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REVISIÓN ESTRATIGRáFICA DEL DEPÓSITO ARQUEOLÓGICO DE LA CUEVA DE SANTIMAMIñE (KORTEZUBI, BIZKAIA):

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CAMPAñAS DE 2004 A 2006. CRONOESTRATIGRAFíA y PALEOAMBIENTE.

koBie Serie Bizkaiko arkeologi induSketak - excavacioneS arqueologica en Bizkaia, nº 1: 7-70


Bizkaiko Foru Aldundia-Diputación Foral de Bizkaia
Bilbao - 2011
ISSN 0214-7971
Web http://www.bizkaia.eus/kobie

REVISIÓN ESTRATIGRáFICA DEL DEPÓSITO ARQUEOLÓGICO


DE LA CUEVA DE SANTIMAMIñE (KORTEZUBI, BIZKAIA):
CAMPAñAS DE 2004 A 2006. CRONOESTRATIGRAFíA y
PALEOAMBIENTE.

Stratigraphic review of the archaeological strata in Santimamiñe Cave


(Kortezubi, Bizkaia): 2004 and 2006 campaigns. Chronostratigraphy and
paleoenvironment.
Juan Carlos López Quintana1
Amagoia Guenaga Lizasu1

Palabras clave: Aziliense. Cronoestratigrafía. Holoceno. Magdaleniense. Neolítico. Paleoambiente. Santimamiñe.


Tardiglaciar. Urdaibai.
Gako-hitzak: Azil aldia. Kronoestratigrafia. Holozenoa. Magdalen aldia. Neolitoa. Paleoingurugiroa. Santimamiñe.
Tardiglaziarra. Urdaibai.
Key words: Azilian. Chronostratigraphy. Holocene. Late Glacial. Magdalenian. Neolithic. Paleoenvironment.
Santimamiñe. Urdaibai.

RESUMEN

Durante los años 2004 a 2006 se ha acometido un proyecto de revisión estratigráfica del depósito de la cueva
de Santimamiñe, en el marco de un programa general de estudio, conservación y difusión de este conjunto
arqueológico. El sondeo estratigráfico realizado, ubicado en el tramo más interior del vestíbulo, ha aportado una
secuencia de 6 metros de potencia, en la que se suceden 27 unidades estratigráficas, articuladas en cuatro conjun-
tos definidos en base a criterios geoclimáticos y paletnológicos. El conjunto inferior acoge dos niveles con con-
tenido paleontológico (Arb-o y Arg-o), desarrollados durante el Würm III / OIS 2, y con dataciones entre c. 27000
y 20000 BP. Por encima se asienta el complejo de inundación, un potente paquete de limos y arcillas estériles,
depositado, con toda probabilidad, durante el Würm III/IV - GI-2. El conjunto meso-superior se concreta por la
presencia significativa de procesos crioclásticos, referidos a los niveles Csn-Camr, Slnc y Arcp, formados duran-
te el Tardiglaciar (Dryas I final / GS-2, Dryas II / GI-1 y Dryas III final / GS-1). Estas tres fases de recrudecimien-
to climático acogen las primeras ocupaciones humanas de la cueva de Santimamiñe: del Magdaleniense inferior
tardío, Magdaleniense superior-final y Aziliense, entre c. 14700 y 10000 BP. Por último, el conjunto superior se
deposita durante la primera mitad del Holoceno, con ocupaciones mesolítica (muy leve), neolítica y del Calcolítico-
Bronce, entre c. 7600 y 3700 BP. Con la presente intervención se descarta, al menos en el área intervenida, la
existencia de ocupaciones humanas del Paleolítico superior antiguo y medio.

1 AGIRI Arkeologia Kultura Elkartea y Círculo de Estratigrafía Analítica.


208 Postakutxa. 48300/Gernika-Lumo (Bizkaia)
E-mail: [email protected]
8 J. C. LÓPEZ QUINTANA; A. GUENAGA LIZASU

LABURPENA

2004tik 2006ra bitartean Santimamiñeko haitzuloko deposituaren berrikuspen estratigrafiko egitasmoari ekin
zaio, multzo arkeologiko horren azterketa, kontserbazio eta hedapen programa orokorraren barruan. Egindako
zundaketa estratigrafikoa atariaren barrualdeko zatian burutu da, eta 6 metroko potentziako sekuentzia bat eman
du. Bertan 27 unitate estratigrafiko ikusten dira, irizpide geo-klimatikoetan eta paleontologikoetan oinarrituz
definitutako lau multzo handitan egituratuak. Behealdeko multzoak edukiera paleontologikoa duten bi maila
hartzen ditu (Arb-o eta Arg-o), Würm III / OIS 2 izenekoan garatuak, eta c. 27000 eta 20000 BP arteko datazioak
dituztenak. Gainetik inundazio konplexua dago, limo eta buztin esteril pakete indartsua, ziurrenez Würm III-IV /
GI-2an depositatuak. Multzo meso-goikoa prozesu krioklastikoen agerpen aipagarriak zehazten du. Prozesu
horiek Csn-Camr, Slnc eta Arcp mailei dagozkie, eta beranduko glaziarrean eratu ziren (Dryas I azkenekoa / GS-2,
Dryas II / GI-1 eta Dryas III azkenekoa / GS-1). Klimaren gogortze hiru fase horiek Santimamiñeko haitzuloan
gertatutako gizakien lehenbiziko okupazioak jasotzen dituzte: beranduko behe Magdalen aldikoa, Amaierako
goi-Magdalen aldikoa eta Aziliensea, c. 14700 eta 10000 BP artean. Azkenik, goiko multzoa Holozenoaren lehen
erdialdean depositatu zen, eta okupazio mesolitikoa (oso arina), neolitikoa eta Kalkolito-Brontze arokoa izan
zituen, c. 7600 eta 3700 BP artean. Partaidetza honekin baztertu egiten da, aztertutako inguruan behintzat, Goi
Paleolitiko zaharrean eta erdikoan giza okupaziorik egon zenik.

ABSTRACT

A stratigraphic review of the Santimamiñe Cave strata was performed between 2004 and 2006 as part of an
overall study, conservation and dissemination programme of this archaeological site. The stratigraphic survey
conducted affected the innermost section of the antechamber and provided a 6 metre deep sequence with 27
stratigraphic units, divided into four sets based on geoclimatic and palaetnologic criteria. The lower set accom-
modates two levels with palaeontological content (Arb-o and Arg-o), developed during Würm III / OIS 2, and
dating from c. 27000 to 20000 BP. Above sits the flood level, a powerful layer of sterile silt and clay, deposited
in all likelihood, during Würm III/IV - GI-2. The upper-meso level is characterised by the significant presence of
cryoclastic processes, referring to Csn-Camr, Slnc and Arcp levels, formed during the Late Glacial Period (Dryas
I final / GS-2, Dryas II / GI-1 and Dryas III final / GS-1). These three phases of climate worsening saw the first
human occupation of the cave of Santimamiñe: late lower Magdalenian, late upper Magdalenian and Azilian,
between c. 14700 and 10000 BP. Finally, the top level was deposited during the first half of the Holocene, with
Mesolithic (very mild), Neolithic and Chalcolithic-Bronze occupation, between c. 7600 and 3700 BP. The present
study rules out, at least in the area assessed, the existence of human occupation from the early and middle Upper
Palaeolithic.

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1. SiTUACióN GEoGRáFiCA dE LA CUEvA El paisaje en que se emplaza la cueva (figura 2)


dE SANTiMAMiñE. aglutina una gran diversidad de ecosistemas (valles
fluviales, áreas rocosas abruptas, estuario, litoral…),
generadores de un amplio elenco de recursos bióticos
La cueva de Santimamiñe (Kortezubi, Bizkaia) se y petrológicos, que favorecieron la ocupación humana
localiza en la margen oriental de la cuenca de Urdaibai, de la cueva desde el Magdaleniense inferior a la Edad
en la ladera Sur del monte Ereñozar, en una posición del Bronce. Así, el área litoral fue frecuentada desde
estratégica sobre la ría de Mundaka y su marisma los inicios de la ocupación humana de Santimamiñe
(Figura 1). La boca de la cueva, a una altitud de 137 para el aprovechamiento de moluscos, al menos con
metros sobre el nivel del mar, se orienta al Sur/ fines ornamentales, y también para el aprovisiona-
Sudeste, dando paso a un amplio vestíbulo al que llega miento de materias primas síliceas, siendo abundante
la luz exterior. El portal y el vestíbulo contienen un un tipo de sílex con evidentes estigmas de abrasión
relleno arqueológico con una secuencia, de acuerdo a marina. El ecosistema estuarino, por su parte, es muy
la información de Aranzadi, Barandiarán y Eguren productivo por la acumulación de nutrientes que
(Barandiarán 1976), desde los inicios del Paleolítico genera la interacción entre las mareas y los aportes
superior hasta época romana. fluviales. La abundancia de moluscos, peces y aves
hicieron que ésta fuera una zona batida por los grupos
A nivel geológico, Santimamiñe se abre sobre un de Santimamiñe, intensificándose la explotación del
substrato de calizas arrecifales del Albense-Aptense, medio estuarino a partir del Holoceno, en buena parte
en facies urgoniana, con rudistas y corales que confie- por la subida del nivel del mar y, por tanto, por la
ren a la roca un aspecto masivo. Destacan las elevadas aproximación de ese ecosistema a la cueva. A ambos
pendientes formadas por erosión diferencial entre los márgenes de la ría existen afloramientos de ofitas
materiales más competentes (calizas), frente a los más triásicas, roca de gran tenacidad representada en el
blandos, que dan lugar al valle de Urdaibai y corredo- equipamiento material de Santimamiñe. Asociado a
res laterales. El karst de Santimamiñe se orienta en los afloramientos triásicos, son frecuentes los minera-
dirección NW-SE y está delimitado por los valles les de hierro, en una variedad (oligisto), empleado
cerrados de Bollar y Gabika, al Nordeste, y por los de como colorante fundamentalmente en la secuencia
Oma y Basondo al Suroeste. paleolítica de Santimamiñe. El fondo de valle, en la

Figura 1: Ubicación de la cueva de Santimamiñe. Mapa general de Hegoalde y modelo digital de elevaciones de la cuenca de Urdaibai.

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actualidad la campiña atlántica, correspondería a un 348), siguiendo el texto ya publicado por este autor
medio abierto con abundantes recursos: entre la fauna, (Barandiarán 1967: 184-192), y contrastándolo con la
éste sería el medio más concurrido por las manadas de última visión de José Miguel de Barandiarán en el año
ungulados de talla mediana y grande, especialmente 1976 (Barandiarán 1976). En esta última recapitula-
por los ciervos; en cuanto a los recursos abióticos, los ción se suceden las siguientes unidades estratigráficas,
cantos y plaquetas de arenisca podrían tener su fuente de muro a techo:
de aprovisionamiento en los ríos Olalde, Oleta, Golako,
o en la propia ría de Mundaka. El paisaje de roquedo - Nivel de base.
y montaña, donde se ubica la cueva de Santimamiñe,
reúne asimismo un variado repertorio de recursos
faunísticos, entre los que destaca la cabra, además de Aparece en el fondo del vestíbulo, a 10,5 m bajo la
los productos botánicos y otras materias primas líticas. línea 0. Gruesa formación de tierra en capas horizon-
El punto de abastecimiento de agua más cercano a la tales, en cuyo corte vertical se distinguen 22 varvas
cueva, en la actualidad, está en el manantial de Olalde, superpuestas. Estéril a nivel arqueológico y paleonto-
principal surgencia del río Oma, que atraviesa los lógico.
valles de Oma y Basondo en medio subterráneo.
- Nivel X.

Posee una potencia de 50 cm, y está constituido por


tierra rojiza, generalmente arcillosa, sin apenas pie-
dras. Incluye escasos materiales arqueológicos, entre
éstos huesos ennegrecidos por el fuego, algunos restos
de ciervo y raras piezas de industria lítica.

-Nivel iX (Auriñaciense).

Nivel de 1 m de espesor, asignado al Auriñaciense


y correspondiente al “estrato E” de las antiguas memo-
rias (capas R y S de la campaña de 1961 y capa VIII
de 1962), formado por tierras de color rojo agrisado,
en varias tonalidades. En la recapitulación de 1976
Figura 2: Emplazamiento de la cueva de Santimamiñe en el valle del Barandiarán lo subdivide en dos tramos (Barandiarán
río Oka (ortofoto de la Diputación Foral de Bizkaia). 1976: 440-442): el inferior es de tierra oscura con
brecha de huesos fragmentados en algunos sitios; y el
2. HiSToRiA dE LAS PRiMERAS FASES dE superior de tierra clara, compacta en algunas zonas y
iNvESTiGACióN (1918-1926 y 1960-1962). empedrado de grandes pedruscos calizos, sin material
arqueológico. Según J.M. de Barandiarán existen dos
fases dentro del genérico Auriñaciense de Santimamiñe.
El santuario rupestre de la cueva fue descubierto en Una, más antigua, representada por alguna pieza del
1916, siendo visitada por H. Breuil en 1917 quien tipo de Châtelperron; otra, más reciente, definida por
descubrió algunos grabados nuevos y definió las una azagaya de base hendida, característica del
principales unidades gráficas del camarín. La excava- Auriñaciense típico.
ción arqueológica se desarrolló en dos fases (figura 3):
la primera, entre 1918 y 1926, por parte del equipo - Nivel viii (Gravetiense?).
compuesto por Telesforo Aranzadi, J.M. de Barandiarán
y E. Eguren (Aranzadi y Barandiarán 1935; Aranzadi, Nivel de 50 cm de potencia, constituido por tierra
Barandiarán y Eguren 1925; Aranzadi, Barandiarán y arcillosa clara (bolsadas de tierra oscura en algunas
Eguren 1931); la segunda, de 1960 a 1962, por J.M. de zonas) con huesos de animales. Fue identificada úni-
Barandiarán, con el objeto de recuperar y estudiar una camente en las campañas de 1961 y 1962. El contenido
parte del yacimiento que se había dejado como testigo arqueológico de esta capa es escaso, habiendo sido
en el año 1926, y que amenazaba con desmoronarse calificado por J.M. de Barandiarán en 1976 como
(Barandiarán 1962a, 1962b y 1962c). En la trinchera o Gravetiense, con dudas (Barandiarán 1976: 440).
sondeo estratigráfico realizado en el portal de la cueva
por Aranzadi, Barandiarán y Eguren se superaron los 8
- Nivel vii (Solutrense).
metros de profundidad, identificando una secuencia
estratigráfica desde el Auriñaciense a época romana y
posterior. Una síntesis coherente de la secuencia de Se corresponde con el “estrato D” de las antiguas
Santimamiñe y de sus materiales ha sido expuesta por memorias y aparece concentrado en el portal y comien-
Ignacio Barandiarán en la Enciclopedia de Historia zo del vestíbulo de la cueva. En la Memoria de 1931,
General de Euskal Herria (Barandiarán 1988: 343- en base al sondeo estratigráfico del portal, se refiere

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CAMPAñAS DE 2004 A 2006. CRONOESTRATIGRAFíA y PALEOAMBIENTE.

una asociación estratigráfica de tierras muy compactas arcillosa con muchos pedruscos en unos cuadros,
de color amarillo-verdoso, con un espesor de 80 cm rojiza en otros de 82 cm de espesor. La escasez de
(Aranzadi, Barandiarán y Eguren 1931: 97). En 1976 moluscos contrasta con los niveles de conchero, III y
se reseña una unidad estratigráfica de 95 cm de poten- IV.
cia de tierra rojiza con un hogar en el cuadro 14H,
asignada al Solutrense. - Nivel iv (Mesolítico).

- Nivel vi (Magdaleniense).
Posee una potencia media de entre 50 y 60 cm,
ocupando la parte inferior del “estrato B”, dentro de un
Posee una potencia de casi dos metros, en un medio conchero compuesto básicamente por ostras, que
estratigráfico similar al del nivel suprayacente V, y se suponen un 76% del total de moluscos. En una cuanti-
ha atribuido al Magdaleniense terminal (Superior o ficación de los componentes sedimentarios de la masa
Final). En 1976 propuso José Miguel de Barandiarán del conchero, ejemplar para la época, realizada sobre
(Barandiarán 1976: 433-438) subdividirlo en tres 744 litros de sedimento del cuadro 6K, se constata un
subniveles: (1) VIc, de 65 cm de espesor, con tierra 50% de mariscos, 28% de piedras, 17,5% de tierra y
rojiza en algunas partes y carbonosa oscura en otras; 3% de huesos. Nivel sin cerámica, atribuido al
(2) VIb, de 60 cm de potencia, compuesto por tierra Mesolítico (Barandiarán 1976: 429).
oscura en general, rojiza en algunas zonas; y (3) VIa,
de 70 cm de grosor, de tierra clara arcillosa en algu- - Nivel iii (Neolítico).
nas zonas y oscura en otras.

- Nivel v (Aziliense). Espesor medio de 55 cm, formando parte del


mismo conchero del nivel IV, dentro del tramo supe-
rior del “estrato B”. Fue definido por sus excavadores
En el portal de la cueva este nivel se aproximaba a como un nivel no de tierra, sino casi exclusivamente
los tres metros de espesor, presentando un metro de de mariscos, la mayoría ostras y chirlas. (Aranzadi,
media en el resto del yacimiento. Forma parte, junto Barandiarán y Eguren 1931: 96). En la recapitulación
con el nivel VI, del “estrato C” definido por los exca- de 1976, se describe dentro de una matriz de arcilla
vadores de Santimamiñe, y compuesto por un sedi- rojiza en el principio del portal, con abundantes
mento arcilloso de tonalidad rojiza. En la recapitula- hogares y huesos humanos dispersos por todo el con-
ción de 1976, se define como un nivel de tierra clara chero.

Figura 3: Perfil estratigráfico oriental de Santimamiñe, en 1920 (tomado de Aranzadi, Barandiarán y Eguren 1931: 107) y fotografía de J.M. de
Barandiarán de las campañas de 1960-1962 (Museo Vasco de Bilbao).

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- Nivel ii (Edad del Bronce – Eneolítico). 3. EL PRoGRAMA dE REviSióN


ESTRATiGRáFiCA dEL dEPóSiTo
ARQUEoLóGiCo dE SANTiMAMiñE
Los niveles I y II de Santimamiñe se articulan, (2004-2006): oBJETivoS y METodoLoGíA.
dentro del “estrato A”, en una estructura sedimentoló-
gica de arenas rojizas, con una potencia media en el
portal de la cueva de 1,5-2 m de espesor, resultado de
Durante el año 2004 iniciamos una tercera fase de
acarreos pluviales desde el exterior (Aranzadi,
excavación arqueológica en la cueva de Santimamiñe,
Barandiarán y Eguren 1931: 96). En la recapitulación
en el marco del proyecto “Santimamiñe 2007.
de 1976, Barandiarán subdivide el nivel II en dos tra-
Programa de revisión y puesta en valor de la cueva de
mos. El IIb, de 28 cm de espesor, con tierra arcillosa
Santimamiñe”, ideado por Mikel Unzueta Portilla y
dura en el lado SE del portal y floja con pedruscos
promovido por el Departamento de Cultura de la
calizos en lo restante. Pertenece al Eneolítico e incluye
Diputación Foral de Bizkaia. La finalidad de esta
varios hogares y 2 objetos de cobre (una lezna y un
intervención procuraba revalorizar y actualizar el
cincel con su mango de cuerno de ciervo). El IIa, de 20
yacimiento arqueológico de Santimamiñe, mediante la
cm de potencia, constituido por tierra generalmente
revisión estratigráfica y muestreo sistemático de su
floja con varios hogares, se atribuye a la Edad del
depósito desde una perspectiva pluridisciplinar.
Bronce.
3.1. objetivos.
- Nivel i (Romano – Edad del Hierro).

La revisión arqueológica de yacimientos prehistó-


De acuerdo a la recapitulación de 1976 (Barandiarán
ricos excavados en fechas antiguas cuenta con varios
1976: 423), comprende dos tramos: Ib, de 37 cm de
ejemplos en el territorio de Bizkaia, orientados a
grosor y formado por tierra arcillosa con muchos
redefinir las secuencias clásicas y dotarlas de informa-
cantos rodados y peñascos grandes, de la Edad del
ción cronológica y paleoambiental. Así, el yacimiento
Hierro; y Ia, de 22 cm de espesor y compuesto por
de la cueva de Lumentxa (Lekeitio), excavado en una
tierra arcillosa con pedruscos calizos, de época roma-
primera fase por Telesforo de Aranzadi y José Miguel
na y posterior.
de Barandiarán (1926-1929) y en una segunda fase por
el segundo de éstos (1963-1964), ha sido revisado
desde 1984 a 1993 por J.L. Arribas. El abrigo de
SECUENCiA ESTRATiGRáFiCA dE Axlor, excavado por José Miguel de Barandiarán
SANTiMAMiñE desde 1967 hasta 1974, vuelve a ser excavada desde el
año 1998 por J. González y J.J. Ibáñez. En esta misma
línea, la cueva de Ventalaperra, estudiada por J.M. de
(Según la recapitulación de 1976 de José Miguel de Barandiarán y T. de Aranzadi en 1931, ha sido excava-
Barandiarán) da entre los años 2001 y 2004 por R. Ruiz Idarraga y
Francesco d’Errico, al igual que la contigua cueva del
NIVEL IDENTIFICACIÓN CULTURAL Polvorín, a partir de 2005. Junto a estos programas,
Ia época romana y posterior
planteados en general como excavaciones en extensión
a medio-largo plazo, podemos citar un ejemplo de
POSTPALEOLíTICO

Ib Edad del Hierro revisión estratigráfica en la cueva de Kobeaga II


IIa Edad del Bronce (Ispaster), concebida como estudio estratigráfico a
corto plazo. Excavada por J.M. Apellániz en el año
IIb Eneolítico 1973, su secuencia fue revisada en 1998 en un mues-
III Neolítico (conchero con cerámica) treo sobre una reducida superficie, inferior a los 2
IV Mesolítico (conchero sin cerámica)
metros cuadrados, obteniendo unos resultados que
dotan a este yacimiento de una secuencia con informa-
V Aziliense ción cronológica y paleoambiental (López Quintana
VI Magdaleniense 2000). La intervención arqueológica en Santimamiñe
PALEOLíTICO

se ajusta a este tipo de intervención, habiendo planifi-


VII Solutrense cado a corto plazo el estudio y publicación del sondeo
VIII Gravetiense? estratigráfico de revisión del depósito. Además, desde
IX Auriñaciense
2007 se ha iniciado un programa de excavación en
extensión del yacimiento, tomando como base y perfil
X Indeterminado de referencia el sondeo practicado en las campañas de
2004 a 2006.

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CAMPAñAS DE 2004 A 2006. CRONOESTRATIGRAFíA y PALEOAMBIENTE.

3.2. Superficie excavada durante las campañas de to más nos alejamos del portal y del principio del
2004 a 2006. vestíbulo (Barandiarán 1962b: 377).

