Lib Rode Lke Sake Saku Do Ku
Lib Rode Lke Sake Saku Do Ku
Lib Rode Lke Sake Saku Do Ku
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el libro del kesa
KESA KUDOKU
2
el libro del kesa
SHOBOGENZO
«KESA KUDOKU»
de EIHEI DOGEN (1200-1253)
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el libro del kesa
2014 - Edición de la Asociación Zen Taisen Deshimaru fundada por Bárbara Kosen
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el libro del kesa
PREFACIO
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el libro del kesa
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el libro del kesa
¿QUE ES EL KUSEN?
Kudoku por qué kesa y zazen son la verdadera religión. Sin kesa, zazen
no es una verdadera religión. Se convierte en un método de salud como
el yoga.
El kesa no es necesario para la gente de baja dimensión. Pero para aque-
llos que buscan la Vía, que tienen deseos elevados hacia la Vía más ele-
vada, el kesa tiene un valor muy grande. Al llevar el kesa y hacer zazen
se puede obtener inconscientemente, naturalmente, automáticamente un
gran mérito, la verdadera Vía.
Los méritos del kesa
Voy pues a hablar del espíritu original del mahayana, del sutra de la obser-
vación sin mancha en el que están relatados los diez méritos del kesa.
Todo el mundo puede vestir el kesa, no está reservado a los monjes. Incluso
un laico o un practicante de otra religión que no ha recibido la ordenación
puede llevarlo. Existen diferentes tipos de kesa. El monje debe tener tres:
de cinco, de siete y nueve bandas.
Antiguamente católicos, musulmanes, griegos llevaban también la vesti-
menta sagrada en forma de toga. Llevar un vestido así es la mayor felicidad.
Pero actualmente vestir el kesa es difícil. Existen pues, pequeños kesa, los
rakusu, que tienen los mismos méritos. Pero si podéis, llevad siempre el
gran kesa. Incluso si un perro viste el kesa puede volverse Buda en una
próxima vida.
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el libro del kesa
Llevando el kesa podéis reflejaros y ver vuestra propia imagen. Vuestras
maneras se vuelven justas. A menudo observo en el dojo el comportamien-
to de los que llevan un gran kesa. Es mejor que el de los otros. Lo mismo
sucede con los que llevan el rakusu. Algunos monjes cuando eran princi-
piantes no tenían maneras bellas. Pero el hecho de vestir cada mañana el
gran kesa trasforma el comportamiento. Las posturas de zazen se hacen
más fuertes y más respetables.
Cuando se viste el gran kesa, la dignidad, la belleza se manifiestan. Haga
frío o calor, el espíritu de la Vía, de la Bodhi, se fortalece. Esto no es for-
malismo. Tiene un sentido muy profundo. Al vestir o coser el kesa, aparecen
méritos infinitos y por esto mismo el karma cambia. Esta filosofía es aún
más profunda que la del mantra del Hannya Shingyo.
La trasmisión del kesa
Los diez méritos del kesa están contenidos en el sutra Kesa Kudoku del
Maestro Dogen. Voy, pues, a traducir y comentar este texto del Shobogenzo.
En este libro dos capítulos están consagrados al kesa: Kesa Kudoku y Den-e,
los méritos del kesa, y la trasmisión del kesa que dicen más o menos lo
mismo, sólo varían algunas frases.
«De Buda a Buda, de patriarca en patriarca, la trasmisión autén-
tica del Dharma se ha perpetuado exactamente. En China, la
verdadera trasmisión viene únicamente de Bodhidharma, el
que vivió en el monte Suzan».
14 Sólo Bodhidharma lleva la trasmisión de India a China a través del kesa,
el vestido verdadero.
el libro del kesa
Muchos monjes han trasportado por esa carretera estatuas, sutras, libros,...
sólo Bodhidharma trasmitió el kesa.
Los sutras cuentan que el Buda entregó su primer kesa verdade-
ro a Mahakashyapa y que este kesa fue trasmitido hasta Bodhidharma.
¿Históricamente es esto auténtico? Poco importa. El hecho es que
Bodhidharma fue el vigésimo octavo patriarca después de Shakyamuni.
En los templos japoneses, en Eihei-ji, se recita el nombre de todos los Budas
que se sucedieron en India desde el Buda Shakyamuni hasta Bodhidharma.
«De maestro auténtico a discípulo auténtico, de maestro a
maestro, de patriarca a patriarca, Bodhidharma fue el vigésimo
octavo sucesor. Se dirigió a China y allí fue el primer patriarca
de la trasmisión. Después en China la trasmisión se sucedió
durante cinco generaciones hasta Eno, Daikan Eno, que fue el
sexto patriarca y el trigésimo tercero de toda la línea».
Eno Se dirigió al monte Obai donde habitaba el Maestro Konin. Allí vivían
numerosos monjes. Eno no recibió la ordenación, pero se hizo cocinero. El
Maestro Konin quería dar la trasmisión y pidió a sus discípulos que escri-
bieran un poema. Jinshu, el primer discípulo, el más inteligente de todos,
escribió:
El cuerpo es el árbol de la Bodhi
El espíritu es un espejo brillante
Hay que desempolvarlo sin cesar
Para que no se deposite el polvo.
Jinshu colocó el poema a la entrada del dojo. Era el mejor de todos los
poemas. Eno no sabía ni leer ni escribir, al volver de la cocina pidió a un
amigo que se lo leyera. Eno no se impresionó y dijo: «Es un error, esto no
es el verdadero Zen. Nunca nuestro Maestro nos ha enseñado tales cosas.
