2 Feberero
2 Feberero
2 Feberero
ÒRGAN 0 DE LA
S U M A R I O
Revista M O N T E S S O R I Pàgs.
Nuestro agradecimiento • • • ; • j •
La Paz y la Educación. Conferencia pronunciada en Ginebra por la Docto-
2
r a Maria Montessori
4
Ninos Montes^orianos. - Crestes, por ^ma/Za y4cm . . . . .
El periodo sensitivo en la ensenanza de la Geografia, por Lina Taverso 7
Olioero • 8-9
La Exposición Montessori celebrada en Londres . 10
La eficàcia de la ensenanza Montessori (continuación). . . . . 11
Una opinión autorizada acerca de la obra Montessoriana. . . . . 12
Fecha memorable (continuación) 13
Consejos a las maestras, por la D r a . Montessori 16
Noticiario Montessori
EL PREGONERO D E L LIBRO
* •n·
Un libro de interès excepcional
Instituto Gallach
*nmo rier.'cada a divulgar con gran competència y absoluta
ïtUtH modernidad la vida de la pàtria desde los tiempos
niàs rimotos hasta después (fe la implautación del
actual régimen político
HISTORIA DE ESPANA
(GRAN HISTORIA G b N E R A L DE LOS P ü E B L O S H1SPANOS)
publicada bajo la dirección del Profesor D O N L U I S P E R I C O T G A R C Í A
Catedrótico de las Universidades de Barcelona y Valencià
con la colaboración de los Profesores D. Àngel Gonzàlez Palència, de la Universidad Central;
D. Claudio Galindo y U. Julian M.» Rubio de la Universidad de Valladolid ; D. Jaime Vicens
y I). José M.* Ralcells, de la Universidad de Barcelona ; 1). E. Camps Cazorla del Centro de
Rstudios Históricos ; D. Lnis Ulloa, historiador ; D. Manuel Raventós Bordoy, Director que ha
sido de la partc tEdad Moderna» de nuestra «Historia l'niversal» ; D. Pablo Alvarez Rubiano
de la Universidad de Valencià ; D. Federico Camps Llopis, del Patronato de Estudiós Napo-
leónicos, etc, etc.
OBRA MAGNA, QUE NOS PRESENTA EN PAGINAS DE GRAN VALOR CIENTIFICO Y
FASTUOSA BEL·LEZA, UNA VISION CLARA V PERFECTA DEL DF.SFILE PRODIGIOSO
DE LOS SIGLOS POR EL SOLAR PATRIO
Bspana vive actualmente una ípoca de hondn pàtria se refieran. En este sentido, la admirable
emoción històrica. El alma nacional vibra in- HISTORIA DE ESPASA del Instituto Gallach
tensamente otra vez, y trata de encauzar sus as- es el resnltado màs perfecto, el vehículo màs
piraciones por caminos que lleven un mayor eficaz, el elemento de difnsión màs ventnrosa-
bienestar general a sus hijos. Pero el momento mente acertado de cuantos ha producido hasta
actual no es un hecho aislado, ni los problemas hoy la bibliografia espanola. Un cúmulo enorme
que ocnpan a los honibres que rigen sus <iesti- de ciència històrica, magistralmente descrita por
nos han surgido sin antecedentes que los unan grandes maestros de nuestras Universidades, y
íntimamente a un pasado mds o meuos remoto. una ilustración artística y documental que sor-
Y asf el testimonio histórico, la cita, la refe- prende y fascina por su profusión y por su be-
rència, la alu&ión a un acontecimiento o a un ileza. Merced a esta obra excepcional, ya tienen
personaje brotan de continuo en el Parlamento, también ahora los padres la nrejor ofrenda. que
en la Prensa, en la Escnela y por caria vez mAs puedan bacer a pus hijos. La celebraciòn onomàs-
en las conversnciones particularcs, porque sin el tica o del natalicio, el premio a la aplicación y
•nyer» apenns puede hablarse nunca del (hoy»i el estimulo por los estudiós, son ocasiones in-
cuyas complejidades—precisamente por falta de dicadísitnas para poncr en sus manos esta fuente
perspectiva històrica—con frecuencia son difici- prodigiosa de cultura, tanto màs cuanto que el
les de resolver. La Historia, gran maestra de la precio es asequible a la gran masa de personas
vida, es la que guarda y ofrecc el cúmnlo de interesadas, o la ventaja rel pequeno pago men-
valiosa experiència que todos debiéramos domi- sual lo pone al alcance facilísinio de todos los
nar para apreciar con màs justeza de concepto presupuestos.
las dificultades del momento, y hasta para su-
perarlas en algón caso con una amplitud de mira
mayor. He aquí, por tanto, entre las diversas Esta magnífica obra constarà de cinco tomos,
disciplinas que integran la fomiación intelcctual 24x31, arfísticamente enenadernados, contenien-
del hombre, una de las que con més carino se do. en total, nnas 2.S00 p à g i m s dc texto en
debiera cultivar : la Historia. Y he aquí tambiín papel couché ; mios 4.000 grabados. 400 l à m i n a s
uno de los aspectos que los padres y maestrosi en tono sèpia ; valiosas inapas ; hermosas là-
no debieran olvidar nunca : fomentar en sus minas en huecograbado, y primnrosns reproduc-
hijos y alumnos la afición por los estudio© his- ciones dc cuadros. Caiïn tomo al contado vale :
tóricos, y en particular por los que a su pròpia
65*50 ptas. Pueden adquirirse z plazos en 1116-
dicas cuotas mensnales.
Puede usted encargar esla obra o pedir follelos ? condiciones de suscripclón a la casa editora
INSTITUTJ GALLACH DE LIBRERIA Y EDICIONES, S. L .
Diputación, 333 bis BARCELONA Apartado de Correos 784
Revista mensual ilustrada
ÒRGAN 0 DK LA
S O C I E D A D M O N T E S S O R i , AFILIADA A LA ASOC1AC10N INTERNACIONAL MONTKSSÓRI
NUESTRO AGRADECIMIENTO
A l lanzar e l p r i m e r n ú m e r o de la Re- mos seguido paso a paso la labor de
vista M O N T E S S O R I , a n i m a b a nuestro apostolado de la i l u s l r e D o c t o r a , la sa-
p r o p ó s i l o , ú n i c a m e n t e , obtener u n tan- lisfacción de c c m p u l s a r , de c o m p r o b a r
teo ; p r o c e d i m o s a la d i f u s i ó n del n ú m e - que, en Espaiia, y entre los p r o p u l s o r e s
ro, p r i n c i p a l m é n t e entre el profesorsdo y de la m i s j ó n educadora, existe v i v a y
educadores ; tenia q u ç ser este escogido candente la idea m o n l e s s o r i a n a , y q ü e ,
sector de nuestra i n t e l e c t u a l i d a d docente sin entorpecedoras d i l a c i o n e s , y a franca-
quien nos senalara la í u t a de nuesti-as m e n t e , se c o n s o l i d a r à su obra en nuestro
onentaciones, q u i e n debi'a c o n f i r m a r con suelo, c o m o lo ha sido en el e x t r a n j e r o ,
su respuesta o a d h e s i ó n , si el sistema pe- hasta en los mas remotos p a í s e s .
d a g ó g i c o m o n t e s s o r i a n o c o n s t i t u ï a e l ver- C o r r e s p o n d i e n d o , p o r lo t a n t o , a l o s
dadero y anheloso latido, de r e s u r g i m i e n - deseos de l o s solicitantes que p i d e n e l
to y e v o l u c i ó n en los n u e v o s m é t o d o s de e n v i o c o n t i n u a d o de la R e v i s t a , y antici-
ensenanza- p à n d o n o s a nuestro p r o p ó s i t o , estable-
Los resultados h o h a n p o d i d o ser mas cemos desde ahora "el servicio de sus-
b a l a g ü e n o s y satisfactorios. H a n s i d o n u - c r i p c i ó n . A este o b j e t o . a l final del pre-
t n e r o s í s i m a s las cartas de f e l i c i t a c i ó n que sente n ú m e r o insertamos e l c o r r e s p o n -
hemos r e c i b i d o a l e n t à n d o n o s en nuestra diente b o l e t í n que s e r v i r à para Uenar este
empresa, s o l i c i t à n d o s e n o s , e n la m a y o r requisito.
n ú m e r o de ellas, la s u s c r i p c i ó n de la Re- H e m o s fijado u n solo t e r m i n o y precio
vista. A s e g u r a m o s que n i r e m o t a m e n t e de s u s c r i p c i ó n : SE1S P E S E T A S A N U A -
p o d í a m o s imaginar ç u e dentro del pro- L E S . m ò d i c a c a n t i d a d , para que la p u -
fesorado espanol—y sobre t o d o en los b l i c a c i ó n Uegue a todas las m a n o s . a to-
alejados de los centros u r b a n o s , los r u - das las escuelas. H a sido nuestro u m c o
rales, distanciados de todo contacto cor- fin y el de nuestra adherida la Sociedad
porativo — t u v i e r a n tan ostensiblemente M o n t e s s o r i (filial de la A s o c i a c i ó n Inter-
arraigado, tan h o n d a y manifiestamente n a c i o n a l M o n t e s s o r i ) allegar adeptos q u e
conocida, l a obra m o n t e s s o n a n a . con nosotros f o m e n t e n la obra m o n t e s -
Sentimos pues, sobre t o d o los que he- sonana.
