acceden al sistema laboral (OIM, 2017). En el Perú, estas
organizaciones junto a los Misioneros de San Carlos Scalabrinianos vienen trabajando
para concretizar el servicio a los migrantes, acogiéndolos en su diversidad cultural,
religiosa, étnica, entre otros (MSCS, s/f).
Por otro lado, la migración, como fenómeno individual y voluntario, representa
un proceso de pérdidas y cambios que alcanza niveles de estrés tan intensos, llegando a
superar las capacidades de los seres humanos e influyendo en su adaptación; a este
fenómeno psicológico se le conoce como duelo migratorio (Achotegui, 1999, 2008;
9
Sánchez, 2015).
Dicho fenómeno involucra la separación o pérdidas de vínculos afectivos
(Neimeyer, 2002; Nomen, 2007) que se da como parte de la migración, y constituye un
problema que afecta a todo tipo de persona. Específicamente, en el caso de la niñez y la
adolescencia, la situación es particularmente preocupante debido a que, esto ocurre
durante una etapa en la que se encuentran en un proceso de formación de su identidad
(Achotegui, 2017; Inzunza y Videla, 2014; Lafuente, 2009-2010; Vera y Robles, 2010).
La pérdida en los niños y niñas migrantes conlleva a consecuencias
psicológicas y psicosociales negativas que se evidencian en problemas de salud, baja
autoestima, cambio de conducta, ansiedad, depresión, estrés, bajo rendimiento
académico, es decir, una sintomatología propia del duelo migratorio (Brabecka, Brinton
y Hershbergb, 2011; Heymann, et al., 2014; Unda, Granda, Llanos, Gaitán, Díaz y
Sandoval, 2010; Vera y Robles, 2010). En tal sentido, la migración requiere que los
países receptores ejerzan un papel protector, ya que, el desamparo puede colocar a las
familias migrantes en una situación de riesgo a desarrollar posibles trastornos
psicológicos (Delgado, 2008; Inzunzay Videla, 2014).
Por tanto, la migración de niñas y niños venezolanos al Perú viene hacer un
fenómeno que debe promover la revisión de políticas estatales para brindar una atención
efectiva a esta población invisibilizada y en estado de vulnerabilidad como consecuencia
del desamparo en la que se encuentra su familia, la pérdida de sus derechos (educación,
casa, salud, entre otros) y del duelo migratorio (Cabrerizo y Villacieros, 2017; Koechlin
y Eguren, 2018; Scalozub, 1998). En este sentido, es importante escuchar lo que piensan
y sienten las niñas y los niños venezolanos, y a través de esta experiencia, hacer aportes
significativos que permita una atención integral (Hart, 2001).
Por consiguiente, el presente estudio busca recoger información sobre las
experiencias del duelo migratorio en niños venezolanos de entre 6 a 12 años de una casa
de acogida en Lima Metropolitana. El propósito consiste en reflexionar y generar
propuestas en favor de la protección de esta población, para evitar que esta pérdida se
convierta en un impedimento para su desarrollo (Guillén, Gordillo, M., Gordillo, D.,
Fernández y Gordillo, T., 2013), mejorar los programas de atención hacia los migrantes
o refugiados en el Perú y crear una conciencia crítica de esta realidad para el Estado, la
sociedad, la escuela que son los ámbitos en los que se desenvuelven los niños y niñas
migrantes de nacionalidad venezolana.
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CAPÍTULO I: REVISIÓN Y FUNDAMENTACIÓN TEÓRICA
11
organizaciones internacionales, líderes mundiales, la sociedad civil y la población en
general (Cabrerizo y Villacieros, 2017).
Como producto de estas migraciones, las personas se ven obligadas a pedir
refugio en diversos países. Un refugiado es una persona que, debido a fundados temores
de ser perseguida (motivos sociales, políticos, económicos, etc.) se ve forzada a
permanecer fuera de su país (ACNUR, 1951). Por ello se sostiene que, las migraciones
no se efectúanpor un deseo o capricho, sino, porque todos esperan encontrar un lugar de
bienestar paraque la familia se pueda establecer y desarrollar (Achotegui, 1999).
12
familias (ACNUR, 2014, Koechlin y Eguren, 2018).
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aunque en un primer momento no fue su país de destino, finalmente optaron por quedarse
por el menor costo de vida, por el vínculo familiar o amical, la reunificación familiar y
por los beneficios que le ofrecía el contar con el registro del Permiso Temporal de
Permanencia(PTP) que les permitía desarrollar actividades en el marco de la legislación
peruana (Koechlin y Eguren, 2018; OIM, 2017; Koechlin, Vega y Solórzano, 2018).
El Estado peruano mediante el Decreto Supremo (DS) 002-2017-IN pone en
vigencia el PTP con el fin de regularizar la estadía de los migrantes venezolanos por un
año, favoreciendo sobre todo a las madres o padres con hijos menores de edad o con
discapacidad que les permita acceder a una calidad migratoria, como el acceso al empleo
formal, la educación y la salud (OIM, 2017). Cabe mencionar que, para la primera semana
de enero 2019, unos 175 mil venezolanos ya tenían el carné de PTP y otros 320 mil
estaban en proceso de aprobación (SNMP, 2018).
Por otro lado, el 24 de noviembre de 2018 en Lima se llevó a cabo la VIII
Reunión Iberoamericana de Autoridades Migratorias que reconoce el fenómeno
migratorio como complejo y dinámico, así mismo pide continuar los esfuerzos para
mejorar las políticas de sistema de control migratorio, tratar los fenómenos migratorios
masivos con un enfoque humanitario que lleve al mejoramiento de las políticas
migratorias internas de los países de Iberoamérica, entre otras disposiciones (RIAM,
2018). Este acuerdo, permite la revisión de las políticas migratorias en el Perú con el fin
de mejorar la atención que viene brindando actualmente el Estado Peruano y facilitar la
integración de los venezolanos en el mercado laboral, ya que solo ha permitido generar
ingresos para la supervivencia y envío de remesas, dejando a los profesionales en el
desempeño de trabajos informales como medio de sobrevivencia y expuestos a toda clase
de explotación,estafa y discriminación laboral (Koechlin, Vega y Solórzano, 2018; OIM,
2017).
14
ausencia del objeto madre se le conoce como depresión anaclítica y trae como
consecuencia una psicosis como parte del proceso inevitable de la vida (Mhaler, 1984;
Spitz, 1985). También, el duelo se experimenta de muchas y variadas formas, ya que no
solo se refiere a las pérdidas debidas a la muerte, sino a los distintos tipos de pérdida: un
divorcio, una amputación, la pérdida del trabajo, las pérdidas que experimentan las
víctimas de la violencia, entre otros (Worden, 1997).
En este sentido, atravesar un proceso de duelo, implica un profundo
abatimiento que trae desviaciones de la conducta, un proceso psicológico que se pone en
marcha frente a la pérdida del objeto perdido, así que, el duelo viene a ser como una
necesidad del aparato psíquico de ligar las impresiones traumatizantes vividas por el
sujeto (Bowlby, 1985; Freud, 1915). Por lo tanto, el duelo consiste en un proceso
doloroso, adaptativo y de asimilación, en el que el sujeto va reviviendo y reordenando
todos los vínculos que mantenía con el objeto perdido, implica también, un proceso de
elaboración, cuyo fenómeno se manifiesta en los ámbitos psicológico, biológico y social
de la persona (Espeso, 2009; Larroy, et al., 2016; Ordoñez y Lacasta, 2004).
Dicho de otra manera, el duelo, viene hacer un proceso psicológico que denota
una fase dolorosa y de reorganización de la personalidad que se desencadena tras la
pérdida de un ser querido, objeto amado o algo muy preciado; la intensidad y las
alteraciones dependerá de varios factores, como la relación emocional y los recursos de
la persona; por lo tanto, se le considera en un principio como un proceso normal en los
seres humanos porque cumple una función adaptativa (Lacasta y García, 2004; Rozo,
2008).
Worden (1997) refiere que, el duelo (pérdida física) presenta una
sintomatología específica:
• Síntomas cognitivos: Incredulidad, confusión, dificultades para concentrarse y
olvidos, preocupación, sentido de presencia y alucinaciones visuales o auditivas.
• Síntomas conductuales: Dificultades para dormir, pérdida y/o aumento del apetito,
aislamiento social, evitar situaciones que le recuerden al fallecido o visitar esos lugares
de forma frecuente, conductas de búsqueda del fallecido, inquietud motora o llorar.
• Síntomas emocionales: Tristeza, enfado, culpa, ansiedad, soledad, fatiga,
impotencia, embotamiento emocional.
• Síntomas físicos: Vacío en el estómago, opresión en el pecho, hipersensibilidad al
ruido,sensación de despersonalización, falta de aire o debilidad muscular.
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1.2.2. Duelo migratorio
La migración es uno de los acontecimientos que provoca más cambios en la vida
de una persona y requiere de un gran esfuerzo psicológico; esto ocurre por las nuevas
realidades y escenarios a los que debe adaptarse como la lengua, cultura, costumbres,
entre otros (Ortega y Bouzraa, 2014). Además, la migración lleva a afrontar la pérdida
simultánea de numerosos objetos, siendo necesario restablecer, en el migrante, la
flexibilidad y estabilidad emocional para afrontar la vida cotidiana en el nuevo país
(Achotegui 2002).
