Trabajo de Historia de Dana

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 8

MINISTERIO DE EDUCACION Y CIENCIAS.

CENTRO EDUCATIVO SAN MARTIN DE


PORRES.

HISTORIA Y GEOGRAFIA
 EL APORTE DE LOS
AFRODESCENDIENTES

DOCENTE: ANDREA RUIZ


ALUMNA: DANA FLEITAS
GRADO:7ºT.T

INTRODUCCIÓN
LA HISTORIOGRAFÍA PARAGUAYA Y LOS AFRODESCENDIENTES
Sin querer hacer una historia de todas las referencias sobre los afrodescendientes existentes en la literatura
desde los inicios de la colonia, creo conveniente que nos detengamos en la figura de Félix de Azara. Azara
junto a Juan Francisco de Aguirre fueron los encargados de la tercera y cuarta partida de la comisión
demarcadora de límites en América del Sur, de acuerdo a lo que se había establecido en el tratado de San
Ildefonso en 1777. Como es sabido, la contraparte portuguesa nunca se hizo presente y ambos
demarcadores se dedicaron, durante sus largos años de permanencia y espera, a la descripción histórica,
geográfica, biológica, económica, demográfica y sociocultural de la región. Azara permaneció en la región
por veinte años (1781-1801) y su producción bibliográfica fue muy importante. Si bien se refiere a los
afrodescendientes (‘gente de color’ en su vocabulario) en varias de sus obras, podemos tomar como
muestra su Viajes por la América Meridional (1969). Después de alabar las cualidades morales de los
mulatos y mulatas (“espirituales, finas y tienen aptitud para todo”), de analizar el aspecto demográfico
(“cinco españoles por cada mulato”) y la relación existente entre libres y esclavos (“su relación es de 174 a
100; es decir, que por 100 negros o mulatos esclavos hay 174 libres”), Azara hace hincapié en la suavidad de
la esclavitud en el Paraguay
No se puede dejar de admirar aquí la generosidad de los españoles del Paraguay, que han dado libertad a
ciento setenta y cuatro de sus negros y mulatos por cada ciento, aunque nadie los necesita tanto como ellos.
No se conocen esas leyes y esos castigos atroces que se quieren disculpar como necesario para retener a los
esclavos en el trabajo. La suerte de estos desgraciados no difiere nada de la de los blancos de la clase pobre
y hasta mejor. [...] La mayoría muere sin haber recibido un solo latigazo, se los trata con bondad, no se los
atormenta jamás en el trabajo, no se les pone marca, y no se los abandona en la vejez [...] se los viste tan
bien o mejor que a los blancos pobres y se les da un buen alimento. En fin, para creer la manera de tratar a
los esclavos en este país es necesario haberlo visto, [...] así nunca habrá derecho a quejarse de los esclavos.
Yo he visto a varios esclavos a rehusar la libertad que se les ofrecía y no querer aceptarla más que a la
muerte de sus dueños (Azara, 1969: 276-277).
El tema de la abolición de la esclavitud en Paraguay, desde el decreto de libertad de vientres en 1842 hasta
la final abolición después de la guerra en 1870 lo trabajó Jerry Cooney en un artículo publicado en 1974.
Analiza fundamentalmente los alcances de la ley, y el proceso de abolición teniendo como marco la guerra
contra la triple alianza. Si bien hace uso de los datos del censo de 1846, no trabajó directamente con los
censos de libertos, que le hubiese permitido un panorama más claro y cuestionador de los datos de 1846.

¿EXISTIÓ LA ESCLAVITUD EN PARAGUAY?


