Historia de La Terapia Familiar. Capitulo 6. Bertrando y Toffanetti.
Historia de La Terapia Familiar. Capitulo 6. Bertrando y Toffanetti.
Historia de La Terapia Familiar. Capitulo 6. Bertrando y Toffanetti.
CONTEXTO
Imagine que en la noche sucede un milagro y que mientras usted duerme, el Terapia sistémica
problema que lo trajo hasta acá se resuelve: ¿Cómo se daría cuenta? ¿Qué sería
diferente? ¿Qué cosa vería en la mañana siguiente que es diferente y que le dice El modelo de Milán3
que fue un milagro? ¿Cómo lo notaría su mujer (o su marido)? (De Shazer, 1991,
La última ocasión que ve reunidos a los cuatro componentes del grupo
pág. 113).
original de Milán es probablemente un seminario milanés de 1996 de Doane
y Diamond, que presentan en Italia su modelo de terapia intergeneracional.
La pregunta milagrosa evidencia el aspecto quizás más relevante de la
Sentados en primera fila, pusieron a las dos estadounidenses a un verdadero
terapia orientada a las soluciones, su horizonte temporal. El acento en el
bombardeamiento de objeciones, en su mejor estilo. Cuando en 1998,
presente, típico de todas las terapias breves estratégicas, es sustituido por un
Boscolo y Cecchin celebraron los 25 años del Centro, estaba Giuliana Prata
definido acento sobre el futuro, tanto que las preguntas de De Shazer,
pero no estaba Mara Selvini Palazzoli, que se había retirado en 1998 y
también más allá de la pregunta del milagro, tienden a hacer uso de un
muere en Junio de 1999.
prevalentemente del tiempo futuro. El terapeuta opera de manera que el
En estos años de trabajo del grupo de Selvini Palazzoli se desarrolla en
cliente construya directamente los posibles escenarios futuros de su vida.
la dirección de una investigación que parte de una doble observación: por
Fiel a premisas de la terapia breve, De Shazer mantiene la canónica
un lado la situación relacional de las familias en tratamiento conduce a la
duración máxima de 10 sesiones, que frecuentemente es abreviada. En sus
patología de uno de los miembros, por otra existe la necesidad de definir los
libros, ricos de investigaciones sobre resultados conducidos en modo no
síntomas de manera precisa para poder trabajar con las familias de manera
académico, pero según modalidades del MRI, refiere que la duración media
predictiva. Este hecho introduce en el trabajo de grupo la diagnosis, desde
de sus terapias es de cerca 4,6 sesiones (De Shazer, 1991). Pero De Shazer e
hace tiempo desterrada en el ámbito de la terapia sistémica y revela la
Insoo Berg son algo más que terapeutas que se limitan a aplicar algunos
necesidad de una actividad prognóstica hasta este momento subordinada. Es
presupuestos técnicos. Su trabajo en terapia se presenta como algo más
curioso que en la década de la terapia postmoderna y de la atención a la
sutil. A través de una conducción discreta, pero brillante, los momentos
historia y al texto que trae el cliente a la sesión, la escuela selviniana se
privados de problemas en la vida de los clientes son acogidos y
ponga en controtendencia neta y reabre la nosografía tradicional.
amplificados con grande ingenio, extrayendo a los clientes mismos del
Es también cierto que la diagnosis redescubierta y leída como un
problema. Así, a medida que la entrevista procede, el problema se hace cada
proceso de defensa en relación de una situación familiar patológica, que las
vez menos presente. La pregunta del milagro no es más que el elemento
personas sintomáticas responden en términos defensivos a un contexto
visible de una terapia construida según principios bastante coherentes. Por
dañado, pero queda el hecho de que la exigencia de definir aquello que es
cuánto De Shazer es el máximo heredero del MRI, el procedimiento de sus
sano y aquello que es considerado enfermo, el bien y el mal de la relación
terapias llega a ser el perfecto recíproco de aquella que Weakland o Haley:
es ahora conectado a una perspectiva psiquiátrica tradicional. El cliente,
el punto central, en cambio de ser la definición del problema, es la
aquí, no es el experto: la competencia, el lenguaje adecuado, la clasificación
disolución de la noción misma de problema.
que hace ña persona miembro de un grupo diagnóstico, pertenecen al
Es fácil, a este punto, sintetizar los motivos del gran interés suscitado
terapeuta. La ausencia de los problemas regresan en primer plano: nacen así
por este modelo. Es simple, no pretende una formación larga y compleja,
los trabajos que tratan a la familia del tóxico dependiente, del psicótico, de
promete resultados en breve tiempo, independientemente de la diagnosis, en
un modo en el cual la brevedad se transformó en sinónimo de terapia
3
apetecible. Permite también de evadir del incómodo problema de la Las notas son extraídas de dos entrevistas de los autores con Luigi Boscolo y
Gianfranco Cecchin.
la anoréxica y de la bulímica (Cirillo et al., 1996; Selvini Palazzoli et al., Cecchin, por su parte, dedica estos años a reelaborar la idea de la
1998ª, 1998b). neutralidad, que lo había ya llevado a desarrollar la idea de curiosidad
Del grupo original de Millán, Luigi Boscolo es el alma clínica, la (Cecchin, 1987). Poco después, Cecchin evoluciona el término curiosidad
persona que en los años ha centrado su cliente y sobre su cura. La mayor en irreverencia:
parte de sus energías. Es el mundo de las pasiones y de las emociones que
Boscolo explora en estos años: La irreverencia […] es una posición que refleja un estado mental del terapeuta, que
lo libera permitiéndole de actuar sin ser víctima de la ilusión del control. La
El cambio más importante para nosotros también desde el punto de vista técnico, posición de irreverencia sistémica permite al terapeuta de incluir ideas que podrían,
fue el uso de las emociones, o sea el descubrimiento, de las emociones y de su a primera vista, parecer contradictorias (Cecchin et al., 1993, pág. 9).
importancia. Me convencí que la toma de conciencia no es suficiente para llegar
eventualmente a un cambio, sino que son necesarias las emociones. Y las Con el concepto de irreverencia (que en seguida evolucionará aún más
emociones pueden ser puestas también en relación al discurso de la empatía, soy la en una investigación sobre los prejuicios del terapeuta: Cecchin et al., 1997)
empatía. El terapeuta vive emociones y las pone a disposición del paciente para Cecchin busca resolver a su modo los dilemas del postmodernismo,
permitirle pensar que cosa se puede sentir. (Boscolo, 200, comunicación personal). situándose en una posición que escapa, por una parte a la condición del
terapeuta experto, y, por otra, a la (posible) desesperada impotencia del
Anteriormente, la teorización de Milán había dado precedencia a lo que terapeuta no experto. Su trabajo pretende la posibilidad de que el terapeuta
Bateson (1936-1958) habría definido el eidos (el mundo cognitivo) de los sea más creativo y disponible a la formulación de hipótesis ligadas al
clientes, mientras que ahora pasa en primer plano el ethos (el mundo de las contexto, en vez que a la creación de interpretaciones conectadas con ideas
emociones). Mejor dicho, las emociones vuelven al primer plano, desde el fuertes y estructuradas. Se trata de considerar las experiencias comunicadas
momento en que ya lo habían estado al tiempo de la formación como una de las posibles verdades y de aceptar plenamente las diversidades
psicoanalítica de Boscolo, para después resbalar en aquello que de las personas, sin buscar modificar nada, al menos como programa
sucesivamente los mismos autores (Boscolo y Bertrando, 1996) definirá “lo terapéutico inicial, aunque su al mismo tiempo el terapeuta es activo en la
no dicho”. El vuelco se realiza, en una aumentada atención para todo búsqueda de un sentido nuevo a eventos e ideas. La paradoja de esta
aquello que no es verbal, por los aspectos una vez más ligados al contexto, posición está en el afirmar que no se debe tomar demasiado seriamente una
más que al texto. También para Boscolo, el futuro es una recuperación del autoridad, cualquiera que ésta sea, incluso aquella terapéutica, privándola
pasado, transformado y transfigurado en un equilibrio absolutamente único mínimamente de su autoridad, pero sin renunciar por esto a hacer terapia.
y original: el pasado de psicoanalista (al cual Boscolo no ha renunciado
jamás, ni ha jamás negado) regresa con una conciencia profunda de las TERAPIAS E INTERVENCIONES COMPORTAMENTALES
nuevas instancias, puestas al servicio de la experiencia personal y de las
propia historia. Pero no sólo: el modelo elaborado por Boscolo se Intervenciones psicoeducativas
transforma en un modelo absolutamente idóneo también para la psicoterapia
individual (Boscolo y Bertrando, 1996): La psicoeducación tiene un destino cargado de contrastes, a los cuales
acompañan viscicitudines multiformes de sus creadores. El primero de
Por lo que nos respecta, nosotros, en el diálogo terapéutico, amamos usar la
todos, Robert Liberman, se transforma en el rehabilitador preferido por las
metáfora de las “voces internas” que cada uno tiene dentro de sí y que derivan de la
interacción de las relaciones con las personas más significativas de vuestra vida. casas farmacéuticas, con sus paquetes comportamentales así bien adaptados
Podemos así hacer hipótesis sobre las voces internas del cliente y sobre sus a la convivencia con los fármacos: un camino similar tiene Ian Fallon, que
características […] Esta perspectiva no conciente de crear en el diálogo una en estos años es una especie de peregrino de la psicoeducación
dialéctica hecha por un trío: terapeuta, cliente y voces internas (Boscolo y comportamental, desplazándose entre Inglaterra, Nueva Zelanda e Italia.
