Economia
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COMUNIDAD PRIMITIVA
El modo de producción de la comunidad primitiva (35,000 a.C. al 4,000 a.C. aproximadamente)
La comunidad primitiva remite a las primeras sociedades humanas. De acuerdo con el concepto de
Marx “la base de sus relaciones de producción era la propiedad colectiva de cada comunidad sobre
los medios de producción, tipo de propiedad que correspondía a las fuerzas productivas primitivas,
sin desarrollar.
Las comunidades del paleolítico aprendieron con la experiencia el uso de la piedra para defenderse y
para cazar, por lo cual comenzaron a producir instrumentos rudimentarios de piedra. Con esta
actividad, dio inicio el trabajo, es decir, la actividad social que representa la condición básica y
fundamental de la vida humana como fuente de toda riqueza.
Estas sociedades vivían en pequeños grupos de incipiente organización social que los obligaba a
trabajar en común y a repartirse los bienes colectiva y equitativamente. Sus miembros producían y
empleaban juntos sus rudimentarios instrumentos de producción, lo cual posibilitó la acumulación de
conocimientos. Por ejemplo, con la piedra pulimentada se construyeron otros utensilios más
elaborados, apareciendo así las herramientas, como la invención del arco y la flecha.
Esta etapa comprende el surgimiento de sociedades pre-estatales más complejas, en las que se
produjo la domesticación de animales y el cultivo de las plantas, lo que permitió el sedentarismo;
surgió una sociedad dividida en explotados y explotadores; y las ideas religiosas evolucionaron.
Apareció aquí la primera división del trabajo entre las tribus pastoras y las tribus agricultoras. Las
primeras fueron formando un excedente de ganado, productos lácteos, pieles, etc. En las segundas
se generó el comercio ya que las tribus pastoras requerían productos agrícolas. Junto a la ganadería
y la agricultura fueron surgiendo otros oficios como el de herrero, tejedor, armero, alfarero, etc.
El trabajo en común y la propiedad comunal desaparecieron para privilegiarse el trabajo individual y
una incipiente propiedad privada. En un principio el comercio estaba a cargo de los jefes de la tribu
como representantes de la colectividad, pero al desarrollarse la división social del trabajo, los jefes
se apropiaron del trabajo de los otros, así como de los instrumentos de producción.
Al desarrollarse las fuerzas productivas, el trabajo del hombre rindió más de lo necesario; con ello
surgió la posibilidad de apropiarse del excedente (plusvalía). Hasta esta etapa se daba muerte a los
prisioneros de guerra; se descubre su potencial en las fuerzas productivas y se les obliga a trabajar
como esclavos. Después pasaron a ser esclavos los miembros de la propia tribu que se habían
empobrecido, generándose la apropiación gratuita de la riqueza social y del trabajo de la mayoría por
una minoría.
Representa un proceso de transición hacia la sociedad de clases, en las cuales existen comunidades
sometidas al poder de una minoría de individuos, que representan una comunidad superior, y que se
beneficia por los servicios prestados a las comunidades aldeanas. Con frecuencia, estas
comunidades sufren la expropiación del suelo, que se convierte en propiedad del gobernante. Con
esta explotación del hombre, aparece una clase explotadora, sin que exista la propiedad privada de
la tierra.
El modo de producción asiático está ligado a la organización de grandes trabajos económicos que
sobrepasan los medios de las comunidades particulares o de los individuos aislados y que
constituyen para esas comunidades las condiciones de su actividad productiva. El Estado y la clase
dominante intervienen directamente en las condiciones de la producción a través de la organización
de los grandes trabajos. Se realizan grandes obras hidráulicas para el cultivo intensivo y extensivo
que exige grandes cantidades de mano de obra campesina, tributos para el Estado y un aparato
tecno-administrativo eficiente y extenso.
Durante esta época, se pasa definitivamente de la economía de ocupación del suelo hacia el dominio
de la naturaleza, y se inventan nuevas formas de agricultura, la arquitectura, el cálculo, la escritura,
el comercio, la moneda, nuevas religiones, etc
Con la explotación de las comunidades por el Estado a través de la recaudación masiva de una renta
de productos, las estructuras de la producción se estabilizan, impidiendo el nacimiento de un
mercado. La posibilidad que tiene el Estado de disponer del trabajo campesino limita igualmente las
posibilidades de desarrollo de un mercado y frena la transformación de las fuerzas productivas. La
subordinación de las ciudades (comerciantes ricos, productores, prestamistas, intelectuales) a la
agricultura y al poder central implica que el capital no pueda alcanzar su pleno desarrollo.
