1

INTRODUCCION A LA LITURGIA

Con estos encuentros pretendemos ofrecerles una introducción sencilla a la liturgia

cristiana. Seguiremos las orientaciones del Concilio Vaticano II para poder entender
cómo la Iglesia quiere alabar al Padre, por el Hijo en el Espíritu Santo. Y
vamos a iniciar nuestro estudio haciéndonos algunas preguntas que seguro
tú ya te has hecho:
 ¿Cuál es el sentido de la liturgia cristiana?
 ¿Por qué la liturgia?
 ¿Cuál es la novedad de la liturgia cristiana?

LA PALABRA “LITURGIA”
Liturgia viene de la palabra griega “Leitourgia” que a su vez está compuesta de:

 “Leitos” que significa popular, del pueblo y

 “Ergon” que significa obra.

Por tanto se refiere desde hace mucho tiempo a una obra que pertenece a la comunidad.

El Catecismo de la Iglesia Católica (CEC) nos lo resume muy bien:

La palabra "Liturgia" significa originariamente "obra o quehacer público", "servicio de parte de
y en favor del pueblo". En la tradición cristiana quiere significar que el Pueblo de Dios toma
parte en "la obra de Dios" (cf. Jn 17,4). Por la liturgia, Cristo, nuestro Redentor y Sumo
Sacerdote, continúa en su Iglesia, con ella y por ella, la obra de nuestra redención
(Catecismo…, 1069).

Es importante caer en la cuenta de este significado primario:

 La liturgia tiene presente la realidad del Pueblo de Dios. La liturgia no es un asunto
sólo clerical.
 Los seglares participan activamente en la liturgia porque, como bautizados,
somos el Pueblo de Dios.

o En la Iglesia la liturgia es el culto público que damos a Dios.

o La liturgia es la cumbre a la cual tiende la actividad de la Iglesia y al mismo tiempo la
fuente de donde nace toda su fuerza.
o Toda celebración litúrgica es acción sagrada por excelencia, porque es obra de
Cristo.
o Jesucristo es quien dirige la liturgia.

LO QUE NO ES LITURGIA
o La liturgia no es un espectáculo sagrado, un culto exterior. Esto sucede cuando sólo
nos preocupamos por lo externo, es decir el arreglo de las flores, la ubicación de los
ministros etc., olvidándonos de que es obra de Cristo.
o No es liturgia el cumplimiento legal de unos ritos.
o La liturgia no es un culto privado
o No se trata de una vida espiritual individual en la cual cada quien busca la realización
de sus gustos y hasta procura realizarlos en privado.

¿POR QUÉ LA LITURGIA?

LA LITURGIA ES UN ENCUENTRO CON CRISTO, ES EL CULTO
QUE DAMOS A DIOS ES OBRA DE CRISTO.
 2

Teniendo claro esta primera aproximación al significado de la liturgia, ahora demos

un paso más adelante:
Al referirse a las acciones litúrgicas de la Iglesia, el CEC utiliza, y por lo tanto
oficializa una terminología muy expresiva: “CELEBRAR”, “CELEBRACIÓN”,
“CELEBRANTE”, de hecho “LA CELEBRACIÓN DEL MISTERIO CRISTIANO”
es el título de la 2da. Parte del catecismo.

Ha sido una buena recuperación el que se haya generalizado en la actualidad esta

palabra, de “ceremonia, rito, oficio”…. Hoy día se prefiere decir:

“Con ocasión de… se celebrará una Eucaristía”. Aunque, el pueblo sigue hablando de
“ceremonias” para designar los actos como: “misa” palabra breve para designar
cualquier “ceremonia”.

La celebración es una categoría que pertenece a la dimensión sensible y visible de la

Liturgia cristiana.

Si el uso del término liturgia quiere indicar globalmente todos los aspectos del culto
cristiano, el de celebración indica más bien LA LITURGIA EN ACTO, la acción
concreta que consiste en realizar un rito determinado, entendido como acto de
culto por parte de una asamblea de creyentes.

En consecuencia:
 LA LITURGIA es el culto de una vida cristiana hecha fidelidad a Dios, expresada
y santificada en unos actos sacramentales que actualizan la presencia de la
salvación,
 LA CELEBRACIÓN es el momento en que tiene lugar esta actualización
mediante gestos, símbolos, acciones y ritos.