De este modo, nuestra excavación se instaló sobre


El área a intervenir en la revisión estratigráfica de
el corte estratigráfico Oeste de la campaña de 1962
Santimamiñe fue seleccionada valorando la potencia y
(16E/17E-16F/17F-16G/17G), aprovechando este per-
el estado de conservación de los testigos existentes. La
fil como referencia estratigráfica para el proceso de
zona más potente de la cueva, el portal, que superaba
levantamiento de la masa del depósito (figura 4). La
los 8 metros de espesor, no conservaba ningún testigo
superficie sobre la que hemos actuado, de aproximada-
representativo de la secuencia completa. Así, recurri-
mente 3 metros cuadrados y de diseño irregular por el
mos al tramo más interior del vestíbulo, área excavada
proceso de desmoronamiento del corte de 1962, abarca
en el segundo período de exploración de la cueva
los cuadros 17E, 17F, 17G y una pequeña porción del
(1960-1962), donde disponíamos de un corte de 3,60
17H.
metros de potencia que recogía una buena parte del
desarrollo estratigráfico del yacimiento, si bien no
3.3. Técnicas de excavación y metodología.
estaban representadas algunas de las unidades estrati-
gráficas del portal. Según J.M. de Barandiarán, en los
tramos de base de esta zona de la cueva se asienta el 3.3.1. La excavación arqueológica.
nivel auriñaciense; está ausente el nivel solutrense; el
tramo magdaleniense aparece representado en sus
últimas fases; y queda mal definido el nivel aziliense, La estrategia de excavación se reguló por el méto-
que resalta menos en medio de un fondo tradicional do de coordenadas cartesianas, con control tridimen-
que le viene del Magdaleniense; apareciendo de forma sional de las evidencias arqueológicas (Laplace 1971).
bastante clara los niveles mesolítico, neolítico y eneo- La cuadrícula de excavación y el plano 0 para el
lítico (Barandiarán 1962b: 376-377). Tal y como registro metódico de las profundidades se ajustaron a
escribe en la 5ª Memoria de Santimamiñe, los estratos los establecidos en los trabajos de excavación de J.M.
van siendo tanto más pobres arqueológicamente cuan- de Barandiarán, aunque con las oportunas modifica-
ciones derivadas de un levantamiento topográfico de

Topo: ADES

Fig. 4: Planta del portal y vestíbulo de Santimamiñe, indicando (en oscuro) el área intervenida en las campañas de revisión estratigráfica (2004-2006).
Sobre topografía de ADES (2006), con colaboración de Koldo Zuloaga e Iñaki Latasa.

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mayor precisión. Las bandas frontales de la cuadrícula 2, 4, 6 y 8 centímetros). La discriminación de los


se denominaron con números y las bandas sagitales componentes de la fracción fina se establece a partir
con letras. Cada cuadro se designó con una sigla del agitado de una porción de tierra en un recipiente de
(número + letra) y fue subdividido en nueve sectores vidrio graduado lleno de agua, por decantación progre-
de 33 cm de lado para el control topográfico de los siva. La coloración del sedimento se define de acuerdo
hallazgos. El levantamiento de la masa del depósito se a una tabla gráfica convencional, en nuestro caso al
realiza en medias tallas de 5 centímetros de espesor código Munsell (Munsell Soil Chart). Los resultados
(excepto en el potente y estéril complejo de inunda- se exponen a través de dos recursos gráficos: una ficha
ción, en tallas de 10 cm), siguiendo el buzamiento de de registro analítico de los datos sedimentológicos y
cada capa y con riguroso registro de las profundidades, gráficos de columnas agrupadas para la distribución
que se anotan en la ficha de registro estratigráfico de porcentual de componentes sedimentarios. En el marco
cada cuadro. del programa de revisión estratigráfica de Santimamiñe
se ha procesado y analizado, por parte del equipo de
El sedimento se criba con cedazo metálico de 2 arqueólogos, un volumen de 624 litros de sedimento,
mm, tomando una serie de muestras durante el proceso entre la semitalla 2 (horizonte Lsm) y la semitalla 96
de excavación: C14, Sedimentología, Palinología, etc. (nivel de base Lsm-Sa).
En todas las estructuras estratigráficas examinadas se
procesa una parte del sedimento excavado (un 30% 3.3.2. Documentación y registro estratigráfico.
como mínimo, y en los niveles especialmente ricos en
contenido paletnológico el 100%): (1) lavado-tamiza-
do para recuperación de microfauna; (2) flotación para Durante los trabajos de campo (figura 5), se gene-
el estudio de macrorrestos vegetales; y (3) análisis ran una serie de archivos de documentación estratigrá-
granulométrico, desde la metodología de la Estratigrafía fica y arqueológica:
Analítica, para la caracterización provisional de com-
ponentes sedimentológicos, realizado por el equipo de - Diario de excavación.
arqueólogos durante el transcurso de la excavación.
Documento que relata el desarrollo del proceso de
El depósito arqueológico se analiza desde los excavación día a día: síntesis del registro estratigráfico
principios de la Estratigrafía Analítica (Laplace 1971; y arqueológico, interpretación preliminar, arqueológi-
Sáenz de Buruaga 1996; Sáenz de Buruaga et al. ca y paleoclimática, de las unidades excavadas, mues-
1998), definiendo los caracteres de la fracción fina, treos realizados, etc.
media y gruesa, la coloración de la matriz, el grado de
compacidad del sedimento y la presencia de elementos - Fichas de registro estratigráfico.
paletnológicos. El tratamiento de los componentes
sedimentarios se efectúa de acuerdo al método publi- Base de datos de registro estratigráfico de todas las
cado por parte del Círculo de Estratigrafía Analítica unidades de excavación del depósito. Cada ficha reúne
(Aguirre et al. 1999). Para ello se procesa el volumen los rasgos sedimentológicos y el contenido paletnoló-
total de sedimento procedente de un sector (33 x 33 gico de cada semitalla o capa de 5 cm en un sector de
centímetros) de cada semitalla excavada. La separa- 33 cm de lado. Se detallan especialmente las relacio-
ción de las diversas clases granulométricas (fracción nes estratigráficas entre las diferentes unidades anali-
fina, gravas, clastos y bloques) se realiza utilizando zadas.
cinco cribas de diferentes luces (de 2 milímetros y de
- Documentación gráfica.

Documentación planimétrica en planta de cada


semitalla excavada y levantamiento de perfiles estrati-
gráficos, todo ello a escala 1:10. En el caso de testimo-
nios paletnológicos relevantes (como por ejemplo el
horizonte de restos óseos Csn-o), y también en los
perfiles estratigráficos más representativos, se han
realizado escaneados y representaciones 3D.

- Documentación fotográfica.

Documentación fotográfica sistemática, en formato


digital (JPG) y en diapositiva de todas las unidades de
excavación y de los cortes estratigráficos. Las estruc-
turas de origen antrópico y los cortes estratigráficos
más representativos se documentan por medio de
Figura 5: Revisión estratigráfica del depósito arqueológico de
ortofotos o imágenes no distorsionadas, a escala.
Santimamiñe en la campaña de 2005.

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REVISIÓN ESTRATIGRáFICA DEL DEPÓSITO ARQUEOLÓGICO DE LA CUEVA DE SANTIMAMIñE (KORTEZUBI, BIZKAIA):
15
CAMPAñAS DE 2004 A 2006. CRONOESTRATIGRAFíA y PALEOAMBIENTE.

- Inventario de material arqueológico.

Este Inventario, elaborado en base de datos


ACCESS, incluye campos referentes a la localización
tridimensional de la pieza (topográfica y estratigráfi-
ca), contexto cronoestratigráfico, identificación, tipo-
logía específica, etc.

3.3.3. Escaneo y representación 3D.

El perfil estratigráfico de referencia, de 6 metros de


potencia, y el horizonte de restos óseos Csn-o se han
documentado de forma gráfica mediante el escaneo y
la representación 3D, a cargo de E. Alonso y J.
Candaudap (Inertek 3D Technology System, S.L.). El
escaneado tridimensional se ha llevado a cabo median- Figura 6: Entibado de la parte inferior del corte estratigráfico de
te el sistema Laserscanner y la posterior representación Santimamiñe.
3D, con el fin de obtener un modelo tridimensional
digital exhaustivo del yacimiento arqueológico. El J.C. Zallo Uskola, A. Gorriño Gaintza, R. García
Laserscanner posee el potencial de capturar treinta Iglesias, I. Retolaza Arrieta, M. Gómez Bravo, M.
millones de puntos desde una única posición generan- Marín Tamayo, S. Delgado Raack e I. Euba
do una malla tridimensional milimétrica cuyo error de Rementeria.
medición está por debajo de 3 mm. Esto permite la
obtención de la información detallada de la forma y Por su parte, el proyecto de revisión estratigráfica
ubicación de todos los elementos que componen el de Santimamiñe reúne a un equipo de 36 investigado-
yacimiento. Además, estos modelos 3D pueden mos- res, articulados en 4 áreas de trabajo:
trar yacimientos con gran detalle, al utilizar como
textura la propia fotografía sobre la superficie, consi- 1. Estratigrafía y equipamiento industrial.
guiendo modelos casi reales.
- J.C. López Quintana y A. Guenaga Lizasu
3.3.4. Consolidación y estabilización de los perfiles (AGIRI CEA): Estudio general de la secuencia estrati-
estratigráficos. gráfica. Cronoestratigrafía del depósito.
- J.C. López Quintana (AGIRI-CEA), A. Guenaga
Durante la excavación del sondeo de revisión Lizasu (AGIRI-CEA) y A. Sáenz de Buruaga Blázquez
estratigráfica se han tomado las oportunas medidas de (UPV/EHU-CEA): Industria lítica.
conservación y consolidación de los cortes y testigos
afectados por la intervención arqueológica. La estrate- - C. González Sainz (Universidad de Cantabria):
gia de excavación se ha guiado siempre con el criterio Industria ósea.
de mantener la estabilidad de los perfiles estratigráfi- - S. Delgado-Raack (Universidad Autónoma de
cos y la conservación del yacimiento. Así, ante la Barcelona-AGIRI): Cantos y plaquetas.
inestabilidad del complejo estratigráfico de inunda-
ción, tras la Iª campaña de excavación en extensión - I. Gutiérrez Zugasti, D. Cuenca Solana
(2007), se ha optado por entibar el tramo inferior del (Universidad de Cantabria) e I. Clemente Conte (IMF-
corte estratigráfico de referencia (figura 6). CSIC): Industrias y colgantes en concha.

3.4. Equipo investigador. 2. Estrategias de explotación de recursos bióticos y


petrológicos.
La revisión estratigráfica del depósito de - P. Castaños Ugarte (ARANZADI) y J. Castaños
Santimamiñe se planteó, desde el comienzo, como un De la Fuente (UPV-EHU): Arqueozoología de macro-
proyecto pluridisciplinar integrado, en el que han par- mamíferos.
ticipado 18 especialidades. La excavación arqueológi-
ca ha sido dirigida por J.C. López Quintana, actuando - Z. San Pedro Calleja (Euskal Museoa): Tafonomía
como codirectora A. Guenaga Lizasu. Los trabajos del registro fósil de macromamíferos.
arqueológicos de campo y laboratorio (excavación; - E. Roselló Izquierdo y A. Morales Muñiz
análisis granulométrico; flotación y lavado de sedi- (Universidad Autónoma de Madrid): Evidencias de
mentos; lavado, consolidación, siglado e inventariado pesca.
del material arqueológico) han sido realizados por
arqueólogos miembros de AGIRI Arkeologia Elkartea: - I. Gutiérrez Zugasti (Universidad de Cantabria):
Arqueomalacología.

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16 J. C. LÓPEZ QUINTANA; A. GUENAGA LIZASU

- I. Euba Rementeria (Universidad Rovira i Virgili Durante el año 2007 se prosiguió con la entrega de
de Tarragona-AGIRI); Antracología. muestras al equipo de investigadores: el 9 de enero se
proporcionó a F. Etxeberria y L. Herrasti el lote de
- A. Tarriño Vinagre (CENIEH-Burgos): Litología
restos antropológicos del nivel Lsm que, tras su estu-
sílex.
dio, fueron remitidos a M. Martínez de Pancorbo, S.
3. Paleoambiente. Cardoso y L. Valverde, para el análisis de ADN mito-
condrial; el 6 de febrero se elaboró una ortofoto del
- X. Murelaga Bereikua (UPV-EHU), S. Bailón corte estratigráfico de referencia (por E. Alonso y J.
(Laboratoire Départemental de Préhistoire du Lazaret Candaudap); el 7 de febrero se procedió a la toma de
- Nice) y X. Sáez De Lafuente (UPV-EHU): muestras palinológicas, obteniendo una columna de 37
Microvertebrados. muestras entre el nivel Arg-o y el conjunto Slm-Lsm
(por M.J. Iriarte); el 10 de febrero se acometió el
- M. J. Iriarte Chiapusso (UPV-EHU): Palinología. muestreo sedimentológico, con un total de 25 muestras
- P. Areso Barquín y A. Uriz Galarraga entre el nivel Arg-o y el conjunto Slm-Lsm (por P.
(ARANZADI): Sedimentología del depósito arqueo- Areso y A. Uriz); y el 15 de noviembre se entregó a I.
lógico. Gutiérrez Zugasti el lote de restos malacológicos,
entre los cuales se identificaron algunas conchas traba-
- J.M. Edeso Fito (UPV-EHU): Aplicaciones GIS. jadas que fueron estudiadas por I. Gutiérrez Zugasti,
- L.A. Ortega Cuesta, M.C. Zuluaga Ibargallartu, D. Cuenca Solana e I. Clemente Conte.
A. Alonso, M. Insausti Peña y M. Olivares
Zabalandicoechea (UPV-EHU): Diagénesis de restos En el año 2008 se llevaron a cabo los últimos
óseos. estudios del programa de revisión estratigráfica de
Santimamiñe: el 12 de enero se proporcionó la fauna
4. Paleoantropología. del nivel Csn-Camr a Z. San Pedro para el examen
tafonómico; el 15 de enero se llevó a cabo el escanea-
- L. Herrasti Erlogorri (ARANZADI) y F. Etxeberria do 3D del corte estratigráfico de referencia (por E.
Gabilondo (UPV/EHU-ARANZADI): Paleoantro- Alonso y J. Candaudap); el 29 de enero se enviaron 11
pología y Paleopatología. muestras para datar por C14 AMS a Beta Analytic
- M. M. Gómez de Pancorbo, S. Cardoso Martín, L. Inc., recibiendo los resultados el 11 de marzo de ese
Valverde Potes y L. Palencia Madrid (UPV-EHU): mismo año; el 1 de febrero se entregó a A. Tarriño la
ADN mitocondrial de restos humanos. industria lítica de los niveles Csn-Camr, Arcp y Slm-
Lsm para el estudio de la procedencia de los sílex; y el
3.5. desarrollo del programa de investigación. 24 de mayo se llevaron a cabo los muestreos palinoló-
gico y sedimentológico del tramo inferior de la
El proyecto de revisión estratigráfica y estudio secuencia, niveles Lsm-Sa, Arb-o y Arp (por M.J.
pluridisciplinar del depósito arqueológico de Iriarte y P. Areso-A. Uriz, respectivamente).
Santimamiñe se ha desarrollado entre los años 2004 y
2008. El trabajo de campo, que ha ocupado un total de Con el objeto de poner en común e integrar los
6 meses, se acometió básicamente entre los años 2004 resultados de los estudios referidos, se realizaron dos
y 2005, finalizando el sondeo estratigráfico de referen- reuniones del equipo investigador (los días 1 de marzo
cia durante la Iª campaña de excavación en extensión y 24 de mayo de 2008), celebradas en la Casa de
(2007). El estudio sistemático de la secuencia estrati- Cultura de Gernika-Lumo. Los resultados del proyecto
gráfica y de su contenido arqueológico y paleoambien- se presentaron de forma preliminar en unas jornadas
tal se ha llevado a cabo entre los años 2006 y 2008. monográficas sobre la cueva de Santimamiñe
(“Santimamiñe: Ondarea ulertzeko modu bat - Un
En la segunda mitad de 2006 se comenzó a trabajar modo de entender el Patrimonio”), organizadas por la
en las siguientes áreas: el análisis estratigráfico del Diputación Foral de Bizkaia en la Biblioteca Foral de
depósito y la coordinación del proyecto general de Bilbao los días 2 y 3 de abril de 2008, y en las que
investigación (por J.C. López Quintana); la industria participamos la totalidad del equipo investigador.
lítica (por J.C. López Quintana, A. Guenaga y A.
Sáenz de Buruaga); la industria ósea (por C. González Dentro de esta presentación monográfica y pluri-
Sainz); los cantos y plaquetas (por S. Delgado); la disciplinar del estudio de revisión estratigráfica de
fauna de macromamíferos (por P. Castaños y J. Santimamiñe han quedado pendientes algunos estu-
Castaños) y peces (por E. Roselló y A. Morales); el dios que, por diferentes razones, no se han podido
triado y estudio arqueobotánico de las muestras flota- ejecutar. Citaremos, básicamente, el estudio de la
das por el equipo de arqueólogos (por I. Euba); y el cerámica, con muy pocas evidencias procedentes del
estudio micropaleontológico, con las correspondientes sondeo de 2004-2005, y el de los colorantes, que se
labores de levigado y triado de muestras (por X. reparten fundamentalmente en los niveles del
Murelaga y X. Sáez De Lafuente).

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17
CAMPAñAS DE 2004 A 2006. CRONOESTRATIGRAFíA y PALEOAMBIENTE.

Tardiglaciar, desde el Magdaleniense inferior al - S-6: Muestra sobre fragmento distal de metatarso
Aziliense. Estos estudios serán incluidos en la publica- de Cervus elaphus, de 40,1 gramos, procedente del
ción científica de las estructuras estratigráficas corres- cuadro 17F-sector 6, nivel Arcp-semitalla 17, en cota
pondientes2. -754, y con un resultado de 10060 ± 60 BP (Beta-
240901).
3.6. Las dataciones por C14.
- S-7: Muestra sobre fragmento de diáfisis de
metatarso de Cervus elaphus, de 21 gramos, recupera-
Se han obtenido un total de doce dataciones radio- da en el cuadro 17G-sector 5, nivel Slnc-semitalla 20b,
métricas, todas ellas por C14-AMS, abarcando la entre las cotas -763 y -767. Aporta un resultado de
totalidad de las estructuras estratigráficas con conteni- 12790 ± 70 BP (Beta-240902).
do orgánico susceptible de datación C14, desde el
nivel paleontológico inferior (Arb-o) hasta el horizon- - S-8: Muestra de hueso (epífisis no determinable),
te Lsm, en el techo de la secuencia (figura 7). Las doce de 12,2 gramos, procedente del cuadro 17F-sector 5,
dataciones se han llevado a cabo en el laboratorio Beta nivel Almp-semitalla 30, entre las cotas -794 y -798,
Analytic Inc. (Miami, Florida): nueve son sobre hueso con un resultado de 12250 ± 70 BP. Es la única mues-
(una de estas, un fragmento de mandíbula humana) y tra de la serie que consideramos intrusiva, asociada a
tres sobre muestras de carbón. La primera serie de 11 las situaciones de inestabilidad estratigráfica del nivel
dataciones, desde el nivel Arg-o al horizonte Lsm, fue Almp, que se describen con detalle en el apartado
enviada el 29 de enero de 2008, recibiendo los resulta- correspondiente a esta unidad estratigráfica (Beta-
dos el 11 de marzo de ese mismo año. La última 240903).
datación (S-12), referente al nivel paleontológico
inferior Arb-o, fue enviada el 24 de abril de 2009, - S-9: Muestra sobre fragmento de diáfisis de
conociendo el resultado el 3 de junio de 20093. Las metacarpo de Cervus elaphus, de 45 gramos, recupe-
muestras se designaron con números, de techo a muro, rada en el cuadro 17F-sector 9, nivel Csn-Camr (hori-
precedidos por la sigla de Santimamiñe (S-1, S-2…) zonte de restos óseos Csn-o)-semitalla 41, entre las
(tabla 1 y figuras 53 a 62). cotas -845 y -847,5, con un resultado de 14670 ± 80
BP (Beta-240904).
- S-1: Fragmento de mandíbula humana, de 14,8
gramos, recuperada en el cuadro 18G-sector 4, hori- - S-10: Muestra sobre fragmento distal de metacar-
zonte Lsm-semitalla 4, en cota -694, con un resultado po de Cervus elaphus, de 42,4 gramos, recogida en el
de 3710 ± 40 BP (Beta-240896). cuadro 17G-sector 5, nivel Csn-Camr (horizonte
Camr)-semitalla 44, en cota -860, con un resultado de
- S-2: Muestra de carbones, de 12,6 gramos, proce- 14650 ± 80 BP (Beta-240905).
dente del hogar Slm-h1 (horizonte Slm-semitallas
6-7), situado en el cuadro 17G-sector 6, entre las cotas
-720 y -728. Aporta un resultado de 5010 ± 40 BP
(Beta-240897).
- S-3: Muestra de carbón disperso, de 12,8 gramos,
proveniente del cuadro 17G-sector 2, horizonte Slm
(C-Slm)-semitalla 9, entre las cotas -725 y -730, con
un resultado de 5450 ± 50 BP (Beta-240898).
- S-4: Muestra de carbón disperso, de 10,5 gramos,
recogida en el cuadro 17G-sector 3, dentro de la facies
interestalagmítica H-Sln-semitalla 12, en la cota -736.
Procura un resultado de 7580 ± 50 BP (Beta-240899).
- S-5: Muestra sobre fragmento de diáfisis de
metatarso de Cervus elaphus, de 36,6 gramos, proce-
dente del cuadro 17G-sector 4, nivel Arcp-semitalla
15, entre las cotas -745 y -750, con un resultado de
10100 ± 60 BP (Beta-240900).

2 Según el programa propuesto por el Dpto. de Cultura de la


Diputación Foral de Bizkaia, los resultados del proyecto actual de
excavación en extensión de Santimamiñe se irán publicando por
conjuntos estratigráficos o niveles, según se vaya finalizando la
excavación de cada uno de éstos.
3 La datación S-12 se ha incorporado a esta monografía durante la
fase de maquetación de la misma, por lo que este dato únicamente Figura 7: Corte estratigráfico de Santimamiñe con la ubicación de las
se incluye en el presente artículo. dataciones C14.

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Tabla 1: Relación de dataciones C14 de la secuencia de revisión estratigráfica de Santimamiñe. Se señala el nº de muestra, el contexto (cuadro-sector
y nivel-semitalla), el tipo de material datado, el método, la datación C14 convencional en años BP, la datación calibrada en años BC (con
un 95% de confianza, = 2 sigmas), la referencia de muestra del laboratorio y el complejo industrial que representa.