A continuación se presentan algunas de las culturas más representativas del modo de producción
asiático:
Región ubicada entre los ríos Tigris y Éufrates. La civilización mesopotámica comprendía varios
pueblos, entre ellos:
El esclavismo fue un sistema económico en el que se usaba como modo de producción la mano de
obra forzada, es decir, los esclavos. Este sistema, pese a que hoy en día se cree extinto, fue muy
común en muchas culturas y, de hecho, fue la base para que pudieran funcionar.
¿Qué es el esclavismo?
Los orígenes del esclavismo se pueden encontrar en la prehistoria, siendo considerado uno de los
primeros sistemas económicos de la humanidad.
Cuando los humanos prehistóricos desarrollaron la agricultura, allá por el 10.000 a.C., las
comunidades primitivas fueron cambiando, dejando de ser nómadas y pasando a construir poblados
sedentarios. Estos poblados explotaban la tierra cercana y, al tener más alimento, fueron
incrementando su población, a la vez que se iban desintegrando y formando nuevos poblados.
Si bien la idea de propiedad privada era muy poco común entre los antiguos cazadores-recolectores,
al pasar a culturas agrónomas empezó a formarse claramente la idea de la propiedad individual. Los
granjeros tenían sus tierras, sus cultivos y sus animales. Con la llegada de la agricultura,
básicamente, se pasó de una cultura en la que la caza y lo recolectado era compartido a una en la
que cada individuo o familia era responsable de su producción y teniendo derecho a consumir lo que
hubieran producido.
Estas comunidades, ya fuera por disputas territoriales o por necesidad de obtener más bienes,
acabaron haciendo guerras entre ellos. Como resultado de estos conflictos, los poblados
perdedores eran saqueados y sus supervivientes hechos prisioneros. Estos prisioneros
acababan trabajando en las tierras de las tribus vencedoras, obligándoles a ser la mano de obra bajo
la amenaza de muerte o tortura. De esta forma se obtuvieron los primeros esclavos de la historia.
Sin embargo, los grandes sistemas esclavistas fueron de la mano de grandes civilizaciones como
Egipto, Grecia y Roma. De hecho, el modo de producción esclavista fue el componente esencial en
la formación económica y social de las civilizaciones clásicas mediterráneas, configurándolas tal y
como las conocemos hoy en día. La esclavitud en Grecia y Roma se llevó de forma masiva, casi
comparable con cómo se fabrican bienes en las modernas sociedades industriales.
¿Cómo vivía el esclavo?
Los esclavos eran trabajadores no asalariados, desprovistos de cualquier derecho, tratados como
animales o, simplemente, como objetos. La inmensa mayoría de ellos vivían en condiciones
infrahumanas.
No podían tener ningún tipo de propiedad, dado que ellos eran una propiedad en sí. Además, no
podían expresar su opinión ni quejarse de cómo se les trataba. Vivir tampoco era un derecho para
ellos, dado que era el amo quien decidía si quería que viviera o no su propiedad, y matarlos no
implicaba ningún tipo de remordimiento. En caso de que una esclava se quedara embarazada, el
bebé podría ser vendido en el mercado de esclavos. Es decir, tampoco podían formar una familia
por su cuenta, dado que el tener hijos era decisión del amo.
Las pocas cosas que tenían, como trapos con los que vestirse, una pésima alimentación y vivienda
precaria eran cosas que sus amos les habían permitido tener. Para poder continuar teniendo estas
cosas estaban obligados a trabajar día y noche, teniendo lo justo para subsistir y sin poder irse a
ningún lugar de forma libre.
Como propiedades que eran, si una persona libre mataba al esclavo de un amo debía indemnizarle
con el valor correspondiente, pero no recibía las mismas consecuencias legales que hubiera recibido
de haber matado a un ciudadano libre. A ojos de la legalidad de los diferentes estados que se han
fundamentado en el esclavismo, matar a un esclavo no es lo mismo que matar a una persona
considerada "normal".
Pese a que quien tenía la última palabra sobre su vida era el amo, sí que se ha dado casos de
esclavos que han obtenido la libertad, no sin antes pagar un importante precio por ella. Si el amo así
lo permitía, su esclavo podía ganar la condición de hombre libre, es decir, liberto, pero debía
pagar el precio para compensar que su amo lo perdiera como mano de obra. Pagar la indemnización
igual al valor de su libertad era extremadamente caro, especialmente si tenemos en cuenta que, de
normal, los esclavos no ganaban ningún salario.