Durante mucho tiempo se ha identificado liturgia con ceremonias o con rúbricas;

hasta el punto de considerar la liturgia como “la ciencia de las ceremonias”, y de reducir
la formación litúrgica en este campo, al aprendizaje de normas y rúbricas. La
ceremonia no es más que un elemento de la celebración, la acción externa sujeta
a unas normas o costumbres. Es sólo un vehículo o medio de comunicación ritual.
La celebración podría definirse como

El momento expresivo, simbólico, ritual y sacramental de la liturgia, es decir el ACTO QUE

EVOCA Y HACE PRESENTE, mediante palabras y obras, LA SALVACIÓN
REALIZADA POR DIOS EN JESUCRISTO CON EL PODER DEL ESPÍRITU
SANTO.

EVOLUCIÓN DEL CONCEPTO DE LITURGIA

En estos últimos 50 años – a partir de la Mediator Dei (es una encíclica que fue
escrita por el Papa Pío XII en 1947) – podemos seguir una evolución rápida del
concepto de liturgia, que, sin negar los aspectos sucesivos se fueron desarrollando,
nos ofrece una categoría nueva que completa estos varios aspectos.

El Papa Pio XII define la liturgia como:

“…el culto público que nuestro Redentor rinde al Padre como cabeza de la Iglesia, y es
el culto que la sociedad de los fieles rinde a su cabeza y, por medio de ella, al Padre
eterno.”
 3

El Concilio Vaticano II (1962-1965), marca un claro progreso. Dejando a un

segundo plano la noción de culto y define la liturgia como “acción”, una “obra” de
santificación del hombre”

“La liturgia es la acción sagrada por la que, en signos, se ejerce y realiza en

la Iglesia y por la Iglesia, la obra sacerdotal de Cristo, de santificación de los
hombres y glorificación de Dios.”

LA LITURGIA EN LOS DOCUMENTOS DEL EPISCOPADO

LATINOAMERICANO

La Constitución Sacrosanctum Concilium del Vaticano II, dio un vuelco copernicano

al centrar la liturgia en la obra de Dios más que en el culto de los hombres,
llevándonos así a vivir la Liturgia como la celebración del misterio pascual de
Cristo, “obra de la redención humana y de la perfecta glorificación de Dios”(SC
nn.5,6 y 7).

El Documento de Medellín, (1968):

“La liturgia es acción de Cristo Cabeza y de su Cuerpo que es la Iglesia. Contiene, por tanto, la
iniciativa salvadora que viene del Padre por el Verbo y en el Espíritu Santo, y la respuesta
de la humanidad en los que se injertan por la fe y la caridad en el Cristo recapitulador de
todas las cosas” (9,2)…

En la comprensión de liturgia que presenta Medellín se notan junto con el sello de SC

alcances de LG 10, en relación a la Iglesia que celebra, y de la Gaudium et Spes 41.43,
en relación a la realidad del hombre y de la actividad humana que necesita ser
asumida por la Liturgia. Es significativo, sin embargo, la ausencia de la expresión
“Misterio Pascual”. Medellín se queda con una expresión más antigua: “Misterio de
Salvación” que resta novedad conciliar a su texto (9,2.6).

La Conferencia de Puebla (1979):

“La liturgia, como acción de Cristo y de la Iglesia, es el ejercicio del sacerdocio de Jesucristo
(Cfr. SC 7); es cumbre y fuente de la vida eclesial (Cfr.SC 10). Es encuentro con Dios y los
hermanos; banquete y sacrificio realizado en la Eucaristía, fiesta de comunión eclesial, en la
cual el Señor Jesús, por su misterio pascual, asume y libera al Pueblo de Dios y por él a toda
la humanidad cuya historia es convertida en historia salvífica para reconciliar a los hombres
entre si y con Dios. La liturgia es también fuerza en el peregrinar, a fin de llevar a cabo,
mediante el compromiso transformador de la vida, la realización plena del Reino, según el
plan de Dios” (n.918).

En relación a la Liturgia comporta un efectivo paso adelante en la comprensión de la

liturgia, como celebración del Misterio Pascual, en que se integra la acción de Dios y
la acción del pueblo. Notemos como Puebla integra en la liturgia, la fiesta pascual y
el compromiso de liberación y de integración de toda la historia de nuestro pueblo,
como una historia de salvación y de reconciliación, como un compromiso de
transformación social y adelanto del Reino.

Para Santo Domingo (1992):

 4

“El culto cristiano debe expresar la doble vertiente de la obediencia al Padre (glorificación) y de
la caridad con los hermanos (redención), pues la gloria de Dios es que el hombre viva. Con
lo cual lejos de alienar a los hombres los libera y los hace hermanos” (n.34).