Bertrando, 1996, pág.15). Julian Leff queda sobre la escena sobre todo como un apreciado
conferencista. Prosigue el trabajo del grupo de Pittsburg a obra de Gerry
Hogarty, el más fiel a la psicoeducación tradicional, junto al inglés Nick- 1. Ortodoxa: proseguir con las intervenciones de matriz comportamental
tarrier. También el grupo de la UCLA está disperso. Queda Michael usados en los primeros diez años de psicoeducación;
Goldstein que continua con la consueta generosidad su propio trabajo, 2. Evolución: modificar los instrumentos de la psicoeducación, haciéndola
ocupándose sobre todo de familias con disturbos bipolares. Al inicio de más similar, en los hechos, a una verdadera terapia familiar;
1997, muere también él, víctima de un tumor. Desaparece así, uno de los 3. Negación: juzgar como superflua a la psicoeducación, posible de ser
clínicos más entusiastas y sabios del entero campo psicoeducativo, el sustituida con una simple consultoría sobre los verdaderos tratamientos
hombre que había ideado la primera intervención que (retrospectivamente) (farmacológicos) disponibles;
podía aspirar a este nombre. 4. Superación: sustituir la psicoeducación con formas más o menos
La psicoeducación, de todas formas, no es obstaculizada de la complejas de auto-ayuda.
dispersión de esta primera generación y continua a ser objeto de una serie
de estudios clínicos (Dixon et al., 2000). El panorama es de continua La primera posición es característica de cuánto se habían construido un
expansión del método, que conquista naciones insospechadas de propio modelo en los primeros años de la psicoeducación: Lieberman,
entusiasmos hacia los tratamientos familiares, como China (Mingyuan et Falloon y William McFarlane. Falloon, en particular, pone en pie un
al., 1993) e India (Shankar, 1994). El fenómeno es fácilmente explicable: el modelo de intervención en la cual la psicoeducación no está más en el
carácter fuertemente tecnológico de la psicoeducación no requiere ( como hospital o en la clínica, pero directamente bajo la responsabilidad de los
en el caso de las terapias familiares) una sociedad y una psiquiatría médicos de base, a los cuales es atribuida la tarea de individuar –después de
sofisticada y abierta a la psicología, pero la hace aplicable también a áreas un oportuno tratamiento- pacientes y familias problemáticas, que son más
cerradas a la psicoterapia. tarde tomadas a cargo de un equipo móvil, compuesta por enfermeros y
En 1998, el Shizophrenia Patient Outcome Research Team (PORT) algún psiquiatra (Falloon, 1998). William McFarlane en estos años se
publica una serie de recomendaciones para el tratamiento de la transforma en el propulsor de la psicoeducación en los Estados Unidos.
esquizofrenia, en las cuales es atribuida gran importancia a las Alumno, en su tiempo de Minuchin, de Laqueur, McFarlane (1991;
intervenciones psicosociales sobre la familia, con tal de que éstas sean McFarlane et al, 1995) enriquece el modelo psicoeducativo de Pittsburgh
fieles a la ortodoxa psicoeducativa, tanto que se recomienda que: “las con la introducción de grupos multifamiliares, ampliando así la posibilidad
terapias familiares basadas sobre la premisa que las disfunciones familiares de intervención, además de obtener un formato menos costoso.
son la etiología del disturbo esquizofrénico del paciente, non deberían ser La segunda reacción es la de Leff, que mezcla con cierta desenvoltura
usadas” (Lehman et al., 1998, pág. 8). Treinta años son pasados desde la las intervenciones de control social puro (por ejemplo separar los pacientes
muerte de Don Jackson, pero parecen muchos más: las intervenciones de las familias de alta emotividad expresa) e intervenciones extraídas del
psicoeducativas se transforman en el tratamiento psiquiátrico familiar por repertorio de las mejores terapias (por ejemplo una versión moderada de la
excelencia, pero su aplicación en la psiquiatría de todos los días es un punto connotación positiva de todos los comportamientos familiares). Aquí la
doliente. Se descubre que sólo una minoría de los pacientes psiquiátricos distinción entre terapia familiar y psicoeducación se esfuma, aunque con
que viven en contacto con la familia recibe la psicoeducación (no más del connotaciones diferentes. Según Michael Goldstein (1995), la
30% según Lehman et al., 1998). Es necesario agregar que también los psicoeducación “pura” e independiente de la terapia es sobre todo una
mismos beneficiarios de la psicoeducación generalmente tienen dificultad a ilusión: tarde o temprano es necesario hacer uso de una habilidad
aceptarla: no obstante los esfuerzos de connotarla como una intervención terapéutica también para hacer psicoeducación, de otra forma se hace una
que no reproche a las familias, muchos familiares la perciben de todas mala psicoeducación. Este género de psicoeducación, más dialéctica,
formas como tal (Solomon, 1996). La psicoeducación, así, es atacada de abierta a las técnicas de las terapias sistémicas y relacionales, es usado
más partes. Surgen cuatro reacciones hacia la psicoeducación, cada uno provechosamente en el tratamiento de disturbos bipolares (Goldstein y
profesado y practicado por un grupo bien distinto según sus intereses y sus Miklowitz, 1997).
convicciones: La propuesta más radical es aquella proveniente de los psiquiatras de
estrecha orientación biológica. Según ellos, sería eliminable la
psicoeducación y sustituible por una simple consultoría específica no Junto al postmodernismo y al construccionismo social, el otro concepto
profesional para las familias (una especie de manual de las instrucciones emergente de la terapia familiar de la década es el concepto de narrativa. La
para las terapias farmacológicas). El objetivo sería sencillamente aumentar narrativa es ya, en estos años, una clave importante en los desarrollos de las
la compliance de los pacientes hacia la farmacoterapia, vista como el único ciencias humanas (Mitchell, 1981; Polkinghorne, 1988; Ricoeur, 1981), de
verdadero tratamiento de los graves problemas psiquiátricos (Hemsley y la antropología (geertz, 1973), de la psicología (Bruner, 1986, 1990;
Murray, 2000). Gergen, 1982), del psicoanálisis (Schafer, 1981; Spence, 1983). En la
Según los representantes organizados de los familiares de los enfermos terapia familiar el modelo más coherente y enriquecido de terapia narrativa
psiquiátricos, en definitiva, se debiera suprimir el prefijo “psico” y limitarse no vive elaboraciones de clínicos muy conocidos, sino de la periférica y
a una sencilla “educación” (en el sentido anglosajón del término marginal Oceanía.
