Vive-Bajo-TUS-Propias Reglas

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Vive Bajo TUS Propias Reglas

Edy Bravo

Published by Edy Bravo, 2021.


While every precaution has been taken in the preparation of this book, the
publisher assumes no responsibility for errors or omissions, or for damages
resulting from the use of the information contained herein.
VIVE BAJO TUS PROPIAS REGLAS
First edition. March 2, 2021.
Copyright © 2021 Edy Bravo.
ISBN: 978-1393007050
Written by Edy Bravo.
Tabla de Contenido
Title Page

Copyright Page

Vive Bajo TUS Propias Reglas

Noticia de última hora

Los personajes de mi vida

Intermezzo

Continuamos con los personajes de mi vida

Vendo libros y regalo Sacos

Las historias que nos contamos

Mi Proceso

Nuevas Reglas

Duelo por nuestras reglas

Las reglas del juego de la vida

Te invito a tomar acción

Also By Edy Bravo

About the Author


Vive Bajo tus P*%@$ Reglas

MUY A MENUDO Y SIN darnos cuenta vamos por la vida adoptando


reglas, condicionamientos y “deberías”, que se quedan como parte de
nuestra conducta, nuestra vida tiende a la inercia, cuando somos jóvenes
normalmente tomamos un camino, elegimos un destino y muy raramente
nos salimos de él o lo cuestionamos a profundidad, hasta que la mayor parte
de nuestro tiempo en esta tierra ha transcurrido, nunca es demasiado tarde
para cambiar, pero es mejor darnos cuenta desde temprano y comenzar a
vivir desde lo que realmente queremos y no desde lo que nos han dicho que
tenemos que hacer, o donde el consumismo nos dice que la vida es mejor.
“La felicidad no viene disfrazada de Louis Vuitton.”
Mi nombre es Edy Bravo y escribo este libro porque creo que es necesario,
al menos a mí me hacía falta hace algunos años, aprendí por las malas lo
que significa sacrificarse a sí mismo por complacer a otros, adoptar reglas y
creencias nuevas con tal de pertenecer y sentirme incluido.
Mis años de acatar las reglas y vivir para complacer a los demás han
terminado, por lo que no pienso censurar ningún pensamiento, ninguna
palabra y ningún consejo, es mi forma de expresión artística y lo hago
porque quiero. El libro realmente se llama “Vive bajo tus propias reglas” la
“P” y los símbolos del título son solo para disuadir al lector de fácil ofensa,
creo oportuno avisar de antemano cuando un libro contiene groserías,
debido a la diversidad de mis trabajos y el amplio público al que van
dirigidos.
Nada de lo que escribo pretende forzar ningún concepto en tu vida,
solamente mostrarte mi experiencia y mi propia alternativa, no es necesario
nada en esta vida, a menos que tú lo creas así, y es importante que no lo
veas como una crisis de “tengo que cambiar”, sino como una oportunidad
para ir retomando poco a poco el control de tu vida, pero desde un lugar de
paz, sin prisas, ni urgencias de ningún tipo y solamente si tú lo consideras
necesario.
No sé si alguna vez te ha sucedido que lees un libro que se “supone” te va a
ayudar a mejorar y solo se la pasan criticando tu vida, mostrándote todo lo
que has hecho mal y cómo su solución es la receta infalible para la
felicidad, la paz, el amor o lo que sea que estén vendiendo, yo digo que son
mamadas y que ya me cansé de las personas que solo escriben por
mercadotecnia, libros chafas, sin contenido o que pretenden, a través del
arte que tanto amo y aprecio, ensalzar su marca.
Este no es mi primer libro, el primero fue acerca de mis conceptos
espirituales de las cosas cotidianas, ni una sola grosería, el segundo una
novela, un thriller de acción con una historia muy buena, o al menos a mí
me gustó bastante, y este es mi tercer libro, pero es el primero que escribo
sin autocensurarme, donde abundan las groserías, hay chistes y me la tomo
mucho más relax, aquí es donde soy 100% yo, pero todo tiene un porqué,
como descubrirás más adelante, mi yo “real” estaba agazapado, escondido
detrás de muchas reglas, máscaras, personajes e historias que hoy no tienen
sentido.
No existe una receta única, no hay un zapato que le quede a todos, cada
quien es responsable de su vida y la puede vivir como mejor le parezca, lo
que sí considero importante es que cuando alguien ha encontrado algo de
utilidad, comparta las notas con el resto, apoyándonos mutuamente, y ya
será decisión de cada quien lo que le sirve y lo que tira.
En este libro lo que quiero compartir contigo es mi propio proceso, mis
propias reglas pendejas y todo lo que fui adoptando a lo largo de mi vida,
hablarte acerca de cómo me di cuenta, de cómo las he ido readaptando y de
qué procesos me funcionaron, lo que no significa que te funcionen a ti, pero
al menos es una base de la cual partir, aquí no violentamos la voluntad de
nadie, es un espacio seguro y viene desde el amor, no vendo nada, bueno
este libro, pero eso ya lo compraste o alguien te lo regaló y eso es todo,
también regalo sacos (no es albur), de eso hablaré más adelante.
Tampoco pretendo presumir mis logros, ni mi vida perfecta, para que
aspires a ser como yo, creo que ya tenemos suficientes malas copias de
muchas personas, la idea es que vayas adaptando a tu vida, a tus sueños y a
tus metas personales, cualquier cosa a la que le halles utilidad o al menos un
poco de sentido. Las personas no son duplicables y nunca podrás ser nadie
más que tú. ¿Qué tan feliz eres con quien eres o quién estás tratando de ser?
Cabe mencionar que no soy psicólogo, psiquiatra, gurú, guía, mentor, la
reencarnación de Rumí o parte de los ahora afamados, vendedores de humo,
solo he estudiado a profundidad muchos temas por mi propia naturaleza y
hoy quiero compartir contigo lo que he vivido y aprendido, pero no quiero
que me recrimines después: “Edy tú me dijiste en tu libro que hiciera esto y
ahora me rompí” no, solo les cuento lo que yo viví y lo que me sirvió a mí,
si alguien se rompe que vaya a terapia, porque yo no puedo hacer nada, solo
son las notas personales de mi propio proceso, si quieres pensar en mi bajo
alguna etiqueta, hazlo bajo la de artista polímata, quien para hacerle honor
al cliché de vez en cuando se ha muerto de hambre.
Soy ante todo un ser humano que a veces se viste de artista, retrato la vida a
través de mis libros mientras ayudo a las personas a crear un mundo mejor,
a vivir bajo sus reglas y a prosperar en su vida, no creo en las cajitas y que
cada persona quepa en una, por eso comparto desde mi ser todo aquello que
pueda ayudar alguien más a superar un momento difícil, a encontrar una
idea o a simplemente vivir de una mejor manera.
También compartiré algunas de mis opiniones y lo que la vorágine de
información le hace a nuestra mente, por ello quiero advertir, que son solo
opiniones, algunas con pruebas científicas y otras simplemente basadas en
los filtros que me brinda la experiencia y mi racionalización de cada asunto
o las creencias que conscientemente elijo tener, más no pretendo de ninguna
manera ser dueño de la verdad absoluta y solo puedo hacerme responsable
de mi propia verdad, si algo te ofende, no fui yo, hay que ver qué filtros,
reglas o creencias fueron pisadas en tu mente.
Recuerda que es tu derecho inalienable estar en desacuerdo, la idea es
formarte una opinión propia y vivir bajo tus propias reglas, recuerda nadie
puede hacerle a nuestra mente nada que no queramos.

PUES SIN MÁS PREÁMBULOS es momento de comenzar.


Noticia de última hora

E ste capítulo no existía, pero me acabo de enterar hace unos días


mientras escribía el libro, que de hecho ya estaba casi terminado, de
que mi estúpido coeficiente intelectual, no significaba que fuera un poco
más listo, o más rápido que los demás, lo que me aclaró mucho de lo que
soy, lo que hago, lo que viví y lo que te cuento en este libro.
No soy normal, creo que eso ya lo sabías desde que viste la portada, pero
resulta que además mi cerebro está conectado de manera distinta, no tengo
filtros de información, no le doy relevancia a una cosa sobre otra, no hay
niveles y conecto todo con todo, le llaman mente arborescente o de selva
tropical, también resulta que soy bien intenso por naturaleza, vivo todo más
intensamente y cuando me enamoro me voy como gordo en tobogán, los
sentidos están exacerbados, ósease que por eso me caga el ruido de mis
vecinos, la luz y los colores son más fuertes y hay olores o texturas que solo
a mí me desagradan cuando los demás no los notan.
También le sumamos que mis niveles de empatía no son normales, que no
es normal preocuparse tanto por el bienestar del planeta tierra, que las
personas normales no hablan con los animales, con el mar y los arbolitos y
cuanta cosa de la naturaleza se me atraviesa, cosa que aprendí a disimular,
pero nunca he dejado de hacer.
También aprendí que por eso no he podido nunca meterme a ninguna cajita
y decidirme por una sola especialidad y justo en la época de los
especialistas bien valorados, ni pedo, pero me da mucha paz, ya había
decidido antes de esta noticia dejar de intentar pertenecer, de hecho mi
proceso, del que te cuento en este libro, comenzó justo así, dándome cuenta
del tremendo esfuerzo que hacía para encajar en algún sitio y dedicarme
solo a una cosa, sin saber realmente por qué o más bien para qué, el pedo es
que mi mente se aburre en chinga y se va a buscar el siguiente tema que
despierta su interés, ya todo esto lo puse en mi web para que medio se
entienda el desmadre que hay en mi cabeza, el cual ahora encuentro muy
divertido y podré aprovechar para aprender más y compartir, en lugar de
tratar de juzgarlo y pelearme con él.
Todo esto que te cuento no es ni para presumir, ni para que te compadezcas
de mí, ni para nada de eso, es por si las moscas resulta que tú también y
tampoco lo sabías, porque si cambia mucho la perspectiva.
En estos últimos días he estado leyendo muchos artículos y libros del tema,
la mayoría se encuentran en inglés y es algo que ha estado rodeado de
tabúes, es poco comprendido y muchas veces mal diagnosticado, muchos de
los niños que diagnostican y muchas veces sentencian ahora con el famoso
TDAH o trastorno de déficit de atención con hiperactividad o sin ella (cosa
que no existía en mis épocas), pueden posiblemente ser niños superdotados
sin diagnosticar, pero en lugar de apoyar su desarrollo los atascan de
pastillas para desapendejar.
Es una de las condiciones menos comprendidas e infravaloradas, solo el 2%
del planeta lo vive y las películas y los medios no ayudan, ya que no tiene
nada que ver con lo que ahí nos pintan.
Cabe aclarar que no significa que seamos mejores ni peores que nadie, de
hecho la simple noción de que alguien sea mejor o peor que alguien más no
nos entra en la cabeza, no tiene lógica, ni razón de ser, tampoco somos
“especiales”, porque significaría que alguien tiene que ser “no especial”, lo
cual también es una babosada, simplemente es una diferencia de la que
podemos apoyarnos todos.
Yo creo fervientemente que si aceptáramos nuestras diferencias e incluso
las fomentáramos y las pusiéramos al servicio de la humanidad, el mundo
sería muy distinto, por cierto es importante no confundir servicio con
servidumbre, servicio es la acción de ser de utilidad al mundo sin necesidad
de esperar nada a cambio, pero desde un lugar de igualdad, de unión y de
abundancia, no de falsas creencias de superioridad o inferioridad.
¿Mencioné que las cosas no tienen niveles en mi cabeza?
Bueno solo quería contártelo, ya escribiré un libro enteramente al respecto,
pero por ahora quiero dejarte un pequeño test o cuestionario creado por la
doctora Paula Prober, psicoterapeuta con más de 30 años trabajando con
niños, adolescentes y adultos superdotados.
EL CUESTIONARIO
¿Tienes pensamiento arborescente o una “mente de selva tropical”?
Realiza el siguiente cuestionario (total, completa y absolutamente no
científico) para averiguarlo.

1. Al igual que una selva tropical, ¿eres intenso, con múltiples capas,
colorido, creativo, abrumador, altamente sensible, complejo e
idealista?
2. ¿Eres generalmente mal entendido, mal diagnosticado y algo
misterioso?
3. Al igual que una selva tropical ¿has conocido ya demasiadas moto-
sierras?
4. ¿La gente te dice que te relajes cuando solo estás tratando de
iluminarlos?
5. ¿Te sientes abrumado por una impresionante puesta de sol, ropa que
pica, perfumes fuertes, colores estridentes, mala arquitectura, un
zumbido que nadie más oye, un amigo necesitado o por el hambre en
el mundo?
6. ¿Ves crudo, beige y arena donde otros ven solo blanco?
7. ¿Pasas horas buscando la palabra exacta, el sabor preciso, la textura
más adecuada, la nota correcta, el regalo perfecto, el color más fino, el
enfoque más significativo, la solución más justa o la conexión más
profunda?
8. ¿Alguna vez has creído tener déficit de atención porque te distraes
muy fácilmente con nuevas ideas o complejas telarañas, o un trastorno
obsesivo compulsivo por alfabetizar la biblioteca del salón o codificar
por colores las camisetas, o sufrir un trastorno bipolar porque vas del
éxtasis a la desesperación en 5 minutos?
9. ¿Te apasiona el aprendizaje, la lectura y la investigación, pero estás
perplejo, perturbado y padeciendo los métodos educativos?
10. ¿Tu intuición y empatía te dicen lo que los miembros de tu familia,
vecinos y hasta los perros callejeros piensan, sienten o necesitan
incluso antes de que sepan ellos mismos lo que piensan, sienten o
necesitan?
11. ¿Encuentras la toma de decisiones sobre tu futura carrera o de qué
color pintar el dormitorio como tareas imposibles y desalentadoras
debido al diluvio de posibilidades que asaltan tus lóbulos frontales?
12. ¿Tus conversaciones espirituales favoritas son las que tienes con los
árboles, las rocas y los arroyos susurrantes?
13. ¿Tu auto-valoración depende de tus logros, de modo que si cometes un
error o no cumples con tus estándares, te sientes como un completo
fracaso como ser humano desde ahora y para siempre?
14. ¿Anhelas la estimulación intelectual y estás desesperado por encontrar
alguna persona que esté fascinada por los fractales o emocionada por
la teología?
15. ¿Te avergüenza decirle a tu familia y amigos que te resulta más fácil
enamorarte de una idea que de una persona?
16. ¿Has reflexionado sobre el propósito de la vida y tu contribución al
mejoramiento de la humanidad desde que eras joven?
17. ¿Obtienes ojos en blanco y caras confundidas de la gente cuando crees
que acabas de decir algo realmente gracioso?
18. ¿Las personas se asombran por lo que puedes lograr en un día, pero si
pudieran estar en tu cabeza verían que eres en realidad un impostor,
perezoso, procrastinador y holgazán?
19. ¿Tienes miedo de... fracasar / tener éxito, perder / ganar, las críticas /
los elogios, la mediocridad / la excelencia, el estancamiento / el
cambio, no encajar / encajar, tener bajas expectativas / tener altas
expectativas, el aburrimiento / el desafío intelectual, no ser normal /
ser normal?
20. ¿Anhelas conducir un Ferrari a máxima velocidad en una carretera
recta y deshabitada, pero te sientes siempre en un atasco de autopista
en hora pico?
21. ¿Te encanta explorar mundos imaginarios y descubrir increíbles
conexiones entre objetos, palabras, ideas o imágenes?
22. ¿Te preguntas cómo puede uno sentirse «insuficiente» y «demasiado»
al mismo tiempo?
23. ¿Te sientes incómodo con la etiqueta «superdotado» y estás seguro de
que si utilizaras la palabra para describir a personas con algún tipo de
inteligencia por encima de la media -cosa que no harías porque te
parecería muy ofensivo- seguramente no se aplicaría a tu persona?
SI TU RESPUESTA ES «¡Sí!» en al menos 12 de las preguntas anteriores
es muy probable que tengas pensamiento arborescente o “una mente de
selva tropical”.
Y si reflexionaste sobre las respuestas a muchas de estas preguntas y con
frecuencia te quedaste en bucle pensando «depende», pues, también encajas
muy claramente en el perfil.
Extraído de su libro: “The Rainforest Mind: A Guide to the Well-Being of
Gifted Adults and Youth”. El cual, si sabes ingles y contestaste que si a todo
o casi todo, lo recomiendo encarecidamente, también puedes encontrar
muchos recursos y más información en mi sitio web: edybravo.com
Eso es todo lo que quería agregarle a este libro, espero que lo disfrutes y
que al menos algo de lo que he vivido y de lo que hoy quiero compartir
contigo te haga sentido o te ayude de una forma u otra.
Los personajes de mi vida

