Maltrato Animal
Maltrato Animal
Maltrato Animal
TESIS
CUSCO – PERÚ
2019
AGRADECIMIENTO
ii
DEDICATORIA
iii
RESUMEN
La presente tesis pretende analizar la denominación que hace la Ley N°30407 “Ley de
Protección y bienestar animal” respecto a los seres sensibles y la contradicción que existe
en cuanto a la incorporación del delito de “Abandono y Actos de crueldad contra animales
domésticos y silvestres” en el artículo 206-A del Código Penal Peruano.
Actualmente en nuestra sociedad se genera una controversia respecto a este tema, ya que
el maltrato y crueldad animal está siendo de relevancia social, a pesar de haberse
promulgado la Ley N° 30407, existe muchos vacíos en nuestra doctrina así como también
contradicciones por lo que no se estaría aplicando bien lo que describe dicha Ley.
En nuestro ordenamiento jurídico clasifica a los animales como bienes muebles, es decir
parte de la propiedad de los seres humanos, quedando de lado lo estipulado en la Ley N°
30407, el cual dentro de su artículo 1 y el artículo 14, haciendo referencia que los animales
son seres sensibles, es decir sienten y expresan sus emociones.
PALABRAS CLAVES: crueldad animal, sujetos del derecho, objetos del derecho, bienes
muebles, ser sensible.
iv
ABSTRACT
The present thesis tries to analyze the denomination that makes the Law N ° 30407 "Law
of Protection and animal well-being" with respect to the sentient beings and the
contradiction that exists as for the incorporation of the crime of "Abandonment and Acts
of cruelty against domestic animals and wild "in Article 206-A of the Peruvian Penal
Code.
Currently in our society there is a controversy regarding this issue, since animal abuse
and cruelty is of social relevance, in spite of the promulgation of Law No. 30407, there
are many gaps in our doctrine as well as contradictions. It would not be applying what
the Law describes.
In our legal system classifies animals as movable property, that is, part of the property of
human beings, leaving aside that stipulated in Law N ° 30407, which within its Article 1
and Article 14, making reference that Animals are sentient beings, that is, they feel and
express their emotions.
KEY WORDS: animal cruelty, subjects of law, objects of law, movable property, being
sensitive.
v
INDICE
RESUMEN ...................................................................................................................................iv
ABSTRACT ................................................................................................................................. v
INDICE ........................................................................................................................................vi
CAPITULO I ............................................................................................................................... 1
vi
2.2.4.3.El maltrato animal como abuso del derecho de propiedad ....................... 53
2.3.DEFINICIONES DE TÉRMINOS ............................................................................ 54
CAPÍTULO III .......................................................................................................................... 57
1.METODOLOGÍA .............................................................................................................. 57
1.1.DISEÑO METODOLÓGICO .................................................................................... 57
1.2.TÉCNICAS DE RECOLECCIÓN DE DATOS ........................................................ 57
1.2.1.TÉCNICAS ............................................................................................................... 57
CAPITULO IV .......................................................................................................................... 58
CONCLUSIONES ................................................................................................................. 58
RECOMENDACIONES ....................................................................................................... 60
CAPÍTULO V ............................................................................................................................ 62
REFERENCIA BIBLIOGRÁFICAS....................................................................................... 62
ANEXOS .................................................................................................................................... 66
vii
CAPITULO I
1. EL PROBLEMA DE INVESTIGACIÓN
“El que comete actos de crueldad contra un animal doméstico o un animal silvestre, o
los abandona, es reprimido con pena privativa de libertad no mayor de tres años, con
cien a ciento ochenta días-multa y con inhabilitación de conformidad con el numeral
13 del artículo 36.
Como se puede advertir, un ser sensible no puede ser asimilado como un bien
patrimonial, por lo tanto la dispuesto en la norma penal sustantiva, contradice en
apariencia la esencia del significado de un ser sensible, cabe resaltar que lo dispuesto en
la norma penal fue incorporado por la Segunda Disposición Complementaria
Modificatoria de la Ley Nº 30407, publicada el 08 enero 2016.
1
1.2. FORMULACIÓN DEL PROBLEMA
a) ¿Cuál fue el motivo para que los especialistas incorporen el delito de Abandono y
Actos de Crueldad contra animales domésticos y silvestres dentro de los delitos
contra el Patrimonio?
2
Abandono y Actos de Crueldad contra animales domésticos y silvestres dentro
de los delitos contra el Patrimonio.
Motivo por el cual realizar esta investigación resultará útil y adecuada, para esclarecer
si el delito de Abandono y Actos de Crueldad contra Animales Domésticos y Silvestres
del artículo 206-A de nuestro Código Penal guarda o no un criterio uniforme con la Ley
N°30407, y así poder evitar cualquier incertidumbre jurídica en quienes tienen el deber
de aplicarla y en quienes la obligación obedece.
3
CAPITULO II
2. MARCO TEÓRICO
2.1.1. ESTUDIOS
Antecedente 1°
El año 2017, Ángela Fabiana Ochoa Vilca, Giovanna Beatriz Cruz Oxsa y María
de Fátima Riquelme Condori presentan la tesis “DELIMITACIÓN DEL BIEN
JURÍDICO PROTEGIDO EN EL DELITO DE CRUELDAD ANIMAL DE
ACUERDO AL ART. 206-A DEL CÓDIGO PENAL INCORPORADO POR LA
SEGUNDA DISPOSICIÓN COMPLEMENTARIA MODIFICATORIA DE LA
LEY DE PROTECCIÓN Y BIENESTAR ANIMAL (LEY NRO. 30407)” para
optar el Título Profesional de Abogado ante la Universidad Tecnológica del Perú.
Entre las conclusiones más relevantes para nuestra investigación, del trabajo antes
mencionado encontramos las siguientes:
4
2.1.2. ARTÍCULOS
5
facultad de hacer con ellos lo que se les plazca, cosa que ya está
cambiando en algunas partes del mundo como Chile.
-Este estudio hace mención que ya los animales están no están siendo
considerados como objetos semovientes.
Dentro de nuestro país, se ha tocado mucho el tema del maltrato animal en estos últimos
meses, debido a la incrementación de la misma, siendo realizado por algunos “seres
humanos”, motivo por el cual la mayoría de las personas, los animalistas y algunas
6
personas sensibles que respetan y aman a los animales exigen justicia para tales actos; es
de saber que el maltrato animal es un tema que ya se ha tocado en tiempo atrás, por lo
cual es de importancia para el presente trabajo dar a conocer los antecedentes del delito
de crueldad animal.
Dicho inciso fue derogado por la primera Disposición Final y Transitoria de la Ley 27265
“Ley de Protección a los animales domésticos y a los animales silvestres mantenidos en
cautiverio”, el cual fue publicado el 20 de mayo del año 2000, la misma que en su segunda
Disposición Final y Transitoria incorporó el apartado A al artículo 450°, “Ley que hasta
esa fecha no había sido reglamentada, convirtiéndose en una norma jurídica ineficaz”
(Ingunza, 2014). Quedando tipificado como una Falta el acto cruel o maltrato a los
animales.
“El que comete actos de crueldad contra un animal doméstico o un animal silvestre,
o los abandona, es reprimido con pena privativa de libertad no mayor de tres años,
7
con cien a ciento ochenta días-multa y con inhabilitación de conformidad con el
numeral 13 del artículo 36. Si como consecuencia de estos actos de crueldad o del
abandono el animal doméstico o silvestre muere, la pena es privativa de libertad no
menor de tres ni mayor de cinco años, con ciento cincuenta a trescientos sesenta días-
multa y con inhabilitación de conformidad con el numeral 13 del artículo 36.”
2.2.1.3. Interpretación
Para efectuar el desarrollo del análisis del delito de “Abandono y actos de crueldad contra
animales domésticos y silvestres”, se realizará una breve interpretación de la protección
que brinda nuestro código penal a los animales, introduciendo por su antigua regulación
que constituía como falta al maltrato animal, hasta llegar a su nueva regulación como
delito de daños contra el patrimonio:
El 22 de mayo del año 2000, se incorporó mediante la Ley N 27265, el artículo 450-A
(recientemente derogado al igual que la ley en mención), dentro del Código Penal, el cual
regulaba el maltrato y crueldad animal como una falta contra las buenas costumbres, que
textualmente decía lo siguiente:
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El juez podrá en estos casos prohibir al infractor la tenencia de animales bajo
cualquier modalidad.