L A PAZ Y L A EDUCACION
C o n f e r e n c i a pronunciada p o r la D o c t o r a M o n t e s s o r i , en G i n e b r a
GUERRA Y PAZ
PREAMBULO
Se entiende, generalmente, por paz la cesa-
El hecho de que se invite a una persona ción de la guerra; pero este concepte negativo
cualcruiera a hablar de la paz parèce un fenó- no es el de la paz ; sobre tedo si se observa la
meno ajeno a nuestro tiempo, pues. a menos aparente finalidad de una guerra, la paz así
que se trate de un especialista, no parece que entendida no representa ante todo- el triunfo
hoy haya nadie digno de ser escuchado sobre final y estable. En efecto, la guerra antigua
ningún tema. Sujetos de importància mucho lenía como motivo impulsor la conqaiista de
menor suelen ser tratados y exphcados sola- territories y con ella la sumisión de pueblos.
mente por técnicos. En efecto. nadie acudirà
a un matemàtico para que haga una crítica so- La ambición del hombre por las conquistas
bre arte moderno, ni a un literato para que territoriales ha cesade, pero Ja organización so-
explique la teoria física de las radiaciones. Y, cial, en sí misma, por su mecanisme econó-
sin embargo i q u é importància tienen las dis- mico. continúa suministrando el mismo moti-
ciplinas màs' elevadas frente a la cuestión de vo, y las multitudes siguen siendo arrastradas
la paz? De la paz depende la vida misma de a la guerra per las sugestiones de él derivades.
los pueblos, así comio el progresar o el desapa- i Por qué, pues, ante la amenaza de una in-
recer de toda nuestra civilización. vasión de la pàtria las multitudes se levantan
prentas a marchar contra la muerte? i P o r qué
Es singular que no exista ya una ciència de hasta las mujeres y, por fin, los nines, corren
la paz. desarrollada sobre la base de sus carac- a la defensa de su suelo?
teres externos. igual que la de la guerra en l f Por miedo a aquelle que. una vez terminada
que se refiere a los armamentos y a la estratè- la guerra, se llamarà la paz.
gia. Como fenómeno colectivo de la humanidad, La historia de la humanidad nos ensena que
la guerra riene aun una gran parte de misterio: aquelle que 9e llama la paz consiste en el adap-
los pueblos tratan son ansiedad de alejaria de tamiento forzado del vencide a una sumisión
sí como el peor de todos los azotes, y. sin efli- permanente ; a la pérdida de todo cuanto ama ;
bargo, son los hombres mismos quienes la pro- a la cesión del fruto de su trabajo y de sus
vocan y la siguen voluntariamente. Cuando se conquistas. El pueblo vencide se ve obligado a
trata de cataclismes terrestres, por ejemplo, el dar, como si fuera él solo el que ha merecido
terremoto, que el hombre es impotente para el castigo, sólo porque ha sido vencide; mien-
combatir, muchos se consagran con pasión al tras el vencedor asume derechos sobre el pue-
estudio de las fuerzas ocultas que los produ- blo vencido, que, puede decirse. permanece
cen. La guerra, por el contrario, es un fenó- víctima del desastre. Esto, aunque sea el tér-
meno exclusivamente humano, y debería por mino de la guerra armada, no puede. cierta-
ello ser màs accesible que ningún otro a Jas mente, llamarse la paz; el verdadero azote
indagaciones del pensamiento. EI que no lo sea moral està en esta adaptación.
significa que la finalidad de asegurar la paz en
la humanidad debe tener factores complicades Permítaseme un parangón: la guerra puede
e indirectos, ciertamente dignos de estudio, y compararse al incendio de un palacio Ueno de
capaces de constituir una ciència poderosa. obras de arte y de ebjetes preciosos ; cuando
queda reducido a cenizas y a humes axfisian-
Este es en verdad uno de los hechos màs tes, el desastre ha llegado a sus últimas conse-
impresionantes para nosotros. El hombre ha cuencias. Estàs cenizas y estos humos que im-
resuelto muchos de los enigmas del universo y piden la respiración pueden compararse a la
ha conquistado muchas energías ocultas; a ello paz. tal y como se entiende en el mundo
le ha empujado el instinto de conservación y Otro ejemplo: si un hombre muere de una
màs aún el impulso de conocer y descubrir. Y enfermedad infecciosa, en él la guerra entre
es extrano e l vacío profundo que perdura en sus autodefensas y las bacterias ha acabado, y
lo que se refiere a sus propias energías. Este nosotros, con mncha prepiedad. le auguramos
dominador del mundo externo no ha dominado que descansarà en paz. ; Pero cuan grande es
aún sus propias energías interiores. energías la diferencia entre esta paz y la paz que se
que se han acumulado y organizado en los llama salud!
grandes grupos humanos. Si se le preguntase El error de Uamar paz al triunfo permaneníe
Ja razón de esto no sabria dar ninguna precisa. de la finalidad de la guerra nos hace apartarnos
En relación con esta matèria no existe tampo- del verdadero camino, de aquel que podria con-
co uno de esos esfuerzos ordenades y constan- duçirnos a alcanzar la verdadera paz. Y, si en
tes que se llaman ciència. Y de este modo el la historia de los pueblos. que es una sobrepe-
concepte mismo de la paz falta entre los infini- sición alternada del triunfo de tales injusticias,
tes que flotan en nuestra conciencia. perdura tan profundo error, la paz se alejarà
G \ ï \ x m t é M c f u
irremisiblemente de las posibilidades humanas j lògica mas elemental ; son las manifestaciones
y no hablo sólo del pasado, pues hoy también inmediatas a la explosión guerrera.
la vida de los pueblos que no estàn en guerra
representa una adaptación al hecho consumado LA PESTB
que se establece entre vencedores y vèncidos,
los cuales fustigan por un lado y reniegan del Puede ilustrar esta aflrmación la historia de
otro, como los demonios y los condenados en el un fenómeno paralelo al de la guerra, un fenó-
infierno del Dante : todos seres alejados del di- meno que casi la refleja, de un modo impre-
vino influjo del amor; todos seres caidos que sionante. en el campo físico; aludo a la peste.
han roto la harmonia universal. Y esto se repite El azote capaz de diezmar y aun de destruir
eternamente porque todos los pueblos han sido completamente a un pueblo y que, durante mi-
a su vez vencedores y vencidos; y con esto se lenios , permaneció invencible y terrible en sua
corroen unos contra otros en el transcurso in- efectos, protegida por las tinieblas de la igno-
finito de los siglos. «El abismo llama al abismo rància, y que sólo fué vencida cuando se estu-.
al rumor de sus cataratas.» dió en el terreno científico hasta sus causas
E.« preciso aclarar bien la diferencia profun- màs recónditas.
da, la orientación opuesta de la guerra y de la La peste, como es sabido. hizo apariciones
, paz. pues de otro modo nos alucinaremos y alejadas las unas de las otras y casi de impro-
cuando nuestra visión espiritual busque la gue- viso ; como la guerra. Y era una calamidad oue
rra sólo encontrarà las armas. La verdadera paz se agotaba por sí, es decir, sin influencia activa
nos hace pensar en el triunfo de la justícia y de la sociedad, que ignoraba las causas. Apare-
del amor entre los hombres; nos indica un cía como un tremendo castigo y hacía es ragos
mundo mejor donde reina la armonía. Poseer que. como los causados por la guerra, son his-
una clara orientación diferencial entre la guerra tóricos. Muchas màs víctimas humanaa y de-
v la paz es sólo un punto de partida. Para hacer sastres económicos han producido las pestes que
luz en este campo, como se ha hecho en tantos las guerras ; y como las guerras han sido oon
otros, es precisa una investigación positiva. frecuencia denominadas con el nombre de al-
Pero. ^dónde estó el laboratorio en que la gun personaje ilustre de la historia, como la
mente humana se haya ocupado de indagar al- peste de Marco Aurelio, pes<e de Péricles, la
guna verdad, de descubrir algun factor positivo peste de Constantino, o la peste de Gregorio e'
oon respecto a la paz? Grande. Hubo una peste en el siglo xiv que
hizo solamente en la China diez millones de
; En ninguna parte! ; No existe ! víctimas' ; aquella misma onda nefasta se abatió
Existen sólo reuniones sentimentales. expre- r-bre Rusia, sobre el Asia Menor y el E^ipfo y
siones de deseo. augurios: nero no conceptes llego a Europa, amenazando destruir a la hu-
que rijan un estudio, oue traten de nrofundizar manidad entera.
esta formidable cuestión. Al contrario, oarece
que exista un caos moral, cor cuanto en la Hecker, citado por Wells, ha calculado los
misma època en oue se exalta al hombre oue muertos en màs de veinticinco millones. cifra
descubre el microbio de una enfermedad v da rue supera a la de cualquier guerra, incluso a
el suero curativo que ha de salvar muchas vidas la guerra mundial. Durante estàs plagas se pro-
humanas. se exalta aún m^s al nu« de^ubre duefa una vasta suspensión del trabajo produc-
elementos destruefores v sabé dirigir su ener- tivo, y se preparaban épocas sucesivas de tre-
gia intelectual a aniauilar P"eb!os enteros. Los menda misèria, de modo que el azote del ham-
conceotos del valor de la vida y los principios bre seguia al de la peste, junto con el de los
morales son tan contradictorios. OUP hacen nen- alucinados, pues, un notable tanto por ciento de
sar en la coexistència misteriosa de una doble las gentes sufrían perturbaciones mentales. que
personalidad colectiva. agravaban la dificultad de un retorno al estado
normal y restaba mucho tiempo a la obra cons-
Es evidente oue hav aun algunos caoítulos tructiva del progreso civil.
méditos de la psicologia humana, aleuna fuerza
no domada que significa un peligro enorme Es interesante conocer las interpretaciones y
farà la humanidad. las defensas intentadas contra este colosal azo-
Todas las incógnitas deben entrar en el cam- te. contra esta sorprendente imapen de la gue-
no de las investieaciones. La investigación in- rra. De Homero y de Tito Livio a las crónicas
cluve en sí misma el concepto de que existen 'atinas y del Medioevo. se repite la misma
elementos ocultos o complefamente insesnecha- interpretación : la causa de la peste son hom-
dos. y por lo tanto muv lejos de sus últimos bres malos que esparcen veneno. Diana Cassio,
efectos. Y de souí resul'a evidente nue las i l decribir la peste del aiio 189 D J., cuenta
causas de la guerra no oueden consistir en he- que por todo el imperio habia esparcidos, a
chos tan notorios v estudiados como son los re- sueldo hombres maléficos. aue por dinero es-
ferentes^ a la iniusticia social e,n el camno de la parcían por todas partes agujas envenenadas.
producción econòmica, ni en la« condiciona
resultantes de una "uerra pasada. Son estos {Continuarà en elpróximo número).
efectos sociales manifie^tos reconocib'es oor h
NINOS MONTE5SORIANOS
O R E S T ES
o. . mejor .dicho, no tenemos otro problema que
Recuerdo el primer dia que entre en la permanecer limpios de aquellos pecados capi-
clase, que desde la apertura de la escuela, es tales que, como la soberbia, pueden ofuscar
decir, desde hacia tres semanas, estaba aban- nuestra sensibiüdad y hacernos incapaces de
donada a si misma. Encontré a todos los ninos recibir de los ninos la luz que de ellos emana.
inquietos. agitades por aquel abandono, exci-
Para mí no era un problema. Esperé. Pasó
tades por aquel bello material que ejercía sobre
una semana. pasaron dos, pasó un mes ; Ores-
ellos una múltiple fascinación, però que, falto
tes, siempre en el mismo lugar, me seguia con
del gesto revelador del maestro, no alcanzaba
los ojos; miraba a los otros ninos. dibujaba,
a satisfacerles. - - •" j
escribía algun pequeno pensamiento florido que
Solitario en medio de aquella inquietud, brotaba de su fantasia.
