Directrices Conjuntas Fip - Oms Sobre Buenas Prácticas en Farmacia - Estándares para La Calidad de Los Servicios Farmacéuticos

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DIRECTRICES CONJUNTAS

FIP/OMS SOBRE BUENAS


PRÁCTICAS EN FARMACIA:
ESTÁNDARES PARA LA
CALIDAD DE LOS SERVICIOS
FARMACÉUTICOS
Antecedentes:

La OMS organizó dos reuniones sobre el papel del farmacéutico en Delhi (India) en 1988 y en Tokio (Japón) en 1993.
Posteriormente, en mayo de 1994, se adoptó la Resolución de la Asamblea Mundial de la Salud WHA47.12 sobre el papel del
farmacéutico.

En 1992, la Federación Farmacéutica Internacional (FIP, International Pharmaceutical Federation) desarrolló unos
estándares sobre los servicios farmacéuticos con el título “Buenas Prácticas en Farmacia comunitaria y hospitalaria “.

En 1994, el documento sobre las buenas prácticas en farmacia se envió también al Comité de Expertos de la OMS.

De acuerdo a las recomendaciones de este Comité de Expertos de la OMS y con la aprobación del Consejo de la FIP del año
1997, en 1999 se publicó, en el 35º informe del Comité de Expertos de la OMS en Especificaciones para las Preparaciones
Farmacéuticas (OMS, Serie de Informes Técnicos nº 885), el documento conjunto de la FIP y la OMS sobre Buenas Prácticas
en Farmacia.

Posteriormente en 1997 la OMS organizó dos reuniones más sobre el papel del farmacéutico en Vancouver (Canadá) y en La
Haya (Holanda) en 1998.
Antecedentes:

Estas reuniones reafirmaron, por un lado la necesidad de una reforma en los planes de estudios de farmacia (reforma curricular), y por
otro, el valor añadido del farmacéutico en el autocuidado y en la automedicación.

En 2006, en colaboración con la OMS, se publicó la primera edición de un manual práctico denominado Desarrollo de la práctica de
farmacia centrada en la atención del paciente.

Este manual está diseñado para satisfacer las nuevas necesidades de los farmacéuticos, establecer un nuevo paradigma para la práctica.
Con el objetivo de mejorar las normas y las prácticas sobre el uso y la distribución de medicamentos dentro del marco de las directrices
de la FIP/ OMS sobre Buenas Prácticas en Farmacia, la FIP adoptó la iniciativa de considerar el ofrecimiento de asistencia técnica a sus
Organizaciones Miembro de Camboya, Moldavia, Mongolia, Paraguay, Tailandia, Uruguay y Vietnam para el desarrollo de normas
nacionales sobre las buenas prácticas en farmacia en un estudio preliminar que se realizó entre 2005 y 2007.

En este último año, el Foro Farmacéutico del Sudeste Asiático de la FIP (FIP South-East Asia Pharmaceutical Forum) adoptó la
“Declaración de Bangkok sobre buenas prácticas en farmacia comunitaria” en la región del sudeste de Asia y estableció el compromiso de
sus Asociaciones Miembro, de elevar los estándares de calidad de los servicios farmacéuticos y de la práctica profesional.
Antecedentes:

Mediante la adopción de las directrices sobre las buenas prácticas en farmacia comunitaria y hospitalaria, se han producido cambios
importantes en el ejercicio profesional, las ciencias y tecnologías aplicadas y también en las políticas farmacéuticas, entre los que figuran
las Resoluciones más recientes y destacadas de la Asamblea Mundial de la Salud: WHA54.11 (Estrategia sobre medicamentos de la OMS),
WHA54.13 (Fortalecimiento de los sistemas de salud en los países en desarrollo), WHA55.14 (Garantía de acceso a los medicamentos
esenciales), WHA55.18 (Calidad de la atención: seguridad del paciente), WHA57.16 (Promoción de la salud) y WHA60.16 (Uso racional
de los medicamentos).
En 2007 la FIP adoptó la iniciativa de valorar la conveniencia de actualizar las directrices de buenas prácticas en farmacia para que
reflejaran los estándares más recientes de la práctica y de la filosofía de la profesión.

El 15 de octubre de 2007, se reunió por primera vez un grupo de trabajo de la FIP sobre buenas prácticas en farmacia para identificar los
principales asuntos a tener en cuenta en la revisión de estas directrices.
En 2008, la FIP organizó una consulta de expertos en Basilea (Suiza) en su 68º Congreso Mundial.

Después de esta consulta, el Grupo de trabajo de la FIP sobre buenas prácticas en farmacia fijó el calendario para realizar una consulta a
120 Organizaciones Nacionales Miembro de la FIP, a expertos competentes y a la OMS.
En la 43ª reunión del Comité de Expertos de la OMS en Especificaciones para las Preparaciones Farmacéuticas, realizada en octubre de
2008, se presentó una propuesta para llevar a cabo esta iniciativa y, en octubre de 2009, en la 44ª Reunión del Comité de Expertos, se
ofreció un informe actualizado.
Introducción
La salud es fundamental para la satisfacción y el bienestar de la población.