Escribe esto:
No hay árbol de la Bodhi
ni espejo brillante
Puesto que en lo fundamental todo es ku
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¿dónde podría depositarse polvo? el libro del kesa
perseverar. Así, vuestra vida y todas vuestras acciones serán justas y fuer- el libro del kesa
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En India, en el desierto hace mucho calor. El dragón vive en los océanos,
el libro del kesa
viaja a veces por los cielos, las montañas, los desiertos. Tiene miedo del
calor de estos desiertos, así como de los vientos muy cálidos que en ellos
soplan. Por otra parte le asusta el garuda. ¿Qué es el garuda? El garuda
es un inmenso pájaro que, cuando baja del cielo, ensombrece el océano y
quiere comerse al dragón con su pico que sumerge hasta lo más profundo
de las aguas. El dragón le tiene mucho miedo. Por eso el rey de los drago-
nes le pide al Buda que le ayude, y a toda la familia de dragones. El Buda
le da entonces un kesa y el rey de los dragones le dice:
–En nuestra familia hay muchos dragones, un solo kesa no es suficiente.
–Este kesa es un kesa infinito. Incluso un solo hilo para cada uno de voso-
tros os protege.
También Dogen:
«Si el dragón obtiene un hilo del kesa puede escapar del garuda.
Si una vaca toca una esquina puede cortar y hacer desaparecer
todos sus crímenes».
Esto son metáforas, en la época moderna yo escribiría: «Si tenéis un kesa
o un rakusu podéis cortar vuestros bonno, vuestro karma, y os preserva
de cualquier accidente». Por ejemplo: en coche, en avión, en todas partes,
si creéis en el kesa, estáis protegidos. Yo he hecho la experiencia más de
una vez. Cuando me fui a la guerra en barco en dirección a Indonesia,
durante cincuenta días estuve sobre un barco cargado con dinamita. Kodo
Sawaki me había dado su rakusu que todavía me protege. De cincuenta
barcos, cuarenta y nueve se fueron a pique, sólo mi barco llegó. Muchos
de mis amigos murieron durante ese viaje, sólo yo pude volver al Japón sin
accidentes. Creo profundamente en el rakusu. En otra ocasión, mi barco
se hundió cerca de una isla. Pero yo había colocado mi rakusu contra mi
cuerpo, debajo de la camisa. Esto me ayudó completamente, me protegió.
Cuando los monjes viajan deben llevar siempre tres kesa, es un precepto.
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el libro del kesa
La verdadera Vía. El verdadero kesa
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el libro del kesa
La práctica de la fe
Dogen emplea el kanji on, muy difícil de traducir, que representa el fun-
damento de la moral china y japonesa. En mi habitación he caligrafiado
el kanji butsu on que significa: el on de Buda, es profundo y tiene un sen-
tido amplio. En castellano on puede interpretarse como «reconocimiento,
agradecimiento». También: «volver, un movimiento de abajo hacia arriba,
el favor, la gracia». Y también: «la bendición, la benevolencia».
Por ejemplo, relativo al afecto que debemos a nuestro maestro, o a nues-
tros padres. Dogen escribe: «Jin on. Debemos sentir gratitud desde lo más
profundo de nuestro espíritu».
Habéis recibido la enseñanza sobre el verdadero kesa y hasta ahora nadie 29
el libro del kesa
la había dado en Europa. Esto es histórico. Y podemos vestir este verdadero
kesa, el kesa más elevado.
«Incluso el animal demuestra el reconocimiento. ¿Por qué el
ser humano olvida la gratitud? Es completamente desolador.
Si no se conoce on, la gratitud, el reconocimiento, se es aún
más estúpido que los animales».
En la historia de China, en la época antigua, se cuenta que un gorrión
extenuado cayó por tierra. Había muchas hormigas y estaba a punto de
morir. Las hormigas querían apoderarse de él.
Entonces el señor Yobo-nen lo lleva a su casa. Le lava el cuerpo con agua,
le calienta, le cuida y le da de beber y de comer. Todos los días era muy
bueno con él. El pájaro recobró progresivamente la salud y gracias a los
cuidados pudo volar de nuevo. El señor Yobo-nen lo dejó marchar de la
casa. El pájaro levantó el vuelo y se hizo muy fuerte. Una noche, mientras
este señor dormía, apareció en sus sueños. Era amarillo, todo amarillo,
incluso el pico y decía: «estoy muy contento. Esta noche he venido a visi-
taros en señal de gratitud por vuestra bondad. Seguramente en vuestra
vida tendréis grandes éxitos». Después su silueta desapareció. El señor
Yobo-nen llegó a ministro y contó esta historia a todo el mundo. El pensó
que seguramente este pájaro le había ayudado a obtener esta función.
Si incluso los pájaros tienen gratitud y no olvidan a los que les han ayu-
dado, los seres humanos deben conocer on.
Hay otra historia, parecida a esta, que ya he contado. Se refiere a una
tortuga y un barco de pescadores. Un gobernador compra a un pescador
una tortuga. Después de darle un poco de sake para reconfortarla, la deja
en la orilla del mar. En ese momento la tortuga se gira tres veces para
mirarle. Al cabo de algunos años el gobernador cambia de puesto y se hace
ministro. Se fabricó entonces un nuevo sello con un trozo de mármol y
grabó en él la tortuga. Cada vez que lo utilizaba la cabeza de la tortuga se
movía tres veces. Entonces se acordaba de la tortuga que había liberado
y de que ella, muy reconocida, le había ayudado a obtener su puesto de
ministro. Es una historia muy conocida que se cuenta a los niños, como
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las fábulas de Esopo.
el libro del kesa
Kesa. Zazen
El vestido de Buda es el kesa, el dharma del Buda es zazen y los dos están
siempre en unidad. E: kesa; ho: dharma. Debemos hacer zazen vistiendo
el kesa. Así es el verdadero zazen perfecto.
«Sólo los verdaderos patriarcas de la trasmisión, los verdaderos
maestros pueden legar este kesa».
Los otros no conocen y no comprenden.