Orestes, nuevo entre los demas alumnos, que Ejemplo: Mi hermana se llama Rosaluce.
ya habían pasado juntos un ano. miraba en Pero este nombre es demasiado bello para ella
torno suyo con un ànsia íntima vibrando en que es tan traviesa.
el fondo de su alma ultrasensible
Había aprendido a leer y a escribir fàcil-
Tenia siete aiios, pero sus padres no le ha- mente con Iss letras esmeriladas que su madre
bían enviado antes a la escuela porque temían le había dado algunos meses antes. apenas tuvo
que la escuela corriente, con el tumulto de conocimiento del Método y de sus medios mas
maestros y niiios y con la obligación de mar- elementales.
char todos al mismo ritmo, casi hubiera sido Me pareció que le. tenia un horror sagrado
una violència brutal a su ànimo de artista, pen- a la. aritmètica.
sativo y meditabundo. Sólo cuando se abrió en
Me pareció he dicho.
aquel íugar la escuela Montessori se decidie-
ron los padres. trémulos de esperanza, a en- Estàbamos ya en el segundo mes ; un dia,
viar a ella a su hijo. rodeada de un grupo de ninos. fabajaba yo
lenta y grave con los materiales de las perlas.
Cuando comencé a vivir con aquellos ninos, Formaba grupos de unidades, decenas, cente-
obediente. a sus deseos que surgían de una nas. Los unia: unidad con únidad : decena
íntima necesidad. Orestes me seguia con la con decena j centena con centena. Contaba:
vista, al principio con un vago temor de que uno... dos... diez. Cambiaba el grupo de pe-
mi autoridad viniese a turbar su vida íntima quefias perlas redondas por una decena... y
creadora ; pero cuando vió que aquella auto- continuaba contando las unidades restarites.:
ridad no existia y que yo me sentaba sucesi- una... dos... seis... Después las dec.enas... La
vamente entre los ninos que me llamaban, y, suma era laboriosa, larga. lenta ; pero, eviden.-
parca de palabras, lenta y analítica en el gesto, temente. llenaba de satisfacción y de gozo a los.
abría las puertas de revelaciones cienfíficas, ninos.
mostrando el uso de los materiales, Orestes
nos miraba, ya a mí ya a los compaiieros con- Orestes miraba desde la mesa vecina. Ya no
fiados, atentos, felices y laboriosos. Sentado me miraba a. mí, ni a sus compaiieros, ni a
siempre en el mismo sitio se limitaba a mirar. las hojas de papel que tenia delante. Observa-
No me llamaba ni pedia nada. ba sólo mis dedos y las perlas que ellos agru-
paban o cambiaban. El interès se. despértaba
Solamente, con alguna boja de papel de colo- en él. Los «números», aquella cosa temida y
res delante. agitaba entre sus peouenas manos fastidiosa, le parecía de súbito fascinadora, ma-
el làpiz negro, y, de cuando en cuando dibu- terializada así en aquellos pequenos objetos. be-
jaba castillos. montanas, mares y campos. Era, lles y cientificamente perfectes. Se levantó de
decididamente, un pequeno artista. su silla y se acercó. Ye proseguí. mas lenta,,
iSe habría podido adaptar nunca su mente mas clara, contando solamente, sin anadir otras
al estudio positivo que la necesidad de los cur- palabras. La pequena faz se iluminaba; go-
sos regulares requieren? zaba él también. Aquel nino que yo había visto
Este era el gran problema de sus padres, hasta entònces casi siempre triste, se ilumina-
que se sentían incapaces de forzarle, y que, al ba con una sonrisa de placer. Hubiera deseado
mismo tiempo, no querían hacer de él un ex- que en aquel memento hubiera estado presente
traviado. su madre, que al entregí^rmele me había dicho:
Para mí no era un problema. Nosotras, las «Procuramos que no ie falte nada ni material
montessorianas. ante los ninos en su esponfa- ni espiritualmente, pero no es un nino feliz.)>.
neidad todavía pura, no tenemos problemas; Y en aquel memento Orestes era feliz.
Miraba àvidamente, sonriendo, iluminado el luego a los limites normales ; se interesó por
rostro por un placer infinito. Y cuando yo íer- las fracciones y poco a pooo asimiló todo el
miné, él tendió sus manltas finas de artista y material de aritmètica y geometria.
pregunto con trémulo e intenso deseo ; A l ballar el equilibrio halló el gozo, la ale-
« i P u e d o hacerlo yo?» gria. En sus cuadernos de pensamientos libres
No deseaba otra cosa. Le cedí el sitio, y en se reflejó todo su espíritu de observación, como
silencio me situé detràs de él, para asistir. vi- la fantasia, como la risa infantil, y, también,
viendo su placer y meditando sobre el miSmo. el humorisme sereno.
Ejecutó todas las series perfectamente y con En los tres arios que permaneció en la es-
concentración, y se echó a reir fuerte al final, cuda Montessori su inteligencia no dejó de dar
tan fuerte que, asombràndose por un momento nuevas flores, en un devenir continuo que no
de sí mismo y de su risa, miro en derredor, FC detenia jamàs.
como preguntàndose si era él mismo quien Del cuaderno escolar pasó al periódico. Dis-
liabía reido así. tribuyó hojas entre los companeros y les dijo:
Vió como algunos de sus compafíeros levan- « e s c r i b i d , dibujad, haced algo bello. Yo tam-
taban la cara de su trabajo para miràrle con bién escribiré y escogeré y compondremos un
inteligente complacencia y se sintió feliz por periódico». Y los pequenos colaboradores tra-
haberlo sido tanto. hasta el punto de expre- bajaron j fueron corregides, examinades y auxi-
sarlo fuerte. liades. El hizo la portada sobre la que puso:
Y comenzó a trabajar de nuevo con aquel í(Ore&tçs del Bueno. Director Responsable.» Y
material que le parecía haber deseado y bus- con arreglo a su deücado cargo, escegió, eli-
cado siempre. minó, unió y cesió les trabajes y me presentó
Recomenzó una y otra vez, por todo aquel completa aquella obra de personas mayeres. Ne
dia y el siguiente ; por toda la semana, por todo me lo volvió a pedir. Para ellos había pasado
el mes. v les nines siempre miran hacia el pervenir;
No dibujaba ni fantaseaba màs. Ya no se prento se oouparon en hacer el segundo núme-
veia aquel ànsia indistinta sobre el rostro in- ro y ahora estamos en el sexto.
fantil, sino una viva alegria. La alegria de Libre creador de labores varias v múltiples
apagar su sed en una fuente hasta entonces Orestes es tan rígide observador de las pràc-
desconocida. de alimentarse de una cosa que ticas religiosas como de las actividades de la
le faltaba para el perfecto equilibrio de su cre- Obra Nacional Balilla. porque siente que su
cimiento intelectual y espiritual. auto-fermación tiene el deber de _ considerar
^Qué, sino su mism? naturaleza y la obe- como su màxima finalidad el ser digno de su
diència a una ley divina. le hacía buscar así, religión y de su pàtria.
àvidamente, aquello que necesitaba? Orestes no està ya en la escuela Montessori,
Del material de las perlas pasó a los sucesi- porque al llegar a les diez afios y habiendo su-
vos, con alegria viva y juiciosa, y sólo después perade felizmente el examen correspendiente,
de algunas semanas. satisfechas las deficiencias entró en el Instituto.
« sufridas» hasta los siete afios, volvió a alter- Las grandes y severas aulas, los bancos altos
nar el estudio aritmético con su superior capa- y negres, la vez tonante de les catedràticos
cidad de artista y con todas las otras activida- son oesas un poco graves de comprender. Pero
des de pensamiento y de acción que se des- Orestes no ha desmayado. Fuerte y equilibra-
arrollaban en la clase. Sin embargo, durante do por un desarrelle intelectual. espiritual y
todo el aiio rnostró preferència por la aritmè- moral, que ha obedecide a la divina veluntad
tica, y después de superar, en las cuatro ope- que guia a todos los nines cuando los adultes
raciones, el límite del material, se entretenia no intervienen para desviaries. Orestes, el
en hacer operaciones que llenaban toda' la pà- màs pequene de los nuevos alumnes, es el pri-
gina dçl cuaderno; después, en el entusiasmo mere de la primera clasc. sección H . del Real
aritmético. hizo operaciones que oouparon dos Gimnasio Humberto I , de Rema. y se separa
pàginas. hasta qué me v i obligada a recurrir a de les demàs companeros per una superieridad
unas tiras de papel engomado que permitían, neta y no unitària, tanto que pedemos pregun-
aiiadiendo una hoja a otra, la prolongación de tarnos: ^artista o matemàtico? i investigador
las crecientes operaciones. Y por fin recurrió a o literato? Esperemos. El nifio decidirà del
una hoja de papel comercial para agotar el cicló hombre.
de su énfasis matemàtica en una multiplicación
con cuarenta y cuatro cifras de mulliplicando AMAMA ACNI.
y trece de multiplicador.
i Verdadera explosión aritmètica! Volvió Mayo 1934-Xn
E L PERIODO S E N S I T I V O
E N L A ENSENANZA D E L A GEOGRAFIA
Una vez màs, el descubrimiento del perio- meras lecturas de caràcter científico, se deja-
do sensitivo, en el cual ©1 nino corre con todas ba a la iniciativa y a la actividad de la maes-
las energías latentes de su espíritu investiga- tra, la cual no siempre sabé o quiere ocu-
dor, hacia una conquista especial de la cultura, parse.
ha revelado como los materiales que la Doc- Mas he aquí qiue los ninos mismos se con-
tora Montessori indica para satisfacer las ne- virtieren en colaboradores de la maestra e in-
cesidades de este periodo pasajero y el modo vestigadoresí en el ambiente de les materiales
de ofrecerlos, corresponden perfectamente a su que servian a su curiosidad.