- S-11: Muestra sobre fragmento distal de metatar- la Iª campaña de excavación arqueológica en extensión
so de Cervus elaphus, de 49,8 gramos, proveniente del de Santimamiñe (2007), en la cota -1.250, configuran-
cuadro 17F-sector 3, nivel Arg-o/semitalla 75, en cota do finalmente un perfil estratigráfico de 6 metros de
-1.131. Aporta un resultado de 20530 ± 110 BP (Beta- potencia. En la base se ha alcanzado un potente suelo
240906). estalagmítico, con testigos residuales de una terraza
fluvial, muy difícil y arriesgado de traspasar dentro de
- S-12: Muestra sobre molar de Cervus elaphus, de la reducida superficie del sondeo. No obstante, los
28,3 gramos, recuperada en el cuadro 17F-sector 4, rasgos sedimentológicos observados pronostican, casi
nivel Arb-o/semitalla 90, en cota -1.223, con un resul- con toda seguridad, la ausencia de episodios de ocupa-
tado de 26890 ± 180 BP (Beta-259132). ción humana por debajo de dicho suelo estalagmítico.
La estratigrafía de Santimamiñe, descrita por el
momento y de forma preliminar en las Memorias de
4. SECUENCiA ESTRATiGRáFiCA dE excavación (López Quintana 2004 y 2005b) y en la
SANTiMAMiñE TRAS LA REviSióN dE SU revista Arkeoikuska (López Quintana y Guenaga 2005,
dEPóSiTo ARQUEoLóGiCo EN LAS 2006, 2007b y 2008), ha incorporado alguna redefini-
CAMPAñAS dE 2004 A 2006. ción puntual (López Quintana y Guenaga 2007a),
concretamente en 3 estructuras estratigráficas, tras la
recepción de los resultados del análisis sedimentológi-
En la Iª campaña de revisión estratigráfica de co, realizado por parte de los sedimentólogos P. Areso
Santimamiñe (2004) se obtuvo una potencia máxima y A. Uriz (Aranzadi). Esta modificación afecta al
de 70 cm, excavando el conjunto postpaleolítico y la conjunto estratigráfico postpaleolítico (de Alm a Slm-
parte superior del nivel Arcp (Aziliense). En la IIª Lsm) y a los niveles del Magdaleniense superior final
campaña (2005), en la que invertimos un total de 4 (de Alnc a Slnc) y Magdaleniense inferior (de Clm-
meses de trabajo de campo, profundizamos hasta la Cln a Csn-Camr). En los tres casos, el componente
cota -1.150 (de acuerdo al plano 0 de la cueva), obte- arcilloso o arcillo-limoso era claramente más notorio
niendo un corte estratigráfico de 5 metros de potencia, desde la apreciación macroscópica y táctil, realizada
sin alcanzar el substrato litológico de la cavidad. La durante el propio proceso de excavación. Sin embargo,
IIIª campaña de revisión del depósito arqueológico de los recientes análisis sedimentológicos de laboratorio
Santimamiñe (2006) se dedicó al estudio del registro han revelado la preponderancia de la fracción arena.
arqueológico recuperado en las campañas de 2004 y Exponemos a continuación una tabla sintética de la
2005. Los trabajos de excavación del sondeo estrati- estratigrafía de Santimamiñe con los cambios introdu-
gráfico de referencia se dieron por concluidos durante cidos en la denominación de los niveles (en gris).

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CAMPAñAS DE 2004 A 2006. CRONOESTRATIGRAFíA y PALEOAMBIENTE.

Nivel publicado Nivel redefinido La secuencia completa excavada comprende un


perfil de 6 metros de potencia y abarca un total de 17
(2005 y 2006) (2007)
estructuras estratigráficas mayores, con algunas subdi-
T1 T1 visiones internas que articulan un conjunto compuesto
Alm-s Lsm por 27 unidades estratigráficas (figuras 8 y 9).
Alm-i Slm Exponemos en la siguiente tabla sinóptica la secuencia
estratigráfica del perfil 17/18 de Santimamiñe, de
T2 T2
muro a techo. A continuación, detallamos los compo-
H-Sln H-Sln nentes sedimentarios y aportes paletnológicos de cada
T3 T3 una de las unidades estratigráficas.
V-Arcp V-Arcp
Arcp Arcp ESTRUCTURA
SUB-UNIDADES
T4 T4 ESTRATIGRáFICA
Alnc Slnc Nivel Lsm-Sa
V-Almp V-Almp Nivel Arb-o
Almp Almp Nivel Arp
T5 T5
Nivel Arg-o
Balm Balm
Unidad Avp-Sj
Clm-Cln Csn-Camr
Lsr-Ap Lsr-Ap Horizonte de alteración Lrg
Complejo de inundación
Arp-Sa Arp-Sa Unidad Arp-Sa
Lrg Lrg Unidad Lsr-Ap
Avp-Sj Avp-Sj Horizonte Camr
Arg-o Arg-o
Horizonte H-Csn
Nivel Csn-Camr
El estudio granulométrico de la secuencia de Horizonte Csn-o
Santimamiñe, dentro del marco metodológico de la Nivel Balm
Estratigrafía Analítica, se ha realizado sobre un volu-
men de 624 litros de sedimento. Sin embargo, la Horizonte estalagmítico T5
cuantificación de la fracción arcilla, limo y arena, Nivel Almp [Lamc]
realizada a partir del agitado de una porción de tierra
en un recipiente graduado lleno de agua, ha resultado Contacto erosivo V-Almp
problemática. En una buena parte de los niveles exa- Facies de hogar H2-Slnc
minados, el componente arcilloso aparece infrarrepre-
sentado, por hallarse adherido a la fracción limo y Nivel Slnc Unidad Slmc
arena, fracciones con valores casi siempre predomi- Facies de hogar H1-Slnc
nantes4. Por tanto, no vamos a incorporar los resulta-
dos de nuestra cuantificación de los componentes de la Horizonte estalagmítico T4
fracción fina (arcilla, limo y arena), por considerarlos Nivel Arcp
problemáticos, refiriendo los datos del estudio sedi-
mentológico de laboratorio de P. Areso y A. Uriz. Sin Contacto erosivo V-Arcp
embargo, la separación y cuantificación de las diversas Horizonte estalagmítico T3
clases granulométricas (fracción fina, media y gruesa)
ha aportado interesantes resultados que exponemos en Conjunto T2-[H-Sln]-T3 Facies de hogar H-Sln
este trabajo, muy coherentes y que complementan el Horizonte estalagmítico T2
estudio sedimentológico de laboratorio. Las figuras 40
y 50-52 (incluidas al final de este trabajo) muestran los Horizonte Slm
Conjunto Slm-Lsm
resultados del estudio granulométrico de la secuencia Horizonte Lsm
de Santimamiñe (fracción gruesa, granulometría gene-
ral y tipometría y litología de la fracción gruesa). Horizonte estalagmítico T1

4 Esta situación de adherencia de las partículas más finas se ha


procurado resolver añadiendo, durante los experimentos de
agitado de muestras, hexametafosfato de sodio (Calgón), sin
lograr un resultado del todo satisfactorio.

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Figura 8: Corte estratigráfico frontal del yacimiento, entre las bandas 17 y 18.

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REVISIÓN ESTRATIGRáFICA DEL DEPÓSITO ARQUEOLÓGICO DE LA CUEVA DE SANTIMAMIñE (KORTEZUBI, BIZKAIA):
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CAMPAñAS DE 2004 A 2006. CRONOESTRATIGRAFíA y PALEOAMBIENTE.

Figura 9: Articulación de la secuencia estratigráfica de Santimamiñe, sobre fotografía del perfil.

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4.1. Estructura estratigráfica Lsm-Sa. Corresponde a la base de la secuencia en el tramo


final del vestíbulo, siendo estéril a nivel arqueológico.
En cuanto al registro paleoambiental, el muestreo
Nivel de 15 cm de potencia, que aparece rellenando polínico se ha estimado no válido a nivel estadístico
la parte inferior de una gran cubeta formada dentro del (Iriarte 2011), si bien se ha identificado polen de abe-
suelo estalagmítico de base (figura 10). Se compone dul y vegetación no arbórea (C.liguliflora). El rastreo
de matriz arcillosa amarilla (10 yR 4/6, marrón ama- micropaleontológico ha dado como resultado el hallaz-
rillento oscuro en seco), alternando, en forma de ban- go de un único resto de Apodemus sp. y 2 micrótidos
das, con capas limo-arenosas de tonalidad marrón indeterminados. Aunque el taxón Apodemus se asocia
rojizo y con otras arenosas más finas de coloración a condiciones ambientales de temperaturas suaves y
amarilla. El cómputo de las diversas clases granulomé- humedad alta, la exigua muestra obtenida nos obliga a
tricas se ha realizado sobre un total de 42 litros de no utilizar este dato en la reconstrucción paleoambien-
sedimento, repartidos entre las semitallas 92 y 96 (a tal del nivel Lsm-Sa. Por último, el análisis sedimen-
razón de un sector de 33 cm de lado muestreado por tológico de laboratorio pone de relieve la conexión de
semitalla). esta unidad sedimentológica con el nivel Arg-o y
posterior complejo de inundación. Como conclusión,
FRACCIÓN FRACCIÓN FRACCIÓN los datos apuntan hacia un momento húmedo y fresco,
NIVEL
FINA MEDIA GRUESA en función de la fracción gruesa y del nulo desgaste de
los aportes de la terraza fluvial brechificada.
Lsm-Sa 72,62% 25,00% 2,38%
4.2. Estructura estratigráfica Arb-o.
El nivel se ha definido por la relativa notoriedad
del componente limo-arenoso, que supone el 58% de
la fracción fina. La fracción gruesa, ausente en la Sobre el nivel Lsm-Sa, se documenta una estructu-
muestra sedimentológica de laboratorio, aparece repre- ra estratigráfica de 20-25 cm de espesor. Se define por
sentada fundamentalmente por concreciones de matriz
limo-arenosa de tamaños entre 2 y 4 cm (C1)5. Los
clastos de tamaños entre 4 y 8 cm (C2 y C3) y los
bloques, mucho más secundarios, corresponden mayo-
ritariamente a cantos rodados, de arenisca y limonita,
normalmente en forma de brecha. El origen de estos
materiales está en una antigua terraza que se conserva
brechificada y de forma residual en los laterales de la
cueva6 (figura 11). Se anota también algún bloque de
calcita muy descompuesto, que aporta una textura
arenosa al sedimento.

5 Las categorías tipométricas establecidas para la clasificación de la


fracción gruesa son las siguientes: C1 –elementos cuya dimensión
máxima está comprendida entre 2 y 4 cm–, C2 –entre 4 y 6 cm–,
C3 –entre 6 y 8 cm–, C4 –entre 8 y 10 cm– y B –de más de 10
cm–.
6 El tamaño de los cantos de esta terraza muestra la existencia de Figura 10: Cubeta formada dentro del suelo estalagmítico de base (en
una corriente de cierta energía, perteneciente a una fase de la parte inferior izquierda).
actividad hidrológica en la caverna de Santimamiñe. En el estudio
geomorfológico de la cavidad, por J.J. Maeztu y G. Aranzabal, se
han reconocido huellas de corriente muy difuminadas y de gran
tamaño que indican un drenaje hacia la entrada de la cavidad. Una
fase posterior, de descenso del nivel hidrológico, haría desaparecer
las huellas de esta terraza, que se conservarían residualmente,
brechificadas y adheridas a la pared de la cueva. A partir del
Würm III, episodio constatado en el tramo inferior de la secuencia
de Santimamiñe, comienza el proceso de formación del depósito
sedimentológico de la cueva, que recibe puntualmente aportes de
esta terraza fluvial en los dos tercios inferiores de su relleno. En
el área de excavación actual, la cota más alta de estos testigos de
génesis fluvial se corresponde con el nivel Csn-Camr, y sus
aportes aparecen, de muro a techo, en los niveles Lsm-Sa, Arb-o,
Arg-o y, en menor medida, en Csn-Camr. De acuerdo a los
fragmentos de brecha analizados, con aristas angulosas, no parece
haber procesos de arrastre importantes, sino más bien dinámicas
de fractura y desprendimiento hacia las estructuras estratigráficas
referidas. Quizás, la ausencia de este tipo de brechas en el nivel
Arp y en el complejo de inundación indique una cierta intervención
de los procesos crioclásticos en los niveles con brechas de cantos Figura 11: Detalle de la terraza fluvial brechificada, conservada de
(Lsm-Sa, Arb-o, Arg-o y Csn-Camr). forma residual en los laterales de la cueva.

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una matriz arcillosa de tonalidad marrón rojiza (10 yR pudieron producirse tras la deposición del nivel. Por su
4/6, marrón amarillento oscuro en seco), aunque parte, el incremento de los aportes de la terraza fluvial
localmente muestra coloraciones naranjas y marrones brechificada, con aristas angulosas, podría indicar un
debido a la intensa alteración de los componentes episodio más frío que el nivel de base Lsm-Sa.
gruesos calcíticos. En la fracción fina, se percibe una Finalmente, disponemos de una datación C14 AMS, a
disminución del componente arenoso y, entre las are- partir de un fragmento de molar de Cervus elaphus,
nas gruesas, se reconocen granos ferruginosos de tipo que ofrece un resultado de 26890 ± 180 BP, lo que nos
limonita y cristales de pirita limonitizados (Areso y sitúa en la segunda mitad del Würm III, posiblemente
Uriz 2011). El cómputo de las diversas clases granulo- en una fase inicial del Estadio Isotópico 2.
métricas se ha realizado sobre un total de 49 litros de
sedimento, repartidos entre las semitallas 86 y 91 (a En el entorno de Urdaibai, el nivel Lmbk sup. de
razón de un sector de 33 cm de lado muestreado por Antoliñako Koba, de composición crioclástica y data-
semitalla). do en 27390 ± 320 BP, se ha situado dentro del desa-
rrollo del segundo minimum climático del Würm IIIb7,
e incorpora un conjunto industrial gravetiense (Aguirre,
FRACCIÓN FRACCIÓN FRACCIÓN
NIVEL López Quintana y Sáenz de Buruaga 2000: 16). En el
FINA MEDIA GRUESA
territorio de Gipuzkoa, la cueva de Aldatxarren, exca-
Arb-o 75,51% 21,84% 2,65% vada por A. Sáenz de Buruaga entre 2005 y 2007,
muestra sendos depósitos crioclásticos asociados al
La fracción gruesa aparece representada esencial- desarrollo del Würm IIIb (Bcam y Cbam), con testi-
mente por los clastos de tamaños entre 2 y 4 cm (C1), monios industriales gravetienses, y con una datación
incrementándose de forma significativa las brechas de de 27730 ± 130 BP (base del nivel Bcami) (Sáenz de
cantos rodados procedentes del aporte de la antigua Buruaga 2008: 372). En la región cantábrica, dentro de
terraza fluvial. Es reseñable el aumento de los clastos la primera parte del Estadio Isotópico 2 se define un
calizos y la disminución de las concreciones de matriz episodio cronoestratigráfico crioclástico, cuya inter-
limo-arenosa descritas para el nivel infrayacente Lsm- pretación climática es de relativa humedad y frío,
Sa. Los bloques son mayoritariamente de calcita (res- reflejado en los niveles Antoliña Lmbk sup, Amalda
tos de coladas y horizontes estalagmíticos), mostrando VI, Morín 4 (?) y La Riera 1, entre otros (Rasilla y
un extremado estado de alteración, descompuestos y Straus 2004: 211).
con coloraciones rojizas y negruzcas, producto de la
precipitación de minerales de hierro y manganeso
(figura 12).

Uno de los rasgos principales de Arb-o es la pre-


sencia de restos faunísticos, determinando la existen-
cia de una unidad estratigráfica con contenido paleon-
tológico prácticamente en la base de la secuencia.
Destacar la intensa alteración química de las eviden-
cias óseas, habiendo penetrado los óxidos de hierro y
manganeso hasta el interior de los huesos. Además, la
colección presenta un alto grado de fragmentación,
debido al endeble estado de conservación. Una revi-
sión preliminar del material paleontológico de Arb-o,
por parte del arqueozoólogo P. Castaños, muestra un
conjunto compuesto por 536 restos, de los que única-
mente 18 (3,40%) son determinables: 8 restos de
ciervo, 5 de gran bóvido, 2 de sarrio y 3 de ave.
Figura 12: Huellas de alteración química dentro del nivel Arb-o, en la
base de la semitalla 87.
El encuadre paleoambiental de este nivel dispone
de muy pocos datos: el muestreo polínico ha resultado
estéril, y la macrofauna no aporta información climá-
tica de interés; el registro micropaleontológico es muy 4.3. Estructura estratigráfica Arp.
pobre (1 resto de Microtus arvalis-agrestis y 16 micró-
tidos indeterminados) y poco indicativo a nivel Nivel de 30 cm de potencia, caracterizado por el
ambiental. El análisis sedimentológico de laboratorio predominio de la matriz arcillosa, muy plástica, de
refiere procesos de decantación en un medio húmedo.
En este sentido, la intensidad de las alteraciones quí- 7 Sin embargo, el análisis de la microfauna del nivel Lmbk de
micas, que afectan tanto a los huesos como a los Antoliñako Koba, incluido en este estudio en el subnivel D2,
componentes gruesos (clastos y bloques), parece indi- testimonia un episodio atemperado, del cual se aportan 2 nuevas
car un alto grado de humedad, si bien esas alteraciones datas C14: 27520 ± 190 BP y 26710 ± 180 BP (Zubeldia et al.
2007, 9 y 43-46).

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tonalidad marrón oscura rojiza (10 yR 5/7, marrón FRACCIÓN FRACCIÓN FRACCIÓN
amarillento, en seco). El cómputo de las diversas cla- NIVEL
FINA MEDIA GRUESA
ses granulométricas se ha realizado sobre un total de
53 litros de sedimento, entre las semitallas 79 y 85 (un Arg-o 96,61% 3,04% 0,35%
sector por semitalla).
La fracción media y gruesa, aunque con escasa
NIVEL FRACCIÓN FRACCIÓN FRACCIÓN representación cuantitativa, es significativa dentro del
FINA MEDIA GRUESA tramo inferior de la secuencia de Santimamiñe, en la
que prima la fracción fina. Arg-o aporta unos escasos
Arp 91,89% 8,11% ---- clastos de tamaño pequeño (entre 2 y 4 cm) de calcita
(concreciones calcáreas) y una serie de cantos rodados
La fracción gruesa desaparece por completo en este de tamaño grava, preferentemente de arenisca y limoni-
nivel y la fracción media muestra un descenso impor- ta, procedentes de la terraza fluvial conservada residual-
tante con respecto a los dos niveles inferiores. Dentro mente en los laterales de la cueva. Estos datos referidos
de la asociación estratigráfica se perciben fenómenos a la fracción media y gruesa proceden del análisis gra-
de oxidación que se manifiestan tanto a nivel horizon- nulométrico realizado en la campaña de 2005. Sin
tal, por finísimas capas de tonalidad ocre, como en el embargo, en la ampliación de la superficie excavada en
desarrollo vertical, posiblemente debido a la oxidación la campaña de 2007 (cuadros 16F y 16G), para la fina-
de paquetes estratigráficos afectados por hendimien- lización del sondeo estratigráfico de referencia, la frac-
tos. Dentro del nivel Arp, en general, son muy acusa- ción gruesa (clastos y bloques) adquiere mayor impor-
dos los fenómenos de alteración química. tancia, habiéndose definido localmente como Arcb-o
(arcilloso marrón-rojizo con clastos y bloques) (figura
El tramo más inferior de la secuencia de 13). La práctica totalidad de los componentes examina-
Santimamiñe, niveles Lsm-Sa, Arb-o y Arp, rellena dos corresponden a aportes de la antigua terraza brechi-
una cubeta formada sobre un potente suelo estalagmí- ficada (que incluye cantos de arenisca y limonita) y a
tico de base, en cuya superficie aparecen adheridos, restos de espeleotemas (estalagmitas y plaquetas de
brechificados, restos de la antigua terraza fluvial calcita), posiblemente procedentes del desmantelamien-
(figura 11), con cantos rodados de arenisca y limonita. to de un suelo estalagmítico.
Es estéril desde el punto de vista arqueológico.
El carácter esencial de la estructura estratigráfica
El registro paleoambiental del nivel es muy limita- Arg-o queda definido por su contenido paleontológico,
do. El muestreo polínico ha resultado no válido a nivel sin haber verificado ningún rastro de acción humana. El
estadístico, detectando pólenes aislados de vegetación repertorio faunístico es rico y muestra un buen estado
no arbórea (Poaceae y C.liguliflora). El lavado y de conservación (figura 14), a excepción de las oxida-
tamizado de los sedimentos no ha aportado documen- ciones minerales por precipitación, que aportan una
tación micropaleontológica de interés (a excepción de característica tonalidad rojiza (hierro) o negruzca (man-
5 restos de micrótidos indeterminados). Por su parte, ganeso) a los huesos. Este proceso de alteración se
el análisis sedimentológico de laboratorio relaciona el produciría, en gran parte, con el inicio del complejo
conjunto de los tres niveles inferiores con el nivel estratigráfico suprayacente, que cubriría de agua la
Arg-o y posterior complejo de inundación. No obstan- estructura estratigráfica Arg-o. Este nivel ha procurado
te, en la base del nivel (muestra B-M3) se refiere, el porcentaje más alto (12,4%) de número de restos
como dato singular, un alto porcentaje de arenas identificables de la secuencia de Santimamiñe, apare-
gruesas, que parece indicar un episodio más activo. La ciendo los huesos, en varios casos, en conexión anató-
ausencia de componentes de fracción gruesa, unido a mica (así, varias vértebras en conexión, restos de 2 patas
la intensidad de los procesos químicos de alteración, traseras de caballo localizadas en el mismo cuadro,…).
podrían apuntar hacia un momento más húmedo y El estudio paleontológico de Arg-o (Castaños y Castaños
menos frío que el nivel subyacente Arb-o. 2011) refiere la existencia de cinco especies de ungula-
dos (ciervo, caballo, gran bóvido, sarrio y reno) y un
4.4. Estructura estratigráfica Arg-o. carnívoro (oso pardo). Entre los primeros, es reseñable
el predominio de los individuos infantiles o juveniles
(los adultos se reducen a las dos especies de menor talla,
Estructura estratigráfica de 40 cm de espesor, sarrio y reno) y el bajo índice de fragmentación de los
compuesta por sedimento arcillo-limoso de tonalidad huesos largos del esqueleto apendicular (figura 15).
marrón oscuro rojizo (5 yR 3/4) con gravas. El cóm- Estos rasgos son característicos de acumulaciones fau-
puto de las diversas clases granulométricas se ha rea- nísticas originadas por la depredación de grandes carní-
lizado sobre un total de 40 litros de sedimento, com- voros, lo cual quedaría confirmado con el hallazgo de
prendido entre las semitallas 73 y 78 (a razón de un un cráneo de oso pardo (figura 16) y de algún hueso
sector de 33 cm de lado muestreado por semitalla). largo de ciervo con marcas de carnívoro.

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Figura 13: Dibujo en planta de la base de la semitalla 74 (nivel Arg-o). Obsérvese la distribución de bloques: en color crema, plaquetas estalagmíticas;
en naranja, restos de la antigua terraza fluvial brechificada.