“instrucción”) de los familiares, que tendría de esta forma a su disposición
los instrumentos para ocuparse del enfermo (Solomon, 1996). Esta posición White y Eptson: la terapia como narración.
está radicada en la sensación, muy frecuente entre los familiares de los
enfermos psiquiátricos, de ser estigmatizados por la presencia misma de Michael White
intervenciones sobre la familia (sensación favorecida por las afirmaciones La situación personal y profesional de Michael White se desarrolla en
relativamente paradojales de una cierta psicoeducación: “Nosotros Australia del Sur, en Adelaida. En su juventud, White es proyectista de
sostenemos que la esquizofrenia es una enfermedad biológica y por ende instalaciones eléctricas y mecánicas. En 1967 inicia su carrera en el mundo
trabajamos sobre ustedes, familiares”). de las personas como asistente social. En esta fase, su interés por la
Sin embargo, desde el momento en que el malestar familiar no aproximación sistémica y la psicoterapia hace referencia a los modelos
desaparece, de todas formas es necesario encontrar otros caminos para sistémicos estratégicos en ese tiempo en boga, en particular aquel del MRI.
enfrentarlo. Después de cuarenta años de terapia familiar, la existencia de Según Zimmerman y Dickerson, es Karl Tomm quien lo dirige en el
algo como el malestar de las familias, que exige una forma de “cura”, es profundizar específicamente los trabajos de Bateson, que lo inician en la
finalmente aceptado y difundido: las raíces de la psicoeducación y de la semántica de la comunicación y en la construcción de significados (véase
terapia familiar no son de por sí eliminables de la ideología farmacéutica. White, 1985). Desde 1980 estudia las ideas de Michael Foucault sobre la
Los representantes de los familiares y sucesivamente los pacientes mismos relación entre conocimiento y poder (Foucault, 1975, 1976, 1980), junto a
reunidos en asociación, le dan un mayor valor a las técnicas de auto-ayuda los de Erving Goffman y Jacques Derrida. Esta formación le consiente de
(Clerici, 1999). De este modo, con una convergencia paradojal, también los desarrollar una vasta reflexión sobre los procesos de desinstitucionalización
representantes de los familiares, que inauguran las terapias familiares del del conocimiento y del poder del conocimiento experto, que resurgirán en
“no saber”, llegan cercanos a ésta teoría, en el contestar el rol de expertos los modelos teóricos y en las metodologías del re-authoring. Al rededor de
(“presuntos saberes”) de cada género de terapia. Lo que no es casual, si se 1990, se abre al construccionismo social, estudiando los trabajos de Gergen
considera que una de las probables causas de la llegada de las terapias y Davis (1985). Es además influenciado también por la psicología narrativa
postmodernas es justamente la crisis de los saberes profesionales. Se podría de Bruner (1986, 1990).
entonces decir que el público de las terapias, en estos años, comparte un Clínicamente, pone a prueba las ideas de Foucault trabajando con niños
escepticismo fundamental hacia las competencias mágicamente aceptadas con encupresis, que tienen historias embarazantes y repelentes,
de los terapeutas. generalmente estigmatizados por sus propios padre. En su vida, Michael
aprende a investigar los “resultados únicos” que pueden darles una idea de
TERAPIAS POSTMODERNAS éxito; es en relación a éstos que comienza a crear un modo de separar a la
persona del problema, creando el lema “la persona no es el problema, el
Terapias narrativas problema es el problema”. La idea consiste en el personalizar la encopresis
de forma de sneaky poo: el síntoma se externaliza, se separa de la persona
para transformarse en algo que persona (y la familia) puede enfrentar y
eventualmente vencer (véase White, 1992). Pero es necesario un concepto de redes de pasajes (van Gennep, 1909) como fundamento de
movimiento más radical, que Michael encontrará cuando logrará pensar en cada intervención terapéutica.
el objetivar las experiencias de las personas en formas de historias, que, Probablemente la mayor contribución de Epston a la terapia narrativa es
como tales, pueden ser reescritas según el deseo de los clientes, que se el uso de medios literarios con fines terapéuticos (White y Epston, 1989),
transformarán en sus autores. que en su caso significa sobre todo, escribir cartas:
Las primeras contribuciones orgánicas a la teoría y a la práctica de la
terapia como si se tratara de un texto llegarán más tarde, con The process of No me lo enseñaron durante mi formación, ni tampoco había visto a otros
questioning: A therapy of literary merit? (1988), y Literate Means to terapeutas hacerlo, pero me encontré de pronto escribiendo cartas a la familia con
therapeutic Ends (1989) escrito junto a Epston. mi primer cliente después de la primera sesión. Me parecía algo muy natural, como
la extensión de la conversación que habíamos tenido […] La familia quedó
sorprendida y gratificada al recibir la carta y la leímos juntos al inicio de la
David Epston
siguiente sesión para darle un punto de partida […] después de esta primera carta
La primera formación académica de David Epston es en sociología de he escrito miles: la gran mayoría de mis clientes ha recibido una después de cada
la medicina: en seguida profundiza los estudios de antropología de la cual sesión (Eptson, 1994, pág. 32).
reconoce la importancia en el definir su modo de hacer terapia (véase
Eptson, 1989). Epston afirma que la antropología y los estudios He aquí un ejemplo de cómo inicia una de las largas cartas de Epston
etnográficos y transculturales son metodologías muy cercanas a la práctica (en este caso una de las primeras, dirigida a Mónica, una de sus clientes que
terapéutica. El pensamiento antropológico lo influencia sobre todo en tres se transformará después en una muy importante en la evolución de su
áreas fundamentales: modelo terapéutico):
• En la comprensión relativista de la fenomenología de las “pequeñas
culturas familiares” y de la singular identidad, metodología muy Querida Mónica,
querida por los antropólogos; Estoy escribiendo una síntesis de nuestros encuentros, como habíamos acordado.
• En el rechazo del pseudo-cientificismo de la psiquiatría ortodoxa, en la Lo hago por una serie de buenas razones: primero que nada veo que relatarme, a mi
cual el objeto estudiado es separado del sujeto observador, lo que que soy virtualmente un extraño, la historia de su vida –que se ha revelado una
produce la degradación de aquella particular cultura familiar; historia de aprovechamiento- de alguna manera la libera de esta misma. Relatar una
historia de su vida, la transforma en una historia que se puede dejar de lado y se
• En la conceptualización del cambio, y por lo tanto del cambio
hace más fácil crear un futuro nuevo elaborado por usted. En segundo lugar es
terapéutico, según una perspectiva transcultural, siguiendo la metáfora necesario que su historia se documentada, así usted no la pierde y queda de
de la transición y del pasaje. cualquier manera disponible para otros que podrían querer inspirarse... (Epston,
1986, en Epston, 1989, pág. 129).
Epston pone de esta forma a la psicoterapia fuera del modelo médico y
de la metáfora de la enfermedad. La psicoterapia es un instrumento que El uso de las cartas, aunque si bien es cierto tiene una correlación
facilita el paso, el terapeuta es un entrenador de la familia y el individuo, y pragmática, anotar lo que los clientes dicen en el transcurso de las terapias,
les ayuda a encontrar los pasajes justos a través de sus propias evoluciones de modo tal como parar preparar mejor la escritura de las cartas, conduce a
existenciales, en el respeto de la identidad de cada pequeña cultura familiar. Epston a un paso más allá: releer con los clientes lo que apenas ha sido
La terapia se transforma en una forma de re-gradation (un ritual opuesto al dicho en el curso de la terapia ( una especie de regreso tecnológico respecto
“ritual de degradación” de Goffman, 1961). Para Epston la terapia debe al uso de la videoregistración predilecta de todos los terapeutas desde
saber restituir el valor a la llamada patología mental (re-gradation), 1960). La escritura enlentece las acciones del terapeuta (Epston, 1994). De
recuperando una retórica noble que busca la adaptación y el completar las este modo teoría y praxis entran en un círculo virtuoso. La teoría que
personas y los sistemas humanos, disolviendo la lejana dicotomía sostiene problema y persona son entidades separadas está de alguna forma
epistemológica entre objeto y sujeto de conocimiento, recuperando así, el generada y reforzada del mismo hecho de objetivar el problema en un
papel. Esta misma praxis contribuye a consolidar una de las metáforas más El procedimiento terapéutico de la objetivización del problema es la
fuertes de la década: la terapia como un texto. traducción metodológica de la necesidad teórica de atribuir las raíces del
problema llevado a las condiciones culturales e históricas que se suponen
La Terapia de White y Epston como sus causas. Objetivar el problema significa mostrarlo como un
Adoptando como referencia a Foucault, sobre todo el del periodo de producto de procesos de institucionalización de tipo cultural, social e
Vigilar y castigar (1975), White concibe la terapia como una operación histórico. El individuo está inmerso en “danzas” y discursos sociales, que lo
política. La política cotidiana de la terapia, al momento de su ingreso en llevan a desarrollar algunos de sus potenciales variaciones del Sí mismo y a
escena, ha sido subvalorada por los terapeutas, excepto por las feministas: dejar atrás otras. El problema es visto como oprimente y nocivo para la
White redescubre, sin saberlo, el análisis de la posición política del integridad del sistema, nunca como “útil” a su funcionamiento: Hacer
terapeuta perseguida por los de la antipsiquiatría de años antes, pero con sentir a las personas “agredidas” por un problema que viene desde fuera,
una diferencia no menor: las consecuencias de su análisis y de su trabajo puede ayudarles a reencontrarse, llevándolo a hacer fuerzas entre ellos y
son todas microsociales, no políticas. Para White es suficiente desmitificar con otros por recuperar poder y confianza en la posibilidad de vencer,
los discursos de poder frente a los individuos y a la presencia de sus derrotando al problema.