¿Cómo se comerciaban los esclavos?
Los esclavos eran, habitualmente, personas quienes habían sido libres en algún momento de su vida
pero se les había privado de su libertad. También podía darse el caso de que hubieran nacido en el
seno de una familia de esclavos y hubieran heredado esta condición.
La forma de conseguir esclavos a lo largo de la historia ha seguido los mismos patrones. En la
mayoría de los casos, los esclavos lo eran porque, tras una guerra, un pueblo había ganado por
encima del otro y los supervivientes eran hechos prisioneros y forzados a trabajar. En otras
ocasiones, como fue con la colonización europea de África y América, había un importante negocio
detrás de esclavismo.
Los europeos se iban a África a pillar desprevenidos a personas de raza negra, los encadenaban, los
subían a un barco y los llevaban o a Europa o a las colonias americanas. Las condiciones en las que
viajaban eran infrahumanas y muchos de ellos morían durante el trayecto. Sin embargo, y pese a
que los esclavistas perdían mercancía, poco parecía que les pudiera importar dado que, a ojos de
los negreros europeos, África era un continente muy rico en esta mercancía.
Al llegar a puerto, los esclavos eran subastados en las plazas públicas. Esto no fue exclusivo de la
Europa posterior al descubrimiento de América, dado que vender esclavos en el mercado de abastos
era también una práctica bien arraigada entre los romanos. Allí, los compradores, propietarios de
latifundios y talleres, seleccionaban a los individuos que les parecieran más fuertes y sanos.
Decadencia del esclavismo
Las condiciones de los siervos de la gleba eran infrahumanas, como la de los esclavos. Sin
embargo, y pese no ser personas libres, tenían reconocidos ciertos derechos, como el poder
casarse, el derecho a la vida siempre y cuando no cometieran delitos, además de poder explotar y
almacenar parte de los frutos de su trabajo. Se trataba, pues, de gentes que estaban a medio camino
entre los esclavos, vistos como objetos, y los ciudadanos plenamente libres.
Superada la Edad Media con el (re)descubrimiento de América, el esclavismo reemergió en Europa,
con más fuerza y brutalidad que nunca. Varios países, como España, Portugal, Francia y, de forma
especialmente cruel y desalmada, Inglaterra, se elaboró todo el sistema esclavista característico del
comercio negrero. De hecho, fue este comercio esclavista el que sentó las bases para la
configuración étnica de varios países americanos, como Estados Unidos, Cuba, República
Dominicana, Haití y Brasil.
La decadencia definitiva de la esclavitud empezaría a darse en el siglo XVIII y, en el siglo XIX, esta
práctica sería plenamente abolida en Occidente o, al menos, legalmente. El motivo de que europeos
y colonos americanos optaran por reconocer que los esclavos eran seres humanos y tenían derecho
a ser libres fue gracias a la Ilustración francesa, la cual sentaría las bases de las revoluciones
burguesas. Estas revoluciones iniciarían toda una serie de cambios en cuanto a la ganancia de
derechos del hombre, que se consolidarían en los modernos derechos humanos.
Cabe decir, igualmente, que la esclavitud se siguió practicando después de ser abolida,
especialmente en situaciones de guerra. En Europa, durante la Segunda Guerra Mundial, Alemania
usó como esclavos a los prisioneros de sus campos de concentración, mientras que la Unión
Soviética lo hizo con sus prisioneros en los “gulags”. Estados Unido tampoco fue un gran ejemplo,
dado que uso a prisioneros japoneses de la misma manera que lo había hecho con los negros
apenas un siglo antes
Las condiciones de los siervos de la gleba eran infrahumanas, como la de los esclavos. Sin
embargo, y pese no ser personas libres, tenían reconocidos ciertos derechos, como el poder
casarse, el derecho a la vida siempre y cuando no cometieran delitos, además de poder explotar y
almacenar parte de los frutos de su trabajo. Se trataba, pues, de gentes que estaban a medio camino
entre los esclavos, vistos como objetos, y los ciudadanos plenamente libres.
Superada la Edad Media con el (re)descubrimiento de América, el esclavismo reemergió en Europa,
con más fuerza y brutalidad que nunca. Varios países, como España, Portugal, Francia y, de forma
especialmente cruel y desalmada, Inglaterra, se elaboró todo el sistema esclavista característico del
comercio negrero. De hecho, fue este comercio esclavista el que sentó las bases para la
configuración étnica de varios países americanos, como Estados Unidos, Cuba, República
Dominicana, Haití y Brasil.