El registro paleoclimático nos ofrece los siguientes húmedas; y, entre los taxones más secundarios,
datos. El estudio del polen (Iriarte 2011) manifiesta un Chionomys nivalis, propio de zonas abiertas. Se refiere
paisaje abierto en el que predomina la vegetación la existencia de un episodio climático más moderado
herbáceo-arbustiva, entre la que destacan las gramí- en la base del nivel Arg-o (Murelaga et al. 2011).
neas, acompañada de un estrato arbóreo (23%) con Finalmente, el análisis sedimentológico de laboratorio
predominio neto del pino (20,8%) sobre el enebro (Areso y Uriz 2011) distingue una parte inferior
(2,2%). Se refiere un ambiente frío pero húmedo. En (muestra M1), donde predominan los procesos de
el examen micropaleontológico destacan, atendiendo decantación, de la superior (M2), donde se percibe un
al número mínimo de individuos, dos taxones aumento de la humedad y también de la energía, en
(Murelaga et al. 2011): Microtus arvalis-agrestis (19 función del aumento del componente arenoso y, más
individuos), con escasa indicación ambiental; Sorex concretamente, de las arenas gruesas.
coronatus (9 individuos), característico de zonas

Figura 14: Acumulación de restos faunísticos dentro del nivel Arg-o Figura 15: Serie de vértebras de Cervus elaphus, localizadas en
(cuadro 16G, semitalla 74). conexión anatómica (nivel Arg-o).

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4.5. Complejo estratigráfico de inundación.

Conjunto estratigráfico con una potencia de 230-


260 cm (figura 17), definido inicialmente como un
paquete de origen fluvial, por su estructura interna
laminada (López Quintana y Guenaga 2006). Los
análisis sedimentológicos de laboratorio han obligado
a redefinir este paquete como complejo estratigráfico
de inundación, formado durante episodios de enchar-
camiento de esa parte de la cueva, en los que predomi-
na el componente arcillo-limoso. Se articula en 4 uni-
dades estratigráficas diferenciadas y correspondientes
a una alternancia de ciclos de estancamiento hidroló-
gico, con mayor presencia de arcillas, con otros de
cierta activación hídrica, en las que aumenta el compo-
Figura 16: Cráneo de Ursus arctos (nivel Arg-o). nente arenoso. El cómputo de las diversas clases gra-
nulométricas se ha realizado sobre un total de 210
litros de sedimento, comprendido entre las semitallas
En síntesis, el estudio de Arg-o refiere un ambiente 49 y 72 (un sector por semitalla).
fresco (entorno vegetal abierto y presencia de reno) y
húmedo, datado por radiocarbono en 20530 ± 110 BP, FRACCIÓN FRACCIÓN FRACCIÓN
que podría situarse en un momento final del Würm III, UNIDAD
FINA MEDIA GRUESA
dentro de la primera parte del Estadio Isotópico 2. En Avp-Sj 99,97% 0,03% ----
la región cantábrica, con anterioridad a c. 20000 BP, el
registro sedimentario de varios yacimientos en cueva Arp-Sa 99,83% 0,17% ----
muestra rasgos paleoclimáticos más próximos al Lsr-Ap 99,70% 0,26% 0,04%
siguiente interestadio que a una fase estadial típica-
mente fría (niveles 18 y 19 de Las Caldas y fase de Se han determinado, dentro de su desarrollo inter-
inundación-erosión entre los niveles 1 y 2 de La no, las siguientes unidades estratigráficas:
Riera), definiendo un clima húmedo y poco frío o
fresco (Hoyos 1995: 23). La relación entre el tramo 4.5.1. Unidad Avp-Sj.
estratigráfico inferior (Lsm-Sa, Arb-o y Arp) con los
niveles Arg-o y complejo de inundación, manifestada El tramo basal de este conjunto estratigráfico posee
en el estudio sedimentológico de Santimamiñe (Areso una potencia comprendida entre 110 y 155 cm.
y Uriz 2011), se ajusta bien a los datos de síntesis Muestra un predominio de la matriz arcillo-limosa, de
expuestos por M. Hoyos. gran plasticidad y color gris-verduzco (Avp) (10 yR
5/7), incluyendo de forma sucesiva finas capas areno-
sas de tonalidad naranja (Sj). La variación de tonalida-
des dentro de esta unidad se explicaría como conse-
cuencia de alteraciones químicas en ambiente reductor
(Avp) y oxidante (Sj).

4.5.2. Horizonte de alteración Lrg.

A techo de la unidad Avp-Sj aparece de forma neta,


por toda la superficie excavada hasta el presente, una fina
capa limo-arenosa (de 2 cm de grosor), de coloración roja
oscura y con presencia de arenas y gravas. En algunas
zonas el horizonte Lrg aparece concrecionado (E-Lrg).

4.5.3. Unidad Arp-Sa.

Por encima del horizonte Lrg se asienta una unidad


estratigráfica de 30-60 cm de espesor en la que prima
la matriz arcillosa plástica de color marrón oscuro
rojizo (7.5 yR 3/4). En su seno se dan intercalaciones
de finas capas de sedimento más arenoso de coloración
Figura 17: Detalle del complejo estratigráfico de inundación, bajo el marrón amarillento (10 yR 3/4).
nivel crioclástico Csn-Camr.

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4.5.4. Unidad Lsr-Ap. serían Chufin (discordancia erosiva bajo el nivel


solutrense), La Riera (hiato erosivo entre los niveles 1
y 2 y fase de inundación en los niveles 2 y 3), Cueto
El tramo superior del complejo estratigráfico de de la Mina (erosión entre los niveles VIa y Vb), Cova
inundación, con una potencia de 50-70 cm, muestra un Rosa, La Viña (niveles VI del sector occidental y VIa
aumento del componente arenoso, predominando la del sector central), La Lluera I y II (fase de inundación
matriz limo-arenosa de tonalidad marrón oscuro rojizo en el nivel IX) y Las Caldas (niveles 17 a 10 Pasillo y
(7.5 yR 3/4), que incluye finas capas de arcillas plás- 11 a 19 de la Sala I) (Hoyos 1995: 24-29). La cueva de
ticas de color marrón amarillento (10 yR 3/4). La Cualventi (Oreña, Cantabria) muestra también alguna
unidad Lsr-Ap, junto al tramo superior de la infraya- similitud con este tramo de la secuencia de Santimamiñe:
cente Arp-Sa, se corresponde con el nivel de base en su base se desarrolla un potente paquete de arenas
definido por J.M. de Barandiarán en el fondo del ves- de génesis hídrica (nivel F), de más de 4 metros de
tíbulo (a 10,5 m bajo la línea 0), y descrito como una espesor, infrayacente a un nivel del Magdaleniense
gruesa formación de tierra en capas horizontales, en inferior/medio, datado en 14.210 ± 220 BP (Lasheras
cuyo corte vertical se distinguen 22 varvas superpues- et al. 2006: 147-149).
tas (Barandiarán 1976: 442).
Por último, tampoco podemos descartar de forma
El complejo de inundación es arqueológicamente definitiva9 la formación de la fase de inundación de
estéril y pobre en el registro paleoambiental. El mues- Santimamiñe durante el interestadio de Lascaux, o
treo polínico se ha considerado no válido a nivel fase Cantábrico II de M. Hoyos, precisada cronológi-
estadístico (Iriarte 2011), aunque se han reconocido camente entre c. 17500 y 16400 BP. En la cercana
algunos pólenes aislados de pino y abedul, y otros de cueva de Antoliña se ha detectado una reactivación
vegetación no arbórea (Poaceae, C.liguliflora, kárstica (V-Lmb) relacionada con esta pulsación
Juncaceae…). El triado micropaleontológico sólo ha húmeda (Aguirre, López Quintana y Sáenz de Buruaga
dado resultados en la unidad superior Lsr-Ap, habien- 2000: 19). Episodios de inundación dentro de este
do procurado restos de Microtus arvalis-agrestis y ciclo paleoclimático se han descrito en Rascaño (nivel
Sorex coronatus, con escasa significación climática 6), la Riera (niveles 9 a 18), la Lluera (paquete de
(Murelaga et al. 2011). Es el estudio sedimentológico limos de inundación) y La Paloma (Hoyos 1995:
(Areso y Uriz 2011) el que aporta datos básicos para la 36-40).
contextualización ambiental, indicando un evento no
muy frío pero de gran humedad. La energía del medio
4.6. Estructura estratigráfica Csn-Camr.
aumenta en el tramo superior del paquete, en las uni-
dades Arp-Sa y Lsr-Ap.
Estructura estratigráfica de 25-30 cm de espesor,
En síntesis, el complejo estratigráfico de inunda- con un incremento verdaderamente significativo de las
ción muestra un aumento del componente arenoso de fracciones gruesa y media, entre las que predominan
muro a techo, denunciando una mayor activación los clastos y bloques calcíticos (espeleotemas). Por su
hídrica en su parte superior frente a episodios de parte, la matriz muestra variaciones a lo largo de su
estancamiento en su tramo inferior. La entidad estrati- desarrollo: (1) arcillo-limosa de tonalidad marrón
gráfica de este paquete, de casi 3 m de espesor, avala rojizo oscuro (5 yR 3/4) en la base; (2) areno-arcillosa
la formación del conjunto durante una fase húmeda, de coloración negruzca (10 yR 2/2) en su parte inter-
que, por su posición estratigráfica (entre Arg-o y Csn- media; y (3) areno-arcillosa de color marrón oscuro
Camr), aconteció entre c. 20000 y 15000 BP. Teniendo (7.5 yR 3/4) en los últimos centímetros superiores.
en cuenta que entre el techo del nivel Arg-o y el com-
plejo de inundación no hay un contacto neto8, podría- La cuantificación de los componentes sedimenta-
mos plantear la formación de este último conjunto rios se ha realizado sobre un total de 49 litros de
estratigráfico durante el interestadio de Laugerie sedimento, incluidos entre las semitallas 40 y 48 (un
(Würm III/IV), o fase GI-2 del GRIP, en fechas que sector por semitalla).
podrían situarse de forma aproximada entre c. 20000 y
18800 BP (Hoyos 1995: 24). En el entorno de
FRACCIÓN FRACCIÓN FRACCIÓN
Urdaibai, la cueva de Antoliña muestra un hiato erosi- NIVEL
FINA MEDIA GRUESA
vo (V-Lab), que se ha atribuido a la interfase de
Laugerie (Aguirre, López Quintana y Sáenz de Buruaga Csn-Camr 69,49% 10,09% 20,42%
2000: 17). Otros yacimientos cantábricos con episo-
dios de inundación-erosión asignados al Würm III/IV Los componentes de la fracción gruesa (clastos y
bloques), presentan, por vez primera en la secuencia,
8 De hecho, el proceso de encharcamiento del vestíbulo de un valor importante, del 20,42% (los niveles inferiores
Santimamiñe parece producirse, tras la deposición del nivel
paleontológico Arg-o, sin una ruptura apreciable, en un medio de
poca energía hidrológica. En este sentido, apunta la posición de 9 No obstante, y, en nuestra opinión, esta opción tiene un peor
los huesos, con conexiones anatómicas, etc., que no parecen haber encaje atendiendo al tipo de contacto del complejo de inundación
sufrido procesos importantes de removilización. con los niveles inferior (Arg-o) y superior (Csn-Camr).

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descritos no alcanzaban el 1%). Si analizamos la


tipometría de la fracción gruesa, de acuerdo al método
propuesto por el Círculo de Estratigrafía Analítica
(Aguirre et al. 1999)10, obtenemos el siguiente resulta-
do (sobre un total de 331 clastos y 9 bloques obtenidos
en los 49 litros de sedimento):

NIVEL C1 C2 C3 C4 B

Csn-Camr 78,24% 12,34% 4,12% 2,65% 2,65%

Se constata un predominio neto de los clastos tipo


C1 (dimensión máxima entre 2 y 4 cm), siendo secun-
darios los C2 y mucho más marginales los C3, C4 y
los bloques. Si analizamos la litología de clastos y
Figura 18: Facies de hogar H-Csn en los cuadros 17F y 17G, sin
bloques, se verifica la preponderancia (80%) de clastos levantar aún el nivel de bloques Balm.
y bloques correspondientes a espeleotemas (estalagmi-
tas, fragmentos de plaquetas estalagmíticas y, ocasio-
nalmente, estalactitas). Al igual que en el nivel Arg-o,
la evidencia sedimentológica revela una situación de
desmantelamiento de un suelo estalagmítico. Este
análisis granulométrico, realizado en base a las mues-
tras tomadas en la campaña de 2005 (cuadros 17F y
17G), no aportó restos de la antigua terraza fluvial
brechificada. Sin embargo, en la campaña de 2007, en
los cuadros más próximos a la pared de la cueva (16E,
15E, 16D y 15D), se constata una buena representa-
ción de este tipo de aportes de la fracción gruesa den-
tro del nivel Csn-Camr.

Dentro de la estructura estratigráfica genérica Csn-


Camr, se ha constatado una subestructuración interna
en base a criterios paletnológicos:
Figura 19: Facies de hogar H-Csn en el cuadro 16E.
4.6.1. Horizonte Camr.
18 y 19). H-Csn incorpora una diferencia cualitativa en
Subestructura sedimentológica de 17 cm de espe- el seno de la estructura genérica Csn-Camr, definible
sor, definida por una matriz arcillo-limosa de tonalidad como facies de hogar (H-Csn).
marrón rojizo oscuro (5 yR 3/4), con clastos.
Puntualmente, son los bloques los que definen este 4.6.3. Horizonte de restos óseos Csn-o.
horizonte (Bamr). El material arqueológico se reduce
de forma considerable, con respecto a los horizontes Horizonte o “suelo” de 3-5 cm de grosor, definido
superiores H-Csn y Csn-o. por una acumulación de restos óseos con un alto índice
de fracturación de origen antrópico (figuras 20 y 21),
4.6.2. Horizonte de hogares H-Csn. formando parte de un sedimento areno-arcilloso de
color marrón oscuro (7.5 yR 3/4). En alguna zona
Horizonte de 10 cm de potencia, con importante (especialmente en el cuadro 17H) aparece cementado
concentración carbonosa dentro de una matriz areno-ar- por una brecha compuesta esencialmente de clastos,
cillosa de coloración negruzca (10 yR 2/2), con clastos. huesos y arenas (BCsn-o). La disposición de las eviden-
A pesar de haber individualizado algún hogar específico cias arqueozoológicas y líticas apunta hacia una acumu-
en la campaña de 2007, el horizonte H-Csn muestra una lación conservada prácticamente en posición primaria
concentración regular y homogénea de restos antracoló- (orientación heterogénea de los huesos largos, leve
gicos que le confieren una tonalidad negruzca (figuras incidencia de alteraciones postdeposicionales…).

10 Las categorías tipométricas establecidas para la clasificación de la


Con el objeto de procurar una explicación a la
fracción gruesa son las siguientes: C1 –elementos cuya dimensión dinámica interna del nivel Csn-Camr, evaluaremos la
máxima está comprendida entre 2 y 4 cm–, C2 –entre 4 y 6 cm–, distribución vertical de los componentes sedimentarios
C3 –entre 6 y 8 cm–, C4 –entre 8 y 10 cm– y B –de más de 10 y, paralelamente, del registro paletnológico.
cm–.

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- Registro sedimentológico y paleoambiental.

En primer lugar, si observamos la evolución de las


diferentes clases granulométricas a lo largo de los
horizontes internos del genérico Csn-Camr, observa-
mos un incremento de los componentes de la fracción
gruesa de muro a techo, suponiendo casi un 50% en el
horizonte superior de restos óseos Csn-o. Este dato
adquiere mayor trascendencia si tenemos en cuenta la
potencia del horizonte Csn-o, entre 3 y 5 cm.

FRACCIÓN FRACCIÓN FRACCIÓN


UNIDAD
FINA MEDIA GRUESA

Camr 83,26% 7,67% 9,07%

H-Csn 46,50% 18,50% 35,00% Figura 20: Horizonte de restos óseos Csn-o en los cuadros 17H (en
primer plano) y 17E-16E-16D (al fondo).
Csn-o 46,60% 5,40% 48,00%
los dos horizontes superiores, la microfauna parece
En este nivel disponemos de un fértil registro indicar una moderación ambiental en esa parte supe-
paleoclimático. Aunque, en líneas generales, los diver- rior del nivel. En primer lugar, el muestreo polínico
sos estudios realizados muestran una gran coherencia, (Iriarte 2011) constata un claro recrudecimiento de las
existe alguna contradicción entre los datos sedimento- condiciones climáticas, con un estrato arbóreo (20%)
polínicos y los micropaleontológicos. Mientras que los en el que domina el pino, pero con valores parejos
primeros testimonian un recrudecimiento climático en entre el enebro y el abedul. Es muy interesante la

Figura 21: Detalle del horizonte de restos óseos Csn-o en los cuadros 17E-16E-16D.

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determinación de un empeoramiento del rigor climáti-


Útiles Núcleos y Productos
co en el horizonte superior Csn-o, donde la cubierta UNIDAD Σ
arbórea desciende al 11%, con un retroceso del abedul retocados avivados de talla
paralelo al incremento del enebro. El análisis sedimen- 36 6 118
tológico de laboratorio (Areso y Uriz 2011) destaca la Camr 154
(22,5%) (3,75%) (73,75%)
presencia de procesos crioclásticos, con un aumento
de la fracción gruesa de muro a techo, determinando 33 7 54
H-Csn 94
un episodio de recrudecimiento climático en el que (35,11%) (7,45%) (57,45%)
persiste la humedad, evidenciada en procesos de
13 4 21
escorrentía de baja energía. En este mismo sentido, los Csn-o 38
(34,21%) (10,53%) (55,26%)
datos aportados por el estudio tafonómico (San Pedro
y Cáceres 2011) indican un mayor grado de humedad
en la unidad inferior Camr, en base a una mayor pre- El lote de Camr muestra un predominio de los
sencia de las precipitaciones de óxidos de manganesos. productos brutos de talla, aunque con una buena
Por su parte, el estudio micropaleontológico (Murelaga representación del utillaje retocado. En los dos hori-
et al. 2011) define un período frío, pero con una zontes superiores, H-Csn y Csn-o, el porcentaje de
moderación climática en los dos horizontes superiores, útiles retocados aumenta al 35%, proporción que
planteada por la abundancia relativa de Apodemus y parece manifestar una especialización de estos dos
glíridos frente a los Arvicolinae. conjuntos.

- Contenido paletnológico. La industria ósea, aun siendo un lote mínimo, se


agrupa, muy significativamente, en el horizonte supe-
De forma complementaria a la documentación rior Csn-o, donde se han recuperado 3 azagayas de
paleoambiental, analizaremos la distribución del con- sección triangular-trapezoidal, 1 azagaya de sección
tenido arqueológico, para lo cual hemos establecido circular y monobisel largo, 1 espátula-cincel y una
cuatro categorías: la industria lítica, la industria ósea, matriz sobre asta con huellas de recorte industrial. En
los restos faunísticos y, dentro de éstos, las cuernas de H-Csn aparece 1 azagaya de sección triangular-trape-
ciervo. zoidal y 1 posible punzón; y en Camr, únicamente se
computa 1 hueso tallado y otro con huellas de uso.
La siguiente tabla acoge la repartición del efectivo
de la industria lítica tallada por horizontes (añadien- La siguiente tabla recoge los restos faunísticos, de
do el porcentaje de cada horizonte respecto al total), y acuerdo al estudio tafonómico del cuadro 17F (San
se incluye el espesor en centímetros de cada una de las Pedro y Cáceres 2011), incluyendo nuevamente el
capas. espesor de las capas.

Efectivo lítico UNIDAD Espesor Nº de restos


UNIDAD Espesor en cm.
total Camr 17 cm 230 (16,01%)
Camr 17 cm 154 (53,85%) H-Csn 10 cm 641 (44,63%)
H-Csn 10 cm 94 (32,87%) Csn-o 3-5 cm 565 (39,34%)
Csn-o 3-5 cm 38 (13,29%) Σ = 1.436
Σ = 286
Se constata una concentración muy importante de
Esta primera tabla refleja una correlación entre el los restos faunísticos en los dos horizontes superiores,
número de restos líticos y el espesor de cada uno de los habida cuenta de que no llegan a alcanzar, entre los
horizontes, concentrándose el 53,85% de las eviden- dos, el espesor de la unidad inferior Camr.
cias en el horizonte Camr, de mayor potencia. Sin
embargo, si examinamos la serie por categorías de (1) Finalmente, incluimos la distribución vertical de
útiles, (2) núcleos y avivados, y (3) productos brutos las cuernas de ciervo, de las que, ya en el propio
de talla, podemos apreciar alguna diferencia. Para transcurso de la excavación, se percibió una agrupa-
facilitar la comprensión de la dinámica de los tres ción en el horizonte superior Csn-o, y entre las cuales
grupos establecidos, y a pesar de lo reducido de la aparecían algunos ejemplares de desmogue (figura
muestra, hemos adjuntado el porcentaje de cada cate- 22).
goría con relación al total de cada horizonte.

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res, H-Csn y Csn-o, donde mejor representada está,


dentro de la industria lítica, la categoría de los útiles
retocados. Pero, además, la significativa agrupación
de la industria ósea y de las cuernas de ciervo en el
horizonte Csn-o (con ejemplares de desmogue, aprovi-
sionados en el exterior para su empleo como materia
prima ósea) permite valorar un área destinada, de
forma complementaria, al trabajo del asta y el hueso.
El estudio de la industria ósea (González Sainz 2011)
converge en este sentido al subrayar la importancia del
trabajo de transformación industrial del asta, destinado
fundamentalmente a la fabricación de robustas azaga-
yas que se utilizarían para la caza de ungulados de
tamaño medio-grande.
Figura 22: Cuernas de desmogue de ciervo del horizonte Csn-o. Por tanto, y como conclusión, el nivel Csn-Camr
muestra, de muro a techo, una intensificación del
UNIDAD Nº de cuernas establecimiento humano en la cueva, paralelamente a
un recrudecimiento de las condiciones ambientales del
Camr 2 entorno, posiblemente dentro de un corto período de
H-Csn 2
tiempo, en función de las dos dataciones disponibles.

Csn-o 8 La disposición y orientación de las evidencias


arqueológicas de Csn-o sugieren un área de ocupación
Σ = 12
conservada prácticamente en posición primaria (figura
23). Así lo indica la orientación tremendamente hete-
Como conclusión, el horizonte inferior Camr refie- rogénea de los huesos y su posición subhorizontal
re una ocupación de baja intensidad, dentro de unas siguiendo el ligero buzamiento del horizonte. En esta
condiciones frías con un mayor grado de humedad, línea, el estudio tafonómico evidencia una baja activi-
datadas por radiocarbono en 14650 ± 80 BP. Los dos dad de los procesos postdeposicionales de dispersión
horizontes superiores testimonian una ocupación más (San Pedro y Cáceres 2011).
intensa de la cueva, paralela a un recrudecimiento de
las condiciones ambientales. El horizonte intermedio En cuanto al equipamiento industrial del nivel Csn-
H-Csn, se singulariza por el desarrollo regular de una Camr, la industria ósea ha aportado un conjunto dis-
facies de hogar11, que atestigua la existencia de una creto, aunque muy coherente, caracterizado por las
amplia área de combustión en esa parte de la cueva. azagayas de sección triangular-trapezoidal. En la
Finalmente, en el horizonte superior Csn-o disminuyen campaña de 2007 se ha recuperado una espátula-cincel
las evidencias de combustión12, y el rasgo esencial de sobre metápodo de ungulado, una azagaya de sección
la unidad estratigráfica queda determinado por una subcircular y monobisel largo y una matriz de asta de
alta concentración de restos faunísticos, datada por ciervo con incisiones de recorte, entre otros. La serie
radiocarbono en 14670 ± 80 BP. de industria lítica es también escasa, aunque Csn-
El estudio tafonómico del nivel Csn-Camr sugiere
una ocupación especializada en tareas de procesa-
miento de ungulados de talla mediana como el ciervo,
que se transportan enteros a la cueva para ser aquí
despellejados, desarticulados, descarnados y, final-
mente, fracturados para aprovechar la médula (San
Pedro y Cáceres 2011). Este tipo de actividad, deter-
minada por el momento en las bandas 15, 16 y 17 de
la cueva, es más intensa en los dos horizontes superio-
11 El concepto de facies de hogar define un conjunto estructural en
el que la acción de los hogares marca un rasgo cualitativo dentro
de la asociación estratigráfica. Los atributos de H-Csn, unidad
bien delimitada de matriz areno-arcillosa negruzca, con importantes
concentraciones de carbones, y con una distribución regular y
homogénea por toda el área excavada, parecen testimoniar la
acción de fuegos continuos y dispersos. En este caso, no ha sido
posible individualizar hogares definidos y/o estructurados, a
excepción de un hogar localizado en la campaña de 2007. Figura 23: Detalle de una cuerna de desmogue de ciervo, junto a un
12 No obstante, en Csn-o nos encontramos con el mayor porcentaje alisador sobre canto de arenisca (cuadro 17G, horizonte
de restos quemados de Csn-Camr (56,79%). H-Csn).