familias para obtener un resultado político. La externalización del síntoma es la correlación técnica del proceso de
La terapia según White y Epston sigue una serie de pasajes lógicamente objetivización del problema, que muestra al sujeto el poder y la influencia
concatenados: el dominio del conocimiento es un dominio de poder; el que el problema tiene sobre su vida. De este modo, el cliente se separa de la
conocimiento separado de las condiciones y de los contextos de su historia dominante y del problema y comienza a tomar confianza y
producción es un instrumento de poder, será por tanto deconstruido y percepción de su poder personal, a preguntarse que desea verdaderamente.
reportado a los orígenes de su institucionalización. Una identidad El trabajo del terapeuta es un trabajo de “no experto”: no da soluciones,
construida sobre un conocimiento separado de las condiciones y de los se realiza sobre la definición y el mejoramiento del poder personal y de la
contextos de su producción lleva a la exclusión y a la marginalización. identidad del individuo, en función de la rebelión a las características
Los individuos cuentan su vida y a través de esta narración la culturales (y por lo tanto personales) por causa de la historia dominante.
estructuran y les dan un significado. Generalmente una historia que Consecuencia de esta posición es el uso de las preguntas, con una
representa una narración parcial de una experiencia de vida compleja, se mínima intervención de reformulación y estrategización de parte del
hace dominante (análoga al “discurso dominante” de Foucault, 1975) y terapeuta. Llevando al extremo las consecuencias de la praxis de los
genera la identidad que el sujeto se atribuye: la persona se relatada por la terapeutas de Milán, el australiano cataloga infinitas preguntas (véase
cultura y por los otros significativos, de modo que termina por ser represivo Epston y White, 1992). Como Anderser (y Bowen y Weakland de las
de su “autenticidad”. Aquella que está inhibida es la autodeterminación de generaciones anteriores) White muestra más un modo de pensar que una
los significados: la persona relata a sí misma la historia dominante que técnica espectacular. Difícilmente desilusiona a sus alumnos y seguidores
relatan los otros. No resulta difícil reencontar aquí la ideología porque su personalidad terapéutica, con toda su delicadeza, está
liberacionista que da forma a la mayoría de las terapias familiares desde los caracterizada por una fuerte energía.
inicios. En su artículo The process of questioning: A therapy of literary merit?
El paso sucesivo a la constitución de una historia dominante y al (1988), White define cinco etapas del proceso terapéutico:
surgimiento del malestar, es la subjetivización del problema, que lo
transforma en una problema personal. Respecto a la objetivización, que es Hacer preguntas de conjunción, para conocer a las personas que se han presentado
un proceso pasivo, la subjetivización es un proceso activo a través del cual en terapia como separados del problema y para definir sus competencias.
se produce una estandarización de las propias acciones respecto a las Hacer preguntas relativas al problema y a la experiencia del cliente con ello,
normas sociales, de tal manera que el individuo se vuelve un cuerpo dócil, poniendo atención a la externalización del problema, hablándole como si se trata de
una cosa que es separado del cliente y de su vida.
que opera sin respeto y miramientos en relación a sus propios deseos.
Hacer preguntas con influencia relativa, que tienen el fin de externalizar el sistémica”. El proceso, al inicio lento, se vuelve cada vez más rápido, tanto
problema, o sea de llevar a los miembros de la familia a vivir el problema como que en 1996. en una editorial de Family Process, el director Peter Steinglass
externo a ellos como personas. Algo externo que influencia fuertemente sus vidas. afirma: “Las aproximaciones narrativas de la terapia familiar han capturado
Hacer preguntas que buscan revelar los “resultados únicos”, es decir que buscan la imaginación y el interés en nuestro campo, lo que se refleja en el hecho
episodios en los cuales el problema se ha revelado incapaz de influenciar la vida de
de que los escritos sobre éstas temáticas representan el grupo más
las personas de la familia. Los resultados únicos son aquellos episodios de vida que
contradicen (pasado real) la descripción saturada del problema (la historia consistente de los artículos publicados en nuestra revista en este periodo”
dominante) o que no puede ser previsto de la lectura de la historia dominante (Steinglass, 1996, pág. 403). En 1991, año en el cual Steinglass había llega
(futuro imaginario). a la Dirección, la revista estaba aún radicada en la heterodoxia del sistema y
Construcciones de historias alternativas, que tienen el objetivo de construir un de la estructura, el único articulo que enfrenta la temática narrativa había
nuevo paisaje de la conciencia, sobre la base de los resultados únicos presentes en sido A universe of Stories de Alan Parry (Parry, 1991).
el paisaje de las acciones. La introducción de un vasto y complejo corpus de ideas narrativas al
interior de la terapia sistémica tiene múltiples consecuencias sobre la teoría
Una vez exteriorizado y objetivado el problema, las preguntas permiten y la praxis: los terapeutas inician a mostrar un mayor respeto por las ideas,
al cliente de re-veer la propia vida en modo diferente (“Si usted reexamina los valores, las historias que traen los clientes, por todo aquello que los
los encuentros que hemos tenido, ¿Piensa de haber podido clarificar clientes tienen para decir, más allá de las teorías y de las hipótesis del
respecto a cómo es usted como persona y a sus modalidades preferidas de terapeuta. La perspectiva narrativa se pone como una visión “humanista”,
entrar en relación con los otros? ¿Qué sabe ahora del tipo de vida que mejor restituyendo a la persona los “derechos” que –según sus seguidores- habían
se adapta y la que menos de adapta a su tipo de persona?”) y de llevar su sido negados por otras praxis terapéuticas, sobre todo aquellas sistémicas y
propia experiencia de frente a la platea de los otros (“ahora que ha logrado cibernéticas (Hoffman, 1990; Paré, 1994). Como Minuchin contra Satir,
este punto en su vida, ¿Qué otra cosa debiera conocer? ¿Qué diferencia como Boscolo y Cecchin contra Minuchin, White i sus seguidores imponen
piensa que surgiría en su comportamiento hacia sí mismo si conociera estos la narrativa a modo de fusil, desencadenando el más radical rechazo de los
nuevos aspectos?”; véase Epston y White, 1992). modelos de terapia familiar que les han precedido (véase Bertrando, 1998).
Aunque el uso de las preguntas como vehículo principal de intervención Las ideas narrativas son utilizadas también por autores ligados a diferentes
(aparte de las letras y los restantes documentos escritos) acerca a Epston y tradiciones, como aquellas sistémicas4 (Sluzki, 1992; Boscolo y Bertrando,
White a Boscolo y Cecchin, el carácter de sus preguntas es notablemente 1993) o estratégica (Eron y Lund, 1993). La terapia narrativa postmoderna
diferente. Las preguntas circulares tienden a desplazar la atención del se vuelve así por algunos años, la frontera de la terapia familiar.
entrevistado hacia las relaciones con los otros o hacia los eventos de la vida, Los narrativos se constituyen también en algunos jefes de escuelas
para después eventualmente volver al sujeto, con un movimiento desde el teóricas y de su retórica. La cuestión del poder y de la política en terapia
externo hacia el interno. Las narrativas se centran, en cambio, justamente conduce el terapeuta a transformarse en más conciente de la propia posición
sobre las experiencias subjetivas y sobre la identidad, para pasar en un de poder, por lo tanto del propio rol de agente de poderes constituyentes en
segundo momento a considerar las relaciones, realizando así un movimiento la vida de los clientes. La unidad de observación y de máximo interés para
desde el interno hacia el externo. El punto focal de la terapia narrativa de el terapeuta –aunque si se califica como terapeuta familiar- vuelve a ser el
White y Epston queda siempre en el individuo, tanto que Minuchin se da individuo, más que la familia o la pareja. La historia, además, conlleva al Sí
cuenta y plantea la pregunta: “¿Donde está la familia en la terapia familiar mismo y a la experiencia interior, de la cual desciende sólo en un segundo
narrativa?” (Minuchin, 1998):
4
El movimiento de terapia familiar narrativa El conjunto de las posiciones teóricas y pragmáticas de corte narrativo conduce a
variadas aplicaciones de terapia familiar (Zimmerman y Dickerson, 1994; Pann y
Después de 1990, la definición de “terapia centrada en las narrativas” Frankfurt, 1994; Papp y Imber-Black, 1996; Weingarten, 1998), en la consultoría
familiar en medicina general (Weingarten y Weingarten Worten, 1997) y en la
inicia a sobreponerse, y después a sustituir, el nombre de “terapia
investigación sobre la interacción terapéutica (Kogan y Gale, 1997).