Hnalidad. No siempre era fàcil averiguar de donde
Tales materiales provocan. si se ofrecen a conseguían encontrar tantes tipes de mapas, de
liempo, una maravillosa repetición de fenó- pianos de ciudades, tablas sobre la densidad
menos espontàneos, y aquella nunca bien exal- de la peblación, sobre los productos, e t c , por-
tada Resta del espíritu que es la ((explosión» que la maestra los recibía como una oferta
de una conquista determinada en las escuelas anònima que se encontraba sobre la mesa don-
Montessori. de se reunían estos materiales. i Un nino llegó
He tenido el privilegio de asistir a la «fies- a presentar un mapa de Itàlia de los tiempos
ta» del ingreso en el severo domànio de la his- del Dante!
toria de una clase entera (Escuela Montessori El amor apasionado por una nueva clasifica-
—aneja a la Escuela Josué Carducci—del Go- ción de nombres, erientaba su interès, su
bierno de Roma. Profesora : Senora Angelina atención y su destreza hacia aquel único punto
Traversa) compuesta de nines y ninas de seis que absorbia su atención y su fantasia.
a siete afí os, edad en la cual, en las escuelas Pronto Menaren las rúbricas con los nombres
corrientes, sus companeros afrontan aún, muy de todos los países de la tierra, y los cuader-
frabajosamente, la conquista del alfabeto. Aquí nos de dibujo cen los mapas de regiones y de
en cambio. nuestros afortunades ninos, traba- naciones, de mares y ríos, casi todas trazadas
jan por medio de materiales y realizan abs- de memòria.
tracciones que corresponden a un programa de Nació luege el desee de utilizar estes ceno-
cultura de la s^gunda clase elemental avanza- cimientes trazando itinerarios de viajes, si-
da, y, ademàs, han satisfecho la sed de lec- guiendo herarios ferroviàries, y, complicando
tura, que en ellos es vivísima, haciendó estu- las cosas cada vez màs, estudiós de cambios
diós yarios que no forman parte de la segun- de trenes, coincidencias. etc. La maestra com-
da, sino de las clases superiores. prendió a tiempo, con una intuición que resulto
Por ejemplo: han aprendido un número in- exacta, que aquelles nines, así preparades,
finito de nombres geogràfleost y los han sabido podrían emprender también el estudio de la
encontrar en los mapas, y se han apasionado historia. Hasta el momento uadie había osado
de tal modo los ninos en esta clase, perfec- hacerlo con ninos tan pequenos, ni siquiera en
tamente Montessoriana, que se han convertido las escuelas Montessori.
en colaboradores de la maestra en la busca Siguió, naturalmente. la via analítica indi-
de los materiales necesarios. cada en el método, y presentó breves resú-
Quien penetra en nuestra labor, encamina- menes de los hechos referentes al periodo en
da a la elevación del nino hacia una actividad el cual deseaba interesar a Jos ninos: el de
capaz de desarrollar los maravillosos talentos la guerra europea. Preparó una cuidadosa cla-
que natura ha puesto en él y que Ja sociedad sificación de nombres de generales, personajes
no ha podido sofocar aún en estos primeres políticos y artistas màs famosos de la épeca ;
afios, realiza una experiència dolorosa y cada nombres de lugares históricos y cèlebres por
vez màs vasta ; paso a paso, de la simple or- hechos de armas importantes, empresas herei-
ganización de los movimientos musculares, cas, desastres y cenquistas.
pasa a organizar la vida intelectual del nino. Colocó entre los demàs el mapa de Europa
En el mundo del adulto no existe nada que antes y después de la guerra mundial ; el de
sea utilizable para el nino. Los bellos mapas Itàlia antes y después del frente de los aliades
de colores vives, bastante grandes para ne y de les imperiós centrales, y del frente italo-
fatigarle con la búsqueda de un nombre nuevo, austriaco. Todo fué leído, estudiado y cepiade
son demasiado preciosos para que se puedan repetidas veces y se multiplicaren también los
poner a disposición de su vive desee de usar- disefies, junto con pequenas compesiciones
ies. Ni, hasta ahora, la impresión de cartas sobre la gran guerra. Un nino emprendió la
geogràficas estudiadas y trazadas para el estu- tarea de escribir un libro, y sobre las cubier-
dio del niiio en su periodo sensitivo, ha estado tas, entre dibujos de canones y aeroplanos, es-
organizada en la fabricación de materiales mon- cribió el titulo: «Historia de la Guerra Euro-
teserianos. Esta parte, junto con la de las pri- pea».
El interès suscitó también- esta vez la cola-
boración en la investigación de materiales para ha de recenecer que no son tan despreciables...
satisfacer la nueva sed de saber, y llevaren a Este descontento, este control de la pròpia
la escuela retrates de los personajes cuyos actividad, demuestra que ha nacide una sensi-
nombres habían aprendido de una manera in- bilidad artística màs fina, junte con el deseo
deleble y de los cuales ahora deseaban conocer de expresar los sentimientos en diversas mani-
la biografia. Encontraron fragmentos de las festacienes. Ella defenderà a estos niiios del
crónicas de la època, cantes, peesías e himnes peligre de detenerse en una producción aun
guerreres. imperfecta ; se tiene de esto la prueba evidente.
El nireve interès estaba en asociar al cono- Su maestra ha sabido apreciar también esta
cimiento de los mapas de un país las noticias sensibilidad, que revelaba como la clase entera
de los hechos importantes que en él se hubie- se había elevado hacia nuevas posibilidades.
ran desarrollado y quien los había prevocado La maestra siguió un dia a les niiios al jardín,
o dirigido, y tede esto mantenia la atención del dende se paseaban mirande las plantas, y cortó
niiio en una cencentración profunda. algunas hojas, eligiendo entre diversas espè-
Una manana, la clase entera esperaba la cies de plantas y se las hizo observar, reve-
visita de la Doctora Montessori. presente en Idndoles sus características: pesición del pe-
Roma para asistir al Congreso, y que ya habia dúnculo de las venillas, etc.
entrado en la estancia vecina ; con impacièn- Todos velvieren a entrar inmediatamente a
cia especial la esperaba uno de los nifios que clase y los cuadernos de dibujo se Menaren de
mós se interesaban en la risforia. Pere cuan- hojas, temadas del natural con mano hàbil y
do, finalmente, eniró la Doctora, el nine se una sorprendente exactitud en la reproducción
habia concentrado de nuevo de tal manera en Heles aquí de un golpe lanzados por el sendero
su trabajo, que no se dió cuenta del movimien- que ha de cenducirles a la perfección en el di-
te causade por su llegada entre los niiios que bujo, del cual han sentido la necesidad cuando
se adelantaron a su encuentre. La Doctora es- han queride expresar las nuevas ideas que el
tuvo en la clase algún tiempo y luego salió. y munde de la historia había suscitado en su
el nifio aún conlinuaba su trabajo. Llegó un imaginación.
momente en que, como quien se despierta de Y he aquí también demestrado. detallada-
un sueno, se acordó de la llegada qme estaba mente, per episodies que se han repetido en
esperando y preguntó a Jos companeros • ((Pere, el curso de peces dias, no màs de una quin-
c-ne viene la doctora?» Se quedó atónito al ver cena, ceme una conquista profunda, por ha-
ceme Se reian de su pregunta. ; La Doctora berse cumplide en el període sensitive exacte,
habia ya venido y se había marchóde! puede traer censecuencias insospechadas,
elevando a una clase entera hacia un progreso
Ademas de una intensa cencentración, que indefinido. Esta experiència deberia iluminar
bastaria por si sola para deimesirar el interès la cenciencia de las maestras sobre la impor-
espontàneo por la historia, elro hecho puede tància de que sus ebservaciones y su sensibili-
atestiguar el amor apasionade con el que todos dad se ballen prontas a ((seguim al niiie. Elles
han acogide la nueva conquista; y es la rique- solos indican el momente en que quieren avan-
za de las producciones ofrecidas: todos quie- zar, y si son comprendidos ayudan con su acti-
ren dibujar y escribir sobre argumentes histó- vidad, que ne ve limites ni obstàculos al des-
ricos, y al mismo tiempo son celosisimes de ahoge de un sincero amor per el ambiente, y
sus oreaciones que esconden o desechan inme- encuentra en sí su propio alimento ; e. al me-
diatamente con una severa autocrítica. La nes, colabera eficazmenie en su busca.
maestra recoge los desechos de esta preduc-
ción en los cestos de papeles y muchas veces
LINA TRAVERSO OLIVERO.
Advertimoí que al ohjeto de informa?' a ituestros lectores de cuanto les jíiueda intt-
resar acerca de la afilicación del sistema Montessori: indicaciones, firdeticas escolares,
orientaciones. etc, la Revista M O N T E S S O R I aire en sus fidginas una sección deno- •
minada C O N S U L T O R I O , donde hallard resfiuesta aclaratoria toda pregunta que a
los fines indicados se nos dirija.
Deparfameuto co-
rnspanGiente a la
exliibiclón de los
trabàjós de los ni-
nos de las «Esfiíe-
las Montessori de
St. Georges» y del
«Convento- de la
Asunción, Londnr.»
•Ninos demostrando,
ante los concurren-
tes, los ejercicios
pràcticos con el
material
Sefïor Director de la Casa Editorial Ara- adulto debe limitarse a favorecer este desarro-
luce. — Barcelona. Hó, slin precipitarle ni torcerlo. Todo su méto-
do se funda en este principio, del que se deri-
van también todas las ramas del mismo. De
Sefior: Tengo el honor de acusarle a usted lo que resulta, que descubrió paso a paso, no
recibo, con la expresión de mi gratitud, de su un método nuevo al que pueda suceder un dia
carta del primero de febrero y del envio de otro màs moderno, sino el Método por excelen-
las dos magníficas obras de Mad. Montessori: cia, el de la Naturaleza. o mejor aún el del
Psico-Aritmética y Psico-Geometría. Las he Espiritu en contacto con la Naturaleza y sus
esiudiado con la mayor atención y he escrito Leyes. ESta es la razón de que, semejante mé-
una Memòria que he enviado a la revista «Pour todo produzca, bien aplicado, resultados estu-
l'Ere Nouvelle» y sin duda serà publicada pro- pendos. En comparación con los erróneos resul-
ximamente. tados pretéritos, el nifío se halla al fin en si-
Me pide usted mi impresión sobre dichos l i - tuación de conocerse, de formarse a sí mismo
fc'os y referente a la modernidad de los mis- Es curiosísimo, que lo que nos parece sencilli-
mos. Mi impresión sobre Mad. Montessori la rimo a nosottos. los adultos. resulte complejo
conocerà usted quizí por mi largo articulo bio- para el nino, menoscabado por métodos erró-
grafico referente a la misma, aparecido en la neos. A l contrario, lo que nos parece sencllló
«Revue suisse d'educatión» en 1932. En caso a nosotros, en virtud de ese cambio de las oo-
contrario y si le interesa, podria prestarle un sas. del que las manos son un simbolo, resulta
ejemplar. Pongo a Mad. Montessori por en- para el nifío extremadamente sencillo.
cima de todos los pedagogos contemporàneos.