Todo cambio implica un proceso de duelo que se da por el conjunto de
pérdidas; se constituye en un factor de riesgo cuando va unido al contexto hostil y
precario, convirtiéndolo en un duelo migratorio con características específicas (Espeso,
2009). El duelo migratorio es complejo y difícil por naturaleza hasta el punto que puede
llegar a desestructurar al sujeto, pero depende mucho de las circunstancias personales o
sociales del migrante, así como del contexto (Achotegui, 2009).
Los duelos que se presentan en los migrantes son múltiples, debido a que
supone diversos cambios e implica varias pérdidas: como personas (padre, hermanos,
abuelos, amigos), lugares, objetos, recuerdos, entre otras; pérdidas que quedan atrás, en
el lugar de origen o aquellas que se dan en el camino y su repercusión dependerá del
significado que otorgue el individuo al objeto perdido (Achotegui, 1999; Neimeyer,
2002; Nomen, 2007). Existen siete áreas o tipos de pérdida que experimenta todo
migrante, cuya elaboración psicológica irá en función de las vivencias y características
psicológicas de cada persona: pérdida de contacto con familiares y amigos, pérdida de
lengua materna, pérdida de cultura, pérdida de los paisajes y la tierra, falta de estatus
social, pérdida del contacto con el grupo étnico de origen y la existencia de graves riesgos
físicos (Achotegui, 2002); además, de otras características presentes en el duelo
migratorio (Achotegui, 2009).
16
estrés, que lo consolidan como un factor de riesgo en la población migrante. El DM es
un duelo
18
1.2.4. El duelo migratorio en los niños:
La niñez, es una de las etapas del ciclo vital que comprende diversos procesos
biológicos, intelectuales y socioemocionales que lo hacen complejo, pero a la vez,
emocionante por el mismo proceso evolutivo (Hoffman, 1996; Zambrana, 2008). Cuando
se habla del desarrollo humano, los autores difieren en la etapa de la niñez; algunos
conceptualizan la infancia en tres momentos y otros, separan infancia y niñez. Sin
embargo, lo que la mayoría consensúa es que la niñez media o tercera infancia se da entre
los 6 a 12 años, terminando con el inicio de la adolescencia (Craig, 2009; Papalia,
Wendkos y Feldman, 2004, 2009). A esta edad las niñas y los niños tienen derecho a
educarse, a desplegar sus talentos, a conocer su identidad nacional y a ser felices
(Zambrana, 2008).
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de éxitos o aciertos que fortalece su autoimagen. A esta edad también, el niño es capaz
de acoger instrucciones sistemáticas de los adultos en la familia, en la escuela y en la
sociedad, por ello, es función de los padres y de los maestros ayudar a los niños a
desarrollar competencias como la autonomía, libertad y creatividad para fortalecer su yo,
su desarrollo personal e integración social (Bordignon, 2006).
Por otro lado, Piaget, señala que el niño se encuentra en la culminación del
pensamiento intuitivo y consolida la etapa de las operaciones concretas, es decir, a esta
edad el niño puede resolver problemas de manera lógica, pero no puede pensar aún en
términos abstractos (Piaget, 1991; Pizzo, 2006). Ello, tiene relación con lo que el mismo
Piaget (1932) señala, que a esta edad el niño todavía cree en la omnisciencia del adulto
cumpliendo lo que este indique, tomando así, una postura de sumisión y egocentrismo
buscando adaptarse a la opinión del ambiente.
En resumen, en este ciclo los niños dirigen su energía hacia el trabajo escolar,
el éxito (logro) y el desarrollo de habilidades socioemocionales, que ocurren en dos
espacios, la familia y la escuela, constituyendo así su identidad. La familia, es el principal
referente de la vida de los niños y como tal, es el espacio donde encuentran el afecto y
la ayuda mutua; es a la vez, la primera red de apoyo y la principal institución encargada
de facilitar el proceso sociabilizador (Gaitán, 2006; Unda et al., 2008; López, 2015). A
su vez, la Escuela, es un espacio importante porque acoge a los niños para su
aprendizaje favoreciendo a su desarrollo intelectual; además, tiene un gran valor
socializador ya que,favorece la interacción del niño con sus compañeros (Erickson, 1985;
Freud, 1905; Piaget, 1991; Pizzo, 2006; Papalia et ál., 2009; Saarni et al., 1998; Unda et
al., 2007).
Por otro lado, en este ciclo el niño desarrolla capacidades que le permiten
reconocer sus emociones e identificar sus preferencias, contribuyendo así a su
diferenciación y al desarrollo de su autoimagen; la misma que se forma de los diversos
escenarios como la escuela, la familia y la cultura, permitiendo tener un concepto de sí
mismo (Harter, 1999, 2009, 2012). Por lo tanto, el autoconcepto se forma en base a la
interacción del niño con su entorno, así como, de las experiencias positivas y negativas
que internaliza en sus dimensiones: física, afectiva, intelectual y social (Gonzales-
Pineda et al., 1997; (Harter, 1999).
A esta edad, los niños aprenden a reconocer qué tan hábiles pueden ser en unas
materias más que en otras. En este proceso, de adquisición de habilidades para la
interacción, los niños realizan avances notables en sus cualidades que les permiten
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comprender su mundo y pensar de manera lógica (Mansilla, 2000; Rice, 1997). Otras
habilidades que desarrollan son la toma de conciencia de sus sentimientos, aprenden a
regular sus emociones y responden al malestar emocional del otro (Papalia et ál., 2009;
Saarni et al., 1998), incluso están en la capacidad de tomar conciencia de las reglas de su
cultura especialmente las que están relacionadas con la expresión emocional aceptable
(Cole, Brushi y Tamang, 2002).
Otra de las destrezas que, se da fuertemente en esta etapa es el juego, el cual
cumple un rol importante en la vida de los niños. El juego favorece su desarrollo y
posibilita la expresión y elaboración de conflictos, practica roles y tiene conocimiento
del mundo; como actividad grupal, permite poner en práctica un sistema de reglas que
beneficia su desarrollo evolutivo y social (Pizzo, 2006).
Estas y otras habilidades que el niño desarrolla en esta etapa le permite estar en
la capacidad de conocer y ser partícipe de las decisiones familiares. Al respecto, la
Academia Americana de Psiquiatría Infantil y Adolescente (2003) sostiene que a los niños
no se les debe ocultar las cosas, más bien se les debe hablar de los problemas que van
viviendo, tanto en la familia como en el país. En esta misma perspectiva, agrega que,
deben ser escuchados en sus inquietudes y responder a sus preguntas, también deben
recibir el apoyo necesario para superar los traumas sufridos o las pérdidas, como las que
se dan el duelo migratorio. Suárez Orozco y Suárez-Orozco (2003) refiere que, cuando el
niño está informado del proceso migratorio puede resultar menos lesivo el duelo, pero,
aun así, se producirán pérdidas y ambivalencias en sus sentimientos frente a las
situaciones que deberá afrontar.
El duelo migratorio en los niños depende de diferentes factores, como la
situación socio-económica de los padres, las condiciones del hábitat, o las relaciones que
establecen en la escuela (Unda et al., 2007). El abordaje, ante esta realidad, conlleva a
tomar en cuenta la articulación del duelo con la estructura infantil, donde los niños
frente a una pérdida significativa despliegan un sistema defensivo, esperando por su
dependencia ser contenidos por un adulto, pero si este está afectado por esta pérdida, la
función de sostén puede invertirse, es decir que el niño se vea forzado a dar consuelo a sus
padres (Scalozub, 1998). Esta realidad afectaría la identidad del niño, y se presenta de
forma pasiva, llevando al niño a experimentar el abandono que puede causar cierta
paralización, culpa,maduración precoz, entre otros (Gamo y Pazos, 2009).
El duelo en los niños generalmente es vivido por una constante negación,
dando prioridad a las sensaciones agradables; sin embargo, la pérdida temprana de todas
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formas traerá problemas en el desarrollo de la personalidad de los niños (Gamo y Pazos,
2009; Parker, 1992), ya que, la inmadura estructura de la psique de los niños les impide
reaccionar y vivir una verdadera depresión, puesto que, su yo para mantenerse, adopta
rápidos mecanismos de defensa como la negación, la sustitución y la represión (Mhaler,
1984).
En este sentido, el duelo migratorio, como la consolidación de diversas
pérdidas, produce en los niños serias dificultades físicas y psicológicas dada las
circunstancias que atraviesan (Espeso, 2009). Una de ellas es la agresividad, que surge
de un proceso doloroso y, en la niñez, se presenta como una problemática difícil que
desencadena también aislamiento, en unos niños más que otros. Con respecto a la
agresividad, los autores difieren en su origen, mientras algunos señalan que es innata o
que proviene de la variación genética; otros expresan que es consecuencia de la
disciplina severa de los padres o cuidadores (Konrad Lorenz, 1972; Martínez y Duque,
2008). Sin embargo, Berkowitz (1996) reivindica la conducta agresiva y menciona que,
esta se deriva de la obstrucción de actividades dirigidas a algunos fines, ocasionando
frustración; y es esta, la que produce dolor o desagrado desencadenando la conducta
agresiva.
Como se ha mencionado anteriormente, la decisión de migrar de la familia
ocurre por las expectativas de mejorar las condiciones de vida y pensando en los propios
hijos, sin embargo, en los niños, se convierte en un acontecimiento estresante (Unda et
al., 2007). Los cambios que deben asumir los niños migrantes son diversos, de allí que
el duelo migratorio en niños es un tema que tiene un impacto psicosocial y psicológico
y que ha sido poco estudiado.