Las personas que comprenden el zen por los libros o que hacen zazen desde
la mañana a la noche, si no visten el verdadero kesa, no son auténticos.
Dogen lo ha escrito muy exactamente.
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Siempre repito: «kesa, kesa». el libro del kesa
Por supuesto, se puede hacer zazen sin llevar el kesa, pero si queréis llegar
a ser mis verdaderos discípulos, es necesario tener un verdadero kesa.
Aunque existen muchos libros franceses, ingleses, alemanes,... sobre el Zen,
comprender a través de los libros no es el verdadero Zen. El Zen no es un
saber intelectual. Una trasmisión directa de la educación es importante.
Si hacéis zazen, vestís el kesa o el rakusu, si coséis ese kesa, es el verdadero
Zen: la trasmisión a los discípulos.
Dogen empleaba siempre el kanji shugyo, practicar la Vía. Como ya os he
dicho, en el budismo, como en toda religión, cuatro cosas son importantes:
kyo: la enseñanza; gyo: la práctica, realizar la Vía; shin: creer, la fé; sho:
la certificación, el satori.
Pero ¿qué es el satori? Todo el mundo habla de él pero nadie lo comprende
verdaderamente. En el Genjo Koan del Shobogenzo, Dogen y Kodo Sawaki
explican qué es el satori. Incluso yo he escrito al respecto.
Pero ¿qué es el satori? Dogen no emplea la palabra satori pero sí el kanji
sho.
To ku sho: alcanzar el lugar que no se puede alcanzar por el lenguaje, con
la palabra. Esa es la esencia del satori. Es mushotoku, lo que no puede ser
atrapado.
En Suiza, en las montañas nevadas, he hablado de esto profundamente.
Hay que comentar exactamente, ¿qué es el satori? No merece la pena
desear tener el satori. Inconscientemente, naturalmente, automáticamente
se puede obtener. Hacer zazen, vestir el kesa, esto es el satori.
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el libro del kesa
Educación por el encuentro con el maestro
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el libro del kesa
Creer en la esencia del maestro
misma fuente, Buda, Dios, es en ella en la que hay que creer.. Pero Buda
¿en qué creía?
Los sutras relatan: «No soy perfecto ni completo. No es posible ser perfecto.
El discípulo debe creer en la esencia del maestro, en lo que busca». El Buda
Shakyamuni, dándole el shiho a Mahakashyapa, le pide creer en el kesa.
Hay que morir pero la enseñanza se trasmite. El kesa existe, no es como
la estatua de Buda. Nunca el Buda Shakyamuni pidió respetar su estatua.
Pero hacéis sampai delante de esta estatua, raihai, esto tiene un profundo
significado. En realidad, durante la ceremonia no me prosterno para esa
estatua si no que hago sampai para todos los Budas vivientes que están
en este dojo y acaban de terminar zazen. Haciendo raihai todos juntos,
discípulos y maestro, nuestro propio ego y el de los otros se armonizan y
se vuelven unidad.
El kesa en sí mismo no es material. Es el símbolo de la vida, de la verdad
cósmica. Pero cada uno es diferente. Pienso que la verdad que buscáis no
es idéntica para cada persona.
El verdadero maestro, la verdadera enseñanza es necesaria. Si llegáis a ser
mis discípulos debéis comprender el satori que no puede ser expresado
por el lenguaje. No se trata solamente de comprender sino de realizar, de
practicar la Vía en la vida cotidiana.
En la época moderna, a menudo, ¡con lo único que se practica es con la
boca! Debéis actuar según la verdadera enseñanza que no puede ser expre-
sada por el lenguaje. Ese es el satori. Practicar lo invisible, aquello que es
imposible de explicar con palabras. Es zazen, la significación del kesa. A
través de zazen, a través del kesa.
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el libro del kesa
¿Cuándo vestir el kesa?
vestidas con un gran kesa estén en las primeras filas, lo más cerca de Buda,
después los que tienen un rakusu, después los kolomo negros, después las
personas con ropa civil. Los discípulos vestidos con un gran kesa deben
proteger al maestro. Esta ha sido la regla trasmitida hasta hoy, en todos
los templos soto del Japón.
Cuando el kyosakuman debe dar el kyosaku a un discípulo que lleva el kesa,
sólo golpea sobre el lado derecho. No es posible golpear al kesa. Si queréis
recibirlo de los dos lados, es necesario que antes retiréis la esquina del
kesa que cae por detrás del hombro izquierdo. Si la persona lo olvida, el
kyosakuman debe hacerlo. La regla que se refiere al kesa es muy estricta.
«Hay tres tipos de kesa básicos, el de 5 bandas, de siete y de
nueve. Más allá de kujo e, el kesa de nueve bandas existen los
de 11, 13, 15, 17, 19 bandas, después los kesa de gran clase a
21, 23, 25 bandas.
Pero durante la educación, para el discípulo, los tres primeros
son suficientes, los otros están reservados al maestro. Durante
el trabajo, el samu, o las compras o los viajes el monje debe
llevar el de cinco bandas, el gojo e».
En la época moderna es a menudo más práctico llevar el rakusu. Si se
fuma, o si se bebe whisky, si se come carne, si se cocina o se corta madera,
se asiste a una fiesta o se va al baño, hay que quitarlo. Pero durante un
desplazamiento, a lo largo del viaje, es posible llevarlo.
«Los monjes que visitan a otros religiosos o que hacen cere-
monias deben llevar el kesa de siete bandas, el shichijo e. Para
enseñar el zazen, el responsable del dojo o el kyosakuman
pueden poner el gran kesa de nueve bandas».
Cuando se está solo en la habitación se puede llevar el kesa de cinco ban-
das pero no hay que olvidar quitarlo al ir al baño, o al hacer la cocina, o
durante los masajes. Si se va a un palacio o a la casa de un responsable
político, hay que llevar el gran kesa de nueve bandas o más.