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32 J. C. LÓPEZ QUINTANA; A. GUENAGA LIZASU

Camr cuenta con el mayor porcentaje de objetos reto-


cados de toda la secuencia de Santimamiñe, siendo un
nivel singularizado por el peso de los Abruptos indife-
renciados. Corresponde a un episodio de recrudeci-
miento climático de finales del Dryas I, equiparable
con el inicio de la fase Cantábrico V de M. Hoyos
(Hoyos 1995). Dentro de la secuencia climática del
GRIP (Jöris y Weninger 2000), sería asignable a un
momento final del estadial GS-2. Las dos dataciones
de C14 realizadas sobre hueso, con resultados de
14670 ± 80 BP y 14650 ± 80 BP, sitúan el conjunto en
una fase terminal del Magdaleniense inferior.

En las inmediaciones de Santimamiñe, la parte infe-


rior del nivel Lgc de la cueva de Antoliña, con numerosos
clastos y bloques angulosos, y datado en 14680 ± 80 BP,
14680 ± 100 BP, 14630 ± 70 BP y 14580 ± 70 BP, se ha Figura 24: Nivel de bloques Balm, asentado sobre el horizonte de
ubicado entre el final de la fase Cantábrico IV y el inicio restos óseos Csn-o.
de la fase V de M. Hoyos (Aguirre, López Quintana y
Sáenz de Buruaga 2000: 20; Zubeldia et al. 2007). En la directo entre los bloques de Balm y el horizonte Csn-o,
región cantábrica, la fase Cantábrico V (c. 14700/14600- puntualmente rehundido por el peso de algunos de
13300 BP) aparece significada por depósitos con abun- estos bloques, parece indicar la ausencia de un hiato
dantes aportes gravitacionales, destacando los niveles 7-4 temporal entre estos dos episodios. Según el estudio
a 6-7 de La Paloma, niveles IXc a VI de la Sala II de Las tafonómico (San Pedro y Cáceres 2011), el tipo de
Caldas, nivel IV de La Viña, nivel C de Cova Rosa, nivel alteración no antrópica mejor representada en el hori-
6a de El Juyo y nivel “G” de Berroberia (Hoyos 1995: zonte Csn-o son las costras carbonatadas, que aparecen
50-54). en forma de brecha y cuya formación tendría lugar tras
el enterramiento del nivel. Por tanto, la leve incidencia
4.7. Estructura estratigráfica Balm. de las alteraciones postdeposicionales en la unidad
Csn-o descarta la existencia de un hiato erosivo entre
Csn-o y el nivel de grandes bloques Balm.
Sobre el horizonte Csn-o, se asienta una estructura
estratigráfica de 20-30 cm de potencia, en la que pre- La posición estratigráfica de este nivel de bloques
dominan de forma nítida los bloques de tamaño grande nos ha llevado a proponer un paralelismo con otras
sobre el sedimento arcillo-limoso de tonalidad marrón secuencias magdalenienses cantábricas, donde se
amarillento oscuro (10 yR 3/6). Arqueológicamente es aprecian, en similar posición cronoestratigráfica (entre
estéril. La cuantificación de las diversas clases granu- el Magdaleniense inferior y el medio), fenómenos de
lométricas se ha realizado sobre un total de 30 litros de desprendimientos masivos de techos y portales de
sedimento, incluidos entre las semitallas 34 y 39 (un cuevas (Aguirre, López Quintana y Sáenz de Buruaga
sector por semitalla). 2000: 20). En el caso del nivel Balm de Santimamiñe,
y a modo de hipótesis, hemos sugerido un fenómeno
FRACCIÓN FRACCIÓN FRACCIÓN de desestabilización, fractura y deposición de un piso
NIVEL estalagmítico, cuyo origen podría relacionarse con
FINA MEDIA GRUESA
procesos erosivos vinculados al incremento de la
Balm 97,34% 1,24% 1,42% humedad14 (López Quintana y Guenaga 2007a:
89-90).
En la tabla, la fracción gruesa aparece infrarrepre-
sentada, debido a la dificultad de medir el volumen de En cuanto a la información paleoambiental, el
bloques de gran tamaño (entre 50 y 80 cm de dimen- registro micropaleontológico de Balm destaca, respec-
sión máxima). No obstante, una valoración cualitativa to al número mínimo de individuos, tres taxones:
de la asociación estratigráfica establece el predominio Microtus arvalis-agrestis (4 individuos), con escasa
neto de los bloques de tamaño grande sobre el resto de indicación ambiental; Sorex coronatus (3 individuos),
componentes sedimentarios (figura 24). Debemos
destacar que todos los bloques recuperados y examina- 14 El emplazamiento de horizontes estalagmíticos de cierta
envergadura sobre paquetes sedimentarios poco consolidados nos
dos corresponden a columnas y plaquetas estalagmíti- puede hacer entender el alcance de un proceso erosivo, vinculado
cas13, lo cual parece evidenciar el desmantelamiento al incremento de la humedad, en el desmantelamiento de dichos
de un horizonte o suelo estalagmítico. El contacto horizontes estalagmíticos. De hecho, en la actualidad, el piso
estalagmítico visible en el vestíbulo de la cueva, y formado en la
13 La totalidad de los bloques estalagmíticos extraídos en el nivel primera mitad del Holoceno, se asienta sobre el nivel aziliense,
Balm se han guardado con el objeto de realizar un estudio mostrando algunas zonas de gran inestabilidad (donde los más
pormenorizado de los espeleotemas y de los mecanismos de leves procesos erosivos actuales ya han creado algunos huecos
fractura y deposición. bajo las capas estalagmíticas).

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característico de zonas húmedas; Talpa sp. (3 indivi- 4.9. Estructura estratigráfica Almp.
duos), indicativo de humedad; y, como taxón secunda-
rio, Chionomys nivalis, típico de zonas abiertas. A
pesar de que los taxones representados son más pro- Nivel de 60-75 cm de potencia caracterizado por el
pios, en general, de ambientes húmedos, la ausencia de predominio de la matriz arcillo-limosa de tonalidad
Apodemus y glíridos sugiere un ambiente fresco marrón amarillenta oscura (10 yR 3/6), plástica, y con
(Murelaga et al. 2011). Finalmente, los datos sedimen- escasa representación de los componentes de la frac-
tológicos refieren un período húmedo, con importantes ción gruesa. El cómputo de las diversas clases granu-
procesos de decantación, y menos frío que el infraya- lométricas se ha realizado sobre un total de 75 litros de
cente Csn-Camr. sedimento, comprendido entre las semitallas 21 y 33 (a
razón de un sector de 33 cm de lado muestreado por
semitalla).
Como síntesis, y recogiendo los datos paleoam-
bientales y el estudio granulométrico realizado por el
equipo de arqueólogos, proponemos un ambiente FRACCIÓN FRACCIÓN FRACCIÓN
NIVEL
húmedo que podría relacionarse con la primera parte FINA MEDIA GRUESA
de la oscilación de Bölling o Cantábrico VI de M.
Hoyos (c. 13300-12700 b.p.) (Hoyos 1995), o fase Almp 94,71% 1,61% 3,68%
interestadial GI-1 del GRIP (Jöris y Weninger 2000).
Durante el proceso de excavación, hemos determi-
4.8. Horizonte estalagmítico T5. nado y aislado, dentro de Almp, situaciones de marca-
da inestabilidad estratigráfica, a modo de inclusiones o
bolsadas de un sedimento limo-arcilloso de coloración
En la parte alta del nivel de bloques estalagmíticos más oscura que el genérico Almp y con presencia de
Balm aparece un horizonte estalagmítico (T5) de clastos (Lamc) (figuras 25 y 26). De hecho, el porcen-
desarrollo parcial (cuadro 17F) y de 20 cm de espesor taje de fracción gruesa evaluado (3,68%) procede,
máximo, que refiere una continuación de las condicio- sobre todo, de dichas bolsadas. Se trata de clastos
nes húmedas y menos frías. aristados de litología caliza que muestran gran simili-

Figura 25: Dibujo en planta de la base de la semitalla 28 (nivel Almp). Las bolsadas de Lamc se concentran fundamentalmente en el cuadro 17H y
a ellas se asocian los componentes gruesos y la mayor parte del material arqueológico.

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34 J. C. LÓPEZ QUINTANA; A. GUENAGA LIZASU

30). No nos vamos a detener más en las características


y contexto de este lote industrial, puesto que se ha
descrito de forma pormenorizada en el capítulo de la
industria ósea (González Sainz 2011).

2. El estudio de los cantos y plaquetas del tramo


Almp-Slnc (Delgado-Raack 2011) también ha aporta-
do una prueba de material removilizado, tratándose en
este caso de una plaqueta de arenisca de 21 cm de
longitud máxima, recuperada en tres fragmentos, que
muestran estigmas de rubefacción. El estudio realizado
sugiere su uso como base refractaria de un hogar. El
fragmento más grande procede de la semitalla 18 del
nivel Slnc, dentro de su contexto de origen, y aparece
recubierto de una capa de carbonato cálcico que afecta
al antiguo plano de fractura. Los otros dos fragmentos
Figura 26: Base de la semitalla 27 (nivel Almp), con la delimitación del proceden de las semitallas 23 y 27 de las bolsadas
área de bolsadas Lamc del cuadro 17H. Almp [Lamc] y no están afectados por la concreción.
tud con los componentes gruesos del suprayacente 3. La posición subvertical de algunos huesos largos
nivel Slnc. Otra apreciación anotada en el transcurso y también de una gran azagaya, bien anotada en el
de los trabajos de campo era la concentración del proceso de registro estratigráfico, incide sobre la
grueso del material arqueológico en el seno de estos inestabilidad del nivel Almp. La azagaya referida
pequeños depósitos de carácter intrusivo. Estas bolsa- (S.17F.775.8130), de 15,6 cm de longitud, apareció en
das o inclusiones, que en la superficie excavada no disposición subvertical, entre las semitallas 22 y 25,
muestran continuidad con el nivel superior Slnc, se dentro de la zona no afectada por las bolsadas Almp
han denominado Almp [Lamc]. Localmente, se regis- [Lamc].
tran también situaciones de agrietamientos o hendi-
mientos (D-Almp), aunque con poca incidencia a nivel 4. Por último, destacar también el rodamiento que
horizontal. muestran algunas piezas óseas recuperadas dentro de
las inclusiones de carácter intrusivo (por ej. el arpón
Además de la evidencia estratigráfica y de la anó- S.17E.777 o los dos fragmentos de diente de arpón,
mala distribución del registro arqueológico, otra serie S.17H.3445 y S.17H.3659).
de testimonios han ido aportando información adicio-
nal sobre esta compleja situación de inestabilidad Inicialmente, las situaciones de inestabilidad estra-
estratigráfica. tigráfica registradas se limitaban, salvo puntuales
excepciones, a las bolsadas Almp [Lamc], que fueron
1. En primer lugar, la mayor parte de los casos en convenientemente aisladas y excavadas de forma
que se ha constatado un desplazamiento de materiales individualizada. Dentro de Almp se delimitaron tramos
arqueológicos corresponden al repertorio industrial aparentemente no afectados por los procesos de remo-
sobre asta y hueso. El minucioso estudio de la indus- vilización: así, la parte superior de Almp, en cuyo
tria ósea, realizado por C. González Sainz (Idem techo existe una superficie erosiva neta (V-Almp, muy
2011), ha contribuido de forma muy eficiente en la clara en los cuadros 17F y 17G) y las zonas apartadas
caracterización y delimitación de estos procesos de de las inclusiones Almp [Lamc]. Sin embargo, las
alteración postdeposicional, certificando dos casos en labores de estudio pormenorizado del nivel Almp han
que fragmentos de una misma pieza se recuperan en revelado un mayor alcance de los procesos de removi-
diferente nivel: (1) 2 fragmentos mediales de una lización15, habiendo detectado otro tipo de alteraciones
punta alargada de hueso, decorada, registrados respec- menos evidentes, que afectan a estas zonas supuesta-
tivamente en los niveles Slnc (semitalla 20b) y bolsada mente más estables, y que convierten a este nivel en un
Almp [Lamc] (semitalla 24); y (2) 2 fragmentos pro- registro de gran potencial para el conocimiento de la
bablemente de un mismo tubo de hueso de ave deco- dinámica estratigráfica de los rellenos kársticos. La
rado, localizados en los niveles Slnc (semitalla 20b) y prueba más clara de este otro tipo de anomalías en la
nivel Almp (semitalla 31). Además, en otros tres casos,
fragmentos de una misma pieza aparecen en semitallas
diferentes dentro de una misma unidad estratigráfica: 15 Una aportación interesante en esta línea procede del estudio de la
industria ósea (González Sainz 2011). La probable correspondencia
(1) 2 fragmentos de una misma espátula en el nivel entre los dos fragmentos de un mismo tubo de hueso de ave
Slnc (semitallas 18 y 20b); (2) 2 fragmentos de un decorado, localizados en los niveles Slnc (semitalla 20b) y nivel
mismo diente de arpón, dentro de las bolsadas Almp Almp (semitalla 31), este último recuperado en el cuadro 17F (en
[Lamc] (semitallas 23 y 24); y (3) 2 fragmentos de una zona “estable”) es uno de los argumentos expuestos por González
misma punta alargada de hueso con base en doble Sainz para plantear que las alteraciones postdeposicionales en el
nivel Almp afectan también a una parte de los materiales presentes
bisel, en las bolsadas Almp [Lamc] (semitallas 26 y en la parte aparentemente intacta del nivel Almp.

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REVISIÓN ESTRATIGRáFICA DEL DEPÓSITO ARQUEOLÓGICO DE LA CUEVA DE SANTIMAMIñE (KORTEZUBI, BIZKAIA):
35
CAMPAñAS DE 2004 A 2006. CRONOESTRATIGRAFíA y PALEOAMBIENTE.

formación de Almp se verificó tras la recepción de la 4.9.1. La formación de la estructura estratigráfica


datación C14 del nivel (12250 ± 70 BP), que era con- Almp.
tradictoria con la fecha obtenida para el nivel superior
Slnc (12790 ± 70 BP), en un contexto estratigráfica-
mente estable. Para datar Almp, seleccionamos una El registro paleoambiental recuperado en el nivel
muestra ósea procedente de la base del depósito (semi- Almp nos aporta la siguiente información. Por una
talla 30), dentro de una zona bien aislada de las bolsa- parte, el estudio polínico se ha estimado no válido a
das intrusivas de Almp [Lamc]. El resultado obtenido nivel estadístico (Iriarte 2011), aunque se identifican
nos llevó a revisar de forma detallada los registros pólenes aislados de pino y enebro, y otros de vegeta-
fotográficos y planimétricos de la excavación, detec- ción no arbórea (Poaceae, C. tubuliflora, C. liguliflo-
tando una serie de grietas o hendimientos (D-Almp), ra…). Los resultados del análisis micropaleontológico
con escasa incidencia a nivel horizontal, pero que manifiestan una ligera moderación climática en la base
podían constituir otro posible canal de transporte de del nivel Almp (semitallas 29 a 33), por la mayor
materiales desde el nivel superior Slnc a Almp. presencia de Apodemus, con un enfriamiento de las
condiciones en el tramo medio y superior del nivel
(semitallas 21 a 28). El examen sedimentológico de
En cuanto al origen de los materiales intrusivos de
laboratorio (Areso y Uriz 2011) se basa en tres mues-
Almp (tanto de las bolsadas como de los hendimien-
tras (M19, M20 y M21), la segunda de las cuales
tos), parece claro que la mayor parte de las piezas
(M20) corresponde a una de las bolsadas Almp
transportadas provienen del suprayacente nivel Slnc16:
[Lamc]. Esta muestra ofrece una acumulación de
así lo atestiguan los casos descritos de la industria ósea
material grueso (cantos calizos y una plaqueta de are-
y la plaqueta de arenisca rubefactada. La muestra ósea
nisca), con toda probabilidad procedente del nivel
datada en 12250 ± 70 BP encajaría muy bien con el
Slnc. Si eliminamos la muestra M20, los componentes
tramo más superior de Slnc, no datado por el momen-
sedimentarios indican un momento fresco y húmedo,
to, lo cual vendría a avalar la existencia, dentro la
aumentando la humedad en la parte superior del
estructura estratigráfica Slnc, de un amplio conjunto
nivel.
industrial Magdaleniense superior-final, comprendido
entre c. 12800 y 12000 BP.
La deposición del nivel Almp se ubica entre el c.
14600 BP de Csn-Camr y el c. 12800 BP de Slnc. A
Por el momento, y con la reducida superficie
modo de hipótesis, y basándonos en los datos cronoes-
excavada, es difícil dar una explicación definitiva a
tratigráficos, planteamos la formación de este nivel en
este complejo fenómeno de inestabilidad estratigráfi-
condiciones frescas y húmedas, dentro de un momento
ca. Habrá que esperar, por tanto, a la excavación en
avanzado de la oscilación de Bölling o Cantábrico VI
extensión del nivel Almp, actualmente ya en marcha
de M. Hoyos (Hoyos 1995), o fase interestadial GI-1
en el tramo postpaleolítico, y a los correspondientes
del GRIP (Jöris y Weninger 2000). En la cornisa can-
estudios y analíticas, para caracterizar con mayor
tábrica, la fase Cantábrico VI (c. 13300-12700 BP) se
seguridad el contexto y los mecanismos de estos
caracteriza por un incremento de la humedad y una
fenómenos de alteración estratigráfica. No obstante,
regresión de los procesos de gelivación, predominando
los principales problemas a resolver dentro del nivel
la erosión y sedimentación de facies fluvial o de arro-
Almp tienen qué ver con (1) el episodio de formación
yada (Hoyos 1995: 55). Entre los registros sedimenta-
de la estructura estratigráfica Almp, donde, con poste-
rios paralelizables, reseñamos los niveles 6-6 a 5-2 de
rioridad, se producen conductos y grietas que son
La Paloma, niveles V-IV de Las Caldas, nivel IV sup.
rellenados con materiales transportados desde otros
de La Viña y niveles “F” y “E” inf. de Berroberria; y
niveles; (2) la presencia o ausencia de ocupación
las discordancias erosivas entre los niveles C-B de
humana durante la deposición de Almp, tratándose, en
Cova Rosa, 3-2.3 de Rascaño y IV-III de Erralla
caso de ser positiva, de una ocupación muy eventual;
(Hoyos 1995: 55-59).
y (3) la fase en que se producen las anomalías estrati-
gráficas descritas y el alcance de las mismas (qué tra-
mos de la secuencia estratigráfica son afectados). 4.9.2. ¿Ocupación humana durante la deposición
del nivel Almp?

En el transcurso de la excavación y registro estrati-


gráfico del nivel Almp, se creyó reconocer, fuera de
16 Esto implica necesariamente que el nivel Slnc ha sido afectado por las zonas alteradas, una fase de ocupación eventual de
los procesos de erosión y transporte, por lo menos de forma
parcial. y en este sentido, debemos recalcar que los cuadros
la cueva (López Quintana y Guenaga 2006), que esta-
excavados en nuestro sondeo de revisión estratigráfica (17F, 17G ría comprendida entre el final del Magdaleniense
y 17H) disponen de un contexto estratigráfico estable: así lo inferior y el Magdaleniense superior final. Los mate-
demuestra la estratificación de las dos facies de hogares definidas riales arqueológicos aparecían por toda la superficie
(H1-Slnc y H2-Slnc), la existencia de 3 hogares estructurados excavada, aunque de manera muy desigual, concen-
dentro de la facies inferior H2-Slnc, la distribución y disposición
de los restos arqueológicos, etc. El cuadro 17E, contiguo a la trándose de forma significativa en las inclusiones
pared sur de la cueva, está en su mayor parte afectado por la zanja Almp [Lamc].
de conducción eléctrica hacia el interior de la cueva.

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36 J. C. LÓPEZ QUINTANA; A. GUENAGA LIZASU

El estudio de la industria ósea (González Sainz


2011) se ha abordado separando el lote proveniente de
las bolsadas del recuperado en las zonas supuestamen-
te más estables. y concluye planteando la similitud,
desde un punto de vista técnico y tipológico, entre los
materiales de hueso y asta de la parte más estable de
Almp, los de las intrusiones Almp [Lamc] y los del
suprayacente nivel Slnc, pudiendo corresponder todos
ellos a un mismo conjunto industrial original, del
Magdaleniense superior-final (c. 12800 y 12000 BP).