E n la vida como en el teatro vamos interpretando un sinnúmero de


personajes creados siempre para adaptarnos a la situación, al
contexto, al entorno y al grupo social en el que deseamos o debemos por
supervivencia ser incluidos.
Quiero aclarar que digo teatro y no tele o cine, porque mi experiencia
personal con personajes ha sido más en teatro, ahí en esas tablas que algún
día habré de volver a pisar y dónde interpreté innumerables papeles, durante
más de 19 años de carrera continua, que hoy serían 27 de no haberme
distraído en lo que aquí les contaré; en la tele y en el cine, lo que más he
disfrutado ha sido asistir, dirigir y producir, la mayor parte de mi
experiencia como actor en cine o televisión la recuerdo esperando por
mucho tiempo, tanto, que pude haber realizado dos o tres funciones de
teatro, largas y eternas esperas hasta que fuese mi turno de salir a cámara.
Todo comienza en la familia, la hermosa familia, nuestros amados padres
que para muchos son figuras con casas propias y familias propias, pero que
yo tuve la suerte de tener bajo un solo techo, hasta el día en que decidí
partir para comenzar mi vida; que luego regresé y luego me volví a ir en
repetidas ocasiones, pero eso es otra historia y les agradezco la infinita
paciencia, amor y apoyo que siempre me han brindado.
Volviendo al comienzo, la familia es el primer núcleo al que hay que
pertenecer, el hermoso día de tu nacimiento, llegas al mundo cómo un ser
puro, cómo una hoja en blanco que comienza a escribir una nueva historia,
eso del lado poético del asunto, porque de hermoso no creo que tenga nada,
imagínate:
Te encuentras sumamente cómodo o cómoda dentro de la bolsa de líquido
amniótico, sí, es cierto que últimamente has comenzado a notar que ya te
queda chico el lugar y no ves cómo renovar, mientras piensas si habrá algún
vecino que pueda venderte un espacio para realizar una expansión, de
pronto todo se rompe, el mundo que conociste desde que eras una celulita,
se va drenando y sientes cómo un vacío te absorbe y te jala hacia lo
desconocido.
¡Su puta madre! El último pensamiento que te pasa por la mente, cuando de
pronto un gigante te jalonea y te pega dos nalgadas que a cualquiera hace
llorar, tus sentidos se saturan de estas nuevas cosas llamadas: ruido, luz,
olores y sabores. ¿O sea, que pedo? Tan a gusto que estaba en mi bolsita. Y
lo de la nalgada era en mi época, ahora te meten un aparto en la garganta
que tampoco suena nada plácido, pero imagínate la escena, no le veo nada
de hermoso, más bien hemos contemplado el nacimiento de nuestro primer
trauma reprimido.
Y eso si naciste por parto natural, ahora imagina la misma escena, pero de
pronto se abre el cielo, y entra una luz cegadora seguida de una pinche
manota que te jala hacia arriba y se repite el final del cuento anterior, es
básicamente lo mismo pero más parecido a una abducción extraterrestre que
a una aspiradora de la muerte.
También hay que tomar en cuenta lo que pasa durante el nacimiento que no
siempre nos enteramos, creo y es solo una creencia, que muchos niños se le
resbalaron y se le cayeron a los doctores o a las enfermeras al nacer, eso
explicaría muchas cosas, pero bueno no sé y no me importa realmente, en
mi caso según me cuentan, porque obvio no me acuerdo, respiré líquido
amniótico, se fue a los pulmones y al cerebro, estuve 7 días en incubadora,
reportado como grave, pero salí, según los doctores tendría afectaciones en
el área motriz fina y cicatrices en el cerebro y los pulmones, pero al menos
al día de hoy no ha habido secuelas y aquí me tienes escribiendo libros y
gozando de mi arte.
Después de ese día, el peor de nuestra corta existencia, llegamos a casa y
vamos absorbiendo y aprendiendo de nuestro entorno, primero nos
sentamos, o nos damos la vuelta y todos nos aplauden y nos hacen fiestas,
¿me creerás que llevo sentándome solito desde entonces y ni un solo pinche
aplauso más he recibido? Ahí aprendimos que todo nos será festejado, hasta
que ya no lo es, ahora ha surgido una necesidad de aprobación que no
conocíamos.
Tampoco se trata de buscar culpables, ni estupideces por el estilo y no, no
sé cómo se debe educar a un hijo, no creo que haya recetas y todos venimos
con distintas personalidades y sesgos, por lo que pienso que hacemos lo
mejor que podemos con lo que tenemos y habrá que seguir experimentando,
ya que no es un libro de crianza, solo es de donde imagino que provienen
algunas de las reglas y creencias que después nos joden un poquito la
existencia, hasta que las traemos a la conciencia, nuestros padres hicieron lo
mejor que pudieron y por ello podemos estarles siempre agradecidos, es
nuestra responsabilidad lo que pasa en nuestra vida y lo que hacemos con
ella, solo tú puedes vivir tu vida, la responsabilidad es solamente nuestra y
de nadie más.
Creo que las reglas y los límites sobre todo durante las primeras etapas de
vida son fundamentales, pero llega un momento en el que tenemos que
comenzar a cuestionarlas y revalorarlas, discernir conscientemente lo que te
sirve y lo que ya no, imagina que son como un yogur que vas cargando en
tu mochila desde que eras un niño, niña o lo que quieras ser, muy saludable
y rico cuando es nuevo y nos ayuda a crecer, pero llega un momento en el
que huele horrible, porque caducó hace mucho tiempo.
El 50% de nuestras reglas, son la mitad, ya que no creo que ninguna
estadística realmente aplique a nuestra vida personal, pero es fundamental
sacar ese yogur, analizarlo y tirarlo a la basura, tal vez sea la fuente del
porqué pensamos a veces que “la vida apesta” y aprovechando podemos ver
que más tenemos en esa mochila, para tirar aquello que ya no nos sirve y
pulir aquellas herramientas que nos pueden ayudar en el presente.
Muchas de las cosas que aprendimos cuando éramos niños ya no aplican en
la vida adulta, no quiero ni pensar en todas las horas que invirtieron
nuestros padres en enseñarnos a hacer ruidos de animalitos que en la vida
adulta raramente necesitamos.
Pero bueno continuemos, ese bebé continúa creciendo, aprendiendo y
absorbiendo cuanto puede de su entorno y su núcleo familiar, aprende que
llorar le da la atención que necesita y poco a poco va creando una conducta,
mucho de él es aún natural, aunque ya va creando sus primeros personajes y
fabricando sus primeras máscaras con tal de sentir aceptación, amor y
pertenencia, estas son naturales y están hechas para sobrevivir.
Comienzan otros personajes que vamos absorbiendo de las opiniones de
nuestro núcleo familiar, etiquetas como “es muy bien portado”, “ella es muy
callada”, “es un desmadre” y otras que aunque nunca me las dijeron a mí,
las he escuchado en mi entorno y muy lamentablemente los padres aún las
dicen sin pensarlo y sin pensar en el efecto que causan, cosas como: “eres
tonto”, “eres estúpida o qué te pasa”, “eres un huevón o huevona”, “eres
malo o mala”, todo esto nos va marcando una ruta, un camino y una
expectativa que cumplir para la gente que nos rodea, al principio son solo
palabras, que repetidas y viniendo de las personas que más amas en la vida,
se convierten en una identidad y en un personaje que nos esforzamos
consciente o inconscientemente por siempre cumplir y mantener.
Se convierten en nuestras primeras reglas de vida, las personas que amamos
influyen enormemente en las características y los rasgos de nuestros
personajes, de nuestras creencias y de nuestras reglas, ya que antes de los 7
años no tenemos desarrollada el área consciente de nuestra mente, por lo
que todo lo que vamos absorbiendo hasta esa edad, pasa directamente a la
mente subconsciente y se convierten en patrones de conducta
automatizados.
¿Y después? ¡Pues a la escuela!
No mamá, no quiero, cinco minutos más...
Este primer día de escuela es diferente para todos, hay quienes comenzamos
desde temprana edad y otros que entran después, pero sin importar cuándo,
es aquí donde reafirmamos nuestros primeros personajes de vida, llegamos
con curiosidad a conocer un mundo nuevo, pero cada uno tiene sus propios
personajes que fueron creando en casa imitando a mamá o papá, tal vez a
los hermanos, tías, tíos y al entorno, aunado a los rasgos característicos con
los que nacemos y todo bien, se le puede llamar la personalidad básica, pero
también ahí es donde comprobamos la efectividad del personaje, si hacemos
amigos y la pasamos bien, el personaje social fue exitoso y comienza a
arraigarse, de lo contrario se va adaptando hasta que encuentra su propia
tribu y encaja, pero aún mantiene la inocencia y la naturalidad innata.
Aquí también es donde comienza la influencia de las figuras de autoridad,
amigos, maestros y todos los personajes que vamos conociendo en este
nuevo entorno, de una u otra manera el tratar de pertenecer y balancear
nuestros personajes va generando distintos rasgos que se acentúan con el
tiempo.
Si nos fue mal en casa, haremos lo posible por hacer que los que nos rodean
en otros entornos la pasen mal, ahí es donde nacen los ahora conocidos
como bullys, pero no porque hayan nacido así, aunque hay sesgos naturales
que facilitan su propensión, es más un reflejo de lo aprendido en casa, un
personaje que se origina del maltrato infantil y de padres que utilizan frases
como: “a que bien chingas” y tienen que cumplir con esa identidad, con lo
que se espera de ellos y “chingar bien” a todos los que se dejen.
Hay muchos momentos en la vida donde es posible que seamos conscientes
de estos personajes, los podemos poner y quitar a placer, pero después
conforme seguimos creciendo y tratando de encajar en distintos grupos,
vamos perdiendo el contacto con la esencia y nuestro ser real, hasta que un
día ya no recordamos cuál de todos los trajes y máscaras que tenemos en el
closet de vida, era el que traíamos de fábrica.
Tal vez esto no le suceda a todos, pero es mi caso y es parte de lo que vengo
aquí a compartir contigo, el teatro es por sí mismo una gran forma de
terapia, los ejercicios y las interpretaciones nos permiten entrar y salir de
personaje a placer, menciono esto porque la última vez que recuerdo que me
sentí completo, antes de pasar por todo este proceso, fue curiosamente
también la última vez que me subí a un escenario de lleno, justo antes de
tratar de encajar con otro medio, del que te contaré aquí mismo.
Los primeros días de escuela y de la niñez es donde nuestras creencias
comienzan a tomar un espacio fijo en nuestro interior, no tenemos filtros y
vivimos aún en el subconsciente, una forma de programación directa donde
todas las reglas, creencias y paradigmas de nuestro entorno y de las
personas que se encargan de nuestro bienestar, son adoptadas sin cuestionar,
y muchas veces nos quedamos con ellas hasta nuestra muerte o hasta que
leemos un libro como este.
Las creencias que convertimos en reglas pueden ser peligrosas, ya que su
origen no siempre es real, muchas de ellas vienen de “así se ha hecho
siempre” y “así se hacen las cosas” sin que nadie las cuestione, todas
nuestras reglas y creencias previas a los 8 años fueron instaladas
directamente en nuestro subconsciente y muchas vienen de imitar el
entorno, sin preguntas, ni pruebas reales.
En un experimento ampliamente conocido en nuestros días, se colocaron 6
monos en una jaula, en el centro de la cual se encontraba una escalera que
les permitía alcanzar un racimo de plátanos que colgaba del techo. En
cuanto uno de los monos intentaba alcanzar los plátanos, se les rociaba a
todos con agua helada lo cual hacía que desistiera de su intento. Este
proceso se repitió tantas veces cómo intentos por alcanzar los plátanos
realizaron los monos. Finalmente, cuando alguno de los monos intentaba
alcanzar los plátanos, eran sus propios compañeros los que le impedían
acercarse a la escalera a base de golpes hasta que el mono desistía de su
intento.
Llegados a este punto, se saca uno de los monos de la jaula y se introduce
otro que evidentemente no había participado previamente en el
experimento. Al poco de entrar en la jaula, el mono intenta encaramarse a la
escalera para tomar los plátanos, pero en cuanto se acerca a la escalera, sus
compañeros le agreden a golpes ante la posibilidad de una ducha helada. El
nuevo mono no entiende nada, pero tras varios intentos se da cuenta de que
no se puede acercar a los plátanos a menos que desee ser vapuleado.
En este momento, se saca de la jaula a otro de los monos que empezaron el
experimento y se introduce uno que tampoco tiene ningún conocimiento del
funcionamiento del mismo. Igual que en el caso anterior, el mono intenta
agarrar los plátanos y cada vez que lo intenta, todos sus compañeros de
jaula se abalanzan sobre él para impedírselo. La nota curiosa es que el
mono que se introdujo a mitad del experimento y que no tiene la
experiencia de haber sido rociado con agua helada, también participa en la
agresión aunque sin saber por qué. Para él, simplemente, no está permitido
acercarse a la escalera.
Poco a poco se van sustituyendo todos los monos que comenzaron el
experimento por otros que no han experimentado en ningún momento el
hecho de haber sido rociados con agua helada.
Cuando se sustituye el último mono de la jaula, el comportamiento de los
simios continúa igual, a poco que el nuevo mono intenta acercarse a la
escalera es vapuleado por sus compañeros, aunque llegados a este
momento, nadie sabe por qué, ya que ninguno de ellos ha sido rociado con
agua helada. Se ha establecido una regla: «Está prohibido subir por la
escalera y quien lo intente se expone a una represión por parte del resto del
grupo».
Quizás sea verdad que en ocasiones los monos reflejan un comportamiento
casi humano, o quizás seamos los humanos los que en ocasiones nos
comportamos como monos.
Este experimento de los monos y los plátanos es una historia, una fábula
moderna, se inspiró en parte por los experimentos de GR Stephenson, que
se encuentran en “Adquisición cultural de una determinada respuesta
aprendida entre los monos rhesus”, así como en ciertos experimentos con
chimpancés realizados por Wolfgang Köhler, en la década de 1920. A través
de los años, se fue ensamblando para formar la leyenda urbana en su estado
actual.
Se dice que los seres humanos y los monos tenemos un antepasado en
común, y solo como dato curioso en el trabajo original de “El origen de las
especies” de Darwin, la palabra amor aparece muchísimas veces más que la
palabra evolución, o sobrevivencia, pero no se habla mucho al respecto, las
conductas que adoptamos solo porque sí y nuestra forma de controlar la
conducta de las demás personas es algo instintivo, pero creo y es a modo
personal que nos hace primitivos y fáciles de manipular y controlar.
Dentro de los personajes que adoptamos como propios se encuentra el de
policía del buen comportamiento, el orden y la normalidad, todo lo que se
salga de este esquema es perseguido, criticado y censurado, una reverenda
mamada si me preguntas a mí y algo que podemos observar en libros como
1984 de Orwell y Un mundo feliz de Huxley, poco a poco nos hemos ido
convirtiendo en buenas mascotas del sistema y creamos conflicto, censura y
separación contra todo aquello que no encaje dentro de las normas y
creencias populares, creo que aquí cabe mencionar una de las reglas más
comunes:
Se dice que las opiniones son como las nalgas, no hay que darlas a
menos que te las pidan, pero aquí me gustaría hacer el primer cambio para
darte de una vez las herramientas que vamos a utilizar más adelante en este
mismo libro, para cambiar las reglas primero hay que cuestionarlas,
después, revisar el contexto, y por último, reformarlas para que sean
adecuadas a la vida que quieres y mereces vivir.
Esta regla como tal tiene mucho de positivo, pero creo que el contexto es
incorrecto, la opinión de las personas a nuestro alrededor es valiosa cuando
viene de un lugar honesto, informado y sin ánimos de chingar a nadie,
aunque es una expresión personal, nos habla acerca de la experiencia de
vida de quien la emite y requiere apertura y fundamentos para ser válida.
Una crítica a su vez también es inestimable, es, o debería ser, una expresión
razonada, analítica, más trabajada que la opinión, preciosa, cuando viene
acompañada de argumentos válidos y apertura, para lo que es de suma
importancia estar dispuestos a escuchar y tomar lo más valioso de ella y
revivir las viejas costumbres de dialogar y debatir, maravillosas
herramientas de aprendizaje y crecimiento humano que se han ido
perdiendo con el tiempo y la censura desmedida.
Por lo que quiero cambiar por completo el contexto y dejar clara la regla,
que a partir de este momento la aplicaré dentro de mi propia experiencia de
vida: Las críticas u opiniones personales y sin fundamentos, son como
las nalgas, no hay que darlas a menos que te las pidan, aquellas bien
fundamentadas y argumentadas son necesarias y pueden ayudar
enormemente.
Te recuerdo, solo puedo hablar desde mi propia perspectiva, de como me ha
ido en el circo de la vida y lo que pasa por mi mente, así que como todo en
esta experiencia humana, este libro es meramente subjetivo. También quiero
recordarte que disto mucho de ser “normal” y me encanta, por ponerte un
muy claro ejemplo, en lugar de tratar todo esto en privado y a solas con una
terapeuta, como alguien “normal”, decidí escribir un libro al respecto y
publicarlo. Vaya forma de sacar mis trapitos al sol.
Mis personajes siempre fueron muy divertidos, los del teatro y también
algunos que interpreté como máscaras sociales en mi vida, dicen que el arte
imita a la vida y así nuestros personajes, tanto en escena como en nuestro
día a día, vamos observando los distintos rasgos que nos parecen más
atractivos y vamos adoptándolos y adaptándolos a nuestro carácter, a
nuestra personalidad y a la forma en la que nos comportamos o actuamos,
digamos que aprendemos por imitación y después medimos los resultados,
todo esto es muy natural, no es crítica, de hecho así funciona, ¿de qué otra
forma podemos aprender?
El pedo ya viene cuando has adoptado y adaptado tanto que ya no sabes ni
donde quedaste tú, cuando tus personajes sociales han estado tanto tiempo
en escena que al intentar bajarte del escenario ya no recuerdas quién eras.
Esto pasa en el teatro, pasa en el cine y pasa en la vida, varios actores de
renombre sufrieron de esto con sus personajes: Jim Carrey habló en varias
entrevistas de esto y le sucedió con el personaje de Andy Kauffman, en la
película Man of the Moon, y hay muchos otros que por respeto a su
privacidad no mencionaré, pero si te gusta el chisme, búscale y encontrarás.
Muchas veces no somos conscientes de esto, seguimos por la vida en
personaje hasta el día de nuestra muerte y no lo cuestionamos hasta que ya
no podemos hacer nada al respecto, en La muerte de Iván Illich el autor
León Tolstói escribe como la última pregunta del personaje antes de su
muerte: “¿Y si todo lo que he hecho en la vida estuvo equivocado?”.
Bronnie Ware es una enfermera australiana que ha ayudado a miles de
pacientes en su lecho de muerte, en los registros de lo que las personas se
arrepienten antes de morir, no encontramos nada cómo: Ojalá me hubiera
comprado más coches, ojalá tuviera más seguidores en Instagram, ni algo
menos pendejo cómo: ojalá hubiera tenido más sexo. Por el contrario las 5
cosas que más se repiten en orden son:
1. Ojalá hubiera tenido el valor de vivir la vida que realmente quería, no la
vida que otros esperaban de mí. (¿se parece al libro?, juro que es real.)
2. Ojalá no hubiera trabajado tan duro.
3. Ojalá hubiera tenido el valor de expresar mis sentimientos
4. Desearía haberme mantenido en contacto con mis amigos.
5. Ojalá me hubiera permitido ser más feliz.
Pero bueno te lo dejo como dato, la muerte es parte de la vida y todos
vamos para allá, lo que pasé o no después de la muerte no tiene por qué
controlar nuestra vida y mis creencias al respecto las compartiré en otro
libro, pero aquí lo importante no es la muerte, sino la vida, lo que vamos a
hacer mientras estemos aquí y cómo podemos disfrutar más plenamente de
nuestra corta, pero hermosa existencia, vivir la vida que queremos y no la
que creemos que “tenemos” que vivir.
Volviendo al tema, de niños vivimos y aprendimos muchas cosas, creamos
nuestras primeras neuroasociaciones, conocemos nuestra tendencia natural
de huir del dolor y buscar el placer, lecciones importantes como que la
estufa quema y que tu nombre no es realmente “No niño deja eso”, justo ahí
es donde creamos una personalidad y absorbemos mucha información,
creamos el conjunto de reglas que nos servirán para el resto de nuestra vida,
¿o tal vez no?
Este libro se basa en la premisa de que lo que nos servía como reglas de
vida cuando éramos niños ya no funciona 20, 30 o 40 años después, o tal
vez solo es una crisis de la mediana edad que está a punto de ser sumamente
pública, sin importar eso, yo no usaría Windows 95 hoy o un celular de los
primeros que salieron, ¿por qué usar nuestras mismas reglas? Nuestra mente
tiende a buscar automatizar procesos y a sistematizar las cosas, si algo le
funciona en varias ocasiones, en experiencias similares, crea una regla al
respecto y la instala en el sistema operativo, para que al volver a tener
experiencias similares pueda reaccionar en automático y no gastar energía
en eso.
Nuestras neuroasociaciones o sesgos cognitivos, son generalizaciones que
hacen que el cerebro gaste menos energía al repetir experiencias, algunos
surgen por vivencias propias y otros por repetición o conductas observadas
dentro de nuestro entorno (como los changuitos y las bananas), por ejemplo
tenemos la tendencia de asociar a los expertos y a las figuras de autoridad,
como conocedores, portadores de la verdad y gente de razón, pero muchos
de ellos en realidad son solo pendejos disfrazados de autoridad, también
podemos observar cómo nuestras experiencias con las relaciones humanas,
nos van creando juicios y sesgos donde generalizamos y ponemos reglas sin
fundamentos alrededor del amor, de las personas que nos rodean y de cómo
deberían ser las cosas en las relaciones, en nuestro entorno y nuestra vida,
acercándonos a lo que asociamos con placer y alejándonos de aquello que
percibimos como fuente de dolor.
Realmente somos una maravilla y nuestro cuerpo es impresionante,
administra la energía con gran eficiencia, se regenera y puede curarse y
enfermarse a voluntad de acuerdo a los efectos placebo y nocebo, esto no
me lo estoy sacando de la manga, puedes revisar la “Base de datos de
remisión espontánea” del Instituto de Ciencias Noeticas o más de 1500
estudios publicados en sciencedirect.com, tema de otro libro, lo prometo,
pero en este quiero enfocarme en esas creencias que convertimos en reglas
y en los personajes que vamos creando con ellas.
También nuestro cuerpo nos permite cambiar, readaptar las reglas y
reinventarnos las veces que lo creamos necesario, hay algo que se llama
neuroplasticidad, para no complicarlo demasiado, digamos que es la
capacidad natural de nuestro cerebro de recablearse, de cambiar los grupos
neuronales que se disparan en conjunto a voluntad, es un proceso que si lo
realizamos conscientemente a través de la creación de nuevos hábitos y
reglas de vida puede resultar sumamente útil y beneficioso.
Por ejemplo, si quisiéramos cambiar la regla de “la estufa quema” lo que no
sería algo muy brillante, podríamos hacerlo, pero también con las
generalizaciones y sesgos que adoptamos de la experiencia y de nuestro
entorno, nuestro cuerpo está equipado para reajustar, cambiar y modificarse
a nivel biológico y psicológico las veces que sean necesarias, es algo de
verdad maravilloso.
“No es el cambio a lo que tememos, sino a soltar aquello que conocemos.”
Intermezzo

