4645-Texto Del Artículo-17277-1-10-20220630
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LA POLÍTICA Y LA ÉTICA
Ethics and public policy
Alejandro Rojo Martínez
Universidad Ricardo Palma
(Lima, Perú)
Contacto: [email protected]
https://orcid.org/0000-0003-4074-6782
RESUMEN
El presente artículo tiene como objetivo tratar la política y orientarla a
que en el futuro las personas de la presente generación ingresen a ella
a servir a los demás, la tomen con vocación de servicio y no como una
forma de vida en la cual puedan obtener beneficios para sí mismas.
Palabras clave: política; ética; valores; vocación.
Términos de indización: política; ética; valores morales (Fuente:
Tesauro Unesco).
ABSTRACT
The purpose of this article is to deal with politics and to orient it, so
that in the future the people of the present generation enter it to serve
others, take it with a vocation of service and not as a way of life in
which they can only benefit themselves.
Key words: public policies; ethics; values; vocation.
LA POLÍTICA Y LA ÉTICA
El tema de los valores éticos y morales está muy relacionado con
la política; sin embargo, los valores lamentablemente se han per-
dido, lo que afecta de una manera terrible no solo al ámbito polí
tico, sino en general a la sociedad. Ello trae consigo un terrible
mal llamado corrupción.
por medio, sino por el simple hecho de que sean felices, de que
vivan en un mundo de felicidad al sentirse servidos por quien
eligieron.
Ese tipo de vocación la demuestran los docentes al momento
de enseñar a sus alumnos para que sean grandes profesionales,
pero sobre todo personas de bien para la sociedad. El mejor
regalo que un docente recibe es ver a sus alumnos hechos grandes
profesionales y seres humanos de bien para la sociedad. De igual
manera, un político debe actuar con vocación, servir a los demás
ayudándolos a resolver sus problemas, y que se vean realizados,
puesto que confiaron en él y puedan decir no nos equivocamos.
Servir a las personas más necesitadas es su verdadera función y
así como un maestro sirve a los demás desde las aulas, sin mediar
algún interés, esa debería ser la verdadera razón de ser un buen
político.
Tenemos como ejemplo grandes políticos de antaño que hoy
no están ya con nosotros, pero dejaron huella con su actuar
y sobre todo con sus conductas éticas, que es lo que les falta a
algunos políticos. Debemos recordar que un buen político es como
un buen docente. Las personas son como los alumnos para sus
profesores, que siempre los evalúan; la actuación de los políticos
siempre es evaluada, por eso en la actualidad tienen que emular
a los grandes políticos del pasado.
La relación entre la moral y la política tiene una larga histo-
ria, ya que los grandes filósofos relacionaron la política con los
valores. Es el caso de Platón cuando dice «El fin de la política es
la justicia», y agrega: «La única razón moral que justifica que una
persona participe en la polis es su capacidad de servir a los
demás». Con ello quiere decir que para ser políticamente moral,
debo servir a los demás; si se hace política al margen de esta
intencionalidad, ya no se es moral.
De otro lado, Aristóteles manifiesta que el fin del Estado es
el bien común y no el bien de una oligarquía. Esa tendencia de
relacionar la política bajo principios morales se repitió a lo largo
de todo el pensamiento político clásico, entre los romanos como
Para que un Estado sea eficiente necesita que las personas que
lo habitan vean satisfechas sus necesidades primordiales, todos
por igual, con un accionar correcto de parte de sus autorida-
des, en donde el trabajo que realizan, lo hagan en beneficio de la
población que los eligió, que brinden servicios a la población del
Estado y a personas que por uno u otro motivo se encuentran en
él. La felicidad de las personas de la que habla Aristóteles es jus-
tamente eso, que el Estado sirva a todos por igual, que las per-
sonas ya no estén pasando por las penurias que cada día vemos,
producto de una mala administración de quienes nos gobiernan.
Esto debe cambiar de una vez, si es necesario sacar de sus pues-
tos a los malos funcionarios o trabajadores públicos y colo-
car a personas idóneas, por medio de la meritocracia, para que
así el Estado pueda brindar un rostro nuevo a sus habitantes.
¿Pero realmente existe un Estado perfecto? Creemos que no,
nada en este mundo es perfecto, solo Dios, pero tratemos de llegar
a un Estado en el que al menos las personas puedan vivir de una
manera cómoda, donde no se pasen penurias para poder vivir
bien, donde la gente trabaje de una manera en que no le falten los
servicios básicos a nadie, y esto es función del Estado por medio
de sus autoridades.
Por eso ingresar a la política demanda una labor titánica en la
que lo principal es trabajar duro y parejo por el bienestar de
toda la población. Las personas que ostentan un cargo público lo
deben hacer con los valores que les fueron enseñados en casa, es
decir, esas normas que la sociedad impone y que deben seguirse
de una manera correcta para ser personas moralmente recono
cidas por nuestra sociedad y éticas ante esa misma sociedad y
nuestra familia.
Hoy en día creemos que los padres de familia tienen una tarea
que cumplir en cuanto a la educación de sus hijos, velar porque
no solo se les transmitan conocimientos, sino que las escuelas
cumplan con el rol fundamental en la formación de verdaderos
seres humanos que apoyen a la sociedad. Nos estamos refiriendo
a una educación basada en valores, principios que se tienen que
REFERENCIAS