La evaluación de la industria lítica de Almp (López


Quintana, et al. 2011), concretamente del utillaje
retocado, muestra, por el contrario, diferencias con el
nivel Slnc. En este caso, y dado el reducido repertorio
de útiles retocados del nivel Almp (un total de 134
piezas), se ha optado por agrupar toda la muestra, con Figura 27: La geomorfología kárstica puede aportar interesantes
el objeto de percibir la dinámica de este conjunto registros para la interpretación estratigráfica del nivel
Almp. En la imagen, una galería de la cueva de Iñubija
industrial dentro de la secuencia general de (Ispaster) muestra una superficie intensamente alterada, con
Santimamiñe. Los resultados de los tests estadísticos canales y sumideros, y agrietada o hendida (Foto I. Latasa,
aplicados revelan una mayor homogeneidad entre por cortesía del Grupo Espeleológico ADES de Gernika-
Almp y Csn-Camr que con el nivel superior Slnc. Por Lumo).
tanto, reconocemos que una buena parte del material
arqueológico del nivel Almp procede del suprayacente 4.10. Hiato erosivo v-Almp.
nivel Slnc, pero estimamos razonable, al menos como
hipótesis de trabajo, la existencia de una fase eventual El techo del nivel Almp muestra una superficie
de establecimiento humano en la cueva durante la erosionada, formada por pequeñas cubetas y canales,
formación de Almp. Es por ello que en las tablas y conformando un contacto erosivo, neto, con el nivel
gráficos de la secuencia referimos el nivel Almp a un superior Slnc.
hipotético Magdaleniense medio-superior (con inte-
rrogación), siendo más probable, en caso de existir esa 4.11. Estructura estratigráfica Slnc.
fase, su atribución a un momento antiguo del
Magdaleniense superior, entre c. 13300 y 12800 BP.
Asociación estratigráfica de 15-25 cm de espesor,
4.9.3. El episodio de alteración estratigráfica de Almp: predominando la matriz areno-limosa de coloración
la formación y posterior relleno de las bolsadas negruzca (10 yR 2/1), localmente marrón oscura (7.5 yR
Almp [Lamc] y de los hendimientos D-Almp. 3/4), con presencia de clastos aristados. La cuantificación
de los componentes sedimentarios se ha realizado sobre
un total de 18 litros de sedimento, incluidos entre las
Por último, para explicar de forma efectiva la semitallas 18 y 20c (un sector por semitalla).
configuración de la estructura estratigráfica Almp, es
necesario conocer el momento en que se producen los
conductos y grietas que son posteriormente rellenados FRACCIÓN FRACCIÓN FRACCIÓN
NIVEL
con materiales intrusivos transportados, al menos, FINA MEDIA GRUESA
desde el nivel Slnc. De forma provisional, hemos lle- Slnc 69,61% 11,39% 19,00%
gado a esbozar la posibilidad de situar la formación y
relleno de las bolsadas y hendimientos de Almp dentro
de la oscilación de Alleröd (c. 11700-10800 BP), en el Los componentes de la fracción gruesa, fundamental-
marco de un incremento de la humedad ambiental. Sin mente clastos y, muy marginalmente, bloques, adquieren
embargo, en la Iª campaña de excavación en extensión un valor del 19% que contrasta con el 3,68% del infraya-
de Santimamiñe (2007) se ha podido examinar en una cente Almp (figura 28). Si analizamos la tipometría de la
mayor superficie (bandas 18 y 19) el techo erosivo del fracción gruesa, de acuerdo al método propuesto por el
nivel aziliense Arcp (V-Arcp), determinando algunas Círculo de Estratigrafía Analítica, obtenemos los siguien-
huellas erosivas de cierta entidad (figura 27). Esto nos tes resultados (sobre un total de 141 clastos y 6 bloques
lleva a reconsiderar la hipótesis expuesta y a plantear recuperados en los 18 litros de sedimento):
como más probable una reactivación hídrica, con sus
correspondientes alteraciones en el relleno de la cueva, NIVEL C1 C2 C3 C4 B
tras la formación del nivel Arcp (Aziliense), datado en
10100 ± 60 BP y 10060 ± 60 BP. En este caso, las Slnc 77,55% 10,21% 4,08% 4,08% 4,08%
alteraciones corresponderían al Preboreal (c.
10200/9800-8800 BP), en los inicios del Holoceno.

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CAMPAñAS DE 2004 A 2006. CRONOESTRATIGRAFíA y PALEOAMBIENTE.

Figura 28: Dibujo en planta de la base de la semitalla 19 (nivel Slnc). Se aprecia la importancia de los componentes gruesos gravitacionales (clastos
y bloques calizos) y se señala la facies de hogar H2-Slnc (con el hogar Slnc-h1).

Se verifica la preponderancia de los clastos tipo C1 cia, con un 2% de polen arbóreo representado por el
(2-4 cm), siendo más marginales el resto de categorías pino, el abedul y el enebro. Por su parte, el estrato
(C2, C3, C4 y B). Al examinar la litología de los herbáceo-arbustivo (dominio de las compuestas y
clastos, comprobamos el predominio (68,71%) de la presencia de Artemisia) apunta a un descenso de la
litología caliza, presentando formas aristadas caracte- humedad ambiental. El estudio micropaleontológico
rísticas de los aportes gravitacionales. Este dato es (Murelaga et al. 2011) certifica una fase de recrudeci-
interesante, por el contraste que ofrece con el nivel miento climático en la parte alta de Slnc (concreta-
crioclástico inferior Csn-Camr, donde el 80% de la mente, en la semitalla 18), por la caída brusca en la
fracción gruesa correspondía a materiales calcíticos proporción relativa de Apodemus. El examen sedimen-
(espeleotemas fracturados). tológico de laboratorio (Areso y Uriz 2011) destaca,

La estructura estratigráfica Slnc integra varias


subunidades internas, determinadas desde criterios
paletnológicos: una facies de hogar (H1-Slnc) asenta-
da sobre matriz areno-limosa marrón oscura (7.5 yR
3/4) (Slmc), infrayacente a la cual se determina una
segunda facies de hogar (H2-Slnc) que integra tres
hogares individualizados (Slnc-h1, Slnc-h2 y Slnc-h3),
dispuestos en cubeta y con estructura de clastos. Los
clastos del hogar Slnc-h1 revelan estigmas de rubefac-
ción y la base de la cubeta muestra una superficie
rojiza también por rubefacción (figuras 29 y 30).

El nivel Slnc dispone de un valioso repertorio de


datos paleoambientales, que certifican el episodio más
riguroso de la secuencia de Santimamiñe. El muestreo
polínico (Iriarte 2011) dispone de una única muestra,
tomada en la parte alta de Slnc (semitalla 18), manifes- Figura 29: Detalle de la semitalla 19 (nivel Slnc), con la facies de hogar
tando las peores condiciones climáticas de la secuen- H2-Slnc. A la derecha, se aprecia la base de la facies de
hogar H1-Slnc.

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Figura 30: Cubetas de emplazamiento de los hogares Slnc-h2 y Slnc-h3, integrados ambos en la facies de hogar H2-Slnc.

entre la fracción fina, el contenido en arenas gruesas. tria lítica recuperada procede de este nivel e incluye
Los componentes gruesos, el 50% en peso de la mues- también el conjunto más abundante de industria ósea).
tra estudiada (M22), son de litología caliza, prismáti- Integra un conjunto propio del Magdaleniense superior
cos y no muestran huellas de rodamiento ni alteración. final (c. 13300-11700 BP): la industria ósea aporta un
Se define un episodio frío y poco húmedo, siendo magnífico arpón de una hilera de dientes (con 12
importantes los procesos crioclásticos. dientes de los que conserva 10 completos), con perfo-
ración en la base de tipo cantábrico y decorado (figura
El equipamiento industrial recuperado en Slnc es, 31), y otro fragmento de arpón; 4 fragmentos de aza-
con mucho, el más abundante de toda la secuencia gaya de sección subcircular o circular; 1 fragmento
estratigráfica de Santimamiñe (el 62,88% de la indus- medial de punta fina de hueso decorado por ambas
caras con líneas oblicuas paralelas; 2 fragmentos de
una misma espátula, decorada y con entalladuras, y 2
fragmentos de aplanados en hueso; 1 alfiler biapunta-
do de sección circular, completo, y 4 fragmentos de
alfiler o aguja; 2 posibles punzones fragmentados; 2
fragmentos de varillas industriales de asta; 2 fragmen-
tos de hueso decorados; y 2 fragmentos óseos retoca-
dos. En lo lítico, es un conjunto caracterizado por el
peso de las laminitas de dorso, que suponen el 38,36%
de los objetos retocados del nivel.

En síntesis, la estructura estratigráfica Slnc testi-


monia el momento más frío y seco de la secuencia de
Santimamiñe, coincidiendo con la ocupación humana
de mayor intensidad, al menos en esa parte de la
cueva. A nivel climático, sería equiparable al estadial
Dryas II o fase Cantábrico VII de M. Hoyos (c. 12700-
11700 BP), definida como un episodio esencialmente
frío, más húmedo al comienzo y algo más seco en su
mitad superior. A modo de hipótesis, podría plantearse
la existencia de una pulsación más fría en la parte alta
del nivel Slnc (semitalla 18), acaso asimilable a la
segunda parte de la fase Cantábrico VII (entre c.
12200 y 11700 BP)17, más fría y seca (González Sainz

17 La datación de 12790 ± 70 BP procede de la parte baja del nivel


Slnc (semitalla 20b), estando pendiente la datación del tramo
superior. Sin embargo, la datación intrusiva del nivel Almp (12250
+ 70 BP) podría indicar la existencia, dentro de Slnc, de una fase
Figura 31: Arpón de una hilera de dientes, decorado y con perforación más avanzada del Magdaleniense superior final, quizás
basal de tipo cantábrico, procedente de la semitalla 20 del representada en ese tramo más superior del nivel, donde se
nivel Slnc. certifica el episodio más frío.

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1989: 153-155; Hoyos 1995: 63). Dentro de la secuen- La cuantificación de los componentes sedimenta-
cia climática del GRIP, podría corresponder a la fase d rios se ha realizado sobre un total de 18 litros de
del Greenland Isotope Interestadial (GI-1) (Jöris y sedimento, incluidos entre las semitallas 14 y 17 (a
Weninger 2000). Se ha datado por radiocarbono en razón de un sector por semitalla).
12790 ± 70 BP, dentro de un momento antiguo del
Magdaleniense superior final.
FRACCIÓN FRACCIÓN FRACCIÓN
NIVEL
En el entorno más próximo a Santimamiñe, la fase FINA MEDIA GRUESA
Cantábrico VII aparece representada en el nivel Lgc
sup. de Antoliña, con un importante componente de Arcp 80,37% 10,37% 9,26%
gelifractos (Aguirre, López Quintana y Sáenz de
Buruaga 2000: 20), y en el nivel III de Santa Catalina, Los componentes gruesos disminuyen con respecto
con elementos crioclásticos y otros indicadores de frío al nivel infrayacente Slnc, aunque muestran un valor
(incremento de los restos de reno y presencia de foca alto dentro de la secuencia de Santimamiñe: es la ter-
y pingüino), datado en 12425 ± 90 BP y 12405 ± 95 cera unidad estratigráfica, tras Csn-Camr y Slnc, en
BP (Arribas 2004: 140). Otros registros estratigráficos importancia de la fracción gruesa. Respecto a la tipo-
cantábricos de la fase VII serían los niveles 5-1 y 4 de metría de los clastos (sobre un total de 84 clastos),
La Paloma, niveles III a I de la Sala II de Las Caldas, destacan los clastos tipo C1, equilibrándose las litolo-
nivel 3 de La Viña, niveles 6 y 7 de Los Azules, nivel gías calizas con los materiales calcíticos.
B3 de Cova Rosa, niveles 2.3, 2.2 y 2.1 de Rascaño,
nivel VIb de Ekain, niveles “E” sup. y “D” inf. de
Berroberria y niveles IIb.2 y II.1 de Zatoya (Hoyos NIVEL C1 C2 C3 C4 B
1995: 60-63).
Arcp 69,05% 22,62% 5,95% 2,38% ----
4.12. Horizonte estalagmítico T4.
El registro paleoambiental permite caracterizar las
Entre los niveles Slnc y Arcp se determina una condiciones climáticas en que se depositó el nivel Arcp.
placa estalagmítica (T4) de desarrollo parcial (cuadro Por una parte, el análisis del polen revela un incremento
17F) y de 10 cm de espesor máximo. En el cuadro de la cubierta arbórea en relación al nivel infrayacente
contiguo 17G se ha reconocido una superficie ligera- Slnc (Iriarte 2011). En las 2 muestras inferiores (41 y 42)
mente carbonatada que coincide con el contacto de los el porcentaje del polen arbóreo es similar (12%), aunque
niveles Slnc y Arcp. Por el momento, la superficie con diferencias en su composición. En la muestra más
excavada es muy reducida, pero proponemos, a modo antigua (41), que coincide con la datación de 10.100 ± 60
de hipótesis, la formación del horizonte T4 y de la BP, los taxones representados son el pino y el enebro, y,
superficie carbonatada del cuadro 17G durante la fase de forma marginal, el abedul y el aliso. En la muestra 42
Cantábrico VIII de M. Hoyos (c. 11700-10800 BP), sólo aparece descrito el pino y, por último, en la muestra
correspondiente al interestadio polínico de Alleröd. más reciente (43) se percibe un leve retroceso del estrato
Cantábrico VIII es una fase mal representada a nivel arbóreo, con una regresión del pino, aunque con la pecu-
sedimentológico en la cornisa cantábrica, habiendo liaridad de registrar la aparición del avellano y el roble. En
desaparecido en muchos yacimientos por causas natu- síntesis, el contenido polínico de Arcp indica un periodo
rales o antrópicas (Hoyos 1995: 63). En relación al frío, menos riguroso que el infrayacente Slnc y más
horizonte estalagmítico T4 de Santimamiñe, en los húmedo, advirtiéndose, en la parte alta del nivel (semitalla
yacimientos cantábricos de El Pendo y El Otero se ha 14, en su contacto con la facies de hogar H-Sln), una
descrito la formación de capas estalagmíticas durante relativa recuperación de las condiciones climáticas (apari-
una fase avanzada de la oscilación de Alleröd (González ción de avellano y roble, retroceso de las compuestas;
Sainz 1989: 155-156). recuperación de Ericaeae y Poaceae, etc.).
4.13. Estructura estratigráfica Arcp. Los microvertebrados, por su parte, muestran de
forma nítida una mejora de las condiciones climáticas
Estructura estratigráfica de 17-27 cm de espesor, respecto al nivel inferior Slnc, acentuándose esta ten-
compuesta por matriz limo-arcillosa plástica de color dencia en la muestra superior (semitalla 14), por el
marrón rojizo oscuro (5 yR 3/4), con clastos (figuras incremento relativo de Apodemus y glíridos respecto
32 a 34). El contacto con el nivel inferior Slnc no es al conjunto de los Arvicolinae, y también por el impor-
regular en el área excavada: es neto en el cuadro 17F, tantísimo ascenso en el número de restos de Anguis
por la presencia del horizonte estalagmítico T4, y fragilis (Murelaga et al. 2011). El estudio sedimento-
también en una buena parte de 17G, donde se percibe lógico de laboratorio (Areso y Uriz 2011) manifiesta,
una superficie levemente carbonatada. Sin embargo, asimismo, una regeneración de las condiciones
ese contacto se hace más difuso en el cuadro 17H. ambientales, remitiendo el frío y aumentando la hume-
Localmente, sobre todo en el cuadro 17F, se perciben dad, con predominio de los procesos de decantación de
concrecionamientos de la matriz arcillosa (E-Arcp). materiales transportados en suspensión.

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Figura 32: Dibujo en planta de la base de la semitalla 15 (nivel Arcp), en la que se aprecian 2 compresores, 2 núcleos de sílex y 1 colorante. El cuadro
17F revela una superficie concrecionada (E-Arcp), y en una parte del cuadro 17G asoma ya el techo del nivel Slnc.

Dentro del material arqueológico, es reveladora la nítida en la parte superior del nivel, donde aparecen,
desaparición de los elementos de industria ósea. La por vez primera en la secuencia de Santimamiñe, el
industria lítica muestra un conjunto más polimórfico, avellano y el roble. A nivel climático, se puede definir
con predominio de los dorsos, pero con mayor repre- como un período frío y húmedo, situable entre el final
sentación de los Simples y de los Buriles. Corresponde del Dryas III y los inicios del Preboreal, correspon-
al techo de la secuencia tardiglaciar, revelando una diendo con el final de la fase Cantábrico IX de M.
relativa mejora de las condiciones climáticas, más Hoyos (c. 10800-10200/9800 BP). En la secuencia del

Figura 33: Base de la semitalla 15 (nivel Arcp). Figura 34: Base de la semitalla 16 (nivel Arcp). En primer plano (cuadros
17G-17H), asoma el techo de la facies de hogar H1-Slnc.

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CAMPAñAS DE 2004 A 2006. CRONOESTRATIGRAFíA y PALEOAMBIENTE.

GRIP, el nivel Arcp podría representar una fase de 4.15. Conjunto estalagmítico T3-[H-Sln]-T2.
transición del estadial GS-1 al OIS-1 (Jöris y Weninger
2000). Dos dataciones de radiocarbono sobre hueso,
con resultados de 10100 ± 60 BP y 10060 ± 60 BP, Por encima del episodio erosivo V-Arcp, se asienta
sitúan el conjunto en el Aziliense reciente. un conjunto estalagmítico de 60 cm de espesor máxi-
mo que acoge una singular estructura interna, con una
La fase Cantábrico IX corresponde a la última sucesión de dos horizontes estalagmíticos (T2 y T3) y
pulsación fría del Tardiglaciar, siendo un episodio no una facies de hogar intermedia (H-Sln), que detalla-
muy bien representado en el Cantábrico. Los registros mos a continuación.
estratigráficos más próximos a Santimamiñe serían el
nivel Lanc de Antoliña, con una datación de 10220 ± 4.15.1. Horizonte estalagmítico T3.
40 BP (Zubeldia et al. 2007); y, en la cuenca del Lea,
el nivel I de Santa Catalina, datado en 10530 ± 110 y En la parte inferior se desarrolla el horizonte esta-
9510 ± 270, y el nivel I de Laminak II, formado dentro lagmítico T3, de 17 cm de grosor, con algunos clastos
de unas condiciones ambientales templadas y fechado calizos.
en 10380 ± 140 (Berganza 2004: 152). Otros registros
estratigráficos atribuidos a esta fase serían los niveles 4.15.2. Facies de hogar H-Sln.
B1 y A1 de Cova Rosa, niveles 1.2 y 1.3 de Rascaño,
abrigo de Portugain (10370 ± 90 BP) y nivel D sup de
Berroberria (10300 ± 170 BP, 10160 ± 410 BP y 9740 Entre los horizontes estalagmíticos T2 y T3 apare-
± 140 BP) (Hoyos 1995: 67-68; Barandiarán 1997: ce una fina capa (3 cm) constituida por abundantes
7-8). En la cueva de Los Azules los niveles 4 y 3e se carbones dentro de una matriz areno-limosa de tonali-
asocian a esta fase, representando probablemente el dad negruzca (figura 35). Incluye, además, restos
nivel 3d el tránsito al Holoceno, hacia condiciones malacológicos, faunísticos y unas escasas evidencias
templadas y más húmedas (Hoyos 1995: 67). líticas (1 denticulado, 1 avivado, 3 fragmentos de
lámina y 3 microlascas). La presencia muy notable de
4.14. Hiato erosivo v-Arcp. macrorrestos vegetales carbonizados permite calificar-
la como facies de hogar, datada en 7580 ± 50 BP.
Sobre la estructura estratigráfica Arcp se ha reco- 4.15.3. Horizonte estalagmítico T2.
nocido un hiato erosivo (V-Arcp) manifestado princi-
palmente por la disposición en cubeta del techo del
nivel (López Quintana y Guenaga 2007a). Esta situa- En la parte superior, sobre H-Sln, se localiza el
ción erosiva se ha podido caracterizar con mayor horizonte estalagmítico T2, de 40 cm de potencia
detalle tras la ampliación del área excavada en la máxima, con clastos y bloques calizos en su interior.
campaña de 2007 a las bandas 18 y 19. En esta zona,
el techo del nivel Arcp aparece afectado por procesos La formación de los horizontes estalagmíticos
erosivos de diferente intensidad: desde hoyos y cana- T2-T3 y la facies de hogar intermedia debió acontecer
les, posiblemente relacionados con el goteo de la entre el Boreal y el Atlántico. Una observación de
cueva; hasta algún sumidero que revela la existencia interés es la ubicación topográfica común para los
de una corriente o arroyada de relativa energía; e principales horizontes estalagmíticos de la secuencia
incluso zonas muy estables, no afectadas por la ero- de Santimamiñe (T5, T4 y T3-[H-Sln]-T2), todos ellos
sión. En una limpieza superficial del perfil 13/14, sobre el cuadro 17F. Esto se debe a la existencia de una
obtenido en la excavación de 1961-1962 de J.M. de vía de filtración de agua, situada sobre ese cuadro, en
Barandiarán, hemos podido certificar la ausencia del funcionamiento desde, al menos, la oscilación templa-
nivel Arcp en esa zona, lo cual viene a sostener la da de Bölling o Cantábrico VI de M. Hoyos, y estando
existencia de procesos erosivos enérgicos. Este hiato activa todavía en la actualidad.
erosivo habría que situarlo, en función de las datacio-
nes de los niveles que lo acotan (Arcp por debajo y 4.16. Conjunto estratigráfico Slm-Lsm.
facies H-Sln por arriba), entre c. 10000 y 8000 BP,
pudiendo corresponder al Preboreal (c. 10200/9800- El paquete estratigráfico Slm-Lsm, de 50 cm de
8800 BP). En el entorno de Urdaibai, el yacimiento potencia máxima y cronología postpaleolítica, se ha
mesoneolítico al aire libre de Pareko Landa muestra concretado como un conjunto debido a la homogenei-
un episodio erosivo (V-Smb) en similar posición cro- dad de los componentes sedimentológicos, no exis-
noestratigráfica, habiendo afectado al nivel de base tiendo una ruptura nítida entre los dos horizontes o
Smb, que acoge un conjunto industrial característico unidades que forman la asociación. Únicamente, los
del Epipaleolítico antiguo (López Quintana 2005a: análisis sedimentológicos de laboratorio permiten
436). definir una evolución gradual en los componentes de
la fracción fina, de areno-limosa en la base a limo-are-
nosa en la parte alta.

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Figura 35: Ubicación estratigráfica de la facies de hogar H-Sln, entre los horizontes estalagmíticos T2 y T3.

4.16.1. Horizonte inferior Slm. sencia masiva de fragmentos malacológicos y antraco-


lógicos, unido al incremento de la fracción arena, tiene
su explicación en el arrastre de materiales de la frac-
Asentado sobre la costra estalagmítica T2 se loca- ción fina y media desde el conchero situado en el
liza el horizonte Slm, de 25 cm de grosor, formado por portal e inicio del vestíbulo, lo cual queda avalado por
matriz areno-limosa de coloración marrón grisácea el buzamiento del depósito. Sin embargo, el horizonte
oscura (10 yR 3/3), estando prácticamente ausentes Slm contiene una buena serie de elementos paletnoló-
los componentes de la fracción gruesa. El cómputo de gicos (fundamentalmente hogares, como Slm-h1) y
las diversas clases granulométricas se ha realizado materiales arqueológicos en posición primaria. El
sobre un total de 17 litros de sedimento, comprendido hogar Slm-h1 se ubica entre los cuadros 17G y 17H, y
entre las semitallas 6 y 10 (a razón de un sector por su mitad oriental fue excavada por J.M. de Barandiarán
semitalla). en la campaña de 1962, dentro de la capa V, reseñando
una tierra muy carbonosa en el cuadro 17G, debajo de
FRACCIÓN FRACCIÓN FRACCIÓN una voluminosa piedra caliza (Barandiaran 1962c:
HORIZONTE
FINA MEDIA GRUESA 407). Se define por una concentración neta de carbo-
nes, contorneada, en su perímetro occidental, por una
Slm 82,38% 17,47% 0,15% franja de sedimento rubefactado, y demarcada por un
bloque calizo al Norte. Su planta fue posiblemente de
Uno de los rasgos más característicos del horizonte tipo subcircular, con unas dimensiones de 62 cm en su
Slm es la presencia masiva de restos malacológicos lado mayor por 12 cm de potencia (figuras 36 y 37).
muy fragmentados, fundamentalmente almejas y Ha sido datado por C14 AMS en 5010 ± 40 BP.
ostras18. J.M. de Barandiarán, al excavar los cuadros
contiguos en la campaña de 1962, refiere, entre las En síntesis, Slm constituye una asociación estrati-
cotas -710 y -730, un nivel de tierra negra repleta de gráfica que incluye componentes, tanto antrópicos
conchas de mariscos despachurradas (Barandiarán como sedimentológicos, formados in situ, en el tramo
1962c: 407). Asimismo, son muy abundantes los final del vestíbulo, además de una serie de aportes (de
fragmentos de carbón (C-Slm) que aparecen de forma arenas y fragmentos de moluscos y carbones) proce-
regular por toda la estructura estratigráfica19. La pre- dentes, con toda probabilidad, del conchero principal,
situado a una cota más alta.
18 El estudio sedimentológico de Slm (Areso y Uriz 2011) constata
la importancia de los fragmentos de concha dentro de la fracción
gruesa evaluada. El registro paleoambiental del conjunto Slm-Lsm
19 El análisis polínico (Iriarte 2011) destaca la cantidad de testimonia el momento de mayor grado de humedad de
microcarbones existentes en el sedimento, dando lugar a un toda la secuencia de Santimamiñe. El análisis del
aumento de los pólenes indeterminables.

