Ensayo Argumentativo. German Valencia 2011.-With-Cover-Page-V2
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Por
Germán Darío Valencia Agudelo
Profesor Titular
Instituto de Estudios Políticos
Universidad de Antioquia
[email protected]
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Presentaci n
Escribir un ensayo no es una tarea fácil, simple y alcanzable en el
corto plazo. Se requiere, antes de iniciar el proceso de escritura,
tener una idea importante a desarrollar y un deseo firme de querer
presentar lo que uno piensa; además, después de escribir el ensayo,
se debe seleccionar un medio eficaz para darlo a conocer al público.
Al igual que estos tres aspectos, hay otro que no puede olvidarse en
el proceso: el dominio de una técnica para la elaboración de este
tipo de escrito. En este texto, el lector se enfrenta a un material
didáctico, que busca apoyar la labor de escribir un ensayo
argumentativo. En él se ofrecen elementos que le permitirán mejorar
la calidad de la presentación de las ideas escritas.
Dado que este texto versa sobre esta última clase de ensayos, hay
que decir que los ensayos argumentativos intentan convencer al
lector para que comparta determinado punto de vista, o por lo
menos intentan justificar su posición ante el tema. Los ensayos
argumentativos, a diferencia de los expositivos, deben de
concentrarse en la defensa de una determinada tesis o hipótesis,
con el propósito de convencer al lector. Para lo anterior se requiere
un léxico preciso, uso de alusiones directas y preguntas que generen
expectativas y reflexiones con respecto al objeto del ensayo.
También las citas textuales deben acompañar los argumentos, sin que
sean excesivas, que no produzcan en el lector efectos de
incredulidad o inseguridad del autor del texto.
También hay que hacer dos cosas más: examinar las objeciones y las
alternativas. En cuanto a la primera, el escritor debe anticiparse a las
preguntas escépticas y a las críticas. Debe ser consciente de que su
propuesta puede tener desventajas y, por tanto, debe anticiparse a
las objeciones, respondiéndolas de antemano. Debe argumentar, por
ejemplo, que las ventajas superan a las desventajas. Así mismo, debe
tratar de anticiparse a las objeciones de sus afirmaciones o
interpretaciones y tratar de responderlas. Una forma fácil de cumplir
esta etapa es que el autor: 1) Elaborare una lista con los principios
que debe comparar y contrastar. 2) Juzgue las similitudes y las
diferencias de cada uno de los principios. 3) Aporte detalles,
ejemplos, etc. que apoyen y aclaren sus juicios. 4) Elaborare una
lista de razones contra la posición opuesta. 5) Refute las objeciones
contra sus razones y defienda sus razones contra las objeciones. Y 6)
Amplié sus razones, objeciones y respuestas con detalles, ejemplos,
consecuencias, etc.
V Conclusiones
Hay que recordar que un ensayo se escribe para ser leído, pues el
lector que se acerca a él, lo hace por la necesidad sicológica de la
ilusión, de la esperanza y del descubrimiento que pueda tener.
Cuando se escribe, el autor desaparece, dejando sólo su huella, a
partir de ese momento es el escrito el que habla, y como dice
Octavio Paz: "El texto es un lenguaje que al usarse se reproduce y se
vuelve otro" (Citado por Jiménez, 2009). Por ello hay que cuidarse
mucho de hacerlo bien, en la elaboración del ensayo tenemos la
oportunidad de lograr o no nuestro objetivo, de perder el sentido de
las proporciones o conservarlo. Debemos buscar que el lector tenga
una buena reflexión sobre lo escrito y no abandone la lectura del
ensayo, además que comparta las ideas expuestas en él. Hay que
lograr una buena combinación de ideas y argumentos, tal como se
hace en una buena pintura, de luces y sombras.
C. Sobre el ensayo
Notas
1 El origen del ensayo se remonta a los escritos del
francés M iguel de M ontaigne (1533-1592), quien utilizó
este género literario para denominar sus escritos:
Essais. Escritos caracterizados por la utilización de
citas, de lecturas y de obras literarias y también de
observaciones de las costumbres, del trato humano y
la experiencia vital (M ontaigne, 1991). De esta manera,
los Essais establecieron la autonomía que hoy tiene del
género.