Unidad 3

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UNIDAD 3

ATMOSFERA
La atmósfera es la capa de gases que rodean a un cuerpo celeste, como la Tierra, y que son atraídos hacia este por la fuerza de
gravedad; ellos protegen de la radiación solar ultravioleta, controlan la temperatura y evitan el ingreso de meteoritos.

La atmósfera es la capa de gases que rodea un cuerpo celeste. 

En la Tierra, tenemos nuestra propia atmósfera, compuesta principalmente por nitrógeno, oxígeno, argón y dióxido de carbono y
Agua, que la vemos en forma de nubes junto con otros compuestos como polvo, polen y dióxido de carbono, residuo de la
respiración y de las reacciones de combustión. 

Lo cierto es que la atmósfera define muchas de las condiciones superficiales de un planeta, y todas son distintas. En el caso de
nuestra atmósfera, tiene cuatro capas:

1) Tropósfera, rica en oxígeno y vapor de agua. En ella es donde


ocurren muchos fenómenos meteorológicos que conocemos:
lluvias, vientos y nevadas. Llegar hasta su límite solo es posible con
un avión especializado, capaz de alcanzar grandes altitudes.
2) Estratósfera, un lugar seco y sin fenómenos meteorológicos al que
no pueden llegar los aviones, porque no hay aire suficiente para
sostenerlos, pero sí los globos aerostáticos.

3) Mesósfera, la capa por la que pasan las estrellas fugaces, es decir,


los meteoroides que se han desintegrado en la Termósfera, la
penúltima capa de la atmósfera terrestre, y en la que suceden las
auroras boreales; en ella, además, orbitan los transbordadores. 

4) Exósfera, que junto a las otras capas protegen y regulan la vida terrestre. 

Como se formó la atmosfera.


Lo primero que hay que tener en cuenta es que no siempre fue el ambiente ideal para la formación de vida, como lo es hoy.
Hace aproximadamente 4500 millones de años la Tierra era un planeta geológicamente muy activo.

1. Tantas emanaciones volcánicas formaron la atmósfera primitiva, que en su mayoría estaba compuesta por vapor de
agua, dióxido de carbono, azufre y el nitrógeno. En este punto, el oxígeno era apenas presente y aún no existían los
océanos.
2. Al enfriarse la Tierra, el vapor de agua se condensó y formó los océanos. ¡Llovió por mucho tiempo! Y al caer el
agua, el dióxido de carbono reaccionó con las rocas de la corteza terrestre para crear los carbonatos -(CO32−),
fundamental para que luego se formara la vida, y también para que los mares sean salados, como hoy ocurre.
3. Hace aproximadamente 3.500 millones de años, aparecen bacterias, capaces de realizar la fotosíntesis, es decir, de
producir oxígeno.  Lo anterior facilitó el desarrollo de la vida marina.
4. Una vez la atmósfera obtuvo el oxígeno suficiente, se dio la 4ta Etapa, en la que la atmósfera, y un conjunto de muchas
otras variables ambientales, crearon las condiciones necesarias para la evolución de grandes organismos, como los
animales capaces de respirar aire.

Así llegamos a la atmósfera actual que contiene los gases creados en cada una de las fases anteriores. Estos se mantienen
en movimiento por los vientos y las lluvias, permitiendo a los humanos, y al resto de organismos vivos, respirar. Por esta
razón, sin ellos no habría vida en el planeta. 

La evolución de la atmósfera y su relación con la vida


¿Crees que la atmósfera actual es la misma que respiraban los dinosaurios, o a la que vio surgir la vida en la Tierra? Si tu
respuesta es no, estás en lo correcto. La atmósfera ha cambiado mucho desde que el planeta se formó.

La atmósfera de un planeta es la capa gaseosa externa que lo cubre. En algunos casos su origen es el mismo que el del planeta, y
así se conserva, como en Júpiter y Saturno. En otros casos, como en la Tierra, Venus y Marte, la atmósfera -que surgió con el
planeta- se perdió y en su lugar se generó otra a partir de los gases emitidos por la actividad volcánica. Con el tiempo los gases
que componen una atmósfera pueden cambiar, dependiendo de la temperatura, presión o fenómenos que ocurren en el
planeta.
En el caso de la Tierra la atmósfera generada por la actividad volcánica posiblemente participó en el surgimiento de las primeras
formas de vida microscópicas. Algunos estudios sugieren que los gases presentes en esa atmósfera eran agua, dióxido de
carbono y nitrógeno; estos se mantuvieron por millones de años, hasta la evolución de la fotosíntesis en algunos
microorganismos.