^.olo ella presintió que el problema esencial Le repito, muy sefior mio, las gracias, v le
ccnsiste en dejar que el nifío se forme DOT si saludo con mi mfe sincero afecto.
mismo. de dentro afuera. parecidamente a una AD. FERRIERE.
planta al desarrollarse, y que la misión del La Sallaz Sur Lausanne, 11 de enero de 1935.
FECHA MEMORABLE
C o n t i n u a c i ó n de las Conferencias pronunciadas en Barcelona por la D o c t o r a M o n t e s s o r i
con motivo del X V I I I Curso Internacional
,Este período de entusiasmo constructivo, que tan familiares de Eugenesia y Puerirultura. Pero
nosotros hemos descubierto en los ninos, el fi- cuando nosotros decimos educación nó quere-
siólogo holandès De Vries, lo estudió en todos mos decir higiene. Educación es una cosa bien
los seres libres; y encontró también que exis- definida de la que no conviene apartarse, pues
te en ciertos y determinados períodos de la vida de otra manera nos saldríamos de nuestros l i -
y que después desaparece completamente, y mites y no sabriamos distinguir entre una cosa
de aquí se deduce la necesidad absoluta, para y la otra. Si se dice educación se debe entén
la vida futura, de aprovechar los citados perío- der educación en un sentido preciso, preferen-
dos de sensibilidad. Por ejemplo, observó que temente dedicado al cuidado psíquico del in-
algunas larvas eran especiaimente atraídas por dividuo. Y para que podamos ejercer esta cura
la luz, pero que esto ocurría solamente en los psíquica es preciso que en el individuo exista
primeros días de su vida, cuando su organismo una vida psíquica.
tenia necesidad de un alimento especiaimente iExiste una vida psíquica en el recién na-
tierno, qote sólo se encontraba al extremo de cido, o, cuando puede comenzar a considerar-
ias ramas de los àrboles j es decir, las mas so- se la vida psíquica del nino de un modo tal
leadas. Otros seres eran atraídos por el olor, que se pueda hablar de intervención educa-
otros por los colores ; pero en todos los casos dora?
al desaparecer la necesidad desaparecía también
la sensibilidad especial. Es evidente que precisa partir del concepto
moderno de la pedagogia que dice • Es nece-
; Cuàntas veces se expresa la admiración por sario ayudar al desarrollo psíquico del nino.
los insectos que van a buscar lo necesario Es, pues, en este sentido en el que se debe
para, el desarrollo de su vida ; cuantas veces se tomar el concepto: «Ayudar el desarrollo psí
oye alabar el instinto que les empuja en su quico del nino desde el nacimiento, apartàn-
busca! iPero. que es esta fuerza imrelente dose del otro concepto anticuado, que consistia
sino una satisfacción de las pasiones de! mc- en dar cultura, pues es evidente que este con-
mento. por las cuales el ser en via de evolu- cepto «dar cultura», no puede ser el que con-
ció.! es conducido a la formación del indivi- duce a ayudar el desarrollo psíquico del nino.»
du©? Si nos imaginamos (no se debería imaginar,
Si esto es verdad en todos los seres libres, sino solamente, observar, probar, pero muchas
i p o r qué extrana ley habría de estar el hombre veces imaginar es dar a nuestra mente una
privado de esta facultad? Son solameste las orientación que nos ayuda a penetrar un con-
ideas preconcebidas las que impiden a la Hu- cepto positivo y nuevo ; por esto digo imagi-
manidad ver como tales estàs necesidades de nar), que el nino tuviera una verdadera vida
los ninos ; la persuasión de que son los adul- psíquica desde el nacimiento, esto puede ser
tes que tienen la «responsabilidad y el de- concebible hoy que se hace una distinción entre
ber» de plasmar a este ser sin fuerza para que conciencia y subconciencia y cuando esta idea
haga aquello que ellos piensan que debe ha- del subconciente Ileno de impulso y de realidad
cerse para su desarrollo intelectual y moral; psíquica ha entrado entre los conocimientos
y no advierten que siguiendo el camino que casi populares de nuestro tiempo.
siguen, de reprimir las necesidades y de impo- Quizàs no la conciencia pero si la vida psíqui-
nerle un programa de vida que ellos creen idó- ca. Quizàs no la conciencia. porque la concien-
neo. cae en una violència que puede desviar el cia a la construcción del individuo que comien-
sano desarrollo del hombre y hacer nacer en él za psíquicamente a vivir, poniéndose en rela-
caracteres defensivos. que son la enfermedad y ción con el mundo externo. Si nosotros—digo
la deformación psíquica, que la nueva psiquia- —nos imaginamos que el nino posee una vida
tria ve como tara común de todo el género hu- psíquica verdadera y que elabora su concien-
mano. cia poniéndose activamente en contacte con et
Otra afirmación de la pedagogia màs moder- mundo_ externo, veremos una cosa que debe
na es aquella que dice: La eduaación debe impresionarnos mucho. Veremos un alma apri-
rfa comenzar desde el nacimiento. La medicina sionada en la obscuridad, que hace esfuerzos
asociàndose a un concepto parecido, dice màs para salir a la luz, para nacer. pàrà crecjr à
aún : La educación debe comenzar antes del expensas de un ambiente, ambiente que no
nacimiento. Y estàs afirmaciones, màs bien està preparado para secundar este hecho gran-
que a una nueva realización pedagògica, han dioso del esfuerzo del hombre que entra en et
dado lugar a una realización higiènica o mè- mundo con un alma que quiere expresarse y
dica que todos conocemos bajò los nombres hoy que aún no tiene los medios para ello. Nos
13
enconiramos entonces ante este esfuerzo difí- der, pero para los cuales debe ya prepararse,
cil sin saber auxiliarlo y quizàs poniéndole obs- pues dos meses después comenzaró a pronun-
tàculos. ciar las primeras sílabas. Pero mucho, mucho
Para poder interpretar, por las manifestacio- mas adelante, o por mejor decir, mucho mas
nes reales, una vida psíquica activa en el nino atràs, hacia el nacimiento, se puede retroce-
pequeno, es necesario estar dotado de una fa- der si se considera la vida psíquica desde este
cultad de observación muy fina, puesto que punto de vista, es decir, la posibilidad de ob-
precisamente lo que le falta al nino es el medio servar el ambiente y de recibir imàgenes cla-
de expresión. Pero nosotros tenemos hoy la ras; y también el heche de sentir la comunidad
suficiente experiència para poder dar alguna con otros sereS vivientes y la necesidad del
prueba convincente de la realidad de esta vida nino de reclamar su atención sobre sí mismo.
psíquica. Durante cierto tiempo, cuando se Tenemos la experiència anecdòtica de un
iniciaren estàs observaciones, se creyó, todos nifie de tres semanas de edad, el cual, en su
lo hemos creído, que la vida psíquica del niiío casa de la que aun no había salido, había visto
comenzaba a los seis meses, pero de un modo dos hembres parecides entre si, slu padre y
tan intenso, que varios pedíatras han adver- un tío. Les había visto siempre separades el
íido disminuciones en la vitalidad de les infan- uno de etre, y un dia al verlos a los des juntos
tea de seis meses, los cuales no eran atendidos hizo un gesto de espanto, de maravilla, como
en sus necesddades psíquicas, vma disminución diciende: «N'o sé». Quizds comprendería ya el
de la vitalidad, una astenia que producía tam- número, la unidad y la multiplicidad.
bién una disminución en las resistencias fisio- Es una cosa, hoy muchas veces observada,
logicas contra las enfermedades, hecho que. con que nines muy pequefios, quizàs de tres me-
palabra pobre, se podia denominar, el fasti- ses de edad, ebservan las imàgenes y las aso-
dio y la tnelancolía del pequeno nino incom- cian ; por ejemplo: los cuadros representando
prendido, y que ha sido comprebade por he- frufas de un comeder, asociadas a las frutas
chos positives observades. verdaderas que ven sobre la mesa y a los mo-
Pero centinuande estàs observaciones se ha bimientos que las personas hacen para comer-
podido ascender hasta mucho màs alto. Por las. Yo he observade en un nino el hecho sin-
ejemplo: se ha advertido que a los cuatro me- gular, de que viendo pinturas de flores y de
ses el nino presta una gran atención a la boca otros nines, trataba de oler lad primeras y bc-
del adulto que habla. Evidentemente, se sien- saba las segundas.
te atraído, como en un período sensitivo, hacia
estes movimientos, que aún no sabé compren- (Continuarà en el próximo número.)
C O N S E J O S A L A S MAESTRAS
p o r la D o c t o r a M o n t e s s o r i
Con el fin de estudiar el méiodo Montess^-j Durante las últimas vacaciones de Navidad,
de una manera pràctica, y poder conocer todo tuvo lugar en Delhi, el Congreso Pan-indiano
el material tal como la Doctora lo ha creado, de la «Federación de Asociaciones de Educa-
procedente de Santander ha llegado a Barcelona ciónn. Los temas desarrollados durante esta
la profesora Srta. Angeles Roiz, por indicación reunión fueron: "Método Montessori», «Edu-
del inspector de l . " ensenanza de aquella pro- cación de los padres» y «La Escuela de Pàrvu-
vincià y entusiasta montessoriano seiior J. An- los».
gulo. Dicha profesora, con el permiso de la
Comisión de Cultura del Ayuntamiento, h a r í
pràcticas durante tres meses en el grupo esco-
lar Municipal Montessori de la «Casa de los También durante las mismas fechas navide-
Ninos», bajo la dirección de la directora de nas, tuvo lugar un cursillo de propaganda mon-
aquella institución Srta. Canals tessoriana en la Escuela Normal Montessori de
Londres.
»»•
Asimismo, y con idéntico fin, empezarà sus
estudiós prúcticos sobre el método Montessori Ha tenido lugar en Edimburgo (Escòcia),
la sefiora Onoz, hija del secretario de la Cà- una rtunión de !a división escocesa de la Aso-
mara de Comercio inglesa en Barcelona. ciación Montessori de Inglaterra, bajo la pre-
sidència de la senorita Margarete Drumond. En
dicho acto pronunciaron unas importantes con
ferencias, ademàs de la Srta. Drumond, la se-
Con motivo del curso que ha de dar desde sep-
fiora Murray Mac. Bain, editora de «Child
tiembre a diciembre del presente afio en In-
Education». Uno de los concurrentes, miem-
glaterra la Doctora Montessori, ha sido aplaza-
bro del Consejo Directivo de la Asociación.
do hasta principio del 1936 el Curso Hispano
disertò en su conferencia, acerca de la música
Americano, que tendra lugar en Madrid.
v el niiio.