Al respecto, a nivel de Latinoamérica, se han realizado diversas investigaciones
sobre los niños en condición migrante (ecuatorianos, peruanos, mexicanos,
guatemaltecos, salvadoreños) cuyos resultados ponen de relieve problemas tales como: la
autoestima, deterioro de la salud mental, ruptura familiar, soledad, depresión, bajo
rendimiento académico, precaria salud, entre otros, como consecuencia de los problemas
sociales que surgen ante el nuevo escenario.
En esta línea, los estudios señalan que los niños se presentan como agentes
pasivos ante las decisiones de sus padres, ocasionando consecuencias psicológicas
(trauma, miedo, depresión, sentimientos de abandono) y psicosociales (aislamiento,
fragmentación familiar, dificultades económicas) negativas que afecta su autoconcepto,
desempeño académico, entre otros (Brabecka, et al., 2011; Inzunza y Videla, 2014; Jones,
22
et al., 2004;Vera y Robles, 2010).
Otro problema encontrado, es la preocupación de los padres por el envío de las
remesas para sostener económicamente a la familia, la que resta tiempo para atender y
jugar con los niños; a esto se une también, la desestructuración familiar porque uno de
los cónyuges tuvo que migrar, llegándose a consolidar familias monoparentales que
limitan la tarea de los padres de acompañar en la salud y educación de sus hijos (Brabecka,
et al., 2011; Heymann, et al., 2014). Cabe explicar que, la contención materna y paterna
que reciben los niños migrantes es totalmente diferente cuando están separados. Además,
las familias migrantes pasan por una etapa de ajuste (dos años) que los lleva a enfrentar
diversos estresores y demandas familiares para asegurar el bienestar familiar (Delgado,
2008; Parreñas, 2001, citado en Lopez-Pozos, 2009).
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mencionar que, los procesos de duelo migratorio afectan más a niños que a los adultos;
esto, debido a que existe una mayor fragilidad o no integración de las defensas, una
necesidad más intensa de contar con los objetos realmente presentes y un desarrollo
cognitivo menor, que trae como consecuencia una inmadurez afectiva (Guillén et al.,
2013). En este sentido,la experiencia del proceso migratorio se hace tan compleja para el
niño, ya que, a partir de allí, constituye su subjetividad y la reorganización de las
representaciones acerca de sí mismo, de los otros y de su lugar en la sociedad (Briuoli,
2009).
Por lo revisado, los niños están expuestos a las nuevas formas de segregación
masiva que dejan a las familias en situación de marginalidad, desamparo, de pánico y de
crisis (Bodner, 2012). Ello, hace que, la experiencia migratoria en la niñez venga a ser un
entramado de sucesos que cuestionan los esquemas de conocimiento y prácticas
terapéuticas que se han venido realizando sin lograr resultados favorables, por la compleja
multiplicidad de pérdidas (Achotegui, 1999; Lopez-pozos, 2009).
Las constantes crisis migratorias que se han dado mundialmente, revelan que
los migrantes pasan por diversos tipos de pérdidas que lleva a padecer el duelo
migratorio, el cual requiere una atención especializada, debido a su implicancia física y
psicológica, convirtiéndose en una urgencia global de la salud (Achotegui, 1999;
Brabecka, et al., 2011; Unda, et al., 2010; Jones, Sharpe y Sogren, 2004; Koechlin, et
al., 2018). La ansiedad que causa el desplazamiento, según Akhtar (1999), lleva a los
migrantes a vivenciar experiencias específicas, como ambivalencia por lo positivo y
negativo que le brinda el lugar de origen y de acogida, convirtiendo en representaciones
devaluadas e idealizadas, que lo lleva a sentir una conexión libidinal con ambas
culturas, pues se convertirán en parte del sujeto.
Por otro lado, las experiencias de duelo en los niños se presentan a través de la
protesta, la queja, la ira, desesperanza, falta de confianza en el otro, apatía, llanto,
pasividad, tristeza etc. (Espeso, 2009; Rozo, 2008). Esto, trae como consecuencia el
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desapego de sus padres, de manera que, la frialdad y la distancia afectiva se incrustan en
el mundo interno del niño (Guillén et al., 2013). Las diversas alteraciones que ocurre en
los niños migrantes se recogen en 6 áreas principales (ACNUR, 2017; Espeso, 2009;
Gonzáles, 2005):
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experiencias del duelo migratorio en niños venezolanos de entre 6 a 12 años de una casa
de acogida en Lima Metropolitana. Las casas de acogida, en Lima, brindan atención y
protección a las personas migrantes y refugiados, convirtiéndose en espacios temporales
y seguros; siendo un punto de referencia para abrirse un camino laboral, regularizar sus
documentos o como lugar de paso para continuar su viaje hacia otros países (Proyecto
CS, 2018).
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CAPÍTULO II: OBJETIVOS Y METODOLOGÍA
28
dibujo que realizan los participantes, el cual, funciona como una ventana hacia sus
pensamientos, sentimientos y emociones presentes en los niños como parte del duelo
migratorio (Hernández et al., 2014; Crook, 1985; Silk, 1990; Grieve, 1990).
2.3.1. Participantes
El grupo de participantes que formaron parte del estudio fueron cuatro niñas (7,
11 y 2 de 12 años) y tres niños (6, 7 y 10 años) de un centro de acogida para migrantes
en Lima Metropolitana. De entre estos, tres de ellos asistían al colegio y los otros
permanecían junto a sus padres en el refugio o en sus lugares de trabajo. Los criterios de
selección de los participantes respondieron, según Hernández et al. (2014) a un perfil
específico (casos tipo) cuyo objetivo es recoger la riqueza, la profundidad y calidad de la
información de los participantes, teniendo en cuenta el objetivo de la investigación y el
proceso del duelo migratorio: (a) que se encuentren en el rango de edad de entre 6 a 12
años; (b) ser migrantes venezolanos; (c) pertenecer o haber pertenecido a la casa de
acogida para migrantes y d) tener como como mínimo tres meses de permanencia en el
Perú.
Así también se contó con la participación de siete madres y un padre de familia.
Sesabe que, tres de las madres culminaron sus estudios de bachillerato (secundaria), una
hizo hasta tercero de bachillerato, mientras que las otras tres, lograron estudios técnicos
y universitarios. Por el contrario, los padres de los niños y niñas venezolanas, la mayoría
culminó sus estudios de bachillerato y uno de ellos, hasta sexto de primaria.
Los participantes fueron contactados con el permiso del Director de la Casa de
Acogida, en coordinación con el departamento de psicología y del área de asistencia
social. Las familias, de los niños, fueron contactadas, vía llamada telefónica para explicar
el objetivo de la investigación y solicitar su participación. Asimismo, se buscó contar con
una población equilibrada entre el rango de edad con el fin de que, el recojo de la
información responda al ciclo de vida estudiado.
Como parte importante de la investigación, se procedió a explicar los
principios éticos de la investigación: el consentimiento informado, la confidencialidad y
el cuidado de la persona en su integralidad (Noreña-Peña, Alcaraz-Moreno, Rojas y
Rebolledo- Malpica, 2012). Se explicaron a los padres de familia, estos principios con
el fin que los participantes puedan estar de acuerdo con ser informantes y a través del
mismo, conocer sus derechos como sus responsabilidades dentro de la investigación
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dejando en claro que no habrá ningún perjuicio moral. Así también, se deja en claro la
libertad del niño para ser parte de la investigación. Mediante este documento, se busca
velar por la seguridad y protección de la identidad de los niños y niñas venezolanas,
garantizando la confidencialidad de la información.
En lo que respecta a la entrevista, se hizo uso de un ambiente confortable en los
que los participantes se sintieron en confianza para expresar sus experiencias sin ningún
tipo de juicio. También, se dio a conocer a los padres de familia el uso de una grabadora
y el modo en que se manejaría la información recolectada, el cual, al término del
estudio, se procederá a destruir los archivos correspondientes. Así mismo, se les hace
conocer que se les informará sobre los resultados. Finalmente, el documento fue
aceptado por el padre o la madre encargada, según el caso, quienes firmaron el
documento.
30
conflictos, miedos, tensiones y recuerdos de los niños (Cele, 2006; Fernández, 2016;
Gonzáles, 2007; Sneiderman, 2006).
Es así, que la técnica del dibujo, se convierte en un medio idóneo, lúdico y no
amenazante que permite expresar contenidos internos que son aún muy difíciles de
comunicar como las quejas, agravios, odios, temores, deseos debido a la falta de
maduración propia, parte del desarrollo del menor (Dileo, 1985; Koppitz, 1995). De allí,
que el niño entrega una imagen llena de sentido sobre diversos aspectos de su
funcionamiento mental, su ajuste emocional, sus recursos de afrontamiento y la calidad
de su interacción con los otros (Jara, 2014).
Así mismo, la participación de las niñas y de los niños se encuadró bajo los
siguientes criterios: (a) presentar un dibujo; (b) que el dibujo sea una creación propia; y
(c) que el dibujo refleje el tema propuesto. La técnica del dibujo se planteó en una sesión.
Luego de la consulta a las dos expertas y la aplicación de las pruebas pilotos se sugirió
utilizar un lenguaje más sencillo en la técnica con los niños, añadir una historia del dibujo,
que puede ser escrita o verbal, y, por último, realizar la técnica de manera individual para
recoger mejor información. La técnica se estructuró como se detalla a continuación.