El culto ya no es simplemente expresión de la virtud de la religión que da a Dios

lo que se le debe, ni primeramente un movimiento de los hombres hacia Dios. La
integración en el culto del movimiento descendente y del movimiento ascendente, o
sea, destacar que el culto que Dios quiere es el amor fraterno, o sea, la obediencia a
su voluntad, al mandamiento del amor, es un avance fundamental, que todavía no
terminamos de asimilar bien.

En documento de Aparecida (2007):

¿Qué dice la Quinta Conferencia sobre la Liturgia?

Al iniciar la búsqueda de una respuesta, nos encontramos con una dificultad: el

término no está ni en los títulos ni en los sub-títulos del índice general del
documento, ni tampoco en el índice analítico. ¿Qué significado tiene esta ausencia?
¿Falta de valoración o de significación de la liturgia en la vida actual de la Iglesia?
¿O falta porque la liturgia es ya algo muy bien posicionado y no hace falta insistir más
sobre ella? La respuesta es que la liturgia es una dimensión transversal que recorre
toda la realidad eclesial. Por eso, ya en el Documento de Santo Domingo, no hubo
un capítulo especial para la liturgia, como si lo hubo en Medellín y Puebla.

En un enfoque más bien práctico, que podríamos llamar sacramental-eclesial y

pedagógico- espiritual, Aparecida nos agrega que la liturgia es “la eucaristía,
cumbre y fuente de la comunión y del itinerario de los discípulos
misioneros”. Esta comprensión de la liturgia recoge la ya clásica fórmula “cumbre
y fuente” (nn.153, 158) que marcó el último sínodo de sobre la eucaristía (2005)
y que por eso no es de extrañar, haya estado muy presente en Aparecida.
Integrando esta afirmación central con los conceptos básicos de los títulos de los
capítulos centrales del documento, quinto y sexto, podemos decir que la liturgia
para la Quinta Conferencia es “la eucaristía, cumbre y fuente de la
comunión eclesial y del itinerario formativo de los discípulos misioneros”.
Es un enfoque muy pragmático que busca renovar la Iglesia y dar calidad de
discípulos y misioneros a sus miembros, dando una renovada calidad a la celebración,
sobre todo dominical y al proceso de iniciación cristiana y de formación permanente
de los cristianos. Es lo que se dice en los dos números más significativos que dedica
Aparecida a lo litúrgico y sacramental, con los que terminamos esta primera y global
presentación.

El mayor número de referencias sobre la liturgia aparece en los capítulos

centrales y más desarrollados del Documento: en el V: “La Comunión de los
Discípulos Misioneros en la Iglesia”, y en VI: “Itinerario Formativo de los
Discípulos Misioneros”. Esa observación nos orienta a decir que lo litúrgico-
sacramental se ubica en el corazón de la visión y misión de Iglesia que tiene y
promueve la V Conferencia.

¿CUÁL ES LA NOVEDAD DE LA LITURGIA CRISTIANA?

DIOS ES EL CENTRO
Existe un acontecimiento fundamental en la historia de Israel: Dios salva al pueblo de la
 5

esclavitud de Egipto y éste queda vinculado definitivamente a Yahvé (Ex 3,12.18; 5,3; 7, 16;
8,16). Dios establece una alianza con el pueblo y éste, a su vez, deberá rendirle culto como
Dios verdadero, liberador (Ex. 6,7). Este hecho hace que Israel posea desde ese
momento un culto único y original. Vale la pena recorrer el libro del Éxodo desde
la perspectiva del culto y la historia: nos ayudará a entender el contexto de la Cena
pascual y de nuestra Nueva Pascua

Por eso afirmamos que el culto hebreo y el culto cristiano tienen un valor histórico-salvífico.

En los relatos sobre la historia previa y sobre el mismo desarrollo de la salida de

Israel de Egipto, aparecen dos metas diferentes para el éxodo.

o El mandato original de Dios al faraón era: “Deja salir a mi pueblo para que
me rinda culto en el desierto” (Ex. 7,16)
o Israel sale de Egipto no para ser un pueblo como los demás; sale para servir a
Dios.