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Figura 36: Dibujo en planta de la base de la semitalla 7 (horizonte Slm), con la delimitación del hogar Slm-h1.

polen (Iriarte 2011) muestra un aumento muy signifi- El contenido arqueológico de Slm es pobre pero
cativo del estrato arbóreo, que alcanza en la muestra característico del Neolítico. Dentro del repertorio líti-
45 (equiparable a la datación de 5010 ± 40 BP) el co, los grupos tipológicos más representativos, a nivel
mayor porcentaje de la secuencia (53%). El abedul es cuantitativo, son los Denticulados y los Raspadores y,
el taxón dominante (37%), al que acompañan, de más secundariamente, las Láminas de Dorso. No obs-
forma secundaria, el avellano y el roble. De forma tante, sobresalen, por su representación cualitativa, los
paralela, y dentro del cortejo herbáceo, Compositae segmentos de retoque en doble bisel, anotando tam-
tubuliflora aporta los mínimos valores de la secuencia bién una bitruncadura triangular al estilo de las puntas
(< 4%). Sin embargo, en la última muestra de Slm de Sonchamp. Entre la cerámica, únicamente aparecen
(muestra 46) se percibe un descenso del polen arbóreo, fragmentos lisos, sin decoración. La serie arqueozoo-
debido fundamentalmente al retroceso del abedul (de lógica manifiesta una economía de producción basada
37 al 3’5%). Por vez primera en la secuencia, el ave- en las tres cabañas domésticas clásicas (bovino, ovica-
llano (19’5%) y el roble (6’5%) predominan sobre el prino y porcino). Dentro de la secuencia de
resto de componentes arbóreos. La fauna de microver- Santimamiñe, Slm acoge el período de mayor intensi-
tebrados (Murelaga et al. 2011) continúa con la ten- dad en la recolección de moluscos marinos, fundamen-
dencia, iniciada en Arcp, a la mejora de las condiciones talmente almejas y ostras, recolectadas en zonas de
climáticas, en base al progresivo aumento de Apodemus estuario con fondos fangosos. Como dato relevante en
y glíridos respecto a los Arvicolinae. Es destacable el cuanto a la captación de recursos bióticos, destacar la
considerable descenso de Anguis fragilis en la base del aparición de algunos restos de merluza (Merluccius
horizonte Slm (semitallas 9 y 10), a partir del cual merluccius), correspondientes a animales adultos,
experimenta un progresivo incremento hacia el techo propios de aguas sobre el talud continental.
de la secuencia. Teniendo en cuenta el carácter higró-
filo de este reptil, quizás pudiera indicar un descenso Durante la campaña de 2007 se ha documentado un
de la humedad en la parte baja del horizonte Slm, hogar en cubeta con estructura circular de bloques y
tramo equiparable a la datación de 5450 ± 50 BP. Por clastos (Slm-h2) (figura 37) y una serie de cuatro
último, el estudio sedimentológico describe un episo- agujeros dispuestos en semicírculo (Slm-U1, U2, U3 y
dio húmedo y cálido (Areso y Uriz 2011). La matriz de U4) y excavados sobre el nivel aziliense Arcp, cuyo
Slm es franco-arenosa, resaltando la presencia casi origen antrópico nos parece dudoso.
exclusiva de fragmentos de concha entre la fracción
gruesa.

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Figura 37: Detalle de los hogares Slm-h1 y Slm-h2.

La formación de este horizonte se ha datado, en fechas arbóreo, paralelo a un cierto retroceso de las gramíneas
sin calibrar, en 5450 ± 50 BP en la semitalla 9, y en 5010 y de los helechos (Iriarte 2011). La microfauna aporta,
± 40 BP para el hogar Slm-h1, en las semitallas 6-7, lo en la base del horizonte Lsm (semitalla 5), el mayor
cual sitúa la ocupación en la segunda mitad del Atlántico, porcentaje de Apodemus y glíridos respecto a los
dentro de una fase avanzada del Neolítico. Arvicolinae de toda la secuencia (Murelaga et al.
2011). Otro valor alto en esta categoría se repite en la
4.16.2. Horizonte superior Lsm. semitalla 2, aunque por debajo de la semitalla 5. Entre
los réptiles, Anguis fragilis muestra un incremento
gradual desde la base de Lsm, ofreciendo el mayor
Los rasgos sedimentológicos descritos para el hori- número de restos a techo de Lsm (semitalla 2). Los
zonte Slm muestran una transformación progresiva, en el datos sedimentológicos indican unas condiciones
tramo superior, hacia una matriz limo-arenosa de color ambientales similares a las descritas para el horizonte
marrón amarillento oscuro (10 yR 3/4), de aproximada- inferior Slm (Areso y Uriz 2011).
mente 25 cm de grosor, estando ausentes los componentes
de la fracción gruesa. El cómputo de las diversas clases Dentro del registro arqueológico, la industria lítica
granulométricas se ha realizado sobre un total de 23 litros muestra una continuidad con el horizonte inferior Slm,
de sedimento, comprendido entre las semitallas 2 y 5 (a destacando los denticulados y las piezas de dorso, y
razón de un sector por semitalla). aportando, de forma testimonial, un triángulo de base
cóncava. La cerámica, en este horizonte, se enriquece
FRACCIÓN FRACCIÓN FRACCIÓN tanto en el número de fragmentos como por la apari-
HORIZONTE
FINA MEDIA GRUESA ción de algunas piezas decoradas con digitaciones, etc.
Por otra parte, se certifica la aparición, hacia la parte
Lsm 89,53% 10,11% 0,36% media y superior de Lsm, de restos humanos dispersos
que denuncian un episodio, posiblemente muy esporá-
Los componentes malacológicos y antracológicos, dico, de uso funerario de la cueva (figura 38). Un
resultado de los procesos de arrastre desde el portal de fragmento de mandíbula humana ha sido datada por
la cueva, disminuyen de forma gradual a lo largo del C14 AMS en 3710 ± 40 BP, durante un episodio
desarrollo del horizonte Lsm20, siendo mucho más comprendido entre el final del Calcolítico y los inicios
importantes en el horizonte infrayacente Slm. A nivel de la Edad del Bronce.
paleoclimático, el polen indica un período húmedo,
con predominio del avellano y el roble en el estrato En la campaña de 2007 se han localizado tres
hogares sin estructura (Lsm-h1, Lsm-h2 y Lsm-h3),
20 El estudio sedimentológico en Lsm (Areso y Uriz 2011) señala
una matriz de textura franco-limosa, con una disminución de la situados en las semitallas 3, 4 y 5 respectivamente, y
fracción gruesa con respecto a Slm, estando la fracción gruesa conservados de forma fragmentaria. El hogar Lsm-h2,
compuesta fundamentalmente por fragmentos de concha.

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tajes superiores al 95%, revelando procesos de decan-


tación en medio húmedo. Sin embargo, se detectan
algunos indicadores de ambiente fresco en los niveles
Lsm-Sa, Arb-o y Arg-o, fundamentalmente en este
último, donde existe un registro paleoambiental más
fértil. Las dataciones radiométricas sitúan el conjunto
entre un momento ligeramente anterior al 26890 ± 180
BP de la unidad Arb-o, y el 20530 ± 110 BP del nivel
Arg-o, revelando un paquete formado durante el
Würm III, dentro de la primera parte del Estadio
Isotópico 2. La ausencia de huellas de ocupación
humana es uno de los rasgos que caracterizan el con-
junto inferior, donde se han determinado dos estructu-
ras estratigráficas con contenido paleontológico: Arb-o
y Arg-o. El primero incluye un repertorio paleontoló-
gico enormemente alterado; el segundo contiene una
Figura 38: Mandíbula humana aislada, en la base de la semitalla 3 acumulación paleontológica que testimonia un refugio
(horizonte Lsm). de carnívoros, entre los cuales se ha reconocido, por el
momento, al oso pardo.
el menos alterado, se define por una placa de sedimen-
to rojizo rubefactado, a la que se superpone una fina 5.2. Complejo de inundación (Würm iii/iv –
capa de carbones y cenizas. GS-2).
4.17. Horizonte estalagmítico T1.
El complejo de inundación, de 230-260 cm de
potencia, abarca las unidades estratigráficas Avp-Sj,
Por último, el conjunto estratigráfico Slm-Lsm Lrg, Arp-Sa y Lsr-Ap. Todas ellas tienen en común la
aparece cubierto parcialmente por un fino horizonte preponderancia de limos y arcillas, con ausencia de
estalagmítico (T1) que, en alguna zona, cubre el corte componentes gruesos, manifestando su formación en
estratigráfico de J.M. de Barandiarán de 1962. Se un momento de gran humedad. Por otra parte, es un
trata, por tanto, de una tenue capa estalagmítica forma- paquete estéril tanto a nivel arqueológico como inclu-
da en los últimos 40 años. so en el registro paleoambiental.

Tras la deposición del nivel paleontológico Arg-o,


5. SíNTESiS dE LA diNáMiCA y en función de las alteraciones identificadas en los
ESTRATiGRáFiCA EN EL FoNdo dEL huesos, el fondo del vestíbulo de Santimamiñe debió
vESTíBULo dE SANTiMAMiñE. inundarse y permanecer así durante un largo período
de tiempo, difícil de precisar, dando lugar a la forma-
ción de este complejo de inundación, correspondiente
La estratigrafía determinada en la zona interior del a una oscilación templada y húmeda, que podríamos
vestíbulo de Santimamiñe, de 6 metros de potencia, situar, a modo de hipótesis, en la interfase de Laugerie
acoge una dilatada sucesión de episodios climáticos, en (Würm III/IV).
cuyos tramos medio y superior se atestiguan niveles de
ocupación humana de desigual intensidad. Se ha obteni- 5.3. Conjunto meso-superior crioclástico (Würm
do una columna de 12 dataciones C14 AMS, muy iv – GS-2/Gi-1/GS-1).
coherentes con el contenido arqueológico y paleoam-
biental del depósito, a excepción de la muestra S-8,
correspondiente al nivel Almp. La síntesis que propone- El conjunto meso-superior, de 180 cm de espesor,
mos para la secuencia de Santimamiñe se articula en integra las estructuras estratigráficas Csn-Camr, Balm,
cuatro conjuntos, definidos desde criterios geoclimáti- Almp, Slnc y Arcp. El rasgo esencial que las agrupa,
cos y paletnológicos (figuras 39 a 41 y tabla 2). sobre todo por su precisa localización dentro del
relleno, es la presencia de procesos crioclásticos, fun-
5.1. Conjunto inferior paleontológico (Würm iii - damentalmente referidos a los niveles Csn-Camr, Slnc
GS-2). y Arcp (figura 41). Estos tres niveles aportan testimo-
nios ambientales indicadores de frío, de desigual
intensidad, que hemos asociado a las pulsaciones frías
El tramo inferior de la serie estratigráfica de del Tardiglaciar. Dentro del conjunto se incluyen los
Santimamiñe, de 105 cm de espesor, comprende las niveles Balm y Almp, que corresponderían a un episo-
estructuras estratigráficas Lsm-Sa, Arb-o, Arp y Arg-o. dio húmedo, posiblemente dentro de la oscilación de
A nivel sedimentológico, se da un predominio de los Bölling o Cantábrico VI de M. Hoyos.
materiales finos (arcillas y limos), siempre en porcen-

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Figura 39: Corte estratigráfico frontal de Santimamiñe (bandas 17/18), con la articulación de los cuatro conjuntos estratigráficos.

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Figura 40: El gráfico circular muestra la repartición de los componentes gruesos (clastos y bloques) en la secuencia de Santimamiñe, advirtiéndose
nítidamente la situación del conjunto meso-superior crioclástico, que aúna el 90% de la fracción gruesa evaluada en el sondeo de revisión
estratigráfica.

Tabla 2: Cronoestratigrafía del depósito de Santimamiñe, con la sucesión de episodios climáticos (polen Centroeuropa; Hoyos 1995; y Jöris y
Weninger 2000), complejos industriales y dataciones radiométricas.

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Figura 41: Matrix analítica de la estratigrafía de Santimamiñe, organizada en los cuatro conjuntos estratigráficos.

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Como rasgo también significativo, el tramo meso- 50 BP. A partir de un momento avanzado del Holoceno,
superior acoge, al menos, tres niveles de ocupación de en la segunda mitad del Atlántico, el fondo del vestí-
la cueva por parte de grupos cazadores-recolectores bulo vuelve a mostrar evidencias de ocupación (Slm),
del Tardiglaciar, coincidiendo con esas tres fases de fechadas en 5450 ± 50 BP y 5010 ± 40, en el Neolítico.
recrudecimiento climático. Concretamente, el nivel Durante este período, se constata en el área de Urdaibai
Slnc, el episodio más frío y seco de la serie, relaciona- una buena serie de testimonios de hábitat al aire libre.
do con el Dryas II o fase Cantábrico VII de Hoyos, Desde este momento, la ocupación humana de
acoge la ocupación humana de mayor intensidad (el Santimamiñe se hace cada vez más ocasional, identifi-
62,88% del repertorio lítico recuperado en nuestra cando, durante el genérico Calcolítico-Edad del Bronce
excavación procede de este nivel). (Lsm), un uso sepulcral de la cueva datado en 3710 ±
40 BP.
La primera ocupación humana de Santimamiñe
(Csn-Camr), siempre de acuerdo a los datos de la zona
revisada, corresponde a un momento frío de la primera 6. PRoPUESTA dE CoRRELACióN ENTRE
mitad del Tardiglaciar, dentro de una fase final del LA SECUENCiA ANTiGUA y LA REviSióN
Dryas I, equiparable con el inicio de la fase Cantábrico ESTRATiGRáFiCA dE SANTiMAMiñE EN
V de M. Hoyos. Los testimonios arqueológicos reve- 2004-2006.
lan una ocupación corta pero intensa, de cazadores del
Magdaleniense inferior Terminal, con un aprovecha-
miento económico polarizado en la caza del ciervo. Se El objetivo primordial de esta primera fase de
ha datado por C14 en 14670 ± 80 BP y 14650 ± 80 BP. intervención en Santimamiñe ha sido la revisión
A continuación, vuelve a registrarse un abandono de la estratigráfica de su depósito para, con los medios
cueva por parte del ser humano, coincidiendo con una actuales, concretar la secuencia y dotarla de informa-
fase en la que se produce el desmantelamiento de un ción cronológica y paleoambiental. En consecuencia,
horizonte estalagmítico (Balm), posiblemente por hemos ensayado una propuesta de correlación estrati-
procesos erosivos relacionados con el incremento de la gráfica entre la secuencia descrita por Aranzadi,
humedad. Nuevamente, el fondo del vestíbulo aparece Barandiarán y Eguren y los resultados de las campañas
encharcado y sin rastros de presencia humana, hasta de 2004 a 2006 (López Quintana y Guenaga 2007a).
que una relativa moderación de los procesos hidroló- En primer lugar, examinamos la estratigrafía descrita
gicos (Almp) posibilita algún episodio de ocupación por J.M. de Barandiarán para las bandas 15/16, conti-
humana esporádica, que debe ser tomada con cautela guas a nuestro sondeo de revisión, según las memorias
ante las situaciones de inestabilidad estratigráfica de 1961 y 1962 (Barandiaran 1962b y 1962c). y, por
descritas en la estructura Almp. El momento de mayor otra parte, esbozamos la posible relación entre la
intensidad en la ocupación humana del vestíbulo estratigrafía general de Santimamiñe, de acuerdo a la
coincide con el episodio más frío y seco de la secuen- recapitulación de 1976, y la secuencia determinada en
cia (Slnc), asignable al Dryas II o fase Cantábrico VII los trabajos recientes de la banda 17. Lo hacemos a
de M. Hoyos y datado en 12790 ± 70 BP. Grupos del modo de propuesta, teniendo en cuenta la dificultad,
Magdaleniense superior final se instalan en la cueva, ya constatada por J.M. de Barandiarán, de unir la
con prácticas económicas basadas en la explotación de estratigrafía de dos espacios diferenciados, con situa-
recursos variados (caza diversificada, pesca,…). A ciones complejas en cuanto a su desarrollo topográfi-
finales del Tardiglaciar, en un momento de progresiva co. Además, la secuencia del portal e inicio del vestí-
mejora de las condiciones climáticas, situable entre el bulo de la cueva mostraba, según las memorias de las
final del Dryas III y los inicios del Preboreal (o final excavaciones clásicas, situaciones de marcada inesta-
de la fase Cantábrico IX de M. Hoyos), la cueva bilidad estratigráfica.
vuelve a ser ocupada por grupos azilienses, con data-
ciones de 10100 ± 60 BP y 10060 ± 60 BP. 6.1. Estratigrafía de las bandas 15/16 en la
campaña de 1961.
5.4. Conjunto superior holocénico (oiS-1).
En la campaña de 1961 comenzó la excavación del
El tramo superior holocénico se corresponde con el área comprendida por las bandas frontales 15 y 16, y
conjunto estratigráfico Slm-Lsm, de 50 cm de poten- por las sagitales F, G y H, en cuyo perfil Oeste insta-
cia, depositado durante la primera mitad del Holoceno. lamos nuestro sondeo de revisión estratigráfica en el
En todo el paquete se advierte un predominio neto de año 2004. En 1961 se excavó en capas de 10 cm de
la fracción fina, representando la fracción gruesa un espesor, denominadas con letras (de la A a la T) y los
0,25% de media. Además, incluiríamos dentro de este resultados se publicaron en la 5ª Memoria, de acuerdo
conjunto el episodio erosivo V-Arcp. Las primeras a estas capas o unidades de excavación (Barandiarán
fases del Holoceno estarían representadas en el hiato 1962b: 371-376).
V-Arcp, y en un leve rastro de presencia humana
reflejado en la facies de hogar H-Sln, inserta entre los Las capas B a F engloban tierras oscuras, con
horizontes estalagmíticos T2 y T3, y datada en 7580 ± cantos calizos en su parte superior (capas B y C), y

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50 J. C. LÓPEZ QUINTANA; A. GUENAGA LIZASU

tierra carbonosa con conchas desmenuzadas por


pisadas de hombres y animales en el tramo inferior
(capas E y F). Se mencionan restos malacológicos,
cerámicas y algunos restos humanos en las capas C y
D. Tanto en la 5ª Memoria como en la recapitulación
de 1976, las capas B a F se asignan al nivel genérico
IIb, Eneolítico (Barandiarán 1962b: 376-377; Idem
1976: 425), y podría relacionarse con el horizonte
Lsm, si bien el paquete excavado en 1962 muestra una
mayor potencia.

Las capas G y H pertenecen al conchero con cerá-


mica e incluyen un maxilar inferior humano (capa H),
siendo atribuidas al nivel III, Neolítico (Barandiarán
1962b: 376; Idem 1976: 427-428). La capa I abarca
algunos cuadros de conchero y otros de tierra arcillosa
clara, desapareciendo la cerámica y apareciendo 9
fragmentos de cráneo humano. Se asigna al nivel IV,
Mesolítico (Barandiarán 1962b: 376; Idem 1976: 430).
Este tramo de 1961 (capas G-I) podría correlacionarse
de forma teórica con nuestras unidades Slm y H-Sln,
aunque existe alguna contrariedad como por ejemplo
la ausencia de conchero en la banda 17. En la capa I de
1961 aparece una azagaya de monobisel largo que
debe considerarse como un elemento intrusivo
(Barandiarán 1962b: 388, fig. 10d).

La capa J se define de matriz arcillosa y pedregosa,


formando parte del nivel V, Aziliense (Barandiarán
1962b: 376; Idem 1976: 432), y equiparable a la
estructura estratigráfica Arcp. Las capas K a M com-
prenden dos partes diferenciadas: la superior (K), de
tierra clara arcillosa; y la inferior (L y M), de tierra
oscura, incluso carbonosa en la capa M. Todo el
paquete (K-M) se incluye en el nivel VI, Magdaleniense
(Barandiarán 1962b: 376)21. En este tramo (capas K a
M) se percibe alguna anomalía estratigráfica: en la
capa K (cuadro 16F) aparece un fragmento meso-distal
de arpón de una hilera de dientes y sección subcircular
(S.16F.745.223) (figura 42), característico del
Figura 42: Fragmento meso-distal de arpón de una hilera de dientes y Magdaleniense superior; por debajo (capa L, cuadro
sección subcircular. 15F), se registra un fragmento proximal apuntado de
un arpón de sección aplanada y perforación lateral en
ojal (S.15F.755.618) (figura 43), que se ajusta bien al
tipo aziliense y que puede interpretarse como una
intrusión desde el nivel superior (González Sainz
1989: 103). A pesar de las situaciones estratigráficas
de inestabilidad, la densidad del material arqueológico
y la relación tipológica, permite establecer un parale-
lismo con el nivel Slnc de las campañas actuales.