¿C ómo dijo que se llama el capítulo? Bueno intermedio, pero me


encanta la palabra, se usa comúnmente para música y danza, pero también
para teatro en especial en Zarzuela e hice varias y es mi libro, voy a realizar
un pequeño corte en la historia para venderte playeras, tazas y recuerditos
del libro, no mentira, quiero comentar algunas cosas que creo son de
utilidad y otras que tal vez no tanto, pero de igual forma las voy a plasmar.
Esta es la primera llamada, primera.
Esta parte de los personajes de mi vida es particularmente complicada para
mí, ya que en el pasado he sido muy reservado o como diría Luis Miguel
“Muy celoso de mi vida privada”, pero creo que tiene relación con varias de
las reglas que ya no aplican más en la vida que quiero y elijo vivir.
Otro de los factores que ayudan a que me abra y comparta todas mis notas
de vida y experiencia personal es el factor de la vulnerabilidad, sobre la
cual escribiré a detalle en otro libro, pero quiero tocar un poco el tema aquí,
ya que aún existe un tabú importante al respecto, Brené Brown quien es la
referencia en la materia, tiene varios libros, TED Talks y un especial de
Netflix al respecto que recomiendo encarecidamente, dice en una entrevista
de Forbes:
“La vulnerabilidad es básicamente incertidumbre, riesgo y exposición
emocional. Crecí en una familia y cultura de "hazlo todo" y "aguanta" (muy
tejana, germano-estadounidense). La parte de tenacidad y determinación
de esa educación me ha servido, pero no me enseñaron cómo lidiar con la
incertidumbre o cómo manejar el riesgo emocional. Pasé muchos años
tratando de superar o ser más astuta que la vulnerabilidad haciendo que
las cosas sean ciertas y definidas, en blanco y negro, buenas y malas. Mi
incapacidad para apoyarme en la incomodidad de la vulnerabilidad limitó
la plenitud de esas experiencias importantes que están forjadas con
incertidumbre: amor, pertenencia, confianza, alegría y creatividad, por
nombrar algunas. Aprender a ser vulnerable ha sido una pelea callejera
para mí, pero valió la pena.”
En pocas palabras y lo que quiero recalcar es que la vulnerabilidad, que a
veces confundimos con debilidad, fragilidad o falta de fortaleza, es todo lo
contrario, es atreverse a ser uno mismo, a ser responsable de tu destino y
vivir con las consecuencias de tus actos, es arrancarse las máscaras del ego
y tirarlas al suelo, es justo de lo que habla este libro, es atreverte a salir, a
amar, a compartir y a decir lo que tengas que decir, es ser tú sin
miramientos ni limitaciones, es exponerse a la vida y atreverse a vivirla
desde lo que realmente piensas y quieres, es ir por lo que mereces sin tener
que preguntarle a nadie, es abrirle la puerta al amor, a la amistad, a la
confianza y a la dicha, es atreverte a vivir sin tener que pedir permiso.
Esto puede asustar a muchas personas y no faltará quien te ataque por
miedo, pero no es personal, no te atacan desde lo que tú eres, sino desde lo
que ellos creen que no pueden ser, la luz que emanas puede cegar
temporalmente a alguien y llenarlo con ira y comentarios negativos, pero
eso no es una excusa para dejar de brillar, puedes hacer mucho bien con lo
que tienes y con quien realmente eres, arrancar la venda de los ojos de
muchas personas y ayudarlos a ver que hay algo mejor del otro lado.
La sociedad en la que vivimos tiende a la censura y a la separación, se
puede notar en diversas redes sociales, pero solo unidos podemos retomar
los diálogos y la confianza en la humanidad, recobrar el sentido de unicidad
y permitirnos ser; abrazar nuestras diferencias y lo que nos hace únicos e
irrepetibles sin olvidarnos de los lazos que nos unen como especie, no
permitas que nadie calle tu voz, no permitas que los que no se atreven a
salir del cascarón mancillen tus alas.
Segunda llamada, segunda.
¿Cómo y hasta donde compartir? Ese es un tema con el que estuve
batallando, que tanto es demasiado y que tanto es muy poco, sé quién soy,
sé lo que amo y que tengo todo el derecho de expresar mi sentir y mi pensar
del modo que prefiera, sin chingar a nadie más, y a la luz de esto, yo creo
que justo ese es el límite más apropiado, hasta donde no joda a nadie más,
ahí es donde la raya debe ser marcada, tampoco pensando en proteger al
que vive en calidad de víctima constante, pero si a los niños y a los
ancianos, mientras respetemos la individualidad y la forma de brillar de
cada quien, podemos hacer lo que nos plazca.
A esto quiero dejarte un pensamiento de Theodore Roosevelt titulado “El
hombre en la arena”:
“No es el crítico quien cuenta;
ni aquel que señala cómo el hombre fuerte se tambalea,
o dónde el autor de los hechos podría haberlo hecho mejor.
El reconocimiento pertenece al hombre que está en la arena,
con el rostro desfigurado por el polvo, el sudor y la sangre;
quien se esfuerza valientemente; quien erra,
quien da un traspié tras otro,
pues no hay esfuerzo sin error ni fallo;
pero quien realmente se empeña en lograr su cometido;
quien conoce grandes entusiasmos,
las grandes devociones;
quien se consagra a una causa digna;
quien en el mejor de los casos encuentra al final el triunfo inherente al
logro grandioso,
y quien en el peor de los casos,
si fracasa,
al menos fracasa atreviéndose en grande,
de manera que su lugar jamás estará entre aquellas almas frías y tímidas
que no conocen ni la victoria ni la derrota.”
Bien, sin más por el momento, continuemos...
Tercera llamada tercera.
Continuamos con los personajes de mi
vida

V amos a adelantar un poco el tiempo y pasamos de los primeros días


en la escuela a la adolescencia, ahí es donde empieza el verdadero
espectáculo, el primer amor, el primer corazón roto, los amigos, las críticas
y los bullys, tantas cosas tan bellas que pasamos (sí aja), pero también
donde más extrema se vuelve la lucha por encontrar un sentido de
pertenencia, donde nuestra rebeldía aflora y la hormona marca el ritmo de
nuestros cambios de humor.
Los 10 a los 19 años es donde creamos a la mayoría de nuestros personajes,
donde se crean las máscaras más profundas y las memorias que dejan
huella, y de nuevo así fue para mí, en mi vida como en el teatro, comencé
mi carrera de artes escénicas a los 11 años, por un fortuito matrimonio entre
mi primo y la hija de un productor de teatro, crearon un proyecto teatral de
niños para niños y mi hermana y yo fuimos convocados para él, la obra era
La Sirenita, y mi primer papel, el de Tritón, rey de los mares y padre de
Ariel, ahí me enamoré de las tablas, de esa maravillante emoción que causa
el poder cautivar la mente del espectador al interpretar tu arte,
transportarlos por unos instantes a otro mundo, a otra parte.
También fue uno de los momentos donde recuerdo se creó otro personaje,
uno bastante menos agradable y que creo que me había venido
acompañando hasta hace poco: A esta obra de la vida real hoy quiero
titular: “El moco que nunca pegue” En la primaria un día como cualquier
otro, un compañero por no decirle culero, se le ocurrió la fantástica idea de
pegarle un moco a una niña, a una niña que a mí me gustaba, y yo lo vi, yo
tenía alrededor de 10 u 11 años, una vez en el salón la niña obviamente
asqueada se quejó, la maestra de forma inquisitiva preguntó ¿quién lo hizo?,
y como me habían enseñado a responder cuando se pregunta, se me ocurrió
decir que fue él, yo lo vi, yo sabía la respuesta y recuerdo sentir que tenía
que responder, pero no contaba con que él tenía más amigos que lo
apoyaran y me voltearon la historia, la maestra al ver que eran 3 contra uno,
rápidamente y sin dudarlo brinco de su asiento para ayudar, y ahora eran 4
contra uno, se les había unido, lo que pronto se convirtió en un
interrogatorio tipo Gestapo, chido su desmadre, ante la insistencia y la
figura de “autoridad” que me acusaba, no pude al final más que ceder; no
tenía experiencia previa y nunca pensé que decir la verdad podría ponerse
tan rápidamente en mi contra, y ahí lo aprendí, al carajo no vuelvo a decir
nada, fue una regla de un personaje timorato que surgió de aquel encuentro.
No pienso exponer todos mis traumas, ni mis aventuras, hay que guardar
algo para otros libros, pero es un mero ejemplo de mi vida personal que
quiero utilizar para ejemplificar el origen de muchos personajes, cuando
somos niños nuestro instinto prevalecerá ante toda situación, sobre todo
aquellas en las que nuestra mente considere que se pone en peligro nuestra
supervivencia, también a raíz de ese suceso, viví mi primera experiencia en
terapia, una terapia que aunque recuerdo divertida, fue forzada e
innecesaria, por algo que no había hecho, bien pudo haber servido para
tratar la aparición de aquel personaje que se arraigó en mí con el paso del
tiempo, sin embargo todo el proceso solamente trató acerca del moco que
nunca pegue.
Aquí por ejemplo encontré el origen de la renuencia constante que tenía
hacia la terapia hasta hace poco, creo que no es necesario explicar por qué,
pero así como esos personajes vamos creando muchos más, producto de
distintas experiencias que vamos teniendo en nuestra vida y con la finalidad
de encontrar un remanso de paz y sentirnos aceptados en sociedad, tal vez
tú tengas tus propias historias similares y no es necesario que las publiques
en un libro, esas son loqueras mías, pero sí creo pertinente recomendar que
las platiques con alguien de tu confianza y si es un experto en salud mental
mejor.
Hoy lo veo con ojos distintos, las lecciones que decidí extraer de ese suceso
me llenan de amor y de energía, esto es lo que podemos lograr al cambiar
nuestra historia y las preguntas que nos hacemos al respecto, como veremos
a detalle un poco más adelante, no tenemos que cambiar los hechos, solo el
significado que le atribuimos a cualquier suceso, hoy no busco justicia
como en el pasado, ya que esa regla quedó renovada, lo que extraigo de esa
historia es mi capacidad para reponerme, para elegir a conciencia, que las
lecciones y los momentos difíciles en la vida solo nos fortalecen y que por
más complicado que algo pueda parecer en el momento, al final se puede
convertir en una bendición.
¿Y qué de todo eso puede ser una bendición? ¿Qué aprendí gracias a
esto?
Cuando cambiamos la forma en la que vemos el mundo, el mundo que
vemos cambia decía Wayne Dyer y es cierto, todo lo que vivimos y vemos
se basa en la percepción, el enfoque y el significado que le damos, si en
lugar de preguntarnos cosas como: ¿Por qué a mí? ¿Qué les hice? Hacemos
preguntas como las que puse de ejemplo aquí arriba, interrumpimos
automáticamente los patrones de victimismo de nuestra mente y nuestras
respuestas cambian, solo a modo de ejemplo y basado en mi vida real, ahí te
va:
¿Qué de todo esto puede ser una bendición?
Es una bendición en mi vida porque hoy sé que puedo superar cualquier
adversidad y no importa la cantidad de personas que parezcan estar en mi
contra o su aparente nivel de “autoridad”, nunca más permitiré que nadie
apague mi voz.
¿Qué aprendí de todo esto?
La vida no tiene por qué ser justa, no todo al que obra bien le va bien, ni al
que obra mal se le pudre el animal, hacemos lo que podemos con el nivel de
consciencia que tenemos, y elijo hacer las cosas bien por mí, porque me
amo, me respeto y me caigo a toda madre, elijo hacer las cosas bien por mí
y porque hacer el bien me hace sentir bien, no por lo que alguien más haga
o deje de hacer en consecuencia.
Estas y otras preguntas que veremos en el capítulo de las historias, pueden
ayudar mucho a encontrar significados que nos ayuden a mejorar la calidad
de nuestras experiencias, pero es un proceso que cada quien tiene que hacer
a su manera y no existen respuestas correctas o incorrectas, solo lo que a
cada uno le sirva para fomentar la vida que realmente quiere vivir.
Muchos personajes más han estado yendo y viniendo a mi vida, algunos en
el teatro y algunos en la vida, encontrar y vivir desde lo que realmente
quieres y atrevernos a ser guiados a través de nuestra intuición suena
complicado a veces, sobre todo si no nos detenemos a pensar y seguimos
viviendo por inercia, sólo reaccionando como meros administradores de
nuestra vida y no como los absolutos creadores que realmente somos.
Cuando traemos al momento presente y a la consciencia todos nuestros
personajes, nuestras historias y nuestras reglas, podemos modificarlas y
actualizarlas a voluntad, dejamos de ser criaturas de hábitos y reacciones
automatizadas y nos convertimos en creadores de vida, en diseñadores de
nuestro propio destino, en los autores de nuestra existencia y comenzamos a
disfrutar de una vida que creada y apreciada intencionalmente puede ser
maravillosa.
Damos otro brinco y nos transportamos a esa época alrededor de los 15
años, donde la hormona comienza a hacer de las suyas y todo comienza a
cambiar en nuestro cuerpo y en nuestro entorno, también el espacio de vida
donde conocí el alcohol, el desmadre y la fiesta.
No creo que pueda contar todo lo que me sucedió en esta etapa de mi vida,
tal vez el día que decida hacer una autobiografía, pero utilizaré este espacio
para contarte los puntos más relevantes y los personajes que fueron
surgiendo de estos años de vida.
En teatro hacia obras y tomaba clases en la casa de cultura de San Ángel,
interpretaba diversos personajes en obras como Tartufo y El enfermo
imaginario de Moliere, La fuga, El banco, El jorobado de Norteadme entre
otras, iba poco a poco aprendiendo más acerca de este maravilloso arte y
conociéndome mejor a través de él, para interpretar un personaje, poder
darle vida y transmitir realmente a la audiencia es necesario acceder a algo
que Stanislavski denominaba “El Baúl de las Emociones”.
Al acceder al baúl de las emociones podemos acceder a nuestra memoria
emotiva y afectiva para trasladar las emociones que hemos experimentado
en el pasado hacia el personaje, dependiendo de sus características y
vivencias propias, encarnando una de mis frases favoritas del mismo
Konstantín Stanislavski que es:
“El actor se somete a la más dura de las cirugías, prestar su cuerpo para
darle vida a un personaje”
Al mismo tiempo mis personajes de vida comenzaban a estabilizarse, pasé
de la escuela privada a una pública, lo que ayudó a reinventarme, conocer
nuevas personas y hacer muchos amigos, pase de ser bulleado en ocasiones,
por experiencias del pasado, a ser el antibullys de la escuela y proteger a
aquellos que no lo hacían por sí mismos, otro personaje que cree
subconscientemente, pero que es mucho más afín a mi naturaleza empática
y a mi propio sentido de justicia.
Siempre había tenido cierta facilidad para hacer amigos, cualidad que estoy
en proceso de recuperar, pero uno de estos amigos me invitó a trabajar en
un antro, un club nocturno al sur de la ciudad llamado Medusas, un icono
de la música electrónica en México.
Comenzó la época de fiestas en mi vida, trabajando en el antro comencé a
fumar, cosa que aún hago, a mediados de los 90’s todavía estaba bien visto
y era algo que aún se encontraba “de moda”, hoy cada vez es menos
popular el fumar, lo que es muy positivo para la salud y la sociedad, pero en
aquella época, los cigarros me salían gratis.
Trabajaba en tardeadas y confiscábamos las cajetillas abiertas en la entrada
para evitar los cigarros adulterados con drogas, al salir los devolvíamos,
pero muchos los olvidaban y no regresaban por ellos, así que repartíamos
las cajetillas entre nosotros y fumábamos gratis, por cierto, de todos los
cigarros gratis que fumé ninguno salió con truco.
Aquí cree el personaje del chavo bien conectado que podía llevarte a los
mejores antros y lugares de la ciudad e invitarte todo solo por conexiones,
todos estos personajes son inconscientes, mi consciencia activa y el poder
observar todo esto desde un lugar de presencia e intención apareció muchos
años después, este personaje fue muy divertido para ser honesto.
Para no hacer el cuento largo trabajé alrededor de 15 años en antros, abrí
una productora y operadora de eventos especiales en la que me dedicaba a
rentar antros y a hacer eventos entre semana, trabajé en muchos lugares,
desde relaciones públicas hasta gerencia, ya les contaré todas las aventuras,
pero lo que quiero destacar en este libro son los personajes y la evolución
de los mismos.
Entre más metido estaba en el medio, más iba perdiéndome por querer
encajar y me iba transformando en lo que pensaba que los demás querían de
mí, esto aunado a tomar casi todos los días, estar en los grandes eventos,
yates, viajes y juntándome con parte de la élite de la ciudad, iba dejando
atrás a mi verdadero ser, perdiendo mi autenticidad y lo que me hace único
simplemente por querer siempre pertenecer, por querer complacer.
Poco a poco y al pasar de los años la intensidad de las pedas y sobre todo la
de las crudas se fue incrementando al punto que ya no sé cómo hacer
amigos sin alcohol de por medio, ese lubricante social en el que giró mi
vida por años fue gradualmente supliendo mis habilidades sociales e
intelectuales.
Una de las cosas que recuerdo que pasaba mucho era que lo utilizaba para
atontarme un poco, mi naturaleza con la que me reconecté recientemente
siempre ha sido divagante, mi cerebro crea conexiones entre muchas cosas
y eso hace que sea complicado de entender, lo que llevaba a las personas a
evadirse, me sentía ignorado y transparente, por ello con el alcohol y una
que otra droga, pertenecía y muchas veces era el centro de atención.
Los personajes en teatro también seguían fluyendo en mi vida, hice muchas
obras más como actor, comencé a dirigir, a dar clases y a producir en teatro,
mientras seguía trabajando en antros, restaurantes, bares, hoteles, aprendí a
diseñar web, hacia tareas de publicidad de mis amigos, producía videos y
grababa programas de radio con un amigo, me mudé muchas veces y viví
en varias playas de México por varios años, aprendí coaching de dos
grandes escuelas internacionales, impartí conferencias, pláticas y talleres,
abrí muchos negocios y emprendimientos de distintos ramos y también
trabajé en la industria de la publicidad y mercadotecnia a nivel dirección
creativa por un tiempo.
Para cada cosa y para cada grupo de personas tenía e iba creando personajes
distintos, los del teatro venían marcados en el libreto y con el contexto,
subtexto y con ayuda de un cuestionario que compartiré contigo y del baúl
de las emociones, los iba creando acorde a lo necesario, pero los de vida
eran más improvisados, más a modo de prueba y error y la gran mayoría
completamente subconscientes.
Con el tiempo me fui separando del teatro que tanto amo y dejándome
llevar por muchas experiencias banales y superficiales, que también me han
dejado grandes aprendizajes, el largo tiempo que pasé de fiesta me hizo
conocer a muchas personas y tener innumerables experiencias de vida que
hoy contribuyen enormemente a mi arte y a mi expresión de vida, no creo
en los “hubiera”, ni cambiaría nada aunque existieran.
Algún día te contaré todas mis aventuras, pero este libro solo trata de mí a
modo de ejemplo, pasándote las notas de vida que creo más importantes
para los puntos que quiero tocar, los personajes que vamos creando a lo
largo de nuestra vida tienen funciones muy específicas y es algo
completamente natural, pero al mismo tiempo son inconscientes y muchos
fueron creados por los demás, con base en las expectativas que creemos que
tenemos que cumplir, las reglas que nos heredan y comparten y las etiquetas
y opiniones que otras personas tienen acerca de nosotros.
Vivir bajo tus propias reglas significa traer a la consciencia todos esos
personajes que has ido creando a lo largo de tu vida y analizarlos, ver que
rasgos tienen y porque fueron creados de esa manera, no es una labor
sencilla, pero créeme vale la pena.
No se trata de criticar a los personajes que hemos creado en nuestra vida,
sino de hacerlos conscientes, de vivir intencionalmente, de crear la vida que
quieres y no sólo reaccionar ante lo que sucede, o hacer lo que crees que
tienes que hacer, es tu derecho por naturaleza.
Para cerrar los personajes de vida, quiero invitarte a analizar a profundidad
y con consciencia los personajes de vida que has creado, observar los rasgos
y comportamientos que adoptas en ciertas situaciones y cuestionarte al
respecto:
¿Me sirve hoy?
¿Es algo que hago intencionalmente o automáticamente?
¿Es compatible con quién soy y con lo que quiero vivir?
¿Es un reflejo de mi ser y lo que quiero realmente mostrar al mundo?
¿Es real o lo aprendí en algún lado porque siempre se ha hecho así?
¿Cómo me gustaría que fuera realmente?
¿Si no tuviera que rendirle cuentas a nadie como seria?
¿Si secretamente lo supiera, cuál sería el primer paso?
Ahora que sabemos algunas cosas más acerca de nuestros personajes, te
invito a diseñar tu propio personaje, uno auténtico, vulnerable, abierto, que
tenga que ver solamente contigo y lo que quieres vivir y experimentar, lo
que quieres mostrar al mundo y la forma en la que ves la vida, un personaje
que venga desde tu ser, este se puede ir modificando y mejorando con el
tiempo, nada es para siempre, pero puedes comenzar por ser simplemente
tú, pero con intención, haciéndolo a propósito y no solamente reaccionando
ante lo que pasa en el entorno y a las expectativas de otras personas en tu
vida.
Quiero compartir contigo un cuestionario que utilicé durante muchos años
para crear los personajes en las obras de teatro. El teatro y el resto de las
artes son una imitación de la vida que va plasmándose en distintas formas
de expresión y desde perspectivas singulares, creo que este cuestionario
puede traer a la luz rasgos interesantes de tus personajes de vida o también
si planeas hacer teatro puede serte de mucha utilidad, utilízalo como mejor
te parezca y cuéntame qué descubres de ti o de tus personajes.