Resulta evidente que tratándose de daños causados a los animales, nuestros legisladores
han preferido durante más de una década, mantener este hecho ilícito como una falta, ya
que para nuestra sociedad, no se le imputaba mayor gravedad, situación que cambió desde
el 08 de enero del 2016, mediante la segunda disposición complementaria y modificatoria
de la Ley 30407 – Ley de Protección y Bienestar Animal, se incorporó el artículo 206-A
al Código Penal, en el que se establece lo siguiente:
“El que comete actos de crueldad contra un animal doméstico o un animal silvestre,
o los abandona, es reprimido con pena privativa de libertad no mayor de tres años,
con cien a ciento ochenta días-multa y con inhabilitación de conformidad con el
numeral 13 del artículo 36.
Haciendo una comparación con el derogado artículo 450-A y el actual artículo 206-A,
mediante el cual se tipifica la crueldad animal y el abandono de animales, como un delito
contra el patrimonio en la modalidad de daños, podemos observar que hubo un cambio
evidente de pasar por una falta contra las buenas costumbres a ser un delito contra el
patrimonio dentro de daños; de igual forma los alcances de la actual norma engloba tanto
a animales domésticos, como silvestres, asunto que antes se sobreentendía al usar de
manera genérica la palabra animal; asimismo las sanciones aplicadas no se limitan
solamente a días-multa, sino que se puede imputar pena privativa de la libertad e
9
inhabilitación según sea el caso.
Al ser ahora un delito, es sancionable la tentativa, del cual responderá penalmente el autor
del acto delictivo, los cómplices ya sean primarios o secundarios e instigadores;
asimismo, la acción penal y la pena prescriben en un máximo de 3 años en caso de
cometerse crueldad o abandono de los animales; prescribirá en un máximo de 5 años en
caso de que como resultado de las acciones mencionadas ocurra la muerte del animal; con
lo cual se espera que en la práctica estos ilícitos penales no queden impunes, por tener
más tiempo para efectuar las investigaciones, al no reducirse este al plazo de 1 año, como
ocurría con las faltas.
Haciendo la interpretación del artículo 206-A, es necesario dar a conocer los elementos
de dicho tipo penal, por lo que se tiene lo siguiente:
Sujeto Activo: puede ser cualquier persona, pudiendo llegar a ser el propietario
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del animal.
Objeto material: al ser el animal el objeto material del delito, ya sea doméstico o
salvaje, se le causaría al propietario un perjuicio patrimonial, un menoscabo
económico.
Penalidad: este delito en su grado más leve, sanciona con pena privativa de
libertad no mayor de tres años, con cien a ciento ochenta días-multa e
inhabilitación de ser el caso; en caso de que el resultado sea la muerte del animal,
la pena es privativa de libertad no menor de tres ni mayor de cinco años, con ciento
cincuenta a trescientos sesenta días-multa y con inhabilitación.
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Dolo: existe la voluntad de ejecutar el acto de crueldad contra el animal o de
abandonarlo.
Culpa: puede haber lugar a la culpa, en caso de que un propietario planee un viaje
por dos días dejando a su mascota con la raciones de alimento y agua necesarias
para ese período de tiempo, pero su regreso se aplaza a una semana por
circunstancias laborales y su mascota es vista por un vecino que la observa en
estado de abandono y sumamente deshidratada y famélica, ocasión que tuvo lugar
por la imprudencia del dueño al no tomar las medidas correspondientes y dejarla
en un lugar en que recibiera los cuidados necesarios.
2.2.1.4. Análisis
La sustracción de una cosa con el ánimo de apropiación, configura una lesión jurídico-
patrimonial de la propiedad, ya que al propietario se le sustrae o priva de la posesión. La
propiedad entendida como el derecho de disponer una cosa conforme al arbitrio de su
titular, es el derecho patrimonial por excelencia. Si en tal caso el propietario considera
que sus cosas ya no tienen ningún valor, por ejemplo, abandona a su perro, porque decide
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que ya no le sirve para cuidar la casa, debido a que está enfermo, y que ellas sean luego,
objeto de una apropiación por parte de un tercero que decide utilizarlas, esto ya no
produciría una lesión al patrimonio, ni el merecimiento de protección en el sentido de los
delitos contra el patrimonio.
Para evaluar el daño psicológico causado, se puede analizar la conducta del animal.
Existen hasta seis indicadores del grave menoscabo: falta de alimentación del animal,
stress térmico y físico, graves impedimentos en la forma de conducta, enfermedad,
lesiones y miedo. Por ejemplo, aullidos, gruñidos, gemidos o rechinar de dientes, que se
perciben en muchos animales sólo en caso de graves sufrimientos; también un carácter
ensimismado del animal (temor a la luz), su aislamiento del grupo, e incluso su
comportamiento agresivo o el descuido de su aseo personal; un intento de consolarse la
zona dolorida, el cambio constante de posición para sentarse, así como cambios
vegetativos como ampliaciones de la parte lesionada o inflamada, de las pupilas, sudor
excesivo, vómitos, elevación del ritmo cardiaco y de la tensión, modificaciones en la
temperatura corporal, accesos frecuentes de necesidades fisiológicas en pequeñas
cantidades, abatimiento, etc.
13
Por tal motivo se tratará de ver primero, sí y hasta qué punto el animal se encuentra
limitado en su modo de conducta y rasgos congénitos y en segundo término si existen
indicios de anomalías, perturbaciones funcionales, o indicadores específicos en la
conducta del animal que muestren un rasgo y una medida importante de maltrato y de
sufrimiento, teniendo en cuenta la modalidad, intensidad o frecuencia de desviaciones
duraderas y relevantes de esos modos de conducta.
Es de importancia dar a conocer la más grande desventaja que tiene el artículo 206-A, la
cual es que al tratarse de un delito en contra de la propiedad en la modalidad de daños,
surge la siguiente situación hipotética: Pedro, quien es propietario de Pluto, lo golpea
fuertemente con un palo, hasta ocasionarle graves heridas que finalmente lo conducen a
su muerte; situación ante la cual, surge de manera inevitable la interrogante siguiente: ¿si
en los delitos contra el patrimonio, el bien jurídico protegido es el patrimonio, y el sujeto
pasivo es el propietario, entonces, en este delito en particular y ante el caso planteado, el
propietario se convierte en sujeto activo y sujeto pasivo?, cuestión que si resulta
afirmativa, dicho delito y sus sanciones tendría un total despropósito, puesto que al ser el
propietario el culpable del delito, el agresor del animal y al ser su derecho de propiedad
el fin último de protección, entonces no habría un sujeto pasivo que denuncie el hecho,
porque claramente no va a reclamar para sí mismo la aplicación de una pena por un delito
que cometió deliberadamente; lo cual resulta preocupante, ya que adicionalmente, con
esto se estaría dejando en total desamparo a los animales callejeros; ya que de ser el caso
no existiría un propietario que pueda demandar por daños a su propiedad.
Después de realizar estas observaciones y teniendo en cuenta que el mayor aporte de este
nuevo artículo, la pena privativa de libertad, termina siendo facultativa según el criterio
del juez, pues también se pueden aplicar los días multa, no siendo finalmente un aporte
100% eficaz; se puede concluir que en comparación con el ya derogado artículo 450-A,
se ha deteriorado aún más la aspiración a una protección penal justa y eficaz en favor de
los animales, yendo de mal en peor, en cuanto a regulación penal se refiere y teniendo en
consideración que el hecho, de que para nuestro ordenamiento jurídico, los animales sean
considerados bienes muebles, propiedad del hombre, impedidos de efectuar acciones con
14
responsabilidad, voluntad y autodeterminación, que sólo actúan por instinto, que tienen
la categoría de cosas y por lo tanto no pueden ser titulares de derechos, que se puedan
hacer valer frente al humano; no es justificación para que el hombre no tenga deberes
respecto a ellos, ni implica que los animales no gocen de intereses propios, más aún
cuando ya ha quedado claro y hasta se ha reconocido que son seres sintientes, dotados de
sensibilidad, no sólo física, sino emocional.