En la época moderna todas estas reglas no son tan importantes. Dogen
describe el método tradicional.
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el libro del kesa Incluso en Japón, los monjes no siguen del todo estas reglas. Pero en algu-
nos templos como en Eihei-ji éstas son muy respetadas.
«En verano, cuando hace calor se puede llevar el kesa de cinco
bandas o el rakusu. En invierno, cuando hace frío es posible
suponer varios kesa. Por ejemplo el kesa de cinco bandas, des-
pués el de siete e incluso un tercero si hace mucho frío».
A menudo el Buda Shakyamuni, relatan los sutras, llevaba al atardecer dos
kesas, después a medianoche, pedía a Ananda que fuera a buscar el gran
kesa. En el Himalaya, hace mucho frío. Es posible cubrirse la cabeza con
el kesa.
«Sensei no habla francés, un maestro que hablara francés sería más claro».
Se quiere cambiar constantemente de maestro y así hasta la muerte, no
se comprende y no se llega a ninguna parte. Nos llenamos de dudas y nos
equivocamos.
Lo mismo para la calidad. La secta Ritsu pretendía que sólo se podía uti-
el libro del kesa
lizar el algodón.
Es posible utilizarlo todo, desde el lino al algodón, la lana, la seda, los teji-
dos artificiales,... Pero los mejores tejidos para coser un kesa son aquellos
que son desechados, que no se utilizan.
El maestro Jiun, perteneciendo a la secta Ritsu y Shingon, siguió el kesa
de Dogen y fue excomulgado porque retiró la anilla del kesa. Llegó a ser
muy famoso y un gran monje en la historia del budismo japonés.
Dogen, Shinran y Jiun fueron considerados entre los más grandes monjes.
De todas maneras Dogen escribió: «El kesa es una protección, una defensa,
un amuleto, un talismán, el mejor, el mejor de los talismanes: es el gran
satori, el más elevado de todos.»
A nokutara san mya ku san bodai. El kesa y zazen están en unidad. El kesa
significa lo infinito, la eternidad.
Dai sai gedapuku, ¡Oh gran hábito del satori!
Muso: mu, no; so, aspecto. Muso: no aspecto.
He explicado ya que el kesa no es cuantitativo ni cualitativo. Tiene un
color, pero éste no es un verdadero color. No tiene límite.
Nuestra civilización occidental, nuestra educación, siempre quiere limi-
tarlo todo. Tesis, antítesis, síntesis. Hace categorías. Por ejemplo: esto es
rojo, amarillo, azul,...
Para el kesa esto no es posible. Su color no es ni rojo, ni blanco, ni negro,
ni azul. Particular, siempre oscuro, es ilimitado.
El hábito de Bodhidharma estaba hecho de una mezcla oscura de verde y
negro.
¿Qué color escoger para el kesa? ¿Qué dimensiones?
Cada uno es diferente. El kesa es tan amplio que se vuelve infinito, muso,
sin forma, pero no obstante tiene una forma rigurosa. Lo mismo para la
calidad. Sobre la cama, en mi habitación, hay una manta que me dio una
mujer, es un kesa de lana. Incluso cuando duermo, llevo el kesa.
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el libro del kesa
Muso fukuden e. La postura de zazen también es infinita.
El kesa original
1.- Como la función del tinte es trasformar el color, el poema de Dogen impregna el
cuerpo y el espíritu.
En la época de Dogen, en China o en Japón se podía vestir el kesa. En
Europa sólo pueden llevarlo mis discípulos. En China, en la época moderna,
esto no es posible.
«Llevar el kesa no está reservado a una clase aristocrática y
prohibida a los pobres, ni reservado a las gentes inteligentes
y prohibida a los idiotas. Todo el mundo lo puede vestir. Está
más allá, ilimitado y sólo depende de un buen karma. Entonces
agradezcamos y alegrémonos de este buen karma pasado. Y si
no dudamos, inconscientemente, naturalmente, automática-
mente, virtudes y efectos excelentes nacerán muy exactamente
en el futuro».
Siempre Dogen, y yo mismo, durante zazen hablamos de mushotoku. En el
Shobogenzo, el «Kesa Kudoku» trata de los méritos del kesa, el «Bendowa»
de los méritos de zazen.
Debéis creer que estos méritos aparecerán. Y si alguno todavía no ha
recibido el kesa, por favor, esperad obtenerlo. En vuestra vida, una semilla
54 del kesa será de esta manera plantada. Por favor, que vuestra práctica se
el libro del kesa
«11.- A nokutara san myaku san bodai, el vestido del más alto
satori».
Idéntico a zazen.
Existen así, once nombres de una profunda significación para designar al
kesa. Cada mañana lo ponemos sobre la cabeza. Sin duda alguna grandes
méritos nacerán en el futuro.
No vestimos el kesa solamente para nuestro propio ego. Esto influencia a
los otros que pueden, por el intermedio del vestido que nosotros llevamos,
obtener la verdadera felicidad. De esta forma el kesa puede ayudar en los
sufrimientos de los demás.
Pero no hay que cambiar ni la forma, ni el color, ni la manera tradicional de
coser el kesa. Sin preocuparse de las propias opiniones, hay que seguir muy
exactamente la trasmisión. Si queréis coser el kesa seguid precisamente la
enseñanza del verdadero maestro.
El funzo e
¿Qué se debe emplear para hacer un kesa? ¿Algodón, lino, seda, lana,...?
Para cada país es diferente. Siempre que sea posible emplead lino, algodón
o seda. Los tejidos sintéticos hacen ruido en el dojo.
El maestro Dogen insiste siempre sobre el hecho de que no hay que esco-
ger. Todos los Budas y Patriarcas se han servido de tejidos a los que no
estaban apegados.
Funzo e: fun, caca; zo, limpiar. Esa es la cualidad más alta del kesa.