DEL LIBRO
NOTICIARIO MENSUAL DE NOVEDADES BIBLIOGRAFICAS
DE LA CASA ARALUCE Y DE SUS CONCESIONARIAS
S u p l e m e n t o de la Revista MONTESSORI
A todos los can todos los ramos del saber humano. Sea
amantes de la cualquiera su ocupación, el cargo que desem-
c u l t u r a , de la pene, sus aficiones literarias; en nuestro Ca-
ilustración y del tàlogo encontrarà las obras que han de satis-
progresoi, ofrece- facer sus deseos y predilecciones.
mos un verdade- Nuestro catàlogo forma un libro de 180 pà-
ft
ro arsenal biblio- ginas, està ilustrado con làminas en colores
casaecH^orial gràfico de un var y grabados; resena m à s de 5Ó0 títulos debi-
r a l u c c lor extraordina- damente clasificados por materias.
rio para poder A pesar de su elevado coste remitimos el
atender cuantas exigencias culturales son pre- catàlogo gratultamente, rogando únicamen-
cisas en la vida moderna, de profundo plan te al solicitante el previo envio de o'30 en
renovador. sellos de correo para los gastos de certificado.
Esta medida se ha adoptado para evitar extra-
Ponemos a su alcance un Catàlogo de gran
víos ; deseamos que nuestro esfuerzo responda
interès y utilidad que responde a todas las
al fin que perseguimos: que el catàlogo cum-
aptitudes; a su completa fonnación y perfec-
pla su utilidad prestando Servicio a quien de
cionamiento evolutivo.
él exclusivamente lo necesite.
Hallarà en nuestro Catàlogo obras que abar-
): • ' "
Pensadores '
Y ENSAÏISTAS
La joven literatura castellana cuenta con va- cepciones para conciliar las almas con el am-
liosos elementos de vanguardia, que forman el biente, las mentalidades retrasadas con lo que
núcleo de escritores cuya originalidad les ha se dió en llamar «espiritu del siglo». Sin em-
valido el titulo de ensayistas. La obra de Teó- bargo, todas ellas fueron con vistas a la u n i -
filo Ortega, titulada Sdcraíes, entra de Ueno versalidad, a dictar nuevas normas para la hu-
en dicho género. manidad en conjunto.
En tales producciones, busca el autor llegar No se preocuparen los pensadores de lo que
hasta la entraria de sus lectores para infundir- les rodeaba, de estudiar la entrafía de su pue-
les nuevos alientos, hàlitos de renovación que blo, de los hombres que vivían bajo su mism»
les impulsen hacia una via progresiva. sol, de los núcleos que por sus modalidades
Precisamente estos esfuerzos en pro de especiales requerían una adoptación particular.
una mentalidad superior y de una nueva con- Los hombres del norte, por ejemplo, deberàn
cepción de la vida individual y colectiva, se- siempre regirse por normas que diferiran de
nalan el normal proceso de los pueblos. las que aceptara el hombre del sur. El pensa-
Es una paradoja, que la idea revolucionaria dor que intente internacionalizar sus nuevas con-
sea, a veces, garantia de sosiego en un futuro cepciones, prescindiendo de las características
mas o menos próximo. propias de cada pueblo, fracasarà en su emi-
El fin esencial del pensador ha de consistir pefio.
en adelantarse a los hechos, presentirlos, pre- En esto radica el mérito de los ensayistas
parar a una selecta minoria y poner como re- como Teófilo Ortega y los que con él com-
sultado final a la sociedad en condiciones de parten la misma escuela. Partcn de lo univer-
aceplarlos para una mayor perfección. sal para adaptarlo a lo particular, vacían las
Quizà las angustias de la època presente, los normas inmutables de método y ciència que
conflictós abrumadores que asfixian a la Socie- surgieron en el crisol heleno, en los moldes
dad en conjunto, obedecen a una falta absolu- espirituales de sus contmporàneos, de los hom-
ta de preparación, a un transito brusco de un bres que viven en sus regiones, que en este
ambiente milenario a otro repentino e insólito. caso son las rígidas y severas tierras castella-
Durante el siglo diecinueve, los adelanioà nas.
de la ciència modificaron la vida social desde Traducir, por ejemplo, a Enrique Ibsen y re-
todos sus puntos de vista. Surgió la electrici- presentarlo. serà en todo caso una , estimable
dad, se inventaron, finalmente, los motores l i - obra de divulgación, pero no, de proselitismo.
geros de explosión que hicieron posible la na- El alma fría de las regiones escandinavas no
vegación aérea, y el hombre se halló ante lograrà conmover el corazón ardienté de los
semejantes innovaciones, completamente inde- hijos de Andalucía, de Múrcia y de Castilla. En
fens©. De momento no comprendió en qué con- cambio, el simbolismo ibseniano fraguado al ca-
sistían ; después logró entenderlo, pero ignoró, lor del sol de Espaiia, puede convertirse en algo
y por desdicha, sigue ignorandolo aún, el al- emocional. La labor de los intelectuales de prin-
cance de tales adelantos. cipios de siglo, se limitó a lo primero. Se des-
El siglo décimonono fué un colosal construc- defió la tradición, se tuvo la pretensión de fa-
tor de maquinas, pero no supo formar hombres. bricar un alma nueva, y el resultado fué todo
La corrien te romàntica fué una explosión de lo contrario.
sentimentalisme, de la que no se libró nadie, Los profundos estudiós de los filósofos es-
ni el propio Carlos Marx, a pesar de su mate- paiioles para interpretar la filosofia alemanav
rialisme de la Historia. formaron una escuela. pero ésta no dió resul-
Cierto que, posteriormente, las corrientes tados positivos, porque no se meditaron tenien-
intelectuales derivaron en busca de nuevas con- do en cuenta el alma espaíiola. ni sirvieron, de
matèria prima para formular postulados en ar- una atmosfera límpida que no en una saturada.
monía con nuestro ambiente. En vano se pretende mixtificarla, pero, sin em-
Teófilo Ortega se basa en la escuela socrà- bargo, llega a desorientarse. La labor paciente
tica, en la «escuela de la necesidad», como en y gigantesca de perfilaria, de estabilizarla para
el prólogo del libro la llama Ramiro de Maeztu, que pueda resistir bravamente los embates que
y siguiendo sus preceptes, sus axiomas, expli- pretenden corromperla, ha de estar confiada a
ca, comenta e interpreta los problemas, las an- minorías selectas, a espíritus fuertes, que abro-
gustias, los conflictos presentes. Este ensayista quelados en el bien y en la verdad, consigan
pulcro, concienzudo, labora con materiales que despertar en ella sus características innatas.
son patrimonio de la humanidad y los forja al Distintivos que el dia que se vea aleccionada por
calor de su alma castellana, los acrisola por el ejemplo de lo que se hallan en pianos supe-
el fuego de las puras brasas del cristianismo, y riores, cristalazaràn en una cualidad que se ha
los arraiga injertàndoles en el àrbol de la tra- cometido la ligereza de negarle. La disciplina.
dición. Precisamente acató el pueblo espanol, màs
En realidad, el alma espanola no perdió, ni que otro alguno, las jerarquías, y si un dia pa-
puede perder, sus características, pero tampo- reció repudiarlas, obró màs bien a impulsos d©
co puede permanecer ajena a las tempestades fatal descorazonamiento y tristes desenganos,
que estan sacudiendo el mundo, y, precisamente, que empujado por estèril rebeldia.
por su sensibilidad, la alteran màs fàcilmente,
oomo los vapores dejan màs palpable huella en EL BACHILLER CARRASCO.
SÓCRATES
Prólogo de Ramiro de Maeztu
•;...i.-i;·5r·· -.'. / • •••V-.i -.·r·> : ..«,'V- .••.•.:Xl.'')> ÍU tub
Portada y retrato del autor por Esteban Abril
(Biblioteca Menéndez y Pelayo III)
TIOFILO
vODTZGA
Cuanto pueda referirse a los conocimienios mas cerebros en la ignorància, que agua de los
antropológicos y de patologia nerviosa y men- ríos en el mar.
tal le la infància y de la adolescència, tiene un De igual manera que cada enfermo es un caso
primordial interès, porque. precisamente es la patológico distinto, cada niiio es un tipo espe-
base inconmovible en que debe apoyarse la se- cial psíquica y fisiológicamente, al que es pre-
lección de una raza. ciso trotar de manera adecuada.
Los pueblos fuertes, que han figurado a la Los propios sistemas de ensenanza habrían de
cabeza de las naciones, imponiendo leyes y tra- ser distintos en unas u otras localidades.
zando nuevas normas al proceso colectivo, lo t-Podràn permanecer con igual atención tres
han sido lo mismo por su vigor físico como por o cuairo horas seguidas, los ninos de las regio-
su potente mentalidad. Los ejemplos de Roma nes brumosas que los acostumbrados al sol ra-
y Grècia son clàsicos. En Oriente ocurrió lo diante y al cielo siempre azul? ÍNO se conver-
mismo, y si Pèrsia iriunfó de egipcios, medas tirà para muchos de ellos en tales condicionçs,
y babilonios, se debió precisamente a su for- la estancia en la escuela, en castigo carcelari'o?
taleza fisica y moral. Cuando la perdió, cayó Existen temperamentos retraídos, meditabun-
inexorablemente bajo el yugo macedónico. dos, misàntropos, para los cuales la labor men-
La vida infantil tiene un ritmo propio, inal- tal persistente, es un agradable pasatiempo.
terable, que es preciso seguir para diferenciar Otros, en cambio, nerviosos, frívoles, travie-
a los ninos normales de los anormales y proce- sos, reqnieren el estimulo constante.
der en consecuencia. Desde luego que la pala- Platón en su Acadèmia distinguía a semejan-
bra anormal en este caso, quiere referirse a los tes grupos, refiriéndose a los que necesitaban
ninos inadaplables al medio que se pretende so- freno y a los que requerían espuela.
meterles. Cuando entre los alumnos, se observa a al-
Mezclados unos con otros, los normales se guno de mirada vaga y distraída, sin curiosidad
contagiaran, y los anormales se perderàn irre- ni estimulo, que no habla con el de al lado por
mediablemente para toda labor útil. temor al castigo, pero tampoco trabaja aún
arrostrando el riesgo del mismo, la cuestión està
La observación ha de ser el arma mas po-
clara. Aquel deberà ser objeto de una aiención
derosa.
especial.