Es de importancia poder mencionar y analizar los demás delitos contra el patrimonio que
se puedan hallar vinculados al delito de crueldad animal, ya que es el tema central del
presente trabajo investigativo, en consecuencia se dará a conocer el vínculo existente
entre la crueldad animal y los demás delitos patrimoniales, a efecto de lo cual cabe indicar
lo siguiente:
Los delitos que afectan los derechos sobre los bienes de las personas, constituyen un título
importante en la Parte Especial de los Códigos Penales, esto a raíz de que se relacionan
con la protección penal de los intereses del individuo. Los delitos patrimoniales se
refieren a aquellos que afecten los valores patrimoniales, se afirma que, el patrimonio no
es un concepto aislado que se pueda estudiar separadamente de su titular, es decir, la
persona -física o jurídica- a quien pertenece.
En el Derecho Penal no se puede decir que el patrimonio comprenda también las cosas
que, estando privadas de un valor dinerario, sólo tienen para el sujeto uno afectivo o
sentimental. Por lo tanto lo que caracteriza al concepto penal de patrimonio, es más el
valor económico de la cosa, así como la protección jurídica que se brinda a la relación de
una persona con esa cosa; por lo tanto, les resulta conveniente en Derecho Penal, una
concepción mixta, jurídico económica de patrimonio. Asimismo, esta concepción mixta,
se caracteriza por los siguientes puntos:
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Objeto material de un delito patrimonial, sólo pueden serlo aquellos bienes
dotados de valor económico.
Para ser sujeto pasivo de un delito patrimonial, no basta con que el sujeto tenga
una relación meramente fáctica con la cosa; es preciso que esté relacionado con
ella en virtud de una relación protegida por el Ordenamiento jurídico.
De lo anteriormente expuesto, daremos a conocer los nexos que guardan los siguientes
delitos patrimoniales, con la crueldad hacia animales domésticos de compañía:
Delito de Hurto:
Delito de Robo:
16
encuentra, empleando violencia contra la persona o amenazándola con un peligro
inminente para su vida o integridad física (…).
Como ya se mencionó, dentro de nuestro Código Penal, los animales tienen un valor
patrimonial, en consecuencia, cuando se comete el hurto o el robo, perjudicando
físicamente al animal, antes, durante o después de su perpetración, sean cometidos con la
finalidad de apoderarse o no de animales ajenos; en definitiva además del hurto o robo,
existe crueldad animal, pero como en este caso el bien jurídico protegido es el derecho de
propiedad del dueño del animal, ya que cuando se llega a cometer estos delitos se le está
privando de su propiedad, o sea el animal, o de ser el caso si se tratara de una tentativa,
también se perjudica al propietario, si es que el animal quede malherido o muera en el
intento de querer sustraerlo, obviamente es su patrimonio lo que quedará devaluado,
disminuido o mermado, por ejemplo: en el caso de que unos ladrones rompan los
candados de una casa, para intentar robar un perro labrador entrenado para concursos, le
administran un tranquilizante y se lo llevan, pero junto a ese perro, habían dos perros
mestizos que cumplían la labor de perros guardianes (además de ser las mascotas de la
familia) y para evitar que los perros los muerdan les disparan y los matan y cuando ya se
encuentra muy lejos se dan cuenta que el labrador murió por exceso de dosis.
17
Delito de Apropiación Ilícita:
Artículo 192.- Será reprimido con pena privativa de libertad (…), quien
Delito de Receptación:
18
vende o ayuda a negociar un bien de cuya procedencia delictuosa tenía conocimiento
o debía presumir que provenía de un delito, (…).
En este delito el fin es que el sujeto activo, debía presumir o saber a conciencia, que el
bien mueble que mantiene en su poder, procede de un ilícito; ya a que en este caso,
mantenga en su poder animales, que probablemente sean producto de un hecho delictuoso
o que así sea y al igual que en los anteriores delitos se termine ocasionando un daño físico
al animal, producto del maltrato cruel, por ejemplo, que unos cachorros de perro
doberman hayan sido robados, a su propietario y posteriormente, el ladrón se los entrega
a un vendedor ambulante, para que lo ayude a venderlos y posteriormente, el ambulante
los tiene durante todo el día bajo el sol, sin agua, ni comida, maltratándolos y algunos
mueren.
De los mencionados delitos, sean cometidos junto con el maltrato cruel del animal,
claramente va a existir un daño para el animal, pero independientemente del daño que se
le produzca al animal como ser sintiente, lo que realmente importará es el daño económico
del dueño, por apropiación o destrucción de un tercero, traducida en una pérdida del valor
económico del animal, que será el valor de mercado.
Por lo tanto, la similitud que existe entre el delito de crueldad animal y los delitos
patrimoniales antes expuestos, sea o no el animal el objeto material de estos delitos, es
que antes, durante o después de su comisión se llega a originar un perjuicio para la
integridad física o salud del animal, y también un perjuicio económico para su propietario;
por lo tanto, cuando estos ilícitos se configuran, se da un concurso real o ideal de delitos,
al referirnos sobre un concurso real podemos decir que se trata por ejemplo cuando un
ladrón entra a robar a una casa y al salir dispara desde el primer piso, al perro que se
encontraba encerrado en el techo, hecho que no era necesario; en el caso de concurso
ideal cuando un hombre que está en el parque observando jugar a un joven con su perro,
aprovechando el descuido del joven, decide hurtar al perro y al ver que el animal le
empieza a gruñir, lo doblega propinándole una patada y unos golpes, haciéndolo escapar
19
en dirección a su carro para llevárselo, resolviéndose en consideración de la infracción
más grave.
Cuando sería justo, que al ser los animales, seres sintientes, sensibles a nivel psíquico y
físico; al cometerse los delitos patrimoniales antes mencionados, que impliquen maltrato
y/o crueldad animal, este constituya un agravante del delito de robo y hurto, por ejemplo,
al causar un perjuicio de un ser vivo sintiente; ya sea que los animales sean o no, el objeto
material del delito principal; o, que para su respectiva comisión, hayan resultado dañados
antes, durante o después de cometerse un ilícito en contra del patrimonio.
Cuando hablamos sobre el maltrato a los animales, la única norma de protección de los
animales que existió en el Perú hasta fines del 2015 fue la Ley N° 27265, promulgada en
mayo del 2000. Dicha norma nunca fue reglamentada, motivo por el cual se hizo difícil
sancionar a los responsables de maltrato animal, sumado al hecho de que padecía de
muchos vacíos que hacían que esta ley resultara inaplicable.
Es por eso que fueron presentados diversos proyectos de ley en los últimos 10 años a fin
de establecer una ley que condene el maltrato animal con pena privativa de libertad, es
así que el proyecto de Ley 3371/2013-CR, presentado por el grupo parlamentario Acción
Popular –Frente Amplio, obtuvo el mayor apoyo y respaldo de la población en firmas
para su presentación al Congreso de la República del Perú.
Dicho proyecto de ley trató de subsanar las omisiones existentes en la Ley 27265, Ley de
Protección a los Animales Domésticos y a los Animales Silvestres mantenidos en
Cautiverio, al establecer la participación activa de la sociedad en la gestión de la
protección y el bienestar animal, sobre todo en las actividades educativas y fiscalizadoras
de la aplicación de la norma, con la finalidad de erradicar y prevenir todo maltrato y acto
de crueldad contra los animales, así como fomentar el respeto a la vida de los animales y
20
la adopción de medidas tendientes a su protección que impliquen su manejo o tenencia.
En consecuencia, el Congreso desestimó esta propuesta, pero sirvió como iniciativa para
acelerar las discusiones sobre maltrato animal, llegando a promulgar el 08 de enero de
2016 la Ley N.° 30407 de Protección y Bienestar Animal, que en buena forma sintetiza
las propuestas de los proyectos de ley presentados en el periodo 2010-2015 (Cuadro 1).
Por tal motivo, nuestro país se sitúa como uno de los países latinoamericanos que ha dado
un gran avance acorde al proceso de globalización, concientización y sensibilización
humana mundial frente a la vida animal; más aun considerando que toda conducta que
genera maltrato cruel hacia un animal es una falta dolosa que implica conocimiento y
voluntad premeditada del ser humano.
La implementación de esta ley de protección animal que determine que los animales son
seres sintientes no humanos con derecho a la vida y bienestar ha sido una necesidad de
índole imperativa en el Perú.