La aplicación del recojo de información por medio de la técnica del dibujo libre
se realizó en cuatro momentos que permitieron recoger las experiencias y el estado
emocional de los niños y las niñas con respecto a la migración a través del recuerdo (ver
anexo A): i) Establecer un buen rapport con el niño/a, ii) verbalización de la consigna:
“Dibuja lo que más extrañas de Venezuela” y “dibuja lo que menos extrañas Venezuela”,
iii) Narrar una historia del dibujo (escrita o verbal). Los niños que no lograban elaborar
una historia o tuvieron dificultad, se les ayudó con las siguientes preguntas: ¿quiénes son
los personajes?, ¿qué hacen? ¿qué les gusta? ¿qué no le gusta? Seguidamente, se exploró
sus emociones: ¿qué te pone triste, alegre?, ¿qué te da rabia, miedo?, y finalmente, iv)
dinámica de relajación imaginativa denominada “somos un cubo de hielo”, como medio
de relajación, control, contención y regulación ante las situaciones movilizadas durante
proceso de evaluación. Así mismo, con algunos niños se utilizó las plastilinas para ayudar
a bajar los niveles de angustia y hacer de este espacio, una experiencia no amenazante y
serena (Fernández, 2016).
En cuanto a los materiales empleados, como soporte se utilizó hojas bond de
tamaño A4, colores, tajador, lápiz y borrador. Además, en cada dibujo se recogió los
datos de identificación del niño: nombre, sexo, edad y fecha. A partir de esta técnica los
niños, tuvieron un espacio y la posibilidad de reconocer y hablar de sus emociones, así
31
como de sentirse escuchados y acogidos en sus experiencias ocasionadas por el proceso
migratorio.
2.4. Procedimiento
En principio se estableció contacto con el director de la Casa de Acogida, luego
se concertó una reunión para presentar el objetivo, la relevancia de la investigación,
solicitar el espacio y los ambientes para el recojo de información. Posteriormente, se
procedió a la aplicación de las pruebas pilotos después de ser revisadas por dos expertas,
seguidamente se dio paso a la aplicación del estudio. Al mismo tiempo, se contactó con
32
el padre o la madre de los niños por vía telefónica. Es importante resaltar que también
se pidió el asentimiento de los niños de forma verbal. Después, se presentó el proyecto a
los padres de los niños, donde se logró establecer los horarios de entrevistas y las fechas
del trabajocon los niños.
Posteriormente se les presentó el consentimiento informado (ver nexo D) a los
padres y madres de familia; se explicó cada una de las partes que comprende este
documento, dejando en claro el objetivo del estudio y la confidencialidad a la información
brindada. De igual modo, los padres de familia, dieron su asentimiento para usar una
grabadora y firmaron el documento propuesto.
Seguidamente, se realizaron las entrevistas con los padres de forma individual
con una duración aproximada de una hora y se ejecutó en dos semanas. A continuación,
se realizaron las transcripciones de las entrevistas, en las cuales los nombres de los
participantes se cambiaron por nombres ficticios asignados para mantener la
confidencialidad de sus datos durante y después del estudio.
Acto seguido, se desarrolló el trabajo con los niños/as de manera individual, ya
quepermitió una mejor observación de la conducta y una interacción personalizada entre
el niño/a y la investigadora. Luego de generar un buen rapport, para dar confianza al
niño/a, se le expliaron los objetivos de la investigación de una manera apropiada a la
edad del niño. A continuación, respondieron a la siguiente consigna: ¿qué extraño de
Venezuela y qué menos extraño de Venezuela? bajo la técnica del dibujo libre, el cual
tuvo una duración de 1 hora aproximadamente. La dinámica consistió en trabajar de
manera individual con la finalidad de recoger la impresión de cada uno de los
participantes con respecto a su experiencia migratoria (Chacón y Morales, 2014) y se
registraron las observaciones correspondientes. Luego de terminado el dibujo, se
procedió a que cada niño relatará una historia a partir de lo dibujado y luego se
realizaron las preguntas para recoger sobre sus emociones. Para el recojo de esta
información se utilizó una grabadora. Para finalizar la sesión se realizó una técnica de
relajación como un espacio de contención y toma de control frente a las experiencias
movilizantes (Fernández, 2016). Y, por último,se procedió a llenar el registro anecdótico
que recogió las conductas, impresiones y compartir del niño como parte del recojo de la
información (Anexo E). Después de transcritas, las grabaciones de audio y terminada la
investigación fueron destruidas.
33
2.5 Análisis de información
El análisis cualitativo permitió agrupar de manera flexible el conjunto de la
información recogida en la investigación. Para ello, fue necesario contar con el corpus de
la información, recogida a través de la entrevista y del dibujo libre. Para ello, se optó por
el análisis temático, permitiendo identificar, organizar y analizar en detalle la información
recolectada para luego identificar patrones (temas) dentro de la misma (Braun y Clarke,
2006).
El análisis temático, cobra sentido porque se enmarca, como toda propuesta de
investigación, dentro de un marco epistemológico-metodológico como parte del
paradigma cualitativo, que responde a los objetivos planteados y al contexto en que se
desarrolla el estudio, la cual permite hacer una lectura comprensiva e interpretativa de la
experiencia subjetiva de los niños y niñas migrantes (Mieles, Tonon y Alvarado, 2012).
Por otro lado, el análisis temático puede ser un método que funcione tanto para reflejar la
realidad, como para desenredar o desentrañar la superficie de la realidad (Braun y Clarke,
2006).
Existen varios métodos de análisis temático: realista, construccionista y
contextualista. El análisis utilizado en el presente estudio responde al método
contextualista, que toma de ambos (Willig, 2013). Es decir, permite informar la misma
experiencia, pero también, permite reconocer las formas y los efectos en que los niños y
niñas venezolanas dan sentido a su experiencia, y cómo el contexto social incide en estos
significados.
Para desarrollar el proceso de análisis temático con rigor científico se realizaron
lassiguientes fases (Braun y Clarke, 2006; Boyatzys, 1998):
Primero, se tuvo una familiarización con la información, la cual consistió en la
transcripción, lectura y relectura de la información (entrevista, análisis formal y de
contenido del dibujo, cuento, ficha sociodemográfica, entre otros elementos recopilados).
Luego, se procedió a generar códigos iniciales, que resultaron de la organización de la
información en el programa Excel. Esto permitió armar diversos grupos de un mismo
significado, con suficiente información, permitiendo una codificación inductiva, es decir,
se partió del contenido de los participantes (Mieles et al., 2012)
Después, se procedió a la búsqueda de temas resaltantes que capturaban
información importante, y a la vez, permitía describir, organizar e interpretar aspectos en
relación al fenómeno de estudio, dando respuesta así a la pregunta de investigación. En
tercer lugar, se procedió a la revisión de temas, en la cual se realizó la re-codificación y
34
el descubrimiento de nuevos contenidos, estableciendo una delimitación de los mismos
para no excederse en las temáticas encontradas. Posteriormente, se pasó a la definición
y denominación de temas. En esta fase de logró establecer los temas esenciales, y se
elaboróla jerarquía de los mismos, agrupando en temas y subtemas.
Finalmente, se procede a la redacción del informe final, el que construye una
narrativa sustentada en la argumentación que se deriva de la comprensión e interpretación
de la información recogida y aquello expresado por la revisión teórica. En este sentido, la
lectura y re-lectura de la información obtenida, permitieron una adecuada comprensión e
interpretación del fenómeno en estudio (Braun y Clarke, 2006).
35
CAPÍTULO III: DISCUSIÓN Y RESULTADOS
36
venezolanas les gusta dibujar, bailar, viajar, cantar, jugar, estudiar, entre otras cosas.
Esto, tiene relación con las preferencias y pasatiempos que se dan como parte del ciclo
vital en el que se encuentra esta población, que favorece a la adquisición de habilidades
para la interacción (Mansilla, 2000). En esta etapa los niños hacen avances notables
en sus habilidades que les permite comprender su mundo y pensar de manera lógica
(Rice, 1997). En esta línea la madre de Fabiola señala:
[A ella] le gusta cantar, verse bien, bailar, es muy colaboradora. (…) ella, es la gran niña que
lucha (…) es una niña avezada, [ha superado] las barreras que nos ha tocado. [cuando venimos
caminando por mucho tiempo] no decía que ya estaba cansada (Madre de Fabiola, 12 años).
Las madres señalan que estas características siguen siendo parte de la vida de
sus hijos e hijas, a pesar de la experiencia dolorosa que ha significado, el tener que salir
de su país. Cabe indicar que, la migración, no es mala en sí misma, las familias deciden
migrar para mejorar las condiciones de vida de los hijos, pero el proceso de migrar
forzadamente implica temores, pérdidas y angustia, tanto para los que se marchan como
para los que se quedan, convirtiéndolo en un acontecimiento estresante (Unda et al.,
2007).
Los niños venezolanos, ante la migración, tuvieron que separarse del padre, los
abuelos, los tíos, hermanos, los primos, amigos y mascotas. Así como, de su casa y
escuela. Al respecto, por medio del relato que surge del dibujo libre, los niños manifiestan
que extrañan a sus familiares y recuerdan las experiencias que vivieron junto a ellos, con
nostalgia y tristeza. Así también se puede evidenciar, como indican los estudios en
37
niños migrantes (Brabecka et al., 2011; Inzunza y Videla, 2014; Jones et al., 2004; Vera
y Robles, 2010) que este problema social ocasiona una ruptura en la familia nuclear,
problemas de autoestima, precaria salud, depresión, entre otros.