Quizá pienses que la actividad de los microorganismos, dado su tamaño, no puede cambiar la composición de la atmósfera; pero
si les das el tiempo suficiente, lo harán. Esto ocurrió hace alrededor de 2300 millones de años, cuando el oxígeno -producto de la
fotosíntesis- se comenzó a acumular en el agua, la corteza terrestre y en la atmósfera, cambiando su composición a como la
conocemos hoy en día.

La aparición de la fotosíntesis no solo transformó la atmósfera, sino que representó un cambio importante para la vida en la
Tierra. Al haber oxígeno presente, varios organismos que no lo toleraban murieron, mientras que otros lo aprovecharon para
generar más energía y, a través de la evolución, dieron lugar a formas de vida más complejas. Surgieron las primeras células
eucariotas, que posteriormente permitieron la aparición de las plantas, hongos y animales.

La concentración de oxígeno en la atmósfera llegó a ser de hasta 35%, hace 300 millones de años; cuando la Tierra era habitada
por insectos y anfibios gigantes. Algunos estudios sugieren que ese gran tamaño se debió a la concentración de oxígeno en la
atmósfera; pero la evidencia no es concluyente. Después de ello, los niveles de oxígeno disminuyeron, y desde entonces han
fluctuado alrededor del porcentaje que existe actualmente (21%). Esto significa que los dinosaurios probablemente tuvieron una
atmósfera con un porcentaje cercano de oxígeno, pero no así de otros gases; como el dióxido de carbono, que se encontraban
en cantidades más altas.

HIDROSFERA
Para explicar la definición de hidrosfera, comenzaremos por el significado literal o su etiología. La palabra "hidrosfera" deriva de
los lexemas "hidro-", agua, y "-sphera", o esfera, de origen griego. Por tanto, el  significado de hidrosfera, de forma litera, es
"esfera de agua".

La hidrosfera es una parte de la biosfera que se define como el conjunto de aguas que hay en el planeta. Esto incluye no
solamente el agua en superficie de los mares y océanos, ríos y lagos, sino también las aguas subterráneas, el hielo acumulado en
los polos y las cadenas montañosas y el agua que circula por la troposfera en forma de vapor.

Los orígenes de la Hidrosfera terrestres:


Durante la formación terrestre los materiales se encontraban en estado líquido y gaseoso. En concreto, el agua que había
disponible se encontraba en forma de vapor. Según se fue enfriando la corteza terrestre, el agua en forma de vapor se fue
condensando hasta formar grandes balsas de agua líquida, y se congeló formando grandes extensiones de hielo. Una parte
permaneció en la atmósfera.

Esto es, a grandes rasgos, cómo se formaron los primeros depósitos de agua. Sin embargo, sabemos que el agua ha sufrido
grandes transformaciones a lo largo de la historia de la tierra. Por un lado, el agua se encuentra en constante circulación y
transformación gracias al llamado "ciclo del agua". Además, en virtud a los diferentes cambios climáticos las proporciones de
hielo, agua líquida y vapor han variado en gran medida. La carga de disolución de sales y otras sustancias también se han
modificado según la localización y las características del terreno. La superficie que ocupan también varía en función de la
dinámica terrestre.

Según estas trazas, los meteoritos que impactaron en la Tierra hace 3.900 millones de años (en el último gran bombardeo)
podrían haber traído el agua a nuestro planeta. ¿Y cómo llegó el agua en los meteoritos? Tal y como apuntan múltiples estudios
(incluyendo alguno de la NASA), los meteoritos que impactaron en la Tierra traían consigo hielo que al impactar sobre la
superficie terrestre liberaron el agua que sirvió para llenar los océanos o gran parte de éstos.

Si a esta explicación le sumamos la presencia de hielo en otros planetas y, tal y como indican algunos estudios, en la Luna; la
tesis del origen extraterrestre cada vez se sostiene más entre los científicos, aunque cada vez son más las voces que apuntan a
que, quizás, el origen de los actuales mares y océanos fue mixto y cabe la posibilidad de múltiples fenómenos.

Propiedades del agua

Las principales propiedades son:


 El agua pura es un líquido incoloro, transparente, inodoro e insípido que a nivel del mar hierve a 100 ºC y se congela a 0
ºC
 Gracias a sus cargas eléctricas disuelve un gran número de sustancias.
 Es indispensable para la existencia de vida puesto que todas las reacciones químicas necesarias para que se realicen las
tres funciones vitales de los organismos (nutrición, reproducción y relación).
 Presenta una gran resistencia a cambiar de temperatura, por la que los océanos son un grande estabilizador térmico a
nivel planetario.
 Presenta una densidad superior a la del hielo. Esto provoca que el hielo se mantenga en la superficie actuando como un
aislante térmico. Si el hielo se hundiera, primero se congelarían los fondos acuáticos y, después, toda el agua, con lo
cual la vida acuática en las zonas frías sería imposible.