La decadencia definitiva de la esclavitud empezaría a darse en el siglo XVIII y, en el siglo XIX, esta
práctica sería plenamente abolida en Occidente o, al menos, legalmente. El motivo de que europeos
y colonos americanos optaran por reconocer que los esclavos eran seres humanos y tenían derecho
a ser libres fue gracias a la Ilustración francesa, la cual sentaría las bases de las revoluciones
burguesas. Estas revoluciones iniciarían toda una serie de cambios en cuanto a la ganancia de
derechos del hombre, que se consolidarían en los modernos derechos humanos.
Cabe decir, igualmente, que la esclavitud se siguió practicando después de ser abolida,
especialmente en situaciones de guerra. En Europa, durante la Segunda Guerra Mundial, Alemania
usó como esclavos a los prisioneros de sus campos de concentración, mientras que la Unión
Soviética lo hizo con sus prisioneros en los “gulags”. Estados Unido tampoco fue un gran ejemplo,
dado que uso a prisioneros japoneses de la misma manera que lo había hecho con los negros
apenas un siglo antes
Referencias bibliográficas:
Bales, K. (2004). New slavery: a reference handbook. ABC-CLIO. pp. 15–18. ISBN 978-1-85109-
815-6.
Anderson, P. (1979). Transiciones de la Antigüedad al Feudalismo. Madrid: Siglo XXI. ISBN 84-
323-0355-0.
Gallego, J. A. (2005). La esclavitud en la América española, Encuentro. pp. 19.
Entre los siglos V y VII no existía un Estado o nación consolidado (el poder estaba descentralizado),
en su lugar estaban los feudos que eran unidades autónomas y autosuficientes alrededor de la
posesión de la tierra por parte del señor. Posteriormente, el feudo se transformó en una estructura de
poder territorial.
El señorío territorial estaba constituido por una reserva parcelada de tierras propiedad del señor, y
otras extensiones labradas por campesinos que disfrutaban de derechos de transmisión y
enajenación a cambio de pagar un derecho o censo.
El poder que ejercía la nobleza se fundamentaba por las relaciones de lealtad y protección que
ofrecían al rey a cambio de dominios y títulos nobiliarios.
El poder se estableció a través de una serie de relaciones que implicaban, de parte del propietario de
la tierra, la protección de las familias de campesinos, quienes a cambio ofrecieron fidelidad y trabajo.
El monarca concedía feudos a los nobles que hubieran destacado en la guerra, era una forma común
de reconocerles su valor y, además, asegurar la defensa y unión del reino. Esta concesión se
realizaba en un acto solemne que consistía en el homenaje, juramento de fidelidad e investidura. Las
relaciones de producción que se producían eran de dos tipos:
Relaciones de servidumbre :
El señor feudal explotaba las tierras que tenían, por lo que recurría a los campesinos que hacían el
trabajo y vivían dentro del señorío.
Relaciones de vasallaje:
Relación que se establecía entre un noble de alto rango (noble) y otro noble de menor poder
(vasallo). El señor feudal otorgaba protección, mantenimiento y el dominio sobre el feudo y sus
habitantes. En cambio, el vasallo tenía que proveer a su señor de apoyo militar y fidelidad .
Rey
Los reyes no contaban con los mecanismos militares, fiscales ni de gobierno para proteger su
territorio, para ello recurrieron al sistema feudal. Es decir, el rey entregaba a los nobles una
extensión territorial para que ejercieran facultades de gobierno, hacienda, justicia y militar, a cambio
de protección, servicios y una renta anual. El rey era un gobernante con poco poder, quienes
realmente lo ejercían eran los nobles.
Noble Feudal
El señor feudal tenía el dominio sobre la tierra y sus habitantes a cambio de otorgar fidelidad y apoyo
militar al rey. Debía ayudar a su señor (rey) en los casos de pagar rescate si caía prisionero o en las
cruzadas. Además, tenía la obligación de proteger a sus vasallos y siervos, a cambio de su trabajo.
Clero
Su función social era la de establecer los vínculos entre Dios y los hombres. Además se ocupaban
de las funciones culturales, teniendo un papel importante en la educación
Vasallos
Eran trabajadores sin derecho y dependientes de la voluntad del señor feudal. Era el estamento más
numeroso que trabaja y sustentaba todo el resto de la sociedad.