Asimismo, conductualmente, las madres indican que son niños tranquilos,
obedientes, amigables, cariñosos, abiertos al compartir con otros niños y con su familia.
Sin embargo, algunos reaccionan agresivamente con sus pares. Este rasgo de agresividad
se observa en la interacción con otros niños y se evidencia también en el trazo fuerte que
aparece en el dibujo (Fig. 3.2).
[Mi hijo] yo lo veo a él, por lo menos él interactúa bien. Pero, ya como que le molesta estar con
los niños de su edad, como que, a él, le hacen algo, él es agresivo, les da patadas. (…) yo digo
que algo pasa por su cabecita. O algo pasa que no sé por qué se está comportando así (Madre de
Ronny, 7 años).
38
económica) debido a las pérdidas y el sufrimiento que estas generan (Espeso, 2009;
Gonzáles, 2005).
39
(Dibujo de Fabiola - 12 años)
Fig. 3.4. Lo que más extraño de Venezuela
Ella, [cuando] yo salgo a un lugar, y ella a todo lado quiere andar conmigo. En estos días me dijo:
mamá tú no me vas a dejar jamás. Le dije, jamás te voy a dejar. Y esta mañana que la conseguí
llorando, pero ella es muy cerrada… ella no me dice las cosas (Madre de Ninoska, 11 años)
Ante esta realidad, las madres expresan que los niños se meten a su cama,
juegan solos o solo lloran y prefieren no comentarles nada, ya que cuando han intentado
hablarles no encuentran una respuesta de aquello que les ocurre. Es importante tener en
cuenta este comportamiento, ya que, desde el plano gráfico, estas actitudes expresan que
los niños podrían llegar a tener una actitud derrotista que influirá en la manera de
percibirse (Corman; 1967; Epstein,1973; Hammer, 1992; Harter, 1999). Si el niño
migrante tiene una manera negativa de percibirse influirá en sus relaciones con sus
padres y con los otros niños, haciendo más difícil la elaboración del duelo.
La pérdida y el sufrimiento que atraviesan los niños y niñas venezolanas hace
evidentes conductas infantiles que no corresponden a su edad e interfieren en sus
relaciones. La sensación de soledad (no saber qué me pasa u optar por el aislamiento) o
solo llorar, podrían ser características de la sintomatología conductual por la que atraviesa
el niño en una situación de duelo, ya sea una pérdida física o pérdida parcial
(Achotegui, 2009; ACNUR, 2017; Espeso, 2009; Gonzáles, 2005). Todo ello, lleva a
inferir que, los niños participantes ante el sin números de pérdidas vividas, vuelven al
40
pasado buscando un espacio contenedor y de protección (Achotegui, 2009).
Ella llora porque yo la bañé, y es que llora, llora como una niña chiquita, tiene 11 años. Y le
digo, eres una bebé grande, porque ya eres grande deberías de bañarte. Para dormir conmigo
también, ella llora, llora, que no sé cómo reaccionar hasta que duerme conmigo. Ella todavía
juega con muñecas. Y, tiene todavía una mente de niña (Mamá de Ninoska, 11 años).
Los niños y niñas presentan una fuerte necesidad de ser sostenidos y atendidos
porsus padres, frente a las experiencias de dolor y pérdida. Ello, conlleva a que los niños
sientan inseguridad y miedo, el cual influye en la adaptación a la nueva realidad. Algunos
autores (Papalia et al., 2004, 2009; Saarni et al., 1998) señalan que a esta edad los niños
están en la capacidad de reconocer e identificar qué les hace irritar, sentir temor o tristeza.
Sin embargo, en esta población ocurre lo contrario, los niños no son conscientes que la
fuente que genera sus malestares emocionales podría estar relacionada a las pérdidas
ocurridas por la migración, por desconocimiento o por negación de los mismos. Los
padres a su vez señalan que, estos comportamientos más bien se de deben a la inmdurez
de sus hijos.
41
amigos de Venezuela.
Él en estos días me dijo. Mamá por qué no trabajamos, reunimos para los pasajes, nos vamos a
Venezuela, tú sigues trabajando como antes, y yo voy a la escuela con mis amigos. Es que yo
extraño mucho Venezuela (Madre de Kender, 6 años).
Con respecto a la salud, los niños y niñas venezolanas, según el discurso de las
madres, han presentado síntomas físicos como dolor de cabeza, infección en la garganta
y malestares propios de los resfríos como consecuencia del cambio de clima, ya que
vienen de zonas calurosas como Caracas, Miranda, Aragua y Valencia; algunos de ellos,
llegaron en tiempo de frío a una zona húmeda de Lima Metropolitana. Aunque las madres
expresan que estos síntomas han sido manejables, lo que sí ha significado una
preocupación para ellas, es que sus hijos presenten dolor en la columna y problemas en
la piel (manchas y alergias), refiriendo que posiblemente se deba al agua o al sol.
[Si se enfermó de] una gripecita, por fiebre. La gargantica, pues. Por agarrar cosas de la boca.
Pero muy poco, muy poco se me enferma. Ahorita, ha estado con lo de la piel, que me imagino
que fue [por] el agua (José, 10 años).
42
Papalia et al, 2004, 2009). A nivel emocional se recoge que la soledad, la tristeza, la
rabia y el llanto están presentes en la vida de esta población infantil, por estar lejos de
sus seres queridos como sus abuelos, tíos, primos, o porque extrañan su casa, su
colegio, su bandera, sus playas, entre otros, o por haberlos perdido físicamente,
llevándolos a conductas de aislamiento y soledad.
Si creo que me había pasado un poco (se mueve, lleva las manos hacia la cara y sonríe). A veces
quisiera saber lo que me pasa. (…) Bueno, siento mucho vacío porque [por la muerte de su
padre, se queda en silencio]. No sé, es como si fuera mi mundo y [queda en silencio] (Fabiola, 12
años).
Cuando me vine con mi madre me sentí a la vez feliz y a la vez triste. Mis abuelos vivían en
Caracas y mi mamá en Valencia. En los Estudios me iba para Valencia y en vacaciones me iba
para Caracas, pero nunca dejaba de verlos a los dos (Ninoska, 11 años).
A la vez, en el trabajo con los niños se puede observar que estas experiencias,
de soledad y no reconocimiento de sus propias emociones, lo van asumiendo como
parte natural de su desarrollo, aunque algunos, quieren comprender qué les ocurre. Por un
lado, se sienten bien al estar cerca de sus padres, de estar en este país que les ofrece un
lugar para dormir, comida y nuevos amigos, pero a la vez experimentan tristeza porque
están lejos de aquello que quieren.
Los diversos estudios indican que, ante las múltiples experiencias y emociones,
losmigrantes despliegan un sin número de herramientas psicológicas para proteger su self
de los conflictos internos y externos que han vivido y siguen viviendo como parte del
duelo migratorio (Baumeister et al, 1998). En este sentido, cabe tener en cuenta que,
cuando estos se dan por mucho tiempo, se asumen como parte de su personalidad
(Martínez, 2013). En esta perspectiva, se debe tomar en consideración la realidad de los
niños y niñas venezolanas, que, atraviesan un duelo migratorio, ya que las formas para
hacer frente al duelo están relacionadas a diferentes factores, como es la situación socio-
económica de los padres, las condiciones en las que habitan, las relaciones que
establecen en la escuela,entre otros (Unda et al., 2007).
En este sentido, los espacios de acompañamiento emocional a través de las
artes expresivas, como parte del plan de trabajo del área de psicología en la casa para
migrantes, era un espacio de contención emocional, donde los niños a través de su
dibujos, bailes y juegos lograban narrar su experiencia migratoria, como si fuera un
cuento, donde todos querían expresar lo que les había ocurrido. Estos espacios eran
esperados y anhelados por los niños migrantes, ya que a través del juego el niño puede
43
explorar su mundo interno sin sentirlo como una amenaza (Jara, 2014; Ortiz, Prats y
Baylina, 2012).
Por lo tanto, se puede decir que todos los procesos: biológicos, intelectuales y
socioemocionales, que atraviesan los niños y niñas venezolanas que se encuentran en la
niñez media hacen que esta etapa sea emocionante y a la vez compleja (Hoffman, 1996;
Zambrana, 2008). Emocionante porque, en esta etapa, se desarrolla cognitivamente,
acrecienta habilidades, juega, se relaciona con otras personas que conoció en el camino y
otras, en las casas de acogida. Así como, las nuevas amistades que establece en la escuela.
Compleja, no solo por los síntomas físicos y emocionales que surgen como parte de su
desarrollo, sino también, porque conlleva vivir la adaptación a una nueva realidad y
cultura, lo cual podría afectar su autoestima e influir en la forma de percibirse (Achotegui,
2009; ACNUR, 2017; Espeso, 2009; Gonzáles, 2005).
Yo creo que le afecta [a la niña] más que todo ahorita, porque le afecta estar de un lado a otro.
Un día en un hotel, un día en una paisana, etc. yo creo que más que todo eso le afecta. Porque
ella [cuando] salió de allá, sí le afectó, pero, ella estaba tranquila. Llegando, mi esposo tuvo un
44
trabajo, luego yo di a luz, él tenía un trabajo que nos sostenía. Pero luego lo botaron y como que
nos cayó las siete plagas, y todo cambió de un momento a otro. Y allí fue que a ella le empezó a
afectar. Ella tenía que salir a trabajar con nosotros, no estaba acostumbrada. [Ella nos decía]
Mamá estoy cansada, mamá vámonos. Si, más que todo yo creo que aquí le ha afectado (Madre
de Keyla, 7 años)
45
sola línea en la parte de
arriba]. Ya, espere
[borra el primero, para
hacer un espacio y
termina dibujando a los
primos más, que
menciona son
importante para ella.