¿Hubo esclavos en el Paraguay colonial? ¿De ser así, que pasó con ellos? ¿Existen afro descendientes en
nuestro país? Cuando leemos sobre la vida del Dr. Francia vemos que su reducida servidumbre estaba
compuesta por dos mulatas, un adulto, también mulato y un “negrito” para los recados.
Durante la colonia hubo esclavos, tanto en las casas particulares, como en las instituciones públicas y en
las congregaciones religiosas. Luego, con la expulsión de las órdenes religiosas decretadas por el
Dictador Perpetuo, todos los bienes de las mismas (incluyendo los esclavos) pasaron al poder de la
administración del gobierno. Las estancias del Estado y luego los emprendimientos estatales de los
López (astilleros, fundición de hierro, colocación de las vías del ferrocarril, obrajes), utilizaban mano de
obra esclava.
Un esclavo era a medias una persona y a medias una cosa. Como persona, no se lo podía herir ni matar.
Como cosa se lo podía comprar, vender, prestar, alquilar, prendar, castigar.
Con el permiso del amo, el esclavo podía trabajar para sí mismo y adquirir bienes, muebles, incluso
ganado, pero no podía poseer bienes inmuebles (tierras) ni siquiera después de su libertad. Dicho, en
otros términos, al ser libres, no tendrían donde vivir y disfrutar de su libertad. Se convertían así, en
“arrimados” de alguna casa, donde podían quedarse ¿a cambio de qué? Pues de trabajo gratuito o en el
mejor de los casos, a cambio de una mísera compensación económica.
Tampoco se les permitía usar ropa de seda ni llevar joyas de valor; una sutil pero efectiva manera de
recordarles la posición que les correspondía en la estructura social de esos tiempos. Por lo tanto,
constituían ellos un grupo de ciudadanos de última categoría al punto que las reglas legales y sociales se
encargaban de mantenerlos en esa condición, aunque hayan conseguido su libertad.
Los primeros esclavos llegaron al Paraguay con los conquistadores, pero lo cierto es que con el correr de
las décadas, al Paraguay llegaban pocos de ellos por tres motivos principales:
Uno, la economía del Paraguay colonial no figuraba entre aquellas para las cuales el brazo del esclavo
negro era considerado indispensable.
Dos, a los esclavos que llegaban a la provincia del Paraguay, se los traía del puerto de Buenos Aires, y
nunca directamente de la costa Africana, lo que elevaba demasiado su precio y los convertía “accesibles”
solo para aquellas familias más acaudaladas.
Tres, dado el tamaño de nuestro mercado económico y las ganancias que se obtenían de nuestros
principales rubros (yerba, tabacos y maderas) no compensaban la adquisición de un instrumento de
trabajo caro como lo era el esclavo.
De manera que en todo tiempo se introdujeron pocos esclavos al Paraguay.
Por otro lado, nuestra sociedad que desde tiempo de Domingo Martínez de Irala estimuló la unión de
españoles con las nativas, dio origen a una gran descendencia mestiza. Esta población, criolla ya,
habituada estaba a la mezcla de razas, de modo que la introducción de negros a nuestra sociedad y el
nacimiento de “otro tipo” de criollos con la contribución de sangre africana en la masa popular. “Se
recibió sin grandes entorpecimientos, originado por la tendencia racial desprejuiciada de la comunidad
hispano guaraní” según lo sostiene Jorge Samudio Silva en un artículo para la revista de la Univ. de
Buenos Aires en 1945.
La trata o introducción de negros desde el África fue abolida en Paraguay con la Ley de Libertad de
Vientres del año 1842 por Carlos A. López en la cual se prohibía la esclavitud. La abolición de la
esclavitud solo en pocos casos es simultánea con la de trata debido al prejuicio que pesa sobre las
personas con el característico color de la piel del afro descendiente. En el Paraguay no se extinguió en
forma efectiva hasta el año 1870 año de la finalización de la Guerra contra la Triple Alianza donde la
población de color o mulatos, prácticamente desapareció.