El escenario de los ninos es invariable, pues
no tiene otro plano donde manifestarse con ma- La voluntad atrofiada puede ser estimulada
yor claridad y franqueza, que en la escuela. en circunstancias especiales, pero de otra for-
En esta etapa inicial de la vida colectiva, re- ma, acabarà por anularse en absoluto. De ahí
presentan una comèdia de imitación con arte surgen los celos, las envidias, al considerarse
admirable. postergados. gérmenes de rebeldts sistemàti-
cos, de amargados y aún de futures delin-
El amor propio^ la emulación, la envidia, la cuentes.
temeridad, la hipocresia, la mentirà, la adula-
Es preciso tener, asimismo, en cuenta el
ción, la majeza, los gérmenes de todas las pa-
factor sugestión.
siones, lo mismo nobles que bastardas, se al-
La sugestión bien encauzada y con suma pru-
bergan con terrible disimulo en las almas in-
dència, puede dar por el estimulo, admirables
fantiles.
resultados, pero, de otra parte, puede propa-
La labor del maestro habrà de dirigirse a la gar las inclinaciones nefastas como el viento una
observación de las expresadas manifestaciones mala semilla.
para anular las nefastas y canalizar las positivas. Asimismo existen ninos precoces y ninos re-
Según Ramón y Cajal, se pierden en Espana trasados, aun dentro del cuadro de los absolu-
tamente normales. Tampoco podran someterse a trabajar por semejantes inútiles, pues si a la
unas mismas disciplinas si no se quiere córrer misma le asiste el derecho de castigar las trans-
e! riesgo de atrofiar a unos y agostar a otros gresiones o delitós que pueden cometer, està
cual lozanas plantas en flor bajo el azote del obligada, no obstante, a velar por las necesi-
cierzo. dades de su vida.
Por todas estàs circunstancias, es preciso un La selección cumplirà por consiguiente, una
estudio de la Antropologia y de la Patologia misión preventiva, serà un seguro social, un
mental, aplicadas a la Pedagogia. De la misma minimo esfuerzo comparado con el que repre-
manera que en la Fitotecnia se seleccionan las senta haber de soportar la carga de legiones de
semillas destinadas a las siembras, deberà veri- anormales, de descarriados incapaces de pen-
ficarse una selección anàloga en Puericultura. sar y de luchar por si mismos, como seres và-
Cada nino deberà ser educado según sus apti- lidos y conscientes.
tudes reales o posibles. En este segundo caso Para esia misión social, tan indispensable
serà ineludible deber, convertirlas en efectivas. como las màs elevadas disciplinas de la Peda-
Todo anormal fracasarà en su lucha por la gogia, han de ser obligado tema los estudiós
Vida, y lo que menos puede ocurrir, serà que de Antropologia y Patologia mental en cuantos
acabe sus días en un asilo. Lo màs probable, aspiren a la honrosa carrera del magisterio.
que forme familia, y un paràsito se convierta
en legión. J. P. N .
El resto de Ja sociedad se vera precisada a
P A O L O A M A L D I
E l e m e n t o s d e A n t r o p o l o g i a d e l C r e c i m i e n t o
y d e P a t o l o g i a N e r v i o s a M e n t a l
d e l a i n f à n c i a y l a a d o l e s c è n c i a
P. FÈLIX GARCIA
A l través
Al través
de a l m a s y l í b r o s
de a l m a s y líbros
por el P. Fèlix García (Agustino)
PRONOSTICA EN LA
MEDICINA
Si merece otorgarse lugar primordial a la ca- enfermo, el proceso científico de la enfermedad,
tegoria de un problema en la pràctica de la aún dado caso de ser bien diagnosticada? Lo in-
Medicina, sin duda que le corresponde a la teresante para ella, serà que el mèdico le diga
orientación pronóstica, o sea al enjuiciamiento de què dolencia se trata, cuales seràn las po-
próximo y futuro del enfermo. sibles complicaciones. la duración probable, y,
Ciertamente que la locución «ojo clínico», sobre todo, el desenlace.
que ha pasado incluso al dominio del vulgo, es El mèdico no puede eludir compromisos se-
un factor importantísimo, pero semejante ins- mejantes, y como no posee el don de profecia,
piración serà muy difícil de poseer por ciència ha de valerse de medios adecuados para pro-
infusa. nosticar con acierto. De ahí los recursos que
Se nace musico y se nace matemàtico, lo podrían llamarse detectivescos, buscando a los
mismo que se nace escultor o pintor, pero a la culpables, llàmense microbios, neoplasias, e t c ,
altura que llegó la Medicina, nadie sin cono- para batirles en lo posible, y anunciar antes su
cimientos previos serà capaz de discernir en las efecfividad y sus posibles estragos.
consecuencias de unos síntomas ni en las de- La edad, el temperamento, la climatologia,
rivaciones que los mismos puedan tener. pueden entre olras causas, alterar los síntomas
Nada màs complicado que el organisme hu- adquiriendo èstos una gravedad muy distinta de
mano, pues si bien las enfermedades son únicas, unos casos con otros, a pesar de que los fac-
cada enfermo constituye una modalidad distinta tores esenciales podràn ser los mismos.
de las mismas. La ciència del pronóstico mé- La simultaneidad de signos y síntomas llevan
dico ha de tener algo del arte detectivesco. No asimismo la confusión, y. por ejemplo, una
sólo ha de sacar consecuencias de lo palmario, hemorràgia, por ser precisamente, por lo me-
sino de lo que puede ocultarse detràs de-seme- nos a primera vista, algo claro y manifiesto,
jante videncia. Conan Doyle, el cèlebre crea- podrà en muchos casos ser algo aparatoso que
dor de la novela policíaca moderna, tenia la su- absorba la atención. y en cambio, el síntoma
til sagacidad del médico, y lo era en realidad. verdadero, menos ostensible y màs insidioso,
Si los cuadros de síntomas fuesen siempre puede pasar desapercibido.
exactos y se correspondieran en todos los indi- Por regla general, en las observaciones se
viduos por igual, la ciència mèdica podria sin- ve solamente lo que se quiere ver.
tetizarse en unos cuadros sinópticos y la tera- En un noventa por ciento de casos, los res-
pèutica se reduciría a un bien ordenado fichero. tantes detalles escapan a la atención. Según
Pero nada màs lejos de la realidad. Al descu- cierta frase del protagonista de «El Barbero de
brirse como resultado de los trabajos de Pasteur, Sevilla», que como todas las de la obra de
que todas las enfermedades son procesos mi- Beumarchais, hizo fortuna, «dos médicos tie-
crobianos, en lugar de simplificarse la cuestión, nen la ventaja de que suç enfermos les orientan,
se complicó màs todavía. El médico se ve obli- y, en cambio, los veterinarios han de poner en
gado por el pronóstico a tener en cuenta po- juego una verdadera inspiración». En esto, como
sibles derivaciones y cambios fortuitos, que en muchas otras cosas, el Figaró de la preten-
antes se achacaban a un denominador común de siosa espanolada, dice una solemne tontería.
causas imprevistas.
El enfermo no orienta al mèdico sino por caso
Acfualmente, la imprevisión en la clínica, no raro, podria decirse. excepcional. Los datos
debe existir. El facultativo se ve obligado a que proporcionan los enfermos directamente,
formular un pronóstico clínico, tècnico, cien- son, en la mayoría. falsos.
tifico, para sus futuras normas, y otro olaro, Los enfermos aprensivos, que se pasan la
sencillo, al alcance de todas las inteligencias. vida miràndose la lengua en los espejos, son
c Q u è le irà a importar a la família de un un caudal de lamentaciones y quejas imagina-
rias. Al contrario, los que se empefian en ser dudablemente, también, no puede concebirse
broncíneos, invulnerables, estan muriéndose y la Patologia sin la orientación pronóstica, que
todavía lanzan bravatas. Sus males son embro- enjuicia atinadamente. previendo y precaviendo
llos de los médicos. el futuro próximo y remoto de un enfermo.
EI médico se ve precisado a investigar, no Hay un método en Medicina que consiste en
solo la índole del mal sino la propensión del dejar a las tnfermedades que sigan su curso
enfermo a defenderse. Los hay resignados, su- natural, obrar con suma reserva y no usar la
misos, que proseguirían indefinidamente enfer- terapèutica sino para emplear recursos heroicos
mos por inèrcia. La visita del médico y la en casos decisivos.
ingestión de medicamentos liene para ellos fa- Semejante expectación sistemàtica, o sea la
tal atracción. Son los que se aprenden de me- ausencia de pronostico y medios combatives, es
mòria todos los nombres de los específicos que una atrocidad.
figuran en la última pagina de los diarios. En Dice un famoso clínico, que, el médico que
ellos las defensas estan considerablemsnte de- no cree en la terapèutica, sera mejor que re-
bilitadas, y se gozan en su triunfo cuando ven- nuncio a la pràctica de su carrera y se dedique
cen a los medicamentos mas activos. Muchos se a cultivaria teóricamente.
jactan de resistir incluso a los venenos. No puede haber expectación posible enfrente
Dejando de lado este factor moral, quedan de los enfermos, porque toda dolencia presenta
todavía o'ros importantísimos. indicaciones mortales, dieté:icas, paliativas y
El etiológioo, por ejemplo. ^Hasta que grado terapéulicas.. Curar cuando se pueda, aliviar
deberà tenerse presente? El descendienle del cuando es posible, y consolar en todos lós
tísico no habra de ser tuberculoso por fatalidad, casos, sintetiza la Medicina. Quicn se limite
pero ihasla qué punto podrà influir en su futuro a la expectación, y en consecuencia no formule
la tremenda enfermedad? el del canceroso? pronósticos, en lugar de tener fe en los'recur-
cY el del loco? sos de la Naturaleza. si acierta serà por casua-
Resumiendo, sin duda que el tratamiento es lidad.
factor esencial, que la estratègia es imprescin-
dible para atajar. impedir y combatir, pero in- REOFORO.
Orientación l'r
U f ó m o enjuiciar el futuro próximo y remoío del enfermo?)
Obra ú n i c a en l a Biiilioàrafia n a c i o n a l y e x l r a n l e r a :: Verdadera & i i a del m é d i c o p r à c l l c o
por el D r . M Rodríguez Portillo
• Ex-presidente del Cuerpo de Alumnos Internos de la Facultad de Medicina de Barcelona.