(Dibujo y relato de Vannia - 12 años)
Estos espacios (casa y escuela) juegan un rol importante en la vida del niño que
atraviesa la etapa media, ya que favorece a la exploración intelectual y social, redirigiendo
46
su energía al desarrollo de habilidades, relaciones personales, pasatiempos y trabajo
escolar que fortalece su aprendizaje (Erickson, 1985; Freud, 1905, Pizzo, 2006). En lo
que se refiere a la casa, esta viene a ser el espacio familiar en el que el niño encuentra una
red de apoyo; es decir un lugar donde se siente amado y protegido, un lugar que facilita
el desarrollo de un pensamiento positivo de sí mismo y le ayuda a mejorar su comprensión
y control emocional (Papalia et al, 2004, 2009).
Con respecto a la relación con los padres, las madres sostienen que los niños
expresan actitudes de cercanía y confianza hacia ellas, comparten momentos en familia,
les ayudan en las pequeñas labores de la casa, ven películas juntos y, cuando es posible,
van el parque. Sin embargo, cabe señalar que, los niños más pequeños sienten más
cercanía hacia la madre, mientras que, los más grandes expresan mayor confianza hacia
el padre o padrastro.
(…) Bueno porque uno sabe, ellos están creciendo, necesitan más de mí. Pero yo estoy sola para
ellos dos. Y no tengo mucho tiempo para ellos, pero lo poquito que tengo, trato de dedicárselo al
máximo (Madre de Ronny, 7 años).
Él tenía algo, que siempre me hacía confiar más en él (…). Es que mi mamá me da mucho más
miedo. y siempre había algo que yo le contaba más a él. E incluso esa confianza que yo le di a mi
papá. Nunca me llegó a pegar desde que lo conocí. Yo le contaba todo, porque sabía que no se
iba a burlar o no me iba a criticar. O no me iba a decir algo malo. Yo le contaba todo a él
(Fabiola, 12 años).
48
de ofrecer un espacio donde puedan expresar sus experiencias y emociones por las
diversas pérdidas que han vivido como haber dejado su país, sus familias, sus mascotas,
entre otros objetos valiosos, que les apena y que, por la edad, no saben cómo
comunicarlo (Dileo, 1985; Koppitz, 1995). En esta realidad, la familia cumple un rol
importante en el proceso de duelo migratorio, porque si tiene una atmósfera familiar de
apoyo y cariño, lejos del conflicto, favorecerá en su proceso de aceptación e inserción al
nuevo contexto cultural (Papalia etal., 2004, 2009).
En esta misma línea, los niños y niñas venezolanas en el momento del estudio,
presentan características propias de la segunda etapa del duelo que es denominada como
la resistencia (Bowlby, 1985). Es decir que, la negación al dolor y la pérdida fue
expresada en su conducta emocional (llanto, tristeza y aislamiento). Así mismo, las
madres refirieron que al inicio les costaba mucho aceptar la comida peruana y no querían
comer, pero que ahora ya comen. También, hay en los niños protestas y quejas por la
nueva realidad que les toca vivir. Esto se evidencia en la convivencia en la casa de refugio,
en la hora de compartir los alimentos y en el espacio de la ludoteca donde permanecen
los niños mientras los padres salen a trabajar o a regularizar sus documentos. También,
se observa poca tolerancia a la frustración y agresividad para resolver los conflictos con
sus pares.
Por otro lado, otros de los hallazgos en torno a las técnicas aplicadas, tienen que
ver con los diversos roles en la familia que vienen desarrollando esta población como
una manera de ayudar a sus padres y no causarles mayor preocupación. Las niñas y los
niños entre doce años tienen que cuidar a sus hermanos menores mientras los padres,
salen de Venezuela a trabajar y ahora, también tienen que ayudar en esta tarea. Otros,
asumen tareas en el hogar o tienen que salir a trabajar con sus padres. Así mismo, las
madres sostienen que observan a sus hijos como más maduros con respecto a cómo eran
en Venezuela, quienes se mostraban exigentes ante sus necesidades, sin embargo, ahora
los sienten más comprensivos. En esta realidad migrante, el niño y niña venezolana
posterga sus deseos y preferencias dando solo prioridad al trabajo y las obligaciones con
tal de ayudar a sus padres, reflejando ante ellos una madurez, no propia de su ciclo vital.
Cómo explicarle, yo le voy a ayudar a ella con los niños, porque ella no puede llevárselos.
Entonces, yo que ya estoy grandecita los puedo cuidar. Puedo echarle un ojo. Yo a veces los
pongo a dibujar (Vannia, 12 años).
Que mi hijo es un maduro e inteligente, y que, a pesar de todo lo que hemos vivido, la situación
lo ha enseñado a madurar. Y entre todas estas cosas, él sigue siendo feliz. (…) sí, ha desarrollado
49
más esa manera intelectual de desarrollarse con las personas. La manera que trabajaba en los
semáforos (Madre de Kender, 6 años).
50
a sus padres (Fig. 3.10). Por ello, se puede decir que, los niños que formaron parte de
este estudio se encontraban en un ambiente familiar que contaba con una buena
economía en Venezuela que les permitía ir a la escuela, tener una buena alimentación y
realizar viajes familiares semanales o anuales. El estilo de vida que tuvieron en
Venezuela y que dejaron repentinamente (cambio brusco) afecta emocionalmente a esta
población y les lleva a vivir experiencias de pérdida con tristeza y añoranza. Por lo
expuesto, se infiere que, el cambio y las pérdidas que ha vivido la niñez migrante
generará una reorganización de sus representaciones de sí mismo que influirá en la
manera de pensarse y de ver el mundo, (Briuoli, 2009; Gonzales-Pineda et al., 1997).
Esta realidad, nos debe llevar a una reflexión, puesto que, las condiciones en las que
viva, las relaciones que establezca y la acogida que experimente será determinante para
su inserción cultural y estabilidad emocional.
51
sus padres.
La decisión, de las familias que formaron parte de este estudio, de migrar se da
por diversos factores, algunos por persecución y asesinato de sus familiares, otros por
falta de alimentos y porque perdieron el trabajo, entre otras realidades. Este nuevo
proyecto familiar trajo como consecuencia el abandono de los estudios, el cual dejó de
ser una prioridad para la familia. Este contexto en el que se ven inmersos los niños
migrantes, tiene relación con lo que indican los estudios, donde los niños, muchas
veces, no son partícipes de la toma de decisión en la familia, ni tienen la oportunidad de
manifestar lo que sienten o desean para sí y sus seres queridos (Brabecka et al., 2011;
Inzunza y Videla, 2014; Jones et al., 2004; Piaget, 1932; Vera y Robles, 2010). El
silencio de los padres por migrar aumenta el dolor y el sufrimiento de los niños. Sin
embargo, es bueno resaltar que, aunque los niños hubiesen sido informados, el proceso
migratorio de todas formas produciría pérdidas y ambivalencia en sus sentimientos que
lleva a un cambio de actitudes
por las vicisitudes que deberá vivir como consecuencia de la migración (Suárez
Orozco y Suárez-Orozco, 2003).
Por otro lado, las madres señalan que sus familias al llegar al Perú se
encontraron con un contexto adverso, que no les permitía encontrar un trabajo o no
contaban con toda su documentación. Toda esta realidad llevó a que las familias se
sientan obligadas a permanecer en una casa de refugio hasta que puedan valerse por sí
mismos. Al salir de las mismas, su prioridad es contar con el dinero para buscar un
arriendo, velar por los alimentos de cada día y enviar remesas a sus familiares que se han
quedado en Venezuela. Todo ello ha generado que, la educación sea un derecho
postergado en los niños y niñas venezolanas, ya que, casi la mitad de los niños
evaluados no estudian, es decir, aún no pueden retomar sus estudios desde que llegaron
al Perú.
"En primer año. Yo me quedé en el primer lapso. Yo lo terminé justo el día que me
vine, me entregaron las notas. Ahora no estudio." (Vannia, 12 años)
Es muy inteligente, demasiado. Ella sabe sumar, sabe restar, ella escribe. Siempre fue
esa líder de la que no le da pena hablar (…) Ahora no estudia ninguna de mis hijas (Madre de
Keyla, 7 años).
Según las madres, cuando los niños vivían en Venezuela les gustaba asistir a su
escuela y uno de los lugares que más recuerdan es la cancha (patio) de la escuelita. Otras
52
de las cosas que las madres manifiestan es que, mostraban un buen nivel de desempeño
escolar. Al respecto, se sostiene que no todos los niños migrantes que han llegado al Perú
tienen la oportunidad de asistir a la escuela para continuar su aprendizaje. En este sentido
Alonso et al (2012) sostiene que, la condición escolar de los niños, niñas y adolescentes
migrantes es diversa en todo el mundo, ya que en la práctica existen numerosos obstáculos
que restringen el acceso a este derecho, el cual es limitado y depende del estatus
migratorio del niño o el de sus padres, cuya realidad se puede evidenciar en la población
de estudio.