Composición de la hidrosfera
La composición de la hidrosfera es la siguiente:

 Agua en estado sólido: esto incluye el agua contenida en los polos y en nieves y glaciares alpinos. Las superficies de
hielo flotantes se conocen como "banquisas", y el conjunto del agua en estado sólido recibe el nombre de "criosfera".
 Agua en estado líquido: aquí podemos distinguir fundamentalmente dos categorías, agua dulce y agua salada. Dentro
de la categoría de agua dulce encontramos ríos, lagos, lagunas, estanques, escorrentías, agua canalizada y, no menos
importante, el agua almacenada bajo el nivel freático en forma de aguas subterráneas. El agua salada la encontramos
en mares y océanos. Aunque supone un porcentaje residual, el agua en estado líquido también está contenida dentro
de los seres vivos.
 Agua en estado gaseoso: la atmósfera tiene siempre una cierta composición de agua, que varía según la localización, la
época del año, etc.

Cómo se distribuye el agua en la Tierra


La Hidrosfera se compone de un total aproximado de 1.4 billones de km3 de agua. Esta cantidad de agua se distribuye en la
Tierra de esta forma:

 El 97% en mares y océanos.


 El 2.5% en forma de agua dulce.
 El 0.5% restante se distribuye entre el resto de localizaciones.

El agua del mar.


Presenta una salinidad media de 35 g de sal por litro de agua. Esta salinidad oscila entre los 7 g/l del Mar Báltico (mar con escasa
evaporación y que recibe mucha agua fluvial) y los 41 g/l del Mar Rojo (mar con elevada evaporación y sin aportes fluviales).

La salinidad de los mares procede de las numerosas veces que el agua de la lluvia caída sobre los continentes ha disuelto sus
rocas solubles.

El Ciclo del agua


El ciclo del agua es un sistema mundial gigantesco impulsado por la energía del sol, en el cual la atmosfera proporciona el anexo
vital entre los océanos y los continentes. El agua se evapora en la atmosfera desde el océano y, en un grado mucho menor,
desde los continentes. Los vientos transportan este aire cargado de humedad, a menudo a grandes distancias, hasta que las
condiciones hacen que la humedad se condense en nubes y caiga como precipitación. La precipitación que cae en el océano ha
completado su ciclo y esta dispuesta a empezar otro. El agua que cae en el continente, sin embargo, debe completar su camino
de vuelta al océano.

El ciclo hidrológico esta en equilibrio. Dado que el vapor de agua total de la atmosfera permanece aproximadamente igual, la
precipitación anual media sobre la Tierra debe ser igual a la cantidad de agua evaporadas.

 Los continentes: la precipitación excede a la evaporación.


 Los océanos: la evaporación supera la precipitación.

El ciclo se compone por varias fases:

1. Precipitación: una parte del agua penetra en el suelo, infiltración, y se mueve hacia abajo, luego en dirección lateral y,
por fin, rezuma en los lagos, ríos o directamente en el océano.
Cuando la precipitación cae en áreas muy frías, el agua no puede infiltrarse, correr o evaporarse inmediatamente. En
cambio, entra a formar parte de un campo de nieve o de un glaciar.
2.
Escorrentía: cuando la velocidad de caída de la lluvia es
mayor que la capacidad del suelo para absorberla, el agua
adicional fluye sobre la superficie en lagos y corrientes.
3. Evapotranspiración: gran parte del agua que se infiltra o se
escurre acaba por encontrar la manera de volver a la
atmosfera por medio de la evaporación desde el suelo, los
lagos y las corrientes. Además, una parte del agua que se
infiltra en el suelo es absorbida por las plantas, que después la liberan a la atmosfera. Este proceso se denomina
transpiración. Pero como no se puede diferenciar la cantidad de agua que se evapora y se transpira por las plantas,
usamos el termino evapotranspiración.

Contaminación de la hidrosfera
La hidrosfera puede ser contaminada por muy diversos componentes como compuestos químicos como aceites y otros
disolventes.

 Metales pesados.
 Plásticos y microplásticos.
 Compuestos con acciones biológicas.
 Materia orgánica.

Cada uno de estos elementos genera una problemática particular que se suma a la  contaminación de la hidrosfera o del agua y
que debe ser estudiada con detenimiento. Sin embargo, todos ellos contribuyen al deterioro global de la hidrosfera, con efectos
nocivos en los ecosistemas y en la salud de las personas.

La sanidad de agua
La salinidad del agua viene dada por la cantidad de sales minerales disueltas en ella.

Se ha aceptado comúnmente que la salinidad promedio del agua de mar ronda los 35 gramos por litro.