La iglesia tenía un amplio poder político entre los monarcas, entre ellos existía una alianza en la cual
el primero obtenía legitimidad (era designado) por Dios y el segundo obtenía privilegios. Además, su
influencia sobre la población se vio fomentada por controlar los parámetros de la vida y la cultura
medieval.
La Iglesia cristiana dio sentido a la existencia de los hombres al dar respuestas a preguntas como el
origen, destino y significado de la vida humana y el funcionamiento del universo .
https://www.core-econ.org/the-economy/book/es/text/01.html
Desde el siglo XVIII en adelante, la mejora en los niveles de vida se ha vuelto una característica
permanente de la realidad económica en muchos países.
Este proceso vino de la mano de la aparición de un sistema económico nuevo llamado capitalismo,
en el que juegan un papel fundamental la propiedad privada, las empresas y los mercados.
Bajo este nuevo sistema de organización económica, los avances tecnológicos, así como la
especialización en productos y tareas, aumentaron las cantidades que era posible producir en una
jornada laboral.
Este proceso, que llamamos revolución capitalista, ha venido acompañado de crecientes
amenazas para el medioambiente, e incrementos sin precedentes en las desigualdades
económicas a nivel global.
La Economía es una disciplina que estudia cómo las personas interactúan entre sí y con su
entorno natural durante el proceso de ganarse la vida.
Tras la caída del feudalismo, el modelo económico que surgió en Europa durante el siglo XVI y
logró imponerse en esa época, fue bautizado como capitalismo. Entre sus principales
características, se encuentra el acopio de capital como eje de la vida económica.
El capitalismo consiste en un régimen de bases económicas en el cual la titularidad de los recursos
de producción es de carácter privado. Estos medios operan en base al beneficio, mientras que las
decisiones financieras se toman en función de la inversión de capital y con miras a la competencia
por los mercados de consumo y el trabajo asalariado. La clase social más alta que se enmarca en
este modelo recibe el nombre de burguesía capitalista.
https://concepto.de/capitalismo/
¿Qué es el capitalismo?
El capitalismo es el sistema socioeconómico imperante en Occidente después de la caída
del feudalismo medieval, y dominante en el mundo entero en la actualidad del siglo XXI. Es un
sistema propio de las sociedades industriales burguesas.
El capitalismo propone que el dinero marque la medida del intercambio de bienes y servicios, y que
sea obtenido de diferentes formas:
Para que todo ello sea posible, es necesario que exista la propiedad privada, y que el ejercicio
productivo y comercial sea libre, o sea, que cada quien invierta en lo que quiera y coseche los frutos
o las pérdidas que el mercado le depare.
En las sociedades capitalistas, por lo tanto, las relaciones de producción y trabajo, y de consumo de
bienes y servicios, están determinadas respectivamente por un sistema salarial y un sistema de
precios. De esa manera, los individuos consumen lo que la cantidad de dinero que producen les
permite.
La sociedad entera funciona, entonces, buscando obtener un beneficio, esto es, un ingreso
económico mayor a los egresos, que permita un excedente de capital (con el cual consumir, invertir o
ahorrar).
Por otro lado, el capitalismo construye una sociedad dividida en clases sociales de acuerdo a su
ingreso económico y posesión de capitales (o propiedades). Dichas clases sociales son, de acuerdo
a la mirada marxista del capitalismo:
La burguesía y alta burguesía. Dueña de los medios de producción (fábricas, tiendas, etc.), o de los
grandes capitales de inversión.
La clase trabajadora. Cuya participación en la sociedad es vender su capacidad de trabajo, sea calificada
(profesionales, técnicos) o no (obreros).
El lumpen. El sector improductivo de la sociedad.
Su antecedente más directo se ubica hacia el final del Medioevo, a medida que surgía de la sociedad
feudal una nueva clase social dominante: la burguesía, cuya actividad comercial permitía la
acumulación de dinero u otros activos (mercancía, y después maquinaria), lo cual es un rasgo
fundamental para el surgimiento de la lógica capitalista.
El espíritu del capitalismo clásico de la época fue comprendido por el economista y filósofo escocés
Adam Smith (1723-1790). Fue plasmado en su La riqueza de las naciones (1776), de donde surgió el
fundamento central del libre mercado, que aconsejaba la menor intromisión del Estado posible.
Sus ideas fueron luego parte de la filosofía del Liberalismo del siglo XIX, época que presenció el
desarrollo del sistema de fábricas, y el gigantesco éxodo de las regiones rurales a las
urbanas que éste ocasionó, dando origen así a la clase obrera o proletariado.