Kambá Kua
Es una comunidad situada en la ciudad de Fernando de la Mora, a 10 kilómetros del centro
de Asunción, que también es conocida con el nombre de barrio Loma Campamento. La mayoría de
las 300 familias residentes, descienden de los esclavos y negros libres al servicio del general José
Gervasio Artigas durante la lucha de Uruguay por su independencia de España. En el decenio de
1820, estas tropas leales y algunos familiares siguieron a Artigas al exilio en Paraguay, donde el
gobierno del Dr. Francia les dio semillas, animales y 100 hectáreas de tierras aptas para el cultivo,
ocupación a la que se dedicaron ellos y sus descendientes por más de un siglo. Su nombre,
inicialmente despectivo, proviene del guaraní y la traducción sería “cueva de negros”.
Los fundadores de la comunidad fueron un regimiento de 250 lanceros, hombres y mujeres que
acompañaron al caudillo uruguayo José Gervasio Artigas, en su exilio al Paraguay en 1820. El
entonces gobernador del país, Gaspar Rodríguez de Francia, le dio refugio, pero cuidó que no
conservara ninguna influencia política, ni mantuviera correspondencia con nadie fuera del
Paraguay. Su único acompañante durante el resto de su vida fue el Negro Ansina. Separó a Artigas
de sus soldados y les otorgó terrenos productivos en las proximidades de la ciudad de Asunción,
mientras a José Gervasio Artigas se le dio una granja en la distante Curuguaty.
La tierra fue distribuida de forma equitativa y a cada familia se le otorgó una vaca, una yunta de
bueyes, un arado y semillas, para asegurar su manutención y supervivencia. El proceso de
adaptación no fue muy sencillo pero se logró en un plazo relativamente corto, transformar esta
comunidad en un grupo productivo y económicamente pujante, que se autoabastecía y
comercializaba los excedentes de producción con sus vecinos o en los diferentes mercados de
Asunción.26La comunidad estaba integrada muy bien en el conjunto de la vida paraguaya
manteniendo una cultura diferenciada que incorporaba elementos derivados y heredados de sus
raíces africanas. La paz de la comunidad fue alterada durante la Guerra de la Triple Alianza, 1864-
1870, cuando Paraguay peleó contra Argentina, Brasil y Uruguay. Muchos hombres pertenecientes
a la comunidad Kamba Kua fueron enrolados en el ejército paraguayo, y junto al resto del país,
sufrieron tremendas pérdidas de vidas.
La comunidad tiene un fuerte problema relacionado con la ausencia de un título formal con
respecto a la posesión de sus tierras. A pesar de que el Presidente de Paraguay en aquel
entonces, Rodríguez de Francia, les otorgara 100 hectáreas de tierras a los Lanceros, el Estado
retuvo la propiedad de la tierra y no existía documento alguno para validar la posesión de la
comunidad Kamba Kua.
Antes del advenimiento de Morinigo al poder esto no había constituido un problema, la comunidad
podía declarar sus 120 años continuos de residencia y ocupación. Pero la tierra de los Kamba Kua
se volvía cada día de mayor valor especulativo, Asunción se expandía y el vecindario inmediato de
Kamba Kua, la Municipalidad de Fernando de la Mora se transformó gradualmente en el centro
urbano de la ciudad capital. Mejoras en el transporte significaron que Fernando de la Mora fuese
un lugar mucho más deseable para residir para aquellos que trabajaban en Asunción. En
1943 Morinigo redactó una orden presidencial por la cual expropió algunas de las tierras más
productivas de la comunidad concediéndoselas a algunos de sus más preciados aliados. Este fue
un golpe de gran impacto hacia la comunidad. En 1967, la situación empeoró aún más con la
presidencia de Alfredo Stroessner, quien expropió 50 hectáreas de las mejores tierras que quedaban
en manos de la comunidad. Las mismas fueron concedidas a la Universidad Nacional y por su parte
el gobierno vendió tierras a particulares.
Finalmente las tierras que quedaban en manos de los Kamba Kua eran 7 hectáreas. Tampoco se
pagó ningún tipo de compensación a los miembros de la comunidad por la pérdida de esas tierras.
Todo este conflicto marca una larga lucha en pro de recuperar las tierras, que les pertenecía por
derecho.
ANEXOS
INDICADORES

1. CONOCE LOS ORIGENES DE LA ESCLAVITUD EN EL PARAGUAY.


2. DETERMINA EL CONTEXTO HISTORICO EN EL CUAL SE ORIGINAN LA ESCLAVITUD
3. DETERMINA EL CONTEXTO HISTORICO EN EL CUAL SE ORIGINA ESTA
MANIFESTACION CULTURAL.
4. IDENTIFICA LOS RASGOS AFRODESCENDIENTES EN LA CULTURA PARAGUAYA.
5. PRESENTA TRABAJO DE INVESTIGACION SIGUIENDO LAS INDICACIONES.
6. PRESENTA TRABAJO DE ELABORACION PROPIA.
7. PRESENTA EL TRABAJO EN EL TIEMPO ESTABLECIDO.

También podría gustarte