momento el diálogo. Aquello es más notorio porque éstos autores parten de cliente y terapeuta se vuelve importante en la terapia conversacional que
una versión radical del construccionismo, en la cual el Sí mismo es prevee tratar el material traído en sesión por el cliente como un texto, pero
construido exclusivamente en la interacción social y linguística; pero de manera diferente a la terapia narrativa:
después caen en el encanto de la historia narrada por el individuo y
terminan por verla como pertinente a un “Sí mismo” mucho mas tradicional La cuestión conversacional deriva de una posición de no saber y es la raíz
de cuanto parece. primordial del terapeuta. […] requiere el escuchar las historias de los clientes de un
En lo que respecta a la retórica, el estilo de los terapeutas narrativos se modo peculiar, sumergiéndose en la conversación con el cliente […] las preguntas
distancia nuevamente del estilo técnico y generalmente estático predilecto no derivan de las teorías preconcebidas del terapeuta de cómo debieran ser las
historias […] las preguntas convesacionales no son en ningún caso generadas de
de los constructivistas y cibernéticos de segundo orden, para transformarse
técnicas, métodos o de un set de preguntas preconfeccionadas, éstas derivan en
en políticamente correcto y respetuoso del interlocutor, como testimonia los cambio de una actitud quieta y constante de no entender demasiado rápido, de no
versos de la Dulwich Centre Newsletter, revista oficial del Centro de terapia saber (Anderson, 1993, pág. 330).
narrativa dirigido por White. He aquí la nota al margen sobre los “dilemas
lingüísticos” surgido en un número especial sobre un proyecto de Esta es, quizás, la diferencia sustancial entre las terapias narrativas y
intervención en la comunidad de pacientes psiquiátricos: conversacionales: mientras para la primera la historia del cliente es casi
reificada en la metáfora del texto, sobre la cual el terapeuta trabaja con
Para las personas con diagnosis psiquiátrica que se unieron al proyecto preguntas codificadas y estructuradas, para los conversacionalistas es el
inmediatamente a su involucramiento a los servicios psiquiátricos, los comunes
stream of consciousness de joyciana memoria quien asume el rol de
términos como “pacientes” o “consumidores” no parecen apropiados, desde el
momento en que niegan la contribución vital que éstas personas dan al proyecto. En material de trabajo. Es el objetivo de la terapia lo que cambia: aquí, entre
esta publicación, para describir cómo se han involucrado estas personas, usamos el los conversacionalista el objetivo es al menos incierto, mientras que para
término “miembros de la comunidad”. El término “miembros del equipo del los narrativos la reescritura (re-authoring) resulta un fin y la conversación
proyecto” se aplica a los asistentes sociales, terapeutas y al coordinador del un medio.
proyecto. (Anónimo, 1997).
Harlene Anderson y Harry Goolishian
Como se aprecia, existe un gran cuidado en el evitar cualquier etiqueta El Galveston Family Institute existe desde hace más de doce años
(después de todo las personas con diagnosis psiquiátricas que se han unido (desde 1989) y es organizado como un instituto clínico, de enseñanza y sin
al proyecto, serían definidas en todas partes como “pacientes psiquiátricos”, fines de lucro. Su historia es la siguiente:
con un fácil agregado de “crónicos”), como también en el no crear
jerarquías de algún tipo. Aún cuando esto penetre en la terapia oficial, el Cuando trabajábamos en la Universidad de Texas Medical School –donde he
resto es sólo un sueño lingüístico, y materia de controversia. enseñado por más de treinta años- un cambio de administración del departamento
de psiquiatría nos hizo difícil continuar nuestro trabajo. Así aquello que hacíamos
Terapias conversacionales tuvimos que cambiarlo del Medical School a la investigación y el training que
estábamos haciendo, en lo que ahora sería llamado “proyecto de estudios sobre la
familia” y construir el Galveston Family Institute en el de Galveston. […]
Los terapeutas narrativos ven la terapia como un asunto de Comenzamos cuatro personas: Harlene Anderson, Paul Dell, George Pullian y yo
colaboración entre cliente y terapeuta, se ponen ambos en un plano casi (Goolishian, en Bussi y Ravella, 1989, pág. 1 - 2).
paritario. La aproximación colaborativa se basa sobre un asunto
fundamental, que es que cliente y terapeuta tienen la misma dignidad en Harry Goolishian y Harlene Anderson surgen como jefes de escuela en
cuanto a su experiencia vivida y que, siendo la experiencia humana la terapia en el momento de mayor auge del postmodernismo. Goolishian, al
ambigua y rica de significados, no es lícito definir a priori y rededor del 1985, es un terapeuta que había participado a la fase
hermeneuticamente interpretar las experiencias de los otros sobre la base de pionerística de las terapias familiares, sin lograr alcanzar un reconocimiento
una pauta teórica y rígida. La cuestión de la paridad experiencial entre
universal como habría deseado. Curiosamente cuando se separa cultural y la conversación entre los pares. La idea es que la terapia pueda permitir al
técnicamente de la orientación estratégica (Goolishian trabajó por veinte cliente de decir (y pensar) aquello que no ha sido aún dicho (y pensado)
años en el MRI) y el impacto conversacional da un importante vuelco a sus acerca de su historia personal.
presupuestos: desde una concepción mecánica, de “ciencia dura”, se pasa a Estas consideraciones dan un vuelco a la concepción sistémica clásica
un posición extremamente blanda y fluida, ya sea en la concepción cultural, relativa al problema. Hasta la llegada del postmodernismo en terapia, el
como en la práctica terapéutica, la razón de ser hace resaltar una filosofía axioma era que el sistema disfuncional crea el problema y que tal problema
social, sobre las pautas de Kenneth Gergen, en vez que una actividad puede ser modificado operando sobre el contexto. En la perspectiva de
transformativa, terapéutica de sentido único. Anderson y Goolishian, en cambio, “los sistemas no crean problemas. El
En 1988, junto a Harlene Anderson, que se transforma en su más fiel uso del lenguaje referido a los problemas es aquello que constituye a los
colaboradora, Goolishian publica Human Systems as Linguistic Systems que sistemas” (Anderson y Goolishian, 1988).
representa el manifiesto de la visión conversacional en terapia familia y En cierta medida Anderson y Goolishian se demuestran favorables a
estableces sus puntos cardinales. En 1992, la pareja, ya famosa, publica The una disolución de lo específico y técnico de la terapia a favor de una
client is the expert: A not-knowing approach o therapy (Anderson y modalidad coloquial, de common people. Además de la disolución de la
Goolishian, 1992). Goolishian es ya un jefe de escuela, pero no logrará técnica, Anderson y Goolishian sostienen que es oportuno una revisión del
saborear mucho el éxito, ya que muere antes que el artículo fuera editado. rol del terapeuta. En el trabajo de 1992, invocan una posición de “no saber”,
Será Anderson quien heredará la dirección del Instituto, teniendo viva en la cual el terapeuta se limita, sin preconceptos, a estimular la
la memoria del maestro y del colega. conversación de los clientes, asumiendo una posición hermenéutica:
En la publicación de 1988, Anderson y Goolishian sostienen que es
posible explicar los sistemas como existentes sólo en el lenguaje y en los El no saber requiere que nuestras comprensiones, explicaciones e interpretaciones
actos comunicativos. Es en esta segunda perspectiva que se mueven, dando en la terapia no sean limitadas a experiencias precedentes o verdades formuladas
relieve al significado local del trabajo terapéutico conversacional. teóricamente, o conocimientos. […] El terapeuta se une al cliente en una mutua
exploración de la comprensión y de la experiencia de éste último. Así, el proceso
Local se refiere al lenguaje, al significado y a la comprensión que se construye de interpretación, el esfuerzo de la comprensión terapéutica, se vuelve colaborativo
entre persona que dialoga y no a través de sensibilidad cultural general. Es a través (Anderson y Goolishian, 1992, pág. 28 – 30).