CUESTIONARIO DE CREACIÓN DE PERSONAJE


El presente cuestionario es individual e intransferible, se pide contestar
todas las preguntas con profesionalismo y concentración. Recomendable
contestar amplia y claramente.
1. ¿Cómo se llama tu personaje? (nombre/s propio/s y apellidos)
2. ¿Qué edad tiene?
3. ¿Cuál es su condición económica?
4. ¿Estado civil?
5. ¿Hijos?
6. ¿Cómo le gusta vestir?
7. ¿Cuál es su ocupación?
8. ¿Cómo no le gusta vestir y porque?
9. ¿Cuál es su comida favorita?
10. ¿Cómo se describe él / ella mismo como persona?
11. ¿Qué miembros componen su familia?
12. ¿Cuál es su hobbie?
13. ¿Cuál es su lugar preferido, ya sea en su casa u otro sitio? ¿Por qué?
14. Describe un día normal en su vida
15. ¿Ha estado enfermo/a de algo?
16. ¿Cómo es su relación con las personas con quien habita?
17. ¿Cuál es su color favorito y por qué?
18. Platícanos una anécdota acerca de él / ella
19. ¿Cómo podría describir un mundo perfecto?
20. ¿Qué opina de las personas que tienen diferentes puntos de vista a los de
él/ella?
21. ¿De dónde viene, en dónde está y hacia dónde va?
22. ¿Cuál es su opinión acerca del mundo que le rodea?
23. ¿Cuál es su país o ciudad favorito/a y porque?
24. ¿Tiene algún tic nervioso o manía?
25. ¿Qué opina acerca de la vida?
26. ¿Qué opina acerca de la muerte?
27. ¿Tiene alguna frustración?
28. ¿Cuál puede considerar su mayor éxito en la vida?
29. ¿Cuál es el nombre de sus padres?
30. ¿Por qué le pusieron ese nombre?
31. ¿Cuál es su mayor ilusión en la vida?
32. ¿En qué concepto tiene al sexo opuesto?
33. ¿Qué es para el/ella el bien y el mal?
CUESTIONARIO AL ACTOR
1. ¿Por qué hacer esta obra?
2. ¿Qué opinas de tu personaje?
3. ¿Cuál es el mayor reto que encuentras en tu personaje?
4. ¿Sientes alguna similitud con tu personaje? ¿Cuál?
5. ¿Qué quieres lograr con este personaje?
Un personaje es lo único que uno tiene al salir a escena, disfruta tu creación
porque es tuya e inimitable, tú lo creaste y nadie te lo puede quitar
GOZALO, SIÉNTELO... DALE VIDA.

Y DE NUEVO ES UNA INVITACIÓN, solo si tú la quieres aceptar, nada


es a huevo en esta vida, no tiene por qué serlo, solo tú puedes decidir cómo
quieres vivir y lo que quieres experimentar en esta corta pero sublime
experiencia humana.
Vendo libros y regalo Sacos

H oy más que nunca en la historia del ser humano tenemos acceso a


información de todo tipo, no importa cuando estés leyendo esto, es
una variable que va incrementándose en el tiempo, por lo que también
estamos expuestos a la sarta de pendejadas más grande de la historia, desde
las fake news o noticias falsas, hasta los gurús de bolsillo o vendedores de
humo como muchas personas les llaman, pasando por teorías de
conspiración y las opiniones sin fundamento que abundan en las redes y los
blogs de hoy.
Como dije en el título de este capítulo yo vendo libros y regalo sacos,
escribo libros porque es mi forma de expresar mi arte, mi opinión y mis
creencias, no soy dueño de la verdad absoluta, solo de la mía y no temo
compartirla con el mundo, investigo y me aseguro de tener información de
todas las fuentes posibles antes de plasmar algo o publicarlo, no lo hago a lo
pendejo, hay una responsabilidad detrás de comunicar y es importante que
investiguemos, revisemos fuentes, opiniones encontradas o incluso lo
debatamos antes de aceptarlo y compartirlo con los demás.
Y aun así eso es mi opinión y puedes estar en desacuerdo, de eso se trata
esta vida, de poder decidir conscientemente que adoptas en tu vida y que
no, tendemos a convertir cualquier estupidez que escuchamos en una
creencia que después con base en la repetición pasa a ser una regla en
nuestra vida, justo por eso escribo este libro.
También regalo sacos, porque aunque esto no lo escribo pensando en nadie
y parte de mi experiencia personal, investigación y/o datos respaldados por
la ciencia, no falta el lector que se lo pueda tomar a modo personal y luego
pretenda quejarse, por ello quiero aclarar que si en algún momento algo te
molesta, te incomoda o lo sientes personal, es solo porque elegiste ponerte
el saco y te lo puedes llevar puesto o envuelto, que va de regalo.
Nada en este mundo es personal hasta que lo convertimos en tal, es muy
rara la ocasión en que alguien escriba o haga algo con tal de ofenderte o
lastimarte de algún modo, no existe una intención detrás de cada acto y
tenemos absoluto control de lo que permitimos o no en nuestra vida, así
como de lo que aceptamos que nos hiera o nos perjudique.
Cabe a su vez mencionar que creo que hay dos tipos de “humo” allá afuera,
uno muy positivo para nuestra vida y otro bastante tóxico, por ello es
importante no comprar todo lo que escuchas ni aceptarlo solo porque sí, de
hecho no hagas nada solo porque sí, en especial cuando se trata de comprar
las ideas de alguien más, pero con su debida recalibración, investigación y
razonamiento, creo que hay cierto tipo de “humo” que hace mucha falta en
la vida y en el mundo, y no, no pienso decir nombres porque no es revista
de chismes y creo que cada quien tiene la madurez necesaria para discernir
entre el humo que hace bien y el que huele a escape de camión sin afinar.
A este respecto, mi santa madre me dio un gran consejo, bueno creo que se
lo dio a alguien más por teléfono y yo por chismoso escuche y me lo
apropie, pero dijo que: “Cuando alguien diga o haga algo no lo recibas
directo en el corazón, sino en tu mano, que extiendas primero la mano y
recibas cualquier cosa ahí primero, la observas, la analizas, la desmenuzas y
si encuentras en ese algo algún rastro de utilidad, entonces ya la puedes
hacer tuya y pasarla a tu mente o a tu corazón, pero nunca de manera
directa”.
En mi proceso de transformación personal, he encontrado muchísimas cosas
que deje pasar solamente así y que se fueron implantando en mí, no solitas
quiero aclarar, las implante yo, consciente o inconscientemente, permití que
llegaran a mi mente y a mi corazón y comenzaron como una idea, que pasó
a ser creencia, que se convirtió en regla y que acumulándose con todas las
demás que ya había permitido que pasaran directo, se afianzaron en mi
personalidad o falta de ella en ocasiones, transformándose en dogmas
personales bajo los que viví por varios años, muchos de ellos por venir de
“supuestos expertos” en el tema.
Creo que queda claro a lo que me refiero, pero pondré un ejemplo con una
idea muy positiva y útil, para que no sea tan obvio, siempre podemos
readaptar las cosas a nosotros sin importar su origen, hace unos días
escuché una conferencia de Elon Musk el dueño de Tesla y SpaceX y
fundador de PayPal, decía: “El otro día iba caminando con un amigo por
Central Park, cuando de pronto vimos un puesto de bagels gratis y
obviamente había una fila enorme, le dije a mi amigo, vamos por uno, él me
dijo, no ve la fila, está enorme, yo le dije, pero son gratis, y él me dijo no
voy a hacer una fila de ese tamaño por un bagel. Cerrando la historia con
una frase cómo: “Algunos se enfocan en el bagel y otros en la fila”
Tomé la lección en mi mano, la observé y me dije a mira que chingón, claro
algunos tenemos objetivos claros en mente y otros ven solo los obstáculos,
pero no me quede con eso, lo analice un poco más, hasta que llegue a la
conclusión que decidí aceptar, me queda claro que es una analogía, una
metáfora para dejar claro el punto al que quiere llegar, pero en dado caso
pues ni uno, ni el otro, abres un puesto de bagels de $1 dólar al lado y todos
los que no querían hacer la fila te van a comprar, entonces siempre hay más
opciones, al final me quedo con la idea, algunos se fijan en obstáculos,
otros en objetivos y otros aprovechan los obstáculos y crean atajos, siempre
hay alternativas fuera de la caja y de las opciones convencionales o de las
masas.
No pretendo ponerme a vender panecillos redondos rellenos, lo que
pretendo es que tomes de lo que escuchas solo aquello que te sirve y lo
demás lo modifiques, lo adaptes o lo deseches, que dejemos de adoptar
todas las ideas solo por la aceptación social de la fuente, incluido todo lo
que otras personas, yo o también tu mente, te digamos.
La mente tiende a crear historias y muchas de ellas bastante fatalistas acerca
de lo que algo significa o sobre todo las consecuencias y lo que podría
llegar a pasar o lo que sucedió en el pasado, una de sus funciones
principales es la de mantenernos a salvo y vivos durante el mayor tiempo
posible, pero tiene la misma o mayor importancia cuestionar las historias de
nuestra mente y de nuestra vida, por ello el siguiente capítulo.
Las historias que nos contamos

N uestras historias y la forma en la que vemos la vida definen nuestros


resultados y nuestro alcance, si contamos nuestra historia desde un
lugar de victimismo o si la contamos desde un lugar de poder hará un mar
de diferencia en las consecuencias posteriores.
Nuestra memoria no es exacta y tendemos a tergiversar los hechos, muchas
veces para bien, cómo decía Kafka: "Todos tenemos la necesidad de ser el
héroe de nuestra propia historia en nuestra imaginación". Lo que me parece
maravilloso y chingón, el pedo viene cuándo por la forma en la que han
condicionado nuestro pensamiento nos vemos en la necesidad de ser la
víctima de nuestra propia historia.
Nos creamos cuentos en la cabeza, literalmente, de cómo fueron, de cómo
son y de cómo deberían ser las cosas, nos juzgamos constantemente, nos
medimos y nos comparamos con el resto de la sociedad, muchas veces estos
cuentos y estos juicios, poco a nada tienen que ver con la verdad y nos
limitan en muchos aspectos.
No falta quien se flagele con frases como: es inútil intentarlo porque “lo que
tú quieras” por ejemplo: soy muy vieja, no tengo dinero, no puedo hablar
bien en público, soy muy gordo, no me sale escribir, no entiendo las
matemáticas, no canto bonito, no consigo quedarme despierto toda la noche,
espera ¿despierto toda la noche? Es que soy velador, ok ya entiendo, sin
importar el origen de la excusa hay que estar abiertos a la posibilidad de
que eso que pensabas hacer a lo mejor no es lo tuyo, ¿realmente quieres
algo de esto?, ¿te mueve y te apasiona o es lo que los demás esperan que
hagas?
A veces nos vamos con los cuentos y las expectativas de los demás, lo que
nuestros padres quieren para nosotros, lo que nuestros maestros nos
enseñaron, lo que la sociedad nos inculca y nos juzgamos injustamente, no
puedes juzgar a un pez por ser malo para escalar árboles, siempre va a
quedar mal, tenemos muchos talentos y a veces los pasamos por alto, pero
es muy posible que entre esos talentos se encuentre tu pasión y lo que mejor
puedes hacer para contribuir al mundo, o en la combinación de algunos, o
quizá en aquello que más te critican los demás.
Tenemos un sinnúmero de talentos y el pedo es que no los reconocemos
como tal, los damos por sentado, creemos en nuestra mente que todo el
mundo los tiene y como se nos dan muy fácilmente no los valoramos, viene
de una de las reglas que trataré más adelante, aquella que habla de que todo
lo que vale la pena es difícil y requiere esfuerzo y son mamadas, tus
talentos son naturales y lo que te sale naturalmente tiene muchísimo más
valor del que le damos comúnmente, no voy a ahondar mucho en este tema
y ya escribiré otro libro al respecto, ¿otro? Sí a eso me dedico, si no me
crees lee el título del capítulo anterior, pero quiero dejarte unas preguntas
que me han ayudado mucho a reconocer mis talentos:

1. ¿Qué es aquello que se te da naturalmente y te resulta fácil?


2. ¿Qué puedes hacer todo el tiempo sin necesidad de cobrar por ello?
3. ¿Qué es aquello que mientras lo haces el tiempo parece desaparecer?
4. ¿Acerca de qué te criticas y te juzgas constantemente?
5. ¿Estás completamente seguro o segura que todo el mundo lo puede
hacer como tú?
6. ¿Te consta?
7. ¿Cómo podrías utilizarlo para contribuir y sumar a la vida de los
demás y a la tuya?

Espero que eso te dé algún indicio al respecto y te ayude en ese tema, pero
ahora volveremos a las historias, que es la base de este capítulo y una parte
fundamental de vivir bajo tus propias reglas, ya que nuestra historia a veces
tiende a limitarnos y no nos damos cuenta de lo fácil que resulta cambiar la
perspectiva y la forma en la que nos contamos nuestras historias de vida.
Las historias tienen algo muy particular y es que cambian dependiendo del
tono, la perspectiva, el narrador y el contexto, todos podemos reescribir
nuestra historia y creo que es algo que al menos a mí me ha funcionado
mucho, con esto no me refiero a inventar mamadas, como muchos que
conozco (o haz lo que quieras a mí que), pero como consejo, limítate a
reescribir tu propia historia cambiando simplemente el contexto y la
narración, en lugar de decir cosas como: “Y por eso siempre me pasan
cosas malas” o “Entonces sufrí y llore como magdalena porque el estúpido
me puso el cuerno”. Puedes decir: Por eso siempre me encuentro en
constante aprendizaje y he crecido mucho” o “Gracias al estúpido que me
puso el cuerno aprendí a valorar lo que quiero de la vida, a amarme más y a
no aceptar a cualquiera que me cierre el ojito.” ¿Cambia no crees?
No es lo mismo “El perro mordió a Juan” que “Juan mordió al perro” al
menos no es lo mismo para Juan ni para el perro, esa es de Tony Robbins, o
yo diría No es lo mismo “Huevos de araña negra”, que “Aráñame los
huevos negra”, pero como sea se entiende.
Podemos reescribir nuestra historia a voluntad, cambiar todo aquello que no
nos es de utilidad y que hemos venido repitiendo como patrones de
conducta constantemente, y la forma más sencilla de hacerlo es cambiando
la forma en la que nos comunicamos con nosotros mismos.
Como vimos hace varias páginas, la calidad de las preguntas que nos
hacemos define los resultados que tenemos en la vida y la perspectiva que
le damos, nada tiene un significado inherente e inmutable, todo lo que nos
pasa, las personas, situaciones y aquello a lo que llamamos problemas,
vienen sin un significado.
Nuestras historias significan lo que nosotros queramos y tienen o carecen de
utilidad de acuerdo a nuestra propia voluntad, pueden fortalecernos e
impulsarnos a lograr todo lo que nos propongamos o convertirse en lastres
que aminoran nuestro andar por la vida, nos frenan y muchas veces se
convierten en cadenas que atan nuestros sueños y nos limitan, nos atan a
ideas y a no vivir la vida como realmente quisiéramos, pero déjame contarte
un secreto:
“Esas cadenas no están realmente amarradas a nada”
Al cambiar el significado que le damos a nuestras historias, podemos
darnos cuenta de que esas cadenas que creíamos tan limitantes, no tenían
ningún sustento, no estaban amarradas a nada y cuando las traemos a la
consciencia simplemente desaparecen.
Quiero que hagamos un pequeño ejercicio, ya vimos hace unos capítulos
cómo cambié el significado de lo que experimenté en mi vida y cómo lo
convertí en algo que me llena de poder y de grandes aprendizajes, en lugar
de lo que solían ser: Falsas cadenas y excusas para no hacer las cosas.
Piensa por un momento en un suceso que haya marcado tu vida, tu historia
y lo que haces o dejas de hacer, algo en lo que hayas sentido que eras la
víctima de una injusticia o un momento que ha estado molestándote por
toda tu vida.
Descríbelo brevemente, de ser posible en un papel o en tu celular y relee o
escucha las palabras que utilizas para describir el momento, ¿qué te estás
diciendo al respecto?, ¿cómo estás comunicándote contigo?, ¿eres el héroe
o la víctima en esa historia?
Ahora, si te parece bien, quiero que me acompañes a reescribirla, pásala a
través de los filtros de tu consciencia, obsérvala desde una perspectiva
distinta, salte de ella y vela como si fuera una obra de teatro y responde las
siguientes preguntas para ti:
¿Qué tiene de positivo esa historia?
¿Qué aprendiste a raíz de ella?
¿Qué de esa historia es ahora una bendición en tu vida?
¿Quién eres gracias a que viviste eso?
¿Qué te dejó y que nuevas herramientas de vida tienes hoy que no tenías en
ese momento?
Al principio tal vez tu mente se ponga rebelde y te conteste pendejadas
como: nada, son mamadas, como crees y no tiene nada de bueno; pero
insiste, continúa buscando las respuestas y llegarán a ti, para romper el
patrón y la posición de víctima es necesario insistirle a la mente hasta que te
brinde respuestas distintas, una vez que comiences a ver todo desde ese
ángulo, reescribe la historia, pero ahora desde esta nueva perspectiva.
¿Cambió algo en la historia? ¿Es distinta? ¿Te sirve más ahora?
Puedes realizar este mismo ejercicio con cualquier suceso o experiencia que
hayas tenido en tu vida y en la que no te sientas como el héroe o la heroína
de la historia, es algo necesario, es tu historia y solo es cuestión de
perspectiva.
Mi Proceso