Por lo que dicha Ley N.° 30407 “Ley de Protección y Bienestar Animal”, fue publicada
en el diario oficial El Peruano, luego de que el Congreso de la República la aprobase en
noviembre de 2015. La Ley 30407 consta de 36 artículos distribuidos en 8 capítulos y un
anexo. Asimismo, y a consecuencia de su promulgación, la Ley N.° 27265 “Ley de
Protección a los Animales Domésticos y a los Animales Silvestres Mantenidos en
21
Cautiverio" y el artículo 450-A del Código Penal fueron derogados.
“El que comete actos de crueldad contra un animal doméstico o silvestre, o los
22
abandona, es reprimido con pena privativa de libertad no mayor de tres años, con cien
a ciento ochenta días-multa y con inhabilitación de conformidad con el numeral 13
del artículo 36.
Esta ley contempla la pena privativa de la libertad no mayor de tres años y 100 a 180 días-
multa a quien cometa actos de crueldad o abandono contra un animal doméstico o
silvestre. En caso el final del animal sea la muerte como consecuencia de la crueldad o
abandono, la pena no será menor de tres ni mayor a cinco años con 150 a 360 días-multa.
23
Como es señalado en los anexos de la presente ley, se considera abandono a la
circunstancia o condición en la que se deja a un animal de compañía en la vía pública o
estando en posesión del dueño o tenedor no se le atiende en sus necesidades básicas de
alimentación, refugio y asistencia médica.
24
se fuerce a los animales a realizar actividades que no sean compatibles con su
comportamiento natural; y el comercio de cualquier espécimen de fauna silvestre y sus
productos que no tenga origen legal, entre otros.
Según la Real Academia Española (RAE), la palabra crimen involucra un delito grave,
acción indebida o reprensible, mientras que el delito refiere a una culpa, quebrantamiento
de la ley, acción reprobable y omisión voluntaria o imprudente penada por la ley. Desde
el punto de vista jurídico, el crimen es una conducta, una acción o una omisión tipificada
por la ley que resulta antijurídica y punible.
Un crimen, por lo tanto, viola el derecho penal. El concepto está vinculado al de delito,
aunque esta palabra (del latín delinquere) tiene un origen etimológico que remite a
abandonar el camino establecido por la ley. Delito, por lo tanto, suele usarse en un sentido
genérico y crimen se reserva para hacer referencia a un delito de gravedad (Definicion.de,
2008).
Era de suponerse que la aplicación de la Ley N.° 30407 “Ley de Protección y Bienestar
Animal”, que desde hace tiempo era esperada por la ciudadanía peruana despertara
también un gran interés, de allí que en los tres días siguientes a su promulgación, el
número de denuncias de maltrato animal se incrementó en un 60%, de acuerdo con la
Asociación Peruana de Protección a los animales (ASPPA).
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Por otro lado, a la perspectiva de los autores, la excepción de corrida de toros y peleas de
gallos en la Ley N.° 30407 contradice la normativa de la misma ley al rebatir las
definiciones de “bienestar animal”, “espectáculo de entretenimiento” y “sufrimiento
innecesario” señaladas en el Anexo de la misma y citadas a continuación:
26
y audiovisual referente a las corridas de toros. Sin embargo, fue retirado a los pocos días
debido a protestas que sustentan este evento, – al igual que las peleas de gallos –, como
espectáculo cultural enraizado en la idiosincrasia de muchos pueblos.
27
Esta ley, fue el resultado de la presión y los reclamos sociales, ante los numerosos casos
de maltrato y crueldad animal, del cual causaron la indignación de las personas;
conduciendo a la sociedad junto a organizaciones de protección animal, a levantar sus
voces de protesta, para luchar por una regulación en pro del bienestar y protección de los
animales, haciendo conocer su desacuerdo y desprecio, ante la creciente situación de
constante maltrato y crueldad contra los animales, de la que diariamente tomaba
conocimiento el pueblo peruano; constituyendo algunos ejemplos, la matanza de perros
en el distrito de La Molina, por parte de delincuentes que ingresaban a las casas para robar
bienes valiosos, el caso de un vídeo que fue difundido en YouTube que mostraba cómo
un joven ahorcaba a su pequeño gato hasta dejarlo muerto y el caso de la muerte de un
perro que fue matado de un balazo por el ex congresista nacionalista Miró Ruiz; casos
que aunados a muchos otros, levantaron voces de protesta, en exigencia a penas más
duras, acordes a tales atrocidades y abusos; reclamos que fueron encaminados y
presentados por algunos congresistas a manera de propuestas normativas, en respuesta a
las demandas sociales, que solicitaban urgentemente y de manera continua al congreso
una ley en materia de protección animal, ante tantos casos impunes de abuso y maltrato
animal.
Siendo este el largo y arduo camino que recorrió la creación de nuestra ley de Protección
y Bienestar Animal, que una vez sustentada por el entonces presidente de la comisión de
Justicia, Juan Carlos Eguren, la presidenta de la comisión de Pueblos Andinos, Leyla
Chihuán y por el presidente de la comisión Agraria, Wuillian Monterola y luego del
debate, quedó al voto, siendo aprobada por unanimidad por el Pleno del Congreso de la
República, el 19 de noviembre del 2015 (Congreso aprobó proyecto de ley de protección
y bienestar animal, 2015), siendo promulgada por el Presidente de la República el 07 de
enero del 2016, publicándose en el diario oficial El Peruano, el 08 de enero, entrando en
vigencia (Latinoamérica avanza en protección a los animales, 2016) el 09 de enero del
mismo año (derogando la Ley N° 27265, Ley de protección a los animales domésticos y
a los animales silvestres mantenidos en cautiverio y el artículo 450-A del Código Penal),
para lo cual se prescindió de un reglamento, según precisaron los presidentes de las
comisiones que evaluaron el dictamen, esto se hizo a fin de evitar que ocurra lo mismo
que con la Ley de protección a los animales domésticos y a los animales silvestres
28
mantenidos en cautiverio, que no se aplicó por falta de reglamento (Congreso aprobó por
unanimidad Ley de Protección y Bienestar Animal, 2015).
El Estado establece las condiciones necesarias para brindar protección a las especies
de animales vertebrados domésticos o silvestres y para reconocerlos como animales
sensibles, los cuales merecen gozar de buen trato por parte del ser humano y vivir en
armonía con su medio ambiente.
Aspecto que desvirtúa bastante la naturaleza de una verdadera ley de protección animal.
En concordancia con este principio, se debió de disponer la incorporación o modificación
de ciertos artículos del Código Civil que reconozcan también, a los animales como seres
sensibles, para permitir una legislación más coherente y uniforme, que realmente haga
honor a su nombre, permitiendo en consecuencia, formular demandas más complejas, en
pro de una defensa más completa, tanto de los animales, como de las personas, en atención
29
a las relaciones afectuosas estrechas que muchas veces se desarrollan entre humanos y
animales, con base en esa sensibilidad que poseemos ambas especies.
Aparentemente este principio es acorde con el artículo 206-A del Código Penal, en parte,
en la que se castiga el daño que se le pueda ocasionar al animal que es propiedad de otra
persona, la protección brindada por esta ley, tanto como por el Código Penal, resulta un
poco irrealizable, porque al parecer al momento de crear la ley, parcialmente se ha
pensado que los propietarios y sus animales se iban a ver afectados por los actos de un
tercero en contra del animal (cosa que sí ocurre, pero que no conforma el total de los
casos), sin embargo no se pensó que el mismo propietario fuera el agresor del animal que
estuviera bajo su propiedad, situación última, que obviamente iría en contra del principio
de colaboración integral y de responsabilidad de la sociedad, pero que a causa del artículo
206-A, no estaría regulada, formando el primer gran vacío legal y contrario a los fines de
una verdadera ley de protección animal, lo que protege es la propiedad, lo cual tiene
mayores implicancias de las que se aprecian a simple vista, blindando únicamente
intereses humanos egoístas; cuando también pudo haberse regulado como delito contra
las buenas costumbres, manteniendo el fundamental rol social protector y de denunciante,
figura que ya no funcionará por no permitir que la sociedad tenga legitimidad activa para
denunciar este delito y reclamar una sanción.