Dogen habla de diez clases de funzo e:
1.- Aquellos hechos a partir de tejidos que han sido quemados.
58 2.- El tejido que ha sido comido por las vacas. En India las vacas son
el libro del kesa
muy respetadas.
3.- El tejido mordido por las ratas.
4.- El tejido que ha servido para envolver a los muertos, las mortajas.
En India cuando alguien muere, el cuerpo se desnuda y se envuel-
ve en una mortaja. En la época de Buda se llevaban los muertos al
bosque. Los cuerpos eran enseguida devorados por los animales, sólo
quedaban las mortajas.
5.- Los tejidos que han servido para la menstruación de las mujeres.
Por supuesto es necesario lavarlos bien antes.
6.- Las sábanas que han servido para el parto de una mujer. El tejido
más sucio puede volverse el kesa. El peor, aquel por el que no se tiene
ningún apego, se transforma en el tejido más noble, el más elevado.
7.- Los tejidos encontrados en los cementerios.
8.- Las telas ofrendadas en las tumbas o los santuarios.
9.- Los vestidos tirados por los gobernadores. En India, constantemen-
te, los emperadores cambiaban de vestimentas.
10.- Los tejidos que sirvieron en las ceremonias funerarias.
En nuestros días, no vale la pena imitar lo que nos relatan los sutras. Hay
que comprender el espíritu que de esto se deduce y el sentido original del
funzo e.
La peor de las telas puede ser empleada. Hay que lavarla, después teñirla,
cortarla y coserla. De esta manera se obtiene el funzo e, el kesa de más
valor.
No hay que llevar ni coser el kesa para nuestro ego, para sí mismo, para
su propio provecho, sino para la verdadera Vía, con un espíritu mushotoku.
De esta manera, los méritos llegan muy precisamente.
«Cuando se cose el kesa, no hay que cambiar el método tra-
dicional por sus opiniones personales y para su provecho. No
importa qué tejido puede ser empleado para hacer un kesa.
Pero se debe seguir la verdadera trasmisión, la verdadera ense-
ñanza».
«Es erróneo creer que el algodón es más puro que la seda
natural, escoger solamente la seda porque es más bella que el 59
el libro del kesa
algodón».
El espíritu debe ser siempre mushotoku. Utilizad algodón, seda o lino.
No hay que seleccionar con nuestro propio ego. El más alto kesa: funzo
e. Harapos, vestidos rasgados por las ratas, los vestidos de los muertos
amontonados en los bosques, o las mortajas; como ésas, de color blanco,
utilizadas aún en Japón para recubrir el cuerpo de los muertos. Algunas
veces, después de que el cuerpo ha sido quemado, se recoge la mortaja.
Un monje caligrafía en él un sutra como el del Hannya Shingyo y recita un
mantra. Se puede utilizar todo para fabricar un kesa, toda clase de tejidos.
Después de haberlos limpiado y desinfectado se vuelven completamente
puros. Se tiñen, se cosen y así se fabrica un funzo e, el kesa más elevado.
En lo más profundo de las montañas del Himalaya, había un lago muy
grande, profundo, infinito, donde el agua era completamente pura. Shuna
Shami lavó el kesa funzo en este lago. En ese momento, el gran rey de los
dragones, mirando el cielo, se quedó admirado, respetuoso e impresionado.
Sonrió, hizo caer una lluvia de bellas flores e hizo sampai.
De esta manera los peores vestidos se vuelven los kesa más respetables,
los tejidos más sucios, los más puros, los más idiotas, aquellos que tienen
los peores bonno, los más grandes monjes. Es una filosofía muy profunda.
Pero algunos sacan en conclusión que hay que tener grandes bonno y
volverse las peores personas: ser obseso sexual, llevarse a las chicas en la
sesshin. Es un gran error. No puedo utilizar tales personas que se compor-
tan como perros. Tampoco puedo emplearlas para coser el kesa. No hay que
equivocarse de dirección, de Vía. Si se hace zazen y se viste el kesa para la
Vía, con un espíritu mushotoku, rápidamente los bonno, los cuerpos más
sucios se vuelven los kesa más elevados, el espíritu más santo.
«En el Budismo hinayana, ciertos maestros piensan que la seda
es lo mejor que hay para coser el kesa. Es erróneo. Los adeptos
del mahayana deben reírse de una opinión como esa».
Incluso si se os dice: este vestido es de seda o de algodón, mirándolo
solamente, no se puede verdaderamente estar seguro. Aunque sea posible
utilizar cualquier materia, el funzo e no es ni de algodón, ni de seda, ni de
lino, ni de fibra artificial, ni siquiera una mezcla.
60
el libro del kesa
También, zazen, es shikantaza. Aunque existen numerosas clases de pos-
turas de zazen, el zazen de Buda es shikantaza. Diferente pero idéntico.
Aunque los colores, las materias, los tamaños de los kesa sean diferentes,
es funzo, shikantaza. Ya sea el cuerpo joven o viejo, sucio o limpio, delga-
do o grueso, es funzo, shikantaza. Cuando se hace zazen todo el mundo
es igual. Siguiendo la verdadera Vía, sin meta, mushotoku, continuando
solamente zazen, uno se vuelve shikantaza.
Para confeccionar un kesa, se puede utilizar todo si no se está apegado a
ello. Sin embargo, los vestidos demasiado usados no se pueden emplear, ni
aquellos que tienen demasiados colores o están demasiados sucios.
Para el espíritu es lo mismo. Siempre miente o decora. Es funzo, los hara-
pos. Haciendo zazen, aunque no estéis muy concentrados en mi kusen y
durmáis o penséis en otra cosa, por vuestra postura de zazen os volvéis
shikantaza, Si aparecen olas en vuestro espíritu, como en la orilla, se
rompen contra las rocas y se trasforman en espuma bajo el claro de luna.