de la comprensión local que se da un sentido personal a los recuerdos, a las
percepciones y a las historias. […] El tema del significado local es importante Aún cuando Anderson (1998, comunicación personal) tiende a subrayar
porque pone el acento sobre la existencia de un espectro de experiencias, de la absoluta originalidad de la propia posición, Goolishian reconoce las
conocer éstas experiencias que es bastante diferente de “conocedor” a “conocedor” deudas con Bion, Winnicott y Rogers, los terapeutas que ponen la
y que variará de una terapia a otra (Anderson y Goolishian, 1992, pág. 46). personalidad del terapeuta en segundo plano y subrayan el rol creativo y
activo de los clientes. La posición del terapeuta debe ser “no experta” (“sin
La idea de base es que no existen “esencias”, que la totalidad del memoria y sin deseo” para Bion, “centrada sobre el cliente” para Rogers)
existente es incomprensible y que se puede realizar solamente un con el fin de favorecer la creación de un espacio libre para la conversación.
conocimiento negociado entre interlocutores, provisoria y local, No es tan importante la modificación de la situación individual o familiar,
marcadamente circunscrita e informada del contexto lingüístico que en sino la promoción de un diálogo a la par, que deje abierta la lectura de la
estos momentos hace de contexto a la conversación en acto. El proceso experiencia del cliente más allá de todo constructo teórico “fuerte” que
terapéutico entero, resulta así inescribible en una perspectiva linguística. El pueda influenciar la regulación del significado.
problema presentado por el cliente existe en el lenguaje, y da sentido al El aspecto teórico del trabajo de Anderson y Goolishian es
contexto narrativo que lo contiene; el procedimiento terapéutico es el definitivamente preponderante, en relación a un corpus técnico bastante
proceso lingüístico que reorganiza y disuelve el problema; la técnica reducido. En la praxis psicoterapéutica Anderson y Goolishian justifican el
terapéutica es, sustancialmente, la capacidad del terapeuta de tener abierta trabajo interpretativo con la tradición hermenéutica que se rehace en los
trabajos de Gadamer (1975): el terapeuta es involucrado así como su utilizado por Anderson y sus colaboradores: en una sesión de terapia
interlocutor en la definición interpretativa del material de sesión. Más allá familiar, un joven médico habla con una familia muy triste porque no ha
de los elementos técnicos o de escuela no existe “la psicoterapia”, sino visto nada más que miseria y por un largo periodo no pareciera existir nada
aquel encuentro terapéutico que desarrolla aquella situación relacional. más que esto en la vida de su familia. El joven médico es llamado fuera del
Después, que al hablar de problema se cree el sistema, deja abierta la equipo que le sugiere de poner algunas cuestiones en términos más
cuestión de dónde tienen su origen estos problemas y de que naturaleza son. optimísticos, pero al regresar a la sala de terapia la familia no parece tomar
El dogma conversacional de que los problemas tienen su origen en el este optimismo o las alternativas que se están pensando.
lenguaje, lo reasegura un terapeuta, pero no sólo, sino cualquier persona de Más tarde la idea madurada en el trabajo y en el pensamiento del
la calle. Se tiene a veces la impresión que si el interlocutor del terapeuta equipo toma forma. El conductor de la sesión es llamado nuevamente detrás
dejara improvisadamente de hablar de sus problemas, éstos desaparecerían. del espejo y se le hace la propuesta de, si la familia está de acuerdo, que el
equipo encienda la luz en la sala de observación y apagué la de la sala de
Tom Andersen terapia, invirtiendo al mismo tiempo el sentido de los micrófonos, de
Tom Andersen como psiquiatra del servicio público de Noruega, en sus manera de permitir que el terapeuta y la familia escuche al equipo mientras
escritos ama relatar, con cierta fiereza, como en Troms, al extremo Norte de discute. La idea no le gusta ni a la familia, ni al terapeuta, pero ambos
Noruega, la situación ambiental es particularmente difícil: se requiere aceptan. Se trata de un procedimiento que da un espectacular vuelco a la
tenacidad para quedarse en el paralelo 66, donde en invierno los días duran dinámica de los roles entre expertos y clientes, que hace visible, en sentido
sólo tres horas. Se diría que las historias relatadas por Andersen podrían literal y metafórico, el equipo y su proceso de formulación de las hipótesis,
estar en otros lugares, donde espacio y tiempo asumen durante el año desnudando al experto de su aura mágica de solucionador de enigmas y, al
inconsuetas dimensiones, al menos para nuestros horizontes. mismo tiempo, enfatiza el interés y la atención de un conspicuo grupo de
La convicción que un grupo de trabajo pueda ser considerado como un personas con un preciso rol profesional en relación a un cliente en
sistema, y que los principios sistémicos de relación entre las partes puedan dificultad.
ser utilizados con el mayor provecho en las organizaciones, además que en Las luces se apagan en la sala de terapia, se encienden en la sala de
la clínica, convencen a Anderson y a su staf que podría ser interesante observación y cae un interminable silencio. Un miembro del equipo
tomar contacto con los principales laboratorios sistémicos en el mundo: pronuncia una frase acerca de la resistencia y la robustez de la familia, otro,
nacen así los intercambios de experiencias y de colaboración con Lynn poco después, hace lo mismo en términos análogos, alguno prosigue
Hoffman en el Ackerman Institute, con Boscolo Y Cecchin en el Centro diciendo que quizás la familia está luchando con un destino que no se ha
Milanese di Terapia della Famiglia y con Seligman y Cade del Cardiff escogido y que esto impide a la familia de ver las oportunidades que cada
Institute. uno tiene de forma natural. Poco a poco, la discusión comienza a tomar
Inician en Troms los Seminarios de Junio, con la participación de forma en relación a la idea de la elección de las oportunidades y de aquello
invitados extranjeros que refieren sobre las modalidades sistémicas de que podría suceder si la familia la viera.
intervención y sobre las ideas que les inspiran. En 1998, Andersen organiza Cuando la luz vuelve a la sala de terapia, Tom Andersen y su equipo
un importante seminario para 120 personas en Sjulitelma, con la presencia están listos a ver cualquier reacción de parte de una familia enojada o
de Maturana, von Foerster, von Glasersfeld, Boscolo, Cecchin, Goolishian, aburrida, sin embargo lo que ven es un conjunto de personas pensierosas y
Harele Anderson, Lynn Hoffman y Peggy Penn. En seguida organizará en silenciosas que, después de una breve pausa, comienzan a hablar entre ellos
las Isalas Lofoten un encuentro con Gergen, McNamee, Stein Braten, John con algunas sonrisas. Ha nacido el reflecting Team.
Shotter y otros, en el cual son presentados los desarrollos del
construccionismo social. La inversión de luz y de sonido da una sorprendente libertad a la relación entre
Sobre esta línea de investigación, en marzo de 1985 sucede algo que ni nosotros y la familia. No estábamos más de la parte responsable, estábamos
siquiera los autores saben explicarse del todo: uno de los raros casos de solamente en una de las dos partes (Andersen, 1991, pág. 13).
insight colectivo que procede naturalmente de la idea de base del método
Dicho sea de paso, el sentido del término inglés reflecting tiene que ver explícitos son absolutamente dignos de ser evitados, porque se corre el
con la actividad de pensamiento y de reflexión que se hace explícito en riesgo de que resulten perturbantes para la persona:
sesión, no con la idea de reflejo como suele subrayar Andersen.
Probablemente el factor específico que trabajo en un procedimiento de esta Consejos e interpretaciones pueden fácilmente transformarse en perturbaciones
naturaleza es una conspicua reducción de la idealización o del trasnfert de alienantes para la persona. Si asimila algo para lo cual su repertorio no tiene
parte de los clientes y contemporáneamente con un potente investimento respuesta, podría verificarse una desintegración. Un modo para evitar que esto
afectivo en relación a éstos últimos de parte de los terapeutas. suceda es el fin de la relación. (Andersen, 1991, pág. 34).