30
(…)La aplicación de este principio es restringida en el caso de uso de animales para
investigación con fines científicos, que cumplan con los estándares mínimos de manejo
e investigación en animales, (…)
Este es un principio que constituye un paso acertado en la materia, sin embargo se le resta
fuerza al establecer que en caso de animales usados para investigaciones científicas, su
aplicación será restringida, siempre que se cumplan con estándares mínimos, criterio
decepcionante que busca aminorar la responsabilidad de las personas dedicadas a estas
actividades, allanándoles el camino hacia el maltrato, pues si ya con las pruebas a las que
los someten se les está causando un grave daño en “pro” del bienestar humano, no se debe
minimizar los estándares, ni reducir el control sobre el cumplimiento de tales requisitos
de manejo; no olvidemos que se trata de seres sensibles, esto demuestra la intención de
beneficiar intereses económicos mayores -industrias-.
La presente Ley tiene por objeto proteger la vida y la salud de los animales
vertebrados, domésticos o silvestres mantenidos en cautiverio, impedir el maltrato, la
crueldad, causados directa o indirectamente por el ser humano, que les ocasiona
sufrimiento innecesario, lesión o muerte; así como fomentar el respeto a la vida y el
bienestar de los animales a través de la educación. (…)
Se hace alusión al maltrato animal y se establece como objeto proteger la vida y salud de
los animales, impidiendo el maltrato y la crueldad, fomentando el respeto por la vida y
bienestar de los animales, promoviendo la participación de la sociedad; aspectos
positivos, que al fomentar el respeto a la vida y derechos de los animales, demuestra la
importancia de iniciar una cultura de respeto por la “vida,” lo cual no abarca únicamente
a la vida humana, como merecedora de respeto, sino a la “vida en general,” incluyendo
31
por supuesto la vida de los animales no humanos, sin embargo, la Ley de Protección y
Bienestar Animal – Ley N. 30407, no reconoce, ni otorga derechos a los animales, solo
trata a la vida, integridad y salud de estos, como bienes jurídicos merecedores de tutela,
en virtud del reconocimiento de los animales como seres “sensibles”; lo cual, como ya
muchos sabemos, funciona como fachada para cubrir la carencia de intenciones e
instrumentos para la verdadera protección que se debe brindar, siendo intención de esta
ley, proteger la sensibilidad del ser humano, que la del mismo ser a quien se dice proteger,
además de proteger ciertos intereses en juego y reforzar la protección de la propiedad.
Otro aspecto que agrava esta situación, está en que el objeto de su protección, son los
animales vertebrados domésticos mantenidos en cautiverio exceptuando a cualquier
animal salvaje o exótico, ya que en el artículo 5 inciso 4, se deja clara esta realidad, a
pesar de que indica la protección de animales domésticos o silvestres en cautiverio,
existiendo además de la ya señalada, otra gran contradicción, entre este último artículo y
el artículo 14, dentro de la misma norma, mal llamada Ley de Protección y Bienestar
animal, pues el verdadero tenor de estas leyes es la protección de la vida animal, sin hacer
distingos.
32
animal y si bien es cierto, en el tercer inciso se detallan los deberes u obligaciones que
tiene el propietario, encargado o responsable de un animal de compañía, siendo algo
rescatable, además del ideal que se busca, pero que en muchos casos no concuerda con la
realidad, resultando lo contrario, en cuyo caso, basta leer el artículo 206-A del Código
Penal, para darse cuenta que se ha dejado sin castigo penal a los propietarios que maltratan
a sus animales, contradiciendo el objeto de esta norma, a lo largo de la cual, se observan
contradicciones, pues si leemos a conciencia este artículo, veremos que de pronto, las
obligaciones que se fijan para el propietario de un animal, no se refieren a cualquier
animal, sino que establecen expresamente que sean animales de compañía, aspecto
positivo para la presente investigación, pero negativo en líneas generales, ya que reduce
una vez más el ámbito de obligaciones, hacia los animales de compañía, limitando la
protección de los animales en general.
Siguiendo con el análisis, existe una gran contradicción entre los artículos 6 y 32, con el
artículo 206-A dentro del Código Penal, ya que los primeros dotan a la sociedad en
general para denunciar, actos de crueldad animal y dan cabida a que el propietario o
poseedor, pueda ser el infractor; sin embargo el 206-A, otorga legitimidad activa para
denunciar ese delito, únicamente al propietario del animal; por lo demás, el artículo 6, es
bastante óptimo para fines de protección animal, al haber incluido la actuación del
Ministerio Público respecto a las denuncias interpuestas por casos de crueldad animal,
aspecto novedoso para nuestro país, que no había sido contemplado en la ya derogada
Ley 27265.
La creación de albergues temporales por parte de los gobiernos locales, como lo establece
el artículo 8, constituye una buena iniciativa, que hubiera sido mejor, de haberse
determinado la creación de albergues definitivos o permanentes, que cuenten con el apoyo
gratuito de veterinarios calificados, además de ello, era necesario que se fije una fecha de
inicio para dicha medida. En cuanto a las responsabilidades encargadas a las autoridades
e instituciones involucradas, por el artículo 10, como ya se observó, hubiera sido óptimo
determinar fechas para ponerlas en marcha, sobre todo en lo referente al Ministerio de
Educación y sus políticas de educar a la población.
33
En el artículo 11, se ha establecido la creación de comités de protección y bienestar
animal, compuestos por los alcaldes provinciales o sus representantes, un representante
de las asociaciones de protección y bienestar animal y un representante de los colegios
profesionales de biólogos, médicos y médicos veterinarios del Perú, sin embargo, al
tratarse de un comité de protección y bienestar animal, no resulta muy coherente que el
número de representantes de las asociaciones de protección animal y de veterinarios, se
limiten a uno, al igual que el resto, pues si hay alguien más interesado en proteger a los
animales, son los integrantes de estas asociaciones y los veterinarios; para optimizar la
finalidad de su creación, debería de haberse establecido que su labor sea totalmente
gratuita, para captar a personas propicias para el desempeño de estas labores.
Uno de los artículos más importantes de esta ley y el principal tema materia de
investigación es el siguiente:
34
condiciones de cautividad.
En el artículo 19, se establece que los casos de vivisección y experimentos con animales,
sólo tendrán lugar cuando los resultados de los mismos, no se puedan obtener mediante
otras alternativas y para lo cual deberán contar con comités de ética; lo cual podría y
debería ser controlado periódicamente por un representante de las asociaciones de
protección y bienestar animal y de uno del colegio de veterinarios del sector, para
optimizar el control sobre el cumplimiento o no de la observancia de las normas en este
tipo de actividades.
La norma, mediante el artículo 22, establece cuatro prohibiciones generales, entre las
cuales, amerita comentar las siguientes:
Se prohíbe toda práctica que pueda atentar contra la protección y el bienestar animal,
tales como:
La prohibición del abandono de animales en la vía pública es algo positivo, que ya venía
siendo necesario, sin embargo es una proscripción incompleta para los fines de protección
animal, porque se prohíbe su comisión únicamente en la vía pública, dejando sin regular,
prohibir, ni castigar el abandono de animales en lugares privados, situación que ha
ocurrido en repetidas ocasiones, cuando los propietarios o encargados de animales los
35
abandonan dentro de casas o recintos privados.
Adicionalmente se da carta abierta a los gobiernos locales y regionales para que tomen
las medidas necesarias para controlar el abandono en vía pública, lo cual es casi seguro
que se vea traducido en eutanasia y de la peor forma, en vez de proponer la esterilización,
cobijo en albergues y campañas de adopción.
Por otra parte, de igual forma se hacía necesaria la prohibición de peleas de animales,
tanto en lugares públicos, como privados, lo cual sabemos que en su mayoría constituye
una actividad clandestina y sumamente nociva para los animales como para la sociedad,
movida por la indolencia y el sadismo, que mayormente son promovidas por gente de mal
vivir que obtiene fondos a partir de las mismas; siendo otro de los aspectos positivos del
artículo que regula de manera expresa una parte considerable de los casos de crueldad
animal dentro del país, sin embargo, se han exceptuado de esta prohibición las peleas de
toros y de gallos, por ser espectáculos culturales, aspecto que recibió muchas críticas en
contra.