Durante zazen, los peores bonno se vuelven la luz de la luna. Es funzo, los
harapos del hombre.
Todo es funzo: el algodón viene de una planta, la seda, de los insectos, el
nylon, del petróleo o de la madera, del carbón,... Incluso un maravilloso
kesa en oro o en plata, en perlas, es la realización de funzo.
2- Pasa cuando, al nacer, la placenta sale al mismo tiempo que el bebé y lo cubre.
De ahí la expresión «nacer de pie», algo que desde siempre es signo de buen augurio.
Kesa y estado de espíritu
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el libro del kesa
66
el libro del kesa
67
el libro del kesa
Método para lavar el kesa
monstruos y demonios.
Este sutra es como una novela.
«Si todos esos monstruos, demonios o deva respetan y admiran
al monje que viste el kesa, incluso si sólo ven y admiran nada
más que un trocito de kesa, aún siendo monstruos, si no pue-
den rápidamente convertirse en bodhisattva o Buda, podrán
ser santos o sabios».
Así es el segundo mérito santo del kesa.
El tercero concierne al mundo humano, por debajo del cielo.
«Si los seres sensibles se vuelven gaki»...
Los hambrientos que desean siempre comer, incluso durante zazen, sus
instestinos reclaman y desean que zazen se termine rápidamente, así como
el sutra de la comida. Tienen siempre deseos. Son unos pobres demonios.
Están obsesionados por el sexo. Tales personas no pueden nunca satisfacer
sus deseos y nunca obtienen nada. Se vuelven gaki.
...«si tocan u obtienen un trocito de kesa, podrán obtener y
satisfacer sus apetitos nutritivos y sexuales. De esta forma se
volverán tranquilos».
Sea como sea, ¡ya no serán más gaki! ¡El kesa es muy práctico! No se trata
de cortar, sino, poco a poco, suavemente, sin conflicto, hacer decrecer los
deseos. Estar satisfecho por la comida, la bebida, el sexo, y progresivamen-
te el mal karma y los deseos disminuyen. Así es posible estar tranquilo y
sonriente.
«Si los seres sensibles se separan y se combaten con ensaña-
miento y odio»...
Se trata aquí de los numerosos habitantes de los infiernos, monstruos,
demonios y dragones del cielo, como los kendara, asura, garuda, kendara,
magoraka, kubanda, bisha.
...«si se concentran sobre el pensamiento del kesa, por el poder
de este kesa, rápidamente pueden obtener un espíritu compasi-
vo, dulce, gentil, sin odio, el espíritu del nirvana, que corta los
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el libro del kesa bonno. De esta forma pueden volverse completamente puros».
Tal es el cuarto mérito del kesa.
Quinto mérito:
«Si hay personas que se encuentran entre militares, en medio
de un combate o en un juicio, un proceso, si alguien lleva un
kesa o un trozo de kesa y protegen y respetan este kesa, no
pueden ser atacados y no se les puede hacer sufrir, ni criticar-
los. Y aún más, les es posible hacer ganar a sus compañeros
y de esta forma pueden ser salvados y volverse tranquilos y
apacibles. Maestro venerado, si mi kesa no puede alcanzar ni
realizar estos cinco méritos santos, mientras que numerosos
Budas aparecen, entonces el mérito del kesa no es verdadero
y los Budas futuros no pueden creerme. Esto sería como men-
tirles. Y todos los Budas futuros no podrán obtener el satori, ni
ayudar y salvar a todos los seres sensibles. En ese momento la
Vía de Buda tendrá fin y malas vidas aparecerán y destruirán
todo el mundo».
Tales fueron las palabras pronunciadas por Daihi Bodhi Satoba, Kannon, el
Buda Shakyamuni en su vida anterior, al Buda Hozo.
«En ese momento el Buda Hozo extendió el brazo derecho hacia
Kannon, le pasó la mano por el cráneo en señal de aprobación
y le dijo:
–Muy bien, muy bien, hombre, bodhisattva espléndido. Todo lo
que acabáis de explicar es verdad y así es el verdadero tesoro,
el verdadero símbolo de la realización de Buda. Habéis realiza-
do el gran satori. Ciertamente vuestro kesa podrá realizar los
cinco méritos santos y aportará grandes beneficios a los seres
sensibles».
En el budismo, en los sutras, encontramos a menudo muchos Budas dife-
rentes, imaginarios, que aparecieron. Es literatura pero el sentido es muy
profundo. Vastas metáforas ilustran el nivel metafísico. La dimensión de
los sutras es siempre muy profunda. 73
el libro del kesa
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el libro del kesa
Rengenshiki y los méritos del kesa
Es la historia de una monja muy bella -la monja de los seis poderes- una
bikkuni que vivió en los tiempos del Buda Shakyamuni. Cuando se convirtió
en su discípula, el Buda Shakyamuni había hecho de ella una gran monja.
En esta época iba a predicar en el seno de las familias aristocráticas y,
dirigiéndose particularmente a las mujeres, las exhortaba a que se hicieran
monjas. Se topaba en la mayoría de los casos con sus negativas: «Somos
jóvenes y bellas, decían estas mujeres, jamás podremos respetar los pre-
ceptos». Pero Rengenshiki insistía, diciéndoles que los más importante no
era respetar o no los preceptos; lo esencial era recibir la ordenación; no
debían temer caer en el infierno infringiendo los preceptos. No obstante,
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la incredulidad que encontraba en la asistencia conducía a Rengenshiki, el libro del kesa
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¿Por qué no podéis hacer zazen? ¿Por qué no podéis recibir la ordenación
el libro del kesa y haceros monje o monja? ¿Por qué dejáis pasar el tiempo en vano? Tales
personas son completamente idiotas. E, incluso si en el presente tienen
suerte, en el futuro sufrirán.