Finalmente, las capas N a S se atribuyen al


Auriñaciense, según la Vª Memoria (Barandiarán
1962b: 376)22. La descripción sedimentológica del
21 En la 5ª Memoria (Barandiaran 1962b) y en la recapitulación final
(Barandiaran 1976), hemos tenido en cuenta la fe de erratas
enviada por J.M. de Barandiarán a J. Fernández Eraso el 20 de
abril de 1981. Agradecemos a J. Fernández Eraso el habernos
facilitado una copia de dicho documento.
Figura 43: Fragmento proximal apuntado de un arpón de sección 22 Esta asignación genérica se modifica en la recapitulación de 1976,
aplanada y perforación lateral en ojal. pasando la capa N, de tierra oscura y con un hogar en el cuadro

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REVISIÓN ESTRATIGRáFICA DEL DEPÓSITO ARQUEOLÓGICO DE LA CUEVA DE SANTIMAMIñE (KORTEZUBI, BIZKAIA):
51
CAMPAñAS DE 2004 A 2006. CRONOESTRATIGRAFíA y PALEOAMBIENTE.

tramo inferior de 1961 se puede cotejar con el perfil La capa VI de 1962 se ubica entre las cotas -760 y
estratigráfico de 2004-2006 de la siguiente manera: las -785 y engloba dos subniveles según la descripción de
capas N, ñ y Q podrían relacionarse con el nivel J.M. de Barandiarán (1962c: 407-408): el superior, de
Almp, de acuerdo a la brusca disminución del material tierra arcillosa clara debajo de una capa estalagmíti-
arqueológico, y también por la reseña de bolsadas de ca, con numerosos cantos calizos y masa terrosa con-
tierra oscura que bien podrían referir situaciones crecionada; y el inferior de tierra oscura con algunos
análogas a las inclusiones Almp [Lamc]; la capa S, en dientes y huesos de animales. En la recapitulación de
función de sus atributos sedimentarios (tierra oscura 1976 el tramo superior se atribuye al nivel V, Aziliense,
con clastos y huesos) y de las cotas asignadas (entre y el tramo inferior al nivel VIII, Gravetiense?
-840 y -880), debe integrarse en el nivel Csn-Camr, del (Barandiarán 1976: 432 y 440). A la luz de los datos
Magdaleniense inferior terminal. actuales, pensamos que la parte superior de tierra
arcillosa clara podría adscribirse al nivel Arcp
6.2. Estratigrafía de las bandas 15/16 en la (Aziliense), mientras que el tramo inferior encajaría
campaña de 1962. bien con el nivel Slnc (Magdaleniense superior final).
De hecho, en la recapitulación de 1976 se refiere,
dentro del nivel V, un hogar en el cuadro 17G
En la campaña de 1962 se trabaja, entre otros, en (Barandiarán 1976: 432) que, con toda probabilidad,
los cuadros 16F, 16G y 17G, variando el espesor de las se corresponda con alguna de las facies de hogares u
capas y el modo de designación de las mismas (núme- hogares individualizados reconocidos por nosotros en
ros romanos, del I al IX) (Barandiarán 1962c: 407- el cuadro 17G, aunque en el seno del nivel Slnc.
409).
La capa VII se localiza entre las cotas -785 y -850,
Las capas I a V de la campaña de 1962 se descri- y se especifica como tierra clara compacta, arqueoló-
ben, en general, como de tierras oscuras con abundan- gicamente estéril, con grandes bloques calizos en la
tes fragmentos de restos malacológicos, y se sitúan base en los cuadros 8J y 9J. Los rasgos sedimentológi-
entre las cotas -670 y -760 (Barandiarán 1962c: 407). cos y arqueológicos descritos, así como las cotas de
En la recapitulación de 1976 todo este paquete se ubicación de la capa VII, permiten relacionar este
atribuye al nivel III, Neolítico (Barandiarán 1976: paquete con el nivel Almp, correspondiendo, posible-
427), y se corresponde con el conjunto estratigráfico mente, la base de bloques calizos al nivel Balm.
Slm-Lsm. La cota superior de Barandiaran (-670)
encaja bien con el techo de Lsm; no así la cota inferior, La capa VIII se asienta entre las cotas -850 y -880
acaso debido al buzamiento de la estratigrafía. La capa y comprende una tierra oscura con huesos, dientes y
II de 1962 contenía 2 dientes humanos y 1 muela, al muelas de animales, con brecha de huesos muy
igual que se ha constatado dentro del horizonte supe- fragmentados en los cuadros 16F, 16G y 17G, corres-
rior Lsm. La cerámica se menciona en las unidades II pondiendo al nivel IX, Auriñaciense (Barandiarán
y III, mientras que en nuestro sondeo aparecen tanto 1976: 441). En base a los datos actuales, la capa VIII
en el horizonte superior como en el inferior Slm, aun- se integra en el nivel Csn-Camr (Magdaleniense
que disminuyen en este último. Dentro de la capa V se inferior), en función tanto de las cotas como de los
refiere una tierra muy carbonosa en el cuadro 17G, rasgos descritos (por ej. la brecha de huesos muy
debajo de una voluminosa piedra caliza (Barandiaran fragmentados podría equipararse al horizonte de res-
1962c: 407), tratándose del hogar Slm-h1, datado en tos óseos Csn-o).
5010 ± 40 BP, y que aparecía delimitado, al Norte, por
un bloque calizo. Por último, J.M. de Barandiarán
Finalmente, la capa IX, entre las cotas -880 y
detalla una costra estalagmítica en la base de la capa
-1030, es tierra rojiza, generalmente arcillosa, sin
V, correspondiente al conjunto estalagmítico T3-[H-
piedras, en cuyo corte se distinguen 22 varvas super-
Sln]-T2.
puestas, siendo la base del nivel X de 1976 (Barandiarán
1976: 442). Según las cotas y los caracteres sedimen-
tológicos, se corresponde con la parte superior del
complejo de inundación, más concretamente con las
unidades Lsr-Ap y Arp-Sa.

En la siguiente tabla, exponemos la articulación de


las capas excavadas en las campañas de 1961 y 1962,
incorporando (en mayúscula y negrita) la atribución
11H, al nivel VII, Solutrense (Barandiarán 1976, 439); las capas otorgada en la recapitulación de 1976. La ubicación de
ñ, de tierra arcillosa clara, casi estéril, y Q, de matriz arcillosa con los niveles de 1961-1962 se ha ajustado a la secuencia
bolsadas de tierra oscura, al nivel VIII, Gravetiense? (Barandiarán estratigráfica de 2004-2006, de acuerdo a nuestra
1976, 440); y las capas R, de tierra con arena, y S, de tierra oscura propuesta de correlación.
“con trozos de huesos y muchas guijas en su masa”, al nivel IX,
Auriñaciense (Barandiarán 1976, 441). Sin embargo, en la fe de
erratas de 1981 se suprimen las atribuciones de la capa N al
Solutrense y de las capas R y S al Auriñaciense.

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Nivel Complejo industrial Nivel 1961 Nivel 1962


2004-2006 (2004-06) (Bandas 15/16) (Bandas 15/16)
T1
Lsm Calcolítico - NivEL ii
Edad del Bronce (capas B-F) NivEL iii
Slm Neolítico NivEL iii (capas I-V)
(capas G-H)
T2
[H-Sln] Mesolítico NivEL iv Capa
(capa I) estalagmítica
T3
V-Arcp
Arcp Aziliense NivEL v NivEL v
(capa J) (capa VI sup.)
T4
Slnc Magdaleniense NivEL vi NivEL viii
superior final (capas K-M) (capa VI inf.)
V-Almp
NivEL vii
Almp Magdaleniense sup. (capa N) ESTÉRiL
– medio? NivEL viii (Capa VII)
(capas ñ-Q)
T5
Balm Estéril
Csn-Camr Magdaleniense NivEL iX NivEL iX
inferior-medio (capa S) (capa VIII)
Lsr-Ap BASE
Arp-Sa Complejo de inundación NivEL X
(Estéril)
Lrg
Avp-Sj
Arg-o Nivel paleontológico
Arp Estéril
Arb-o Nivel paleontológico
Lsm-Sa Estéril
SUELO ESTALAGMíTICO DE BASE

6.3. Estratigrafía general en la recapitulación de la reducida potencia estratigráfica de este paquete en


1976. la banda 17, frente al desarrollo del mismo en otras
zonas de la cueva (25 cm de Lsm frente a 50 cm del
nivel II; 25 cm de Slm frente a 55 cm del nivel III; y 3
Finalmente, apuntamos una propuesta de relación cm de la facies interestalagmítica H-Sln frente a los 56
entre la estratigrafía general de la recapitulación de 1976, cm de potencia media para el nivel IV).
y la secuencia determinada en los trabajos de revisión
estratigráfica. Insistimos en el carácter de propuesta,
Las estructuras estratigráficas Arcp y Slnc se corres-
puesto que el desarrollo estratigráfico de Santimamiñe
ponden, en líneas generales, con los niveles V y VI de la
muestra una gran diversidad de situaciones, difíciles de
secuencia antigua. Se repite en este tramo la diferente
explicar y ajustar a la secuencia actual, referida exclusiva-
entidad estratigráfica de las series comparadas: la estruc-
mente al tramo final del vestíbulo de la cueva.
tura estratigráfica Arcp posee una potencia de 17-27 cm
frente a los 82 cm del nivel V, que llegaba a alcanzar los 3
En el área intervenida en 2004-2006 no existe metros de espesor en la boca de la cueva; la unidad
ninguna evidencia asignable al nivel I de las excava- estratigráfica Slnc muestra un grosor de 15-25 cm frente a
ciones antiguas. El conjunto postpaleolitico, Lsm, Slm los casi 2 metros de potencia del nivel VI, que llegó a
y T2-[H-Sln]-T3, se puede relacionar con los niveles subdividirse en tres subniveles en la recapitulación de
II, III y IV de la secuencia clásica, teniendo en cuenta 1976 (Barandiarán 1976: 433-438).

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53
CAMPAñAS DE 2004 A 2006. CRONOESTRATIGRAFíA y PALEOAMBIENTE.

Desde la estructura estratigráfica Slnc hacia abajo el intento


de correlación se vuelve más complicado. Las capas N, ñ y Q de
la campaña de 1961 podrían incluirse, de acuerdo a su emplaza-
miento estratigráfico y a los caracteres sedimentológicos, dentro
de la estructura estratigráfica Almp. Asimismo, en el nivel VIII
de 1976 se describe una asociación de tierra arcillosa clara
(bolsadas de tierra oscura en algunas zonas) con huesos de
animales (Barandiarán 1976: 440), que muestra cierta semejanza
con las inclusiones identificadas dentro de la estructura estrati-
gráfica Almp. Sin embargo, el nivel VII contiene algunas piezas
de industria ósea sobre las que ya en 1967 se hizo una propuesta
de atribución al Magdaleniense inferior-medio (Barandiaran
1967: 190-191; Idem 1988: 346). Se trata de una gran azagaya
de sección circular con grabados en aspa y zigzag23 (figura 44);
un fragmento de azagaya de sección triangular, probablemente
biapuntada, decorada a rombos con trazo longitudinal interno24
(figura 45); un fragmento de dudoso propulsor con grabados de
cabezas de animales y tres figuras estrelladas25 (figura 46); y un
extremo de varilla de sección planoconvexa con doble hilera de
“tubérculos” en relieve en la cara dorsal26 (figura 47). La atribu-
ción de estas industrias óseas al Magdaleniense inferior-medio
fue respaldada con posterioridad por P. Utrilla (1981) y, más
recientemente, en el estudio de la industria ósea de las campañas
2004-2006 de Santimamiñe, se vuelve a incidir sobre ese reper-
torio óseo del nivel VII, análogo al conjunto estudiado en la
estructura estratigráfica Csn-Camr, del Magdaleniense inferior
(González Sainz 2011). En concreto, la azagaya de sección
triangular mencionada (S.7F.VIII.61), y otras asociadas básica-
mente al nivel VII, muestran gran afinidad técnica y decorativa
con el repertorio óseo del nivel Csn-Camr.

Dentro del programa de catalogación de los materiales


arqueológicos y paleontológicos de las excavaciones antiguas de
Santimamiñe27, hemos registrado, dentro de los niveles VII y
VIII28, otros ejemplares de azagaya de sección triangular, tipo
predominante en el nivel Csn-Camr de la secuencia actual. El
nivel VII aporta otros 3 fragmentos de azagaya de sección
triangular (S.7G.VII.1, S.7G.VII.559 y S.7F.VII.59), el primero

23 Esta azagaya, de la cual faltan los extremos proximal y distal, apareció en dos
fragmentos, en los cuadros 4H y 5I. El fragmento mayor lleva la sigla S.4H.
VIII.1, dentro del conjunto de materiales del nivel VIII, habiendo sido atribuido
por J.M de Barandiarán al subnivel VIb (Barandiarán 1976, 436). El fragmento
menor, S.5I.VIII.1, está igualmente depositado con los materiales del nivel VIII
y se asigna al nivel VII en la recapitulación de 1976 (Barandiarán 1976, 439).
Hemos de advertir los frecuentes errores de sigla en la industria ósea de las
campañas antiguas de Santimamiñe, cuestión ya señalada por P. Utrilla entre
algunos elaborados en asta del nivel VII (Utrilla 1981, 204).
24 Esta pieza está asentada con la industria ósea del nivel VIII, con la sigla S.7F.
VIII.62, y es atribuida al nivel VII en la recapitulación de 1976 (Barandiarán
1976, 439).
25 Este posible propulsor está siglado dentro del nivel VIII (S.4H.VIII.1) y en la
recapitulación de 1976 es atribuido por J.M. de Barandiarán al subnivel VIb
(Barandiarán 1976, 436).
26 Al igual que la pieza anterior, este fragmento de varilla de sección planoconvexa
se incluye con los materiales del nivel VIII (sigla S.7F.VIII.61) y se asigna al
nivel VII en la recapitulación de 1976 (Barandiarán 1976, 439).
27 El proyecto de “Catalogación de los materiales arqueológicos y paleontológicos
de la cueva de Santimamiñe (Bizkaia). Campañas de 1918-1926 y 1960-1962”
fue adjudicado por el Departamento de Cultura del Gobierno Vasco, en 2007, a
un equipo dirigido por J. C. López Quintana e integrado por A. Guenaga
Lizasu, P. Castaños, F. Etxeberria, L. Herrasti y A. Martínez Salcedo. Figura 44: Gran azagaya de sección circular, con
fractura proximal y distal, decorada con
28 Las piezas sigladas como nivel VIII corresponderían al nivel IX de la grabados en aspa y zigzag.
recapitulación de 1976.

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Figura 46: Fragmento de dudoso propulsor, con grabados de cabezas de animales y tres figuras estrelladas.

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CAMPAñAS DE 2004 A 2006. CRONOESTRATIGRAFíA y PALEOAMBIENTE.

Figura 47: Extremo de varilla de sección planoconvexa, con doble


hilera de “tubérculos” en relieve en la cara dorsal.

Figura 45: Fragmento medial de azagaya de sección triangular,


decorada a rombos con trazo longitudinal interno.

decorado con una incisión longitudinal y trazos obli-


cuos organizados en dientes y triángulos29 (figura 48)
(decoración casi idéntica a la pieza S.16G.842.59,
recuperada en el nivel Csn-Camr: González Sainz
2011). Por su parte, el nivel VIII (IX en la recapitula-
ción de 1976) incluye 1 fragmento de azagaya de
sección triangular (S.5H.VIII.1). Además, el nivel VI
incorpora 2 fragmentos de azagaya de sección triangu-
lar (S.14J.VI.1 y S.28O.VI.10) y 1 fragmento medial
de azagaya de sección subcircular decorada con aspas
unidas por trazo longitudinal recto (S.12K.VI.1) (figu-
ra 49). Por tanto, la colección de industria ósea del
nivel VII posibilita la correlación de este nivel con la
estructura estratigráfica Csn-Camr, del Magdaleniense
inferior terminal. No obstante, algunas partes del
desarrollo topográfico del nivel VII (al menos, las
capas N, ñ y Q de 1961) se deben incluir dentro de la
estructura estratigráfica Almp.

El nivel IX, “estrato E” de las antiguas memorias,


incluye la capa S de la campaña de 1961 y la capa VIII
de 1962, y se atribuye al Auriñaciense. Con los datos
actuales, estas dos capas se integran, en función de las
cotas y rasgos sedimentológicos, dentro de la estructu-
ra estratigráfica Csn-Camr (Magdaleniense inferior).
En cuanto al nivel X, no existe en la banda 17 ninguna

29 Esta pieza, siglada dentro del nivel VII, fue asignada al nivel IX
en la recapitulación de 1976 (Barandiarán 1976, 441). C. González Figura 48: Fragmento de azagaya de sección triangular, decorada con
Sainz la estudia dentro del repertorio óseo del nivel VI (González una incisión longitudinal y trazos oblicuos organizados en
Sainz 1989, p. 105, fig.37.6). dientes y triángulos.

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unidad estratigráfica comparable. Por último, el nivel nen, en función del registro de Praileaitz y otros yaci-
de base descrito en la recapitulación de 1976, como mientos cantábricos, una cronología Magdaleniense
gruesa formación de tierra en capas horizontales, en inferior para este tipo de piezas (Peñalver y Mujika
cuyo corte vertical se distinguen 22 varvas superpues- 2005). Otro argumento que avala la ausencia de niveles
tas, es equiparable, por cotas y sedimentología, con la auriñacienses en Santimamiñe sería la ubicación de los
parte superior del complejo de inundación, más con- niveles paleontológicos Arb-o y Arg-o, datados en
cretamente con las unidades Lsr-Ap y Arp-Sa. 26890 ± 180 BP y 20530 ± 110 BP, por debajo del
complejo de inundación (nivel de base en la recapitula-
Como conclusión, los trabajos de revisión estratigrá- ción de 1976) y en cotas respectivas de -12,25 y -11,50
fica de Santimamiñe contribuyen a descartar la existen- metros bajo el plano 0, dentro de un tramo del depósito
cia de ocupaciones del Paleolítico superior antiguo que no fue alcanzado en las excavaciones antiguas. No
(Auriñaciense y Gravetiense) en el depósito de la cueva. descartamos, tal y como acertadamente señala C.
De hecho, la atribución auriñaciense del nivel IX (u González Sainz (2011), la existencia, en otras zonas de
VIII con anterioridad a la recapitulación de 1976) se la cueva, de alguna estructura estratigráfica que pudiera
sustentaba básicamente en la existencia de una azagaya contener testimonios de un Magdaleniense inferior más
de sección circular y base hendida, cuestión ya puesta antiguo y que podría situarse entre el complejo de
en duda por X. Peñalver y J.A. Mujika, quienes propo- inundación y el nivel Csn-Camr.

Nivel Nivel 1976


Complejo industrial
(2004-06) (General cueva)
T1
Calcolítico -
Lsm NIVEL II
Edad del Bronce
Slm Neolítico NIVEL III
T2
[H-Sln] Mesolítico NIVEL IV
T3
V-Arcp
Arcp Aziliense NIVEL V
T4
Magdaleniense
Slnc NIVEL VI
superior final
V-Almp
Magdaleniense sup.
Almp ¿NIVELES VII-VIII?
– medio?
T5
Balm
Magdaleniense
Csn-Camr NIVELES VII y IX
inferior-medio
Lsr-Ap
BASE NIVEL X
Arp-Sa Complejo de inundación
Lrg (Estéril)

Avp-Sj
Arg-o Nivel paleontológico
Figura 49: Fragmento medial de Arp Estéril
azagaya de sección
subcircular, decorada con Arb-o Nivel paleontológico
aspas unidas por trazo Lsm-Sa Estéril
longitudinal recto.
SUELO ESTALAGMíTICO DE BASE

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CAMPAñAS DE 2004 A 2006. CRONOESTRATIGRAFíA y PALEOAMBIENTE.

AGRAdECiMiENToS Aranzadi, T.; Barandiarán, J.M.


1935 “Exploraciones de la caverna de Santimamiñe
Agradecemos al Servicio de Patrimonio Cultural (Basondo: Cortézubi). 3ª Memoria -
de D.F.B., muy especialmente al Técnico Arqueólogo yacimientos azilienses y paleolíticos”,
Mikel Unzueta Portilla, la confianza depositada al Reeditado en Barandiarán, J.M. (1976): Obras
habernos propuesto para el proyecto de revisión estra- Completas, Tomo IX, 245-344.
tigráfica de Santimamiñe.
Aranzadi, T.; Barandiarán, J.M.; Eguren, E.
Gracias a ese grupo de amigos, que colaboran 1925 “Exploraciones de la caverna de Santimamiñe
siempre en diferentes labores relacionadas con los (Basondo: Cortézubi). 1ª Memoria - Figuras
trabajos arqueológicos: especialmente a Gotzon rupestres”, Reeditado en Barandiarán, J.M.
Aranzabal, Andoni Baldatika, Jesús López, Ander (1976): Obras Completas, Tomo IX, 11-89.
Guenaga, Jokin Kabeio, Euken Alonso, Imanol
Barainka, Xarles Cepeda, Angel Rementeria, Edu 1931 “Exploraciones de la caverna de Santimamiñe
Gordo, Oscar Quintela y la empresa Astazaldi, S.L. (Basondo: Cortézubi). 2ª Memoria - Los nive-
les con cerámica y el conchero”, Reeditado en
Gracias a José Antonio Zallo (Oti) por brindarnos Barandiarán, J.M. (1976): Obras Completas,
el caserío Itturriko (Gautegiz Arteaga) para las labores Tomo IX, 91-243.
de flotación de sedimentos.
Areso, P.; Uriz, A.
A X. Murelaga, su gran ayuda en la excavación del 2011 “Revisión estratigráfica del depósito arqueo-
conjunto estalagmítico T3-[H-Sln]-T2. lógico de la cueva de Santimamiñe (Kortezubi,
Bizkaia). Sedimentología del relleno”, Cueva
A J.M. Edeso, por habernos facilitado el modelo de Santimamiñe: revisión y actualización
digital de elevaciones (GIS) del entorno de (2004-2006), Kobie, Excavaciones
Santimamiñe. Arqueológicas en Bizkaia, Monografía 1,
A J. Fernández Eraso, por proporcionarnos una Diputación Foral de Bizkaia, Bilbao.
copia de la fe de erratas del Tomo IX de las OBRAS Arribas Pastor, J.L.
COMPLETAS de J.M. de Barandiarán.
2004 “Hacia una mayor diversificación en la capta-
A los Ayuntamientos de Gernika-Lumo y Kortezubi ción de recursos: recientes aportaciones al
por haber puesto a nuestra disposición diversos locales Paleolítico superior avanzado en Bizkaia”,
para los trabajos de AGIRI Arkeologia Elkartea. Homenaje al Profesor Dr. Juan Mª Apellániz,
Anejos de Kobie 6 (vol. 1), 139-150.
A la Casa de Cultura de Gernika-Lumo, por el buen
Barandiarán Maestu, i.
trato recibido en las reuniones del equipo investigador
de Santimamiñe. 1967 El Paleomesolítico del Pirineo Occidental.
Bases para una sistematización tipológica del
A la Dirección de Patrimonio Cultural del Gobierno instrumental óseo paleolítico, Universidad de
Vasco, por la adjudicación del “Proyecto de cataloga- Zaragoza, Monografías arqueológicas III,
ción de los materiales arqueológicos y paleontológi- Zaragoza.
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REVISIÓN ESTRATIGRáFICA DEL DEPÓSITO ARQUEOLÓGICO DE LA CUEVA DE SANTIMAMIñE (KORTEZUBI, BIZKAIA):
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60 J. C. LÓPEZ QUINTANA; A. GUENAGA LIZASU

Figura 50: Granulometría de la secuencia de Santimamiñe (fracción fina, media y gruesa), analizada según el método propuesto por el Círculo de
estratigrafía Analítica.

Figura 51: Tipometría de la fracción gruesa en la secuencia de Santimamiñe.

Figura 52: Litología de los componentes gruesos en la secuencia de Santimamiñe.

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61
CAMPAñAS DE 2004 A 2006. CRONOESTRATIGRAFíA y PALEOAMBIENTE.

Figura 53: Calibración de la datación S-1.

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Figura 54: Calibración de la datación S-2.

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63
CAMPAñAS DE 2004 A 2006. CRONOESTRATIGRAFíA y PALEOAMBIENTE.

Figura 55: Calibración de la datación S-3.

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Figura 56: Calibración de la datación S-4.

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65
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Figura 57: Calibración de la datación S-5.

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Figura 58: Calibración de la datación S-6.

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Figura 59: Calibración de la datación S-7.

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Figura 60: Calibración de la datación S-8.

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Figura 61: Calibración de la datación S-9.

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Figura 62: Calibración de la datación S-10.

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