Todo ello hace que, la experiencia migratoria se torne compleja ya que, los
derechos de las niñas y niños se ven transgredidos; es decir, los niños, tuvieron que dejar
su casa, su escuela, sus amigos, entre otras cosas para partir junto a sus padres. El
derecho a educarse, ser feliz y la capacidad de desarrollar sus cualidades para afianzar su
identidad, han sido truncados como producto de las continuas pérdidas y de la
insuficiente atenciónintegral a esta población (Zambrana, 2008).
Sin embargo, es bueno resaltar que, los niños y niñas venezolanas que se
encuentran estudiando, han tenido experiencias agradables en la escuela de Lima
Metropolitana, contando con el apoyo de sus compañeros y maestros. Esto, ha permitido
que los participantes que asisten a una escuela se vayan insertando positivamente y
hayan alcanzado logros significativos, así lo expresan las madres.
Pero la actitud más que todo ha cambiado en el colegio. Fuera del colegio, yo lo veo a él normal.
(…) ya del colegio le tienen fichado, no, él es un niño rebelde, y él no era así (Madre de Ronny, 7
años).
53
país, pero a lavez, esta partida, estaba ligada a sentimientos de tristeza porque tenían que
separarse de sus familiares y amigos. Esto ocurre, porque desde el momento que los
niños se dan cuenta de la decisión de migrar de sus padres, les lleva a vivir un proceso
de duelo migratorio, que inicia con los preparativos del viaje y aquello que tiene que
dejar, casa, escuela, amigos, entre otras cosas que están afectivamente vinculados a ellos
(Ortega y Bouzraa, 2014).
Hay que resaltar que, la migración en sí misma no es negativa, también trae
experiencias positivas, como conocer nuevos lugares, personas y más aún, adquirir
experiencias novedosas. Las madres venezolanas señalan que sus hijos han encontrado
nuevos amigos aquí en el Perú, unos venezolanos y otros peruanos, con quienes
generalmente se llevan bien. Sin embargo, otros, se relacionan mejor con niños mayores,
de quienes aprenden otras conductas, y esto, no es del agrado de ellas.
Donde estamos ahorita, que en dos ocasiones ha tenido comunicación con dos niños de su edad,
por decir estamos en el parque y, a ella, le gusta mucho el futbol (Madre de Vannia, 12 años).
Bueno, su relación con otros niños es más que todo con niños grandes. Yo creo que la conducta
puede haber cambiado, porque los niños son más grandecitos que él, como su hermanito mayor
(Madre de Ronny, 7 años).
54
familia, ni se atiende en los programas sociales para migrantes. Me refiero, al dolor
causado por la separación de las personas que ama y de los espacios físicos donde tiene
memorables recuerdos, los cuales añora, pero no se atreve a expresarlos porque no
quieren causar máspreocupación a sus padres
Mientras tanto, los de menor edad dibujan cosas concretas en ambas
indicaciones (escuela, casa, comida, familia, jugar con sus amigos, entre otras cosas).
Otros, han tenido dificultad para adaptarse a las comidas, a la lengua y a la escuela. Eso
no impide que expresen sentirse bien en el Perú, llegando incluso a expresar que se
sienten peruanos. Bueno sí, R, le dijo a la maestra, bueno yo no me quiero ir, porque
yo ya soy peruano. Yo no soy venezolano (Ronny, 7 años).
La imagen gráfica que expresan los niños desde el inconsciente, pone de relieve
55
que la pérdida cultural (costumbres, comidas, música, lengua, hábitos, valores) de los
niños, ha dejado una huella imborrable que los lleva a manifestar categóricamente el
amor por su país, como parte de su identidad cultural y personal (Achotegui, 2009).
56
CONCLUSIONES
En esta tesis se describen las características del duelo migratorio en los niños
venezolanos de 6 a 12 años, a partir de la percepción que tiene de sí mismo, del área
familiar y educativa.
Todo lo analizado anteriormente, permite identificar en la población infantil
venezolana características propias del duelo migratorio. Este duelo como afirma
Achotegui (2009), se presenta de diversas formas, y para análisis de esta investigación se
reúne en dos grupos: la primera parte se definirá duelo múltiple, recurrente y parcial y la
segunda, como un duelo vinculado a la regresión psicológica.
Las niñas y los niños venezolanos viven un duelo múltiple, recurrente y parcial,
ya que, se encuentran ligados uno con otro por presentar similares características como
son: familia, lazos familiares, país e identidad cultural, que lo establece como un duelo
migratorio. Es un duelo Múltiple, porque las pérdidas que experimentan son diversas y
se dan al mismo tiempo. Como, por ejemplo, los niños se separan de los familiares, su
país, lengua y objetos (juguetes, animales, escuela, casa, abuelos, amigos, maestra, etc.)
que dejaron en Venezuela o aquellos, que tuvieron que dejar en el camino (Colombia).
Como ocurrió con el niño de 6 años, que tuvo que enterrar a su conejo “Tobi” en el camino
durante el viaje que realizaba junto a su madre, padrastro y hermano. Experiencia que
relata con fuerza, cuyo inconsciente trae, como el primer objeto afectivo que extraña de
su país.
Así también, este duelo está marcado por el ir y venir emocional presente en la
vida cotidiana de los niños, que lo consolida como un duelo recurrente. En este sentido
Gaitán et al., (2007) sostiene que, los medios tecnológicos juegan un rol importante en la
vida de los niños, puesto que, les permite comunicarse constantemente con sus abuelos,
tíos y primos; pero, esta comunicación hace que, el duelo se active constantemente y
mantenga al niño unido a su país de origen, cuyos recuerdos se remueven en cada
contacto con sus familiares (Achotegui, 2009 y Ortega y Bouzraa, 2014). Al respecto,
los niños señalan extrañar, no solo a sus familiares y escuela, sino sus comidas, sus
bailes, su música, entre otros. Las madres relatan que cuando los niños hablan con
57
sus familiares se alegran mucho, pero a la vez, terminan llorando cuando finaliza la
llamada, dado que se activa la pérdida, quedándose tristes o, simplemente en silencio.
Estas conductas darían cuenta delo que sostienen algunos autores (Dileo, 1985; Koppitz,
1995), que debido a la magnitud de las pérdidas que se han dado en la vida del niño en
tan poco tiempo, le resulta muy difícil expresar lo que sienten internamente debido a la
falta de maduración propia de la niñez media.
Además de lo mencionado, la experiencia de encontrarse lejos de su país, los
ha llevado a sentirse más arraigados a su familia, cultura y costumbres. Lo que daría
cuenta, que el duelo que viven los niños migrantes es también un duelo parcial, ya que
el objeto (vínculos afectivos que establece el niño con personas, cosas o lugares) no ha
desaparecido (Achotegui, 2009, Ortega y Bouzraa, 2014 y Bowlby, 1985). Es decir, la
pérdida de la familia, la casa, la lengua, la escuela, la cultura existen, pero están lejos de
él. Sin embargo, afectivamente están presentes en la vida del niño y niña venezolana,
sintiendo un gran anhelo de ver a sus familiares y amigos, con un marcado deseo de
retorno a su país.
Por otro lado, el duelo migratorio también conlleva a una regresión psicológica.
Al respecto, los participantes han mostrado conductas infantiles, que no corresponden a
su ciclo vital, mostrando necesidad de dependencia y queja infantil (Achotegui, 2009).
Dependencia, vivida en el temor de perder o separarse de sus padres. De queja infantil
(rabietas, agresión), por sentirse incomprendidos por sus madres y/o padres, recordando
que estos también atraviesan un duelo migratorio, y por las responsabilidades que han
tenido que asumir como, cuidar a sus hermanos menores o trabajar vendiendo caramelos
junto a sus padres.
Afirmar que las migraciones son buenas o decir que los niños se sienten bien
en elnuevo país, no implica que no extrañen su país de origen o que no protesten por los
cambios que deben enfrentar, más bien dan evidencia de la presencia de un duelo
migratorio. Ya que, aferrarse a su cultura y a su estilo de vida, es parte normal de este
proceso que deben atravesar las familias migrantes hasta aceptar la nueva realidad y lograr
reconciliarse afectivamente con lo que han dejado atrás (Achotegui, 2009, Ortega y
Bouzraa, 2014 y Bowlby, 1985).
Es importante hacer notar que, si el contexto es hostil y precario lo convertiría
en un duelo extremo que le sería mucho más difícil, al niño, de elaborar (Achotegui,
2005; Espeso, 2009). Ya que, como afirma Mhaler (1984) la inmadura estructura de la
psique de los niños les impedirá reaccionar y vivir una verdadera depresión por las
58
pérdidas vividas, puesto que, su yo, como una manera de protegerse y mantenerse,
adopta rápidos mecanismos de defensa como la negación, la sustitución y la represión
que podrían tornarse peligrosos para la salud mental de los niños si perduran en el
tiempo.
Precisamente, la experiencia de duelo migratorio que viven los niños lleva a
concebir que este duelo cuando se torna, simple o complicado, permite al niño seguir
desarrollando habilidades (alegría, espontaneidad, creatividad, etc.) propias de su ciclo
vital con un marcado roce social que se da entre la familia y la escuela. Pero, no obstante,
existen pérdidas que son vividas como experiencias dolorosas generadoras de conflictos
(económicas, de comunicación, psicológicos, etc.) que se alojan en la psique de los
participantes, que de todas formas repercutirá en la manera de pensarse y ver el mundo
(Gonzales-Pineda et al., 1997).