Limitaciones para alcanzar un buen estado de salud: La limitación al acceso a medicamentos de calidad, dificultades en el acceso a profesionales sanitarios
capacitados y a la atención médica, unos recursos humanos sanitarios inadecuados, costes inabordables a la atención sanitaria y baja cualificación de los
profesionales sanitarios.

Los medicamentos son una parte esencial e indispensable en la atención sanitaria en todas las sociedades. Son a menudo un componente central en
muchos de los programas de prevención de enfermedades y en casi todos los tratamientos. Frecuentemente no percibimos el beneficio potencial de los
medicamentos, ya que existe una diferencia entre la eficacia de los medicamentos comprobada y su efectividad real en la práctica. Entre los motivos de
dicha diferencia se incluyen: Problemas con la selección del medicamento, dosis empleadas, administración inadecuada, incumplimiento del tratamiento
prescrito por parte de los pacientes, interacciones medicamentosas, entre medicamentos y alimentos, y las reacciones adversas de los medicamentos.
Además de los problemas clínicos asociados a los problemas relacionados con los medicamentos, existen consecuencias en términos de costes.

Se ha calculado que el coste de los problemas relacionados con el uso de los medicamentos es igual o mayor que el coste de los medicamentos en sí
mismos. Cabe destacar que los medicamentos son cada vez más caros y su coste está comprometiendo la accesibilidad a la atención sanitaria. Es
indispensable controlar el coste de los medicamentos para utilizar de la mejor manera posible los recursos limitados con el objeto de maximizar la
atención sanitaria para el mayor número posible de personas.

Los medicamentos de baja calidad, adulterados, sin licencia y falsificados, de etiquetado engañoso o de imitación son un problema cada vez mayor que
compromete a la salud. Es necesario que exista un sistema que garantice la integridad de la cadena de suministro de los medicamentos para asegurar el
valor de los mismos, en la prevención de las enfermedades y en el tratamiento de los pacientes. Los farmacéuticos: Son profesionales capacitados e
instruidos que disponen de la autorización correspondiente (por la autoridad estatal o provincial competente), para que gestionen la dispensación de
medicamentos a los usuarios y realicen las tareas adecuadas para garantizar la seguridad y el uso eficaz de los medicamentos. Asimismo, cada vez se tiene
más conciencia de que facilitar simplemente el medicamento a los usuarios no es suficiente para alcanzar los objetivos del tratamiento
Introducción

Para abordar estas necesidades relacionadas con los medicamentos, los farmacéuticos están asumiendo cada vez mayor
responsabilidad en los resultados derivados de su uso, y están mejorando su práctica profesional para ofrecer a los pacientes
mejores servicios en lo que respecta al uso.

Como profesionales sanitarios, los farmacéuticos tienen un importante papel en la mejora del acceso a la atención sanitaria y
para reducir la diferencia que existe entre el beneficio potencial de los medicamentos y el valor real obtenido, y deben
formar parte de cualquier sistema sanitario en su más amplio sentido.

Además, la naturaleza cada vez más compleja y diversa de las funciones de los farmacéuticos en los sistemas de salud y en la
salud pública, demanda un continuo mantenimiento de sus competencias como profesionales sanitarios con una experiencia
y unas habilidades actualizadas.

Las organizaciones profesionales de farmacéuticos nacionales necesitan trabajar en conjunto a sus entidades reguladoras y
otras organizaciones de profesionales de la salud para prestar soporte a los farmacéuticos de sus países, mediante la
provisión de actividades de desarrollo profesional continuo, como programas de formación a distancia, y el establecimiento
de normas nacionales sobre los servicios farmacéuticos y los objetivos de su ejercicio profesional. El objetivo de estas
directrices es ofrecer una descripción de la manera mediante la cual los farmacéuticos pueden mejorar el acceso a la
atención sanitaria, la promoción de la salud y el uso de los medicamentos en beneficio de los pacientes a los que atienden.
Introducción

La función de la FIP es brindar liderazgo para las organizaciones nacionales de farmacéuticos, que a su
vez dan el impulso para establecer estándares nacionales

El elemento fundamental es el compromiso para promover la excelencia en el ejercicio profesional en


beneficio de las personas a las que prestan servicio. Los ciudadanos y otras profesiones juzgarán a la
profesión farmacéutica en función de cómo sus miembros trasladen ese compromiso en la práctica en
todos los ámbitos profesionales, y en especial, en el ámbito de la farmacia comunitaria y hospitalaria.

La misión de la FIP y de la OMS es ofrecer orientación a las organizaciones profesionales farmacéuticas


nacionales sobre el desarrollo de sus directrices nacionales sobre las buenas prácticas en farmacia. Las
condiciones del ejercicio profesional varían ampliamente de un país a otro y cada organización
farmacéutica nacional es la que se encuentra mejor capacitada para decidir qué se puede lograr y en qué
período de tiempo

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