EL VATICANO II NOS LO HA RECORDADO ASÍ EN LA

CONSTITUCIÓN SOBRE LA SAGRADA LITURGIA:

Dios... habiendo hablado antiguamente en muchas ocasiones de diferentes maneras a

nuestros padres por medio de los profetas (Hebr 1,1), cuando llegó la plenitud de los
tiempos, envió a su Hijo, el Verbo hecho carne... Esta obra de la redención humana y de la
perfecta glorificación de Dios, preparada por las maravillas que Dios obró en el pueblo de la
Antigua Alianza, Cristo el Señor la realizó principalmente por el misterio pascual de su
bienaventurada pasión, resurrección de entre los muertos y gloriosa ascensión
(Sacrosanctum Concilium. 5; Catecismo de la Iglesia Católica, 1067)

EL CULTO CRISTIANO ES, POR TANTO, MEMORIAL DEL MISTERIO

DE CRISTO MUERTO Y RESUCITADO Y, TAMBIÉN, ESPERANZA
DEL CUMPLIMIENTO DEFINITIVO DE SU REINO. Todo lo que se había ido
preparando en la historia de la salvación tiene su culmen en el acontecimiento
histórico de la presencia de Cristo entre nosotros (Encarnación). Y toda esta historia se
hace presente en la celebración litúrgica. La liturgia aparece ante nosotros como una
especie de “síntesis” de toda la historia de la salvación.

No es extraño que la “razón de ser de la liturgia” la encuentre el CEC en un

plan querido por Dios desde siempre y que se describe desde su propio amor a los
hombres:

“En el Símbolo de la fe, la Iglesia confiesa el misterio de la Santísima Trinidad y su "designio

benevolente" (Ef 1,9) sobre toda la creación: El Padre realiza el "misterio de su voluntad"
dando a su Hijo Amado y al Espíritu Santo para la salvación del mundo y para la gloria de
su Nombre. Tal es el Misterio de Cristo (cf Ef 3,4), revelado y realizado en la historia según
un plan, una "disposición" sabiamente ordenada que S. Pablo llama "la economía del
Misterio" (Ef 3,9) y que la tradición patrística llamará "la Economía del Verbo encarnado"
o "la Economía de la salvación" (CEC, 1066).

En efecto, el Dios-Amor ha querido hacer historia con el hombre, este ha sido su plan
y nos lo ha dado conocer por medio de Jesucristo. Y la liturgia hace presente “a su
modo” este plan: por eso nada hay en la liturgia que no sea “por Jesucristo, Nuestro
Señor”.
 6

 San Ireneo dirá: “La gloria de Dios es la salvación del hombre.”

 Todo culto debería estar centrado en Dios. Por lo tanto, la liturgia debe llevar
el pueblo a Dios, ayudándole a convertirse en un adorador en espíritu y verdad.
(Jn 4,23-24)
 La ceremonia litúrgica es un medio y no un fin en sí mismo. La reverencia en
cada gesto expresa la fe que hay en nosotros.
 En la liturgia se debe articular muy bien la nobleza y la sencillez.

Este curso de Iniciación en la Liturgia para una mejor comprensión lo debemos

enmarcar en estas cinco preguntas:

1. ¿QUÉ CELEBRAMOS? (CEC 1135)

Dicho resumidamente: celebramos el Misterio Pascual de Nuestro Señor Jesucristo.
2. ¿QUIÉN CELEBRA? (CEC 1136 – 1144)
Cristo y nosotros, es decir, el Cuerpo de Cristo
3. ¿CÓMO CELEBRAR? (CEC 1145 -1162)
Celebramos por medio de símbolos, gestos, con la Palabra de Dios y con palabras y
cantos humanos inspirados en la Palabra de Dios.
4. ¿CUÁNDO CELEBRAR? (CEC 1163 -1178)
A la celebración de la obra salvífica de Cristo a través del año lo designamos con el
nombre del Año Litúrgico.
5. ¿DÓNDE CELEBRAR? (CEC 1179 – 1186)
El lugar que la asamblea organizada celebra con todos sus ministerios y funciones

LA IGLESIA NO SÓLO ACTÚA SINO QUE SE EXPRESA TAMBIÉN EN LA

LITURGIA Y SACA DE LA LITURGIA LA FUERZA PARA LA VIDA.

Sirva este curso para que en ustedes, descubran o, si es el caso, redescubran lo bello y
fundamental que es la liturgia para la Iglesia y sus ministros.
Ojalá, que este curso que hoy iniciamos de como fruto perdurable, tomando una
idea del entonces Cardenal Ratzinger heredada de Romano Guardini:

“Un esfuerzo por celebrar la liturgia de forma más esencial, se trata de

entenderla a partir de sus exigencias intimas y su forma interior, de
entenderla como oración inspirada y guiada por el Espíritu Santo
mismo en la que Cristo vuelve a ser contemporáneo nuestro y se
introduce en nuestras vidas.”.

Mons. Adán Ramírez Ortiz.

Deán de la S.I. Catedral de
Caracas
[email protected]
Cel. 04143272955