T odo comenzó una fatídica tarde de abril, cuando me asomé al espejo


y yo ya no estaba ahí, suena bonito y contiene algo de verdad en su
esencia, pero lo cierto es que es un proceso continuo, un proceso constante,
que tal vez nunca termine, pero para el cual hay dos cosas que puedo
recomendar encarecidamente desde mi propia experiencia, el arte y la
terapia.
Creo que podría poner el punto de no retorno justo después de que decidí
dejar de tomar para siempre, unos meses antes de que comenzara la
pandemia de 2020, fue un momento catártico en mi vida y algo que
agradezco profundamente hoy, que puedo ver con mayor claridad.
Los momentos de algidez o de crisis, son grandes oportunidades para
reevaluar nuestras conductas, nuestro camino y las decisiones que hemos
tomado y que aún sustentan nuestra vida, pero también lo son momentos
como este, donde te encuentras (espero) tranquila o tranquilo, leyendo este
libro y cobrando claridad e intención en tu mente, no siempre tenemos que
esperar a que pase algo negativo o trascendental, siempre podemos elegir
hacerlo desde un lugar de paz, amor y propósito.
Pero no todo es tan sencillo, unos meses después volví a beber como si se
fuera a terminar el alcohol del mundo por una noche más, haciendo un
experimento, según mi pensamiento pendejo, fue justo mientras escribía mi
primera novela, la excusa que me compré ese día después de varios meses
de no beber fue: Si Edgar Allan Poe, Fitzgerald, Stephen King, Hemingway,
Dostoyevski y hasta San Francisco de Asís escribían mientras bebían, igual
y hay algo de magia ahí.
Para no hacerte el cuento largo no había una chingada de magia, no escribí
ni un carajo, me puse hasta las manitas y acabé grabando Tiktoks con los
perros, la cruda me duró como 7 días en los que no pude mover un dedo y
menos escribir, fue gracias al amor al arte que mi proceso de dejarlo para
siempre se consolidó, no pienso permitir que nada se interponga en el
camino de mi realización artística y de lo que amo hacer y hoy creo que fue
la mejor decisión que pude tomar.
No pienso juzgar de ninguna manera las decisiones personales de nadie, ni
tampoco condenar, de santo no tengo un carajo, y nunca negaré que me
divertí, aprendí mucho, conocí a mucha gente y bebí hasta el hartazgo, creo
que ya tome todo lo que me correspondía por una vida o dos, si es que
existe la reencarnación, ahora solo sé que el alcohol en mi vida ya no tiene
cabida, también puedo ver claramente que se presta para usarlo como la
excusa perfecta para ser irresponsables, para no tomar decisiones y para
justificar todas las pendejadas que hacemos y hemos hecho, hoy prefiero
tener siempre la cabeza clara y mi vida tranquila, si hago pendejadas es
porque quiero hacerlas, con plena consciencia y por mis huevos, sin usar
excusas ni respaldarme detrás de ninguna sustancia, además mi cuerpo lo
rechazaba, las crudas que tuve al final no se las deseo a nadie, simplemente
porque me amo y amo estar y sentirme bien.
Ese fue el inicio de mi cambio de vida y aunque se lea fácil no lo es tanto,
aquellos que han vivido algo similar lo saben y aquellos que quieren
hacerlo, pero no se atreven, les digo que es posible, que si se puede y que
no teman pedir ayuda y cortar lazos con amistades y familiares que
pretenden mantenerlos en el mismo camino, cualquier necesidad o vacío
aparente desaparecen con el tiempo, no siempre podemos hacerlo solos y es
importante tener apoyo, lo vamos a ver un poco más claro en las nuevas
reglas, pero pedir ayuda no tiene nada de malo, te lo juro.
Y para aquellos que están muy a gusto como están, mientras no chinguen a
nadie, cada quien puede hacer lo que mejor le parezca con su vida, todos
tenemos ese derecho y nadie nos lo puede quitar.
Solo pondré los puntos que considero más significativos y a modo de
ejemplo, ya que ha sido mi camino personal por lo que no significa que
vaya a ser así para nadie más, otra de las cosas que fue de crucial
importancia en este proceso fue justamente el cortar lazos con muchas
personas, algunas se alejaron solas, a otras tuve que hablar con ellas acerca
de mi nueva decisión y lo que quería para mi vida, no todo el mundo lo
entiende, pero solo es compartirlo, no preguntar, ni pedirle permiso a nadie.
Algo que me ha funcionado muy bien últimamente fue la realización de que
existen dos emociones primarias en el ser humano, el miedo y el amor y que
podemos discernir con claridad una de la otra, por lo que cuando algo me
hace dudar, o estoy pensativo al respecto simplemente me hago una
pregunta:
¿Esto viene desde el miedo o desde el amor?
Con esto aclaro mi mente y lo que quiero, muchas de las decisiones que
posponemos o que tomamos en consideración pueden venir de cualquiera
de las dos fuentes, aquellas que vienen desde el miedo, son las que nos hace
ocultarnos o tratar de regresar a nuestro sentido de confort, en cambio lo
que nos hace expandirnos, soñar, crecer, salir, ser abiertos y vulnerables es
el amor, si me conduce hacia el amor aunque mi mente lo tema por ser
desconocido, lo hago, al final reconocer la diferencia entre el miedo y el
amor incondicional, y sobre todo atrevernos a seguir ese camino de amor,
trae siempre recompensas muy gratificantes.
La vida siguió, la pandemia nos tenía guardados y estaba ayudando a mis
padres con las compras y lo que hiciera falta, ya que se encontraban en la
población de riesgo, nos llevamos muy bien y nos amamos con locura, pero
he de aceptar que también era la excusa perfecta para quedarme en mi
rutina y zona de confort aparente, ya que pedíamos el súper por aplicación a
domicilio y no hacia falta realmente que me quedara, seguía sintiéndome
extraño, pero no decía nada, una de las reglas que veremos también dice:
Todo puedo hacerlo yo solo. Otra pendejada, pero esas las trabajaremos
más adelante.
Para este momento ya comenzaba a notar la incomodidad, aquella que a
veces ignoramos por el dolor que representa en nuestra mente hacer algo al
respecto, como el señor que estaba sentado en el pórtico de su casa y al lado
echado sobre el suelo un viejo pastor ingles chillaba y chillaba, pero no se
movía, una señora con curiosidad se paró a preguntar:
—¿Qué le pasa a su perrito? ¿Está bien?
Y el perrito chillaba y chillaba pero no se movía
—Sí, es que está echado sobre un clavo —contestó el señor.
—¿Y por qué no se va de ahí y se echa en otro lado?
—Siente el clavo bajo su espalda, pero no es lo suficientemente grande
como para que haga algo al respecto.
Y así como en la historia nos sucede muchas veces, no nos movemos de
nuestro sitio de confort hasta que el clavo es demasiado grande como para
seguirlo soportando, nuestra asociación al dolor de tener que actuar y hacer
algo al respecto es mayor que la que tenemos a lo que nos está chingando la
vida en ese momento, pero considero importante actuar en cuanto
comenzamos a notar la incomodidad, yo me tardé muchísimo, y el precio y
el proceso fue mayor que si lo hubiera hecho cuando comenzó todo.
Mi clavo seguía creciendo en silencio, notaba como la motivación se iba
desvaneciendo de mi vida, incluso el arte que tanto amo, se iba quedando
como un fantasma en mi memoria, ya no le encontraba sentido a nada ni
tampoco sentía interés en buscarlo, una de las cosas que más disfruto es la
capacidad de vivir donde me plazca y la playa siempre ha sido mi lugar de
elección, viví en Cancún varias veces, Playa del Carmen, Puerto Vallarta,
Bucerías y algo dentro de mí sentía cómo el mar, las olas y la playa me
llamaban de vuelta, un día tomé la decisión de regresar a la playa, solo tenía
que ver cómo; cuando quieres algo las cosas se presentan de alguna manera,
puede ser la vida, el universo o Dios, que no es el mismo que todos
conocen, el mío no descansa los domingos y no se encabrona por todo, pero
eso también es otro tema para otro libro, también podría ser porque me
enfoqué en eso y lo atraje a través del sistema reticular activo, o
casualidades de la vida, da igual, pero me aprobaron una tarjeta y me
pagaron una deuda y pude venirme a vivir a Playa del Carmen.
“Donde quiera que vayas ahí vas a estar tú.”
Es una frase que puede sonar medio pendeja, pero que es muy real, no hay
forma de escapar de tus pensamientos, ni de ti, puedes huir todo lo que
quieras, ir a la montaña más alta o a la playa más paradisíaca que de todas
maneras los pensamientos y emociones te los llevas contigo, pero al mismo
tiempo considero que un cambio de entorno es sumamente positivo para
cambiar nuestros estados emocionales y tener un enfoque distinto, tampoco
es a huevo, pero si lo recomiendo.
Llegar a Playa del Carmen, fue distinto, sentía emoción, pero nada de lo
que esperaba, o estaba acostumbrado por las múltiples ocasiones anteriores
en las que ya me había mudado a alguna playa, aunque la verdad es un
lugar hermoso y no puedo pensar en un mejor sitio para reconectar
conmigo, aún mantenía ese tono grisáceo del que la depresión o la
incomodidad existencial que me cargaba matizaba todo a mi alrededor, pero
no duró mucho, al principio la verdad mis padres que siempre han apoyado
mis locuras y me han brindado su amor incondicional me ayudaron mucho,
divague entre proyectos, cree una empresa para promocionar negocios
locales, pero no encontré mucho mercado, la pandemia lo complicaba
bastante, busqué en mis recursos nuevas formas de hacer las cosas, leí
mucho, eso sí, me encanta leer y poco a poco fui sintiendo como las piezas
del rompecabezas de mi existencia que se encontraban diseminadas en
distintas partes de mi ser comenzaron a reaparecer.
Otro ejercicio que me ayudó mucho fue lo que Tony Robbins llama la hora
de poder, todas las mañanas salgo a caminar, de preferencia a la playa, pero
puede ser un parque, o dar la vuelta a la manzana, reactivar el cuerpo ayuda
a cambiar estados mentales, pongo un poco de música en mis audífonos o
bueno en el celular, porque en los audífonos está cabrón, y me enfoco en
aquello que quiero, no como pensamiento mágico pendejo, sino como los
aspectos de mi vida en los que me gustaría mejorar y en los que me doy
cuenta clarísimo que tengo un pedo y que no van a desaparecer a menos que
haga algo al respecto de manera activa y consciente, pero viéndolos lo más
real posible sin hacerlos peor o mejor de lo que son y sin contarme historias
acerca de ellos.
Una mañana una idea revoloteaba en mi mente: "Necesito terapia", pensé,
ante la falta de recursos con los que prefería comer, tome el teléfono y
comencé a buscar apoyo gratuito, después de algunas llamadas lo encontré
en un servicio de Ciudad de México llamado Locatel, hablé con una
psicóloga y fue en esa llamada donde comencé a armarme de nuevo, con las
piezas que habían ido emergiendo en los días previos, todo surgió de una
pregunta que hace mucho no me hacía:
No por qué, sino ¿Para qué haces lo que haces?
Cuando la escuché me quedé pasmado por un momento y dije en mis
adentros: huevos si es cierto, ya no tengo a quien complacer, ya no necesito
demostrarle nada a nadie, ¿para qué coños me estoy complicando tanto la
vida?
Estás llamadas las he repetido en algunas ocasiones, sobre todo cuando
siento que necesito una brújula para continuar mi camino o simplemente
alguien con quien pelotear una idea, y estoy en búsqueda de una terapia fija,
sé que es un proceso y también sé que ayuda mucho, como dice Odín
Duperyron, es canasta básica, huevos, leche y terapia, así que planeo
incluirlo como parte de mi vida y de mi proceso continuo de mejora, a la
terapia no a Odín, que bueno, si quiere también, me cae a toda madre, le
debo algunas frases de este libro y necesito nuevos amigos, porque los otros
me salieron medio borrachos.
De estas llamadas también salió este libro, bueno no este libro es más por
mis huevos, pero salió el tema a modo de ejercicio: examinar mis reglas y
creencias para ver qué me servía y que no. La lista que acuñé de mi
inventario personal de creencias y reglas, de inicio me sorprendió,
comenzaron a surgir reglas que no sabia que tenia y la lista comenzó a
crecer, misma que compartiré contigo más adelante, había venido cargando
reglas pendejas como modo de vida por 38 años, al contemplarlas y
comenzar a trabajarlas surgió la base y el tema principal de este libro, ya
que creo que podría ser un ejercicio interesante para muchas personas
alrededor del mundo, por ello fue que decidí compartirlo tal como lo estás
leyendo hoy.
¿Y cuándo viene la historia de súper resultados?
Esa viene en alguno de los muchos libros de Don Perfecto, tiene muchos
allá afuera, este es más humano, es un proceso que aún continúo y
continuaré posiblemente mientras tenga vida, un constante aprender, que si
me espero a que se asemeje a algo “perfecto” jamás escribiré, prefiero
contarte las cosas como son y trabajarlo juntos, acompañarnos y apoyarnos
mutuamente, creo que eso nos puede ayudar más que si solo escribo
estupideces e historias de éxitos inigualables, que luego solo ellos se creen.
Lo que sí te puedo decir es que hoy no le rindo cuentas a nadie, no me
preocupa en lo absoluto lo que puedan pensar los demás y vivo súper
tranquilo haciendo lo que amo, conociéndome como soy ahora y
aprendiendo a amar cada parte de mi ser y de mi vida, eligiendo a placer y
de manera consciente lo que permito y acepto, no pido permiso, pero
tampoco chingo a nadie y disfruto cada momento como si fuera el último
porque uno de ellos lo será, cosa que tampoco me preocupa para nada y si
lo vemos desde mi perspectiva, sí, esta es una historia de éxito, de lo que yo
considero éxito en mi vida y de cómo elijo vivirla.
El día que todas las piezas de mi ser se comenzaron a acomodar, de pronto
sentí unas ganas increíbles de escribir poesía, algo que no hacía desde que
estaba en la secundaria, este es el poema que salió de mi ser esa noche:
¿Qué es la vida me preguntas?
Mientras te observo estoico y engrandecido.
¿Pero es que acaso no lo sabes?
La vida es una alegoría, contesto convencido.
Un sinfín de experiencias, pensamientos y emociones, muchas veces sin
sentido.
Es la tristeza de haber perdido y la dicha de amar sin un motivo.
Es el vaivén de pasajeros que abordan nuestro tren, mismos que descienden
al llegar a su andén.
Es la medida exacta de un alma en aprendizaje, que viaja por el mundo
cargando su equipaje.
Es el significado inexistente y desconocido, que no se descubre hasta que es
por ti ofrecido.
Es el mimo, que parado en una esquina, imita al arte por ganarse una
propina.
Es la sombra de aquella duda en tu mente, que al estar a punto de llegar te
ordenó: “detente”
Es la luz que te levanta con brío, en cada ocasión después de haber caído.
Es el amor reflejado en la faz del niño que con hambre de saber, pregunta
hasta desfallecer.
Es aquello a lo que te aferras, pero también, es lo que sueltas.
Es el día más glorioso y la noticia más cruenta.
¿Qué es la vida me preguntas?
Quién si no yo he de saberlo, pues es la muerte, quien contesta.
Mi proceso aún continúa, no creo que termine nunca y eso es bueno para
mí, ya que considero que el hacer un hábito constante de detenerse,
reevaluar y continuar por tu camino, es algo que puede ser de gran utilidad
para cualquiera. Nunca dejamos de aprender cosas nuevas, nunca dejamos
de conocernos realmente, nunca paramos de experimentar y de soñar con
nuevos caminos.
Nuevas Reglas

A hora si vamos a la parte truculenta del asunto, todos tenemos


montones de reglas y creencias en las que basamos nuestra vida,
definen como reaccionamos ante lo que sucede, cómo deben comportarse
los demás y lo que debería o no ocurrir.
El problema es que esas reglas viven solo en nuestra mente y a la vida y al
mundo eso realmente le vale madres, no podemos controlarlo todo y cuando
una de nuestras reglas es violada, sentimos como si fuera personal y no lo
es, la vida a veces es buena, a veces es mala y no tenemos por qué hacerla
de pedo todo el tiempo.
Lo que sufrimos no es lo que nos sucede realmente, sino el significado que
le damos y las reglas que hemos construido a su alrededor con la finalidad
de intentar controlarlo todo en nuestra vida.
Sufrimos nuestra propia resistencia a lo que pasa en la vida, cuando aceptas
las cosas como son y te enfocas en aquello que sí podemos controlar la vida
fluye mucho mejor.
Todas las reglas que saqué las voy a exponer aquí y las voy a analizar un
poco con la finalidad de cambiarlas por nuevas reglas o de adaptarlas,
transformarlas en algo que sí me sirva en la vida.
Tal vez muchas de mis reglas no sean las tuyas y muchas ni siquiera las
hayas escuchado antes, tal vez muchas sean compartidas o tal vez
simplemente te sirva a modo de ejemplo para analizar y cambiar tus propias
reglas, dejar aquello que te es de utilidad y resignificar o tirar a la basura
aquellas que ya no te sirvan y se hayan convertido en un lastre en tu vida.
El análisis que llevaré a cabo es subjetivo y se basa solo en mi propia
opinión, la forma en la que elijo reinventarme para el propósito que
conscientemente definí como el rumbo de vida que prefiero. No significa
que nada “tenga” que ser ni que sea dueño de la verdad absoluta, no hay
realmente bueno ni malo que no dependa de la perspectiva personal, así que
te invito a realizarlo bajo tus propias reglas, bajo tu propia perspectiva y
que trates en media de lo posible no sentirte influenciado o influenciada por
mí sentir, sin antes haber comprobado que se aplica a ti y a lo que quieres
realmente vivir.
Estas reglas y sus nuevas formas son únicamente aplicadas a mí y los
cambios son basados en mi perspectiva y experiencia, si encuentras reglas
que te sirven a ti como originalmente estaban escritas, quedatelas así, si te
sirve algo de las nuevas también tómalas con confianza, pero al final esto es
solo un ejemplo, personal e intransferible a modo de compartir contigo mi
propio proceso y la forma en la que yo vivo bajo mis propias reglas, toma
todo aquello que te sirva y desecha lo demás.

REGLA 1. NO DEBES DECIR groserías


Creo que aquí podemos notar la raíz de todas las peladeces de este libro,
algunas muy necesarias y otras solo por el mero placer de hacerlo, pero creo
que esta regla me limitaba de manera importante y el hablar como quieras,
de lo que quieras y expresarte a tu manera es un derecho básico de
cualquier ser humano.
Las groserías bien utilizadas tienen un poder maravilloso y expresan
emociones mejor que muchas otras palabras, no siempre son necesarias,
pero bien colocadas pueden mejorar la calidad de la comunicación.
Se denigran cuando son utilizadas con la finalidad de ofender a los demás,
de crear juicios y de darles usos cómo el de tener la razón, solo porque sí, y
de defender puntos indefendibles, hay que saber utilizarlas y poner un poco
de sentido común detrás de ellas.
No voy a definir el origen de cada una en este libro, pero recomiendo
hacerlo si lo crees de importancia.
Propia Regla 1. Puedes hablar como quieras, exprésate y sé siempre fiel
a ti, no permitas que nadie calle tu voz, utiliza tu sentido común y cuida
a los niños y a los ancianos, ser tu mismo no significa necesitar ofender
a nadie, así como tampoco censurarte por complacer a los demás.
REGLA 2. SI AL HABLAR no has de agradar lo mejor será callar.
No tienes por qué callarte por las demás personas, los niños y los ancianos
son importantes como mencioné en la regla anterior, pero el resto de las
personas tienen el criterio necesario para formarse su propia opinión y
somos libres de expresar nuestras opiniones, sentimientos y razonamientos,
el diálogo, el debate y otros valores fundamentales que engrandecen el
pensamiento y la libertad de expresión se han ido perdiendo por la censura
y la tendencia a tomarse las cosas de manera personal.
Esto no implica que digamos pendejadas y que no conectemos el cerebro a
la lengua antes de hablar, si tienes algo que decir, hay que decirlo sin
importar lo polémico, controversial o confrontacional que pueda sonar,
utilizando las palabras para construir y edificar, siempre desde un lugar de
crecimiento mutuo y nunca solo por chingar.
Propia Regla 2. Utiliza tu criterio y expón siempre tu pensamiento y
opinión sin miedo a nada ni a nadie.

REGLA 3. MÁS AYUDA el que no estorba


Aquí quiero empezar por decir, que nadie estorba a nadie, que todos somos
únicos, maravillosos y nuestras diferencias son justamente lo que nos hace
más fuertes, como especie y como individuos, por lo que no estoy de
acuerdo con la regla, todos tenemos el puto derecho de hacer lo que
queramos, mientras no jodamos intencionalmente a nadie más.
Propia regla 3. Haz lo que se te hinche el huevo mientras no chingues a
nadie más.

REGLA 4. NO HABLES tanto ve al grano


Esta es algo personal, tiene mucho que ver con mi mente arborescente y con
mi tendencia a divagar y conectar diversos puntos, lo que tal vez no aplique
a muchas personas, pero mi cerebro está conectado de esa manera, sacar
una idea clara requiere tocar muchas conexiones en el proceso.
Cada quien es libre de compartir su experiencia de vida y de utilizar las
palabras que considere más apropiadas para este fin, si a veces nuestras
formas de comunicar una idea no son compatibles, bueno pues ni pedo,
pero no por eso debes censurarte ni cambiar tu forma de ser por agradar a
nadie más.
Propia regla 4. Sé impecable con tu palabra, nunca te limites ni trates
de imitar o complacer a alguien más, sé tú y honra a las personas que te
rodean al ser original, auténtico, honesto y real.

REGLA 5. NO TE QUEMES, cuida tu reputación


El entorno y la sociedad que vivimos tiene una moneda mucho más valiosa
que cualquier otra en circulación, es la reputación, esta regla que se grabó
en mi mente desde pequeño tiene una connotación negativa, en la que mi
relación con ella es más hacia omitir, no decir, actuar como los demás,
pertenecer a la manada y eso es justamente lo que quiero cambiar.
Solo tú puedes decidir tu propio valor, deja de dar descuentos y de hacerte
menos de lo que eres por no “opacar” a las demás personas, tú eres quien
decide cuánto vales y por qué. No permitas que nadie te menosprecie, tu
comportamiento y lo que decidas ser es completamente tuyo.
Nueva regla 5. Define tu propio valor, que tu reputación sea siempre
fiel a ti mismo y al valor que tú te quieras dar.