36
Asociación de Médicos Alemanes, a la par que ha demostrado la ineficacia de los mismos,
por la dificultad de la extrapolación de sus resultados hacia los humanos, promoviendo el
uso de alternativas existentes desde hace ya buen tiempo, en su lucha contra estos actos
de barbarie (Arana, 2014).
De igual forma, en el artículo 27, se prohíben una serie de actos en contra de los animales
de compañía, que pese a ser algo bueno, pudo ser precisado con más detalle y amplitud,
considerando que para esta ley se prescindió de la creación de un reglamento, en cuyo
lugar se creó un insuficiente glosario, con el que se pretende cubrir vacíos, finalidad que
incumple por completo.
37
El artículo entra en contradicción con el 206-A del Código Penal, porque este último
protege al propietario y a su derecho sobre el animal (propiedad), más que al animal en sí
mismo como ser sensible (protegido indirectamente, pero desde un mal enfoque), cuando
en este, se da cabida a que, tanto el propietario como el poseedor del animal puedan ser
responsables de las infracciones. Este artículo, junto con el artículo 6, facultan a las
personas defensoras de los animales, a que ante determinado caso de abuso, se hagan
cargo de los gastos que genere la atención del animal y posteriormente demanden
indemnización contra el o los responsables; lo que resulta muy benéfico para los fines de
la protección y el bienestar animal, pero no deja de contradecir la finalidad del artículo
206-A.
38
inculpado con el fiscal; sin embargo, lo que se debería haber hecho es graduar a
conciencia las penas, en función de la gravedad que revistan los actos cometidos (Ley de
protección y bienestar animal: ¿Otra ley más de defensa de los animales?, s.f.).
Como se ha visto, esta norma, al igual que las de otros países, surgen como respuesta a
39
un gran número de exigencias sociales, que encuentran su sustento, en el aumento de las
conductas antisociales de algunas personas que tienen conductas abusivas con los
animales, situación que pone en evidencia, uno de los verdaderos motivos que las
impulsan, siendo la protección del sentir colectivo, una de sus principales razones; no por
ello menos útil, a fin de proteger a los animales, aunque sea de manera indirecta, pero
cabe aclarar, que la mayor parte de veces, no es este, el motivo por excelencia, realidad
que se acaba de poner de manifiesto en nuestro país.
En el presente trabajo, el problema primordial es sobre el tema del “ser sensible”, ya que
a partir del delito de abandono y actos de crueldad contra animales domésticos o silvestres
y la Ley N°30407, una gran interrogante surge si el animal puede o no llegar a sentir, para
tal caso la Declaración Universal de los derechos del animal, dentro de su artículo 8°
refiere lo siguiente (Declaración Universal de los Derechos de los Animales, 1978):
40
incompatible con los derechos del animal, tanto si se trata de experimentos médicos,
científicos, comerciales, como toda otra forma de experimentación…”.
“1. adj. Dicho de un ser vivo o de uno de sus órganos: Capaz de experimentar
sensaciones.
2. adj. Dicho de una cosa: Que reacciona a la acción de ciertos agentes. Una película
muy sensible A laluz.
6. adj. Dicho de una persona: Propensa a emocionarse o dejarse llevar por los
sentimientos. Esa película no es para personas sensibles.
7. adj. Perceptible por medio de los sentidos. El color es una cualidad sensible.
9. adj. Delicado, que por su naturaleza debe ser tratado con especial cuidado. Una
materia sensible.
41
Una de las acciones que es un punto de partida para el cambio de leyes en el mundo, es
que la sociedad reconozca a los animales como seres sintientes, esa condición dará
impulso a las personas a que pasen a una etapa de verdadera conciencia del desarrollo
humano, la sensibilidad tiene importancia ya que este no se compara al hecho de lo
sintiente de un objeto, un objeto al ser tocado solo realiza su función y listo, en cambio
un animal al ser tocado muestra diferentes reacciones, además de ello realiza una serie de
movimientos el cual significa vida, ese hecho de vivir y mostrar lo que se siente, es el
motivo de los seres sintientes.
“Según Aristóteles, entre los seres vivos hay quienes poseen vida vegetativa, (plantas),
que no son seres sintientes, a su vez hay quienes tienen vida sensitiva, la que está por
sobre la vida vegetativa, (animales no humanos), quienes, si tienen sentimientos, los
que para Aristóteles son limitados pero auténticos, existiendo por último seres que
poseen una vida racional, la cual es exclusiva del ser humano. Aristóteles niega a los
animales la racionalidad, dado que esta es estrictamente humana, así como también la
vida moral-política; el hombre, sostiene, que es el único ser con conciencia refleja, que
es la capacidad de percibir y de darse cuenta, conciencia de la que para la mayoría de
los autores, carece el resto de los animales. En cuanto a la capacidad de sentir, para él,
tanto animales humanos como no humanos poseen sentimientos, la diferencia está en
que el sentir humano es ilimitado, no así el sentir animal, que es más simple. Define al
hombre como un “animal político”, señalando además que “particularmente posee la
percepción de lo bueno y lo malo, de lo justo y de lo injusto”, lo cual ha servido para
argumentar que sólo el hombre puede ser titular de derechos, pues, como se indicó,
sólo él tiene la conciencia refleja que lo hace discernir lo justo de lo injusto y lo faculta
para optar moralmente, lo que finalmente se traduce en la existencia de un sujeto
responsable de sus actos.” (Muñoz Machado, 1999).
42
“(…) Hay que partir de la idea de que el animal es un sujeto dentro del entorno en que
se encuentra y, lo malo, es que muchos investigadores consideran a los animales como
un objeto, como si su valor fuera solamente el medio para conseguir sus fines. Por
tanto, el concepto de valores repara sobre el hecho de que los animales, como los seres
humanos, tienen un valor propio que no les es reconocido. De aquí surge la noción de
derecho moral en el que debemos advertir que los animales y su existencia no han de
ser apreciados solamente en función de las necesidades del hombre y su utilidad, sino
como sujetos participantes. A partir de estas ideas surgen las tesis humanitarias según
las cuales el animal es un ser sensible que no puede escapar al sufrimiento que se
le impone y del cual el hombre es el responsable (…)”
Después de haber dado algunas referencias respecto a los seres sensibles, debemos tener
en cuenta que dentro de la Ley N°30407, en su artículo 14°, hace referencia a lo siguiente:
43
2.2.3.2. Relación entre el hombre y el animal
En un principio, los expertos comentaban que los vínculos que se establecían entre el ser
humano y los animales se basaban en la utilidad de los animales respecto a los productos
que se obtenían de los mismos, cómo incrementar esas producciones y cómo manipularlos
mejor para poder alcanzar un mayor rendimiento. Pero en la actualidad esto ha cambiado.
El enfoque actual le da más importancia a las actividades recreativas para satisfacer
además los aspectos lúdicos y emocionales de esta relación.
Para la bioética, Úrsula Wolf expone la relación que existe entre el hombre y el animal en
la naturaleza señalando que (Wolf, s.f.):
“Considera al ser humano como una especie animal que esta relacionándose junto con
otras, asimismo que pueden existir tipos diferentes de relación, como por ejemplo las
relaciones unilaterales, que presentan una amenaza contra otra especie, las relaciones
reciprocas, como la cooperación y competencia entre ambas especies y por ultimo de
existencia, que se refiere al entorno y nivel de supervivencia. Debemos resaltar la
relación de cooperación, puesto que nosotros somos quienes denominamos el conflicto
de intereses, por ende debemos sacar un provecho y no destruirlo.”
Rebeca Andrea Lazo nos explica que en la historia siempre hay alguien que ejerce fuerza
sobre el débil, llegando a dominarlo, situación que compara con la relación entre el
humano y el animal, definiendo que existe un sentido de propiedad con el animal una
relación de propietario y propiedad por otro lado también advierte que existe una
necesidad de aumentar nuestra normativa.
44
“La relación afectiva y duradera entre el hombre y los animales, indicando que existen
cuatro principios básicos de interacción entre el hombre y el animal que ayudan a
establecer este vínculo como: la seguridad, intimidad, afinidad y constancia. En la
seguridad hace referencia a la protección de los humanos, mediante las acciones que
realizan los animales, ya que la presencia del animal les ofrece cierta seguridad y
tranquiliza a su dueño mejorando la relación con sus mascotas, la intimidad se refiere
a los actos de afecto que brinda el dueño a su mascota, comunicándose corporalmente,
y esto se ve fuertemente fundamentado en la capacidad de comunicación entre
humanos y animales, ya que estos muestran comprender las señales verbales y no
verbales de los humanos. Asimismo, los dueños crean fácilmente una relación de
parentesco con sus mascotas; algunos los consideran como parte de su familia, como
un hijo o como un amigo muy especial, ocupando un lugar muy importante en su vida.