Por lo tanto, la migración como problema social ha generado una ruptura social
que afecta la identidad de los niños y niñas venezolanas que se encuentran en el Perú, lo
cual les trae inseguridades, baja autoestima, problemas en la inserción cultural y bajo
rendimiento escolar, esto como consecuencia de la desintegración familiar, del proceso
de duelo que también atraviesan sus padres, las condiciones migratorias a las que se han
visto expuestos, así como del desconocimiento y desatención de los padres en el proceso
emocional de los hijos.
Bajo este contexto, es necesario brindar un acompañamiento profesional, para
ayudar a la niñez migrante a identificar sus emociones, ofrecerles un espacio donde
puedan ser escuchados y acogidos para narrar sus propias experiencias migratorias. Por
ello, se sostiene que, la niñez migrante es una población en riesgo, ya que han perdido el
derecho a la educación, la familia y a tener una vida feliz, teniendo como consecuencia a
niños trabajando en las calles junto a sus padres o a su vez, niños en las casas de
acogida para migrantes y refugiados esperando a sus progenitores, luego de una jornada
laboral, sin la posibilidad de integrarse a un periodo escolar. Es importante indicar que
no todas las casas de refugio están preparadas o tienen presupuesto para diseñar
proyectos que atiendan la parte emocional desde el área psicológica o a través de
espacios lúdicos que beneficien la inserción cultura y la contención emocional de los
niños migrantes.
Por ello, los programas sociales, educativos y de salud en el Perú deben ofrecer
a esta población invisibilizada, políticas que favorezcan la acogida y la atención
integral, asegurando un bienestar físico y psicológico para su inserción en la nueva
59
realidad. Otro aspecto importante, es conocer la realidad cultural de la que procede esta
población y la realidad actual en la que se encuentra, lo que permitiría un mejor
acompañamiento y seguimiento. Los docentes peruanos deben estar preparados para
afianzar los aprendizajes de los niños migrantes y favorecer su desarrollo cognitivo,
pero, sobre todo, desarrollar estrategias para la atención en el plano emocional y
afectivo; ya que el proceso de adaptación a la escuela y los resultados obtenidos,
constituirán un predictor significativo del bienestar futuro del joven migrante y de las
aportaciones que haga a la sociedad que lo acoge (Suárez-Orozco y Suárez-Orozco,
2003).
60
RECOMENDACIONES
- Debido a que, la intensidad del duelo y las alteraciones del mismo, depende de
varios factores como la relación emocional que ha establecido con sus padres, los
recursosde los niños, así como, del contexto familiar y social en el que se encuentre; por
ello los programas para migrantes deben promover la atención integral de la familia,
encargándose no solo de proveer un fondo económico, sino llegar a brindar orientación
psicológica y emocional a padres y a hijos, con la finalidad de brindar estrategias que
permitan a los miembros de una familia migrante sentirse protegidos, acompañados y
guiados en su inserción a la nueva cultura y a la realidad que les toca afrontar. La
atención que ofrecen las instituciones no debe ser solo una ayuda mediática para su
subsistencia, porque en un futuro, ello generará resentimientos y fracaso migratorio.
61
emocionalmente reconciliado con sus pérdidas, esto favorecerá al desarrollo de
habilidades cognitivasy sociales.
62
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73
ANEXOS
74
ANEXO 1: ESQUEMA DEL TALLER
Fecha:
Objetivos:
- Recoger las experiencias de los niños y las niñas con respecto a la migración a través de
la técnica del dibujo libre.
- Fomentar el conocimiento de sus emociones que derivan del proceso migratorio.
- Recoger el estado emocional de los niños y las niñas al recordar sus vivencias en su país
de origen
Instrumentos:
- Dibujo libre
- Registro anecdótico del proceso del dibujo de los niños.
Primer momento:
- Bienvenida
- Explicación del objetivo y la libertad de su participación
Segundo momento:
Consigna
Objetivo: recoger las emociones del niño y la niña con respecto a su casa, familia,
75
escuela, amigos.
- Cuanto termine el dibujo, pedirle “puedes escribir o contarme una historia de este dibujo”
se puede ayudar con preguntas, dependiendo de lo dibujado ¿quiénes son los personajes?
¿qué hacen? ¿qué les gusta? ¿qué no les gusta?
- ¿Qué le pone triste?
- ¿Qué le produce cólera o rabia?
- ¿Qué les da miedo?
- ¿Qué les da alegría?
- ¿qué extraña?
“El fuerte calor del verano nos ha derretido y nos hemos convertido en agua. Mirar que
cielo más azul, ¡hay gaviotas! Las gaviotas vuelan y vuelan por el cielo y sienten en la
cara el fresquito del mar. Imaginar que sois gaviotas y que estás volando alto, muy alto.
Sentir el aire fresquito del mar. Vamos bajando poco a poco hacia la playa y vamos
sintiendo el sonido de las olas del mar. ¡Qué fresquita está el agua! Vamos a respirar
muy profundamente para llenarnos el cuerpo de aire de mar. Inhalamos – exhalamos,
inhalamos - exhalamos. Poco a poco nos vamos levantando”
76
ANEXO 2
GUÍA DE ENTREVISTA PARA LOS PADRES DE FAMILIA DE UN
CENTRO DE ACOGIDA PARA MIGRANTES Y REFUGIADOS
Buenos días, mi nombre es María Soledad Farfán, soy estudiante de la carrera de Psicología de
la Universidad Antonio Ruiz de Montoya. Estoy realizando una investigación para conocer las
experiencias migratorias de las niñas y los niños venezolanos. El objetivo es recoger información
sobre aspectos personales y sociales, espacios en los que se ha desenvuelto el niño o la niña. Los
comentarios e información que nos proporcione serán muy valiosos para la investigación que
estoy realizando y se guardará la confidencialidad de los casos. ¡Desde ya muchas gracias por su
tiempo y por ser parte de esta entrevista!
Preguntas iniciales
Cuénteme, sobre ¿cómo se encuentra actualmente? ¿me podría contar cuál ha sido el
motivo más importante para salir de su país? ¿Con quiénes ha venido, con su grupo
familiar completo? ¿ha quedado algún miembro de su familia primaria en Venezuela?
¿a qué se debe?
¿Hay algo de aquí que le haga pensar en su país?
77
Ahora me gustaría que hablemos acerca algunos aspectos de la vida del niño/a:
¿Cómo se relaciona ahora el niño/a con los otros niños de la casa de acogida? ¿cómo
se relaciona el niño con los adultos? ¿cómo se relaciona el niño con ustedes? ¿ha notado
alguna conducta distinta? ¿hay algo que le llame la atención de la conducta del niño/a?
¿ha notado algún problema en el desarrollo de su hijo/a? ¿En qué nota esto? Me puede
dar un ejemplo.
¿Su hijo presentaba algún problema de salud?
¿En lo cotidiano de la vida del niño ¿su hijo/a presenta algún tipo de sentimiento que
le llama la atención? ¿usted sabe el motivo de estas emociones ¿qué le provoca estas
emociones?
Ahora me gustaría que hablemos acerca del ambiente familiar, social y académico del
niño/a:
¿Cómo era el niño/a en la escuela? ¿qué cursos le gustaba más? ¿Asistió el último año,
antes de salir del país? ¿Su hijo, alguna vez le ha mencionado si extraña algo de su
escuela? ¿o Ud. lo ha observado?
¿Con quienes vivía el niño o niña en Venezuela? ¿Me podrías contar acerca de ellos?
¿Qué solían hacer juntos? ¿cómo lo percibía que era? ¿usted recuerda o sabe qué tan
consciente era el niño de la situación de su país? o ¿usted alguna vez le habló de lo que
pasaba en el país? ¿cree que le afectaba? ¿Cuénteme cómo se dio cuenta de ello o cómo
lo demostraba? ¿Recuerda cómo tomó el niño/a la decisión de salir del país?
¿Cuénteme cómo era un día de la semana del niño/a, y un domingo qué hacía? ¿tenía
amigos en el barrio? ¿y cómo era con ellos? ¿Ud. cree que hay persona o lugares que
extrañe el niño/a de su país?
Con respecto a la anterior pregunta me puede decir qué conductas presenta el niño/a
cuando habla con …? ¿Cuándo termina de hablar con esa persona expresa algo de cómo
se siente? ¿mantiene alguna comunicación con algún amigo/a del barrio o escuela?
Cómo era su niño antes ¿qué cambió en él/ella?
78
Pregunta de cierre
79
ANEXO 3
FICHA SOCIODEMOGRÁFICA
Sexo Edad
N° entre hnos.
Nacionalidad
Ciudad
Religión
Escolaridad
Año de nacimiento
Mamá Sí No
Papá Sí No
80
Grado de instrucción del Padre
81
ANEXO 4
82
Entiendo que una copia de esta ficha de consentimiento me será entregada, y que
puedo pedir información sobre los resultados de esta actividad cuando haya
concluido. Para esto, puedo contactar al correo y teléfono anteriormente
mencionado.
83
ANEXO 5: REGISTRO ANECDÓTICO
(elaboración propia)
Técnica
del
Códig dibujo
o libre
¿Qué
Elementos ¿Qué te ¿qué te da ¿Qué te da
te da Observación de
que dibujó pone triste? Cólera/ira? alegría?
miedo? conducta
Borra
constantemen
te ( )Mu
Se concentra en el
trabajo ( )H
L
lora ( )Pide
Otras:
……………………
………….…..
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……………….
……………………
……………….
……………………
……………….
Frases resaltantes que expresa durante el dibujo:
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