REGLA 6. DEBES SER bueno para que te pasen cosas buenas


Ser bueno o buena no determina cómo se comporta el resto de las personas,
hay muchos intereses, tipos de pensamiento y motivaciones que vienen de
la experiencia personal e individual, por lo que al no ser mis hijos no es mi
pedo como se comporten los demás, ni lo que pase en la vida, hay cosas
buenas y cosas no tan buenas y es parte de la experiencia humana.
Creo que ser bueno tiene que venir de nuestra propia naturaleza, soy bueno
porque me amo, porque me hace sentir bien conmigo mismo y no por nada
que pueda provenir del exterior, ser bueno es una decisión propia y mi
forma natural de ser, trato bien a las personas porque se lo merecen
simplemente por haber nacido y compartir este hermoso planeta, lo que
ellas crean y si se aman o no, es su pedo y no el mío.
Nueva Regla 6. Ser bueno es una decisión propia y es por amor propio,
no por ninguna consecuencia externa.

REGLA 7. NO DEBES PRESUMIR


Esta regla viene de un día en el que me dijeron “que bonitos ojos tienes” y
respondí “y son azules”, pero tenía como 4 años, hoy sé que las cosas,
rasgos o situaciones con las que nacemos no tienen ninguna importancia, no
es algo que se deba o pueda presumir, ya que no tiene nada que ver con
quienes somos realmente y es mera casualidad, no tenemos ningún poder
sobre ello y no tenemos tampoco ningún mérito real.
Presumir tiene 3 significados distintos, uno apunta a asumir, algo que
tampoco es de utilidad, es mucho mejor preguntar qué asumir, los otros dos
tienen relación entre sí, mostrarse muy orgulloso de lo que tienes y tratar de
aparentar ser más atractivo.
Creo que presumir no tiene utilidad, por lo tanto se quedará esa regla, pero
quiero realizar algunos ajustes, sentir orgullo, cuando es algo que tiene
mérito, que depende de ti y que lograste en la vida es algo muy positivo en
el contexto correcto, así que lo usaremos para complementar.
Nueva Regla 7. Siéntete orgulloso de tus logros y de tu contribución al
planeta, presumir no es necesario ni tiene utilidad alguna, comparte
desde tu ser, con amor y sin falsos sentidos de superioridad, ni
inferioridad.

REGLA 8. TIENES QUE tener estudios y papeles de respaldo


La modificación de esta regla es muy personal y es mi opinión al respecto,
los estudios son sumamente importantes, pero no de la forma tradicional, el
sistema educativo prusiano que aún se maneja en nuestros días es uno de los
factores principales para el condicionamiento y la constante insatisfacción
de la sociedad a nivel mundial, el título universitario hoy no demuestra nada
y solo es necesario para trabajos de nivel medio.
La educación tradicional está por evolucionar, la era de la inteligencia
artificial y la nueva era digital, harán que muchos de los trabajos tediosos y
repetitivos desaparezcan, miles de nuevos empleos y ocupaciones serán
creados por necesidad en los años por venir y para los cuales serán
fundamentales: la creatividad, la innovación, la resiliencia, las artes y el
amor, explorar nuestro lado más humano y dejar la memorización inútil
para las nuevas tecnologías.
Es una era muy interesante para estar vivos y espero poder ver al menos el
inicio de todos estos cambios y adaptaciones, contribuir en lo que me sea
posible y formar parte de esta historia, y espero que tú también encuentres
emocionante todo esto y te des cuenta del poder que tienes para crear y para
contribuir al avance consciente de la humanidad.
También comprendo que mis sistemas de pensamiento son distintos, por lo
que esta nueva regla es más a modo de inconformidad con el sistema, como
el Osito Bimbo, pero menos anárquico, al menos hasta que podamos
establecer nuevos sistemas educativos.
Nueva regla 8. Estudia, aprende e investiga a tu manera y en todos los
ámbitos que te causen curiosidad, tú eres el creador de tu vida y la
fuente de tu conocimiento y aprendizaje depende de ti.

REGLA 9. EL DINERO es difícil de conseguir y de mantener


El dinero, pobrecito, tan madreado que lo tienen y tan útil que es, esta regla
junto con todas las que tienen que ver con el dinero que vienen de un
pensamiento de escasez tienen que ser redefinidas, todos escuchamos cosas
como el dinero no crece de los árboles, el dinero es escaso y tonterías por el
estilo, cuando en realidad es algo abundante y necesario al menos en el
sistema en el que vivimos hoy.
Compra experiencias maravillosas y es la puerta de entrada a muchas
vivencias, imprescindible para sobrevivir, pero más útil para vivir de una
manera abundante e increíble, no es necesario comprar nada por parecer o
pertenecer, la felicidad no reside en la marca que traes, o el coche que te
puedas comprar, eso es algo que viene del interior, lo que da mayor valor
para mi son las experiencias que trae consigo, poder compartir con las
personas que amas y ayudar sin miramientos.
Creo que el dinero es como una lupa, incrementa lo que ya tenemos dentro,
nos abre puertas hacia las cosas y las experiencias que queremos, pero que a
veces no creemos posibles, es una energía maravillosa y tiene muchas
similitudes a la energía del amor cuando la vemos desde la perspectiva
correcta.
Si echamos un vistazo al mundo podemos ver que realmente es algo
abundante, que los bancos lo crean a base de promesas de pago y una
pequeña fracción de dinero real, podemos ver que no es difícil de conseguir
ni de mantener, es solo cuestión de estrategia, rentar nuestro tiempo a
cambio de él lo limita enormemente.
Así que redefiniré esta regla con la ayuda de un viejo amigo de lecturas
maravillosas, Emerson, que decía: “Entre más personas ayudes a cumplir
sus sueños, más fácil te será cumplir los tuyos.”
Nueva regla 9. El dinero es abundante y maravilloso, al igual que el
amor viene de servir, ayudar y conectar con los demás.

REGLA 10. TODO LO QUE vale la pena es difícil y requiere esfuerzo


Esta regla es una de las más comunes y aceptadas socialmente, lo que es
una mamada, cuando la traemos a la luz, me doy cuenta de que está hecha
para separarnos, no creo que todo lo que vale la pena sea difícil, ni que
requiera esfuerzo, ni que tengamos que pretender como que alguien no nos
gusta o hacernos los o las difíciles para que nos valoren.
Si las demás personas no nos valoran como somos y tienen expectativas de
que compliquemos todo para que sientan que vale la pena, entonces es esa
relación la que no vale la pena, a la flor no le cuesta trabajo ni se esfuerza
por florecer, al árbol no le cuesta trabajo crecer, no creo que tenga que ser
todo difícil, creo que tenemos una tendencia a sobre complicar las cosas.
Lo que tampoco creo es que todo lo valioso sea fácil, creo que no todo es
negro o blanco, hay muchos matices de color en medio y la vida tiene de
todos un poco, lo que es fácil para unos puede ser difícil para otros y creo
que también es un concepto individual que depende de nuestra perspectiva
y del significado que le otorgamos a cada situación.
Nueva regla 10. Todo es tan fácil o tan difícil, como tú quieras que sea,
hay que estar abiertos a las posibilidades, vivir vale la pena, si
realmente quieres algo en tu vida haz lo necesario para que así sea sin
necesidad de complicar las cosas.

REGLA 11. TODO LO BUENO lleva tiempo


En esta regla hay dos vertientes, el primero es que el tiempo es algo
subjetivo y perceptual, como lo decía Einstein, es algo relativo y depende
del estado de movimiento del observador, no es lo mismo 5 minutos con el
amor de tu vida que 5 segundos con la mano en la estufa prendida, nuestra
percepción del tiempo depende de nuestros estados.
Por el otro lado la tecnología ha hecho que el ser humano quiera todo
mucho más rápido y la naturaleza no funciona así, puedes imprimir una flor
en 3D en unos segundos, pero esta carece de esencia, vida y fragancia, a
una flor real le toma meses o quizá años en algunos casos, crecer y
compartirnos su belleza.
La paciencia y la perseverancia son dos herramientas de vida que se han ido
perdiendo con el tiempo, cabe aclarar que perseverancia no significa andar
de pinche necio o necia por la vida queriendo las cosas a huevo, sino tener
la visión para probar nuevos caminos y alcanzar nuestras metas más
fácilmente, sin cejar en el empeño, pero con la mente abierta.
Nueva Regla 11. Todo en la vida lleva tiempo, a veces segundos, a veces
años, pero la paciencia y la perseverancia son ingredientes importantes
para conseguir lo que queremos.

REGLA 12. NECESITAS la aprobación de los demás


Esta regla es mucho más vieja que las redes sociales y la actual dependencia
a los likes, seguidores, comentarios y la adicción a las dosis de dopamina y
adrenalina que estas producen y ni hablar de las nuevas tecnopatologías, la
búsqueda de aprobación es un sistema natural del cuerpo humano que
proviene de nuestra naturaleza social y de formar grupos, el problema viene
cuando le damos mayor peso a lo que puedan pensar los demás, que a lo
que realmente queremos en la vida.
La búsqueda de aprobación, pertenencia y reconocimiento están
relacionadas con nuestra autoimagen y desarrollo afectivo, las nuevas
generaciones se toman más de 100 selfies antes de decidir subir una a
Instagram, lo que afecta su autoestima y son 99 veces en que se dijeron
“no” y se pusieron una excusa “social” para no subirlas, autocensurandose y
mandando señales perniciosas a su subconsciente.
En mi vida esta misma regla ha sido una constante fuente de dolor, de
inseguridad y de un constante sacrificio perjudicial de mi personalidad, por
lo que vamos a reformarla por completo.
Es momento de crear tu propia tribu, no busques la aprobación de nadie, sé
tu mismo o misma y conoce nuevas personas, no todas serán parte de tu
vida, ni todos te agradarán ni tú a ellos, y eso es maravilloso y natural,
nunca antepongas la opinión de nadie a lo que realmente eres y quieres en
la vida.
Nueva Regla 12. Sé fiel a tu propia naturaleza, sé tu mismo o misma y
las personas correctas llegarán a tu vida, crea tu propio clan y no
busques la aprobación o el permiso de nadie para vivir.

REGLA 13. NO DEBO ENOJARME / Los hombres no lloran


Ahora si ya me emputé, no te creas, estoy muy contento porque amo
escribir y compartir mi ser, pero esta también es una de esas reglas
estúpidas que nos limitan e intentan controlar nuestras emociones, es muy
peligrosa.
Las emociones son algo natural, algo neutro y de utilidad en nuestra vida,
no existen emociones negativas ni positivas, todas tienen una función
natural en nuestro cuerpo, tratar de controlarlas, reprimirlas, evitarlas o
esquivarlas es lo que yo considero estupidez emocional, todas las
emociones que vamos evitando y reprimiendo se guardan en nuestro
interior, se acumulan, se transforman y después resurgen, nunca
desaparecen y se convierten en ansiedad, depresión, miedo y muchas otras
patologías que nos cuesta trabajo reconocer y nos complican mucho la
existencia.
La inteligencia emocional es lo contrario, se trata de aceptar, de vivir y de
sentir todas nuestras emociones, sin controlarlas y sin dejar que nos
controlen, experimentarlas de manera consciente, reconocerlas y no
añadirles cuentos o historias, no identificarnos con nuestras emociones sino
más bien verlas como una parte natural de nosotros, una herramienta de
vida que tiene mucho valor, pero que no nos limita ni nos controla.
Lo único que hace positivo o negativo a una emoción son las historias,
pensamientos e ideas que les adjuntamos y ya aprendimos las bases para
reescribir nuestra historia, ahora solo es cuestión de traer los pensamientos
a la consciencia, ósea, darnos cuenta de lo que estamos pensando, lo que
estamos imaginando y hacerle un chequeo de realidad.
Junté las dos reglas limitantes porque tienen una naturaleza en común, la
segunda aunque incluye lo que ahora conocemos como violencia de género,
también aplica a la inteligencia o a la estupidez emocional.
Nueva regla 13. Siente, llora, ríe, empútate y atrévete a vivir tus
emociones, permite que fluyan y reconócelas, acéptalas y utilízalas para
lo que son.

REGLA 14. NO DEBO DESEAR fama o fortuna


La fama y la fortuna que ahora me acompañan, a no, esa es una canción de
Caló ya estoy viejo ja ja, pero no tiene nada de malo querer ser reconocidos
y vivir una vida natural con abundancia y prosperidad.
Aquí conviene revisar los significados y contextos que asociamos con estos
conceptos, si lo que en tu mente se ve como fama y fortuna se parece a un
comercial, revista o video musical, entonces tenemos que analizarlos más a
fondo.
Los medios de comunicación, el pseudo arte musical actual y las redes
sociales nos han inculcado una idea de fama y fortuna diseñada para crear
separación y bajar tu autoestima, para que compres sus mamadas y para que
siempre aspires a ser como alguien más, a parecerte a sus modelos de
“éxito”, para estar a la “moda” y “pertenecer” a un “selecto grupo”.
Los conceptos de fama y fortuna deben ser personales, tú decides qué
significa el éxito, a cuánto equivale una fortuna y qué es la fama para ti.
Creo conveniente tomarse un respiro para revisar estos conceptos y lo que
realmente quieres en tu vida, así como para identificar y eliminar los deseos
impuestos y sugestionados por los medios y el entorno, al tenerlos claros y
darte cuenta de que lo que te venden no es lo que realmente quieres, esto lo
cambia todo y desear la fama, la fortuna y el éxito personal se convierte en
algo positivo e incluso necesario, pero debe ser a tu manera.
Nueva regla 14. Define tus propios conceptos de éxito, fama y fortuna y
haz que sucedan.

REGLA 15. EL EGO ES malo


Otro pobre que traemos bien madreado en la cultura actual, malo y bueno
son etiquetas personales y la generalización de estas no ayuda, nada en
nuestra naturaleza es malo, el ego es natural, investigando me di cuenta de
que a todo le ponen la frase: “Es muy buen sirviente, pero muy mal amo.”
El dinero, la mente, las emociones y también aplica aquí, aunque ya no es
muy original, pero dejar que cualquiera de nuestras herramientas de vida
nos dominen y tomen el control de nuestras reacciones, pensamientos y
experiencias de vida es perjudicial y el ego es otra de nuestras herramientas
de vida que solamente tenemos que aprender a utilizar a nuestro favor.
El ego solo es en latín “Yo” y aunque tiene muchas conceptualizaciones
añadidas de diversas fuentes que discrepan enormemente entre sí, no quiero
fomentar ninguna hasta tener suficiente certeza acerca de su significado
real, por ahora solo lo interpreto y es de nuevo a modo personal, como
aquella herramienta de identidad e identificación que nos sirve para
interactuar en el mundo físico, la que pone las etiquetas, filtra la
información y crea conceptos e identidades alrededor de las cosas y las
situaciones, también sustenta muchas de nuestras máscaras y personajes de
vida, hasta que traemos todo eso a la consciencia como lo estamos haciendo
en este libro.
Prometo escribir un libro al respecto donde expondré todas las fuentes y
significados que se le ha dado al ego a lo largo de la historia y en distintas
latitudes del planeta, pero hoy y para esta regla, solo quiero remarcar que
cuando traemos a la conciencia todas estas etiquetas, identidades y
funcionalidades del ego y las observamos sin juicios, podemos discernir con
claridad entre lo que nos es de utilidad y lo que no, dándole su uso real al
ego y ayudándonos a crear la vida que queremos, con intención y a
propósito.
Nueva regla 15. El ego es una herramienta de la vida, úsala con
sabiduría y no permitas que te use a ti.

REGLA 16. SOY TÍMIDO o introvertido


Esta regla se instauró en mi sistema a raíz de mi mutismo parcial selectivo,
lo que significa, me callaba a propósito porque me cagaba discutir con
pendejos, pero no es algo que “sea”, no tiene nada de malo ser tímido o
introvertido, cuando es un rasgo o un sesgo natural, una expresión de tu ser,
en mi caso es algo que adopté a raíz de sentirme incomprendido y de mi
limitada tolerancia para las estupideces sin filtro.
Aquí quiero sobre todo recalcar la palabra “Soy” todo aquello a lo que le
anteponemos esta palabra se convierte en nuestra identidad y nuestra mente
y cuerpo la adoptan y la defienden, la hacen perdurar y sobrevivir, como
todo aquello con lo que nos identificamos.
“Soy” tiene mucho poder y hay que utilizarla sabiamente, incluso en La
Biblia, el libro más editado y vendido de la historia, Dios le dice a Moisés:
“Yo soy lo que soy” (“I am that I am”), creo que antes de las ediciones
decía “Yo soy lo que soy y no me estés chingando con etiquetas, ahora ve y
diles...” pero ya sabes todo lo cambian, lo que quiero recalcar es que somos
mucho más que etiquetas y que nuestra experiencia humana es muy breve
como para estar defendiendo identidades impuestas y adoptadas por
nacionalidad, posición social, ocupación, sexo, raza o religión.
La introversión y la extroversión tienen sus propias ventajas y ambos son
comportamientos que deben ser respetados y apreciados, no es necesario
juzgar ninguno, ni tampoco encasillarse en uno solo.
Nueva regla 16. Vivo naturalmente, a veces callado, a veces expresivo,
solo sigo a mi corazón y lo que resuena naturalmente conmigo en el
momento.

REGLA 17. NO DEBES hablar con extraños


Una regla muy común a nivel internacional, de esas que nos dieron desde
que éramos pequeños por nuestra seguridad, pero que ya no volvemos a
visitar, o a reevaluar, uno de estos yogures que se echaron a perder hace
mucho tiempo y ahora solo apesta cuando aún lo traemos en nuestra
mochila de vida.
Todas las personas que conocemos en algún momento u otro comienzan
siendo extraños, el amor de tu vida, tus mejores amigas y amigos, tus
colegas, tus socios, tus lectores, tus clientes, tus familiares, todos
comienzan así, hasta a tus propios hijos, padres y hermanos hay que irlos
descubriendo poco a poco, es importante reformular esta regla, de hecho en
ventas es una de las reglas que hacen que se vuelva muy complicado, lo
mismo en la vida, el concepto de extraños debe desaparecer cuando
cumplimos la mayoría de edad o alcanzamos la madurez necesaria para
protegernos y discernir solos o solas.
En mi cosmovisión nadie es extraño, ese concepto no existe, todos somos
parte de una misma especie, estamos conectados y somos únicos e
irrepetibles, nuestra esencia es la misma, nuestro contenido es excepcional e
incomparable, lo que nos hace complementarnos maravillosamente.
Es por esto que insisto e insistiré constantemente en unirnos, en dejar atrás
todo aquello creado para generar separación y poder controlar a las masas
¿Te imaginas lo que casi 8 mil millones de humanos podemos hacer si
abrazamos nuestras diferencias y nos unimos como especie?
Nueva regla 17. Todos los seres humanos tienen mucho que aportar,
ábrete a conocerlos por quienes son realmente, habla con todos, crea en
colaboración, porque unidos podemos más.

REGLA 18. NO TE PRECIPITES espera


Bueno alguna regla tenía que servir aun, esta regla creo que es importante y
muchas veces nos precipitamos y nos concentramos en los beneficios a
corto plazo, el premio inmediato y la recompensa más próxima, pero el
saber esperar y tener paciencia es importante para lograr resultados a largo
plazo, que muchas veces son mucho más trascendentales que los
cortoplacistas.
Creo que cabe mencionar que la espera no significa que nos vaya a llegar
una señal del cielo o una idea brillante, significa simplemente tener la
visión y la paciencia necesarias para medir los riesgos y tomar acción
inmediata, actuar con riesgos calculados y a pesar del miedo, trae consigo
grandes recompensas, a diferencia de no hacer nada o quedarnos en la
parálisis por análisis, la espera refiere más a medir los resultados de las
acciones, tener paciencia y no precipitarse a sacar conclusiones antes de
tiempo y seguir accionando constantemente.
Nueva regla 18. No te precipites, espera y actúa, mide y repite.

REGLA 19. NECESITO tomar alcohol para divertirme


Esta regla marcó mucho en mi vida, se convirtió en un dogma y vaya si
bebía, alguna vez de niño me dijeron “acábate el hígado” y casi lo logro,
pero hoy puedo ver claramente que no tiene sustento ni sentido alguno.
Actualmente me puedo divertir sin necesidad de beber o utilizar cualquier
sustancia, el cuerpo es una maravilla como he dicho antes y es también la
mejor fábrica de químicos que existe, por lo que el alcohol no es realmente
necesario para divertirse y salir de fiesta cuando así lo quieras.
Poco a poco el vacío, las ideas y las creencias que generamos socialmente
alrededor del alcohol van desapareciendo, conforme te vas aceptando más
tal como eres y te amas más, menos se siente y puedes ver con mucha
mayor claridad.
No podemos ni debemos controlar lo que hagan los demás el hecho de que
algo sea social o culturalmente aceptable no lo convierte en correcto para
mí, ni para mi estilo y decisiones de vida, todos pueden hacer lo que
consideren más apropiado y lo que los haga sentir más felices, artificial o
naturalmente y creo que no me caería mal conseguir nuevos amigos.
Nueva regla 19. Me divierto en todos lados y en cada situación porque
me amo y me caigo a toda madre, no necesito ninguna sustancia para
intentar evadir una vida y una realidad que amo y creo
intencionalmente, ni para divertirme enormemente en todo lo que
haga.