Respecto a los animales estos poseen un comportamiento constante y tienden a mostrar
comportamientos poco variables, muy contrario a los humanos que constantemente
paran cambiando. Por otro lado, el trato que brindan los hombres y las mujeres con los
animales son diferentes, se dice que las mujeres cumplen una función de facilitador
social considerando a las mascotas como un medio para poder superar tiempos
difíciles, sin embargo los hombres consideran a los animales como un medio de
ejercicio o para una función útil.”
Actualmente podemos decir que la relación que tiene el hombre con el animal, debería
ser una obligación de deber de cuidado y protección hacia los animales, por parte del
titular, propietario o tenedor del animal, para que se dé el cumplimiento de esta obligación
de deber de cuidado y protección es necesario una correcta legislación en nuestra
normativa.
Si bien es cierto, dentro del Derecho considera al ser humano como centro del universo,
45
por tal motivo, todas las normas jurídicas y las disposiciones giran en torno del mismo,
por tal motivo los seres humanos forman parte de la categoría jurídica de “sujetos de del
derecho”, siendo lo contrario de todo lo que no se encuentre relacionado con la vida
humana esta categorizado jurídicamente como objeto de derecho; desde este punto y a
para realizar un análisis detallado, es importante considerar la clasificación que tienen los
animales dentro del Código Civil Peruano, por lo tanto, consideramos examinar el
siguiente artículo:
En otras palabras, basta que el bien tenga la posibilidad de trasladarse, impulsado por una
fuerza ajena o por su propia fuerza; es aquí donde hacemos un paréntesis, en especial si
nos referimos a los semovientes, es decir, los animales, el cual es el tema principal del
presente trabajo; siendo así, podemos decir que desde un punto de vista jurídico, los
animales son objeto de derecho, del cual dentro de nuestro ordenamiento jurídico, son
considerados como cosas o bienes muebles y dentro de éstos, como tienen vida y
autonomía propia, son denominados “semovientes”, esto a raíz de que se mueven por sí
mismos, por lo tanto, son seres animados, lo que les dota de ciertas singularidades, es de
consideración saber que según la Real Academia Española, define al animal como un ser
orgánico que vive, siente y se mueve por propio impulso.
46
Al considerar a los animales como cosas o en este caso como bienes muebles,
jurídicamente se encuentra dentro de la categoría de objetos del Derecho, lo cual significa,
que son susceptibles de brindar alguna utilidad al ser humano, de ser apropiados y
aprovechados por él, del mismo modo también tener un valor económico y de encontrarse
dentro del comercio de los humanos, en conclusión podemos decir que el ser humano
tiene poder sobre ellos, siendo el titular del derecho de propiedad sobre el animal, puede
usarlo en su provecho económico, disponer de él, abandonarlo, eliminarlo, reivindicarlo,
también puede usarlo para su disfrute personal, como sucede mayormente con los
animales domésticos de compañía, como perros y gatos.
A consecuencia de que los animales sean considerados como bienes muebles, y que a
partir de ello sean usados como un valor económico del ser humano, surgieron diferentes
posiciones de los cuales tienen como fin cambiar la denominación hacia los animales y
por tal ser cambiado la categorización jurídica de los mismos, proponiendo que se les
considere sujetos del derecho, al igual que el concebido, la persona natural, la persona
jurídica.
Así como hay personas a favor de que este cambio se realice, también existen posiciones
en contra, de los cuales consideran que los animales deberían seguir siendo considerados
como objeto del derecho, como cosa o bien, así mismo existe posiciones intermedias, de
las cuales consideran que los animales no son cosas, siendo más bien que son seres
sensibles, ya que tienen capacidad de sentir; aunque las tres posturas, tienen un elemento
en común y el más sobresaliente, que es la importancia de fortalecer eficientemente la
protección legal brindada a los animales.
De tal modo existen los intereses básicos de los animales, por lo que la ley debería de
proteger, haciendo la renovación de su protección legal de tal modo serían obligaciones
de los humanos en nuestros ordenamientos, como ejemplo podemos decir que en algunos
países ya se está realizando esta idea, siendo el principal en Francia, del cual las ideas que
47
tuvieron lo llevaron a la práctica, realizando un cambio en su Código Civil, reconociendo
que los animales son seres vivos capaces de sentir, ratificando la antigua idea tenían, el
cual los consideraba como bienes muebles, producto de esta cambio, consiguieron
establecer una obligación directa entre los dueños y sus animales, pues ahora tienen la
obligación de alimentarlos, cuidarlos y no abandonarlos, siendo este el efecto que se
persigue, con base en la idea y en la práctica de la consideración y conciencia en el trato
hacia los animales (Parra, 2015).
De igual forma en Argentina se planteó una iniciativa el cual busca incluir los intereses
de los animales dentro de su Código Civil, del mismo modo poder reconocerlos como
seres sintientes y poder garantizar el reconocimiento legal de dicha condición; si se llega
a aprobar dicha iniciativa, el beneficio principal sería poder conseguir normas que
obliguen a realizar un trato digno hacia los animales.
48
dicho de otra forma, se refiere al valor económico que poseen, de acuerdo al precio de
mercado; por lo tanto, cualquier lesión a un animal, que sea propiedad de una persona,
implica una lesión, un daño al propietario, en cuanto perjudica su patrimonio en un
sentido material, ya que los animales constituyen un bien dotado de valor económico
(Lescano, s.f.).
Cuando una persona sufre un daño, una lesión a su patrimonio o a algún bien extra-
patrimonial, el Derecho ha diseñado un sistema para que la víctima no se vea desamparada
en su pesar. En este sentido, existen normas que obligan al responsable del perjuicio a
resarcir el daño ocasionado, generándose la responsabilidad civil. La responsabilidad
civil, es definida como el conjunto de normas que como sanción obligan a reparar las
consecuencias dañosas, emergentes de un comportamiento antijurídico, que es imputable,
física o moralmente, a una persona (Mosset Iturraspe, 1988).
49
de esta clase, se encontraría la Responsabilidad Veterinaria, por tratarse –al menos
en Perú-, de la existencia de contratos verbales, referentes a los servicios que
prestarán los médicos veterinarios, en la atención de un animal doméstico –
llámese paciente-, por los cuales el propietario acude a él y le paga un precio; es
la responsabilidad derivada de la inejecución de obligaciones. En estos casos,
como sucede en otros países y a diferencia del nuestro, cuando el veterinario, ha
ocasionado un daño al paciente, daño que denota una evidente negligencia en su
actuar, el profesional, se ve en la obligación de reparar el daño causado,
indemnizando al propietario del animal. Ej.: una pareja de esposos dejó a su perra
donde el veterinario para que la esterilicen y cuando llegan la encuentran
moribunda porque tuvo una hemorragia interna por no haberle realizado bien los
puntos, producto de lo cual se le reventaron los puntos y la perra murió, sin
embargo como sucedió en Perú y aquí no hay leyes que regulen este tema, la pareja
perdió a su mascota, a la cual quería como un miembro más de su familia, lo que
les causó mucho dolor y sufrimiento, sin embargo solo los indemnizarán por el
daño patrimonial, por el valor de mercado de la mascota y todo el daño moral
causado a los propietarios, no será indemnizado.
50
indemnización, la cual usualmente comprende una suma de dinero que busca resarcir el
daño ocasionado al afectado. En ese orden de ideas, para que haya responsabilidad civil
es necesario que exista un hecho causante y un daño causado por ese hecho; es decir, que
el hecho sea la causa y el daño su consecuencia, por lo que entre hecho y daño debe de
haber una relación de causalidad, pero esa relación debe ser inmediata y directa, esto es
que el daño sea una consecuencia necesaria del hecho causante.
51
Artículo 1322.- El daño moral, cuando él se hubiera irrogado, también es susceptible
de resarcimiento.
