Hijo Extramatrimonial y Adoptado

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Dominguez Fajardo, Anna Sofia Nicolle

El hijo extramatrimonial está definido en nuestro ordenamiento por el


código civil de 1984. El artículo 386, nos dice que son hijos
extramatrimoniales los concebidos y nacidos fuera del matrimonio. Esto
nos quiere decir que para ser considerado hijo extramatrimonial, deben
darse 2 condiciones: la concepción y el nacimiento fuera del matrimonio.
El artículo 348 del código Civil de 1936 se refería al hijo ilegitimo a los
nacidos fuera del matrimonio.
El hijo póstumo (concebido dentro del matrimonio, pero cuyo nacimiento
ocurre cuando el padre o la madre ha fallecido y por tanto el vínculo
matrimonial se ha extinguido) era considerado como ilegitimo.
El derecho a distinguido entre hijo legitimo e ilegitimo. Esta tendencia
proviene del derecho romano y existe aún en nuestro sistema. Las más
radicales tendencias clasificaron a los ilegítimos en naturales y espurios; a
estos últimos en fornezinos, sacrílegos y mánceres; y a estos últimos en
adulterinos e incestuosos.
Hoy en día, todos los hijos gozan de los mismos derechos; el ejercicio de
un derecho, como lo es el de llevar un nombre (prenombre y apellidos) no
puede estar limitado por criterios desiguales.
Si el reconocimiento del hijo extramatrimonial se llevaba a cabo por uno
solo de sus progenitores (el padre o la madre), entonces Llegaría como
apellidos los que corresponden al progenitor que lo reconoció. En cambio,
si hubiese sido reconocido por ambos progenitores (el padre y la madre)
entonces llevaría el primer apellido de cada uno de ellos.
El caso del hijo extramatrimonial tenido por mujer casada, esto es, el
adulterino teniendo una solución distinta. De los artículos 361 y 362 del
código civil se puede inferir que el hijo adulterino no se reputa hijo del
marido de donde resultaría qué el reconocimiento de “hijo
extramatrimonial” practicado por la mujer casada sería más bien un
otorgamiento a favor de ese hijo, de la condición de hijo matrimonial de
dicha mujer y su marido, quedando legitimado el marido a solicitar el
divorcio por adulterio, la impugnación de paternidad correspondiente, la
desheredación, etc.
El 25 de abril de 2006 el artículo 21 del código civil fue modificado por la
ley N° 28720, que establece que el hijo extramatrimonial puede llevar no
solo los apellidos del padre o madre que lo reconoció, sino también los
apellidos de aquel que haya sido declarado por el padre o madre que lo
reconoció como el otro progenitor. Dicha declaración y consecuente
mención del supuesto progenitor en la partida de nacimiento del hijo
extramatrimonial no produce efectos filiatorios.
Podríamos resumir que la ley N° 28380 establece lo siguiente:
Los hijos sin distinción entre matrimoniales o extramatrimoniales llevarán
los apellidos de ambos padres.
En caso de hijos nacidos fuera del vínculo matrimonial se podrá revaluar el
nombre de la persona con la cual se hubiera tenido el hijo. La descripción
del nombre del presunto progenitor en la partida de nacimiento del hijo
no establece vínculo de filiación alguno.
El registrador, bajo responsabilidad, deberá notificar el presunto
progenitor de tal hecho dentro de los 30 días de la inscripción.
Si no se revela la identidad del presunto progenitor se inscribirá al hijo
solo con los apellidos del padre o la madre que lo reconoció.
Existe responsabilidad civil y penal del progenitor que de mala fe imputará
la paternidad o maternidad de su hijo a persona distinta con la que lo
tuvo.
Cómo mencionamos al inicio de este comentario, ciertamente la
clasificación entre las entre los hijos matrimoniales y extramatrimoniales
para establecer las reglas del nombre no es justificada. Lejos de ser
necesaria para establecer derechos y deberes, es una clasificación que
arrastra rezagos de discriminación Y qué afecta el derecho a la igualdad
sin embargo el nuevo artículo 21 del código civil lejos de resolver un
problema genera otros.
APELLIDOS DEL ADOPTADO:
El hijo adoptivo adquiere una familia no solamente desde el punto de vista
espiritual y afectivo, son tambien desde el punto de vista jurídico, lo que
implica una integración total de adoptante y adoptado, lo que guarda
plena relacion con lo dispuesto en el artículo 377 del Código Civil.
La adopción es un es una figura jurídica de un acto social solidario y muy
humano por ello se trata de un alto con mucho contenido de amor. En
este sentido todas las normas que regulan la opción deben ser simples
para facilitar y promover esta alternativa de paternidad, ello implica la
sensación de normas jurídicas acordes a la realidad para mediatizar los
lejísimos deseos de quienes quieren adoptar. Hay una serie de
disposiciones administrativas al respecto, pero es importante este artículo
porque revela el apellido de la familia natural para ser sustituido por el de
la familia adoptante, lo cual es a su vez muy positivo porque tiene un gran
efecto psicológico y social que le permitirá al adoptar un proceso de
integración familiar seguro y armonioso con toda la familia que lo recibe
con amor.

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