Después Dogen escribe:
«El verdadero maestro que trasmite el verdadero kesa es el
sucesor auténtico habiendo recibido directamente el kesa tras-
mitido. No se le puede comparar a otros maestros, o a otras
sectas religiosas. Incluso si comete un error, si tiene el verda-
dero kesa, es completamente un maestro auténtico. Finalmente
el kesa decide la autenticidad del maestro».
Por supuesto, si habéis recibido el kesa de otro maestro, incluso erróneo,
exactamente un mérito muy profundo aparece. Pero no puede ser compa-
rado al trasmitido por un verdadero maestro de la trasmisión. El kesa de
la trasmisión, desde el Buda Shakyamuni y todos los patriarcas, aporta un
mérito universal e inmenso.
Método para confeccionar el kesa
El Buda vestía siempre un kesa del color de su piel. Yo los llevo parecidos.
el libro del kesa
Los colores que mis discípulos usan son tradicionales. Los europeos tienen
el color más claro que los japoneses o los chinos, pero no es posible utili-
zar el rosa. No puedo dar el nombre del color que debe tener el kesa para
ustedes los franceses. El que fue trasmitido por Bodhidharma, en algodón,
era verdinegro.
«A través de Mahakashyapa hubo veintiocho generaciones,
desde el Buda Shakyamuni hasta Bodhidharma y Eno, el sexto
patriarca por quien esta trasmisión se continuó. Después, de
patriarca en patriarca la calidad, el color se han trasmitido.
Otra escuela religiosa no puede tener esta sucesión».
Después Dogen explica:
«Existen tres clases diferentes de kesa:
1. Funzo e: kesa fabricado con trapos, con tejidos usados.
2. Seihei e: kesa hecho a partir de plumón de pájaro.
3. Nohei e: kesa hecho de harapos reparados».
Mondo entre el Buda Shakyamuni y Upali: las diversas clases de kesa.
«Un discípulo de Buda, Upali, que respetaba profundamente los
kai en tanto reglas de la sangha, le pregunta:
-Gran Maestro, ¿qué es el kesa? ¿cuántas bandas debe tener?
-El gran kesa debe tener nueve bandas, kujo e. Pero también
once, trece, quince, diecisiete, veintiuna, veintitrés, veinticinco
bandas,...»
Tengo dos grandes kesa de veinticinco bandas: el que Kodo Sawaki dio al
padre de Narita Roshi y el de Seikyu-ji. He recibido muy grandes méritos
de estos kesa.
«En el kesa de nueve, once y trece bandas, cada banda está
constituida de una pieza corta y dos largas. En el kesa de
quince, diecisiete, diecinueve bandas, hay tres largas y una
corta. En los kesa de veintiuna, veintitrés, veinticinco bandas,
los más elevados, sobre cada banda: cuatro piezas largas y una
corta. Si se fabrican de manera diferente son erróneos, no son
verdaderos kesa».
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el libro del kesa
Este mondo entre Upali y el Buda Shakyamuni refleja una profunda filo-
sofía.
«Upali continua:
-Gran Maestro, enséñame las diversas clases de gran kesa.
-Existen tres clases de kesa: el kesa de gran clase, el gran kesa;
el de mediana clase, el kesa mediano y el de pequeña clase, el
kesa pequeño.
El de gran clase, sogyari, tiene un alto de tres antebrazos. (El
antebrazo se contaba con el puño cerrado o la mano abierta
según el caso)».
Es posible hacer el kesa más o menos largo según la talla o la edad. El kesa
de gran clase se viste en las ceremonias.
«El kesa de pequeña clase mide dos antebrazos y medio de alto
y cuatro y medio de largo».
Se le viste durante los samu, para la mendicidad, para viajar o pasear.
«El kesa de clase media está justo entre estas dos medidas».
«Upali pregunta aún al Buda:
-Querido Maestro, el kesa de clase media, ¿de cuantas bandas
se debe componer?
- Uttaraso, el kesa de clase media, debe tener siete bandas.
Cada banda contiene varias piezas, dankaku, que son de dos clases: larga
o corta. Para uttaraso, el gran kesa de siete bandas, o los de nueve bandas.
«Cada banda está constituida de nicho itan, dos piezas largas
y una corta».
Upali sigue:
«Oh mi Maestro Buda, ¿cuántas clases de kesa de siete bandas
existen?
- Tres clases: el grande, el mediano y el pequeño. El grande
tiene una altura de tres antebrazos y una longitud de cinco.
Para el pequeño se cuenta una medida más pequeña del ante-
brazo. El mediano se sitúa entre los dos.
- Gran Maestro, háblame de las medidas de gojo e, el kesa de
cinco bandas, o rakusu. 83
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Método para coser el kesa
Voy ahora a abordar los textos originales que se ocupan de hablar propia-
mente de los méritos del kesa.
Estos textos están constituidos por lo esencial de los sutras escritos por
los discípulos del Buda Shakyamuni, donde éste explica al monje Chiko
los méritos del kesa. Consideraba diez que calificaba de inferiores y que
estaban dirigidos a las personas de baja dimensión; y otros diez que esti-
maba al más alto nivel en los que revelaba la profundidad a sus discípulos
más avanzados.
«El Buda Shakyamuni dirigiéndose al monje Chiko le habló así:
92 El kesa encierra diez espléndidas virtudes de las que resultan
el libro del kesa
El Buda Shakyamuni explica los diez méritos del kesa al monje Chiko bajo
la forma de un poema.
«Por favor, escucha mi enseñanza sobre el kesa del gran campo
feliz. El kesa tiene diez méritos espléndidos y diez beneficios.
La vestimenta ordinaria usada en la vida social hace crecer
nuestros bonno, pero el kesa del Buda es diferente de la ves-
timenta ordinaria. Altera las prácticas vergonzosas de la vida
cotidiana».