El aspecto a profundizar tiene relación con el nodo de cambio: ¿Cuál es
el procedimiento que produce una “diferencia que crea una diferencia”? Andersen tiene el gran mérito técnico de reducir en los terapeutas la
Andersen sostiene que la potencialidad de cambio está en la exposición de expectativa de rol y de realzar el aspecto personal, mientras,
la persona o de la familia a un evento que representa una nueva posibilidad contemporáneamente lleva a la terapia hacia un análisis sobre las
de ver las mismas cosas: no se trata de un insight en el sentido modalidades de reflexión acerca del problema presentado.
psicoanalítico, sino de una situación que permite encontrar una salida
inusual a un contexto habitual. De cualquier manera el equipo o el terapeuta
predisponen una situación que “impacta” al interlocutor, en el sentido de
que se conecta con una nueva potencialidad emotiva a hechos o narraciones Lynn Hoffman
que los clientes traen a la sesión y que representan su bagaje de elaboración Lynn Hoffman representa uno de los mejores ejemplos de los terapeutas
habitual del problema. que atraviesan la historia entera (o casi) de la terapia familiar,
El mismo Andersen considera la propia posición teórica entre la manteniéndose siempre en la mejor posición para ver cómo suceden las
cibernética de primer orden y la de segundo orden. La cibernética de primer cosas. En los inicios de su carrera en California, en Palo Alto con Jay
orden considera el problema como un evento en sí mismo; el profesional lo Haley, junto a quien publica Técnicas de terapia familiar (Haley y
descubre así como es y del disturbo tiene sólo una versión. Además el Hoffman, 1969). Después de una breve colaboración con el grupo de
cambio puede ser dirigido, piloteado desde el externo, por lo tanto, resulta Minuchin en Filadelfia, cerca de 1975 se desplaza al Ackerman Institute
previsible. En la perspectiva de segundo orden, en cambio, el problema es donde se transforma en una coresponsable del Brief Therapy Project.
correlacionado con el contexto; el profesional trabaja sobre todo con el En 1978 entra en contacto con el grupo original de Milán. Junto a
significado que la persona tiene del disturbo: este significado es visto por la Peggy Papp es una de las primeras terapeutas norteamericanas a darse
persona como una de las posibles versiones del problema. El cambio sucede cuenta de la potencia de las ideas milanesas, tanto así que crea el término de
espontáneamente “desde dentro” (de la persona, más que del sistema) y “Milan Systemic Therapy” (hasta ese entonces no existía ninguna terapia
nadie puede saber cómo será, o cuando sucederá. que se definiera exactamente con el nombre de “sistémica”). Después de
El procedimiento del Reflecting Team deriva de la primera posición 1980, escribe algunos artículos fundamentales sobre el modelo milanés,
teórica en cuanto se trata de trabajar con emociones muy arraigadas o con el colaborando a su fulminante difusión y encontrando también el tiempo de
involucramiento del terapeuta o del equipo que dejan poco espacio a la escribir un importante libro histórico sobre la terapia familiar, leída sobre
lucidez. En pocas palabras, cuando la distancia en relación al problema todo en clave sistémica, Fundamentos de la terapia familiar (Hoffman,
presentado es corta y el trabajo terapéutico corre el riesgo de estar 1981). En 1987 publica junto a Boscolo y Cecchin, y a Peggy Penn el libro
demasiado “cerca” de las cuestiones que han sido triadas a la sesión. Milan Systemic Family Therapy (Boscolo et al., 1987), la única obra
Viceversa, sostiene Andersen, si el equipo y el terapeuta son completa dedicada a la evolución del modelo milanés según Boscolo y
suficientemente separados de la tarea y de los aspectos triados a la sesión, Cecchin. En 1988 escribe un artículo en la cual magnifica la suerte del
pueden adoptar una posición teórica de segundo orden. Andersen, por otra constructivismo, que aparece en un memorable y único número del Irish
parte, sostiene que las interpretaciones y los consejos más o menos Journal of Family Therapy (Hoffman, 1988). Pero ya en 1990, con el
artículo Family Therapy: An Art of Lenses (Hoffman, 1990), toma distancia
del modelo sistémico, abrazando el construccionismo social y declarando la Desde un punto de vista geográfico, el periodo ve una evolución
fin del modelo cibernético para la terapia. El vuelco se acentúa con el definida por la profesión. El verbo narrativo de White y Epston se difunde
escrito de 1992, A Reflexive Stance for Family Therapy, publicado en el en Australia y Nueva Zelanda, sustituyendo buena parte de la terapia
fundamental libro a cargo de Sheila McNamee y Kenneth Gergen Therapy sistémica que se esperaba: las preocupaciones éticas y políticas de los
as Social Construccion, que contiene también algunos textos de Anderson, narrativos responden más al carácter de la terapia familiar local. Se crean
Goolishian, Andersen y Epston (McNamme y Gergen, 1992). así dos comunidades que por toda la década restarán impermeables y
El artículo Setting Aside Models in Family Therapy (Hoffman, 1998) contrapuestas (M. Crago, 2000, comunicación personal). La narrativa
marca después su definitiva conversión al postmodernismo, con la prospera también en los Estados Unidos y en Gran Bretaña, aunque con
superación declarada de todos los modelos. Junto a este cierto triunfalismo éxitos bastante diferentes. Los americanos lo acogen como una nueva
de lo provisorio, muy frecuente en los escritos de los postmodernistas, ideología, sustituyéndola sin lugar a dudas a la cibernética; los ingleses no
Hoffman pone un problema serio: cuanto es el caso de insistir a construir hacen más que introducirla en el contenedor ecléctico, asimilándola a la
grandes y complicados modelos que generalmente no tienen nada que ver práctica psicoanalítica y sistémica, según determina la tradición nacional
con la efectiva practica terapéutica. (véase Pocock, 1995). En el resto de Europa, las escuelas más tradicionales
La última versión del pensamiento de esta pululante terapeuta de todas mantienen sus posiciones, incorporando sin embargo una cuota cada vez
las estaciones, es una especie de antología del postmodernismo y llama al mayor de elementos narrativos y conversacionalistas, que se transforman en
apelo de todos los autores que han hecho la historia de la terapia familiar al dominantes sobre todo en Escandinavia y Holanda. Francia inicia a superar
último revuelo del milenio. Hoffman declara que la lectura del trabajo de el propio aislamiento nacionalista.
Schön es que existe un conocimiento a través del proceso (y no a través de La evolución hacia el postmoderno se refiere sobre todo al debate
la estructura) y que el profesional asume una posición de profunda escucha teórico, pero pasa rápidamente del círculo de los iniciados a los manuales
en relación al cliente, una escucha que pone en comunicación los diferentes que ya son bastante basilares en el formar la profesión. Textos base como
niveles de conocimiento de la persona (a este respecto, véase Bertrando y los de Becvar y Becvar (1997) o de Nichols y Schwartz describen el evento
Tofanetti, 2000). Hoffman sostiene que esta modalidad de escucha es la de postmoderno, construccionismo y narrativa como un vuelco que marca
primera matriz de la conversación reflexiva, que una verdadera nueva era. Contribuye a esto la desaparición o el eclipse de
muchas figuras carismáticas de la primera generación: en estos años muere
...requiere una gran tolerancia en relación ala vulnerabilidad, porque significa Bowen, Whitaker, Weakland, Selvini Palazzoli y Goolishian, y además se
exponer el propio modo de procedimiento. Del mismo modo hace a la consulta retiran Minuchin y Haley. El hecho es que los terapeutas familiares son ya
muy diferente de la usual relación cliente-profesional, que está basada sobre el una comunidad numerosísima y esto permite a los modelos ya consolidados
asunto que el profesional tenga el saber y que al cliente esto le falte (Hoffman, (que no desaparecen de escena) como el estructural, el milanés o el
1998, pág. 148).
estratégico tradicional, de mantener un buen número de seguidores,
mientras que los nuevos maestros recuperan una visibilidad y una
Pareciera que el aspecto más significativo de la idea de Hoffman está
popularidad casi mesiánica, como antes le había sucedido a todas las
todo en la especificidad de la empatía, de una peculiar empatía hecha de
grandes figuras históricas.
una escucha con una actitud receptiva y tolerante, que es paragonable a la
En 1999, Carol Anderson, la creadora del término “psicoeducación”, se
actitud del antropólogo moderno, no imperialista (Geertz, 1973).
transforma en la directora de Family Process, reemplazando a Peter
Steinglass. Sería ya suficiente este paso del Board of Directors de la
conocida revista quien revelaría un cambio de clima. Psiquiatra no
PROFESIÓN arrepentida, Anderson había estado entre los más fuertes opositores de la
terapia familiar en la esquizofrenia y sólo una década antes habría sido un
nombre improponible a la dirección de la revista por excelencia de los
terapeutas. Su primera editorial trata sobre el pasar de los terapeutas que se
preparan para el nuevo milenio, poco entusiastas a explorar –como habían Sykes Wylie (1994a), los derechos de los terapeutas bajan un 25% con el
sido antes- en las últimas novedades del campo. ingreso en la HMO; en compensación, crece la carga burocrática y la
Al mismo tiempo, en el trazar los límites de la disciplina, Anderson la necesidad de justificar cada elección terapéutica.