Sin embargo, no todas las aguas marinas son iguales. Su salinidad varía según el mar, la zona y la profundidad.

En líneas generales podemos afirmar que el agua de mar tiene una concentración de sales comprendida entre 35 y 45 gramos
por litro. Por su parte, el agua salobre, a pesar de tener una concentración salina muy inferior al agua de mar, sigue siendo muy
superior al agua apta para el consumo humano, ya que posee entre 3 y 25 gramos de sales por litro.

¿De qué depende la salinidad del mar?

El nivel de salinidad de los mares depende de varios factores:

• La evaporación del agua del mar provocada por la energía solar.

En zonas cálidas, el sol evapora mayor volumen de agua de la superficie oceánica, lo que consecuentemente supone una mayor
salinidad de esas aguas, ya que las sales minerales no se evaporan. E incluso en un mismo lugar, la salinidad de las aguas marinas
puede sufrir variaciones en las diferentes estaciones del año.

• La salinidad del mar puede variar en las distintas latitudes.

En las zonas tropicales, que son más cálidas, se presenta una mayor salinidad que en las zonas de latitudes elevadas, donde las
temperaturas son inferiores

• Flujos de agua dulce.

Dependiendo de la cantidad de aporte de agua dulce que tenga determinada zona marina, ya sea ésta en forma de
precipitaciones o de flujos fluviales, también repercute en una mayor o menor salinidad.

Así, en las desembocaduras de grandes ríos, por ejemplo, típicamente la salinidad es inferior a zonas más apartadas. Y en los
mares polares, donde el agua salada se diluye con el agua dulce de los casquetes polares y las continuas precipitaciones,
también la salinidad es más baja.

• La profundidad del océano.

El agua más superficial de un océano es más salina que el agua en el mismo enclave a mayor profundidad. Esto es debido
principalmente a que a mayor profundidad, las temperaturas son más bajas, lo que incide directamente en que la salinidad sea
inferior.
• En menor medida, las corrientes marinas y el oleaje también influyen en los niveles de salinidad de las aguas marinas
causando la mezcla horizontal y vertical de las sales.

¿Qué sales tiene el agua de mar?

Se han identificado más de 70 elementos químicos en el agua de mar, la mayoría en cantidades extremadamente pequeñas.

Las sales minerales disueltas en el agua de mares y océanos están formadas por algunos elementos mayoritarios, como
son: cloruro, sodio, magnesio, azufre, calcio, potasio, bicarbonato, bromo, estroncio, boro y flúor. En conjunto estas sales
constituyen más del 99% de la masa de solutos disueltos en el agua de mar. De ellos, el cloruro y el sodio (que forman el cloruro
sódico, es decir, los componentes de la sal de mesa común) constituyen más del 85% del total de sales disueltas en el agua
marina.

Y aunque, como ya hemos explicado, la cantidad total de estas sales disueltas puede variar en distintos mares,  la proporción de
estos solutos mayoritarios es prácticamente constante en todas las aguas marinas, sin importar su nivel de salinidad.

La cantidad restante de elementos son minoritarios, ya que se encuentran en concentraciones muy pequeñas, suponiendo en
total menos del 1%. Algunos de ellos, como el fósforo, hierro, manganeso, yodo y cobre se encuentran igualmente en
concentraciones constantes, mientras que, por el contrario, el titanio, cadmio, cromo, antimonio, germanio, talio y cloro tienen
concentraciones variables, al igual que ocurre con los gases (oxígeno, dióxido de carbono y nitrógeno) disueltos en las aguas
marinas, ya que su presencia está ligada a alteraciones por organismos biológicos o reacciones físico-químicas.

Aunque parezca obvio, es importante resaltar que el agua de mar no es simplemente una solución de sales y gases disueltos,
sino que los organismos vivos del mar también ejercen una influencia sobre la composición de las aguas. Por ejemplo, los
moluscos y los crustáceos extraen el calcio del agua marina para crear sus conchas y cuerpos, y las esponjas y algunos tipos de
algas marinas eliminan el yodo del mar.

Los océanos ocupan el 71% de la superficie del planeta.


Si hablamos de la profundidad de los océanos, esta depende
directamente del relieve oceánico. Se calcula que la profundidad
media es de aproximadamente 3500 metros, sin embargo, el lugar
punto más profundo se encuentra en la fosa de las Marianas, donde
se alcanzan los 11.000 metros de profundidad.

En cuanto a la temperatura, los océanos cuentan con una primera


capa de agua templada (entre 12 °C y 30 °C) que llega hasta los 100
metros de profundidad. Por debajo, la temperatura oscila entre 5 °C y
–1 °C. Además, el agua es más cálida en las zonas ecuatoriales y más
fría cerca de los polos.

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