«El kesa permite mirar en el interior de nuestro espíritu, reflexio-
nar, y nos hace progresar. Así es el espléndido campo feliz que 95
proporciona la dicha infinita». el libro del kesa
«Vestir el kesa o el kolomo es una decoración, por eso hay que ir desnudo»,
dicen algunos religiosos. Estuve una vez en una isla de naturistas. Todo el
mundo iba desnudo. Sólo yo llevaba unos calzoncillos. Me sentí avergon-
zado. Vivir así les proporciona una sensación de vuelta a las condiciones de
la vida natural, como en la civilización prehistórica. También es demasiado
apego. En la civilización moderna, a menudo no se mira más que un solo
lado de las cosas. No vale la pena apegarse demasiado, ni creer demasiado
en algo o ser un fanático.
Los goken (los cinco prejuicios, las doctrinas erróneas) son muy impor-
tantes. Creer en zazen es mejor. Es la Vía del medio, la doctrina de Buda.
Si el kesa no es respetado ni venerado, pierde todo su poder y no tiene más
valor que un hatillo de ropa. Pero cuando es respetado y cuidadosamente
protegido, se puede recibir del rey de los cielos, Bontenno, el protector
del budismo, sus dones de virtud y felicidad. Cuando los discípulos de
Buda visten el kesa, deben rogar para que este kesa y el cuerpo de Buda
estén en perfecta unidad. Rogar de esta manera, en un estado de espíritu
profundo y total, aportará la felicidad más grande y la verdadera fortuna
se realizará y disipará todo pecado; los suyos propios y los de los demás;
rogando de esta manera, el satori podrá producirse para sí mismo y para
todos los seres que pueblan el cielo y la tierra.
Por ello, para un monje, lo más importante es observar la postura exacta
y respetar a Buda. Este precepto constituye el sexto mérito.
Esta postura exacta no concierne solamente al zazen; debe ser justa para
cada uno de los comportamientos de nuestra vida; que se ande o se hable,
que se coma o se trabaje, la actitud debe ser bella y expresar dignidad,
pues el comportamiento influeye el espíritu. Y el kesa favorece la buena
actitud del cuerpo y del espíritu, que permanecen alejados de las ilusiones
y los bonno.
El séptimo mérito insiste sobre la necesidad de tener un comportamiento
exacto.
El octavo mérito del kesa corresponde a su poder victorioso.
98 El kesa es el estandarte de la victoria: victoria sobre nuestra propia vida;
conquista y maestría sobre el universo entero.
el libro del kesa
El octavo dice:
«Todos los Budas han admirado los méritos del kesa, pues este
espíritu es el verdadero campo que nutre la felicidad. Es el
hábito pacífico por excelencia, que procura la serenidad más
profunda a cada uno de los seres del universo».
«El noveno mérito del kesa es profundamente misterioso, tiene
la virtud de hacer crecer la semilla del satori, gracias a la prác-
tica justa que suscita».
Los méritos que engendran instauran y favorecen la práctica de la Vía de
Buda.
Por eso el kesa ha sido comparado a menudo, simbólicamente, con un
campo de arroz. Sus méritos son los jóvenes brotes frescos que se desa-
rrollan.
Campo: ta o den en japonés; fukuden, el campo de la felicidad.
En Japón, la siembra del arroz se hace en abril-mayo; los campos están
entonces muy verdes, de un bello verde primavera salpicado de manchas
azules, reflejo del cielo en las superficies encharcadas. La cosecha se hace
en septiembre-octubre; los campos de un amarillo intenso al principio,
pasan progresivamente al color mate del ocre.
«El décimo mérito; la fuerza del poder del satori es parecida
a la dureza del diamante, invulnerable a los ataques de las
flechas de los bonno».
De esta manera terminaba el poema de Buda sobre los méritos del kesa.
Como conclusión añade:
«Admiro y venero estos diez maravillosos méritos del kesa. Su
verdad es demasiado profunda para poder agotar el tema; la
eternidad no bastaría. El dragón, él mismo, si se viste aunque
nada más sea que con una pequeña pieza del kesa, permanece
invisible a los ataques de los garuda5. Y cuando este último
aparece, el hombre vestido con el kesa podrá atravesar el gran
océano sin peligro. La tormenta, el estruendo del trueno, la
cólera de los cielos; nada podrá asustar al hombre que lleva el 99
el libro del kesa
kesa. Aún sin ser monje, el simple laico que estime altamente
este hábito, hará huir a los diablos y los demonios, incluso más
que el que recibió la ordenación de monje. Vestido con el kesa,
se puede hacer temblar la tierra y estremecer la morada de los
demonios. Y aquel que va de esta manera, vestido con el kesa
y satisfecho de su ordenación, tiene la certificación auténtica
que lo hace uno con el cuerpo de roboshin, el verdadero cuerpo
del dharma y de Buda».
Aquí se termina el poema de Buda. Seguidamente vienen los comentarios
de Dogen. Todo el texto está escrito en kanbun, lo que hace la traducción
muy difícil. Pero he intentado acercarme lo más posible. Después Dogen
hace comentarios sobre el funzo e o «kesa harapos». Al final termina expre-
sando toda la admiración que siente por el Dai sai geda puku, el sutra del
kesa.
Voy a terminar mis comentarios sobre el kesa hablando del funzo e o «kesa
harapos», al que el Maestro Jiun ha elogiado largamente. En general, éstos,
son todos los kesas hechos a partir de tejidos desechados, encontrados y
recogidos entre los detritus. Algunos antiguos sutras definen una decena
de clases de tela reutilizables.
«1. Las telas mordidas por las vacas.
2. Las piezas de tejido roídas por las ratas.
3. Piezas de tejido quemadas.
4. Las telas que han servido en las mestruaciones de las muje-
100 res.
el libro del kesa