excluye de muchos de sus campos más tradicionales, reservándole la tarea No es que las cosas sean mejor en Europa. A diferencia del
de “aumentar nuestra comprensión de los componentes cruciales de un buen psicoanálisis, la terapia familiar queda sobre todo limitada a los
matrimonio, una paternidad competente, una eficaz capacidad de resolver profesionales de los servicios públicos. Sobre ellos, los cortes impuestos a
los problemas”, además de “usar conceptos sistémicos para modificar la sanidad en toda Europa, se sienten fuertemente. Cada vez menos los
nuestra propias familias, redes de amigos, escuela, comunidad y políticas profesionales formados en terapia familiar pueden ejercerla
sociales, de modo que se preserve y se incentive la capacidad de verdaderamente: el requerimiento es de ocuparse en terapias más
recuperación de las familias” (Anderson, 1999, pág. 1). La terapia familiar consideradas como esenciales. Deriva también de esto, la creciente petición
aparece, en esta óptica, poco más que una asistencia social de alto nivel. De de modelos que provienen de teorías sistémicas familiares, pero adaptadas
aquí la idea que la década representa un periodo de crisis para la terapia al trabajo con los individuos (Boscolo y Bertrando, 1996). Así el problema
familiar, no obstante muchos desarrollos teóricos y prácticos que la económico se salda con el de la identidad: la terapia familiar es considerada
caracterizan. costosa, difícil, no adapta al nuevo clima. Sufren los costos de esto las
Dos aspectos se entrelazan inevitablemente, para los terapeutas instituciones. El ejemplo paradigmático es una vez más de los Estados
familiares de todo el mundo: la crisis económica, con los crecientes cortes Unidos, el del Philadelphia Child Guidance Clinic, que Minuchin había
de balance que interesan, ya sea al sistema privado casi exclusivamente transformado en un santuario del trabajo con familias, La directora,
estadounidense, como al sistema prevalentemente público de Europa y Elizabeth Weller, en 1997 reconoce la adopción de terapias farmacológicas
Australia (por no decir países menos ricos, que no han jamás vivido la en lugar de la viejo aproximación familiar (Weller, en Waters, 2000, pág.
época de la prosperidad terapéutica); y la fuerza decreciente de la identidad 38). La tardía conversión, además, no servirá y la gloriosa clínica de
de terapeuta familiar, un tiempo fuerte de orgullo y ahora –al menos para Minuchin cerrará definitivamente las puertas en 1999.
algunos- condiciones casi embarazantes.
Identidad
Economía La cuestión de la identidad del terapeuta familiar puede ser evaluada, al
Entre todas las profesiones relacionadas con la salud, la psicoterapia menos en lo que respecta a los Estados Unidos, releyendo los años del
goza en Estados Unidos, hasta el 1990, del estatuto más gratificante: los Family Therapy Networker, que ofrece una óptica panorámica de las
psicoterapeutas son para todos los efectos profesionales privados, con la tendencias de los terapeutas medios. Si todavía los primeros números de la
“posibilidad de contactar privadamente a clientes particulares a su elección, década reciben entrevistas o monografías dedicadas a algunos nombres
estableciendo sus propios precios, decidiendo el tratamiento a determinar, ilustres, lentamente los contenidos se hacen cada vez más genéricos: los
los objetivos, la profundidad, además del momento y los motivos para disturbos borderline, los psicofármacos, el dinero, la EMDR. Por último, el
terminarlo” (Sykes Wylie, 1994a, pág. 22); y, al mismo tiempo, son en gran Networker, cada vez menos connotado por la terapia familiar, se transforma
parte repagados por generosas compañías de aseguración, que poco o nada en un órgano de terapeutas que adoptan un cierto género de técnicas y
indagan sobre su trabajo. modelos, que no son ni psicoanálisis, ni comportamentales, ni cognitivos,
Lo que sucede en los Estados Unidos, con la revolución de la managed sino que no necesariamente se acercan a las varias corrientes de la Family
care, es que los psicoterapeutas, los profesionales que más se basaban sobre Systems Theory. En el 2000, la metamorfosis se cumple con el cambio de
la relación entre privado e individuo, son entre los más afectados por los título, que se vuelve sencillamente Psycotherapy Networker, enterrando
recortes. Los manager dictan la elección de los clientes, de las definitivamente sus raíces de terapia familiar.
intervenciones e incluso a veces del número de sesiones (no es casual que En los Estados Unidos, la terapia familiar está ya lejos de sus raíces
Steve De Shazer, con sus cuatro sesiones de promedio, esté entre los psiquiátricas y casi se identifica con la consultoría matrimonial y de pareja;
maestros más admirados de la década). Según una investigación de Mary del resto, no existe mucha alternativa. A medida que los terapeutas
familiares se alejan de la psiquiatría para dedicarse a la profesión privada, Por otra parte, aquella que es presentada como un gran suceso de lobby de
los espacios que se abrían eran sobre todo aquellos de las intervenciones las terapias familias, la GARF (Global Assessment of Relational
sobre las parejas o aquellos de naturaleza más o menos pedagógica. La Functioning, una escala de evaluación propuesta para la inclusión del
masa de los terapeutas familiares de éste país, se reconoce en el profesional pensamiento sistémico en el DSM IV), (véase Clerici y Bertrando, 1995).
privado, dedicado fuertemente al trabajo con parejas. El terapeuta europeo, Para ser reconocida al interno del DSM, de hecho, el “diagnóstico familiar”
por otra parte, es sobre todo un terapeuta individual que ve cada cierto de la GARF debe forzadamente tratar los problemas exclusivamente
tiempo un familia, o que sencillamente se ilusiona en el lograr seguir familiares. Lo que sería positivo, salvo que una anorexia (o cualquier otra
alguna. Frecuentemente el mejor modo de adaptarse a la situación es el de psicopatología reconocida) no pueda ser considerada de algún modo un
transformarse en un experto en psicoeducación. problema familiar: estando al interno del DSM, la anorexia es un
Todo esto puede transformarse en un problema para la terapia familiar diagnóstico de Ass I, por lo tanto individual, luego entonces la familia no
como disciplina... Tomemos a un terapeuta que, solo en su estudio, ve tiene nada que ver. Es por esto que , probablemente, los casos presentados
indistintamente individuos, parejas o familias. El terapeuta que ve como ejemplo en el artículo de presentación de la GARF sobre Family
individuos tiende –especialmente en circunstancias de aislamiento- a Process (Miklowitz et al., 1996) se asimilan a casos tomados de una texto
recuperar una visión linear y a ver las cosas en una perspectiva individual; de asistencia social: porque la especificidad de la terapia familiar está
el terapeuta que ve a una pareja, por otra parte, trabaja sobre las relaciones, justamente en la idea que las “patologías individuales” son inescindibles del
pero sobre problemas que son evidentemente relacionales: todos entienden “contexto familiar” –o mejor dicho, que son un todo-. La aceptación de la
que los problemas de las parejas están en la interacción, salvo algunos GARF en el DSM V o VI sería una legitimación de la terapia familiar como
miembros de las parejas, que están demasiado ocupados en atribuirse técnica, pero quizás una derrota definitiva como paradigma. Enfrentar estos
mutuamente la responsabilidad de lo que sucede. Sin embargo, para ver en dilemas se ha vuelto el desafío que la terapia familiar debe superar en
términos sistémicos a una familia se necesita pensar de manera diferente: beneficio de su propia supervivencia como disciplina.
desarrollar una visión sistémica. Aquello que entonces puede suceder es
que, bajo la influencia del contexto, se haga cada vez más difícil recuperar
la visión sistémica después de haber seguido una serie de casos en los
cuales, queriendo, se podrían evitar.
Lo mismo puede suceder a la casi totalidad de los terapeutas que operan
en las estructuras públicas, en los cuales jamás el contexto favorece una
visión sistémica, requiriendo incluso, de adoptar lo más posible una visión
lineal. Es entonces posible que aquella que Shields y sus colaboradores
(1994) definen en un artículo como la “marginalización de la terapia
familiar” pueda llevar no tanto a la extinción de la profesión de terapeuta
familiar, sino que a la extinción del paradigma (sistémico) de la terapia
familiar como nosotros la conocemos.
Por otra parte, la psicoeducación o bien el trabajo con los internados,
dos de las especializados que en estos años parecen substraer a la terapia
familiar de su elegante gueto de political correctedness, corren un fuerte
riesgo de recaer en esta pérdida de paradigma: en ambos casos, los
terapeutas entran en campo como especialistas, como “técnicos de la
familia” (la psiquiatría biológica, la medicina interna) en la cual la visión
sistémica no tiene más una ciudadanía. Obtienen un reconocimiento, pero al
precio de la propia coherencia o, por lo menos, corren este peligro.