El daño producido debe ser reparado, mediante la indemnización, siendo que así lo
establece la Sección Tercera, del Libro III, de nuestro Código Civil, indicando lo
siguiente:
Artículo 1969.- Aquel que por dolo o culpa causa un daño a otro está obligado a
indemnizarlo (…)
52
a través de los daños o perjuicios que causa en el propietario de esa mascota, de este
modo, surge la interrogante, ¿cómo se dispone la indemnización por la pérdida de un
animal?, ante la cual, la posición más tradicional asevera que los animales son cosas y
sólo se debería indemnizar considerando su valor comercial; bajo esta posición, si se trata
de un animal de raza, tendrá mucho mayor valor, pero si fuera un animal mestizo,
entonces sería de antemano, un caso perdido y nunca se resarciría el daño causado. Sin
embargo, también existen posturas, que aseguran que los animales, tengan o no un valor
de mercado, en la mayoría de los casos, tendrán un valor emocional para su propietario,
en consideración a lo cual, se debería de tomar en cuenta esta realidad, a la hora de fijar
un monto indemnizatorio, que debería incluir el gran valor afectivo que puede tener una
mascota para su dueño (ARRIAGA, s.f.).
En el título preliminar del Código Civil, se establece lo siguiente en cuanto al abuso del
derecho:
A raíz de lo antes mencionado, cabe resaltar que, nuestro derechos terminan, en donde
empiezan los derechos de otros, pues evidentemente, esto hace alusión a que el abuso del
derecho se debe evitar, con la finalidad de respetar las normas y los derechos de las demás
personas, ya sea que este se cometa por acción o por omisión; si llegamos a referirnos
sobre el ámbito del maltrato animal, nos preguntamos si ¿cuando hablamos de respetar
los derechos de otros, se hace referencia a los derechos de los animales?, siendo la
respuesta a esta interrogante, desde un punto de vista objetivo, NO, ya que no se pretende
hacer referencia a derechos de los animales, pues actualmente, estos derechos no han sido
reconocidos expresamente en nuestro ordenamiento, a pesar de que exista una lucha por
los mismos, actualmente no se encuentra regulados.
53
Si nos referimos a lo de respetar los derechos de otros, se hace alusión a los derechos de
las otras personas, para los cuales, inevitablemente y a manera de limitación, se vincula
el Código civil con la Constitución, siendo la segunda la que desempeñará un rol
limitante, para el derecho de propiedad, pues se trata de derechos reconocidos en la
Constitución, como los derechos fundamentales de la persona, establecidos en el Art. 2,
incisos 1 y 22.- “Toda persona tiene derecho:
Cuando se trata del maltrato animal, derecho de propiedad y abuso del derecho, se obtiene
una fórmula perjudicial para la sociedad; del cual tendrá como resultado que los
propietarios de animales, haciendo uso y abuso de su derecho, pretenderán resguardarse
tras este derecho, en ocasiones en las que cometan actos de maltrato o crueldad animal,
intentarán oponer su derecho de propiedad y lo que este implica, ante cualquier acción de
reclamo o intento de reprimenda, aludiendo que, por tratarse de animales que forman
parte de su patrimonio, no se está causando daño, ni transgrediendo los derechos de otras
personas.
Crueldad: acción cruel e inhumana que genera dolor y sufrimiento en otro ser. Por lo que
representa este término derivado del latín crudelitas, el diccionario de la Real Academia
Española lo cita como ejemplo y representación de impiedad, inhumanidad y fiereza de
ánimo.
54
Maltrato: acción y efecto de maltratar (tratar mal a una persona, menoscabar, echar a
perder). El concepto está vinculado a una forma de agresión en el marco de
una relación entre dos o más personas.
objeto: Se conoce como objeto a todo lo que puede ser materia de conocimiento o
sensibilidad de parte del sujeto, o incluso este mismo.
Semoviente: Es un término jurídico que se refiere a aquella parte del patrimonio del
sujeto del derecho, o un componente del mismo, que es capaz de moverse por sí solo. La
condición de semovientes la representan los animales en producción económica, en
definitiva, lo que son las cabezas de ganado.
55
Animales domésticos: Es un término jurídico que se refiere a aquella parte del patrimonio
del sujeto del derecho, o un componente del mismo, que es capaz de moverse por sí solo.
La condición de semovientes la representan los animales en producción económica, en
definitiva, lo que son las cabezas de ganado.
Animales silvestres: Los animales silvestres son aquellos que viven de forma natural
dentro de los bosques, selvas, desiertos etc., a lo largo y ancho de todo el mundo, incluso,
algunos pueden llegar a vivir cerca de las casas construidas en pequeños parches
boscosos.
56
CAPÍTULO III
1. METODOLOGÍA
Tabla N° 1
1.2.1. TÉCNICAS
57
CAPITULO IV
CONCLUSIONES
Tercero.- La Ley N° 30407 reconoce a los animales como seres que sienten, por lo que
esto evitaría las prácticas de manipulación de animales, dolores, torturas, actos de
crueldad, así mismo generar una responsabilidad por parte del Estado en todo lo referente
58
al cuidado de animales, como por ejemplo la relación de animal-persona, o el hecho de
que las formas de matar a los animales contemplen normas éticas. En este sentido, cabe
decir que, no porque tengamos la propiedad sobre un animal o mascota, tenemos derecho
a maltratarla, porque al fin y al cabo, son seres sensibles, con los que más allá del derecho
de propiedad sobre ello, nos une un vínculo de afectividad, que implica el cumplimiento
de deberes de cuidado y protección hacia ellos, mas no el ejercicio abusivo del derecho
de propiedad, bajo la excusa de que por ser parte de nuestro patrimonio, sobre el cual
ostentamos el derecho de propiedad, podemos tratarlos como a un bien mueble inerte y
carente de sentimientos y sensibilidad, yendo a las graves consecuencias que esto acarrea
en la sociedad.
59
RECOMENDACIONES
2. No hay un concepto unánime del concepto de maltrato y crueldad animal por ello es
necesaria mayor precisión para poder calificar el tipo penal con respecto a los términos,
es decir una correcta exposición de definiciones claras y expresas, para evitar
confusiones, por lo tanto, si no se procura una alineación de nuestro ordenamiento civil,
penal, constitucional y administrativo, en materia de maltrato animal; considerando que
nuestro ordenamiento se halla carente de directrices en el tema, los jueces siempre se
verán confinados a resolver según los escases normativos, jurisprudenciales y doctrinales,
a nivel nacional.
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debemos avanzar hacia un cambio, en cuanto a la uniformización de nuestras leyes, con
el fin de evitar el maltrato animal.
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CAPÍTULO V
FUENTES DE INFORMACIÓN
REFERENCIA BIBLIOGRÁFICAS
Andrea Carrión, “Aún hay mucha ignorancia respecto a ley que protege nuestros
animales.”, en: El Comercio (05 de julio del 2018) obtenido de:
https://elcomercio.pe/wuf/noticias/hay-ignorancia-respecto-ley-protege-
animales-noticia-533249.
Boletín Penal Semanal N°69, “Se modifica el Código Penal mediante la Ley
N.°30407”, en: Instituto Pacífico (08 de enero del 2016) obtenido de:
http://boletines.actualidadpenal.com.pe/resena-de-las-principales-normas-
penales-y-procesales-penales-y-penitenciarias-publicadas-la-ultima-
semana/derecho-penal-parte-especial/se-modifica-el-codigo-penal-mediante-la-
ley-n30407-noticia-551.html.
62
ed.). Buenos Aires: Abelardo Perrot.
Lex, “El maltrato animal: ¿un delito contra el patrimonio?”, en: Legis.Pe (08 de
enero del 2016) obtenido de: https://legis.pe/el-maltrato-animal-un-delito-contra-
el-patrimonio/.
Ley Nro. 30407, Ley de protección y bienestar animal, El Peruano (08 de enero
del 2016).
63
de http:
//www.osterlingfirm.com/Documentos/articulos/Indemnizaci%C3%B3n%20por
%20Da%C3%B1o%20Moral.pdf
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Lima, (2016), obtenido de:
http://revistasinvestigacion.unmsm.edu.pe/index.php/veterinaria/article/view/116
64
www.asppa-peru.org
www.grupocaridad.org
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ANEXOS
MATRIZ DE CONSISTENCIA
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