REGLA 20. NO SÉ QUIÉN soy, hay que copiar a los exitosos.


Esta regla creo que viene del condicionamiento social y de medios de
comunicación en el que vivimos constantemente, muchos de los mensajes
que recibimos y la vorágine de información que consumimos día tras día
están diseñados para crearnos un deseo y una falsa necesidad de ser o
parecerse a las demás personas, en especial aquellos que aparentan
“felicidad” y conceptos consumistas de “éxito”.
Se utilizan múltiples estrategias psicológicas y de manipulación que puedes
encontrar en libros como “Neuromarketing” de Hillenbrand y Cervantes o
“La psicología de las masas” de Freud, “Brandwashed” de Lindstrom y en
muchos libros más, pero cabe mencionar que una vez que nos damos cuenta
de ello, todo se aclara y cobra sentido.
Esta regla está relacionada con la autoconfianza y la autoestima, una vez
que comienzas a aceptarte como eres, a amarte y valorarte con tu luz y con
tu sombra y a atreverte a ser tú, ese sentimiento y ese “control” desaparecen
por completo.
Nadie puede ser nadie más, solamente podemos ser nosotros mismos, por lo
que ser el nuevo “Nombre Famoso” es una tontería, creo que es importante
enfocarnos en ser la o el primer “Tu Nombre”.
Nueva regla 20. Sé quien soy, me amo y no tengo por qué imitar a nadie
soy y seré el mejor y el primer YO de toda la historia.

REGLA 21. NO DEBES pelear.


Esta regla es complicada, también creo que es de las primeras que fueron
instaladas en mi subconsciente, trataré de darle el mejor análisis posible, ya
que al ser tan generalista contiene diversas vertientes.
Pelear puede contener diversos contextos, pero para hacerlo más sencillo
simplemente refiere a combatir, oponerse, resistirse, reñir, vencer contra
algo o alguien.
Por lo que Pelear contra algo o a favor de algo es inútil y fútil, es una
estupidez, todo aquello contra lo que nos resistimos se incrementa, por
ejemplo las emociones si peleamos con ellas, se vuelven más grandes y se
transforman, la paz, la vida o la libertad si peleas contra alguien más o
peleas por ellas, aunque traigas las banderitas mentales de una
racionalización lógica como estos tres grandes, lo que se genera realmente
es muerte, guerra y caos, pelear contra o a favor de las cosas, no sirve a un
propósito real y genera más de lo que no queremos.
Bajo este contexto la regla se queda, pero hay que hacer algunas
modificaciones para que no sea tan generalista, porque hay algo que si es
positivo, que es expresarse sin temor alguno y luchar por lo que realmente
queremos y consideramos justo y necesario.
Y aunque luchar se encuentre dentro de los sinónimos de pelear, su
connotación puede ser muy distinta, luchar por la paz no requiere violencia,
luchar por la vida no requiere muerte, luchar por la libertad no requiere su
privación, una lucha positiva es un esfuerzo, una serie de acciones y
estrategias constantes y en colaboración que pueden darnos los resultados
que realmente buscamos.
Aunque aún es algo vago y se presta a interpretación como todo en la vida,
creo que luchar a favor de las cosas requiere unión y hay muchos modos de
hacerlo sin necesidad de generar más de lo que no queremos.
Nueva regla 21. Pelear es inútil, luchar a favor de lo que quieres, con
estrategia y unión puede traer grandes resultados.

REGLA 22. ES IMPORTANTE tener la razón


He tenido la razón en varias ocasiones y no considero que sea importante
para nada, valoro mucho más la interacción, la paz y la libertad.
Lo que no infiere que una sea excluyente de la otra, pero cuando dos o más
personas persiguen el tener la razón solo por el hecho de sentirse superiores
o de estar en lo correcto, dejando al resto sin ella, a mí me da una cosa que
de verdad que hueva, si es por tener la razón te la regalo de una vez, tú
tienes la razón y ahora si podemos platicar, dialogar, debatir y discutir por
algo mucho más valioso, el contribuir mutuamente al crecimiento de
nuestros conocimientos, a nuestras perspectivas, explorar nuestras
experiencias, las posibilidades y nuestra forma de ver la vida.
La razón no me sirve para una chingada, pero el interactuar con los demás,
el tener diálogos y debates profundos e interesantes me enriquecen en
mente y alma.
Nueva regla 22. Si quieres la razón te la regalo, lo que me interesa es el
saber, el dialogar, el interactuar y compartir con los demás, de eso
todos ganamos.
REGLA 23. HAY QUE GANARSE las cosas
Ni que fuera feria, ¿quién decide quién gana y quién pierde?, ¿qué significa
ganarse las cosas?, ¿con quién hacemos méritos?
Con razón traía cierta confusión en mi vida, que reglas tan generalistas y
vagas, pero bueno, para eso es justamente este ejercicio, trataré de aclarar el
panorama un poco.
Ganarse las cosas, creo que es una estupidez por sí misma, ganarse algo
infiere que no somos merecedores, que tenemos que esforzarnos para
merecer, y creo que merecemos todo en la vida por el simple hecho de
formar parte de ella, la flor no tiene que ganarse el sol ni el agua que bebe,
la hormiga o el elefante no tienen que ganarse la vida, ya la tienen ganada y
creo que solo el humano puede crear semejantes barbaridades.
Vamos por la vida creyendo que tenemos que ganárnosla, que o abrimos un
negocio, o rentamos nuestro tiempo en un trabajo o nos volvemos amigos
de lo ajeno o nos morimos de hambre, hay algo intrínsecamente mal con las
opciones que hemos creado, no creo que haya que ganarse nada, pero si
creo que tenemos que ser más creativos en nuestras vidas y en nuestras
opciones.
No escribo este libro por ganarme nada ni a nadie, es parte de mi expresión,
de mi arte y de mi esencia y lo hago solo por compartir y dar lo mejor de
mí, creo que la idea o el concepto de ganarse las cosas o la vida, no tiene
lógica y espero que juntos podamos crear un sistema menos exclusivo y
extremo algún día.
Nueva regla 23. La vida y las cosas en ella ya las tenemos ganadas por
nacimiento, dedícate a crear, contribuir y sumar a la vida de las demás
personas.

REGLA 24. NO DEBO INTERRUMPIR


Esta regla es una base de comunicación efectiva, tenemos la tendencia de
pensar en lo que vamos a decir, en lugar de escuchar y preguntar, la
profundidad de nuestras conversaciones se ha reducido enormemente, al
estar esperando impacientemente nuestro turno de hablar y muchas veces
interrumpir a los demás en lugar de escuchar, asimilar, preguntar, indagar,
racionalizar y en caso dado refutar con argumentos válidos lo que acabamos
de escuchar, dar nuestro punto de vista y opinión, pero esta regla no es tan
universal como tal vez debería ser.
Creo que vamos a hacerle un pequeño ajuste para darle mayor peso, pero
creo que es de esas reglas que tienen bastante utilidad.
Nueva regla 24. No debo interrumpir, ni permitir ser interrumpido, lo
que digo y lo que dicen los demás tiene un inmenso valor, evita dialogar
con necios.

REGLA 25. NO DEBO HABLAR fuerte


Esta regla se origina de un rasgo muy común en la sociedad, donde los
niños deben ser vistos, pero no escuchados, jugar en voz baja y utilizar
nuestra voz para interiores.
La regla en sí, es muy funcional, pero de nuevo es ambigua y vaga, el
modular nuestra voz de acuerdo a la situación y el contexto es fundamental
para una comunicación efectiva.
Esta regla tal como la tenía, afectaba mi autoconfianza y mi autoimagen,
provocando que siguiera la tendencia de hablar en voz baja, cuando no era
necesario ni útil, causando falta de entendimiento en el entorno y
sensaciones de no ser escuchado o atendido.
De acuerdo a los estudios realizados por el investigador Albert Mehrabian,
el 93% de nuestra comunicación es no verbal, dividiéndose en 55% de
lenguaje corporal, nuestros gestos, señales, posiciones, microexpresiones y
todo lo que nuestro cuerpo muestra al hablar, 38% de ella es paraverbal, el
tono, volumen, ritmo, inflexiones y cadencia de nuestra voz, y solamente el
7% de toda la comunicación es verbal, las palabras que utilizamos y su
estructura.
Por ello considero importante eliminar cualquier limitación al respecto y
reformular la regla a una que sea útil y específica.
Nueva regla 25. Utilizaré mi voz con confianza y efectividad, me
comunicaré de forma asertiva, directa y utilizaré mi tono, volumen y
cadencia de voz para mejorar la comunicación con los demás.
Regla 26. No debo hablar solo
Esta regla es un poco más social, donde a los que hablan solos se los juzga
de locos, pero todo con medida.
Hablar con nosotros mismos o mismas, es algo fundamental y un ejercicio
que nos brinda apertura, autoconocimiento y un mayor entendimiento de
nuestros pensamientos, de nuestras emociones y de nuestro entorno, el
habla autodirigida es algo muy común en los niños y un rasgo natural que
muchas veces perdemos por no querer “parecer locos”.
Hablar solos no significa ni que estemos locos, ni que nos falte compañía,
ni ninguna de esas estupideces, los soliloquios sirven para múltiples
objetivos, ordenar nuestra mente, darnos motivación, observar y
racionalizar situaciones y retos, discernir y tomar decisiones, recordar cosas
que hemos olvidado y organizar nuestros pensamientos y acciones.
Si le temes a la policía social de la normalidad y el buen comportamiento,
no es necesario hablar solos por las calles o tener discusiones profundas y
sobreactuadas en el metro o en medio de un camión, siempre existen
lugares y espacios donde podemos platicar con nosotros mismos, analizar lo
que está sucediendo en nuestras vidas, nuestras emociones, sentimientos y
los siguientes pasos o acciones que nos gustaría tomar.
Puedes encontrar cientos de estudios relacionados en pubmed y en Science
direct, que sustentan esto e incluso se ha encontrado que hablar solos o
solas es una señal de inteligencia.
Nueva regla 26. Hablar solos es natural, busca espacios donde puedas
platicar contigo y conocerte más a profundidad, sin importar lo que
diga nadie más.

REGLA 27. HAY QUE TRABAJAR duro


Otra regla sin sentido, trabajar duro no representa nada, muchísimas
personas alrededor del mundo se parten el alma de sol a sol para apenas
sobrevivir, trabajar duro no contiene ningún elemento de éxito asegurado.
Con éxito me refiero al concepto personal de éxito y no a lo que nos venden
como un oasis en medio de un desierto plagado de desinformación,
manipulación y consumismo, es importante crear un concepto de éxito
personalizado, hecho a la medida y basado únicamente en tus intereses,
pasiones y formas de creación, sin tomar en cuenta la opinión popular o el
muy transitado camino de las masas.
Creo que trabajar duro no tiene ningún sentido, trabajar de forma
inteligente, creativa e innovadora, pensando en el impacto positivo que
podamos crear en el mundo y en la vida de las demás personas tiene un
valor intrínseco de mucho mayor peso.
Nueva regla 27. Trabaja de forma inteligente, creativa e innovadora
pensando en el impacto positivo que puedes crear en el mundo y en la
vida de las demás personas.

REGLA 28. EVITA HABLAR de fútbol, política o religión en fiestas,


reuniones o pedas.
Esta regla nos habla acerca de la identidad que a veces generamos con
nuestras creencias, reglas y predilecciones, estos tres temas son
universalmente complicados debido al fanatismo cegado que producen,
muchas peleas y discusiones sin sentido se pueden evitar al aplicar esta
regla, ya que las condiciones de una fiesta, reunión o peda, no se prestan
para un diálogo o discernimiento claro y la presencia del alcohol en la
sangre no ayudan en lo absoluto.
A menos que la reunión sea para dialogar, debatir o engrandecer
conocimientos, creo que esta regla se quedará como está.
Nueva regla 28. Evita hablar de fútbol, política o religión en fiestas,
reuniones o pedas.
REGLA 29. NO NECESITO pedir favores o ayuda.
Pedir favores o ayuda es algo que muchas veces consideramos complicado
y cuando lo hacemos desde una posición de víctima, sale peor el asunto.
Esta regla también ha tenido que desaparecer, porque no tiene
absolutamente nada de malo pedir un favor, de hecho puede ayudar a crear
lazos más profundos con las personas que te rodean.
Cuando alguien nos pide un favor o necesita de nuestra ayuda nos hace
sentir útiles, relevantes y de importancia. Creo que es fundamental también
hacer sentir a las demás personas en nuestra vida de la misma manera.
Pedir ayuda también es fundamental para superar retos personales y
compulsivos que no siempre podemos o debemos superar solos.
Nueva regla 29. Pedir ayuda y favores es importante y no te hace
menos, al contrario te fortalece y fortalece a quien se los pides.

REGLA 30. DEBO RESPETAR a todos.


El respeto al derecho ajeno es la conservación de los dientes, diría Benito
Juárez, ¿o era la paz?, ok, Benito La Paz, no ahí no, ok, la conservación de
la paz, eso era. El respeto es un derecho inherente de todos los seres vivos y
no tan vivos del planeta tierra.
Pero ¿qué hacer cuando alguien nos falta al respeto?, ¿qué hacer cuando
alguien no tiene ese principio instaurado en su vida?
Tenemos múltiples opciones de respuesta y dependiendo de la situación
específica, la magnitud y tus otras reglas, si para ti es más importante cosas
como el honor y la razón, entonces es posible que te rebajes a su nivel y
contestes de la misma manera, donde el respeto queda anulado, no lo
recomendaría, pero cada quien hace lo que quiere y lo que puede con lo que
tiene.
Si en cambio le das mayor peso en tu vida a la paz y a la tranquilidad
personal, puedes observar la situación como es y darle la importancia que
tiene realmente, ninguna, lo que no significa dejarte y quedarte ahí para que
te falten al respeto, al contrario, es tener y mostrar límites sanos, con algo
como: “Lo lamento pero yo no me presto a eso” e irse, queda demostrado
sin lugar a dudas.
De esta manera la situación fue controlada y los límites fueron marcados,
con lo que el intento de faltarte al respeto fue frustrado, en la mayoría de los
casos con eso es suficiente para que no se vuelva a repetir la situación.
Existen otros casos que por experiencia personal compartiré brevemente, es
más común en los hombres, pero en algunas zonas también puede suceder
entre mujeres, situaciones en las que ciertas sustancias como el alcohol o
drogas y la necesidad primitiva de un falso deseo de superioridad, emanado
de un vacío interior y una nula autoestima, pueden hacer que la persona se
torne violenta y trate de evitar tu salida, amedrentando y amenazando, es
importante tratar de evitar la confrontación física a toda costa y salir de la
escena, en caso de que no sea factible, es importante expresar en voz alta y
que se escuche claro y fuerte que no quieres pelear y que te dejen en paz,
esto por aquello de los testigos y aspectos legales.
Si después de haber intentado por todos los medios posibles evitar esta
confrontación resulta imposible, acto seguido, rompele su madre, golpea
continuamente y apunta hacia la cara, una vez terminado esto, repite,
“Como decía, yo no me presto para esto” y haces mutis (te vas).
A modo de experiencia personal es muy, pero muy rara la situación que
escale hasta estos niveles, la gran mayoría de las veces no sucede y en caso
de que lo experimentes más de una vez, recomiendo evaluar tus amistades,
tus hábitos y los lugares que frecuentas, pero de nuevo es solo una
recomendación.
Nueva regla 30. El respeto es un derecho de todos, me respeto, respeto a
los demás y lo demuestro con límites sanos.

REGLA 31. TODO PUEDO hacerlo yo solo.


Si bien es verdad que todos tenemos la capacidad para hacer prácticamente
lo que sea solos, también nos lleva mucho más tiempo y esfuerzo del que
realmente es necesario, no vivimos en un planeta pequeñito donde nos
encontramos solos como El Principito, tenemos miles de millones de
personas dispuestas a sumarse y a ayudar a nuestro alrededor.
Tampoco es necesario andar pidiendo permiso para hacer las cosas, ni
buscar la aprobación de nadie para hacer lo que te venga en gana sin joder a
nadie en el proceso, podemos comenzar solos y poco a poco ir sumando a
las personas que sean afines con tus ideas o proyectos.
No siempre podemos hacerlo todo solos, para superar retos en la vida, para
crear armonía en nuestro ser y para lograr las cosas que nos proponemos es
importante hacerlo en unión y colaboración con otros seres humanos.
La soledad puede ayudarte a conocer un poco más acerca de ti, pero una vez
te conoces no es necesario permanecer solos ni solas, tampoco es necesario
pasar por momentos catárticos en soledad, se ha comprobado que los
procesos de crecimiento personal y cambio son mucho más sencillos
cuando lo hacemos acompañados, ya sea por un especialista en salud
mental o por un grupo de apoyo, llámese familiares o amigos, o de
preferencia ambos al unísono.
De la misma manera para lograr cualquier cosa en la vida es mucho más
fácil y divertido hacerlo en equipo y con muchas personas involucradas, en
muchos casos es necesario, para abrir un negocio real necesitas un equipo y
el talento de todos, de lo contrario es un changarro de autoempleo que si no
estás y no haces, nada sucede y quiebra fácilmente.
Crear juntos y en colaboración es necesario para lograr cualquier cambio
que queramos ver reflejado en el planeta, para lograr grandes cosas en la
vida necesitamos de grandes equipos, compañeros y aliados que se alineen
con un propósito en común, solo así, solo juntos podemos hacer la
diferencia.
Nueva regla 31. Podría hacerlo solo, pero no es necesario ni tampoco es
el mejor camino, entre más personas estén contigo, más fácil será la
vida.

REGLA 32. TODO DEBE ser perfecto


Esta regla la trabajé hace tiempo, por naturaleza tengo una tendencia hacia
el perfeccionismo, hoy quiero tratar esta regla aquí porque considero que es
algo que sucede muy comúnmente y puede ayudar a crear una nueva
perspectiva sobre el asunto.
Gracias a que trabajé esta regla hoy tengo 3 libros y muchos más proyectos
terminados, de continuar bajo esta regla es muy posible que aun siguiera
trabajando en el primero y dudo que fuera terminado algún día.
¿Que es perfecto? El perfecto imposible es el perfecto social, el que nos
inculcan como parte del condicionamiento, pero existe otro perfecto, el
espiritual, que nos marca que todo es perfecto como es, que tu eres
perfección viviente y que todo es exactamente como debe de ser.
Hoy ya no busco ese perfeccionismo social creado para separar y generar
ansiedad en la humanidad, acepto lo que es y hago lo mejor que puedo en
cada momento, en mis libros y en mi vida, no busco más que dar lo mejor
de mi en cada proyecto y utilizar mis conocimientos, habilidades y
experiencia para hacerlos lo mejor que puedan ser.
Nueva regla 32. Todo es perfecto, doy lo mejor de mí y hago lo mejor
que puedo con lo que tengo en el presente.

REGLA 33. TODOS DEBEN actuar como yo lo considero correcto


Otra regla común que crea juicios, expectativas y límites injustos, cada
persona en este planeta tiene sus propias reglas, su propia experiencia de
vida y sus propios intereses y metas, no podemos esperar que las personas
actúen de cierta manera, ni que no nos decepcionemos cuando no actúan de
acuerdo a nuestras expectativas.
Todos tenemos el derecho de cambiar de opinion, de habitos y de todo lo
que queramos cambiar, el encasillar a las personas y crearnos una imagen
de ellas las limita enormemente en nuestra mente, no son límites reales,
pero nos llevan a generar falsas expectativas y a querer predecirlos y eso no
tiene utilidad alguna y nos priva de la maravillosa experiencia de aceptar y
conocer a las demás personas por quienes realmente son y no por quienes
esperamos o nos imaginamos que sean.
Nueva Regla 33. Me abro y descubro a las personas por quienes son
realmente, sin crear expectativas ni ponerlos en cajas, cada quien hace
lo que considera mejor para sí y para su vida.