Médico-Consultor del Instiiuto de la Guardia Civil.
PRÓLOGO DEL
P r o f e i o r GARCfA DEL REAL. de la Facultad de Medicina de la Universidad Cerftral
Obra concebida tras largos aíios de convi- comprometido del arte de curar—saber vati-
vència con los enfermos; planeada con los cinar el futuro próximo y remoto del enfer-
conocimiento fisiopatopsicológicos y terapéu- mo—y, a su vez, se logra que el practico pue-
ticos entremezclados con iiinúmeros y curio- da moverse con soltura y diRnidad en el trato
sos casos personales e iluttrativas anócdotas; con los deudos del doliente, fiscales, no siem-
y desarrollada con estilo tan preciso y claro, pre imparciales, de su conducta profesional.
•que su lectura resulta altamente amena y las
descripcicmes, aún las m à s crudas, de una U n tomo de 496 p é g u i a s de texto; tama-
meridiana comprensión. no 21x15; erm una làmina alegórica de
Con la aplicación de las normas aconse- Laennec, auscultando a un tísico, en la cu-
jadas en este libro—verdadero yademecum— bierta; un grabado y cuadros sinópticos.
se convierte en fàcil el trabajo m à s difícil y Precio, 15 pesetas en rústica.
J UANXX E B R ^ N
ANTE E L LIBRO
A L G O DE SU HISTORIA blos que lo desecharon muy pronto, porque ha-
bitaban países donde la piedra era escasa o de
La invención del papel es antiquísima ; como mala calidad. Estos se vieron obligados a em-
que data del aiïo 123 antes de nuestra Era; plear otro material: la arcilla, con la cual for-
pero la escritura es mucho mas antigua toda- maban labletas que cocían o dejaban secar al
v(a ; así es que, antes de que el papel se co- sol, y en las cuales grababan los caracteres
nociese, el hombre hubc de usar otros mate- como si fuese en piedra. Los persas, los medos
riales donde poder fijar sus pensamientos por y los asirios no conocian otro papel ; se han
medio de signos. AFortunadamente para aque- encontrado escritos de esta clase que datan de
llos nuestros remotos antepasados, la Natura- mas de 4.000 anos antes de Cristo.
leza les ofrecía en abundància estos materia- Los antiguos griegos también hicieron a ve-
les. El primero que se empleó fué la piedra. ces uso del barro cocido para escribir, pero
Cuando el hombre primitivo tenia que escribir en otra forma. Cuando se rompia una vasija,
cualquier cosa, buscaba una roca que presen- guardaban los pedazos, que luego empleaban
tase alguna superfície lisa, y allí haci'a cuantos para apuntar en éllos cualquier nota u obser-
signos o figuras necesitaba para expresarse. vación del momento.
En el Holstein alemdn, en Suècia y en el La madera fué una precursora del papel tan
Asia central, se encuentran todavia muchos de sntigua, por lo menos, como la piedra. Se cor-
estos escritos en las rocas. Los pueblos asià- tóban tablas delgadas y se escribía sobre ellas.
ticos sometían éstas a una preparación especial, a veces con tintas de colores. Así dtbieron ha-
cerlo los egipcios, a juzgar por una tablilla
pulimentàndolas, para que se destacase mejor
de sincómoro descubierta en 1837 en la terce-
la escritura. Así ocurre en la inscripción llamada
ra piràmide de Menfis, y que, según los epip-
de Behistún, en un desfiladero entre Pèrsia y tólogos, tiene màs de cinco mil afios de anti-
Mesopotamia, y también estàn escritos de este güedad. Las leyes de Solón y de Dracón esta-
modo los antiquisimos edictos de Asoka en una ban escritas en grandes tablas, reunidas de
roca de Girnar (índia inglesa). manera que formaban un prisma cuadrangular,
Con el tiempo se descubrió que resultaba un atravesado por un eje sobre el cual giraban.
tanto molesto tener que ir a donde estaba tal En Roma, no sólo las leyes, sino los anales y
o cual roca escrita, cada vez que se quería todos los sucesos notables, se escribían en ta-
leer. Sin duda era màs practico escribir sobre blas, grandes o chicas, previamente pintadas de
piedras màs pequefias, fàciles de transportar o blanco. Algunas veces, en vez de las tablas « e
de colocar en sitios relacionados con lo escrito. usaban trozos de corteza de àrbol.
Tal fué el origen de los monolitos y de las pie- La costumbre de escribir en madera no se
dras sepulcrales y conmemorativas. a que tan sa perdido aún del todo. En las escuelas de
afkinados eran los pueblos antiguos. los países mahometanos. desde Turquia y Ma-
Se encuentran tantos monumentos de este rruecos hasta la isla de Joló, los niiios escriben
género, que casi no es necesario mencionar ?us ejercicios en tablillas, que hacen el oficio
ejemplos. Sin embargo, puede citarseú la piedra de nuestras pizarras.
de Falkoping (Suècia) por lo curioso de su es- También se emplearon para escribir, y se
critura, que consiste en agujeros de distinto emplean aún en Pèrsia. índia, Borneo y Su-
•amaiïo. matra, hojas de àrbolés, sobre todo de palme-
El arte de escribir en la piedra se geheralizó ra, a veces cubiertas de un barniz especial.
exfraordinariamente, siendo, sobre todo, em- Los antiguos habitantes de Siracusa votaban es-
pleado por griegos y romanos y habiendo Hega- cribiendo si o no en hojas de olivo.
do hasta nuestros días. Sin embargo, hubo pue- (Continuarà en el oróximo número.i
illINauMIIKIIIIIIIIlIMMM'li^J^HIIMIIIIlllirítnCTÏÏnillllUlTiTflllí^
D E L ARCHIVO D E L
P R E G O N E R O
NOTICIAS Y CURIOSIDADES
Acusamos recibo de las siguientes obras, re- UN EJEMPLO QUE DEBIERA IMITARSE
mifidas por sus autores, o editores:
La Gmricha.—Impresionante novela origi- La Biblioteca Nacional de México, utilizan-
nal del notable escritor hispano-americano Ju- do los eficaces medios de la radiofusión, lanza
liàn Padrón. Un tomo de 212 pàginas, con ilus- constantemente desde las emisoras de su pais
traciones. unos mensajes que anuncian la apanción de
El Paisano Aguilar.—Reciente novela del co- cuantas obras recibe dicha corporación oficial.
r.ocido escritor americano Enrique Amorim. Un Todo libro se anuncia precedido de una amplia
volumen de 304 piginas, en excelente papel y información o nota comentada, lo que equwale
rica impresión. a que no solamente se conozca el titulo y ncm-
La palabra al viento.—Ramillete de inspira- bre del autor sino ademàs la matenas y fines
das poesias del vate venezolano Antonio Spi- culturales de la obra.
netti Dini. Un bello volumen de 166 pdginas. No queda concretado a este sólo hecho la
La obra està editada en Venezuela demostran- plausible labor divulgadora de los mencionados
do un alarde de los adelantos tipogràficos con mensajes: entre las nota.s bibliogràficas inter-
que cuenta esta República. Tipos, impresión, cala pequefios parlamentos que tienden a esti-
papel ; todos los componentes del libro son mular y predisponer al radio-oyente, por mcdio
prueba de la maestría y adelanto que ha alcàn- de una invitación cortès, a honrar con su asis-
zado la indústria tipogràfica en Venezuela. En tencia las salas de la Biblioteca, senalando las
nuestros próximos números dedicaremos un co- ventajas que ha de reportarle sus visitas a este
mentario a estàs ooras. centro.
• •• A continuación, por lo interesante que es,
reproducimos una de estàs noticias.
àQueréis saber si poseéis talento? Leed.
Los libros os lo diràn. ^Escribís, pero os en- «Si usted por razón de sus ocupaciones no
contràis sin ideas? Leed. Los libros os devol- dispone de tiempo para entregarse a una lectura
• veràn la inspiración. de simple deleite, es indudable que si podrà
darse el indispensable para enterarse de la
Antonio Albalat. marcha del mundo, del avance de las ciencias
••• de lo que se dice y se piensa aquí v en el ex-
En Viena existe una de las escuelas de artes tranjero. Los periódicos y las revistas informa-
gràficas màs antiguas del mundo. Ultimamente ran a usted, concisa y puntualmente, sobre esas
cclebró, con la solemnidad que el caso reque- y otras muchas actividades humanas.
ria, el quincuagésimo aniversario de su funda- La Sala de Hemeroteca de la Biblioteca Na-
ción. •• cional de México, instalada con toda la como-
•• • didad y eficàcia posibles, ofrece a usted lo opor-
El don màs grande que Dios haya hecho al tunidad de que en ella examine y lea un gran
hombre, es el libro. número de publicaciones nacion^les \ extran-
Jaime Russell Lowel jeras.
• •• Aparte de los diarios que recogen la vibra-
EI periódico màs antiguo de que se ttene ción del momento. existen revistas sobre litero-
: noticia, de los dedicados a asuntos tipogràficos, tura, deportes, filatèlia, finanzas, historia y
otras muchas especialidades que pueden intere-
era uno q-ue desapareció de la liza no se sabé sarle.
cuando; pero que se publicaba una vez a la
semana en Leipzig con el nombre de «Der Visite usted la Sala de Hemeroteca de la
Ruchdrucker», habiéndose fundado en 1766. Biblioteca Nacional de México, en la esquina
Uruguay e Isabel la Católiia, la entradà es
por el jardrn.»
Las últimas obras que han enriquecido las famosas colecciones ARALUCE:
Ricardo C o r a z ó n dc León
per M A N U E L V A J X V E
Ilustraciones de MVRBACII. I . " edición
BEOWULF
BeOVVULF Leyendci saijona d e l a ü o 7 0 0
por M A N U E L V A E - L V E
Ilustrada por MYRBACH, I . " edición
(De la Colección «Las Obraa Maestras al Alcance de los Niíios.))
Çl manuscrito de esta interesantísima narración, de origen
anglo-sajón esta redactado segúri ÍC supene hacia el afio 700 . y
escrito tres siglos m à s tarde, manuscrito que hoy se halla guar-
dado como preciado tesoro en el Museo Britànico, puesto que
es una de las primeras maestras de la literatura sajona, consti-
tuyendo una de las obras que goza de màs celebridad en los países
escandinaves, considerado como uno de los poemas m à s inspira-
des que se han escrito en la antiguedad.
U n tomo sólidamente encuadernado, Ptas. 2*75
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