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CRONICAS

El documento presenta cinco crónicas de diferentes géneros periodísticos: una crónica de un accidente automovilístico donde una mujer fue atropellada y el conductor se dio a la fuga; una crónica histórica sobre el hundimiento del Titanic en 1912 donde más de la mitad de los pasajeros murieron; una crónica personal sobre el primer día de un viaje familiar a Bariloche, Argentina; una crónica policial sobre un robo a mano armada en una concesionaria de autos; y un fragmento de una crónica literaria de via

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CRONICAS

El documento presenta cinco crónicas de diferentes géneros periodísticos: una crónica de un accidente automovilístico donde una mujer fue atropellada y el conductor se dio a la fuga; una crónica histórica sobre el hundimiento del Titanic en 1912 donde más de la mitad de los pasajeros murieron; una crónica personal sobre el primer día de un viaje familiar a Bariloche, Argentina; una crónica policial sobre un robo a mano armada en una concesionaria de autos; y un fragmento de una crónica literaria de via

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1.

Crónica periodística de un accidente automovilístico

Mujer atropellada por un conductor que se da a la fuga

Ana Rodríguez se levantó el viernes 14 de marzo a las 8, como era su costumbre. Luego
de desayunar, partió de su casa. Salió por la puerta hacia las oficinas de su trabajo, que
quedaba a pocas calles de su hogar.

Al cruzar la avenida San Martín, no se percató de que un automóvil venía en sentido


contrario y, sin poder esquivarla, el vehículo la atropelló.

La víctima fue trasladada al hospital más cercano. Afortunadamente, fue dada de alta al
día siguiente con lesiones menores y con la indicación mantener controles médicos
externos.

El conductor del automóvil se dio a la fuga y aún no se conoce su paradero.

2. Crónica de un hecho histórico

El hundimiento del Titanic

El 15 de abril del año 1912 tuvo lugar una de las mayores tragedias náuticas de la
historia: el hundimiento del Titanic.

Aquella travesía era el viaje inaugural del reluciente Titanic. La embarcación debía
atravesar el océano Atlántico hasta arribar a las costas de América del Norte, en Estados
Unidos.

Sin embargo, otro sería el destino del magnífico barco: la noche anterior, el día 14 de
abril de 1912, cerca de las 23:40 horas, el Titanic chocó contra un gigantesco iceberg,
que rasgó el casco de la embarcación de tal forma que, luego de unas cuantas horas,
hizo que se hundiera en el fondo del mar.

A pesar de los intentos de la tripulación por solicitar ayuda mediante radio, ningún
barco acudió a ellos. Así, sin poder ver la madrugada, exactamente  a las 2.20 h del 15
de abril, el Titanic se encontraba ya sepultado en el fondo del mar.

La tragedia se llevó a más de la mitad de los pasajeros: 1.600 personas se hundieron con
la embarcación y perdieron la vida, cuando el total de plazas para ese viaje era de 2.207
personas.

3. Crónica personal de un viaje

El primer día de nuestro viaje de vacaciones

El micro partió a las 17 horas del día 20 de febrero. Los siguientes diez días los
pasaríamos cerca de la cordillera, en la ciudad de Bariloche, provincia de Neuquén,
Argentina.
Al llegar, a las 12 horas del 21 de febrero, nos dispusimos a tomar la habitación. Luego
de una cálida ducha, fuimos al centro comercial para almorzar.

Finalmente, encontramos un restaurante que nos gustó a todos. Allí almorzamos y, cerca
de las 14 horas, regresamos al hotel para emprender la primera salida de nuestras
vacaciones: la visita al cerro Otto.

Allí llegamos a las 15 horas y, luego del ascenso, visitamos el museo y la confitería
giratoria. Por supuesto, no pudimos evitar tomar un café en la confitería y observar el
magnífico cerro Tronador a lo lejos, siempre nevado, siempre espléndido.

Más tarde, visitamos el bosque que se encuentra de lado sobre el mismo cerro Otto.
Logramos sacar muchas fotografías y, a las 19 horas, decidimos emprender el regreso.

Luego, en el hotel, cambiamos nuestra ropa y partimos para visitar el centro comercial,
realizar algunas compras y cenar mariscos.

Ya cerca de las 23 horas regresamos al hotel, cansados y con deseos de dormir, para al
día siguiente comenzar otra aventura en familia.

4. Crónica periodística policial

El pasado 12 de julio cuatro delincuentes ingresaron en una concesionaria de


automóviles y se llevaron una importante suma de dinero.

Como cualquier día de semana, la concesionaria abrió a primera hora de la mañana y


todo transcurría con normalidad hasta que cuatro encapuchados ingresaron al local
portando armas de fuego.

En cuestión de minutos, lograron reducir al personal de seguridad y los empleados


fueron maniatados y encerrados en los baños del local. Pudieron llevarse una gran suma
de dinero, que todavía no ha podido determinarse fehacientemente. Se sospecha que el
operativo contó con ayuda de alguien cercano al dueño, puesto que el dinero estaba en
una caja de seguridad que solo era conocida por él y por sus empleados de mayor
confianza.

Los ladrones se dieron a la fuga y la policía llegó al lugar del hecho minutos después,
alertada por los vecinos que escucharon gritos y golpes. Los investigadores afirmaron
que cuentan con pistas sólidas para dar con la banda, pero aún no pueden revelar más
información.

5. Crónica literaria de viaje

Los que luchan y los que lloran, de Jorge Ricardo Masetti (fragmento)

“Bajé del avión y no pude evitar sentirme turbado por el calor pegajoso y refulgente y
por la emoción nerviosa del debut en peligro. Desde que la camarera había anunciado
‘Aeropuerto Rancho Boyeros, Habana’, no había dejado de pensar cómo sería ese
temido tamiz de viajeros sospechosos, cómo actuaría la policía –que me imaginaba con
cara de policía–, y qué pasaría con mis pobres excusas de turista sin equipaje. […]
En Cuba era un delito ser joven. Y mientras revisaban mi escaso equipaje y mis
documentos, me di cuenta de que lo estaba pagando. De los once pasajeros que
descendimos en La Habana, solo a mí me revisaron las ropas. Parado, en medio de
cuatro mulatos que parecían tener viejos rencores hacia mí, me dejé revisar tratando de
no demostrar preocupación”.

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