VIVIR BAJO TUS REGLAS no significa que te valga lo que piensen o les
pase a los demás, significa tomar el control de tu vida, vivirla a tu manera,
pero sin chingar o joder al de enfrente, tener límites sanos también es
fundamental, recuerda que nuestros derechos se acaban donde comienzan
los de cualquier otro ser vivo.
Fuera de eso se trata de vivir bajo tus reglas, que los límites autoimpuestos
no limiten tu potencial para crear algo maravilloso, para disfrutar de nuestra
corta, pero nada desdeñable existencia en el planeta tierra y para compartir
con los demás lo mejor de ti.
Como puedes observar algunas reglas cambiaron radicalmente, otras se
quedaron y algunas fueron modificadas para ser más específicas, la idea es
que hagas lo mismo a tu manera, de nuevo solo si lo consideras apropiado
para ti.
Si lo consideras asi, te invito a hacer un inventario de tus propias reglas de
vida, hay muchas que no tenemos identificadas conscientemente, pero
cuando realizamos el ejercicio y comenzamos a escribirlas, aquellas que
estaban escondidas en el subconsciente comenzarán a surgir, no hay
correcto, ni incorrecto, es algo completamente personal y solo requiere
intención y acción, es un ejercicio simple en la forma, pero profundo y
trascendental en su contenido y solo es sentarse, tomar una libreta o una
computadora y escribir.
Cuando lo realizamos con intención al principio pueden surgir las reglas
más obvias y comunes, las reglas conscientes, pero conforme avanzamos
podrás notar que empiezan a surgir reglas que no sabias que tenias, yo me
sorprendí enormemente al ver que eran tantas y que muchas no me
ayudaban en nada, pero cada uno tiene sus propias reglas y es importante
que al observarlas, analizarlas y reestructurarlas lo hagamos sin juicios y sin
culpa, son lo que son y no tienen nada de malo, al contrario todo lo que
hagas intencionalmente con ellas es para beneficio de tu propia vida.
Las reglas de vida, forman parte de quienes somos en nuestra mente y
forman parte de nuestras identidades, por lo que al cambiarlas y comenzar
este proceso es posible sentir como que perdimos algo, como que una parte
de nosotros muere con ellas y por ello es importante el siguiente capítulo.
Duelo por nuestras reglas

P uede que todo parezca más fácil de lo que realmente es en este libro,
aunque esa es la idea, mucho del trabajo pesado y de unir conceptos
ya lo hice por ti, pero el que funcione y tenga alguna utilidad depende
exclusivamente de lo que tú hagas con la información que aquí te comparto.
Las reglas y creencias que hemos tenido en nuestra vida forman parte de lo
que tenemos asociado con nuestra identidad, la mente tiene entre sus tareas
principales proteger todo aquello con lo que nos identificamos.
Por ponerte un ejemplo una regla que se quedó es: evitar hablar de fútbol,
política o religión en fiestas, reuniones y pedas, sobre todo si hay alcohol
de por medio, aunque yo ya no tome, pero ¿por qué?, la mente tiende a
identificarse con esos tres aspectos entre muchos otros, es muy común que
las personas defiendan a capa y espada su religión, su equipo de fútbol o sus
ideas políticas y raramente se encuentren dispuestos a escuchar una opinión
contraria a lo que creen.
De la misma manera tendemos a identificarnos con nuestro sexo, raza,
nacionalidad, ocupación, posición social y muchas otras cosas que no tienen
sentido ni peso real, no somos eso, sin embargo al identificarnos con eso
nuestra mente y cuerpo los defienden, por eso considero importante hablar
acerca del proceso de duelo, al cambiar nuestras reglas y las creencias que
hemos venido acatando por gran parte de nuestra vida una parte de nuestra
identidad y de las viejas creencias mueren con ellas.
El duelo ya sea por un ser querido, una mascota, un cambio importante de
vida o nuestras viejas reglas es muy similar, aunque es algo personal, nadie
puede decirte cómo vivirlo, tiene ciertas etapas que se han identificado en la
mayoría de los casos, escribiré un libro entero al respecto dentro de la serie
un cuento y un consejo, pero hoy quiero dejarte una descripción de este
proceso aplicado a tus reglas y creencias personales y quien sabe tal vez te
sirva para algo más.
Las etapas del duelo son simplemente una guía para ayudarte a orientarte, a
reconocer dónde te encuentras y tus sentimientos al respecto, comúnmente
se utilizan 5 etapas que puedes encontrar en cualquier parte de internet, pero
quiero compartir contigo la versión completa con el fin de ayudarte en este
proceso, esta versión se divide en 3 etapas, la etapa cognitiva, la emocional
y la de cierre.

Etapa Cognitiva
NEGACIÓN: En esta etapa amortiguamos el dolor temporalmente a través
de la negación, con la finalidad de darle tiempo a la mente de procesarlo y
asimilarlo poco a poco. Se produce por la sorpresa y la espontaneidad de la
pérdida, pero en el caso de nuestras reglas como es algo intencional, solo
aplica como la sorpresa al darnos cuenta de que habíamos vivido con eso
toda nuestra vida.
Racionalización: En esta etapa es donde le damos significado a lo que
sucede con la finalidad de entenderlo, lo que nos trae mucha paz, nos brinda
la aceptación racional. En las reglas esta parte es el análisis consciente que
realizamos del origen y el significado de dichas reglas en nuestra vida y la
readaptación de las mismas a algo que nos funcione para vivir la vida que
realmente queremos.

Etapa Emocional
ENOJO: En esta fase suele demostrarse la rabia acumulada en las
relaciones, pueden ser personales o interpersonales, pero aplicada a las
reglas suele ser un enojo personal por haber vivido tanto tiempo bajo el
yugo subconsciente de reglas asumidas y aceptadas sin verificar, a veces
sentimos culpa o nos juzgamos, pero es algo normal de hecho quiero volver
a aclarar que todas, absolutamente todas las emociones son positivas y no
tenemos por qué ocultarlas ni reprimirlas, son parte de nuestra naturaleza y
poco a poco van desapareciendo cuando nos permitimos sentirlas y vivirlas.
Así como recordarte que todos hacemos lo que podemos con lo que
tenemos en el momento y no hay porque culparnos por los “hubiera” del
pasado, ya que estos no reflejan forma ni sustancia real.
Tristeza: Otra emoción natural, positiva y común que es sano permitirnos
sentir, insisto tanto en esto por qué evitarlas, reprimirlas y ocultarlas es lo
que da el nacimiento a la ansiedad o la depresión, sentir es positivo siempre
y permitirte sentir y ser tú, es fundamental para una vida plena, en las reglas
sentimos tristeza que viene relacionada con nuestros apegos, a la forma en
la que vivíamos y la añoranza de momentos del pasado cuando todo parecía
ser más fácil o nos sentíamos más cómodos.
Miedo: Natural y positivo también, muy denigrado últimamente, pero
necesario, el miedo viene comúnmente ligado a la incertidumbre, al ¿qué
pasará?, viene aunado al cambio de perspectivas y a las posibilidades
inciertas, pero infinitas de lo que puede suceder, en las reglas podemos
sentirlo como una duda que a veces aflora en nuestra mente, acerca de qué
tan correctas y útiles son nuestras nuevas reglas, pero aquí quiero recordarte
que no importa lo que puedan pensar los demás, cada quien tiene su vida y
la vive como puede y preferiblemente después de leer este libro, como
quiere. Tus nuevas reglas sólo tienen que ser útiles y correctas para ti,
ayudarte a vivir la vida que quieres y mereces vivir.
Aceptación Emocional: Cuando nos permitimos sentir todas nuestras
emociones y nos damos cuenta de que todo es para bien, es cuando se
produce la aceptación emocional, es cuando le decimos adiós a nuestras
viejas reglas, nos despedimos con amor y les damos las gracias al
despedirnos de ellas, al vivir y permitirnos sentir todas nuestras emociones
realizamos una limpieza emocional y nos deja casi listos para encontrarnos
ahora abiertos a vivir bajo tus propias reglas y dispuestos a disfrutar de una
vida creada intencionalmente.

Etapa de Cierre
PERDÓN: El perdón es una de las herramientas más poderosas para sanar
nuestra vida, perdonar se trata de ti, no de las demás personas, el perdón es
un superpoder que podemos usar para soltar todo aquello que nos hiere,
nuestros apegos, juicios e identidades, perdonar es el inicio de una vida
llena de libertad y paz. En las reglas el perdón te lo otorgas a ti mismo o
misma, perdónate por no saber, por no cuestionar, por seguir la corriente y
por todo lo que creas necesario, si ves que te cuesta trabajo, puedes regresar
a fases previas y seguir limpiando las emociones almacenadas o no
expresadas.
Gratitud: Una vez comprendido racionalmente, aceptado y expresado
emocionalmente y habiendo perdonado todo lo que en algún momento te
hizo “daño” es momento de la gratitud, otro superpoder para una vida sin
límites. Hemos ganado la claridad mental y emocional para poder ver y
agradecer realmente por todo lo vivido y lo aprendido, por todo lo que
sucedió y todo lo que hemos experimentado. Agradécete, agradécele a tus
viejas reglas, a tu vieja forma de pensar, a lo que viviste y a todo lo que te
ha llevado a ser la maravillosa persona que eres hoy.
Nuevas posibilidades: Hemos terminado con el duelo y con el proceso de
despedida, hemos cerrado ciclos sanamente y nos encontramos listos para
vivir la vida bajo nuestras propias reglas, para las posibilidades que la vida
nos presente y para disfrutarlas desde nuestro ser real, con consciencia y
presentes, gozando de la vida y de lo que queramos hacer y experimentar en
ella.

PUEDES UTILIZAR ESTE proceso para cerrar cualquier ciclo y emoción


que tengas abierta, aunque aquí la expongo en referencia a nuestras viejas
reglas, puede servir para todo, en caso de que tengas problemas viviendo
estas etapas, siempre recomiendo buscar la ayuda de un profesional y
aprovechar las numerosas ventajas de la terapia y su acompañamiento,
parece que vendo terapia pero me cae de madre que no, solo trato de ayudar
a desmitificarla.
Las reglas del juego de la vida

L a sociedad en la que vivimos independientemente del país en el que


te encuentres cuenta con reglas implícitas de conducta, de seguridad
y de interacción.
Es importante conocer estas reglas para poder entenderlas e incluso jugar
con ellas, de nuevo como el Osito Bimbo, simplemente utilizándolas a tu
favor, pero sin violarlas, no mencionaré estas reglas, ya que son muchas y
muy diversas, pero la mayoría son de sentido común, como no salir a la
calle en pelotas o tomar cosas que no te pertenecen solo por tus huevos o
tus ovarios, no se requiere mucho para entender sus límites y el porqué
existen.
Solo creé este pequeño capítulo para mencionar que el poder hacer lo que tú
quieras con tu vida no implica chingar a nadie más, que nuestra vida
ilimitada, maravillosa, libre y llena de aventuras y paz, termina donde
comienza la de los demás, incluyendo cualquier ser vivo o parte del
ecosistema, para vivir una vida plena y feliz no necesitamos joder a nadie o
a nada más.
No se trata de acatar por acatar, sino de entender el contexto y el origen, una
de las cosas que considero básicas para las reglas de la vida es entender que
cada quien tiene sus propios conjuntos de reglas, que muchos ni siquiera
saben que las tienen y que forman parte de su “identidad”, considero
importante incitar a la comunicación abierta, hablar sin tabúes acerca de
nuestras reglas y de cómo las definimos, de lo que creemos y de lo que
decidimos aceptar en nuestra vida.
Al comunicarnos abiertamente en lugar de asumir que todo el mundo sabe
tus reglas y tus pensamientos, creamos un ambiente de confianza y le
damos seguridad y apertura a nuestras relaciones, reducimos de manera
importante los malos entendidos y nos damos a conocer como realmente
somos, dándole la oportunidad a las demás personas de ser ellos mismos,
inténtalo y verás lo bien que se siente y cómo fluye todo de una mejor
manera.
Si evitamos tratar de implantar nuestras reglas, creencias y experiencias
pasadas a todo mundo y simplemente abrimos nuestra mente y tratamos de
ver a los demás por quienes realmente son, en lugar de meterlos en una
cajita, juzgarlos y después decepcionarnos o enojarnos porque no se
comportan de acuerdo a nuestras expectativas o nuestras reglas, verás lo
interesantes que pueden ser tus relaciones, cada persona es un mundo, cada
quien tiene una realidad y una forma de ser única e irrepetible, no podemos
comparar a nadie con nadie, ni clasificarlos o encasillarlos al apenas
conocerlos.
Respeto, defiendo y creo en el poder de nuestras diferencias, como he
mencionado antes, pienso que son nuestras diferencias lo que nos fortalece
como especie, que aquello que nos hace únicos, irrepetibles e
incomparables es justamente lo que nos complementa como humanidad y
que a partir de ellas podemos construir un mundo mejor para todos, en lugar
de utilizarlas como excusas para pelear y ver quien tiene la razón (ya viste
lo que opino de la razón), las podemos utilizar para construir juntos, para
colaborar y para crear el mundo que realmente merecemos.
Creo que estamos en el momento más interesante de la historia, donde por
ley de la entropía, nuestros sistemas, reglas, condicionamientos, creencias y
estilos de vida tienen que transformarse o ser destruidos, en la ley de la
entropía podemos encontrar que la acumulación de caos en un sistema lo
lleva a una transformación o a una destrucción natural, creo que los niveles
de consciencia del planeta están aumentando como nunca antes y que juntos
podremos reescribir nuestro destino como especie y crear un mundo mejor
para todos.
Te invito a tomar acción

T odo pensamiento, idea, concepto, decisión o racionamiento que se


queda en la cabeza tiende a ser inútil, el cementerio está lleno de
personas con muchos planes, así que creo que es fundamental invitarte a
tomar acción inmediata.
O sea te invito, no es a huevo, pero si decides aceptar la invitación, con
inmediata me refiero a ahorita, porque después se te olvida o te puede dar
hueva, trata de que sea algo realista y que puedas ir haciendo un paso a la
vez, escribir un libro por ejemplo solo puede ser realizado una letra a la vez,
no puedo poner dos al mismo tiempo por mucho que lo intente y
envjnifnjifvjifvn, ¿ves?, siempre sale una letra detrás de otra, lo mismo con
todo lo que hagamos en la vida.
Cualquier cosa que hagamos va a ser un momento a la vez, así que como
primera tarea, creo que sería muy interesante que te detengas a pensar por
unos momentos, puede ser un ratito o varios días y reevalúes lo que has
hecho hasta ahora, lo que has aprendido y que comiences a escribir tu
propia lista de reglas antiguas, oxidadas e inútiles y las cambies por una
nueva lista de reglas a tu manera y que te ayuden a conseguir lo que quieres
en la vida, de nuevo es sugerencia solamente.
Si te pasa como me sucedió a mí, que de pronto te das cuenta de que no
tienes ni idea de lo que quieres ahora en tu vida, de para qué haces lo que
haces y solo has estado repitiendo lo que solías querer o lo que creías que
“tenías” que hacer para complacer al mundo y quedar “bien”, de la misma
forma te invito a reescribir esa parte que es fundamental, imagina subirte a
un taxi y decirle: “No pues lléveme a donde quiera y a ver que pasa, siga a
ese y a ese otro y vamos hacia donde ellos van”. ¿Y si no te gusta a donde
van? ¿Y si no tienen ni la más reputa idea de hacia dónde van y están
siguiendo al de enfrente? Seguir a los demás solo porque es la moda o
porque aparentan felicidad en sus redes sociales o peor aún se la creen,
puede llevarnos a destinos muy inciertos y peligrosos.
No hay como inventarte tu propio destino y tu propio camino, yo cuando
decidí que iba a dedicarme de lleno a escribir, leer, viajar, amar y compartir,
no sabes el peso que me quité de los hombros y ahora ya no necesito
buscarle y andar como pajarito picando en todos lados a ver que me llena,
no pretendas descubrir el agua tibia, no tiene que ser un destino original que
nunca nadie más haya tenido antes en la historia de la humanidad,
simplemente tiene que ser algo que resuene contigo, que te haga sentido a
ti, y aquí quiero ser muy claro, repito a ti, no a tus papás, a tus amigos, a tu
pareja o a tus hijos, A TI.
No es necesario cambiar de carrera, renunciar de golpe a tu trabajo ni nada
por el estilo, no hay necesidad de ser extremistas, poco a poco puedes ir
implementando esta nueva visión de vida, intercalarla con lo que hoy te
ayuda a pagar las cuentas y poco a poco irla expandiendo, hasta que puedas
vivir de ella y dedicarte a eso, de paso podemos analizar las cuentas y los
servicios que tenemos contratados, muchas veces no son realmente
necesarios y viendolos bien ni los queríamos, pero eso es a gusto de cada
quien, aunque reducir gastos puede ayudar a realizar la transición de una
mejor manera.
Tampoco esperes la gran misión de vida de un solo golpe o te generes
grandes expectativas al respecto, todo gran viaje comienza con un pequeño
paso y mientras puedas vislumbrar un atisbo de lo que quieres en la vida,
con eso tienes un destino que sé ira develando conforme avanzas en el
camino, es como una carretera por la noche, en la que los faros del auto solo
pueden alumbrar los siguientes 100 metros, pero tienes la confianza de que
delante de esos 100 metros encontrarás otros 100 y así progresivamente,
esto es muy parecido, simplemente algo que te mueva, que te llene un poco,
algo que te gustaría hacer hoy, pero quizá también en 5 o 10 años y después
puedes ir descubriendo y agregando, o simplemente cambiar de opinión,
también es válido y siempre lo puedes hacer, no tienes que quedarte para
siempre con una sola idea o meta en la vida.
Lo mismo para tus personajes de vida, te invito a trabajarlos con lo que
hemos analizado y visto a lo largo de este libro, puedes ahora juntarlo todo,
tus nuevas reglas, tu nuevo propósito o el mismo, pero ya hecho a tu
manera y tu nuevo personaje, un personaje intencional, que te refleja a ti
realmente y que no viene de los “deberías” y los “tienes” o de las
expectativas de nadie más.
Aprovecha también tus nuevas historias de vida, reinvéntate y resignifica
todo aquello creas necesario, esta vida es tuya y de nadie más, solo tú tienes
que vivir tu vida, cada quien vive la suya y aunque compartimos muchos
momentos juntos, la vida que decides vivir es tu propia decisión y es tuya
para hacer con ella lo que te plazca.
Y de nuevo es poco a poco, una cosa a la vez, irte acostumbrando a crear
una vida a tu manera, vivir bajo tus propias reglas, con tus propias historias
y con tu propio personaje, sin tener que agradar a todo el mundo ni vivir
para hacer felices a los demás, sin tener que sacrificarte en el camino, no es
tu responsabilidad hacer feliz a nadie, cada quien tiene que ser feliz por sí
mismo o misma, es un peso muy grande que a veces nos echamos a los
hombros, pero es importante reconocer que la única persona a la que tienes
que hacer feliz es a ti.
Pero de nuevo es solo una invitación, si estás muy a gusto en donde estás,
nada de esto es necesario y entonces espero que hayas disfrutado de este
libro, lo compartas con tus amigos, me regales un mensaje o una reseña y
leas alguno de los demás libros que he escrito y seguiré escribiendo,
después de este sigue la colección de libros cortos “Un cuento y un
consejo” donde hablo de diversos temas muy explícitos en los que
comienzo con una historia y termino con un pequeño consejo al respecto,
ese es apto para todo público y sin groserías, no por regla, sino porque
quiero que hasta un niño pueda leerlos y aprender de ellos.
Si no te gustó no hagas nada de lo anterior y regálaselo a tu peor enemigo,
si tienes más de un enemigo, compra muchos y se los das a todos para que
sufran los malditos.
El arte como todo, se perfecciona en el tiempo y nunca hay tiempo
suficiente en una sola vida para llegar a dicha perfección, hago lo mejor que
puedo con lo que tengo y planeo seguir haciéndolo por el resto de mi vida, a
mi manera y con mis propias reglas, este es mi propósito y mi pasión más
grande, no pretendo gustar a todos, pero espero que algo, al menos un
pequeño fragmento haya causado un impacto positivo en tu vida.
Hasta pronto y gracias.
Edy Bravo
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Vive Bajo TUS Propias Reglas


Live by Your Fucking Rules

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About the Author
Soy un eterno aprendiz, con curiosidad infinita y alma de artista.
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